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Mozart

Sociología de un genio – Norbert Elias


Editorial península

Se abandonó a su suerte
Wolfgang Amadeus Mozart murió en 1791 a la edad de 35 años, lo enterraron en una fosa común el 6 de
diciembre. Sea cual fuere la enfermedad que lo llevo a una muerte tan temprana, lo cierto es que en el periodo que
la precedió, Mozart estuvo con frecuencia al borde de la desesperación. Poco a poco empezaba a sentirse
derrotado por la vida.
- las deudas se amontonaban
- la familia cambiaba una y otra vez de alojamiento
- atribución de gran importancia de éxito en Viena que no se produjo
esta es la tragedia de este hombre y la nuestra, la de la humanidad.
Está perfectamente atestiguado que a Mozart le atormentaban cada vez más las dudas sobre el afecto incluso
la fidelidad de Constanze, a la que ciertamente amaba. El segundo marido de su esposa contó más tarde que
ella siempre había apreciado más el talento de su Mozart que su persona. Cuando el éxito disminuyo, cuando
el público cortesano vienes, sus antiguos protectores y patronos, lo dejaron de lado a él, que difícilmente
estaba dispuesto a hacer concesiones, favoreciendo a otros músicos mas frívolos, entonces debió empezar a
tambalearse la gran estima que Constanze tenía por si talento y persona.. El empobrecimiento creciente de la
familia, debido a la menor repercusión de su música hacia el final de su vida, puede haber contribuido a que el
afecto que sentía por él fuera menguando cada vez más. Por ello el menoscabo en la estimación de la
estimación de su público y el debilitamiento del afecto de su esposa, los dos aspectos de la pérdida de sentido
existencial, están estrechamente relacionados. Dos aspectos, niveles independientes e inseparables de la
perdida de sentido existencial que Mozart experimento en los últimos años.

2-
Por otra parte Mozart era un hombre con una necesidad insaciable de amor, tanto en el sentido físico como
en el sentido emocional. Uno de los secretos de su vida es que ya de pequeño sufrió pensando que nadie le
quería, mucho en su música no es más que una forma constante de pedir afecto.
Entre las imágenes que disponemos de Mozart son fidedignas es una cuestión por resolver. Pero entre los
rasgos que lo hacen todavía más amable, esta el que no poseyera ninguno de esos rostros heroicos que, como
conocemos de Goethe o Beethoven. Decididamente Mozart no tenía un rostro heroico.
Su mujer relató después de su muerte que sentía “compasión” por el Mozart engañado. Es muy improbable
que ella no le engañara y que él no lo supiera, así como renunciara a tener relaciones ocasionales con otras
mujeres. Esto se refiere a sus últimos años de vida.
Al principio las cosas le iban cada vez mejor durante varios años. La dura educación de su padre le había
rendido buenos frutos. Se transformó en auto disciplina.
De hecho parece que Mozart, por orgulloso que estuviera de si mismo y de su talento, en el fondo de su
corazón no se amo a sí mismo; y es posible que tampoco se creyera especialmente digno de ser amado. Su
figura no era imponente. Su rostro no era muy agradable a primera vista, probablemente hubiera deseado tener
otro rostro cuando se miraba al espejo. El círculo vicioso de una situación así se basa en que el rostro y la
complexión física de una persona no se corresponden con sus deseos y acrecientan su disgusto.

Músicos burgueses en la sociedad cortesana


3-
Mozart, como elemento marginal burgués al servicio de la corte, libró con un coraje sorprendente una dura
batalla; se podría añadir con la arrogancia de las generaciones posteriores: tal como era previsible.
Entran en el campo de visión aspectos determinados de las tenaces luchas de estamentos entre la burguesía y la
nobleza. Al igual que la estructura de las sociedades europeas, también el carácter social de ambos grupos se
transformó simultáneamente de una forma específica durante los siete u ocho siglos de lucha, que encontró su
término en el sXX con el ascenso de dos clases económicas y con la desfuncionalización de la nobleza como
estamento social. Las diferencias y los conflictos de cánones, aunque también las adaptaciones y las fusiones de
los cánones de los grupos burgueses y nobles, se pueden observar a lo largo de todo el período de luchas de los
estamentos noble y burgués.
Dentro de aspectos aislados de las tensiones sociales de conflicto entre nobleza y burguesía, encontramos el caso
de Mozart que manifiesta de una manera paradigmática: el destino de un burgués al servicio de la corte a finales
del periodo en el que casi toda Europa la estética de la nobleza cortesana era determinante por su poder sobre los
creadores artísticos de cualquier origen social. Esto vale sobre todo para la música y la arquitectura.

