Sei sulla pagina 1di 240

REVISTA

ESTADO Y POLÍTICAS
PÚBLICAS
Nº 12, Año VII, mayo de 2019- septiembre de 2019
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
ISSN (versión electrónica): 2310-550X | ISSN (versión impresa): 2413-8274

FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES


SEDE ARGENTINA

TUCUMÁN 1966 C1026AAC


CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA
Revista Académica
Estado y Políticas Públicas
ISSN (versión electrónica): 2310-550X | ISSN (versión impresa): 2413-8274
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12, Año VII, mayo de 2019 - septiembre de 2019.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina.
Revista Estado y Políticas Públicas es una publicación semestral de la Fa-
cultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Sede académi-
ca Argentina abocada al análisis del Estado y de las Políticas Públicas.
La misma se publica en idioma castellano, en formato digital e impreso
durante los meses de mayo y de octubre de cada año. Se encuentra diri-
gida a la comunidad académica de las ciencias sociales latinoamericana,
profesionales y funcionarios gubernamentales de distintas áreas y niveles
de gobierno. El propósito de la revista es aportar a la labor de intercam-
bio y difusión de la producción científica, publicando artículos sujetos
a las condiciones de evaluación de pares y referato “doble ciego” y que
comprenden distintas modalidades: artículos de investigación focaliza-
dos en temáticas específicas de la Ciencia Política, de la Administración
Pública, como así también artículos que hacen hincapié en paradigmas
teóricos de las Ciencias Sociales y contribuciones que expliciten avances
de investigaciones y reseñas críticas de libros. La Revista Estado y Políticas
Públicas es financiada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias So-
ciales (FLACSO) Sede académica Argentina. La Revista Estado y Políticas
Públicas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Director Sede académica Argentina se encuentra indizada y catalogada en LA-
Mg. Luis Alberto Quevedo TINDEX con el nivel 1 (Nivel Superior de Excelencia), en la Red Ibe-
roamericana de Innovación y Conocimiento Científico (REDIB) y
en la Matriz de Información para el Análisis de Revistas (MIAR). Asi-
mismo, está incorporada en el repositorio institucional del Sistema In-
ternacional FLACSO ANDES y en el catálogo de la Biblioteca “Enzo
Faletto” de FLACSO Argentina y CLASE México. Asimismo, el Área
Estado y Políticas Públicas y la Biblioteca “Enzo Faletto” de FLACSO
Argentina, han sido los creadores de la Red Latinoamericana de Re-
vistas Académicas de Ciencias Sociales y Humanidades (LatinREV).

ISSN (versión electrónica): 2310-550X | ISSN (versión impresa): 2413-8274

CONTACTO DE LA REVISTA
Director
Dr. Daniel García Delgado Teléfono/Fax: (54) (11) 5238-9361
Correo electrónico: revistaeypp@flacso.org.ar
Dirección postal: Oficina Entrepiso, Tucumán 1966,
C1050AAN, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

CONTACTO PRINCIPAL
Cristina Ruiz del Ferrier
Teléfono: (54) (11) 5238-9361
Correo electrónico: cruiz@flacso.org.ar
Dirección postal: Oficina Entrepiso, Tucumán 1966,
C1050AAN, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Equipo Editorial
DIRECTOR

Daniel García Delgado


Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Sede académica Argentina
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-
Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.

EDITORA

Cristina Ruiz del Ferrier


Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Sede académica Argentina
Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.

COLABORADORA DE EDICIÓN

Agustina Gradin
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Sede académica
Argentina - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET).
Comité de Redacción
Julieta Campana, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) - Sede Académica Argentina - Facultad de Ciencias Económicas
Univerdad de Buenos Aires (FCE - UBA).
Alejandro Casalis, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina, Argentina.
Julieta Chinchilla, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina, Argentina.
Sergio De Piero, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Sede académica Argentina-Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Cynthia Ferrari Mango, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina – Universidad Nacional de la
Matanza (UNLaM) - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET).
Guadalupe García Delgado, Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO) Sede académica Argentina, Argentina.
Roxana Mazzola, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) sede Académica Argentina – Instituto de Investigación “Gino
Germani” de la Universidad de Buenos Aires (UBA) – CEDEP.
Luciano Nosetto, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina-Universidad de Buenos Aires
(UBA), Argentina.
Alejandra Racovschik, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina, Argentina.
Verónica Soto Pimentel, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina – Argentina - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Jorge Tirenni, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Sede académica Argentina-Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Arturo Trinelli, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Sede académica Argentina, Argentina.

Diseño y Soporte técnico


Ignacio Fernández Casas
Guadalupe García Delgado

Repositorios
Samanta Tello, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Sede académica Argentina, Argentina.
Consejo Editorial

Claudia Bernazza, Universidad Nacional de Lanús (UNLa). Facultad


Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Argentina – Argentina.
María Isabel Bertolotto, Universidad de Buenos Aires (UBA) – Argentina.
Eduardo Bustelo Graffigna, Universidad Nacional de Cuyo (UNC).
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Argentina –
Argentina.
Horacio Cao, Universidad de Buenos Aires (UBA). Instituto Ortega y
Gasset Argentina (IOG), Argentina.
Alfredo Carballeda, Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Raquel Castronovo, Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Daniel Cravacuore, Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Argentina.
Eduardo Crespo, Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), Brasil.
Claudia Danani, Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Julio De Zan, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), Argentina.
Cristina Díaz, Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Argentina.
Theotonio Dos Santos, Universidade Federal Fluminense (UFF).
Coordinador de la Cátedra y Red UNESCO – UNU de Economía Global
y Desarrollo Sustentable (REGGEN), Brasil.
Roberto Feletti, Docente de la Maestría de Políticas Públicas para un
Desarrollo con Inclusión Social de FLACSO Argentina, Argentina.
Víctor Ramiro Fernández, Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Argentina.
Mabel Hoyos, Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Argentina, Argentina.
Bernardo Kosacoff, Universidad de Buenos Aires (UBA). Universidad
Torcuato Di Tella (UTDT), Argentina.
Arturo Laguado Duca, Instituto Ortega y Gasset Argentina (IOG),
Argentina.
Carlos Leyba, Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Julio César Neffa, Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL).
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Argentina.
Nerio Neirotti, Universidad Nacional de Lanús (UNLa) – Argentina.
José Paradiso, Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF),
Argentina.
Alejandro Pelfini, Global Studies Programme – Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO) Argentina. Universidad Alberto Hurtado,
Chile.
Javier Pereira, Universidad Católica del Uruguay (UCU), Uruguay.
Luis Alberto Quevedo, Gestión y Política en Cultura y Comunicación
- Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Argentina,
Argentina.
María Cristina Reigadas, Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.
Alberto Riella, Universidad de la República, Uruguay.
Eduardo Rinesi, Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS),
Argentina.
Adriana Rofman, Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS),
Argentina.
Carlos M. Vilas, Universidad Nacional de Lanús (UNLa), Argentina.
Cristina Zurbriggen, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la
República Montevideo, Uruguay.
Sobre la Revista
Estado y Políticas Públicas
La Revista Estado y Políticas Públicas nace en el año 2013 en el
marco de las actividades académicas de posgrado que la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Sede académica
Argentina viene desarrollando de manera sistemática.
En este sentido, nos complace invitarlos a la lectura del duo-
décimo número de la Revista Estado y Políticas Públicas, que augu-
ramos se constituirá paulatinamente en un espacio que construi-
remos entre todos con miras a la difusión, a la promoción y a la
divulgación científica de los temas vinculados al rol del Estado, a
las políticas públicas y a la gestión en los distintos niveles de go-
bierno (regional, nacional, provincial, local-territorial) y desde los
más diversos enfoques, temas y problemáticas vinculados a estas
preocupaciones.
Este espacio académico-científico y de investigación recep-
ciona opiniones, argumentos, posiciones y propuestas desde las
más diversas orientaciones teóricas, ideológicas y políticas. En un
espíritu interdisciplinario y pluralista, esperamos que esta Revista
contribuya a profundizar y a difundir nuevas reflexiones desde
las más diversas latitudes sobre un cambio de paradigma en las
Ciencias Sociales.
En síntesis, desde FLACSO Argentina, nos complace pre-
sentar el duodécimo número de esta Revista académica y, en lo
sucesivo, quedan cordialmente invitados a participar en su com-
posición y en su continuidad en el tiempo.
Sumario
EDITORIAL 13
América Latina en retroceso.
Por Daniel García Delgado

DOSSIER 19
Desarrollo e Inclusión Social en América Latina en el siglo XXI.
Coordinadora: Mercedes Botto (IICSAL).
La democracia como fin y como medio de la política. 21
Por Fernando Calderón
Desigualdad y exclusión en América Latina. 31
Notas para la investigación desde una perspectiva
histórico-comparativa de ciudadanía.
Por Luciano Andrenacci
Desarrollo e integración en Latinoamérica. 55
Los desafíos de ayer y de hoy, mirados desde la experiencia
del MERCOSUR
(1991-2018)
Por Mercedes Botto
Espacio urbano y extractivismo en América Latina: 73
¿Un nuevo patrón de desarrollo o más dependencia?
El caso de la Ciudad de Buenos Aires
(2006-2018)
Por Jimena Navatta
Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales: 97
La trayectoria de la Fundación Argentina de Nanotecnología.
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado
La construcción de la ciudadanía: 123
Dinámicas de desigualdad en la experiencia escolar juvenil.
Por Pedro Núñez
ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN 147
Research Articles
“La hermanita menor”. 149
Concepciones dominantes sobre la seguridad social
no contributiva en expedientes judiciales.
Por Pilar Arcidiácono
El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018): 165
¿Qué logró como honest broker la Presidencia del Grupo en 2018?
Por Melisa Deciancio y Diana Tussie
El Estado bajo la lupa del feminismo: 179
Corriendo el velo de la ceguera y la ingenuidad.
Por Yussef Becher
Balances de la participación ciudadana en la Argentina. 191
Análisis de las trayectorias, supuestos y desafíos.
Por María Laura Pagani

RESEÑAS DE LIBROS 211


Book Reviews
Tereschuk, N. (2018). La Calesita Argentina. La repetición de los ciclos 213
políticos, de la relectura de Platón a los discursos de Macri. Buenos
Aires: Capital Intelectual.
Por Mariano Fraschini
Sautu, R. (2016). Economía, clases sociales y estilos de vida. 217
Buenos Aires: Editorial Lumiere.
Por Emiliano Francisco Patti

SOBRE LOS AUTORES 223


About the Authors

CONVOCATORIA: NÚMERO XIII 227


Call for contributions
Tema del Dossier: Agendas de Políticas Educativas en América Latina.
Coordinadoras: Dora Niedzwiecki y Perla Zelmanovich.
Fecha límite: 01 de junio de 2019.

NORMAS DE PUBLICACIÓN 235


Author Guidelines
Editorial

América Latina en retroceso

“Cuando la estrategia para arreglar los problemas que presenta la econo-


mía no es ni regular el mercado ni un plan de desarrollo, sino simple-
mente distribuir peor para enfriar la economía, el aumento de la pobre-
za no es un ‘daño colateral’, es el objetivo buscado por el Gobierno”.
Lucía Cirmi Obón.
CIEPP

Los países de América Latina, a pesar de sus trobras, en el Brasil, entre otras). Este segundo
marcadas diferencias sociales, políticas, eco- consenso está llevando a ‘democracias contro-
nómicas, atraviesan actualmente un tiempo ladas’ en la región que son una variedad local
complejo y de retroceso. Los gobiernos neo- de la posdemocracia que invade el mundo en
liberales que se han enseñoreado en la región la última década. En esta tipología del control,
a través de la captura del Estado por parte de interviene un plan regional que promueve el
las elites, han tendido a la desestructuración Law-fare, para erosionar el Estado de derecho
de los aparatos productivos, a la desigualdad y judicializar a los adversarios políticos. Las
y a la transferencia de los ingresos de los tra- fake news como forma de “informar”, de ge-
bajadores, jubilados y sectores medios a los ri- nerar sentido en la población e influir en sus
cos. Asimismo, se manifiesta con el retroceso comportamientos electorales sin importar la
institucional que registra el MERCOSUR, la mayor o menor veracidad de lo que se comu-
UNASUR y su pasaje de esta última al PRO- nica. La promoción de sistemas de partidos
SUR –que también podría denominarse en políticos con “oposición simulada”, es decir,
términos más precisos “PRONORTE”– dada que comparten el núcleo central de la agenda
la fuerte proclividad de los presidentes que lo neoliberal y que solamente ofrecen matices de
instituyen a subordinarse a las políticas del diferenciación, mientras que las oposiciones
nuevo Consenso de Washington. Este último, reales son fragmentadas o perseguidas como
sin explicitaciones, más político y fáctico que ‘populistas’. Por último, la introducción de
el primero, pero que en los hechos desplaza la soportes tecnológicos G.4, como Big Data,
búsqueda de un desarrollo autónomo por po- algoritmos, trolls, combinados con focus-grups
líticas que conducen a la apertura comercial, a tienden a construir subjetividad en la pobla-
la financierización de la economía, al endeu- ción, a generar conflictos, intolerancias y di-
damiento, al debilitamiento de los sistemas visiones en fusión de la agenda de los gobier-
científicos y tecnológicos, al vaciamiento y/o nos de derecha. Finalmente, en su inserción al
privatización de empresas públicas estratégicas mundo, se insta a los gobiernos de la región a
(AA, INVAP, en la Argentina; Embraer, Pre- proponer el aislamiento y aún la intervención
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 13-17

13
Daniel García Delgado “América Latina en retroceso.”

militar a Venezuela, rompiendo así no sólo real a la especulativa, de la industrialización a


con la posibilidad política y de negociación la primarización, del empleo y mejora de los
del conflicto, sino también con la solidaridad salarios del mercado interno, a la precariza-
regional, el principio de no injerencia y con el ción, flexibilización y baja del costo salarial.
derecho público internacional. Así, el desafío que enfrenta hoy la región no
En esta etapa de claro retroceso de los in- es sólo material (¿cómo mejorar los índices
dicadores económicos, productivos y sociales, económicos?), sino ante todo político-cultural
se señalan los intentos de los países latinoame- contra el proyecto neoliberal en curso.
ricanos de reconducir el rumbo hacia el mero Por último, varias han sido las tradiciones
crecimiento junto al silenciamiento y hasta el académicas que en el siglo XX han bregado
olvido del desarrollo y de la problemática de la por justificar los cambios sociales, políticos y
equidad y de la desigualdad, desplazados por culturales para alcanzar el camino del desa-
el de la modernización. Por lo tanto, en pri- rrollo: el estructuralismo latinoamericano de
mer lugar, en este número de la Revista Estado cuño cepaliano, la teoría de la dependencia, la
y Políticas Públicas proponemos advertir so- recuperación de la democracia, el neodesarro-
bre esta mutación y recordar la relevancia que llismo heterodoxo, entre otras. Sin embargo,
tuvo y que tiene la problemática del desarrollo en la actualidad, en el horizonte ideológico del
en democracia y en la lucha contra las des- neoliberalismo tardío ya no se debate cómo
igualdades en la política y en el pensamiento alcanzar el desarrollo, sino que sólo se habla
latinoamericano. de ajuste. No obstante, aunque se pretenda y
En segundo lugar, quisiéremos señalar se intente por diversos mecanismos, América
que la región se ha convertido en los últimos Latina no puede olvidar el objetivo de un de-
años en un campo de disputa del intento de sarrollo inclusivo ni borrar el camino recorri-
los Estados Unidos por recuperar su hegemo- do en cuanto a la defensa de la democracia, de
nía frente a China y al sur global, que la hace los derechos humanos y de la lucha contra las
adoptar a esta potencia una política agresiva, desigualdades.
de injerencias internacionales y con presencia Al mismo tiempo, junto con estos mar-
en la región con bases militares. Donde se pro- cados retrocesos, comienzan a surgir posibles
mueve la privatización y la desnacionalización oportunidades tanto en el plano global como
de empresas públicas significativas en el Brasil, regional y también resistencias políticas y de
la vuelta al Fondo Monetario Internacional la sociedad civil. En primer lugar, la disputa
(FMI) y al endeudamiento en la Argentina y entre los Estados Unidos y China por la he-
en el Ecuador, el fin de los acuerdos de paz en gemonía mundial constituye un desafío para
Colombia y la injerencia política en algunos la estrategia de dominación del primero sobre
países de Centroamérica. la región. Más aún, en un momento donde se
En tercer lugar, señalamos que la mayo- hace evidente que la estrategia de los Estados
ría de los países de Sudamérica se encuentran Unidos y de sus aliados no viene acompañada
frente a un desafío común para superar de for- de una propuesta de financiamiento de pro-
ma democrática la crisis económica y política yectos de desarrollo o inversión productiva de
que los afectan mediante nuevas coaliciones empresas estadounidenses en la región –como
mayoritarias en favor de ‘otro rumbo es posi- fuera en la década de 1990–, sino por el con-
ble’. De promover otro camino alternativo al trario, controlar los recursos naturales hacia
neoliberal que se asegura como ‘único posible’ el extractivismo total, adquirir las grandes
para sostener un tránsito del enfoque del desa- empresas de la región y bloquear los acuerdos
rrollo al de la modernización; de la economía comerciales y de financiamiento que ofrece

14
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 13-17

China a través de su Banco de desarrollo y de actores e instituciones que han bregado por el
países vinculados al sur global. desarrollo sustentable e inclusivo.
En segundo lugar, el estilo de negociación
maximalista y rupturista de Donald Trump, ***
contrario al multilateralismo progresivo (reti-
rarse del Acuerdo por el Cambio Climático, Este dossier, en primer lugar, se inicia con el
del Acuerdo Nuclear con Irán, la desestabili- trabajo de resignificación desde una mirada
zación de Oriente Medio, la guerra comercial crítica de la relación entre política y demo-
y tecnológica con China, entre otros) hacen cracia que propone Fernando Calderón. Ras-
de este un actor impredecible para el sistema treando las respectivas definiciones, las mis-
internacional. mas se ponen en diálogo en clave del conflicto
En tercer lugar, el nuevo gobierno de Ló- y deliberación a partir de fuentes clásicas que
pez Obrador en México, junto a la debilidad por su actualidad siguen interpelando las ta-
de algunos liderazgos de derecha en la región – reas de nuestras sociedades en el presente. Asi-
en particular el de la Argentina, pero también mismo, se ofrece una interpretación de la pers-
las resistencias que despierta el Presidente Jair pectiva comparativa latinoamericana desde la
Bolsonaro en Brasil– abren una posibilidad de cual incidir en la coyuntura actual destacando
ciclo corto neoliberal de rápida erosión de los la necesidad de continuidad histórica y el re-
liderazgos de derecha en la región. conocimiento de la heterogeneidad socio-cul-
En cuarto lugar, la emergencia de los mo- tural. A partir de los referentes insoslayables
vimientos sociales de resistencia de algunos que supieron pensar el vínculo entre política,
países de América Latina, junto a otros mo- Estado y sociedad, se ofrece un peculiar ejerci-
vimientos sociales de protesta en los países de- cio de intertextualidad que pone en relieve los
sarrollados (por caso, los ‘chalecos amarillos’ principales aportes conceptuales sobre política
en Francia), hacen a una invisible conexión de y democracia.
la lucha del 99% de la población del mundo En segundo lugar, Luciano Andrenacci
contra el 1% que concentra la riqueza mun- presenta los abordajes teóricos, los supuestos
dial. Y el conflicto entre el bloque del sur glo- y las hipótesis de una investigación propia que
bal multipolar en favor del desarrollo, la nego- tiene como objetivo interpretar las desigualda-
ciación entre los pueblos y en favor de la paz des de América Latina desde un enfoque de
y el medio ambiente, frente a un bloque del ciudadanía y sobre la base de las perspectivas
norte reactivo, que promueve la unipolaridad, histórica y comparativa. En ese marco, se ofre-
el extractivismo, las intervenciones militares y ce un análisis pormenorizado del enfoque de
sanciones frente a todo país que no acate sus ciudadanía. Luego, se pasa revista de las ideas
orientaciones. generales disponibles sobre los Estados terri-
Por todas estas razones, es nuestro propó- toriales latinoamericanos respecto de las ten-
sito en el dossier de este número de la Revis- siones socioculturales, sociopolíticas y socioe-
ta Estado y Políticas Públicas no resignarnos conómicas inherentes al estatus de ciudadanía
a olvidar el desarrollo, la problemática de las en los Estados territoriales contemporáneos. A
desigualdades ni la democracia en la agenda partir de ello es que se identifican los meca-
regional en América Latina. Para ello, se han nismos esenciales de la inclusión problemática
convocado a especialistas en esta temática que y la alta desigualdad relativa. De este modo,
nos ofrecerán valiosos análisis e interpretacio- se propone una doble estrategia (histórica y
nes sobre las tradiciones, aristas, dimensiones, comparativa) para contribuir al estudio com-

15
Daniel García Delgado “América Latina en retroceso.”

binado de estos problemas desde el enfoque de analizan las sucesivas reformulaciones de las
la ciudadanía. políticas de nanotecnología y las capacidades
En tercer lugar, Mercedes Botto, se propo- organizacionales e institucionales de gestión
ne analizar los dilemas por los que ha venido de la tecnología. Se evalúan los impactos de
atravesando la construcción regional en Amé- estas iniciativas sobre el sector productivo, se
rica Latina desde la década de los ´60 hasta interpretan las sucesivas políticas implementa-
la actualidad. En ese sentido, la experiencia das hasta la fecha tal como impactaron en la
del MERCOSUR constituye un contrapunto difusión de la nanotecnología a nivel cultural
entre la teoría y la praxis ya que lleva más de y en la producción de un conjunto heterogé-
veinticinco años de vida. En ese transcurrir, el neo de casos testigo a nivel empresarial.
MERCOSUR ha oscilado entre dos paradig- En quinto lugar, Jimena Navatta analiza el
mas de integración regional latinoamericana: concepto de extractivismo urbano a partir de
el de integración cerrada y construcción de la proveniencia de una larga tradición teórico-
encadenamientos productivos regionales y el académica y de luchas sociales vinculadas a los
de integración abierta e inclusión a encadena- procesos de extracción de recursos naturales.
mientos globales. En ambos casos, el MER- Los emprendimientos de gran escala como la
COSUR no ha podido alcanzar aún el con- megaminería a cielo abierto, la explotación
senso necesario sobre el modelo de desarrollo hidrocarburífera y los agronegocios basados
a encarar en el largo plazo. En la actualidad, en los transgénicos, entre otros, también son
el “giro a la derecha” que vive gran parte de analizados. La investigadora parte de la afir-
la región y los gobiernos liberales de muchos mación que, en los últimos años, vinculado
de nuestros países coinciden en la necesidad con el concepto de urbanismo neoliberal,
de reducir al MERCOSUR a una zona de li- se ha comenzado a estudiar el extractivismo
bre comercio, en detrimento de un modelo de desde el espacio urbano y su conformación.
integración productiva que busque potenciar Por lo tanto, se ofrece una interpretación que
las oportunidades de trabajo y bienestar de sus vincula el concepto tradicional de extractivis-
sociedades. De este modo, se analizan las con- mo con los fenómenos urbanos que se desa-
secuencias y las implicancias de este cambio de rrollan en la Ciudad de Buenos Aires en el
visión respecto del bloque regional. periodo comprendido entre los años 2006 y
En cuarto lugar, Sofya Surtayeva y Die- 2018 y la explotación del recurso natural por
go Hurtado analizan el problema del cambio excelencia que la compone: el suelo urbano.
tecnológico. En ese sentido, afirman que las A la vez, se ofrece un análisis de la relación
políticas necesarias para impulsarlo es una del Estado y el capital privado para dar cuenta
debilidad persistente en América Latina, con- cómo este último se configura como un factor
juntamente con las políticas más recientes determinante para la elaboración de políticas
de desmonte tecnológico promovido por los públicas de desarrollo urbano y para la imple-
gobiernos neoliberales, y por qué generar las mentación de un modelo de características ex-
condiciones para que la nanotecnología pueda tractivistas en la Ciudad de Buenos Aires. En
mejorar el desempeño del sector productivo se este sentido, se pasa al extractivismo, donde
presenta como un complejo desafío para los las multinacionales tienen todas las posibilida-
países de la región. En ese sentido, se analiza la des de extraer recursos sin regulación social,
trayectoria de la nanotecnología en la Argenti- ambiental alguna, sin generar cadenas de valor
na en el período 2003-2018, incluyendo como y llevarse todo a granel.
estudio de caso el desempeño de la Fundación Finalmente, en sexto lugar, Pedro Núñez
Argentina de Nanotecnología. Por lo tanto, se analiza las dinámicas que adquiere la desigual-

16
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 13-17

dad en las experiencias escolares juveniles en sier no hubiese sido posible sin la coordinación
la escuela secundaria, prestando atención a las de la Dra. Mercedes Botto. Agradecemos muy
formas de construcción de la ciudadanía. La especialmente el excelente trabajo que ha rea-
hipótesis central afirma que las experiencias de lizado en convocar a los y a las autoras quienes
ciudadanía resultan dispares de acuerdo a las generosamente han aceptado la invitación de
tradiciones institucionales y el tipo de propues- ayudarnos a comprender mejor los distintos
ta escolar. Para dar cuenta de ello, se presenta temas sobre el desarrollo y la inclusión social
una tipología de las comunidades educativas, en América Latina en el siglo XXI que en di-
como expresión de distintos estilos institucio- cho dossier se analizan exhaustivamente. Por
nales que cuentan con soportes institucionales lo tanto, también agradecemos sinceramen-
dispares. En ese sentido, se ofrece una inter- te a los investigadores Luciano Andrenacci,
pretación de la participación de los jóvenes en Fernando Calderón, Diego Hurtado, Jimena
protestas a fin de examinar la incidencia de Navatta, Pedro Núñez y Sofya Surtayeva, por
los marcos institucionales en las posibilidades brindarnos sus aportes sustantivos sobre esta
de movilizar recursos para la participación. Se temática. Asimismo, agradecemos a los inves-
brinda una tipología de comunidades educati- tigadores Pilar Arcidiácono, Yussef Becher,
vas, contemplando las formas de selección de Melisa Deciancio, María Laura Pagani y Dia-
la matrícula, el tipo de propuesta, las represen- na Tussie por sus contribuciones sobre distin-
taciones sobre los jóvenes, los vínculos inter- tos temas clave que se presentan en la sección
generacionales y aspectos normativos como la de Artículos de investigación. Y a Mariano
presencia de instancias de participación y las Fraschini y a Emiliano Francisco Patti por sus
formas de regulación. Asimismo, se analiza la respectivas e interesantes reseñas de libro.
participación en marchas y protestas y de las
cuestiones por las cuales los estudiantes más
se movilizan. Para ello, se consideraron nueve Daniel García Delgado
escuelas secundarias de tres centros urbanos: Buenos Aires, abril de 2019
Ciudad de Buenos Aires, tres localidades de la
Provincia de Buenos Aires (La Plata y More-
no) y Comodoro Rivadavia (Chubut). Estos
estudios permiten señalar una relación direc-
tamente proporcional entre mayores grados de
institucionalidad y la presencia en marchas y
protestas en el espacio público, como así tam-
bién evidenciar qué cuestiones interpelan más
al colectivo estudiantil.

***

Sin lugar a dudas, el dossier que presentamos


en este número es relevante tanto por el pro-
blema general del retroceso que se experi-
menta actualmente en relación a los primeros
quince años del milenio, así como por los sig-
nos de oportunidad e insumisión regionales y
globales a la dominación neoliberal. Este dos-

17
DOSSIER:

Desarrollo e Inclusión Social en


América Latina en el siglo XXI.

Coordinadora: Mercedes Botto (IICSAL).


La democracia como fin y como medio de la política1

Democracy as an end and as a means of politics

A Norbert Lechner

Por Fernando Calderón*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 05 de abril de 2019.

RESUMEN varios autores clásicos que definen lo político,


Se aspira sintetizar una mirada crítica sobre de Nicolás Maquiavelo a Antonio Gramsci, o
la política y la democracia que sea pertinente de Alan Touraine a Pierre Bourdieu y muy es-
para una necesaria renovación del pensamien- pecialmente un diálogo con Norbert Lechner.
to sociológico político en la región. La política Palabras clave: Política Deliberativa, Con-
es definida como una construcción compar- flicto, Diálogo con clásicos, Politicidad.
tida que presupone conflicto, deliberación y
ABSTRACT
democracia y que no se limita a lo estatal, pero
tiene dos vetas de salida opuestas: el pacto y Politics is defined as a shared construction that
la violencia. Con una perspectiva compara- presuppose conflict, deliberation and democ-
tiva latinoamericana, se busca reconstituir la racy and it’s not limited to the State power,
necesidad de la idea de una continuidad his- however it has two opposite options: reach an
tórica y el reconocimiento de la heterogenei- agreement or violence. With a latin-american
dad socio-cultural como base para una nueva comparative perspective, the current situation
politicidad. El ensayo incluye un diálogo con need build the idea of “historical continuity”

* Doctor por la École des Hautes Études de París, Francia. Ha sido Titular de la Cátedra Simón
Bolívar de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge. Asimismo, es Profesor y
Director del Pro grama sobre innovación, desarrollo y multiculturalismo en la Universidad Na-
cional de San Martín, Buenos Aires. Ha sido profesor de las universidades de Chile y Católica en
Valparaíso; San Andrés en La Paz y San Simón en Cochabamba; de la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales; de las universidades de Chicago, Texas-Austin, Cornell y California-Berkeley.
Conferencista y Profesor invitado en varias universidades de América Latina y diversas partes del
mundo. Correo electrónico: naniascalderon@gmail.com
1 Este artículo fue publicado en Sociedades en movimiento (2010). Editorial PLURAL/CESU-UM-
SS. Presentamos aquí una versión parcialmente diferente a la antes mencionada.

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 21-30

21
Fernando Calderón “La democracia como fin y como medio de la política”

and the acknowledgment of a socio-cultural Quizás valga la pena preguntarse: ¿cómo


heterogeneity as a base to a new political op- se construye históricamente una relación polí-
tion. The essays are also part of a dialogue be- tica de poder? En las llamadas sociedades de-
tween authors that defines politics, from Nico- pendientes el poder se identificaba con aquel
las Maquiavelo to Antonio Gramsci, or from ejercido por el Estado-nación y/o con el que
Alan Touraine to Pierre Bourdieu, and particu- venía del exterior, de origen colonial y propio
larly a discussion with Norbert Lechner. de las economías centrales monopólicas, frente
Keywords: Politics, Deliberation, Conflicts, al cual las sociedades nacionales buscaban au-
Dialogue with classics, Policity. tonomía. El poderoso ocupaba una posición
concreta en la relación social: era el hacenda-
do, la empresa extranjera productora de ma-
Introducción: La capacidad terias primas, la oligarquía política. Hoy, los
de acción política cambios generados por la modernización del
La política es el conjunto de acciones vincu- capital asociados con la revolución tecnológica
ladas al conflicto y a la formación del orden y y la consecuente mundialización de la econo-
la autoridad que depende de la capacidad de mía y la cultura, hacen que el poder se vuelva
actores autónomos para plantear opciones y, más abstracto y se diversifique en múltiples
a veces, llegar a acuerdos y lograr consensos esferas cada vez más especializadas. Como dice
públicos en torno al desarrollo de sus socie- Alain Touraine (1995: 36): “El poder está en
dades. Ella está asociada a relaciones sociales todas partes y en ninguna: en la producción
históricas que imprimen una cierta lógica de en serie, en los flujos financieros, en los modos
poder. La cuestión es cómo los distintos acto- de vida, en el hospital, en la escuela, en la te-
res incrementan sus capacidades políticas para levisión, en las imágenes, en los mensajes, en
participar en el sistema de toma de decisiones, las tecnologías.”
que es un sistema de poder. El régimen demo- Las tesis de Michel Foucault sobre la frag-
crático es el único en el cual los actores, desde mentación del poder y su refracción en la po-
sus visiones y proyectos particulares, pueden lítica (1979) son más actuales que nunca. Él
construir opciones, construir acuerdos, calcu- se preguntaba por una especie de atomicidad
lar acciones y tomar decisiones respecto del del poder que lo extendía a todos los ámbitos
poder político. de la vida social y cultural. Intentó compren-
En la sociedad moderna, la acción política derlo desde su dispersión; por eso estudió su
está vinculada al poder político institucional, manifestación latente en los márgenes, por
bajo una suerte de correspondencia entre la ejemplo, en los manicomios y en las cárce-
lógica del actor político y el sistema de relacio- les, donde encontró una síntesis refractada
nes sociales. Pero ¿qué es el poder político? Por del funcionamiento del poder en la sociedad.
lo general, es entendido como la capacidad de Esta noción de poder puede vincularse a aque-
mando de unos actores sobre otros, y requiere lla que reconoce sus orígenes no en factores
la posesión de ciertos medios y reglas para ejer- externos a la sociedad, sino en la propia vida
cerlo. Hoy, una pregunta central de la política cotidiana y revaloriza la idea del poder como
es qué medios se usan y cómo los actores se ex natura (aquel que se da, por ejemplo, en
vinculan con esos medios para lograr determi- una relación de contrato familiar) y como ex
nados resultados sistémicos. El poder político contrato (aquel que se da en una empresa, en
supone un juego relacional entre diversos ac- la sociedad civil y en los ámbitos donde es
tores con intereses particulares. posible generar consenso entre distintos). En
esta concepción, la relación histórica entre lo

22
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 21-30

público y lo privado es clave para entender la cual el aparato administrativo monopoliza de


política y sus posibilidades. manera legítima la coerción física en función
Sin embargo, al menos en nuestras socie- de leyes y ordenamientos. Para Max Weber la
dades, este poder abstracto y disperso adquiere fuerza física es el “hilo conductor” del sistema
sentido “alimentándose” de los fantasmas del político; en ella reconoce una particular cuali-
pasado y se expresa concretamente imponien- dad respecto a su coherencia como sistema y
do límites a la soberanía del Estado-nación y la forma en que se ejerza el monopolio de la
desestabilizando las nociones de autoridad y violencia marcará la cualidad del Estado. Por
orden. lo tanto, resulta fundamental analizar cómo se
Aunque, como se aprendió de Antonio construye ese monopolio de la violencia y a
Gramsci (1975), el poder político no se refie- partir de qué cultura política se la ejerce. Así,
re sólo al uso de la fuerza, implica la posibili- el sistema político, como sistema de toma de
dad de recurrir a ella para ejercerla sobre los decisiones, se refiere a las interacciones que
grupos que actúan en determinado contexto afectan el uso de la amenaza y de la coerción
histórico-social para imponer un orden. El uso física legítima, lo que está directamente aso-
de la fuerza y la coacción física no son ajenos al ciado con las culturas políticas prevalecientes
proceso de constitución del Estado de derecho al momento de institucionalizar o reinstitu-
ni lo serán respecto de los nuevos poderes in- cionalizar el Estado de derecho. Y es preciso
formacionales. Como señalan los autores clá- tener en cuenta que las formas actuales de legi-
sicos de la ciencia política, los distintos grupos timidad del Estado se vinculan con las formas
e individuos en algún momento se rehúsan a pretéritas de su institucionalización originaria,
resolver sus problemas a través de la violencia es decir, con los momentos de instauración
y apelan a una institución que los contenga y de las repúblicas. En América Latina la ins-
en la que delegan el uso de la violencia: el Es- titucionalización originaria fue accidentada
tado que, en adelante, será la única institución y limitada y tuvo varias vías: fue resultado de
autorizada para ejercer incluso coerción física negociación entre potencias y naciones emer-
sobre los mismos individuos que le confirie- gentes y también de luchas independentistas
ron ese derecho. Aquí radica la legitimidad del que no lograron construir repúblicas libera-
Estado-nación moderno que hoy está en crisis les autónomas; hubo formas muy adelanta-
junto con la política. En América Latina, la das con respecto al resto de la región (Haití)
escasa autonomía de los Estados nacionales y otras atrasadas (Brasil o Panamá), pero en
le imprimió una débil legitimidad e hizo que todos los casos (con la relativa excepción de
fuera recurrente el ejercicio de la fuerza para Chile, Costa Rica y Uruguay) la conformación
resolver conflictos, con el consiguiente saldo del Estado-nación fue muy débil.
de Estados autoritarios. Existe también otra visión más amplia so-
El poder político se manifiesta fundamen- bre el poder político, aquella que, como sos-
talmente a través del poder estatal, aunque es tiene Norberto Bobbio (1985), lo diferencia
importante subrayar que poder político y Es- de otras formas de poder por su carácter exclu-
tado no son lo mismo. Justamente un error de sivo, universal e inclusivo. Exclusivo, porque
la política latinoamericana fue identificarlos, sólo quienes detentan el poder físico pueden
fenómeno por lo demás comprensible dado el tenerlo; universal, por la capacidad de quienes
exacerbado localismo, prebendalismo y caudi- detentan el poder político de tomar decisiones
llismo en la praxis política regional. El Estado legítimas y prácticas para toda la colectividad
es, como decía Max Weber (1974), una em- respecto a la disminución y al destino de los
presa institucional de carácter político en la recursos; inclusivo, por la posibilidad de quie-

23
Fernando Calderón “La democracia como fin y como medio de la política”

nes detentan el poder político de intervenir instauró. Tal es el juego de valores y de man-
imperativamente en todas las esferas, usando datos “paternales” que expresan una ambigüe-
los instrumentos jurídicos. Esto no significa dad fundacional y también una política muy
que el poder político no tenga límites. Ellos ilustrada. El pensamiento político republicano
varían de una forma política a otra: los lími- no es ajeno a la versión política jesuítica, ni a
tes bajo una lógica de dominación carismática la tradición jacobina, ni al pensamiento rous-
difieren de los que se dan en una lógica de do- seauniano. Es una extraña combinación de re-
minación institucional. alpolitik, vanguardismo jacobino y apelación a
Según lo dicho hasta aquí, ¿qué es la polí- la movilización constante de las masas. No se
tica y cuál es su fin? Esta pregunta no es ajena trata de hacer una historia de esto, pero sí de
a aquella sobre lo que uno quiere hacer con la enfatizar que cuando se habla de los fines de
política y cuáles son las formas de articulación la política se tiene que tomar en cuenta que
entre los fines y los medios políticos, lo que ellos están predeterminados por la historia po-
implica entrar en un tema muy controvertido lítica, al tiempo que se reconoce la capacidad
que no tiene una respuesta universal: el de la de acción y creación abierta de la política. Es
ética en la política. En este sentido, uno siem- decir, no hay predeterminación absoluta de la
pre se pregunta si un acto político o un mensa- historia ni libertad total en la construcción de
je ético-político es o no genuino, o si más bien cualquier opción política.
es sólo un pretexto para acumular fuerzas, De hecho, si nos preguntamos qué es la ac-
para acumular poder de acción. Como sostie- ción política, de dónde surge, a qué responde
ne un dicho de la cultura política mexicana y cuáles son sus posibilidades de transforma-
de la época de la revolución muy válido para ción, bien podríamos afirmar que es el resul-
graficar esto, pues muestra esa capacidad de tado del encuentro entre disposiciones subje-
construcción política mediante una noción de tivas construidas a partir de la historia de vida
acumulación de fuerzas: “En política quien no de los sujetos y la oferta político-ideológica
sabe sumar no sabe dividir”. objetiva que se les ofrece en un contexto dado.
Esto lleva a preguntarse sobre cómo fue Tener una u otra opción política y actuar en
la instauración del orden político en nuestros consecuencia sería el resultado de una corres-
países. ¿Qué valores lo alimentaron y cómo pondencia entre dos estados de lo social: las
se contrastaron esos valores que fundaron la disposiciones subjetivas de los individuos y los
República con la experiencia histórica? Vale la grupos y las estructuras sociales objetivas del
pena recordar las reflexiones de Bolívar mori- contexto donde ellos se desenvuelven. La pro-
bundo sobre el destino de las repúblicas libe- ducción y la reproducción, la innovación y la
radas: “No se pueden autogobernar”, dice en repetición en la acción política, como dice Pie-
Santa Marta, y agrega: “He arado en el mar”. rre Bourdieu (1994), estarán entonces enmar-
El ejemplo del caso boliviano es paradigmáti- cadas en esta tensión como telón de fondo.
co. Me parece interesante, en este sentido, el Ahora bien, ¿cómo se funda un orden
mandato de la institución de un orden posible compartido si entendemos que la idea de
en Bolivia, que se puede apreciar en el Palacio “verdad absoluta” está reñida con la noción
de Gobierno de Sucre en la frase “La unión es de política democrática? Ciertamente hay res-
la fuerza”. Si se contrasta esta idea con la ex- puestas. No se intentará inventar ni mucho
periencia conflictiva en la construcción del or- menos explicar plenamente cómo se construye
den político, probablemente se dé más razón a un orden, ni tampoco avalar una visión deci-
la “maldición” bolivariana, por cierto, una vi- sionista cercana a la construcción elitista de la
sión muy fatalista, que al mandato que Bolívar política o detenerse en la crítica a una noción

24
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 21-30

procedimental de la política que la reduce argumentación moral de la política sería falsa


sólo al plano institucional. Se insiste aquí en porque sus fines éticos en realidad ocultarían
una visión de la política como construcción la ambición de poder que supone; desde esta
pública compartida. Si se considera la políti- perspectiva, la única política posible es sólo la
ca como una mera actividad instrumental, es que implique una pugna por el monopolio de
decir, sólo en términos de realismo político, la violencia. Esta idea supone potenciar al Es-
la gobernabilidad sería solamente el manejo tado sobre la sociedad, o a un Estado respecto
gerencial de procedimientos, el dominio de de otros. Pero una cosa es la política que po-
la técnica para resolver problemas y acumular tencia al Estado y otra es la política que bus-
poder. Esta idea es cercana a la teoría conspira- ca, a través de una ética de responsabilidades,
tiva de la política. Los latinoamericanos sabe- fines deseables para todos. En este ámbito, el
mos muy bien que la política tiene una parte Estado moderno debe ser considerado en rela-
conspirativa, pero reducirla a la conspiración ción con el sistema político y con la sociedad
puede llevar a negarla. En este sentido, es fun- como un espacio de comunicación, control y
damental cómo aparecen al público la acción cambio. Hoy, por los cambios en la ciencia, la
y el resultado políticos, pues de las represen- tecnología y la economía, la política ya no jue-
taciones de la política, y de la percepción que ga un rol central en la construcción del orden.
la sociedad tenga de ellas, depende la realidad Esto le plantea un gran reto.
de la política.
Pero, por otro lado, hay que cuidarse de La democracia y los
la falta de realismo en esta cultura pues ella límites autoritarios
implica ineficiencia, ya que la política es un Esta visión de la política como construcción
cálculo de medios y fines. El realismo puede pública compartida supone deliberación y
ser totalmente oportunista, cuando adapta los democracia. ¿Cómo sería la construcción polí-
medios a los fines, como en el caso de algunas tica de la democracia, entendiendo que lo es-
élites conservadoras que se hacen las neolibe- pecífico de las democracias es la participación,
rales, que usan y abusan de las ideologías del mediante mecanismos de representación, de
mercado para seguir siendo conservadores; o los miembros de la comunidad política en las
puede ser estrategista, cuando justifica el uso instituciones democráticas? Si la política se
de todos los medios para el logro de un fin refiere, en su mínima expresión, a la construc-
absoluto, como en el caso de acciones terroris- ción de un orden, la política democrática ne-
tas o de visiones políticas integristas. Ambos cesariamente tiene que referirse a la construc-
realismos son autoritarios. Conviene entonces ción de un orden institucional que sea plural,
preguntarse con Lechner (1982), por la posi- conflictivo y abierto. Plural, porque reconoce
bilidad de “otro” realismo en política. que actores distintos hacen política; conflicti-
El fin de la política, en el sentido mínimo vo, porque esos actores tienen orientaciones e
de expresión, es la construcción conflictiva del intereses diversos que entran en el juego polí-
orden, independientemente de su orientación tico de oposición y reconocimiento; abierto,
social o cultural. Y el orden, en su nivel mí- porque toda institución política está sometida
nimo, supone el monopolio de la coacción a la lógica de la incertidumbre del juego de-
necesaria para poder instaurarse y mantener- mocrático y de los resultados electorales. Esto
se. Sin embargo, la política no es solamente y la falta de un fin predeterminado, pues no se
la construcción del orden, es también un acto llega a un Estado democrático final preconce-
épico pasional. No obstante, desde una visión bido y cerrado, hace que la política democrá-
realista al estilo de Nicolás Maquiavelo, una tica sea por definición incierta. La democracia
25
Fernando Calderón “La democracia como fin y como medio de la política”

es, como sostiene Claude Lefort (1981), un ré- José Aricó (1982), influyó en el pensamiento
gimen que se va construyendo y redefiniendo nacional-popular en América Latina.
constantemente. Es una invención cotidiana. En el último tiempo, se han revaloriza-
La democracia se refiere a una forma de do principios democráticos en sociedades no
gobierno y de Estado. Para Norberto Bobbio occidentales y esto me parece crucial para los
(1994) es un método o un conjunto de reglas países multiculturales como los latinoame-
procesales para la constitución del gobierno y ricanos. Amartya Sen (1999) ha mostrado
para la formación de decisiones políticas con cómo estos principios no son patrimonio de
carácter vinculante para toda la comunidad. ninguna cultura particular y se encuentran en
Aunque resulte paradójico, la democracia ha distintas experiencias históricas en diversos
sido compatible con diferentes doctrinas y contextos y, particularmente, en la denomina-
teorías con contenidos antidemocráticos por- da cultura occidental. La cultura asiática, por
que siempre asumió un significado procesal y ejemplo, fue criticada por tener formas auto-
no sustancial. Esto aun cuando la aceptación ritarias; Sen reflexiona sobre si los valores de
de ciertas reglas y no otras presupone una esa región realmente se oponen a los derechos
orientación favorable a algunos valores aso- políticos básicos y afirma que las religiones
ciados con ideales democráticos, como por con fuerte influencia en Asia, como el budis-
ejemplo la solución pacífica de los conflictos mo, el sintoísmo, el confucianismo, tienen en
sociales, la eliminación de la violencia institu- su seno valores democráticos como, por ejem-
cional, el respeto por los derechos humanos, plo, el de libertad personal (sólo con personas
la tolerancia y el derecho a la diferencia. Pero libres se puede tener una sociedad justa), el
estas reglas, intrínsecamente democráticas, se de igualdad en la libertad (todos deben preo-
relacionan con los modos en que se debe lle- cuparse porque la libertad no sea sólo de uno
gar a una decisión y no con los contenidos de sino también de los otros), el de la tolerancia
la decisión. No obstante, dichas reglas no se (hacia creencias y acciones de gente diferente
ponen en práctica completamente y por eso de uno), el de la igualdad en la tolerancia (ella
lo correcto es hablar de regímenes más o me- debe ser con y para todos). Estos valores fun-
nos democráticos. En este sentido, la demo- dantes de las religiones asiáticas lo son tam-
cracia tiene un carácter prescriptivo que no se bién de la democracia moderna occidental.
agota en las reglas, pero ellas constituyen una Otras regiones del mundo comparten va-
condición previa. Así, el orden democrático lores relativos a los derechos humanos y a la
supone una cultura de reconocimiento de los democracia. Si se leen en quechua las Metas
procedimientos institucionales de la política. del Milenio y se entiende que la pobreza es
Sin embargo, en nuestros países la política recreación del lazo social y no improductivi-
realmente existente se ha basado en la relación dad, queda claro que las metas tendrían que
“amigo-enemigo”, negando muchas veces este centrarse en las ideas de solidaridad y corres-
aspecto central que define a la democracia. ponsabilidad. En el caso de la cultura ayma-
Ello también ha ocurrido en las llamadas so- ra, el ayni, como mecanismo de solidaridad
ciedades “avanzadas”. Carl Schmitt, uno de los que incluye la idea de compartir con todos
teóricos más importantes de la ciencia política los miembros de la comunidad, fortalece una
contemporánea, identificó dicha relación con visión de ciudadanía; asimismo, el principio
la guerra en su obra El concepto de lo político de rotación de autoridad, por el cual todos los
(2000). Asimismo, Clausewitz, el teórico de la miembros deben asumir el rol de dirección
guerra, inspiró a Lenin en su visión militarista alguna vez y periódicamente, evita la acumu-
de la política, quién a su vez, como argumentó lación de poder en unas manos e impide el

26
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 21-30

autoritarismo, lo que también es un principio se debatan los proyectos de vida de los ciuda-
democrático. Pero ¿es válido esto para las mu- danos. En este sentido, en el espacio público se
jeres? Me parece que aquí hay importantes de- encuentran no sólo los diferentes, sino lógicas
sarrollos en otras culturas. De allí la necesidad que tienden a la fragmentación. Es un espacio
de un aprendizaje intercultural para avanzar que reconoce las múltiples esferas y niveles de
en democracia. Una buena parte de estos va- poder y donde se tiene que actuar política-
lores, que están siendo hoy descubiertos por mente y con geometría variable, es decir con
la democracia occidental moderna, están pre- políticas particulares adecuadas a las circuns-
sentes desde hace siglos en las culturas andinas tancias de casos específicos, para lograr una
y en otras. Pero también las mismas culturas suerte de equilibrio local primero y global des-
“no occidentales” se pueden enriquecer con los pués; un equilibrio que se corresponda con la
avances hechos en Occidente. nueva realidad de sociedades complejas inter-
nacionalizadas como son las latinoamericanas.
La política como arte de lo posible Sin embargo, es importante replantearse si
Consiguientemente, resulta importante pen- en las condiciones actuales de cambio societal
sar en una política de carácter consociativo. resulta posible un orden comunicativo entre
La política consociativa se basa en la com- los actores que les permita llegar a acuerdos
prensión de relaciones y comunicaciones entre y desarrollar estrategias de acción. ¿Cómo se
los actores, reconocimiento de la existencia de determina actualmente qué es lo que se puede
intereses distintos e intercambio permanente hacer en política? Lo posible en política está
de opiniones; supone asimismo el desarrollo determinado por lo imposible, por aquello
del espacio público como eje de la renovación que no se puede lograr; y esto es, como lo ha
democrática. En esta óptica, el realismo demo- argumentado Norbert Lechner (1993 op. cit.),
crático es construido a través de un sistema de la utopía. Lo imposible hoy en Bolivia por
alteridades y de reciprocidad entre los actores ejemplo tiene una posibilidad.
involucrados en la acción política; es sinónimo Las utopías representan límites mediante
de encuentro entre distintos que se conside- los cuales se descubren posibilidades. Un gra-
ran entre sí moral e institucionalmente iguales fiti en Lima decía: “Ya no queremos realismos,
y, por tanto, supone el reconocimiento de la queremos utopías”. Quienes lo escribieron
igualdad entre diferentes. eran realistas. Claro que cuando se llega a la
La política democrática, basada en la idea noción de límite de la utopía como límite
de que el orden político es público y comuni- de lo posible se descubre la otra cara: que las
cativo, reconoce la posibilidad de construir un utopías no son posibles. Sin embargo, lo que
principio articulador entre los distintos acto- da sentido a la acción política es el horizonte
res, fundado en una cultura política delibera- dado por la utopía y su propia crítica. El realis-
tiva. Esta cultura política se refiere, en última mo político implica una construcción política
instancia, a las experiencias cotidianas y a las posible y deseable, basada en una perspectiva
motivaciones de la gente en distintas esferas crítica de la utopía, pero que rescata su fuerza
del poder en determinado momento histórico. normativa y su deseo de futuro. Esa construc-
El realismo político deja de ser la lógica de lo ción política debe incluir una estrategia de go-
necesario para pasar a ser el arte de lo mejor bernabilidad progresiva, es decir, socialmente
posible. incluyente, impulsada por un espacio público
Lo anterior no niega el conflicto; una so- en el que existe comunicación entre distintos.
ciedad sin conflictos es una sociedad muerta. La deliberación como utopía sería la vía de la
Se trata de construir un espacio público donde política comunicativa y de un sistema de ac-

27
Fernando Calderón “La democracia como fin y como medio de la política”

ción democrática basado en la autonomía, el pia historia, el propio cronos político, sobre
diálogo, el mutuo reconocimiento de los acto- todo si se acepta que la política deliberativa
res y el saberse miembros de una comunidad implica estructurar opciones en el tiempo.
política múltiple y diversa, en la cual los dis- Además, la eficacia y la eficiencia en la gestión
tintos actores y ciudadanos pueden oponerse del tiempo mejorarán si la construcción de las
al poder, y sobre todo pueden orientar sus opciones es participativa y deliberativa, pues
oposiciones en función del beneficio colectivo. una política consociativa supone la elección
Pero ¿qué pasa cuando, por los cambios de colectiva de lo mejor posible. Pero cuando
la modernización y el capitalismo, la política se aspira a desarrollar una sociedad con una
se encuentra en crisis; cuando los partidos po- pluralidad de actores culturales y de sujetos
líticos, centrales en la democracia moderna, políticos, elegir lo mejor posible es difícil.
enfrentan grandes dificultades de acción y re- Los tiempos históricos de los actores son di-
presentación; cuando los actores, o estos son versos y cuando existen pisos interculturales
muy débiles o están fuertemente fragmenta- distintos el tiempo político es un laberinto.
dos, como en varios países latinoamericanos? Sin embargo, ya no se piensa en una sociedad
La política, creemos, debería fortalecer a los ideal o en una meta de progreso lineal, sino
actores de la política; la deliberación puede más bien en cómo potenciar a los actores para
potenciarlos y agregar demandas. La idea es compartir el cambio hoy. El futuro se hace en
que unos actores se hagan con otros y pue- el presente.
dan transformar sus necesidades en demandas Además, ya no se puede pensar los pro-
que se expresen en el sistema político de toma cesos políticos de desarrollo en un sólo país,
de decisiones. La deliberación en política pues vivimos un mundo globalizado, con un
no significa solamente la interacción regula- tiempo político altamente internacionalizado
da de unos con otros, o la interacción social e hiperacelerado. El tiempo político en las
positivista en el sentido parsoniano, según el sociedades contemporáneas erosiona la conti-
cual una acción se modifica porque otra lo nuidad social y constituye una de las princi-
hace y de esta manera se produce un cam- pales causas de la crisis de la democracia. Los
po de socialización sistémica que reproduce programas tienden a ser obsoletos y los políti-
una democracia estática. No; la deliberación cos sólo se ocupan del presente. Un problema
implica buscar comprender la identidad y la fundamental de la democracia hoy es su inca-
libertad del otro para entender las propias, pacidad para procesar los cambios en curso y
aceptando siempre la incertidumbre. Y esto gestionar los conflictos derivados de tales cam-
porque la relación política no es una mera bios. Se observan sociedades que se compleji-
relación costo-beneficio; incluye pasiones, zan cada vez más y se diversifican en múltiples
historias, creencias e intereses diversos. Por esferas especializadas, mientras que las formas
consiguiente, parece fundamental desarrollar políticas que acompañan estos cambios que-
las capacidades políticas y culturales para que dan obsoletas o tienden a instrumentalizarse.
los distintos actores construyan opciones de Los instrumentos políticos preexistentes no
auto-desarrollo. pueden acompañar la mutación transocietal
La construcción de la “otredad”, que es actual; por eso los sistemas de representación
también la reelaboración de la propia identi- en todo el mundo están en crisis y la apatía
dad, es una cuestión de tiempo, y el tiempo política aparece como resultado de los tiem-
en política es fundamental para la democra- pos modernos. La política en buena medida
cia. No es posible una construcción política cada vez produce menos sentido y se vuelve
de este tipo sin capacidad de manejar la pro- una mera operadora administrativa como una

28
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 21-30

esfera más del mundo moderno. Cabalmente en juego su identidad en la deliberación; pero
hoy en día las propuestas políticas que hacen la deliberación, como modo de hacer política
hincapié y recogen con respeto las ideas de basado en el intercambio con reconocimien-
ciudadanos activos, autónomos y reflexivos tos recíprocos, permite redefinir identidades
tienden a tener más éxito que aquellas que sociales y políticas. La política deliberativa
sólo funcionan con la inercia de los aparatos. debe hacerse cargo de la elaboración de esa
Quizás aquí cobren sentido las posibilidades pluralidad.
de un genuino cambio. La necesidad de un compromiso nacional
La deliberación en países como los nues- o plurinacional inclusivo, dado un cierto gra-
tros se plantea como elemento central en la do de heterogeneidad social, cultural, regional
gestión progresiva del cambio, pues resulta y política existente en Bolivia y en la mayoría
difícil imaginar los cambios sin acuerdo in- de los países de la región, reclama una com-
trasocietal. Por una parte, el Estado necesita prensión de este tipo. La cuestión nacional
compartir responsabilidades en cuanto a la no puede enfrentarse exitosamente sino como
fijación de políticas y, por otra, el proceso de- producto de esa pluralidad. El reconocimiento
mocrático reabre el debate sobre los conteni- igualitario de las identidades socioculturales,
dos últimos de la democracia y sobre cuánto especialmente de género, étnicas y políticas, y
se puede avanzar en las dos dimensiones que de sus diferencias es un requisito básico para
la califican: la libertad y la justicia social. La que la sociedad se exprese democráticamente.
libertad alude al desarrollo de capacidades in- Los actores sociales, incluidos el Estado y los
dividuales y colectivas en una sociedad, y la partidos, tienen que generar la dinámica de
justicia social a la necesidad y capacidad de ese intercambio. El problema tal vez consista
la sociedad de ampliar los canales de parti- en que la lógica de esa participación tiene al
cipación. Sin incremento de las capacidades menos por ahora un carácter limitado, muy a
políticas y sin ampliación de los canales de menudo localista, faccioso o corporativo, vin-
participación no es posible ni la deliberación culado a arcanas prácticas patrimonialistas y
ni el cambio. clientelares predominantes en cada país y en
En esta óptica, la política es un sistema de la región, aunque en términos formales unos
expectativas y de reconocimientos recíprocos, y otros defiendan sistemas y valores univer-
donde los procedimientos no son meramen- salistas. Esto lleva a una dinámica de acción
te formales, sino formas comunicativas que social en la que unos sectores buscan hegemo-
establecen normas de reciprocidad. La dispo- nía sobre otros, escapándose la posibilidad de
nibilidad de los actores sociales o culturales construir un consenso intrasocietal respecto
organizados para elaborar una política eco- de metas básicas de funcionamiento de la so-
nómica que regule el comportamiento de to- ciedad o de un proyecto compartido por las
dos los actores sociales tiene que ver con esta mayorías.
modalidad. Esto sólo se puede concebir si se Estas son las posibilidades, tensiones y
intensifica el poder constructivo de la polí- contradicciones que nos ha tocado vivir. Exis-
tica, que respete identidades anteriores, pero te el peligro de fracasar y caer nuevamente en
también genere nuevas identidades sociales. el círculo perverso del atraso y la impotencia,
Resulta fundamental mantener una cierta pero también existen las chances de un mundo
idea de continuidad histórica nacional. Ge- no ideal sino mejor. Depende de todos noso-
neralmente, en la doctrina contractual se su- tros. Noqanchej, en quechua.
pone que los actores que entran en un acuer-
do son preconstituidos, o sea que no ponen

29
Fernando Calderón “La democracia como fin y como medio de la política”

Referencias bibliográficas
Aricó, J. (1982). Marx y América Latina. México
D.F.: Alianza.
Bobbio N. (1981). Estado Gobierno y sociedad. Por
una teoría general de la política. México D.F.:
Fondo de Cultura Económica.
Bobbio, N. (1985). Diccionario de Política.
México D.F.: Siglo XXI Editores.
Bourdieu, P. (1994). Raisons practiques. Sur la
theorie de l´action. Paris: SEUIL.
Calderón, F. y dos Santos, M. (1990). Hacia un
nuevo orden estatal en América Latina. Vein-
te tesis sociopolíticas y un corolario de cierre.
Revista Nueva Sociedad. Núm. 110, 50-65.
Clausewitz, Von K. (2016). De la Guerra. Roma:
Greenbooks editore.
Foucault, M. (1979). Microfísica del poder. Ma-
drid: Edisa.
Gramsci, A. (1975). Note sul Machavelli. Torino:
Le idee Editori Riunitre.
Lechner, N. (1982). ¿Qué significa hacer política?
Lima: DESCO.
Lefort, C. (1981). L´invention democratique. Les
limites de la domination authoritarie. París:
Fayard.
Schmitt, C. (2000). El concepto de lo político. Ma-
drid: Alianza.
Sen, A. (1999). Development as freedom. New
York: Knopf.
Touraine, A. (1995). Lettre á Lionel, Jacques,
Martine, Bernard, Dominique... et vous. París:
Fayard.
Weber, M. (1974). Economía y sociedad. México
D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Wieviorka, M. (1991). El terrorismo, la violencia
política en el mundo. Madrid: Plaza y Juanés.

Para citar este Artículo de investigación:


Calderón, F. (2019). La democracia como fin
y como medio de la política. Revista Esta-
do y Políticas Públicas. Año VII. Núm. 12,
21-30.

30
Desigualdad y exclusión en América Latina.
Notas para la investigación desde una perspectiva
histórico-comparativa de ciudadanía.

Inequality and Exclusion in Latin America.


Notes for Research from a Citizenship Historical-Comparative Perspective.

Por Luciano Andrenacci*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 03 de abril de 2019.

RESUMEN y comparativa para contribuir al estudio com-


En este artículo de investigación se presentan binado de estos problemas con enfoque de
los abordajes teóricos, los supuestos y las hi- ciudadanía.
pótesis de la primera fase de un proyecto de Palabras clave: Ciudadanía, América La-
investigación, cuyo objetivo es abordar las des- tina, Desigualdad, Exclusión, Historia, Estudio
igualdades de América Latina desde un enfo- Comparativo.
que de ciudadanía, con perspectivas histórica
ABSTRACT
y comparativa. En primer lugar, se introduce
el enfoque de ciudadanía elegido, como una The article presents the theoretical aspects,
estrategia analítica y normativa capaz de aislar basic suppositions and main hypotheses of
los resultados de las tensiones socioculturales, the first phase to an ongoing research project
sociopolíticas y socioeconómicas inherentes al aimed at studying Latin American inequali-
estatus de ciudadanía en los Estados territo- ties, from a historical-comparative citizenship
riales contemporáneos. En segundo lugar, se perspective. In the first part, the citizenship
resumen las ideas generales disponibles sobre perspective is introduced as an analytical and
los Estados territoriales latinoamericanos res- normative strategy capable of isolating the re-
pecto de estos tres campos, que identifican los sults of socio-cultural, socio-political and so-
mecanismos esenciales de la inclusión proble- cio-economic tensions inherent to the status of
mática y la alta desigualdad relativa. En tercer citizenship in contemporary territorial states.
lugar, se propone la doble estrategia histórica In the second part, selected general ideas are

* Doctor en Estudios Sociales Latinoamericanos por la Universidad de la Sorbonne-Nouvelle, Paris


III, Francia. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
Correo electrónico: landrenacci@unsam.edu.ar

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

31
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

briefed, regarding problematic inclusion and políticas públicas que atacan los núcleos du-
high inequality as the keys defining the situa- ros de desigualdad material y simbólica en la
tion and recent evolution of these three fields región.
of citizenship issues in Latin America. In the La ciudadanía es definida aquí como un
third and fourth parts, the paper presents a estatus, común a todas las personas formal-
double set of indicators and hypotheses de- mente reconocidas como residentes por un
signed to contribute to the knowledge of the Estado territorial moderno, que determina un
problem, from a citizenship perspective. piso común de bienestar socioeconómico, de
Keywords: Citizenship, Latin America, In- participación sociocultural y de soberanía po-
equality, Exclusion, History, Comparative Study. lítica. Las garantías de ese estatus y de ese piso
están definidas por un conjunto de prerrogati-
Introducción vas condicionales que, en el Estado moderno,
En este trabajo de investigación comparto los se denominan derechos. La materialización de
supuestos e hipótesis que animan el proyecto estas garantías está efectivizada por interven-
de investigación “Ciudadanía y desarrollo en ciones empíricas que el Estado realiza a través
América Latina: una propuesta de índices de de políticas públicas. Según un conjunto de
inclusión e igualdad en perspectiva histórico- juicios de valor que se generalizaron en to-
comparativa”1. Se trata de revisar la evidencia das las fases históricas y formaciones sociales
disponible en el estudio de los niveles de des- que conoció este estatus, la ciudadanía es más
igualdad en América Latina, reorganizándola igualitaria e incluyente cuanto mayor es, y me-
y profundizándola con la ayuda del enfoque jor distribuido está, el bienestar socioeconó-
de ciudadanía, para contribuir al conocimien- mico común; cuanto más amplios y pluralistas
to y la comprensión de las formas y tendencias son las formas de participación sociocultural;
de la exclusión socioeconómica, sociocultu- y más legítimos los instrumentos políticos de
ral y sociopolítica en los Estados territoriales representación y soberanía colectiva.
latinoamericanos contemporáneos. El fin es Pero, en la práctica, la relación entre dere-
analítico: medir la intensidad de estos proble- chos y efectos empíricos no es lineal. Conflic-
mas e identificar estructuras de largo plazo y tos de diferente índole atraviesan la cuestión
coyunturas críticas en su génesis y desarrollo. de quiénes son ciudadanxs2; cuáles son los
Tiene también un sesgo normativo, del que niveles colectivamente aceptables y deseables
proviene la elección del término “ciudadanía”: de bienestar económico mínimo que pueden
servir de punto de referencia y soporte a las o deben tener; qué símbolos y representacio-
nes definen su espacio sociocultural común
y cuál es su grado de tolerancia relativa a la
1 El proyecto, que compartimos con Micaela
Díaz Rosáenz (UNSAM-FLACSO), ha co-
menzado en enero de 2019, gracias al apoyo 2 Mientras las instituciones específicamente
de la Facultad Latinoamericana de Ciencias involucradas continúan debatiendo cuál es el
Sociales, sede Argentina, a través del Progra- mejor modo de hacer más inclusivo al idio-
ma de Desarrollo Humano y del Instituto de ma castellano, limitando el uso del masculino
Investigaciones de Ciencias Sociales en Amé- como plural; para el autor de este trabajo de
rica Latina (IICSAL). Agradezco a Mercedes investigación el uso de la letra “x”, en donde
Botto (FLACSO) y a María Cristina Ruiz del “o” podría ser “a”, cumple adecuadamente la
Ferrier (UBA-FLACSO) por el interés y la in- tarea, dejando a quien lee la mayor libertad
vitación a compartir este material. posible de interpretación.
32
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

heterogeneidad humana; cuánta soberanía po- troduce la estrategia con que serán puestas a
lítica detentan lxs ciudadanxs y de qué modo prueba en los próximos meses.
la ejercen; y cómo despliega la organización
estatal común acciones para hacer efectivos 1. Ciudadanía
todos estos procesos. En perspectiva histórica, Ciudadanía es hoy, en muchas lenguas, sinó-
la ciudadanía real es una sucesión de puntos nimo de membresía o pertenencia, tanto en el
de equilibrio, o etapas de estabilidad relativa, lenguaje corriente, como en el de las formas
que muestran distintos niveles de desigualdad jurídicas que regulan a los sujetos de derecho
en cada uno de los diferentes campos relevan- de un Estado territorial. En la literatura acadé-
tes para las sociedades humanas. Entre estos mica3 el término tiene usos múltiples; aunque
puntos, situaciones de crisis marcan pérdidas su forma más habitual es la de concepto, cate-
de legitimidad del equilibrio vigente y abren goría o enfoque, usado para abordar, general-
el camino a reacomodamientos, más o menos mente de modo normativo, los problemas de
dramáticos, no necesariamente mejores. esta membresía o pertenencia como formas de
Esta descripción de la naturaleza y de la inclusión y participación, así como sus niveles
dinámica de la ciudadanía es fácilmente uni- relativos de igualdad / desigualdad (Bauböck,
versalizable (validable en cualquier Estado te- 2018: 3-4).
rritorial moderno), pero tiene especificidades Buscando puntos en común entre estxs
que derivan de las características de los Esta- autorxs, es posible encontrar a la ciudadanía
dos territoriales en cuestión. Las tensiones, los definida, más o menos explícitamente, como
puntos de equilibrio y las crisis, tienen parti- (a) una serie de representaciones (ideas e imáge-
cularidad en la universalidad, singularidades nes, ordenadas en narrativas o relatos) acerca
entre las semejanzas. de la universalidad e igualdad, derivadas del
Esta investigación asume (i) que la región modo en que se desarrollaron los conjuntos
latinoamericana comparte suficientes rasgos de prerrogativas y obligaciones (hoy derechos
como para hacer interesantes e iluminadoras y deberes; Ishay, 2008; Gozzi, 2015) en la
a las miradas comparativas sobre la naturaleza membresía o pertenencia de individuos a las
y la evolución de los estatus de ciudadanía de organizaciones político territoriales dominan-
sus Estados territoriales; (ii) que desde las últi- tes en el mundo contemporáneo: los Estados
mas décadas del siglo XX, el resultado de la su- territoriales o Estados-nación. Al interior de
cesión de crisis y puntos de equilibrio ha dado
lugar a una etapa menos excluyente y desigual
para el estatus de ciudadanía en los Estados
3 Directamente, podemos encontrar definicio-
de la región, aún sobre el trasfondo fuerte y
nes de este tipo en Walzer, 1970; Andrews,
antiguo de inclusión problemática y alta des-
1991; Riesenberg, 1992; Roche, 1992; Ro-
igualdad; y que (iii) la coyuntura presente, a
sanvallon, 1992 y 2015; Turner, 1993; Zolo,
pesar de los aspectos poco alentadores que la
1994; Beiner, 1995; Bendix, 1996; Heater,
matizan, no representa un cambio sustancial
1999; Magnette, 1996; Bottomore y Mar-
de tendencia, o por lo menos no todavía.
shall, 1998; Kymlicka, 2001; Andrenacci,
En este artículo de investigación se pre-
2003; Tilly, 2005; Somers, 2008; Leydet,
sentan de manera sucinta las aproximaciones
2017; y Bauböck, 2018. Indirectamente, en-
teóricas que enmarcan estos supuestos; se de-
tre muchxs otrxs autorxs, en Donzelot, 1984;
sarrollan con la mayor profundidad posible
Thom, 1995; Tilly, 1995; Birnbaum, 1996;
las principales hipótesis que la guían; y se in-
Giddens, 1996; Mann, 1997; Miller, 2007;
Skinner, 2010; y Gozzi, 2015.
33
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

estas unidades, la ciudadanía constituye (b) un su desarrollo lleva al menos dos o tres siglos
estatus material y simbólico (una posición en la (Riesenberg, 1992).
estratificación social, en parte adquirida y en Como forma que toma el derecho de per-
parte adscrita4) cuya universalidad o igualdad tenencia a los Estados territoriales modernos,
relativas dependen de situaciones históricas con- si bien la ciudadanía tiene un origen geográ-
cretas, en las que las múltiples representacio- fico y cultural definido en la cuenca del Mar
nes de pertenencia e igualdad se cruzan con Mediterráneo, se “universaliza” en la medida
el modo en que funcionan efectivamente la en que es “portado” por un puñado de Estados
política, la economía y la cultura. europeos –en particular Portugal, España, el
Como membresía sostenida por las re- Reino Unido y Francia– que dominan, orga-
presentaciones y materializada en el estatus nizan y reorganizan, directa o indirectamente,
de los miembros de una organización políti- la política y la economía de la mayor parte del
ca territorial, la historia de la ciudadanía es planeta, entre los siglos XVI y XIX. Cuando
larga. Probablemente por la universalidad de terminan las dos grandes guerras del siglo XX,
los asuntos que “transporta”, el término sigue por imposición imperial y/o emulación estra-
unido al problema de la pertenencia y la igual- tégica, todos los Estados territoriales del pla-
dad de los individuos a las organizaciones po- neta (incluso los no reconocidos) desarrollan
líticas humanas desde hace mucho tiempo. Si formas jurídicas basadas en (o referenciadas a)
contamos desde su aparición en las ciudades- la ciudadanía como membresía y estatus. En
estado del Mediterráneo antiguo, tiene unos todos ellos también, de diferentes maneras y
25 a 30 siglos (Heater, 1999). Si contamos con diferentes intensidades, gran parte de las
desde su desarrollo como categoría jurídica tensiones y los conflictos políticos, sociales o
de la antigua Roma (lo que en sentido histó- culturales se presentan o son canalizados como
rico es un poco más preciso), unos 20 siglos tensiones de ciudadanía.
(Zolo, 1994). Incluso si sólo contamos desde Los Estados territoriales son organizacio-
su vinculación con los Estados territoriales nes políticas territorialmente extensas, que
modernos y las formas políticas republicanas, reclaman para sí un tipo de control peculiar-
mente intenso de lo que ocurre en sus fronte-
ras (Badie y Birnbaum, 1991; Mann, 1997).
despliegan formas de control social notable-
4 Estatus, castellanización de status, es un tér-
mente abarcativas, que introyectan represen-
mino que numerosas corrientes de la antropo-
taciones y modelan conductas, de modos que
logía y la sociología del siglo XX populariza-
hubieran sido política y tecnológicamente im-
ron para denotar la posición de un individuo
posibles en pasados no muy lejanos. Derivan
o de un grupo en el marco de una forma de je-
estos imperativos y justifican sus acciones pre-
rarquía o de estratificación el social. El estatus
sentándose como organizaciones responsables
es en parte adquirido (“ganado”) y en parte
de la seguridad colectiva y del orden social,
adscrito (“recibido”) a partir de reglas forma-
como la mayor parte de las organizaciones po-
les e informales, así como del reconocimiento
líticas territoriales de la historia. Pero, además,
activo por parte de otros individuos, grupos o
se legitiman como Estados de ciudadanos,
comunidades de pertenencia. Aunque no son
“representativos” –emanaciones operativas de
necesariamente incompatibles, históricamen-
la voluntad política colectiva– y “garantes” de
te “estatus” ha sido usado de modo diferente
formas materialmente sustantivas de inclusión
a “clase” como forma de comprender las asi-
y justicia: pisos socialmente aceptables y razo-
metrías y la dinámica de la estructura social
nablemente igualitarios de bienestar material
(Kantzara, 2007).
34
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

(Bottomore y Marshall, 1998). Hacia adentro ral de los sistemas educativos públicos (idio-
de sus fronteras, estos modos ciudadanos de ma, religión, costumbres).
legitimidad generan apoyo directo (participa- En segundo lugar, respecto de las tensiones
ción) e indirecto (aquiescencia), mientras que sociopolíticas clásicas de los seres humanos en
hacia afuera facilitan (aunque no necesaria- torno a sus formas de organizar y ejercer poder
mente garantizan) el mutuo reconocimiento político –quiénes lo tienen, cuánto tienen y
entre Estados territoriales. cómo lo usan– la ciudadanía política contem-
Para conseguir estos efectos de legitimidad poránea deriva del modo en que funcionan los
los Estados contemporáneos despliegan múl- regímenes políticos: los mecanismos de distribu-
tiples formas de poder organizacional (Mann, ción y estratificación de funciones de gobierno
1997 y 2012) que definen los aspectos empíri- y administración, equilibrios relativos, repre-
cos del estatus de ciudadanía para “sus” inclui- sentatividad y responsabilidad (accountability)
dxs. En este trabajo ordenamos estos efectos que tienen los Estados. En la tradición norma-
según las tres estrategias o funciones clásicas tiva de los estudios de ciudadanía, se asume
que propusiera T. H. Marshall: (aunque esto que estos mecanismos derivan de formas de-
sea sólo a los fines analíticos): la inclusión socio- mocráticas (republicanas o parlamentarias) de
cultural, sociopolítica y socioeconómica. organización política (Requejo Coll, 2008).
En primer lugar, frente a las tensiones Pero no sólo los regímenes democráticos están
socioculturales clásicas de los seres humanos organizados en términos de ciudadanía. Para
–tales como la pertenencia, la identidad, o tener una aproximación a este problema, sirve
la relación entre individuo y comunidad– la pensar a los regímenes políticos democráticos
ciudadanía cultural contemporánea (Kymlic- como poliarquías (Dahl, 1971; O’Donnell,
ka, 2001; Miller, 2007) ofrece un relato iden- 1998 y 2010). Las poliarquías son regímenes
titario, formado por rasgos estilizados de per- en donde el poder político no está unificado.
tenencia y estandarizados como modelos, así Un conjunto de reglas enmarca la interacción
como narrativas que lo explican y legitiman. de muchos poderes de diferente índole que
Frecuentemente llamado “nacional”, el relato compiten y cooperan en la función guberna-
unifica a los habitantes en una comunidad mental. Llamamos democráticas a las poliar-
imaginaria, más o menos heterogénea y plu- quías en donde la interacción es un “juego
ral, de acuerdo a la manera en que se hayan abierto”, con resultados razonablemente con-
generalizado las formas de pertenencia (Gell- tingentes. En el polo opuesto, formas de poder
ner, 1983; Anderson, 1993; Breuilly, 1994). centralizado en o por organizaciones y coali-
Se manifiesta en las distinciones relevantes en- ciones específicas “cierran el juego”, limitando
tre ciudadanos (religión, idioma, costumbres, el margen de resultados posibles. Llamados
biotipos, prácticas sexuales) presentes en la au- “autoritarios” desde el campo “democráti-
topercepción colectiva, introyectadas a través co”, estos regímenes políticos no desarrollan
de las prácticas educativas y de socialización, menos estrategias de legitimación ciudadana
reproducidas a través de aparatos culturales, sobre sus mecanismos de representación. Los
y/o promovida o sostenida por leyes específi- regímenes políticos contemporáneos ocupan
cas (Turner, 1993). Se reflejan en múltiples as- algún lugar entre estos dos polos, definiendo
pectos de la ciudadanía como, por ejemplo, en aspectos clave de la ciudadanía tales como los
los mecanismos de naturalización o residencia sistemas electorales, las formas de participa-
legal; o en las definiciones de homogeneidad/ ción política, o los mecanismos de circulación
heterogeneidad y monismo/pluralismo cultu- de la información pública.

