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Sistema circulatorio

El sistema circulatorio se encarga de bombear, transportar y distribuir la sangre por todo el


cuerpo. Veamos qué órganos lo componen, cómo funciona y su importancia dentro del
cuerpo humano.
El trabajo de sistema circulatorio en el cuerpo es uno de los más completos e importantes,
ya que es el encargado de transportar la sangre conjuntamente con los nutrientes y el
oxígeno que mantienen al cuerpo funcionando. Este sistema está compuesto por varios
órganos relevantes como el corazón, las arterias, venas y vasos sanguíneos.

Todo inicia con el trabajo del corazón, quien es el encargado de bombear la sangre
oxigenada y con todos los nutrientes necesarios para alimentar los tejidos. La sangre
comienza el recorrido a través de la vena aorta, que sale del corazón y se ramifica hasta las
extremidades. Durante todo el trayecto se realiza un intercambio de nutrientes a través de
las venas capilares que son permeables y flexibles, acondicionadas para este fin. Este
proceso es cíclico, por lo tanto, la sangre debe regresar al lugar de origen para oxigenarse
nuevamente.

El retorno se da desde las arterias cava superior y cava inferior, la superior viene de los
brazos y el tórax y la inferior se encarga de recoger la sangre desde los pies y piernas. La
sangre retorna a los pulmones donde se oxigena nuevamente y se dirige al corazón para ser
bombeada otra vez a través de cuerpo.

Órganos Del Sistema Circulatorio


El corazón
Es el órgano principal ubicado en el tórax que se encarga de recibir y bombear la sangre
que circula por el cuerpo. Su composición es muscular y su movimiento constante, está
formado por cuatro cavidades, la aurícula derecha e izquierda y el ventrículo derecho e
izquierdo. La aorta y la vena cava se conectan con el corazón para cumplir con el ciclo de
la sangre.

Este órgano se regula y controlar a si mismo latiendo de forma ininterrumpida para


mantener el cuerpo y los tejidos oxigenados. Aunque los pulmones también se involucran
en el proceso, el corazón es el encargado de emitir o impeler la sangre.

La aorta
Es la arteria principal del cuerpo humano que recoge toda la sangre que se encuentra en el
corazón o circula por él para trasladarla hasta los tejidos recorriendo cada rincón del
cuerpo. En los adultos desarrollados, esta arteria alcanza hasta los 2,5 cm de diámetro y se
divide en aorta descendente y arco aórtico.
Esta arteria da vida y origen a todas las demás arterias del cuerpo a excepción de las
pulmonares y también las traslada hasta los vasos capilares para que, desde allí, suministren
el oxígeno y nutrientes demandados.

En el descenso se forma el llamado arco aórtico que es donde cambia de dirección para
dirigirse desde el corazón hasta el abdomen y se convierte en la aorta descendente que
irriga el abdomen, el tronco, los ganglios linfáticos, el estómago y las costillas; su trabajo
no termina allí porque sigue el descenso hasta los brazos y piernas para completar el ciclo
circulatorio.

Vena cava superior


Para completar el sistema circulatorio, la sangre debe volver a su origen y es allí donde la
vena cava comienza con su labor. Se llama superior a la extensión de la vena que recoge
toda la sangre de la parte suprior del cuerpo que incluye la cabeza, cuello, brazo y tórax.
Llega hasta la aurícula derecha donde deposita la sangre que traslada para que comience a
ser bombeada de nuevo.

Vena cava inferior


Al igual que su par superior se encarga de recolectar toda la sangre que ya ha depositado el
oxígeno y los nutrientes en el cuerpo, pero esta vez desde los órganos y extremidades
inferiores. Su recorrido comienza por debajo del abdomen y la pelvis hasta las piernas y los
pies. De regreso la sangre ingresa por la aurícula derecha luego de regresar desde los
riñones. Sus medidas pueden variar dependiendo de donde se ubique pues su grosor puede
ser de 30 milímetro o 22 milímetros, siendo más grande hacia las zonas más importantes y
alejadas.

La sangre
Es un líquido o tejido encargado de transportar los nutrientes a través de las venas y
arterias, su color rojo característico viene dado por la hemoglobina que se combina con los
demás elementos que la componen y en ella se traslada todo lo que necesita el cuerpo para
mantenerse hidratado principalmente valiéndose el plasma, encargado de transportar el
agua y las células sanguíneas.

La linfa
Así como la sangre, la linfa es otro líquido incoloro que se traslada gracias a los vasos
linfáticos en todo el cuerpo.
Funciones del sistema circulatorio
Transporta el oxígeno que se genera en los pulmones y se inyecta en la sangre a todo el
cuerpo, este oxigeno es necesario para que el tejido y las células así como los órganos
funcionen adecuadamente, luego de entregar el oxígeno debe recoger el dióxido de carbono
y trasladarlos de regreso a los pulmones para que sea eliminado mediante la respiración. De
modo tal que el sistema circulatorio no solo lleva sangre y nutrientes sino que también
elimina toxinas.

 La distribución de los nutrientes también se realiza gracias a la circulación, los


nutrientes pueden hacer entrado mediante la ingesta de alimentos, multivitamínicos o
simplemente producto de los procesos fisiológicos y biológicos naturales del cuerpo,
la sangre recibe todo este aporte y lo distribuye según las áreas donde sean requeridos.
 En función de su labor de recoger las toxinas y propiciar su eliminación, se recolectan
los desechos que emiten las células del organismo y las mueve hasta los riñones, desde
allí se procesan y eliminan mediante la orina, por lo tanto, aunque el riñon no forma
parte exclusiva del sistema circulatorio también cumple una función importantísima al
ser recipiente de estos desechos celulares.
 Las hormonas no se producen en todo el cuerpo pero también requieren de transporte
para cumplir con sus tareas, es por ello que además de llevar oxígeno y nutrientes,
también traslada a las hormonas a esos lugares más inaccesibles donde si hay arterias,
venas y vasos capilares.
 Proteger al cuerpo también es una tarea compartida entre el sistema inmunológico y el
sistema circulatorio, pues gracias a la sangre se pueden movilizar los leucocitos y los
anticuerpos que combaten cualquier bacteria, desde una herida en la piel hasta alguna
infección que haya entrado por las vías respiratorias. Es el medio de transporte más
efectivo y eficaz que tiene el cuerpo humano.

