EL GABINETE MÉDICO

DEL EMPERADOR
CÓMO LO S ANTIGUO S REMEDIO S CHINO S CAMBIAN EL
CUIDAD O MODERNO DE L A SALUD.

Por Peter Gwin • Fotografías de Fritz Hoffmann

Esta versión de 1620 del
Canon interno del empe-
rador, compilado por pri-
mera vez hace unos 2 100
años, incluye un mapa de
las líneas del qi y los pun-
tos de acupuntura. Esta
aún es un tema polémico
entre los médicos occi-
dentales, aunque muchos
están de acuerdo en que
es efectiva para tratar al-
gunos síntomas.
FOTOGRAFIADO EN LA BIBLIOTECA NACIO-
NAL DE MEDICINA DE ESTADOS UNIDOS
 1 2 3 4

8 9 10 11

15 16 17 18

22 23 24 25
 Durante más de
2 200 años, los sa-
nadores chinos han
tratado las enfer-
medades con una
variedad de ingre-
dientes naturales,
incluyendo noto-
ginseng, caballitos
de mar, capullos de
rosa, regaliz y pla-
centas humanas. Es-
tas y otras miles de
sustancias aún se
5 6 7 utilizan a diario en
China y otras partes
del mundo.

En la cuarta colum-
na, los frascos 1, 8,
15 y 22 contienen
ingredientes que se
utilizan en un pro-
misorio tratamiento
contra el cáncer,
desarrollado en
Yale, conocido
como PHY906.

1. Raíz de peonía china

2. Caballito de mar
3. Tubérculo de Rhizoma
gastrodiae
4. Hojas de loto indio
5. Rizoma de junco
6. Angelica sinensis
12 13 14 o ginseng hembra
7. Tortuga china de capa-
razón blando
8. Raíz de escutelaria
Baikal
9. Cáscara de cítrico
10. Nido de avispa
de papel
11. Muda de cigarra
12. Poria cocos (hongo,
Wolfiporia extensa)
13. Raíz de apio
de Sichuan
14. Placenta humana
15. Azufaifa
16. Hoja de Epimedium
17. Pitahaya roja
18. Olíbano
19. Fruto de Trichosanthes
20. Albahaca japonesa
21. Hoja de Senna sp.
22. Raíz de regaliz
23. Capullo de rosa
24. Raíz de dedalera (Reh-
19 20 21 mannia glutinosa Liboch)
25. Fruto de Siraitia
grosvenorii
26. Lombriz de tierra
27. Semilla de loto
28. Fruto del jazmín del
Cabo (Gardenia
jasminoides)

LOS OBJETOS NO ESTÁN A ESCA-

LA. FOTOGRAFIADOS EN LA UNI-
VERSIDAD IMPERIAL DE
MEDICINA TRADICIONAL ORIEN-
TAL, SANTA MÓNICA, CALIFOR-
NIA (3, 4, 5, 7, 10, 12, 13, 14, 18, 19,
24, 28) Y EL NATIONAL WILDLIFE
PROPERTY REPOSITORY, COM-
MERCE CITY, COLORADO (2);
FUENTES: ROBERT NEWMAN,
UNIVERSIDAD IMPERIAL DE ME-
DICINA TRADICIONAL ORIEN-
TAL; AMY MATECKI, CENTRO
INTERNACIONAL PARA LA MEDI-
CINA INTEGRADORA

26 27 28
I Z Q.

James Harrison se
apoyó en un tipo
de acupuntura y
otras terapias chinas
como ayuda para
recuperarse del
dolor muscular du-
rante sus 16 años
de carrera en la NFL.
“Me hace sentir
bien –dice el juga-
dor, recientemente
retirado–. No nece-
sito una prueba
científica”.

DER.
El corazón de un
cerdo en la Universi-
dad de Minnesota
sigue latiendo horas
después de que se
le inyectara una
versión sintética
del ácido de bilis de
oso. Por más de un
milenio, los sanado-
res chinos han rece-
tado bilis de oso
para la epilepsia, la
angina de pecho
y otros males.
 Sostengo en la mano
un corazón tibio que
late. Casi del tamaño
de una toronja, es un
globo luminoso de
tejido rojo, blanco
y rosado. Yung-Chi Cheng, profe-
sor de la Universidad de
Yale, examina una planta
Puedo sentir cómo se contraen sus cámaras y es- de notoginseng en un
cuchar el fluido que aún bombea. Es viscoso y centro de investigación
en la provincia china de
despide un olor ligeramente acre. El órgano sigue Yunnan. Cheng investiga
vivo casi ocho horas después de que vi cómo Paul tratamientos herbales
Iaizzo lo retiró de un cerdo sedado en un labora- basados en fórmulas chi-
nas ancestrales, inclu-
torio, lo conectó a tubos que simulan venas y arte- yendo un tratamiento
rias, y le dio un choque eléctrico para que volviera para el cáncer en estado
a latir. Aunque está fuera del cuerpo del cerdo, se de prueba.
contrae y se distiende por su cuenta, movido por
una fuerza invisible e inexplicable. Más que gro-
tesco, me parece hipnótico y hermoso.
El corazón late todavía en parte porque Iaizzo,
profesor de cirugía en la Universidad de Minneso-
ta, lo preparó con un baño de sustancias químicas
que imitan las que se encuentran en la bilis de oso.
Es la aplicación científica de una creencia que los
sanadores chinos han apoyado desde el siglo VIII:
la bilis de oso es benéfica para el cuerpo humano.