35
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

Finalmente, respecto de las tensiones so- que propuesto, para tomar distancia de usos
cioeconómicas clásicas –cuánto bienestar ma- más lineales de “ciudadanía” como sinónimo
terial hay disponible, para quiénes y según qué de democracia, participación, o inclusión so-
reglas– la ciudadanía social contemporánea es cial. En términos normativos (juicios de valor
el resultado de los modos en que los Estados positivo y negativo) por supuesto que el enfo-
regulan el desarrollo económico que se produ- que de ciudadanía no es neutral. La subyacen
ce en sus territorios e inciden sobre la distribu- parámetros que valoran positivamente la ma-
ción relativa de sus cargas y beneficios (Botto- yor inclusión e igualdad de los arreglos socio-
more y Marshall, 1998). Lo suelen hacer de culturales, sociopolíticos y socioeconómicos.
dos maneras, popularizadas en el lenguaje En términos analíticos, sin embargo, siempre
académico informal como las dos “manos” del hay ciudadanía, independientemente de los
Estado. Las políticas económicas (de la mano niveles de inclusión e igualdad. Por ejemplo,
derecha) promueven el crecimiento constante cuanto más exitosos son los puntos de equi-
del bienestar material, mientras que las polí- librio a través de los cuales los Estados terri-
ticas sociales (de la mano izquierda) mantie- toriales consiguen canalizar las tres tensiones,
nen una distribución mínima razonable de sus más tiempo duran. Asimismo, no es difícil
resultados. Es difícil subestimar la centralidad imaginar cómo una crisis y transformación de
de estas “manos” del Estado contemporá- las formas de ciudadanía sobreviene cuando
neo, independientemente del carácter más o las tensiones vuelven a acumularse catastrófi-
menos mercantil de sus economías. Definen camente. Pero, ni los puntos de equilibrio son
desde las formas de producción y el costo de necesariamente incluyentes o igualitarios (o
sus factores (como el valor de la moneda o el pueden no serlo en todos sus componentes),
empleo), hasta el piso material de bienestar ni las crisis son necesariamente momentos de
accesible (servicios públicos, seguridad social pérdida o zozobra de ciudadanía.
y políticas asistenciales). Estos mecanismos le- Y ciertamente hay altos niveles de alea-
gitiman al Estado como organización para lxs toriedad y provisoriedad de estos equilibrios
ciudadanxs. de ciudadanía, en perspectiva histórica. Con-
La ciudadanía contemporánea es vista, flictos permanentes atraviesan la cuestión de
entonces, como el resultado, en un momen- quiénes son ciudadanxs, qué símbolos y repre-
to dado, del juego de tensiones y puntos de sentaciones definen su espacio sociocultural
equilibrio en estos tres campos clave. Los Esta- común, y cuál es su grado de tolerancia relati-
dos contemporáneos hacen “ofertas de ciuda- va a la heterogeneidad humana (por ejemplo,
danía” –nación simbólica, república política, en las cuestiones migratorias); cuáles son los
bienestar común– que en la práctica producen niveles colectivamente aceptables y deseables
puntos de equilibrio temporarios en un con- de bienestar económico mínimo que lxs ciu-
tinuo de estas tres tensiones dinámicas que, dadanxs deben tener (por ejemplo, en la cues-
según este trabajo, son constitutivas de sus tión de la pobreza y la asistencia social); cuán-
respectivas sociedades. Si usamos metáforas ta soberanía política detentan lxs ciudadanxs
visuales populares, el enfoque de ciudadanía y de qué modo la ejercen (por ejemplo, en la
que se propone aquí busca obtener polaroids representatividad de la política o en los prác-
de la situación de estas tres tensiones constitu- ticas de corrupción). Otra serie de conflictos
tivas, y películas del modo en que evolucionan marcan la cuestión de cómo despliega la orga-
desde o hacia puntos de equilibrio o conflicto. nización estatal acciones para hacer efectivos
Conviene aquí diferenciar los aspectos todos estos procesos, con qué costos y pagados
normativos de los aspectos analíticos del enfo- por quiénes. ¿Cómo se debe favorecer el creci-

36
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

miento de una economía capitalista? ¿Benefi- en un trasfondo de semejanzas y patrones de


ciando a quiénes y penalizando a quiénes? ¿En sorprendente familiaridad. ¿Qué aspectos defi-
qué medida y por cuánto tiempo? nen a la ciudadanía latinoamericana?
Adicionalmente, estos “puntos de equili- Los Estados territoriales de Europa Occi-
brio” son inseparables de los niveles de capa- dental universalizaron sus modelos de ciuda-
cidad estatal (Mann, 1997 y 2012; Weaver y danía, por su capacidad de proyección comer-
Rockman, 1993; Evans, 1995). Los Estados, cial y geopolítica, tanto hacia Europa Central y
en tanto organizaciones que despliegan inter- Oriental, como hacia el continente americano.
venciones materiales o, como le llama Mann, En menor medida lo hicieron en Asia, en don-
poder infraestructural sobre un territorio, pue- de culturas antiguas y resilientes tenían formas
den ser relativamente autónomos externos y propias de territorialización política y canali-
representativos de poderes internos; pueden zación de tensiones sociales que colisionaron
generar efectos materiales concretos amplios; con las occidentales (Dirlik, 2010; Chang y
y pueden obtener legitimidad suficiente a par- Turner, 2012; Vickers y Kumar, 2015); y en
tir de esta eficacia. O sus poderes pueden estar África, adonde los Estados occidentales llega-
determinados por factores extraterritoriales o ron tarde y sólo de modo predatorio, generan-
paraestatales; pueden estar ocupados por elites do dimensiones de conflicto político y social
predatorias; pueden estar concentrados en (o previamente inexistentes (Mamdani, 1996;
ausentes de) porciones de su territorio, o gene- Adejumobi, 2001; Dorman et al., 2007).
rando efectos para estratos sociales demasiado Las formas del régimen político y las fun-
específicos y restringidos; y pueden producir ciones estatales que se desarrollaron en las re-
legitimidad baja o, como en los Estados fa- giones americanas de colonización española
llidos, fragmentaria, inestable, o nula. Como y portuguesa –Iberoamérica o América Lati-
veremos, este es un asunto de especial na– así como la forma en que procesaron las
importancia cuando se analiza la ciudadanía tensiones de ciudadanía, fueron productos de
en Estados territoriales “en desarrollo” (respec- una peculiar combinación entre las herencias
to de aquellos que consiguen mejores resulta- institucionales coloniales, y los procesos de
dos socioeconómicos) o “periféricos” (respecto creación local y emulación desarrollados por
de aquellos que concentran el control de varia- los nuevos Estados (Sábato, 1999; Andrenac-
bles clave de la economía y la política global). ci, 2019). Las representaciones europeas de
Nuestro proyecto de investigación con- igualdad y desigualdad sedimentaron en Amé-
centra su interés en el desarrollo de las formas rica Latina, subsumiendo y transformando
de ciudadanía contemporánea en la región la- representaciones locales preexistentes. Las tra-
tinoamericana, que es una región de Estados diciones jurídicas e institucionales de Portugal
territoriales periféricos y en desarrollo. Vea- y España se decantaron operativamente (en
mos qué cosas le dan unidad y particularidad el caso brasileño) o se refundaron (en el caso
a este universo de trabajo. hispanoamericano) en la mitad meridional del
continente americano, luego de la implosión
2. Ciudadanía en América Latina de las metrópolis coloniales y la aparición de
Los Estados territoriales del mundo contem- Estados territoriales republicanos e indepen-
poráneo, entonces, muestran formas histórica dientes, en el siglo XIX. Al inaugurarse el siglo
y geográficamente específicas de manifestación XX, luego de decidida la suerte de las repú-
de las tensiones constitutivas de la ciudadanía, blicas caribeñas (Cuba, Haití, Puerto Rico y
así como modos propios de conseguir puntos Santo Domingo), los Estados territoriales de
de equilibrio. Pero se trata de singularidades la región comenzaron a presentar procesos

37
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

de definición y redefinición de sus estatus de estatales en los procesos de desarrollo eco-


ciudadanía. nómico, creando condiciones de inclusión
Pero estos procesos sólo gradualmente fue- socioeconómica.
ron despegándose de situaciones neocolonia- Estos procesos, sin embargo, tuvieron re-
les, por las cuales la construcción de modelos sultados parciales y desiguales para la pobla-
de ciudadanía permanecía ineludiblemente ción latinoamericana. Un zócalo “duro” de in-
entrelazada con poderes extraterritoriales. Si, clusión diferenciada o desigualdad alta siguió
argumentablemente, los poderes extraterrito- (sigue) siendo quizás el rasgo más caracterís-
riales están presentes en cualquier historia na- tico, en su persistencia y ubicuidad, para la
cional, en América Latina tuvieron magnitud ciudadanía latinoamericana (Murilo de Car-
e intensidad alta. Para muchos, tuvieron carác- valho, 1995; Fleury, 1997; Whitehead, 1997;
ter determinante5. La segunda mitad del siglo Ocampo, 2000; Dagnino, 2008; O’Donnell,
XX (luego de las crisis globales y las dos gue- 2010; Costa, 2011; Andrenacci, 2019; An-
rras mundiales) fue el teatro de este gradual saldi y Giordano, 2012). Un zócalo tan duro,
“despegue”, en la medida en que las tensiones que le da sustento al uso del término exclu-
internas de ciudadanía se fueron transforman- sión, para caracterizar lo que, empíricamente,
do en los factores determinantes de la evolu- es más bien un tipo problemático y desigual
ción de los estatus nacionales de ciudadanía. de inclusión.
Sin embargo, acaso sólo después del final de Las tensiones socioculturales clásicas de
la Guerra Fría, en los años 1990, los Estados América Latina se han construido sobre una
latinoamericanos quedaron definitivamente base histórica peculiar: una sociedad de frag-
de cara a sí mismos –es decir, de cara a sus mentaciones étnicas fuertes, de orígenes acaso
ciudadanxs–. previos a las invasiones europeas, multipli-
Desde la segunda mitad del siglo XX, aún cadas y sedimentadas en tres siglos de orga-
a pesar de los dramáticos conflictos y las ten- nización colonial de castas “blandas” pero
siones extraterritoriales inherentes a las situa- efectivas. Durante los dos siglos de historia
ciones neocoloniales, los Estados territoriales republicana de la región, estas fragmentacio-
latinoamericanos consiguieron canalizar sus nes no sólo fueron resilientes a los efectos –su-
tensiones políticas y sociales clave “ofrecien- perficiales e inconcluyentes– de la legislación
do ciudadanía”. En procesos no lineales, con liberal clásica, sino que se combinaron con las
avances, mesetas y retrocesos, se expandieron desigualdades de nuevo tipo que trajeron los
los derechos civiles, ampliando las libertades siglos XIX y XX. Los compartimientos son
y garantías individuales clásicas y fusionándo- múltiples, y más o menos fuertes (aunque
las en nociones universalistas conocidas como nunca totalmente estancos, a diferencia de
“derechos humanos”; se ampliaron los patro- muchas sociedades asiáticas o africanas), de
nes de participación política, otorgando dere- acuerdo a las historias locales: comunidades
chos electorales a la mayoría de lxs ciudadanxs indígenas subordinadas en diferentes grados
y multiplicando las opciones de participación y formas de explotación, relocalizadas o resis-
política; y se multiplicaron las intervenciones tentes; comunidades africanas introyectadas y
funcionalizadas a los múltiples requerimientos
de la economía colonial; indígenas y africanos
“escapados” hacia tareas urbanas o militares,
5 Para esta larga discusión sobre los proble-
formando un sustrato nuevo, subordinado
mas inherentes al carácter heterónomo de la
con otras reglas; blancos europeos, criollos, y
región, invito a revisar Ansaldi y Giordano
luego inmigrantes, disputando los lugares en
(2012).
38
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

las elites y en los sectores medios y populares empírico efectivamente excluyente de elites y
urbanos. La obsesión jurídica y cultural co- cliques que combinaba poder político y eco-
lonial por la taxonomía y el orden de castas, nómico, sobre un trasfondo jurídico formal-
recibió el goteo, luego la imparable marea de mente igualitario (para las reglas de la época,
la economía ya plenamente capitalista del si- entre varones con capacidad económica). El
glo XIX. Al interior de los fragmentos, reglas mecanismo de ascenso que representaron las
de género y etarias que combinaban estrate- guerras de independencia fue fugaz y, en algu-
gias familiares antiguas con formas nuevas de nos países (así como en casi toda el área portu-
moral cristiana, parecen haber jugado roles guesa), directamente no ocurrió. Y, si bien las
opuestos, sustentando formas de solidaridad y formas aristocráticas fueron comunes a todas
endureciendo vías de sojuzgamiento. las experiencias republicanas del siglo XIX, en
Los rastros de esta fragmentación socio- la región continuaron fuertemente enraizadas
cultural están presentes en el tejido social de en el siglo XX. Los regímenes políticos lati-
todos los países de la región, con diferentes noamericanos son en su mayoría poliarquías
intensidades, dependiendo de las historias po- clásicas (con etapas de centralización en los
líticas y socioeconómicas. A veces de manera autoritarismos cívico-militares, y la excepción
sutil, y otras de modo brutal, están presentes de Cuba) cuyos juegos son bastante cerrados,
en la institucionalidad social de estos lugares: en la medida en que pocos actores clave con-
en las lenguas y en las prácticas religiosas, en trolan un número alto de recursos estratégicos.
las mesas y en los artefactos culturales, en la Hasta los movimientos nacionalistas populares
geografía de las comunicaciones y en el diseño de mediados del siglo XX, incluso los propios
urbano, en las ideas de justicia y en los pro- partidos políticos que se formaron en toda la
cesos jurídicos, en las ideas de nación y las de región replicaban en su interior prácticas plu-
pueblo. Sin embargo, según las hipótesis que tocráticas. En la segunda mitad del siglo XX,
guían a este trabajo, por lo menos las tres úl- cuando la región parece “abrir”, o consolidar
timas décadas del siglo XX y las dos primeras una mayor apertura de sus sistemas políticos,
del siglo XXI han sido testigos de un proceso dos situaciones se combinaron de diferentes
de cambio, por momentos dramático, en la vi- modos para contener sus consecuencias de-
sibilización, politización y juridización de esta mocratizantes. La demasiado rápida pérdida
fragmentación social, de sus palabras clave, de de potencialidad disruptiva de sus movimien-
sus sistemas de diferenciación, y de sus fronte- tos nacionales y populares, transformados en
ras. En este proceso creo que se han ido ges- tranquilizadores populismos nacionalistas; y
tando elementos de una forma pluricultural y la brutal opresión de la Guerra Fría, que su-
socialmente crítica de roles etarios y sexuales, bordinó gran parte de la política regional a la
que (a pesar de temibles resistencias) acaso nos supervisión ideológica y operacional nortea-
sorprenda en el futuro. mericana, en general a través de experimentos
Las tensiones sociopolíticas clásicas de de autoritarismo cívico-militar.
América Latina también tienen un trasfondo La larga concentración (o en algunos ca-
histórico de desigualdad característica, algu- sos el carácter excluyente) del sistema político
nas de cuyas imágenes aún se adivinan en la ha dado lugar a múltiples singularidades de
institucionalidad política de nuestros países. la ciudadanía política, sobre todo para siste-
Al acaparamiento de poder político en gru- mas formalmente republicanos, ninguna de
pos estratégicamente pequeños, inherente a las cuales favorece las formas igualitarias: la
la institucionalidad colonial, las repúblicas baja participación, el personalismo y la tenue
del siglo XIX lo sustituyeron por un juego representatividad de los partidos, el carácter

39
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

plebiscitario y salvacionista del presidencialis- nada al polo débil. Son muchos estos polos,
mo, los limitados controles y equilibrios ins- pero piénsese, por citar los más visibles, en la
titucionales, la baja legitimidad de la ley, o la distancia entre: varones blancos calificados, y
profusión y el alcance de las relaciones clien- mujeres indígenas no calificadas; entre econo-
telares. Desde las décadas de 1980 y 1990, sin mías urbanas y rurales divididas en sectores
embargo, la pérdida de legitimidad de los arre- de alta productividad para nichos de econo-
glos autoritarios civiles o militares, y el fin de mía global, y sectores de baja productividad
la Guerra Fría, facilitaron un múltiple proceso para economías de subsistencia; entre adultos
de democratización de las relaciones políticas cubiertos por la seguridad social abarcativa
y de refundación institucional de las repúbli- y públicamente financiada, y jóvenes apenas
cas. No exento de altibajos y mesetas, y sin alcanzados por asistencia focalizada frugal y
duda polémico en sus alcances, este proceso temporaria; entre espacios geográficos efecti-
continúa en el presente. vamente regulados por la ley estatal; y espacios
La fragmentación cultural dura y el juego en donde la legalidad estatal es sólo un factor
político cerrado son, finalmente, inseparables de referencia distante. Son las notables brechas
de la producción y recurrente reproducción en que abre esta desigualdad material, y su entre-
América Latina de importantes desigualdades lazamiento perverso con cuestiones culturales
materiales, que colocamos bajo la etiqueta de y políticas, lo que ha facilitado la generaliza-
la ciudadanía social. Es corriente encontrar la ción del uso de términos como “vulnerabili-
afirmación, clásicamente sustentada en las me- dad” y “exclusión” para captar los mundos
diciones de distribución del ingreso monetario de vida de una proporción importante de la
o de las condiciones materiales de vida, que la población.
región latinoamericana contiene a algunos de De las tres tensiones, la socioeconómica
los Estados territoriales más desiguales del pla- es, quizá también, la que menos movimiento
neta. Así como sus Estados menos desiguales, relativo mostró, o más fugacidad de las ten-
en términos relativos, son sorprendentemente dencias positivas, en las variables que las cien-
desiguales, en términos absolutos. Este resul- cias sociales usan para referenciarla. Con pocas
tado contemporáneo es argumentablemente y polémicas excepciones, en los “buenos años”
válido para toda la historia de la región; y es desde el punto de vista de la ciudadanía, que se
acaso el producto inexorable de la conjunción fueron abriendo desde la década de 1980 para
perversa de múltiples variables. Más aún, es la mayoría de los países de la región, los Esta-
posiblemente la más estable de las tres tensio- dos territoriales latinoamericanos no lograron
nes, a lo largo de la historia, en términos de la edificar el piso de ciudadanía social que los
perennidad y resiliencia de sus patrones, o de Estados de Bienestar europeo, norteamericano
la fugacidad y reversibilidad de los períodos de y asiático oriental consiguieron en el mismo
“mejora”. período. A pesar de la mejor coyuntura para
La desigualdad social latinoamericana se el crecimiento económico de sus economías,
refleja en todas las dimensiones de la vida hu- y el importante esfuerzo en la creación de me-
mana, y en todos los territorios de interacción canismos de redistribución del ingreso a través
social. Su intensidad se manifiesta en la distan- del gasto público social (en algunos países, por
cia relativa que existe entre las condiciones de primera vez en su historia independiente), los
vida de un conjunto de “polos” estratégicos de cambios favorables muestran reversibilidad, y
diferencia, combinada con la relativa ausen- la vulnerabilidad muestra importantes capaci-
cia de puntos intermedios entre estos polos, dades de supervivencia. Acaso el único signo
y el notable tamaño de la población conde- positivo, en este sentido, sea (por ahora) la

40
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

menor velocidad de las reversiones, y el ame- Estos procesos han sido y son estudia-
setamiento de la vulnerabilidad en niveles me- dos por numerosxs especialistas de múltiples
nores a los del siglo XX. campos de los estudios del desarrollo, y de
casi todas las disciplinas y subdisciplinas de
3. Hipótesis históricas las ciencias sociales. También son el objeto de
La ciudadanía contemporánea de América seguimiento, por medio de estadísticas nacio-
Latina es entonces, en los términos aquí pro- nales comparadas, de varios observatorios es-
puestos, el resultado de estos juegos de tensio- pecializados, tanto multilaterales como asocia-
nes y puntos de equilibrio en estos tres campos tivos. Nuestro proyecto propone aportar una
clave. Los Estados latinoamericanos contem- forma de vincular el conocimiento disponible
poráneos, como sus pares del resto del globo, y de rellenar algunas lagunas existentes, a tra-
también producen “ofertas de ciudadanía” vés de una visión de conjunto, proporcionada
–nación, república, bienestar– que generan por la perspectiva histórica y comparativa. La
continuidad o cambio en estas tres tensiones perspectiva histórica tiene, como meta, detec-
dinámicas. ¿Qué aspectos tiene este proceso en tar singularidades, a través de patrones de con-
el mediano y largo plazo de la región? tinuidad y principios de cambio. La perspec-
Tanto las ofertas de ciudadanía, como la tiva comparativa aspira a resaltar dimensiones
intensidad de las tensiones, o la estabilidad de del problema, captando intensidades relativas.
sus puntos de equilibrio, dependen –como en Cumplida esta primera etapa con la región
todas partes– de la capacidad de las organiza- latinoamericana como universo de análisis, el
ciones estatales. Hay procesos de pertenencia plan es usar la metodología para ir hacia afue-
paraestatales y supraestatales muy relevantes, ra de la región y hacia adentro de los Estados
sin duda, pero, en la mayor parte de los terri- territoriales, situando a América Latina en una
torios de América Latina, este trabajo asume perspectiva interregional; y estudiando varia-
que los Estados nacionales marcan el grueso bles de ciudadanía en universos subnacionales.
de los efectos materiales de la ciudadanía, aun Para la perspectiva histórica se aplica un
difractados o influidos por procesos globales o enfoque de “larga duración” (longue durée,
paraestatales. En estos términos, la peculiari- Braudel, 1958; rediscutido recientemente por
dad de la región parece ser que estas capacida- Armitage y Guldi, 2015, entre otros) frecuen-
des estatales han sido históricamente suficientes te en la historiografía latinoamericana, que se
para garantizar la continuidad institucional combina con el enfoque de “coyunturas críti-
de los Estados territoriales respectivos, pero in- cas” (critical junctures, Collier y Collier, 2002),
suficientes para constituir puntos de equilibrio de gran valor heurístico para la historiografía
estables en el largo plazo. Así, los Estados la- comparativa reciente de nuestra región. Para
tinoamericanos (con importantes variaciones) el enfoque de larga duración, el análisis histó-
se constituyeron en sistemas políticos relativa- rico se puede presentar como un corte trans-
mente autónomos, con poder infraestructural versal que identifica capas, las de superficie
y legitimidad social, pero al mismo tiempo marcada por acontecimientos aparentemente
muestran consistentes y recurrente dificultades irrepetibles o inconexos, y las de profundidad
en escapar a la subsunción en procesos globa- mostrando continuidades e inercias que le
les, y la captura o la cooptación de sus políti- otorgan sentido a la superficie. Para el enfoque
cas; en producir efectos materiales sustantivos de coyunturas críticas, la historia política y so-
en sus territorios; y en mantener legitimidad cial muestra situaciones de conflicto abierto o
social razonablemente amplia y estable. intenso, antes y después de las cuales pueden
identificarse períodos de estabilidad institu-

41
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

cional relativa. En este trabajo se asume que ampliación ciudadana, de menor (naranja cla-
se pueden identificar estructuras de mediano ro y amarillo) a mayor (verde claro y oscuro),
y largo plazo (entendidas como períodos de y tiene una misión visual, más que valorativa.
equilibrio relativo e inercia institucional), así El primer cuadro tiene como objetivo si-
como las coyunturas críticas que las separan; y tuar la problemática de ciudadanía en la his-
que tanto estas como aquellas son sustancial- toria del conjunto de la región, ofreciendo
mente parecidas para toda la región (con pocas una primera perspectiva valorativa del sentido
excepciones), pudiéndose identificar (con ma- general de su evolución, y de la importancia
tices y secuencialidades imperfectas) en todos relativa del período elegido para la investiga-
sus Estados territoriales. ción: las ciudadanías inclusivas.
La hipótesis histórica que guía a este traba-
jo, determinando la periodización del estudio,
es que la mayoría de los Estados latinoamerica-
nos atraviesan un presente –en perspectiva de
larga duración– caracterizado por la estabiliza-
ción de sus regímenes políticos en poliarquías
clásicas (con la excepción de Cuba, y acaso de
Venezuela), en el cual Estados con capacidades
efectivas relativamente mayores que en el pa-
sado están dispuestos a abordar los problemas
clásicos de fragmentación de la ciudadanía. En
otra parte le llamamos a esto “inclusionismo”,
e insistimos sobre las semejanzas de este proce-
so en toda la región, aún a pesar de los clivajes
ideológicos en las coaliciones gubernamenta-
les (Andrenacci, 2012). El ambiente que hizo
posible al “inclusionismo” no es obviamente el
mismo, hoy, que en la primera década del siglo
XXI; y la idea de este trabajo es, precisamen-
te, aportar una perspectiva de larga duración.
Desde esta perspectiva, es pronto aún para
asegurar que el cambio de etiquetas ideológi-
cas dominantes en la región se trasladará a las
funciones estatales, del modo notable en que
esto ocurrió entre fines del siglo XX y princi-
pios del XXI.
En los cuadros que siguen se propone una
visión de conjunto de larga duración (de las
guerras de independencia hasta el presente),
y una visión comparativa del “presente largo”
(de los años 1980-1990 hasta el presente pro-
piamente dicho). Ambos deben ser tomados
como hipótesis: principios de inteligibilidad
que serán sometidos al análisis comparativo.
En ambos la coloración se asocia al grado de

42
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

Cuadro N° 1:
La ciudadanía de América Latina en el largo plazo
(siglos XIX-XXI)
Años Coyunturas impor- Estructuras estables o Grandes etapas
tantes o críticas inerciales
1810s Guerras de Resistencias coloniales, Ciudadanías
1820s Independencia arreglos poscoloniales exclusivas
transitorios y estabili-
1830s zación de las repúblicas
1840s independientes.
1850s Guerras civiles y repúbli- Ciudadanías
1860s cas aristocráticas en el excluyentes
marco de la primera
1870s globalización.
1880s
1890s Guerra Hispano-
norteamericana
1900s
1910s Revolución Mexicana Reacomodamientos Ciudadanías
y Primera Guerra políticos y económicos incluyentes
Mundial frente al fin de la primera
1920s globalización. Procesos de
inclusión política y socio-
1930s Gran Depresión económica desarrollistas y
1940s Segunda Guerra nacionalistas, y autoritaris-
Mundial mos cívico-militares, en el
marco de la Guerra Fría.
1950s
1960s Revolución Cubana
1970s
1980s Crisis de las deudas Procesos de inclusión Ciudadanías
externas política, socioeconómica y inclusivas
1990s Implosión del bloque cultural (neo)desarrollistas
soviético y (neo)nacionalistas, en
el marco de la segunda
2000s globalización y la posguer-
2010s Crisis financiera y ra fría.
comercial global

Fuente: Elaboración propia.

43
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

El segundo cuadro tiene como objetivo situar período de estudio seleccionado, el de las ciu-
todos los casos nacionales que serán poten- dadanías inclusivas.
cialmente objeto de análisis, en el marco del

Cuadro N° 2:
La ciudadanía de América Latina en la etapa inclusiva
(1980s-2010s)
País 1980s 1990s 2000s 2010s
Argentina Democratización Estabilización sociopolítica, ampliación sociocultural,
(1983) fuertes altibajos socioeconómicos.
Bolivia Democratización Fuertes altiba- Estabilización sociopolítica,
(1982) jos políticos y ampliación sociocultural y
económicos. socioeconómica.
Brasil Democratización Estabilización sociopolítica, ampliación sociocultural y
(1985) socioeconómica.
Chile Dictadura Democratización Estabilización sociopolítica,
(1991) ampliación sociocultural y
socioeconómica.
Colombia Cuestiones sociopolíticas, sociocultura- Gradual pérdida de intensidad del
les y socioeconómicas entrelazadas con conflicto interno / guerra civil.
el conflicto interno / guerra civil. Estabilización sociopolítica, am-
pliación sociocultural y potencial-
mente socioeconómica.
Costa Rica Estabilidad sociopolítica, ampliación sociocultural y socioeconómica
inercial.
Cuba Estructuras sociopolíticas, sociocultura- Desestabilización socioeconómica
les y socioeconómicas del socialismo y potencialmente política.
estatista.
Ecuador Democratización Fuertes altiba- Estabilización sociopolítica,
(1979) jos políticos y ampliación sociocultural y
económicos. socioeconómica.
El Salvador Cuestiones sociopolíticas, sociocultura- Estabilización sociopolítica, am-
les y socioeconómicas entrelazadas con pliación sociocultural y socioeco-
la guerra civil, hasta los Acuerdos de nómica moderadas.
paz (1992).
Guatemala Cuestiones sociopolíticas, sociocultura- Fuertes altibajos políticos, limitada
les y socioeconómicas entrelazadas con ampliación socioeconómica o
la guerra civil, hasta los Acuerdos de sociocultural.
paz (1996).

44
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

Haití Degradación de la Democratización Inestabilidad política y es-


institucionalidad (1990) tablecimiento de la MI-
estatal. NUSTAH-MINUJUSTH (2004).
Honduras Inercia de formas de ciudadanía sólo Estabilidad política polémica sin
parcialmente incluyentes. ampliación socioeconómica o
sociocultural.
México Degradación de la Crisis política y Estabilización política, con lim-
institucionalidad económica. itada recuperación de la insti-
estatal. tucionalidad estatal y moderada
ampliación socioeconómica o
sociocultural.
Nicaragua Revolución Estabilización política polémica con moderada amplia-
Sandinista ción socioeconómica y sociocultural.
Panamá Democracia limita- Intervención mil- Estabilización política con mod-
da o vigilada. itar de EE.UU. erada ampliación socioeconómica
(1989) y sociocultural.
Paraguay Dictadura Democratización Estabilización política polémica
(1989) con moderada ampliación socio-
económica y sociocultural.
Perú Democratización Inestabili- Segunda democratización (2000),
(1980) dad política y moderada estabilización política,
socioeconómica. y ampliación socioeconómica y
sociocultural.
Puerto Rico Ciudadanía sociopolítica, socioeconómica y sociocultural determinadas por
la anexión efectiva a los EE.UU.
R. Democracia limita- Democratización Estabilización política con mod-
Dominicana da o vigilada. efectiva (1996) erada ampliación socioeconómica
y sociocultural.
Uruguay Democratización Estabilización política con ampliación socioeconómica
(1984) y sociocultural.
Venezuela Estabilización política (1994) con ampliación socioeco- Crisis política y
nómica y sociocultural. socioeconómica.

Fuente: Elaboración propia.

Varios problemas matizan la utilidad de esta y metodológico. En primer lugar, por Estados
periodización propuesta, en términos del uni- con “disposición” a abordar los problemas de
verso de análisis y de las categorías usadas. ciudadanía, y por “ciudadanía inclusiva”, quie-
Confío en que, a pesar de ellos, este principio ro decir que, en comparación con otras épocas
de inteligibilidad, como soporte para el abor- de la historia regional, en esta época ha sido
daje comparativo, prueben su valor heurístico posible que coaliciones de gobierno con impe-
45
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

rativos de ampliación de la ciudadanía, o de limita la comparatividad del caso. Puerto Rico


reducción de las desigualdades (en determi- es un Estado territorial anexado a los Estados
nados campos o en todos ellos), desplieguen Unidos como corolario de la Guerra Hispano-
políticas públicas con impactos empíricos norteamericana, por lo tanto, también se trata
más o menos relevantes. Esto no significa que de un caso de capacidad estatal limitada. Pa-
estos intentos sean compartidos por todo el namá, finalmente, transitó una larga situación
arco de opiniones y fuerzas presentes en un de alta dependencia y baja autonomía relati-
Estado territorial, ni que hayan sido lineales. vas, hasta la devolución del Canal y la última
Su transitoriedad y fugacidad son menores a intervención militar norteamericana, aunque
la etapa anterior, en donde estos imperativos luego de esto el caso se “normaliza” respecto
de políticas públicas y su puesta en práctica del universo de análisis.
fueron mucho menos estables y esporádicos. En tercer lugar, las etiquetas, resúmenes
Asimismo, hay países que registran procesos y colores que se usan para las diferentes eta-
de “inclusión” en todos o algunos de los cam- pas pueden ser contestados en su generalidad
pos de tensión de la ciudadanía desde antes del e imprecisión, y tienen sesgos políticos-ideo-
período elegido, como Costa Rica. lógicos. Confío, sin embargo, en que tanto
En segundo lugar, que hay visiblemente las generalizaciones como los sesgos sean lo
dos conjuntos de excepciones a esta tenden- suficientemente tolerables, en el público aca-
cia, con diferentes tipos de variación respecto démico, para darle un razonable crédito a la
de la “regla”: Cuba y Haití (asumiendo a esta posterior investigación comparativa.
última como parte de América Latina), con
los casos fronterizos de Nicaragua y Venezue- 4. Hipótesis comparativas
la (respecto de Cuba), y de Panamá y Puerto Los Estados territoriales latinoamericanos,
Rico (respecto de Haití). Cuba, porque es el como dijimos, muestran desde el siglo XIX
único Estado de la región que se organizó de (con pocas excepciones, hasta ahora todas
acuerdo a los modos de centralización políti- temporarias) suficientes niveles de capacidad
ca y estatización económica hacia los cuales estatal como para mantener autonomía relati-
evolucionaron las diferentes variantes de las va, control razonable de sus espacios geográfi-
repúblicas socialistas en el siglo XX. Esto hace cos, y apoyo tácito o explícito de su población.
difícil de evaluarlo con las mismas categorías Al mismo tiempo, sin embargo, en los tres
que para los demás, o hacerlo coincidir con aspectos que hemos propuesto como esencia-
ellos, en las etapas de las ciudadanías que lla- les de la capacidad estatal –autonomía, poder
maos incluyente e inclusiva. Nicaragua pasó infraestructural y legitimidad– presentan pro-
por una experiencia sociopolítica parecida, blemas importantes y recurrentes, que suelen
pero tomó una dirección diferente. Y Vene- ser simplificados bajo las imágenes sintéticas
zuela tomó ese camino recientemente, pero no de Estados territoriales “en desarrollo” (respec-
está claro de qué modo continuará. En el caso to de aquellos que consiguen mejores resulta-
de Haití, lo considero una excepción porque dos socioeconómicos) o “periféricos” (respecto
es lo más próximo que la región presenta a de aquellos que concentran el control de varia-
un Estado fallido (Bovens et al., 2001), y por bles clave de la economía y la política global).
ende con capacidad estatal muy limitada. La En términos de autonomía relativa (Evans,
“falla” no es presumiblemente la única varia- 1995), el tipo de enraizamiento del poder es-
ble que explica la continuidad de la Misión tatal latinoamericano (su entrelazamiento
de Naciones Unidas que co-gobierna efectiva- con las relaciones locales de poder político,
mente el territorio; pero por el momento, esto económico y social) muestra concentraciones

46
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

y asimetrías típicas de poliarquías con distri- producir efectos limitados o inestables de le-
buciones muy limitadas de poder real. Esta gitimidad entre sus ciudadanxs. Esto tiende
concentración abre posibilidades de acapara- a agravar los conflictos de todo tipo (en par-
miento de los complejos de políticas públicas ticular los de ciudadanía), en la medida en
por grupos extraterritoriales o paraestatales, o que el Estado nacional no es percibido como
por elites locales de tipo predatorio, y reduce una organización política capaz de intervenir
las posibilidades institucionales de prevenir, li- de manera razonablemente neutral y efectiva.
mitar o desactivar este tipo de capturas. Consecuentemente, las crisis de legitimidad
En términos de poder infraestructural son recurrentes, e institucionalmente difíciles
(Mann, 1997), la forma latinoamericana de de canalizar.
combinación de fuentes clave de poder or- En la perspectiva de este trabajo, estos
ganizacional genera como resultado bajas tres tipos de problemas de capacidad estatal se
intensidades relativas de control territorial y reflejan en los resultados empíricos de ciuda-
poblacional por parte del Estado, y limitados danía que tienen los Estados territoriales lati-
alcances de las leyes y regulaciones. En con- noamericanos. Los tres órdenes de resultados
secuencia, la posibilidad que tienen los Esta- –socioeconómicos, sociopolíticos y sociocul-
dos de “modelas prácticas sociales” es baja, la turales– se pueden ordenar según parámteros
“llegada” geográfica y poblacional del Estado de inclusión e igualdad., inclusión sociocul-
es heterogénea, jerárquica o fragmentaria; y tural relativa, igualdad sociocultural relativa,
los niveles de paraestatalidad en las relaciones inclusión sociopolítica relativa e igualdad
económicas y sociales son notoriamente altos. sociopolítica relativa. En el cuadro que sigue
En términos de legitimidad, finalmente se presentan las definiciones esquemáticas
(Beetham, 2006; Lottholz y Lemay-Hébert, de los indicadores y la selección de variables
2016), los Estados capturados o capturables, que prestan soporte al estudio que estamos
con bajo poder infraestructural, tienden a desarrollando.

Cuadro N° 3:
Indicadores de ciudadanía
Indicadores Resumen Variables
Inclusión Participación directa (individual) Estructura sociodemográfica,
socioeconómica o indirecta (familiar/comunitaria) actividad económica, empleo,
relativa en actividades económicas pro- ingresos monetarios, condi-
ductoras de ingresos monetarios ciones de vida, activos privados,
directos o indirectos. servicios públicos. Estructuras,
Igualdad Diferencias polares y clusters en los dinámicas y alcances de la pro-
socioeconómica tipos de actividades económicas tección social (seguridad social +
relativa productoras de ingresos monetar- asistencia social).
ios directos o indirectos, y en los
activos públicos y privados.

47
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

Inclusión socio- Participación directa (individual) Organización política y con-


política relativa o indirecta (familiar/comunitar- stitucional, sistema electoral,
ia) en sistemas político-elector- elegibilidad representativa.
ales y en funciones públicas o Información, movilización
representativas. política, participación electoral,
Igualdad sociopo- Diferencias polares y clusters en los participación directa e indirecta
lítica relativa tipos de participación en sistemas en instancias representativas.
político-electorales y en funciones
públicas o representativas.
Inclusión socio- Amplitud, pluralismo y repre- Idiomas y lenguajes, religiones y
cultural relativa sentatividad de los símbolos de prácticas religiosas, sociabilidad y
pertenencia social instituciona- estructura comunitaria-familiar.
lizados respecto de los símbolos Estructuras, dinámicas y alcances
identitarios de la población. del sistema educativo, accesibili-
Igualdad socio- Exclusiones / invisibilizaciones dad del gobierno y de la adminis-
cultural relativa y modelos dominantes en los tración de justicia.
símbolos de pertenencia social
institucionalizados respecto de
los símbolos identitarios de la
población.

Fuente: Elaboración propia.

¿Qué se espera encontrar? En la etapa de com-


paración internacional regional, sólo un nuevo
modo de ver el problema. La idea es triangular
las hipótesis clásicas de los estudios disponi-
bles en los temas seleccionados, con evidencia
empírica comparativa y con nuestro enfoque
de ciudadanía. Suponemos que el estudio per-
mitirá explicar mejor, desde el punto de vista
sincrónico, las situaciones de inclusión frag-
mentada o problemática (aunque no exclu-
sión) y desigualdad alta (aunque no polar); y
desde el punto de vista diacrónico, las tenden-
cias de mediano plazo. En el cuadro que sigue
se presentan esquemáticamente las hipótesis
generales para cada indicador.

48
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

Cuadro N° 4:
Hipótesis sobre los indicadores de ciudadanía
Indicadores Situaciones Tendencias
Inclusión Alta incidencia de actividades Amesetamiento de la informal-
socioeconómica económicas informales de baja idad; y resiliencia de la baja
relativa productividad. productividad.
Igualdad socioeco- Altas desigualdades en los ingresos Moderada reducción de las
nómica relativa monetarios directos e indirectos, y desigualdades en activos públicos
en los activos públicos y privados, e ingresos monetarios indirectos;
según género, edad, etnia y ubi- y resiliencia de las desigualdades
cación geográfica. en ingresos monetarios directos y
activos privados.
Inclusión sociopo- Moderada participación política Aumento de la participación
lítica relativa directa (iniciativas y protestas) e política directa e indirecta; y de la
indirecta (sistema electoral). Baja difusión y rotación de la partic-
difusión y rotación de la partic- ipación ciudadana en funciones
ipación ciudadana en funciones públicas o representativas.
públicas o representativas.
Igualdad sociopo- Altas desigualdades en la partici- Amesetamiento de las desigual-
lítica relativa pación política directa e indirecta dades de género y etarias, y ten-
según género, edad, etnia y ubi- dencias a la reducción de desigual-
cación geográfica. dades étnicas y geográficas.
Inclusión socio- Bajo pluralismo y representativi- Aparición de signos de plu-
cultural relativa dad de los símbolos de pertenencia ralización de los símbolos de
social institucionalizados respecto pertenencia social en espacios
de los símbolos identitarios de públicos.
la población, tanto en instancias
públicas, como comunitarias y
privadas.
Igualdad sociocul- Exclusiones e invisibilizaciones Gradual aparición y visibilización
tural relativa parciales o totales del pluralismo del pluralismo sociocultural;
identitario de la población; dis- problematización pública de las
criminación difundida e institucio- situaciones discriminatorias.
nalizada de grupos de ciudadanos
indígenas y afroamericanos; y de
grupos inmigrantes.

Fuente: Elaboración propia.

49
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

En las etapas subsiguientes de la investigación, dujo aún más diversión entre los asistentes (y
se espera extender el análisis hacia los mundos me avergüenza un poco hoy). Probablemente
subnacionales de la ciudadanía, y hacia las hice un gesto hacia la bandera de Perú que se
comparaciones interregionales. El fin es cap- encontraba detrás de mí, con su escudo cen-
tar dimensiones de heterogeneidad e intensi- tral, entre cuyas imágenes hay una cornuco-
dad (hacia adentro) y de singularidad (hacia pia, o símbolo de la abundancia. Ya no logró
afuera). contenerse y me dijo: “no se preocupe, profe,
pronto nos comeremos la bandera”. Al jefe le
A modo de conclusión divertiría mucho saber que seguimos tratando
Dijimos que los Estados de América Latina de explicar estas cuestiones, para contribuir a
presentan, desde la perspectiva de ciudadanía asentar las representaciones de ciudadanía en
que defienden estas líneas, una suerte de kar- algo más significativo que una bandera.
ma. Tienen elementos para materializar efecti- Este trabajo se inspira en la convicción
vamente la ciudadanía; pero lo hacen de modo de que el enfoque de ciudadanía, en su modo
parcial, fragmentado, asimétrico. El resultado analítico, permite avanzar en la comprensión
es una membresía efectiva, pero insuficiente- de algunas de estas contradicciones. Ayuda a
mente (acaso, inaceptablemente) desigual. En entender cómo los desempeños de los Esta-
tales condiciones, medir intensidades, captar dos territoriales se reflejan en el despliegue,
heterogeneidad, detectar singularidad, es una entrelazamiento y endurecimiento de las
tarea importante para el análisis y esencial para desigualdades constitutivas de la ciudada-
las políticas públicas. nía contemporánea. Asume, asimismo, que
¿Cuál es el interés de usar estas categorías el enfoque de ciudadanía, en sus raíces nor-
en nuevos sentidos? Ojalá disculpen lxs lec- mativas, es un buen modo de pensar en la
torxs una anécdota personal. Hace algunos relación entre inclusión e igualdad. Puestos
años, cuando trabajaba en el Perú, un líder/ al servicio del estudio del cambio histórico
jefe político de un grupo asháninka próximo en América Latina, se espera que contribuya
a Pucallpa, parte del mosaico de etnias in- a captar procesos en las formas de igualdad/
dígenas de la región amazónica, se burlaba, desigualdad e inclusión/exclusión, que los es-
divertido, de la candidez de mi presentación tudios de caso o de coyuntura a veces omiten
acerca del estatus de ciudadanía en los Esta- o dan por sentado.
dos latinoamericanos. A él, como a otros je-
fes que participaban de la charla, le resultaba Referencias bibliográficas
contrafáctico que yo dijera que la ciudadanía Adejumobi, S. (2001). Citizenship, Rights, and
de nuestros países se materializaba en cuestio- the Problem of Conflicts and Civil Wars in
nes tales como las leyes y los servicios públi- Africa. Human Rights Quarterly. Vol. 23, N°
cos. Y (adivino la sonrisa de varixs lectorxs) 1, 148-170.
tenía toda la razón. En su territorio no había Anderson, B. (1993). Comunidades imaginadas.
ni escuelas, ni hospitales, ni caminos. Sólo la Reflexiones sobre el origen y la difusión del na-
vinculación terrestre con el resto del país im- cionalismo. México D.F.: Fondo de Cultura
plicaba un mínimo de un día de travesía por Económica.
zonas de pantanos sin caminos consolidados; Andrenacci, L. (2003). Imparis Civitatis. Elemen-
así como el cruce, como se pudiera, del pode- tos para una teoría de la ciudadanía desde una
roso río Ucayali. En la intensidad de la con- perspectiva histórica. Sociohistórica. Núms.
versación insistí que la ciudadanía también 13-14, 79-108.
implicaba pertenencia simbólica, lo que pro-

50
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

Andrenacci, L. (2012). From Developmentalism unity and globalization. London-New York:


to Inclusionism: On the Transformation of Routledge.
Latin American Welfare Regimes in the Early Collier, D. y Collier, R. B. (2002). Shaping the
21st Century. Journal of Development Studies. Political Arena: Critical Junctures, the Labor
Vol. 28, Núm. 1, 35-57. Movement, and Regime Dynamics in Latin
Andrenacci, L. (2019). Un ensayo sobre la histo- America. Notre Dame: University of Notre
ria de la ciudadanía en América Latina desde Dame Press.
la perspectiva de larga duración. Cadernos da Breuilly, J. (1994). Nationalism and the State. Chi-
EBAPE (en prensa). cago: University of Chicago Press.
Andrews, G. (1991). Citizenship. London: Law- Costa, S. (2018). Entangled Inequalities, State,
rence & Wishart. and Social Policies in Contemporary Bra-
Ansaldi, W. y Giordano, V. (2012). América Lati- zil. En M. Ystanes e I. Strønen, The Social
na. La construcción del orden (Tomos I & II). Life of Economic Inequalities in Contem-
Buenos Aires: Ariel. porary Latin America (pp. 59-80). Cham:
Armitage, D. y Guldi, J. (2015). Le retour de la Palgrave-Macmillan.
longue durée: une perspective anglo-améri- Dagnino, E. (2008). Los significados de ciudada-
caine. Annales. 2015/2. Vol. 2015, Núm. 2, nía en América Latina. En A. Chaparro, C.
289-318. Galindo y A. M. Sallenave. Estado, democracia
Badie, B. y Birnbaum, P. (1991). Sociologie de y populismo en América Latina (pp. 194-227).
l’État. Paris: Grasset. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario.
Bauböck, R. (2018). Democratic inclusion: a plu- Dirlik, A. (2010). Colonialism, Revolution, De-
ralist theory of citizenship. En R. Bauböck. velopment: A Historical Perspective on Citi-
Democratic Inclusion (pp. 3-102). Manches- zenship in Political Struggles in Eastern Asia.
ter: Manchester University Press. Development and Society. Vol. 39, Núm. 2,
Beetham, D. (2006). Political Legitimacy. En K. 187-210.
Nash y A. Scott. The Blackwell Companion Dorman, S. Hammett, D. y Nugent, P. (2007).
to Political Sociology (pp. 107-116). Oxford: Making nations, creating strangers. States and
Blackwell. citizenship in Africa. Leiden: Koninklijke Brill
Beiner, R. (1995). Theorizing Citizenship. Albany: NV.
State University of New York Press. Evans, P. (1995). Embedded Autonomy. Princeton:
Bendix, R. (1996). Nation-building and Citizen- Princeton University Press.
ship. Studies of Our Changing Social Order. Fleury, S. (1997). Estado sin ciudadanos. Seguridad
New Brunswick: Transaction. social en América Latina. Buenos Aires: Lugar.
Birnbaum, P. (1996). Sur la citoyenneté. L’Année Gellner, E. (1983). Nations and Nationalism. Ox-
Sociologique. Vol. 46, Núm. 1, 57-85. ford: Blackwell.
Bovens, M. T’Hart, P. y Peters, G. (2001). Success Gozzi, G. (2015). Cittadinanza e diritti. En Anna-
and Failure in Public Governance: A Compar- li di Storia moderna e contemporánea, Año III,
ative Analysis. Cheltenham-Northampton: Núm. 3, 193-208.
Edward Elgar. Habermas, J. (1994). Citizenship and National
Braudel, F. (1958). Histoire et Sciences Sociales: Identity. En B. Van Steenbergen. The Condi-
La longue durée. Annales. Économies, Sociétés, tion of Citizenship (pp. 20-35). London: Sage.
Civilisations. Año 13, Núm. 4, 725-753. Heater, D. (1999). What is Citizenship? Cam-
Chang, K-S y Turner, B. (2012). Contested citizen- bridge: Polity Press.
ship in Asia. Developmental politics, national

51
Luciano Andrenacci “Desigualdad y exclusión en América Latina”

Ishay, M. (2008). The History of Human Rights. O’Donnell, G. (2010). Democracia, agencia y esta-
From Ancient Times to the Globalization Era. do. Teoría con intención comparativa. Buenos
Berkeley: University of California Press. Aires: Prometeo.
Isin, E. y Turner, B. (2002). Handbook of Citizen- Pinsky, J. y Bassanezi Pinsky, C. (2005). História
ship Studies. London: Sage. da Cidadania. São Paulo: Contexto.
Kantzara, V. (2007). Status. En G. Ritzer. The Requejo Coll, F. (2008). Las democracias. Democ-
Blackwell Encylopedia of Sociology. Vol. IX racia antigua, democracia liberal y Estado de
(SE-ST). Oxford: Blackwell Publishing. Bienestar. Barcelona: Ariel.
Kymlicka, W. (2001). Politics in the Vernacular. Riesenberg, P. (1992). Citizenship in the Western
Nationalism, Multiculturalism and Citizen- Tradition. Plato to Rousseau. Chapel Hill y
ship. Oxford: Oxford University Press. Londres: The University of North Carolina
Leydet, D. (2017). Citizenship. En E. Zal- Press.
ta. The Stanford Encyclopedia of Philoso- Roche, M. (1992). Rethinking Citizenship. Wel-
phy. Disponible en: https://plato.stanford. fare, Ideology and Change in Modern Society.
edu/archives/fall2017/entries/citizenship/ London: Polity Press.
(21-02-2019). Rosanvallon, P. (1992). Le sacre du citoyen. Paris:
Lottholz, P. y Lemay-Hébert, N. (2016). Re-read- Gallimard.
ing Weber, reconceptualizing state-building: Sábato, H. (1999). Ciudadanía política y for-
from neo-Weberian to post-Weberian ap- mación de las naciones. México D. F.: El Cole-
proaches to state, legitimacy and state-build- gio-Fondo de Cultura Económica.
ing. Cambridge Review of International Affairs. Somers, M. (2008). Genealogies of Citizenship:
Vol. 29, Núm. 4, 1467-1485. Markets, Statelessness and the Right to have
Magnette, P. (1996). La Citoyenneté dans la pen- Rights. Cambridge: Cambridge University
sée politique européenne. Éléments pour une Press.
histoire doctrinale du concept. Res Publica. Thom, M. (1995). Republics, Nations and Tribes.
Vol. XXXVIII, Núm. 3-4, 657-678. London: Verso.
Mamdani, M. (1996). Citizen and Subject. Con- Tilly, C. (2005). Identities, Boundaries & Social
temporary Africa and the Legacy of Late Co- Ties. Boulder. London: Paradigm Publishers.
lonialism. Princeton: Princeton University Turner, B. (1993). Citizenship and Social Theory.
Press. London: Sage.
Mann, M. (1997 y 2012). The sources of social Turner, B. (2006). Vulnerability and Human
power. Vols. I & III. Cambridge: Cambridge Rights (Essays on Human Rights). University
University Press. Park: Pennsylvania State University Press.
Marshall, T. H. (1998). Ciudadanía y clase social. Vickers, E. y Kumar, K. (2015). Constructing Mo-
En T. Bottomore & T. H. Marshall. Ciudada- dern Asian Citizenship. London-New York:
nía y clase social (pp. 13-85). Madrid: Alianza. Routledge.
Miller, T. (2007). Cultural Citizenship. Cosmopoli- Walzer, M. (1970). Obligations. Essays on Disobe-
tanism, Consumerism and Television in a Neo- dience, War and Citizenship. Cambridge Uni-
liberal Age. Philadelphia: Temple University versity Press (Massachussets).
Press. Weaver, K. y Rockman, B. (1993). Do Institutions
Murilo De Carvalho, J. (1995). Desenvolvimiento Matter? Government Capabilities in the United
de la ciudadanía en Brasil. México D. F.: Fon- States and Abroad. Washington: The Brook-
do de Cultura Económica. ings Institution.
Ocampo, J. A. (2000). Equidad, desarrollo y ciu- Whitehead, L. (1997). Nota sobre la ciudadanía
dadanía. Santiago de Chile: CEPAL. en América Latina. En L. Bethell. Historia de

52
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 31-53

América Latina. Tomo 12. Política y sociedad


desde 1930 (pp. 67-72). Barcelona: Crítica.
Zolo, D. (1994). La strategia della cittadinanza.
En D. Zolo. La cittadinanza. Appartenanza,
identità, diritti (pp. 3-46). Roma-Bari: Edi-
tori Laterza.

Para citar este Artículo de investigación:


Andrenacci, L. (2019). Desigualdad y ex-
clusión en América Latina. Notas para la
investigación desde una perspectiva históri-
co-comparativa de ciudadanía. Revista Esta-
do y Políticas Públicas. Año VII, Núm. 12,
31-53.

53
Desarrollo e integración en Latinoamérica.
Los desafíos de ayer y de hoy, mirados desde
la experiencia del MERCOSUR
(1991-2018)

Development and integration in Latin America.


Challenges of yesterday and today regarded
from the experience of MERCOSUR
(1991-2018)

Por Mercedes Botto*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 04 de abril de 2019.

RESUMEN clusión a encadenamientos globales, sin poder


El objetivo de este artículo de investigación es alcanzar entre los gobiernos miembros, ni al
analizar los dilemas por los que ha venido at- interior de sus sociedades consenso mínimos
ravesando la construcción regional en América sobre el modelo de desarrollo a encarar en el
Latina desde los años 60 hasta la actualidad. largo plazo. Por primera vez en su historia, nos
Para ello, se utiliza la experiencia del MER- enfrentamos a la posibilidad de dar vuelta la
COSUR y se hace un contrapunto entre la página. Los nuevos gobiernos liberales coin-
teoría y la praxis. La idea principal es que la ciden en la necesidad de dar marcha atrás y
trayectoria de este bloque que ya lleva más de reducir al MERCOSUR a una zona de libre
veinticinco años de vida, ha oscilado entre dos comercio. Si bien aún está por verse en qué
modelos o paradigmas de integración regional medida su implementación será posible, lo
latinoamericana, el de integración cerrada y cierto es que no se trata de un modelo de in-
construcción de encadenamientos producti- tegración productiva que busque potenciar las
vos regionales; y el de integración abierta e in- oportunidades de trabajo y de bienestar de sus

* Directora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales de América Latina, Centro de in-


vestigación doble pertenencia institucional entre la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Investigadora de carrera, categoría
independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Correo electrónico:
mbotto@flacso.org.ar

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

55
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

sociedades. Por el contrario, este MERCOS- Introducción


UR minimalista busca alisar la cancha para La integración económica es un viejo anhe-
que todos los países cuenten con las mismas lo de los gobiernos latinoamericanos. Fue la
posibilidades de salir a negociar con terceros CEPAL en los años cincuenta, con Prébisch
países y competir para ver quien atrae mayores a la cabeza, la que por primera vez concep-
Inversión Extranjera Directa (IED) y logra tualizó este deseo y planteó las directivas so-
ampliar sus exportaciones de bienes primarios. bre cómo alcanzarlo. La idea que estaba por
Palabras clave: Desarrollo, Integración Re- detrás de esta teorización era que el orden
gional, MERCOSUR, Políticas de largo plazo. económico internacional funcionaba a la
manera de una estructura que separaba a los
ABSTRACT
países desarrollados o centrales de los países
The objective of this study is to analyze the en desarrollo ubicados en la periferia. Estos
dilemmas that have come through regional últimos, a manera de grupo, eran explotados
construction in Latin America from the 60s por los primeros y la única manera de salir
to the present day. It uses the experience of de esta dependencia era cambiando el patrón
MERCOSUR and becomes a counterpoint productivo tradicional. Es decir, cambiando el
between theory and praxis. The main idea modelo de desarrollo basado en la exportación
that seeks to prove is that the trajectory of de materias primas y la importación de pro-
this block which has already been more than ductos con valor agregado y precio, a través de
twenty-five years, has vacillated between two la industrialización. Para industrializarse, los
models or paradigms of Latin American re- países de América Latina requerían al menos
gional integration: from “closed integration” de tres elementos: la intervención del Estado
to “open integration” without reaching to a en la economía a través de la planificación y
minimum consensus among Governments la inversión; la integración regional a través de
members, or to within their societies, about la unificación de las fronteras y de la coordi-
which model of development to address long- nación productiva; y, por último, de reformas
term. For the first time in its history, today we estructurales a nivel nacional para una mejor
face to the possibility to turn the page. New distribución de ingresos y de la tierra (Briseño
liberal governments agree on the need to turn Ruiz, 2002). Estas ideas se pusieron en marcha
back the clock and reduce to a free trade zone en los años sesenta y de manera contemporá-
MERCOSUR. Although it is yet to be seen nea al proceso de integración europea, que sir-
to what extent its implementation it will be vió de inspiración. Los primeros procesos de
possible in fact; the truth is that it is not a integración latinoamericana tuvieron lugar en
model of productive integration that seeks to Centroamérica con el Mercado Común Cen-
enhance the opportunities for work and well- troamericano (MCCA) y en la región andina,
being of their societies. On the contrary, this con el Pacto Andino (PA). En ambos casos,
minimalist MERCOSUR seeks to smooth the la integración regional aseguraría un espacio
pitch to which all countries have the same ampliado para la producción y consumo de lo
possibilities to negotiate with third countries producido en la región y así superar los redu-
and compete to see who attracts more FDI cidos límites de sus mercados nacionales en el
and manages to expand its exports of primary proceso de Industrialización por Sustitución
goods. de Importaciones (ISI).
Keywords: Development, Regional Integra- Las economías más desarrolladas de la re-
tion, MERCOSUR, Long Term Policies. gión, como la Argentina, Brasil y México, se
mantuvieron ajenas a estas propuestas de la
56
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

CEPAL porque para ese entonces se encon- biernos, sino a la sociedad en su conjunto, ya
traban transitando el proceso de industriali- sea a través de la acción directa o indirecta de
zación y sus tamaños eran lo suficientemente sus administraciones.
grande para la primera etapa de dicho proceso A casi treinta años de la creación del
considerada por la literatura como sencillo y MERCOSUR, nos enfrentamos a una reali-
fácil (Prébisch, 1963). Fue recién en los años dad bien distinta. Por primera vez en su histo-
noventa y bajo un nuevo contexto internacio- ria, los gobiernos del bloque han llegado a una
nal dominado por la globalización1 cuando posición consensuada sobre la necesidad de
estos países se suman a la idea de integrarse flexibilizarlo, reduciéndolo a una zona de libre
como parte de su estrategia de inserción glo- comercio, que permita y facilite la negociación
bal. Se trata de un nuevo paradigma de inte- individual con terceros países para mejorar el
gración regional que, a diferencia del anterior, acceso de sus productos primarios y acceder
propone la apertura multilateral y la elimina- a mayores flujos de inversión externa. En ese
ción de protecciones nacionales para asegu- sentido, el objetivo de este trabajo es analizar
rar la inclusión de las economías nacionales los dilemas por los que ha venido atravesando
a cadenas de producción global, a partir de la construcción regional en América Latina,
sus ventajas comparadas (BID, 2002). Estas utilizando para su ejemplificación la trayecto-
ideas motivaron la creación del NAFTA y del ria del MERCOSUR desde sus orígenes has-
MERCOSUR. Sin embargo, al momento de ta nuestros días. El artículo de investigación
evaluar estos procesos de integración regional, está dividido en cuatro partes. En la primera,
los resultados obtenidos distan y contradicen caracterizamos los desarrollos teóricos y con-
lo previsto por la teoría. En términos de esta, ceptuales que se han construido desde y/o
tanto los paradigmas de primera y segunda para la región, identificando sus principales
generación debían promover un modelo de propuestas en términos de modelos produc-
desarrollo alternativo al patrón tradicional a tivo nacional, esquema institucional y forma
través de su creación o inclusión en cadenas de relacionamiento externo2. En las dos partes
productivas regionales o globales. También ca- siguientes, nos adentramos en la implementa-
racterizan a la integración como una estrategia ción o puesta en marcha del MERCOSUR,
de acción colectiva en la que los beneficios son caracterizando la etapa del MERCOSUR co-
compartidos por todos y no individualmente. mercial (1991-2001) y la del MERCOSUR
Por último, se habla de desarrollo y no sola- productivo (2002-2015)3. Para finalmente,
mente de crecimiento económico, ya que sus
beneficios no sólo incluyen a privados y go-
2 En este sentido, recogemos la premisa del traba-
jo de Costa et al. (2018) que sostiene que todo
esquema de integración (sea abierto o cerrado)
1 Con la globalización se produce un cambio
viene acompañado y supone para su éxito una
trascendental en términos de la estructura del
convergencia entre el modelo de desarrollo na-
poder internacional: la antigua dinámica o
cional y la estrategia de vinculación externa.
lógica imperialista dominada por los Estados
Unidos y la URSS en la Guerra Fría es reem- 3 Una segunda premisa con la que partimos en
plazada por una lógica basada en la ganancia este análisis es la que divide la trayectoria del
y donde los flujos de capital y las empresas MERCOSUR en dos etapas, cuyo corte tem-
multinacionales son las que dominan el des- poral está determinado por la visión o iden-
tino de las inversiones sin intervención de los tidad ideológica que le imprimen los líderes
Estados (Campodónico, 2014). nacionales (Prieto Corredor et al., 2014).
57
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

analizar la etapa actual y sus principales deba- desarrollo nacional y en la forma de relaciona-
tes y proyección a futuro. miento del bloque con terceros países.

1. La teoría: paradigmas de 1.a. El modelo de integración cerrada


integración latinoamericanos Esta estrategia fue pensada y promovida por
Las primeras teorías de integración económi- los economistas de la Comisión Económica
ca surgen en el periodo de postguerra y como para América Latina (CEPAL), que liderados
respuesta a una necesidad. En el caso europeo, por Raúl Prébisch, son los primeros en pensar
surgió frente a un problema externo como el a América Latina como una región, integra-
de prevenir un nuevo conflicto bélico y asegu- da por Estados nacionales que comparten el
rar la paz entre pueblos vecinos. En el caso de mismo problema; y que pueden encontrar su
América Latina, siguiendo a Prieto Corredor y solución, si y solo si trabajan juntos. Para estos
Betancourt Vélez (2014), buscó dar respuesta economistas el principal problema de América
a una “debilidad interna” generada por la de- Latina es fruto del desequilibrio y estrangula-
pendencia económica que mantienen los paí- miento externo, que encuentra su raíz en el
ses y la región con los centros de poder global. persistente fenómeno de la tendencia dispar de
Dos paradigmas o modelos de integración la demanda internacional y sus consecuencias
regional fueron pensados para superar esta sobre las exportaciones y los precios relativos
debilidad interna y, en gran medida, su teo- (Prébisch, 1963). En otras palabras, esta teoría
rización acompañó a las transformaciones del sostiene que el orden liberal o imperialista en
orden capitalista mundial. El primer modelo boga desde la crisis de los años ´30, divide a
que se llamó de “integración cerrada” fue pen- los países en dos grandes grupos o posiciones.
sado en los años cincuenta para un contexto Por una parte, las economías desarrolladas o
de Guerra Fría. En este contexto, el orden ca- centrales que alimentan sus propios procesos
pitalista de tipo imperial está hegemonizado de industrialización con la extracción de re-
por los Estados Unidos. El segundo modelo, cursos baratos de la periferia. Por la otra, las
en cambio, se desarrolló en los años noventa y economías subdesarrolladas o periféricas que
se llamó de “integración abierta”. A diferencia producen bienes primarios y se ven obligados
del anterior, surgía en un contexto de capita- a comprar los productos industriales a mayor
lismo globalizado, donde las empresas multi- precio.
nacionales y los mercados financieros privados El supuesto en que se basa esta teoría es
no aparecen sólo como importantes, sino que el desequilibrio exterior no es situacional
como los principales jugadores del nuevo or- o pasajero, sino una condición estructural
den global capitalista. Ambos modelos parten (de allí el nombre de teoría estructuralista) y
del mismo supuesto de un orden internacio- difícil de revertir por dos razones. La prime-
nal asimétrico en la que los países en desarro- ra, porque los países en desarrollo carecen de
llo carecen de capital y tecnología suficientes recursos de capital y de tecnología suficientes
para su desarrollo autónomo. Sin embargo, para competir con las manufacturas industria-
las estrategias que proponen para superar esta les de los países centrales. La segunda, porque
dependencia y asegurar el desarrollo econó- los países centrales, liderados por los Estados
mico son completamente distintas y, en algún Unidos, no están interesados en que la peri-
sentido, opuestas. Estas diferencias no sólo se feria se industrialice. En consecuencia, la úni-
plasmarían en el esquema de coordinación ca manera de subvertir este orden es, para la
intra-bloque; sino también en los modelos de CEPAL, un cambio en la estrategia tradicio-
nal. En este sentido, América Latina debería

58
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

abandonar el modelo de desarrollo competi- En materia de su vinculación con terce-


tivo basado en la exportación de bienes pri- ros países, este modelo de integración cerra-
marios con ventajas comparativas de carácter da también suponía una ruptura respecto al
estático; para reemplazarlo por un modelo de patrón previo o tradicional. En vez de prio-
desarrollo autónomo basado en la Industriali- rizar los lazos comerciales y de cooperación
zación por Sustitución de Importaciones (ISI). con países centrales, se justifica la necesidad
Para alcanzar esta transformación estructural, de estrechar vínculos con países y regiones de
los gobiernos nacionales debían iniciar un igual nivel de desarrollo, no sólo para aunar su
proceso de industrialización en la que el Es- voz crítica en los distintos foros internaciona-
tado nacional se constituiría en pieza clave. les; sino también para favorecer el desarrollo
Su participación era indispensable tanto en las e intercambio tecnológico y de manufacturas
tareas de planificación como en las de inver- de valor intermedio. La puesta en marcha de
sión pública en empresas públicas y privadas este modelo no fue muy exitosa. La idea de
nacionales. También se requería un fuerte pro- integrar mercados de producción y consumo
tagonismo y concentración del poder públi- interno sólo prendió entre los países más pe-
co en áreas estratégicas como la ciencia y la queños como los de América Central y los de
tecnología y en políticas de distribución del la región andina. Pero, además, sus avances se
ingreso, a través del empleo y del sistema de vieron limitados por conflictos transfronteri-
propiedad de la tierra (Briseño Ruiz, 2006). zos y por obstáculos físicos, que sin obras de
Sólo a través de estas reformas se podría con- infraestructura resultaban imposibles de sal-
seguir un desarrollo continuo y bienestar para tear (Sunkel, 1998). Las economías más in-
la población. En este modelo de sustitución de dustrializadas de la región, como la Argentina,
importaciones, la estrategia regional constituía Brasil y México, se mantuvieron al margen de
una pieza clave. La creación de un mercado esta propuesta de integración regional, por-
común permitiría a las economías nacionales que estaban sumidos en sus propios procesos
resolver los obstáculos que irían apareciendo de industrialización y urbanización. Recién
con la profundización del ISI. Si bien la pri- en los años ´80 y frente a la propuesta de las
mera etapa de la política sustitutiva en la que empresas extranjeras de abaratar los costos del
se esperaba producir bienes corrientes resulta- intercambio, estos últimos países se sumaron a
ría sencilla y fácilmente alcanzable a través del la iniciativa de crear un área libre de comercio
incremento de aranceles a la importación, el –Asociación Latinoamericana de Integración
pasaje a los bienes durables de consumo y de (ALADI)– cuyo antecedente en los años ´60
capital requeriría de mercados más amplios de había sido la ALALC. Sin embargo, tampoco
producción y consumo. Para ello, la coordina-
ción regional y la creación de instituciones su-
pranacionales resultaba un requisito necesario
rreras al comercio interbloque (área de libre
para que la distribución de costos y beneficios
comercio); luego, se avanzaría hacia una in-
fuera equitativa entre los países y asegurara el
tegración positiva, que supone la decisión de
bienestar de sus poblaciones4.
crear instituciones y políticas regionales. La
primera y principal es la coordinación de la
política comercial hacia terceros países, alcan-
4 Para alcanzar un mercado común, la coordi- zando una unión aduanera; para luego avan-
nación entre países debía transitar tres etapas: zar en la coordinación de la macroeconomía y
la primera, llamada de integración negativa, de los factores de productivos, como capital y
consistía en la eliminación de todas las ba- trabajo (Balassa, 1961).
59
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

este proceso alcanzó el éxito propuesto y los mano de obra más barata, regulaciones más
acuerdos intergubernamentales se redujeron a flexibles, cercanía a mercados de consumo, ac-
simples preferencias arancelarias. ceso a recursos energéticos.
Para alcanzar este modelo de desarrollo
1.b. La integración abierta competitivo, los organismos de crédito in-
A diferencia del paradigma anterior, este mo- ternacional, desglosan la estrategia en tres
delo de desarrollo es pensado y promovido niveles. En términos de directivas nacionales,
desde el norte global (Consenso de Washing- el Consenso de Washington recomienda la
ton) y llega al sur global, a través de los or- no intervención de los Estados en la gestión
ganismos y actores regionales, como el Banco económica, privatizando las empresas pú-
Interamericano de Desarrollo (BID) en el caso blicas tanto productivas como de servicios y
de América Latina. Su propuesta parte del su- propone desarrollar políticas que alienten a
puesto de que el orden económico es asimétri- las empresas a competir en el mundo, a través
co y que la dependencia que caracteriza al sub- de la desregulación normativa y la apertura de
desarrollo en materia de acceso al capital y a la mercados. Sin embargo, defiende la necesidad
tecnología se mantiene y se agravan, ya que en de fortalecer su capacidad de gestión y la in-
el cambio de contexto del capitalismo global versión del presupuesto público en políticas
emergen nuevos vínculos de dependencia. Así, sociales, culturales y educativas, que aseguren
por ejemplo, mientras en el orden imperialis- el bienestar de su población como así también
ta, las empresas multinacionales que operaban la seguridad pública y jurídica que precisan los
en estos países precisaban y dependían de la mercados y las empresas globales para invertir
acción del Estado para controlar a las pobla- en el país (entrevista a Cardoso, 2017).
ciones locales o fuentes de materias primas, en En términos de estrategia regional, este
un orden globalizado como el que emerge a paradigma de integración abierta justifica las
partir de los ochenta, las empresas multinacio- ventajas de los esquemas institucionales flexi-
nales y flujos de capital no precisan colonizar bles y no burocratizados, como son las áreas
ni dependen de los Estados para asegurar sus de libre comercio. Ellas cumplen con dos ob-
inversiones. Por el contrario, ellas rechazan las jetivos y/o requisitos que buscan las empresas
regulaciones y la intervención de los Estados globales para invertir en una región: asegurar
en sus negocios. la eliminación de trabas y barreras arancelarias
Para superar esta dependencia, sin embar- que reducen los costos de la transacción entre
go, los Estados no deben cerrarse y proteger su países; y al mismo tiempo, asegurarse de un
producción hacia terceros países, sino por el mercado de producción y consumo ampliado
contrario abrirse a la economía global y buscar donde producir y vender sus manufacturas
participar del comercio global potenciando la globales. Para los países del bloque, a depender
competitividad de sus empresas y potenciando de su tamaño, estos esquemas también pueden
sus capacidades productivas en los encadena- resultar atractivos en el corto plazo. A diferen-
mientos productivos globales. No se trata tan cia de los esquemas de integración positiva,
sólo de ganar acceso a los mercados de con- como las uniones aduaneras o los mercados
sumo de los países centrales, como proponía comunes, este esquema no conlleva mayores
el liberalismo en el contexto de posguerra; compromisos a futuro en materia de construc-
sino de buscar y potenciar la inclusión en los ción de políticas ni burocracias regionales. Así,
encadenamientos productivos de alcance glo- por ejemplo, las economías más ricas se ven
bal, aportando recursos e incentivos de interés liberadas de ejercer el rol de líder regional, fi-
para las empresas e inversiones globales, como nanciando instrumentos de compensación es-

60
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

tructural para reducir las asimetrías generadas mas estructurales unilaterales, porque, por un
por una distribución desigual de los costos y lado, incluyen nuevas disciplinas regulatorias
beneficios entre los países miembros. (como inversiones, propiedad intelectual o
En cuanto a las modalidades de relaciona- trabajo) y, por el otro, la presencia de fuertes
miento exterior este esquema tampoco supo- penalidades, desincentivan la posibilidad de
ne una estrategia de vinculación común con incumplimiento.
terceros países, sino que cada uno define su En América Latina, la puesta en marcha
propia estrategia nacional. Sin embargo, en de este paradigma fue exitosa en términos del
sus recomendaciones sobre qué tipo de rela- número de acuerdos firmados entre los años
ciones y economías priorizar en la integración noventa y noventa y cinco. Algunos de ellos,
abierta, el BID (2002) recomienda estrechar como la comunidad andina, actualizaban an-
sus vínculos con países centrales o desarro- helos previos; otros, en cambio, eran nuevos,
llados. En el caso particular de América Lati- como el caso del NAFTA y del MERCOSUR.
na, señala que los acuerdos de libre comercio También fue exitosa en su capacidad de in-
N/S son más atractivos para la IED que los cluir, por primera vez, a las economías más
acuerdos S/S. En primer lugar, ellos aseguran industrializadas de la región como Brasil, la
condiciones de complementariedad producti- Argentina y México. Sin embargo, lo hicie-
va “natural”, en la que los países desarrollados ron a través de dos esquemas institucionales
proveen inversión y tecnología; y los países distintos: México optó por integrarse en un
periféricos aseguran mano de obras barata, área de libre comercio con los Estados Unidos
mercados de consumo y/o recursos naturales. y Canadá; mientras que la Argentina y Brasil,
En segundo lugar, estos acuerdos resultan más mantuvieron la decisión de crear un mercado
efectivos al momento de consolidar las refor- común entre los cuatro países del Cono sur.

Cuadro 1:
Los modelos de integración latinoamericana
Modelos Cerrado Abierto
Estrategia de Desarrollo Industrialización autónoma Encadenamiento global
nacional
Esquema integración regional Mercado común (UA) Zona libre comercio
Relacionamiento externo Países en desarrollo países desarrollados

Fuente: Elaboración propia.

2. La praxis construcción. Para algunos, el proceso cum-


¿En qué medida estas ideas y propuestas teóri- plió los requerimientos del regionalismo abier-
cas de integración latinoamericana se pusieron to (Estevadeordal et al., 2001); para otros, en
en práctica? Y ¿Cuál de estos dos paradigmas cambio, se mantuvieron las características de
fue elegido por los gobiernos del MERCO- integración cerrada (Gómez Mera, 2007). En
SUR en sus orígenes? La respuesta a estas este artículo de investigación, se sostiene que
preguntas divide a académicos y a políticos, al ninguna de estas dos estrategias logró impo-
menos en lo que hace a la primera etapa de nerse y que, con el paso del tiempo, elementos
de una y de otra fueron mezclándose y acumu-
61
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

lando incoherencias y contradicciones en sus Argentina, por ejemplo, se caracterizó por la


prácticas e instituciones. Para sustentar esta sobreactuación llevando al extremo la desregu-
idea, analizaremos las estrategias de desarro- laciones y las privatizaciones de empresas pú-
llo adoptadas por los gobiernos del bloque en blicas. Brasil, en cambio, actuó con más cau-
cada una de las dos etapas del MERCOSUR, tela avanzando en la privatización de empresas
identificando la coherencia interna entre las de servicios, pero manteniendo bajo el control
distintas dimensiones y el tipo de consensos de empresas locales, aquellos sectores estratégi-
alcanzados entre ellos. cos para el desarrollo productivo nacional. Lo
mismos ocurrió en materia de desregulación:
2.a. El MERCOSUR avanzó en aquellos sectores que promovía la
comercial (1991-2002) inversión privada como la legislación laboral
En materia de desarrollo nacional, esta prime- o los impuestos previsionales; pero mantuvo
ra etapa se caracteriza por un fuerte consenso las riendas sobre el control cambiario y la sa-
entre los líderes de la región sobre la necesidad lida de capitales. En el caso de Uruguay y de
de poner en marcha reformas estructurales. Paraguay, la capacidad de negociación externa
Un poco por necesidad y otro poco por con- fue menor, pero sus costos internos eran más
vicción, todos ellos adscribían a las propuestas pequeños que se trataba de economías menos
del llamado Consenso de Washington. Este industrializadas.
último sostenía la dificultad de los Estados la- En materia de desarrollo regional, las di-
tinoamericanos para asegurar el desarrollo sus- ferencias entre los intereses y preferencias na-
tentable y la necesidad de mejorar la competi- cionales se hicieron más visibles. Si bien los
tividad de sus economías. A cambio de dinero cuatro países coincidían en los beneficios de
para resolver su déficit fiscal y pagar la deuda una integración abierta, al momento de op-
externa, los gobiernos pusieron en marcha tar su esquema institucional, avanzaron hacia
un paquete de medidas que consistieron bá- una unión aduanera con vistas a un mercado
sicamente en privatizar las empresas públicas; común. De esta manera, en el mismo acto de
desregular la economía y eliminar las trabas el creación se producía lo que algunos autores
comercio internacional5. llaman “el pecado original del MERCOSUR”,
Si bien existió un amplio consenso entre que fue el de comprometerse a un esquema de
las elites de América Latina en torno a esta integración profunda sin que estuvieran da-
estrategia de desarrollo, los alcances de su das las condiciones de un consenso sobre sus
puesta en marcha no fueron homogéneos. Sus implicancias (Botto, 2017). La consecuencia
resultados estuvieron atados a la capacidad de esta falta de consenso fueron las sucesivas
para negociar con los organismos de crédito transgresiones, unilaterales o colectivas, in-
internacional como con los lobbies privados y consultas o consensuados, a las reglas y com-
públicos a nivel domésticos (Torre, 2002). La promisos fundacionales. Las razones de este
“mal paso” se encuentran, en gran medida, en
los distintos intereses y las expectativas que te-
nían los países sobre los alcances de la unión
5 El proceso de liberalización comercial se puso
aduanera.
en marcha en América Latina a través de una
Todos ellos coincidían en la necesidad de
estrategia que involucró tres niveles de mane-
crear un área de libre comercio para promover
ra simultánea: la rebaja unilateral de arance-
el comercio y la IED, asegurándole al capital
les; la participación en la OMC a escala glo-
y a las empresas multinacionales un mercado
bal; y la creación de áreas de libre comercio a
ampliado para sus negocios y la seguridad
escala regional.
62
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

jurídica de que las reformas estructurales se por el MERCOSUR prácticamente replicó


mantendrían en el tiempo (efecto lock-in). el nomenclador brasilero, protegiendo de esta
También coincidían en la necesidad de aunar manera a los sectores sensibles de su industria
la voz y ampliar su poder de negociación en nacional. La industria automotriz, que invo-
los distintos foros y acuerdos internacionales lucraba a la Argentina y al Brasil, estuvo ex-
–como la OMC– que en esos momentos es- ceptuada del AEC, siendo protegida por un
taban definiendo las reglas globales. Para ello, régimen especial del 35%, equivalente al con-
resultaba necesario avanzar hacia una unión solidado por la región en la OMC.
aduanera, que a través de un arancel externo En términos del relacionamiento externo,
común coordinara la política comercial exter- esta etapa se caracterizó por un claro consenso
na de todos los países miembros. Sin embargo, el seno del bloque sobre la necesidad de pri-
había disenso sobre los alcances de esta coordi- vilegiar los vínculos con los países del norte.
nación al interior de la región y sobre cómo se Sin embargo, las estrategias variaron según los
distribuirían los costos y beneficios generados foros y los temas. En términos individuales,
por un arancel común entre las distintas eco- todos los países confirmaron su pertenencia
nomías. Así, por ejemplo, las economías más a la OMC y ratificaron sus compromisos con
pequeñas, como Paraguay y Uruguay, acom- la Ronda Uruguay, con la expectativa de que
pañados por amplios sectores de la ciudadanía, los países centrales eliminarían los subsidios
entendían que se repetiría la experiencia eu- agrícolas. Además, los países avanzaron en la
ropea. En ese sentido, a la coordinación de la firma de tratados bilaterales de promoción y
política comercial externa se sumarían con el protección recíproca de inversiones (TBIs)
tiempo la política macroeconómica y produc- con los países centrales, con el fin de conso-
tiva regional, con vistas a asegurar un desarro- lidar sus reformas estructurales en materia
llo equitativo para la sociedad en su conjunto. de inversiones7. En términos regionales, en
Para las economías semi-industrializadas como cambio, el MERCOSUR inició negociaciones
Brasil, en cambio, las expectativas estaban cen- para la firma de acuerdos de libre comercio en
tradas en la existencia de un arancel externo múltiples direcciones. Si bien sus expectativas
común que protegiera a la industria local de estaban centradas en el acceso a los mercados y
la competencia externa y de esta manera ase- en la IED de los Estados Unidos y de la Unión
gurar, que el MERCOSUR se constituyera en Europea; los logros obtenidos en esta etapa se
un mercado cautivo de producción y consumo
para las manufacturas elaboradas en la región.
La construcción del arancel externo co- ban los sectores que apostaban a un modelo de
mún, se hizo apresuradamente y contó con desarrollo industrial junto al Brasil; por el otro,
una fuerte predominancia brasilera. A la fuerte los que defendían un modelo de exportación
asimetría de conocimiento técnico y de recur- primaria y de vinculación privilegiada con los
sos entre los cuatro países miembros, se sumó Estados Unidos (Botto & Quiliconi, 2008).
la ausencia de la Argentina como contrape-
7 El tema de las inversiones no siguió el mismo
so6. El arancel común finalmente aprobado
camino que la apertura comercial. Si bien ellas
fueron temas de negociación regional y en el
año 1997 se aprobó un protocolo regional sobre
6 Dentro del gabinete del entonces presiden- el tema, cuya vigencia sigue pendiente. Ello de-
te Carlos Saúl Menem (1989-95) existía una muestra el desinterés de los países miembros de
fuerte pelea sobre la elección del modelo de coordinar este tipo de políticas a escala regional
desarrollo nacional a seguir. Por un lado, esta- y mantener sus estrategias nacionales de IED.
63
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

limitaron a la firma de acuerdos con países li- En cuanto a las inversiones, los flujos de
mítrofes como Chile y Bolivia. IED se orientaron hacia los sectores de renta-
Llegamos así al final de esta etapa en la bilidad segura, como el sector de servicios pú-
que se evalúan los logros obtenidos por el blicos (recientemente privatizados). El único
MERCOSUR en términos de sus objetivos sector productivo que se fortaleció fue el auto-
iniciales. La eliminación de barreras arance- motriz, que sacó provecho de la unión adua-
larias permitió que los países multiplicaran nera, comprando commodities y mano de obra
de manera inmediata los flujos de comercio a bajo precio y vendiendo sus productos bajo
intrazona y los flujos de IED. Sin embargo, un régimen de altas protección. Sin embargo,
estos resultados fueron efímeros y no lograron no se trataba de un encadenamiento produc-
asentar las bases de un crecimiento continuo tivo regional, sino restringido a aquellos con
ni equitativo entre los países de la región. Para ventajas comparativas en término de fuerza de
algunos países, como la Argentina, seguidos trabajo, commodities y mercados de consumo.
por Uruguay y Paraguay, la liberalización co- Esta distribución asimétrica de costos y bene-
mercial indiscriminada seguida por la unión ficios, sumada a la ausencia de coordinación
aduanera tuvo efectos regresivos en materia de políticas macroeconómicas y de reestruc-
productiva, como la desindustrialización y la turación productiva, generaron una serie de
concentración económica en algunos sectores conductas y prácticas que en el corto plazo de-
productivos. Otros, que contaron con más terioró los compromisos y lealtades iniciales,
visión estratégica y recursos, como Brasil, lo poniendo en tela de juicio la continuidad del
utilizaron para fortalecer y diversificar su in- proceso de integración el futuro.
dustria manufacturera.

Cuadro 2:
Perspectivas nacionales sobre el modelo de desarrollo
(1991-2001)
Argentina Brasil Paraguay Uruguay
Desarrollo Apertura Apertura Apertura Apertura
nacional indiscriminada controlada indiscriminada indiscriminada
Esquema Mercado UA Mercado Mercado
(aspiraciones) común común común
Relacio- Multilateral Multilateral Multilateral Multilateral
namiento
externo

Fuente: Elaboración propia.

2.b. El MERCOSUR productivo ron en vilo la continuidad del MERCOSUR,


A principios del siglo XIX, con la llegada de los nuevos líderes eran conscientes de la nece-
los gobiernos progresistas a la región, se pro- sidad de mejorar la cohesión y los compromi-
duce un cambio en la proyección ideológica sos de los países miembros. En primer lugar,
del bloque. Luego de las dos crisis que pusie- incluyeron reformas de procedimientos, como

64
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

la creación de instituciones supranacionales primarizado su economía, dependiendo de la


(un tribunal permanente como instancia de producción de recursos naturales como carnes
apelación para controversias comerciales; el y celulosa. Paraguay, en cambio, intentaba su-
Fondo para la Convergencia Estructural del marse a encadenamiento productivos a través
MERCOSUR –FOCEM– para reducir las de maquilas; y Venezuela, incorporada como
asimetrías internas; y se ajustaron los tiem- nuevo socio en el 2006, sumaba a esta diver-
pos y mecanismos de internalización de las sidad, un modelo de desarrollo basado en la
normas MERCOSUR8. En segundo lugar, se renta petrolera.
cambiaron las prioridades de la agenda: en vez La Argentina fue el único país que busca-
de focalizar sólo en la política comercial se am- ría reorientar su desarrollo hacia un modelo
plió a temas vinculados con la coordinación y de reindustrialización en esta etapa. Los go-
la integración productiva. En esa dirección, se biernos de los Kirchner recuperaron la idea
iniciaron discusiones en torno a la necesidad de un Estado intervencionista en la economía
de vincular las Pequeñas y Medianas Empresas a través de: controles sobre los flujos finan-
(PyMEs) a los encadenamientos productivos cieros internacionales, expropiación de los
regionales y se buscó darles asistencia a través aportes previsionales en manos de fondos de
de un fondo de garantía. El supuesto que ali- inversión; re-estatización de algunas empresas
mentaba estas iniciativas era que las PyMEs y de servicios rentables; y el manejo de la renta
no las grandes empresas regionales –llamadas petrolera a través la compra de YPF a Repsol.
multilatinas–, eran las principales fuentes de En cuanto al Brasil, las gestiones de “Lula”
trabajo y las sostenedoras del mercado interno y de Dilma mantuvieron el modelo de indus-
regional. trialización por sustitución de importaciones
Sin embargo, estas iniciativas no fueron ni regionales, conquistando por primera vez el
suficientes ni efectivas para cambiar la impron- lugar de principal beneficiario económico del
ta del modelo de desarrollo regional vigente en mercado regional (Bembi & Geneiro, 2018)9.
el MERCOSUR comercial. Una de las razones Este logro económico era, en gran medida,
fue que se encontraron con países que diferían consecuencia de los ajustes y prioridades del
en sus modelos de desarrollo nacional. Tras Partido dos Trabalhadores (PT) para reforzar
las reformas estructurales, Uruguay había re- el papel del Estado en las obras públicas y las
políticas de empleo y de inclusión social.
En este sentido, entre los gobiernos pro-
gresistas de la Argentina y Brasil, se generó
8 El principal problema del MERCOSUR no
una fuerte sintonía en términos de modelo
era la producción de normativa regional, sino
de desarrollo nacional que, a diferencia de sus
su internalización en las legislaciones nacio-
antecesores, retomaban las ideas de la CEPAL
nales para que fueran puesta en marcha. Así,
de acuerdo al informe técnico del MERCO-
SUR para el año 2004 había un total de 228
decisiones, de las cuales más del 50% (126) 9 Esta primacía se reflejaba en el tipo de expor-
no habían sido internalizadas aún. Para re- taciones (manufacturas de mayor valor agre-
solver este problema, el Consejo de Mercado gado) y en el peso en los flujos de comercio y
Común, estableció tiempos precisos y redujo, de inversiones que era no sólo era el principal
según la importancia del tema, el número de destino de la IED, sino también el principal
países necesarios para que el consenso se hi- inversor regional en el sector de la producción
ciera obligatorio a nivel nacional (Ventura y y de servicios, asegurando una integración in-
Perotti, 2005). dustrial de tipo vertical.
65
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

sobre la integración cerrada. Sin embargo, el No se trataba de un fenómeno novedoso: el


gran dilema seguía pendiente: ¿cómo superar dualismo productivo, como señalamos en el
las lógicas egoístas de los Estados nacionales ítem anterior, venía caracterizando al MER-
a través de la coordinación productiva? Los COSUR desde sus inicios. Lo novedoso era la
avances en esa dirección fueron más bien sim- contradicción que la presencia de China había
bólicos, como la creación de los mecanismos generado en el seno de los gobiernos progresis-
de salvaguardia temporal, la renovación de tas. Esta contradicción era mayor en el caso de
listas de excepciones y la aceptación implícita Brasil, donde las elites industrialistas perdían
a las perforaciones unilaterales del arancel ex- peso en favor a las elites exportadoras. La res-
terno común. puesta de “Lula” y de Kirchner a este dilema
En relación a la política externa, el MER- fue dual. A nivel regional, dieron muestra de
COSUR productivo emprendió un camino de su coherencia ideológica privilegiando el vín-
ruptura e innovación clara con el pasado. En culo S/S; pero en la estrategia bilateral, privile-
materia de negocios comerciales, interrum- giaban el pragmatismo, a través de un vínculo
pió las negociaciones para una zona de libre preferencial con China. Los ingresos genera-
comercio con los Estados Unidos y la Unión dos por China, ya fuera a través de la IED,
Europea en el marco del ALCA y del acuerdo créditos o retenciones a las exportaciones, eran
birregional, respectivamente. En su reemplazo necesarios para solventar el creciente déficit
inició una estrategia de acercamiento comer- fiscal que terminaron por gestar sus modelos
cial y de cooperación sur-sur con países en de desarrollo productivos basados en la indus-
desarrollo, como África, Asia y Medio oriente. trialización cerrada y la inclusión de derechos
Como bloque priorizó sus vínculos con Amé- a amplios sectores de la ciudadanía.
rica Latina a través de la creación de institucio- Llegamos así al final de este relato sobre
nes regionales –como la Unión de Naciones el MERCOSUR productivo y también al
Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad momento de evaluar los logros económicos
de Estados Latinoamericanos y Caribeños de esta etapa. Más allá de las contradicciones,
(CELAC)– orientadas a la cooperación po- inconsistencias y disidencia que surgieron
lítica y a la unificación de posiciones en los entre los modelos y su puesta en marcha, el
distintos foros de negociación internaciona- MERCOSUR arrojó números positivos en
les. Sin embargo, la aparición de China como términos de crecimiento comercial y la IED
principal comprador de commodities primarias durante este periodo (Cuadro 1). La novedad
en la región y en los países del MERCOSUR, de este periodo, fue sin embargo el incremen-
en particular, alteró este patrón de vinculación to de exportaciones extrazona y de IED por
S/S y la coherencia interna entre la práctica efecto de la aparición de China. Sin embargo,
y los postulados del paradigma de integración esta situación se mantuvo hasta la crisis finan-
cerrada. Con el incremento de la demanda y ciera global del 2008 que generó un brusco
posterior suba del precio de la soja, todos los desaceleramiento de la economía global y una
países del MERCOSUR, con Brasil y la Ar- pérdida de interés de los capitales en la región.
gentina a la cabeza, se volcaron a la produc- La respuesta de las principales economías de
ción de este cereal. Si bien se trataba de una la región, de la Argentina y del Brasil frente a
opción elegida por el sector privado en favor esta crisis fue la tradicional: en vez de abrirse
de mayor rentabilidad, su masividad terminó y de mejorar la competitividad, respondieron
por generar un cambio en la estructura pro- con más protecciones arancelarias y más con-
ductiva de los países en favor de un modelo de troles al capital.
desarrollo basado en las ventajas comparativas.

66
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

Cuadro 3:
Perspectivas nacionales sobre el modelo de desarrollo
(2002-2015)

Argentina Brasil Paraguay Uruguay


Desarrollo Re-industria- Integración Liberal Liberal
nacional lización vertical
Esquema UA UA perforado ZLC ZLC
regional perforado imperfecta imperfecta
Relaciona- Latinoaméri- Emergentes todos todos
miento ca + China (BRICs)
Externo

Fuente: Elaboración propia.

3. Proyección futura: el de desarrollo regional y una coherencia inter-


MERCOSUR actual (2016-hoy) na entre el esquema de integración y el mo-
delo de desarrollo doméstico y su vinculación
Para el año 2016, el escenario regional había
con el mundo.
cambiado nuevamente. Los cuatro países del
Todos los países del MERCOSUR origi-
MERCOSUR tienen nuevos líderes de gobier-
nal coincidían en la necesidad de una inte-
no, algunos elegidos democráticamente por el
gración regional que sirviera de plataforma
voto popular, como Macri en la Argentina y
para que cada uno de ellos pudiera mejorar
Tabaré Vázquez en Uruguay; mientras que
su proyección internacional como productor
otros llegaban al poder a través de golpes insti-
de materias primas y/o servicios donde la re-
tucionales10. A estos impeachment parlamenta-
gión era competitiva por sus ventajas estáticas.
rios siguieron elecciones formales que ganaron
Para ello, emprendieron una serie de acciones
líderes que, a pesar de algunas diferencias en
conjuntas: en primer lugar, desterraron la idea
materia política, coincidían en la necesidad de
de una integración política y autónoma res-
romper con el pasado en materia económica y
pecto a la hegemonía de los Estados Unidos,
volver a las recetas del liberalismo ortodoxo.
retirándose muchos de ellos de la UNASUR.
En este contexto, la idea de recuperar el MER-
En segundo lugar, expulsaron a Venezuela del
COSUR comercial volvió a ocupar el interés
MERCOSUR por su falta de apego de la ges-
de los gobiernos. Por primera vez, en la his-
tión de Maduro a las reglas democráticas y,
toria del MERCOSUR existía una profunda
de esta manera, congraciarse con el gobierno
coincidencia entre los países sobre el modelo
de los Estados Unidos y de Europa. En tercer
lugar, iniciaron conversaciones para flexibili-
zar los objetivos iniciales del MERCOSUR,
10 Este fue el caso de Brasil, cuyo Congreso de-
rebajando la propuesta de integrar una Unión
rrocó a través de un impeachment a Dilma
Aduanera a una simple Área de Libre Comer-
Rousseff en el año 2016 y el caso del Para-
cio. Además de facilitar las negociaciones con
guay, que en el año 2012, destituyó a Fernan-
terceros países, un Acuerdo de Libre Comer-
do Lugo Méndez.
67
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

cio permitiría avanzar en los nuevos temas de Frente a este escenario de resistencias futu-
la agenda económica, como las inversiones, el ras, las opciones que le quedan a los gobiernos
comercio electrónico y las compras y contra- para poder avanzar hacia un MERCOSUR
taciones públicas, que habían sido frenadas en más flexible es a través de lo que la literatura
el ámbito del MERCOSUR por temor a que académica ha dado en llamar “apertura en
solamente se beneficiara de ellas la principal velocidades múltiples”. En ella, cada país de-
potencia. En cambio, ahora, se dejaba en ma- cide cuándo y cómo sumarse a los acuerdos
nos del mercado y a la capacidad individual de alcanzados por otros miembros, sin existir un
cada país el poder sacar ventajas. cronograma fijo para todos. Esta modalidad
En lo que hace al relacionamiento exter- es la que en la actualidad viene caracterizando
no, los nuevos gobiernos también coincidían los logros en las negociaciones multilateral de
en la necesidad de estrechar los vínculos con el la OMC12 y en las regionales del ASEAN +3
mundo, tanto los países en desarrollo como los (Delich, 2019 y Paded Chotikunchon, 2019).
desarrollados, en especial China y los Estados
Unidos. De ellos se esperaba no sólo mejorar
el acceso a su consumo masivo, sino y sobre
todo la IED, para superar las profundas crisis
domésticas, generadas por una política de gas-
tos expansivo en contextos de desaceleramien-
to de la economía global y de las negociaciones
internacionales en el marco de la OMC. Sin
embargo, los deseos volvieron a chocar con la
realidad. Las urgencias del flamante gobierno
de Bolsonaro en Brasil de reducir el gasto pú-
blico, echó por la borda su decisión de reducir
las protecciones a su industria local y salir a
competir con el mundo asiático en general y
con China en particular. El hecho que puso
en evidencia los recortados márgenes de ma-
niobra discrecional de este nuevo gobierno fue a un 10% en un año y a un 4% en tres años
la reforma previsional, que elevaba la edad de y así abrir su economía nacional al mundo
jubilaciones. A cambio de apoyo del número (La opinión digital, 4/2/19, disponible en:
de bancas que necesitaba para la mayoría, el www.lapoliticaonline.com/nota/117530-bra-
Ministro de Economía, Gedes, terminó ne- sil-guedes-acepta-postergar-la-apertura-del-
gociando con el fuerte lobby industrial de San MERCOSUR/).
Pablo, la postergación del cronograma fijado
12 En un marco de negociaciones estancadas por
para la reducción progresiva de aranceles a la
muchos años, finalmente la OMC logró en el
importación11.
año 2015 un acuerdo multilateral. Y lo logró
basándose en la “flexibilidad”: el Acuerdo de
Facilitación de Comercio prevé distintos com-
11 Para promover el aumento de competitividad promisos que los países pueden ir adquirien-
para sus industrias, el ministro de economía do e implementando. Pero no están obligados
de Bolsonaro, continuó con la propuesta de a cumplir ni con todos, ni al mismo tiempo
su antecesor de rebajar las protecciones aran- (www.infobae.com/opinion/2019/02/15/
celarias de los bienes de capital, de un 14% tiene-arreglo-el-MERCOSUR/).
68
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

Cuadro 4:
Perspectivas nacionales sobre el modelo de desarrollo
(2016-hoy)

Argentina Brasil Paraguay Uruguay


Desarrollo Liberal Liberal Liberal Liberal
nacional
Esquema ZLC ZLC ZLC ZLC
Relacionamien- Norte Norte Norte Norte
to externo

Fuente: Elaboración propia.