4-
En ámbito de la filosofía y literatura en Alemania del S.XVIII fue posible liberarse del gusto aristocrático-
cortesano. Era posible a través del libro habiendo además un público de lectores burgueses bastante amplio y cada
vez más numeroso, y se pudieron desarrollar relativamente temprano formas culturales específicas de ciertas
capas sociales.
Distinto era en la música. En Alemania al igual que en Francia, las personas que desarrollaban su actividad en este
ámbito todavía dependían en gran medida del favor, del mecenazgo, y por tanto, también del gusto de los círculos
aristocrático-cortesano (y de los burgueses de las ciudades orientados hacia estos círculos). Hasta la generación de
Mozart, un músico que quisiera ser reconocido socialmente como un artista serio y al mismo tiempo quisiera
poder alimentarse de él, tenia que encontrar una posición en el entramado de las instituciones aristocráticas-
cortesanas y sus adláteres. NO TENIA OTRA ELECCION.
1 pasar por un puesto fijo en la corte, preferiblemente una rica y fastuosa
2 en estados protestantes, podía aspirar a organista de iglesia o maestro de capilla. En estos casos era ventajosa
para la colocación profesional haberse desempeñado anteriormente como músico cortesano, como el caso de
Telemann.
Lo que designamos como corte del príncipe era la administración del hogar del príncipe. En este hogar los
músicos eran tan necesarios como los confiteros, los cocineros o los ayudantes de cámara, la jerarquía era la
misma. Eran “cortesanos serviles”. La mayoría de los músicos se contentaban con la manutención, exactamente
igual que las demás personas de origen burgués. Entre quienes no lo hacían se encontraba el padre de Mozart,
quien se adaptaba con repugnancia a las circunstancias de la que no podía escapar.
El destino individual y como artista único estaba influido por esta rigidez limitada de su situación social, por la
dependencia propia del músico de su tiempo, de la aristocracia cortesana.
La tragedia de Mozart es en parte en el intento de transgredir por sí mismo como persona, pero también en su
creación, los límites de la estructura de poder de su sociedad, a cuya tradición estética se sentía muy vinculado no
solo por su propia fantasía musical, sino también por su conciencia musical. Siendo determinante que lo hiciera
en un momento de donde las relaciones de poder estaban aun prácticamente intactas.

