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X Comentario de Arte del Renacimiento.

ARTE RENACENTISTA
A lo largo del siglo XV la civilización europea entra en un largo proceso de
enriquecimiento y expansión, acompañado de profundos cambios sociales, económicos y
políticos y, en consecuencia, de un cambio de mentalidad que cristaliza en un amplio
movimiento literario y artístico: el Renacimiento.
Este supone uno de los momentos culturales más importantes de Occidente, con
profunda influencia en etapas posteriores; tiene sus bases en el antropocentrismo y
racionalisrno y se definirá por su actitud de intento de ruptura con lo medieval y recuperación
de la antiguedad clásica.
El arte es parte esencial del pensamiento humanista y presenta importantes novedades
que podemos resumir en:
• Creación de un nuevo lenguaje artÍstico, fundado en el arte clásico, el hombre como
medida, y la perspectiva, que permite el control racional del mundo que nos rodea.
• Sentido de la unidad de las artes.
• Revaloración de la personalidad individual.
• Carácter marcadamente nacional: es un fenómeno italiano, nacido a principios del XV en
Florencia, que en el XVI, plenamente consolidado en Italia, pasa a Europa.
A lo largo de sus dos siglos de existencia el estilo evoluciona en tres etapas:
• QUATTROCENTO o Renacimiento temprano, s. XV, momento de especulación y
conquistas espaciales.
• CINQUECENTO o Pleno Renacimiento, reducido a los 20 primeros años del XVI, es el
momento de consagración y plenitud.
• MANIERISMO, periodo de crisis con connotaciones anticlásicas. que abarca el resto del
siglo XVI.

ARQUITECTURA
La arquitectura renacentista se inicia en la Florencia de los Medicis a comienzos del s.
XV. Se inspira en el mundo clásico, al que se aproxima tanto por una vÍa empÍrica mediante el
estudio de monumentos antiguos, con mediciones, dibujos...-, como por otra cientÍfica -a
través del conocimiento e interpretación de Vitrubio-. Utiliza como materiales,
preferentemente, piedra y mármol. Concede gran importancia al muro, que vuelve a
presentar su superficie plena y recobra su valor expresivo; se cuidan el aparejo y paramento,
que, con frecuencia, muestra almohadillados.
Los soportes se ajustan a los órdenes romanos -toscano, dórico, jónico, corintio y
compuesto-, introduciendo algunas libertades, como veremos en la obra de Brunelleschi. El
arco, que se utiliza tanto como elemento constructivo como decorativo, es siempre de medio
punto, como en el mundo romano. Las cubiertas son planas o abovedadas; en este último
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caso se emplea la bóveda de medio cañón, la bóveda vaÍda y, sobre todo, la cúpula, que será
su gran desafÍo.
Los elementos decorativos son tectónicos -columnas, pilastras, frontones, arcos-,
esculpidos, esgrafiados o pintados sohre estucos. Formalmente se in.spiran en la antigüedad,
como podemos apreciar en los casetones, grutescos , guirnaldas o decoraciones "a candeliere" .
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Hay más interés por los valores plásticos que por los constructivos. Se aprecia en alto
grado la proporción, asociada a la figura humana como punto de referencia, la simetrÍa, que
marca la preferencia por las f ormas perfectas del cÍrculo y el cuadrado, y, en consecuencia,
la armonÍa y el ritmo.
Aporta un concepto del espacio interno homogéneo, estático, delimitado y mensu-rable
a primera vista, organizado de acuerdo con planteamientos perspectivÍsticos. Está iluminado
por una luz natural, que penetra por ventanas pequeñas de cristales incoloros .
Los exteriores, muy cuidados, repiten el sistema espacial interno y contribuye a la
belleza ciudadana, con un gran interés por el urbanismo que lleva a abundante teorización
sobre la ciudad ideal y realización de ordenaciones urbanÍsticas que, aunque parciales, son
muy notables.
La gran variedad tipológica de las construcciones se manifiesta en iglesias, que
tienden a la planta centralizada, y edificios civiles, interesantes por su número y variedad
formal: villas, palacios, hospitales, bibliotecas, etc.
A lo largo del Quattrocento se produce la búsqueda de los elementos esenciales del
nuevo lenguaje. Durante la primera mitad del siglo la actividad se centra en Florencia,
representada por artistas geniales, como F. Brunelleschi y L. B. Alberti, con obras llenas de
novedad. En la segunda mitad del siglo esta arquitectura irradia hacia otros puntos de Italia,
adoptando variantes locales y con tendencia al decorativismo.
El Pleno Renacimiento se caracterizará por su tendencia hacia lo grandioso solemne,
potenciando las formas masivas y la plasticidad, y eliminando en gran medida las
decoraciones superfluas. El centro artÍstico pasa a Roma, donde los grandes mecenas -en
especial los Papas Julio II y León X- consiguen rodearse de los principales artistas del
momento -D. Bramante, Rafael, Miguel Angel-, que trabajarán para ellos.
A finales del primer cuarto del XVI las circunstancias económicas, polÍticas y religiosas
provocan una crisis que se manifiesta en el arte del Manierismo. Éste, aunque conserva las
formas del clasicismo, distorsiona su serenidad y equilibrio a favor de subjetivismos y
efectos de sorpresa.

