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23/7/2019 BazarAmericano

julio-agosto 2019, AÑO XI, Nº 72

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Columnas
Libreta/Sarlo En reseñas:
Reseñas
Verónica Stedile Luna
Reportajes La contemporaneidad: más allá de lo nuevo
Encuestas
Letra y línea. Edición facsimilar, de Liana Wenner (estudio perliminar), Buenos
Editora Galerías Aires, Ediciones Biblioteca Nacional, 2014.

Ana Porrúa
Rescates
Recomendados Si se mira el listado de revistas en edición facsimilar que lanzó la Biblioteca
Consejo editor Cajas Nacional en los últimos años, llamará la atención ver allí dos pequeñas
Hipermediales publicaciones: Arturo y Letra y línea, con uno y cuatro números respectivamente.
Osvaldo Aguirre / Irina Garbatzky
Matías Moscardi / Carlos Ríos
Punto de Vista ¿Por qué reeditar una revista que casi no superó el año de actividad?, podría ser la
Alfonso Mallo Buscador pregunta de cualquier lector interesado en pensar la historia de la literatura
Contacto argentina desde o a partir de las revistas literarias.
Columnistas
Letra y línea, aparecida en 1953 es, por un lado, parte de un conjunto de
Paulo Ricci / Ezequiel Alemian
revistas de vanguardia en la Argentina: Ciclo (1948), dirigida por Aldo Pellegrini,
Nora Avaro / Juan José Becerra
Gustavo Bombini / Miguel Dalmaroni Enrique Pichon Riviére y Elías Pieterbarg; A partir de cero (1952), dirigida por
Yanko González / Alfonso Mallo Enrique Molina; y su inicial antecesora Qué (1928). Por otro lado, es la revista que
Marcelo Díaz / Jorge Wolff
Aníbal Cristobo / Carlos Ríos sostiene un diálogo directo y polémico con Poesía Buenos Aires (1950), el espacio
Rafael Arce / Ana Porrúa de publicación del invencionismo, y decididamente el de mayor influencia entre la
Antonio Carlos Santos / Mario Ortiz
José Miccio / Adriana Astutti llamada “vanguardia de los años ‘50”.
Esteban López Brusa / Osvaldo Aguirre
Federico Leguizamón / David Wapner Pero sobre todo, Letra y línea, bajo la dirección de Aldo Pellegrini, significó
Julio Schvartzman / Juan L. Delaygue la posibilidad de reinventar la división que Jean Paul Sartre había propuesto entre
Cristian De Nápoli
prosa y poesía a la hora de pensar el compromiso y la comunicación literaria. La
lectura de Qu´est-ce que la littérature? (1948) y Les Temps Modernes marcaban sin
Colaboran en este número
duda las discusiones sobre el arte y la época. Así también el Georges Bataille de la
Adriana Bocchino / Ulises Cremonte revista Critique, donde se avocaría a refutar el concepto de compromiso. Sin
Sergio Frugoni / Valeria Sager
Julieta Novelli / Romina Magallanes embargo, Letra y línea no se hizo caja de resonancia de ese debate transatlántico,
Gilda Di Crosta / Laura Gutiérrez sino que prefirió examinar la idea de contemporaneidad asimilándola a la de
Gabriela Milone / Emilia Casiva
vanguardia. Es decir que la vanguardia, para Letra y línea no es, como puede
Iván Suasnábar / Cristián Gómez O.
Belisario Zalazar pensarse, un correlato del surrealismo como definición, sino la posibilidad de pensar
una literatura contra la retórica. Así, en sus páginas se destacan las colaboraciones
Curador de Galerías de Alberto Vanasco, Juan Carlos Onetti, Norah Lange, Henry Miller, Arthur Miller,
Mario Trejo, Juan Filloy, que conviven con la publicación de poemas de Bertold
Daniel García
Brecht, textos de Tristan Tzara y Alfred Jarry, homenajes a Oliverio Girondo, Francis
Picabia y Vicente Huidobro.
Diseño

Marco Bernich Henry Michaux y Aimé Cesaire son, en los números de Letra y línea, los
poetas que le arrebatan al filósofo la acusación de “destructores del lenguaje” para
hacer de la intransigencia al orden social –ese “hipócrita humanismo”–, un
relampagueo, “un destello de lo absoluto”. En los artículos de Osvaldo Svanascini y
Enrique Molina respectivamente, la lectura es clara: si la poesía no puede ser
comprometida porque trabaja contra la comunicación, es necesario entonces revisar
el concepto de “comunicación”, y para despejar malentendidos, confinar la “poesía
social” al impulso de un espíritu reaccionario.