Factores de riesgo del sistema circulatorio


El sistema circulatorio puede tener enemigos naturales y químicos que van afectando su
funcionamiento, a pesar de que existen muchas enfermedades asociadas a este sistema casi
siempre las causas son las mismas y se pueden clasificar de la siguiente manera.

Consumo de sustancias nocivas


Consumir alcohol y tabaco puede poner en riesgo al corazón y a todas las arterias y
venas, el alcohol funciona como un vasodilatador que hace trabajar de forma irregular al
corazón, con el tiempo pueden aparecer arritmias asociadas con este hábito, así como con el
tabaquismo.

Un fumador activo puede incrementar el riesgo de padecer un infarto hasta por seis veces.
De este modo no se habla de un riesgo menor sino de un verdadero factor peligroso que
expone al corazón y a las arterias a un inminente colapso.

Sedentarismo
No hacer nada también puede ir mermando al sistema circulatorio, porque es con el
ejercicio cardiovascular, las caminatas, carreras, movimientos frecuentes, etc., que el
corazón se mantiene trabajando de forma saludable. Las venas se mantienen elásticas e
hidratadas por la gran demanda de líquidos que supone el hacer ejercicios.

Mala alimentación
Consumir grasas saturadas, carbohidratos y almidones en exceso puede afectar los vasos
sanguíneos obstruyendo el paso natural de la sangre, también rodeando a los órganos de
grasa y dificultando sus funciones, principalmente al corazón. Una dieta balanceada puede
evitar que esto ocurra y sumado a ejercicios constantes mantener al cuerpo sano. Las causas
de infarto o problemas cardiovasculares se asocian la mayoría de las veces con la obesidad
y los altos índices de masa corporal.

Enfermedades de sistema circulatorio


Arterioesclerosis
Esta enfermedad ocurre cuando los niveles de grasa en las arterias son elevados, puede ser
por la ingesta de alimentos o por el sedentarismo y también el elevado consumo de
carbohidratos. La arteria se inflama producto del depósito de grasa en el endotelio. La
enfermedad se agrava cuando aparecen las ulceras en las arterias y se rompen formando
trombos, dependiendo del lugar donde ocurra esa ruptura puede ser incluso mortal, siendo
la zona más grave el cerebro y el corazón.

Aneurisma
Se forma una inflamación o abultada cavidad dentro de la arteria, por eso la enfermedad es
tan peligrosa. Una vez que aparece esta deformación se está en riesgo de presentar mareos,
debilidad, perdida de habilidades como el habla, cansancio excesivo y finalmente la muerte.

La enfermedad se agrava cuando se rompe la cavidad y hay hemorragias porque


dependiendo del lugar puede ser más o menos grave para quien la padece. No hay lugar
predeterminado para la aparición de los aneurismas.
Accidente cerebrovascular
También conocidos como ACV o ictus son rupturas de los vasos sanguíneos en el cerebro
que causan una hemorragia, esta puede ser de magnitud leve o magnitud fuerte. Los infartos
cerebrales pueden ser causados por una interrupción del torrente sanguíneo en los vasos del
cerebro pero también por una ruptura de los mismos lo que complica la patología y el
cuadro clínico.

La mayoría de los casos quienes padecen de esta enfermedad son hombres y mujeres de
edad avanzada que no practican actividades físicas y que sus condiciones fisiológicas han
mermado en general.

Arritmia cardiaca
Es una de las enfermedades más leves que puede sufrir el sistema circulatorio porque solo
se refiere a la descoordinación o problemas en el ritmo cardíaco, en algunas personas puede
ser más acelerado que el habitual o más lento. Los médicos suelen monitorear a quienes
padecen de arritmia para contratar síntomas por si apuntan a un posible infarto más grave.

Infarto agudo
Es la principal enfermedad asociada con el sistema circulatorio porque es la de mayor
incidencia en muchos lugares, afecta principalmente a los hombres en edad avanzada que
viven bajo altos niveles de estrés o en condiciones alimenticias poco saludables. La
acumulación de grasa en las arterias coronarias o la tensión alta pueden causar una
interrupción tan brusca que el corazón se detiene y es allí donde sucede el infarto.

El recorrido completo de la sangre por el


sistema circulatorio
En líneas generales se sabe que el corazón es el inicio del ciclo y también el final, puesto
que la sangre debe volver para ser nuevamente bombeada al cuerpo pero ¿cuál es el ciclo
que cumple la sangre para poder llevar todo lo necesario al organismo?

Ventrículo izquierdo: la sangre comienza el recorrido desde el lado izquierdo del corazón
con suficiente oxígeno para todos los tejidos.

Arteria aorta: desde aquí se expande por todo el cuerpo hasta ramificarse a través de las
arterias menores y también los vasos capilares, llega hasta las extremidades y se inicia la
transferencia de nutrientes en la piel.
Arterias y capilares sistémicos: este sistema además de compartir nutrientes también
contiene la sangre que ya no es efectiva para continuar con el proceso de irrigación, es
decir, pobre en nutrientes y oxígeno, por lo tanto desde aquí son enviadas a las venas para
comenzar el retorno a los pulmones.

Venas cava: desde las venas cava superior e inferior es donde inicia el retorno de la sangre
para volver a oxigenarse.

Aurícula derecha: es donde retorna toda la sangre para que vuelva a ser bombeada, su
entrada la realiza gracias a la vena cava superior que es la que se conecta con cabeza
tronco, brazos y tórax.

Arterias pulmonares: son las encargadas de oxigenar la sangre en el corazón y este proceso
llamado hematosis involucra a las venas pulmonares y arterias capilares pulmonares para
dejar la sangre lista para un nuevo ciclo de irrigación.

Ventrículo izquierdo: la sangre vuelve a su punto de origen, el ventrículo izquierdo desde


donde inicia nuevamente el recorrido por la aorta y cumple con su función predefinida.

Finalmente, se trata de un ciclo completo que involucra pulmones, corazón y venas y que
desde allí alimenta todas las necesidades del sistema fisiológico humano.