88 N AT I O N A L G E O G R A P H I C
 Hasta la fecha existe un mercado fuerte para
esta sustancia. En Asia se crían osos para obtener
su bilis: los mantienen vivos en jaulas pequeñas,
con catéteres para drenar sus fluidos. Los grupos
protectores de animales censuran la práctica que,
sin duda, es cruel. Aun así, mientras sostengo el
corazón palpitante del cerdo y escucho a Iaizzo
describir cómo las sustancias químicas que evitan
que los órganos de un oso se atrofien durante la
hibernación podrían proteger órganos humanos,
no puedo evitar preguntarme si la bilis de oso ha-
bría salvado el corazón enfermo de mi padre o si
algún día podría salvar el mío o el de mis hijos.
un debate tan acalorado
P O C O S T E M A S D E S ATA N
en los círculos de la salud como el de la medicina
tradicional china. Se complica aún más con el
trabajo de investigadores como Iaizzo y muchos
otros, que ven las curas tradicionales a través del
lente de la ciencia de vanguardia y encuentran
algunas sorpresas interesantes…, sorpresas que
podrían tener un efecto profundo en la medicina
moderna. Culturas desde el Ártico hasta el Ama-
zonas, desde Siberia hasta el Pacífico Sur han de-
sarrollado sus propios gabinetes de medicinas
tradicionales. Sin embargo, China, con uno de los
conjuntos de observaciones médicas documen-
tadas más antiguos del mundo, ofrece el mayor
tesoro en el que podrían buscar los investigadores.
Los registros se remontan al siglo III a. C., cuando
los sanadores empezaban a analizar el cuerpo,
interpretar sus funciones y describir sus reaccio-
nes ante los diversos tratamientos, que incluían
remedios herbales, masajes y acupuntura. Duran-
te más de 2 200 años, los estudiosos incrementa-
ron y refinaron el conocimiento. El resultado es
MEDICINA CHINA 89
Bayas de goji, de las que se
dice que mejoran el sueño
y el desempeño atlético,
entre otros beneficios, se
secan en una granja en la
provincia de Qinghai. La
demanda de estas bayas
empuja la producción hacia
nuevas zonas de cultivo,
como Qinghai, en el no-
roeste de China, donde las
bayas crecen más grandes.
La potencia de las bayas
puede variar debido a dife-
rencias de suelo y clima.
un canon bibliográfico que trata todo tipo de pro- También es posible encontrar médicos que
blema de salud, incluyendo el resfriado común, condenan la medicina tradicional china como
enfermedades venéreas, parálisis y epilepsia. Este pseudociencia y curanderismo, y que señalan
conocimiento se encuentra en libros y manuscri- conceptos misteriosos que todavía se aceptan,
tos que llevan títulos tan enigmáticos como El como el del qi (término que literalmente se tra-
clásico del pulso (siglo III), Recetas que valen mil duce como “el vapor que sale del arroz”). Otros
monedas de oro (siglo VII) y Secretos esenciales de más despotrican contra el uso de partes de ani-
fuera de la metrópoli (siglo VIII). males y advierten sobre los peligros potenciales
La medicina tradicional se mantuvo como la de las fórmulas herbales.
forma principal del cuidado de la salud en China “Es raro que encuentres a alguien que lo vea
hasta principios del siglo XX, cuando el último de forma objetiva”, dice el historiador médico
emperador de la dinastía Qing fue derrocado por Paul Unschuld. Autoridad en cuanto a la historia
Sun Yat-sen, un médico con formación occidental de la medicina china –y a menudo crítico impla-
que promovía la medicina basada en la ciencia. cable de la manera en que se interpreta–, ha
Hoy los médicos chinos se capacitan y se certifican recopilado y traducido cientos de textos médicos
según las prácticas médicas más actualizadas. Sin antiguos y trabaja con una empresa emergente
embargo, la medicina tradicional aún es parte vi- sino-germana para estudiarlos y obtener ideas
brante del sistema de salud estatal. La mayoría de de cómo tratar varias enfermedades, incluyendo
los hospitales chinos tiene un pabellón dedica- la epilepsia. “Las personas por lo general ven
do a curas ancestrales. Al citar el potencial de la solo lo que quieren ver –afirma– y se quedan
cortas al considerar com-
pletamente tanto los mé-
TODOS LOS PACIENTES DE CÁNCER QUE ritos como las fallas”.
TOMARON LA FÓRMULA HERBAL Me encontré en medio
de este avispero cuando
EXPERIMENTARON ALIVIO DE LAS
escribí un artículo sobre la
NÁUSEAS, PERO TAMBIÉN PASÓ ALGO caza ilegal de rinocerontes
MÁS: SUS TUMORES SE REDUJERON DE para cortar sus cuernos.
Según las fórmulas ances-
MANERA MÁS RÁPIDA. trales chinas, pueden uti-
lizarse para tratar fiebres
y dolores de cabeza. En
medicina tradicional china para reducir costos y Vietnam encontré pacientes que los usaban para
producir tratamientos innovadores, el presidente curar resacas o los efectos secundarios de la qui-
Xi Jinping ha hecho que dicha medicina sea un mioterapia. Varios estudios científicos han deter-
elemento clave de las políticas sanitarias del país. minado que el cuerno de rinoceronte, que está
Desde la perspectiva de la investigación, bien hecho de queratina (la misma sustancia de las
podría ser una edad de oro. Científicos de uni- uñas humanas), no produce ningún efecto far-
versidades líderes en Europa y Estados Unidos, macológico si se ingiere, pero algunos pacientes
incluyendo UCLA, Duke y Oxford, al igual que que lo utilizan podrían encontrar alivio debido
muchas de Asia, buscan los fundamentos de la al efecto placebo. Después de que se publicara el
medicina tradicional en tratamientos para en- artículo, empecé a recibir cartas de lectores que
fermedades como cáncer, diabetes y Parkinson. acusaban airadamente a la medicina china de
Pero la práctica de combinar lo moderno con lo “ignorante”, “cruel” y parecida a la “brujería”.
tradicional también se extiende entre los usuarios Sin embargo, la medicina moderna tiene sus
de los servicios de salud. Cuando no encuentran propias prácticas controversiales. La efectividad
alivio en la medicina occidental, cada vez más los de muchos fármacos antidepresivos populares se
estadounidenses se van hacia los tratamientos mantiene dentro de un debate acalorado, pues
tradicionales: entre los más destacados, la acu- algunos estudios demuestran que no son mucho
puntura y las ventosas, terapia muscular por suc- más efectivos que los placebos. Aun así, estos
ción. Internet ha favorecido el aumento de los fármacos se venden y son muy recetados por
remedios herbales, que a menudo son más bara- los médicos, lo que produce ingresos por miles
tos que los medicamentos de las farmacéuticas. de millones de dólares. Cuando se la considera