Conclusiones flexibilidad normativa, mano de obra barata,


Recorrer las distintas etapas del proceso del recursos energéticos, commodities primarias,
MERCOSUR nos permitió poner en eviden- acceso a mercados más amplios de consumo,
cia los puntos de consenso y coherencia entre etcétera). En este sentido, no se trata de ir con-
las decisiones adoptadas por los gobiernos en tra el statu quo, sino de encontrar un nicho de
materia de política nacional, regional y global. oportunidades en el nuevo orden globalizado
En estas conclusiones, intentaremos extraer los en donde capital y tecnología siguen generan-
principales dilemas que se plantearon y se si- do dependencia, pero no controlados por los
guen planteando entre lo propuesto por la teo- Estados. En términos prácticos, el MERCO-
ría y los resultados alcanzados en su práctica. SUR ha ido oscilando entre uno y otro mo-
delo sin lograr consensos mínimos entre los
¿Desarrollo autónomo o dependiente? países ni en el seno de los mismos, sobre qué
modelo privilegiar. Con el tiempo se fueron
Este dilema se plantea en relación a los al-
acumulando elementos de uno y otro modelo,
cances de la integración y su impacto en el
que terminaron por erosionar la efectividad y
orden global. Los modelos o paradigmas de
la credibilidad del bloque. En la etapa actual,
integración latinoamericana plantean dos mi-
en cambio, en la que se propone un MERCO-
radas opuestas el respecto. Para el modelo de
SUR comercial o minimalista, la discusión
integración cerrada, la integración regional
sobre el modelo de construcción política está
es un instrumento de cambio estructural en
fuera de todo debate.
un mundo imperialista. La creación de cade-
nas productivas a nivel regional permitiría a ¿Crecimiento económico o desarrollo?
los países en desarrollo romper el vínculo de
dependencia con respecto a los países centra- Este segundo dilema se vincula con los objeti-
les y ganar autonomía en un orden global con vos y metas de la integración. Una vez más los
lógicas imperialistas. Para el modelo de inte- modelos de integración se oponen. Para el mo-
gración abierta, en cambio, la integración re- delo de integración cerrada, la eliminación de
gional es un instrumento para incluirse en las barreras arancelarias y normativas (integración
cadenas productivas y acceder a la IED a partir negativa) es sólo un primer paso en la coordi-
de las ventajas comparativas de la región (i.e. nación de nuevas disciplinas y en la creación

69
Mercedes Botto “Desarrollo e integración en Latinoamérica”

de nuevas políticas regionales, que aseguren un en la acción coordinada, ya sea para planificar
desarrollo sustentable y equitativo, vale decir las políticas productivas como para negociar
que incluya políticas vinculadas con el bienes- acuerdos comerciales o financieros con otros
tar de la población y la distribución de costos y países. Desde el punto de vista de la praxis del
ganancias de manera equitativa entre los países MERCOSUR, la estrategia inicial de crear
miembros. En el modelo abierto, el objetivo una unión aduanera tuvo en su anhelo el de
es el crecimiento económico y los efectos que coordinar el accionar de los países, al menos
este crecimiento genere en la sustentabilidad en lo que hacía a la política comercial exter-
y equidad entre los países y en su seno, no es na. Sin embargo, en los hechos, los beneficios
materia de coordinación entre los países miem- de esta decisión terminaron por privilegiar
bros, sino que corre a cuenta de la voluntad y la estrategia individual de las economías más
posibilidades de cada uno de ellos. El MER- grandes, en especial la de Brasil. Lo que los
COSUR en sus inicios, hizo como su nombre nuevos gobiernos liberales de la región quieren
lo indica una opción por el primer modelo y con un MERCOSUR flexible y minimalista es
avanzó efectivamente en la coordinación de asegurar que cada país tenga las mismas con-
una política de negociación externa. Sin em- diciones y posibilidades de exportar sus bienes
bargo, los alcances fueron muy limitados y se primarios y/o servicios que los otros y que, en
restringieron a la definición de un arancel ex- definitiva, sean los mercados los que decidan a
terno común, que con los años sufrió sucesivas quien privilegiar y donde invertir.
perforaciones, excepciones, etcétera. Sin este
primer paso, se hizo imposible avanzar en la Referencias bibliográficas
coordinación de nuevas medidas, disciplinas y Acosta, A. Bembi, M. y Bianco, C. (2018). El
políticas regionales. En la actualidad, por pri- MERCOSUR y su trilema. Revista Bordes.
mera vez en la historia del MERCOSUR, los Disponible en: http://revistabordes.com.ar/
gobiernos coinciden en la necesidad de desan- el-MERCOSUR-y-su-rilema/
dar el camino inicial y volver a una zona de Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
libre comercio, donde no exista ningún tipo (2002). El nuevo regionalismo en América La-
de coordinación, más allá del compromiso tina. En Informe: Más allá de las fronteras: el
de avanzar en la desregulación financiera y las nuevo regionalismo en América Latina (Cap. 2,
nuevas disciplinas comerciales de interés para Cap. 9.). Washington D.C.: BID.
los mercados. Habrá que ver qué posibilidades Balassa, N. (1961). Towards a Theory of Econom-
tienen estas ideas y discursos de ser llevados a la ic Integration. Kyklos International Review of
práctica y cómo responden los lobbies privados Social Sciences. Vol. 14, Núm. 1, 1-17.
nacionales y regionales que se verán afectados Bembi, M. y Geneyro, R. (2018). MERCOSUR:
por la eliminación de estas protecciones. un camino complejo en sus primeros 26 años
de existencia. Revista Economía y Desafíos del
¿Estrategia individual o colectiva? Desarrollo. Año 2. Vol. 1. Núm. 3, 2-40.
Por último, nos enfrentamos a este dilema, en Briceño Ruiz, J. (2006). Modelos de desarrollo y
el que ni la teoría ni la práctica son del todo estrategias de integración en América Latina:
claras en sus definiciones. Desde el punto de una revisión crítica. Cuadernos sobre relaciones
vista de la teoría, tanto los desarrollos de la internacionales, regionalismo y desarrollo. Vol.
CEPAL como del BID, caracterizan a la in- 1, Núm. 1, 63-87.
tegración como un instrumento al servicio Botto, M. (2015). La política comercial en el
del desarrollo nacional. Sin embargo, en am- MERCOSUR y la deconstrucción de una
bos casos hablan de la necesidad de avanzar idea: de mercado común sudamericano a una

70
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 55-71

pragmática área de libre comercio. En La In- Mattli, W. (1999). A Review of Theoretical Ap-
tegración Regional en América: Quo Vadis? El proaches to Regional Integration. En The Log-
MERCOSUR desde una perspectiva sectorial ic of Regional Integration: Europe and Beyond
y comparada (pp. 45-110). Buenos Aires: (pp. 1-16). Cambridge: Cambridge Universi-
Eudeba. ty Press.
Botto, M. (2017). El MERCOSUR y sus crisis: Prébisch, R. (1963). Las disparidades de la de-
análisis de interpretaciones sobre el fracaso de manda y sus efectos sobre el desarrollo eco-
la Integración Regional sudamericana. Estado nómico. En Hacia una dinámica del desarrollo
& comunes. Revista de políticas y problemas pú- latinoamericano (pp. 81-106). México D. F.:
blicos. Vol. 2, 155-176. Fondo de Cultura Económica.
Botto, M. y C. Quiliconi, (2007). La influencia Prieto Corredor, G. y Betancourt Vélez, R.
de la academia en la política arancelaria del (2014). Entre la soberanía, la autonomía y la
MERCOSUR. En M. Botto (Coord.). Saber innovación: un marco conceptual para el aná-
y política en América Latina (pp. 209-245). lisis de la Alianza del Pacifico. En E. Paltrana
Buenos Aires: Prometeo. Buelvas y H. Gerhing (Comps.). Alianza del
Campodonico, L. (2014). The Future of Latin Pacifico: Mitos y Realidades (pp. 75-115). Cali:
America in the Global Economy. An Interview Editorial Universidad de Santiago de Cali.
with Fernando Henrique Cardoso. Dispo- Porta, F. (2008). La integración sudamericana en
nible en: https://journals.openedition.org/ perspectiva. Problemas y dilemas. CEPAL: Co-
poldev/2501 lección Documentos de proyectos. Comisión
Cardoso, F. H. y Faletto, E. (1969). Dependencia Económica para América Latina y el Caribe.
y desarrollo en América Latina: ensayo de inter- Sanahuja, J. A. (2012). Regionalismo post-liberal
pretación. México D.F.: Siglo XXI. y multilateralismo en Sudamérica: el caso de
Estevadeordal, A., Goto, J. y Saez, R. (2001). The UNASUR. Anuario de la Integración Regional
New Regionalism in the Americas: the case en América Latina y el Gran Caribe Revista
of MERCOSUR. Journal of Economic Integra- CRIES. 30° Aniversario. Núm. 44, 29-75.
tion. Vol. 16, Núm. 2, 180-202. Sunkel, O. (1998). Desarrollo e integración re-
Chotikunchon, P. (2019). El desarrollo institu- gional: ¿Otra oportunidad para una promesa
cional comparado desde la perspectiva de la incumplida? Revista de la CEPAL. Núm. ex-
decisión racional: la Asean y el MERCOSUR traordinario, 229-241.
(1991-2015). Tesis de Maestría Facultad de Torre, J. C. (1998). El proceso político de las re-
ciencias Económicas de la Universidad de Bue- formas económicas en América Latina. Buenos
nos Aires. Buenos Aires: Universidad de Bue- Aires: Paidós.
nos Aires. Ventura, D. y Perotti, A. (2004). El proceso legis-
Delich, V. (2019). ¿Tiene arreglo el MER- lativo del MERCOSUR. Montevideo: KON-
COSUR?” Diario Infobae. Disponible en: RAD-ADENAUER STIFTUNG A. C.
www.inobae.com/opinion/2019/02/15/
tiene-arreglo-el-MERCOSUR/ Para citar este Artículo de investigación:
Gómez Mera, L. (2008). How ‘new’ is the ‘New Botto, M. (2019). Desarrollo e integración en
Regionalism’ in the Americas? The case of Latinoamérica. Los desafíos de ayer y de
MERCOSUR. Journal of International Rela- hoy, mirados desde la experiencia del MER-
tions and Development. Núm. 11, 279- 308. COSUR (1991-2018). Revista Estado y Po-
Malamud, A. (2011). Conceptos, teorías y deba- líticas Públicas. Año VII, Núm. 12, 55-71.
tes sobre la integración regional. Norteaméri-
ca. Vol. 6, Núm. 2, 219-249.

71
Espacio urbano y extractivismo en América Latina:
¿Un nuevo patrón de desarrollo o más dependencia?
El caso de la Ciudad de Buenos Aires
(2006-2018)

Urban space and extractivism in Latin America:


A new pattern of development or more dependence?
The case of the City of Buenos Aires
(2006-2018)

Por Jimena Navatta*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 04 de abril de 2019.

RESUMEN curso natural que la compone: el suelo urbano.


El concepto de extractivismo proviene de una A la vez, analizar el rol del Estado y el capital
larga tradición teórico-académica y de luchas privado y de cómo este último se configura
sociales vinculadas a los procesos de extracción como un factor determinante para la elabora-
de recursos naturales y a emprendimientos de ción de políticas públicas de desarrollo urbano
gran escala como la megaminería a cielo abier- y de la implementación de un modelo de carac-
to, la explotación hidrocarburífera y los agrone- terísticas extractivistas en la Ciudad.
gocios basados en los transgénicos, entre otros. Palabras clave: Extractivismo Urbano, Ur-
En los últimos años, y vinculado con el concep- banismo Neoliberal, Derecho a la Ciudad, Es-
to de urbanismo neoliberal, se ha comenzado a pacio Urbano.
estudiar el extractivismo desde el espacio urba-
ABSTRACT
no y su conformación. El objetivo del presente
trabajo es vincular el concepto tradicional de The concept of extractivism comes from a long
extractivismo con los fenómenos urbanos que theoretical-academic tradition and from social
se desarrollan en la Ciudad de Buenos Aires en struggles linked to natural resource extraction
el periodo 2006-2018 y la explotación del re- processes, and to large-scale ventures such as

* Magister en Diseño y Gestión de Programas Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias


Sociales, sede Argentina. Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: jinavatta@gmail.com

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-96

73
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

open-pit mining, hydrocarbon exploitation como lo definen Maristella Svampa y Enrique


and agribusiness based on transgenics, among Viale: “el extractivismo debe ser entendido
others. In recent years, and linked to the con- como un patrón de acumulación basado en
cept of neoliberal urbanism, it has begun to la sobreexplotación de recursos naturales –en
study extractivism from the urban space and its gran parte no renovables– y en la expansión de
conformation. The objective of this paper is to las fronteras hacia territorios antes considera-
link the traditional concept of extractivism with dos como “improductivos” (2014: 16).
the urban phenomena that are developed in the Pero ¿qué elementos configuran que un
City of Buenos Aires in the period 2006-2018 proceso de extractivismo asuma caracterís-
and the exploitation of the natural resource ticas urbanas? Profundizando el abordaje de
that composes it: urban land. At the same time, urbanismo neoliberal (Theodore et al., 2009)
analyze the role of the State and private capital a lo largo del presente artículo de investiga-
and how the latter is configured as a determining ción analizo la implementación de una serie
factor for the development of public policies of de políticas públicas de desarrollo urbano que
urban development and the implementation of tienen vinculación con la privatización del
a model of extractive characteristics in the City. espacio público, la gestión del stock de suelo
Keywords: Urban Extractivism, Neoliberal que derivan en procesos de gentrificación y
Urbanism, Right to the City, Urban Space. segregación urbana. Asimismo, describo las
características de la dinámica del mercado in-
Introducción mobiliario y de cómo este último configura
El sistema de acumulación por desposesión un escenario urbano moldeado por la inver-
(Harvey, 2005) imperante en América Lati- sión de los grandes capitales privados que es la
na se vincula con los procesos de extracción contracara del Derecho a la Ciudad (Lefebvre,
de recursos naturales de gran escala como la 1969), y el impacto que esto tiene en los sec-
megaminería a cielo abierto, la explotación tores vulnerabilizados que no pueden resolver
hidrocarburífera (fracking) y los agronegocios su situación habitacional y acceder a una vi-
basados en los transgénicos, entre otros. Diver- vienda y a un hábitat adecuado. El objetivo
sos autores (Svampa, 2014; Gudynas, 2010; del presente artículo es vincular el concepto
Acosta, 2015) han desarrollado una extensa tradicional de extractivismo con los fenóme-
bibliografía al respecto, poniendo el eje en la nos urbanos que se desarrollan en la Ciudad
situación particular en que la región se posicio- de Buenos Aires (2006-2018) y la explotación
na frente a los mercados internacionales como del recurso natural que la compone: el suelo
exportador de materias primas, en un contexto urbano. A la vez, analizar el rol del Estado y el
de alta valorización de los recursos naturales, capital privado y de cómo este último se con-
como el petróleo y los minerales, que los con- figura como un factor determinante para la
vierten en commodities1. En este marco, y tal elaboración de políticas públicas de desarrollo
urbano y de la implementación de un modelo
de características extractivistas en la ciudad. La
selección de nuestro caso de estudio, se justi-
1 Maristella Svampa ha dado en llamar a
fica en el hecho de que la Argentina es uno de
este período el Consenso de los Commodities
los países más urbanizados de América Latina,
(2013), que conlleva una reprimarización de
registrando en el último Censo Nacional de
la economía con escaso valor agregado y la
Población, Hogares y Viviendas (CNPHV,
concentración de tierras, recursos y territorios
2010) que el 91% de la población vive en
en manos de grandes corporaciones con el
ciudades. La configuración del espacio urba-
aval de los gobiernos de turno.
74
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

no adquiere entonces un carácter relevante y Para Harvey (2005) la constitución del


los modelos de desarrollo que se implementen espacio urbano responde a los ciclos del siste-
darán cuenta del tipo de ciudad que se busque ma capitalista. Así las distintas expresiones del
construir. capitalismo referidas al mercado inmobilia-
Este artículo está estructurado en cuatro rio, sea la especulación como la construcción
partes. En la primera, se analizan los dos con- a gran escala, funcionan como vías de escape
ceptos que sirven de columna vertebral a la para colocar los excedentes de capital o bien
investigación. En la segunda, se describe a la como generadoras de nuevas crisis económi-
unidad de análisis y en la tercera, se identifican cas2. La actividad de la construcción no obede-
las políticas llevadas por el Estado en favor de ce a la necesidad de vivienda en sí misma, sino
la mercantilización del uso y apropiación del a la posibilidad de generar excedentes, reservas
espacio público. Por último, se analizan algu- de valor y plusvalía. Bajo esta lógica se organi-
nos efectos de estas políticas a través de datos y zan las ciudades y sus espacios.
estadísticas recogidas y sistematizadas durante Por su parte, Lefebvre sostiene que la ciu-
el trabajo de campo. dad es “el resultado de una historia, de una
praxis social, de personas y grupos determina-
1. Los conceptos de espacio dos que realizan esta obra en condiciones his-
urbano y de extractivismo tóricas” (1969: 68). Las ciudades industriales
Diversos autores (Harvey; Topalov; Castells; se organizaron bajo la lógica de la reproduc-
Lefebvre) han teorizado sobre el concepto de ción del capital, y así la construcción de esos
espacio urbano y lo han caracterizado desde la espacios urbanos estuvo signada por la lógica
perspectiva económica, política, social e ideo- del consumo y del mercado. De esta manera,
lógica. Manuel Castells (1974) analiza la cons- la ciudad aparece dividida por zonas y áreas,
trucción del espacio urbano y lo define como perdiéndose así la idea de totalidad. El autor
la expresión concreta de un conjunto históri- busca centrar su análisis en la reproducción
co determinado. “El hombre se transforma y de la vida y contraponerlo a esa mirada eco-
transforma su medio ambiente en su lucha por nomicista que primaba durante esos años. En
la vida y por la apropiación diferencial del pro- este sentido, Alain Musset (2017) asegura que
ducto de su trabajo” (Castells en Lombardo, estos conceptos que han sido revolucionarios
2012: 31). El espacio urbano entonces es el en su tiempo, son tomados por la agenda ac-
resultado de los distintos elementos que com- tual pero teñidos por la lógica neoliberal, per-
ponen el sistema económico, político e ideo- diendo así su esencia3. El autor basa su postura
lógico, así como de las combinaciones que se
dan entre ellos.
Topalov (1979), en cambio, cuando se 2 Harvey cita como ejemplos la crisis de 1973
refiere al espacio urbano lo hace desde una originada por el colapso mundial de los mer-
perspectiva económica. Es el resultado del cados inmobiliarios; a principios de los ´90 en
proceso de reproducción tanto de capital Japón el colapso de la burbuja especulativa en
como de fuerza de trabajo. Así, las ciudades tierras y propiedades; a fines de los ´90 en Tai-
se organizan teniendo en cuenta la dinámica landia e Indonesia el estallido de la burbuja de
del capital, la localización de las industrias y la la propiedad.
reproducción de la fuerza de trabajo. En este 3 El autor cita como ejemplo el texto de la Nue-
sentido, el Estado cumple un rol estratégico en va Agenda Urbana promulgada por la Confe-
el ordenamiento territorial. rencia de Naciones Unidas sobre vivienda y
desarrollo urbano sostenible (Hábitat III) que
75
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

en la construcción del mito de la ciudad justa, la consecuente generación de excedentes que


mediante el cual se implementan políticas ur- no derraman como prevé la teoría neoliberal,
banas que buscan apoyar e integrar a los sec- sino que sustentan el mecanismo de acumu-
tores más vulnerables pero que tienen como lación por desposesión” son las características
objetivo principal integrarlos al modelo eco- de lo que se ha dado en llamar “extractivis-
nómico dominante. mo urbano” (Massuh, 2014: 57). La geógrafa
Pero ¿cómo se vincula la configuración del Patricia Pintos retoma este concepto para dar
espacio urbano, el desarrollo en las ciudades cuenta de la existencia de una articulación pú-
con los sistemas de acumulación por despo- blico-privada que, aunque no esté formalizada
sesión que se implementan en los modelos tiene efectos concretos y reales en las ciudades,
extractivistas? El concepto de extractivismo promoviendo la no regulación del mercado de
se encuentra íntimamente ligado a la idea de suelo y su posterior liberalización, la idea de
desarrollo4, y a la necesidad de los países la- la tierra como reserva de valor y la especula-
tinoamericanos de vender al mundo materias ción inmobiliaria financiera y la promoción
primas, en un contexto de aumento del valor del desarrollo de megaproyectos inmobiliarios
de las mismas en el mercado internacional. con alto impacto territorial (Svampa, y Viale,
En el caso de las ciudades, el recurso na- 2014).
tural por excelencia es el suelo urbano, la tie- Este concepto se relaciona con los postu-
rra pública, que se convierte en el commodity lados del urbanismo neoliberal (Theodore et
a rematar. El abogado ambientalista, Enrique al., 2009). Brenner, Theodore y Peck analizan
Viale sostiene que “la apropiación indiscrimi- el impacto de la implementación del modelo
nada de espacios comunes, su privatización y neoliberal en el ámbito urbano y cómo es el
lugar propicio para, por un lado, desarrollar
las bases del neoliberalismo, y por el otro, ser
tuvo lugar en Quito, Ecuador, del 17 al 20 el lugar de resistencia que impone límites po-
de octubre de 2016. En este sentido, según tenciales al proyecto. Los autores plantean que
Musset, se cita en el texto presentación de las metas de las políticas urbanas neoliberales
Hábitat III el concepto de derecho a la ciudad son: 1. el crecimiento económico orientado
de Lefebvre, como parte del discurso políti- al mercado, 2. el consumo de las elites, 3. el
camente correcto, pero en las políticas que se control de las poblaciones excluidas. En las
implementan en los países firmantes no se ven ciudades se dan al mismo tiempo procesos de
reflejados esos postulados. destrucción creativa (Theodore et al., 2009), o
sea, al tiempo que se plantean modelos de de-
4 El concepto de desarrollo ha sido cuestionado
gradación de ciertas zonas, se proyectan mode-
desde finales de la década del ´60, momento
los de recuperación y de reconstrucción.
en el que se abrió a debate sobre la relación
Volviendo a la definición de extractivismo
entre el desarrollo y el bienestar de las per-
urbano, Viale plantea que:
sonas. Diversos autores (René Dumond y M.
F. Mottin (1982), Shiva (1995), Unceta Sa- la especulación inmobiliaria es nuestra mega-
trustegui (2009), José María Tortosa (2011)) minería o nuestra soja transgénica. Tienen la
han puesto sobre la mesa el debate y se ha misma lógica: expulsan y provocan desplaza-
cuestionado la capacidad de las sociedades mientos de población; concentran riqueza y
latinoamericanas de poder crecer al ritmo de territorio; se apropian de lo público; provocan
los procesos de desarrollo, por lo que se co- daños generalizados al ambiente, hábitat y a la
menzó a utilizar el término de “maldesarrollo” naturaleza. (...) Pero sobre todo desenmascara
(Svampa y Viale, 2014).
76
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

el evidente pacto que hay entre los gobiernos y breve diagnóstico de la situación habitacional
las corporaciones. IRSA es a la Ciudad, lo que de la ciudad y sus características.
la Barrick es a la Cordillera o lo que Monsanto
es al campo5 (Massuh, 2014: 57-58). 2. La Ciudad de Buenos Aires y la
distribución del espacio público
Este planteo postula que el Estado juega a la
vez un rol fundamental y un rol subsidiario La población total de la ciudad se mantiene es-
para el desarrollo del modelo extractivista. table hace 50 años, aumentando sólo 114.013
Un rol fundamental porque asociado con el personas en el decenio 2001-2010 (CNPVH).
capital privado, impulsa un desarrollo de la En el mismo período, la población que vive
ciudad en donde prima la especulación y la en villas y asentamientos creció en 56.165 ha-
construcción a gran escala, sin tomar en con- bitantes nuevos, es decir, 52% con respecto al
sideración la idea de la ciudad perteneciente a 2001, gran parte de los nuevos habitantes de la
sus habitantes, la ciudad como bien común, ciudad viven en condiciones de precariedad en
y un rol subsidiario porque entrega al capital cuanto al acceso a la vivienda. Según datos de
privado la explotación de sus recursos natura- la Secretaría de Hábitat e Inclusión (SECHI)
les sin regulación estatal. Siguiendo el planteo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
de Gudynas (2010) este cambio en el rol del (GCBA), en el año 2012 la población de villas
Estado también puede analizarse en relación y asentamientos asciende a 275.000 personas.
al modelo de neoextractivismo imperante en De acuerdo con datos publicados por la Di-
estos años en América Latina, donde a diferen- rección General de Estadísticas y Censos en la
cia del extractivismo convencional de los años Encuesta Anual de Hogares (EAH) 20176, en
´70, ´80 y ´90, en muchos casos los gobiernos la Ciudad, el 9,3% de los hogares se encuentra
renegocian los contratos con el capital privado en situación de hacinamiento (2 y más per-
elevando las regalías y tributos y potenciando sonas por cuarto). En las Comunas 8, 1 y 4
el rol de las empresas estatales. Siguiendo este el porcentaje de hogares hacinados supera el
análisis, se intenta obtener cierta legitimación 20%, mientras que en las Comunas 6, 10,
social en algunos sectores debido a que la renta 13 y 14 no alcanzan al 5%. El hacinamiento
que se produce por las actividades extractivas crítico (más de 3 personas por cuarto) afecta
se utiliza para financiar políticas públicas. al 1,5% de los hogares, registrando la mayor
Ahora bien, ¿cómo se relacionan estos pos- incidencia en la Comuna 8 (6,1%). Poco más
tulados con el modelo de ciudad que impe- de la mitad de los hogares (52,2%) es propie-
ra en Buenos Aires? Previo a adentrarme en tario de la vivienda y el terreno que ocupan,
el análisis del modelo, me interesa realizar un el 35,1% es inquilino o arrendatario, el 1,9%
es ocupante por trabajo y el 10,8% restante
ocupa de manera irregular sus viviendas. Si
tenemos en cuenta que la población inquilina
5 IRSA: Inversiones y Representaciones Socie- en el año 20037 era de 23.9% y la propieta-
dad Anónima. Es una de las mayores empre-
sas constructoras de la Ciudad. BARRICK
6 Dirección General de Estadísticas y Censos de
GOLD: compañía canadiense con sede en la
la Ciudad de Buenos Aires. Encuesta Anual
Argentina que desarrolla actividades de explo-
de Hogares 2017. Síntesis de resultados.
ración y explotación minera. MONSANTO:
multinacional estadounidense con sede en la 7 Dirección General de Estadísticas y Censos de
Argentina productora de agroquímicos y bio- la Ciudad de Buenos Aires. Encuesta Anual
tecnología destinados a la agricultura. de Hogares 2003. Síntesis de resultados.
77
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

ria de 64.4% podemos observar un fenómeno to a las barreras de permanencia, se encuen-


de “inquilinización” de la población, que re- tran los aumentos del monto del alquiler en
vierte la tendencia histórica de la vivienda en las renovaciones de contrato o los pactados en
propiedad. forma semestral. En agosto de 2018, se publi-
A su vez, se han generado desplazamientos caron los resultados de la Segunda Encuesta
de sectores medios que alquilaban en el mer- Anual de inquilinos realizada por la Federa-
cado formal, a villas y asentamientos debido ción Nacional de Inquilinos, que arroja que
a que no han podido sortear las barreras de en promedio la población inquilina destina el
acceso y permanencia a una vivienda en alqui- 45% de sus ingresos al pago del alquiler (sin
ler. Entre las barreras de acceso, se encuentran contar los demás gastos de expensas, servicios
los gastos que implica ingresar a una nueva públicos, etcétera). Este dato implica un incre-
vivienda (el monto correspondiente a uno o mento de 4% con respecto a los datos publica-
dos meses de alquiler en concepto de depó- dos en la Primera Encuesta Nacional realizada
sito, mes de adelanto, garantía propietaria, en enero de ese mismo año10.
gastos de certificación de firmas y pedidos de En cuanto a las personas en situación de
registro dominial). Hasta la sanción de la Ley calle, en abril de 2017, un conjunto de orga-
5.859/178 de la Ciudad, quienes alquilaban nizaciones, impulsadas por la ONG Proyecto
también tenían que afrontar el pago de la co- 711, realizaron el Primer Censo Popular de
misión inmobiliaria (equivalente a un mes de gente en situación de calle, que arrojó como
alquiler). resultado que 5.872 personas se encuentran
La población inquilina que no puede en situación de calle y otras 20.000 en riesgo
sortear estas barreras de acceso es desplazada de estarlo, mientras las últimas cifras oficiales
a alquilar de manera informal en villas, con- (GCBA 2018) sostienen que se tratan sola-
ventillos, inquilinatos y hoteles, donde las mente de 1.091.
condiciones de precariedad y hacinamiento se Del diagnóstico realizado se desprende la
agudizan y donde los precios no dejan de ser dificultad que corresponde vivir en la Ciudad
elevados. Según un informe de la Defensoría de Buenos Aires para aquellos sectores que no
del Pueblo de la Ciudad (2018)9, el 76.1% pueden acceder a una vivienda por sus propios
de la población encuestada (el estudio se rea- medios, a pesar de la extensa normativa tan-
lizó en 6 villas de la CABA) paga un alquiler to internacional, nacional como local que los
mensual de $4.000 o más. En algunos casos se protege12. Tal como lo establece Oszlak (2017)
registran montos de hasta $8.000 y $10.000.
Según este mismo informe, el 33.6% de la po-
blación inquilina vive en situación de hacina- 10 Ver: http://www.inquilinosagrupados.com.
miento. Tanto en villa 20 como en villa 31 la ar/resultados-encuesta-nacional-inquilinos/
población inquilina alcanza el 30%, siguiendo
la tendencia de la ciudad en general donde ⅓ 11 Ver: http://proyecto7.org/
de la población actual es inquilina. En cuan-
12 Una serie de tratados internacionales de de-
rechos humanos consagran el derecho a la
vivienda, entre los cuales se encuentran la De-
8 Ley 5857/17. Publicación: BOCBA N° 5208
claración Americana de los Derechos y De-
del 08/09/2017 http://www2.cedom.gob.ar/
beres del Hombre; la Declaración Universal
es/legislacion/normas/leyes/ley5859.html
de Derechos Humanos; la Convención Ame-
9 Ver: http://www.defensoria.org.ar/wp-con- ricana sobre Derechos Humanos; el Pacto
tent/uploads/2018/06/informe-alquileres.pdf Internacional de Derechos Económicos, So-
78
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

existe una especie de privilegio para residir en se abonan como a los procesos del sistema de
la Ciudad debido a la implementación, desde concesiones. En cuanto a los cánones, un caso
hace 40 años, de políticas públicas que favore- emblemático es el del grupo IRSA y la con-
cieron los procesos de segregación urbana, por cesión en el predio del Buenos Aires Design
lo que parece que se debe “merecer la ciudad” que se prolongó por un plazo de 25 años13.
para poder vivir en ella. El Estado, en su rol de El grupo al final de la concesión pagaba un
articulador del mercado inmobiliario, favorece canon de 397.540 mil pesos mensuales14 para
el desarrollo de un modelo que asume carac- subalquilar 62 locales comerciales distribuidos
terísticas extractivistas y que cuya expresión es en 3 plantas, 174 cocheras y un patio de co-
la privatización del espacio público y el ma- midas para más de 700 personas15. Teniendo
nejo del stock de suelo urbano como bien de en cuenta las dimensiones del establecimiento
cambio. y la capacidad de alquilar los locales comercia-
les (destinados a diseño y venta de muebles)
3. Las Políticas Públicas que resulta escaso el monto mensual a pagar por
favorecen el extractivismo urbano la empresa al Gobierno de la Ciudad. A partir
de diciembre de 2018, el Grupo dejó de ad-
• Los procesos de privatización ministrar el predio (su concesión se venció en
del espacio público noviembre de ese año) y pasó a ser gerenciado
Para analizar las políticas que conducen a la por la Cámara de empresarios madereros y afi-
privatización del espacio público, tomo 3 ejes nes, que no pagarán canon ni cobrarán alqui-
de estudio: el sistema de concesiones, la ven- ler a los locales por el periodo de un año.
ta de tierra pública y la sanción del Código Por otro lado, existen fuertes irregularida-
Urbanístico. des en los contratos de concesión y permisos
Mediante el sistema de concesiones, el de uso oneroso destinados a explotación co-
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires mercial. La presencia de estas irregularidades
(GCBA) otorga a personas físicas y/o jurídi- en el sistema de concesiones ha sido observada
cas la explotación de distintas actividades en por la Auditoría General de la Ciudad –AGC-
inmuebles de su propiedad. Tal como lo des-
cribe Massuh (2014), existe un gran número
de irregularidades en cuanto a los montos que 13 La temática sobre la que versa el shopping
se relaciona con el diseño integral de los ho-
gares y abarca todos los rubros que hacen al
ciales y Culturales y la Convención sobre los equipamiento y a la decoración de viviendas:
Derechos del Niño. En el ámbito nacional, el muebles, artefactos de iluminación, tapicería,
reconocimiento se encuentra establecido en la cuadros y objetos de diseño. Algunas de las
Carta magna, en su art. 14 bis que determina marcas que se encuentran el centro comercial
la obligación del Estado de garantizar “el ac- son: Art Haus, Barugel Azulay, Centro de Di-
ceso a una vivienda digna”. Asimismo, el art. seño Italiano, Geo Bazar, Home Collection,
75 inciso 22 le otorga jerarquía constitucional La Cardeuse, Morph, Simmons, entre otros.
a esos tratados internacionales. En el ámbito
14 El canon mensual representaba el 0.006% del
local, la Constitución de la Ciudad reconoce
valor de mercado del inmueble estimado en
en su art. 31 “el derecho a una vivienda dig-
U$S 60 millones.
na y a un hábitat adecuado”, estableciendo la
necesidad de una resolución progresiva de las 15 La superficie total del predio es de 26.131 m2
problemáticas de vivienda. y la superficie alquilable de 13.903 m2.
79
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

BA–. En un informe realizado sobre las Con- La política de concesiones se complementa


cesiones del GCBA16, se concluye que: con la venta de tierra pública como el otro eje
que moldea la privatización del espacio públi-
en base a las tareas efectuadas y a las eviden- co. Como mencioné ya en este artículo, en las
cias obtenidas, se observan falencias de admi- ciudades, el recurso natural por excelencia es el
nistración, debilidades de control interno e suelo urbano, la tierra pública, que se convierte
incumplimientos de la normativa vigente (...) en el commodity a rematar. La política pública
Como consecuencia de lo mencionado y de las del período analizado ha privilegiado la venta
observaciones vertidas en el presente informe, del patrimonio estatal, entregando recursos
se sostiene que desde el punto de vista legal y propios para favorecer emprendimientos pri-
financiero del Organismo auditado17, no ha al- vados de gran envergadura, desconociendo
canzado la totalidad de los objetivos previstos así la posibilidad del Poder Ejecutivo local de
en el año (...) (AGCBA, 2016: 5). regular el mercado inmobiliario a través de un
Estas consideraciones tienen en cuenta los parque habitacional propio. Hacia fines del
montos que la Ciudad ha dejado de percibir año 2012, el partido oficialista de la ciudad
en función de la explotación de predios de (el PRO, liderado por Mauricio Macri –ex in-
su propiedad, pero también se puede reali- tendente de la ciudad, actual presidente de la
zar el análisis centrándonos en los usos que Nación–) logró aprobar en la Legislatura local
la Ciudad determina para sus inmuebles. La una serie de iniciativas que daban curso a pro-
concesión del predio donde funciona Costa yectos urbanísticos de gran escala para la Ciu-
Salguero, por ejemplo, responde a una lógi- dad de Buenos Aires y la entrega de decenas
ca de otorgar el permiso de uso y explotación de hectáreas a la especulación inmobiliaria19.
comercial a una empresa en detrimento de las Massuh (2014) enumera estas iniciativas, sien-
y los habitantes de la Ciudad, incumpliendo do las más relevantes la autorización para la
con lo establecido en el Código Civil y Co- venta de 40 inmuebles de la ciudad, el permi-
mercial18 en cuanto al espacio que debe que- so para la construcción del Centro Metropo-
dar libre para constituir el camino de sirga litano Audiovisual en los predios del Mercado
y la posibilidad del resto de la población de Dorrego, la autorización para el emplazamien-
circular por la ribera del río. Como he men- to de bares en plazas y parques y su consecuen-
cionado anteriormente, en la constitución del te explotación comercial, la venta del Edificio
espacio urbano se ponen en juego decisiones del Plata (en la calle Carlos Pellegrini al 200,
políticas, económicas, sociales e ideológicas en pleno centro de la ciudad) para la construc-
(Harvey, 2005; Topalov, 1979; Castells, 1974; ción del Centro Cívico en la zona sur de la
Lefebvre, 1969). Ciudad, la creación del Distrito de las Artes en
La Boca, Barracas y San Telmo, la concesión
por 30 años de 3.7 hectáreas del Parque Roca
16 Auditoría General de la Ciudad (2016). para la construcción de una terminal de mi-
Informe “Concesiones del GCBA”. Recu-
perado de: http://www.agcba.gov.ar/docs/
inf-20161123_1649---Concesiones-del-GC- 19 La aprobación de estas iniciativas fue posible
BA-.pdf gracias al acuerdo con otros bloques de la
oposición, debido a que la mayoría de estas
17 La Dirección General de Concesiones.
leyes requieren de una mayoría especial (40
18 Art. 1974 del Código Civil y Comercial de la votos), audiencias públicas y aprobación ini-
Nación. cial y final (proceso de doble lectura).
80
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

cros (este espacio era utilizado para actividades la Ciudad, realizando convenios urbanísticos
recreativas y deportivas de la comuna 8), entre para la construcción de emprendimientos a
otras. Estas iniciativas parlamentarias no son gran escala, donde la inversión privada jue-
aisladas. En diciembre de 2018, se sancionó la ga un rol fundamental. En el cronograma de
Ley 6138/1820 que dispone la enajenación de subastas de 2018 incluido en ese documento,
22 inmuebles de dominio de la Ciudad, e in- se propone la enajenación de 49.1 hectáreas
cluso propone la modificación de las leyes N° de la Ciudad, distribuidas en diferentes zonas
339721, 426422 y 474023 en lo que concierne al (el volumen más importante –20.1 hectáreas–
destino de los fondos producidos por la venta corresponde a un predio ubicado lindero al
de alguno de los inmuebles dispuestos en esas Parque Indoamericano, en Villa Soldati) para
normativas. Estas tres normativas modificadas el desarrollo de diferentes emprendimientos
también disponen la enajenación de inmue- privados y mixtos.
bles (en los años 2010, 2012 y 2014). Asimismo, el Estado cuenta con el instru-
La política de venta de tierras públicas de mento por excelencia para el desarrollo urba-
la Ciudad se combina con la política nacional, no que es el Código Urbanístico que establece
donde la Agencia de Administración de Bienes las normas urbanísticas para la Ciudad. En di-
del Estado (AABE) subasta terrenos públicos ciembre de 2018, la Legislatura de la Ciudad
nacionales localizados en la Ciudad para fi- aprobó las leyes correspondientes a los nuevos
nanciar obras de infraestructura. En un infor- Códigos Urbanístico25 y de Edificación26. Baer
me conjunto (2018)24 realizado por la AABE, y Garay (2017) analizan la propuesta oficial
la Agencia de Promoción de Inversiones y Co- destacando la falta de consideración de la ciu-
mercio Exterior de la Ciudad (Invest BA) y la dad actual y existente y de los problemas que
Agencia Argentina de Inversiones y Comercio afectan a los porteños en el diseño del proyec-
Internacional (AAICI) se explicita el objetivo to. Mientras que en la propuesta oficial se bus-
de realizar una política combinada de venta ca duplicar la población sin el acompañamien-
de activos del Estado Nacional ubicados en to correspondiente de la provisión de servicios
y obras de infraestructura, quienes viven en la
Ciudad reclaman por la falta de espacios ver-
20
Publicación: BOCBA N° 5533 del des y la congestión del tránsito. Esto demues-
09/01/2019 http://www2.cedom.gob.ar/es/ tra la falta de participación de organizaciones
legislacion/normas/leyes/ley6138.html sociales y vecinos interesados en el diseño del
proyecto27.
21
Publicación: BOCBA N° 3345 del
21/01/2010 http://www2.cedom.gob.ar/es/
legislacion/normas/leyes/ley3397.html
25 Ley N° 6099/18.
22
Publicación: BOCBA N° 4002 del
26 Ley N° 6100/18.
26/09/2012 http://www2.cedom.gob.ar/es/
legislacion/normas/leyes/ley4264.html 27 El anteproyecto que difundió en un primer
momento el GCBA no contaba con mecanis-
23
Publicación: BOCBA N° 4309 del
mos de participación de la población, ni había
03/01/2014 http://www2.cedom.gob.ar/es/
sido discutido en las Juntas Comunales, des-
legislacion/normas/leyes/ley4740.html
conociendo la competencia de las comunas en
24 Informe conjunto de AABE y GCBA: Trans- la planificación urbana de la ciudad. Por tal
formando Buenos Aires: oportunidades para motivo, un grupo de vecinos interpuso una
desarrollar juntos la Ciudad. Año 2018. acción de amparo (BALDIVIEZO JONA-
81
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

Siguiendo el análisis de Baer y Garay Por último, el Título del Código Urbanís-
(2017), como propuestas de renovación urba- tico destinado a proteger los barrios popula-
na, se dispone la conformación de manzanas res, carece de instrumentos que protejan a las
como bloques homogéneos, o sea, se empare- familias del riesgo de desplazamiento a causa
ja la capacidad constructiva de las manzanas de los efectos del mercado, luego de las inter-
en forma de bloque. Si bien estos procesos de venciones de reurbanización que el GCBA ha
transformaciones se dan de manera paulatina, comenzado a realizar29. Estos proyectos, una
se esperan cambios a corto plazo en dos direc- vez realizada la regularización dominial de las
ciones: por un lado, en los barrios donde existe tierras, corren riesgo de devenir en la habili-
una gran valorización inmobiliaria, como Pa- tación de procesos de desplazamiento paula-
lermo, Recoleta o Belgrano, se va a dinamizar tino de la población por efecto de la presión
la construcción de obras nuevas que tiendan a del mercado. Estos proyectos no son aislados,
homogeneizar las alturas existentes; por otro sino que se suman a otras intervenciones que
lado, en barrios de casas bajas, donde se am- el GCBA ha implementado de cara a la reno-
plían las áreas con capacidad para construir vación urbana de ciertas zonas de la Ciudad
entre 5 y 7 pisos, se van a impulsar proyectos que eran consideradas improductivas, pero
que tiendan a aumentar las alturas. Estos pro- que devinieron en procesos de gentrificación
cedimientos afectan la identidad cultural de y expulsión de población.
los barrios y la calidad de vida de los vecinos
(más aún si esto no irá acompañado de obras • La gentrificación y la
de infraestructura urbana). renovación urbana
Cabe también destacar la creación de las Acerca del concepto de gentrificación, diversos
“Áreas de desarrollo”, nueva zonificación que autores (Glass, R. 1964; Lyons, 1996; Wessep,
se asigna a los espacios en torno al sistema de 1994; Zukin, S. 1995; Castells, 1983; Pacio-
autopistas y a la vera del Riachuelo, donde se ne, 1990) han teorizado sobre el tema. A los
permite la construcción de torres de mayor al- fines de esta investigación, utilizo el término
tura. El Arq. Eduardo Reese, Director del Área de gentrificación para dar cuenta del
de Derechos Económicos Sociales y Culturales
(DESC) del Centro de Estudios Legales y So- desplazamiento o reemplazo de un grupo de
ciales (CELS), explica los motivos que llevan rango socioeconómico bajo por otro de mayor
al nuevo código a establecer la construcción status socioeconómico en el centro de la ciu-
en altura en estas nuevas zonas: “el énfasis del dad, que involucra la renovación de inmuebles
proceso de renovación urbana está orientado que se han deteriorado previamente, para usos
en el sur, porque es el único lugar de la ciudad residenciales y que tiene lugar de manera des-
donde todavía el mercado inmobiliario pue- pareja, afecta a unos barrios o vecindarios pero
de generar plusvalías extraordinarias. La zona no a otros y ocurre por etapas (Lyons, 1996 en
norte está saturada, entonces el mercado nece- Herzer, 2008: 21).
sita el sur”28 . Herzer (2008) añade que las inversiones que
buscan la rehabilitación de viviendas y su me-
TAN EMANUEL; Y OTROS CONTRA
GCBA POR APELACIÓN - AMPARO -
29 En la actualidad, el GCBA se encuentra im-
GENÉRICO, Expte. N° A 24068-2016/2).
plementando proyectos de reurbanización en
28 Entrevista al Arq. Eduardo Reese, Buenos Ai- la villa 31 y 31 bis, el Playón de Chacarita,
res, 30/08/17. villa 20 y Rodrigo Bueno.
82
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

joramiento van acompañadas de procesos de o distritos que delimitan sin ningún tipo de
renovación de toda el área afectada, que inclu- estudio previo sobre la zona y sin tener en
yen obras de infraestructura, equipamientos y cuenta la calidad de vida de sus habitantes, un
servicios. Por lo tanto, se producen cambios barrio o porción de barrio con el objetivo de
en el mercado de suelo y la vivienda, con el atraer inversiones privadas32. Existe una exten-
aumento del precio de los inmuebles, y los sa bibliografía internacional sobre la política
principales afectados son los ocupantes e in- de creación de clusters –desde Alfred Marshall
quilinos que padecen las consecuencias del (1890), hasta Michael Porter (1990)– enten-
desplazamiento. Asimismo, la autora agrega dida como concentraciones espaciales de acti-
que: vidades económicas vinculadas entre sí (Soco-
loff, 2013). “Los clusters son concentraciones
la gentrificación puede también ser descrita
geográficas de empresas e instituciones inter-
como un proceso de diferenciación social y
conectadas, que actúan en determinado cam-
espacial. Y en este sentido se vincula con la se-
po. Agrupan a una amplia gama de industrias
gregación en tanto ésta significa establecer una
y otras entidades relacionadas que son impor-
distancia social y espacial entre una parte y el
tantes para competir” (Porter, 1999: 132).
resto. (...) La gentrificación es una expresión de
Las empresas que se instalan en esas zo-
la desigualdad social” (Herzer, 2008: 22).
nas delimitadas gozan de la exención de los
Uno de los indicadores de éxito de la imple- siguientes impuestos: de Ingresos Brutos, de
mentación de políticas públicas que apuntan ABL, de derechos de delineación y construc-
a la renovación urbana30 (Herzer, 2008) es el ciones, y del impuesto al sello por 15 años
aumento del m2 de suelo en las zonas “recupe- para empresas nacionales y por 10 años para
radas” por la inversión pública y privada. Eso empresas de capital extranjero. Asimismo, los
es lo que refieren los funcionarios de más alto beneficios impositivos se extienden a toda la
rango del GCBA cuando evalúan la imple- actividad comercial que desarrollen esas em-
mentación de estas políticas. En el año 2009, presas en el resto de la ciudad.
el Poder Ejecutivo logra la aprobación de un El objetivo de creación de los distritos
proyecto de su autoría en la Legislatura de la puede resumirse en 3 cuestiones: revitalizar
Ciudad que establece la creación del Distrito zonas degradadas o abandonadas, atraer inver-
Tecnológico31. Esta fue la primera normativa siones privadas, y crear empleo privado (Theo-
que habilitó la configuración de una políti- dore et al., 2009). En cuanto a la primera y
ca pública tendiente a la creación de clusters segunda cuestión, resulta preocupante el nivel
de expectativa que el Ejecutivo local impone

30 A los fines de la presente investigación, defino


renovación urbana como Kennedy y Leonard
32 En la actualidad, existen 6 Distritos o Polos
(2001) definen revitalización: como un pro-
en la Ciudad de Buenos Aires: El menciona-
ceso de mejoramiento de la infraestructura,
do distrito tecnológico (Parque de los Patri-
el equipamiento, el comercio, los servicios a
cios y Nueva Pompeya), el distrito audiovisual
la comunidad a través de la inversión tanto
(Chacarita, Villa Ortúzar, Paternal, Palermo y
pública como privada.
Colegiales), el distrito de diseño (Barracas), el
31 Ley 2.972 Publicación: BOCBA N° 3101 del distrito de las artes (La Boca, San Telmo y Ba-
22/01/2009. Disponible en http://www2. rracas), el distrito del deporte (Villa Lugano,
cedom.gob.ar/es/legislacion/normas/leyes/ Villa Riachuelo y Villa Soldati) y el Distrito
ley2972.html Joven (Costanera).
83
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

a la inversión privada para la revitalización de prácticos, se instalaron 200 empresas de tecno-


zonas, en su gran parte ubicadas al sur de la logía34 con alto valor agregado. Se invirtieron
Ciudad, sin tener en cuenta la inversión pú- cerca de 300 millones de dólares; se emplea a
blica que se debe promover en esas zonas, en la 20.000 personas, de las cuales ya hay 12.000
búsqueda de acortar la brecha con el norte de trabajando en el Distrito Tecnológico35; y han
la ciudad. Leyendo las descripciones oficiales construido o mejorado más de 300.000 metros
sobre los objetivos de estos distritos, pareciera cuadrados” (Versión Taquigráfica, Comisión de
que la única forma de “recuperar” estas zonas Presupuesto, Hacienda, Administración Finan-
es mediante la inversión privada, pero en rea- ciera y Política Tributaria, 10 de noviembre de
lidad no se tiene en cuenta que, mediante las 2014, Legislatura de la CABA: 6).
exenciones impositivas y los beneficios esta-
En el informe de la AGCBA se menciona que
blecidos, se disminuye la recaudación propia
“la implementación del Distrito no ha tenido
de la Ciudad, repercutiendo por tanto en el
un efecto dinamizador de la creación del em-
Tesoro y los Presupuestos públicos. La siner-
pleo, toda vez que en su mayoría las empresas
gia entre lo público y lo privado, en realidad,
mantienen su plantilla de empleados, limitán-
no funciona como sinergia porque el Estado
dose a un traslado de la sede laboral” (AGC-
es el que deja de cobrar impuestos sin recibir
BA, 2014: 8). Asimismo, en lo que tiene que
ninguna contraprestación por parte de las em-
ver con la promoción de actividades TICs, de
presas privadas (Massuh, 2014). Asimismo, la
las 100 empresas que la autoridad de aplica-
inversión que realizó el Estado local en el Dis-
ción informó como incorporadas al Registro
trito Tecnológico para que la zona se convirtie-
de empresas TIC al 13 de agosto de 2013, 87
ra en atractiva para los inversores, mediante la
eran preexistentes a la creación del Distrito.
extensión de la línea H, la instalación de una
Este es uno de los indicadores que revela que
sede de la Policía Metropolitana, entre otras,
no ha habido un crecimiento significativo de
no se planificó mediante un mecanismo de
nuevas empresas TICs que se radiquen en la
recuperación de plusvalías, sino que se realizó
zona (AGCBA, 2014: 8).
para promover la instalación de las empresas.
Este análisis se suma a que en las zonas
En cuanto a la tercera cuestión, es interesante
donde se instalaron los distritos, en mayor
contraponer el análisis oficial con un infor-
medida en los de la zona sur, las necesidades
me realizado por la Auditoría de la Ciudad
de los pobladores responden a la situación de
(2014)33 con respecto a la implementación del
emergencia habitacional que atraviesan las co-
Distrito Tecnológico. Mientras que el enton-
munas 4 y 836, y debido a que no se imple-
ces Ministro de Desarrollo Económico, Fran-
cisco Cabrera en su presentación anual en la
Comisión de Presupuesto de la Legislatura de 34 El subrayado es propio.
la CABA afirmaba que:
35 El subrayado es propio.
desde que el Distrito Tecnológico fue creado
por ley, en diciembre de 2009, a los efectos 36 Para profundizar en las características de
emergencia habitacional de las comunas 4
y 8 se sugiere consultar el informe del Con-
33 Auditoría General de la Ciudad (2014). sejo Económico y Social de la Ciudad de
Informe “Distrito Tecnológico”. Recupe- Buenos Aires (2013). Diagnóstico socio
rado de http://www.agcba.gov.ar/docs/ habitacional de la Ciudad de Buenos Aires.
inf-20141010_1495---Distrito-Tecnologico. Recuperado de: http://bdigital.cesba.gob.ar/
pdf handle/123456789/71
84
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

mentaron políticas públicas complementarias, clave de la extracción y acumulación capitalis-


se promovieron procesos de gentrificación con ta en los procesos urbanos actuales, transversal
la consecuente expulsión de población a causa a los procesos de gentrificación (Janoschka &
del aumento del m2 de suelo en las zonas y a Sequera, 2014).
la presión de los desarrolladores inmobiliarios Estos procesos se dan en el marco de una
que se instalaron para dar respuesta a las carac- Ciudad donde el valor del m2 de suelo ha au-
terísticas de la nueva población en esos barrios mentado 145% en el período analizado, don-
(Herzer, 2008). de se han estrechado aún más las posibilidades
El ex Ministro de Desarrollo Económico de las poblaciones vulnerabilizadas de resolver
decía a propósito del éxito de la implementa- su situación habitacional a través de la vivien-
ción del Distrito Tecnológico por las nuevas da en propiedad, pero también del alquiler.
inversiones inmobiliarias y de la “felicidad” de Para entender cómo funciona el mercado in-
los vecinos: mobiliario, a continuación, describo algunas
de sus principales características.
se construyeron cerca de 350.000 metros cua-
drados en el Distrito Tecnológico, con lo que 4. Los efectos del extractivismo
implica de empleo, de pago de ingresos brutos, en números
de mejora del barrio, de aumento de las propie-
dades de los vecinos. Por eso los vecinos están Como vengo sosteniendo a lo largo del presente
tan contentos. La mayoría de los vecinos de trabajo, las relaciones entre el capital público y
Parque Patricios no solamente tenían propieda- privado en cuanto a la planificación urbana han
des que no valían absolutamente nada, muchas sido estrechas. Las distintas políticas públicas
de ellas intrusadas (...) (Versión Taquigráfica, que ha implementado el GCBA y que he ana-
Comisión de Presupuesto, Hacienda, Adminis- lizado anteriormente se han sustentado en la in-
tración Financiera y Política Tributaria, 10 de versión privada y en la capacidad de los capitales
noviembre de 2014, Legislatura de la CABA: de generar crecimiento. En algunas ocasiones,
51). como el caso de la creación de los distritos, se
ha buscado una sinergia que como he analizado
El aumento del precio del m2 en la Ciudad de no ha funcionado como tal. La Ciudad de Bue-
Buenos Aires repercute directamente en la po- nos Aires mantiene su población estable durante
sibilidad de los sectores vulnerables de poder los últimos 50 años, pero aumenta su capacidad
acceder a una vivienda no sólo en propiedad, constructiva y la cantidad de m2 construidos año
sino también en alquiler, y las consecuencias a año. Teniendo en cuenta declaraciones oficia-
se traducen en desplazamiento de la población les37, la intención de la actual gestión es lograr
residente a otras zonas, incluso fuera de la una Ciudad para 6 millones de habitantes (esta
Ciudad. En tal sentido, Janoschka & Sequera idea se materializó con la sanción del nuevo
(2014) afirman que, en las ciudades latinoa- Código Urbanístico), por lo que la industria de
mericanas, como es el caso de Buenos Aires, se la construcción adquiere relevancia en la plani-
están llevando adelante procesos de expulsión
de los sectores populares que viven en las zo-
nas céntricas, el caso de los desalojos y del des- 37 Para Macri, la ciudad de Buenos Aires “de-
plazamiento de población por factores socioe- bería duplicar su población” (01/01/2013).
conómicos, pero también de sus actividades Infobae. Disponible en: https://www.infobae.
económicas, como el caso de los vendedores com/2013/01/01/689220-para-macri-la-ciu-
ambulantes en el espacio público. Los auto- dad-buenos-aires-deberia-duplicar-su-pobla-
res afirman que el desplazamiento es un factor cion/
85
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

ficación de políticas de desarrollo urbano. Las la ciudad, contrariamente a la necesidad de vi-


preguntas que surgen realizarse son para quién vienda que presenta la zona sur, donde se en-
se construye en la Ciudad de Buenos Aires, si cuentran ubicadas la mayor cantidad de villas
la población se mantiene estable pero la canti- de la Ciudad y las situaciones habitacionales
dad de viviendas aumenta, cuál es el destino de deficitarias39. Siguiendo los datos publicados
esas viviendas y en qué zonas de la Ciudad se por el Instituto de Vivienda de la Ciudad
construye más. Si realizamos una comparación (IVC, 2013)40, podemos afirmar que la zona
entre los años 2006 a 2016, teniendo en cuenta sur de la Ciudad es donde se encuentran la
la cantidad de permisos de construcción solicita- mayor cantidad de hogares con vulnerabilidad
dos para vivienda nueva, podemos observar una habitacional: la calidad constructiva de los ho-
fuerte caída a partir del año 2009 con una leve gares de la comuna 8 se encuentra por debajo
mejoría en el año 2011, para volver a caer al año del promedio de la Ciudad, como así también
siguiente y comenzar una recuperación de la ac- sucede en las comunas 4, 1, 7 y 9. En con-
tividad en el 2016 (Gráfico 1). Esta caída tiene traposición a esto, en las zonas norte, centro
relación directa, en general, con la menor inten- y oeste, las Comunas 2, 6, 13 y 14 presentan
sidad de la actividad económica y, en particular, valores por encima del promedio.
con el efecto del denominado cepo cambiario38. Siguiendo con esta idea, si realizamos un
Tal como señala Baer (2016): “la evolución de análisis sobre las comunas de la Ciudad donde
los permisos de construcción es significativa- aumenta la construcción, por ejemplo, en el
mente más sensible que la dinámica de precios año 2016, podemos observar que son las co-
del suelo frente a la volatilidad de la economía munas 1, 12, 13 y 14 de la zona norte y sólo
y pone de manifiesto el carácter procíclico de la la 7 de la zona sur las que solicitaron permisos
construcción” (2016:14). de construcción para superficies cubiertas ma-
Existe una tendencia a concentrar la in- yores a 100 mil m2.
dustria de la construcción en la zona norte de

39 Algunas de las villas más densamente pobla-


das de la zona sur de la Ciudad son: la villa
38 El “cepo cambiario” surgió en noviembre de
21-24, villa 20, villa 1-11-14 y villa 15.
2011 y consistió en la implementación de una
serie de medidas oficiales que restringieron la 40 Instituto de Vivienda de la Ciudad (2013).
compra y venta de dólares en el mercado cam- Informe “Situación habitacional CABA” Do-
biario con el fin de evitar la fuga de capitales. cumento N°1.
86
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

Gráfico 1:
Evolución de los permisos de construcción solicitados para vivienda nueva.
Ciudad de Buenos Aires.
Años 2006-2016.

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Anuario Estadístico 2016 DG Estadísticas y
Censos de la CABA.

Gráfico 2:
Superficie cubierta en m2 de construcciones nuevas y ampliaciones
por comuna. Ciudad de Buenos Aires. Año 2016.

Fuente: Anuario Estadístico 2016 DG Estadísticas y Censos de la CABA.


87
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

En cuanto a los permisos de obra y la superfi- resulta más atractivo para el mercado inmo-
cie cubierta en m2 de uso residencial es intere- biliario disponer para la venta departamentos
sante para el análisis desagregar en el tipo de de menor cantidad de ambientes y dimensio-
construcción, si son Univiviendas41 o Multi- nes mínimas.
viviendas42. En el Gráfico 3 se observa la evo-
lución de los m2 construidos a lo largo de la
serie histórica desde el año 2006 al 2016. Por
efecto del dinamismo que presenta el rubro de
la construcción, se observan valores y varia-
bles poco estables, donde se encuentra el ma-
yor de los valores en el año 2006 (2.669.797
m2) y el menor en 2015 (469.724 m2). Como
puede observarse, la participación de los m2
destinados a univiviendas es mínima compa-
rado con los destinados a multiviviendas en
relación al total de superficie cubierta de m2
construidos. Se construyen en mayor medida
edificios con un gran número de viviendas a
incorporar al mercado que casas individuales
destinadas al uso.
En el Gráfico 4 se observa la participación de
las nuevas construcciones según la cantidad
de ambientes que presentan. Aquí se puede
observar la evolución, por ejemplo, de las
construcciones de uno y de dos ambientes y
la involución de las de tres ambientes en las
multiviviendas. Esto se relaciona con el tipo
de destinatario al que se dirigen los nuevos
emprendimientos inmobiliarios, debido a
que en la Ciudad actual los hogares se carac-
terizan por un tamaño reducido43 y por tanto

41 Son construcciones sobre parcelas propias


que poseen una sola vivienda, pudiendo in-
cluir uno o más espacios para fines no residen-
ciales en las mismas.
hogares en promedio tienen menos de 2 perso-
42 Se refieren a edificios residenciales que po-
nas, más de la mitad son de una persona (51,6%)
seen dos o más viviendas.
mientras aquellos con más de 4 integrantes re-
43 En cuanto a la composición de los hogares, según presentan el 3,4%. En contraste, en la Zona Sur
la Encuesta Anual de Hogares 2017 de la DG (Comunas 4, 8, 9 y 10) el promedio es de 3 per-
Estadísticas y Censos, se caracterizan por un ta- sonas: los de una persona constituyen el 20,7%,
maño reducido (2,4 personas por hogar), si bien mientras que los más numerosos (5 y más) son
es diferente según zona. En la Zona Norte los el 16,6%.
88
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

Gráfico 3:
Total superficie cubierta de m2, Univivienda y Multivivienda. Ciudad de
Buenos Aires.
Años 2006-2016.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la DG de Estadísticas y Censos del GCBA.

Gráfico 4:
Permisos otorgados por cantidad de ambientes en Multiviviendas. Ciudad de
Buenos Aires.
Años 2006-2016.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la DG de Estadísticas y Censos del GCBA.


89
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

Si realizamos un análisis sobre la catego- cender y volver a subir en el año 2016, revir-
ría de las construcciones del período 2006- tiendo la tendencia nuevamente. Por ejemplo,
2016, podemos observar que para los pri- en el año 2006, las viviendas suntuosas cons-
meros años, el porcentaje de viviendas de truidas fueron 9.306 y 7.075 de categoría sen-
categoría suntuosa44 representaba un número cilla, en el 2007, 8.456 y 7.039, en el 2008,
uperior a la categoría sencilla, para luego des- 6.742 y 5.921 para luego revertir la tendencia
en los años siguientes. Pero en el año 2016
nuevamente la cantidad de viviendas sun-
tuosas supera a las sencillas, siendo 3.650 las
44 La ley 3462 (Publicación: BOCBA N°
primeras y 2.579 las segundas. Estos procesos
3452 del 01/07/2010) define las siguientes
se dan en el marco de un Estado que habilita
categorías:
desde la normativa la posibilidad de este tipo
CUARTA CATEGORÍA: Construccio-
de construcción.
nes sencillas: Se tiene en cuenta, en primer
Ahora bien, la pregunta que merece ser
término, el programa a desarrollar, en el
realizada es cómo impacta la cantidad de me-
que no pueden figurar más ambientes que:
tros cuadrados construidos, con la distribu-
Viviendas: Porche o vestíbulo; sala de estar
ción geográfica y el destino de las viviendas en
o comedor; dormitorios; baño y toilette por
el precio del suelo. En el período analizado, la
cada cuatro locales de primera; cocina, lavade-
evolución del precio del m2 promedio para de-
ro, garaje, depósito; servicios centrales de cale-
partamentos a estrenar en la Ciudad de Bue-
facción, agua caliente y/o aire acondicionado.
nos Aires aumentó un 145%.
TERCERA CATEGORÍA: Construc-
ciones confortables: Aquellas que ex-
cede por su programa los ambien-
tes o locales de la categoría anterior:
Viviendas: escritorios, ante-cocina o ante-
comedor o comedor de diario (siempre que
su separación con el ambiente principal esté
perfectamente definida); una habitación de
servicio y un baño de servicio; un cuarto de
planchar. El living-room y el comedor o el li-
ving-comedor no deben exceder en conjunto
de 42 m2 de superficie.
SEGUNDA CATEGORÍA: Construcciones
de lujo: Aquellas que exceden por su programa
los locales o instalaciones de la categoría anterior:
Viviendas: Ascensor en las unifamiliares; as-
censor con acceso privado a un solo departa- PRIMERA CATEGORÍA: Construcciones
mento por piso; ascensor de servicio, siempre suntuosas: Aquellas que, reuniendo las carac-
que el mismo esté perfectamente caracterizado terísticas indicadas en el inciso anterior, tienen
como tal; hasta tres habitaciones y tres baños su construcción complementada con detalles
de servicio; living-room o living-comedor que suntuosos e importantes ambientes de recep-
excedan de 42 m2. de superficie, sin perjuicio ción, más de tres habitaciones y tres baños de
de lo dispuesto con respecto a los ambientes de servicio; pileta de natación, cuerpo indepen-
recepción en la primera categoría de viviendas. diente para vivienda de servicio; etcétera.
90
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

Gráfico 5:
Comparación viviendas de categoría sencilla, confortable, lujosa y suntuosa.
Ciudad de Buenos Aires.
Años 2006-2016.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la DG de Estadísticas y Censos del GCBA.

Gráfico 6:
Evolución del valor promedio en U$S del m2 en departamentos a estrenar.
Ciudad de Buenos Aires.
Años 2006-2018.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Dirección General de Estadística y Censos


(Ministerio de Economía y Finanzas GCBA) sobre la base de datos del sistema Buscainmueble
(hasta julio 2011), Adinco (entre octubre 2011 y abril 2015) y Argenprop (desde julio 2015).

91
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

La cantidad de m2 construidos se distribuye de En el modelo extractivista, las corporacio-


manera desigual entre la zona norte y la zona nes adquieren un rol relevante en su articu-
sur de la ciudad, buscando la mayor renta po- lación con el Estado para el desarrollo de sus
sible en el mercado inmobiliario. El compor- emprendimientos. Un ejemplo de una gran cor-
tamiento de los precios también fue desigual poración inmobiliaria es el grupo IRSA45 que
entre las distintas comunas de la ciudad. La posee en la Ciudad 16.250.000 m2 entre edi-
tendencia histórica da cuenta de mayores va- ficios, shoppings y terrenos: la misma superficie
lores en las comunas de la zona norte que en que los barrios de Belgrano, La Boca y Recoleta
la zona sur. Sin embargo, a raíz de la búsqueda juntos. La política de la empresa se basa en la
de inversiones privadas para la implementación capacidad de compra de tierra (funcionando
de procesos de renovación urbana que analicé como commodity) generando un stock en re-
anteriormente, y la implementación de políti- serva para el desarrollo de emprendimientos
cas de desarrollo urbano, como la creación de inmobiliarios de gran escala a largo plazo. Sus
los distritos, el precio del suelo en la zona sur emprendimientos en la actualidad se pueden
tuvo un aumento mayor en porcentaje desde agrupar en 6 rubros: 1. Centros Comerciales:
el año 2007 al que se produjo en la zona norte. es dueña de los shoppings más importantes de la
El informe del GCBA “Evolución de la Equi- Ciudad de Buenos Aires: DOT Baires, Abasto
tatividad del valor del suelo” (2012) afirma que Shopping, Alto Palermo, Distrito Arcos, entre
desde 2007 los incrementos de los precios del otros; 2. Edificios de Oficinas; 3. Hoteles; 4.
suelo en la zona norte –medidos en dólares por Desarrollos Residenciales; 5. Reservas de Tierra:
metro cuadrado– “fueron de 47,6%, mientras IRSA promueve la adquisición de tierras con
que en la zona sur se dieron en 91,2%, revir- potencial de desarrollo o valorización para su
tiendo la tendencia previa” (2012: 8). posterior venta. La corporación es propietaria
Siguiendo el planteo de Baer (2011), nin- del terreno ubicado en la avenida Avellaneda,
gún bien ha experimentado un aumento de entre Fragata Sarmiento y Olegario Andrade en
precios tan acelerado y sostenido como el suelo el barrio de Caballito donde tiene intenciones
y la vivienda en la última década. Por un lado, de construir un shopping46 y el predio donde se
la acumulación por desposesión que describe
Harvey (2005) –citado anteriormente– que or-
ganiza las ciudades y su espacio. Por otro lado, 45 Para profundizar en las características y en el
la contracara de este escenario es la presión que accionar de esta corporación, se sugiere con-
ejerce el aumento del precio del suelo en la ca- sultar a Socoloff, Ivana (2013). “Aventuras y
pacidad de la población de acceder y resolver desventuras de IRSA en Buenos Aires: una
su situación habitacional mediante el alquiler lectura a partir del caso de la Ex Ciudad De-
o la compra de una vivienda. Esta situación ha portiva”. Publicación del Laboratorio de Polí-
provocado el desplazamiento y expulsión de ticas Públicas (LPP).
sectores de la sociedad que no pueden acceder
46 Respecto al predio ubicado en Caballito, la
al mercado formal inmobiliario a zonas fuera
empresa lo adquirió en 1997, con la intención
de la ciudad o a resolver su situación de ma-
de construir un centro comercial. La historia
nera informal, en villas o asentamientos (Baer,
sobre la obtención del predio, según denun-
2011). Se requiere del impulso de políticas
cias de los vecinos de barrio y de los socios del
públicas que reviertan esta tendencia desde un
club Ferrocarril Oeste (antiguos dueños de
criterio de equidad territorial y se fomente el
una fracción del terreno) se encuentra teñida
uso de la ciudad de manera justa e igualitaria.
de sospechas, y tal como sucede con al predio
de Solares de Santa María, necesitan la apro-
92
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

ubicaba la ex Ciudad Deportiva de la Boca, So- de vulnerabilidad; en un segundo momento,


lares de Santa María, en Costanera Sur47. Los por aquellos sectores insatisfechos con el modo
emprendimientos de IRSA no se vinculan con de vida que se desarrolla en las ciudades; una
las necesidades habitacionales de la Ciudad, tercera apropiación tiene que ver con los go-
sino que responden únicamente a la especula- biernos y está centrada en el espacio y, en este
ción inmobiliaria y a la capacidad de compra sentido, se asocia al mito de la ciudad justa de
de tierra (funcionando como commodity) gene- Musset (2017); y una última, se relaciona con
rando un stock en reserva para el desarrollo de la coaliciones internacionales o movimientos a
emprendimientos de gran escala. través de las Cartas del Derecho a la Ciudad y
Como contracara de estos conceptos se de- las conferencias de Naciones Unidas, como la
sarrolla la teoría urbana del Derecho a la Ciu- celebrada en Quito en 2016, Hábitat III.
dad (Lefebvre, 1969). Siguiendo el análisis que En la Ciudad de Buenos Aires, diversas
plantea Granero Realini (2017), el concepto ha organizaciones políticas y sociales realizaron,
sido tomado como bandera, en primer lugar, en el año 2016, la Campaña por una Carta del
por los sectores que se encuentran en situación Derecho a la Ciudad48 partiendo de la premisa
que la Ciudad que se construye en la actuali-
dad no es una ciudad para todos y todas, sino
bación de normativa urbanística que avalen la que en ella deciden los grandes inversores y el
construcción de un shopping. Las iniciativas mercado inmobiliario que la ponen al servicio
parlamentarias fueron presentadas en 2011, de sus intereses especulativos.
2012 y 2014, y ninguna fue aprobada. Para A través de estas tensiones se está constru-
más información ver: La historia oculta del yendo la Ciudad de Buenos Aires: por un lado,
predio que Ferro le vendió a IRSA para hacer un gobierno local que impulsa determinados
un shopping. (20/10/2016). Bigbangnews. procesos de renovación urbana en busca de
Disponible en: http://www.bigbangnews. otorgarle un “valor agregado” al suelo urbano
com/actualidad/La-historia-oculta-del-pre- (Herzer, 2008), y de aumentar el número de
dio-que-Ferro-le-vendio-a-IRSA-para-hacer- metros cuadrados construidos como de habi-
un-shopping-20161020-0053.html tantes, todo esto en asociación al capital priva-
do y las grandes corporaciones y, por otro lado,
47 A propósito del desarrollo de este emprendi-
movimientos sociales que rechazan estas inter-
miento, Eduardo Elsztain señaló: “hace cator-
venciones y promuevan una ciudad construida
ce años IRSA compró catorce hectáreas con
por sus habitantes, en busca del bien común.
permiso de construcción de 716.180 metros
cuadrados, en base a un proyecto que lo pen- Reflexiones finales
samos para décadas”. El empresario agregó que
la propuesta urbanística “favorece la tendencia A lo largo del presente artículo, me propuse
de promover la zona sur” e “incluye nueve ac- identificar y analizar las políticas de desarrollo
cesos directos a la ciudad y un recorrido sobre urbano implementadas en la Ciudad de Buenos
la costa del Río de la Plata abierto a todos, con Aires en el período de estudio, tanto por el sec-
viviendas, comercios y hoteles, lo que generará tor público local como por el sector privado (de
miles de puestos de trabajo para su construc- capitales locales, nacionales y transnacionales)
ción y luego de terminado” (Declaraciones
citadas en: “El presidente de IRSA fue a la Le-
gislatura a defender la Dubai de Costanera Sur”
(01.11.2011) La política online. Disponible en: 48 Ver: http://www.observatoriociudad.
http://www.lapoliticaonline.com/nota/56582/ org/?s=noticia&n=74
93
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

para dar cuenta de las características extracti- fomentando el aumento del precio del suelo
vistas que asume el modelo urbano desplegado. urbano como indicador de crecimiento.
Se pueden enumerar algunos fenómenos ur- Asimismo, a través de distintos procesos de
banos que tuvieron lugar en el período analiza- renovación urbana que se impulsaron desde el
do y responden a la implementación de un mo- GCBA se produce el aumento del m2 de suelo
delo de ciudad de características extractivistas: que genera la expulsión de la población que solía
vivir en estos barrios y la consecuente segrega-
• La relación Estado y Capital Privado en ción espacial. Estos procesos se desarrollan en el
cuanto a las políticas de desarrollo urbano, marco de una ciudad en emergencia habitacio-
• La demarcación de “zonas sacrificables” (por nal y con un aumento de desalojos impulsados
considerarlas terrenos improductivos) desti- tanto desde el sector privado como público49.
nadas al avance de la urbanización,
• La privatización del espacio público,
• La gestión del stock de suelo, y los mecanis-
49 Con respecto a los desalojos impulsados por el
mos de control del Estado sobre el uso del
Gobierno de la Ciudad, se puede citar el caso
suelo público,
del Parque Indoamericano, la ocupación que
• Los procesos de gentrificación y expulsión de
se produjo en diciembre de 2010 y se prolongó
la población.
por aproximadamente 10 días. El parque se en-
cuentra ubicado en la comuna 8 y al momento
Como he analizado, el Estado local ha asumi-
de la ocupación se encontraba prácticamente
do el rol de articulador del mercado inmobi-
abandonado. Los vecinos de las villas aledañas
liario a través de la privatización del espacio
al constatar que no se cumplían con las leyes de
público y mediante la implementación de
urbanización de sus barrios deciden ocupar y lo-
políticas que favorecen a las grandes corpora-
tear el parque. La cifra final alcanzó las 13.000
ciones. Se promueven procesos de renovación
personas. El primer operativo de desalojo pro-
urbana mediante la inversión privada, para lo
vocó 2 muertos. Finalmente, luego de arduas
cual, se fomentan beneficios al sector inmobi-
negociaciones entre los ocupantes del predio, el
liario para aumentar la construcción en zonas
gobierno de la ciudad y el gobierno nacional, y
consideradas en desuso y se dispone la con-
ante la promesa (todavía incumplida) de brin-
cesión y venta del patrimonio público para el
darles una solución habitacional a cada una de
financiamiento de políticas públicas, sean de
las familias ocupantes, se retiraron del predio
acceso a la vivienda de los sectores vulnerables
finalizando el conflicto. Por su parte, otro caso
o de infraestructura general. Como conse-
relevante al respecto es la ocupación del predio
cuencia, el Estado se desprende de su patri-
contiguo a villa 20, que otrora fuera un cemen-
monio, del suelo urbano, del commodity de las
terio de autos, que se produjo en agosto de 2014.
ciudades. Esto implica, entre otras cuestiones,
El predio estaba afectado desde el año 2007 a la
la imposibilidad de conformar un Banco de
urbanización de villa 20, según lo dispuesto en
Inmuebles Estatal para intervenir en el merca-
la Ley N° 1770. Ante la inacción del Estado,
do de suelo regulando su precio. Asimismo, se
los vecinos, en su mayoría inquilinos de la villa
promueve la industria de la construcción en la
que no podían pagar sus rentas, se organizaron,
zona sur de la ciudad, pero no para responder
tomaron el predio y lo bautizaron Barrio Papa
a las necesidades habitacionales de los pobla-
Francisco. Luego de meses de negociaciones se
dores que allí viven, sino para maximizar las
produce el desalojo de 700 familias, a pesar de
ganancias de las corporaciones inmobiliarias,
los intentos de los propios habitantes de mani-
festarse a favor de la urbanización del barrio y
94
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 73-97

En cuanto a la dinámica del mercado inmo- van adelante obras de gran envergadura que
biliario, las nuevas construcciones se amoldaron modifican el espacio urbano– y, a la vez, se be-
a las necesidades de los sectores con capacidad nefician maximizando sus ganancias.
de pago, lejos de destinarse a la población con Esta articulación público-privada es la base
necesidades habitacionales. La actividad de la del modelo (neo) extractivista: la no regulación
construcción no obedece a la necesidad de vi- del mercado por parte del Estado, promovien-
vienda en sí misma, sino a la posibilidad de ge- do la capacidad de las corporaciones de adquirir
nerar excedentes, reservas de valor y plusvalía. tierra como reserva de valor obteniendo renta
El mercado de suelo adopta estas características extraordinaria, haciendo prevalecer su valor de
con el aval del Estado local, quien tiene la capa- cambio por sobre su valor de uso, y generando
cidad de definir qué, cómo y cuánto se puede mecanismos de especulación inmobiliaria-fi-
construir en una determinada zona, tal como nanciera, permitiendo, a través de normativa es-
analicé con el Código Urbanístico. pecífica, el desarrollo de mega emprendimientos
En el modelo extractivista las grandes cor- a gran escala que modifican el espacio urbano.
poraciones juegan un rol fundamental y en Es a través de la dinámica que adopta el
el caso de las Ciudades, ese rol lo ocupan las modelo extractivista y de las tensiones y resis-
corporaciones inmobiliarias. Tal como analicé tencias que genera que se está construyendo el
anteriormente, la especulación inmobiliaria se espacio urbano en la Ciudad de Buenos Aires.
configura con los mismos atributos que pre-
sentan los modelos sojeros y de megaminería, Referencias bibliográficas
producen desplazamientos de población y Acosta, A. (2015). Extractivismos - Ecología, eco-
concentran riqueza apropiándose del espacio nomía y política de un modo de entender el
público. Asimismo, se produce una alian- desarrollo y la Naturaleza. La Paz: CLAES
za entre las corporaciones inmobiliarias y los - CEDIB.
gobiernos de turno. Estas alianzas se traducen Baer, L. (2011). Mercado de suelo y producción
en la facilidad con la que operan las empresas, de vivienda en Buenos Aires y su área metro-
comprando tierra considerada en desuso y por politana. Tendencias recientes de desarrollo
un bajo monto, y la posibilidad de esperar a urbano y acceso a la ciudad. Revista Iberoame-
que las condiciones del entorno se modifiquen ricana de urbanismo. Núm. 8, 43-58.
o la normativa urbanística cambie para poder Baer, L. (2016). Mercado inmobiliario y acceso a
llevar adelante grandes emprendimientos. Por la vivienda formal en la Ciudad de Buenos Ai-
otro lado, la habilitación para construir vivien- res, y su contexto metropolitano, entre 2003
das con un determinado perfil que responde a y 2013. Revista EURE. Vol. 42, Núm. 126,
las condiciones de mercado y no a la reducción 5- 25.
del déficit cuali y cuantitativo. En este sentido, Baer, L., Garay Santaló, P. (2017). Reflexiones so-
asumen el rol de planificadoras urbanas –lle- bre el Proyecto del Código Urbanístico de Bue-
nos Aires. Buenos Aires: Facultad de Filosofía
y Letras (FILO) Debate. Secretaria de Investi-
su posterior regularización dominial. En la ac- gación FILO - UBA.
tualidad, se están construyendo viviendas en ese Brenner, N., Theodore, N. y Peck, J. (2009). Ur-
predio para la urbanización de villa 20, según lo banismo neoliberal: la ciudad y el imperio de
dispuesto en la Ley N° 5705/17, pero los veci- los mercados. Revista Temas Sociales. Núm.
nos ocupantes del ex Barrio Papa Francisco no 66, 1-12.
obtuvieron una solución habitacional definitiva Castells, M. (1974). La cuestión urbana. México:
y retornaron al mercado de alquiler informal. Siglo XXI Editores.

95
Jimena Navatta “Espacio urbano y extractivismo en América Latina”

Dirección General de Estadísticas y Censos de le arrebató la ciudad a sus habitantes. Buenos


la Ciudad de Buenos Aires (2017). Informe Aires: Sudamericana.
Anuario Estadístico de la Ciudad de Buenos Musset, A. (2017). Límites y posibilidades de
Aires 2016. Ciudad de Buenos Aires, octubre. la Ciudad Justa. Revista Punto de Debate La
Granero Realini, G. (2017). Extractivismo urba- “ciudad justa”. Un mito neoliberal al servicio
no: aportes desde el Derecho a la Ciudad. En del extractivismo urbano. (pp. 4-8). Buenos
A. Vásquez Duplat (Comp.). Extractivismo Aires: Fundación Rosa Luxemburgo y Centro
urbano: debates para una construcción colecti- de Estudios y Acción por la Igualdad.
va de las ciudades (pp. 97-108). Buenos Aires: Oszlak, O. (2017). Merecer la Ciudad. Los pobres
Editorial El Colectivo, Centro de Estudios y el derecho al espacio urbano. Buenos Aires:
y Acción por la Igualdad y Fundación Rosa EDUNTREF.
Luxemburgo. Porter, M. (1999). Los clusters y la competencia.
Gudynas, E. (2010). El nuevo extractivismo pro- Revista Estrategia. Vol. 1, Núm. 2, 130-145
gresista. Tesis sobre un viejo problema bajo (Traducido y reproducido con autorización
nuevas expresiones. Revista El Observador. de Harvard Business Review, este artículo fue
Año IV, Núm. 8, 1-16. originalmente publicado con el título “The
Harvey, D. (2005). El “nuevo” imperialismo: Dawn of the E-Lance Economy”, por Michael
acumulación por desposesión. Buenos Aires: Porter, noviembre-diciembre de 1998).
CLACSO. Socoloff, I. (2013). Polos, distritos y enclaves en
Harvey, D. (2013). Ciudades Rebeldes. Del derecho Buenos Aires. De la pedagogía del inversor a
de la ciudad a la revolución urbana. Madrid: la “inflación” de los precios del suelo. En J.
Ediciones Akal. Marín (Comp.). La Ciudad empresa. Espacios,
Herzer, H. (2008). Acerca de la gentrificación. En ciudadanos y derechos bajo lógica de merca-
H. Herzer. Con el corazón mirando al sur. (pp. do (pp. 67-89). Buenos Aires: Ediciones del
19-44). Buenos Aires: Espacio Editorial. Centro Cultural de la Cooperación.
Janoschka, M. & Sequera, J. (2014). Procesos de Svampa, M. (2013). “Consenso de los Commo-
gentrificación y desplazamiento en América dities” y lenguajes de valoración en América
Latina, una perspectiva comparativista. En J. Latina. Revista Nueva Sociedad. Núm. 244.
J. Michelini (Ed.). Desafíos metropolitanos. Un Recuperado de: http://nuso.org/articulo/
diálogo entre Europa y América Latina (pp. 82- consenso-de-los-commodities-y-lenguajes-
104). Madrid: Catarata. de-valoracion-en-america-latina/
Kennedy, M. y Leonard, P. (2001). Dealing with Svampa, M. y Viale, E. (2014). Maldesarrollo. La
Neighborhood Change: A Primer on Gentrifica- Argentina del Extractivismo y el despojo. Bue-
tion and Policy Choices. The Brookings Institu- nos Aires: Katz Editores.
tion Center on Urban and Metropolitan Policy. Topalov, Ch. (1979). La urbanización capitalista.
Disponible en: https://www.brookings.edu/ México: Ed. Edicol.
wp-content/uploads/2016/06/gentrification.
pdf Para citar este Artículo de investigación:
Lombardo, J. D. (2012). La construcción del es- Navatta, J. (2019). Espacio urbano y extractivis-
pacio urbano. Sus características en el área mo en América Latina: ¿Un nuevo patrón
metropolitana de Buenos Aires. Buenos Aires: de desarrollo o más dependencia? El caso
CICCUS. de la Ciudad de Buenos Aires (2006-2018).
Massuh, G. (2014). El robo de Buenos Aires. La Revista Estado y Políticas Públicas. Año VII,
trama de corrupción, ineficiencia y negocios que Núm. 12, 73-96.

96
Cambio tecnológico y capacidades
políticas e institucionales:
La trayectoria de la Fundación Argentina de Nanotecnología

Technological change and political and institutional capacities:


The trajectory of the Argentine Foundation of Nanotechnology

Por Sofya Surtayeva* y Diego Hurtado**


Fecha de Recepción: 31 de enero de 2019.
Fecha de Aceptación: 04 de abril de 2019.

RESUMEN de evaluar el impacto de estas iniciativas sobre


El problema del cambio tecnológico y de las el sector productivo, se concluye que las su-
políticas necesarias para impulsarlo es una de- cesivas políticas implementadas hasta la fecha
bilidad crucial y persistente en América Lati- impactaron en: (i) la difusión de la nanotec-
na. En este contexto, generar las condiciones nología a nivel cultural; y (ii) la producción de
para que la nanotecnología pueda mejorar el un conjunto heterogéneo de casos testigo a ni-
desempeño del sector productivo se presenta vel empresarial. El principal objetivo centrado
como un complejo desafío para los países de en mejorar la competitividad de la economía
la región. En este artículo de investigación se se mantiene fuera del alcance de las capacida-
analiza la trayectoria de la nanotecnología en la des vigentes a la fecha.
Argentina en el período 2003-2018, incluyen- Palabras clave: Fundación Argentina
do como estudio de caso el desempeño de la de Nanotecnología, Nanotecnología, Políticas
Fundación Argentina de Nanotecnología. En Tecnológicas.
especial, este artículo se centra en las sucesivas
ABSTRACT
reformulaciones de las políticas de nanotecno-
logía y en las capacidades organizacionales e The issue of technological change and the
institucionales de gestión de la tecnología para policies which are needed to promote it re-
cumplir con los objetivos explicitados. Luego present a crucial and persistent weakness in

* Licenciada en Comercio Internacional por la Universidad Nacional de Quilmes. Maestranda en


Ciencia, Tecnología y Sociedad y Doctoranda en Ciencias Sociales y Humanas en la Universidad
Nacional de Quilmes. Correo electrónico: sofya.surtayeva@gmail.com
** Profesor Titular de Historia de la ciencia y la tecnología en la Escuela de Humanidades de la Univer-
sidad Nacional de San Martín. Correo electrónico: dhurtado@unsam.edu.ar
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

97
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

Latin America. In this context, to build the de la década de 1970, tuvo sobre la región el
conditions for improving the productive sec- proyecto de globalización neoliberal –el Con-
tor performance through nanotechnology ap- senso de Washington y el post-Consenso de
pears as a hard challenge for Latin American Washington–, existen algunos acuerdos bási-
countries. This paper analyzes the trajectory of cos respecto del encuadre que debe darse al
nanotechnology in Argentina during the pe- problema del cambio tecnológico. En el cen-
riod 2003-2018, including the performance tro de estos acuerdos se sitúa la necesidad de
of the Argentine Nanotechnology Founda- un Estado activo y, para el caso de economías
tion as a case study. In particular, we focus on no centrales, el tipo de capacidades y de po-
successive reformulations of nanotechnology líticas2. Sin embargo, este postulado genérico
policies and the organizational and institutio- deja espacio para divergencias importantes en
nal capabilities in technology management to relación con estrategias para definir senderos
meet the explicit goals. After evaluating the específicos capaces de desencadenar procesos
impact of these initiatives on the productive de aprendizaje, acumulación de conocimien-
sector, it is concluded that the successive po- to, escalamiento, acortamiento de la brecha,
licies implemented up to date have impacted difusión, causación acumulativa o feedback
on: (i) the dissemination of nanotechnology positivos, entre otros3.
at a cultural level; and (ii) the production of a En este escenario complejo y multidimen-
heterogeneous set of witness cases. The main sional, nos interesa discutir un problema es-
goal focused on improving the competitive- pecífico crucial que enfrentan países como la
ness of the economy remains outside the scope Argentina que, en términos generales, podría-
of available capacities up to date. mos formular con un interrogante: ¿cómo se
Keywords: Argentine Foundation of Nano- relacionan las capacidades organizacionales e
technology, Nanotechnology, Technology Policies. institucionales con la generación de condicio-
nes de posibilidad para el acceso a las tecnolo-
Introducción gías de frontera? Un equívoco especialmente
El problema del cambio tecnológico y de las persistente en el marco de este interrogante
políticas necesarias para impulsarlo integra es suponer que existen “ventanas de opor-
la lista de problemas cruciales y persistentes tunidad” que se abrirían en los períodos de
para los países no centrales. América Latina cambio de paradigmas tecnológicos a escala
presenta una historia accidentada en esta te- global, procesos que tienen su epicentro en
mática –que acompaña su sinuosa historia de las economías centrales. A modo de ejemplo,
inestabilidades políticas y económicas–,1 es- puede citarse un texto reciente del CEPAL,
pecialmente aquellos países de la región que donde se afirma que, contrastando con la
podríamos llamar semiindustrializados como estrategia de los países desarrollados, donde
la Argentina, Brasil o México. “las acciones de política apuntan a coordinar
Al presente, desde el amplio rango de
perspectivas de análisis que asumen el im-
pacto negativo que, desde la segunda mitad 2 Sobre el papel del Estado, puede verse: Evans
(1995); Amsden (2001); Mazzucato (2013).
Para una revisión actualizada de la noción de
“Estado desarrollista”, ver: Thurbon y Weiss
1 A modo de ejemplo de problemáticas relacio-
(2016).
nadas con el cambio tecnológico en América
Latina, pueden verse: Sabato (2011 [1974]); 3 Puede verse: Di Maio (2009); Robert y Yo-
Arocena y Sutz (2000). guel (2010); Lavarello (2017).
98
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

grandes programas tecnológicos orientados a escala en el financiamiento de esta nueva tec-


generar oportunidades en nuevas tecnologías nología en las economías centrales como sec-
radicales”, en “los países semiindustrializados tor emergente del conocimiento (Motoyama
como la Argentina”, por el contrario, se bus- et al., 2011; Appelbaum et al., 2011).5 Detrás
ca “[…] aprovechar los períodos de transición de esta tendencia, las primeras iniciativas de
entre los viejos y nuevos paradigmas, en los promoción de la nanotecnología en América
que las escalas y los marcos regulatorios aún Latina comienzan a ser impulsadas por al-
no se encuentran consolidados, para posibili- gunos organismos internacionales, como el
tar procesos de aprendizaje y cambio estructu- Banco Mundial, desde finales de la década de
ral a través del impulso a aquellas actividades 1990 (Foladori et al., 2008).
clave en la difusión de las nuevas tecnologías” En América Latina, la mayor parte de las
(Abeles et al., 2017: 18). actividades en nanotecnología se concentran
El presente trabajo se propone enfocar es- en Brasil, Chile, México y la Argentina. Sin
tas cuestiones tomando como ejemplo la tra- embargo, si bien en la retórica oficial de estos
yectoria de la nanotecnología en la Argentina países se justifica la necesidad de invertir en
en el período 2003-2018, incluyendo como es- nanotecnología por el impacto que produci-
tudio de caso el desempeño de una institución ría en la mejora de la competitividad de sus
central de este sector –la Fundación Argentina economías en el corto plazo –matriz de argu-
de Nanotecnología (FAN)–, para poner en mentación que podemos llamar “retórica de
evidencia los condicionantes que enfrentan la competitividad”–, la evolución de las po-
las economías semiindustrializadas durante líticas de nanotecnología en la región inclu-
“los períodos de transición entre los viejos y yó componentes importantes de integración
nuevos paradigmas”. En especial, el trabajo subordinada, a través de agendas y proyectos
se centra en el análisis de las capacidades or- de colaboración, a las redes académicas de na-
ganizacionales e institucionales de gestión de notecnología de las economías centrales (Del-
la tecnología para cumplir con los objetivos
explicitados en la política de nanotecnología.