1 Grutescos: Motivos decorativos de origen clásico,Inspirados en los hallazgos realizados en1490-95 en las
"grutas" del Esquilino (Domus Aurea de Nerón). Utilizados por Punturicchio y Signorelli fueron totalmente
asimilados por G. da Udine en el Vaticano.
2 A candeliere: Expresión italiana. Se utiliza referida a la decoración quattrocentista y la disposición simétrica

de sus elementos.
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Mientras proliferan los tratadistas -Serlio, Palladio-, que codifican los hallazgos y
principios arquitectónicos del Cinquecento, las ohras que se construyen incluso cuando se
trata de artistas bastante clasicistas, como Vignola o el mismo Palladio, reflejan los nuevos
ideales.
En el caso de España el Renacimiento se introduce en época de los Reyes Católicos,
bajo el mecenazgo de los mismos reyes, la nobleza y el clero. El estilo adoptará ciertas
caracterÍsticas propias, derivadas de las peculiares circunstancias del paÍs, que no favorecen
la ruptura con lo medieval, y se adaptará a la tradición hispana, recibiendo, a lo largo de un
único siglo, el XVI, las influencias sucesivas, e incluso simultáneas, del Quattrocento,
Clasicismo y Manierismo.
En Arquitectura, hasta 1520, la influencia renacentista se limitará a utilizar motivos
decorativos nuevos en fachadas góticas. Desde el segundo cuarto del XVI se inicia la etapa
plateresca, con persistencia de estructuras góticas y aplicación de la moda italiana a una
decoración menuda y abundante. Apenas asimiladas las formas quattrocentistas llegaron las
influencias del clasicismo, que significan importantes cambios en la concepción del edificio
y racionalización de la arquitectura, gracias al mejor conocimiento del estilo renacentista, a
través de viajes a Italia y conocimiento de las obras teóricas de los principales tratadistas. El
manierismo, que aquÍ se traduce como arte intelectual y sobrio, que valora lo arquitectónico
sobre lo decorativo, se corresponde con el arte religioso y cortesano de la época de Felipe II, y
está representado por el estilo herreriano.

ESCULTURA
En general el Renacimiento supone, para la escultura, una liberación respecto a la
arquitectura, aunque esta liberación no es absoluta en sentido escultórico, pues cae bajo el
dominio de los prejuicios visuales, pictóricos, que suponen las teorÍas de la perspectiva.
Emplea diversos materiales -piedra, madera, terracota, bronce...-, logrando con ellos
gran perfección técnica, por mejora de los métodos ya existentes y mediante la exploración de
nuevas vÍas. Hay gran interés por la textura de las superficies, que a veces presentarán
acabados muy pulidos y tersos y otras facturas más abocetadas y expresivas.
Se domina el volumen externo e interno, si bien es más coherencia de superficies que
realización de masas; existe un marco ilusorio de referencia y un punto de vista preferencial
hasta la etapa manierista, que propondrá variedad de puntos de vista, con su gusto por el
movimiento helicoidal.
El relieve tendrá carácter abiertamente pictórico, y se ajustará a las leyes de la
perspectiva lineal, consiguiendo, con el "schiacciato" complejos efectos de profundidad. Los
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esquemas compositivos son simples y geométricos, basados en la proporción de lÍneas,


volúmenes y masas, clara articulación, axialidad y equilibrio.

3 Schiacciato: Voz italiana que significa “aplastado” y se refleja en un relieve de suave modelado.
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El movimiento se patentiza a través del contrapposto y la tensión del movimiento