92 N AT I O N A L G E O G R A P H I C
junto con otros ejemplos notables –la prescrip-
ción excesiva de opiáceos, dietas de moda apoya-
das por médicos y cirugías cuestionables–, la
indignación occidental ante la medicina tradicio-
nal china parece más hipócrita que hipocrática.
En este punto, el aceite de serpiente puede
arrojar alguna luz. El aceite de serpiente, que du-
rante mucho tiempo fue sinónimo de charla-
tanería, en realidad se refiere a un ungüento
tradicional chino derivado de la grasa de la ser-
piente marina china. Los historiadores creen que
esos ungüentos fueron introducidos a Estados
Unidos durante el siglo XIX por los inmigrantes
chinos que trabajaban en la construcción de las
vías férreas y los usaban para tratar músculos y
articulaciones adoloridos. La sustancia adquirió
su reputación dudosa cuando los charlatanes
estadounidenses empezaron a vender aceite
mineral como si fuera aceite de serpiente china.
Pero aquí está el meollo del asunto: estudios
han demostrado que la grasa de la serpiente ma-
rina, ingrediente de algunos remedios tradicio-
nales chinos, contiene niveles de ácidos grasos
omega-3 más elevados que los del salmón. Se sabe
que los omega-3 reducen la inflamación y el co-
lesterol dañino, mejoran la cognición y ayudan a
aliviar la depresión. Actualmente se usan en va-
rios productos para el cuidado de la piel. A prin-
cipios del siglo XXI, científicos japoneses
alimentaron ratones con grasa de serpiente ma-
rina y observaron que su habilidad para nadar y
encontrar el camino en un laberinto mejoró.
“Que no paguen justos por pecadores –dice con
una sonrisa Yung-Chi Cheng, profesor de farma-
cología en la Facultad de Medicina de Yale–. A las
personas se les olvida que uno de los fármacos
más efectivos científicamente probados proviene
de la medicina tradicional: la aspirina”. Los anti-
guos egipcios usaban hojas de mirto secas para
tratar molestias y dolores, e Hipócrates, el médi-
co griego del siglo IV a. C. considerado el padre
de la medicina occidental, recetaba un extracto de
corteza de sauce para la fiebre. Pero no fue sino
hasta el siglo XIX que los científicos europeos
descubrieron que el ingrediente activo de ambos
árboles era el ácido salicílico y lo sintetizaron.
Hoy día podría decirse que la aspirina, por su bajo
precio, es el fármaco más rentable del mundo.
“Todo empezó con la gente que observó que
la corteza de sauce era efectiva y la empezó a
utilizar para tratar sus enfermedades –relata
Cheng–. En este caso, la ciencia siguió a la me-
dicina, no al revés”.
La aspirina no es el único caso en el que un
fármaco moderno se esconde detrás de un tra-
tamiento tradicional. En 1972, el año en que
Cheng terminó su doctorado en farmacología en
la Universidad Brown, una química de la Repú-
blica Popular China llamada Tu Youyou anunció
el descubrimiento de una sustancia antimalári-
ca basada en una hierba medicinal china men-
cionada en una fórmula del siglo IV.
Durante la guerra de Vietnam, a Tu se la buscó
para que trabajara en un proyecto militar secreto
que buscaba ayudar al Frente Nacional de Libe-
ración de Vietnam a combatir la malaria. La en-
fermedad fue responsable de casi la mitad de sus
bajas. Los investigadores occidentales también
trataban de solucionar el problema al probar y
analizar más de 200 000 compuestos químicos.
Sin embargo, Tu se preguntaba si había alguna
respuesta en los textos clásicos de la medicina
china. Hizo pruebas con varias plantas relaciona-
das con la fiebre y encontró un remedio basado
en una hierba de flores amarillas llamada ajenjo
o artemisa dulce (Artemisia annua). Al fármaco
derivado de su investigación, artemisinina, se le
atribuye la salvación de millones de vidas y le dio
a Tu el Premio Nobel de Medicina en 2015.
mientras sigo a Cheng du-
M I N A R I Z E N LO Q U EC E
rante un recorrido por su laboratorio en Yale, don-
de su equipo analiza las características de una
variedad de hierbas para investigar su valor me-
dicinal. Entre los silbidos y gorgoteos de diversos
experimentos químicos, percibo olores de pimien-
ta negra, romero, alcanfor, jengibre, chile, canela
y otros aromas que no puedo identificar. Siento
un cosquilleo en la garganta, creo que voy a estor-
nudar y se me antoja la comida tailandesa.
En su escritorio, Cheng tiene un muñeco de ca-
beza móvil de sí mismo. Un regalo de sus colegas,
que lo muestra con traje en lugar de los suéteres
holgados que generalmente usa, pero que captura
su semblante pensativo, su pelo escaso y sus orejas
de lóbulos grandes que, según la tradición china,
son signo de longevidad. De primera impresión,
Cheng parecería un estereotipo del defensor de la
medicina tradicional china. Aunque ha estado en
Estados Unidos por cinco décadas desde que emi-
gró de Taiwán, todavía habla inglés con un acento
muy marcado y, a sus 74 años, viene de una gene-
ración de chinos que aún tiene un apego muy
fuerte a muchas de las tradiciones antiguas. “Pero,
en realidad, yo no sabía mucho de medicina chi-
na”, explica, y destaca que, cuando era niño, sus
MEDICINA CHINA 93
Una tienda del mercado
de Cantón, China, se
especializa en partes
de venado –incluyendo
astas, penes y tendones–
utilizadas en fórmulas tra-
dicionales. Un obstáculo
para la aceptación de la
medicina china en Occi-
dente es la controversia
por el uso de partes
de animales.
 PASOS PARA UN
REMEDIO HERBAL