¿Qué es el sistema respiratorio?


De manera más concreta, este sistema fundamental del cuerpo es el conjunto de órganos
que hacen posible la respiración. Allí es donde se realiza el intercambio de gases, donde la
sangre es capaz de captar todo el oxígeno de la atmósfera y eliminar el dióxido de carbono,
que no es más que un elemento de desecho.

Para ello, los pulmones constituyen el órgano principal de todo este aparato, en compañía
de las fosas nasales, faringe, boca, laringe y tráquea. Mientras que los pulmones se
entrelazan estrechamente con los bronquiolos, bronquios y alvéolos pulmonares.

¿Para qué sirve?


Como ya adelantamos anteriormente, el sistema respiratorio representa un sinónimo de vida
tanto para el ser humano como para los animales, donde mediante la respiración pueden
efectuar el correcto intercambio de gases. Pero más allá de eso, este sistema también juega
un papel importante, ya que permite conservar el equilibrio natural entre los ácidos y gases,
propios del cuerpo, a través de la eliminación del dióxido de carbono de la sangre.
Sistema respiratorio: partes y anatomía
La composición del sistema respiratorio es muy amplia, pues se trata de un conjunto de
órganos que trabajan de la mano para tal finalidad. A continuación, conocerás cuáles son
cada uno de esos elementos que conforman éste aparato en el cuerpo humano.

Fosas nasales
Se trata de dos cavidades, que pueden variar de acuerdo a la fisonomía de cada
persona. Permiten la entrada y salida de aire. En este proceso, el aire se humedece, pasa a
filtrarse y calentarse mediante los cornetes.

Faringe Su forma es similar a la de un tubo, que se encuentra ubicado en el cuello con


el revestimiento de una capa mucosa. Este tubo de conecta con la cavidad bucal, y al mismo
tiempo con las fosas nasales, el esófago y la laringe.

Laringe
Gracias a este conducto es posible percibir el paso del aire, el cual va desde la faringe hasta
la tráquea y los pulmones. Específicamente, las cuerdas vocales se encuentran en la laringe.

Tráquea
También se trata de otro elemento en forma de tubo, que hace posible que el aire pase por
la laringe y los bronquios. El revestimiento de la tráquea está reforzado por varios
cartílagos resistentes, que impiden que el conducto se colapse por presión o tensión en la
zona del cuello.

Pulmones
Son los órganos más indispensables para el sistema respiratorio, ya que mediante ellos se
logra el intercambio de gases con la sangre. En los pulmones se encuentra también lo que
se denomina como árbol bronquial, donde nacen ramificaciones pequeñas. Por otra parte, se
encuentran varios elementos como la tráquea o los bronquios principales, que pueden ser
secundarios o lobares. Estos a su vez pueden dividirse en bronquios terciarios o
segmentarios, que dan origen a los bronquiolos. Estos bronquiolos desembocan en
bronquiolos terminales, donde se desligan los bronquiolos respiratorios y se encuentran los
sacos alveolares.

Músculos intercostales
Aunque se cree que solo se trata de unos simples músculos, son verdaderamente
importantes para la fácil movilización del tórax durante el proceso de inspiración. Estos
músculos están situados en los orificios que existen en las dos costillas consecutivas.

Diafragma
Se trata de otro resistente músculo que realiza una separación entre la cavidad torácica y la
abdominal. El proceso se realiza en dos fases, pues cuando hay contracción, baja e
incrementa el tamaño de la cavidad torácica, lo que provoca la inspiración. Mientras que
cuando se relaja, sube y disminuye el tamaño de la cavidad torácica y provoca la
espiración.

Pleura y cavidad pleural


La pleura es concretamente el revestimiento de los pulmones. Se conforma de dos capas: la
parietal, que está conectada con la pared del tórax, y la visceral, que está en contacto con
los pulmones. Asimismo, en el espacio dispuesto entre ambas capas se encuentra un
espacio denominado cavidad pleural, que permite la expansión de los pulmones durante la
inspiración.

¿Cómo funciona el sistema respiratorio?


Entendiendo que se trata de un potente sistema que trabaja de la mano con varios elementos
y órganos, el funcionamiento suele ser amplio y en algunos casos hasta complicado de
entender, pero te lo explicaremos de una manera fácil y sencilla; pues cuando todo el
funcionamiento del sistema respiratorio se realiza de manera natural, el ser humano no
logra percibirlo y considera que es algo tan práctico como inhalar y exhalar. Pero la verdad
es que es todo un proceso digno de conocer con detalles.

1. Ventilación
Recuerda que la función del sistema respiratorio se basa en el desplazamiento de los gases
o aires que vienen desde la atmósfera hasta los pulmones, y luego de los pulmones hacia el
exterior. Esto es posible por el proceso que se conoce como ventilación. Ahora, para entrar
en materia sobre la ventilación, podemos adelantarte que se trata de un proceso cíclico que
se divide en dos, una es la inspiración y otra la espiración.

Concretamente, la inspiración es el proceso que permite toda la entrada de aire a los


pulmones, donde el volumen del tórax aumenta, provocando lo que se denomina una
presión intrapulmonar, logrando así la fuga de aire desde el exterior hacia los pulmones. En
esta acción trabajan directamente los músculos principales, intercostales externos y
el diafragma.

Una vez que la presión intrapulmonar equilibra a la atmosférica, es cuando la inspiración se


detiene, y debido a la fuerza de la caja torácica, se retrae, generando otro tipo de presión,
una presión positiva que supera a la atmosférica y da pie a la salida de aire desde los
pulmones, lo que se atribuye como espiración.

2. Intercambio de gases
A partir de allí se abre el camino para otro proceso, conectado igualmente con lo que se
describió anteriormente, y es el intercambio gaseoso. En este caso, cuando los alvéolos
pulmonares están repletos de aire tras la inspiración, el oxígeno se difunde por toda la
sangre, mientras que el dióxido de carbono hace el recorrido contrario, pasando de la sangre
hacia los alvéolos pulmonares.