Los inicios de la nanotecnología innovación que incrementan en el tiempo la


en la Argentina eficiencia con la cual la función genérica es
Bajo el liderazgo de los Estados Unidos, las realizada”; y (iii) presenta lo que podría lla-
economías centrales durante la década de marse “complementariedad innovativa”.
1990 asumieron la nanotecnología como 5 A modo de ejemplo, en agosto de 2000, en
potencial tecnología de propósito general los Estados Unidos se formaliza la National
(TPG)4. Esta orientación marcó un salto de Nanotechnology Initiative como parte del di-
seño de una red compleja de organizaciones
donde intervienen múltiples agencias, que
4 Rosenberg y Trajtenberg (2004: 65) explican fue acompañada por financiamiento público
qué es una tecnología de propósito general: creciente (NNI, 2006: 29-30). Los fondos
(i) se caracteriza por su “aplicabilidad gene- pasaron de 255 millones de dólares en 1999,
ral, esto es, por el hecho de que realiza alguna a 464 millones en 2001 y a 1781 millones en
función genérica que es vital para el funcio- 2010, “una de las mayores inversiones del go-
namiento de un gran número de productos bierno [norteamericano] en tecnología desde
de uso o sistemas de producción”; (ii) “exhibe el programa Apolo” (Motoyama et al., 2011:
un gran dinamismo tecnológico: esfuerzos de 110).
99
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

gado, 2007: 173; Foladori e Invernizzi, 2013: un plan de desarrollo de la nanotecnología a


37).6 partir de una asociación con la empresa multi-
Como consecuencia de la crisis terminal nacional Lucent Technologies (ex Bell Labora-
de 2001, en la Argentina la nanotecnología se tories). Esta asociación se concretaba a través
incorporó a la agenda de políticas públicas re- de un tecnólogo argentino que trabajaba en
cién en 2004 –algunos años más tarde que en la empresa norteamericana y haría posible, se
Brasil, Chile o México– a través del llamado sostenía, la fabricación en el país de semicon-
Programa de Áreas de Vacancia (PAV) impul- ductores y chips (Página/12, 2004). Lavagna
sado por la Agencia Nacional de Promoción explicaba que “Lucent Tecnologies aceptó con
Científica y Tecnológica (ANPCyT) depen- mucho entusiasmo la invitación del MinEyP”
diente de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y que las principales áreas de aplicación serían
e Innovación Productiva (SECyT). Para suplir la medicina, la industria automotriz, los bie-
la ausencia de diagnósticos y estudios prospec- nes de capital, óptica, las comunicaciones y la
tivos, la ANPCyT organizó un “Taller sobre informática (IDEA, 2004; La Capital, 2004).
las Nanociencias y las Nanotecnologías en la Finalmente, en abril de 2005, el MinEyP
Argentina” del cual se infirió la necesidad de creaba por decreto la Fundación Argentina
crear redes de investigación en nanotecnolo- de Nanotecnología (FAN) bajo la figura jurí-
gía y nanociencias. Con un sesgo hacia la na- dica de entidad de derecho privado sin fines
nociencia, el PAV financió la creación de las de lucro como emprendimiento asociado a
cuatro primeras redes de investigación sin vin- la trasnacional Lucent8. El Directorio estaba
culación con demandas sociales o productivas presidido por el secretario de Industria, Co-
(Andrini y Figueroa, 2008; PAV: 2004a; PAV: mercio y PyME, Miguel Peirano, e integrado
2004b; Vila Seoane, 2011). por representantes de la CNEA y de Lucent
En paralelo, otra iniciativa para impulsar (El Litoral, 2005a). Con esta iniciativa, a tra-
la nanotecnología provino de un grupo del vés del MinEyP, el Estado se comprometía a
Instituto Balseiro, que proponía montar un participar activamente en la promoción de
laboratorio limpio7. Liderada por Francisco micro y nanotecnología9. Según el decreto,
de la Cruz, referente del Laboratorio de Bajas el objetivo de la FAN sería “sentar las bases
Temperaturas del Centro Atómico Bariloche, y promover el desarrollo de infraestructura
la demanda fue dirigida al entonces titular del humana y técnica” en el país y alcanzar “con-
Ministerio de Economía y Producción (Mi- diciones para competir internacionalmente en
nEyP), Roberto Lavagna. A fines de 2004, en la aplicación y desarrollo de micro y nanotec-
el marco del 40° Coloquio Anual del Institu- nologías que aumenten el valor agregado de
to para el Desarrollo Empresario Argentino productos destinados al consumo interno y la
(IDEA), Lavagna anunció el lanzamiento de exportación”. Como capital inicial, el Estado

6 Sobre el impulso de la nanotecnología en 8 Decreto 380, Boletín Oficial 30.643 del 29


América Latina, puede verse: Foladori et al. de abril de 2005 con las firmas del presidente
(2012); Invernizzi et al. (2014) y Foladori Néstor Kirchner y los ministros Alberto Fer-
(2016). nández, Roberto Lavagna y Daniel Filmus.
7 El Instituto Balseiro está ubicado en la ciu- 9 Si bien se suele hablar de la “Fundación
dad patagónica de San Carlos de Bariloche Argentina de Nanotecnología”, su nombre
y depende de la CNEA y de la Universidad formal es “Fundación Argentina de Micro y
Nacional de Cuyo. Nanotecnología”.
100
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

argentino aportaba la suma de 12.000 pesos Nación, cuestionó la adjudicación directa de


en efectivo –aproximadamente 4.100 dólares– fondos a una fundación en la que participa-
y comprometía 10 millones de dólares para ba el sector privado, explicando que la FAN
ejecutar durante los primeros cinco años de había sido creada “por fuera del marco legal
funcionamiento de la entidad. que regula las actividades de ciencia, tecnolo-
El director regional de ventas de Lucent gía e innovación productiva” y sin la participa-
para la región, el ingeniero argentino Javier ción de la SECyT12. La diputada presentó un
Rodríguez Falcón, explicaba en una entrevis- proyecto que cuestionaba la magnitud de los
ta: “El objetivo es que el diseño de las nano- fondos, sostenía que se le otorgaba a la FAN
tecnologías se realice aquí [en la Argentina] un amplio margen de maniobra y solicitaba
y, luego, las aplicaciones se fabriquen en los un informe al Poder Ejecutivo Nacional (El
cuartos limpios de Nueva Jersey”. Y agrega- Litoral, 2005b). Como respuesta, a comien-
ba: “Las aplicaciones se verán en cinco o diez zos de junio, el Parlamento argentino elabo-
años” (EnerNews, 2005). Al interior de la FAN ró un proyecto de ley que impulsaba el Plan
se debatió en torno a si la Argentina sólo debía Nacional Estratégico de Desarrollo de las Micro
contar con instalaciones para la caracteriza- y Nanotecnologías. Si bien el proyecto no fue
ción de nanodispositivos que se fabricarían en aprobado, sentó las bases para la reformula-
Lucent o si también debería invertir en insta- ción de la política de nanotecnología (Lugones
laciones para manufactura. Los partidarios de y Osycka, 2018) e instaló la caracterización de
esta última opción se reunieron con Lavagna la nanotecnología como “tecnología estraté-
para solicitar 10 millones de dólares adiciona- gica”. En su texto afirmaba que se proponía
les, que finalmente no fueron autorizados10. identificar “[…] el tipo de micro y nanotecno-
Creada la FAN, la Comisión directiva de logías que desde un punto de vista estratégico
la Asociación Física Argentina (AFA) cues- será más conveniente introducir y desarrollar
tionó “los procedimientos utilizados”, que en el mercado, de acuerdo a las ventajas com-
no eran los previstos por la Ley de Ciencia, petitivas que potencialmente pueda disponer
Tecnología e Innovación11, y sostenía que el nuestro país durante las próximas décadas”
criterio y la experiencia de investigadores lo- (Senado y Cámara de Diputados de la Nación,
cales debería ser aprovechado para determinar 2005)13.
los nichos más convenientes para el desarrollo Por otro lado, en los “Fundamentos” de
de la nano y microciencia (AFA, 2005). Por este proyecto de ley, se alertaba sobre los ins-
su parte, el Comité Nacional de Ética en la trumentos para desarrollar nuevas áreas tec-
Ciencia y la Tecnología (CECTE), por solici- nológicas, sobre todo “en donde la Argentina
tud de la AFA, se centró en los aspectos éticos tiene una muy incipiente experiencia en tér-
del decreto de creación de la FAN en relación minos internacionales y en donde no se dispo-
con la gestión y uso de fondos públicos (CEC- ne ni del equipamiento, ni del personal ni de
TE, 2005). las industrias con capacidad para el desarrollo
En paralelo, la diputada Lilia Puig de Stu- de productos”, y se reconocía que el decreto de
brin, que presidía la Comisión de Ciencia y
Tecnología de la Cámara de Diputados de la
12 El Decreto 380/2005 era contrario al Artí-
culo 12 de la Ley 25.467, de creación de la
10 Comunicación con Alberto Lamagna, de ANPCyT (Senado y Cámara de Diputados de
CNEA, 6 de julio de 2018. la Nación, 2005).
11 Ley 25.467 de 2001. 13 Artículo 3.
101
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

creación de la FAN “no ha sido fundamentado A fines de 2006, la ANPCyT abrió la con-
con ningún estudio que demuestre que esa es vocatoria del Programa de Áreas Estratégicas
la mejor estrategia”. Este documento también (PAE), perteneciente al FONCyT, para finan-
explicaba que hacía falta “una decisión políti- ciar aquellas áreas que habían sido selecciona-
ca de muy largo plazo” que permitiera decidir das como prioridades por el Plan Nacional de
“en qué áreas de la nanotecnología debemos Ciencia, Tecnología e Innovación “Bicentenario”
concentrar nuestros esfuerzos, ya que no esta- (2006-2010)14. A partir de este momento, la
mos en condiciones de realizar inversiones de nanotecnología es configurada como una “tec-
miles de millones de dólares como se hacen en nología estratégica”. La característica distinti-
los países desarrollados” (Senado y Cámara de va de los PAE fue que la financiación se orien-
Diputados de la Nación, 2005). taría hacia la generación de conocimiento,
En este punto, los autores del documento pero también se incluirían proyectos que bus-
parecen advertir la incongruencia que se pre- quen generar soluciones a problemas sociales
sentaba entre las promesas explícitas y la au- y productivos concretos, a diferencia del PAV
sencia de condiciones concretas del escenario que se orientaba únicamente hacia la genera-
local. Sin embargo, el mismo documento se- ción de conocimiento. Para ello, los proyectos
guidamente enfatizaba la necesidad de incen- debían ser presentados por una “Asociación”
tivar “la interacción entre los expertos euro- constituida por al menos tres entidades públi-
peos y argentinos en áreas como biosensores, cas o privadas sin fines de lucro dedicadas a
nanotubos, Nano-electrónica, modelos com- I+D, y los proyectos con impacto en la pro-
putacionales, fabricación de micro & nano- ducción de bienes y servicios debían incluir
tecnologías y nanomateriales” y explicaba que, una o más empresas vinculadas al sector eco-
en el contexto de las últimas convocatorias del nómico respectivo, aunque la participación
Sexto Programa Marco de la Comisión Euro- del sector privado en la asociación se reducía
pea, se había alcanzado “el compromiso de los a una declaración de interés sin compromiso
investigadores europeos a iniciar proyectos co- a futuro de aprovechamiento comercial de los
laborativos (STREPS) entre la Argentina y la resultados (PAE, 2006a)15.
Comunidad Europea” (Senado y Cámara de A través del PAE fueron financiados dos
Diputados de la Nación, 2005; Diario Oficial proyectos de nanotecnología. En el primero
de las Comunidades Europeas, 2002). participaron la Facultad de Ciencias Exactas,
De esta forma, a pesar de las prevencio- Físicas y Naturales (FCEN) de la UBA, el
nes y las apelaciones a la competitividad de CONICET y la CNEA, por el sector públi-
la economía local, se terminaba retornando a co, y las empresas INVAP, Nanotek, Darmex
una lógica de concepción internacionalista – y B&W de implantes dentales. Este proyecto
semejante a la que se había adoptado con el recibió alrededor de 9 millones de pesos –al-
PAV– centrada en la integración subordinada rededor de 3 millones de dólares– y derivó
a centros de I+D de países centrales. Teniendo
en cuenta que uno de los objetivos del Sexto
Programa Marco era “contribuir de manera 14 Este plan, incluía a la nanotecnología en va-
significativa a la creación del Espacio Europeo rias áreas definidas como “estratégicas” (SE-
de la Investigación y la Innovación”, se hace CyT, 2006: 17).
difícil comprender cómo esta estrategia podría
15 La financiación por proyecto era de cuatro
favorecer la competitividad de la economía
años y el monto máximo no podía exceder los
argentina (Diario Oficial de las Comunidades
$30.000 por proyecto, aproximadamente 10
Europeas, 2002).
mil dólares (PAE, 2006a: 5).
102
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

en la creación del Centro Interdisciplinario cursos económicos para la puesta en marcha


de Nanociencia y Nanotecnología (CINN). del IDME fueron aportados por el INTI y el
En el otro proyecto participaron la CNEA, la posterior financiamiento de la ANPCyT fue
Comisión Nacional de Actividades Espaciales destinado hacia la ampliación de infraestruc-
(CONAE), el Instituto Nacional de Tecnolo- tura y equipos para los laboratorios de diseño
gía Industrial (INTI), la Universidad Nacional y testeo (iProfesional, 2009)16.
de San Martín (UNSAM), la Universidad Na- A fines de 2007, con la creación del MIN-
cional del Sur (UNS) y la Universidad Austral CyT, se esperaba dar un salto cualitativo en las
(UA), por el sector público, y las empresas La- capacidades para el diseño y aplicación de po-
boratorio Craveri y Aupet. Este proyecto reci- líticas para el sector. El químico Lino Barañao,
bió un monto de 6,2 millones de pesos –poco hasta ese momento presidente de la ANPCyT,
más de 2 millones de dólares– y se titulaba fue designado como ministro y la FAN pasó a
“Nodo para el diseño, fabricación y caracteri- depender del nuevo ministerio. En términos
zación de micro y nanodispositivos para apli- generales, hasta el 2008, de acuerdo con la
caciones en el área espacial, la seguridad y la ANPCyT, se habían financiado 163 proyectos
salud” o “nodo Nanotec” (PAE, 2006b). en nanotecnología por un monto total de poco
El CINN se creó en 2008 como un centro más de 56 millones de pesos –alrededor de 18
virtual, con el objetivo de consolidar I+D en millones de dólares–, de los cuales 132 perte-
nanotecnología a través de la modernización necían a la convocatoria de Proyectos de In-
de laboratorios y equipamientos, el estable- vestigación Científica y Tecnológica (PICT),
cimiento de vínculos con empresas de alta de baja escala de financiamiento –alrededor de
tecnología y la formación de profesionales. 7 millones de dólares en total– para proyectos
En este proyecto se realizó una cuantiosa in- que no exigían vinculación con el sector pri-
versión en equipamiento e infraestructura vado. Otro tanto se correspondía con el PAE,
(Salvarezza, 2011: 19; Bar, 2007). El CINN el PAV, los Proyectos de Modernización de
involucró alrededor de 100 investigadores y Equipamiento (PME) –7 proyectos financia-
un número importante de becarios e impulsó dos con alrededor de 6 millones y medio de
una red de colaboración científica interdisci- pesos–, el Programa de Formación de Recur-
plinaria con esfuerzos concentrados en la for- sos Humanos –6 proyectos con poco más de 7
mación de recursos humanos (Vela y Toledo, millones de pesos–, entre otros (Vila Seoane,
2013: 21-22). 2011: 101; BET, 2009: 7).
Por su parte, el nodo Nanotec, orientado Un salto cualitativo se produjo en 2010,
al desarrollo de capacidades locales para la con la presentación de los Fondos Argentinos
generación de micro y nanodispositivos, dio Sectoriales (FONARSEC) de la ANPCyT,
lugar a la creación del Instituto de Diseño que iban a destinar 13 millones de dólares a
en Micro y Nano Electrónica (IDME), que financiar proyectos orientados a generar plata-
declaraba que en su estructura colaboraban formas tecnológicas o espacios para promover
14 empresas y cuatro cámaras industriales. la innovación en el sector nanotecnológico en
El IDME se centraba en el establecimiento
en el país de actividades de diseño de circui-
tos integrados bajo contrato con empresas o
16 Más tarde, el primer prototipo del transistor
instituciones y se proponía servir como base
de radiofrecuencia fue desarrollado por inves-
para el desarrollo de especialistas y PyMEs
tigadores de la UNSAM y CNEA, en el mar-
proveedoras de equipamiento electrónico y/o
co del nodo Nanotec (Jawtuschenko, 2015),
partes para otras industrias. Los primeros re-
aunque el proyecto no tuvo continuidad.
103
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

tres áreas: nanomateriales, nanointermediarios público, en la práctica fue notoria la falta de


y nanosensores –con un tope máximo de hasta coordinación básica en este sentido.
poco más de 30 millones de pesos en aportes
no reintegrables por proyecto– en el compo- Primera etapa de la FAN
nente Fondo Sectorial de Nanotecnología (FS Vimos que a partir de la demanda inicial
Nano, 2010). La condición novedosa de este de un grupo de investigadores del Instituto
programa era que sólo podían aplicar “con- Balseiro, funcionarios del MinEyP decidie-
sorcios asociativos público-privados”, figura ron que la nanotecnología debía integrarse a
jurídica que formalizaba la sociedad entre la agenda pública de este ministerio. Así, en
instituciones públicas y empresas para impul- abril de 2005, se creó por decreto la FAN
sar emprendimientos tecnológicos conjuntos. con el objetivo explícito de alcanzar “condi-
Asimismo, las empresas debían contribuir con ciones para competir internacionalmente en
al menos un 20% del costo total del proyecto la aplicación y desarrollo de micro y nanotec-
(Lengyel et al., 2014: 4-5). nologías que aumenten el valor agregado de
Si bien no nos enfocamos en el impacto productos destinados al consumo interno y
del FONARSEC, para los fines de nuestro la exportación”17. El mismo decreto explicita
trabajo es importante señalar que se enmarcó que la FAN dispone, para los primeros cinco
en el plan Argentina Innovadora 2020. Plan años, de 10 millones de dólares (en pesos equi-
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. valentes) aportados por el Estado. El químico
Lineamientos Estratégicos 2012-2015 (MIN- Roberto Fernández Prini, investigador de CO-
CyT, 2012). Este Plan se estructuró a partir NICET con lugar de trabajo en la FCEN de la
de la caracterización de la nanotecnología, la UBA y consultor de CNEA, fue nombrado su
biotecnología y las TICs como tecnologías de primer presidente.
propósito general (TPG) (MINCyT, 2012: Un funcionario del MinEyP relaciona la
41). La noción de TPG resignificó la noción creación de la FAN con el objetivo de “modi-
de “tecnología estratégica” que venían apli- ficar la naturaleza de la inserción de la Argen-
cando los actores responsables de diseñar las tina en el comercio mundial” y razona que la
políticas de nanotecnología. estrategia planteaba “en qué medida podemos
El Plan Argentina Innovadora 2020 expli- trabajar en convertirnos en productores de
caba que se propone “fomentar las interfaces” tecnologías intermedias” con el foco puesto en
entre “un conjunto de actividades priorita- América Latina y África como mercados posi-
rias (agroindustria, energía, salud, desarro- bles. Las áreas seleccionadas fueron software,
llo social, medioambiente e industria)” y “el energía nuclear, biotecnología y nanotecnolo-
desarrollo científico y tecnológico en nuevas gía. “Ningún país va a competir en comercio
tecnologías de propósito general: nanotecno- internacional dentro de 20 años en textiles, en
logía, biotecnología y TICs” (MINCyT, 2012: metalmecánica, en electrónica, en medicina,
57). De esta forma, el plan definía 34 núcleos en muchas actividades, si no maneja nano”,
socioproductivo-estratégicos (NSPE), de los explica este funcionario18.
cuales “Autopartes”, “Transformación de re-
cursos naturales en productos industriales de
alto valor agregado”, “Componentes electró- 17 Decreto 380 de 2005. Sobre la caracteriza-
nicos”, “Plataformas tecnológicas” y “Nano- ción del perfil de la FAN, puede verse: Spivak
medicina” incluían explícitamente nanotecno- et al. (2012) y Hubert (2014).
logía (MINCyT, 2012: 65, 67). Si bien el Plan
18 Entrevista con Oscar Tangelson, 17 de abril
contempló la articulación al interior del sector
de 2018. El entrevistado fue secretario de Po-
104
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

Mientras se avanzaba en el esbozo de un por parte de las empresas participantes. Por


sistema de promoción, la FAN se dedicó a esta razón, ya desde esta primera experiencia
otorgar algunos premios y promover algunos la FAN se propuso que los proyectos de nano-
encuentros. Sin embargo, a los pocos meses de tecnología vinculados a ciencia básica –nano-
su creación, a fines de 2005, Lavagna fue reem- ciencias– fueran financiados por la ANPCyT
plazado por Felisa Miceli al frente del MinEyP. y que la FAN se encargara de “los que hacen
La nueva ministra nombró a la socióloga Lidia algo concreto por el país y que lo podamos
Rodríguez, experta en planeamiento estratégi- patentar”, es decir, explica Rodríguez, los que
co y análisis organizacional, como asesora para hacen “negocios desde la ciencia en el sector
el área de nanotecnología, quien recomendó privado”20. Se presentaron al concurso vein-
formalizar la creación de un Consejo Asesor te ideas-proyecto y se aprobaron diez21. Sin
de la FAN19. En ese momento se abandonan embargo, sólo el proyecto de INIS-Biotech,
los vínculos con la trasnacional Lucent. empresa de la Fundación Instituto Leloir,
En agosto de 2006, mientras se inten- logró avanzar y recibir financiamiento22. Un
ta encontrar un rumbo para la FAN, se abre científico que con los años ganó protagonismo
el primer concurso para el financiamiento en el ámbito de la nanotecnología argentina
de proyectos en nanotecnología. El Estado señala como obstáculos decisivos de este pe-
financiaría entre el 50% y el 80% del costo ríodo el exceso de burocracia y la escasez de
de los proyectos con un monto máximo de empresas23. Por su parte, un representante de
pesos equivalentes a 2 millones de dólares y una de las empresas que participó de las ideas-
sin tope mínimo para la participación de las proyecto comenta que la convocatoria suponía
PyMEs, mientras que la contraparte debía que había que mostrar que el proyecto iba a
hacerse cargo de la inversión correspondien- ser exitoso. “Si no existe el mercado, ¿cómo
te. La convocatoria incluía empresas, institu-
ciones públicas y grupos de investigación. Se
financiarían los proyectos que se propusieran
finalizar con un producto o proceso de micro
o nanotecnología para ser comercializado en
el mercado nacional o internacional, que in- 20 Comunicación con Lidia Rodríguez, 17 de
cluyeran planes de negocios que mostraran la abril de 2018.
factibilidad de las iniciativas y/o la posibilidad 21 Se adjudicaron los proyectos las siguientes
de patentar (Clarín, 2006; Andrini y Figueroa, empresas e instituciones: Darmex SA, Renaci-
2008). ty Investment SA, Bell Export SA, Over SRL,
Según Rodríguez, la financiación de estos Nanotek SA, CONICET-INTI, Fundación
proyectos por parte de la FAN contribuiría a Instituto Leloir, Fundación Protejer, CNEA-
que se autofinanciara a través de las regalías CONAE (Andrini y Figueroa, 2008: 34-35).
22 El proyecto fue cofinanciado con el Instituto
lítica Económica en el Ministerio de Econo- Nacional del Cáncer de los Estados Unidos y
mía y Producción en el periodo de creación se proponía la determinación del perfil genó-
de la FAN. mico de los tumores de mama en pacientes de
países de la región con el objetivo de mejorar
19 Este Consejo cumple la función de aseso-
su pronóstico y tratamiento.
rar a la FAN para la planificación, organiza-
ción y ejecución de sus actividades (Decreto 23 Comunicación con Ernesto Calvo, de IN-
380/2005). QUIMAE, 8 de septiembre de 2017.
105
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

voy a hacer un estudio de mercado de algo que con […] dos investigadores financiados […].
nadie conoce?”, explica24. Era como un lujo”27.
Debido a los numerosos obstáculos que La creación del Ministerio de Ciencia, Tec-
encontró para financiar proyectos –en espe- nología e Innovación Productiva (MINCyT),
cial, problemas internos de gestión, que se en diciembre de 2007, y el paso de la FAN a su
sumaban al desconocimiento de la estructura dependencia –que no contó con el consenso
productiva nacional, la cual apenas empezaba unánime del Consejo Asesor– no mejoraron
a conocer la nanotecnología–, la FAN parece su situación. Un miembro de la FAN plantea
no encontrar un rumbo durante 2006 y co- los interrogantes que había que responder en
mienzos de 2007. Refiriéndose a “una seria ese momento: “¿Cuál era el espacio institucio-
polémica en la comunidad acerca de cómo nal de la FAN? […] ¿Qué era la Fundación?
se distribuirían los fondos”, un investigador ¿Era un órgano de promoción financiera? No,
del INIFTA cuenta que “la Fundación tran- no puede ser porque la Agencia es la que tiene
sitó toda una etapa casi congelada por esa presupuesto de algunos cientos de millones de
polémica”25. Por ejemplo, un debate alrededor pesos”. Hasta 2010, explica, la FAN iba a per-
de cómo invertir los diez millones de dólares manecer en “una situación híbrida”28.
a disposición de la FAN fue si había que uti- Cuando en la ANPCyT, también bajo la
lizarlos en financiar “un gran proyecto”, como esfera del MINCyT, se comienzan a dar los
“una sala limpia con equipos para fabricar o primeros pasos en el diseño de los Fondos
para medir”, o bien se repartía el financia- Argentinos Sectoriales (FONARSEC), que se
miento en numerosos grupos y proyectos26. esperaban financiar con crédito internacional,
En este contexto de vacilaciones, un hito se decidió que uno de los fondos se enfocaría
importante fue la organización del Congreso en nanotecnología. Durante el período 2007-
Nanomercosur, el primer evento de enverga- 2008 se negociaron los términos con el Banco
dura de difusión de la nanotecnología, orga- Mundial y los montos del préstamo para cada
nizado junto con el Ministerio de Economía programa, y “se hicieron todas las consultorías
y Producción en agosto de 2007, en Buenos para relevar a todos los actores claves, los la-
Aires, bajo el título “Ciencia, Empresa y Me- boratorios, los investigadores, si había alguna
dio Ambiente” (Saber Cómo, 2007). Detectar empresa”, cuenta Gabriela Trupia, entonces
una empresa con un laboratorio es uno de los responsable de la Unidad de Gestión Socioam-
resultados de este evento que destacan los or- biental en la ANPCyT 29. En ese momento no
ganizadores: “[…] descubrimos una empresa
[Darmex] cuyo dueño tenía un laboratorio
27 Comunicación con Lidia Rodríguez, 17 de
abril de 2018.
28 Comunicación con Guillermo Venturuzzi,
27 de abril de 2017. Venturuzzi se desempeña
como vicepresidente de la FAN desde 2010
24 Comunicación con Horacio Tobías, de Na-
hasta el momento de finalización de este artí-
notek, 10 de mayo de 2017.
culo en febrero de 2019.
25 Comunicación con Roberto Salvarezza, de
29 Comunicación con Gabriela Trupia, 4 de di-
INIFTA, 6 de julio de 2017.
ciembre de 2016. Entre 2012 y 2015, Trupia
26 Comunicación con Alberto Lamagna, de se desempeñó como responsable del Área de
CNEA, 6 de julio de 2018. Extensión y Difusión de la FAN.
106
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

existían criterios claros que pudieran funda- y opiniones de los participantes sobre varios
mentar la selección de líneas prioritarias para aspectos vinculados a la nanotecnología en el
los FONARSEC. Para relevar la demanda se país31.
hicieron numerosas reuniones con empresa-
rios y laboratorios públicos. Los grupos identi- Segunda etapa de la FAN
ficados no hacían nano sino microtecnología. Este vacío inicial de actividades comenzó a re-
Un/a entrevistado/a que prefirió mantener el vertirse, en 2011, cuando asume la presiden-
anonimato, comenta: “¿cómo hacemos nacer cia de la FAN el ingeniero Daniel Lupi, hasta
desde cero una actividad altamente tecnológi- ese momento Director Ejecutivo,32 y propone
ca que en el país no tenemos?” La FAN par- reorientar las actividades hacia la divulgación
ticipó en la elaboración del documento que y difusión de la nanotecnología a escala na-
iba a hacer posible la convocatoria que se iba a cional: “[…] empezar a difundir entre los más
realizar en 2010 del fondo sectorial enfocado jóvenes, avanzando y avanzando, hasta llegar
en nanotecnología (FS Nano). al final a la industria”33.
En 2008, el Consejo Asesor debatió la De esta forma, a las ediciones bianuales
posible adquisición de un microscopio elec- del Nanomercosur, se fueron sumando el pro-
trónico, con un costo estimado entre 3 y 5 grama “Nanotecnología para la Industria y la
millones de dólares, que finalmente no fue Sociedad”, el concurso “Nanotecnólogos por
comprado (El Cronista, 2008). Un físico de un día” –que se propuso difundir la nanotec-
CNEA y miembro del Comité Asesor comen- nología en las escuelas de nivel secundario–, el
ta que entre la CNEA y el INTI habían de- programa “Nano U” –de actividades orienta-
tectado que “faltaba microscopía”. Todos los das a estudiantes universitarios–, el programa
microscopistas de Bariloche habían migrado a “Nano Educación” –como plataforma virtual
Brasil, donde se fundaron escuelas de micros- de capacitación en nanotecnología orientada
copía que eran modelo en la región. La idea a los docentes de niveles primarios y secunda-
era crear un Instituto de Microscopía depen- rios–, “Quién es quién en Nanotecnología en
diente del INTI y CNEA. El INTI aportaba el Argentina” –serie de publicaciones que incluye
edificio, la CNEA la mitad del financiamiento información sobre la FAN, sobre los grupos
del equipo –3 millones de dólares– y la FAN de investigación y sobre empresas nacionales
debía financiar el resto. Sin embargo, conclu- vinculadas a la nanotecnología–, la muestra
ye el físico refiriéndose a la convocatoria de itinerante “Nano en Fotos” –presentación
ideas-proyecto, “prevaleció la idea de darle un de imágenes tomadas con microscopios, con
poquito a cada uno […], la teoría de distribuir el objetivo de acercar la nanotecnología a la
un poquito a cada uno y cada uno sigue con su sociedad– y la presencia permanente de la
pequeña línea de investigación”30. FAN en la feria de ciencia y tecnología Tec-
En agosto de 2009, la FAN organizó la
segunda edición de los congresos Nanomer-
cosur, otra vez en Buenos Aires, bajo el título 31 Este informe técnico puede verse en FAN
“Oportunidades de Micro y Nanotecnología”. (2010: 121-130).
Durante este encuentro, la FAN realizó un
relevamiento para indagar en las percepciones 32 Lupi había dirigido el Centro de Investiga-
ción en Telecomunicaciones Electrónica e In-
formática del INTI entre 1995 y 2005.
30 Comunicación con Alberto Lamagna, de 33 Comunicación con Daniel Lupi, 10 de octu-
CNEA, 6 de julio de 2018. bre de 2017.
107
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

nópolis, donde se expone al público conceptos gación también “tratamos de llenar la mayor
básicos de la nanotecnología, sus aplicaciones cantidad de intersticios de esta falla estatal”.
y beneficios. Por su parte, la iniciativa “Na- En 2011, como segunda línea de acción,
nosustentable”, aborda la difusión de riesgos detrás de la difusión y la divulgación, la FAN
e impactos potenciales de la nanotecnología presenta el “Programa de Inversión en Em-
en colaboración con organismos regulatorios. prendimientos de alto contenido en Micro
En este marco, se llevaron a cabo las Jorna- y Nanotecnología”, orientado a proyectos de
das de Nanotecnologías y Sustentabilidad, en desarrollo de productos o procesos que to-
octubre de 201234. A estas acciones se debe men como punto de partida ideas surgidas
sumar la membrecía permanente de la FAN de trabajos científicos. La novedad era que
en la Red José Roberto Leite de Divulgación y los investigadores pueden participar como
Formación en Nanotecnología –Red NANO- desarrolladores de sus ideas y llevarlas has-
DYF– de alcance iberoamericano35. ta un prototipo que mostrara su factibilidad
Con referencia a los objetivos específicos (Noticiastectv, 2013). Para aquellos proyectos
de estas actividades, el programa “Nanotec- que lograran atravesar esta primera etapa de
nología para la Industria y la Sociedad”, por alto riesgo, llamada “Pre-Semilla”, y alcanza-
ejemplo, estaba motivado en que “los cientí- ran el prototipo, el programa permitía pasar a
ficos y los empresarios hablan idiomas distin- la etapa “Semilla”, que financiaba el escalado
tos” y este programa, según el vicepresidente productivo del prototipo. Mientras que los
de la FAN, se proponía “juntarlos y que se fondos Pre-Semilla no se espera que sean de-
entiendan”36. Este miembro de la FAN tam- vueltos, los Semilla son “fondos que se espera
bién alude a la falta de coordinación entre el recuperar a través de royalties, compartiendo
MINCyT, que “no financia capital de trabajo”, el riesgo”, comenta el presidente de la FAN37.
y el Ministerio de la Producción, que “financia En 2013, un informe de gestión del MINCyT
sobre su propio universo de convocatorias”, a señalaba se habían adjudicado fondos para la
lo que se suma a que la FAN no había logra- financiación de 26 proyectos Pre-Semilla por
do interesar a funcionarios del Ministerio de 2,7 millones de pesos (MINCyT, 2013).
Salud. Con las iniciativas de difusión y divul- Una tercera línea de acción comienza a es-
bozarse a partir de la construcción de un edi-
ficio para la FAN de 1600 metros cuadrados
con instalaciones y equipamientos propios,
34 Algunas alusiones a estas actividades, pueden ubicado en un predio cedido por la UNSAM,
verse en: Spivak et al. (2012); Vila Seoane en la provincia de Buenos Aires, a fines de
(2014); Hubert (2014; 2016). 2010. La idea era que la FAN podría sumar
la incubación de empresas a sus funciones. El
35 La Red NANODYF se creó en diciembre de objetivo era orientarse al apoyo de proyectos
2010 para cubrir la inexistencia de planes es- de spin-offs o a microempresas fundadas ad hoc
pecíficos en divulgación y formación en nano- desde una PyME para desarrollar un producto
tecnología en los países de Iberoamérica. Para o servicio innovador. Dos años más tarde, se
más información consultar: https://www.na- formaliza el anuncio: la FAN iba a contar con
nodyf.com/ (Consultado el 12/07/2018). So- espacios para la incubación de empresas, lugar
bre el funcionamiento de la Red NANODYF
ver Tutor-Sánchez (2015).
36 Comunicación con Guillermo Venturuzzi, 37 Comunicación con Daniel Lupi, 10 de octu-
27 de abril de 2017. bre de 2017.
108
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

de trabajo para tesistas y tecnólogos, y labo- Europea (MINCyT, 2012: 48-49, 105). Esta
ratorios de caracterización de nanomateriales plataforma, mejor conocida como Plataforma
(FAN, 2012: 14; Toledo, 2013: 28). La ini- o Programa Nanopymes, firmada en junio de
ciativa, posteriormente llamada “Laboratorio 2011, preveía 66 meses de funcionamiento y
Nanofab”, además de la idea original de incu- su objetivo era contribuir al incremento del
bación de empresas sumaría el ofrecimiento de empleo, la mejora de la competitividad y el
sus instalaciones como plataforma tecnológica agregado de valor a través de la introducción
de servicios. de micro y nanotecnología en las PyMEs. El
Para explicar la concepción de este progra- programa definía cuatro áreas de intervención:
ma, el presidente de la FAN apela a su vínculo metalmecánica, agroalimentos, salud y elec-
con la tradición de servicios a la industria del trónica. Para su financiamiento, el programa
INTI y a la necesidad de optimizar la com- contó con un presupuesto de 19,6 millones de
pra de equipamiento, especialmente porque se euros, aportados en partes iguales por Argen-
observa que varios grupos piden los mismos tina y la Unión Europea.
equipos. “Entonces, para mí la solución a eso Los objetivos del programa eran ambi-
era que algunos equipos estén a disposición de ciosos: una campaña de “motivación y sen-
todos, cobrándole los gastos operativos”. Otro sibilización” sobre las nanotecnologías; la
punto sensible que detectaron era la demanda capacitación en gestión empresarial para
de un lugar para comenzar a trabajar. Final- PyMEs; definición de sectores estratégicos e
mente, una vez concebidas las instalaciones, se identificación de sus demandas; y la adquisi-
apuntaría a cobrar “los servicios operativos”38. ción de equipamiento para “centros de exce-
Ahora bien, el edificio se inauguró recién a fi- lencia”. El proyecto incluía, por último, una
nes de septiembre de 2015 y, como veremos, convocatoria a proyectos regionales integrados
esta iniciativa se puso en marcha en 2016. con participación de PyMEs, laboratorios y
universidades39.
La FAN y la cooperación Para el presidente de la FAN, uno de los
internacional componentes más importantes del proyecto
En el plan Argentina Innovadora 2020, el era el “fortalecimiento de equipamiento técni-
MINCyT sostiene que la cooperación inter- co-científico [de] las unidades en universida-
nacional es concebida como “instrumento des que iban a dar los servicios a las PyMEs”.
fundamental” para transformar las capacida- Pero Lupi explica también, seguramente
des nacionales en CyT “en ventajas compe- basado en la experiencia previa de la FAN,
titivas y mejoras en la calidad de vida de la que tenía serias dudas de que la concepción
sociedad”. Entre las acciones de cooperación, del programa, por su orientación a temáticas
se menciona la participación argentina en el científicas, fuera a ayudar a ninguna PyME.40
Séptimo Programa Marco de la UE, donde
se encuadra el Programa de Cooperación al
Fortalecimiento de la Competitividad de las 39 Para más información sobre el programa,
PyMEs y Creación de Empleo en Argentina, consultar: http://www.nanopymes.mincyt.
centrado en micro y nanotecnología, que se- gob.ar/ (Consultado el 09/01/2019).
ría cofinanciado entre el MINCyT y la Unión 40 Las instituciones que recibieron los doce
equipos financiados a través de la Plataforma
Nanopymes, fueron el INIFTA (UNLP), el
38 Comunicación con Daniel Lupi, 10 de octu- INQUIMAE (UBA), el CAB y el CAC de la
bre de 2017. CNEA, la UNRC, el INTI, la FAN, el Cen-
109
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

Durante los cinco años que la FAN apoyó este tos, a pedido del MINCyT, debían ejecutarse
programa “con equipamiento, con políticas, en 18 meses: “Todo esto duró como tres o cua-
con capacitación”, persistió el interrogante: tro años y me dicen a último momento que
“¿Cómo se modifica el mercado?” 41 por qué no les doy una mano […] era una ca-
En el marco del Programa Nanopymes rrera contra el tiempo, por eso los famosos 18
se realizó un diagnóstico de las necesidades meses”, explica el presidente de la FAN. Los
empresariales y de investigación en nano- beneficiarios recibían un aporte no reembolsa-
tecnología en la Argentina, centrado en los ble por el 80% de su proyecto, debiendo apor-
cuatro sectores de interés: metalmecánica, tar en efectivo y/o en especie la contraparte
agroalimentos, salud y electrónica. El informe restante. Lupi explica que, dado que 18 meses
concluía con lo que ya se sabía: faltaba arti- para llegar al mercado era un tiempo escaso,
culación entre el sector empresarial, el sector apelaron a los grupos de investigación que la
público y la academia; que en relación al do- FAN conocía. Y agrega que “había que demos-
minio del desarrollo tecnológico de las micro y trar que estos 19 millones de euros que le ha-
nanotecnologías predominaba la dependencia bían puesto del otro lado llegaban al mercado,
con el exterior; y que las capacidades del país si no el proyecto fracasaba”.43 En el Recuadro
en micro y nanotecnologías eran bajas en in- se presenta una síntesis de las 18 empresas que
dustrialización y comercialización (Fischer et participaron del PRIS.
al., 2013).
En abril de 2014, el MINCyT abrió una
convocatoria al eje del Programa Nanopymes
correspondiente a los Proyectos Regionales In-
tegrados (PRIS), orientado a resolver con apli-
cación de micro y nanotecnología problemas
o limitantes productivos en los cuatro sectores
seleccionados. La FAN se presentó a la con-
vocatoria y, gracias a su cartera de empresas,
pudo financiar 18 proyectos de empresas apo-
yadas por diferentes instituciones públicas de
CyT42. Para esta línea, la FAN contó con poco
más de dos millones de euros, pero los proyec-

tro de Investigación y Desarrollo en Tecnolo-


gía de Pinturas (CIDEPINT) de la UNLP, la
Universidad Austral, el Instituto de Tecnolo-
gías y Ciencias de la Ingeniería (INTECIN)
de la UBA y el Centro de Investigación de
Métodos Computacionales (CIMEC) de la
UNL.
41 Comunicación con Daniel Lupi, 10 de octu-
bre de 2017.
42 Comunicación con Guillermo Venturuzzi, 43 Comunicación con Daniel Lupi, 10 de octu-
27 de abril de 2017. bre de 2017.
110
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

Recuadro: Perfil de las 18 Empresas del programa


PRIS de la Plataforma Nanopymes

Empresa: Omega Sur Instrumentos adicionales: PID (ANPCyT)


Año de creación: 2001 Estado: En curso
Lugar: Parque Industrial General Savio, Mar
Empresa: Adox
del Plata, provincia de Buenos Aires
Área de productos: Refinación de aceite Año de creación: 2005
marino Lugar: Ituzaingó, provincia de Buenos Aires
Uso de micro y/o nano: Microencapsulado Área de productos: Salud, agroindustria,
de aceite de raya seguridad
Instituciones públicas asociadas: Centro de Uso de micro y/o nano: desinfectante
Química del INTI de manos con nanopartículas de plata;
Instrumentos adicionales: ---- lubricante de instrumental quirúrgico
Estado: En curso Instituciones públicas asociadas: CIDENFI
(CONICET), UNSAM, UBA y CNEA
Empresa: Biochemiq, que Instrumentos adicionales: Empretecno
crea spin-off Chemtest (ANPCyT)
Estado: En curso
Año de creación: Biochemiq en 2004 y
Chemtest en 2013 Empresa: Nanotica
Lugar: Moreno, provincia de Buenos Aires
Área de productos: Soluciones biológicas para Año de creación: 2015
medicina y salud animal Lugar: Universidad de Morón, provincia de
Uso de micro y/o nano: Acoplamiento de Buenos Aires
anticuerpos y antígenos a nanopartículas de Área de productos: Agroindustria
oro, o de látex, o coloreadas de celulosa Uso de micro y/o nano: Nanovehículos a
Instituciones públicas asociadas: UNSAM, través de nanoencapsulación de ingredientes
CONICET activos
Instrumentos adicionales: FS Nano 2010 Instituciones públicas asociadas: ----
(ANPCyT), Empretecno (ANPCyT) Instrumentos adicionales: Pre-Semilla (FAN)
Estado: En curso Estado: En curso

Empresa: Bell Export crea Empresa: Chemisa


spin-off Argentum Texne Año de creación: 1994
Lugar: Parque Industrial “La Cantábrica”,
Año de creación: Bell Export en 1989 y
Morón, provincia de Buenos Aires
Argentum Texne en 2014
Área de productos: Productos químicos para
Lugar: Bell Ville, provincia de Córdoba
pre-tratamiento de superficies
Área de productos: Instrumentos analizadores
Uso de micro y/o nano: Desarrollo de
de oxígeno
productos químicos con base silánica
Uso de micro y/o nano: Desarrollo de
Instituciones públicas asociadas:
sistema de separación de gases usando
CIDEPINT (CONICET)
material nanoestructurado
Instrumentos adicionales: Adquiere licencia
Instituciones públicas asociadas: CNEA y
de la empresa italiana Dollmar, Pre-Semilla
UNSAM
Estado del proyecto: En curso
111
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

Empresa: Prokrete Área de productos: Lubricante


Año de creación: c. 1995 Uso de micro y/o nano: Sellos hidráulicos
Lugar: Parque Industrial de Tigre, provincia con materiales poliméricos
de Buenos Instituciones públicas asociadas: Grupo
Área de productos: Productos químicos para de Electrónica Aplicada de la Universidad
construcción Nacional de Río Cuarto
Uso de micro y/o nano: Recubrimiento para Instrumentos adicionales: ----
pisos industriales con nanopartículas de sílice Estado del proyecto: En curso
Instituciones públicas asociadas:
Empresa: Silmag
CONICET
Instrumentos adicionales: PID (ANPCyT) Año de creación: 1993
Estado del proyecto: Discontinuado Lugar: Río Cuarto, provincia de Buenos
Aires
Empresa: Solcor Área de productos: Productos biomédicos
Año de creación: s/d Uso de micro y/o nano: Catéteres
Lugar: San Martín, provincia de Buenos biomédicos asépticos a través de cobertura e
Aires capa de nanopartículas de plata
Área de productos: Pinturas para calefactores Instituciones públicas asociadas: Facultad
solares de Química de la Universidad Nacional de
Uso de micro y/o nano: Proyecto de Río Cuarto
pinturas selectivas para paneles solares Instrumentos adicionales: ----
Instituciones públicas asociadas: Centro de Estado del proyecto del proyecto:
Procesos Superficiales (INTI) Discontinuado
Instrumentos adicionales: ----
Empresa: Lipomize
Estado del proyecto: Discontinuado
Año de creación: 2012
Empresa: Laboratorio Mayors Lugar: Parque Tecnológico del Litoral
Año de creación: 1991 Centro, provincia de Santa Fe
Lugar: Lomas de Zamora, provincia de Área de productos: Industrias farmacéutica,
Buenos Aires cosmética y alimenticia
Área de productos: Desarrollos farmacéuticos Uso de micro y/o nano: Liposomas para
para uso veterinario productos cosméticos y nutracéuticos
Uso de micro y/o nano: Collares para perros Instituciones públicas asociadas: Gabinete
impregnados a través de nanoencapsulación de la Facultad de Bioquímica y Ciencias
con insecticidas Biológicas de la Universidad Nacional del
Instituciones públicas asociadas: Centro de Litoral
Química (INTI) Instrumentos adicionales: ANR
Instrumentos adicionales: Pre-Semilla (ANPCyT), Secretaría de Ciencia, Tecnología
(FAN) e Innovación de Santa Fe, Pre-Semilla (FAN),
Estado del proyecto: Discontinuado Semilla (FAN)
Estado del proyecto: s/d
Empresa: LH Plast
Empresa: Penta
Año de creación: 2006
Lugar: Río Cuarto, provincia de Córdoba Año de creación: 1976

112
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

Lugar: Bahía Blanca, provincia de Buenos Uso de micro y/o nano: Microfabricación de
Aires sensores de viscosidad
Área de productos: Detectores de metales en Instituciones públicas asociadas: Instituto
alimentos Balseiro (CNEA-Universidad Nacional de
Uso de micro y/o nano: Diseño de chip Cuyo), CONICET, INVAP
Instituciones públicas asociadas: Instrumentos adicionales: Empretecno
Universidad Nacional del Sur (ANPCyT), Pre-Semilla (FAN)
Instrumentos adicionales: ---- Estado del proyecto: En curso
Estado del proyecto: En curso
Empresa: Ceprofarm
Empresa: UGA Seismic Año de creación: 2013
Año de creación: 1992 Lugar: Santa María de Punilla, provincia de
Lugar: San Nicolás, Ciudad Autónoma de Córdoba
Buenos Aires Área de productos: Farmacéutica
Área de productos: Servicios de adquisición Uso de micro y/o nano: Fármacos nano o
de datos sísmicos y monitoreo de fractura en microestructurados
gas y petróleo Instituciones públicas asociadas:
Uso de micro y/o nano: Prototipo de CEPROCOR (CONICET) y Agencia
acelerómetro Nacional de Laboratorios Públicos
Instituciones públicas asociadas: INTI, Instrumentos adicionales: Empretecno
Y-TEC (ANPCyT)
Instrumentos adicionales: ---- Estado del proyecto: En curso
Estado del proyecto: Discontinuado
Empresa: Jenck
Empresa: LiZys Año de creación: 1989
Año de creación: 2015 Lugar: Colegiales, Ciudad Autónoma de
Lugar: San Carlos de Bariloche, provincia de Buenos Aires
Río Negro Área de productos: Importación de equipos
Área de productos: Bio-nano-medicina y para control de procesos y servicios de
remediación ambiental asesoramiento
Uso de micro y/o nano: Nanopartículas Uso de micro y/o nano: Producción de
magnéticas funcionalizadas y nanomateriales sustrato nanoestructurado para análisis y
magnéticos detección de arsénico en aguas naturales
Instituciones públicas asociadas: Centro Instituciones públicas asociadas: CNEA
Atómico Bariloche (CNEA) Instrumentos adicionales: ----
Instrumentos adicionales: s/d Estado del proyecto: Discontinuado
Estado del proyecto: En curso

Empresa: MZP
Año de creación: 2016
Lugar: San Carlos de Bariloche, provincia de
Río Negro
Área de productos: Dinámica de fluidos para
diagnóstico clínico

113
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

A pesar de las urgencias y del desempeño irre- enfermedades infecciosas en dos formatos: la
gular de los proyectos, Lupi evalúa de forma plataforma de Elisa y las tiras reactivas de flujo
positiva el Programa Nanopymes, que hizo lateral46. Entre las enfermedades que detecta,
posible utilizar los aprendizajes de la FAN, están el mal de Chagas, la brucelosis y el Sín-
“porque como ya teníamos mucho entrena- drome Urémico Hemolítico. El biotecnólogo
miento en cómo tratar estas pequeñas ini- Diego Comerci,47 uno de los fundadores de
ciativas, sabíamos cuándo se podía llegar a Chemtest, comenta que la posibilidad de aco-
resultados concretos”. El hecho de estar en el plar los anticuerpos y antígenos a nanopartí-
marco de la cooperación con la Unión Euro- culas de oro o de látex o coloreadas de celulosa
pea “también ayudó mucho”, especialmente “fue la solución a tantos años de inversión y de
en capacitación, aunque destaca los obstácu- desarrollo de tantas cosas que teníamos guar-
los burocráticos de esta colaboración, como la dadas en el freezer”48.
exigencia de comprar equipos europeos, aun- Con referencia a la línea de desarrollo de
que existieran modelos mejores no europeos44. tiras reactivas, este investigador explica que
lo que hacen es lo que se está haciendo hoy
La FAN y la incubación de empresas en Europa, en la frontera” y que fue posible
El edificio de la FAN en el campus de la UN- por la colaboración de los biotecnólogos del
SAM se inauguró a fines de septiembre de Instituto de Investigaciones Biotecnológicas
2015 y al año siguiente se iniciaron las acti- (UNSAM-CONICET) con los ingenieros del
vidades del Programa Nanofab de incubación. INTI. Cuando se logró desarrollar la tecno-
A través de este programa, la FAN se pudo logía, se crea Chemtest y, en ese momento, la
integrar a la Red Nacional de Incubadoras posibilidad que se les presentó para conseguir
(INCUBAR) de la Secretaría de Emprende- un lugar para el desarrollo de los prototipos
dores de la Pequeña y Mediana Empresa del y su validación era en el Parque Industrial de
Ministerio de la Producción45. Al cierre de este Mercedes que, sin embargo, resultaba inade-
trabajo, a fines de 2018, se incubaban en la cuado por la distancia con su instituto y el
FAN seis empresas de base tecnológica, algu- INTI. Entonces se concretó la instalación de
nas de las cuales habían estado involucradas Chemtest en la incubadora de la FAN, insta-
en la Plataforma Nanopymes, como es el caso lada en el campus de la UNSAM, a menos de
de Argentum Texne, vinculada a la empresa trescientos metros del IIB49.
Bell Export, y Chemtest, relacionada con la Su espacio en la FAN dispone de dos uni-
empresa Biochemiq. dades, una destinada a la elaboración de los
La primera empresa incubada fue Che-
mtest, creada en 2013 por un grupo de inves-
tigadores que habían sido financiados por el 46 La plataforma de Elisa es la que se usa hoy en
FONARSEC de la ANPCyT, en la línea Em- todos los laboratorios centralizados de diag-
pretecno, y se enfoca en el desarrollo, produc- nósticos de hospitales de alta complejidad.
ción y comercialización de tests de diagnósti- 47 Comerci es investigador del Instituto de In-
co, que combinan bio y nanotecnología, para vestigaciones Biotecnológicas, dependiente de
UNSAM y CONICET.
44 Comunicación con Daniel Lupi, 10 de octu- 48 Comunicación con Diego Comerci, 13 de
bre de 2017. julio de 2017.
45 Sobre la Nanofab ver: https://www.fan.org. 49 Comunicación con Diego Comerci, 13 de
ar/nanofab/ (Consultado el 25/07/2018). julio de 2017.
114
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

sistemas de diagnósticos para enfermedades Export. Su laboratorio se encuentra en el edi-


humanas y otra para las enfermedades ani- ficio de la FAN, donde la empresa incubada
males. Cuenta con un laboratorio central de diseña, desarrolla y fabrica sistemas de olfa-
control de calidad y preparación de reactivos, tometría, que tienen aplicaciones potenciales
otro con temperatura y humedad controlada en control de calidad y desarrollo de industria
para el dispensing de esos mismos reactivos, alimenticia y cosmética, diagnóstico médico,
un área seca con un 20% menos de humedad monitoreo del medio ambiente, seguridad y
relativa para el ensamblado y colocación del toxicología, detección de narcóticos, o siste-
packaging, un área de preparación final de los mas de acondicionamiento de aire. También
productos y un depósito refrigerado para guar- se proponen diseñar nanomateriales para sen-
dar la producción50. sores detectores de contaminantes en oxígeno;
Al momento de la entrevista, Chemtest sistemas de separación de sólidos, líquidos y
estaba cerca de la aprobación de la planta de gases; válvulas de alta seguridad e instrumentos
producción. La FAN también colabora con de medición de gas nitrógeno y oxígeno para el
la promoción de las actividades de Chemtest área de la medicina y la industria farmacéutica
y con la búsqueda de clientes y proveedores, y alimenticia (Argentum Texne, 2018). Según
explica el investigador. Además, se avanzó en Carlos Rinaldi, socio de Argentum Texne e in-
una serie de nuevos desarrollos, de nuevas vestigador de la CNEA, “los sensores que se
partículas “que permiten ampliar y mejorar utilizan para la detección de los gases se basan
la gama de productos y la sensibilidad de la en el desarrollo de películas nanoestructura-
detección, como son, por ejemplo, las nano- das de óxido de estaño que, cuando entran en
partículas de celulosa”51. contacto con el oxígeno o con cualquier otro
La empresa Argentum Texne fue creada gas, producen reacciones físicas sobre la super-
2014 por un grupo de investigadores de la ficie” (Andahazi, 2015).
CNEA, la UNSAM y la empresa privada, Bell En el caso de la empresa de biotecnología
Inmunova, creada en 2009 como un despren-
dimiento de la Fundación Instituto Leloir, se
50 Para más información ver: http://www. enfoca en el desarrollo de vacunas recombi-
chemtest.net/ y https://www.fan.org.ar/ nantes y nanoanticuerpos terapéuticos inno-
portfolios/chemtest-la-pyme-que-desarrolla- vadores y, a través de lo que se conoce como
sistemas-de-diagnostico/ (Consultado el ingeniería en proteínas y anticuerpos, sus
24/07/2018). El mismo grupo de investiga- desarrollos están basados en una plataforma
dores se volvió a asociar, en 2017, con Bio- propia y patentada denominada Inmuno Mul-
chemiq para crear otra empresa, Profar Bio- tiCarrier (IMC) y en la tecnología de nanoan-
lógicos. La creación de Profar se apoya en el ticuerpos (VHH). Uno de los socios funda-
aporte de la ANPCyT en su línea Empretecno dores, el doctor Linus Spatz, comenta que no
2016, que aprobó fondos por 6 millones de están técnicamente incubados en el Nanofab,
pesos, aportando la empresa asociada –Bio- dado que pagan alquiler. Si bien la empresa
chemiq– una contraparte de 2,2 millones de ha logrado generar ingresos, aún no obtiene
pesos. Profar va a proveer parte de los insu- ganancias y se sostiene en parte con “aportes
mos biológicos que demande Chemtest para de los accionistas e inversores en general”52.
la producción de tiras diagnósticas (Zamponi,
2017).
51 Conferencia de Diego Comerci en Nanomer- 52 Comunicación con Linus Spatz, 3 de agosto
cosur 2017, 26 de septiembre de 2017. de 2017.
115
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

La empresa de bioingeniería Mabb, crea- y prototipos […]. Nuestro producto, la bate-


da en 2006, se propone diseñar y fabricar ría ultradelgada de Dynami, está embebida
implantes dentales reemplazando materiales dentro del producto del cliente”. El principio
convencionales como titanio por materiales básico es el uso de material nanoestructurado,
cerámicos nanoestructurados por medio de que presenta una muy buena relación entre
la tecnología de moldeo de cerámicas por in- superficie específica de un material versus el
yección (CIM), técnica que permite producir volumen, dado que es en la superficie donde
piezas con geometrías similares a las disponi- se insertan los iones de litio. Explica Barón:
bles en plástico, pero aprovechando las virtu- “Dynami es una empresa muy nueva. Hace
des inertes y de resistencia de los materiales menos de un año que estamos trabajando. Hi-
nanocerámicos. Esta empresa, que cuenta con cimos todo esto en muy poco tiempo a través
dos socios que vienen del sector nuclear, re- de un convenio y un apoyo muy fuerte de la
cibió en 2013 un proyecto Pre-Semilla para FAN, que está asociada con Y-TEC y todos
desarrollar un prototipo de una máquina para juntos hacemos este desarrollo tecnológico”55.
hacer inyección a ultra alta presión y también Finalmente, la empresa Panarum desarro-
ganó algunos premios, como el del Banco San- lla y comercializa medicamentos y productos
tander o el Empretec del Banco Nación. Des- nanofarmacéuticos a medida del cliente, apli-
de 2016, se encuentra incubada en la FAN, cando nanotecnología en polímeros, proteínas
donde cuenta con un sistema de producción y liposomas para la industria farmacéutica,
CIM financiado con la línea Empretecno de desde la formulación, hasta la fabricación a es-
FONARSEC. “Comercialmente se está arran- cala, a través de la encapsulación y liberación
cando, no se factura mucho, pero se factura”, controlada de ingredientes activos. El produc-
explica el gerente de producción de Mabb. Y to final son especialidades medicinales para la-
agrega: “Tenemos I+D+i que, al estar en este boratorios farmacéuticos. La bioquímica Mi-
entorno, a veces, pareciera que estamos más lena Batalla, fundadora de Panarum, ganó el
enfocados en eso que en producir”. El objeti- primer premio del concurso IB50K, de planes
vo de esta empresa es lograr vender el proceso de negocio del Instituto Balseiro, con lo que
llave en mano. La decisión de producir se basa obtuvo el capital inicial para comenzar con la
en demostrar que la empresa domina el pro- empresa, inició las actividades de I+D alqui-
ceso53. “Hasta el momento son diez años de lando un laboratorio privado y recibió apoyo
innovación y desarrollo. En la etapa de inno- de la FAN. Fue seleccionada por el Ministerio
vación y desarrollo no hay venta”, comenta el de la Producción entre las 50 empresas para
presidente de Mabb54. ser creadas bajo la figura jurídica de Sociedad
La empresa Dynami, que hace desarrollos por Acciones Simplificadas (SAS) (Panarum,
para baterías de litio ultradelgadas y personali- 2018).
zadas, es incubada por la FAN desde 2017. Su
fundador, el ingeniero electrónico Sergio Ba- Conclusiones
rón, comenta: “Nosotros tenemos un conjun- Desde los inicios del período analizado 2003-
to de soluciones, de baterías, esto es tecnología 2018, la ausencia de diagnósticos capaces de
dimensionar las capacidades públicas de ges-

53 Comunicación con Bernardo Villares Had, 7


de junio de 2017.
55 Conferencia de Sergio Barón de Dynami en
54 Comunicación con Daniel Míguez, 7 de ju- Nanomercosur 2017, 26 de septiembre de
nio de 2017. 2017.
116
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

tión de la nanotecnología y las potencialidades y de la función principal asignada a la FAN.


del sector productivo para asimilar esta nue- Mientras que el objetivo inicial de la política
va área del conocimiento al mejoramiento de de nanotecnología se centró en el aumento de
productos y procesos se pone en evidencia en la competitividad de la economía, luego de
las sucesivas reformulaciones de las metas de casi quince años se logró impactar al nivel de
la política de nanotecnología y en los cambios lo que podríamos llamar casos testigos, como
en las prioridades de la FAN a lo largo de su muestra el breve análisis de las 18 empresas del
trayectoria. En ambos casos, se trata de metas programa Nanopymes y de las seis empresas
iniciales promovidas por organismos interna- incubadas por el programa Nanofab. En todos
cionales y programas europeos. los casos, se trata de resultados incipientes y
En este sentido, además del impacto lo- heterogéneos de donde no se pueden extraer
grado por la FAN a nivel cultural a través de balances o tendencias robustas. La función de
iniciativas de difusión y comunicación de la la FAN también debió ser reformulada, pasan-
nanotecnología, se puede hablar de procesos do del fomento de la competitividad a la di-
de aprendizaje y de sucesivas reformulaciones fusión y comunicación de la nanotecnología,
de política y de metas institucionales en tres mientras que el impacto de la nanotecnología
niveles. El primero, en las sucesivas concep- sobre el desempeño de las empresas quedó re-
tualizaciones de la nanotecnología como área ducido al momento de cierre de este trabajo a
de vacancia, tecnología estratégica y, finalmen- la incubación de seis emprendimientos.
te, como TPG. Los resultados alcanzados a la El tercer nivel en el que se observan apren-
fecha muestran, sin embargo, la ausencia de dizajes y reformulaciones es en las modalida-
criterios en la adopción de la noción de TPG, des de incentivo y financiamiento plasmadas
trasplantada sin mediación de las economías en los sucesivos instrumentos –PAV, PAE, FS
centrales, donde las inversiones en nanotec- Nano, el programa Nanopymes y el laborato-
nología son dos órdenes de magnitud mayor rio Nanofab– con el fin de promover los vín-
que en la Argentina y las capacidades organi- culos público-privado.
zacionales e institucionales de gestión de las El análisis de los casos testigos –18 Na-
tecnologías también son inconmensurables56. nopymes y 6 proyectos incubados por el pro-
El segundo nivel, complementario del an- grama Nanofab– muestra que la participación
terior, en el que se observan procesos de apren- dominante del sector público proviene de
dizaje y reformulación, se refiere a los objetivos emprendedores del sector nuclear, del INTI y
de largo plazo de la política de nanotecnología de la biotecnología, a través de institutos de
CONICET y unas pocas universidades públi-
cas. En este punto es importante recordar que
tanto las ciencias biomédicas como el sector
56 La inversión pública total en nanotecnolo-
nuclear son los dos sectores en donde la Ar-
gía realizada por la Argentina en el período
gentina muestra senderos de desarrollos tecno-
2006-2011 podría estimarse en 50 millones
lógicos exitosos, con expansión y diversifica-
de dólares (Salvarezza, 2011: 18-19), lo que
ción y, en menor medida, con exportaciones
supone un promedio de 10 millones de dóla-
de alto valor agregado.
res anuales. Si bien no es tema que podamos
Finalmente, hablar de procesos de apren-
desarrollar en el presente trabajo, señalemos
dizaje supone la continuidad de las políticas
que en la historia de la tecnología argentina
públicas y la estabilidad de las instituciones.
no existe un solo caso que se puede identificar
Sin embargo, no puede dejar de señalarse
como TPG en términos de su impacto trans-
que al momento de cierre de este artículo el
versal sobre sectores de la economía local.
117
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

MINCyT había sido degradado a Secretaría y Referencias bibliográficas


el presupuesto aprobado para la función CyT Abeles, M., Cimoli, M. y Lavarello, P. (2017).
para 2019 mostraba el tercer recorte drástico Manufactura y cambio estructural: aportes para
consecutivo en el presupuesto nacional anual. pensar la política industrial en la Argentina.
Este panorama es acompañado por un proce- Santiago: Comisión Económica para América
so acelerado de desindustrialización que tiene Latina y el Caribe (CEPAL).
como manifestación más dramática el cierre AFA. (2005). Declaración AFA en referencia al
de alrededor de 7500 PyMEs en el período Decreto 380/2005. Disponible en: http://
2016-2018. Es decir, las condiciones de con- mail.df.uba.ar/pipermail/sociosafaba/2005-
texto que hicieron posible el análisis presen- May/000137.html. Consultado el
tado en este trabajo se encuentran en proceso 11/05/2015.
acelerado de transformación. Amsden, A. (2001). The Rise of “The Rest”: Chal-
En este sentido, con referencia a la hi- lenges to the West from Late Industrializing
pótesis discutida al comienzo de este trabajo Economies. Oxford: Oxford University Press.
referida a las supuestas “ventanas de oportu- Andahazi, L. (2015). Nanotecnología en las PyMEs.
nidad” que se abrirían para los países semiin- Disponible en: http://noticias.unsam.edu.ar/
dustrializados en los períodos de cambio de wp-content/uploads/2015/12/lupi-pdf-uelm.
paradigmas tecnológicos a escala global, la tra- pdf. Consultado el 27/07/2018.
yectoria de la nanotecnología en la Argentina Argentum Texne (2018). Disponible en: https://
muestra que, entre las debilidades que inva- www.argentumtexne.com.ar/. Consultado el
lidan esta hipótesis, se debe mencionar, ade- 27/07/2018.
más de la escala de financiamiento mínima en Arocena, R. y Sutz, J. (2000). Looking at Nation-
comparación con las economías centrales, las al Systems of Innovation from the South. In-
capacidades deficientes de gestión de la tecno- dustry and Innovation. Vol. 7, Núm. 1, 55-75.
logía, que se manifiestan en diseño de políticas Appelbaum, R., Parker, R., Cao, C. y Gereffi,
y en las funciones institucionales asignadas a la G. (2011). China’s (Not So Hidden) Devel-
FAN. Como corolarios, se puede observar el opmental State: Becoming a Leading Nan-
desconocimiento de las capacidades y poten- otechnology Innovator in the Twenty-First
cialidades del sector productivo para asimilar Century. En F. Block y M. Keller (Eds.). State
nanotecnología y la falta de coordinación con of Innovation. The U.S. Government’s Role in
la política industrial. Technology Develompement (pp. 217-235).
Ahora bien, estos rasgos propios de los ini- Londres: Routledge.
cios de la nanotecnología en la Argentina se Andrini, L. y Figueroa, S. (2008). Governmental
pueden observar en otros momentos de la his- encouragement of nanosciences and nano-
toria, en los procesos de asimilación de otras technologies in Argentina. En G. Foladori, y
tecnologías basadas en conocimiento, como N. Invernizzi (Eds.). Nanotechnology in Latin
la nuclear, la electrónica, la informática, o la America (pp. 27-39). Berlin: Karl Dietz Ver-
producción de medicamentos. A modo de sín- lag Berlin.
tesis, digamos que el caso de la nanotecnología Bar, N. (2007). Nace un centro virtual de nano-
se suma a las evidencias de que el problema tecnología único en el país. La Nación, 14 de
del cambio tecnológico en la Argentina tiene agosto. Disponible en: https://www.lanacion.
su principal debilidad en las capacidades orga- com.ar/934359-nace-un-centro-virtual-de-
nizacionales e institucionales de gestión de la nanotecnologia-unico-en-el-pais. Consultado
tecnología. el 4/07/2018.

118
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

BET (2009). Nanotecnología. Buenos Aires, Ar- El Litoral (2005b). Polémica millonaria por la
gentina: Ministerio de Ciencia, Tecnología nanotecnología, 23 de mayo. Disponible
e Innovación Productiva. Disponible en: en: http://www.ellitoral.com/index.php/
http://www.mincyt.gob.ar/agenda/boletin- diarios/2005/05/23/politica/POLI-04.html.
estadistico-tecnologico-bet-nanotecnolo- Consultado el 8/05/2015.
gia-8023. Consultado el 18/02/2016. EnerNews (2005). Según el vice de Lucent, Argen-
CECTE (2005). Declaración sobre el Decreto tina es el país más sólido de América Latina, 4
380/05. 30 de septiembre. Disponible en: de julio. Disponible en:
www.cecte.gov.ar/pdf/25/. Consultado el http://www.enernews.com/nota/181809/segn-el-
12/05/2015. vice-de-lucent-argentina-es-el-pas-ms-solido-
Chemtest (2018). Disponible en: http://www. de-amrica-latina. Consultado el 21/01/2019.
chemtest.net/. Consultado el 27/07/2018. Evans, P. (1995). Embedded Autonomy. States &
Clarín (2006). El gobierno financiará proyectos de Industrial Transformation. Princeton, New
nanotecnología, 1 de agosto. Disponible en: Jersey: Princeton University Press.
http://edant.clarin.com/diario/2006/08/01/ FAN (2010). Quién es quién en nanotecnología en
um/m-01244697.htm. Consultado el Argentina. Publicación para la difusión de la
19/05/2015. nanotecnología. Primera edición. Buenos Ai-
Delgado Ramos, G. C. (2007). Sociología políti- res: FAN.
ca de la nanotecnología en el hemisferio oc- FAN (2012). Quién es quién en nanotecnología en
cidental: el caso de Estados Unidos, México, Argentina. Publicación para la difusión de la
Brasil y Argentina. Revista de Estudios Sociales. nanotecnología. Segunda edición. Buenos Ai-
Núm. 27, 164-181. res: FAN.
Diario Oficial de las Comunidades Europeas Fischer, M., Romero, E., Zamit, A. L., Varela, F.,
(2002). Decisión No 1513/2002/CE del Polino, C. y Alberti, J. P. (2013). Estado del
Parlamento Europeo y del Consejo del 27 de Arte y Perspectivas de las Micro y Nano Tecno-
junio de 2002. Disponible en: http://eur-lex. logías en Argentina. Buenos Aires: Delegación
europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri= de la Unión Europea en Argentina.
CELEX:32002D1513&from=ES. Consulta- Foladori, G. (2016). Políticas públicas en nano-
do el 11/05/2015. tecnología en América Latina. Revista Prob-
Di Maio, M. (2009). Industrial Policies in De- lemas del Desarrollo. Vol. 47, 59-81.
veloping Countries: History and Perspectives. Foladori, G. e Invernizzi, N. (2013). Inequality
En M. Cimoli, G. Dosi y J. Stiglitz (Eds.). gaps in nanotechnology development in Lat-
Industrial Policy and Development. The Politi- in America. Journal of Arts and Humanities.
cal Economy of Capabilities Accumulation (pp. Vol. 2, Núm. 3, 35-45.
107-143). Oxford: Oxford University Press. Foladori, G., Figueroa, S., Záyago-Lau, E. e In-
El Cronista (2008). La nanotecnología busca su vernizzi, N. (2012). Características distinti-
lugar en el mercado, 29 de abril. Disponible vas del desarrollo de las nanotecnologías en
en: http://www.fundacionprotejer.com/noti- América Latina. Sociologías. Vol. 14, Núm.
cias/nanotecnologia_busca_su_lugar_merca- 30, 330-363.
do.htm. Consultado el 20/05/2015. Foladori, G, Rushton, M. y Zayago Lau E. (2008).
El Litoral (2005a). Lanzarán paquete para fomen- Center of Educational Excellence: Nanotech-
tar la industria, 28 de abril. Disponible en: nology: The Proposed World Bank Scientific
http://www.ellitoral.com/accesorios/imprimir. Millennium Initiatives and Nanotechnogy in
php?id=/diarios/2005/04/28/economia1/ Latin America. En A. Barrañon (Ed.). New
ECON-04.html. Consultado el 8/05/2015.

119
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

Nanotechnology Developments (pp. 31-39). Jawtuschenko, I. (2015). El componente electró-


Nueva York: Nova Science Publishers. nico que faltaba, un desarrollo de investiga-
FS Nano (2010). Bases Convocatoria Fondo Sec- dores de la UNSAM. Página 12, 1 de abril.
torial de NANOTECNOLOGIA. Disponi- Disponible en: http://noticias.unsam.edu.
ble en: http://www.agencia.mincyt.gob.ar/ ar/2015/04/01/el-componente-electronico-
upload/Bases_FSNano_2010.pdf. Consulta- que-faltaba-un-desarrollo-de-investigadores-
do el 4/07/2018. de-la-unsam-en-pagina-12/. Consultado el
FS Nano (2012). Bases de la Convocatoria Fondo 4/07/2018.
Sectorial de NANOTECNOLOGIA. Dispo- La Capital (2004). El ministro, a full con la na-
nible en: http://www.agencia.mincyt.gob.ar/ notecnología, 6 de noviembre. Disponible en:
upload/BASES-FSNano-Roca-Fluido.pdf. http://archivo.lacapital.com.ar/2004/11/06/
Consultado el 4/07/2018. economia/noticia_147520.shtml. Consulta-
Hubert, M. (2014). Modelo dominante y varia- do el 8/05/2015.
ciones nacionales en el diseño de políticas de Lavarello, P. (2017). ¿De qué hablamos cuando
investigación en favor de la innovación tecno- hablamos de política industrial? En M. Abe-
lógica: una aproximación comparativa de los les, M. Cimoli y P. Lavarello (Eds.). Manufac-
dispositivos de apoyo a la nanociencia y nano- tura y cambio estructural (pp. 55-109). Santia-
tecnología en Argentina y Francia. Estudios de go: CEPAL.
sociología. Vol. 19, Núm. 37, 391-408. Lengyel, M., Aggio, C., Erbes, A., Milesi, D., Gil
Hubert, M. (2016). La emergencia de la nano- Abinader, L. y Beccaria, A. (2014). Asociativi-
ciencia y nanotecnología en Argentina. En P. dad para la innovación con alto impacto. Con-
Kreimer (Ed.). Contra Viento y Marea: emer- gruencia de objetivos entre las áreas programáti-
gencia y desarrollo de campos científicos en la ca y operativa de los Fondos Sectoriales. Buenos
periferia (pp. 87-103). Ciudad Autónoma de Aires: CIECTI, MINCYT.
Buenos Aires: CLACSO. Lugones, M. y Osycka, M. (2018). Desarrollo y
IDEA (2004). El Gobierno impulsa el desarrollo políticas en nanotecnología: desafíos para la
de tecnología y la alfabetización digital, 40 Argentina. En D. Aguiar, M. Lugones, J. M.
Coloquio Anual de Idea, 3 al 5 de noviembre. Quiroga y F. Aristimuño (Dir.). Políticas de
Disponible en: http://www.ideared.org.ar/ ciencia, tecnología e innovación en la Argenti-
coloquio40/sintesis/Lavagna_Inversiones.asp. na de la posdictadura (pp. 127-146). Viedma:
Consultado el 8/05/2015. Editorial UNRN. Disponible en: https://
Invernizzi, N., Hubert, M. y Vinck, D. (2014). books.openedition.org/eunrn/1234. Consul-
Nanoscience and Nanotechnology: How an tado el 4/07/2018.
Emerging Area on the Scientific Agenda of Mazzucato, M. (2013). The Entrepreneurial State.
the Core Countries has been Adopted and Debunking Public vs. Private Sector Myths.
Transformed in Latin America? En Beyond Londres: Anthem Press.
Imported Magic. Essays on Science, Technology MINCyT (2012). Argentina Innovadora 2020.
and Society in Latin America (pp. 1-27). Cam- Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Inno-
bridge, Mass: MIT Press. vación. Lineamientos Estratégicos 2012-2015.
iProfesional (2009). Se diseñarán circuitos integra- Buenos Aires: Ministerio de Ciencia, Tecno-
dos en Argentina, 21 de mayo. Disponible en: logía e Innovación Productiva. Disponible en:
http://www.iprofesional.com/notas/82404- http://www.mincyt.gob.ar/adjuntos/archi-
Se-disearn-circuitos-integrados-en-Argenti- vos/000/022/0000022576.pdf. Consultado
na. Consultado el 24/05/2015. el 20/6/2015.

120
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 97-122

MINCyT (2013) Informe de Gestión 2013. Dis- mico. Desarrollo Económico. Revista de Cien-
ponible en: http://www.mincyt.gob.ar/adjun- cias Sociales. Vol. 50, Núm. 199, 423-453.
tos/descargas/informe_2013.pdf. Consultado Rosenberg, N. y Trajtenberg, M. (2004). A Gen-
el 4/07/2018. eral-Purpose Technology at Work: The Corliss
Motoyama, Y., Appelbaum, R. y Parker, R. Steam Engine in the Late-Nineteenth-Centu-
(2011). The National Nanotechnology Initia- ry United States. Journal of Economic History.
tive: Federal support for science and technol- Vol. 64, Núm. 1, 61-99.
ogy, or hidden industrial policy? Technology in Saber Cómo (2007). Nano MERCOSUR 2007:
Society. Vol 33, 109-118. Ciencia, Empresa y Medio Ambiente, Núm.
NNI. (2006). A Matter of Size: Triennial Review of 57. Disponible en: http://www.inti.gov.ar/
the National Nanotechnology Initiative. Wash- sabercomo/sc57/inti2.php. Consultado el
ington, D.C.: The National Academies Press. 5/1/2019.
Noticiastectv (2013). Fondos Presemilla en Salvarezza, R. (2011). Situación de la difusión
Nanotecnología, 25 de julio. Disponi- de la nanociencia y la nanotecnología en Ar-
ble en: https://noticiastectv.wordpress. gentina. Mundo Nano. Revista Interdisciplina-
com/2013/07/25/1483/. Consultado el ria en Nanociencias y Nanotecnología. Vol. 4,
27/07/2018. Núm. 2, 18-21.
PAE (2006a). Bases Convocatoria IP-PAE 2006. SECyT (2006). Plan Estratégico Nacional de Cien-
Disponible en: http://www.agencia.mincyt. cia, Tecnología e Innovación “Bicentenario”
gob.ar/upload/pae2006_ip_bases.pdf. Con- (2006-2010). Buenos Aires: Ministerio de
sultado el 19/05/2015. Educación, Ciencia y Tecnología. Disponible
PAE (2006b). Proyectos aprobados, Resolución Di- en:
rectorio ANPCyT Nº 034/2008. Disponible w w w. m i n c y t . g o b . a r / _ p o s t / d e s c a r g a r.
en: http://www.agencia2012.mincyt.gob.ar/ php?idAdjuntoArchivo=22513. Consultado
IMG/pdf/PAE_financiados_web.pdf. Con- el 25/05/2015.
sultado el 19/05/2015. Sabato, J. (Comp.). (2011 [1974]). El pensamien-
Página/12 (2004). Anuncios culturales de La- to latinoamericano en la problemática de cien-
vagna, 6 de noviembre. Disponible en: cia-tecnología-desarrollo-dependencia. Buenos
http://www.pagina12.com.ar/diario/el- Aires: Ediciones Biblioteca Nacional.
pais/1-43268-2004-11-06.html. Consultado Senado y Cámara de Diputados de la Nación
el 8/05/2015. (2005). Proyecto de Ley Marco para el Plan
Panarum (2018). Disponible en: https://pana- Nacional Estratégico de Desarrollo de Micro y
rumsas.com/es/inicio-desarrollo-nanofar- Nanotecnologías. Comisión de Ciencia y Tec-
maceutico-panarum-sas/. Consultado el nología. Disponible en:
27/07/2018. http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/ccytec-
PAV (2004a). Bases Convocatoria PAV 2003. Dis- nologia/proy/3.279-D.-05.htm. Consultado
ponible en: http://www.agencia.mincyt.gob. el 25/05/2015.
ar/upload/pav2003_bases.pdf. Consultado el Spivak, A., Hubert, M., Figueroa, S. y Andrini, L.
4/07/2018. (2012). La estructuración de la investigación
PAV (2004b). Proyectos Tipo II (Redes) - Financia- argentina en nanociencia y nanotecnología:
dos. Disponible en: http://www.agencia2012. balances y perspectivas. En G. Foladori, N.
mincyt.gob.ar/IMG/pdf/pav2004_financia- Invernizzi y E. Záyago Lau (Eds.). Perspec-
dos_tipo_II.pdf. Consultado 11/05/2015. tivas sobre el desarrollo de las nanotecnologías
Robert, V. y Yoguel, G. (2010). La dinámica com- en América Latina (pp. 33-53). México D.F.:
pleja de la innovación y el desarrollo econó- Porrúa.

121
Sofya Surtayeva y Diego Hurtado “Cambio tecnológico y capacidades políticas e institucionales”

Thurbon, E. y Weiss, L. (2016). The developmen- Para citar este Artículo de investigación:
tal state in the late twentieth century. En E. Surtayeva, S. y Hurtado. D. (2019). Cambio
Reinert, J. Ghosh y R. Kattel (Eds.). Hand- tecnológico y capacidades políticas e insti-
book of Alternative Theories of Economic De- tucionales: La trayectoria de la Fundación
velopment (pp. 637-650). Cheltenham, U.K.: Argentina de Nanotecnología. Revista Esta-
Edward Elgar. do y Políticas Públicas, Año VII, Núm. 12,
Toledo, L. (2013). Una experiencia de promoción 97-122.
de la nanotecnología en Argentina. Revista de
Física. Núm. 46, 25-30.
Tutor-Sánchez, J. (2015). Red “José Roberto Lei-
te” de divulgación y formación en nanotec-
nología: cuatro años de esfuerzos y un futuro
de realizaciones. Revista de Física, Núm. 49,
1-14.
Vela, M. y Toledo, L. (2013). Difusión y Forma-
ción en Nanociencia y Nanotecnología en los
distintos niveles de la enseñanza y acciones de
divulgación en la sociedad argentina. Revista
de Física. Núm. 46, 19-24.
Vila Seoane, M. (2011). Nanotecnología: su de-
sarrollo en Argentina, sus características y
tendencias a nivel mundial. Tesis de maestría,
Instituto de Desarrollo Económico y Social,
Grupo Redes, Universidad Nacional de Gene-
ral Sarmiento.
Vila Seoane, M. (2014). Los desafíos de la nano-
tecnología para el “desarrollo” en Argentina.
MundoNano. Vol. 7, Núm. 13, 78-94.
Zamponi, A (2017). La UNSAM tendrá dos
nuevas empresas tecnológicas. Disponible en:
http://noticias.unsam.edu.ar/2017/08/24/la-
unsam-tendra-dos-nuevas-empresas-tecnolo-
gicas/ Consultado el 27/07/2018.

122
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

La construcción de la ciudadanía:
Dinámicas de desigualdad en la experiencia escolar juvenil

The construction of citizenship:


Inequality dynamics in youth school experience

Por Pedro Núñez*


Fecha de Recepción: 31 de enero de 2019.
Fecha de Aceptación: 04 de abril de 2019.