5-
La mayoría de las personas que iniciaban una carrera de músico no eran de origen social noble sino burgués, si
hacían carrera en la sociedad cortesana, tenían que adaptar de acuerdo a su baja posición, no solo su estética
musical, sino también su vestimenta, su carácter al canon cortesano de comportamiento y sensibilidad.
Leopold Mozart era un empleado mas, era el segundo Kapellmeister, los sueldos eran como los de una empresa
privada en el s. XIX solo que la sumisión que se esperaba del servicio de la corte era mas ostentoso de acuerdo al
desequilibrio de poder. Por lo general los propios principies elegían quien ocuparía un puesta en la orquesta. La
distancia social era muy grande, pero la distancia física era mínima, se estaba siempre cerca.
Aisladamente, músicos virtuosos o compositores, que gustaban al publico cortesano que llegaban a disfrutar de
fama y prestigio mas allá de su corte, en esos casos, un músico bogues era tratado por los nobles cortesanos “casi”
como un igual. Recibían invitación de diversas cortes poderosas, el emperador y reyes expresaban abiertamente el
placer que su arte les deparaba. Se les permitía comer en su mesa, la mayoría de las veces a cambio de una
exhibición al piano, y se alojaban en sus casas, familiarizándose con el estilo de vida y sus gustos.
Un gran artista burgués cortesano vivía en cierta forma dos mundos sociales. La totalidad de la vida y creación de
Mozart estuvieron marcadas por esta divergencia.
Respecto al comportamiento y sensibilidad de Mozart, el intento de su padre de hacerlo un hombre de mundo,
conocedor de las artes de la diplomacia, del saber congraciarse con los poderosos mediante hábiles
circunquiloquios o rodeos, consiguió lo contrario. Mozart mantuvo su manera de actuar directa y franca, de
mismo modo que su música, disponía de una inmensa espontaneidad de sentimiento, también en sus relaciones
personales era directo. Le resultaba difícil esconder o insinuar indirectamente lo que sentía, y en fondo odiaba las
personas que le obligaban usar circunquiloquios. Nunca llego a hacer suyas las maneras cortesanas.
A pesar de los esfuerzos de su padre, conservó a lo largo de toda su vida la marca de un autentico burgués.
6-
Mozart estaba subordinado a unos aristócratas cortesanos frente a los cuales se sentía al mismo tiempo no igual
sino superior, por ser conciente de su talento, un genio creador y dotado, algo que la sociedad desconocía en su
tiempo el concepto de genio (altamente individualista) y cuyo canon social todavía no ofrecía al artista un lugar
legítimo en su seno.
Mozart experimentó la identificación con la nobleza cortesana y su estética, resentimiento por las afrentas
recibidas, si es que puede resumirse a esta formula. Lo más evidente, su creciente animosidad contra los
aristócratas que lo trataban como un subalterno. También el profundo enojo de Mozart por la forma en que la
nobleza le maltrataba, quedando expresado en las cartas parisinas, debiendo ganarse siempre “el favor” de la
aristocracia cortesana.
Sin estar interesado en ideales políticos o humanitarios, Mozart sentía que el mundo social en el que vivía de
alguna forma estaba mal organizado. Pero en todo momento era una batalla personal, y ese fue uno de los motivos
por lo que tuvo que perderla.

7-
Al parecer, este nivel de rebelión personal estaba unido a su rebelión contra su padre, quien quiso que hiciera
carrera como músico en la sociedad cortesana. Sociológicamente, la vieja tradición de artesanos, era corriente que
el padre transmitiera a su hijo los conocimientos y habilidades, con la esperanza que algún día le superara en le
dominio del oficio. Esta tradición explica porque son tan frecuentes en Alemania las familias de artistas como los
Mozart o los Bach. Leopold seguía esta tradición, y busco su colocación en la corte en Paris, entre otros sitios,
donde fracasara por completo y supuso una amarga decepción para él. De todas formas consiguió convencer al
príncipe obispo de Salzburgo para que reconociendo sus brillantes dotes, empleara de nuevo al fracasado rebelde
como concertista y organista de la corte. En principios de 1779 Wolfgang se encontraba nuevamente en su ciudad
natal bajo el control de su padre y sometido al dominio de su antiguo señor. En esta 2da etapa escribió lo que seria
la ultima de sus operas al estilo tradicional cortesano, Idomeneo, cuyo texto alababa cumplidamente a un príncipe
por su bondad y generosidad.
En 1781, un par de meses después del estreno de Idomeneo, Mozart rompió con el príncipe y a duras penas
consiguió un despido con el famoso puntapié. Leopold esperaba mucho de él, que se consagrara a ser posible en
una corte mayor que la de Salzburgo, una como la de Munich o la de París, esa era la máxima ambición de su
padre. Su hijo no solo no lo hizo realidad, sino que fue despedido del servicio de su patrono, se trataba de un paso
incomprensible desde el punto de vista del padre. Su hijo, así lo debió entender, dañaba de esta forma
irremediablemente su carrera, toda perspectiva de músico cortesano. ¿de que iba a vivir?

8-
La supremacía del poder de los príncipes soberanos seguía totalmente intacta durante la juventud de Mozart y se
mantuvo inamovible a lo largo de toda su vida en el reino de los Habsburgo, como en muchas otras regiones
alemanas e italianas, sin que le afectara apenas la Revolución Francesa. Un poderoso estamento cortesano como
un gripo de rango social mas elevado con un dominio que disminuía lentamente hacia finales del s.XIX, y en
algunos casos, los grande imperios europeos, en la guerra de 1914.