Un médico identifica la enfermedad del paciente Cada paciente es único: las personas que pade-
mediante un examen exhaustivo, que puede cen los mismos síntomas podrían recibir recetas
incluir la revisión del pulso y la lengua. muy diferentes.

Monarcas Ministros Asistentes Guías

Ingredientes principales Se dice que estas hierbas Tratan síntomas secunda- No siempre necesarias, es-
que atacan la causa inme- aumentan el efecto de los rios, eliminan toxinas y tas hierbas ayudan a llevar
diata y los síntomas de la monarcas y también ata- optimizan el efecto de los ingredientes a las zonas
enfermedad. can síntomas subyacentes. otras hierbas. que los necesitan.

H IER BAS Q UE CIE NT Í FI -

CAM E NTE DE M U ES T RA N
Raí er a CI RI
CI Combatir infección
RI Reducir inflamación
RF Reducir fiebre

F ta e pazo
o RI Rizoma de carr
Ri
Riz rrizo
rri
rizo RF
Fruta de Forsyt
sythia CI RI

SA OR
R
RO I D

d ba bú CI RI RF

Fri
rijol de oya
y me
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Cam
Ca CI

Florr d
Fl dreselva
elva CI RI RF
Esspi a de Schiizo
zon eta CI RI

FÓRM
ULA D
E L Y IN
Q IA O
H de m
ment
enta
nta CI RI RF

Tratamiento tradicional
Las recetas herbales, muchas de ellas de milenios de antigüedad,
son parte importante de la medicina tradicional china. Las fórmulas
pueden consistir en una sola hierba o varias, y se personalizan con
base en la edad, el género, el tipo de cuerpo y la condición del
paciente. Aquí se muestra la receta para mezclar yinqiao, un
tratamiento de 10 hierbas para el resfriado común.