RESUMEN ción de los jóvenes en protestas o marchas, es


Este artículo de investigación tiene como obje- decir, examinamos la incidencia de los marcos
tivo analizar las dinámicas que adquiere la des- institucionales en las posibilidades de mo-
igualdad en las experiencias escolares juveniles vilizar recursos para la participación. Como
en la escuela secundaria, prestando atención a consecuencia de esta disparidad de soportes
las formas de construcción de la ciudadanía. tienen lugar diferencias en la construcción
En este trabajo sostenemos la hipótesis que las ciudadana que implican desigualdades tanto
experiencias de ciudadanía resultan dispares en las posibilidades de expresión como en la
de acuerdo a las tradiciones institucionales construcción de sentido acerca de los derechos
y el tipo de propuesta escolar. Luego de una y la participación. Para ello, retomamos ha-
presentación de las distintas perspectivas para llazgos de distintas investigaciones realizadas
estudiar las desigualdades educativas desarro- en el Área Educación de la FLACSO. Gran
llamos los argumentos en dos apartados. En parte de las reflexiones iniciales son resultados
el primero presentamos una tipología de las de un proyecto de investigación desarrollado
comunidades educativas, expresión de distin- entre 2006 y 2010. En esa investigación cons-
tos estilos institucionales que cuentan con so- truimos una tipología de comunidades educa-
portes institucionales dispares; en un segundo tivas, contemplando las formas de selección de
momento nos preguntamos por la participa- la matrícula, el tipo de propuesta, las represen-

* Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de General Sarmiento e Instituto de Desa-
rrollo Económico y Social. Magister en Estudios y Políticas de Juventud por la Universidad de Llei-
da, España. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires. Investigador adjunto
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en el Instituto de Investigaciones
de Ciencias Sociales de América Latina y en el Área Educación de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales, sede Argentina. Correo electrónico: pnunez@flacso.org.ar
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

123
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

taciones sobre los jóvenes, los vínculos inter- participation. As a consequence of this dispa-
generacionales y aspectos normativos como la rity of supports, differences in citizen cons-
presencia de instancias de participación y las truction take place, which imply inequalities
formas de regulación. Por su parte, el análisis both in the possibilities of expression and in
sobre la participación en marchas y protestas y the construction of meaning about rights and
de las cuestiones por las cuales los estudiantes participation. To do this, we return to the fin-
más se movilizan surge como parte del trabajo dings of different investigations carried out in
de campo realizado en el marco del Proyecto the Education Area of ​​FLACSO. Much of the
PICT 2014-2958: “Escuela secundaria, políti- initial reflections are the results of a research
cas públicas e impacto en la desigualdad: con- project developed between 2006 and 2010.
vivencia y formación intergeneracionales” con In this research we built a typology of educa-
sede en la UNIPE y FLACSO Argentina. En tional communities, contemplating the forms
ese proyecto consideramos nueve escuelas se- of enrolment selection, the type of proposal,
cundarias de tres centros urbanos: Ciudad de representations about young people, interge-
Buenos Aires, tres localidades de la Provincia nerational links and regulatory aspects such as
de Buenos Aires (La Plata y Moreno) y Co- the presence of instances of participation and
modoro Rivadavia (Chubut). Este ejercicio, the forms of regulation. On the other hand,
si bien preliminar, permite señalar una rela- the analysis of participation in marches and
ción directamente proporcional entre mayo- protests and the issues for which students are
res grados de institucionalidad y la presencia more mobilized arises as part of the fieldwork
en marchas y protestas en el espacio público. carried out in the framework of the Project
Asimismo, posibilita observar qué cuestiones PICT 2014-2958 “Secondary school, public
interpelan más al colectivo estudiantil. policies and impact in inequality: coexistence
Palabras clave: Desigualdad, Escuela Se- and intergenerational training” in UNIPE and
cundaria, Ciudadanía, Juventudes. FLACSO Argentina. In this project we con-
sider nine secondary schools of three urban
ABSTRACT centres: City of Buenos Aires, three locations
This article analyses the dynamics that in- of the Province of Buenos Aires (La Plata and
equality acquires in the experiences of young Moreno) and Comodoro Rivadavia (Chubut).
people in secondary school, paying attention This exercise, although preliminary, allows to-
to the construction of citizenship. In this point out a directly proportional relationship
work we support the hypothesis that citizen- between greater degrees of institutionality and
ship experiences are different according to the presence in marches and protests in the
institutional traditions and the characteristics public space. Likewise, it makes it possible to
of school proposal. After a presentation of the observe which issues interpellate the student
different perspectives to study educational in- collective more.
equalities, we develop the arguments in two Keywords: Inequality, Secondary School,
sections. In the first one we present a typology Citizenship, Youth.
of educational communities, expression of di-
fferent institutional styles that have different Una discusión sobre las desigualdades
institutional supports; in a second moment extendidas en el nivel secundario
we ask ourselves about the participation of Carecemos de originalidad al afirmar que
young people in protests, that is, we exami- América Latina es el continente más desigual
ne the incidence of institutional frameworks (Portes & Hoffman, 2003), aun cuando no
on the possibilities of mobilizing resources for el de mayor pobreza. Si bien en los últimos
124
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

años, muchos de los gobiernos de la región como aparenta a primera vista. A pesar de
han sido exitosos en la reducción de la pobre- los intentos desplegados por recuperar cierta
za extrema, no sucedió lo mismo en términos homogeneidad del sistema a nivel nacional,
de la desigualdad. Según la CEPAL (2016), particularmente en el periodo 2006-2011, se
el fenómeno de la desigualdad en esta región consolidaron sus tendencias centrífugas. Más
es tal que impide el crecimiento inclusivo. Si recientemente existen indicios de la exacerba-
focalizamos en la situación de las juventudes ción de este rumbo ante el desmantelamiento
en la región encontramos que, si bien mues- de un conjunto de políticas que se impulsaban
tra algunos indicadores alentadores, aún hoy desde el Estado nacional, ciertamente con re-
transita un escenario social con mayores ex- percusión dispar en las jurisdicciones. Como
pectativas de autonomía y menos opciones resultado, cada subsistema despliega las po-
para materializarla tal como algunos trabajos líticas posibles, en algunos casos generando
sostenían a inicios del nuevo milenio (Hopen- programas propios, en muchos otros depen-
hayn, 2004) 1. diendo de lo resuelto en el Consejo Federal de
Estas desigualdades se plasman de manera Educación, el INFOD u otros organismos na-
diferente en distintas esferas. En lo relativo al cionales. Las provincias con mayor capacidad
sistema educativo argentino existe consenso en contributiva (Morduchowicz, 2008) cuentan
señalar que en los últimos años se expandieron con más elementos para desarrollar políticas
las tasas de cobertura del nivel inicial y en el educativas, independientemente de la orienta-
secundario se incrementaron las posibilidades ción de las mismas (aspecto que no es objeto
de acceder a estudios terciarios. De manera de este artículo de investigación).
concomitante, persisten desigualdades en la Más allá de situar un momento o hecho
calidad del tiempo escolar, los niveles salariales significativo, y de la mejora en algunos indi-
docentes y las políticas públicas implementa- cadores, pocas dudas caben de que la desigual-
das en cada jurisdicción, entre otras cuestiones dad en el sistema educativo en la actualidad
(Kessler, 2014). Desde el cambio de gobierno adquiere una nueva cartografía que precisa
en el año 2015, la tendencia pareciera ser la de abordajes novedosos, nuevas perspectivas
pérdida de referencia de los programas nacio- y formas de analizar sus transformaciones. Si
nales, cuestión que redunda en una descentra- bien una arista insoslayable de los temas de
lización encubierta de la política educativa. agenda que la tendencia a la universalización
La combinación de descentralización y del nivel medio supuso fue la relacionada con
persistencia de las desigualdades no es un la desigualdad, en particular sobre la necesidad
problema novedoso, o al menos no tanto de reflexionar acerca de los factores endóge-
nos que dificultan la escolarización (Mayer &
Núñez, 2017) y del esfuerzo de algunas inves-
tigaciones, aún no contamos con una densidad
1 En un escenario social donde los jóvenes
de estudios que logren precisar las distintas
afrontan un conjunto de paradojas y tensio-
dimensiones de la desigualdad o, en palabras
nes que hoy parecen caracterizarse por la mix-
de Reygadas (2004), que apelen a enfoques
tura de elementos que apuntan a la cohesión
que conjuguen la atención a la distribuciones
y otros que les recuerdan las dificultades de
de capacidades y recursos, las relaciones
emancipación: por ejemplo, en más educa-
e intercambios y las características de las
ción y menos empleo, más acceso a la infor-
estructuras sociales. Es decir, cómo estudiar
mación y menos al poder, más expectativas de
el movimiento paradojal de una tendencia
autonomía y menos opciones para materiali-
a la democratización en el acceso que se
zarla (Hopenhayn, 2004).
125
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

combina con la percepción de la desigualdad experiencia considerada de baja intensidad


en la calidad de los bienes educativos –tanto (Kessler, 2002). En este escenario algunos au-
en recursos tangibles como infraestructura o tores señalaron que los recientes procesos de
materiales de estudio y en aquellos intangibles masificación educativa adquieren una dinámi-
vinculados con las formas de circulación de ca propia de un proceso de inclusión exclu-
los conocimientos, roles docentes o el tiempo yente (Gluz, 2011; Gluz & Rodríguez Moya-
escolar–, las interacciones que tienen lugar y no, 2016) o de exclusiones recíprocas (Saraví,
las características de cada institución. En de- 2015). La expansión de los sistemas educati-
finitiva, precisamos dar cuenta de estas cues- vos amplía la posibilidad de ser joven, aunque
tiones que inciden en el tipo de experiencia el tiempo que cada uno puede destinar a su
escolar y que requieren de considerar desde ya experiencia escolar es desigual. A pesar de la
las desigualdades inter categoriales, siguiendo democratización del acceso a los estudios, las
el planteo de Fitoussi & Rosanvallon (1997), desigualdades sociales siguen teniendo peso en
así como entre generaciones, integrantes de la trayectoria de los alumnos (Dubet, 2015).
una misma institución o quienes estudian en En este artículo profundizamos una línea
establecimientos similares. La inquietud por de investigación sobre la desigualdad educa-
dar cuenta de las fronteras simbólicas y de tiva, explorando en los procesos de construc-
creación de estigmas (Chaves, Fuertes & Ve- ción de la ciudadanía. Si bien se trata de una
cino, 2017) emerge como un aspecto esencial dimensión difícil de cuantificar, creemos que
para desentrañar las características que adquie- es factible reconocer distintos modos de apro-
re la dinámica de la desigualdad en el sistema piación y construcción de sentido acerca de
educativo. los derechos y la participación. Para ello, ex-
Esta tarea se vuelve más acuciante en el ni- ploramos en dos aspectos que se despliegan de
vel secundario, ya que se trata de uno donde manera secuencial en los distintos apartados:
mayor repercusión tienen las transformacio- en primer lugar, presentamos una tipología de
nes del sistema. Sólo por señalar algunas de comunidades educativas que se expresan en
sus características, es factible observar que la estilos distintivos y cuentan con soportes ins-
tendencia a su universalización no siempre se titucionales2 dispares; en un segundo momen-
tradujo en experiencias escolares gratificantes
y que el acceso ocurrió de forma diferenciada
(García-Huidobro, 2010). Tal como fue seña-
2 Si bien no es la intención de este artículo, la
lado por la investigación educativa en otros
utilización de la noción de soporte nos obliga
países del Cono Sur, además de las situaciones
a remitir a la discusión de la obra de Castel
de inequidad, el proceso de selección de los
y de Martuccelli y sus diferencias en la ma-
establecimientos consolidó una distribución
nera de pensarlos. Mientras para el primero
segmentada de la población en edad escolar
la consolidación de una trama de soportes de
(Redondo, 2009). Sobre este fenómeno otros
carácter político y estadocéntrico, ligados a la
trabajos enfatizaron en la configuración en el
condición salarial y las redes asociadas al tra-
ámbito educativo de distintos fragmentos sin
bajo, permiten al individuo constituirse con
relación entre sí (Tiramonti, 2004). Más allá
tal y lo ubican en una zona de integración,
de las dificultades de acceso, en muchos ca-
Martuccelli señala la existencia de una plura-
sos sus trayectorias reales siguen un patrón ya
lidad de soportes en acción (afectivos, mate-
constatado desde fines de la década del noven-
riales y simbólicos), ligados al imperativo de
ta donde combinan el abandono, el desgra-
la autonomía, entendiéndolos como los me-
namiento, la sobreedad y el tránsito por una
dios por los cuales el individuo llega a tener-
126
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

to, examinamos la participación de los jóvenes posibilidad de acceder a derechos universales.


en protestas o marchas, es decir, indagamos en Desde ya que la mera existencia de estas repre-
la incidencia de los marcos institucionales en sentaciones no anula las formas más sutiles e
las posibilidades de movilizar recursos para la invisibles en las que el origen social acompaña
participación. Se trata de un ejercicio inicial a las personas a lo largo de su trayectoria ni
para interrogarnos sobre la correlación entre la construcción de fronteras simbólicas que
un aspecto y el otro y, de esta forma, explorar trazan diferentes itinerarios (Chaves, Fuentes
en la existencia de formas diferentes –y des- & Vecino, 2016). A riesgo de ser insistentes,
iguales– de construir la ciudadanía. sostendremos que la ampliación de la cobertu-
Intentamos así dar cuenta de dos debates. ra del nivel implica un trastrocamiento de las
Por un lado, reactualizar la pregunta por el expectativas –el cambio brusco entre la posibi-
par igualdad/desigualdad. Tal como lo des- lidad de continuar cursando estudios secunda-
taca Dussel (2005), la reflexión respecto a rios o no–, de lo imaginable, desdibujándose
las desigualdades en el sistema educativo nos ciertas fronteras (lo que no implica la creación
hace pensar qué ocurre con la afirmación de de otras, cuestiones de las que precisamente
la igualdad en las sociedades contemporáneas daremos cuenta).
y cómo se procesa históricamente esa afirma- Optamos por abordar el estudio de la ciu-
ción, aspectos que implican indagar en el lugar dadanía porque la misma, aún con las críticas
de la política. Así como alguna vez O´Donnell que pueden señalarse en torno a la creación
retrató a la sociedad argentina como relativa- de la ficción igualitaria, implica la construc-
mente igualitaria y autoritaria (O´Donnell, ción de un sentimiento de pertenencia a un
2004) es plausible señalar la presencia, a ve- común3. La noción de ciudadanía supone
ces más disipada, otras más extendida, pero
vigente en amplios sectores de cierta pulsión
igualitaria. En otras palabras, creemos que
3 Recordemos que, de acuerdo al clásico tra-
persiste en gran parte de la sociedad argentina
bajo de Marshall (1998) la ciudadanía es
un imaginario que otorga a la educación un
aquella condición otorgada a miembros ple-
rol central en la consolidación de expectati-
nos de una comunidad, iguales en derechos
vas sobre la construcción de la igualdad y la
y responsabilidades. Para Marshall, si bien
la condición ciudadana es conferida desde
el Estado, se constituye como producto de
se frente al mundo. Estos soportes producen luchas sociales a lo largo de la historia. En
efectos diversos, en función de las biografías su ensayo desagrega el análisis del concepto
individuales, proceso que se vuelve observa- en tres esferas: la civil, la política y la social;
ble a partir de la noción de “prueba” a la que que son producto del camino de expansión
son sometidos. Los soportes institucionales a de derechos que corresponden a cada siglo
los que hacemos referencia tienen un carácter de la edad moderna. El elemento civil está
político y estado céntrico, pero también pue- compuesto por los derechos necesarios para
den pensarse como parte de una forma efec- la libertad individual de la persona, libertad
tiva a través de la cual los individuos deben de palabra, pensamiento y fe, derecho a po-
dar cuenta de sí mismos en relación con los seer propiedad y concluir contratos válidos, y
fenómenos sociales. Para una discusión sobre el derecho a la justicia. El elemento político
estas nociones, remitimos al trabajo de Nar- refiere al derecho a participar en el ejercicio
dín (2017) y a Di Leo, Camarotti, Güelman del poder político, como candidato y como
& Touris (2013). elector. Finalmente con elemento social se re-
127
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

contemplar grados de pertenencia y reco- prisma nos brinda elementos para reactualizar
nocimiento y comprender quiénes deciden la pregunta por la tensión ciudadanía-sistema
y sobre qué temas (Jelin, 1997). Más allá educativo, rediscutir la idea de pertenencia a
de los diferentes significados que adquirió un común en tiempos de dispersión y frag-
a lo largo de la historia, el sistema educativo mentación y las combinaciones posibles en el
históricamente ocupó un lugar central en la par igualdad-jerarquía.
conformación del ser ciudadano, fundamental- La dispersión y fragmentación del sistema
mente orientada a la construcción de una ciu- educativo argentino –especialmente constata-
dadanía nacional, de pretensión homogénea, ble en el nivel secundario–, que fue objeto de
capaz de incorporar el conjunto de derechos amplia reflexión, deriva en la conformación de
y responsabilidades. En el mundo contem- comunidades educativas orientadas a la pro-
poráneo, de características más cosmopolitas, moción de ciertos valores, así como la cons-
enfrentemos el desafío de pensarla a la par de trucción de una atmósfera escolar y propuestas
la constatación de la coexistencia de múltiples acordes a las expectativas de distintos grupos
identidades (Kymlicka & Norman, 1997). (Tiramonti & Ziegler, 2008). Esta diversifi-
Este, y otros fenómenos, resignifican sus senti- cación puede ser vista como parte de una es-
dos. Probablemente, pocos estudios hayan leí- trategia de una escuela que busca orientarse a
do con tanta agudeza las transformaciones del los públicos que acceden o como parte de una
contexto social en el ámbito latinoamericano, fragmentación producto de la expansión a tra-
y su impacto en las posibilidades de agencia vés de inclusiones desiguales (Saraví, 2015). Si
juvenil, como el trabajo de Rossana Reguillo por un lado parecieran incrementarse las posi-
(2000) donde discute el modo en que nuestras bilidades de elegir a qué escuela asistir –aspec-
sociedades conciben la democracia y la ciuda- to más visible para algunos sectores–, dichas
danía. La autora se muestra particularmente oportunidades se encuentran desigualmente
interesada en explorar si efectivamente se con- distribuidas entre quienes pueden optar entre
figura un actor político a través de un conjunto distintas alternativas y quienes sólo pueden
de prácticas culturales, haciendo hincapié en elegir entre aquellas más cercanas o por descar-
la sociabilidad juvenil como un tema central te. Esto puede deberse no sólo a las diferencias
para comprender lo contemporáneo. Por otra en recursos sino también en las expectativas
parte, nos situamos en una perspectiva que si entre lo deseado y lo posible, en tanto se eri-
bien reconoce su estatus jurídico de igualdad, gen fronteras simbólicas que trazan diferentes
considera que históricamente la ciudadanía destinos.
implicó modos de pertenencia a una comuni- Volviendo a nuestro foco de interés, la
dad política organizada a la vez que una es- existencia de una constelación de institucio-
tratificación o diferenciación de prerrogativas nes se traduce en la práctica, y en particular en
entre sus miembros (Andrenacci, 2003). Este relación a la ciudadanía, en diferentes apren-
dizajes y experiencias escolares para los jóvenes
(Núñez & Fuentes, 2015). Cada tipo de insti-
tución pareciera exigir atributos diferenciales,
fiere a toda una variedad de derechos, desde el
proponer modos distintos de aprendizaje y
derecho a una medida de bienestar económi-
ejercicio de los derechos, las formas de vincu-
co y seguridad hasta el derecho a compartir la
lación en el marco institucional entre docentes
herencia social y llevar una vida acorde a las
y estudiantes; dimensiones que inciden en las
pautas que prevalezcan en esa sociedad. Estos
motivaciones a la participación. De esta for-
ejes adquieren una ponderación diferente de
ma, se exacerban las distancias entre sectores
acuerdo a las características de cada sociedad.
128
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

sociales, dificultando la construcción de un nuevas y pequeñas desigualdades iniciales, las


universal común (Saraví, 2015). cuales van desde la elección del establecimien-
Esta cuestión nos lleva al último punto de to, la inscripción en esparcimientos culturales
esta introducción, ya algo extensa. El estudio favorables al éxito escolar, las clases de apoyo,
de la desigualdad implica también discutir so- o la estimulación de aprendizajes precoces.
bre la categoría de diferencia. En este sentido, En los próximos apartados, examinamos estas
el trabajo de Therborn es clave para pensar tendencias indagando en la conformación de
su complejidad. Mientras las diferencias son comunidades educativas y la propensión juve-
dadas o elegidas (en términos de estilos) las nil a la participación en protestas o marchas.
desigualdades se construyen socialmente. En
la base de la desigualdad siempre hay algo en Desigualdad en la participación:
común. Por lo tanto, la desigualdad puede ser la importancia de los
pensada como una diferencia que viola algu- estilos institucionales
na norma/supuesto de igualdad (Therborn, En el periodo que va entre los años 2005 y
2015). Precisamente la ciudadanía es ese algo 2009 formamos parte de una investigación
en común que tenemos, pero que puede llevar coordinada por el Área Educación de FLAC-
a sentirnos tratados de manera injusta y, así, SO en la cual participaron cuatro equipos de
desiguales. la misma cantidad de jurisdicciones del país
Efectivamente, ante las dificultades para (Provincia de Buenos Aires, Ciudad de Bue-
lograr que más jóvenes sostengan su proce- nos Aires, Salta y Neuquén)4. Tal como seña-
so de escolarización investigaciones recientes lamos más arriba, por esos años la sociología
presentan evidencia acerca de que pareciera de la educación planteaba el concepto de frag-
ser menos un problema de ingresos que de mentación educativa como prisma para obser-
organización de la propuesta educativa y prác- var las características que asumía un sistema
ticas implícitas que funcionan como límite. educativo en transición entre dos leyes, una
La presencia de un discurso de derecho en las sancionada en el año 1993 y la otra precisa-
normas y legislaciones no es condición sufi- mente en 20065. Aún coincidiendo en gran
ciente para un trato en los mismos términos
en la cotidianeidad escolar (Gluz & Moyano,
2014). Estas formas de pensar el par igualdad/ 4 Nos referimos al Proyecto PAV “Interseccio-
desigualdad, reconocibles en los actores esco- nes entre desigualdad y educación media: un
lares, funcionan como categorías excluyentes, análisis de las dinámicas de producción y re-
como fronteras que delimitan posibilidades producción de la desigualdad escolar y social
(Chaves, Fuertes & Vecino, 2016). En defini- en cuatro jurisdicciones” (PAV-108/2003). La
tiva, así como las posibilidades de transitar por investigación se realizó en veinticuatro escue-
una experiencia escolar gratificante no es fruto las secundarias, de gestión estatal y de gestión
únicamente de la posesión de recursos econó- privada, de diferentes modalidades (bachiller,
micos –y aún coincidiendo con la necesidad comercial, técnica) en cuatro jurisdicciones
de discutir la matriz tradicional de la escuela del país (Ciudad de Buenos Aires, Provincia
media, su formato y modos de organización de Buenos Aires, Neuquén y Salta), fue diri-
(Terigi, 2008; Nobile, 2011) – creemos que es gida por Inés Dussel y contó con la partici-
necesario resaltar los aspectos relacionales de pación de equipos de universidades de cada
la desigualdad. Recientemente Dubet (2015) provincia.
enfatizó en la necesidad de dar cuenta de la
5 La Argentina cuenta desde 2006 con una nue-
democratización segregativa, el conjunto de
va Ley Nacional de Educación (Nº26.206)
129
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

parte con este diagnóstico, encontrábamos de cada comunidad implicaba para los jóve-
que era preciso describir con mayor precisión nes transitar una experiencia con mayores o
las características que asumían las líneas de di- menores grados de gratificación y desiguales
ferenciación entre las escuelas. accesos a la ciudadanía, en un escenario ca-
Una de las cuestiones que más nos llamó la racterizado por la dificultad para construir un
atención durante dicha investigación fue que vínculo universal con la ley.
a la tradicional presencia de experiencias des- Efectivamente, cada comunidad educativa
iguales entre instituciones que reciben jóvenes busca promover actitudes y disposiciones que
de un perfil socio-económico, consecuencia priorizan aspectos distintos ante la vida en co-
de los modos de distribución de la matrícula mún, y, de este modo, producen experiencias
escolar, se sumaba la configuración de diferen- escolares diferentes de acuerdo a los sectores
tes tipos de comunidades educativas. De esta sociales que estudian allí. Seguimos aquí la
forma, hallamos la presencia de desigualdades idea de Walzer (2004) para quien la perte-
horizontales, debidas a los intentos de dife- nencia es el primero de los bienes primarios
renciación entre las instituciones que reciben que se distribuyen en una sociedad. Para este
jóvenes de un perfil socio-económico similar autor, la misma idea de su existencia presupo-
que se traducía en diferencias en los apren- ne un mundo de demarcaciones, de entre las
dizajes y las posibilidades en su experiencia cuales la más importante refiere a la decisión
escolar (Núñez & Litichever, 2015). De ma- de a quién integrar a la comunidad confor-
nera concomitante, la búsqueda por ser parte mada. Ese grupo de hombres y mujeres que
conforman la comunidad política intercam-
bian, dividen y comparten los bienes sociales
entre ellos, se distribuyen entre sí el poder y
que estableció la obligatoriedad del nivel
tienden a evitar compartirlo con otros. Es que
secundario e intentó dotar de mayor homo-
toda comunidad, para funcionar efectivamen-
geneidad a un sistema educativo que había
te como tal, cuenta con un derecho –aunque
atravesado en los años noventa una reforma
limitado– al cierre, a la implantación de lími-
virulenta. Recordemos que en la década del
tes al ingreso a la misma. La conformación
noventa se sancionó no sólo la Ley Federal
de comunidades educativas, expresadas en la
de Educación Nº24.195/93, sino que previa-
producción de distintos estilos institucionales
mente se implementó la Ley de Transferencia
implica, por lo tanto, una tensión entre la in-
(Nº 24.048/91), que habilitó el traspaso de
clusión y la exclusión.
aquellas instituciones que estaban aún bajo
Tal como sostuvimos en el apartado ante-
jurisdicción nacional –el nivel primario había
rior, un escenario con incremento de las tasas
sido ya transferido por la dictadura militar
de cobertura del nivel medio, trastoca las ex-
en 1977–. El resultado de la combinación de
pectativas de los sujetos, pero esto no obtura
ambas normativas fue un proceso de descen-
la reafirmación de jerarquías. Es decir, la mera
tralización estatal, transferencia a las provin-
posibilidad de obtención de un bien (el acceso
cias de las escuelas de sector medio, cambio
al nivel secundario, posteriormente la titula-
en la estructura de los niveles, renovación de
ción) permite considerar la dinámica que ad-
los contenidos curriculares, aumento en la
quiere la desigualdad de recursos (Therborn,
inversión educativa y la implementación de
2004). Sin embargo, si contempláramos sólo
políticas focalizadas en los sectores de mayor
este aspecto nos quedaríamos en un nivel de
vulnerabilidad social y económica, desde una
abstracción que, aun siendo válido, impide
perspectiva asistencialista (Tedesco & Tenti
observar las dinámicas cotidianas de la des-
Fanfani, 2002).
130
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

igualdad, las formas de agrupación y exclu- aumentó la cantidad de establecimientos, se


sión, los atributos considerados legítimos en expandió la matrícula de manera más diná-
cada institución; en definitiva, las formas de mica en los márgenes, en entornos rurales o
transitar una experiencia escolar ahora más ex- donde no existía infraestructura, proliferaron
tendida para las distintas clases sociales. intentos de cambio en el formato, se proyec-
Llegados a este punto, y con la intención taron nuevas escuelas universitarias –en este
de robustecer nuestros argumentos, precisa- caso dependientes de universidades en el co-
mos recurrir a la noción de experiencia escolar. nurbano bonaerense–, pero esta ampliación
La misma permite dar cuenta de la forma en fue acompañada por un crecimiento heterogé-
que esos recorridos, vivencias y sentires “in- neo, que generó una disparidad de situaciones,
dividuales” se inscriben en relaciones sociales preservando (e incluso podríamos insinuar
de poder e históricamente situadas (Rockwell, potenciando) las desigualdades de acuerdo al
1990). En tanto nuestra intención es dar cuen- tipo de institución. Es más, sostendremos que
ta de las formas desiguales de construcción de en un escenario de dispersión y fragmentación
ciudadanía, precisamos conocer las relaciones, los distintos tipos de comunidades educati-
significaciones, lógicas de acción y estrate- vas funcionan como líneas de división que se
gias a través de las cuales estudiantes y pro- plasman en desigualdades. Tal como enfatizan
fesores se constituyen en su integración a un quienes exploraron las transformaciones re-
espacio escolar con diversas lógicas de acción cientes en la estructura social, en un contexto
institucional (Dubet & Martuccelli, 1998) y de incremento de los niveles de estudios de
así comprender las lógicas predominantes en la población adquieren más importancia los
cada institución educativa, sus tradiciones, factores complementarios a los niveles de es-
modos de hacer, la institucionalidad existente tudio como las instituciones proveedoras de
en lo relativo a las posibilidad de participación credenciales o atributos como el capital social,
estudiantil. la habilitad para manejarse dentro de ciertos
En los últimos años la investigación edu- contextos socioculturales o la apariencia per-
cativa aportó considerables evidencias que sonal (Benza, 2016). En el caso de la confi-
permiten afirmar que las experiencias esco- guración actual del sistema educativo resulta
lares juveniles difieren considerablemente de esencial dar cuenta de la conformación de
acuerdo al tipo de institución en que estudien, las comunidades educativas como forma de
las dinámicas que allí tienen lugar y el clima aproximarnos a comprender las dinámicas de
escolar que se configure, lo que otorga un peso desigualdad.
notable al análisis de los estilos institucionales En esa investigación, junto a Lucía Liti-
(Litichever, 2010). En síntesis, podemos insi- chever, agrupamos las escuelas en cuatro tipos
nuar que, en los últimos tiempos, al proceso de comunidades educativas: las endogámicas,
de fragmentación se sobreimprime una distin- otras con énfasis en la formación ciudadana,
ción entre tipos de comunidades educativas, instituciones desgranadas y las conexas6. En el
donde la modalidad no tiene tanta impor-
tancia sino el ámbito formativo, la orienta-
ción general de la propuesta escolar, el clima
6 Más allá de los ejemplos concretos conside-
educativo que se conforme. Dicho de manera
ramos que en muchas instituciones conviven
más clara, en estos años el sistema educativo se
diversas características; de acuerdo al énfasis
expandió sin un patrón uniforme o, para usar
que se le otorgue a cada una de ellas prevale-
una metáfora, con un patrón uniformemente
cerá un tipo de comunidad. En este trabajo,
deformado (Núñez & Litichever, 2015). Se
nos enfocaremos al análisis de las dimensiones
131
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

momento de construir la tipología contempla- ticulan la enseñanza en diferentes áreas vin-


mos diferentes aspectos: las formas de selec- culadas con la ciudadanía y la participación).
ción de la matrícula (cuotas, examen, aspectos Asimismo, si bien presentamos una tipología,
informales), el tipo de propuesta educativa, las que en la práctica funciona como una foto-
representaciones existentes sobre los jóvenes, grafía de los elementos más reconocibles en
los vínculos intergeneracionales, entre otras cada institución, es preciso considerar que di-
cuestiones. El análisis de las comunidades chos componentes atraviesan por procesos de
educativas implica así una doble mirada en transformación que podría llevar a mutaciones
torno a la organización de cada establecimien- de sus características más visibles y deben ser
to. En primer lugar, es necesario hacer hinca- continuamente revisadas.
pié en los aspectos normativos de la organiza- En cada una de las comunidades educati-
ción escolar, particularmente en el modo en vas predomina una impronta, por ejemplo, el
que dicha organización determina el tipo de primer tipo (las que denominamos endogámi-
comunidad conformada. En segundo lugar, cas) se caracteriza por conformar un ambiente
implica considerar aquellas variables que en- cerrado, protegido y altamente valorizado por
fatizan las características de los estudiantes, de los sujetos que asisten a ellas. Por lo general, se
los docentes y directivos que concurren a ella, trata de instituciones que cuentan con meca-
y cómo los vínculos que se establecen redun- nismos de selección que regulan el cupo: me-
dan en la conformación de una comunidad diante exámenes, la alta exigencia, el derecho
más democrática o más excluyente. de admisión, o el valor de la cuota. El segundo
El perfil institucional de cada escuela, sus grupo de establecimientos lo denominamos
tradiciones y formas de organización, la pro- de formación para la ciudadanía, ya que son
puesta pedagógica, la existencia de espacios instituciones donde prevalece una preocupa-
de participación e intervención de los estu- ción por desarrollar una formación crítica y de
diantes, tanto como las percepciones juveni- compromiso con la sociedad, que establecen
les acerca de lo que es posible o no hacer en sólidos vínculos con el conjunto social. Por lo
dicha institución y el sentimiento de perte- general se trata de instituciones de larga tra-
nencia a la misma, son indicadores del tipo yectoria, algunas de ellas fundadas a fines del
de construcción comunitaria que tiene lugar siglo XIX, otras a principios o mediados del
y, fundamentalmente, de lo que la institución XX. En el tercer tipo de comunidades, que
busca fomentar en lo relativo a la experiencia caracterizamos como desgranadas, predomi-
escolar juvenil. Es preciso aclarar que, en esta nan los discursos acerca de la peligrosidad de
oportunidad, se abordarán las dimensiones determinado tipo de jóvenes, cobrando la for-
mencionada, las cuales no agotan, ni mucho ma de relatos útiles para justificar la existencia
menos, los componentes de la construcción de de mecanismos informales de exclusión. Este
ciudadanía juvenil en la escuela (que podrían tipo de instituciones ofrece a los jóvenes una
incluir las relaciones pedagógicas, la construc- experiencia educativa incierta: si bien conocen
ción de autoridad y la enseñanza y el aprendi- cuándo inician su escolarización secundaria no
zaje, así como la relación con la comunidad, saben bien cuándo finaliza ya que a lo largo de
la propuesta curricular, los proyectos que ar- los años se desprenden múltiples trayectorias
divergentes. Por último, otro conjunto de es-
tablecimientos, que denominamos comunida-
des conexas, buscan generar herramientas que
señaladas sin por eso dejar de reconocer que
permitan revertir las desigualdades sociales del
existen otros aspectos de la vida escolar que
contexto en el que se encuentran. El espacio
pudieran ser relevantes.
132
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

escolar, al poder ser apropiado genera un sen- de Estudiantes7 consolidado, participación


timiento de pertenencia de mayor intensidad de los estudiantes en diferentes espacios e
en los alumnos, y logra disminuir, según lo instancias como Consejos de Aula, pero con
argumentan los actores escolares, considera- reglamentos de convivencia más tradiciona-
blemente los niveles de violencia que carac- les, las desgranadas carecen de estos espacios
terizarían al entorno. En estos casos, la idea y la regulación suele enfocarse en una serie
de comunidad refiere a un tipo de comunidad de conductas juveniles que buscan ser pro-
incluyente, en la cual el respeto y el reconoci- hibidas. En las instituciones conexas existen
miento de derechos es el eje que vertebra las instancias como asambleas o jornadas de con-
relaciones entre los diferentes actores. vivencia y los estudiantes se encuentran más
Si bien son varios los aspectos que hacen a involucrados en la elaboración de las normas,
la construcción de una comunidad educativa, aun cuando la presencia de instancias como
una de las cuestiones esenciales para pensar en el Centro de Estudiantes o el Consejo de
términos de la ciudadanía refiere a lo que aquí Convivencia8 son intermitentes en su accio-
llamaremos soportes institucionales, la presen- nar. Asimismo, y a diferencia de las escuelas
cia de instancias reconocibles de participación, más tradicionales, en estos establecimien-
el tipo de reglas de convivencia, el lugar de los tos suelen existir también acuerdos áulicos
derechos y las posibilidades de expresión). Las (donde estudiantes y docentes establecen
comunidades educativas, y los estilos institu-
cionales que de ellas se derivan, operan en una
doble vía: establecen criterios de inclusión en 7 Los Centros de Estudiantes son espacios ins-
la comunidad en tanto brindan el mapa que titucionales de representación del alumnado,
los jóvenes deben conocer para lograr adaptar- con autoridades electas por voto. A partir del
se a la comunidad construida y presentan tam- 2013, con la Ley de centros de estudiantes Nº
bién las opciones consideradas legítimas como 26.877 se estableció su carácter obligatorio.
modos de participación estudiantil, expresado Sin embargo, no hay datos concretos sobre la
en la existencia o no de Centros de Estudian- cantidad de centros existentes en todo el país
tes, delegados, Consejos de Convivencia, dis- y, por lo general, suele tratarse de un espacio
tintas instancias institucionales y modos de de mayor dinamismo en algunas instituciones
apropiación y circulación por el espacio es- más emblemáticas o con tradición de partici-
colar. Al estudiar los marcos normativos que pación política de sus estudiantes.
organizan los vínculos escolares podemos dar
8 Los Consejos de Convivencia son instancias
cuenta del peso de aspectos institucionales en
de resolución de conflictos de convivencia,
la experiencia escolar juvenil. De esta forma, el
con representación de familias, docentes y
grado de participación en la elaboración de los
estudiantes. Su creación está planteada en la
Acuerdos Escolares de Convivencia, los aspec-
Ley Nº 26.892/2013 para la Promoción de
tos que se regulan así como su conocimiento
la Convivencia y el Abordaje de la conflicti-
de las normas y tipos de injusticias percibidas
vidad social en las institucionales educativas y
por las y los jóvenes dan cuenta de procesos
es impulsada por los Programas de Conviven-
de desigualdad a los cuales es necesario prestar
cia existentes a nivel nacional y jurisdiccional.
atención. Mientras las escuelas de formación
Las normativas también prevén la existencia
para la ciudadanía se caracterizan por contar
de Acuerdos Institucionales de Convivencia,
con espacios institucionales como el Centro
también llamados Reglamentos de Conviven-
cia, donde se plasman las cuestiones acorda-
das por los actores educativos.
133
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

condiciones de cursada de cada materia, tanto Lo cierto es que el nuevo trabajo de cam-
en lo relativo a evaluaciones y presentación de po nos acercó a instituciones que despliegan
trabajos como a posibilidades de tomar mate, estrategias y cuentan con aspectos institucio-
escuchar música mientras trabajan en grupo o nales particulares al punto que permiten hacer
sobre el uso de teléfonos celulares). En estas referencia a un tipo de establecimiento fácil-
escuelas, más allá del valor otorgado a los so- mente identificable. No contamos aún con los
portes institucionales de carácter más formal, elementos necesarios para señalar si efectiva-
predominan estrategias de personalización de mente implica una profundización del pro-
los vínculos que otras investigaciones hallaron ceso de fragmentación educativa o más bien
como rasgo de la experiencia escolar en la es- respuestas a ese fenómeno, en tanto espécimen
cuela media contemporánea (Nobile, 2011). que da cuenta de algo distintivo, pero no asi-
Ahora bien, la consolidación de cada una milable de forma exacta. Tentativamente, nos
de estas comunidades educativas puede im- animamos a señalar que pareciera ser más bien
plicar la construcción de un límite que dis- síntoma de la respuesta a la fragmentación,
tinga categorías externas –quienes ingresan a una intención de recuperar ciertos aspectos
determinado tipo de instituciones y quienes prototípicos de la institución combinados con
no– (Tilly, 2000). En el caso que analizamos, abordajes innovadores.
la posibilidad de asistir a una institución que Efectivamente, en un contexto de disyun-
cuenta con distintos recursos para la participa- ción entre escuela y trabajo (Kessler, 2010)
ción podría incrementar las distancias sociales existe una tensión entre las nociones incluyen-
entre un grupo de personas autopercibidas tes de la escolaridad y las de signo excluyente
como comprometidas, participativas, preocu- del mercado laboral que afecta principalmente
padas por la realidad social y quienes transitan a las escuelas de modalidad técnica, aunque no
otras experiencias educativas que carecen de solamente. A partir de las aproximaciones du-
estos incentivos a la participación. Los altos rante el trabajo de campo es plausible señalar
niveles de participación en algunos tipos de que en estas instituciones se valora cierta disci-
instituciones también pueden operar como plina escolar y sociabilidad entre estudiantes y
una estrategia de cierre social, en términos docentes más que el saber en sí –aunque tam-
weberianos, ampliando las distancias sociales. bién tienen lugar aprendizajes concretos que
A pesar del tiempo transcurrido entre esa son más valorados por los jóvenes–. Las es-
investigación y los proyectos más recientes, el cuelas que aquí denominaremos en transición
trabajo de campo de la última investigación son, por ejemplo, instituciones de la modali-
permitió constatar no sólo la vigencia de esta dad técnica o artística, tradicionales escuelas
tipología, sino que nos encontramos con nue- normales y ex nacionales que se encuentran
vos perfiles de instituciones. Podríamos allí atravesando las tensiones propias de la rede-
haber intentado forzar las categorías, ampliar- finición de sentidos sobre la escuela media.
las para que “cuajaran” dentro de una o bien Estos establecimientos no están directamente
insistir en destacar los matices, aún a riesgo de vinculados a la función anterior, sino que su
tener que ir incorporando nuevos “tipos” de matrícula es más heterogénea socialmente.
instituciones. Decidimos tomar este camino, Pueden preservar un énfasis en la formación
siendo conscientes de que la creación de nue- en talleres o humanista, según correspondiere,
vas categorías para dar cuenta de diferentes pero sin un trazo que relacione estos aspectos
instituciones debe tener algún tipo de límite con la concreción de un futuro laboral. En de-
aún por construir. finitiva, su manifestación más clara es la hete-
rogeneidad y puede leerse como cercanas a las

134
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

comunidades conexas, aunque los intentos de lados a la construcción de la ciudadanía como


inclusión por parte de los equipos directivos la presencia de espacios de participación y el
son más volátiles que en estas. A su vez, el peso lugar de las normas de convivencia:
de las tradiciones parecen mayores, aspecto
que otorga cierta certidumbre institucional
que la hace más confiable a ojos de las fami-
lias y estudiantes que concurren. Entendiendo
que todas las instituciones se encuentran atra-
vesando un proceso de reconfiguración opta-
mos por denominarlas como “en tránsito”. En
tránsito en cuanto al perfil de su matrícula, en
tránsito entre una institucionalidad con én-
fasis en la salida laboral a uno más orientado
a la sociabilidad y la ciudadanía, a mitad de
camino entre el sostenimiento de su premisa
formativa original hacia otras funciones, en
tránsito, en definitiva, entre generaciones que
requieren y valoran distintos aspectos del pro-
ceso de escolarización.
En estas comunidades educativas los estu-
diantes son aprendices, pero ya no principal-
mente de ciertos saberes prácticos necesarios
para la incorporación de un oficio, sino de
relaciones de respeto, de curiosidad, de cono-
cimientos y habilidades que se acumulan y se
transmiten a través de la interacción social, de
alguien que “sabe” a otro que se está formando
en esa actividad (Sennett, 2007). Los jóvenes
valoran esa presencia de otro que guía y que, a
través de ese recorrido, desdibuja las desigual-
dades en tanto si bien “en el trabajo artesanal
tiene que haber un superior que establezca pa-
trones y que dé formación, en el taller las des-
igualdades de habilidad y experiencia se con-
vierten en un asunto de relaciones personales”
(Sennett, 2007: 39-40). Muy posiblemente la
valoración de estas instituciones se deba a esta
atenuación de las desigualdades así como a la
posibilidad de incorporar cierta disciplina, no-
ciones de respeto y trabajo en común también
necesarias en la futura incorporación al merca-
do de trabajo. En el cuadro 1 puede observar-
se la tipología propuesta, donde presentamos,
por un lado, sus principales características y
perfil social y, por el otro, los aspectos vincu-

135
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

Cuadro 1
Tipo de Escuelas Escue- Escuelas Escuelas Escuelas
Escuela de “forma- las “en “conexas” “desgranadas” “endogámi-
ción para la tránsito” cas”
ciudadanía”
Caracte- Escuelas de- Mayor he- Escuelas Escuelas de Escuelas
rísticas pendientes de terogenei- de formato distintas de gestión
modalidad universidades dad de la innovador modalidades privada,
y perfil nacionales. matrícula. (ejemplo ex con perfil Escuelas
Ex nacionales Escuelas de EMEM en socioeconómi- Universita-
y normales modalidad Caba), Ex na- co homogéneo rias,
ubicados técnica, cionales más de sectores Perfil
en zonas escuelas heterogéneos populares socioeco-
céntricas. normales. socialmente. nómico
Presencia Escuelas homo-
de filtros de de distinta géneo de
selección (exá- modalidad sectores
menes, sor- con cambio medios al-
teos, selección en perfil de la tos y altos
encubierta) matrícula
Caracterís- Histórica Presencia CE de menor Sin Centro de Diferencias
ticas “cons- presencia de fluctuante presencia, en Estudiantes, en en cues-
trucción de CE de CE algunos casos algunos casos tiones que
ciudadanía” Reglamentos elección de elección de se regulan,
tradicionales Reglamen- delegados delegados. tipo de
que incorpo- tos tradi- Acuerdos Ins- actividades
rar referencias cionales titucionales Acuerdos solida-
a los dere- de Conviven- Institucionales rias y de
chos de los Regulación cia elaborados de Convivencia compromi-
estudiantes informal con partici- que enfatizan so social,
Mayor impor- sobre la pación de los en temores orienta-
tancia de ins- vestimenta estudiantes y hábitos de ciones y
tancias como Asambleas y conducta énfasis en
Consejos de Jornadas de (cumplimiento aspectos
Aula Convivencia de los horarios) de la
y vestimenta formación.

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyectos “Intersecciones entre desigual-


dad y educación media: un análisis de las dinámicas de producción y reproducción de la
desigualdad escolar y social en cuatro jurisdicciones” (PAV-108/2003) y PICT 2014-2958
“Escuela secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

136
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

¿Quiénes participan? Diferentes escuelas del nivel secundario ubicadas en es-


(y desiguales) formas de pacios segregados socio-espacialmente que re-
construcción de la ciudadanía dundan en la conformación de una matrícula
homogénea en términos socio-económicos y
Luego del recorrido propuesto, resta intentar
otras ubicadas en zonas céntricas más hete-
un último ejercicio que brinde elementos para
rogéneas en términos de orígenes sociales de
sostener argumentos acerca de la existencia de
los y las estudiantes. También en paralelo se
una correlación entre los tipos de comunida-
consideró incluir en cada ciudad escuelas con
des educativas, expresadas en distintos estilos
el mismo tipo de especialidad: bachilleratos de
institucionales, y la propensión a la participa-
formación general, escuelas con orientación
ción juvenil, constatable en los recursos mo-
en arte y escuelas técnicas. La selección se basó
vilizables. A continuación, presentamos los
en una muestra intencional en escuelas que re-
resultados de una encuesta auto administrada
presentan comunidades educativas similares,
realizada a 338 estudiantes de 3ro y 4to ó 4to
para poder así preguntarnos tanto por las re-
y 5to año, según cada jurisdicción. El trabajo
gularidades en los modos de resolución de los
de campo se realizó en nueve escuelas de tres
conflictos, de construcción de la convivencia y
centros urbanos de la Argentina: Ciudad de
la ciudadanía, o el uso de las TIC, como por
Buenos Aires, tres localidades de la Provincia
las diferentes formas en las cuales los actores
de Buenos Aires y Comodoro Rivadavia en la
escolares enfrentan estas cuestiones.
Provincia de Chubut. En cada centro urbano
En esta oportunidad, prestamos las res-
se seleccionaron escuelas con proyectos que
puestas a una de las preguntas del apartado
atraviesan la organización escolar (la conviven-
sobre participación. Nuestro objetivo es sen-
cia, la participación de estudiantes en centros
cillo, queremos constatar si tuvieron experien-
de estudiantes, la educación sexual o intentos
cias de participación en diferentes espacios y si
de reorganización curricular) y la dinámica de
es factible encontrar una correlación entre el
la institución. De esta forma, se incorporó a
tipo de comunidad educativa, retomando las
los análisis una perspectiva que tuvo en cuenta
dimensiones que presentamos en el apartado
cómo repercute la situación social de cada lo-
anterior, y la motivación al involucramiento
calización, pero también las traducciones y re-
en esas instancias. En esta sección, presenta-
significaciones que ello asume en el marco de
mos los resultados, primero diferenciando si
cada institución en particular (UNIPE, 2018).
participan o no de acuerdo a jurisdicción y
Además de seleccionar tres jurisdicciones
tipo de institución, para finalmente explorar
del sistema educativo, con normativas, progra-
en los tipos de protestas de los que se involu-
mas y políticas públicas diferentes (claramente
cran. Nos interesa dar cuenta de un proceso de
en el caso de la Ciudad de Buenos Aires con
el diseño de la denominada Secundaria del
Futuro9) en cada una de ellas, consideramos
reforma se sucedieron una serie de moviliza-
ciones y tomas de escuelas. Cabe aclarar que
9 En el año 2017, el Gobierno de la Ciudad de en la Argentina, si bien existen organismos
Buenos Aires promovió la Escuela Secundaria que buscan orientar de manera general la po-
del Futuro, proyecto que busca reorganizar a lítica educativa a nivel nacional (desde el Mi-
cantidad de materias, agrupar contenidos, es- nisterio de Educación y el Consejo Federal de
tablecer trayectos por créditos y la realización Educación donde están representados todos
obligatoria de pasantías en empresas durante los ministros provinciales), la gestión del sis-
la mitad del último año de cursada. Ante la tema educativo depende de cada jurisdicción.
137
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

reconfiguración de los sentidos sobre la ciuda- bajo de campo– muestra los mayores niveles.
danía, de la presencia de temáticas y un modo Sin embargo, la diferencia con Comodoro Ri-
de involucramiento político que se encuen- vadavia no es tan marcada, aspecto que nos
tra equidistante tanto de prácticas militantes alerta sobre pensar las dinámicas de participa-
(aunque quienes militan más activamente ción en el centro del país. Al mismo tiempo,
suelen participar de la mayoría de ellas) como ambas jurisdicciones atravesaron coyunturas
de la supuesta apatía juvenil. Entendemos que particulares. En la Ciudad de Buenos Aires se
la asistencia a marchas permite observar dos trató de la discusión por los cambios curricu-
cuestiones: qué temáticas los interpelan y la lares propuestos por la denominada Escuela
forma en que se reconfiguran el espacio esco- Secundaria del Futuro, mientras que en Co-
lar y el público, principalmente, el lugar que modoro Rivadavia primero fue la inundación
ocupan mujeres y varones. de la ciudad, pero durante el año 2018 la mo-
En la encuesta, además de consultarles so- vilización ocurrió por la demanda del boleto
bre la presencia de Centro de Estudiantes, las estudiantil, solapada con la discusión por la
acciones que realizarían ante situaciones hipo- Ley IVE. En ambos casos pareciera tratarse de
téticas como un problema de infraestructura sucesos que amplifican la participación10. Por
o las formas de distribución de bienes escasos, su parte, en la ciudad de La Plata, particular-
si participaban en espacios como centro de mente en una de las instituciones considera-
estudiantes, partidos políticos, movimientos das, los estudiantes tienen una activa partici-
feministas o de reconocimiento de la diversi- pación en la marcha en conmemoración de la
dad sexual, sindicatos, agrupaciones barriales, denominada Noche de los lápices11.
les preguntamos si habían participado alguna
vez de una marcha o protesta. Entre las op-
ciones listamos aquellas acciones propias del
calendario de los movimientos sociales y par-
tidos políticos (desde la marcha conmemora-
ción del golpe de Estado del 24 de marzo, la
del 16 de septiembre, la marcha del orgullo
LGBTQ), por aspectos educativos (organizada
por el centro de estudiantes o alguna movili-
zación por el derecho a la educación o contra
reformas educativas), actividades de partidos
políticos o las más novedosas –y quizás tam-
bién más numerosas– referidas al movimien- 10 En este punto, cabe aclarar que posiblemen-
to #NiUnaMenos o el paro de mujeres. En te ante los sucesos ocurridos en Moreno en
el momento en que realizamos el trabajo de agosto de 2018 puede modificarse, lo que nos
campo no estaba en discusión el proyecto por recuerda la necesidad de pensar los fenóme-
la ley de legalización del aborto. nos socioeducativos de manera situada y eva-
Tal como es posible apreciar en el Cuadro luando el impacto de las coyunturas políticas.
2, los niveles más bajos de participación ocu-
11 Conmemoración de la desaparición de un
rren en la Provincia de Buenos Aires (en reali-
grupo de estudiantes secundarios de la ciudad
dad contemplaba las localidades de La Plata y
de La Plata que reclamaban por la implemen-
Moreno), mientras que la Ciudad de Buenos
tación de un boleto estudiantil en septiembre
Aires –jurisdicción que además atravesó una
de 1976 durante la última dictadura militar
coyuntura particular cuando realizamos el tra-
en la Argentina.
138
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

Cuadro 2:
Participación en algún tipo de marcha/protesta

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyecto PICT 2014-2958: “Escue-


la secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

Ahora bien, nuestro foco es la institución edu- de actividades (posiblemente la distancia en-
cativa, por lo que nos interesaba observar la tre el lugar donde se encuentra la escuela y los
misma pregunta por establecimiento. Si bien lugares de manifestación disminuya estas posi-
en el siguiente cuadro aparece cada uno de bilidades). Aquí también hallamos diferencias
ellos, agregamos un color diferente para po- notorias ya que las escuelas que denominados
der analizarlos en tanto estilos instituciona- de formación para la ciudadanía son las que
les. Agrupamos las escuelas dependientes de concentran los niveles más altos de participa-
universidades, las técnicas, dos de modalidad ción de manera casi pareja, aunque levemente
artística y tres bachilleratos que concentran mayor en PBA que en CABA –70,9 y 70,6%,
una población más homogénea en términos respectivamente–, seguidas por las en transi-
de niveles socio educativos de padre/madre12. ción (una artística de Comodoro Rivadavia
Es decir, las comunidades de formación para –74,7%–, la otra técnica artística en CABA
la ciudadanía (donde ubicamos a las depen- –56,9%–). Las escuelas agrupadas en las co-
dientes de las universidades nacionales), otras munidades conexas, con la excepción de la
en transición (ambas de modalidad artística situada en Moreno, presentan un comporta-
y con alta participación de sus estudiantes), miento similar (50,4 la de modalidad técnica
dos desgranadas y tres conexas, una de ellas de Comodoro Rivadavia y 47,4% la bachiller
situada en la zona oeste del Gran Buenos Aires de CABA). Finalmente, las escuelas de comu-
en un barrio con poca conexión al centro del nidades desgranadas muestran los niveles más
distrito sólo el 16% dice haber participado de bajos de participación en protestas o marchas
una protesta o marcha, aunque recientemente (44,4 la escuela bachiller de CR y 30,3 la es-
se conformó el CE y organizan distintos tipos cuela técnica de PBA).

12 En el caso de las dos escuelas dependientes


de universidades el porcentaje de padres con
universitario completo oscila entre 30 y 35%
y el de madres en un caso llega al 50%. Por el
contrario en instituciones como los tres ba-
chilleres los padres con el mismo nivel edu-
cativo son entre el 10 y el 15% y las madres
menos del 10%.
139
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

Cuadro 3:
Participación en protestas o marchas por tipo de comunidad educativa

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyecto PICT 2014-2958: “Escue-


la secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

Finalmente, abordamos la última cuestión de Estado que inicia la dictadura militar de


para dar cuenta de las causas militantes, es de- 1976– junto a la del 16 de septiembre (en este
cir, sus demandas y construcción de una agen- caso muy mencionada por quienes estudian en
da propia que puede o no estar en sintonía con las escuelas ubicadas en la ciudad de La Plata).
una coyuntura más amplia. Más de la mitad Tal como fue señalado por otras investigacio-
de los estudiantes señaló haber participado nes, es factible pensar que ciertas cuestiones e
recientemente en marchas, incrementándose intereses de los estudiantes por estas temáticas
este porcentaje en el caso de las mujeres. Las emergen porque existe una sedimentación de
causas que más adhesiones reúnen –y donde contenidos, discusiones y trabajos específicos
existe mayor diferencia por género– es preci- sobre la memoria reciente en la Argentina que,
samente en las #NiUnaMenos o por temáticas con sus más y con menos, ha logrado conmo-
de género (33% de menciones por parte mu- ver algo de la temporalidad escolar (CITA-
jeres frente a sólo un 14% de varones), segui- DEL, 2018).
da por cuestiones vinculadas a asuntos de la
escuela y las marchas o actos organizados por
el CE (18% y 13% respectivamente, práctica-
mente sin diferencias por género, aunque en
ambos siempre participan más las mujeres). La
cuarta temática que los interpela es la marcha
del 24 de Marzo –conmemoración del golpe
140
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

Cuadro 4:
Tipos de protestas

Fuente: Elaboración propia en base a resultados Proyecto PICT 2014-2958: “Escue-


la secundaria, políticas públicas e impacto en la desigualdad: convivencia y formación
intergeneracionales”.

En definitiva, es factible apreciar que las te- se encuentra protagonizada por las estudiantes,
máticas vinculadas al género y a la sexualidad, desde las acciones políticas en las escuelas que
que están presentes desde hace unos años en las hicieron hincapié en las regulaciones sobre la
escuelas y que motivaron distintas acciones en vestimenta y la exigencia en el cumplimiento
las instituciones, se vinculan hoy con una co- de la Ley de Educación Sexual sancionada en el
yuntura de discusión en la agenda, primero de año 2005, las denuncias de violencia de género
la violencia de género y la visibilización logra- (plasmadas en las redes sociales denunciando
da por movimientos feministas a partir de las el trato de parte de algunos docentes). A par-
movilizaciones de #NiUnaMenos (González tir de estos sucesos en varias escuelas cobraron
del Cerro, 2017), del #8M (a las cuales varios relevancia las acciones denominadas pollerazos13
estudiantes dicen haber ido) y la discusión par-
lamentaria del proyecto de ley de legalización
del aborto que tuvo lugar en el año 2018. Un
13 En 2014, una noticia se viralizó con el has-
segundo aspecto a considerar es la existencia de
htag #VouDeSaia (voy de pollera) en las redes
un sesgo, menor en algunos puntos aunque se
sociales y alcanzó algunos medios interna-
incrementa en otras causas, que muestra que las
cionales: en una tradicional escuela pública
mujeres participan más que los varones en todos
de Rio de Janeiro, unos alumnos varones se
los temas. En este escenario observamos cam-
habían puesto de acuerdo para asistir a cla-
bios tanto en las temáticas como en el lugar que
ses vestidos con polleras. El gesto apuntaba
ocupan las mujeres en los reclamos y en la re-
a solidarizarse con una compañera trans a la
presentación del movimiento estudiantil. Gran
que la escuela obligaba a vestir con uniforme
parte de la agenda de demandas estudiantiles
masculino.
141
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

así como los shortazos. Tal como puntualiza Eli- institucionales imputa características positivas
zalde (2018), no se trata sólo de la pertenencia a al grupo social al cual se pertenece (Reygadas,
una generación que creció en un clima de época 2004), posiblemente la presencia transversal
permeable a un discurso reivindicativo de dere- de ciertas cuestiones como la demanda de ESI
chos, sino que también despliegan batallas en e igualdad de género –sin que esto implique
clave generacional contra el acoso callejero, el necesariamente coincidencia absoluta– puede
hostigamiento y el acoso sexual en las redes y en llevar a disminuir las fronteras de separación
sus escuelas y universidades, los micromachis- entre jóvenes de acuerdo a la institución don-
mos, y la sanción de una ley de legalización y de estudien. Siguiendo el planteo de Reyga-
despenalización del aborto. En el caso particular das (2004) sobre el tipo de flujos que permi-
de la escuela secundaria, la protesta estudiantil te una barrera social, pareciera ser que, en el
manifestó en la contemporaneidad una nove- caso analizado, resulta muy difícil acceder a
dad importante: la orientación de las causas a algunas instituciones como las vinculadas a las
las reivindicaciones de género, principalmente, universidades, un grado de dificultad medio
en favor de la aprobación de la Ley de interrup- el contar con recursos para la participación y
ción voluntaria del embarazo discutida reciente- una amplia circulación y conexión en relación
mente en el congreso nacional. La demanda por a las temáticas que interpelan a los estudian-
la aplicación de la ESI tanto como los conflictos tes. En definitiva, en su experiencia escolar
por las regulaciones de la vestimenta contem- la presencia de estos elementos puede servir
pladas en los Acuerdos de Convivencia mues- como atenuante de las brechas de desigualdad
tran que se trata de aspectos bisagra entre lo existentes en otros aspectos de la socialización
escolar y la esfera pública que redefine y otorga educativa o su ausencia de aumentar las des-
nuevos sentidos a la construcción de la ciudada- igualdades presentes en otros aspectos.
nía (CITADEL, 2018).
En definitiva, encontramos una correla- Apuntes finales para nuevas preguntas
ción entre las instituciones que promueven En este artículo exploramos el estudio de la
formas más críticas de construcción de la ciu- desigualdad considerando las diferentes trazas
dadanía y la motivación a la participación en que posee la experiencia escolar juvenil y, par-
protestas o marchas. Este aspecto da cuenta de ticularmente, las diferencias (transformadas
la primacía del marco institucional más que en desigualdades) existentes en relación a la
de los intereses individuales en relación a la construcción de la ciudadanía. Los hallazgos
participación y al involucramiento político. presentados nos permiten comprobar una dis-
Si bien se trata de los primeros avances, aún paridad de tipos de establecimientos, incluso
incipientes, de la investigación que es preciso con el riesgo de precisar incorporar nuevos
complementar con el análisis de las otras téc- ante la dificultad por hallar patrones comunes
nicas metodológicas utilizadas, creemos que el entre las instituciones. Aún sin considerar las
estudio da cuenta de la importancia de contar comunidades endogámicas que, podrían ser al
con marcos institucionales que, aún con sus menos de dos tipos, presentamos cuatro tipos
dificultades, propician climas educativos de de instituciones: formación para la ciudada-
mayor circulación de la palabra, visibilización nía, en transición, conexas y desgranadas, las
de sus opiniones. cuales difieren tanto en el tipo de institucio-
La dispersión y la fragmentación del sis- nalidad para la participación estudiantil que
tema educativo se traducen también en las promueven.
formas de construcción de la ciudadanía. Si la Mientras las primeras cuentan con Centro
posibilidad de estudiar en un tipo específico de de Estudiantes de extensa tradición, Asam-

142
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

bleas estudiantiles y mucho con Consejo Es- dadanía y el peso que las cuestiones institu-
colar de Convivencia, en algunos casos incluso cionales aún concentran en relación a sus
elegido por el voto estudiantil en el otro extre- características. La existencia o no de espacios
mo las “desgranadas” suelen tener sólo cuer- institucionales de participación, de acuerdos
po de delegados, más allá de la voluntad de de convivencia, la construcción colectiva o
algunos docentes y estudiantes de conformar vertical de las normas, la existencia de ins-
una institucionalidad más potente. En el caso tancias de reconocimiento de derechos vincu-
de las comunidades “en transición” también lados al género y a la sexualidad, entre otras
cuentan con Centros de Estudiantes de cierta cuestiones, dan cuenta de escenarios diferentes
tradición, aunque su presencia es más intermi- y desiguales para la experiencia escolar juvenil
tente. Por lo general, los estudiantes participan contemporánea. De estar en lo cierto, nos en-
de la elaboración colectiva de las normas de contraríamos con la conformación de mode-
convivencia escolar y de Jornadas de Convi- los de ciudadanía disímiles, como un clivaje
vencia. Las instituciones conexas comparten que expresa también la desigual posibilidad de
varios rasgos con estos establecimientos aun- ejercicio de derechos como otra de las trazas
que se exacerban ciertos rasgos. Por ejemplo, el donde se expresa la fragmentación del nivel
Centro de Estudiantes se caracteriza más bien medio.
por la discontinuidad como forma principal
y es muy variable de año a año de acuerdo Referencias bibliográficas
al perfil de estudiantes. También mostramos Andrenacci, L. (2003). Imparis Civitatis. Elemen-
las diferencias en los grados de participación tos para una teoría de la ciudadanía desde una
en protestas y marchas de acuerdo tanto a las perspectiva histórica. Sociohistórica. Núms.
jurisdicciones como debidas al tipo de insti- 13-14, 79-108. Disponible en: http://www.
tución y la presencia de una correlación en- memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/
tre el estilo institucional y la disposición a la pr.379/pr.379.pdf
participación. Benza, G. (2016). La estructura de clases argen-
Es posible referir, de este modo, a una nue- tina durante la década 2003-2013. En G.
va escena escolar que dificulta la construcción Kessler (Comp.). La sociedad argentina hoy
de una identidad común como estudiantes (pp. 111-139). Buenos Aires: Siglo XXI.
(y ciudadanos/as). El sistema educativo, al CEPAL (Comisión Económica para América
menos en sus elementos más visibles en los Latina y el Caribe). (2016). Panorama Social
grandes centros urbanos, posee una triple ca- de América Latina 2016. Santiago de Chile:
racterística: disparidad de establecimientos, CEPAL.
multiplicidad de espacios de participación y la Chaves, M., Fuentes, S. & Vecino, L. (2016). Ex-
presencia de demandas específicas, expresadas periencias juveniles de la desigualdad. Fronteras
con diferente énfasis o espesor pero de carác- y merecimientos en sectores populares, medios
ter transversal. Tal como hemos señalado de altos y altos. Buenos Aires: Ed. GEU.
manera insistente, la presencia de instancias de Di Leo, P.; Camarotti, A. C.; Güelman, M. &
participación de grado más o menos formal, la Touris, M. C. (2013). Mirando la sociedad
posibilidad de discutir temáticas, la presencia a escala del individuo: el análisis de procesos
de docentes que faciliten estos debates y con- de individuación en jóvenes utilizando relatos
tenidos que circulen puede tanto aumentar biográficos. Athenea Digital. 13 (2), 131-145.
como disminuir las brechas de desigualdad. Disponible en http://psicologiasocial.uab.es/
El trabajo permite observar ciertas líneas athenea/index.php/atheneaDigital/article/
de continuidad en la construcción de la ciu- view/DiLeo

143
Pedro Núñez “La construcción de la ciudadanía”

Dubet, F. & Martuccelli, D. (1998). Sociología de UNIPE (2018). Informe PICT 2014-2958: Escue-
la experiencia escolar. Buenos Aires: Losada. la secundaria, políticas públicas e impacto en la
Dubet, F. (2015). ¿Por qué preferimos la desigualdad: convivencia y formación intergene-
desigualdad? (aunque digamos lo contrario). racionales. Manuscrito no publicado.
Buenos Aires: Ediciones Siglo XXI. CITADEL (2018). Informe Argentina Proyecto
Dussel, I. (2005). Desigualdades sociales y des- Ciudadanos inteligentes para ciudades partici-
igualdades escolares en la Argentina de hoy. pativas, Unión Iberoamericana de Universida-
Algunas reflexiones y propuestas. En J. C. des. Manuscrito no publicado.
Tedesco (Comp.). ¿Cómo superar la fragmen- Jelín, E. (1997). Ciudadanía de las mujeres en
tación del sistema educativo argentino? (pp. 85- América Latina. Revista Ágora. Cuaderno de
116). Buenos Aires: IIPE-UNESCO. Estudios Políticos. Núm. 7, 189-214.
Elizalde, S. (2018). Contextos que hablan. Revi- Kessler, G. (2010). La disyunción educación-
siones del vínculo género/juventud: del caso trabajo en el MERCOSUR. Coincidencias y
María Soledad al #NiUnaMenos. Revista Úl- diferencias entre jóvenes de Argentina, Brasil,
tima Década. Núm. 50, CIDPA, 157-179. Paraguay y Uruguay. Propuesta Educativa.
Fitoussi, J. P. & Rosanvallon, P. (1997). La nue- Núm. 34, 53-64.
va era de las desigualdades. Buenos Aires: Kessler, G. (2014). Controversias sobre la desigual-
Manantial. dad. Argentina, 2003-2013. Buenos Aires:
García-Huidobro, J. (2010). Educación inclu- Fondo de Cultura Económica.
siva y formación democrática. En E. Duro Kymlicka, W. & Norman, W. (1997). El retorno
(Coord.). Educación secundaria. Derecho, in- del ciudadano. La Política: Revista de estudios
clusión y desarrollo. Desafíos para la educación sobre el Estado y la sociedad. Nº 3, 5-40.
de los adolescentes (pp. 127-154). Buenos Ai- Litichever, L. (2010). Los Reglamentos de Convi-
res: UNICEF. vencia en la Escuela Media. La producción de
Gluz, N. (2011). Admisión a la universidad y se- un orden normativo escolar en un contexto
lectividad social. Cuando la democratización de desigualdad. Tesis de Maestría en Ciencias
es más que un problema de “ingresos”. Buenos Sociales con Orientación en Educación. Buenos
Aires: UNGS. Aires: FLACSO Argentina.
Gluz, N. & Rodríguez Moyano, I. (2014). Lo Marshall, T. (1998). Ciudadanía y clase social.
que la escuela no mira, la AUH “non presta”. Buenos Aires: Ed. Losada.
Experiencia escolar de jóvenes en condición Mayer, L. & Núñez, P. (2017). Nuevas y viejas
de vulnerabilidad social. Propuesta Educativa. desigualdades en la experiencia educativa ju-
Núm. 23 (41), 63-73. venil en América Latina. Temas. Núm. 87-88,
González del Cerro, C. (2017). Del #Niunamenos 33-40.
a la regulación de la vestimenta escolar: nuevos Morduchowicz, A. (2008). Hitos y Hiatos del fe-
estilos de participación política juvenil. En La deralismo fiscal-educativo argentino. Buenos
educación como espacio de disputa. Miradas y Aires. Seminario de Política Educativa y Terri-
experiencias de los/las investigadores/as en for- torios. Modelos de articulación entre niveles de
mación. Buenos Aires: Editorial de la Facultad gobierno. Buenos Aires: IIPE-UNESCO.
de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Nardin, N. (2017). La noción de “soporte” en Ro-
Aires. bert Castel y Danilo Martuccelli. Sus aportes
Hopenhayn, M. (2004). La juventud en Iberoamé- al estudio de los procesos de individualización
rica. Tendencias y urgencias. Santiago de Chile: en el mundo popular. Ponencia presentada en
CEPAL/OIJ. el II Congreso Latinoamericano de Teoría So-

144
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 123-145

cial y Teoría Política. Buenos Aires, 2 al 4 de Therborn, G. (2015). Los campos de exterminio de
agosto. la desigualdad. Buenos Aires: Fondo de Cul-
Nobile, M. (2011). Redefinición de la relación tura Económica.
docente-alumno: una estrategia de perso- Tilly, C. (2000). La Desigualdad Persistente. Bue-
nalización de los vínculos. En G. Tiramonti nos Aires: Manantial.
(Dir.). Variaciones sobre la forma escolar. Lími- Tiramonti, G. (Comp.). (2004). La trama de la
tes y posibilidades de la escuela media (pp. 179- desigualdad educativa. Mutaciones recientes en
204). Rosario: Homo Sapiens. la escuela media. Buenos Aires: Manantial.
Núñez, P. & Litichever, L. (2015). Radiografías de Tiramonti, G. & Ziegler, S. (2008). La educación
la experiencia escolar. Ser joven (es) en la escue- de las elites. Aspiraciones, estrategias y oportuni-
la. Buenos Aires: Editorial GEU. dades. Buenos Aires: Paidós.
O´Donnell, G. (2004). [1997]. Contrapuntos. Walzer, M. (2004). [1993]. Las Esferas de la Justi-
Buenos Aires: Paidós. cia. Una defensa del pluralismo y la igualdad.
Portes, A. & Hoffman, K. (2003). Latin Amer- México D.F.: Fondo de Cultura Económica.
ican class structures: Their composition and
change during the neo-liberal era. Latin Para citar este Artículo de investigación:
American Research Review. Vol. 38, Núm. 1, Núñez, P. (2019). La construcción de la ciuda-
41-82. danía: Dinámicas de desigualdad en la expe-
Redondo, J. (2009). La educación chilena en una riencia escolar juvenil. Revista Estado y Polí-
encrucijada histórica. Diversia. Educación y ticas Públicas. Año VII, Núm. 12, 123-145.
sociedad. Núm. 1 (1), 13-39.
Reguillo Cruz, R. (2000). Estrategias del desencan-
to. La emergencia de culturas juveniles en Lati-
noamérica. Buenos Aires: Norma.
Reygadas, L. (2004). Las redes de la desigualdad.
Un enfoque multidimensional. Política y Cul-
tura. (22), 7-25.
Rockwell, E. (1990). La dinámica cultural en la
escuela. En A. Álvarez (Ed.). Hacia un currí-
culum cultural: la vigencia de Vygotski en la
educación (pp. 21-38). Madrid: Fundación
Infancia y Aprendizaje.
Saraví, G. (2015). Juventudes fragmentadas. Socia-
lización, clase y cultura en la construcción de la
desigualdad. México: FLACSO/Ciesas.
Sennett, R. (2007). El artesano. Buenos Aires:
Anagrama.
Tedesco, J. C. & Tenti Fanfani, E. (2002). Nuevos
tiempos y nuevos docentes. Buenos Aires: IIPE.
Terigi, F. (2008). Los cambios en el formato de
la escuela secundaria argentina: por qué son
necesarios, por qué son tan difíciles. Propuesta
Educativa. Núm. 29, 63-71.

145
ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN
Research Articles
“La hermanita menor”.
Concepciones dominantes sobre la seguridad social
no contributiva en expedientes judiciales

“The younger sister”.


Dominant conceptions about non-contributory
social security in judicial files

Por Pilar Arcidiácono*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 09 de abril de 2019.

RESUMEN Añadir una visión multiactoral y etapista per-


Este artículo de investigación analiza casos mite identificar diferentes “emisores” que de-
judiciales sobre pensiones no contributivas tentan capital jurídico, redefinen y recodifican
que llegaron a captar la atención de la Cor- derechos y desigualdades. ¿De qué manera los
te Suprema de Justicia de la Nación. Presen- temas “no contributivos” son abordados en los
ta un conjunto de concepciones dominantes expedientes judiciales? ¿Cuáles son las concep-
sobre estas prestaciones que están presentes ciones dominantes sobre las prestaciones y los
en el entramado de actores que dan forma principios que justifican (o no) restricciones
a los expedientes judiciales (principalmen- en el acceso?
te demandantes, burocracias judiciales y del Palabras clave: Pensiones No Contributi-
Poder Ejecutivo). La indagación se realizó so- vas, Judicialización, Burocracias-Merecimiento.
bre aspectos materiales de la producción del
ABSTRACT
saber burocrático (los expedientes judiciales).
Este tipo de abordaje toma distancia de los This article analyzes judicial cases on non-
frecuentes análisis sobre “la sentencia” como contributory pensions that came to capture
momento central en la creación del derecho. the attention of the Supreme Court of Justice

* Licenciada en Ciencia Política, Magíster en Políticas Sociales y Doctora en Ciencias Sociales por la
Universidad de Buenos Aires. Investigadora Adjunta de Consejo Nacional de Investigaciones Cientí-
ficas y Técnicas, investigadora permanente del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Am-
brosio L. Gioja” de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del
Grupo de Trabajo Interdisciplinario “Derechos Sociales y Políticas Públicas”. Profesora de la carrera
de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: pilar.arcidiacono@gmail.com

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

149
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

of the Nation. It presents a set of dominant casos alcanzaron la atención de la CSJN que
conceptions about these benefits that are pre- serán abordados a lo largo de este artículo.
sent in the network of stakeholder that shape Sin dudas, el lugar que ocupan estos casos
judicial files (plaintiffs, judicial bureaucracies para los propios actores judiciales (pertene-
and the executive branch). The inquiry was cientes a las Fiscalías en sus diferentes instan-
conducted on material aspects of the produc- cias, los Juzgados de Primera Instancia Fede-
tion of bureaucratic knowledge (judicial files). rales de Seguridad Social, la Cámara Federal
This type of approach takes distance from de Seguridad Social o la Corte Suprema de la
the frequent analysis on “the sentence” as the Nación-CSJN) es menor si se compara con la
central moment in the creation of the right. masiva litigiosidad del campo previsional. Se
Adding a multi-stakeholder vision and staging adelanta que esta dimensión cuantitativa se re-
allows identifying different “issuers” that hold fleja en el término nativo “hermanita menor”1
legal capital, redefine and recode rights and que motivó el título de este artículo. Como
inequalities. How do judicial records incor- se verá, esta mención también hace referencia
porate “non-contributory” issues? What are a concepciones dominantes sobre este tipo de
the dominant conceptions of benefits and the prestaciones que circulan en los expedientes,
principles that justify (or not) restrictions on aproximando la idea al carácter secundario y
access? residual de las prestaciones.
Keywords: Non-Contributory Pensions, Ju- Este artículo es producto de una investiga-
dicialization, Bureaucracies-Deserving. ción de mayor envergadura2 en la que se inda-
gó sobre un conjunto de casos contributivos
Presentación y no contributivos que obtuvieron sentencia
Las Pensiones No Contributivas (PNC) se ex- de la CSJN. Para este trabajo, se consideraron
pandieron masivamente entre los años 2003 y cuatro casos en materia no contributiva con la
2012, convirtiéndose en el primer presupues- finalidad de captar las concepciones dominan-
to del Ministerio de Desarrollo Social (MDS). tes sobre estas prestaciones que están presentes
En paralelo, dentro del campo de la judiciali- en el entramado de actores (principalmente
zación de los derechos sociales tuvo trascen- demandantes, burocracias judiciales y del Po-
dencia un caso vinculado con PNC que ocupó der Ejecutivo) que dan forma a los expedientes
la atención de la Corte Suprema de Justicia de judiciales. ¿De qué manera incorporan los te-
la Nación (CSJN). Se trata de “Reyes Aguile- mas “no contributivos”? ¿Cuáles son las con-
ra, D. c/ Estado Nacional” (en adelante Reyes cepciones dominantes sobre las prestaciones y
Aguilera) de 2007 donde la parte demandante los principios que justifican (o no) restriccio-
cuestionaba el requisito de 20 años de residen- nes en el acceso?
cia para el acceso a una PNC por invalidez,
logrando que el máximo tribunal se pronun-
ciara sobre la inconstitucionalidad de esta exi- 1 Este término surge de una entrevista realiza-
gencia. Puede adelantarse que esta sentencia da a un funcionario de la Cámara Federal de
no tuvo impacto colectivo ni implicó una pos- la Seguridad Social.
terior modificación de la política pública. De 2 Proyecto de Desarrollo Técnico y Social
hecho, se sucedieron múltiples casos judiciales (CIN-CONICET)- IP 591: “Políticas pú-
en diferentes tribunales inferiores que por la blicas en contexto de marginaciones sociales.
vía individual procuran obtener acceso obte- Una aproximación al análisis de las capaci-
niendo diversas respuestas. Pero también otros dades estatales y la equidad de género en la
región metropolitana”.
150
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

1) Abordaje metodológico Pero lo central, es que los expedientes hablan


En cuanto al abordaje metodológico, se reali- de acontecimientos, registran procesos, insti-
zó un análisis de casos de tipo instrumental y tuyen relaciones de conocimiento y prácticas
colectivo (Stake, 1999). Estos tuvieron lugar dentro del aparato legal e incluso establecen
entre1998 y 2015. los límites de su propia realidad, esto es, de la
Si bien algunos casos como Reyes Aguile- realidad del saber jurídico (Barrera, 2012: 78).
ra o Fernández Machaca pueden agruparse en Este tipo de abordaje toma distancia de los
torno a discusiones estrictamente de “conteni- frecuentes análisis sobre “la sentencia” como
do” (vinculados con requisitos para el acceso momento central en la creación del derecho.
a las pensiones) otros casos (como Lifschitz Añadir una visión multiactoral y etapista per-
o Álvez) son procesados por el poder judicial mite identificar diferentes “emisores” que de-
en clave procesal (por ejemplo, se discute la tentan capital jurídico, redefinen y recodifican
legitimidad de las acciones de amparo como derechos y desigualdades. Para ello, se toman
vía para iniciar el reclamo o la necesidad de variadas piezas de los expedientes (la deman-
recurrir a la vía ordinaria). Sin embargo, este da, los dictámenes de fiscalía, las respuestas del
trabajo recupera discusiones de contenido so- organismo demandado y finalmente las sen-
bre el campo no contributivo, resultando esta tencias). No se trata ni de concebir al poder
diferencia entre “tipos de casos” más bien bo- judicial como un “todo” ni a los jueces como
rrosa. El punto fundamental es que se trata de los únicos actores de dicho poder, razón por la
litigios que captaron la atención de la CSJN. cual, se desdibuja la diferencia taxativa entre
Por las propias características de las pres- funcionarios y burocracias técnico-profesiona-
taciones y los montos referidos, la mayoría de les del poder judicial que se incorporan en esta
estos casos son patrocinados por la Defensa lectura como actores centrales en la construc-
Pública, por organizaciones sociales o clínicas ción del proceso y en la escritura de las piezas
jurídicas de Universidades que se interesan por del expediente. En otras palabras, implica su-
promover este tipo de casos, a diferencia de poner que el derecho que emerge de la senten-
litigio previsional donde los patrocinios pro- cia se vincula con las relaciones de poder entre
vienen principalmente de letrados privados o los titulares de diversos tipos de capital jurídi-
estudios jurídicos. co que operan en el campo (Bourdieu, 2000).
El artículo recupera las concepciones so- En el trabajo de campo se enfrentaron una
bre las PNC que resultan más recurrentes y serie de obstáculos a la hora de recuperar los
aparecen como dominantes, repasando some- cuerpos de los expedientes, sobre todo en las
ramente aquellas que son minoritarias. Salvo causas en las que debía solicitarse “desarchi-
excepciones, los casos ofrecen matices que no vo”. Cabe recordar que, como cualquier escri-
hacen posible dividir taxativamente entre los to presentado en una causa, sólo puede soli-
diferentes actores del proceso, ofreciendo la citarlo un letrado/a dificultando el acceso de
oportunidad de una lectura transversal sobre investigadores pertenecientes a otras discipli-
las prestaciones no contributivas. La indaga- nas. En la mayoría de los juzgados la solicitud
ción se realizó sobre aspectos materiales de la de desarchivo debe realizarse en día jueves. A
producción del saber burocrático: concreta- esto se sumó la resistencia por parte de algunos
mente los expedientes judiciales. Estos resul- funcionarios judiciales que se sintieron “audi-
tan centrales en las culturas jurídicas argenti- tados” por el requerimiento de estas piezas bu-
na, donde la práctica judicial se articula sobre rocráticas, aspecto que planteó cierta sospecha
todo a través de procedimientos escritos sin con respecto sobre los motivos del pedido, ge-
necesidad de la presencia física de las partes. nerando aclaraciones por escrito sobre el obje-

151
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

to de la investigación y hasta reuniones con los la imposición del marco del marco del inves-
magistrados para poder acceder al desarchivo. tigador” (Guber, 2010, 74), posibilitando, de
Una vez obtenidos los expedientes se encon- ese modo, la incorporación de temáticas e in-
traron dificultades vinculadas con el carácter tereses del universo de los actores y empezar a
ilegible de muchas de las páginas (deterioro y preguntar por ellas (ibíd.). Desde este registro,
humedad), aspecto que dificultaba el escaneo rico en comentarios, varios actores ocuparon
o fotografía de las piezas. el campo un lugar de “compañeros intelectua-
Para realizar este trabajo, se diseñó un ins- les en la pesquisa” (Marcus, 1998: 69), lejos
trumento de recolección de información a tra- del esquema tradicional de investigador e in-
vés de un formulario que permitía relevar di- formante clave.
versos aspectos del expediente3 y que también A continuación, se incorpora una descrip-
dialogaría con expedientes seleccionados para ción sintética de los casos:
la seguridad social contributiva que trabajaron
otros colegas del equipo. i) “Álvez, María Cristina c/ Poder Eje-
El trabajo de campo incluyó una serie de cutivo Nacional y otros s/ Amparos y Su-
entrevistas semi-estructuradas realizadas a di- marísimos” (Expte. Nº 24.814/2002). La
ferentes agentes del poder judicial4. Estas sir- Sra. Álvez poseía una pensión graciable. La
vieron para encuadrar el trabajo, identificar las ex empleadora de su madre fallecida le reali-
causas relevantes y tener información más ma- zaba aportes previsionales mínimos a fin de
cro sobre el litigio en materia no contributiva. que, al expirar la pensión a los diez años de
Asimismo, se mantuvieron conversaciones con su otorgamiento, pueda gestionar una jubi-
abogados patrocinantes de causas asociadas lación. Frente a este hallazgo se le redujeron
con derechos sociales. La no directividad de los haberes de la pensión y se dieron de baja
este último tipo de encuentros, celebrados en los beneficios de la pensión graciable que re-
diferentes situaciones sociales, contribuyó en cibía por generar incompatibilidad entre estas
nuestra investigación a “corregir la tendencia a prestaciones. La actora promovió una acción
de amparo para lograr el restablecimiento de
las pensiones que percibía. El caso contó con
3 Se agradece a la Abogada Rocío Riesco por el patrocinio de un letrado apoderado y parti-
su colaboración en todo el proceso de recons- cipó también la Defensa Pública (Stella Maris
trucción y análisis de los expedientes. Pero Martínez, que intervino cuando el expediente
sobre todo por su el compromiso y firmeza llegó a la CSJN). El titular del Juzgado Federal
frente a la difícil tarea de reconstruir los ex- de Primera Instancia de la Seguridad Social N°
pedientes. Se agradece a la Dra. Ana María 7 hizo lugar a la acción de amparo y ordenó
Bestard por sus permanentes respuestas frente que se restituyeran las pensiones. La Sala I de
a las inquietudes jurídicas de la autora. la Cámara Federal de la Seguridad Social re-
vocó la sentencia por considerar que la cues-
4 En el período marzo a octubre de 2017 se
tión planteada requería de un mayor debate
realizaron 3 entrevistas a Fiscalía General ante
y prueba y excedía el reducido margen de la
la Cámara de Seguridad Social (a burocracias
vía procesal intentada que sólo era proceden-
técnico-profesionales y funcionario judicial),
te cuando no existía otro medio judicial más
2 entrevistas a funcionarios de la Procuración
idóneo. Luego, la CSJN hizo lugar a la queja,
Fiscal ante la CSJN, 2 funcionarios judiciales
concedió el recurso extraordinario, revocó la
de la CSJN en temas vinculados con la Se-
sentencia apelada y admitió la demanda de
guridad Social y 3 entrevistas a abogados/as
amparo estableciendo que fue infundada la
patrocinantes de los casos.
152
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

decisión que dio de baja las pensiones gracia- con arreglo a lo expresado. La Cámara ordenó
bles y que no se demostró que la actora conta- a la CNPA la entrega, con carácter urgente de
ra con ingresos económicos incompatibles con un subsidio a favor de Lucas Nicolás Riguero.
dichas prestaciones.
iii) “Reyes Aguilera, Daniela c/ Estado
ii) “Lifschitz, Graciela B. y otros c. Es- Nacional y otros s/Amparos y Sumarísi-
tado Nacional s/Amparos y Sumarísimos” mos” (Expte. Nº 62.999/2003). Daniela
(Expte. Nº 47.410/1998). Lucas Nicolás Ri- Reyes Aguilera, una niña de nacionalidad bo-
guero de 17 años al momento de presentar la liviana con parálisis cerebral severa, nacida el
demanda padece una encefalopatía perinatal, 8 de agosto de 1989 obtuvo su radicación en
más comúnmente llamada parálisis cerebral. la Argentina con posterioridad a su ingreso
Al llegar la etapa escolar, consiguió vacante en 1999. Su madre y su padre solicitaron una
en un establecimiento público por no existir pensión no contributiva por invalidez ante la
cupo acorde a su patología teniendo que recu- Comisión Nacional de Pensiones Asistencia-
rrir a uno privado. Los padres de Lucas, fueron les. Ante la negativa de las autoridades admi-
los patrocinantes de la acción de amparo en nistrativas a concederle dicha pensión por no
representación de su hijo menor contra el Es- contar con la residencia mínima de 20 años re-
tado Nacional - Secretaría de Desarrollo Social querida para los extranjeros (conforme el art.
de la Presidencia de la Nación, a fin de que se 1., inc. e del anexo I del Decreto 432/97), ini-
condene a la demandada a la prestación de la ciaron una acción de amparo en el año 2003
asistencia educativa, en el establecimiento que invocando la inconstitucionalidad de este
corresponda, acorde a la discapacidad que de- último requisito. El caso fue llevado adelante
tenta Lucas. Solicitaron también que se otor- por la Clínica de Derechos de Inmigrantes y
gue una pensión graciable que cubra las nece- Refugiados CELS-CAREF-UBA. La acción
sidades y que se lo incorpore como afiliado del fue iniciada por los padres de Reyes Aguile-
PAMI. El juez a cargo del Juzgado Federal de ra Daniela tanto en representación de su hija
Primera Instancia de la Seguridad Social N° como también del colectivo que se encontrara
7, hizo lugar al amparo condenando al Estado en idénticas condiciones. Lo solicitado por la
Nacional a disponer la asignación de un subsi- demanda fue rechazado en primera instancia
dio. Ante la apelación de la parte demandada por el Juzgado Federal de Primera Instancia
la Sala I de la Cámara Federal de la Seguridad de la Seguridad Social N 4 y, posteriormente,
Social revocó la sentencia del juez de grado, dicha decisión fue confirmada por la Cámara
declarando que el amparo resulta improce- de Apelaciones. Contra ese pronunciamiento
dente cuando la cuestión requiere una mayor los actores interpusieron recurso extraordina-
amplitud en el debate y la prueba, siendo de- rio, cuya denegatoria motivó la queja ante la
ber de los jueces extremar la cautela a fin de CSJN. La CSJN resolvió revocar la sentencia
que no se decida por esta vía aquello que deba de Cámara y devolverla para que se dicte un
resolverse por otros medios procesales. Contra nuevo pronunciamiento con arreglo al fallo
ese pronunciamiento los actores interpusieron de la Corte. En su fallo, condenó al Estado
recurso extraordinario, cuya denegatoria moti- argentino a otorgarle una pensión por invali-
vó la queja ante la CSJN. La CSJN hizo suyos dez a Reyes Aguilera. La sentencia de la Corte
los argumentos de la Procuración y declaró Suprema, para resolver la cuestión de fondo,
procedente el recurso extraordinario dejando no refiere a la situación individual de Danie-
sin efecto la sentencia apelada. Se ordenó a la, sino que se expide de manera general para
la Cámara dictar un nuevo pronunciamiento todos los casos que revistan las mismas carac-