Centralización: Francia e Inglaterra // descentralización: Alemania e Italia


Alemania e Italia estaban disgregadas en un número incontable de establishments cortesanos. Ejemplo: la zona de
la actual Suabia, relativamente pequeña, de dividía en la época de Mozart en 96 territorios soberanos diferentes: 4
príncipes eclesiásticos, 14 príncipes seglares, 25 señores feudales, 30 ciudades imperiales y 23 prelados. En una
buena parte de estos territorios, los soberanos mantenían una organización de funcionarios, entre los que se
contaba de manera indispensable una orquesta de músicos asalariados. La multiplicidad era la característica en el
panorama musical alemán e italiano.
Francia e Inglaterra, la centralización estatal hacia que los puestos decisivos para los músicos se concentraran en
las capitales, Paris y Londres. Por ello, un músico de gran categoría no tenia posibilidad de tomar otra opción si se
peleaba con su señor, de esta manera no había cortes que compitieran entre si, en poder riqueza y ostentación.
Por el contrario en Alemania e Italia había docenas de cortes y ciudades que competían entre si por el mayor
prestigio, por consiguiente, los mejores músicos. No es exagerado relación la fecundidad de músicos en estos
antiguos imperios.
Ejemplo: Bach se enemisto con el duque de Weimar y le solicito el despido ya que tenia, gracias a sus relaciones,
la perspectiva de una colocación asalariada. El duque, enojado, ordenó que lo encerraran en prisión por su
rebeldía, pero él se mantuvo en sus trece consiguiendo finalmente el despido.
El paso de Mozart hacia el artista libre.
9-
Al dejar de servir en Salzburgo, en lugar de servir en lugar quería hacerlo como “artista libre”, vendiendo su
destreza como músico y sus obras al mercado.
En el siglo XVIII había una especia de mercado libre para la producción literaria. De esta manera había de
manera solo incipiente la figura social del artista libre, aunque según parece no alcanzaba para alimentar una
familia. Pero había un público, de burguesía culta, extendido por toda Alemania que compraba libros, el carácter y
la forma literaria de la segunda mitad del siglo XVIII responde a esta configuración social.
El desarrollo en el ámbito de la música en este sentido, iba aún con retraso. La decisión de Mozart, como artista
libre, tuvo lugar en una época que para un músico de su categoría aun no existía. La formación de un mercado
musical y de las instituciones pertinentes estaba todavía en sus comienzos.
Así que Mozart aceptó correr un riesgo extraordinario, conciente o inconciente, al romper con Salzburgo, puso en
juego su vida, su existencia social.
En aquella época todos los músicos profesionales con empleo fijo vivían con obligaciones propias de su gremio,
exactamente igual que orfebres y pintores, algo que Mozart ya no podía soportar.
(el desarrollo de los conciertos paso por 3 fases, conciertos para invitados, por suscripción y finalmente para un
público desconocido que pagaba su entrada. Con Mozart no se había alcanzado aun la 3er fase, por lo menos en
Viena. El riesgo lo afrontaba el organizador, de ahí de la necesidad de una suscripción).
Mozart anticipo la actitud y sensibilidad de un artista posterior a su época. En su personalidad quería ante todo
dedicarse a sus propias fantasías. Confiaba en sus dotes individuales. Pero la distribución social de poder se
mantenía intacta.
Pero Mozart perspectivas de futuro. Tenia previsto ofrecer academias (conciertos cuyos ingresos iban directo a su
bolsillo) y suscripciones para partituras impresas. Sabía que la sociedad vienesa le tenía aprecio, y gozaba de
reputación y fama fuera de Viena. Pero no cabe duda que anhelaba con toda su alma tener éxito en la capital
austriaca.
Durante algunos años alcanzo el éxito perseguido. Los conciertos y suscripciones funcionaban. Sin embargo el 12
de julio de 1789 la suscripción había fracasado, un solo suscripto: el señor Van Swieten. La sociedad Vienesa, con
el emperador a la cabeza, le había dado la espalda.
En esto se puede reconocer las particularidades del mercado. Este círculo era bastante cerrado y tenía una fuerte
cohesión interna. Si en él se propaga, que el emperador no valoraba a un músico, la buena sociedad simplemente
lo abandonaba.
Nota: el giro se produjo probablemente con Las bodas de Fígaro, cuyo tema escogido por el propio Mozart, fue
considerado dudoso políticamente desde la posición absolutista.
Fue el primero que se adelanto decisivamente con su talento a las costumbres de la época.