TEORÍAS ANTIGUAS
LAS CUATRO PROPIEDADES Frío Fresco Neutral Tibio Caliente
Se cree que el cuerpo está conformado por
Las hierbas se clasifican
opuestos complementarios, el yin y el yang,
como calientes o frías según Hierbas para ma- Hierbas para males-
que mantienen un equilibrio saludable y los su habilidad para tratar ma- lestares “calien- tares “fríos”, como
tratamientos que siguen las cuatro propieda- lestares que se consideren tes”, como la los escalofríos.
des y los cinco sabores lo promueven. fríos (yin) o calientes (yang). hinchazón.
 Dependiendo de la receta, una hierba podría Una receta tradicional se diseña para atender
procesarse de varias maneras para extraer sus partes específicas del cuerpo y poner en equi-
propiedades curativas en la potencia apropiada. librio todo el sistema del paciente.

La fase de Paozhi (procesa- Punto de

miento) destila la hierba acumpuntura
hasta su esencia, ya sea
Meridiano
aplastándola, asándola,
Canal en el
Molino de quemándola o friéndola
cuerpo por el
medicamentos para eliminar impurezas.
que se dice que
la energía fluye

Tradicional y artesanal
La medicina se consume en
una infusión o té de raíces de
junco, o se aplica como parche
en puntos de acupuntura.

El molino a veces se uti-

liza para hierbas suaves Mortero
como la menta; el mor- y mano
tero, para las duras.
Par
arche

Las hierbas se hierven con-

tinuamente, a veces duran-
te horas, lo que provoca un
cambio químico que, se Preparados y estandarizados
cree, mezcla sus propieda- Los remedios genéricos se
des curativas. pueden vender como píldoras
o en paquetes, pero algunos
dicen que los tés de hierbas
naturales son más efectivos.

Olla

Pííl as
lv
vo

LOS CINCO SABORES

Se considera que sabores
distintos tienen propiedades
Especiado Salado Amargo Dulce Ácido
curativas específicas y pue-
den dirigirse a zonas del Estimula la Ayuda a la Reduce Alivia el Retiene la
cuerpo y órganos sudoración deposición el calor dolor sudoración, la tos
específicos. y la circulación intestinal y la diarrea
sanguínea

MONICA SERRANO Y DAISY CHUNG (NGM); MANYUN ZOU; MEG ROOSEVELT. ILUSTRACIÓN: JIWOON PAK. CALIGRAFÍA: JAMIE WU. FUENTES: CENTRO NACIONAL PARA LA
INFORMACIÓN DE BIOTECNOLOGÍA; INSTITUTO ZHANG WEI DE MATERIA MÉDICA CHINA, ACADE MIA DE CIENCIAS MÉDICAS DE CHINA; LINN YEH CHING
Un médico tradicional en
una clínica en Chengdu,
China, revisa el pulso de
un paciente mientras
otros esperan. Después
inspeccionará su lengua
y examinará otras partes
del cuerpo para identifi-
car síntomas y poder re-
cetar un tratamiento que
le devuelva el equilibrio
al cuerpo y lo ayude a
combatir la enfermedad.
DER.
Ren Yanyu, de dos me-
ses, recibe un baño de
una solución herbal para
desintoxicarlo y enfriar
su cuerpo durante los
meses húmedos del ve-
rano. El tratamiento es
parte de la filosofía chi-
na de mantener el bien-
estar del cuerpo, no solo
tratar las enfermedades
cuando aparezcan.

ABAJO
Jeff Hendricks recibe
acupuntura y una técnica
con plantas quemadas,
llamada moxibustión,
para aliviar el dolor.
Padece una lesión cere-
bral, protrusión discal
en el cuello, espolones
óseos, cefaleas, entume-
cimiento en las manos
y trastorno por estrés
postraumático. Este tra-
tamiento, aprobado por
el Departamento de
Asuntos de los Vetera-
nos de EUA, reduce la
necesidad de fármacos
convencionales.