En este proceso se puede notar un mecanismo de entrecruzamiento, ya que las moléculas


pasan de mayor a menor en relación a su estado de concentración. Todo esto sin dejar de
moverse, muchas veces hasta chocando entre sí y rebotando reiteradamente entre ellas. Esto
sucede más rápido de lo que pueda pensarse, ya que la sangre tarde unos 0,75 segundos en
circular a través de los espacios pulmonares, y el sistema respiratorio realiza la difusión en
los primeros 0,25 segundos.

3. Transporte de oxígeno
Una vez que el oxígeno ya ha realizado su paso por la sangre en los alvéolos pulmonares,
todo ese oxígeno debe distribuirse ampliamente por todo el cuerpo para dar respuesta a las
exigencias de las células que de manera literal, necesitan de oxígeno para mantenerse
activamente potenciadas.

Así que cuando la sangre ya ha sido oxigenada y se transporta a los tejidos del cuerpo,
esta se desliga de una parte del oxígeno nada más, para incorporarse a una difusión simple
que se lleva a cabo desde la membrana hacia el interior de la célula para hacer posible la
respiración celular.

Cabe destacar que la capacidad que posee la sangre para trasladar oxígeno de forma
disuelta y directa es relativamente baja. Se trata de un elemento difícil de unificar con el
agua. En cualquier caso, para ello el cuerpo humano ha sido creado y desarrollado con la
presencia de una proteína que se denomina hemoglobina, la cual permite captar el oxígeno
y transportarlo con una completa eficiencia.

De no existir esta proteína, el corazón se vería en la necesidad de bombear muchos litros de


sangre por minuto, cerca de 80 litros, para poder mediar tal circunstancia; lo que sería
prácticamente imposible para este órgano vital.

Pero como sucede todo lo contrario, y la hemoglobina está presente en cada organismo, el
corazón solo se concentra en el bombeo de 5 litros de sangre por minuto, una cantidad
correcta para mantener el funcionamiento y la oxigenación de las células del cuerpo en
reposo.
Y por si no lo sabías, cada molécula de hemoglobina posee la capacidad de transportar
cerca de cuatro moléculas de oxígeno. Así que puedes sacar tus propias cuentas, pues un
solo glóbulo rojo está compuesto por 250 millones de moléculas de hemoglobina, mientras
que en un mililitro de sangre hay unos 5 millones de glóbulos rojos. ¿Suficiente no?

¿Cómo debería ser una respiración


normal?
Aunque esto puede tener múltiples factores que harían cambiar o modificar el resultado, lo
cierto es que en condiciones normales, lo que sería una persona sin complicaciones
cardíacas o respiratorias y con una buena salud en líneas generales, debería respirar unas 15
veces por minuto, lo que transformaría en cantidad a unos 500 cc de aire por minuto que
entrarían en sus pulmones tras la inspiración.

En ese sentido, al momento de la espiración debe salir la misma cantidad de aire que ya
había entrado. Así que en un minuto la ventilación pulmonar es de 7,5 litros, lo que se
denomina como volumen minuto. Sin embargo, esa cantidad puede ser modificada por la
profundidad y la frecuencia en que se realicen las respiraciones, logrando así hasta 200
litros por minuto.

Pero si después medir por tus propios medios que todo marcha bien con tu sistema
respiratorio, solicita la ayuda de una persona para que cuente cuántas respiraciones realizas
en un minuto.De esta manera, podrás conocer si cuentas con una respiración normal.

Enfermedades que afectan el sistema


respiratorio
Las enfermedades siempre están rodeando al ser humano, e incluso a los animales, por lo
que no es irrazonable pensar que el sistema respiratorio pueda verse afectado, sobre todo
teniendo en cuenta que constantemente entran virus y bacterias del exterior cuando se
realiza el proceso de inspiración. Lo más relevante de estas enfermedades, es que si no son
tratadas a tiempo o correctamente, pueden llegar a ser mortales. Por tanto, su cuidado, y
más aún su prevención, es de mucha importancia.

 Resfriado común
Es una de las enfermedades infecciosas más comunes que atacan el sistema respiratorio,
sobre todo a niños de 5 años en adelante, quienes pueden llegar a experimentar hasta 6 o 12
resfriados en un año.

 Rinitis
Se trata de un resfriado que ataca de manera constante a las fosas nasales. Lo más
determinante de la rinitis es que contribuye al desarrollo de exacerbaciones
de sinusitis y asma.

 Rinosinusitis
Al igual que la rinitis, se trata de una infección que afecta los senos paranasales durante al
menos 30 días aproximadamente. Sin embargo, el paciente que sufra de rinosinusitis
puede que no presente síntomas durante los días de infección.

 Faringitis
Lo que se denomina comúnmente como un fuerte dolor de garganta y altos niveles
de fiebre, debido a la infección que llega al individuo de manera viral. Generalmente, el
paciente suele presentar rinorrea y tos seca moderada.

 Amigdalitis
Trata de una infección que se aloja en una o en las dos amígdalas.

 Traqueítis
La traqueítis se desarrolla ante la inflamación aguda de la tráquea, lo que representa la vía
respiratoria que unifica la laringe con los bronquios. También se le conoce como traqueítis
bacteriana, y afecta mayormente a niños de 5 años en adelante.

 Bronquitis
Nuevamente se trata de un estado de inflamación, pero esta vez en la zona de los bronquios,
una de las vías respiratorias principales que conducen todo hacia los pulmones. La
bronquitis puede producirse de dos formas de infección, viral o bacteriana. En la mayoría
de los casos, el humo del tabaco o cigarrillo es un elemento perjudicial.

 Enfisema
Al igual que la bronquitis, el enfisema se desarrolla principalmente por inhalar humo de
tabaco y cigarrillo. No necesariamente debe ser fumador para que se vea afectado, pero de
ser así, las probabilidades aumentan considerablemente.

 Asma
Otra enfermedad muy común en adultos y niños. Específicamente trata de la obstrucción de
las vías aéreas menores, que impiden la correcta eficiencia respiratoria si no se atiende
correctamente.

