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Desplazamientos: identidad e interculturalidad

Miradas migrantes desde la ciudad escindida

Más allá de ser la capital del Perú, parafraseando a Matos Mar, Lima es un
microcosmos del macrocosmos nacional; es el reflejo sobredimensionado de los
problemas nacionales (Matos Mar: 1984: 104). Por un lado, se constituye como una
maquinaria compleja escindida en cuatro ciudades como resultado del crecimiento
poblacional y urbano producto de los procesos migratorios: Lima Centro, Lima Norte,
Lima Este y Lima Sur. Por otra parte, incorpora tres dimensiones problemáticas que
atraviesan a todas las clases y cuyo nicho es la informalidad: vivienda, transporte y
comercio.

Lejos de ser el paraíso, Lima se configura como una promesa (incumplida) de ciudad
pues se (de)construye cíclicamente. Esto se hace visible en la falta de planificación y
seguimiento de sus políticas municipales que, en los últimos años, no solo han
atentado contra la ciudad, sino también contra los mismos ciudadanos. Así, Lima se
ha dispuesto como un espacio de lucha entre individualidades que buscan la
supervivencia y transgreden el desorden institucionalizado por los poderes que la
gobiernan.

Según Matos Mar, el desborde popular constituyó el primer gran proceso nacional de
articulación, participación e intento de integración en busca de un Perú moderno, que
siguió los cauces de la urbanización iniciada en el país a fines de la década de 1940.
Fue “un proceso espontáneo, resultado del abandono, la pobreza y la crisis acentuada
de lo rural, de lo serrano especialmente, discriminado y marginado hace mucho
tiempo” (Matos Mar, 2004: 143-144). Sin embargo, el desplazamiento no solo
constituirá el espacio sino que establecerá límites: lo de adentro y lo de afuera, lo
privado y lo público, lo alto y lo bajo. Estas dicotomías, determinarán las relaciones de
poder entre los ciudadanos.  

Desplazamientos: identidad e interculturalidad. Miradas migrantes desde la ciudad


escindida 1 es una muestra que reúne el trabajo de ocho jóvenes artistas
contemporáneos peruanos, cuyas obras –producidas desde 2004 a la fecha–
manifiestan diversas miradas en torno a la ciudad de Lima como espacio de
interacción y confluencia de culturas, saberes y prácticas, pero también como espacio
de pugna, fractura y transgresión.

                                                                                                               
1
Este proyecto curatorial es la continuación de Desplazamientos: colonización y conquista. La narrativa de la ciudad y la
apropiación del espacio, el cual se llevó a cabo en 2014 en el CCE Lima. Lejos de la idea de migración asociada al proceso de
modernización y urbanización, abordé la migración hacia la ciudad de Lima desde la situación de emergencia y crisis como
resultado de las coyunturas sociales, políticas y económicas que atravesó el país en las décadas del 40 al 80.
Las problemáticas de la vivienda, la precarización y la informalidad en la ciudad se
ponen de manifiesto en los videos de Ishmael Randall Weeks (Cusco, 1976), quien
trabaja en torno al paisaje de la periferia urbana. “Volquete” (2011) cuestiona la falta de
áreas verdes en la ciudad de arena. Un conjunto de árboles son vertidos desde la cima
de un cerro. Solo uno se mantiene de pie, como un contrapunto poético donde se
patenta la inestabilidad y fragilidad de la naturaleza. “Aplanadora” (2011) presenta el
enfrentamiento entre la informalidad y el progreso: un triciclo, objeto representativo del
comercio ambulante, es comprimido por una aplanadora de asfalto hasta perder su
forma y utilidad. Finalmente, la metáfora del desplazamiento y la pugna por el espacio
se visibiliza en “Pukusana Tractor” (2011), donde un casco no habitable de material
noble es desplazado por un tractor a lo largo de un terreno árido.

La representación arquitectónica de la ciudad se visualiza en “Monumentos” (2009) de


Juan Salas Carreño (Cusco, 1982). Esta consta de seis serigrafías sobre papel donde
las siluetas de tanques de agua y carteles publicitarios que albergan la ciudad se alzan
como monolitos. Si el monumento es una construcción que tiene como finalidad
conmemorar a un personaje o evento importante, Salas trabaja estas piezas para
evidenciar dos problemas limeños que se contraponen: la escasez de agua y el
consumismo desmedido.

Dialogando con lo arquitectónico, Rudolph Castro (Lima, 1982) presenta “La (no)
ciudad de ella” (2017) como homenaje a los relatos que su abuela, proveniente de
Chanchamayo, compartía durante sus visitas a la ciudad. En esta obra, Castro trabaja
en torno a la construcción del recuerdo de la infancia en relación a la violencia
perpetrada por el terrorismo en los años ochenta en el Perú, motivo por el cual el
artista y su familia se vieron obligados a migrar a Lima. Lo onírico y lo lúdico convergen
en un dibujo de gran escala realizado en grafito, donde las protagónicas piezas de lego
se yerguen como edificaciones urbanas desde una perspectiva que imposibilita ver el
suelo que las sostiene.