100 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

padres lo llevaron con médicos que practicaban la
medicina basada en la ciencia.
Cheng ha enfocado su investigación en el ám-
bito de la ciencia y ha desarrollado fármacos anti-
virales para enfermedades crónicas como la
hepatitis B; también se ha preguntado si habría
otras curas, basadas en hierbas como el ajenjo, en
espera de ser redescubiertas. Hoy ha encontrado
una que podría ser un avance muy importante en
el tratamiento del cáncer. Abre un frasco y me
ofrece una pizca de polvo: una mezcla de hierbas
a la que llama PHY906. “Pruébelo”, me dice. Es
amargo, con un toque de regaliz.
Durante los noventa, Cheng notó que muchos
pacientes de cáncer detuvieron su quimioterapia
debido a los efectos secundarios, que incluían
diarrea y náuseas severas. Los pacientes que ter-
minaban el tratamiento de quimioterapia com-
pleto tendían a vivir más, así que, si se redujeran
los efectos secundarios, razonó Cheng, podría
aumentar la expectativa de vida. También sabía
que la medicina china tenía muchos tratamientos
herbales para diarrea y náuseas.
Su colega Shwu-Huey Liu, experta en química
farmacéutica y hablante fluida de mandarín clá-
sico, buscó en la extensa colección de textos
médicos chinos antiguos en la biblioteca de la
Universidad de Yale. En un libro ancestral titula-
do Tratado sobre el daño por frío, impreso en un
papel de bambú ligeramente arrugado, encontró
una receta de 1 800 años de antigüedad de una
mezcla de escutelaria, regaliz, peonía y azufaifa,
descrita como tratamiento para “diarrea, dolor
abdominal y calor abrasador en el ano”.
El equipo de Cheng empezó a probar mezclas
diferentes de la fórmula herbal. En los últimos 20
años han pasado de pruebas en ratones a pacientes
que siguen algún tratamiento contra el cáncer,
supervisados por el Instituto Nacional del Cán-
cer de Estados Unidos. Tal como Cheng lo había
esperado, casi todos los pacientes que tomaron
la fórmula experimentaron alivio de la náusea y
otros malestares gastrointestinales, pero también
pasó algo más: sus tumores se redujeron de ma-
nera más rápida que los de los pacientes que no
habían tomado la fórmula.
“No me esperaba eso –admite Cheng–. Enton-
ces, ahora la pregunta es por qué”.
Johnson & Johnson y Bristol-Myers Squibb,
ambos productores importantes de fármacos
contra el cáncer, también querrían saber la res-
puesta. En un congreso en Filadelfia escucho a
Peikwen, el hijo de Cheng, explicarles a los repre-
sentantes de esas y otras compañías farmacéuti-
cas líderes lo que se sabe acerca de cómo funciona
el PHY906. Peikwen, de 43 años, graduado de la
Universidad de Stanford y que también tiene una
maestría en administración, se asoció con su pa-
dre para crear una compañía que venda el PHY906
y desarrolle otros fármacos herbales. Viste traje
ejecutivo impecable y su fluidez en mandarín, la
terminología médica y la jerga de Silicon Valley lo
avala para tender un puente entre los mundos de
la medicina oriental y occidental, y lo convierte
en un defensor persuasivo.
Después de analizar tumores en ratones que
recibieron la fórmula, explica Peikwen, los inves-
tigadores advirtieron un incremento significativo
en macrófagos devoradores de tumores, glóbulos
blancos que engullen las células cancerígenas.
La clave parece estar en la forma en que las hier-
bas interactúan. “Ahí es donde está la frontera
–indica Peikwen–. El PHY906 es un coctel de
sustancias químicas no muy distinto del coctel
de fármacos que al final resultó efectivo para los
pacientes de sida. Apenas estamos desenredando
MEDICINA CHINA 101
la fórmula original para poder reconstruirla en
una terapia moderna con base científica”.
Hasta la fecha, le explica Peikwen a su público,
el PHY906 se ha utilizado en ocho pruebas expe-
rimentales en humanos junto con fármacos de
quimioterapia y radiación para tratar cáncer pan-
creático, de hígado y colorrectal. “Confiamos en
que el PHY906 sea el primer fármaco multiherbal
aprobado por la Administración de Alimentos y
Medicamentos de Estados Unidos (FDA)”.

