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LA APERTURA ECONOMICA EN AMERICA LATINA: VEINTE AÑOS

CAMINANDO SOBRE TROCHAS

Con el inicio de la apertura económica en américa latina (hace aproximadamente


unos veinte años) comienza una enorme lucha entre mercados, y aún más, entre
bloques económicamente potentes, los cuales, buscan legitimarse uno sobre el
otro. Es de esta manera, como la mayor potencia económica del otro lado del
atlántico (Estados Unidos de América) ha iniciado un carrera por ampliar su
espacio económico y político para competir frente a las demás potencias, y se ha
aliado de esta manera con américa latina para crear un mercado de oportunidades
que busque el progreso de manera integral de todo el continente.

En el presente ensayo, se alcanzará a distinguir algunas posturas, por parte de


ciertos analistas, sobre la coyuntura de la apertura económica para la américa
latina desde el año 1992 y hasta el año 2000, respecto a la incidencia de este
acontecimiento en el campo económico, político y social. De igual forma, se
analizaran ciertas premisas esenciales como el asunto del desempleo, el
fortalecimiento industrial y la entrada al neoliberalismo; así como las implicaciones
de la apertura dentro de los actores sociales que son “invisibles”, el caso de los
trabajadores, de sus familias y demás personas del común.

Para el caso de Colombia, existen incluso hoy día, una gran cantidad de
dificultades que impiden el deber ser de la apertura económica. Dificultades que
subyacen en la pobrísima intervención del estado, en el acelerado ritmo con el
cual se han venido propiciando las dinámicas de apertura económica, las cuales,
han dejado por fuera de “la torta” a muchos actores sociales que merecen una
participación más activa y mejor remunerada. Es por ende, que por más de veinte
años hemos caminado sobre trochas y no se ha logrado concretar un marco
macroeconómico que permita la igualdad social en aras de la economía, así como
la competencia con economías de mayor envergadura, no solo en américa latina,
sino en el resto del mundo.
Luis Bernardo Flórez (economista de la universidad nacional de Colombia)
asegura que era necesario una apertura que se desarrollara de manera gradual,
de esta forma se lograría evidenciar palmariamente las ventajas que la apertura
podría traer para el país, y no de una manera acelerada como lo tenía pensado el
presidente de turno, Virgilio Barco, lo cual produciría la invisibilización de actores
sociales y de aspectos importantes de la apertura como el empleo y algunas
políticas públicas. Flórez comenta que se pasó de largo la protección de los
mercados internos y mayoritariamente se propició la importación, lo que produciría
una baja en las exportaciones del país y de esta manera un estancamiento de las
mercancías nacionales, así como el desempleo de muchos trabajadores
colombianos.

Existen no obstantes problemáticas que van más allá de lo diplomático, es decir, a


partir de la perspectiva de los “dueños” del mercado, la economía podría llegar a
convertirse en un supermercado donde se importa y se exporta y no se crean
nuevos reglones que busquen subsanar las dificultades sociales que existen en
países en desarrollo como los latinoamericanos. El interés por conquistar
mercados preferenciales ha desviado la mirada a la labor social que debe emerger
desde la economía con relación a la sociedad. Ha convertido a los seres humanos
en consumidores excesivos. Ante esto, se han creado bloques, desde américa
latina, que buscan un carácter proteccionista dentro de los mercados, es el caso
del G-3, el pacto andino y el MERCOSUR, bloques de resistencia ante las
intenciones de los bloques potencialmente hegemónicos de imponerse pasando
por encima de los propios nacionales.

La postura del también economista colombiano, Luis Jorge Garay Salamanca,


presenta cierta similitud con relación a las posturas de Luis Flórez. Señala que
ante la diversidad de divisas, producto de la apertura económica, era necesario
proteger la divisa nacional. Por el contrario, el peso colombiano se devaluó frente
a la posición del dólar, el cual dominó en el ámbito cambiario; si fuese por lo
cambiario, ya se habría superado la deuda externa, pero esa bonanza de divisas
solo sirvió para proyectar al exterior y no al interior. La economía nacional se
estaba descuidando, en este momento no se lograba pensar por los nacionales,
solo se buscaba ganar protagonismo en la escena mundial mostrando una cara,
mientras en el interior nos encontrábamos desangrando debido a fenómenos
como la corrupción, el desempleo y la violencia. Fenómenos que se han
perpetuado hasta el día de hoy y paradójicamente han aumentado la brecha de
desigualdad y nos han impregnado de concepciones mentales que nos llevan a
comprar cosas que no necesitamos para impresionar a personas que no les
importamos.