 Neumonía
Se le conoce comúnmente como la inflamación de los pulmones. Generalmente, el paciente
que padece de neumonía es por la presencia de microorganismos infecciosos, como por
ejemplo bacterias o virus. Esta enfermedad que ataca el sistema respiratorio se presenta con
más frecuencia cuando los mecanismos de defensa que protegen los pulmones no están
siendo bien atendidos de manera preventiva.

 Silicosis
La infección se presenta de forma recurrente en trabajadores de minas o de empresas
industriales, ya que es causada por la inhalación o inspiración grave y prolongada de
compuestos químicos, específicamente aquellos que contienen sílice cristalina.

 Cáncer de pulmón
Una de las enfermedades más fuertes del sistema respiratorio es el cáncer de pulmón. Esta
puede presentarse en personas fumadoras asiduas, ya sea de tabaco o cigarrillo, así como en
fumadores pasivos. En cualquier caso, también puede darse en mujeres occidentales no
fumadoras.

Cómo cuidar el aparato respiratorio


Puede resultar difícil y hasta imposible mantener el control de lo que respiras a través de las
fosas nasales, de todo lo que entra al organismo mediante los pulmones y hasta lo que se
filtra por la boca; sobre todo cuando decides caminar por la calle y la contaminación
ambiental no dejar de estar presente con el humo de los coches, el estornudo de una
persona, o simplemente la presencia de virus y bacterias, que son prácticamente invisible a
los ojos.

Sistema digestivo
El aparato digestivo es un conjunto de órganos que se encargan del proceso de la digestión;
se conoce como tal a la modificación de los alimentos, de forma que las células del
organismo puedan absorber sus nutrientes.

Las funciones que realiza el aparato digestivo a grandes rasgos son cuatro. En primer lugar
se encarga de transportar los alimentos desde la boca hasta el estómago. En segundo lugar,
segrega jugos gástricos para que estos puedan ser absorbidos. En tercer lugar, asimila los
nutrientes de los alimentos. Y, por último, a través de la defecación, expulsa los residuos.

¿Qué es el aparato digestivo y cómo


funciona?
La digestión de los alimentos que consumimos es un proceso largo, en el cual intervienen
una gran selección de órganos y tienen lugar un amplio abanico de funciones y proceso.
Todo comienza con la masticación de los alimentos en la boca; las enzimas se encargan de
degradar dichos alimentos ya que de lo contrario resultaría imposible tragar aquellos de
tamaño grande. Una vez los alimentos han sido masticados, comienzan el descenso a través
de la faringe hasta el esófago; este último es el encargado de transportar los alimentos hasta
el estómago.

El estómago es una especie de almacén en el cual se encuentran los jugos gástricos; así, una
vez los alimentos llegan al estómago, dichos jugos se encargan de descomponerlos.

A continuación, los alimentos continúan su camino a través de los intestinos; en este órgano
tiene lugar la absorción de aquellos nutrientes de los alimentos que son necesarios para el
buen funcionamiento del organismo, así como del agua. Es lo que se conoce como proceso
de nutrición. Aquellos alimentos que no aporten ningún tipo de nutriente beneficioso, se
eliminan a través de la orina y de las heces.

Aunque sea un proceso largo, en el cual intervienen una gran variedad de órganos y tienen
lugar diferentes funciones, se da entre dos y cinco horas. No obstante, es importante
conocer que hay determinados alimentos que pueden tardar más tiempo, incluso varios días,
en ser absorbidos por el organismo. Hay dos factores que influyen en la duración del
proceso digestivo: cantidad de alimento consumida y metabolismo basal.

Estructura
La estructura del aparato digestivo es una de las más complejas del cuerpo humano; tiene
una longitud aproximada de entre 10 y 12 metros, lo que implica que es seis o siete veces la
longitud del cuerpo. Los diferentes órganos que lo componen cubren la totalidad del tronco;
el aparato digestivo comienza en la cara y finaliza en la pelvis.

Partes del aparato digestivo


Boca
Es en la boca los dientes se encargan de triturar los alimentos que ingerimos, de forma que
es donde da inicio el proceso de digestión. La lengua tiene un papel fundamental, y es que
facilita en gran medida el paso de los alimentos hacia el esófago. Y, por supuesto, la saliva,
que se encarga de destruir las bacterias que portan los alimentos; sin ella sería sumamente
complicado digerir los alimentos.

Faringe
Tiene la forma de un tubo y su función es esencial; se encarga de dejar paso al aire hacia
los pulmones, y los alimentos hacia el esófago. La faringe está conectada con la nariz, la
boca, la tráquea y el esófago.

Esófago
Se compone de una vía muscular de unos 30 centímetros de longitud aproximadamente. Su
principal función es la de transportar los alimentos hacia el estómago, siendo muy
importante en el proceso de digestión. El esógafo también forma parte del aparato
respiratorio ya que es la vía mediante la cual expulsamos los gases.

Estómago
El estómago actúa a modo de almacén, ya que su función principal es la de almacenar la
comdia que llega a través del esófago. Así, los jugos gástricos del estómago desintegran los
alimentosque consumimos, de manera que estos puedan continuar su camino hacia el
intestino delgado.

Intestino delgado
El intestino delgado es el órgano que activa las señales relacionadas con el apetito. Su
componente principal es el duodeno, el cual ingiere los alimentos, al mismo tiempo que
absorbe los nutrientes del mismo.

Intestino grueso
Uno de los órganos más importantes del sistema digestivo, el cual cumple una gran
selección de funciones. Por un lado, la generación de heces fecales. Por otro lado, la
absorción de agua, así como de potasio y sodio. Además, el colon genera anticuerpos, los
cuales son esenciales para proteger el aparato digestivo de cualquier tipo de anomalía o
enfermedad. Y, por último, el intestino grueso se encarga de absorber el agua, evitando así
que nos deshidratemos.

Páncreas
La principal función que cumple el páncreas es la producción de hormonas que hacen que
sea más sencillo digerir los alimentos. Además, este órgano se encarga de que los niveles
de azúcar en sangre se mantengan en sus valores correctos. Lee nuestro artículo sobre
la función del páncreas.