a toda velocidad
P E I K W E N Y YO N O S D I R I G I M O S
hacia el corazón de China en un moderno tren
bala. El recorrido es sorprendentemente suave,
como si flotáramos encima de las vías. Mientras
tanto, la China ancestral pasa ante nuestros ojos
en las parcelas de las granjas bajo un cielo inver-
nal gris. Peikwen accedió a dejarme visitar las
fuentes de sus hierbas, con la condición de que
no revele ni los nombres completos de los agri-
cultores ni las ubicaciones, a las cuales él, su padre
y su socia Sun Ten, una compañía farmacéutica
taiwanesa con la que están asociados, consideran
información de propiedad exclusiva.
Entre el trigo, el arroz y la canola hay parcelas
de hierbas atendidas por miles de campesinos. A
medida que el apetito global por los remedios
herbales ha crecido, los agricultores chinos han
dedicado una cantidad cada vez mayor de tierra
a los cientos de especies de plantas medicinales.
En 2017, el cultivo de hierbas medicinales en Chi- consistente. “Esta complejidad es parte de la
na alcanzó cerca de 25 000 millones de dólares. razón por la que no hay ningún fármaco multi-
Pero antes de que renuncies a tu trabajo para herbal aprobado por la FDA”, explica Peikwen.
dedicarte a cultivar hierbas, he aquí el proble- Cuando por fin llegamos a uno de los campos
ma: producir hierbas de grado medicinal es que producen el PHY906, el campesino Chen
extraordinariamente difícil. La potencia quími- habla mandarín. Con sus botas lodosas, una par-
ca de cada una puede variar enormemente, de- ka y una gorra de beisbol, saca su iPhone y le
pendiendo de muchos factores: minerales en la pide a Siri que le traduzca el nombre de su cul-
tierra, la altitud en la que se cultiva, cuándo y tivo. “Peonía”, le responde.
cómo se cosecha. Y también está la cuestión de Mientras recorremos sus campos de peonías
las subespecies, que pueden ser idénticas en y arbustos de escutelarias, nos explica la rota-
apariencia, pero tener composiciones químicas ción de sus cultivos, el análisis del suelo y el
ligeramente diferentes. agua, los protocolos de siembra y cosecha. Antes
Estas complicaciones son parte de la razón de embarcar las hierbas, revela, técnicos de Sun
por la que la FDA haya aprobado tan solo dos Ten realizan varias pruebas para reconfirmar la
medicamentos de receta herbales: un tratamien- especie; buscan microorganismos, toxinas y
to para verrugas genitales hecho de extracto de té metales pesados, y completan otros controles
verde y una medicina para la diarrea hecha a par- de calidad.
tir de la savia del árbol sangre de grado de Amé- “Ya has oído del campo a la mesa –dice Pei-
rica del Sur. Los dos medicamentos incluyen solo kwen–. Aquí la idea es del campo al buró”.
una hierba, pero el PHY906 está compuesto de “La mayoría de las compañías que hacen re-
cuatro, lo que significa que hay más variables medios herbales no los obtiene de campos como
que deben controlarse para lograr un producto este. Los consigue en Bozhóu”, apunta Chen.