Sin dudas, Letra y línea es el espacio de difusión y encuentro para poetas


vinculados con el surrealismo, y por tanto la figura de la poesía como condición de
posibilidad para un verdadero cambio no desaparece. Pero hay una diferencia
fundamental respecto a Poesía Buenos Aires, ya que no se leerá, como en las
páginas de Raúl Gustavo Aguirre, “Queremos la humanidad a la altura de la
poesía”. Esa revista llegó más lejos teórica y políticamente (recordemos el número
especial sobre Guatemala); porque el proyecto literario y cultural de Pellegrini logró
poner a la vanguardia en general y a la poesía especialmente, en el centro de una
serie de discusiones y espacios que hasta entonces parecían no conectarse. El
hallazgo de la revista, lo que triunfa sobre esa “vanguardia calma y austera” como la
nombra Horacio González, es la visión de presente que exponen en el primer
número: “una esencial contemporaneidad es el sello indeleble de toda obra
auténtica. Pero (…) no basta que un artista viva en nuestra época para que se lo
considere contemporáneo, ni basta con que anecdóticamente la describa. (…) Su
íntima y peculiar vivencia son las que fundamentan la contemporaneidad y dan
características reconocibles a la obra de una época.” (1953:1)

El primer número de la revista ponía en tapa una foto de Roberto Arlt, que
se adelantó al famoso segundo número de Contorno dedicado al mismo autor. Letra
y línea, entonces, hacía lo propio reivindicando para Arlt, la potencia de una
“imaginación abrumadora”, “la ilimitada capacidad creadora de nuestra lengua”
(Vanasco, 1953:2), y la “violencia vital” de quien tiene que decirlo todo; al mismo
tiempo evitaba cualquier tipo de entrada a la sordidez o el miserabilismo que
caracterizaba las lecturas hegemónicas de Los siete locos y Los lanzallamas. De

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alguna manera, esa lectura que abre la revista se cierra con otro artículo de Alberto
Vanasco en el último y cuarto número, sobre Eduardo Mallea: literatura hipertrofiada
que contribuye al “estado informe y gelatinoso” de las letras argentinas (1954:7).
“Algo así como nuestros tíos tontos”, dice Miguel Brascó en la entrevista que
acompaña a la edición facsimilar, refiriéndose a Mallea y Larreta.

La parábola empieza y termina con 1926: El juguete rabioso y Cuentos para


una inglesa desesperada. En el medio, el arte de las vanguardias: “Jean Dubuffet o
la poética de lo desagradable”, por Aldo Pellegrini; “Wilfredo Lam”, por Llinás de
Santa Cruz; estudios sobre la música dodecafónica, por Luigi Dallapicola, “Cine-
pintura”, por Enrico Grass, “A propósito de Wozzeck”, por Juan Carlos Paz;
“Contribución a la historia del movimiento ‘Stijl’”, por Vordemberge-Gildewart;
“Picabia, gran acreedor”, por Tomás Maldonado; “Alfred Jarry y el colegio de la
patafísica”, por Juan Esteban Fassic; “Dadá contra el arte” por Tristan Tzara;
“Encuesta realizada a pintores argentinos de la nueva generación”.

Por último, Letra y línea es, sobre todo, una generadora de polémicas que
trascendieran la revista misma. Horacio González lo señala en las “Palabras
previas” a la edición: “La revista (…) tiene sin duda un aire surrealista, pero es ante
todo una revista de actualización cultural, artículos medulosos, estudios críticos que
polemizan cuando deben hacerlo y con sólidas argumentaciones. (…) Letra y línea
es el puente entre el vanguardismo que extrema sus fuerzas hacia un
invencionismo sin complacencias, y la revista Contorno, donde la crítica literaria,
política y filosófica establece con cimientos casi clásicos sus motivos centrales”
(2014:7). Así las diatribas son lanzas hacia distintas publicaciones: con Payró se
discute entre las reseñas de arte a través de una carta de lectores; con Osiris
Troiani se discute a causa de un monográfico de Sur en distintas entregas
epistolares publicadas en Contorno y Capricornio, con Borges y Bioy se extrema el
tono entre Buenos Aires Literaria y la segunda época de A partir de cero.

Hay un dato interesante en la lectura de Liana Werner, quien prologa la


edición facsimilar: el desplazamiento de Aldo Pellegrini, por la colocación de Alberto
Vanasco, Mario Trejo y Miguel Brascó como parte de una generación “que no era
rentista ni descendía de las familias tradicionales argentinas” y se dispuso a irrumpir
en la escena cultural con obras propias de una vanguardia no epigonal.

Una nota sobre el trabajo con ediciones facsimilares: la cita es nuestro


engaño; ¿leemos la revista o leemos un libro publicado en el 2014? Esa es la
pregunta sobre la reproducción de los archivos. Ciertamente luchar contra el
tamaño excesivo de esas páginas inmensas con letras minúsculas en el comedor
de la casa, y no entre luces de biblioteca, es un cambio del objeto.

(Actualización mayo – junio 2015/ BazarAmericano)

9 de julio 5769 - Mar del Plata - Buenos Aires


ISSN 2314-1646

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