10-
Su fantasía musical estaba influida por la tradición musical aristocrático-cortesana. A diferencia de Beethoven,
Mozart no llegó nunca a romper con esa tradición. Desarrolló sus posibilidades individuales para dar expresión
dentro de este marco.
La ópera ocupaba el máximo lugar en la escala de valores de la sociedad cortesana. Se encuentra también un
motivo por el cual la ópera tenía para Mozart un significado emocional de máxima realización en el sentido
personal. La ópera, por sus inmensos gastos estaba reservada para la corte, que entendía además que era un
entretenimiento adecuado para su clase.
Mozart deseaba alcanzar el éxito en Viena, claramente se trataba de uno de los deseos capitales de su vida, y uno
de los motivos principales de su tragedia.
Su rebelión personal era por el trato recibido subordinado como él persona y a su música. No se resignó nunca al
hecho de que se le tratara a él y a su música desde arriba. Pero Mozart no invocó como apoyo una ideología
humana universal, solo de forma marginal principios muy generales. Este desinterés por ideales de este tipo
también lo distingue de Beethoven. En sentimiento de igualdad se fundaba sobre todo en su música obras y
capacidad. Fue conciente del valor que tenían y por ende de su propio valor. No se puede entender la vida y obra
de Mozart correctamente mientras no se tenga claro lo ambigua que fue su relación con la sociedad cortesana.
Hasta cierto punto esta ambivalencia se manifiesta también con respecto a su padre. Esta necesidad de liberarse
que logro de su padre, creciendo sentimientos negativos hacia él, su conciencia parece no le permitía nunca del
todo abandonar el papel de hijo sumiso.
Mozart padecía como muchos las degradaciones que infligía la nobleza y se enojaba. Sin embargo, entre esta
gente era donde quería encontrar el reconocimiento, se apreciado por ellos y tratado con el mismo valor gracias a
su capacidad musical.
Puesto que el éxito de su música en Viena significaba tanto para él, su fracaso posterior allí le hirió especialmente.
Su música todavía encontró eco durante los últimos años de su vida en otras ciudades del Imperio Alemán, pero
parece que esto no compensaba lo que sentía por Viena que parece ser que daba sentido a su existencia.

11-
La imagen soñada de un artista independiente que, famoso, viaja de corte en corte, la había realizado junto a su
padre, quien la había tenido en mente. Mozart había conocido de niño esa vida libre. La marcada influencia de esa
época en su carácter posterior es evidente. Siempre volvía a aspirar al esplendor del reconocimiento y de la
admiración que había disfrutado por espacio de algún tiempo durante su niñez.

12-
Mozart siempre soñó con componer con libertad y poder seguir su voz interior sin preocuparse de la clientela.
Ejemplo
Concierto Nº 19 kv 459, terminado el 11 de diciembre de 1784, fa mayor, con tambores y trompetas en tutti,
interpretado bajo su dirección 6 años después con motivo de la coronación del emperador Leopoldo II de
Frankfurt. Obra virtuosística, ostentosa, pensada al gusto del público. Dos meses después compone el kv466,
Nº20, re menor, como si estuviera harto de someter su fuerza creadora. Es de gran vehemencia dramática. Se tiene
la impresión de que aquí no le importa lo que la gente piense. Por otro lado, este fue el único concierto de él en el
siglo XIX. Pero Mozart no continuó la dirección tomada. Luego compuso otros 3 nuevos conciertos, como dice A.
Einstein, da la sensación que hubiera ido demasiado lejos, que hubiera exigido demasiado a los vieneses,
traspasado los límites de lo social. Intentó ganarse de nuevo el favor del público siguiendo la línea de sus obras de
éxito asegurado.
A pesar de recibir encargos, cada vez adquiría mayor importancia el componer para sí mismo.
Beethoven, nació en 1770, casi 15 años después que Mozart. Consiguió con mucho menos esfuerzo, lo que
Mozart persiguió inútilmente, liberarse hasta cierto punto de un mecenas y seguir su propia voz musical, imponer
su gusto musical, sustraerse de componer desde una posición subordinada y hacerlo manera libre. Lograr exigir el
precio de sus obras al mercado editorial.
Mozart no careció de fama tras su muerte. Lo que le faltó en vida, entre otras cosas, fue una actividad editorial
mas desarrollada en el ámbito de la música y al mismo tiempo la generalización de conciertos pagos.
Por otro lado, el cambio que se desprende de ella no se refiere solo a la posición social del artista. También
implica que se transforma la estructura del arte.