Hígado
El hígado se considera el órgano más importante del organismo gracias a su amplio abanico
de funciones. Se encarga de producir la bilis, la cual es muy importante tanto para digerir
como para absorber grasas. Además, es el hígado el que elimina aquellas sustancias tóxicas
que se almacenan en el organismo. Todo ello sin olvidar que es este órgano el que filtra la
sangre.

Ano y recto
Son las partes finales del sistema digestivo. Recogen los restos de los alimentos, los
almacenan y controlan su expulsión. Gracias al ano y al recto podemos controlar
las defecaciones. Por lo tanto, cumplen un papel trascendental.

Las hormonas del sistema digestivo


En el proceso digestivo intervienen varias hormonas, las cuales es interesante conocer.

 Gastrina: la gastrina es la hormona más importante de todas ya que estimula los


movimientos del aparato digestivo, evitando así lo que se conoce como reflujo
gástrico. Además, es la que se encarga de liberar el ácido responsable de la disolución
de los alimentos.
 Secretina: estimula la producción de la enzima que absorbe las proteínas. Además,
participa en la generación de bilis por parte del hígado.
 Colecistoquinina: interviene en la secreción del jugo pancreático.
 Ghrelina: esta es una hormona que se encarga de regular el apetito, de forma que tiene
un papel muy importante. Envía una serie de señales al cerebro, de manera que
permite controlar la cantidad de alimentos que ingerimos.
 Péptido YY: esta es la hormona encargada de detener los antojos una vez el aparato
digestivo está satisfecho.

Funciones del aparato digestivo


En los siguientes puntos explicamos cuáles son las principales funciones del aparato
digestivo.

 Masticación de los alimentos: los alimentos se mastican en la boca con ayuda de la


saliva y los dientes; así, se forma lo que se conoce como bolo alimenticio, el cual es
tragado.
 Deglución: una vez los alimentos han sido tragados, la deglución permite que éstos
alcancen el esógafo.
 Transporte hacia el estómago: el estómago cumple dos papeles muy importantes en el
proceso digestivo. Por un lado, retiene el bolo alimenticio. Y, por otro lado, permite la
degradación química de los alimentos, así como la absorción de determinados
nutrientes como la vitamina B12.
 Absorción de nutrientes y agua: el intestino delgado se ocupa de absorber los
nutrientes presentes en los alimentos; mientras, el colon se encarga de absorber el
agua.
 Evacuación: y, por último, la evacuación de los residuos a través de las heces, las
cuales pasan a través del recto hacia el ano.

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Enfermedades más frecuentes


Tumores
 Cáncer de esófago: el cáncer de esófago se inicia en el revestimiento interior de este
órgano. Así, a medida que la enfermedad avanza, las células cancerosas invaden el
resto de capas.
 Cáncer de estómago: es el tipo de tumor maligno más frecuente del aparato digestivo.
Cerca del 95% de los cánceres de estómago que se diagnostican son lo que se
denominan adenocarcinomas; se originan en las células glandulares, encargadas de
producir el jugo gástrico.
 Cáncer pancreático: prácticamente la totalidad de los cánceres pancreáticos se inician
en las células exocrinas, encargadas de regular el metabolismo de las grasas.
 Cáncer del intestino delgado: se trata de un tumor maligno poco frecuente que se
origina en las células glandulares del revestimiento del órgano, las cuales se
encuentran muy cerca del estómago.
 Cáncer de ano: cerca del 80% de los tumores malignos en el ano son de células
escamosas. Si se trata de un cáncer primario, existe la posibilidad de extirpación
siempre y cuando no exista metástasis.

Hernia de hiato
La hernia de hiato se da cuando la zona superior del estómago pasa a estar ubicada en el
tórax en vez de en el abdomen. Se trata de una afección relativamente común, que afecta a
en torno al 20% de la población.

Los síntomas más habituales de esta enfermedad son la acidez de estómago, las molestias
en el abdomen de forma continuada, los problemas para tragar los alimentos, y el mal
aliento. Cuando no se establece el tratamiento adecuado, comer se convierte en una misión
prácticamente imposible, de forma que quienes padecen hernia de hiato suelen sufrir una
notable pérdida de peso.

Respecto a las causas de la hernia de hiato, si se da en niños implica que es congénita; es


decir, que los más pequeños ya han nacido con ella. En el caso de los adultos, las causas
más habituales que dan lugar a esta afección son la obesidad o el tabaquismo; se da sobre
todo en personas de más de 50 años.

Estreñimiento
El estreñimiento es una enfermedad del aparato digestivo que se caracteriza porque las
personas que la padecen tienen evacuaciones cada dos o tres días. La causa más habitual de
esta afección es una alimentación pobre en fibra; también puede darse por la administración
de determinados medicamentos, así como por el estrés y la ansiedad.

Los síntomas son diferentes en cada paciente. No obstante, las señales de alerta más
comunes son las siguientes: deposiciones menos de tres veces por semana, dificultad para
evacuar, heces duras que provocan dolor al defecar, y gases.

Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa es una enfermedad que provoca la inflamación de la membrana que
recubre el recto y el colon. Aunque puede darse en personas de cualquier edad, ocurre
generalmente en personas jóvenes, de entre 15 y 30 años.

Se trata de una afección relativamente sencilla de diagnosticar ya que los síntomas son muy
claros: cansancio severo, pérdida de peso, hemorragia rectal, llagas en la piel, dolor
abdominal y diarrea.

Para el diagnóstico de la colitis, los médicos realizan una analítica de sangre, así como un
examen de heces. En ocasiones es necesario realizar una prueba de imagen como
la colonoscopia para detectar la enfermedad.

Hemorroides
Las hemorroides, también denominadas almorranas, es una enfermedad caracterizada por
la inflamación de las venas del ano y la parte inferior del recto. Sus causas son muy
variadas, siendo un gran esfuerzo al evacuar una de las principales. Esta afección también
es común en mujeres embarazadas debido al aumento de presión en las venas durante el
periodo de gestación.

Se trata de una enfermedad muy común; se estima que el 75% de la población sufre
hemorroides alguna vez en su vida. En algunas ocasiones no presentan ningún síntoma,
aunque en ocasiones dan lugar a una gran sensación de malestar, así como picazón y
sangrado.