153
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

terísticas. A pesar de ello, no se pronuncia de ma en cuestión tratada en ese fallo. Frente a


forma expresa sobre la admisibilidad ni sobre esto la parte demandada presentó una queja
el fondo del reclamo de alcance colectivo. ante la CSJN que fue desestimada. Cabe acla-
rar que, de todas formas, la CSJN enfatizó que
iv) “Fernández Machaca, Judy Vladimir las sentencias no pueden entenderse sino con
cl Estado Nacional - Ministerio de Desa- relación a las circunstancias del caso que las
rrollo Social s/ Amparos y sumarísimos” motivó, dejando una posibilidad abierta con
(Expte. Nº 15.513/2011). El Sr. Judy Vladi- respecto a todos los casos posteriores que ten-
mir Fernández Machaca, de 33 años de edad gan las mismas características de Reyes Aguile-
y nacionalidad boliviana, ingresó al país el ra o Fernández Machaca.
día 7 de marzo de 1996. Desde entonces, se
desempeñó laboralmente en distintos talleres 2) La expansión de las Pensiones
textiles de confección de indumentaria en la No Contributivas (PNC)
Ciudad de Buenos Aires. En abril de 2005 A nivel regional se inicia con el nuevo siglo
sufrió un accidente laboral que derivó en una una expansión de los sistemas no contributi-
discapacidad del 74%, con un diagnóstico de vos (Arza y Chanbederian, 2014; Bertranou,
“Discopatía Crónica Lumbar Múltiple, Radi- Solorio y Ginnken, 2002; Bertranou, Ce-
culopatia”. A raíz de esa situación se ve im- trángolo y Grushka, 2011), como parte de las
posibilitado para desempeñarse laboralmente decrecientes coberturas de los tradicionales
y satisfacer sus necesidades básicas y la de su arreglos de bienestar sostenidos bajo el princi-
grupo familiar, formado por su mujer y cuatro pio contributivo y sostenido con mercados de
hijos menores. Con el patrocinio del Consul- trabajo asalariados con altos niveles de empleo
torio Jurídico Gratuito de la Facultad de De- y formalidad.
recho de la Universidad de Buenos Aires inter- En la Argentina, desde 2003, la inter-
puso una acción de amparo contra el Estado vención estatal en el campo social fue con-
Nacional, Ministerio de Desarrollo Social, a solidándose paulatinamente a través medidas
fin de que se declare la inconstitucionalidad principalmente orientadas a los trabajadores
del artículo de la norma que establece los 20 asalariados registrados, quienes fueron mejo-
años de residencia como requisito para que los rando sus condiciones en comparación con las
extranjeros accedan a las pensiones no contri- políticas aplicadas durante los años noventa
butivas por invalidez (según artículo 1 inc. e (Kessler, 2014). Sin embargo, en un esquema
del Anexo I del Decreto 432/97). En prime- de bienestar atravesado históricamente por un
ra instancia se resolvió hacer lugar a la acción fuerte componente contributivo (“trabajocén-
de amparo, ordenar a la CNPA, para que en trico”), la persistencia de un elevado nivel de
forma conjunta e individual arbitre los me- informalidad laboral, en general, y de empleo
dios necesarios para que en el plazo de treinta asalariado no registrado, en particular, dismi-
días hábiles de quedar firme la sentencia, dicte nuyó el impacto de las mejoras en los ingresos
expreso acto administrativo sobre la petición y aumentó las brechas entre los asalariados y
de pensión por invalidez efectuada por el de- de estos con relación a los receptores de pro-
mandante. Declaró inaplicable la exigencia de gramas sociales.
los requisitos citando a “Reyes Aguilera D. c/ Hasta el surgimiento de la Asignación
Estado Nacional”. La Cámara Federal de la Universal por Hijo para la Protección Social
Seguridad Social confirmó la sentencia de pri- (2009) y la Asignación por Embarazo (2011),
mera instancia, citando a Reyes Aguilera y la ambas en la órbita de ANSES, los programas
declaración de inconstitucionalidad de la nor- sociales destinados a población desocupada o
154
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

en situación de vulnerabilidad (como el Plan se en tres grandes grupos. El primero son las
Jefas y Jefes de Hogar Desocupados o el Pro- pensiones por leyes especiales, que reconocen
grama Familias) tenían bloqueado el ingreso un mérito o realizan una reparación: dentro de
de nuevos receptores. Las históricas PNC se ese grupo las más significativas por su número
consolidaron la vía de acceso abierta y privi- son las que se entregan a ex combatientes de
legiada para transferir ingresos ante situacio- la Guerra de Malvinas y aquellas destinadas a
nes particulares. El aumento de las PNC de familiares de desaparecidos. El segundo son las
tipo asistencial fue una característica constan- pensiones graciables (PG) cuyos beneficiarios
te de toda desde 2003 en adelante5 (Tirenni, son escogidos por los integrantes del Poder Le-
2013). Tomando como referencia a diciembre gislativo Nacional7. Y un tercer grupo (donde
de 2003, había 183.563 PNC de tipo asisten- se concentra este artículo), el de las pensiones
cial, mientras que en junio 2012 se alcanzaron asistenciales, compuesto a su vez por tres ti-
1.148.608 prestaciones. Desagregando estos pos de prestaciones: pensiones por invalidez,
números, las Pensiones por invalidez pasaron pensiones a la vejez (datan de 1948 y fueron
de 81.539 a 791.150; las de madres de 7 ó creadas por la Ley N°13.478) y pensiones a
más hijos de 58.752 a 319.026 (MTEySS, madres de 7 ó más hijos nacidos vivos (creadas
2012). Mientras que las pensiones por vejez en 1990 por Ley N°23.746). Uno de los pun-
aumentaron de 38.432 a 43.272, la mayoría tos más controversiales y que será objeto de
entre 2004 y 2006. Su estancamiento se debe disputa judicial son los requisitos de las PNC
sobre todo al surgimiento de la moratoria pre- asistenciales para el acceso de extranjeros re-
visional como opción de ingreso al sistema sidentes en el país. Estos ascienden a 15 años
previsional. en las pensiones para madres de 7 hijos o más,
Las PNC no requieren cotizaciones pre- 20 en el caso de invalidez y vejez. En cuanto
vias para lograr el acceso a los beneficios y se
financian con recursos generales, mediante
una transferencia desde la ANSES hacia la el Adulto Mayor (PUAM) en el marco del
Comisión Nacional de Pensiones Asistencia- Programa Nacional de Reparación Histórica
les (CNPA) dependientes de Ministerio de para Jubilados y Pensionados, un beneficio no
Desarrollo Social (MDS)6. Pueden clasificar- contributivo gestionado por la ANSES, con
un haber mensual superior y requisitos me-
nos exigentes que los de la PNC por vejez.
5 En un artículo publicado por esta misma Mediante el Decreto de Necesidad y Urgen-
Revista, en la Núm. 1, Jorge Tirenni (2013) cia Nº 698 del 6/9/2017, se creó la Agencia
analiza el proceso de expansión de diversas Nacional de Discapacidad dependiente de la
prestaciones a lo largo de las gestiones kirch- Secretaría General de la Presidencia supri-
neristas (no sólo las PNC), señalando la “do- miendo la Comisión Nacional de Pensiones
ble cara del Estado”, donde conviven lógicas Asistenciales (artículo 6º) y transfiriendo sus
de derechos con programas sociales que man- créditos presupuestarios a la nueva dependen-
tienen características más tradicionales de la cia (artículo 8), si bien su actividad se focali-
asistencia. zará en las pensiones por invalidez (Gamallo,
2017).
6 Si bien no es parte del período aquí abor-
dado, cabe destacarse que este campo tuvo 7 Si bien estas prestaciones también existen en
modificaciones institucionales con la gestión otros países, no alcanzan una cobertura tan
de Cambiemos. En junio de 2016, la Ley significativa como en la Argentina (Bertranou
Nº 27.260 creó la Pensión Universal para et al., 2011).
155
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

al monto hay disparidad entre las propias y el acceso a nuevos receptores. Esta mirada
PNC. Mientras que la pensión para madres sobre los cambios de la oferta explican por
de 7 hijos o más tiene un nivel similar a la qué las pensiones por madres de 7 o más hijos
jubilación mínima, le siguen por su monto las aumentaron mientras que entre 2003-2011
pensiones graciables y, en el extremo inferior, hubo una tendencia decreciente de los naci-
se ubican las asistenciales (vejez e invalidez) mientos cuyo número de orden es de 6 o más
cuyo haber medio no supera el 80% del haber hijos (Cogliando, 2013)9.
mínimo (ELA, 2011). Los casos judiciales que se analizan a conti-
Las PNC tienen un carácter vitalicio y uti- nuación tuvieron lugar en paralelo a este con-
lizan un test de recursos para identificar perso- texto de expansión de las pensiones por parte
nas que no cuentan con ninguna otra forma de diferentes gestiones de gobierno (Néstor
de sostén personal y familiar. Sin embargo, Kirchner y Cristina Fernández). La recons-
la reglamentación no establecía pautas que le trucción a partir de los expedientes permite
permitan a la CNPA determinar en qué casos captar ciertas tensiones entre la actuación del
los recursos que posee el peticionante o los pa- Ejecutivo en los expedientes y la impronta ex-
rientes obligados a prestar asistencia alimenta- pansiva de las PNC en el mismo período. Esto
ria permiten la subsistencia del grupo familiar, surge en la medida en que este artículo se aleja
lo que en muchos casos se transforma en una de una visión de la política pública fundada
causal de denegatoria de la solicitud (CELS, en la coherencia, las racionalidades lineales o
2004). en visiones totalizadoras sobre el Estado, los
Más allá de la demanda hacia las pensio- gobiernos y las burocracias10.
nes (sobre todo frente a programas cerrados),
parte del incremento de la cobertura se explica 3) El actor judicial en el campo
por los cambios en la oferta. Cabe recordar de los derechos sociales
que este instrumento recibió diversas críticas La participación del poder judicial en los
por sus dilaciones y sus niveles de subejecu- asuntos sociales tiene larga data en la Argen-
ción presupuestaria, que treparon hasta el
42% en 1998 (CELS, 2004)8. Desde 2003
se llevaron a cabo campañas y operativos a 9 En 2003, el 7,2% de los nacidos vivos corres-
nivel municipal, como así también se avanzó pondían a niños de madres que tenían 6 hijos
en mecanismos de gestión de la información o más, es decir, 49.965 niños o niñas, mien-
que mejoraron los tiempos de la tramitación tras que en el año 2011 se redujo al 4,2%
(32.190 niños o niñas) (Cogliandro, 2013).
10 Perelmiter (2008: 12) sostiene que estas mi-
8 Asimismo, desde 1998, el acceso a estas radas no sólo desatienden procesos sociopo-
pensiones se había suspendido por decisión líticos importantes cuyo locus es el Estado,
gubernamental y el otorgamiento de nue- sino que interpretan como carencias o distor-
vos beneficios quedó supeditado a una baja siones realidades que podrían ser pensadas en
equiparable. Por lo tanto, entre 1999 y 2003, su productividad y singularidad política. Más
se observa un relativo estancamiento en la allá de las objeciones propiamente teóricas, la
cobertura de las PNC. La creación en 2003 autora señala que en la realidad empírica de
del Programa Adulto Mayor Más removió al- los Estados ningún agente en particular tiene
gunos de los obstáculos presupuestarios que influencia o autoridad uniforme a lo largo de
impedían una mayor extensión del sistema de todos los sectores estatales, y la acción estatal
pensiones a la vejez (CELS, 2004). no es ni centralizada ni coherente.
156
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

tina. Por ejemplo, bajo la vigencia en la Ar- tauración del estado de derecho; el deterioro
gentina de la Ley 10.093 (conocida como Ley de las condiciones económicas y sociales como
de Patronato) de 1919, cuyo sentido tuvo un consecuencia del proceso denominado de
carácter de tutela y control social por parte “Ajuste estructural”, que el periodo de recupe-
de los jueces. Por el contrario, la noción de ración posterior no logró resolver; la existencia
“judicialización” de derechos sociales que aquí de bloqueos o “callejones sin salida” en los ca-
se recupera refiere a una nueva generación de nales tradicionales de la democracia represen-
intervenciones judiciales en la materia, bajo tativa; la ausencia de respuestas adecuadas de
ciertas condiciones (democratización, estado los poderes Ejecutivo y Legislativo; reformas
de derecho, jerarquía constitucional de trata- constitucionales que ampliaron el catálogo de
dos internacionales de derechos humanos) que derechos de ciudadanía garantizados por el
tiene lugar a nivel regional a comienzos de este Estado e incluyeron nuevas herramientas para
siglo. su protección. Dicha formalización constitu-
Surgieron sentencias judiciales relevantes cional y legal abrió el camino de disputas y
fundamentadas en instrumentos internacio- conflictos en el terreno judicial incorporando
nales de derechos humanos, sobre el derecho en un escenario corriente la participación de
a la educación, a la salud, a la vivienda y a la los tribunales en diversas cuestiones políticas.
seguridad social principalmente por parte de Esto transcurre en paralelo a una nueva ola
tribunales argentinos, costarricenses, brasile- de juridificación de cuestiones que se encon-
ños y colombianos (Arcidiácono et al., 2010; traban reguladas de manera autónoma o in-
Bercovich y Maurino, 2013; Abramovich y formal (O´Donnell, 2008) con la consecuente
Pautassi, 2009). Este escenario fue posible por penetración del campo jurídico (Bourdieu,
el activismo de organizaciones sociales y de ac- 2000) en ámbitos sociales diversos, “publifi-
tores de la defensa pública que brindaron pa- cando” asuntos privados, y redefiniendo e in-
trocinio y asesoramiento legal para el reclamo vadiendo relaciones domésticas e íntimas.
y la defensa de los derechos sociales vulnera- El universo de la política social no con-
dos. A la vez, estos actores se retroalimentaron tributiva no escapa a esta tendencia. Sólo a
con este tipo de litigio. Asimismo, organismos modo de ejemplo cabe recordar los 194 am-
de derechos humanos fueron incorporando paros judiciales individuales presentados por
en su agenda este repertorio de derechos; y el cierre de inscripción del Plan Jefas y Jefes de
otras organizaciones comenzaron a tener una Hogar el 17 de mayo de 2002 (Arcidiácono et
agenda propia de litigio de casos individuales al., 2009). Algunos casos obtuvieron sentencia
o colectivos, muchos de estos con pretensión favorable luego de años de demora, pero esto
estratégica (Bergallo, 2006). no implicó un impacto en la modificación de
La judicialización de los derechos sociales la política pública. Cabe recordar que desde
abre la posibilidad de que un juez ordene una una mirada crítica a los procesos de judicia-
reparación, tal como ocurre con la violación lización, Pierre Rosanvallon (1995) resalta el
de un derecho civil o político, o bien de recla- peligro de la radicalización de un individua-
mar el cumplimiento de las obligaciones que lismo que promueva una intervención estatal
constituyen el objeto del derecho (Artigas, compensadora y reparadora de la situación del
2005). Distintos factores se combinan para individuo perdiendo el carácter de reconstruc-
explicar el incremento de los reclamos judicia-
les vinculados con la satisfacción de derechos
sociales en la región en el nuevo siglo: el pro-
ceso de democratización y la consecuente res-

157
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

ción del vínculo social11. En esta misma línea, Una lectura atenta de los cuatro expedientes ju-
los casos aquí elegidos no representan litigios diciales permite encontrar un primer hallazgo.
conocidos como “estratégicos” donde los pro- Existen numerosas formas de denominar las
cesos de judicialización tienen efectos simbó- prestaciones que se reclaman (que en general
licos (Mc Cann, 1991 y Galanter, 1983) ni se trata de PNC). Tal situación dificulta ardua-
tampoco impacto en la política pública12. En mente la tarea de un lector externo y conlleva
clave de la tempografía de la dominación (Au- a idas y vueltas sobre cada pieza que compone
yero, 2013) son casos individuales por pres- el expediente para poder comprender “de qué
taciones de mínima cuantía para sobrevivir se habla”. Las múltiples formas para nombrar
frente a situaciones de extrema vulnerabilidad las PNC se mezclan con confusiones con otras
que llevan entre 5 y 7 años de proceso que, prestaciones sobre todo las Pensiones Gracia-
en el mejor de los casos, obtienen sentencia bles (PG), aspecto que atraviesa la mayoría de
favorable. los expedientes desde el comienzo hasta el fin
y a los diferentes actores casi de manera in-
4) Concepciones dominantes sobre distinta. A continuación, se detallan algunos
las Pensiones No Contributivas ejemplos sobre este uso indistinto.
En Lifschitz la propia demanda mencio-
a) Una comedia de malos na que se trata de una PG cuando en realidad
entendidos ¿Pensiones Graciables se trata de una PNC, “a V.S. pedimos: (…) Se
o Pensiones No Contributivas? dicte sentencia haciendo lugar al amparo y dis-
poniendo que el Estado Nacional otorgue una
pensión graciable que cubra las necesidades de
nuestro hijo (fs. 5). Luego, a lo largo del ex-
11 Luciano Nosetto (2014) presenta las coorde- pediente se usan de manera indistinta ambas
nadas de esta judicialización en un recorrido pensiones, es más, cuando se nombran requi-
de autores clásicos. sitos para denegar la solicitud se refieren a los
requisitos exigidos para las PNC. Para aportar
12 Sólo a modo de ejemplo, el fallo de Reyes
más a la confusión cuando el caso se resuelve
Aguilera en 2007 no implicó un impacto en
de manera favorable en la CSJN que ordena a
la política pública. De hecho, no se modificó
la Cámara la revisión de la sentencia se intro-
el requisito de años de residencia para acceder
duce la idea de “subsidio” sin clarificar de qué
a la PNC por invalidez en caso de extranje-
tipo de prestación se trata: “Ordena a la Secre-
ros. El tipo de sistema normativo argentino
taría de Desarrollo Social -Comisión de Pensio-
establece que los efectos de las sentencias
nes Asistenciales- la entrega, con carácter urgente
tienen carácter individual. En este marco, el
de un subsidio a favor de Lucas Nicolás Riguero
16 de mayo de 2017 la Sala 2 de la Cáma-
destinado a facilitar la actividad intelectual del
ra Federal de la Seguridad Social rechazó los
citado y que le permita atender completamente
efectos colectivos que habían presentado los
la educación escolar tal como la que recibía y cos-
demandantes del caso (Clínica Jurídica por
tear el transporte especial conforme la dolencia
los Derechos de los Migrantes y Refugiados
que padece” (fs. 8).
UBA - CELS - CAREF). Esto explica de qué
En Álvez una minuciosa reconstrucción
manera en 2015, ocho años después de Reyes
del expediente permite identificar que la ac-
Aguilera, la sentencia de la CSJN en el caso
tora tenía una PG que en la propia deman-
Fernández Machaca si bien recoge el prece-
da se presenta como PNC. “Mi representada
dente de Reyes Aguilera recuerda que no son
obtuvo los beneficios de pensión no contributiva
extrapolables los casos.
158
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

cumpliendo con los requisitos exigidos en ese mo- advertir que el beneficio en juego no deriva,
mento bajo el régimen de la Ley Nº 24.764” (fs. contrariamente a lo afirmado por el a quo, de
24 vta). la atribución del Poder Legislativo de “dar pen-
En Fernández Machaca la propia demanda siones” (tradicionalmente llamadas pensiones
plantea la necesidad de un “subsidio” o PNC graciables) contenida en el citado art. 75.20 de
de manera indistinta. Por su parte, la Cáma- la Constitución Nacional anterior art. 67.17)
ra confunde PG con PNC y haciendo una (…) Más aún; el propio legislador, cuando
síntesis las denomina “pensión graciable por hizo expresa mención de las prestaciones del
incapacidad”: “Surge de autos que el titular en- citado art. 9 en la ley 24.241, las denominó
tabló demanda contra la Comisión Nacional de “prestaciones no contributivas” (art. 183). El
Pensiones Asistenciales, con el objeto de obtener el beneficio instituido por el recordado precepto
beneficio de pensión graciable por discapacidad. de la ley 13.478 y sus modificatorias, no es un
Al respecto considera inaplicable la aplicación “mero favor”, tal como caracterizó esta Cor-
del precedente “Reyes Aguilera” del Alto Tribu- te a las pensiones graciables en el caso Ramos
nal. Asimismo, apela la imposición de las costas” Mejía c. Nación Argentina. Antes bien, cabe
(fs.54). inscribirlo, con arreglo a lo que se expondrá
Esta suerte de “comedia de malos enten- en el considerando siguiente, en el ámbito de
didos” aparece con mayor fuerza en el caso la legislación relativa a la seguridad social, que
Reyes Aguilera, el de mayor relevancia pública la reforma constitucional de 1957 destacó en
y cuyo expediente duplica en tamaño a los res- el art. 67.11, hoy 75.12” (fs. 245).
tantes. La parte demandada plantea explícita- Sintéticamente, a lo largo de los expe-
mente que no hay en juego un derecho porque dientes suele hacerse uso indistinto entre PG
se trata una PG. La Sala I de la Cámara Fede- otorgadas por el Congreso y las PNC asisten-
ral de la Seguridad Social resolvió confirmar la ciales (principalmente por invalidez). Como
sentencia recurrida fundando tal decisión en se describió en el primer apartado, se trata de
que la pensión reclamada era graciable y, por dos tipos de prestaciones que no representan
ello, la determinación de los requisitos para su lo mismo, que son otorgadas por diferentes
otorgamiento constituía “un acto de política le- poderes del Estado y destinadas a cubrir un
gislativa del Congreso Nacional no justiciable” abanico diverso de “riesgos sociales”.
(fs. 45). Luego, en su dictamen la Procuración
Fiscal ante la CSJN, entendió que correspon- b) Las múltiples denominaciones
de a una facultad del Congreso en función del Más allá del plano de las confusiones, en los
artículo 75 inc. 20 de la Constitución: “una expedientes judiciales se utilizan diferentes ar-
facultad sometida a total prudencia y discreción tilugios para denominar a estas prestaciones no
y entonces, los parámetros y requisitos a cumplir contributivas que por lo general se alejan de la
para el otorgamiento de la pensión de esas ca- idea de “derechos” y más aún de la “seguridad
racterísticas, es un acto de política legislativa no social no contributiva”. Si se toma distancia
justiciable” (fs. 65). de una visión unívoca sobre los derechos que
Algunos de los ministros de la CSJN ad- implique un lugar predeterminado a los mis-
virtieron el error (votos de Fayt/Zaffaroni – mos (en clave de emancipación o promesas
presentación conjunta– y luego de Maqueda). vacías) (Brown, 2003), este carácter ambiguo
Es así que dan una detallada explicación sobre es parte constitutivo de las PNC. Si bien las
las diferencias entre las prestaciones. Esto se PNC por invalidez datan de 1948 en el marco
plasma en la sentencia favorable de la CSJN, de un proceso de efectivización de la asistencia
que señala “en primer término, corresponde

159
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

como derecho ciudadano y de deuda pública13 familia no utiliza argumentos tan robustos en
(Soldano y Andrenacci, 2005), lo cierto es que este sentido.
la apropiación burocrática y las relaciones con A nivel de las sentencias, Reyes Aguilera
los destinatarios fueron moldeando la impron- representa el único caso cuya sentencia hace
ta de este tipo de instrumento. Los márgenes explicita mención al derecho a la seguridad so-
de discrecionalidad que tienen las burocracias cial como parte del esquema no contributivo.
asistenciales para aceptar o denegar las pres- Como señala Abramovich (2009), en paralelo
taciones, los esquemas probatorios que sirven y sin demasiados puentes argumentales, al-
para filtrar el acceso, los requisitos y los altos gunos votos favorables de los ministros de la
niveles de dilación y congelamiento durante CSJN (Fayt/Zaffaroni) apoyan también sus
años fueron distanciando estas prestaciones de argumentos en el derecho a la vida más que en
una idea de derecho. los restantes andamiajes de derechos sociales
En este escenario, quienes presentan las que la propia demanda plantea. Algunos análi-
demandas judiciales intentan correr los límites sis jurisprudenciales (GIDES, 2017) destacan
sobre lo que es o no legítimamente reivindica- que, en Fernández Machaca, la CSJN no citó
ble, las prácticas e intervenciones que se habi- ni analizó la Observación General 19 Comité
litan, los problemas y los sujetos que pueden de Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
presentarse con el “permiso” para reclamar les (2007). Un pasaje pertinente de esa OG
(Heller, 1996). En definitiva, se proponen que señala: “Todas las personas deben estar cubiertas
problemas expresados en lenguaje ordinario se por el sistema de seguridad social, incluidas las
traduzcan en lenguaje jurídico vinculados con personas pertenecientes a los grupos más desfavo-
el sentimiento de injusticia que se basa en la recidos o marginados, sin discriminación basada
experimentación de la sensación de tener de- en algunos de los motivos prohibidos en el párrafo
rechos. Por esta razón, los casos patrocinados 2 del artículo 2 del Pacto (párrafo 23)”. El ori-
por organismos de derechos humanos o la de- gen nacional es uno de los motivos prohibi-
fensa pública les otorga mayor protagonismo dos. Además, la OG 19 (2007)14 destaca la ne-
a los derechos sociales o a la idea de seguridad cesidad de esquemas no contributivos –como
social en el texto de las demandas. Por ejem- el discutido en el fallo– para lograr cobertura
plo, en Reyes Aguilera se plantea la noción universal.
de “Seguridad Social Universal”. La demanda La CSJN suele emplear en la mayoría de
también apela a violaciones de otros derechos los casos y de manera indistinta: “beneficio”,
como el derecho a la salud, los derechos de las “pensión no contributiva” y “pensiones alimen-
personas con discapacidad, derechos de los ni- tarias”. La apelación a lo alimentario resulta
ños, niñas y adolescentes, niñez. Aunque en frecuente en este tipo de casos, y recuerda al
menor medida, el caso Álvez donde tiene par- tipo de abordaje propio del fuero de la Segu-
ticipación la Defensa Pública también se apela ridad Social vinculado con el Plan Jefas y Jefes
fuertemente a instrumentos de derechos hu- de Hogar Desocupados (Arcidiácono et al.,
manos. En cambio, este aspecto se desdibuja 2009). En esos casos, se ponían en evidencia
en Lifschitz donde el patrocinio de la propia las dudas alrededor de la naturaleza misma del
Plan, habilitando reiteradas lógicas discursivas
y denominaciones encontradas.
13 Diferenciándose de la lógica de legitimación
del dispositivo filantrópico caritativo propio
de fines del siglo XIX y comienzos del siglo 14 Esta OG fue emitida después del fallo de Re-
XX. yes Aguilera.
160
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

Lo que resulta recurrente en el análisis de En Fernández Machaca el demandado


los expedientes es que las visiones de los ac- sostiene que: “Estas pensiones no contributivas,
tores judiciales o del Poder Ejecutivo que son asistenciales, tienen naturaleza jurídica diferen-
resistentes a otorgar la prestación apelan a la te a los beneficios previsionales. No dependen de
“Facultad discrecional” de la autoridad públi- aportes efectuados por los beneficiarios, sino que
ca que la otorga. Si bien aparece para el campo derivan de una facultad discrecional de manera
de las PNC, sobre todo se hace presente con que sólo se está obligado a satisfacerla cuando se
más fuerza cuando se las confunde con las PG cumplan los requisitos exigidos” (fs.16).
otorgadas por el Poder Legislativo, aspecto En Reyes Aguilera el dictamen de la Pro-
que nos devuelve al problema de las confu- curación Fiscal ante la CSJN sostiene “nos en-
siones abordado previamente. Esta discusión contramos ante un beneficio que nace a partir de
sobre las facultades tiene implicancias directas una facultad discrecional de uno de los Poderes
en los procesos de judicialización, disputando del Estado, el que sólo está obligado a satisfa-
las fronteras de aquello que no es justiciable. cerlo cuando se cumplan los requisitos exigidos,
Los siguientes extractos dan cuenta de ello: por lo que el derecho que asiste a quien quiera
En Álvez, el demandado (la CNPA) sos- solicitarlo, estará fatalmente condicionado a esta
tiene: “La pensión graciable –no contributiva– circunstancia, pues –como lo precisa destacada
no responde a una contraprestación del Estado, doctrina– la extensión y la oportunidad de es-
y proviene como ya se ha expresado, de un acto tas facultades legislativas, depende, pues, del sólo
prudencial o discrecional de quien tuvo faculta- criterio del Congreso” (…)“Se trata de beneficios
des a ese efecto. Y que también tiene facultades que aprueba el Congreso como favor o amparo,
para regular sobre esta clase de beneficios, esta- a diferencia de la pensión legal que proviene de
bleciendo requisitos para su goce” (fs 52). “El la vinculación preexistente regida por un estatuto
otorgamiento de las pensiones graciables corres- legal en el cual el beneficio se establece en forma
ponden a un acto discrecional del Congreso de la estricta y directa con los servicios rendidos y los
Nación, pero no convierten a las mismas en un aportes realizados”(fs.145).
derecho adquirido, tal como pretende el actor” En definitiva, las concepciones dominan-
(…) “En rigor no existe violación de derecho ad- tes de los actores judiciales y del Ejecutivo que
quirido alguno del actor. La naturaleza de estas circulan en el expediente suelen vincular las
pensiones graciables no puede asimilarse a las prestaciones no contributivas con nociones
pensiones contributivas, es decir a los beneficios más próximas a favores y a la facultad discre-
previsionales. No derivan de ningún derecho sino cionalidad de las autoridades públicas. A la
simplemente de la voluntad de los miembros del vez, los argumentos en materia de derechos
Poder Legislativo. Por lo que son inaplicables al sociales son poco desarrollados o ausentes sal-
caso los conceptos y jurisprudencia alegada por la vo en los casos mencionados.
actora al intentar confundir los conceptos de am- Si bien las transformaciones estructurales
bos beneficios, netamente diferenciados” (fs 51 del mercado del trabajo y la expansión de estas
vta). (…) “De ninguna manera pueden revestir prestaciones sugieren que se trata de un elen-
el carácter de derecho adquirido ya que dependen co estable de la seguridad social, en los expe-
en última instancia de la Ley de Presupuesto, no dientes aparece una mirada residual para los
siendo obligatorias porque no responden a una esquemas no contributivos. Esto se encuentra
causa legal. De lo contrario todos los habitantes atravesado por las visiones morales y jurídicas
de la Nación tendrían un derecho similar” (fs de quienes son actores del expediente y están
51). tradicionalmente familiarizados con el recorri-
do del empleo y las prestaciones previsionales.

161
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

Tal vez la distinción que denomina “Legales” con matices atraviesa todos los emisores jurídi-
a las prestaciones contributivas es las más elo- cos de las causas judiciales, no sólo quienes se
cuente de este tipo de visión “trabajocéntrica” niegan a otorgar las prestaciones.
(Arcidiácono, 2012). Como señala Bourdieu Por un lado, en tanto las PNC tienen un
(2000), el poder específico de los profesiona- segundo nivel, incomparables por su propia
les jurídicos se basa en la capacidad de revelar entidad con la seguridad social contributiva.
derechos, en otras palabras, se trata de mani- La fortaleza simbólica e institucional del sis-
pular las aspiraciones jurídicas, ampliarlas y tema clásico de seguridad social organizado
expandirlas en algunos casos o desalentarlas en a partir de la relación salarial formal no sólo
otros. Esto es lo que se disputa en los judiciales impregna las demandas, la propia elaboración
analizados. de políticas por parte del Poder Ejecutivo, sino
que aparece con más fuerza en diversas visio-
Reflexiones finales nes del entramado judicial. Esto emerge con
La disputa actual por la ampliación de las más fuerza a la hora de discutir y definir el
prestaciones sociales no contributivas tiene acceso a colectivos históricamente excluidos
como escenario también los tribunales. El (como los migrantes, las personas con discapa-
recorrido por los expedientes permite identi- cidad). Por otro lado, la residualidad se pone
ficar diferentes emisores que detentan capital de manifiesto en las dificultades para identifi-
jurídico a lo largo de los procesos. Más allá de car las prestaciones o en las confusiones (que
la separación más evidente entre demandantes con diferentes connotaciones o apelaciones)
y demandados, por momentos se identifican atraviesan también los diferentes emisores y
algunas concepciones dominantes que desdi- etapas del litigio.
bujan la clásica diferencia. Finalmente, esta residualidad emerge a la
La idea de “hermanita menor” que titula hora de evaluar el impacto de este tipo de li-
este artículo y que surge como categoría nativa, tigios. Si bien no es objeto de este trabajo, la
organiza y condensa algunas de estas visiones. evidencia empírica indica que estos casos no
En un primer acercamiento, “la hermanita me- abrieron canales de diálogo entre los poderes
nor” se asocia con una dimensión cuantitativa. ni reformado las políticas públicas, sino que
Esta impronta puede encontrarse principal- más bien opera una lógica del “caso a caso”.
mente en la visión de los referentes judiciales Lejos de encontrar frondosos argumentos le-
de las diferentes instancias (jueces, fiscales, gales que sirvan como horizontes de valida-
burocracias técnico-profesionales). Desde sus ción y justificación, la ampliación o restricción
concepciones, estos reclamos son mínimos de los derechos aparece mayormente asociada
comparados con la amplia litigiosidad del con las valoraciones de los diferentes referentes
campo previsional. Cabe recordar que de todas del entramado judicial, los actores que traccio-
formas esto tiene lugar en el marco de un pro- nan los casos y el “clima de época” que atravie-
ceso de expansión y masificación de las presta- sa los diferentes períodos. En otras palabras, se
ciones de la seguridad social no contributiva trata de las formas que adquiere el proceso de
como parte de las respuestas gubernamentales recodificación de desigualdades y derechos en
ante el desacople entre los arreglos de bienestar el campo de la política social no contributiva.
centrados en esquemas “trabajocéntricos” y las
transformaciones del mercado de trabajo.
Una segunda lectura indica que la referen-
cia a “la hermanita menor” se vincula con el
carácter residual de las prestaciones, visión que

162
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 149-164

Referencias bibliográficas de Derecho Público. Revista Jurisprudencia


Argentina. INFOJUS. (1) Núm. 1, 207-225.
Abramovich, V. (2009). El rol de la justicia en la Bertranou, F.; Solorio, C. y Ginneken, W. (2002).
articulación de políticas y derechos sociales. Pensiones no contributivas y asistenciales. Ar-
En V. Abramovich y L. Pautassi (Comps.). gentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay.
La revisión judicial de las políticas sociales (pp. Santiago de Chile: OIT.
1-89). Buenos Aires: Del Puerto. Bertranou, F.; Cetrángolo, O.; Grushka, C. y
Abramovich, V. y Pautassi, L. (Comps.). (2009). Casanova, L. (2011). Encrucijadas en la Segu-
La revisión judicial de las políticas sociales. Bue- ridad Social Argentina: Reformas, Cobertura y
nos Aires: Del Puerto. Desafíos para el Sistema de Pensiones. Santiago:
Arcidiácono, P. (2012). La política del “mientras OIT/CEPAL.
tanto”. Programas sociales después de la crisis de Bestard, A.; Carrasco, M. y Pautassi, L. (2015).
2001-2002. Buenos Aires: Biblos. La cuestión federal pendiente: sistemas pre-
Arcidiácono, P.; Fairstein, C. y Kletzel, G. (2009). visionales locales y brechas contributivas. En
El “enfoque de Derechos” en políticas sociales L. Pautassi y G. Gamallo (Dir.). El bienestar
y la experiencia de judicialización del Pro- en brechas. Políticas sociales en la Argentina de
grama Jefes y Jefas de Hogar Desocupados: la posconvertibilidad (pp. 91-137). Buenos Ai-
¿Por la buena senda? En V. Abramovich y L. res: Biblos.
Pautassi (Comps.). La revisión judicial de las Bourdieu, P. (2000). La fuerza del derecho. Santa
políticas sociales (pp. 139-163). Buenos Aires: Fe de Bogotá: Editorial Uniandes.
Del Puerto. Brown, W. (2003). La crítica de los derechos. Co-
Arcidiácono, P.; Espejo, N. y Rodríguez Garavito, lombia: Siglo del Hombre.
C. (Coords). (2010). Derechos Sociales: jus- CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales).
ticia, política y economía en América Latina. (2004). Las pensiones por vejez frente al derecho
Bogotá: Siglo del Hombre editores. a la seguridad social. Buenos Aires: CELS.
Artigas, C. (2005). Una mirada a la protección so- Cogliandro, G. (2013). Pensiones no contributivas
cial desde los derechos humanos y otros contextos para madres de 7 ó más hijos: Seguridad social
internacionales. Serie Políticas Sociales (110). para las madres en situación de vulnerabilidad
Santiago de Chile: CEPAL. social. Boletín del observatorio de la materni-
Arza, C. y Chanbederian, F. (2014). Pensiones dad, (66).
básicas en América Latina. Diseño, cobertura Comité de Derechos Económicos, Sociales y Cul-
y beneficios comparados en Argentina, Bra- turales (2007). Observación General Número
sil, Bolivia y Chile. Documento de Trabajo del 19. El derecho a la seguridad social (artículo 9),
CIEPP. Núm. 89. Aprobada el 23 de noviembre de 2007.
Auyero, J. (2013). Pacientes del Estado. Buenos Equipo Latinoamericano de Justicia y Género
Aires: Eudeba. (ELA). (2011). Sistema previsional en ar-
Barrera, L. (2012). La Corte Suprema en escena. gentina y equidad de género. Situación actual
Una etnografía del mundo judicial. Buenos Ai- (2003-2010) y perspectivas futuras. Buenos
res: Siglo XXI Editores. Aires: ELA.
Bercovich, L. y Maurino, G. (Comps). (2013). Gamallo, G. (2017). El gobierno de la pobreza en
Los derechos sociales en la Gran Buenos Aires. la Argentina de la posconvertibilidad. El Minis-
Algunas aproximaciones desde la teoría, las ins- terio de Desarrollo Social de la Nación. Buenos
tituciones y la acción. Buenos Aires: Eudeba. Aires: Fundación CECE.
Bergallo, P. (2006). Apuntes sobre justicia y expe- Galanter, M. (1983). The Radiating Effects of
rimentalismo en los remedios frente al litigio Courts. En K. Boyum y L. Mather (Eds.).

163
Pilar Arcidiácono “‘La hermanita menor’”

Empirical Theories About Courts (pp. 117- Rosanvallon, P. (1995). La nueva cuestión social.
142). New York: Longman. Buenos Aires: Manantial.
GIDES (Grupo de Investigación en Derechos Soldano, D. y Andrenacci, L. (2005). Apro-
Sociales). (2017). La Corte Suprema argentina ximación a las teorías de la política social a
y el Pacto. Informe presentado al Comité de partir del caso argentino. En L. Andrenacci
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Comp.). Problemas de política social en la
PIDESC - Pacto Internacional de Derechos Argentina contemporánea (pp.17-80). Buenos
Económicos, Sociales y Culturales 61 Pre-Ses- Aires: UNGS/Prometeo.
sional Working Group (09 al 13 de octubre Stake, R. (1999). Investigación con estudio de casos.
de 2017). Madrid: Morata.
Guber, R. (2010). La etnografía. Buenos Aires: Tirenni, J. (2013). La política social argenti-
Siglo XXI. na ante los desafíos de un Estado inclusivo
Heller, A. (1996). Una revisión de la teoría de las (2003-2013). Revista Estado y Políticas Públi-
necesidades. Barcelona: Paidós. cas. (1). Núm. 1, 123-140.
Jefe de Gabinete (2018). Informe ante la Honora-
ble Cámara de Diputados de la Nación, Núme- Para citar este Artículo de investigación:
ro 110. Presentado el 23 de mayo de 2018. Arcidiácono, P. (2019). “La hermanita menor”.
Kessler, G. (2014). Controversias sobre la desigual- Concepciones dominantes sobre la seguri-
dad. Argentina 2003-2013. Buenos Aires: dad social no contributiva en expedientes
Fondo de Cultura Económica. judiciales. Revista Estado y Políticas Públicas.
Marcus, G. (1998). Ethnography Through Thick Año VII, Núm. 12, 149-164.
and Thin. Princeton, N. J.: Princeton Univer-
sity Press.
Mc Cann, M. (1991). Legal Mobilization and
Social Reform Movements: Notes on Theory
and its Application. Studies in Law, Politics
and Society. Núm. 11, 225-254.
MTEySS (Ministerio de Trabajo Empleo y Segu-
ridad Social). (2012). Boletín Estadístico de la
Seguridad Social. II trimestre 2012. Secretaría
de Seguridad Social.
Nosetto, L. (2014). Reflexiones Teóricas Sobre la
Judicialización de la Política Argentina. Docu-
mentos y Aportes de Administración Pública y
Gestión estatal. (23), 93-123.
O´Donnell, G. (2008). Epílogo. En R. Sieder,
L. Schjolden y A. Angell (Eds.). La judicia-
lización de la política en América Latina (pp.
351-359). Bogotá: Universidad Externado de
Colombia.
Perelmiter, L. (2008). ¿Es posible la debilidad
estatal? Notas de investigación sobre la cons-
trucción del Estado en política social. Revista
Papeles de Trabajo. (1), 33-56.

164
El recorrido de la membresía argentina
en el G20 (1999-2018):
¿Qué logró como honest broker la Presidencia del Grupo en 2018?

The trajectory of Argentine membership in the G20 (1999-2018):


What did chairmanship as a humble honest broker achieve in 2018?

Por Melisa Deciancio* y Diana Tussie**


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 01 de abril de 2019.

RESUMEN teaba como una oportunidad para poner de


El objetivo de este artículo de investigación es manifiesto las necesidades e intereses de los
exponer el lugar del G20 en la política exterior países de la región frente a los líderes globales,
de Argentina desde su ingreso como miem- planteando una agenda representativa de las
bro hasta la presidencia del grupo, durante problemáticas de la región tales como la des-
el gobierno de Mauricio Macri; así como un igualdad, la pobreza, la falta de financiamiento
análisis de lo acontecido en la cumbre de pre- y su dependencia de financiamiento externo.
sidentes de noviembre de 2018. Se entiende a Sin embargo, la agenda propuesta de presi-
la participación en el grupo como una plata- dencia argentina fue reducir las tensiones a un
forma de relacionamiento con el mundo, así mínimo para garantizar el orden del evento. El
como escenario para la consolidación y cris- acuerdo con el Fondo Monetario Internacio-
talización de la estrategia de política exterior nal que debió firmar la Argentina y la propia
implementada por cada gobierno. Se sostiene inestabilidad financiera durante la presidencia
que la presidencia argentina del G20 se plan- del G20 pusieron de manifiesto la vulnerabi-

* Investigadora del Área de Relaciones Internacionales y Coordinadora académica de la Maestría en


Relaciones Internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Argentina.
CONICET. Correo electrónico: mdeciancio@flacso.org.ar
** Investigadora Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Directora
del Área de Relaciones Internacionales y de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Argentina. Correo electrónico: dtussie@flacso.org.ar

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

165
Melisa Deciancio y Diana Tussie “El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018)”

lidad del gobierno y socavaron la ambición de Macri puso al G20 en el centro de la agen-
posicionarse como jugador de grandes ligas. da. Así como durante el gobierno de Cristina
Palabras clave: G20, Argentina, Mauricio Fernández el G20 se constituyó en una he-
Macri, Política Exterior, Donald Trump. rramienta de posicionamiento de los intere-
ses del país frente al mundo, con una mirada
ABSTRACT distinta, Macri buscó utilizar esta plataforma
This paper aims to expose the place of the G20 como escenario del viraje que planteó para la
in the foreign policy of Argentina from its be- inserción internacional del país en su gobierno
ginning as member until the presidency of the y su ambición de que la Argentina jugara en
group during Mauricio Macri’s administra- las grandes ligas. Para ello, en lugar de marcar
tion; as well as the perspective on what will una agenda como normalmente hacen los paí-
happen at the summit of presidents of Nov- ses anfitriones, adoptó un tono de mediador o
ember 2018. Participation in the group is un- “honest broker”. En última instancia, la gran
derstood as a platform of relationship with the ambición era jugar en las grandes ligas para
world, as well as a scenario for the consolida- atraer una “lluvia de inversiones”. Sin em-
tion and crystallization of the policy strategy bargo, a medida que avanzaba la presidencia
externally implemented by each government. argentina, se profundizaría la crisis. En abril
It is argued that the Argentine presidency of se anunció que la Argentina tomaría un prés-
the G20 was presented as an opportunity to tamo del Fondo Monetario Internacional que
highlight the needs and interests of the coun- para septiembre se transformó en el préstamo
tries of the region in the face of global leaders, más grande en la historia del organismo y pre-
posing an agenda representative of the region’s cipitó la renuncia del presidente del Banco
problems such as inequality, poverty, lack of Central. Así la Argentina sería el primer país
financing and dependence on external finan- en presidir el G20 al mismo tiempo que pedía
cing. However, the agenda proposed by the un salvataje financiero.
Argentine presidency relegated these demands Es sabido que la política internacional de
with view to reduce conflicts to a minimum la Argentina se ha visto ampliamente redefi-
and in order to build bridges with the agendas nida en los últimos tiempos, marcada por el
of developed countries. Moreover, as the year cambio en la orientación del gobierno y su
evolved Argentina went into a tailspin and was nueva estrategia de inserción en línea con las
forced to sign an agreement with the Interna- características del modelo político y econó-
tional Monetary Fund. mico propuesto. En este proceso se han ido
Keywords: G20, Argentina, Mauricio Ma- adoptado diversos caminos que, con varia-
cri, Foreign Policy, Donald Trump. ciones, permitieron la adaptación del país al
cambiante contexto internacional generando
Introducción desafíos y oportunidades a cada paso. Para ello
La agenda de política exterior argentina del es necesario contemplar que los modelos de
2018 estuvo sin dudas marcada por la presi- desarrollo, implícitos o explícitos, que los dis-
dencia del G20. En el marco de un discur- tintos gobiernos ponen en marcha juegan un
so que proponía el “regreso al mundo”, una papel central en las orientaciones de política
nueva inserción “madura” e “inteligente” del exterior. Los lineamientos de dichos modelos
país en los mercados internacionales, el acer- hacen referencia, por un lado, a una lectura del
camiento a los Estados Unidos y a Europa y el contexto internacional. Por otro lado, atien-
abandono del “aislamiento” al que condenaba den a los intereses de actores prioritarios de la
el gobierno anterior, el gobierno de Mauricio coalición gobernante. Desde esta perspectiva,

166
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

debe también contemplarse que el gobierno por la presidencia argentina resultó muy poco
de Macri se caracteriza por un ethos gerencial, comprometida con dichas demandas sino
dada la inclusión de CEOs  y  managers en el más bien funcional a las agendas de los países
gabinete. Ello indica la importancia que ha te- desarrollados.
nido el mundo de la empresa como espacio de Para los países medianos o periféricos, con
reclutamiento de personas y de repertorios de un rol secundario en la estructura del sistema
gestión y de mapas de acción. internacional, la posibilidad de incidencia en
Este artículo de investigación busca ex- los asuntos globales resulta desafiante. Espa-
poner las acciones de política exterior argen- cios multilaterales como el G20 pueden im-
tina orientadas al aprovechamiento de las plicar dos resultados que conviven en tensión
oportunidades y el abordaje de los desafíos permanente. Por un lado, pueden convertirse
emergentes en relación a su participación en en foros desde donde imponer la voluntad de
el Grupo de los 20 (G20). Como sucede en los más poderosos a los más débiles y asegurar
cualquier ámbito de concertación multilateral, así el cumplimiento de ciertas medidas que sir-
ser miembro de dicho foro presenta oportuni- ven a los intereses de pocos. Por otro lado, –y
dades asociadas a la mayor participación en el no por ello descartando lo anterior– estos fo-
proceso de toma de decisiones a nivel global, ros pueden erigirse como plataformas para que
a la vez que exige la adecuación a un determi- muchos países de menor peso relativo puedan
nado conjunto de reglas establecidas. La opor- tener cierta incidencia en el delineado de re-
tunidad que presenta la presidencia argentina glas globales y así ganar mayor protagonismo y
puso en evidencia el quiebre, no sólo con la legitimidad en el escenario internacional.
estrategia expuesta por el gobierno anterior en Para la Argentina el G20 se erigió, desde
el foro, sino también con la realidad de los paí- su surgimiento como cumbre de líderes, como
ses latinoamericanos y sus demandas. uno de los ámbitos desde y hacia donde pensar
Nuestro objetivo primordial es exponer el la política exterior del país, a partir del cual se
lugar del G20 en la política exterior de la Ar- busca construir un nuevo espacio multilateral
gentina desde su ingreso como miembro hasta de incidencia global de la periferia de acuer-
la presidencia del grupo, durante el gobierno do al lugar ocupado por la Argentina en él.
de Mauricio Macri; así como la perspectiva en Durante el gobierno de Cristina Fernández y
torno a lo acontecido en la cumbre de presi- en base a su participación en las cumbres, se
dentes de noviembre de 2018. Se entiende a buscó hacer uso de este foro para el tratamien-
la participación en el grupo como una plata- to de cuestiones trascendentales de la política
forma de relacionamiento con el mundo, así interna y externa. No sólo ha marcado desde
como escenario para la consolidación y cris- las orillas una posición en asuntos que hacen
talización de la estrategia de política exterior a la gobernanza global, sino que también ha
implementada por cada gobierno. Se sostiene utilizado el foro y el contexto en el que di-
que la presidencia argentina del G20 se plan- chas cumbres se celebraron para proyectar un
teaba como una oportunidad para poner de nuevo rol a nivel regional con mayor presencia
manifiesto las necesidades e intereses de los en cuestiones clave para el continente. A partir
países de la región frente a los líderes globa- de la llegada de Mauricio Macri al gobierno y
les, planteando una agenda representativa de el viraje en la configuración de las relaciones
las problemáticas de la región tales como la exteriores del país, el G20 se transforma en un
desigualdad, la pobreza, la falta de financia- escenario distinto, donde se cristaliza el nuevo
miento y su dependencia de financiamiento proyecto de “inserción en el mundo” a través
externo. Sin embargo, la agenda propuesta de un diálogo íntimo con el mundo empre-

167
Melisa Deciancio y Diana Tussie “El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018)”

sarial. Este fenómeno cualitativa y cuantitati- las finanzas, el cobro de deudas, entre otras.
vamente novedoso logró internalizar la lógica En su historia, la Argentina ha participado
empresarial en la política exterior. de numerosos foros internacionales en el ni-
Con esta particular marca de gestión, el vel global y continental, ha llevado propues-
gobierno aprovechó la histórica relevancia que tas, hecho escuchar su voz y reclamado por lo
los espacios de cooperación internacional ad- que considera justo. Es en este sentido que el
quieren para lograr incidencia y prestigio en multilateralismo fue una estrategia central en
el ámbito global. La cooperación ha servido la forma de abordar los asuntos internacio-
históricamente como forma de concertación nales. A la vez que reduce los costos de una
para la búsqueda de una mayor incidencia negociación –ante la posibilidad de actuar en
internacional, ya sea a través de acuerdos bi- coordinación con aliados– permite alcanzar
laterales como multilaterales. En este marco, una relevancia internacional que difícilmente
los avances en los diversos intentos por lograr se podría adquirir individualmente. El multi-
una buena y efectiva gobernanza global emer- lateralismo sirve como legitimador de los re-
gen como una oportunidad donde los países clamos y propuestas dando mayor relevancia
pueden acceder a espacios de debate y toma al bloque y cada uno de sus integrantes. Para
de decisiones, y participar con voz y voto de la países de poder intermedio como la Argen-
elaboración de reglas globales. En esta oportu- tina, la participación en foros multilaterales
nidad, y dado el conflictivo escenario interna- resulta un capital fundamental (Deciancio &
cional en el cual hasta se dudaba de la presen- Tussie, 2015).
cia de Trump quien además pateaba el tablero El G20 nació como parte de una iniciativa
del multilateralismo cada vez que podía, Ma- del Grupo de los 8 (G8) (Alemania, Canadá,
cri se propuso actual como “honest broker” o los Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Re-
mediador con una agenda de minimis. En las ino Unido y Rusia) y, especialmente, del en-
siguientes secciones, antes de analizar la cum- tonces presidente norteamericano, Bill Clin-
bre del 2018, daremos cuenta del recorrido de ton. El propósito central de estos líderes de
la Argentina en el G20. países desarrollados consistía en la creación de
un foro más efectivo, inclusivo y flexible que
La Argentina y su historia en el G20 agrupe a dirigentes de gobierno y ministros de
Dos hechos han caracterizado a la política ex- los veinte países más desarrollados del mundo
terior argentina en los últimos años: la bús- en torno a dos objetivos centrales (Argüello,
queda constante por insertarse en espacios 2017). Por un lado, dar respuesta a los desafíos
multilaterales de discusión, y el predominio de provenientes de un mundo que en la década
la diplomacia presidencial como forma de en- de los ´90 avanzaba cada vez más rápido en el
tablar relaciones internacionales. En paralelo, proceso globalizador; y, por el otro, movilizar
un contexto plagado de cada vez más foros y las capacidades en aumento de los países emer-
cumbres internacionales ha ofrecido los espa- gentes –especialmente los países asiáticos–
cios para llevar adelante esta estrategia. La Ar- que no se encontraban bien conectados con la
gentina posee una tradición internacional de gestión de los acuerdos de gobernanza global
participación en foros internacionales que va forjados en 1944-45 y 1975. Con la llegada de
desde la Liga de Naciones y Naciones Unidas, la crisis asiática en julio de 1997, esta iniciati-
pasando por el Grupo de Río y las Cumbres va se vio fuertemente reforzada. Como resulta-
de las Américas, al Grupo de los 20 (G20); do de una serie de encuentros celebrados en el
comprendiendo temáticas que abarcan la se- marco de la APEC (Cooperación Económica
guridad internacional y regional, el comercio, de Asia-Pacífico), surgió de manera temporar-

168
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

ia, el G22, en noviembre del mismo año con nidense representada en el entonces presidente
el fin de dar tratamiento a la irrupción de la Bill Clinton (Kirton, 2005).
crisis financiera asiática como a las que se an- El ingreso de la Argentina en este foro
ticipaban en otros grandes deudores (Brasil, de los 20 países con mayor PBI del mundo
Turquía, la Argentina). El objetivo era tanto se inscribe en una serie de hechos particulares
anticipatorio como preventivo y así encami- provenientes tanto del ámbito local como in-
nar el refuerzo necesario de la arquitectura fi- ternacional y de la interacción entre ambos.
nanciera internacional en respuesta a ella. En Durante la década de los ´90, el gobierno de
1999, bajo la presidencia de Alemania, el G7 Carlos Menem se concentró en llevar adelante
dio nacimiento a un nuevo órgano: el Fondo una política exterior orientada a formar parte
de Estabilidad Financiera (FEF). El mismo, de Occidente como manera de generar confi-
tenía como objetivo el tratamiento de cuestio- anza internacional. Así, el país buscó acercarse
nes técnicas del sector financiero del G7 y que a los países más poderosos con el fin de obten-
luego de las crisis de fines de los ´90 habían er los beneficios de esa relación a la vez que se
demostrado tener gran impacto y relevancia mostraba dispuesto a hacer concesiones para
para el mundo en general. Paralelamente, el que esto suceda (Deciancio, 2010).
Fondo Monetario Internacional (FMI) creaba El plan de convertibilidad y los “benefi-
el Nuevo Arreglo de Préstamos (NAP) con el cios” de la apertura económica permitieron el
fin de proveer la asistencia financiera necesaria ingreso del país al listado de países con mayor
para contener las crisis económicas de la nueva peso relativo en la economía internacional.
era. Paralelamente, el monto de la deuda argen-
Dados estos avances iniciales, el proyecto tina y las buenas relaciones forjadas desde el
más ambicioso de extensión del G7 en un am- inicio del gobierno de Menem con los países
pliado G20 con el propósito de ocuparse de desarrollados –especialmente los Estados Uni-
las crisis financieras globales, fue concluido en dos– han servido como apoyo fundamental e
septiembre de 1999. Este nuevo grupo se cen- implicaron una puerta de entrada a este foro
tró exclusivamente en asuntos financieros y es- (Argüello, 2017). Fue así como durante las
taba compuesto por los ministros de economía discusiones acerca de la definición sobre quié-
y presidentes de bancos centrales de los paí- nes serían los miembros del grupo, la Argen-
ses miembros sumados a representantes de la tina siempre figuró en el listado de países per-
Unión Europea, el FMI y el Banco Mundial. tenecientes al mismo, lo cual no sucedió con
Rápidamente luego de su creación, el G20 Chile, que finalmente no logró ingresar. Sin
comenzó a emitir declaraciones que en poco embargo, esto se encontraba más relacionado
tiempo trataron de erigirse como un efectivo a los impactos que podía llegar a tener en el
centro de gobernanza global en un mundo sistema financiero internacional la cesación de
cada vez más afectado por las crisis y, por ende, pagos de la deuda argentina –en contraste con
más vulnerable (Kirton, 2005). En este senti- la solidez financiera que presentaba Chile–,
do, el foro de ministros de economía del G20 que al desarrollo económico particular del país
fue el resultado de diversas fuerzas. Por un en este período (Deciancio, 2010).
lado, los cambios estructurales en los desafíos Otra de las razones sustentando la perti-
generados por la globalización, la nueva fuerza nencia de la Argentina a dicho foro se centra
de las economías emergentes –especialmente en el hecho de que el G20 buscaba ampliar
la asiática–, el fracaso de las organizaciones in- la representación del G7 incluyendo países
ternacionales existentes y la iniciativa estadou- emergentes de diversas regiones del mundo.
Por ello, como primera y segundas economías

169
Melisa Deciancio y Diana Tussie “El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018)”

de la región, parecía lógico que México, Brasil ción de que, dadas las dimensiones y el im-
y la Argentina fueran seleccionados como re- pacto de la crisis, ésta requería ser discutida
presentantes de la región en el Grupo 1. Por úl- y resuelta por el accionar consensuado de los
timo, y en lo referente a lo estrictamente finan- líderes del grupo. Al incluir en la agenda del
ciero, hacia 1999 se evidenciaban signos de la G20 temas no financieros se esperaba ampliar
que sería la peor crisis económica argentina de los márgenes de la negociación y lograr con-
todos los tiempos, sobre todo dada la recesión sensos para apoyar a los Estados Unidos y a
económica que había comenzado en 1998 y Europa en los temas financieros de urgencia
la experiencia vivida por las economías mexi- inmediata.
cana, asiáticas, rusa y la “mega-devaluación” La posibilidad de que el G20 financie-
brasilera de enero de 1999. Ante los riegos de ro pasara a convertirse en un foro de líderes
un efecto dominó que alcanzara a la ya debili- de estos países ya tenía para entonces algo
tada economía argentina, su participación en de vuelo, pero hasta el momento de la crisis
el Grupo permitiría un mayor control y una no encontraba respaldo en la administración
mejor manera de proveer recomendaciones en Bush. Desde la creación del grupo en 1999,
caso de que la crisis se manifestara. el entonces Ministro de Finanzas canadiense
y representante ante el grupo, Paul Martin,
De Washington a Pittsburg: había manifestado la relevancia del foro como
la Argentina, el G20 y la ámbito de formación de consenso en cuestio-
manifestación de la autonomía nes internacionales. En su visión, la tarea del
A partir de la debacle financiera internacio- G20 consistía en “traducir los beneficios de
nal que comenzara en agosto de 2007 con el la globalización en ganancias aún mayores y
desencadenamiento de la crisis subprime en mejores oportunidades para todo el mundo”,
el mercado hipotecario de los Estados Uni- convirtiéndose en un ámbito clave para la go-
dos –que desembocó en 2008 en una de las bernanza global. Con foco en estas oportuni-
peores crisis económicas del último siglo–, los dades, Martin insistió en la necesidad de que
principales líderes del mundo se vieron obli- el G20 se convirtiera en una mayor fuente de
gados a redefinir las estructuras existentes de liderazgo estratégico de largo plazo, en lugar
regulación económica y política internacional de un foro orientado técnicamente, limitado y
frente al fracaso de los organismos internacio- reducido a un solo tema, actuando solamente
nales tradicionales nacidos en Bretton Woods. en cuestiones inmediatas del día a día. Bajo
En ese contexto de estancamiento, desencanto este precepto, junto a otros funcionarios de
y falta de coordinación de los órganos mul- países miembros del G 20, instó a la forma-
tilaterales formales, el G20 emerge como el ción de un G20 a nivel presidencial, el “L20”
nuevo foro de gobernanza global para abordar (Leaders-20).
las principales problemáticas financieras inter- El L20, sería la respuesta y solución a la
nacionales. Bajo esa premisa, en noviembre de inacción y parálisis de los organismos interna-
2008, el entonces presidente George W. Bush cionales resultantes de Bretton Woods, prove-
convocó a una reunión de jefes de Estado de yendo un ámbito de diálogo equitativo entre
los países miembros del grupo con la convic- países desarrollados y países en desarrollo,
mucho más informal y sincero, donde los en-
cuentros se constituyeran como “procesos de
aprendizaje, dando a los líderes la posibilidad
1 Lo mismo sucedió con Sudáfrica del conti-
de escucharse” (Gurria, 2004). Finalmente, el
nente africano y Corea e Indonesia del conti-
proyecto frustrado del L20 fue concretado en
nente asiático.
170
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

2008 gracias a las presiones que la crisis inter- paraísos fiscales, y un mayor control sobre los
nacional impuso sobre las principales econo- fondos soberanos de inversión y las agencias
mías del mundo. calificadoras de riesgo. Bajo el lema “empleo,
Desde la primera reunión de líderes del crecimiento y estabilidad” esta cumbre inclu-
G20 en Washington y todas las que se suce- yó por primera vez la cuestión laboral en la
dieron durante los gobiernos de Cristina Fer- agenda de los países desarrollados, sirviendo
nández (2007-2011/2011-2015) la presidenta de puntapié para que el problema del empleo
argentina participó de las cumbres. A medida a nivel global sea tratado en un ámbito mul-
que fueron transcurriendo, las cumbres fue- tilateral donde países desarrollados y países en
ron cobrando cada vez más relevancia, con desarrollo. Para el gobierno de Cristina Fer-
una participación cada vez más activa y pro- nández el reconocimiento de esta oportunidad
positiva. Las primeras cumbres, especialmen- se manifestó en la mayor relevancia otorgada
te la de Washington (2008) y las de Londres al encuentro y en un rol más activo de la presi-
(2009), estuvieron signadas por la urgencia de dente en la cumbre. Vale destacar que, a pesar
los principales centros económicos del mundo de tratarse de un foro sin cuotas ni jerarquías,
azotados por la crisis financiera internacional. la voz de los países en desarrollo tiene más
Los países en desarrollo, que no se habían vis- gravitación que en los organismos de Bret-
to fuertemente afectados por la crisis, partici- ton Woods, pero como es de esperar, con un
paron del encuentro sin grandes propuestas. menor peso relativo que el de los países desa-
En el caso argentino –y al igual que en otros rrollados. Durante este encuentro, Fernández
casos–, la relevancia de este encuentro resul- llegó a Londres con una postura media entre
taba de alguna manera ajena al país, incluso los dos polos en tensión. Avalando la idea en-
los medios argentinos dieron escasa cobertura cabezada por los Estados Unidos y Gran Bre-
a la reunión, dado el desconocimiento sobre taña de estimular la economía y reactivar así la
las cuestiones específicas que se tratarían en demanda; pero también considerando oportu-
ella. En la cumbre de noviembre de 2008, la na la propuesta de Alemania y Francia sobre
presidente se unió al llamado de sus socios la- un mayor control a los mercados financieros
tinoamericanos –Brasil y México– para la in- y paraísos fiscales. La Argentina –apoyada por
clusión de España (no miembro del Grupo) Brasil– tuvo un rol clave en impedir que se
como invitada a la reunión. Asimismo, asistió incluyera en el acuerdo final una propuesta so-
con una propuesta consensuada con su socio bre flexibilidad de la legislación laboral dada
del MERCOSUR centrada en el reclamo de las “nefastas consecuencias que tuvo para la
reforma del Fondo Monetario Internacional Argentina” (Deciancio, 2010).
(FMI) para que los países en desarrollo logren La cumbre de Pittsburg (2009) consi-
alcanzar un mayor peso en el organismo y guió instaurar al G20 como el principal foro
puedan tener acceso a nuevas líneas de crédito de discusión para la cooperación económica
no condicionadas al cumplimiento de metas internacional. La decisión de los más impor-
económicas, como sucedió durante la década tantes líderes internacionales de disolver el G8
de los ‘90s en la mayoría de los países en desa- e instaurar al G20 como único foro para la
rrollo (Deciancio, 2010). resolución de las cuestiones financieras inter-
Durante la cumbre de Londres, el tema nacionales marcó no sólo la voluntad de los
central giró en torno a la fuerte presión ejer- países desarrollados de democratizar la agen-
cida por los presidentes de Francia y Alema- da económica internacional, sino también la
nia –a la que se sumaron otros líderes, entre oportunidad para los países en desarrollo de
ellos la Argentina– para la eliminación de los comenzar a incidir en la elaboración de reglas

171
Melisa Deciancio y Diana Tussie “El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018)”

de alcance global. Con referencias al surgi- mar los organismos financieros inter-
miento de un mundo “menos ingenuo y más nacionales, especialmente el FMI, que
homogéneo”, los resultados de lo acordado en no fue capaz de anticipar ni de entend-
esta cumbre tuvieron repercusión en todo el er, y menos aún de resolver, la crisis
mundo. En esta oportunidad, Argentina tuvo financiera vigente.”
un gran protagonismo en la decisión adoptada
para que el G20 tenga a partir de ahora ma- En las cumbres que se desarrollaron en los
yor poder de decisión a nivel mundial. Primó últimos ocho años2, como señalan Nahón y
entre los líderes mundiales el criterio que im- López (2018), las reformas que se acordaron
pulsaba Argentina y otros países emergentes y en materia de regulación financiera son de tres
en vías de desarrollo, por sobre el criterio de tipos: “la regulación a nivel nacional de las
algunas potenciales centrales que pretendían operaciones extrabursátiles con derivados fi-
que el G8 siguiera siendo el ámbito de refe- nancieros; la aplicación de estándares más exi-
rencia en la discusión mundial en materia eco- gentes de capital (acordes al marco normativo
nómica. Además, la participación argentina se establecido por el Comité de Basilea en el lla-
destacó al solicitar la inclusión de la Organiza- mado Basilea III) y de capacidad de absorción
ción Internacional del Trabajo (OIT) a la mesa de pérdidas para las instituciones consideradas
de discusión y la elaboración de un capítulo demasiado grandes para quebrar o too big to
sobre trabajo decente, destacando el gran im- fail por sus efectos sistémicos; y la coopera-
pacto que la crisis económica ha tenido sobre ción transfronteriza para el intercambio de in-
el empleo en todo el mundo (Argüello, 2017). formación en materia financiera (siguiendo el
Tal como relata Cecilia Nahón –ex sherpa ar- marco de referencia desarrollado por el Comi-
gentina ante el G20– en la entrevista realizada té de Estabilidad Financiera –FSB–)” (Nahón
por María Cecilia Míguez (2016: 110): & López, 2018: 41).
Conforme las cumbres fueron avanzando
“Argentina ha sido líder en impulsar la y la economía internacional empezó a mostrar
agenda laboral en el G20, dando voz a signos de recuperación, la relevancia de las
los sindicatos y trabajadores, y advir- cumbres del G20 fue disminuyendo progre-
tiendo del impacto de la crisis inter- sivamente. La participación en el foro siempre
nacional en los niveles de desempleo. fue una prioridad para la política exterior del
También fuimos clave para frenar, jun- gobierno argentino. El foro se convirtió en una
to con Brasil, los intentos de optar por plataforma desde donde sentar las bases de una
la flexibilización laboral como respues- posición divergente en un intento de incidir
ta a la crisis, argumentando en cam- en el delineado de las reglas globales con un
bio en favor de políticas activas para marcado sesgo desde los países en desarrollo
proteger el empleo y siempre con la (Míguez, 2015). La posibilidad de ampliar los
mirada puesta en la problemática de la márgenes de maniobra a nivel internacional se
desigualdad. Hoy el G20 reconoce que evidenció en las diversas propuestas realizadas
los escandalosos niveles de desigualdad por la presidenta en las cumbres, la coordi-
a nivel global no sólo son inmorales, nación de políticas con el presidente brasileño
sino que son un freno al crecimien-
to, por lo que deben ser abordados y
atacados como un tema central. Otra 2 Toronto (2010), Corea del Sur (2010), Can-
cuestión que planteó la presidenta des- nes (2011), Los Cabos (2012), San Petersbur-
de el origen fue la necesidad de refor- go (2013), Brisbane (2014), Antalya (2015),
Hangzhou (2016), Hamburgo (2017).
172
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

Luiz Inácio “Lula” da Silva y la crítica a los G20 llega en un momento en que la relevancia
organismos financieros internacionales tradi- de este foro comienza a debilitarse. El triunfo
cionales que tanto habían afectado a la Argen- de Donald Trump en los Estados Unidos y el
tina en períodos anteriores. La pertenencia al giro radical en la posición de este país sobre el
G20 permite a la Argentina ser interlocutor comercio dieron un golpe a la continuidad y
en el foro donde se definen actualmente las peso del G20 como foro de discusión. Como
políticas comerciales y financieras mundiales. señalan Nahón y López (2018), el primer en-
Esas instancias permiten construir relaciones frentamiento se experimentó en la reunión de
de paridad frente a situaciones puntuales del ministros de finanzas del G20 en Baden-Ba-
sistema internacional. den, Alemania, en marzo de 2017. Los Estados
Unidos no estuvo dispuesto a dar el consenso
La presidencia del G20 en la política para reiterar el mantra tradicional de “resistir
exterior de Mauricio Macri el proteccionismo en todas sus formas” y se
La presidencia argentina del G20 llegó en abrieron negociaciones por una redacción al-
un momento crucial para un gobierno cuya ternativa de la declaración final, lo que forzó la
agenda internacional se construyó en torno revisión de las posiciones comerciales del G20
a la idea de “reinsertar” el país al mundo, re- por parte del resto de los miembros.
cuperar las alianzas tradicionales con Europa Por otro lado, a nivel regional, la presi-
y los Estados Unidos y salir finalmente del dencia argentina llega en un momento en que
“aislamiento” impuesto por la gestión anteri- la coordinación regional se encuentra cada
or. Como señalan Frenkel y Azzi (2018), para vez más resquebrajada, con los miembros la-
el gobierno de Mauricio Macri, la “vuelta al tinoamericanos del grupo jugando cada uno
mundo” propuesta implicaba más que nada su propio juego interno. Las instancias forma-
“recomponer las relaciones con Occidente – les de coordinación formuladas en el período
específicamente los Estados Unidos, Europa anterior, y coronadas con la creación de la
y los organismos multilaterales de crédito– y, UNASUR y de la CELAC, quedaron parali-
con base en ello, renegociar la profundidad del zadas ante la falta de iniciativa de los nuevos
vínculo con Rusia y China” (Frenkel & Azzi, gobiernos de centro derecha a muchos de los
2018: 187). De la mano del proyecto de liber- países miembros. El anuncio de la Argentina,
alización económica, las señales a los mercados Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú de
y la búsqueda de inversiones fueron el centro abandonar la UNASUR en abril de 2018 (Na-
de las relaciones exteriores argentinas de la ción, 2018) constituye uno de los principales
nueva gestión (Deciancio, 2017). Un tanto gestos de cara al regionalismo latinoamericano
hiperbólicamente, Laura Jaitman, encargada como fue concebido con anterioridad. Incluso
del track de fianzas del G20, declaró que la re- meses más tarde, en agosto, Colombia anun-
unión del G20: “es el evento histórico, en ma- ció finalmente que iba a denunciar el tratado,
teria internacional, más importante del país.”3 “por ser una caja de resonancia de Venezuela”
A diez años de la primera cumbre de presi- (BBC, 2018). En una situación de quiebre en
dentes del grupo, la presidencia argentina del la coordinación regional, las posibilidades de
pensar la participación conjunta de los países
latinoamericanos en el G20 fueron imposible.
Como señala Argüello (2018): “Mientras la
3 https://www.infobae.com/g20/2018/11/29/
situación política y económica en Brasil tras
laura-jaitman-deputy-de-finanzas-ya-tene-
la destitución de Dilma Rousseff sigue muy
mos-senales-de-que-el-g20-argentino-fue-
inestable, México mantiene abierto el conflic-
exitoso/
173
Melisa Deciancio y Diana Tussie “El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018)”

to migratorio y comercial con los Estados Uni- acercamiento a los inversores y organismos fi-
dos en un año electoral, en la Argentina una nancieros internacionales. De hecho, las prio-
dogmática apertura financiera decidió al go- ridades que la administración Macri imprimió
bierno de Mauricio Macri a regresar al país va- al Grupo durante su mandato, fueron replica-
rias décadas atrás recurriendo a un millonario das, por ejemplo, al interior de los taskforces
salvataje del FMI. Con la pésima reputación del foro empresario. Todos los ejes de mayor
que se había hecho el organismo financiero en preponderancia del G20 fueron adoptados
la región, podría decirse que fue el gobierno por las autoridades del B20 dentro de su agen-
argentino el que rescató al FMI de entre el da. Temas como el combate a la corrupción,
destartalado orden heredado de los acuerdos la equidad del sistema financiero global o las
de Bretton Woods” (Argüello, 2018: 30-31). cuestiones medioambientales –que ya venían
Este escenario hizo que la agenda plantea- siendo trabajados por presidencias anterio-
da por el gobierno argentino para la Cumbre res–, también fueron incorporadas a las temá-
del G20 fuera más bien lavada, sin apelar a ticas del “grupo de afinidad” y sus taskforces
las demandas tradicionales de la región en tor- (Comini & González Bergéz, 2018). Incluso
no a las desigualdades económicas y sociales, la agenda del W20 estuvo fuertemente mar-
y los reclamos a los países desarrollados por cada por una mirada empresarial y muy poco
acceso a mercados e inversiones, y evadió los asociada a los reclamos más sobresalientes de
principales temas de la agenda económica in- los diversos movimientos de mujeres, sobre
ternacional para no entrar en conflicto con los todo teniendo en cuenta la fortaleza que co-
Estados Unidos y China. Aunque es imposi- bró el movimiento feminista en el mismo año
ble que la guerra comercial entre ambos países de discusión por la legalización del aborto en
quede fuera de las discusiones de la cumbre, la Argentina.
la agenda formal poco facilitó el debate para Los mayores y más resonantes logros de la
que ello suceda. Construida en torno al lema cumbre se dieron en el marco de las reuniones
“Construyendo consenso para un desarrollo paralelas a la misma, más que en el documento
equitativo y sostenible”, la agenda estuvo fo- final acordado por los países. Las incógnitas en
calizada en tres cuestiones clave: el futuro del torno a la visita de Donald Trump y su pelea
trabajo, la infraestructura para el desarrollo y comercial con China estuvieron en el centro
un futuro alimentario sostenible (Visión de de la escena. La reunión que mantuvieron
la presidencia argentina 2018). Siguiendo lo ambos mandatarios en paralelo a la cumbre
acordado en las cumbres anteriores, los grupos estableció una “tregua” al menos momentánea
de trabajo o grupos de afinidad se estructura- a la disputa por los mercados de la que todo
ron en el Labor 20 (L20), el Civil 20 (C20), el mundo estuvo pendiente. Paradójicamente,
el Think-Tanks 20 (T20), el Youth 20 (Y20), tanto en la pelea con Trump como en la cum-
el Science 20 (S20), el Business 20 (B20) y el bre de los BRICS y la del G20, China asumió
Women 20 (W20). Cada uno de ellos retomó el rol de defensor del multilateralismo y del
las prioridades propuestas por la presidencia libre comercio en contraposición con la estra-
del grupo para elaborar sus recomendaciones tegia bilateral plateada por el estadounidense.
que fueron elevadas a Macri antes de la cum- En la pulseada con China y la Unión Europea,
bre de presidentes de noviembre. Trump logró eliminar la palabra “proteccionis-
En todos ellos la agenda estuvo claramen- mo” del documento final y se mantuvo firme
te marcada por el objetivo más general de la en la necesidad de reforma del sistema multi-
administración Macri, orientado a la búsque- lateral de comercio. China, aliada a Alemania
da de consensos en el ámbito empresarial y el y Francia, lograron, por su parte, incorporar

174
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

en el documento final la necesidad de que el en octubre dado que “no llegó a frenar las tur-
intercambio comercial siga ciertas reglas, y de- bulencias financieras.”6
clarar “irreversible” el Acuerdo de París, que El balance de la cumbre para el gobierno
obliga hasta 2020 a reducir emisiones de dió- argentino puede plantearse como positivo en
xido de carbono para frenar el calentamiento términos de la obtención de un documento
global4. final. Esto no resulta menor en el contexto de
En esta línea, tal vez una de las cuestio- suma tensión entre las potencias en que se dio
nes más resonantes de las reuniones paralelas la cumbre y dada la condición estructural del
fue la firma de una nueva versión de NAFTA país en el sistema internacional, con escasos
que componen Canadá, los Estados Unidos y márgenes de maniobra para presionar o im-
México, el USMCA (por sus siglas en inglés). poner agenda.
El tratado que entrará en vigor en el segun- En términos de las relaciones exteriores
do semestre del 2019, promete la creación de argentinas, Macri aprovechó la visita de sus
buenos trabajos bien pagados y nuevas opor- pares para concertar encuentros bilaterales en
tunidades para unos 500 millones de personas torno a agendas particulares. El canciller Jorge
en Norteamérica y establecerá nuevas reglas de Faurie señaló que “se busca que la cumbre del
origen sobre el sector automotriz, uno de los G20 sea también el marco para que se firmen
más afectados de los Estados Unidos. A dife- una serie de acuerdos bilaterales con esos pres-
rencia del NAFTA que preveía que el 62,5 % identes y para que su paso por la Argentina
de las autopartes fueran fabricadas en América cobre otro cuerpo.”7 Macri mantuvo un en-
del Norte, el nuevo acuerdo prevé un 75%, cuentro bilateral con Donald Trump donde
además, entre el 40% y el 45% del vehículo intentó distanciarse de la disputa con China
deberá estar fabricado por trabajadores que ga- y preservar el vínculo que la Argentina posee
nen como mínimo 16 USD la hora.5 con ambos países. Mientras la relación con
Para el gobierno argentino, el G20 ha sido China es fundamental para la colocación de
una plataforma de “venta” al mundo que no se productos argentinos, los Estados Unidos fue,
condice con la realidad en que se encontraba además, fundamental a la hora de obtener el
el país. Mientras los ministros de finanzas de último crédito del Fondo Monetario Interna-
los 20 países se reunían en las diversas ciuda- cional (FMI) o de apoyar el ingreso del país a
des de la Argentina, el precio del dólar sufrió la Organización para la Cooperación y el De-
una de sus mayores debacles, acompañado sarrollo Económico (OCDE).
por marchas y contramarchas en los anuncios En la reunión con Vladimir Putin, la
del FMI sobre los préstamos que otorgaría a agenda estuvo centrada en cuestiones de se-
nuestro país. De hecho, el acuerdo cerrado en guridad y el intercambio comercial. Se trata
junio de 2018 con el organismo fue revisado de un acuerdo intergubernamental sobre co-
laboración en ciberseguridad internacional y,
como ha declarado el embajador ruso en nues-

4 https://tn.com.ar/internacional/el-g20-en-
argentina-la-cumbre-que-busco-el-empate- 6 https://www.clarin.com/economia/econo-
para-enfriar-la-tension-mundial_921368 mia/directorio-fmi-revisa-viernes-acuerdo-
alcanzado-argentina_0_m7iHectaO.html
5 https://www.cronista.com/internacio-
nales/Trump-logra-su-objetivo-y-firma- 7 https://www.clarin.com/politica/preparan-
con-Mexico-y-Canada-un-nuevo-Naf- visita-oficial-lideres-g20-junto-cumbre-no-
ta-20181001-0083.html viembre_0_FmMH0ATs0.html
175
Melisa Deciancio y Diana Tussie “El recorrido de la membresía argentina en el G20 (1999-2018)”

tro país, Dmitri Feoktístov, la Argentina está nald Trump al evento, el comercio se convirtió
interesada en colaborar con los Ferrocarriles en el eje de una cumbre que originariamente no
de Rusia, la corporación estatal Rosatom, es- lo contemplaba en el centro de su discusión.
pecializada en el sector nuclear, la empresa de La presidencia argentina llegó en un mo-
construcción de maquinaria energética Power mento en que la relevancia del bloque se en-
Machines, y el productor de locomotoras y cuentra en decadencia, donde la puja entre los
vagones Transmashholding (Sputnik, 2018). Estados Unidos y Europa y China paralizan
Además, se mantuvieron los acuerdos vincula- gran parte de los avances planteados en las pri-
dos a los medios de comunicación, que garan- meras cumbres orientados a coordinar reglas
tizarán hasta 2022 la emisión de Russia Today comunes para la gobernanza global. Fue una
en la red de TDA. cumbre sin mayores sobresaltos para el gobi-
En este marco, la cumbre mostró más re- erno argentino, que asumió muy bien el papel
sultados por fuera del acuerdo final tanto a de anfitrión y espectador de las discusiones
nivel geopolítico global como en términos de “entre mayores”. La agenda argentina contó
la política exterior argentina. Los avances en con el consenso necesario de los miembros en
materia de acuerdos entre las potencias, la – la mayoría de los temas, dado el poco com-
aunque momentánea– calma a la que se llegó promiso que ellos infieren, e incluso cuando
en la guerra comercial entre China y los Esta- la agenda comercial se coló en la redacción del
dos Unidos, la firma del USMCA y el acerca- acuerdo, lograron cerrarla de manera coordi-
miento entre China y la Unión Europea para nada. En el mientras tanto, el gobierno argen-
impulsar una agenda multilateral común, no tino aprovechó la cumbre para reforzar lazos
hacen más que poner de manifiesto el reaco- de manera bilateral con varios de sus socios,
modamiento del tablero global. En esa línea, así como aprovechar las visitas para avanzar en
la Argentina no fue más que el escenario don- acuerdos ya firmados.
de poco interviene la agenda presidencial. El Sin dudas el quiebre en los objetivos de
éxito de la cumbre no puede ser medido en política exterior entre el gobierno de Cristi-
esos términos, sino en tanto posibilidad de ha- na Fernández y el de Mauricio Macri es tan
ber logrado la presencia de todos los líderes de marcado como en el resto de sus agendas. Sin
Estado (luego de las amenazas de ausencia de embargo, ambos mandatarios, por diversas
Trump) y alcanzado un documento final con razones, priorizaron la relevancia de su par-
ciertos acuerdos básicos. Pedir o esperar más ticipación en el G20 durante sus gobiernos.
de una cumbre en un país de poco peso inter- Tanto Fernández como Macri participaron del
nacional como la Argentina era una ilusión. foro en vistas a dar visibilidad a la agenda de
política exterior de cada uno, ya sea ésta orien-
Reflexiones finales tada a plantear una postura más autonomista
La cumbre del G20 estuvo marcada por la gue- y de coordinación y cooperación con los países
rra comercial entre China y los Estados Unidos, del sur, y de la región en particular. O, en el
así como por el intento de los países europeos caso de Macri, apelando a la idea de inserción
paradójicamente aliados con China por contar al mundo y de fortalecimiento de los vínculos
con el apoyo de Trump en el diseño de la ar- con los Estados Unidos y Europa. El gobier-
quitectura global por el que los Estados Unidos no de Macri se postuló ser el honest broker de
abogó históricamente. A pesar de los intentos la reunión con una agenda a tono. Resta ver
del gobierno argentino de presentar una agenda qué futuro le depara al G20 como foro en sí
que evite entrar en los conflictos comerciales, mismo. Sea o no sea el evento más importante
luego de la confirmación de la asistencia de Do- de la historia argentina, en última instancia,

176
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 165-177

el éxito del G20 podrá evaluarse por su con- www.uvic.ca/research/centres/globalstudies/


tribución al standard que el mismo gobierno publications/publicationsdb/pubs/the-g20-
se impuso, la ansiada lluvia de inversiones. En at-the-leaders-level-id-18.php
el camino, el gobierno debió sufrir la crisis fi- Kirton, J. (2005). From G7 to G20: Capacity,
nanciera que lo llevó a buscar un préstamo con Leadership and Normative Diffusion in Global
el Fondo Monetario Internacional y la renun- Financial Governance. Disponible en: http://
cia de dos presidentes del Banco Central en www.g8.utoronto.ca/scholar/kirton2005/kir-
sucesión, lo que más allá del tono conciliatorio ton_isa2005.pdf
de la agenda, expuso la extrema vulnerabilidad La Nación (21 de abril de 2018). La Argentina
del gobierno. y otros cinco países abandonan la UNASUR.
Disponible en: https://www.lanacion.com.
Referencias bibliográficas ar/politica/la-argentina-y-otros-cinco-paises-
Argüello, J. (2017). ¿Quién gobierna el mundo? abandonan-la-unasur-nid2127623
El rol del G20 en el nuevo orden mundial. Míguez, M. C. (2015). La inserción internacional
Buenos Aires: Capital Intelectual. de la Argentina: encrucijadas y posibilidades.
Argüello, J. (2018). Las alianzas abiertas de En D. García Delgado y M. C. Ruiz del Fe-
América Latina. Revista Estado y Políticas rrier (Comps.). Documento de trabajo Núm. 2:
Públicas. Año VI, Núm. 11, 21-35. Estado y Desarrollo Inclusivo en la Multipolari-
BBC. (10 de agosto de 2018). Colom- dad. Desafíos y Políticas Públicas (pp. 39-49).
bia se retira de UNASUR “por ser una Buenos Aires: FLACSO Argentina.
caja de resonancia de Venezuela”. Dis- Míguez, M. C. (2016). La política exterior 2002-
ponible en: https://www.bbc.com/mundo/ 2015: nuevos aliados y el dilema de la auto-
noticias-america-latina-45150648. nomía. En M. Rapoport, Historia oral de la
Comini, N. & González Bergéz, T. (2018). La política exterior argentina (1966-2016). Bue-
dimensión económica del G20. Dinámicas, nos Aires: Octubre.
actores y agenda del B20. Revista Estado y Nahón, C. & López, P. (2018). Una década de
Políticas Públicas. Año VI, Núm. 11, 61-75. G20: De la Gran Recesión a la crisis del mul-
Deciancio, M. (2010). El G20 como estrategia de tilateralismo y de la hiperglobalización. ¿Hay
inserción internacional. Observatorio del G20. futuro para el G20? Revista Estado y Políticas
Buenos Aires: FLACSO Argentina. Públicas. Año VI, Núm. 11, 37-60.
Deciancio, M. (2017). El escenario en Argentina: Sputnik. (24 de octubre de 2018). Pu-
perspectivas globales y regionales del cambio tin y Macri se reunirán durante la cum-
político. Anuario de política internacional y po- bre del G20 en Argentina. Disponible
lítica exterior. Montevideo. en: https://mundo.sputniknews.com/
Deciancio, M., & Tussie, D. (2015). Argentina politica/201810241082950510-reunion-de-
en el mundo. En M. Plotkin (Ed.). Argentina. putin-y-macri-en-g20-en-argentina/
La búsqueda de la democracia. Tomo 5 (1960-
2000) (pp. 323-350). Madrid-Buenos Aires: Para citar este Artículo de investigación:
Fundación Mapfre. Deciancio, M. y Tussie, D. (2019). El recorrido
Frenkel, A. & Azzi, D. (2018). Cambio y ajuste: de la membresía argentina en el G20 (1999-
la política exterior de Argentina y Brasil en un 2018): ¿Qué logró como honest broker la
mundo en transición (2015-2017). Colombia Presidencia del Grupo en 2018? Revista Es-
Internacional. Núm. 95, 177-207. tado y Políticas Públicas. Año VII, Núm. 12,
Gurria, Á. (29 de febrero de 2004). The G20 at 165-177.
the Leaders’ Level? Disponible en: https://

177
El Estado bajo la lupa del feminismo:
Corriendo el velo de la ceguera y la ingenuidad

The State under the lens of feminism:


Removing the veil of blindness and naivety

Por Yussef Becher*


Fecha de Recepción: 12 de diciembre de 2018.
Fecha de Aceptación: 16 de abril de 2019.