Arte de artesano y arte de artista


13-
El canon de la producción musical de los artistas cortesanos, cumpliendo indicaciones y necesidades, se
diferenciaba muy marcadamente del que de a poco iba creando en su producción un artista relativamente libre, es
decir, en competencia con otros, hacia un público desconocido. Con el cambio de la posición y la función social
del músico se transformó al mismo tiempo el estilo y el carácter de su música.
Para nuestra sensibilidad, puede que el cambio de posición del artista, haya sido un cambio positivo en las
personas, pero no quiere decir que también lo haya sido para sus obras. En la modificación de las relaciones entre
quienes producen arte y quienes lo compran, se transforma la estructura del arte, pero no su valor.
a) en la fase artesanal, el canon estético del que encargaba la obra, prevalecía como marco de referencia de la
formación artística por encima de la fantasía del creador; la imaginación individual de este último se canaliza
según el canon estético del que encarga las obras
b) en la fase del arte artístico los creadores están situados en un plano de igualdad, en relación social con respecto
al público que compra y admira el arte, y en el caso de su elite, del establishment de especialistas formado por los
artistas de un país, están por encima de su público.
En cualquier lugar donde tengan cabida los procesos sociales de lo que se acaba de esbozar se pueden reconocer
los cambios específicos en el canon de la creación artística.

“el destino de Mozart es una muestra conmovedora de los problemas de un hombre, que como músico de un
talento extraordinario, fue a parar al remolino de este proceso social no planificado.”
El salto a la libertad no aportaba otra cosa que una dependencia algo más distendida del público aristocrático
cortesano; siendo ese público muy variable, el riesgo que entrañaba no era poco.

14-
Un artista productor artesanal trabaja para un comprador determinado que conoce; el producto por lo general
también se crea con una finalidad específica y socialmente prefijada. Sea para una celebración pública o ritual
privado, etc. se subordina la fantasía personal.
las obras del hombre de épocas anteriores tenían una función menos especializada en un contexto social más
amplio, por ejemplo, como imágenes de los dioses en los templos, adornos funerarios para los reyes o música para
bailar o acompañar la comida. El arte fue primero “arte de uso” antes que arte.

El artista en el ser humano


15-
La trayectoria de su existencia social: niño mimado por los grandes soberanos europeos, la fama esquiva de sus
laboriosos veinte y treinta y poco años, la falta de éxito especialmente en Viena, la miseria creciente y el
aislamiento de los últimos tiempos, después la ascensión no del todo rectilínea de su fama póstuma. Lo que
resulta sorprendente es que Mozart sobreviviera a la peligrosa fase de niño prodigio sin que se marchitara su
talento.
No es infrecuente encontrarse con la concepción de que la madurez de un talento genial es un proceso “interno”.
En el caso de Mozart, a diferencia de Beethoven, la relación entre persona y el artista fue para muchos
investigadores desconcertante, porque su imagen, tal como se desprendía de cartas, artículos y documentos, con
concuerda con la imagen preconcebida de genio. Mozart era un hombre sencillo, de lo que no causan ninguna
impresión al encontrártelo, a veces infantil, y de vez en cuando en privado con metáforas relativas a las
secreciones anales. Desde pequeño tenia una gran necesidad de afecto, físico y emocional, de su mujer y del
público. El problema es como alguien, que estaba provisto de necesidades y comportamientos animales de una
persona normal, podía crear música carente de cualquier animalidad. Sublime.
En primer lugar están los procesos sublimatorios, mediante los cuales las fantasías humanas se despojan de
cualquier animalidad en la creación. Muchas de la obras de Mozart son testimonio de una extraordinaria fuerza
transformadora de este tipo.

16-
Se puede imaginar, en suposición arriesgada, que Mozart poseía una capacidad innata, condicionada por su
constitución, para superar en gran medida las dificultades de su más tierna infancia, sublimándolas bajo la forma
de fantasías musicales en un grado poco habitual.