Luis Garay señala una de las estrategias del gobierno Clinton la cual merece un
análisis. Se puede observar desde diversas aristas si tomamos como punto de
partida la descripción densa de Clifford Gertz. No obstante, digamos que Garay
toma el ejemplo de los estados unidos para lograr solucionar ciertas
problemáticas. Clinton decide liberar los mercados y así equilibrar la competencia;
al encontrarse liberados los mercados en américa latina, se podría crear un bloque
con Latinoamérica con el fin de contrarrestar otras potencias. De esta manera, es
necesario crear alianzas en américa latina que busquen legitimar los intereses
comunes para la región ante las potencias económicas del resto del mundo. Ahora
bien, la división ideológica de hoy día en los países latinoamericanos ha generado
desunión y discrepancias que dificultan más aun el progreso. Hago referencia a la
ALBA y el naciente grupo del pacífico, el primero compuesto por países de
tendencia socialista, y el otro orientados por el neoliberalismo.

Si bien las concepciones de Flórez y Garay son similares en algunos aspectos, la


postura de Juan Camilo Restrepo, analista económico y político de la universidad
Javeriana, es bastante positiva y optimista. Sin embargo, considera que existen
unas características que deben cumplirse para que se articule de manera
armónica la inserción a la apertura económica y al modelo neoliberal. Es necesario
entonces financiar la apertura, teniendo en cuenta que se debe invertir capital en
infraestructura para el desarrollo industrial, en vías de comunicación y medios de
comunicación para el recibimiento de las nuevas tecnologías.
Para Restrepo la apertura se convierte en una herramienta, en un medio y no en
un fin. Una herramienta que permitirá traer el progreso para la región y para el
país a través del paquete de ventajas que se propone. Paramos entonces un
momento y analizamos, ¿Qué tipo de progreso? Donde se pavimentan calles
rodeadas de miseria humana y desperdicio social, donde se sigue pensando en el
exterior y no en el interior. Donde no sabemos si es mejor pavimentar una calle o
garantizar vivienda, salud y alimentación para la comunidad. Restrepo habla sobre
el deber ser de la apertura económica y señala que esta busca el beneficio de los
consumidores; pero no estamos hablando de consumidores, sino de seres
humanos. Si la economía tuviese un comportamiento acorde a lo estipulado en la
constitución, donde hacemos parte de un estado social de derecho, tienen los
grupos más excluidos el mismo derecho a ser parte de las dinámicas económicas
de manera equitativa.

Restrepo menciona igualmente que este instrumento es multiusos. En ese sentido,


la apertura económica permitirá a la economía colombiana llegar mejor preparada
al final de la década e iniciar un siglo XX con mayor posibilidad de empleo para los
colombianos. Así como un instrumento de negociación internacional que permitirá
un proceso dinámico de comercialización y dialogar con las potencias económicas.
Al igual que hace tres siglos esas negociaciones comerciales tenían unos
intereses particulares. Siempre se buscó beneficiar a la entidad privada por
encima de los intereses del pueblo. Por ende, hoy día no vivimos, sino que
tratamos de sobrevivir en una sociedad que está embarazada de razones estériles
sobre un mejor futuro, que si bien en los noticieros y sobre el sucio papel de la
constitución se ve muy hermoso, en la praxis se observa derrumbado ante el
verdadero funcionamiento de la economía, que al igual que las instituciones
políticas, también está viciada y ha impedido concretar fines y metas que
inmiscuyan al pueblo. Así como hace veinte años del inicio de la apertura
económica, seguimos caminando sobre caminos de herradura, continuamos
caminando sobre trochas.

Katterine Escudero Bedoya

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