Síndrome del intestino irritable


El síndrome del intestino irritable, también conocido por sus siglas SIII, es una enfermedad
del aparato digestivo que causa dolor abdominal, así como determinadas variaciones en el
intestino. Comienza generalmente en la adolescencia, siendo muchísimo más frecuente
entre mujeres.

Una de las principales causas de esta afección es el estrés. Hay que tener en cuenta que el
intestino y el cerebro están conectados mediante señales tanto hormonales como nerviosas;
así, el estrés puede provocar que los intestinos se vuelvan más sensibles.

Consejos para cuidar el sistema digestivo


Cuidar el sistema digestivo es esencial ya que cumple un papel muy importante en el buen
funcionamiento del organismo

Alimentación: una alimentación adecuada es lo más importante para cuidar el aparato


digestivo. El aceite de oliva es uno de los mejores alimentos para su salud ya que reduce de
forma notable la acidez de estómago y, además, tiene un gran efecto laxante. Por supuesto,
es esencial seguir una dieta rica en fibra para evitar enfermedades tales como el
estreñimiento. Y, por último, las frutas y verduras son fundamentales porque tienen
propiedades antioxidantes y, además, aportan una gran cantidad de agua y nutrientes.

 Alimentos grasos: es importante evitar en la medida de lo posible el consumo de


alimentos grasos: carnes grasas, embutidos, nata, quesos curados… A la hora de
cocinar, mejor con aceites vegetales.
 Comidas abundantes: también es muy recomendable evitar las comidas abundantes.
Lo ideal es hacer cinco comidas al día; desayuno, almuerco, comida, merienda y cena.
 Gases: hay que controlar los gases. Para ello es importante masticar los alimentos
despacio y tragarlos con cuidado.
 Ejercicio físico: y, por último, la actividad física también resulta de suma importancia
para favorecer la salud del aparato digestivo. Actividades como caminar favorecen la
movilidad de los diferentes órganos, ayudando así a la digestión y eliminación de los
alimentos.
¿Qué es el sistema excretor?
Este sistema esta formado comunmente por los riñones, y el sistema urinario, además de la
vía excretora, que es la encargada de expulsar esos líquidos que el cuerpo humano no
necesita, más conocida como la orina.

El aparato urinario es un conjunto de órganos que se encargan tanto de la producción como


de la excreción de la orina. La orina se forma en los riñones y se acumula en la vejiga;
finalmente, se expulsa al exterior a través de la uretra.

¿De qué partes consta el sistema


excretor?

En los siguientes apartados explicamos de forma detallada las distintas partes que
constituyen el sistema excretor, uno de los más importantes del organismo.

Riñones
Son una pareja de órganos cuya principal función es la de laborar y excretar la orina. Están
situados en torno a la columna vertebral y se rodean de tejido graso. En cuanto a su forma y
dimensiones, ambos riñones son muy similares a una judía, con algo más de 12 centímetros
de largo y 5 centímetros de ancho; su peso es de 150 gramos aproximadamente.

El riñón actúa a modo de filtro en el organismo. Por un lado, cumple una función
reguladora, manteniendo los niveles óptimos de agua, glucosa y sales en la sangre. Y, por
otro lado, lleva a cabo una función depuradora; se encarga de extraer de la sangre las
toxinas acumuladas en la misma, como la urea o el ácido úrico.

Debajo de la corteza y de la médula del riñon se encuentra lo que se denomina pelvis renal;
recolecta la orina y la dirige hacia el uréter.

Respecto a la capa exterior del riñón, en ella se encuentran pequeños filtros que reciben el
nombre de nefronas; un conjunto de vasos sanguíneos que filtran la sangre y forman la
orina. Cada uno de los nefrones se compone de tres partes.

 Glomérulo de Malpighi: una estructura de forma esférica que se encarga de tomar el


líquido de la sangre.
 Cápsula de Bowman: una cápsula con doble membrana en cuyo centro se aloja el
glomérulo de Malpighi.
 Tóbulo renal: se conoce como tal a la continuación de la cápsula de Bowman.

Vías excretoras
Las vías excretoras son tres: uréteres, vejiga y uretra. Explicamos todo sobre ellas a
continuación.

Uréteres
Los uréteres son dos tubos largos que comienzan en la pelvis renal y alcanzan la vejiga. Se
componen de fibra muscular y epitelio mucoso, así como un conjunto de terminaciones
nerviosas; cabe destacar que estas terminaciones nerviosas son muy sensibles al dolor, de
forma que cuando se obstruyen, el dolor que se siente es muy intenso. Su principal función
es la de regular el funcionamiento del sistema excretor, generando contracciones que
impulsan la orina hacia la vejiga de manera continua.

Vejiga
Es el órgano más conocido por todos del aparato excretor; su interior está hueco, de forma
que sirve para almacenar la origina que se produce en los riñones; una vez en la vejiga, se
elimina del cuerpo a través de la uretra. En líneas generales, su capacidad es de 1 litro
aproximadamente; no obstante, la sensación de llenado, es decir, las ganas de orinar, surgen
desde los 400 o 500 centímetros cúbicos.

Uretra
Se conoce como uretra al conducto mediante el cual se elimina la orina hacia el exterior.
Tiene forma tubular y cuenta con dos esfínteres en su inicio, encargados de controlar el
paso de la orina. En el caso de los hombres, la uretra también cumple una función
reproductora. En cuanto a las mujeres, este conducto tiene entre 3 y 4 centímetros de
longitud y su final está marcado por dos labios menores.

Órganos y aparatos del sistema excretor


La orina
La orina es un líquido de color amarillo claro que se compone de agua en su mayor parte,
además de otros elementos como la urea. Se produce de forma continua en el riñón y se
almacena en la vejiga; unas válvulas situadas en este órgano impiden que la orena retroceda
a los uréteres.

Así, cuando se alcanzan los 400 o 500 centímetros cúbicos de llenado en la vejiga, dan
comienzo una serie de impulsos nerviosos que generan el deseo de orinar. A continuación
de forma voluntaria se abre el esfínter externo, dando así saluda a la orina al exterior; este
proceso se denomina micción.
En términos generales un adulto elimina 1,5 litros de orina cada 24 horas. No obstante, esta
cantidad varía en función de una gran selección de factores: tipo y cantidad de alimento y
bebida ingeridos, sudoración…

Formación de la orina
Resulta interesante conocer la manera en la que se forma la orina. Pues bien, se trata de un
proceso que consta de tres grandes fases.