17-
La altura de la creación artística se alcanza cuando la espontaneidad y la fuerza de fantasía se combinan de esta
forma con el conocimiento de las leyes inmanentes del material y con el juicio de la conciencia artística.

18-
Mozart representa el más claro exponente de este tipo. La espontaneidad de su corriente de fantasía trasladada a la
música fue, en su caso, ininterrumpida.

Génesis de un genio
19-

20-

Leopold Mozart tomó posesión de su hijo y llevó como padre del niño prodigio, la vida que le había sido negada
hasta ese momento.
Durante 20 años, hasta el viaje a París con su madre, Mozart vivió y viajó siempre con su padre. Siempre bajo su
vigilancia y protección. No fue a ninguna escuela, toda su educación, su primera práctica musical, idiomas y el
resto de su formación fue siguiendo preceptos y con la ayuda de su padre.
En septiembre de 1777 tuvo que dejar que su hijo se alejara por primera vez, por obligaciones con el nuevo
príncipe obispo, sino perdería su trabajo. El viaje a París que él financiaba era importante para su futuro. De esta
manera envió a su madre, quedando abatido según él cuenta, con síntomas enfermizos y depresión. Padre
posesivo, según la figura psicoterapéutica.
Leopold Mozart venía de una familia de artesanos, su padre y su hermano eran encuadernadores en Augsburgo.
Estudió en escuelas de los jesuitas. Leopold ascendió de músico cortesano a segundo Kapellmeister. Entre otras
cosas influyó el tratado sobre lecciones de violín que escribió. Encontraba opresivo el estricto régimen del conde
Colloredo, sin nada que hacer. Era conciente de su superioridad intelectual respecto de la mayoría de los
cortesanos aduladores, se interesaba por acontecimientos políticos, con capacidad de observación y comprensión
de lo que ocurría en las cortes del mundo.
Wolfgang, por mucho que se moviera en los círculos de las cortes, nunca rondaba, lisonjeaba ni adulaba.

24-
La emperatriz María Teresa le envió a él y su hermana unos vestidos cortesanos, elegantes y pastusos que habían
pertenecido a su propia familia. A los 7 años comía en la misma de los reyes de Francia en actos públicos. El rey
de Inglaterra, que había conversado con él cordialmente tras un concierto, por casualidad se encontró con él
paseando con su carruaje, se asomó y saludó a la familia Mozart. El Papa le dio la orden de caballero, siendo aún
un niño, algo que Gluck alcanzó de adulto. La gente se arremolinaba a su alrededor, y se le han escrito poemas.

26-
En las sociedades cortesanas lo que denominamos arte, en general y en la música en particular, tenía una función
distinta, le consenso de lo poderosos dictaba el canon estético de las artes. La música no tenía en primer término
su razón de ser en la expresión de los sentimientos, dolores y alegrías del compositor, su función primaria era en
mayor medida agradar a las damas elegantes y a los caballeros de las clases dominantes. Iba unido a un estilo, y el
espacio de individualización de este canon era más reducido.

27-
Con toda su energía, Leopold, preparó a su hijo con una finalidad, llegar a triunfar primero como virtuoso y
después como compositor ante la sociedad cortesana.
Casi todos los asuntos económicos los llevó su padre hasta que Mozart, la final se independizó y se casó, recién a
los 25 años. Ejemplo dependencia: en su viaje a París, Mozart no viajó solo sino con su madre porque, 1) no se le
podía confiar dinero de ninguna manera, 2) no entendía de hacer maletas. En esas épocas, su hijo se sometía a sus
argumentos.

28-
Quería convencer al mundo de sus capacidades como virtuoso y como compositor. No se trata de que no se haya
reconocido su inmenso talento. Pero la ambición de un tan joven que quiere alcanzar logros tan extraordinarios,
parece (leyendo entre líneas sus cartas) que intimida a las personas que pueden otorgarle el puesto.
Carecía por completo mostrarse reservado en el trato con los demás para no tener encontronazos, ni dominaba el
arte de la diplomacia cotidiana, de la afecto de las propias “palabras y gestos” sobre el interlocutor, costumbre que
era consustancial a las relaciones de los cortesanos.

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