RESUMEN un papel relevante las representaciones sociales


El feminismo ha ido efectuando diferentes dominantes sobre lo que supone ser mujer y la
aportes a las diversas disciplinas sociales. Sin maternidad cuando corresponde, aunque allí
embargo, muchas veces, tales aportes quedan nuevamente el Estado tiene su responsabilidad
soterrados por construcciones, que por mayor pues puede actuar subvirtiendo o reproduci-
sistematicidad o difusión, logran una visib- endo el orden social de género. A partir de los
ilidad superior en la construcción del cono- registros teóricos anteriores, se afirma que las
cimiento en las ciencias sociales. A partir de sujeciones que limitan las autonomías femeni-
ello, este artículo de investigación se propone nas responden a un proceso bifronte que es so-
revisar los aportes de la teoría feminista sobre cio-estatal, pues proviene de representaciones
el Estado que logran consolidarse entre las dé- sociales dominantes e inacción estatal, con
cadas de 1980 y 1990. Asimismo, tales aportes matices de acuerdo a los diferentes gobiernos,
surgen ligados a la emergencia de un posestruc- que intentan mantener amarrada la subjetivi-
turalismo crítico que comienza a advertir la dad a un orden social de género. En tal senti-
presencia de una vigilancia sobre las subjetiv- do, para reflejar esa realidad, nos detendremos
idades en donde quedan particularmente in- en las desigualdades sociales de género ligadas
cluidas, como lo permiten aseverar los aportes a las tareas de cuidado al interior de los hog-
feministas, las corporalidades femeninas. En ares. Ello tiene sentido por cuanto se afirma
dicho ejercicio de control también cumplen que la desproporcionada distribución sexual

* Doctorando en Ciencias Sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Argentina. Be-


cario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Magister en Sociedad
e Instituciones por la Universidad Nacional de San Luis. Abogado por la Universidad Católica de
Cuyo. Correo electrónico: ubecher@unsl.edu.ar

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 179-190

179
Yussef Becher “El Estado bajo la lupa del feminismo”

del trabajo no remunerado de tareas domésti- care tasks within homes. This makes sense be-
cas constituye una de las discriminaciones más cause it is affirmed that the disproportionate
estructurales que recae sobre el género femeni- sexual distribution of unpaid work for domes-
no. Allí acudimos –a fin de mostrar la inciden- tic tasks constitutes one of the most structural
cia estatal– al último informe elaborado por discriminations that fall on the female gender.
el Comité de la Convención sobre la Elimi- There we will go -in order to show the State
nación de todas las Formas de Discriminación incidence- to the last report prepared by the
contra la Mujer (CEDAW) que corresponde al Committee of the Convention on the Elimi-
año 2016. nation of all Forms of Discrimination against
Palabras clave: Estado, Feminismo, Des- Women (CEDAW) that corresponds to the
igualdades Sociales de Género, Tareas No Remu- year 2016.
neradas al Interior de los Hogares. Keywords: State, Feminism, Social In-
equalities of Gender, Unpaid Tasks Within
ABSTRACT Households.
Feminism has been making different con-
tributions to the various social disciplines. Introducción
However, many times, such contributions Este artículo de investigación tiene como ob-
are hidden by constructions, which by grea- jetivo reflejar los aportes del feminismo a la
ter systematicity or diffusion, achieve a higher construcción de una teoría sobre el Estado.
visibility in the construction of knowledge in Para ello, se vuelven necesarios dos ejercicios:
the social sciences. From this, this text aims 1- acudir a conceptos del posestructuralismo
to review the contributions of feminist theory por cuanto los aportes feministas, gestados
on the State, which managed to consolidate en la década de 1980 y 1990, apelan a esos
between the 1980s and 1990s. Likewise, such conceptos. Desde ya –como siempre sucede
contributions arise linked to the emergence of con la teoría feminista–, es imposible desci-
a critical poststructuralism that begins to no- frar si unos aportes u otros fueron primero,
tice the presence of a exercise of vigilance over pues posiblemente si existieron antes fueron
the subjectivities where they are particularly soterrados. 2- reflejar la particularidad de un
included, as feminist contributions allow, fe- orden social de género que intenta ejercer
minine corporality’s. In this exercise of control control –en términos deleuzeanos– sobre los
also play a dominant role hegemonic social re- cuerpos femeninos. De allí que las sujeciones a
presentation of what it means to be a woman dicho orden responden a un proceso bifronte:
and motherhood when appropriate, although inacción estatal y representaciones sociales he-
there again the State has its responsibility be- gemónicas sobre lo que supone la feminidad.
cause it can act subverting or reproducing the Pues bien, primera conclusión, aunque pueda
social order of gender. From the previous theo- parecer apresurado, el Estado no es ingenuo y
retical notes, it is affirmed that the restraints su ceguera de género –expresión utilizada en
that limit the feminine autonomies respond to materia de burocracias estatales por la feminis-
a two-sided process that is socio-state, because ta india Naila Kabeer (1999)– se vincula con
it comes from dominant social representations la necesidad de ejercer dominio para mantener
and State inaction, with nuances according posiciones subjetivas en las cuales se ha relega-
to the different governments, that try keep do a las mujeres.
subjectivity tied to a social order of gender. In A fin de continuar desandando los aspec-
this sense, to reflect this reality, we will dwell tos que planteamos en este artículo, nos parece
on the social inequalities of gender linked to interesante detenernos –por cuanto permite

180
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 179-190

reflejar el proceso bifronte al que aludimos– en serie de las subjetividades, de modo tal que
en las desigualdades sociales de género ligadas las denomina subjetividades capitalísticas. El
a las tareas de cuidado al interior de los hoga- concepto de control –que desde comienzos de
res. Ello pues posiblemente pueda ser conside- este párrafo se viene augurando como central–
rada una de las discriminaciones más estructu- es una de las principales incorporaciones de
rales que repliega a las mujeres al ámbito de lo Deleuze (1991) quien plantea la continuidad
privado, cercenando sus derechos humanos de y vigencia actual de las sociedades disciplina-
participar en la vida pública. Para reflejar las rias foucaultianas. Sin embargo, tales socie-
acciones estatales propuestas que operan sobre dades –a las que Foucault dedicó su estudio
esas sujeciones –y sus limitaciones–, acudimos durante el siglo XIX colocando su centralidad
al último informe del Comité de la Conven- en las instituciones de encierro– son trans-
ción sobre la Eliminación de todas las Formas formadas por medio de una vigilancia que se
de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) halla dispersa y no concentrada, lo cual la dife-
del año 2016. rencia del disciplinamiento institucional. Bau-
Finalmente, arribamos a una conclusión man (2006) utiliza la figura del sinóptico para
que intenta tejer las ideas que hemos ido de- marcar la diferencia entre el pasaje de un tipo
sarrollando a lo largo del artículo y proponer de sociedad a otra, pues Foucault apelaba a la
una medida alternativa para lograr algunas au- del panóptico –cuyo detalle arquitectónico
tonomías femeninas ligadas con la obligación le debe a Bentham– para figurar el modo en
estatal de cumplir derechos humanos, aunque que el disciplinamiento estaba centrado en un
requieran de la vigilancia continua de los mo- punto nodal y de allí se dispersaba a los restan-
vimientos feministas. tes. En Deleuze dicho pasaje es representado
por medio de las figuras del topo y la serpien-
Los primeros apuntes te. El topo desde su madriguera –que tiende a
Estado y subjetividad. Desde un enfoque po- ser permanente– aguarda con tranquilidad sus
sestructuralista –en donde podemos ubicar presas, en cambio, la serpiente se desliza por la
particularmente a las ideas foucaultianas– el superficie –de modo casi imperceptible– hasta
Estado, en el marco del siempre viejo y siem- lograr cazar, en un juego cuasi seductorio, a
pre nuevo capitalismo neoliberal, es concebi- sus roedores preferidos. La principal novedad
do como un conjunto de técnicas de gobier- de las sociedades de control tiene dos ejes cen-
no que mediante mecanismos de poder –en trales: 1- la dispersión del disciplinamiento –
donde adquiere protagonismo el control– in- al que Deleuze denomina control– y 2- el fin
tenta lograr el dominio de las subjetividades1. de las instituciones de encierro como medios
Guattari (1986, 2006) –quien se perfila den- de sujeción al orden social.
tro del psicoanálisis posestructuralista– aseve- El enfoque guattariano de la subjetivi-
ra que en la contemporaneidad los dispositi- dad –influenciado por Deleuze, quien era
vos de vigilancia han logrado la construcción compañero personal y de recorridos acadé-
micos– plantea que en el contexto antes des-
cripto es posible construir singularidad. Vale
decir: escapar a los dispositivos de vigilancia
1 Tales planteos aparecen en diferentes textos
para diferenciarse de la modelización que
de Foucault. Podemos identificar principal-
intentan imponer. Para lograr singularidad
mente dos: Vigilar y castigar. Nacimiento de la
es necesario reconocer en las emociones y
prisión (1975 2006) y Seguridad, territorio y
en los deseos –que se anclan en experiencias
población. Curso en el Collège de France: 1977-
concretas– las posibilidades de emancipación
1978 (2006).
181
Yussef Becher “El Estado bajo la lupa del feminismo”

subjetiva. Este posestructuralismo ofrece una male dominance afirma: “… desde que MacK-
crítica al estructuralismo lingüístico freudia- innon (1983) audazmente proclamó que no
no en varios aspectos. Entre ellos, el del lugar había “ninguna teoría del Estado” dentro del
relegado que le otorgaban a las pulsiones en feminismo dicho objetivo se convirtió en un
las cuales Guattari y Deleuze hallan la posibi- aspecto central de los desarrollos posteriores
lidad de construir autonomía en el marco de de los estudios feministas” (759. Traducción
las sociedades de control capitalistas2. En El propia)3. A partir de ello, distingue con clar-
sujeto y el poder (1988), Foucault –en donde idad dos miradas al interior de los estudios
confiesa que su verdadero interés siempre ha feministas sobre el Estado: una, a nivel macro
sido la subjetividad– plantea la existencia de y otra a nivel micro. En la primera de ellas,
relaciones de poder que admiten resistencias el Estado es identificado como cómplice de
que incluso pueden pasar desapercibidas. El la reproducción de las reglas del patriarcado.
filósofo francés distingue tipos de relaciones El paradigma patriarcal –tal como lo define
de poder en donde las de sujeción o de nega- Femenías (2018)– supone imprimir la marca
ción de la subjetividad –que se asemejan a las de la inferioridad sobre determinados sujetos
relaciones de dominación tal como las ha defi- sociales –convirtiendo en naturales atributos
nido en otros textos– no admiten resistencias derivados del sexo-género, la opción sexual, la
por cuanto implican una negación absoluta raza o la etnia– a partir de lo cual se justif-
respecto de toda existencia otra. Sin embargo, ican prácticas discriminatorias. El estudio de
esas microresistencias –que en otras miradas Haney se inscribe en la segunda línea –micro–
postestructuralistas aparecen como revolu- y presenta una mirada sobre el Estado que ev-
ciones moleculares– son las que posibilitan identemente comulga con el posestructuralis-
fracturar el orden mediante líneas de fuga que mo, respondiendo a otras miradas actuales que
escapan a los instituidos. se han ido desarrollando durante la década de
Los primeros esbozos de una teoría femi- 1990 en adelante. Luego de un exhaustivo es-
nista del Estado enunciada como tal parecen tudio –de corte etnográfico– sobre políticas
corresponder con aportes de feministas nor- punitorias, Haney concluye que el Estado pre-
teamericanas cercanas al giro posestructuralis- senta un contexto institucional heterogéneo,
ta de la década de 1980 y 1990. Lynne Haney fragmentado, con múltiples sitios de control
(1996) en un texto titulado Homeboys, babies, y de resistencia. Asimismo, plantea que la bu-
men in suits: the State and de the reproduction of rocracia –de acuerdo con su estructura patri-
arcal– incorpora a las mujeres en su agenda
intentando captar sus demandas para lograr la
normalización de sus reclamos. Sólo para ad-
2 Luce Irigaray –tal como comenta Schutte
vertir la vigencia de estos planteos podemos
(1990)– realiza una crítica a las teorías de
la subjetividad inspiradas en el psicoanálisis
freudiano, continuadas por Lacan, por cuanto
la mujer siempre es colocada en una relación 3 Haney señala diferentes estudios que con el
de subordinación. Epistemológicamente, se fin de elaborar una teoría feminista del Esta-
la identifica con el objeto de conocimien- do se fueron desarrollando en distintas áreas:
to –mientras el hombre es el sujeto– y en políticas sociales (Abramovitz, 1988; Gordon,
psicoanálisis con el inconsciente –al cual las 1990; 1994; Skocpol, 1992), normas legales
teorías freudianas le han otorgado un espacio y burocracias (Eisenstein, 1985; MacKinnon,
residual– mientras el hombre ocupa el espacio 1989) y ciudadanía (Jones, 1990; Orloff,
del consciente. 1993; Pateman, 1988).
182
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 179-190

reconocer la importancia que ha ido adqui- dimos advertir el modo en que la teoría fem-
riendo la agenda feminista en gobiernos de inista comienza a denunciar la complicidad
diferentes orientaciones político-ideológicas e estatal en la reproducción del orden patriarcal,
incluso de parte de los organismos financieros que intenta mantener a las mujeres en los roles
internacionales tales como el Banco Mundial que socialmente les han sido atribuidos. Deci-
o el Foro Económico Mundial. Algunas fem- mos socialmente porque precisamente se trata
inistas latinoamericanas señalan que ello es de construcciones que intentan ser solapadas
producto de apreciar el efectivo aporte a los bajo supuestos atributos biológicos o natu-
circuitos productivos que pueden efectuar las rales respecto de las particularidades de uno
mujeres, mientras otros/as vemos en esos in- u otro género. En Simone de Beauvoir –tal
tereses, intentos por evitar singularidades que como afirma Femenías (2008) –, podemos
puedan subvertir el orden social de género4. encontrar las primeras distinciones entre sexo
A ese concepto nos dedicaremos en el punto y género, aunque no fue quien concibió di-
siguiente. cho término tal como más adelante intentaron
Nancy Fraser y Linda Gordon (1992) en atribuirle. Se puede apreciar con claridad la
Contrato versus caridad nos permiten profun- distinción que establece de Beauvoir entre
dizar en los efectos normalizadores y de re- el sexo como dato biológico de las significa-
sistencia subjetiva frente a las intervenciones ciones construidas culturalmente en torno
estatales. En primer lugar, señalan el modo en a la mujer. Sin dudas, aquel fue uno de los
que la caridad es ligada a lo femenino y las primeros aportes relevante en torno a desnatu-
emociones, mientras que el contrato aparece ralizar lo femenino. En Judith Butler podem-
vinculado a lo masculino y el raciocinio. Las os encontrar seguramente a una de las críticas
autoras feministas plantean que frente a los principales a la feminista francesa quien en el
contratos estatales de definición de necesida- primer capítulo de Gender trouble –traducido
des sociales –que darán lugar a políticas so- al castellano como el Género en disputa (2007)
ciales– quedan pocos espacios para las nego- – la elije como su referente polémica. A par-
ciaciones subjetivas. De allí que surgen como tir de ello, desarrolla sus planteos en referen-
imposiciones estatales normalizando los efec- cia constante –de hecho, se puede observar
tos colectivos y eminente políticos de las nece- la mención permanente en cada uno de sus
sidades sociales. Ante ello, surgen resistencias párrafos– a Simone de Beauvoir. La propues-
que plantean una nueva interpretación de las ta de Butler (2007) resulta interesante por
necesidades sociales que el Estado nuevamen- cuanto reconceptualiza la categoría tradicional
te intentará normalizar mediante reinterpreta- de las ciencias sociales identidad –tan recur-
ciones que se ajusten al paradigma patriarcal. rente en materia de género– y advierte sobre
Representaciones sociales hegemónicas y el carácter de construcción social de aquello
violencia contra las mujeres: la construcción que consideramos biológicamente determina-
de un orden. De los apuntes anteriores, pu- do por medio del sexo. En cuanto a identidad,
propone deconstruir el esencialismo ontológi-
co que como tal excluye a otras identidades
que pueden reconocerse en el feminismo,
4 Se pueden revisar tales posturas en León Tru-
limitando las capacidades de acción y de rep-
jillo, M. (2017). Autonomía económica de las
resentación del movimiento. Por ello, apuesta
mujeres y justicia de género. En Curso Políticas
a la construcción de una identidad feminista
públicas, justicia y autonomía de las mujeres en
amplia y heterogénea que en tanto tal pueda
América Latina y el Caribe. CLACSO-ME-
comprender –y por consiguiente lograr mayor
SECVI (OEA).
183
Yussef Becher “El Estado bajo la lupa del feminismo”

performatividad colectiva– a quienes se iden- a fin de garantizar la posición subjetiva que


tifican con el reclamo aunque no con esencial- históricamente el paradigma patriarcal les ha
ismos identitarios que son asociados al femi- asignado6. Para garantizar dicho orden, exis-
nismo hegemónico5. En tal sentido señala, “… te una recurrencia a la violencia –mediante
la construcción variable de la identidad es un la omisión estatal– o bien la imposición de
requisito metodológico y normativo, además representaciones sociales dominantes que im-
de una meta política” (2007: 27) o bien “La piden subvertirlo. Tanto la inacción estatal
identidad del sujeto feminista no debería ser como la violencia de parte de sectores socia-
la base de la política feminista” (2007: 27). les proviene de la necesidad de ejercer control
Por otra parte, para sostener el carácter de sobre las mujeres para mantener las posicio-
constructo social del sexo elije diferenciarse nes a las que antes aludimos. Tal como aclara
radicalmente de Simone de Beauvoir por Femenías: “… las violencias se producen me-
cuanto en ella encuentra la afirmación de un diante complejos mecanismos que van desde
dimorfismo de género producto del binarismo las formas físicas más evidentes hasta las más
sexual. Ante ello, comienza respondiendo que complejas negaciones, complacencias y exclu-
la construcción sexo-género se halla anclada a siones, como los modos habituales en los que
diferentes contextos culturales, a partir de lo se teje un cierto entramado ideológico” (2018:
cual, es posible que sobre el cuerpo sexuado 23). No es casual que al mismo tiempo que
se impriman distintos significados cultura- los movimientos feministas logran constituirse
les, “… entonces no puede afirmarse que un en líneas de fuga respecto de los poderes do-
género únicamente sea producto de un sexo” minantes incrementen las cifras de feminici-
(2007: 28). Si el sexo no es invariable –dice dios. De acuerdo con datos actuales del Poder
Butler– es posible que siempre se haya tratado Judicial de la República Argentina, en el año
de una construcción cultural de modo tal que 2017, se cometieron 251 feminicidios mien-
en realidad no exista distinción con género. A tras cada 37 horas muere una mujer por tal
partir de ello y con un claro sentido político,
invierte el concepto de identidad tradicional-
mente conocido afirmando que no existe una
6 El concepto de orden de género no reconoce
identidad de género detrás de las expresiones
referentes uniformes o sencillamente identi-
de género, pues la identidad se construye
ficables pues deriva del uso que le han dado
performativamente por medio de tales expre-
diferentes teóricos/as. Sin dudas en el uso
siones que, a su vez, son resultado de criterios
que hacemos en este texto se puede recono-
de identificación.
cer la influencia del posestructuralismo que
El orden social de género emerge a partir
anteriormente desarrollamos. Las primeras
de la necesidad de ejercer control –por ello la
menciones al concepto -tal como rastrea So-
centralidad que anteriormente le otorgamos
lano Suárez (2014) en su tesis doctoral- po-
al concepto– sobre los cuerpos femeninos
demos ubicarlas en Connell (1989) quien a
su vez retoma a Jill Mathews. Asimismo nos
interesa la definición de orden de género de
5 Dicho término ha sido desarrollado por Virginia Maquieira (2010) quien lo describe
Sciortino (2012) en referencia a aquellos mo- como: “… sistemas de poder y desigualdad
vimientos feministas que no incluyen la posi- que asignan espacios, tiempos y actividades y
bilidad de incorporar otras identidades tales se acompañan de representaciones simbólicas
como indígenas, afrodescendientes, lesbianas, que condicionan el acceso de las mujeres a los
gays, entre otros. recursos en un sentido amplio” (p. 51).
184
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 179-190

causa. Precisamente, los movimientos femi- el poder en el marco de luchas armadas. En la


nistas son los que han tenido históricamente década de 1960 y 1970, en la Argentina, las
–con menor o mayor acompañamiento social mujeres que decidieron involucrarse en mo-
y estatal– la ardua tarea de invertir las reglas de vimientos peronistas y de izquierda –con un
juego a favor de las mujeres, y no sólo de ellas, evidente protagonismo de parte del Ejército
pues tal como premonitoriamente anunciaba Revolucionario del Pueblo (ERP)– comenza-
Butler, con el transcurso del tiempo dichos ron a manifestar nuevas prácticas que impug-
movimientos han ido incorporando reclamos naron las representaciones hegemónicas sobre
e identidades que no se hallan ligados con lo la feminidad, dando lugar a lo que Paola Mar-
exclusivamente femenino7. Los reclamos fe- tínez –citada por Femenías– denomina una
ministas –tal como afirma Femenías (2018)– asunción alternativa de su género. A lo cual
deben partir de una premisa inicial: mientras Marisa Ruiz (2012) agrega como dato que
otros reclamos se producen y se disputan entre muchas de esas mujeres luego se incorporaron
iguales, las mujeres –y quienes no se adecuan a movimientos feministas.
al paradigma patriarcal– no integran esa regla
de igualdad. De Miguel Álvarez (2000) –acu- Las desigualdades sociales de
diendo a una cita de Kate Millet– asevera que género y las acciones estatales
la peculiaridad del feminismo es que tiene que Tal como señalamos anteriormente, el orden
enfrentarse constantemente al orden social social de género intenta ejercer control sobre
y al código moral más ancestral, universal y las mujeres para mantenerlas en una posición
arraigado de los existentes. Frente a diferentes subjetiva determinada. De entre las posibles
momentos sociales y políticos que –parafra- posiciones en las que se intenta preservar a
seando a Heller (1985)– han desestructurado las mujeres, nos parece relevante detenernos
la vida cotidiana, los feminismos han encon- en la de producción y cuidado de la especie,
trado la posibilidad de fracturar los instituidos por cuanto la coloca en un rol central respec-
y construir singularidad. Posiblemente, en la to de la reproducción social con efectos sobre
historia reciente argentina, podemos ubicar las esferas público-privado. Frances Raday
temporalmente uno de esos momentos en la –ex miembro del Comité de la Convención
última dictadura cívico-militar. En ese sen- sobre la Eliminación de todas las Formas de
tido, Femenías (2017) considera que existen Discriminación contra la Mujer (CEDAW)–
tres grandes intersecciones en materia de fe- señala: “La práctica cultural más dominante
minismos entre los que ubica a las mujeres y y dañina globalmente… es la estereotipación
de las mujeres exclusivamente como madres y
amas de casa, de forma tal que limita sus opor-
7 Parte de ello se vincula con desarrollos re- tunidades de participar en la vida pública ya
cientes sobre la categoría género y su intersec- sea política o económica” (2007: 71). En este
ción con otros clivajes identitarios tales como caso, nos enfrentamos a representaciones so-
edad, sexo, raza-etnia, sector social de perte- ciales hegemónicas que operan como control
nencia. En lo referido a raza-etnia podemos para mantener los instituidos. Cook y Cusack
reconocer como trabajos pioneros los de Sil- (2010) los denominan estereotipos compues-
via Rivera Cusicanqui y Ochy Curiel que han tos por cuanto no sólo comprenden prejuicios
posibilitado la emergencia de un feminismo o valores sobre roles sexuales sino también
decolonial, aunque no se las reconozca como sobre cualidades atribuidas a cada sexo y so-
precursoras de dicho feminismo (Femenías, bre la sexualidad. El estereotipo sobre las
2017). mujeres como las reproductoras de la especie
185
Yussef Becher “El Estado bajo la lupa del feminismo”

y cuidadoras predilectas contiene un primer poco han reparado en las desigualdades socia-
prejuicio sobre atributos asignados al sexo –a les de género y, por otra, con la intención de
lo supuestamente determinado naturalmente– ocultar el valor del cuidado para no recono-
y, asimismo, otros sobre roles sexuales y sexu- cer el significativo aporte que constituye a la
alidad que limitan ambos aspectos a la función reproducción social. De allí, tal como afirma
de reproducción. Rodríguez Enríquez: “El trabajo de cuidado…
Rita Segato (2011) nos ayuda a desen- cumple una función esencial en las economías
trañar los orígenes de la representación antes capitalistas: la reproducción de la fuerza de
enunciada que se ubica en los comienzos mis- trabajo” (2015: 36). En consecuencia, sin el
mos de las distinciones sexuales y de género. aporte del trabajo doméstico que permite que
Para ello, la investigadora lleva a cabo un estu- el capital disponga de trabajadores/as en con-
dio de corte antropológico con comunidades diciones de emplearse, no podría reproducirse.
originarias. A partir de ello, advierte que en Por ello, Rodríguez Enríquez sugiere incorpo-
la conformación de las aldeas, en donde con- rar al flujo circular de la renta las tareas de re-
vivían varones y mujeres, existían diferencias producción domésticas, pues de lo contrario,
de sexo-género aunque no tan pronunciadas “… el trabajo de cuidado no remunerado que
y con cierta igualdad en la toma de decisiones se realiza dentro de los hogares (y que realizan
entre uno y otro género8. La colonización trae mayoritariamente las mujeres) constituye un
aparejada como efecto la profundización de subsidio a la tasa de ganancia y de acumula-
esas diferencias al designar al varón como en- ción del capital” (2015: 40).
cargado de mantener los vínculos con los col- Una herramienta que se ha vuelto recu-
onizadores. Desde ese momento, las mujeres rrente para valorar el impacto del cuidado en
indígenas quedan replegadas al ámbito de lo la vida de las mujeres son las encuestas sobre
privado –en las aldeas– y los varones a la es- uso del tiempo. El Instituto Nacional de Es-
fera de lo público. De allí que se trasladan las tadísticas y Censos (INDEC) realizó la últi-
disparidades de género propias de las culturas ma en el año 2013 –cuyos resultados fueron
colonizadoras a las comunidades originarias. publicados en 2014– como parte de la En-
Es posible encontrar allí los primeros anteced- cuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU).
entes de la división sexual del trabajo al interi- La tasa de participación de las mujeres en las
or de los hogares. tareas no remunerados al interior de los hoga-
Con el transcurso del tiempo y desarro- res es de 88.9%, mientras la de los varones es
llos posteriores, la economía feminista ha ido de 57.9%. Asimismo, en cuanto a las franjas
demostrando el importante papel que ocupa etarias, el porcentaje se concentra mayoritaria-
el cuidado femenino y su estratégico oculta- mente en mujeres de 30 a 59 años mientras
miento en los circuitos de valor comerciales. la disminución más significativa se halla en
Cristina Carrasco (2006) muestra que dicho la edad de 60 años en adelante. Otro aporte
ocultamiento se vincula, por una parte, con de los datos muestra que las mujeres desarro-
la predominancia de economistas varones que llan mayores tareas de cuidado respecto de sus
cónyuges y que en aquellos hogares en los que
tanto varones como mujeres trabajan en el
mercado remunerado, las mujeres continúan
8 María Lugones (2008) no coincide con
siendo las principales responsables del cuida-
Segato por cuanto señala que en el período
do: representa el 89.3% de las mujeres ocu-
precolonial el género no era binario ni estaba
padas, mientras que entre los varones el por-
jerarquizado. Femenías (2017), por su parte,
centaje es de 57.9%. Estos datos nos permiten
coincide con Segato.
186
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 179-190

realizar diferentes lecturas. En primer lugar, las mujeres a la esfera pública. En ese sentido,
una evidencia que ya hemos venido anuncia- para reflejar tales acciones en el caso de la Ar-
do en los párrafos anteriores es la desigual dis- gentina, nos parece relevante acudir al informe
tribución de tareas reproductivas en el marco del año 2016 del Comité de la CEDAW en lo
de la vida doméstica entre varones y mujeres. referido a la participación en la vida política y
Al mismo tiempo, que las mujeres transcurren pública, por cuanto refleja su involucramiento
una significativa proporción de sus vidas jóve- en dicha esfera y en la toma de decisiones9. Allí
nes dedicadas al cuidado mientras que cuando el Comité destaca la importante participación
comienzan a envejecer tales tareas empiezan a femenina en los poderes legislativo y judicial y
disminuir. Ello nos muestra la centralidad que la aprobación del proyecto de ley para la pari-
tiene el cuidado en la experiencia vital juvenil dad de género en los órganos legislativos. A
femenina y también en lo que se denomina ello, agrega la aprobación del proyecto de ley
el lapso de vida económicamente activo. En para la igualdad de género en las listas de los
ese lapso se concentran las mayores posibilida- partidos políticos y su adhesión por parte de
des de obtener empleo y de aporte al sistema provincias tales como Buenos Aires, Córdoba,
económico. Finalmente, los datos permiten Santiago del Estero y Río Negro. Sin embar-
aseverar que en parejas heterosexuales convi- go, tal paridad no se halla presente en el Pod-
vientes las mujeres se convierten en las princi- er Ejecutivo y en las burocracias provinciales.
pales encargadas de las tareas reproductivas en Tampoco se ha logrado, a pesar de la existencia
los hogares, mientras si permanecieran con sus de una ley desde el año 2002, mayor equidad
padres u otros familiares –tal como muestran de género en los órganos de representación
los datos–, tales porcentajes disminuyen. Una de sindicatos y del empleo privado. Si bien
posible lectura de dicha disminución se vin- estas medidas pueden plantear soluciones
cula con que al convivir junto con sus padres que logren una mayor inserción en ámbitos
probablemente las tareas de cuidado se distri- públicos, no resuelven el aspecto estructural
buyan entre madres e hijas, pues dudosamente ligado a representaciones y omisiones estatales
la incidencia de los varones en el hogar contri- que las repliegan al ámbito de lo privado, tal
buya a reducir la carga de cuidado. como señala el Comité de la CEDAW: “Los
Ahora bien, ya reflejado el modo en que obstáculos a los que se enfrentan las mujeres
las representaciones sociales y estereotipos en la vida política y pública… (comprenden)
dominantes sobre las posiciones subjetivas la desigualdad en la distribución de las tareas
que históricamente han sido atribuidas a las domésticas y de crianza de los hijos entre las
mujeres impiden superar las diferencias de ac- mujeres y los hombres” (2016: 11).
ceso respecto de los varones al ámbito de lo Al mismo tiempo, cuando las mujeres
público, podemos preguntarnos: ¿cómo con- deciden involucrarse en la vida pública por
tribuye el Estado para subvertir esa diferencia?
Ya hemos aclarado que la omisión estatal es
una estrategia para preservar el orden social
9 El Comité de la CEDAW controla el cumpli-
de género, sin embargo, principalmente el
miento de los derechos humanos de las muje-
accionar de los movimientos feministas, más
res, por medio de acciones estatales, en cada
allá del acompañamiento estatal que ha estado
uno de los Estados parte que han ratificado la
presente en uno u otro momento, ha logrado
Convención. Vale aclarar que en nuestro país
que con el transcurso del tiempo los Estados
no sólo fue ratificada, sino que también posee
adopten medidas para disminuir desigualdades
jerarquía constitucional a partir de la reforma
sociales de género que restringen el acceso de
del año 1994.
187
Yussef Becher “El Estado bajo la lupa del feminismo”

medio de la participación política deben en- no ejercicio de los derechos de las mujeres a
frentarse a las estructuras patriarcales de los involucrarse en la esfera pública.
partidos políticos y, en algunos casos, cuando
logran visibilidad a la estigmatización de los Conclusión
medios de comunicación. Sobre estas cuestio- Los primeros aportes del feminismo a una
nes advierte el Comité de la CEDAW. En su teoría del Estado tuvieron como objetivo –y
informe anterior –del año 2010–, destacaba son reflejo de ello– demostrar que dicha bu-
la importante significancia de que por primera rocracia no es ingenua ante un orden social de
vez se haya elegido por medio del voto popular género que intenta mantener a las mujeres en
a una mujer para que ejerza el Poder Ejecutivo: determinadas posiciones subjetivas. A partir
Cristina Fernández. Y, en ese sentido, el caso de eso, podemos afirmar que el control que
de la ex mandataria constituye uno paradig- se ejerce sobre el género femenino responde a
mático en lo referido a violencia ligada al gé- un proceso bifronte: inacción estatal para sub-
nero contra las mujeres proveniente de medios vertirlo y representaciones sociales dominan-
de comunicación, por cuanto muchas de sus tes. En ese marco, acudir a la violencia para
decisiones políticas fueron atacadas acudiendo mantener posiciones de inferioridad se vuelve
a estereotipos que eran difundidos por medios recurrente.
masivos. La periodista Luciana Peker comen- De entre las posibles posiciones en las
ta: “A Cristina Fernández de Kirchner la pho- cuales se intenta preservar a las mujeres, nos
toshopearon desde la tapa de Noticias en un detuvimos en las relativas a las tareas del hogar
orgasmo simulado en éxtasis por ejercer el po- por cuanto resulta una de las más estructuran-
der (como si el orgasmo fuera maligno y una te que incide de modo decisivo en la posibil-
mujer que ejerce el poder no pudiera disfrutar idad del género femenino de involucrarse en
de ejercer el poder)” (2017: 20). Continúa: la esfera pública. Tal como vimos, esos con-
“Jorge Lanata la insultó como “vieja enferma”. troles que intentan mantener a la mujer en el
El diario Clarín la dibujó con un ojo morado ámbito del hogar –al igual que toda opresión
similar al de todas las mujeres que reciben un sobre el género– responden a estereotipos y
golpe en sus casas, y agachada frente al juez representaciones e inacciones estatales que
Thomas Griesa… en una posición que indica impiden la autonomía de las mujeres. Para
disponibilidad sexual frente a un enemigo que reflejar cuán profundos son los entramados
logra ver arrodillada y disponible a su vícti- que se tejen en ese tipo de sujeción a los in-
ma…” (2017: 22). stituidos, de Miguel Álvarez (2000) afirma la
A partir de lo enunciado en los párrafos necesidad de lograr para las mujeres una lib-
anteriores, podemos advertir que las acciones ertad cognitiva, por cuanto superar las tareas
estatales que intentan lograr una mayor inci- de cuidado supone poner en tela de juicio va-
dencia de las mujeres en la vida pública en- lores y actitudes aprehendidos e interiorizados
cuentran limitaciones frente a discriminacio- desde la infancia. Asimismo, pudimos apre-
nes estructurales ligadas a la desproporcionada ciar –con el último informe del Comité de la
distribución por género de las tareas de cuida- CEDAW para Argentina– las limitaciones de
do al interior de los hogares. Asimismo, deben las acciones estatales propuestas para afrontar
enfrentarse a estructuras políticas patriarcales esas desigualdades, que tal como el mismo or-
y estigmatizaciones –producto de representa- ganismo denuncia, hallan sus limitaciones en
ciones sociales hegemónicas– que el Estado estructuras patriarcales que no son superadas.
tampoco logra resolver y que cercenan el ple- Finalmente, queremos referirnos al tema
de los derechos humanos. Pues bien, el femi-

188
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 179-190

nismo ha detectado el papel del Estado en el presentada en el Congreso Feminista de Córdo-


control de un orden opresivo hacia las muje- ba. España.
res y, asimismo, vimos que el propio aparato Deleuze, G. (1991). Posdata sobre las sociedades
estatal con sus inacciones aporta a sostenerlo. de control. En C. Ferrer (Comp.). El lenguaje
De allí que la conquista de derechos humanos literario (Tomo II). Montevideo: Nordan. Re-
para las mujeres –que son producto de sus lu- cuperado el 12 de 04 de 2016. Disponible en:
chas colectivas– parecen ir poniendo coto a las http://www.philosophia.cl/biblioteca.htm
inacciones estatales, pues tampoco es ingenuo Femenías, M. L. (2008). Simone de Beauvoir:
que hayamos seleccionado el informe de la hacer triunfar el reino de la libertad. Oficios
CEDAW para mencionar las políticas descrip- Terrestres. XIV (23), 32-45.
tas en este texto. Con ello, queremos reflejar Femenías, M. L. (2017). Algunos apuntes sobre
que la ausencia de medidas de parte del Estado feminismos en América Latina. VirtuaJus. 13
que contribuyan a subvertir el orden de género (1), 48-73.
puede ser motorizada por un discurso y una Femenías, M. L. (2018). Violencia contra las mu-
práctica ligada a los derechos humanos, por jeres: obstáculos para enfrentarla. En M. L.
cuanto supone obligaciones internacionales Femenías y S. M. Novoa (Coords.). Mujeres
que posiciona de uno u otro modo a la Argen- en el laberinto de la justicia. Los ríos subterrá-
tina frente a otros Estados, por consiguiente, neos (volumen VI) (pp. 21-36). Rosario: Pro-
su incumplimiento no va a resultarle indistin- historia Ediciones.
to. Por ello, parece haber allí una opción para Foucault, M. (1975, 2006). Vigilar y castigar. Na-
obligar al Estado a que actúe, aunque quede cimiento de la prisión. Buenos Aires: Siglo XXI
para los movimientos feministas la ardua tarea Editores Argentina.
de estar atentos a que esa burocracia no trate Foucault, M. (1988). El sujeto y el poder. Revista
con sus medidas de maquillar realidades que Mexicana de Sociología. 50 (3), 3-20.
no existen o continuar normalizando o con- Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio y pobla-
trolando a los cuerpos femeninos. ción. Curso en el Collège de France: 1977-1978.
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Referencias bibliográficas Fraser, N. y Gordon, L. (1992). Contrato versus
Bauman, Z. (2006). La globalización: consecuen- caridad: una reconsideración de la relación
cias humanas. Buenos Aires: Fondo de Cultu- entre ciudadanía civil y ciudadanía social.
ra Económica. ISEGORÍA. 6, 65-82.
Butler, J. (2007). El género en disputa. El femi- Guattari, F. (1986, 2006). Subjetividad e histo-
nismo y la subversión de la identidad. Buenos ria. En F. Guattari y S. Rolnik, Micropolítica.
Aires: Paidós. Cartografías del deseo (pp. 39-147). Madrid:
Carrasco, C. (2006). La economía feminista: una Traficantes de Sueños.
apuesta por otra economía. En M. J. Vara Haney, L. (1996). Homeboys, babies, men in
(Coords.). Estudios sobre género y economía suits: the state and the reproduction of male
(pp. 29-62). Madrid: Akal. dominance. American Sociological Review. 61
Connel, R. (1987). Gender and power. Cambrid- (5), 759-778.
ge: Polity Press. Heller, A. (1985). Historia y vida cotidiana. Una
Cook, R. J. y Cusack, S. (2010). Estereotipos de aportación a la sociología socialista. México:
género. Perspectivas legales transnacionales. Co- Grijalbo.
lombia: Profamilia. Kabeer, N. (1999). Resources, agency, achieve-
De Miguel Álvarez, A. (2000). Movimiento femi- ments: reflections on the measurement of
nista y redefinición de la realidad. Ponencia women´s empowerment. Development and

189
Yussef Becher “El Estado bajo la lupa del feminismo”

change. 30, 435-464. Institute of Social Stu- poscolonialidad. Descolonizando el feminismo


dies. Oxford. desde y en América Latina (pp. 17-48). Buenos
León Trujillo, M. (2017). Autonomía económica Aires: Ediciones Godot.
de las mujeres y justicia de género. En Curso Solano Suárez, Y. (2014). Sistema social y orden
Políticas públicas, justicia y autonomía de las de género: cambios y permanencias en Provi-
mujeres en América Latina y el Caribe. CLAC- dencia y Santa Catalina Islas entre 1961 y
SO-MESECVI (OEA). 2011. Tesis doctoral. Universidad de Gra-
Lugones, M. (2008). Colonialidad y género. Ta- nada. Disponible en: http://digibug.ugr.es/
bula Rasa. 9, 73-101. handle/10481/34421
Maquieira, V. (Ed.). (2010). Mujeres, globaliza-
ción y derechos humanos. Madrid: Catedra. Fuentes consultadas
ONU (2016). Observaciones finales sobre el séptimo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
informe periódico de la Argentina. Comité de (INDEC). Encuesta Anual de Hogares
la Convención sobre la Eliminación de todas Urbanos (EAHU) (2013). Encuesta so-
las Formas de Discriminación contra la Mujer bre trabajo no remunerado y uso del tiem-
(CEDAW). ONU. po. Disponible en: https://www.indec.gob.
Peker, L. (2017). La revolución de las mujeres. No ar/nivel4_default.asp?id_tema_1=4&id_
era solo una píldora. Villa María (Córdoba): tema_2=31&id_tema_3=117
Editorial Universitaria Villa María. Poder Judicial de la República Argentina (2017).
Raday, F. (2007). Culture, Religion, and Datos estadísticos del Poder Judicial sobre femi-
CEDAw’s. En H. B. Schöpp-Schilling y C. nicidios 2017. Oficina de la Mujer - Corte
Flinterman (Eds.). The circle of empowerment: Suprema de Justicia de la Nación Argentina.
twenty-five years of the UN Committee on the
Elimination of Discrimination Against Women. Para citar este Artículo de investigación:
Nueva York: Feminist Press. Becher, Y. (2019). El Estado bajo la lupa del
Rodríguez Enríquez, C. (2015). Economía femi- feminismo: corriendo el velo de la ceguera
nista y economía del cuidado. Aportes con- y la ingenuidad. Revista Estado y Políticas
ceptuales para el estudio de la desigualdad. Públicas. Año VII, Núm. 12, 179-190.
Nueva Sociedad. 256, 30-44.
Ruiz, M. y Sanseviero, R. (2012). Las rehenas.
Montevideo: Fin de Siglo.
Schutte, O. (1990). Irigaray y el problema de la
subjetividad. Hiparquia, III. Asociación de
Mujeres Argentinas en Filosofía. La Plata: Uni-
versidad Nacional de La Plata.
Sciortino, S. (2012). Antropología y feminis-
mos en América Latina: hacia una práctica
descolonial. En E. Hernández Corrochano
(Comp.). Teoría feminista y antropología: cla-
ves analíticas (pp. 133-151). Madrid: Edito-
rial Centro de Estudios Ramón Areces.
Segato, R. L. (2011). Género y colonialidad: en
busca de las claves de lectura y de un vocabu-
lario estratégico descolonial. En K. Bidaseca
y V. Vazquez Laba (Comps.). Feminismo y

190
Balances de la participación
ciudadana en la Argentina.
Análisis de las trayectorias, supuestos y desafíos

Balance of citizen participation in Argentina.


Analysis of trajectories, assumptions and challenges

Por María Laura Pagani*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 02 de abril de 2019.

RESUMEN que se la relaciona. Proponemos en este artí-


La participación ciudadana en las políticas es- culo una reflexión en torno a las características
tatales se ha convertido en una temática pre- que asumen estos procesos en diversas etapas,
sente en distintos niveles de gobierno y apare- identificando las características específicas del
ce asociada a diversos procesos socio-políticos, escenario actual, posterior al cambio de ges-
según contextos socio-históricos. En este artí- tión en el año 2015 en la Argentina. Asimis-
culo de investigación se presentan los distintos mo, se abordan los requisitos y desafíos a tener
argumentos en la promoción de las políticas en cuenta tanto desde la dimensión de la ges-
de participación asociados, por ejemplo, a la tión estatal como desde la sociedad.
mejora de la gestión, a la profundización de Palabras clave: Participación Ciudadana,
la democracia, al fortalecimiento de actores Políticas Públicas, Gestión.
comunitarios, a la modernización del Estado,
ABSTRACT
entre otros. Sin embargo, consideramos que,
si bien la participación ciudadana tiene enor- Citizen participation in state policies has
mes potencialidades para generar cambios, no become a current issue at different levels of
implica ni la panacea, ni la solución para dar government and appears associated with va-
respuestas a todas las problemáticas con las rious socio-political processes, according to

* Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de La Plata. Magister en Diseño y Gestión
de Políticas y Programas Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Especia-
lización en Gestión Pública por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Correo electrónico:
mlpagani76@gmail.com

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

191
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

sociohistorical contexts. This paper presents sus orientaciones y significados han cambia-
the different arguments in the promotion of do en diferentes etapas históricas, por lo que
participation policies associated, for example, algunos autores como Sánchez (2000), pre-
with the improvement of management, the fieren hablar de una “idea de participación”,
deepening of democracy, the strengthening of que ofrece como ventaja la de sugerir que el
community actors, the modernization of the concepto está en elaboración y es abierto a
State, among others. However, we believe that cambios y a nuevas formulaciones.
although citizen participation has enormous Un eje de discusión es si la participación es
potential to generate changes, it does not imply “un medio para” o es un “fin en sí misma”. En
either a panacea or the solution to give answers el primer sentido, se la concibe como método
to all the problems with which it is related. que garantiza a la población la influencia en
We propose in this article a reflection on the la adopción y ejecución de las decisiones de la
characteristics that these processes assume in política institucional y de procesos sociopolíti-
various stages, identifying the specific cha- cos más amplios. Como veremos en el siguien-
racteristics of the current scenario, after the te apartado, en los años ´80, se identificaba a
change of management in 2015 in Argentina. la participación como medio para el desarrollo
Likewise, the requirements and challenges to de la democracia, en los ´90, como medio para
be taken into account are addressed both from lograr la eficiencia y transparencia del Estado.
the dimension of state management as from Luego acompañó el proceso de fortalecimien-
society. to estatal y, como expresa Rofman y Foglia
Keywords: Citizen Participation, Public (2015: 41), se evidenció una institucionaliza-
Policies, Management. ción de la participación “donde la misma fue
asumiendo otros carriles, enmarcada en políti-
Introducción cas con enfoque de derechos”.
En la extensa bibliografía sobre la materia exis- La participación asociada a un derecho se
te acuerdo en que la participación ciudadana entiende como un fin en sí mismo, que impli-
es un concepto polisémico que asume diversas ca el ejercicio de la ciudadanía, que se justifica
definiciones. En este artículo retomamos la por sí solo. En esta perspectiva también inclui-
noción de Cunill Grau (1991) que denomi- mos a Sirvent (1999) que define a la participa-
na como participación ciudadana a un tipo de ción como un derecho, cuyo ejercicio incide
práctica social y política que supone una in- en el crecimiento individual y social, en el
teracción expresa entre el Estado y los actores desarrollo de las personas y, a la vez, en su ca-
de la sociedad civil, a partir de los cuales estos pacidad de “hacer cultura” transformando las
últimos “penetran en el Estado”. Otra autora formas de convivencia y de relaciones socia-
que define la participación ciudadana es Bolos les. De esta forma, la participación supone la
(2003), para quien la relación entre Estado- satisfacción de necesidades, el fortalecimiento
sociedad se inicia como una respuesta desde lo de la ciudadanía, fortalece la pertenencia, la
social a una convocatoria realizada por parte construcción de una identidad social y la as-
de las autoridades gubernamentales, en espa- piración a ocupar un lugar protagónico en el
cios institucionales que éstos designan o crean, desarrollo de las sociedades.
para involucrar a actores de la población en Actualmente, y especialmente desde la
alguna actividad específica. nueva gestión asumida desde 2015 en Argen-
Como puede verse, es un término que ad-
mite variantes y que se superpone con otros
(participación comunitaria, popular, social) y

192
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

tina1, se profundiza la participación como me- web de políticas de la provincia de Buenos Ai-
dio para la modernización del Estado, promo- res4 y sus municipios en 20145 y, del período
vida particularmente por el uso de las nuevas posterior a 2015, se abordaron programas de
tecnologías. participación del ámbito provincial, de la Ciu-
En este sentido, en la primera parte del dad de Buenos Aires y de La Plata6.
artículo, se presentan diferentes etapas por los Seguidamente, se desarrollan los argu-
que ha transitado la participación y el vínculo mentos de los distintos supuestos de la par-
con distintos procesos sociopolíticos por los ticipación y los desafíos que deberían asumir
que atravesó el país: la pobreza, la reforma estos procesos para ampliar sus alcances y
del Estado, la crisis de representación políti- resultados.
ca, la reconstrucción de la esfera pública, el Por último, se delinean algunas reflexiones
Gobierno Abierto y las nuevas tecnologías, y finales acerca de las características que asumen
las reminiscencias que asumen los procesos las políticas participativas desde el 2015, don-
de participación actuales, respecto del pasado. de se concluye retrocesos en la participación
Las referencias sobre las características de la ligada a derechos y formatos colectivos y avan-
participación en los últimos años se sustentan, ces en mecanismos individualizados, ligados al
en su mayor parte, en distintos trabajos de in- uso de nuevas tecnologías y de acotados alcan-
vestigación de la autora y de proyectos de los ces territoriales.
que forma parte en la UNLP2. En efecto, se
estudiaron las juntas vecinales, los Planes Es- Los recorridos de la participación
tratégicos y Presupuestos Participativos de dis- En el apartado anterior expusimos que la par-
tintos municipios de la provincia de Buenos ticipación es un término que contiene ambi-
Aires3, se realizaron relevamientos de portales güedades. En esta sección señalamos, además,
que fue adquiriendo distintas significaciones
y fundamentos en diferentes contextos. Para
1 La alianza Cambiemos gestiona la administra-
ción nacional, la de varias provincias y muni-
cipios, desde diciembre de 2015, luego de tres 4 En un artículo publicado por Pagani y Payo
periodos de gobierno del Frente para la Victo- (2015) se afirma que el 26% de las políticas y
ria a nivel nacional. En el caso de Ciudad de programas relevados mencionaban algún tipo
Buenos Aires, desde 2007, gestionó el partido de participación de la sociedad civil, en espe-
PRO, principal integrante de Cambiemos. cial los del Ministerio de Desarrollo Social y,
preferentemente, relacionadas a temáticas de
2 “Gobernabilidad, democracia y reformas polí-
educación, salud y seguridad, teniendo como
tico-estatales en la provincia de Buenos Aires:
destinatarios niñez y juventud, adultos mayo-
estudios de caso sobre la vinculación entre pro-
res, organizaciones sociales y mujeres.
ducción de conocimiento especializado y toma
de decisiones en la elaboración de políticas pú- 5 Ver Pagani y Pau (2015): de los 113 portales
blicas (2003-2018)”. Radicado en el Instituto web relevados municipales (22 se encontra-
de Investigación en Humanidades y Ciencias ban en construcción) sólo 23 evidenciaban al-
Sociales (IdIHCS / UNLP-CONICET). Fa- guna política de participación, en su mayoría
cultad de Humanidades y Ciencias de la Edu- Presupuesto Participativos.
cación, UNLP. Programa de Incentivos a la
6 Este estudio forma parte de una actual línea
Investigación.
de investigación, por los que resultados que se
3 Profundizar en Pagani (2006, 2016, 2018). exponen son avances exploratorios.
193
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

este análisis se recorrerán los caminos por los dernización estatal y asociada a la transparen-
que la participación ha transitado desde la mi- cia. Es por ello que, en la actualidad, creemos
tad del siglo anterior. En palabras de Alayón que la participación ha mutado en su esencia,
(1998: 15): a partir de interacciones virtuales a través de
las tecnologías disponibles instaurando nuevas
El ejercicio de la participación contiene siem-
reglas de juego sobre la manera en que los go-
pre un alto componente político. Su presen-
biernos se relacionan con la sociedad, a través
cia se ilumina y se desvanece cíclicamente, de
de nuevos dispositivos que se caracterizan por
acuerdo a los distintos momentos políticos. Por
la inmediatez y la fugacidad en la interacción
épocas, se reivindica casi míticamente para la
con el “vecino”.
eventual resolución de todo tipo de problemas.
Si bien en este artículo no se pretende un
En otros períodos, se la niega y se la reprime,
desarrollo exhaustivo de cada período, consi-
atribuyéndole un emparentamiento maligno
deramos importante dar cuenta de sus prin-
con el cuestionamiento y la desestabilización
cipales características a fin de abordar las re-
social.
laciones de estos procesos que influyeron en
El tradicional trabajo anteriormente citado de la expansión de las políticas de participación.
Cunill Grau (1991) asocia la participación a Éstos no se desarrollaron de forma aislada,
dos procesos políticos: 1) a la crisis de repre- sino que se fueron retroalimentando y están
sentatividad que se hace evidente, según la au- interrelacionados, pero en el trabajo son pre-
tora, a partir de la irrupción de los movimien- sentados de forma esquemática y por separado
tos sociales que reivindicaron nuevas formas para una mayor comprensión de los vínculos
de hacer política y de expresar sus intereses y con la participación, señalando los principales
2) a la crisis de la eficacia del Estado, por su hitos de cada momento. Es decir, que la iden-
devaluación como promotor del desarrollo so- tificación de las ideas predominantes respecto
cial y económico. Agregamos la relación entre de la participación no es lineal en el tiempo,
participación y pobreza, que no es un fenóme- aunque en esta exposición aparecen con un or-
no nuevo, sino que se remonta a la década del denamiento en “épocas”, intentando demos-
´60 como estrategia para el “desarrollo de las trar que algunos fundamentos que surgen en
comunidades”. una década determinada, recobran fuerza años
Por su parte, Carmona (2012) presenta después e intervienen sobre las prácticas y los
a la participación bajo tres supuestos, los dos significados de la participación. Por ejemplo,
primeros coinciden con los señalados por la en la actualidad, se retoma como centrales la
autora a inicios de los ´90 y agrega un terce- cuestión de la participación ligada a la trans-
ro: “es posible distinguir un conjunto de su- parencia y al control del Estado, surgidas en el
puestos sobre la participación ciudadana que marco de la reforma del Estado y del paradig-
pueden ser ubicados en tres líneas principales: ma de la nueva gestión pública.
la que enfatiza a la democracia participativa,
la que se dirige al mejoramiento de la gestión La participación y la pobreza
estatal, y la que postula la recuperación del Entre las primeras experiencias de participa-
carácter público del Estado” (2012: 2). Sin ción en las políticas públicas se reconocen las
embargo, en el conjunto de la bibliografía este asociadas al “Desarrollo de las Comunidades”
último eje fue menos abordado y reemplazado en las décadas del ´50 y ´60, en el ámbito rural
en los últimos años por las bondades de la par- y en el sector salud (Ugalde, 1987; Cortazzo,
ticipación asociadas a la implementación de Cuenca y Nathanson, 1996; Cardarelli y Ros-
las NTIC, como medio para alcanzar la mo- enfeld, 1998). Esta concepción implicaba im-

194
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

plementar en los países latinoamericanos una convalidando una desresponsabilización en el


serie de “recetas” para alcanzar el desarrollo accionar del Estado.
siguiendo los pasos de las naciones industriali-
zadas y atrayendo industrias para poder “salir” Participación y reforma del Estado
del atraso. La participación ciudadana se vincula tam-
Cortazzo (1996) realiza una historización bién con la crisis del Estado y se la asocia con
del concepto de participación y afirma que es la búsqueda de mayor eficiencia de la acción
heredera natural de la ideología del desarrollo gubernamental. Este proceso, que se inició en
y de la organización de la comunidad y que los años ´70 con la crítica neoliberal al Estado
fue introducida respondiendo a los intereses de Bienestar y al intervencionismo estatal, se
de los centros hegemónicos a través de los consolida en años los años ´90 con la reforma
planes de educación, salud y vivienda, objeti- del Estado orientada a la disminución del dé-
vando la necesidad de los “grupos marginales”, ficit público. Las estrategias gubernamentales
“los pobres”, los “carenciados” o “los sectores convergieron hacia políticas centradas en el
populares”. Las propuestas de estos programas achicamiento del rol del Estado con el argu-
estaban relacionadas con las estrategias moder- mento de superar la visión Estadocéntrica y
nizadoras que en su mayoría convocaban a la se incorpora la inclusión de los ciudadanos en
población a aportar mano de obra, bajo el dis- la producción y administración de servicios.
curso que mediante la cooperación solidaria se Como define Oszlak (1999: 7-8):
produciría un cambio global como agentes de
su propio desarrollo. La reforma del Estado significó, también, una
Nuevamente en la década del ´90, en el reforma de la sociedad. Más precisamente, un
marco de la reforma Estatal, se impulsa la par- cambio en las relaciones de fuerza entre una y
ticipación de las comunidades empobrecidas otra esfera, así como un notorio corrimiento
en la implementación de las políticas sociales de sus fronteras. La privatización, la descentra-
focalizadas y descentralizadas. lización, la desregulación y la tercerización de
En el contexto actual, se observa una cul- servicios redujeron el aparato estatal, pero ex-
tura ciudadana funcional con el modelo neo- pandieron simultáneamente la responsabilidad
liberal que Ortiz Gómez (2014) denomina del mercado y la sociedad civil en la satisfacción
cultura de la autogestión para el desarrollo. de necesidades sociales, modificando profunda-
Se promueve una relación entre pobreza y mente el esquema de división social del trabajo.
participación basada en las prácticas de “au- Las reformas del Estado, y los principios que
togestión”, que privilegian la idea de que los propugnaron, se apoyaron en un conjunto de
grupos en desventaja, solos o con el apoyo de ideas provenientes de la Nueva Gestión Públi-
organizaciones sociales o privadas (en algunos ca, también referenciada como “New Public
casos en el marco de la responsabilidad social Management” y tuvo como uno de sus orí-
empresaria7), se hagan cargo de su situación, genes la concepción de Gaebler y Osborne

7 Por ejemplo, la Dirección de Responsabili- nizaciones para construir vínculos eficaces,


dad Social Empresaria creada en el Ministerio promover el voluntariado corporativo, etcé-
de Desarrollo Social de la provincia de Bue- tera y, entre sus programas, el de padrinazgo
nos Aires por la nueva gestión que asume en el empresarial. En Ciudad de Buenos Aires, con
año 2015, tenía entre sus objetivos: fomentar objetivos similares, se encuentra el Programa
las alianzas estratégicas con empresas y orga- de Responsabilidad Social Empresaria.
195
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

(1994) sobre la “reinvención del gobierno”, a la capacidad de consumo definida en el


que propiciaba un gobierno empresarial, con mercado (Thwaites Rey, 2005). En este
un rol catalítico, cuya función era “llevar el ti- sentido, la crítica apuntó a que se incen-
món del barco en lugar de los remos”, actuar tivaron “mecanismos de resarcimiento” en
como un facilitador y promotor de emprendi- caso de declinación en los niveles de servi-
mientos con empresas privadas u ONGs e im- cio ofrecidos y se implementaron sistemas
plementar incentivos del mercado, tomando de queja y de mecanismos de participación
en cuenta las actitudes y los comportamientos limitados a la consulta (López, 2005).
del “cliente-ciudadano”.
En este marco, se impulsaron tres tipos de La participación asociada al control, con una
prácticas participativas: orientación asistencial, resaltando la figura
del consumidor sobre la del ciudadano, hoy
1. se generan mecanismos de accountability vuelven al primer plano. La nueva reforma
horizontal (al interior del aparato estatal) y estructural del Estado se trata de una moder-
vertical (desde la propia sociedad civil). Es nización que asume la tecnología y la infor-
decir, la participación de la sociedad ligada mación como parte de un paradigma despo-
al control del Estado, para lo cual se crean litizador de la administración pública (García
organizaciones sociales “cuyo objetivo es Delgado y Gradin, 2018). En este marco, se
ejercer algún tipo de control tanto sobre impulsan nuevos formatos de participación
las instituciones de gobierno como sobre hacia el interior de la gestión estatal y en las
las personas que ejercen cargos públicos; en convocatorias sociales para formar parte de
un sentido podría decirse que se pretende encuentros como en los hackatones8 y en un
construir una fiscalización permanente so-
bre el Estado” (De Piero, 2006: 90).
2. relacionadas a programas compensatorios
8 Por citar algunas experiencias: en 2018 en
y de componente asistencial, ligados a la
la Cámara de Diputados bonaerense se llevó
resolución de los problemas sociales y a su
a cabo el primer Hackatón Legislativo en la
operatoria y ejecución. En esta línea, Car-
provincia. Hubo más de 100 participantes
darelli y Rosenfeld (1998) sostienen que se
que trabajaron en el diseño de herramientas y
convoca a los sectores populares a participar
el prototipo de las mismas en base a tres ejes:
en programas sociales acotados a un ámbito
relación ciudadanos y diputados, accesibili-
territorial micro y a un conjunto de pro-
dad legislativa y Legislatura participativa. El
blemáticas y necesidades puntuales. De este
legislador que impulsó esta herramienta afir-
modo, los sectores excluidos del producto
mó: “La innovación abierta y las herramientas
social aparecen con la responsabilidad de
que nos brinda la tecnología nos van a permi-
hacerse cargo de su situación de desventaja
tir poder legislar con mayor transparencia de
frente a una oferta pública que se atrofiaba
cara a la gente” (Disponible en: https://www.
y era la propia sociedad la que generaba res-
minutouno.com/notas/3043726-arranco-
puestas adaptativas ante la profunda crisis
el-primer-hackaton-legislativo-la-provincia-
socio-económica y los profundos procesos
buenos-aires). Asimismo, en Ciudad de
de desintegración social.
Buenos Aires se han desarrollado varios ha-
3. la participación como sobrevaloración de la
ckatones, entre ellos el de: “Desafíos cientí-
satisfacción del “consumidor”. Durante la
ficos” para estudiantes de los últimos años
reforma se resaltó la categoría de usuario,
del nivel secundario (4.°, 5.° y 6.°) (Dispo-
consumidor o cliente, directamente ligada
nible en: https://www.buenosaires.gob.ar/
196
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

grupo de técnicas denominadas como meto- ar/noticias/primer-hackaton-de-datos-abiertos-


dologías agiles9, definidos como espacios par- de-la-ciudad).
ticipativos y colaborativos, tomados del sector
En estos dispositivos la interacción es por te-
informático y privado para generar soluciones
mas puntuales y acotados en el tiempo, don-
innovadoras, con un discurso marcado hacia
de si bien los estudios de resultados sobre la
la transparencia:
aplicación al sector público son recientes, se
Seguimos avanzando en el fortalecimiento de advierte que:
una cultura de Gobierno Abierto que garantice
Son contados los casos en que los productos son
la transparencia de la información y promueva
retomados para finalizar su desarrollo y/o utili-
la participación ciudadana. Es un orgullo para
zados posteriormente (…) el carácter efímero
nosotros ser pioneros en esta política refleja-
de cada evento genera que, hasta el momento,
da en nuestro plan de Gobierno Abierto, que
la “construcción de comunidad” se haya limi-
puso a disposición de todos, el único catálogo
tado a la comunidad de expertos (desarrolla-
de datos públicos y abiertos de la Ciudad que
dores, programadores y, en ocasiones, también
hoy permite realizar BA Hackatón que utiliza
diseñadores), dificultando la continuidad de
información pública para el desarrollo de apli-
los aprendizajes por interacción y diálogo entre
cativos móviles (Declaraciones del Ministro de
saberes heterogéneos (Bortz, 2013: 150, 153).
Modernización de la Nación en Hackatón de
Datos Abiertos, en Ciudad de Buenos Aires.
Disponible en: https://www.buenosaires.gob. Participación y crisis de
representación política
En esta sección, se analiza la relación de la ex-
educacion/escuelas/planeamiento-educativo/ pansión de diversas formas de participación
hackaton-desafios-cientificos). ciudadana con las dificultades de los mecanis-
mos de democracia representativa para expre-
9 Por ejemplo, en el año 2016 la Dirección de sar los intereses y diferentes derechos de gran
Participación Cívica, de la Dirección Provin- parte de la ciudadanía. Asimismo, algunos au-
cial de Innovación Ciudadana, Subsecreta- tores como Carmona (2012) se refieren a los
ría de Innovación y Experiencia Ciudadana problemas de gobernabilidad derivados de la
Ministerio de Gobierno de la provincia de crisis de representatividad política y de la des-
Buenos Aires realizó un Open Space en la legitimación del Estado como ámbito exclusi-
Facultad de Informática de la UNLP con las vo de representación de los intereses generales.
temáticas: Mujeres y tecnología; Tecnología y Por su parte Navarro (2008) concluye que el
aula; Empleo del futuro; Talento Joven y Tec- incremento de iniciativas de participación es
nología Social. En este dispositivo participa- consecuencia de un déficit democrático que
ron equipos y destinatarios de distintos pro- se ocasionó porque las decisiones públicas no
gramas del Ministerio de Desarrollo Social, de consideraban adecuadamente las necesidades
la Subsecretaría de la Niñez, emprendedores y demandas de la sociedad.
platenses, pasantes de la UNLP y organizacio- En la Argentina, el agravamiento de las
nes sociales vinculadas a la promoción de tec- condiciones socioeconómica y la crisis política
nología. Se realizaron distintos tipos de pro- consecuente, motivaron nuevas formas de ac-
puestas de las que no hubo luego información ción pública diferentes a las que habían articu-
sobre su posterior desarrollo. Posteriormente, lado las demandas sociales hasta el momento,
el área sufrió modificaciones de autoridades y por ejemplo, en acciones de protesta en los
a nivel estructural.
197
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

años ´90 y las manifestaciones y cacerolazos Un dispositivo de enunciación pospolítico, en


del año 2001 que derivaron en la organización el cual tanto la identidad del enunciador como
de asambleas vecinales, que se difundieron por la de los colectivos interpelados se configura-
distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires ron como el exterior incontaminado a todos
y en otros centros urbanos. los partidos políticos que han gobernado “en
Desde la acción estatal a medida que se los últimos 30 años” (…) En este discurso, las
fue recuperando el rol interventor, se plan- referencias tanto a las identidades partidarias
tearon articulaciones con organizaciones de la como a las definiciones ideológicas constituyen
sociedad civil que posibilitaron nuevos ámbi- un obstáculo para una acción política entendi-
tos para la participación, abriendo paso a una da como un hacer, como la traducción de una
etapa de institucionalización (ver apartado “la vocación de servicio eficiente capaz de resolver
reconstrucción de la esfera pública”). En este los problemas del vecino sin los escollos de ins-
sentido, algunos presupuestos participativos tituciones o intermediaciones, sin intereses cor-
recogen como objetivo el de la mejora de la porativos ni pretensiones de poder.
democracia: “hacer ciudad es fortalecer la de-
Es así que se alude a una participación direc-
mocracia (...) constituir una relación de con-
ta, en nombre de la transparencia, relaciona-
fianza entre representantes y representados”
da al voluntariado12, que implica el avance de
(Fernández10, 2008: 9).
la individualización social y la configuración
El Presupuesto Participativo representa una de participaciones fragmentadas y disconti-
nueva relación entre el municipio, las insti- nuas, basadas en motivaciones particulares y
tuciones barriales y los ciudadanos (…) Una despolitizadas.
forma de superar la crisis de la democracia re-
La despolitización formal es otro aspecto cen-
presentativa formal (…) Se decide por los re-
tral en la constitución del voluntariado con-
cursos desde abajo hacia arriba (…) Las obras
temporáneo, cuestión que está muy relaciona-
no se van a decidir desde la Plaza Moreno11 sino
da con el proceso de individualización social
desde las asambleas. Implica la construcción de
y el debilitamiento y contracción del espacio
un nuevo proyecto de ciudad para fortalecer el
público. Globalmente el desplazamiento par-
vínculo entre el Estado y el pueblo (…) (Regis-
ticipativo hacia el voluntariado es un síntoma
tro de observación del acto de lanzamiento del
de desmovilización política. En el ámbito del
Presupuesto Participativo en La Plata. Palabras
voluntariado, al menos desde un punto de vista
del Intendente. 21/2/2008).
formal, la dimensión política no se evidencia,
Con la gestión Cambiemos la lectura de la cri- no se busca, no se reivindica, se rechaza, aun-
sis de representación política se desplaza hacia que paradójicamente el voluntariado –como
discurso anti-político y tecnocrático-gerencial, cualquier otro tipo de participación social– po-
o en palabras de Martínez (2016: 6): sea siempre efectos políticos (Zurdo Alaguero,
2011: 2019).

10 Ex Secretario de Relaciones con la Comuni-


dad y Descentralización, Municipalidad de
12 Por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires ofre-
Morón.
ce desde el área de participación ciudadana
11 La plaza Moreno está ubicada en el centro la posibilidad de anotarse a distintos tipos
del casco urbano y frente a ella se encuentra el de voluntariados en barrios vulnerables, con
edificio municipal. mascotas, red de apoyo escolar, entre otros.
198
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

En este artículo coincidimos con El Troudi, trada en la recomposición del tejido social14,
Harnecker y Bonilla (2007) en que la parti- orientada a la ampliación de derechos para
cipación en los asuntos públicos se constituye participar activamente en todas las etapas de la
en uno de los caminos para la politización de política pública, la definición de prioridades,
los ciudadanos, en un sentido más amplio que asignación de recursos, toma de decisiones y
partidización, en tanto los sujetos se politizan evaluación. Desde esta perspectiva, “la pro-
o adquieren conciencia política en la medida moción de prácticas de participación es vista
en que dejan de centrar la atención en sus pro- como un instrumento para democratizar el
blemas individuales o de su pequeño grupo y Estado, ampliar las bases de la ciudadanía y
se empiezan a repensar los problemas en un permitir el acceso a servicios públicos de ca-
contexto más general. Contrariamente, el dis- lidad sobre bases de equidad” (Pereira, 2009:
curso de la gestión Cambiemos, presenta como 257).
un valor positivo lo “a político”, apelando a un Siguiendo a Rofman y Foglia (2015) en
ciudadano común y desinteresado, altruista y esta etapa, y en marco general de re universa-
voluntarioso, despolitizando los conflictos so- lización de las políticas y de centralización de
ciales que emergen de la contradicción de in- esas intervenciones, el modelo de articulación
tereses impuesta por la lógica económica (Gar- con actores asumió mayor protagonismo. Las
cía Delgado y Gradín, 2018). De esta manera, autoras destacan dos grandes campos de ac-
busca la oposición con el gobierno anterior ción estatal: las políticas de protección y pro-
donde hubo un reposicionamiento de la po- moción de los derechos de grupos sociales en
lítica13. Esta orientación a la participación se situación de vulnerabilidad, particularmente
busca ampliar la base social de adeptos enfoca- de los niños, niñas y adolescentes y los pro-
dos en un formato que se repliega a cuestiones gramas socioproductivos de promoción de la
puntuales, acotada a solidaridades restringidas economía social. Entre las experiencias que se
y “a partidarias”. mencionan se incluyen: los Consejos Locales
de Promoción y Protección de Derechos de
La reconstrucción de la esfera pública Niños, Niñas y Adolescentes, los Centros de
Otro proceso más reciente iniciado a partir del Desarrollo Infantil Comunitarios, los Centros
2003, y en contraposición con la etapa ante-
rior, fue el de la ampliación de la intervención
estatal, donde se criticó fuertemente a la re- 14 El Plan Estratégico y el Presupuesto Partici-
forma neoliberal, a los procesos privatizado- pativo de Morón tuvieron esta impronta de
res y al avance de los intereses privados sobre reconstrucción de la relación Estado-socie-
los mecanismos de acción pública. Se abrió dad: “La primera instancia fue esto de recom-
entonces una mirada de la participación cen- poner el Estado, recuperar el Estado, ponerlo de
pie. Digamos, nosotros veníamos, cuando empe-
zamos en el ´99, de un Estado característico de
los ´90: corrupto, de puertas cerradas, donde la
13 Para Rinesi (2011), durante el periodo ki- comunidad no se involucraba, donde la relación
chnerista surge como característica central la con su Estado era nula. Con lo cual tuviste que
recuperación de la política como herramienta recomponer esa cuestión, ese vínculo con la ciu-
de transformación social y la restitución de la dadanía, y a partir de ahí esto de poner el Esta-
ciudadanía como sujeto de derechos, que co- do de pie y después poder empezar a pensar en
mienza a ser promovidas por una activa pre- estos procesos de descentralización.” (Entrevista
sencia del Estado. a Secretaria UGC N° 2. Morón, año 2013).
199
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

de Integración Comunitaria (CICs). También do dentro de las propias administraciones,


podemos mencionar el proceso de foros par- y entre ellas y sus funcionarios, de manera
ticipativos de consulta pública realizados en transversal.
el marco del debate sobre la ley de servicios
audiovisuales en el año 2009 (Guzman, 2011; Por otra parte, se impulsa el argumento de
Komissarov, 2016) y las evaluaciones de po- que las nuevas tecnologías incorporadas a la
líticas públicas en convenio con Universida- gestión estatal permiten una mayor rendición
des donde se releva la voz de los destinatarios de cuentas, fomentan la transparencia e incen-
(Asignación Universal por Hijo, Inadi, Ellas tivan la participación ciudadana en el debate
Hacen, Conectar Igualdad, entre otros). público y el control ciudadano y posibilitan
mayor acceso a la información pública (Ál-
Participación en el Gobierno Abierto varez, 2011; Mariño, Godoy, Vanderland y
Más recientemente, la participación retoma Verón, 2011); favorecen una democracia de
fuerza como uno de los ejes centrales del para- mayor calidad a partir de una ciudadanía más
digma del Gobierno Abierto. En líneas gene- activa y una administración pública más con-
rales, la mayoría de las definiciones coinciden trolada (Rosa, 2011); los nuevos formatos y
en que se sustenta en tres pilares básicos: la canales de participación digital se presentan
transparencia, la participación y la colabora- con potencial para trascender confrontacio-
ción. Por ejemplo, Ramírez Alujas y Dassen nes generadas por reivindicaciones grupales o
(2012) define a cada uno de estos componen- corporativas y organizar y construir consensos
tes de la siguiente manera: más amplios (Pulido, 2017).
En este marco, las nuevas tecnologías “po-
• Un gobierno transparente proporciona in- sibilitan el ejercicio de la ciudadanía y el em-
formación sobre lo que está haciendo. Ello poderamiento de los ciudadanos, multiplicado
fomenta y promueve la rendición de cuentas el alcance de su participación y permitiéndo-
de la administración ante la ciudadanía y un les actuar y manifestarse con mayor facilidad
permanente control social. y libertad” (Tena Espinoza de los Monteros y
• Un gobierno participativo promueve el dere- Merlo Vega, 2017: 115). Estos autores hablan
cho de la ciudadanía a colaborar activamente de las tecnologías cívicas como aquellas “que
en la formulación de políticas públicas y faci- son las que logran empoderar y vincular al
lita el camino para que las administraciones ciudadano a partir de promover procesos de
públicas se beneficien del conocimiento, de cambio (innovación cívica), basados en una
las ideas y de la experiencia de los ciudada- solución tecnológica (ecosistema tecnológico),
nos. Incentiva la creación de nuevos espacios y que son capaces de incentivar la colabora-
de encuentro que favorezcan el protagonis- ción social, facilitar la participación ciudada-
mo la implicación de los ciudadanos en los na y generar soluciones abiertas y escalables”
asuntos públicos. (2017: 116).
• Un gobierno colaborativo compromete e De este modo, en materia de gestión se
implica a los ciudadanos y demás agentes generó un acelerado proceso de innovaciones,
sociales en el esfuerzo por trabajar conjun- mediadas por tecnologías y el impulso de ini-
tamente para resolver los problemas nacio- ciativas de datos abiertos e información públi-
nales. Ello supone la cooperación y acciones
coordinadas no sólo con la ciudadanía, sino
con las empresas, asociaciones y demás agen-
tes. Asimismo, potencia el trabajo combina-

200
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

ca15, sobre los que aún no se conocen impac- que asumen otras denominaciones (Buenos
tos definitivos. Respecto de la participación se Aires Elige17 de Ciudad de Buenos Aires).
identifica en la gestión actual la implementa-
ción y promoción de una participación signa- Supuestos de la participación:
da por las instancias mediatizadas e individua- tensiones entre argumentos
les, especialmente en el plano local, distantes Anteriormente, hemos descripto que la par-
al encuentro presencial y el debate político. ticipación ciudadana en las políticas estatales
En este marco, se amplían experiencias de tiene una amplia trayectoria, es impulsada en
participación focalizadas a iniciativas puntua- distintos niveles de gobierno y aparece asocia-
les a través de medios virtuales, donde el in- da a diversos procesos socio-políticos tal como
volucramiento ciudadano se resume a realizar ya lo hemos enunciado en los anteriores apar-
propuestas, ideas y votar distintas iniciativas. tados. Según Poggiese (2005), se ha conver-
Un ejemplo de ello son los nuevos formatos de tido en un “metarrelato”, que nadie discute,
presupuestos participativos (por ejemplo, en del que todos se apropian y adhieren. Esta
el caso platense16) o de herramientas similares concepción se asocia con una perspectiva que
enfatiza los argumentos y los efectos positivos
de la participación, que adquirió en los últi-
15 Un conjunto de municipios han incorporado mos años mayor relevancia. Sin embargo, no
en sus páginas web referencias específicas a la es la única postura.
transparencia, al acceso a la información e in- Por un lado, ubicamos los argumentos
cluso a portales de datos abiertos (por ejemplo que remarcan aspectos y efectos positivos de
La Plata, Bahía Blanca, General Pueyrredón la participación y recorre variadas perspecti-
y Pilar: https://datos.laplata.gov.ar/; http:// vas. Desde un punto de vista técnico, se señala
www.bahia.gob.ar/transparencia/; https:// la eficiencia en cuanto a la sostenibilidad de
www.mardelplata.gob.ar/; http://www.pilar. las políticas. Esta visión está ligada a los or-
gov.ar/gobierno-abierto/). En el relevamien- ganismos internacionales (Rabotnikof, 2001).
to de municipios realizado por Pagani y Pau Asimismo, desde el análisis de las consecuen-
(2015) se registró que el 40% de los portales cias políticas y sociales se la asocia a distintos
web publicaban el presupuesto y/o ejecución
del gasto, el 31% informes de gestión y el
28% información sobre licitaciones públicas. del Frente Renovador Platense/Frente para
la Victoria, entre el 2008/2015 basado en la
16 En la página web institucional del munici-
participación social con presencia en las asam-
pio se explica: “Ahora votar es mucho más
bleas barriales.
fácil y transparente. Podés hacerlo a través
de tu celular o tu computadora (…) A través 17 Proyecto que propone la presentación y elec-
del Presupuesto Participativo, podés parti- ción de ideas, vía una plataforma web, que
cipar de forma directa en la distribución de “ayuden a mejorar los barrios, las comunas y
los recursos públicos, y transparentar el des- la Ciudad de Buenos Aires”. Se define como
tino de los fondos y acciones del municipio” un espacio abierto y accesible en donde todos
(https://presupuestoparticipativo.laplata. “podemos hacer de nuestras ideas una reali-
gob.ar/#/eleccion 24/2). La palabra “aho- dad” (https://baelige.buenosaires.gob.ar/). El
ra” se enmarca en una fundamentación del ingreso a la plataforma requiere el registro a
PP 2017 desarrollado por el intendente de la través de perfil de Facebook, Twitter, Goo-
gestión Cambiemos, en contraposición con el gle+ o ingresando correo electrónico y una
que había implementado la anterior gestión contraseña.
201
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

supuestos18: al mejor funcionamiento de la Por otra parte, el gobierno abierto supone


democracia, de las políticas públicas y de la que la ciudadanía debe aprovechar la apertura de
gestión estatal, a la recuperación del carácter esos nuevos canales participativos, involucrán-
público del Estado, al fortalecimiento y auto- dose activamente en el desempeño de diferentes
nomía de la comunidad y a la transparencia de roles (como decisor político, productor y con-
la gestión pública. tralor). Entonces el interrogante se orienta a si la
Como explicamos anteriormente, en los ciudadanía participa en igualdad de condiciones
últimos años se ha abierto una nueva etapa y se introduce el tema de la brecha digital19. En
en los procesos participativos con la incorpo- esta línea se plantea algunas advertencias sobre
ración las NTIC, ofreciendo un conjunto de su uso, donde se enfatiza que la incorporación
fundamentos que impulsarían su uso. Pode- de la tecnología no es suficiente para alcanzar los
mos sintetizar que su incorporación generaría resultados. De este modo, Álvarez (2011: 19)
efectos tanto hacia el interior de la gestión advierte: “si bien todos entendemos la tecnolo-
estatal como en su relación con la sociedad gía como un medio y no como un fin en sí mis-
a partir de una mayor rendición de cuentas, mo, discrepamos en cuanto a su efectividad, y
publicación de información pública y partici- persiste la tendencia arraigada de pensar que las
pación. Si bien parte de bibliografía reconoce tecnologías resuelven automáticamente todos
estas “potencialidades” enunciadas previamen- los problemas de la organización. Este optimis-
te, se advierten críticas respecto a sus alcances. mo es tan ingenuo como reduccionista”.
Ante el argumento de que el uso de NTIC so- Estos cuestionamientos a los procesos de
brevalora la inmediatez en la comunicación, participación más actuales se suman otros
están quienes remarcan ante la participación que tienen amplia trayectoria. Un argumento
en un foro virtual o el envío de propuestas, central, es que los procesos de participación
no se garantiza la lectura, ni que se tome en terminan convalidando el traslado de las res-
cuenta estas intervenciones en la toma de ponsabilidades del Estado a la sociedad (Pérez
decisiones. Brito, 2004) y que termina contribuyendo a
Asimismo, los beneficios del gobierno la construcción artificial de consensos (Pírez,
abierto son relativizados por Oszlak (2013).
Por una parte, señala que, para ser abierto, el
gobierno debe dejar de lado los “secretos” e
19 Esta nominación se utiliza para expresar la
iniciar canales de diálogo e interacción con los
diferencia socioeconómica entre aquellos indi-
ciudadanos. Para el autor, ello implica “abrir
viduos y comunidades que tienen acceso a in-
caja negra del Estado” y, en este sentido, se
ternet, y aquellos que no. Siguiendo a Ramírez
pregunta si existe verdadera voluntad para que
Plascencia (2011) coincidimos en que la brecha
ello ocurra. Sostiene que si aceptamos que la
digital está intrínsecamente relacionada con el
disponibilidad y el uso (u ocultamiento) de la
acceso de oportunidades en el área educativa,
información constituye un recurso de poder,
económica y social, por lo tanto, no implica
los gobiernos que lo controlan mostrarán una
una mera clasificación de individuos con acce-
natural tendencia a difundir información que
so o no a internet, sino que se vincula con con-
destaque sus logros y ocultarían toda informa-
diciones más estructurales como las referidas a
ción que desacredite su gestión.
la pobreza, la inequidad y la falta de oportuni-
dades. Así, denota un fenómeno social que está
presente siempre en mayor o menor medida en
18 En Pagani (2015) se desarrollan en profundi- todas las sociedades y que, generalmente, afecta
dad esta serie de argumentos. a personas y grupos vulnerables.
202
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

2000). Estas situaciones pueden interpretarse cipación si se analiza sobre qué cuestiones se
como una participación de tipo “simbólica” participa y sus implicancias. En consecuencia,
que se contrapone con una “participación real” las posturas más críticas cuestionan los pro-
(Sirvent, 1999). La participación “simbólica” cesos participativos que se promueven en la
refiere a acciones que ejercen poca o ninguna etapa de ejecución de políticas o programas21,
influencia sobre la política y la gestión institu- particularmente en el campo de lo social. Para
cional y generan una ilusión de poder inexisten- Bombarolo (2017) en estos casos se asume una
te, simulando un “como sí” se participara. Bajo participación funcional, que se centra en el al-
estas formas enmascaradas de participación, se cance de un “producto” para reducir costos,
identifican relaciones de subordinación, que asumiendo una responsabilidad individual.
impiden cambios en las relaciones de poder. Otro enfoque que cobra fuerza en el últi-
Otra tipología es la que proponen Carda- mo tiempo es la implementación de acciones
relli y Rosenfeld (1998) que se refieren a una de ayuda a través de la figura del voluntaria-
participación “creadora de sentido” cuando la do. En este último caso, se remarca que los
intención es modificar la estructura de opor- voluntarios surgen para cubrir las necesidades
tunidades vigentes; la “ampliada” cuando se sociales que el Estado no logra satisfacer, des-
participa en el proceso decisorio y la “restringi- plazando sus obligaciones en la resolución de
da” cuando es meramente instrumental y está demandas hacia la propia sociedad.
orientada a la ejecución de proyectos.
En algunas de estas concepciones se en- Desafíos en los procesos
trecruzan los significados que asume la par- de participación
ticipación con sus niveles, por ejemplo, es En esta parte del artículo se sistematizan una
“real” o “ampliada” si se participa en la toma serie de condiciones y desafíos para mejorar
de decisiones20. Pero, por otra parte, también los alcances y los resultados de los procesos
se enfatiza sobre las limitaciones de la parti- de participación, en base al análisis de expe-
riencias mencionadas en la introducción y de
las recomendaciones que se identifican en la
20 Los distintos niveles de la participación va- bibliografía teórica sobre la temática
rían de acuerdo al tipo de vinculación entre
la organización estatal y los grupos u organi- • La incorporación heterogénea de los actores
zaciones sociales que participan y en función sociales y que éstos logren cierta capacidad
del poder y control que estos últimos ejercen. de organización, de presencia social y polí-
Existe un acuerdo en diversos autores (Ro- tica, de lo contrario se legitimaría la propia
birosa et al., 1990 y Dávalos Domínguez, corporativización del aparato estatal y “la
2005) que plantean que los distintos niveles
de la participación son: a) la informativa, que
implica transferencia de información o co- 21 Además de la participación en la prestación
nocimiento sobre un determinado tema. La de servicios públicos Cunill Grau (1997) sos-
comunidad provee información al Estado y tiene que ésta puede impulsarse en distintos
éste a la comunidad; b) la consultiva, que es ámbitos o etapas de la política: en la forma-
la expresión de la opinión y voluntad de la ción de políticas públicas, en la evaluación y
ciudadanía acerca de un problema o decisión en la acción legislativa, permitiendo su ejer-
y c) la decisoria, requiere el ejercicio de poder cicio directo mediante la iniciativa, consulta,
y responsabilidad en los procesos de toma de referéndum y revocación de mandato de au-
decisiones. toridades electas.
203
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

monopolización del proceso político por • Tener en cuenta los “costos de la participa-
grupos que representan intereses organi- ción”: Cunill Grau (1991) identifica tres tipos
zados de carácter estrictamente sectorial y de costos: 1) los de información, que también
que atentan contra un arreglo pluralista en constituyen un requisito para poder parti-
la formación de las políticas públicas” (Cu- cipar; 2) los de oportunidad, se participa si
nill Grau, 1995: 9). También es fundamen- se tiene expectativas de que existe una pro-
tal enfatizar no sólo en la oportunidad de la babilidad de generar los resultados esperados
participación de los actores sociales, sino en y 3) los de fracaso, las personas evalúan al
la generación de liderazgos para promover momento de involucrarse en el proceso par-
procesos de participación. ticipativo los riesgos que pueden generarse, la
• Condiciones que garanticen la participación frustración derivada de experiencias fallidas
de diversos actores sociales: principalmente anteriores y la desconfianza ante la eventual
la bibliografía se refiere al análisis en las cir- manipulación que puede desarrollarse por la
cunstancias que posibilitan la participación institución que convoca. En este mismo sen-
en relación a la posición social que ocupan tido, Ferrando (1994) afirma: “para que la
los actores y su capacidad de influencia en participación sea posible, quien participa tie-
los procesos políticos. Diferentes estudios de- ne que creer que su protagonismo es necesario
muestran que los sectores que más participan y que le va a permitir acceder a algún logro.
son aquellos con mayores recursos, los que Si por el contrario se repiten las frustraciones,
ocupan una mejor posición en la estructura la participación decae” (citado en Noboa et
socio-económica (CEPAL, 1985) o los que al. 2013: 60). Por su parte, para Bombaro-
poseen más conocimiento profesional (Cunill lo (2017) se trata de la legitimidad de quien
Grau, 2008). Mientras que los sectores con convoca la participación, de cuáles son las tra-
menos recursos tienen mayores dificultades diciones y los antecedentes de apertura.
en la capacidad de representación para presio- • La formalización/institucionalización de los
nar por sus propios intereses y condicionar las canales y procedimientos de participación
decisiones de política pública. Además, Font para otorgar mayores posibilidades de con-
(2004) señala que los recursos que favorecen tinuidad de la política. La institucionaliza-
la participación aparecen estrechamente rela- ción se refiere a la jerarquía normativa (en
cionados y como resultado de una desigual relación a la jurisdicción gubernamental) y
distribución social. Por ello, la participación se relaciona con el reconocimiento de la le-
varía entre sectores sociales y ésta desigual dis- gitimidad a la que se puede apelar en caso
tribución también influye en la intensidad de de incumplimiento (García Ceñal, 2000).
la participación con grupos de personas muy Asimismo, también da cuenta del grado de
activas frente a la pasividad de otros sectores. reglamentación de la política: “por la crea-
• Considerar la representatividad de las organi- ción de un espacio de interacción regular y
zaciones sociales: siguiendo a De Piero (2006) regulada entre las autoridades públicas y los
y Villar (2003) nos interrogamos acerca de las participantes, en el que los diferentes actores
fuentes de legitimidad de estas organizaciones debaten, exponen sus puntos de vista y to-
para actuar en las políticas públicas y sobre su man decisiones” (Landau, 2009: 112).
propia rendición de cuentas. También en el • Voluntad política: para generar espacios y
desafío de diseñar mecanismos que permitan promover la participación, pero también para
la mayor amplitud en la participación de orga- sostenerlos en el tiempo. Los alcances de “la
nizaciones y pensar en cómo incluir a personas voluntad” se visualizan en la generación de
que no forman parte de tales organizaciones. ámbitos específicos de participación, el es-