Si hay algo que prevalece en Lima en las últimas décadas como resultado de las
políticas municipales y sus negociados con empresas constructoras, es el cemento.
“Ediciones Cemento” (2004) acerca la aguda y crítica mirada de Alejandra Ballón
(Arequipa, 1975) hacia el desbordado crecimiento de Lima en tensión con la
naturaleza, manifiesta en los logotipos de las mismas bolsas de cemento que
conforman la obra. La utilización de diferentes técnicas como el collage, el dibujo y la
intervención, potencia la representación de la ciudad cubierta por el mismo material
contenido en esas bolsas: “Ready made editado”, “Yura Ediciones” y “Posible utopía”.
Acompaña esta selección “En-pared-ado”, escultura del mismo material con la forma
del mapa del Perú, el cual se presenta en un plato listo para ser ingerido.
En “Ejercicios de retorno imposible” (2013), Kathryn Páucar (Chincha, 1986) trabaja en
torno a la migración y la búsqueda de la identidad a partir de la memoria familiar. En la
instalación, compuesta por una maqueta, un audio y un dibujo, la artista involucró a su
propia familia en su elaboración. Así, solicita a su padre que realice una maqueta a
escala de la casa que él mismo construyó en Chincha, en 1987, y que fue vendida en
2003 cuando la familia migró a Lima. El audio es una suerte de hipnosis regresiva: la
madre retorna a la casa familiar y va describiendo cada uno de los espacios que
alguna vez habitó. La artista también le pide a su hermano que dibuje la fachada de la
casa como la última vez que la vio.

La cultura del consumo esconde tras de sí diversos mecanismos de control que


muchas veces nos son invisibles o no queremos asumir; sin embargo, cuando se halla
ligada a la marginalidad o ilegalidad, pareciera explotar ante nuestros ojos. “Nación”
(2015) de Aaron López (Callao, 1980) es una pieza conformada por 112 envoltorios de
PBC (Pasta Básica de Cocaína) que el artista fue encontrando y recolectando de las
calles; con ellos forma la palabra ‘Nación’ a manera de un titular pixeleado. A partir del
juego de lo visible e invisible, López no solo cuestiona el aspecto cultural del
comportamiento autodestructivo ligado al consumo de drogas, sino que pone en crisis
el concepto ‘Nación’ como la posibilidad de un proyecto en común y evidencia la
marginalidad y los poderes que rigen el sistema de dominación e identidad de los
sujetos.

El tema de la identidad también se presenta en las obras de Juan Manuel Bermúdez


(Lima, 1980) y Andrea Saito (La Libertad, 1993), quienes, desde diferentes propuestas
participativas, involucran a la ciudadanía como un actor de cambio. “LIMA” (2015 -
2017) de Juan Manuel Bermúdez es un proyecto que busca rescatar los espacios
públicos y poner en valor a la propia ciudadanía. De esta manera, busca distanciarse
de la Marca Perú para crear una conciencia ciudadana a partir de sus propios
protagonistas y una comunidad basada en valores constructivos. Por otra parte, “A MI
LIMA. Identidad en proceso” (2015) es el registro de la acción artística participativa que
Andrea Saito realizó durante la concentración para la marcha “Lima es tuya: Exige
planificación y legalidad” (llevada a cabo el 17 de junio de 2015), la cual tenía como
intensión reforzar la voz de protesta ante la construcción del tercer carril de la Costa
Verde. Para esta muestra, Saito invita al público a llenar una ficha en la que debe
identificar una problemática de la ciudad, proponer una solución y comprometerse al
cambio con su firma dactilar.

Las ocho propuestas abren una serie de interrogantes que nos confrontan a reflexionar
sobre Lima como espacio de pertenencia. Y es que, a pesar de ser concebida como
una ciudad multicultural, nuestra capital no necesariamente constituye un escenario de
convivencia inclusiva entre culturas. ¿Cómo pensar una ciudad que ve el progreso a
partir de la capacidad de consumo de sus habitantes, donde la discriminación
prevalece y la informalidad es lo que más representa a su ciudadanía?

En una ciudad empecinada en señalar las diferencias como equívocos, cualquier


proyecto que implique participación y compromiso ciudadanos se vuelve inútil puesto
que carece de identificación y empatía entre sus miembros. Por ello, plantear el tema
de la interculturalidad resulta más bien una provocación en pos de aceptar, respetar y
convivir en la diversidad: sin jerarquías culturales ni pirámides sociales ni límites de
exclusividad. Acaso sea tiempo de buscar más similitudes y menos diferencias, desde
una horizontalidad que permita mirarnos a los ojos y reconocernos en los otros.
Luisa Fernanda Lindo - curadora
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MATOS MAR, J.
1984 Desborde Popular y crisis de Estado. El nuevo rostro del Perú en la década de 1980. Lima: IEP.

2004 Desborde Popular y crisis de Estado: veinte años después. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.

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