 Filtración: en primer lugar la cápsula de Bowman se encarga de filtrar la sangre que


llega a la nefrona; se filtran todas las sustancias exceptuando las moléculas y las
células más grandes.
 Reabsorción: el filtrado transcurre por los tubos que componen la nefrona, donde tiene
lugar una reabsorción de las sustancias más beneficiosas para el organismo, así como
de una gran cantidad de agua.
 Secreción: todas las sustancias que no se han filtrado se secretan desde los capilares
sanguíneos, obteniendo así la orina. Una vez esta ya está formada, comienza a salir de
la nefrona hacia el uréter, desde donde desciende a la vejiga.

Enfermedades más comunes del aparato


urinario
A continuación señalamos cuáles son las enfermedades más frecuentes que afectan al
aparato urinario.

Insuficiencia renal
Tal y como hemos señalado, una de las principales funciones de los riñones es la limpieza
de la sangre, eliminando así los desechos y depirando el organismo. No obstante, si los
riñones presentan cualquier tipo de anomalía, no funcionan correctamente, lo cual da lugar
a lo que se conoce como insuficiencia renal; una afección relativamente grave ya que se
pueden acumular toxinas en el organismo, así como aumentar la presión arterial.

Los síntomas iniciales cuando los riñones comienzan a fallar son los siguientes: calambres
musculares, insomnio, dificultad para respirar, hinchazón de pies y tobillos y problemas al
orinar. Respecto al tratamiento, los afectados por la insuficiencia renal requieren de diálisis
o trasplante de riñón

Cistitis
Cistitis es como se conoce clínicamente a la inflamación de la vejiga. En la gran mayoría de
casos, dicha inflamación está provocada por una infección urinaria. Resulta una condición
muy molesta, e incluso dolorosa; el tratamiento en su fase inicial es esencial ya que de lo
contrario la infección puede diseminarse a los riñones.

Los síntomas más habituales de la cistitis son los siguientes: necesidad de orinar
constantemente, sensación de ardor al miccionar, presencia de sangre en la orina, dolor y
molestia en la zona de la pelvis y fiebre baja.

Nefritis
La nefritis es la inflamación de uno o ambos riñones; la causa en la gran mayoría de los
casos es una infección. Afecta de manera notable al funcionamiento de este órgano,
disminuyendo su función depurativa. Aunque puede darse en personas de cualquier edad, la
nefritis se presenta sobre todo en niños y jóvenes.

Es importante establecer el tratamiento adecuado para esta afección en su fase inicial; de lo


contrario puede dar lugar a patologías renales más graves. Los síntomas que permiten
detectar una nefritis son los siguientes: presencia de sangre en la orina, hipertensión
arterial, malestar, dolores fuertes en la espalda, somnolencia y cansancio sin razón aparente
y edemas.

Cálculo renal
Los cálculos renales son depósitos duros formados por minerales y sales, los cuales se
desarrollan en el interior de los riñones. Sus causas son muy variadas, y pueden formarse en
cualquier zona de las vías urinarias, desde la vejiga hasta los riñones.

Expulsar los cálculos renales del organismo resulta bastante doloroso. No obstante, no
causan trastornos graves de salud si se diagnostican de manera adecuada. Detectar los
cálculos renales resulta relativamente sencillo ya que los síntomas son muy claros: dolor
que se extiende por el abdomen y la ingle, dolor al orinar, náuseas, micciones de mayor
frecuencia y fiebre.

Consejos para cuidar el sistema excretor

Es muy importante cuidar el sistema excretor ya que cumple una función esencial para el
buen funcionamiento del organismo: eliminar todos los elementos tóxicos y líquidos que el
cuerpo no necesita para funcionar. Así, si este conjunto de órganos no se cuida
correctamente, se pueden originar una gran selección de patologías.

Hidratación: beber la suficiente cantidad de agua a diario es fundamental; de esta manera,


los riñones se mantienen hidratados y se ayuda en su funcionamiento. Lo ideal es tomar dos
litros de agua diarios; se puede acompañar esta cantidad con el consumo de frutas y
verduras, alimentos con una alta cantidad de agua.

 Higiene: por supuesto, mantener una buena higiene corporal es esencial; es


recomendable realizar una exfoliación tanto corporal como facial un par de veces por
semana para eliminar las células muertas y así favorecer la respiración de la piel. De
esta manera se garantiza una correcta segregación de líquidos.
 Alimentos y bebidas: para cuidar los riñones, es recomendable evitar el consumo de
bebidas alcohólicas y de alimentos picantes. Las carnes procesadas y los alimentos con
alto contenido en sal tampoco son recomendables.
 Sol: la piel es uno de los órganos que pertenece al sistema excretor. Es recomendable
protegerla de la exposición a los rayos UVA y UVB del sol.

Alimentos para cuidar los riñones


Los riñones son el órgano más importante del sistema excretor. Así, hay una serie de
alimentos que ayudan en gran medida a cuidarlos y favorecer su funcionamiento.

 Remolacha: un alimento con grandes propiedades diuréticas y desintoxicantes, que


fomentan la salud de los riñones gracias a su alto contenido en potasio. También cuida
la salud del hígado y de la vesícula biliar.
 Apio: un alimento con un alto contenido en agua, sales minerales y nutrientes como la
vitamina E. Tiene propiedades diuréticas, de forma que ayuda a limpiar los riñones y
así favorecer la eliminación de líquidos y residuos del organismo.

 Conclusion
 El sistema excretor es muy importante dentro de los sistemas del cuerpo humano ya
que se encarga de eliminar todas aquellas sustancias que el organismo ya no necesita
una vez ha absorbido los nutrientes necesarios para su funcionamiento.
 Por lo tanto, resulta muy importante cuidar correctamente el sistema excretor,
siguiendo los tips que hemos explicando y apostando por los alimentos que hemos
señalado los cuales favorecen la función depurativa de los riñones.

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