en potencia, hasta llegar al Manierismo que añadirá las poxiciones inestables y
movimiento en caída, expresados en su preferencia por la helicoidal.
El problema de la luz interesó mucho a los teóricos -Leonardo escribió acertada-mente
sobre el tema-, pero en la práctica se busca que incida de tal modo en la obra que la ilumine
de modo homogéneo. El color no siempre está presente. En ciertos materiales, como el
mármol de Carrara, se potencian las cualidades propias, sin más policromÍa; si se trata de
bronce se añaden pátinas... Cuando existe, de todas formas, no siempre se responde con
valores reales, como es el caso de las terracotas de los Della Robbia.
La expresión es figurativa, naturalista e idealizada, con interés por la belleza formal,
basada en la proporción y la armonÍa. Se domina la representación del cuerpo humano
-incluso renace el desnudo- y proliferan tratados sobre las proporciones, hasados, en general,
en las teorÍas de Policleto, pero que se aplican con flexihilidad (se generaliza el canon 9-10,
pero no es fijo y durante el Manierismo se altera el sistema de proporciones). El plegado de
paños, que durante el Quattrocento conserva una elegancia lineal aún gótica, en el
Cinquecento evoluciona hacia una simplicidad monumental.
Sus temas fundamentales, el homhre y la Naturaleza, responden a un contenido
religioso o profano -histórico, alegórico-mitológico…- y se multiplican los retratos, tanto
reales como heroicos, de cuerpo entero o busto, ecuestres, etc, responden a una función
religiosa, polÍtica o cÍvica, exaltando al Estado o al individuo, como símbolo de un a clase
social o ideológica concreta.
Sus primeras manifestaciones aparecen en la Florencia del Quattrocento, con Ghiberti
y Donatello, maestro de la representación de la figura humana, su expresión y anatomía, así
como iniciador en el relieve narrativo, del "schiacciato". La segunda mitad del s. XV está
representada por los seguidores de Donatello, en su vertiente más amable taller de los Della
Robbia, A. Duccio-, o en la más expresiva y severa, como A. Verrocchio. El Cinquecento
supone la culminación de las experiencias del siglo anterior, con cl ara tendencia hacia la
grandiosidad monumental, que se potencia con los hallazgos arqueol ógicos de la Antiguedad,
en especial el "grupo de Laoconte". El clasicismo escultórico está representado por la figura
de Miguel Angel, personalidad única y revolucionaria, y cuya obra, en mármol, se define por
el dominio de la composición, las figuras grandiosas y arquetípicas, de expresión dramática y
dinamismo en tensión. La escultura manierista rompe con el ideal clásico, imponiendo la
forma “serpentinata” y una cierta afectación. Destacan las obras de B. Cellini, Giambologna
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o los Leoni, de amplio eco en Europa.


En España parte de la tradición gótica borgoñona del XV y conservará más interés por
la expresividad y patetismo que por la belleza. Cultiva, sobre todo, el género religioso

4 Serpentinata: Adjetivo italiano, referido a linea o figura que aparece en figuras humanas del Manierismo y
que se caracteriza por el movimiento giratorio de caderas, hombros y cabeza que se contrabalancean.
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-retablos, imágenes-, y funerario, con amplia utilización, en los primeros, de madera


polícroma, y tiene especial interés en el segundo tercio del XVI, con la ohra de dos grandes
escultores: A. Berruguete y Juan de Juni. La última generación de escultores de ese siglo se
caracteriza por el clasicismo manierista de Ics “romanistas” , y está formada por artistas,
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parte de ellos extranjeros, que trahajan para El Escorial.

PINTURA
La pintura es la manifestación artística más multiforme del periodo. Parte de las
experiencias del Trecento, pero aportará grandes modificaciones que sientan las hases de la
pintura moderna. Las técnicas son variadas, pues se hace tanto pintura mural al fresco
como pintura de caballete, en principio sobre madera y después sobre lienzo, con temple de
huevo hasta mediados del XV, momento en el que, por influencia flamenca, se introduce el
óleo.
La factura y textura presentan gran variedad, según autores y etapas, pero en general,
no son protagonistas plásticos. La línea como contorno tiene gran importancia entre los
pintores quattrocentistas, que la darán gran pureza y potencial expresivo, pero en el XVI,
y en especial en Venecia, pierde interés frente a la luz y color.
Su intención de verosimilitud les llevará a preocuparse por el modelado, que harán
con efectos de luz y sombra y resultados a veces muy escultóricos y otras de exquisitos
matices -como vemos en el “sfumat” de Leonardo. La luz, lógica y racional, a imitación de la
Naturaleza, es intensa en los primeros planos y disminuye en los fondos, ayudando a los
efectos de perspectiva, mientras que el color, aunque alguna vez tenga contenido simbólico, es
también real.
Una de las principales aportaciones propuestas por esta pintura se refiere a la
construcción racional del espacio, mediante unas leyes objetivas que se basan en la teoría de la
“perspectiva lineal”. Se crea así, de forma artificial, un espacio pictórico tridimensional, en
el que se sitúan los objetos de forma rigurosa, según un orden marcado por la proporción, y
que se desarrolla “ante el espacio” -como si el cuadro fuese una “ventana abierta”-. Pese a que
responde a una visión monocular y condiciones de inmovilidad perfecta, con un punto de
vista fijo, su validez no será cuestionada hasta la aparición del cuhismo.
También se formulará la "perspectiva aérea", basada en la difuminación de entornos
y colores como efecto de la distancia, y desde finales del XV, como consecuencia del dominio
de la perspectiva, se indagarán refinados engaños opticos -como los escorzos violentos,
trampantojos…-, que serán especialmente gratos a la pintura manierista, que llega a crear un