102 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

SI COMPRAS HIERBAS CHINAS en Amazon, hay
muchas probabilidades de que hayan pasado por
la ciudad oriental de Bozhóu, el centro del univer-
so de la medicina china. Todos los días, 10 000
comerciantes venden miles de productos diferen-
tes a 30 000 compradores de todo el sureste de
Asia, todos apretujados en una estructura colosal.
La mañana que visité Bozhóu, el mercado ya
era un hervidero de comercio escandaloso. Zig-
zagueé entre pasillos infinitos, una habitación
cavernosa tras otra, cada una repleta de costales,
barriles, tarimas y carretillas apilados con mer-
cancías que derivan de lo que parece ser cada
planta, mineral o criatura del planeta, incluyendo
artículos exóticos, como pene de venado, placen-
ta humana, huesos de búfalo de agua y caballitos
de mar secos. Una sección del tamaño de una
tienda de abarrotes está dedicada a la raíz de gin-
seng, que cura todo: rojo o blanco, silvestre o cul-
tivado, fresco o seco, con un rango de precios que
va de unos cuantos dólares a miles de dólares.
Vine aquí a ver la fuente de la mayoría de los
fármacos herbales chinos que se venden en todo
En una sesión de trata-
miento con fuego en
Chengdu, una tela em-
papada en alcohol en-
vuelve al paciente y se
le prende fuego para
calentar la piel y abrir
los poros; después se
le aplica aceite herbal.
El objetivo de la tera-
pia es tratar el dolor de
las articulaciones y
otros malestares, pero
las investigaciones aún
tienen que demostrar
estas aseveraciones.
el mundo. Parece que en este lugar se pueden
encontrar todos y cada uno de los ingredientes,
pero no hay una sola pista de cómo o dónde se
cultivaron. De seguro con facilidad puedo en-
contrar los cuatro ingredientes del PHY906, pero
todos son vendidos por revendedores que saben
muy poco sobre el origen de las hierbas.
Antes de abandonar el mercado un ingredien-
te me llama la atención. En una sección cercana
a la pelusa de cuerno de venado veo una vitrina
con una fila de botellas que contienen un líqui-
do amarillento. Le pregunto al vendedor qué es
y él le pide a su vecino que le traduzca. “Es de
oso –dice el hombre–. Muy bueno”.
Como director del
PA U L I A I Z Z O A M A L O S O S O S .
laboratorio Visible Heart de la Universidad de
Minnesota, está interesado en su fisiología úni-
ca y ha formado equipo con el Departamento de
Recursos Naturales del estado para estudiar
cómo hibernan.
Alto y delgado, con una melena plateada, Iaiz-
zo verifica una lista de misterios relacionados con
MEDICINA CHINA 103
Boticarios en la farma-
cia tradicional Ton-
grentang, en Chengdu,
surten recetas herbales
y dividen las mezclas
en dosis individuales
que se envuelven en
papel. En casa, los pa-
cientes preparan té
para beber.
los osos, que pasan hasta seis meses completamen-
te inactivos y no padecen efectos nocivos. Su ritmo
de respiración se reduce hasta llegar a dos respi-
raciones por minuto. Su temperatura corporal
disminuye 10 %, lo que en un humano causaría
hipotermia. Por lo general pierden más de la mitad
de su grasa corporal, pero no músculo. Sus cora-
zones pueden detenerse durante 20 segundos,
pero no se forman coágulos en su sangre. Los hu-
manos se arriesgan a tener coágulos mortales si
sus corazones se detienen apenas unos segundos.
Aun así, si un depredador se aproxima, un oso
puede despertar para defender su madriguera. “Y
su corazón no sufre ningún daño”, explica Iaizzo.
La mención más antigua en la literatura china
de la bilis de oso aparece en un tratado de 40
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volúmenes del siglo VIII, llamado Secretos médicos
de un oficial. Receta la bilis de oso para proble-
mas de hígado, así como para fiebre, hemorroides
y otras dolencias. En 1902, un científico sueco
aisló uno de los componentes químicos de la
bilis de oso, que posteriormente se llamó ácido
ursodesoxicólico y hoy se usa en fármacos para
enfermedades hepáticas y cálculos biliares.
Sin embargo, Iaizzo y otros investigadores
sospechan que hay muchos más secretos por
revelar de la bilis de oso, que se produce en el
hígado, se almacena en la vesícula biliar y se se-
creta como hormonas en el torrente sanguíneo.
Los investigadores tienen en la mira una gama
de terapias, que incluyen tratamientos para dis-
trofia muscular y para pacientes postrados en
 cama que pueden perder la mitad de su masa
muscular en tres semanas.
Iaizzo identificó tres clases de componentes de
la bilis que es probable que provoquen la hiberna-
ción y pudieran ayudar a los pacientes: ácidos
grasos, ácidos biliares y opioides delta. Durante
la intervención en el cerdo, inyectó una mezcla
sintética de los componentes en la membrana pro-
tectora alrededor del corazón pulsante para cubrir
el órgano por una hora antes de retirarlo.
En cientos de experimentos ha visto cómo los
corazones de cerdo –que son muy parecidos a
los corazones humanos– duran hasta dos veces
más de lo que generalmente ocurre fuera del cuer-
po. Hay muchas aplicaciones posibles para los
humanos. La más notable: los corazones de do-
nantes se pueden mantener viables por más
tiempo y, una vez dentro del receptor, pueden
reanimarse más rápido. Actualmente, un corazón
debe trasplantarse al cabo de seis horas o menos.
“Si pudiéramos conservar un corazón por 24
horas, podríamos llevarlo a cualquier parte del
mundo –explica Iaizzo– y eso podría incremen-
tar en gran medida el número de órganos dispo-
nibles. Eso sería una revolución”.
Le pregunto si la práctica china de beber bilis
de oso en realidad podría otorgar algún beneficio.
“Podría”, responde, y destaca que las sustancias
entrarían al torrente sanguíneo y se moverían
por el corazón y otros órganos. No justifica la
cría de osos por su bilis y hace hincapié en que
los componentes pueden sintetizarse, pero la
ciencia es ciencia y, aunque los chinos ances-
trales no entendían cómo la bilis de oso ayudaba
a los humanos, notaron que sí lo hacía.
El equipo de Cheng en Mientras sostengo el corazón de cerdo, siento
Yale cultivó este hongo
Ganoderma tsugae en el cómo disminuye su ritmo. Por fin se detiene. El
laboratorio. Se ha descu- cerdo murió hace horas y ahora su corazón se
bierto que esta especie detiene también. Su color parece desvanecerse,
reduce el tamaño de los
tumores colorrectales en como un lampuga que pierde su resplandor dora-
animales. “Los chinos han do cuando muere en las manos del pescador. Me
usado hierbas por siglos pregunto si, lo que sea que se haya ido del corazón,
–dice Cheng–. El reto
para los científicos es es lo que los chinos ancestrales llamaban qi.
encontrar qué fórmulas Pienso en aquel momento en el hospital mien-
funcionan y por qué”. tras sostenía la mano de mi padre y sentí cómo
su pulso por fin se detuvo. De repente tomo con-
ciencia de mi propio corazón, que se contrae y
distiende dentro de mi caja torácica, y me pre-
gunto sobre sus otros misterios. j

Peter Gwin scribió sobre cetrería en la edición de

octubre de 2018. Fritz Hoffmann ha fotografiado
artículos en China durante 25 años.

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