5 Romanistas:- Artistas influidos por el arte romano del XVI, en especial por Miguel Angel
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espacio trastocado por los recursos ilusionistas: deformaciones, perspectivas forzadas,


quadratura , anamorfis …
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La composición se organiza de acuerdo con esquemas geométricos elementales


-triángulo, círculo, pentágono-, y ajustándose a las proporciones de la “sección áurea”. En el
Quattrocento y Cinquecento se prefiere la simetría y compensación de grupos, pero el
Manierismo se inclinará por composiciones más inestables y asimétricas.
Al igual que en la escultura encontramos una forma de expresión figurativa, natu-
ralista e idealizada, que concede una importancia básica a la figura humana bella y propor-
cionada -a menudo aparece desnuda, lo que permite al artista hacer alarde de sus conoci-
mientos en la representación de la anatomía-, e individualizada, más que en el sentido de
copia fidedigna del modelo, de forma psicológica. El contenido, religioso o profano
(mitológico, alegórico, retratos) y la función se asemejan a los indicados en la escultura.
La sede más importante y temprana de la pintura quattrocentista es Florencia, que
centrará sus preocupaciones en dos problemas básicos.: perspectiva y composición,
resueltos por dos generaciones de artistas. La primera, en la que hay pintores como Fra
Angélico, que marcan la transición del gótico al nuevo estilo, está representada por artistas
que se centran en problemas de espacio y volumetría -Massaccio, P. Ucello, Piero della
Francesca- y otros más centrados en lo narrativo y cotidiano, mientras que la segunda
presenta, en general, un estilo refinado y detallista con interés primordial por la composición,
como podemos ver en Ghirlandaio o Botticelli.
Desde mediados de siglo, y en relación con la actividad florentina, aparecen otras
escuelas pictóricas, entre las que destaca Venecia, que aporta una especial predilección por la
luz y el color, que se manifiesta en especial en la obra de G. Bellini.
La pintura cinquecentista supone la culminación del proceso. Presenta un alto grado de
perfección técnica y en el plano formal se interesa por la claridad, eliminando elementos
secundarios que introdujo el esteticismo de finales del siglo anterior (se prefieren formas
sencillas y monumentales, composiciones nítidas, escenas únicas) y acentúa la tendencia a
la idealización. Roma, punto de coincidencia de artistas de primera magnitud, es la cuna del
estilo cl aro, equilibrado y sereno que llamamos clasicismo, siendo sus artífices Leonardo,
Rafael y Miguel Angel. El otro gran foco artístico se sitúa en Venecia, centro de gran
esplendor económico y artístico, donde se cultiva una pintura serena y real, de gran riqueza
cromática y lumínica, representada por Giorgione y Tiziano.
El Manierismo aporta novedades también en la pintura, como la ruptura de la unidad
espacial renacentista, las composiciones inesperadas, uso arbitrario del color o la
6 Quadratura: Representación pictórica de arquitecturas ilusorias que amplia el espacio, realizadas según las
leyes de la perspectiva.
7 Anamorfis: Significa "deformación"o "transformación". Es la representación de un tema, objeto o parte del

mismo, deformado por el juego de la perspectiva, de tal modo que sólo desde cierto punto de vista adquiere
su aspecto regular. Se utiliza mucho en el Manierismo.
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deformación de la realidad. Roma perderá su papel rector, que ahora será detentado por
Florencia, Parma y Venecia, que conserva un alto nivel y bastante independencia y donde,
como represen tante más claro del Manierismo, encontramos a Tintoretto.
En España el proceso de adaptación de la pintura renacentista, durante el XVI, arranca
de las formas del hispano-flamenco, con predominio de la pintura religiosa y sin un alto nivel
creador hasta el último tercio de siglo, bajo el reinado de Felipe II, cuando, entre una pintura
cortesana de retratistas y los pintores italianos llegados para decorar El Escorial. Brilla la
figura de El Greco, caso individual por los caracteres y personalidad de su obra.

BIBLIOGRAFÍA

NIETO, V. y CHECA, F.; El Renacimiento. Formación y crisis del modelo clásico; Ed. Itsmo,
Madrid, 1980.

BENEVOLO, L.; Historia de la arquitectura del Renacimiento; Ed. G. Gili, Barcelona, 1980.

TOLNAY, CH.; Miguel Angel escultor, pintor y arquitecto; Alianza Ed. Madrid, 1985.

MARÍAS, F. y BUSTAMANTE, A.; Las ideas artísticas de El Greco; Ed. Cátedra. Madrid, 1981.

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