204
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

tímulo a la iniciativa de las organizaciones mecanismos que mejoren la capacidad inter-


sociales y a la creación de instituciones apro- na de las organizaciones sociales para generar
piadas a la representación de los intereses de mayor representatividad, pero también se
la sociedad. En este punto es interesante reto- refiere a la posibilidad de incentivar la par-
mar a Pulido (2017) quien, si bien reconoce ticipación de los ciudadanos no organizados.
como valor que la participación democratiza • Específicamente respecto de las NTIC: impul-
a la gestión, incorporando otros sentidos y sar acciones encaminadas a facilitar su uso en
lógicas posibles en las perspectivas habituales escuelas, en organizaciones estatales, sociales y
burocráticas, advierte que debe evitarse la sa- en espacios públicos. Ello requiere facilitar los
turación y la superposición de estos espacios. recursos necesarios y capacitaciones concretas.
• Metodologías que tengan en cuenta que las • Las acciones de capacitación también deben
asimetrías sociales no se impongan en el espa- orientarse hacia en el aparato estatal ya que su
cio común, con establecimiento de reglas de apertura genera resistencias en las propias es-
diálogo o consulta que promuevan la equidad tructuras técnico-administrativas. En este senti-
en las oportunidades de la inclusión de distin- do, algunos estudios enfatizan que al momento
tas voces. Asimismo, diseñar dispositivos que de gestionar políticas participativas se eviden-
contemplen que el resultado final de los pro- cian déficits de coordinación interorganizacio-
cesos de participación refleje las preferencias nal e interjurisdiccional (Tecco y López, 2009;
de los actores intervinientes y que las propues- Nardaccione, Annunziata y Carmona, 2011,
tas/acuerdos sobre necesidades surgidos de Ford, 2013). Tal como recomienda Bomba-
estas instancias (reuniones, asambleas, foros, rolo (2017: 23) estas acciones de capacitación
etcétera) tengan viabilidad política, técnica y deben producirse antes de la implementación
económica. En el caso de que alguna propues- de las políticas participativas, en este sentido se
ta no pueda concretarse, es recomendable que afirma que “la participación es formativa, y a la
el equipo que coordina la política comunique vez requiere de formación; formación técnica
en qué radican los obstáculos y motivos que específica, y formación general para el inter-
impiden su puesta en marcha. cambio, el debate, la búsqueda de acuerdos…”.
• Es esencial que la participación ciudadana • En relación al último punto que considera a
esté acompañada por políticas de comunica- los equipos de trabajo, existe una deuda en
ción y una adecuada convocatoria a la que se pensar en espacios de participación hacia el
sumen distintos sectores. Las primeras instan- interior del propio Estado. En este sentido,
cias deben ser de sensibilización y difusión de coincidimos con Pulido (2017: 186) cuando
la actividad, explicando cuáles son los obje- expresa que la participación por parte de la
tivos y mediante qué actividades se las lleva- ciudadanía “debe encontrar su correlato en la
rían a cabo. De lo contrario, tienden a tener participación interna de los agentes de todos
mayor participación los grupos que cuentan los niveles para el diseño de un plan de gestión
con mejor acceso a la información y recursos. de la organización, en cuya trama los disposi-
• Teniendo en cuenta el reconocimiento de tivos de participación produzcan evidencia de
las asimetrías de información, formación y su orientación a resultados de gestión.”
poder en la sociedad se requiere de acciones • También es importante avanzar en la siste-
de capacitación específica para que todos los matización de datos y en la elaboración de
sectores puedan participar con cierta capaci- indicadores a fin de conocer la evolución de
dad de organización y continuidad. En este las experiencias y comunicar los resultados
sentido, Font (2004) destaca la necesidad de tanto hacia el interior de las áreas de gobier-
ampliar los tejidos asociativos, promoviendo no como hacia la comunidad. La difusión de

205
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

información respecto de la marcha de las po- al control del Estado, potenciando una par-
líticas públicas, la reflexión sobre el desarrollo ticipación individual y mediatizada por las
de los procesos de participación, identifican- nuevas tecnologías, dejando de lado la par-
do logros y dificultades posibilitaría generar ticipación colectiva y la deliberación política
espacios de aprendizaje para mejorar y repli- que implica.
car ciertas políticas, con las adaptaciones que • Resurgimiento de la participación en rela-
se requieran a los contextos de cada caso. ción a prácticas de autogestión en proyectos
productivos y sociales como paliativos de la
Como puede observarse, se presentaron dis- pobreza.
tintas variables relacionadas a la dimensión • Promoción de una participación “despoliti-
social, con el fin de ampliar y diversificar la zada”, desde la ayuda social y la asistencia,
participación social y al plano de la gestión, con impulso de iniciativas de voluntariado.
entendiendo que el diseño de las propuestas
de participación, sus lógicas y formas de fun- Asimismo, hemos planteado una serie de desa-
cionamiento, resultan fundamentales para co- fíos para mejorar los alcances y los resultados,
nocer y comprender la calidad de los procesos que lejos de problematizarse en el contexto
participativos. actual, tienden a su simplificación a través del
uso de las NTIC y de nuevos formatos parti-
Reflexiones finales cipativos trasladados de ámbitos ajenos a las
Retomando los planteos iniciales, y a la luz organizacionales estatales donde se implemen-
de las perspectivas y aristas abordadas, si bien tan, caracterizados por la inmediatez y la bús-
la participación ciudadana tiene enormes po- queda de resultados rápidos y visibles.
tencialidades para generar cambios a nivel Teniendo en cuenta las características que
de la gestión y en la comunidad, no consti- asumen los procesos de participación en los
tuyen “por su propia existencia” la panacea, últimos años, problematizamos la definición
ni la solución para dar respuestas a todas las de Cunill Grau (1991) que expusimos al inicio
demandas de los ciudadanos. En este sentido, del artículo, entendida como un tipo de prácti-
entendemos que los resultados que pueden ge- ca social y política que supone una interacción
nerar no son a priori “positivos” o “negativos”, expresa entre el Estado y actores de la sociedad
dependen de los objetivos que se planteen, civil, a partir de los cuales estos últimos “pene-
de su metodología de implementación, ins- tran en el Estado”. En el marco actual, nos pre-
trumentos o mecanismos propuestos, niveles guntamos entonces: ¿de qué forma se penetra
alcanzados y de la capacidad de organización en el Estado, en la cosa pública desde formatos
estatal y comunitaria para llevarlos a cabo. predominantemente individuales y virtuales?
Pero lo primordial es que no puede entenderse ¿Cuáles son los impactos de la participación si
por fuera del contexto sociopolítico macro. En se potencia una participación individual y me-
este sentido, hemos presentado distintas carac- diatizada por las nuevas tecnologías, dejando
terísticas que asume la participación en diver- de lado la participación colectiva y la delibera-
sas etapas, evidenciado en las políticas actuales ción política que implica?
los siguientes escenarios: A partir de las reflexiones aquí abordadas,
consideramos que la participación ciudadana
• Un retroceso en cuanto a la concepción de ha mutado en su esencia, instaurando nuevas
la participación ligada a acceso a derechos. reglas de juego sobre la manera en que los go-
• Se refuerza como central la cuestión de la biernos se relacionan con los ciudadanos. Final-
participación asociada a la transparencia y mente, creemos que es necesario profundizar el

206
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

debate y las investigaciones empíricas referidas reflexiones a la luz de la experiencia argentina


a las políticas de participación recientes que reciente. Revista Chilena de Administración
analicen resultados y recuperen la mirada de los Pública. Núm. 19, 169-185.
actores y de sus procesos subjetivos. Los estu- Catenazzi, A. y Chiara, M. (2009). La partici-
dios sobre la participación ciudadana implican pación en la gestión: alcances y límites en su
aún una agenda abierta para indagar sus alcan- institucionalización. En M. Chiara y M. Di
ces y limitaciones en el contexto neoliberal. Virgilio (Orgs.). Gestión de la política social.
Conceptos y herramientas (pp. 201-214). Bue-
Referencias bibliográficas nos Aires: Prometeo-UNGS.
Alayón, N. (1998). Participación: mitos y alterna- CEPAL (1985). Participación comunitaria, Estado
tivas. Revista de Trabajo Social. Año II, Núm. y Desarrollo hacia la incorporación de la dimen-
6-7, 139-145. sión participativa en la formulación y ejecución
Álvarez, M. (2011). A modo de presentación: de programas de desarrollo. Santiago de Chile:
promesas y mitos del gobierno electrónico. División de Desarrollo social, LC/L. 363.
En Gestión municipal y gobierno electrónico: Cortazzo, I.; Cuenca, A. y Nathanson, G. (1996).
Participación, transparencia y datos abiertos. Participación comunitaria ¿Real o ilusoria?
Programa de Mejora de la Gestión Municipal Revista Escenarios. Año 1, Núm. 1, 150-167.
(pp. 11-19). Disponible en: https://docpla- Cunill Grau, N. (1991). Participación Ciudada-
yer.es/4337259-Gestion-municipal-y-gobier- na. Dilemas y perspectivas para la democratiza-
no-electronico.html ción de los Estados latinoamericanos. Caracas:
Bolos, S. (2003). Participación y espacio público. CLAD.
México: Universidad de la Ciudad de México. Cunill Grau, N. (1995). La rearticulación de las
Bombarolo, F. (2017). Del dicho al hecho. Con- relaciones Estado-Sociedad: en búsqueda de
sideraciones sobre el diseño, la gestión y la nuevos sentidos. Revista del CLAD Reforma y
evaluación participativa de políticas y progra- Democracia. Núm. 4.
mas sociales. En G. Cardarelli y J. Brawerman Cunill Grau, N. (1997). Repensando lo público a
(Coords.). Investigación diagnóstica con enfo- través de la sociedad. Nuevas formas de gestión
que participativo. Construcción del conoci- pública y representación social. Nueva Socie-
miento y acción social (pp. 17-31). Ciudad dad. Caracas: CLAD.
de Buenos Aires: Noveduc. Cunill Grau, N. (2008). La construcción de ciu-
Bortz, G. (2013). El hackatón como metodología de dadanía desde una institucionalidad pública
producción de bienes informacionales. Limita- ampliada. En R. Mariani (Coord.). Democra-
ciones y desafíos en la producción de aplicacio- cia / Estado / Ciudadanía. Hacia un Estado de
nes de software para la resolución de problemas y para la democracia en América Latina. Lima:
sociales y ciudadanos. Hipertextos. Vol. I, Núm. PNUD.
1, 133-162. Disponible en: http://revistahi- Dávalos Domínguez, R. (2005). La participación
pertextos.org/wp-content/uploads/2014/01/ y la comunidad. En C. Hernández (Comp.).
Hipertextos_no.1.133-162.pdf Trabajo comunitario (pp. 51-58). La Habana:
Calderón, C. y Lorenzo, S. (2010). Open Govern- Editorial Caminos.
ment. Buenos Aires: Capital Intelectual. De Piero, S. (2005). Organizaciones de la sociedad
Cardarelli, G. y Rosesenfeld, M. (1998). Las par- civil: tensiones de una agenda en construcción.
ticipaciones de la pobreza. Programas y proyectos Buenos Aires: Editorial Paidós.
sociales. Ciudad de Buenos Aires: Paidós. Eberhardt, M. (2013). Siga participando... dedi-
Carmona, R. (2012). Políticas públicas y partici- cado a los ciudadanos de las democracias rea-
pación ciudadana en la esfera local. Análisis y les. Los mecanismos de participación societal

207
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

en la Ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires: Komissarov, S. (2016). Breve cronología de la Ley
Prometeo. de Servicios de Comunicación Audiovisual.
El Troudi, H.; Harnecker, M. y Bonilla, L. (2005). Revista Question. Vol. 1, Núm. 52, 175-191.
Herramientas para la participación. Venezuela: Disponible en: https://perio.unlp.edu.ar/ojs/
Editorial Servi-K, C.A. index.php/question/issue/view/149
Fernández, G. (2008). Presentación Experiencia Landau, M. (2009). La conflictiva relación entre
de Morón. En Seminario Internacional: “El participación institucionalizada y confianza:
Estado y la Transformación Social”. Organiza- el caso de Buenos Aires. Revista Perfiles Lati-
do por: Cámara de Senadores de la provincia noamericanos. Núm. 34, 111-124.
de Buenos Aires, UNLP y Municipalidad de López, A. (2003). La Nueva Gestión Pública: al-
La Plata, La Plata. gunas precisiones para su abordaje conceptual,
Font, J. (2004). Participación ciudadana y de- Serie I, Doc. Núm. 68. Buenos Aires: INAP.
cisiones públicas: conceptos, experiencias y Mariño, S., Godoy, María V., Vanderland, M. y
metodologías. En A. Ziccardi (Coord.). Parti- Verón, S. (2011). Los sitios web municipales
cipación ciudadana y políticas sociales en el ám- como entornos de comunicación digital. Re-
bito local. Memorias I (pp. 23-42). México: visión tecnológica del estado del arte. Revista
IIS - UNAM - Miguel Ángel Porrúa. Question. Vol. 1, Núm. 30, 1-8. Disponible
Ford, A. (2013). Políticas participativas, represen- en: http://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/
tación y profundización democrática. En XI question/article/view/948/1035.
Congreso Nacional de Ciencia Política, SAAP y Martínez, F. (2016). Análisis semiótico de una
UNER, Paraná. doxa pospolítica: los discursos del PRO
García Delgado, D. y Gradín, A. (2018). Neoli- (2013-2016). Kairós. Revista de Temas Socia-
beralismo tardío: Entre la hegemonía y la in- les. Año 20, Núm. 37, 100-116. Disponible
viabilidad. El cambio de ciclo en la Argentina. en: http://www.revistakairos.org/wp-content/
En D. García Delgado y A. Gradin (Comps.). uploads/06-Martinez.pdf
El neoliberalismo tardío: teoría y praxis (pp. 15- Montero, M. (2003). Teoría y Práctica de la Psico-
26). Buenos Aires: FLACSO. logía comunitaria. La tensión entre la comuni-
Guzmán, V. (2011). La participación en los dad y sociedad. Buenos Aires: Paidós.
Foros por una nueva Ley de Servicios de Nardacchione, G., Annunziata, R. y Carmona, R.
Comunicación Audiovisual en Argentina. (2011). Democracia local: políticas de aper-
El caso de los pueblos indígenas /origina- tura de la gestión, de participación ciudadana
rios. Nueva Época. Núm. 7. Disponible en: y de deliberación pública. En G. Nardac-
http://www.derecom.com/component/k2/ chione (Comp.). Todos juntos. Dispositivos de
item/165-la-participacion-en-los-foros-por- participación de los gobiernos locales en la Ar-
una-nueva-ley-de-servicios-de-comunica- gentina reciente (pp. 291-310). Buenos Aires:
cion-audiovisual-en-argentina-el-caso-de-los- Prometeo-UNGS.
pueblos-indigenas-originarios Navarro, C. (2008). Los rendimientos de los me-
Isuani, F. y Agoff, S. (2008). Capacidad de ges- canismos de participación: propuesta de sis-
tión, transparencia y participación ciudadana. tema de evaluación y aplicación al caso de los
Ejes para la reforma de la gestión en gobiernos Presupuestos Participativos. Revista del CLAD
locales. En G. Badía y R. Carmona (Comps.). Reforma y Democracia. Núm. 40, 81-102.
La Gestión Local en la Argentina. Situación y Noboa, A., Bisio, N., Suárez, M. y Robaina, N.
perspectivas (pp. 221-237). Los Polvorines: (2013). Participación Ciudadana: La gestión
UNGS. pública de los Presupuestos Participativos vista
desde sus protagonistas. Montevideo: Departa-

208
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 191-210

mento de Ciencias Sociales, Regional Norte blicas. Algunas consideraciones en el ámbito


- UdelaR. de la provincia de Buenos Aires. En Estudios
Ortíz Gómez, M. (2014). El perfil del ciudada- sobre Gestión Pública. Aportes para la mejora de
no neoliberal: la ciudadanía de la autogestión las organizaciones estatales en el ámbito provin-
neoliberal. Sociológica. Vol. 29, Núm. 83, cial (pp. 97- 120). La Plata: Subsecretaria para
165-200. la Modernización del Estado.
Osborne, D. y Gaebler, T. (1994). La reinvención Pagani, M. L. y Pau, V. (2015). Las Nuevas Tecno-
del gobierno. La influencia del espíritu empre- logías de la Información y la Comunicación
sarial en el sector público. Buenos Aires: Edi- aplicadas a los gobiernos locales. En Estudios
ciones Paidós. sobre Gestión Pública. Aportes para la mejora de
Oszlak, O. (1999). De menor a Mejor: el desa- las organizaciones estatales en el ámbito provin-
fío de la ‘segunda’ reforma del Estado. Revista cial. En Estudios sobre Gestión Pública. Aportes
Nueva Sociedad. Núm. 160, 81-99. Disponi- para la mejora de las organizaciones estatales en
ble en: http://nuso.org/media/articles/down- el ámbito provincial (pp. 193- 212). La Pla-
loads/2754_1.pdf ta: Subsecretaria para la Modernización del
Oszlak, O. (2013). Gobierno abierto: hacia un Estado.
nuevo paradigma de gestión pública. Colec- Pereira, J. (2009). La participación ciudadana en
ción de documentos de trabajo sobre e-Gobierno las políticas de salud. En M. Chiara y M. Di
Red de Gobierno Electrónico de América Latina Virgilio (Orgs.). Gestión de la política social.
y el Caribe - Red GEALC., Núm. 5. Disponi- Conceptos y herramientas (pp. 245-266). Bue-
ble en: https://www.oas.org/es/sap/dgpe/pub/ nos Aires: Prometeo-UNGS.
coleccion5RG.pdf Pérez-Brito, C. (2004). Participación para el desa-
Pagani, M. L. (2007). Naturaleza, alcances y li- rrollo: un acercamiento desde tres perspecti-
mitaciones de la participación comunitaria vas. Revista del CLAD Reforma y Democracia.
en municipios de la provincia de Buenos Núm. 30, 191-206.
Aires. Tesis de la Maestría en Diseño y Gestión Pírez, P. (2000). La participación de la sociedad
de Políticas y Programas Sociales. FLACSO civil en el gobierno de la ciudad: una mirada
Argentina. Disponible en: http://repositorio. político institucional. Revista de Ciencias So-
flacsoandes.edu.ec/handle/10469/1032#. ciales. Núm. 11, 45-68.
VOIMn-aG9eY Poggiese, H. (2005). Participación, igualdad, in-
Pagani, M. L. (2015). “Vos propones, vos deci- tersectorialidad y gestión en la planificación
dís”: Presupuestos participativos y partici- estratégica: interrogantes para un enfoque
paciones ciudadanas en La Plata y Morón crítico. En Jornadas de Planificación Estraté-
(2006-2014). Tesis de doctorado en Ciencias gica Participativa en la escala local y regional.
Sociales. La Plata: UNLP. Disponible en: La Plata: Dirección de Asuntos Municipales
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/ - UNLP.
te.1178/te.1178.pdf. Pulido, N. (2017). Del Estado abierto a la inci-
Pagani, M. L. (2018). Participá vos también. XIII dencia ciudadana: gestión de la evidencia.
Congreso Nacional y VI Congreso Internacional Revista sobre el Estado, la administración y las
sobre Democracia. “Encrucijadas de la partici- políticas públicas.Vol. 1, Núm. 3, 161-209.
pación: continuidades y tensiones en el contexto Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/
actual”. Rosario: UNR. inap/investigaciones/estadoabierto/anteriores
Pagani, M. L. y Payo, M. (2015). Definiciones, Rabotnikof, N. (2001). La caracterización de
alcances y desafíos de la participación ciuda- la sociedad civil. Perspectiva de los bancos
dana y en la articulación de las políticas pú-

209
María Laura Pagani“Balances de la participación ciudadana en la Argentina”

multilaterales de desarrollo. Nueva Sociedad. Sirvent, M. (1999). Cultura Popular y participa-


Núm. 171, 45-63. ción social. Una investigación en el barrio de
Ramírez Alujas, Á. y Dassen, N. (2012). Gobier- Mataderos. Buenos Aires: UBA - Miño y Dá-
no abierto: la ruta hacia una nueva agenda vila Editores.
de reforma del Estado y modernización de la Tecco, C. y López, S. (2009). Acerca de las capa-
administración pública en América Latina y cidades institucionales para la gestión en red
el Caribe. En N. Dassen y J. Vieyra (Eds.). de políticas urbanas: el caso del Presupuesto
Gobierno Abierto y transparencia focalizada. Participativo Córdoba. En X Seminario de Red
Tendencias y desafíos para América Latina y el Muni: Nuevo rol del Estado, nuevo rol de los
Caribe (pp. 41-71). Washington, D.C.: BID. Municipios. Buenos Aires: ULaM.
Ramírez Plascencia, D. (2011). Brecha digital. La Tena-Espinoza-de-los-Monteros, M. y Merlo-
complejidad de un término. Paakat. Revista Vega, J. (2017). Tecnología cívica para la
de tecnología y sociedad. Nuevos espacios, mis- participación ciudadana. El caso de Codean-
mas inquietudes: el gobierno electrónico. Año do México. El profesional de la información.
1, Núm. 1, Disponible en: http://www.ud- Vol. 26, Núm. 1, 114-124. Disponible en:
gvirtual.udg.mx/paakat/index.php/ paakat/ https://knowledgesociety.usal.es/system/files/
article/view/161/215. EPI_2017_Vol26-No1-pp114-124_Tena-
Robirosa, M., Cardarelli, G. y Lapalma, A. Espinoza-de-los-Monteros_Merlo-Vega.pdf
(1990). Turbulencia y planificación social. Thwaites Rey, M. (2005). Repensando la esta-
Lineamientos metodológicos de gestión de pro- tidad. Para una transformación del Estado
yectos sociales desde el Estado. Buenos Aires: democrática y participativa. En M. Thwaites
UNICEF - Siglo XXI. Rey y A. López, A. (Eds.). Entre tecnócratas
Rofman, A. y Foglia, C. (2015). La participación globalizados y políticos clientelistas. Derrotero
ciudadana local en la historia argentina re- del ajuste neoliberal en el Estado argentino (pp.
ciente (de los ´90 a la actualidad): Asistencia, 213-254). Buenos Aires: Editorial Prometeo.
movilización, institucionalización. Revista Ugalde, A. (1987). Las dimensiones ideológicas
Estado y Políticas Públicas. Año III, Núm. 5, de la participación comunitaria en los pro-
41-61. gramas de salud en Latinoamérica. Cuadernos
Rosa, G. (2011). Del derecho de acceso a la Médicos Sociales. Núm. 41, 27-43.
información pública al Open Data. La in- Villar, R. (2003). Introducción. En F. González
formación como factor de desarrollo de Bombal, y R. Villar (Comps.). Organizacio-
los gobiernos locales. En Gestión muni- nes de la sociedad civil e incidencia en políticas
cipal y gobierno electrónico: Participación, públicas (pp. 13-29). Buenos Aires: Libros del
transparencia y datos abiertos (pp. 49-69). Zorzal.
Programa de Mejora de la Gestión Munici- Zurdo Alaguero, A. (2011). Voluntariado y pro-
pal. Disponible en: https://www.academia. cesos democráticos en las sociedades contem-
edu/2248688/Del_derecho_de_acceso_a_ poráneas. Revista Española del Tercer Sector.
la_informaci%C3%B3n_p%C3%BAblica_ Núm. 18, 97-128.
al_Open_Data._La_informaci%C3%B3n_
como_factor_de_desarrollo_de_los_gobier- Para citar este Artículo de investigación:
nos_locales Pagani, M. L. (2019). Balances de la participa-
Sánchez, E. (2000). Todos con la esperanza. Conti- ción ciudadana en la Argentina. Análisis de
nuidad de la participación comunitaria. Cara- las trayectorias, supuestos y desafíos. Revista
cas: Universidad Central de Venezuela. Estado y Políticas Públicas. Año VII, Núm.
12, 191-210.

210
RESEÑAS DE LIBROS
Book Reviews
RESEÑA DE LIBRO
Book Reviews
TITULO
La Calesita Argentina.
La repetición de los ciclos políticos, de la relectura de Platón a los
discursos de Macri.
TERESCHUK, Nicolás.
Capital Intelectual, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2018.
(1era Edición, 240 páginas. ISBN 978-987-614-566-4).
Nicolás Tereschuk, The Argentine Merry-go-round. The repetition of the political cycles, from the rereading of Plato to the
discourses of Macri.
Capital Intelectual, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2018, 240 pages.

Por Mariano Fraschini*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 03 de abril de 2019.

Palabras clave: Ciclos Políticos, Liderazgos, Lecturas Clásicas, Política Argentina.


Keywords: Political Cycles, Leadership, Classical Readings, Argentine Politics.

* Doctor en Ciencia Política por la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San
Martín. Magister en Ciencia Política por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad
Nacional de San Martín. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires. Correo
electrónico: mfraschini07@gmail.com

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 213-216

213
Tereschuk, Nicolás “La Calesita Argentina. La repetición de los ciclos políticos” por Mariano Fraschini

¿Es posible comprender las vicisitudes de la y que podrían estar determinando sus propios
actual realidad política argentina desde los límites” (2018: 63).
textos de Platón? ¿Tiene algún tipo de relevan- El libro de Nicolás Tereschuk se compone
cia analizar al macrismo desde las categorías de de una introducción explicativa, siete capítu-
Aristóteles? ¿Podemos utilizar a la teoría de los los y un cierre que oficia como una apertura
ciclos de Polibio para entender el triunfo de a nuevos interrogantes. En cada uno de los
Cambiemos? ¿Son las lecturas de Maquiavelo capítulos, el autor se sumerge en las profundi-
el camino correcto para pensar las limitacio- dades de la actual coyuntura política argentina
nes y desgastes del kirchnerismo? ¿Pueden los (y regional) y camina junto a los pensadores
escritos de pensadores que reflexionaron hace que reflexionaron sobre esos tópicos hace ya
ya más de dos mil años iluminar nuestra rea- muchísimo tiempo. Y lo hace sin “desapare-
lidad política actual? Estas y otras preguntas cer” de la escena, sino interpretando en forma
se formula el politólogo Nicolás Tereschuk en muy aguda cada uno de los aportes teóricos
su obra “La Calesita Argentina. La repetición y su imbricación con la realidad que el autor
de los ciclos, de la relectura de Platón a los dis- pretende analizar. Es así que Tereschuk no
cursos de Macri?”. Y las respuestas a estos inte- deja “hablando en el aire” a los teóricos que
rrogantes, una vez concluido el libro, resultan le permiten dar cuenta de sus argumentos ex-
afirmativas. plicativos, sino que “juega” con ellos llevándo-
En ese marco, el autor nos invita a recorrer los a una escena que le permite al lector y a la
un camino que tiene a los pensadores clásicos lectora comprender con facilidad los avatares
de la Antigüedad como punto de partida. En de una realidad compleja, y en muchos casos,
las páginas del libro aparecen (y reaparecen) a indescifrable. El autor, y este es un punto cen-
lo largo de la lectura las reflexiones de Heró- tral a destacar del libro, no nos deja en soledad
doto, Platón, Aristóteles, Polibio. También la frente a los pensadores que cita en forma pro-
de los pensadores renacentistas, como Nicolás porcionada y adecuada, sino que nos acom-
Maquiavelo, de los contractualistas modernos paña en ese recorrido teórico haciendo más
como Thomas Hobbes y Jean Jacques Rous- entendible la lectura y las ramificaciones muy
seau y la de los politólogos contemporáneos acertadas de sus conclusiones. Para decirlo con
como Norberto Bobbio, Giovanni Sartori y todas las letras, a pesar de las citas (algunas de
Guillermo O´Donnell para iluminar una rea- ellas extensas), Tereschuk logra conectar de
lidad política que se nos presenta como caótica manera sencilla los textos complejos en los
y la que, muchas veces, se niega a verse reduci- que se asienta para dar cuenta de sus hipótesis
da en categorías que poco explican. Desde allí y de la realidad actual de nuestro país con sus
que el esfuerzo de la obra por “traer” a nuestra transformaciones y dinámicas vertiginosas.
actualidad el pensamiento político griego y En el primer capítulo, que el autor pro-
renacentista, logran ordenarnos en el caos en vocativamente titula “Anaclosis, el orin y la
que en varias oportunidades caemos rendidos carcoma”, se analiza, a partir de las reflexiones
los analistas políticos. Asimismo, permiten de los pensadores antiguos y modernos, las
darnos un marco de referencia sumamente vi- teorías de los ciclos políticos de las formas de
gente para concebir las dinámicas políticas de gobierno. Tomando como referencia los textos
la coyuntura argentina. En ese sentido, como de Polibio y de Maquiavelo, en donde ambos
afirma Tereschuk, estas lecturas “pueden apor- autores reflexionan acerca de la fatalidad del
tar algo de luz a la confusión… y pueden ayu- pasaje de las formas de gobierno, Tereschuk
darnos a pensar cuáles son los elementos que examina el impacto de estos “ciclos” en la ac-
están presentes en el nacimiento de cada etapa tual coyuntura argentina, y las formas y velo-

214
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 213-216

cidades que fueron tomando los mismos en los En el cuarto capítulo titulado “¿Se debilitó
recambios políticos durante las últimas déca- el kirchnerismo? ¿Se fortaleció el macrismo?”,
das. ¿Podrían romperse esos ciclos? ¿Es posible analiza la coyuntura nacional y las transforma-
salir de esta concepción fatalista de la historia?, ciones políticas de los últimos cinco años. A
se interroga el autor casi al finalizar el capítulo, partir de las reflexiones de Antonio Gramsci,
dejando a los lectores con la respuesta final. Alfredo Pucciarelli, Norberto Galasso y Ana
En el segundo capítulo “El pueblo y el Castellani, el autor invita a discutir acerca de
presente”, afronta una temática escasamen- sí lo que vivimos en los doce años de kirch-
te abordada por la politología sudamericana: nerismo se trató de una hegemonía política
¿por qué a los proyectos populares les cuesta y cultural, y si el macrismo hoy expresa una
generar horizontes de futuro? Aquí las citas nueva hegemonía como contracara de la an-
a Maquiavelo, a Perón, a McCormick y a terior. Tereschuk niega la existencia de dicha
O’Donnell se hacen nuevamente presentes, hegemonía y se guarece en los autores mencio-
y preanuncian una hipótesis que Tereschuk nados para moldear su argumentación.
expone al pasar, pero que condensa miles de En el quinto capítulo “Los cuatro liberalis-
años de historia, ¿no será que los proyectos po- mos” el autor analiza las experiencias liberales
pulares o de los “de abajo” tenga como nervio anteriores a la actual que encarna el gobierno
central y sean solamente evitar ser dominados de Cambiemos. Aquí vuelve a convertirse en
férreamente por los poderosos, por los “de una referencia ineludible los textos clásicos
arriba”? El autor lo expresa de forma elocuente de Guillermo O’Donnell, Ricardo Sidicaro y
cuando se refiere a las estrategias populares y Jorge Schvarzer y, a partir de ellos, Tereschuk
a las dificultades que tienen los Partidos “de logra inteligentemente penetrar en los mismos
los de abajo” para dotar de continuidad a sus a partir de dos categorías que resultan centra-
proyectos: “si el plan es apenas no ser domi- les para comprender en toda su dimensión a
nados y vivir unos años felices, un aumento las políticas que representan el macrismo en la
de las tensiones políticas puede resultar letal actual coyuntura: “modernización” y “norma-
cuando se quiere plantear nuevos horizontes lización”. A partir de una indagación perspi-
de futuro” (Tereschuk, 2018: 91). caz, el autor logra desentrañar las similitudes
En el tercer capítulo “There Can be One”, entre los gobiernos argentinos de “impronta
se examina el “problema” de las sucesiones modernizadora” en los sesenta y setenta y la
presidenciales en el interior de los gobiernos actual administración que conduce el país.
del “giro a la izquierda” en Sudamérica. Aquí En el anteúltimo capítulo “Pequeñas anéc-
se evidencia la complejidad política que adop- dotas sobre las instituciones” examina, a la
ta el recambio presidencial en la región y las luz de textos más recientes, la dinámica que
dificultades que tuvieron los gobiernos pro- se verifica en las instituciones sudamericanas
gresistas a la hora de procesar estas sucesiones luego del retorno a la democracia a partir de
presidenciales, dinámica que no sólo afecta a los años ochenta. Aquí el autor escudriña en la
los países sudamericanos, sino que también particular forma en que se despliega las formas
puede extenderse a Europa. Las citas a Claude democráticas en la región, y el lugar predomi-
Lefort (“El poder como un lugar vacío”) y a nante que adquiere el liderazgo presidencial a
Ernesto Laclau (el populismo como elemen- la hora de dar cuenta de la efectividad (o no)
to positivo para la democracia) constituyen del sistema político en su conjunto. En este
dos de las guías a las que apela Tereschuk para capítulo, Tereschuk recupera (y autocita) sus
afrontar la complejidad de los recambios en la estudios elaborados durante los últimos años
cúspide del poder político. en relación a la centralidad presidencial y su

215
Tereschuk, Nicolás “La Calesita Argentina. La repetición de los ciclos políticos” por Mariano Fraschini

relación con el contexto de baja institucionali-


dad política de la región.
En el último capítulo, titulado “Historias
profundas”, se intenta desentrañar las razones
del voto en las democracias contemporáneas
y la importancia que tienen los valores y las
ideologías a la hora de sustentar las preferen-
cias electorales. Los textos de George Lakoff,
Theodor Adorno y Arlie Russell Hochschild
ofician de marco de referencia y le permiten
al autor explicar algunas razones (la mayor
de las veces complejas) del comportamiento
electoral. Con ese bagaje intelectual analiza el
caso argentino, la victoria de Cambiemos y la
derrota del kirchnerismo. Probablemente, el
atractivo de este capítulo radica en que Teres-
chuk logra ubicar sobre la mesa de discusión
la importancia que aún mantienen los discur-
sos políticos asentados en valores y la escasa
efectividad que van adquiriendo las propues-
tas afincadas en lo que el autor denomina la
“racionalidad cartesiana”.
A lo largo de las más de 200 páginas, Te-
reschuk logra articular un texto sumamente
atractivo, de mucha actualidad y escrito en un
lenguaje muy llano y accesible. La pretensión
del libro es dirigirse a un público más amplio
que el especializado y, para ello, recurre a una
prosa comprensible y no atada a los cánones
academicistas. En ese marco, la especialidad
periodística que el autor cultiva le permite no
enredarse en modismo académicos y, con ello,
permitirle a sus lectores y lectoras adentrase
rápidamente en temáticas lejanas (y ajenas) al
cotidiano de una gran parte de la población.
Si el lector y la lectora espera encontrar res-
puestas definitivas o concluyentes a los inte-
rrogantes que el autor se plantea al inicio de su
libro, le sugiero no abrirlo. El punto fuerte del
libro es justamente el invitarnos a la propia re-
flexión, a partir de hilvanar acertadamente las
reflexiones teóricas clásicas con la coyuntura
política de los últimos años.

216
RESEÑA DE LIBRO
Book Reviews
TITULO
Economía, clases sociales y estilos de vida.
Ruth Sautu
Editorial Lumiere, Argentina, Buenos Aires, 2016.
(1ra Edición, 177 páginas. ISBN 978-987-603-120-2)
Ruth Sautu, Economy, social clases and lifestyle,
Editorial Lumiere, Buenos Aires, 2016, 177 pages.

Por Emiliano Francisco Patti*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2019.
Fecha de Aceptación: 20 de marzo de 2019.

Palabras clave: Economía, Clase Social, Ocupación y Estilo de Vida.


Keywords: Economy, Social Class, Occupation, Lifestyle.

* Profesor y Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires. Estudiante avanzado
en la Maestría en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad por la misma universidad. Correo
electrónico: emiliano_patti22@hotmail.com

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 217-222

217
Sautu, Ruth “Economía, clases sociales y estilos de vida” por Emiliano Francisco Patti

Ruth Sautu, reconocida investigadora, for- el carácter constructivo que la historia estable-
mada en los campos de la sociología y la eco- ce sobre estos procesos.
nomía, presenta el libro desde una reflexión Recurre a Karl Marx y Max Weber, para
personal sobre la inquietud e indignación por considerar la correlación entre estructura eco-
las desigualdades sociales, acuñadas al sistema nómica y estructura de clase, presente en am-
productivo capitalista y su angurria acumula- bos autores. La autora considera que no exis-
tiva sin límites. La autora agrega a las primeras ten diferencias sustanciales entre los autores
reflexiones, en la introducción del trabajo, que acerca de la relación entre ambas estructuras,
el eje central que trazará se establece sobre el la naturaleza de los procesos sociales que in-
análisis del proceso de reproducción y cambio volucran a las clases sociales son expresión de
de las clases sociales para entender el proceso semejanza entre ambos. Ambos consideran la
de crecimiento de la concentración y acumu- apropiación de excedente proveniente del fac-
lación de la riqueza en el transcurso del último tor trabajo, Marx lo considera en el ámbito de
medio siglo. Para esto, acudirá a un análisis de la producción y Weber en el del mercado.
tres procesos macrosociales: el primero acerca Sautu introduce aquí la diferencia entre
de las bases económicas de poder, el segundo excedente en el nivel microsocial y el macroso-
sobre la constitución de la estructura ocupa- cial, siendo el primero el resultado de la dife-
cional con privilegios o desprivilegios y, por rencia entre ingreso y egreso de ganancias ope-
último, el relacionado con los sistemas nor- rativas. En el segundo caso, son el resultado
mativos, culturales y simbólicos, siendo estos de la diferencia entre lo que una sociedad pro-
los que sancionan la reproducción y cambio duce y el costo para producirlo. La ganancia
de las clases sociales. A su vez, abordará una como excedente, permite dar lugar a pensar la
perspectiva microsocial sobre factores psicoso- desigualdad social del capitalismo, sumado a
ciales, culturales y de comportamiento de los la propiedad privada y el mercado.
miembros de las clases. En base al análisis precedente, la autora
El supuesto general del que parte la au- establece que: “En la economía capitalista,
tora es que estructura de clase y estructura en última instancia, el mercado, ideológica y
económica en el sistema capitalista se glosan fácticamente, es el gran asignador de los re-
mutuamente, que hay diferencias entre clase cursos a las diversas actividades económicas a
social y estilos de vida, y que estas cuestiones la vez que es el ámbito en el cual se fijan los
deben ser analizadas desde dimensiones macro precios de las transacciones y se asignan las
y microsociales. proporciones a la participación de los factores
El primer capítulo se titula Economía y de producción en la distribución del ingreso y
clases sociales y encuentra en primera instancia apropiación del excedente” (2016: 41).
una correlación entre estructura económica y El análisis de la autora permite considerar
estructura de clase, considerando que la legiti- que la importancia del mercado radica en las
midad y la legalidad tiene su fuente en la so- relaciones de poder que establece, la jerar-
ciedad que las alberga. Para esto, se consideran quización de los diferentes participantes, y la
relevantes el conjunto de valores y expresiones expresión de un espacio institucionalizado de
culturales que dan lugar a su sostenimiento. intercambio en el que surgen relaciones simé-
No quiere fijar la pauta de una simple confor- tricas o asimétricas.
midad, por el contrario, se verifican cambios El capítulo siguiente, titulado Estructura
de valores y normas, sociales y políticos, que de clase y composición de las clases sociales, inicia
dan lugar a cambios en el funcionamiento con la consideración del marxismo desde la
económico. Da cuenta en este punto a su vez, concepción de Wright y la tradición weberia-

218
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 217-222

na desde la Erikson y Goldthorpe. La autora lidad de control sobre recursos y procesos, se


acude a considerar ambas posturas, tomando vehiculizan en relación a las posibilidades del
en cuenta que para Wright la clase es definida mercado. En este punto propone retomar las
desde los procesos de explotación y en el caso consideraciones acerca de la clasificación de la
de Erikson y Goldthorpe, la clase es definida estructura definitoria de clase social, siguien-
desde las relaciones derivadas de la vida eco- do en el análisis de ambas posturas. Consi-
nómica, puntualmente desde las relaciones de derando la postura de Goldthorpe, toma en
empleo. Agrega la autora que las bases donde cuenta la clasificación de siete clases sociales
se asientan las clases dependen del tipo de la agrupadas en tres clases: la clase más alta (de
actividad económica. De esta forma procede servicios), la clase intermedia que comprende
a tomar en cuenta la necesidad de considerar administración y comercio, y la clase obrera
actividades económicas definidas por el hecho que comprende trabajadores calificados y no
de producir bienes o servicios, y actividades calificados. En el caso de Wright, se pueden
que asignan un valor al funcionamiento eco- verificar ciertos criterios que hacen a las clases
nómico, fundamentalmente por los recursos sociales; relación con el poder sobre los me-
que movilizan, pero que no están directa- dios de producción (capitalistas y empleados),
mente relacionados con la producción, como relación con la autoridad y relación de trabaja-
puede ser la educación. A su vez, es necesario dores calificados y no calificados.
tomar en cuenta la magnitud de las relaciones De esta forma, pueden observarse dife-
de poder sobre el control de los medios pro- rencias en la clasificación de criterios sobre las
ductivos (siendo este un factor central, enten- ocupaciones. Propone Sautu la posibilidad de
diendo la incidencia sobre la reproducción de pensar a ambos autores y sus propuestas, para
la estructura de clase). Las cuestiones antedi- clasificar a las clases en una tipología de tres:
chas, mantiene como centro la acumulación, la clase alta, la clase media y la clase obrera.
manifestando la dimensión macrosocial, defi- La diferencia yace en la colocación de algunas
nida desde la capacidad de ahorro de exceden- ocupaciones en clases diferentes, por ejemplo,
te de una generación en vistas de la generación Wright coloca a propietarios en clase alta, y
futura y la dimensión microsocial, dependien- grandes cargos ejecutivos en clase media,
te de la procedencia de clase social, define la mientras en Goldthorpe incluye a todos en
capacidad de ahorro de las personas indivi- clase alta. Más allá de estas diferencias, la coin-
duales y familias. Rechaza a continuación, la cidencia entre la postura marxista y la webe-
consideración de variables que complementan riana, yace en que ambas consideran a la clase
a la ocupación como indicador de clase social, social desde una perspectiva historicista en su
como puede ser la educación, la vivienda, los formación, relacionada con el poder sobre la
bienes. Esto, según la autora, “diluye en la propiedad.
medición la conceptualización teórica de las Frente a ambas visiones, analiza la pro-
variables” (2016: 51). puesta de Jorge Raúl Jorrat, pensando en
Siguiendo la perspectiva de Wright, el la posterioridad y relevancia de los estudios
excedente y su apropiación es central para propuestos por Gino Germani en la década
analizar una clasificación de ocupaciones. En de 1950. Esta visión, denominada “autócto-
relación a este postulado, la autora considera na” por el subtítulo del apartado, intenta re-
entonces que, a mayor poder sobre el con- cuperar un análisis teórico sobre la sociedad
trol de recursos y privilegios, más chances de argentina.
apropiarse del excedente. En la perspectiva de Jorrat partió de una primera clasificación
Goldthorpe, el ingreso vinculado a la posibi- para la construcción de estratos en manual y

219
Sautu, Ruth “Economía, clases sociales y estilos de vida” por Emiliano Francisco Patti

no-manual, para con posterioridad designar clase obrera por el escaso o nulo nivel de espe-
17 grupos ocupacionales, reagrupados a su vez cialización y educación.
en 5 estratos. A partir de aquí, Sautu considera El capítulo tres, titulado Los procesos histó-
que los avances de su propio esquema autócto- ricos de reproducción y cambio, busca analizar
no, logró alcanzar la introducción de cuestio- los factores macrosociales que dan cuenta de
nes idiosincráticas propias de las geografías es- las transformaciones del sistema capitalista
tudiadas, o el periodo de tiempo considerado. durante la segunda mitad del siglo XX, y su in-
El nivel teórico-metodológico del que parte fluencia sobre la concentración del poder eco-
la autora es el de registro y análisis de datos nómico y la estructura de clase. El principal
provenientes de censos que presentan a nivel cambio observado es el proceso de financia-
individual las ocupaciones que vehiculizan las rización y corporativización de la economía,
actividades y relaciones provenientes de las ac- proceso fortalecido por la globalización. El re-
tividades económicas. Se destaca la importan- sultado de este proceso es mayor riqueza para
cia de establecer cuáles son los limites o bordes los más ricos y mayores desigualdades sociales.
entre las clases sociales, entendiendo que este Procedimientos relevantes en este proceso, son
rasgo posibilita entender la movilidad que la los que involucran prestamos de países desa-
estructura de clase mantiene en el transcurrir rrollados a subdesarrollados (financiarización)
histórico. Destaca la necesidad de identificar y avance de empresas trasnacionales. Estos dos
en la red de actividades económicas a los nú- componentes, forjan una vinculación entre
cleos de personas y familias que conforman el países expresada en el proceso de globaliza-
componente ocupacional específico de cada ción. Un rasgo que se suma a este proceso es
clase. Estas determinan la caracterización de el que afecta directamente a la ocupación, vin-
cada una de las clases sociales. culando al avance tecnológico (y la creación
Los bordes que delimitan a la clase alta de de puestos específicos que esto significa) y la
la clase media son los privilegios y derechos so- formación de la mano de obra.
bre la propiedad. A su vez, pertenece al sector Prosigue el capítulo cuarto, titulado Los
de clase alta, la clase media alta, la cual no goza caminos del cambio, considerando el proceso
de los mismos privilegios, ni de las grandes to- de movilidad social (nivel microsocial) y su
mas de decisiones, y amortiguan las presiones vinculación con características de cambio ocu-
de la clase media (por ejemplo, gerentes de rridos en la estructura económica. La autora
corporaciones, profesionales de sectores priva- reconoce cuatro componentes que se entrete-
dos). La clase media, mantiene bordes hacia la jen con el cambio de la economía, contribu-
diferenciación con la clase alta y la clase obrera yendo con la movilidad o no a nivel social: el
consolidada (los límites de esta clase interme- primero definido por los cambios poblaciona-
dia, figura determinado por relaciones de po- les y migratorios; el segundo distinguido por
der y económicas). De esta forma, la relación los cambios en los sistemas de salud y educa-
en base a saberes y relaciones sociales, hacen a ción, el tercero ocurrido en las instituciones
su vez la posibilidad de una clase media baja. públicas que pueden, o no, promover mayor
Esta última, genera su borde principal con la o menos integración, y por último, el cuar-
clase obrera consolidada por la vinculación to componente lo constituye la existencia de
con la posibilidad de movilidad horizontal y fronteras entre las clases sociales que limiten
vertical ya que su nivel educativo (secundario su movilidad.
completo) suele ser similar. Por último, la clase La dimensión del alcance educativo co-
popular baja, con un borde delimitado con la bra un rol central a los fines analizados, en-
contrando que, desde finales de la Segunda
220
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 217-222

Guerra Mundial, las diferentes poblaciones pierden también muy lentamente. Las expe-
encauzaron un reclamo acerca de las necesi- riencias recurrentes de vida asociados a espa-
dades de inclusión en el sistema educativo, así cios territoriales y de sociabilidad sedimentan
como también el incremento en el nivel desa- los modos de pensar y actuar y de relacionarse
rrollado. Lo que puede observarse al respecto con los otros, como así mismo dejan marcas y
es que las clases medias son las primeras en be- afectan la identidad social.” La autora a su vez
neficiarse en el incremento de la capacidad y añade que los estilos de vida no son las clases
calidad educativa, favoreciendo la desigualdad sociales, sino en todo caso, son la parte visible
en este ámbito entre las diferentes clases, cen- de estas, son modelos culturales para la acción,
tralmente entre clase media y clase popular. son emergentes de las clases sociales. Mientras
Otro factor de movilidad es el de la inmigra- que el dominio de las clases sociales es la eco-
ción interna e internacional. Las oportunida- nomía, el de los estilos de vida es la cultura.
des que transitan dependerán del ambiente en El nexo entre clase social (entendida en
el que migran, considerando como variable si términos estructurales) y estilos de vida (en
la movilidad migratoria es interna a sectores tanto valores y orientaciones culturales), debe
reconocidos por sus posibilidades laborales, o situarse en los procesos cognitivos que se de-
a otros países en los que requieren mayor o sarrollan en la interacción social. Aquí cobra
menos calificación. importancia la consideración del consumo
El capítulo quinto, titulado Clases sociales como expresión cultural, entendiendo que las
y cultura en la constitución de los estilos de vida, categorías internas de consumible y no consu-
la autora reflexiona y analiza factores de la di- mible implican una determinada posición de
mensión microsocial, aduciendo a esta necesi- clase. Los cambios en los patrones de consumo
dad por establecer una visión depositada sobre material constituyen un componente clave del
cuestiones como las relaciones sociales a nivel cambio cultural, por ende, del estilo de vida.
cultural, cotidiano, entrecruzando relaciones El rol de los medios de comunicación masi-
entre los hombres y mujeres y las institucio- vos juega centralmente en la ampliación del
nes. Los capítulos anteriores condujeron su consumo, por la diversidad que promete en
análisis con mayor firmeza sobre criterios del sus ofertas y financiamiento. La propuesta del
aspecto macrosocial. Las personas, sus institu- capítulo, permiten a Sautu arrojar en modo
ciones y medios en los que se desplazan, ge- de reflexión final que el sistema capitalista se
neran modos específicos de comportamiento reproduce a partir de la trama producción-
asociado a la clase a la que pertenecen. La cla- distribución-consumo que permanece inserto
se social es constitutiva de nosotros mismos, en la cultura que lo legitima y reproduce. En
como lo es la edad, el género o la etnia. Todo su conclusión, considera que ni el poder, ni
esto conforman su cultura, siendo en su gene- la desigualdad, ni los privilegios y la pobreza
ralidad, el llamado estilo de vida, sin embargo se reproducen o cambian de manera lineal. El
(…) “las clases sociales y los estilos de vida son mundo globalizado funciona altamente in-
ontológicamente diferentes” (…) (2016: 116). terconectado e ideológicamente legitimado,
Ebert y Zavarzadeh (2008), citados por metafóricamente como lo hace el Magic King-
la autora (2016: 117), definen a los estilos de dom de Disney World y su amplia creación
vida de la siguiente manera: “Los estilos de empresarial globalizada. El poder económico,
vida son patrones y modelos culturales que como la religión, se adapta a las sociedades y
involucran significados y modos de interpre- se reproduce o cambia. Mantiene ciertos prin-
tar hábitos, visión del mundo, modalidades cipios, el primero es que se es dueño de sus
que se conforman y absorben lentamente y se resultados a partir de sus esfuerzos y los an-

221
Sautu, Ruth “Economía, clases sociales y estilos de vida” por Emiliano Francisco Patti

cestrales. El segundo, es que la sociedad debe instancia en la elección de los tratamientos


reproducirse biológica y económicamente. históricos a considerar, siendo una interrela-
Considera por otra parte: “¿Cómo se man- ción en el transcurso de la investigación.
tiene cada uno/a en su lugar, preferiblemente
satisfecho o por lo menos resignado?” (2016:
144). Sobre esto, toma en cuenta dos aspectos:
el primero, anudado a la posibilidad coerciti-
va sobre cada clase. El segundo, basado en la
legitimidad de la reproducción del funciona-
miento de la estructura económica sobre la
estructura de clase a partir de la incorporación
de valores culturales integrados en los estilos
de vida. La autora se pregunta si todo está per-
dido frente al panorama de desigualdad y con-
centración de la riqueza. La respuesta ahonda
una visión positiva, nutrida desde las posibili-
dades que la misma democracia como sistema
político puede emprender para encontrar la
aplicación de políticas sociales y económicas
que permitan anudar una distribución de la
riqueza equitativa, reconociendo las libertades
individuales de las mayorías y minorías.
Su última propuesta ofrece un capítulo
complementario, titulado La estrategia meto-
dológica del estudio y la articulación de los enfo-
ques macro y microsociales, en el que se da lugar
a una explicación de la postura metodológi-
ca, fundamentalmente otorgando su posición
acerca de las dimensiones macro y microsocial.
En primera instancia, expresa que el trabajo es
un ejemplo de investigación de método narra-
tivo-histórico, pasando a describir que la di-
ferencia entre enfoque macro y microsocial es
de doble significado, el primero es “ontológico
y establece el locus y la naturaleza de los procesos
y situaciones objeto del estudio; el segundo es me-
todológico y se refiere al nivel de análisis en que
son planteadas las investigaciones” (2016: 151).
Los procesos de tipo históricos de desarro-
llo y cambio social pertenecen a la dimensión
macrosocial, mientras que la interacción social
y los comportamientos y orientaciones de per-
sonas y familias pertenecen al dominio micro-
social. Ambas dimensiones son integradas en
el transcurso de la investigación, en primera

222
Sobre los Autores
Note on Contributors

LUCIANO ANDRENACCI es Licenciado Sociales “Ambrosio L. Gioja” de la Facultad


en Ciencia Política por la Universidad Na- de Derecho de la UBA, y Co-Directora del
cional de Rosario (UNR), Argentina. Magis- Grupo de Trabajo Interdisciplinario: “Dere-
ter/Diplome d’Éudes Approfondies (DEA) y chos Sociales y Políticas Públicas”. Profesora
Doctor en Estudios Sociales Latinoamericanos Adjunta Regular de la materia Ciencia Política
por la Universidad de la Sorbonne-Nouvelle del Ciclo Básico Común y Profesora Adjunta
(Paris III), Francia. Es docente, investigador, de la materia Sociología Política de la carrera
consultor y autor de numerosos trabajos en de Sociología de la UBA. Docente en diferen-
temas de ciudadanía, política social y gestión tes Maestrías asociadas con el campo de las
pública. Se desempeña como Profesor Asocia- políticas sociales (UBA- Universidad Nacional
do y Director de la Maestría en Planificación de La Plata). Sus principales campos de inda-
y Evaluación de Políticas Públicas en la Escue- gación son: las políticas sociales no contributi-
la de Política y Gobierno de la Universidad vas en la Argentina, temáticas vinculadas con
Nacional de San Martín (UNSAM); y como la provisión de bienestar, las relaciones entre
Coordinador Académico del Programa de De- Estado y organizaciones de la sociedad civil
sarrollo Humano en la Facultad Latinoame- y los procesos de judicialización de políticas
ricana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede sociales desde una perspectiva de sociología
Argentina. Es profesor regularmente invitado política. Es autora de diferentes publicaciones,
en posgrados de las Universidades Nacionales entre las que se destacan: La política del “mien-
de La Plata (UNLP), Patagonia y San Juan tras tanto”. Programas sociales después de la crisis
(Argentina); en la Universidad de la Frontera de 2001-2002 (publicado por Biblos, 2012);
(Temuco, Chile); y en las Escuelas de Gobier- Compiló los libros Derechos Sociales: justicia,
no de las Provincias de Chaco y Corrientes política y economía en América Latina (junto
(Argentina). Ha sido coordinador de proyec- Cesar Rodríguez Garavito y Nicolás Espejo,
tos y consultor del Banco Interamericano de publicado por Siglo del Hombre, 2010) y La
Desarrollo (BID) y del Programa de las Na- trama de las políticas sociales. Estado, saberes y
ciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); de territorio, publicado junto con Carla Zibecchi
las agencias de cooperación internacional de (Biblos, 2017).
Alemania y Canadá; y de los gobiernos nacio-
nales de Argentina, Haití y Perú. YUSSEF BECHER es Abogado por la
Universidad Católica de Cuyo. Magister en
PILAR ARCIDIÁCONO es Licenciada en Sociedad e Instituciones por la Universidad
Ciencia Política, Especialista en Gestión de Nacional de San Luis (UNSL). Doctorando
Políticas Sociales, Magíster en Políticas Socia- en Ciencias Sociales en la Facultad Latinoa-
les y Doctora en Ciencias Sociales por la Uni- mericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Ar-
versidad de Buenos Aires (UBA). Miembro de gentina. Becario doctoral del Consejo Nacio-
la Carrera del Investigador Científico y Tecno- nal de Investigaciones Científicas y Técnicas
lógico del Consejo Nacional de Investigacio- (CONICET). Profesor Adjunto en las asig-
nes Científicas y Técnicas (CONICET) en la naturas Introducción al Conocimiento Científi-
categoría Adjunta, investigadora permanente co y Metodología de la Investigación en la ca-
del Instituto de Investigaciones Jurídicas y rrera de Abogacía (FCEJS-UNSL). Docente

Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 223-226

223
Sobre los Autores. Note on Contributors

investigador categorizado en el proyecto de comparada (Eudeba, 2015). Sus temas de tra-


investigación consolidado del Programa Na- bajo e interés se vinculan con los procesos de
cional de Incentivos a Docentes Investigado- internacionalización de las políticas públicas,
res: Juventudes Contemporáneas. Políticas y de- economía política y gobernanza regional.
safíos (FCEJS-UNSL). Docente de posgrado
en la Universidad de Palermo y la UNSL. FERNANDO CALDERÓN es Doctor por la
Coordinador Académico de la Maestría Ecole des Hautes Etudes de París, Francia. En
en Sociedad e Instituciones. Coordinador 2018, fue Titular de la Cátedra Simón Bolívar
de Edición de Kairós-Revista de Temas So- de Estudios Latinoamericanos de la Universi-
ciales (UNSL). Codirector de becarios y dad de Cambridge. Asimismo, es Profesor y
pasantes de investigación. Evaluador de Director del Programa sobre innovación, de-
tesis de posgrado y artículos científicos para sarrollo y multiculturalismo en la Universidad
publicaciones nacionales e internacionales. Nacional de San Martín (UNSAM). Ha sido
Expositor en congresos y seminarios en profesor de las universidades de Chile y Cató-
disciplinas y áreas tales como sociología de lica en Valparaíso; San Andrés en La Paz y San
la cultura - antropología social - derechos Simón en Cochabamba; de la Facultad Lati-
humanos. Autor y compilador de libros. Autor noamericana de Ciencias Sociales (FLACSO);
de artículos en revistas científicas en Ciencias de las universidades de Chicago, Texas-Austin,
Sociales (nacionales e internacionales). Cornell y California-Berkeley. Conferencis-
ta y Profesor invitado en varias universida-
MERCEDES BOTTO es Directora del Ins- des de América Latina y diversas partes del
tituto de Investigaciones en Ciencias Sociales mundo. También ha sido Secretario Ejecutivo
de América Latina (IICSAL), Centro de in- de CLACSO y ha trabajado por 20 años en
vestigación doble pertenencia institucional NNUU como Asesor en Políticas Sociales de
FLACSO-CONICET. Es investigadora de ca- la CEPAL, Asesor Especial regional en Desa-
rrera, categoría independiente del CONICET. rrollo Humano y Gobernabilidad del PNUD
Profesora Titular (concursada) en la carrera de para América Latina. Ha coordinado y asesora-
Ciencia Política de la Universidad de Buenos do más de 10 Informes de desarrollo humano a
Aires (UBA). Se graduó como Socióloga en la nivel nacional, regional y mundial y ha dirigi-
UBA y como Doctora en Ciencia Política en el do el Proyecto de Análisis Político y Prospecti-
Instituto Universitario Europeo (IUE). Forma va para América Latina (PAPEP) donde coor-
parte del Área de Estudios Latinoamericanos dinó los estudios sobre los cambios políticos
(ADELA) y desde allí, coordina el Programa de en Latinoamérica. Recientemente, fue profesor
Integración y Cooperación Regional (PECIR). de la FLACSO Argentina y de la Universidad
Entre numerosos artículos en revistas académi- de Córdoba, de la Universitat Oberta de Ca-
cas y de divulgación, es autora de los siguien- talunya y de la Universidad Alberto Hurtado
tes libros: ALCA-Cumbres de las Américas: una en Santiago de Chile. Ha sido investigador in-
nueva relación público-privada. (con Diana vitado en el Instituto de Estudios Globales de
Tussie) (Biblos, 2004); Saber y Política en Amé- la Maison de Sciences de l’Homme, París, y en
rica Latina, el uso del conocimiento en las nego- la Escuela de Comunicación de la Universidad
ciaciones comerciales internacionales (Prometeo, del Sur de California. Ha publicado 24 libros
2007); Research and International Trade Policy en temas de movimientos sociales, política,
Negotiations (Routledge, 2008) y La Integración cultura y desarrollo y realizado 35 compilacio-
Regional en América Latina: Quo Vadis? El nes sobre los mismos temas.
MERCOSUR desde una perspectiva sectorial y

224
Revista Estado y Políticas Públicas Nº 12. mayo de 2019 - septiembre de 2019. ISSN 2310-550X, pp. 223-226

MELISA DECIANCIO es Doctora en Cien- la Autoridad Regulatoria Nuclear en 2015 y


cias Sociales por la Facultad Latinoamericana miembro del Directorio de la Agencia Nacio-
de Ciencias Sociales (FLACSO), sede Argen- nal de Promoción Científica y Tecnológica
tina. Magíster en Relaciones y Negociaciones del Ministerio Nacional de Ciencia y Técnica
Internacionales por la FLACSO, sede Argen- (MINCyT) entre los años 2014 y 2017.
tina y la Universidad de San Andrés (Ude-
SA). Licenciada en Ciencia Política por la JIMENA NAVATTA es Magister en Diseño
Universidad de Buenos Aires (UBA). Becaria y Gestión de Programas Sociales de la Fa-
Pos-Doctoral del Consejo Nacional de Investi- cultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
gaciones Científicas y Técnicas (CONICET). (FLACSO), sede Argentina. Es Licenciada en
Actualmente, es la Coordinadora académica Ciencias de la Comunicación de la Facultad
de la Maestría en Relaciones Internacionales de Ciencias Sociales de la Universidad de Bue-
de la FLACSO, sede Argentina. Asimismo, se nos Aires (UBA). Sus áreas de interés son los
desempeña como docente en la UBA, USAL, estudios urbanos y el acceso a la vivienda y al
FLACSO y UDELAR. hábitat de los sectores vulnerabilizados.

MARIANO FRASCHINI es Doctor en Cien- PEDRO NÚÑEZ es Doctor en Ciencias So-


cia Política por la Escuela de Política y Gobier- ciales por la Universidad Nacional de General
no de la Universidad Nacional de San Martín Sarmiento e Instituto de Desarrollo Económi-
(UNSAM). Magister en Ciencia Política por el co y Social (UNGS/IDES). Magister en Estu-
Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) dios y Políticas de Juventud por la Universi-
de la UNSAM. Licenciado en Ciencia Política dad de Lleida, España. Licenciado en Ciencia
por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es Política por la Universidad de Buenos Aires
docente en el Doctorado en Ciencias Sociales (UBA). Es investigador adjunto del Conse-
de la UBA, en la Maestría en Desarrollo e In- jo Nacional de Investigaciones Científicas y
clusión Social de la Facultad Latinoamericana Técnicas (CONICET) y del Área Educación
de Ciencias Sociales (FLACSO), sede Argenti- de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
na, en la Maestría de Teoría Política y Social de Sociales (FLACSO), sede Argentina. Asimis-
la UBA, en la Carrera de Ciencia Política en la mo, se desempeña como Coordinador Aca-
Facultad de Ciencias Sociales y en el Ciclo Bá- démico del Doctorado en Ciencias Sociales
sico Común de la UBA. Ha dictado clases en de la FLACSO y docente en la UBA. Integra
la Maestría en Gobierno y Economía Política el Núcleo de Estudios sobre la Escuela y los
de la Escuela de Gobierno de la Provincia del vínculos intergeneracionales en FLACSO. Su
Chaco y en la carrera de Ciencia Política de la línea de trabajo se vincula al estudio de la ex-
UNSAM. Se especializa en temáticas vincula- periencia escolar, convivencia, participación
das a los procesos políticos en Sudamérica y a política y construcción de ciudadanía en la es-
los Liderazgos Presidenciales de la región. cuela secundaria. Es coautor, con Inés Dussel
y Andrea Brito de Más allá de la crisis. Visión
DIEGO HURTADO es Profesor Titular de de alumnos y profesores de la escuela secundaria
historia de la ciencia y la tecnología en la Es- argentina (Ed. Santillana, 2007), autor del li-
cuela de Humanidades de la Universidad Na- bro La política en la escuela (La crujía, 2013)
cional de San Martín (UNSAM). Es autor de y coautor, con Lucía Litichever, de Radiogra-
más de 80 artículos y capítulos de libros en fías de la experiencia escolar. Ser joven(es) en la
el área de los estudios sociales de la Ciencia escuela (Grupo Editor Universitario, 2015).
y Técnica. Asimismo, ha sido presidente de Recientemente participó del libro Militancias

225
Sobre los Autores. Note on Contributors

juveniles en la Argentina democrática. Trayec- vidad de la Facultad de Filosofía y Letras de


torias, espacios y figuras de activismo (Núñez, la Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA).
Vommaro, Vázquez y Blanco (Comps.)). (Ed. Ha sido investigador en el Programa de Re-
Imago Mundi, 2017). conocimiento Institucional de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UBA (2010-2011) en
MARÍA LAURA PAGANI es Doctora en el Proyecto F. Nietzsche: el poder de la voluntad
Ciencias Sociales por la Universidad Nacio- y el problema de la democracia (R10-110) bajo
nal de La Plata (UNLP). Magister en Diseño la dirección de María Cristina Ruiz del Ferrier.
y Gestión de Políticas y Programas Sociales Realizó trabajos de contenido para el Canal
por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Encuentro en el Documental Iglesia Latinoa-
Sociales (FLACSO), sede Argentina. Especia- mericana, la opción por los pobres y Filosofía
lización en Gestión Pública por la Universi- Aquí y Ahora, temporada VIII. También fue
dad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). participe como escritor invitado en A la plaza
Docente en Sociología de las Organizacio- de Perón, de Sergio De Piero y Violeta Rosem-
nes, UNLP. Docente de posgrado en diversas berg (Comps.). (Editorial UNLP). Asimismo,
Maestrías. Ha ocupado cargo relacionados a se ha desempeñado como docente universita-
la capacitación de trabajadores estatales y ac- rio en el Ciclo Básico Común de la UBA en la
tualmente es Experta en Gestión Pública, go- materia Historia Económica y Social General.
bierno de la provincia de Buenos Aires. Autora
de diversos artículos y ponencias sobre análi- SOFYA SURTAYEVA es Licenciada en Co-
sis organizacional y participación ciudadana. mercio Internacional por la Universidad Na-
Co-autora de los libros: Estudios sobre Gestión cional de Quilmes (UNQ). Estudiante avan-
Pública. Aportes para la mejora de las organiza- zada de la Maestría en Ciencia, Tecnología y
ciones estatales en el ámbito provincial (2015) y Sociedad y del Doctorado en Ciencias Socia-
Debates teóricos y metodológicos actuales sobre las les y Humanas en la Universidad Nacional de
políticas públicas (2017). Investigadora Asocia- Quilmes (UNQ).
da de la CIC. Directora del Proyecto: Reformas
y transformaciones estatales en la Provincia de DIANA TUSSIE es Investigadora Superior
Buenos Aires. Estudios de caso sobre el desarro- del Consejo Nacional de Investigaciones
llo de políticas públicas y su vinculación con la Científicas y Técnicas (CONICET). Dirige
producción de conocimiento y toma de decisiones la Maestría en Relaciones Internacionales de
(2003-2020), del Programa de Incentivos a la la Facultad Latinoamericana de Ciencias So-
Investigación, radicado en el Instituto de In- ciales (FLACSO), sede Argentina. Dentro
vestigación en Humanidades y Ciencias Socia- del campo de las Relaciones Internacionales
les (IdIHCS / UNLP- CONICET). trabajó en torno a los temas del desarrollo y
de las negociaciones comerciales, organismos
EMILIANO FRANCISCO PATTI es Licen- económicos internacionales, regionalismo, el
ciado en Ciencia Política por la Universidad proceso de cumbres presidenciales. Su con-
de Buenos Aires (UBA). Realizó el Profesora- tribución más reciente desarrolla el concepto
do en Enseñanza Media y Superior en Ciencia de Regionalismo Post-Hegemónico (con Pía
Política en la misma Universidad. Actualmen- Riggirozzi). En el año 2017, recibió el premio
te, se encuentra finalizando su Tesis sobre Sub- Académica Distinguida del Sur Global de la
jetividad en los ´70 entorno al debate sobre Asociación de Estudios Internacionales (ISA).
violencia política en el marco de la Maestría
en Estudios Interdisciplinarios de la Subjeti-

226
Convocatoria
DÉCIMOTERCER NÚMERO
Dossier Agendas de Políticas Educativas en América Latina.
Coordinadoras: Dora Niedzwiecki y Perla Zelmanovich.

Los sistemas educativos permiten ser pensados como cajas de resonancia de aquello
que late en las sociedades de las que forman parte. Al mismo tiempo, y dado su
carácter dinámico, inciden con sus propias lógicas tanto en la micropolítica de
cada espacio institucional como en los rumbos que pueden adoptar las decisiones
macropolíticas. En el marco de las definiciones de cada gobierno, en cada tiempo
histórico se aborda de modo particular la relación entre la perspectiva macro y
micro en cuanto a políticas educativas. Tras un período post-neoliberal que se abre
a inicios del nuevo milenio en el que conviven en la región tendencias divergentes,
con avances notables, aunque desiguales en los diferentes países en términos de
la ampliación del derecho a la educación, América Latina transita un giro hacia
la profundización de las desigualdades y hacia nuevos modos de configuración
de las mismas. Expresa la disputa de sentidos con respecto a considerar la educa-
ción como derecho de ciudadanía o como servicio que deben solventar los propios
“usuarios” o por transferencia de recursos a gestores privados; se manifiesta en
la falsa disyunción entre cobertura y calidad; en el papel que juegan el mérito
personal y los desiguales puntos de partida; en los modos de concebir las respon-
sabilidades del Estado. Sostenidas las disputas en la producción de subjetividades
y creencias que se venían gestando más o menos silenciosa o públicamente en el
período previo, los escenarios actuales arrastran y generan tensiones que se profun-
dizan. Dibujan situaciones que requieren del campo académico y profesional la
construcción de una agenda que permita revisar las relaciones entre desigualdades,
sistemas de creencias y políticas educativas en la región. En países que atraviesan
cambios regresivos respecto de las responsabilidades del Estado ante la distribu-
ción de la riqueza y como garante de derechos sociales y culturales, las políticas
educativas en curso muestran tendencias marcadas por las lógicas del mercado.
La categoría inversión educativa opera un giro discursivo, y por ende ideológico,
orientando su retórica hacia la figura de gasto público. En esta dinámica se alimen-
tan mitos sobre la ineficacia de lo público, los cuales germinan en el terreno fértil
de problemas de larga data, muchos de ellos inherentes al trabajo educativo en sus
variados niveles. Así se tienden a generar y a profundizar procesos de segregación
en la configuración de los sistemas educativos y en las lógicas institucionales, lo
cual hace necesario estudiar sus efectos en los niveles macro y micro con sus inter-
dependencias, derivas y paradojas.
Asistimos a diversas concepciones de las políticas educativas que se traducen
en decisiones presupuestarias y modelos de gestión contrastantes en los diferen-
tes países de la región. Cabe señalar los procesos que alientan la privatización
so pretexto de resolver los déficits generados por las gestiones estatales, dinámica
que encuentra consensos alimentados por creencias instaladas en el sentido co-
mún. Cabe advertir que la producción de conocimiento generada en ámbitos aca-
démicos y en colectivos docentes de los diferentes países, coinciden al señalar sobre
cambios necesarios que requieren los sistemas y las prácticas educativas. Refieren
tanto a cuestiones estructurales y anacronismos de diferente índole, así como a la
necesidad de seguir produciendo saberes que acompañen los desafíos que enfrenta
la región. Sin embargo, esto no equivale a concluir que dichos cambios se deban
llevar a cabo necesariamente desarticulando lo realizado, delegando las responsa-
bilidades en instituciones u organizaciones con transferencia de recursos públicos
y respecto de las cuales el Estado no deba ejercer sus atribuciones como garante
del acceso a los derechos educativos conquistados o por construir en cada país de
la región.
En este contexto, la Revista Estado y Políticas Públicas convoca a la presentación
de artículos de investigación que arrojen evidencia sobre campos problemáticos
que permitan construir agendas de trabajo para los escenarios actuales de políticas
educativas en América Latina, atravesadas de maneras particulares por las tenden-
cias del neoliberalismo tardío. Se espera que puedan constituirse en aportes para
quienes tienen a su cargo el gobierno y las decisiones de política educativa; para
procesos investigativos y para fortalecer experiencias institucionales en curso. Se
priorizarán trabajos originales e inéditos y que circunscriban problemas y sistema-
tizaciones de experiencias. Serán valorados positivamente los estudios comparados
en los que se priorice lo regional sin descuidar lo local.

A continuación, se ofrecen los ejes que traducen esta convocatoria:

1. Gobierno de la educación y desigualdades sociales.


¿Avanzamos o retrocedemos en la democratización de la educación?

• Relaciones Estado-Mercado en las definiciones de financiamiento educativo y


políticas de evaluación.
• Rol del Estado y condiciones laborales; tercerizaciones y privatizaciones de ser-
vicios educativos.
• Sindicalismo y otros colectivos docentes.
• Relaciones entre las decisiones curriculares y políticas de inclusión.
• Dilemas entre cobertura y calidad.
• Cuerpos normativos, convivencia y transmisión cultural.

2. Sujetos e instituciones.
¿Sujetos de la educación y de la ciudadanía o del consumo y la meritocracia?

• Experiencias que inspiran políticas públicas.


• Desafíos intersectoriales e interdisciplinarios.
• Escenarios institucionales y desregulaciones subjetivas.
• Infancias, adolescencias, configuraciones familiares y escuelas.
• Sexualidades, géneros, discapacidades y derechos.
• Movimientos sociales, movimientos de protestas y estudiantiles.
3. Políticas de formación docente.
¿Docentes protagonistas o meros aplicacionistas?

• Desigualdades y trabajo docente.


• Posición docente y vínculo educativo.
• Experiencias colectivas y trabajo en red.
• Culturas y temporalidades en disputa.
• Cuerpo(s) docente(s).

Fecha límite para enviar los Artículos de investigación: 01 de junio de 2019.

Para enviar las contribuciones:


revistaeypp@flacso.org.ar

Para más información, véase Revista Estado y Políticas Públicas:


http://politicaspublicas.flacso.org.ar/revista
Revista Estado y Políticas Públicas
La Revista Estado y Políticas Públicas es una publicación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) Sede académica Argentina abocada al análisis del Estado y de las Políticas Públicas. Se propone
aportar a la labor de intercambio y difusión de la producción científica, publicando artículos sujetos a las
condiciones de referato doble ciego y que comprenden distintas modalidades: artículos de investigación
focalizados en temáticas específicas de la Ciencia Política, de la Administración Pública, como así también
artículos que hacen hincapié en paradigmas teóricos y contribuciones que expliciten avances de investiga-
ciones y reseñas críticas. La Revista Estado y Políticas Públicas se encuentra indizada y catalogada en Latindex
con el nivel 1 (nivel superior de excelencia), REDIB, Biblioteca de Ciencias Sociales “Enzo Faletto”,
CLASE México, Repositorio FLACSOAndes, MIAR (Matriz de Información para el Análisis de Re-
vistas) y ERIH PLUS. Asimismo, el Área Estado y Políticas Públicas y la Biblioteca “Enzo Faletto” de
FLACSO Argentina, han sido creadores de la Red Latinoamericana de Revistas Académicas de Ciencias
Sociales y Humanidades (LatinREV).

ISSN (versión electrónica): 2310-550X | ISSN (versión impresa): 2413-8274


Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y
Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas
Núm. I, Año I, Núm. 2, Año II, Núm. 3, Año II, Núm. 4, Año III, Núm. 5, Año III, Núm. 6, Año IV,
octubre de 2013. mayo de 2014. octubre de 2014. mayo de 2015. octubre de 2015. mayo de 2016.

Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y Revista Estado y
Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas Políticas Públicas
Núm. 7, Año IV, Núm. 8, Año V, Núm. 9, Año V, Núm. 10, Año VI, Núm. 11, Año VI, Núm. 12, Año VII,
octubre de 2016. mayo de 2017. octubre de 2017. mayo de 2018. octubre de 2018. mayo de 2019.

CONTACTO PRINCIPAL
Revista Estado y Políticas Públicas
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –
FLACSO Argentina.
Área Estado y Políticas Públicas
Daniel García Delgado (Dir.) - Cristina Ruiz del
Ferrier (Ed.).
Dirección: Oficina Entrepiso – Tucumán 1966 – CP:
C1050AAN – Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Teléfono: (54) (11) 5238-9361.
Correo electrónico: revistaeypp@flacso.org.ar
Página WEB: http://politicaspublicas.flacso.org.ar/
FLACSO ARGENTINA
Área Estado y Políticas Públicas
Programa Gestión del Conocimiento

Presentación
El Programa Gestión del Conocimiento pertenece al Área Estado y Políticas Públicas de FLACSO sede
Académica Argentina, bajo la dirección de Daniel García Delgado. El objetivo principal del Programa es
difundir la producción académica que se produce desde el Área (libros, tesis de posgrado, artículos de in-
vestigación, monografías, publicaciones, documentos de trabajo, entrevistas, entre otros) sobre el rol del
Estado en sus diversos niveles de gobierno y dependencias y sobre las Políticas Públicas de la Argentina
y de América Latina. La asesoría y la capacitación en los distintos temas y en las diversas problemáticas
que se vinculan al Programa Gestión del Conocimiento resultan un insumo fundamental tanto para la
investigación como para el diseño de políticas públicas. Asimismo, a partir de la producción de conoci-
mientos se establecen redes de difusión y cooperación regional entre las distintas organizaciones sociales y
estatales abocadas al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas. El Programa consolida re-
des institucionales, universitarias, de posgrado, estatales y científicas tanto a nivel nacional como regional.

DOCUMENTOS DE TRABAJO OTRAS


EDICIONES
Documento de Documento de Documento de Documento de Documento de
Trabajo Núm. I Trabajo Núm. II Trabajo Núm. III Trabajo Núm. IV Trabajo Núm. V

CONTROL DE
POLÍTICAS
Evaluando “en Estado y Desarrollo El sistema de ¿Fin de ciclo o El neoliberalismo
clave pública” Protección Social paréntesis en la tardío. Teoría
PÚBLICAS
Inclusivo en la
BERNAZZA, Multipolaridad en la Argentina y Región? Balance de y Praxis La cuestión de la
Claudia GARCÍA en América Latina la última década y GARCÍA transparencia y
COMOTTO, DELGADO, Daniel Contemporánea. El reflexiones sobre DELGADO, Daniel la transparencia
Sabrina RUIZ DEL rol del Estado frente el nuevo escenario GRADIN, Agustina en cuestión
LONGO, Gustavo FERRIER, Cristina a la cuestión social. para el MERCOSUR (Compiladores). RUIZ DEL FERRIER,
Mayo de 2015 (Compiladores). RUIZ DEL FE- RACOVSCHIK, Junio de 2017 Cristina (Compiladora).
Octubre de 2015 RRIER, Cristina Ma. Alejandra Julio de 2017
TIRENNI, Jorge RAIMUNDI, Carlos
(Compiladores). (Compiladores).
Mayo de 2016 Octubre de 2016

Facultad Latinoamericana de CONTACTO PRINCIPAL


Ciencias Sociales –FLACSO– Área Estado y Políticas Públicas ELITES Y
Argentina. CAPTURA
Dirección: Oficina Entrepiso – Tucumán DEL ESTADO
Luis Alberto Quevedo (Director). 1966 – CP: C1050AAN – Ciudad Control y regulación
Área Estado y Políticas Públicas. Autónoma de Buenos Aires. en el neoliberalismo
tardío
Daniel García Delgado (Director). Página WEB: http://politicaspublicas.flacso.
GARCÍA DELGADO,
org.ar/ Daniel, RUIZ DEL
Programa Gestión del Teléfono: (54) (11) 5238-9361 FERRIER, Cristina y
Conocimiento. Correo electrónico: gestionconocimiento@ DE ANCHORENA,
Beatriz (Compiladores).
Cristina Ruiz del Ferrier (Directora). flacso.org.ar Octubre de 2018
Revista Estado y Políticas Públicas
Normas de Publicación
Author Guidelines

Criterios generales Estas secciones se guían por los


La Revista Estado y Políticas Públicas cuenta siguientes criterios generales
con tres secciones abiertas a contribuciones, • Originalidad: La contribución que se pro-
indizadas y evaluadas “por pares”. Una sección ponga para su publicación en la Revista
con una convocatoria especialmente dedicada deberá ser original. No se aceptarán las con-
a la recepción de contribuciones para el dossier tribuciones que ya han sido publicadas pre-
de cada número. La temática del dossier es di- viamente en otras Revistas.
ferente en cada edición y se anticipa en el nú-
mero anterior. Las fechas-límite de recepción • Exclusividad: La contribución que se pro-
de las contribuciones que se postulan para el ponga para su publicación en la Revista será
dossier son: sometido a un proceso de evaluación y no
-Para el número de mayo: 01 de febrero. podrá ser propuesto simultáneamente en
-Para el número de octubre: 01 de junio. otra Revista para tal fin.
• Diversidad: Con la finalidad de incluir a la
Asimismo, la Revista Estado y Políticas Públi- mayor cantidad de voces distintas, se solicita
cas ofrece una convocatoria permanente para a los articulistas que no envíen más de una
la recepción de contribuciones para la sección contribución por convocatoria. En el caso de
Artículos de investigación cuyas temáticas son ya haber publicado en algún número de la
amplias, heterogéneas y plurales. Esta con- Revista, solicitamos que no se remitan con-
vocatoria no cuenta con una fecha límite de tribuciones para el volumen inmediatamente
recepción de las contribuciones, sino que per- posterior.
manece abierta durante todo el año.
• Imparcialidad: El envío del artículo debe
Finalmente, la Revista Estado y Políticas Públi- garantizar el anonimato del proceso de eva-
cas también cuenta con una sección dedicada a luación, sin excepciones. El archivo propues-
la difusión de las Reseñas de libros de reciente to para su publicación deberá prescindir de
publicación. toda información directa o indirecta que
pueda permitir la identificación del autor.
En suma, las posibles contribuciones se pue- En ese sentido, también deberán eliminarse
den dirigir a: las propiedades del archivo de texto que re-
• El dossier. mitan al usuario o autor.
• La sección Artículos de investigación.
• La sección de Reseñas de libros. Requisitos generales para el
envío de las contribuciones
• Los artículos deberán ser originales, exclusi-
vos, diversos, imparciales e inéditos.
• La publicación de los artículos de investiga-
ción éditos será de carácter excepcional y por
razones debidamente consideradas, justifica-

217
235
das y evaluadas por el Comité Académico de de correo electrónico, teléfono, máximo
la Revista Estado y Políticas Públicas. nivel de estudios alcanzados y en qué
institución y estudios en curso (si los
• Para la postulación a la sección del dossier, la
hubiera).
temática de la contribución deberá respetar
el tema propuesto por la convocatoria de la b. Las pautas de presentación de la contribu-
Revista Estado y Políticas Públicas. ción indican la inclusión de los siguientes
elementos (en este orden): título, título tra-
• Para la postulación al dossier, deberán pre-
ducido al inglés, resumen con palabras clave,
sentarse dentro de los plazos de tiempo esta-
abstract con keywords, introducción, desarro-
blecidos en esta sección.
llo de los argumentos, conclusiones, referencias
• Los artículos en todos los casos deberán res- bibliográficas y anexo/s (si los hubiere).
petar las pautas de presentación, composi-
c. Idiomas: los idiomas admitidos por la Re-
ción y estilo de citación indicadas:
vista son: el español, el portugués, el fran-
a. Título en idioma original; cés, el italiano y el inglés.
b. Título en idioma inglés;
d. Las llamadas a notas se presentarán al inte-
c. Resumen en idioma original;
rior del texto (no al final del mismo) siem-
d. Resumen en idioma inglés;
pre con un superíndice al lado de la palabra
e. Palabras clave en idioma original;
a la que hace referencia y el comentario so-
f. Palabras clave en idioma inglés;
bre dicha palabra remitirá a una nota a pie
g. Cuerpo del trabajo;
de página.
h. Referencias bibliográficas.
e. Las siglas irán en mayúsculas, previamente
Pautas para los Autores se mencionará su significado y se la presen-
Sin excepción, las contribuciones deberán tará entre paréntesis (solamente la primera
contener la siguiente información: vez que aparezca en el texto). Por ejemplo:
“Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
a. Título y subtitulo en idioma original expli-
citando el recorte espacial y el recorte tem- f. El estilo de citación textual y de las refe-
poral (si corresponde) de la contribución. rencias bibliográficas requerido: Las citas
• Título y subtitulo de la contribución tra- textuales deben ir entrecomilladas y sin
ducido al idioma inglés. cursivas. Las citas que exceden los 4 renglo-
• Un resumen que no exceda las 400 pala- nes de extensión total deberán redactarse
bras, aportando información clara sobre en un párrafo aparte, sin entrecomillado,
el contenido de la contribución: tema, dejando 1 cm de sangría izquierda y dere-
recorte espacial, recorte temporal, objeti- cha (tabulado). Las referencias bibliográfi-
vo principal, marco teórico, aspectos me- cas de las citas textuales deben adecuarse
todológicos, pregunta de investigación, al sistema APA (American Psychological
etcétera. El resumen deberá finalizar con Association). El elenco de las referencias
la enumeración de 3 a 5 palabras clave bibliográficas deberá presentarse al final de
a los efectos de indización bibliográfica. la contribución obligatoriamente.
• Un abstract: se deberá traducir el resu-
g. La extensión mínima de la contribución:
men al idioma inglés y las palabras clave
8.000 palabras.
para presentar keywords.
• Datos del autor o autora: se enviará h. La extensión máxima de la contribución:
en un archivo aparte el/los nombre/s, 12.000 palabras.
apellido/s, institución a la que pertenece,
dirección postal institucional, dirección
218
236
i. En el caso de incluir gráficos, tablas, otros: La descentralización llamó entonces la atención
deberán presentarse intercalados en el tex- sobre este potencial divorcio entre “problemas”
to, con las debidas referencias, notas (si las y “soluciones”, pero también, aunque más tar-
hay) y fuente. Deberán presentarse debi- díamente respecto de los orígenes de los pro-
damente enumerados y sus datos deberán cesos descentralizadores, comenzó a mostrar la
ser editables. Debe informarse la fuente en importancia de atender a las relaciones intergu-
todos los casos y garantizarse de que sean bernamentales (2009: 174-175).
de libre uso.
j. En el caso de imágenes, se deberán presen- Las Referencias bibliográficas
tar con las debidas referencias, notas (si las Las referencias bibliográficas de las citas tex-
hay) y fuente. El formato de las imágenes tuales deben adecuarse al sistema APA (Ame-
podrá ser: extensión jpg, en grises, con una rican Psychological Association). El elenco de
resolución de 300 dpi en tamaño real. las referencias bibliográficas deberá presentar-
se al final de la contribución obligatoriamente,
k. En el caso de incorporar Anexo/s: deberán
en orden alfabético por apellido del autor/a.
enumerarse en orden creciente.
Por ejemplo:
Las citas bibliográficas
Bauman, Z. (1999). Modernidad líquida. Buenos
Las citas textuales deben adecuarse al sistema Aires: Fondo de Cultura Económica.
APA (American Psychological Association). Castell, R. (2010). Las transformaciones del traba-
Las citas textuales podrán ser: jo, de la producción social y de los riesgos en un
a. Menores a 4 renglones: deberán presentar- período de incertidumbre. Turín: Instituti Di
se en línea de continuidad al texto central, Tella/Cátedra UNESCO/Siglo XXI.
encomilladas y sin cursivas. Por ejemplo: CEPAL (1992). Equidad y transformación produc-
tiva: un enfoque integrado. Santiago: Publica-
Los procesos estudiados pueden envidenciar ción de las Naciones Unidas.
un clima de época. En palabras de García Del- CEPAL (2012). Cambio estructural para la igual-
gado, “tres puntos de inflexión pueden indi- dad. Una visión integral para el desarrollo. San-
carse como ´síntomas´ de los acontecimientos tiago: Publicaciones de la CEPAL-PNUD.
singulares a los que quisiéramos referirnos Colombo, A. (2011). La cuestión del tiempo en la
cuando hacemos alusión a lo que proponemos teoría política. Buenos Aires: Prometeo.
denominar el cambio epocal.” (2014: 25). Feletti, R. (2013). El repunte de la economía.
Aciertos y Límites de la Política Económica.
b. Mayores a 4 renglones: deberán redactarse Observatorio de Coyuntura Económica. UN-
en un párrafo aparte, sin entrecomillado, TREF. Núm. 8. 10-24.
dejando 1 cm de sangría izquierda y dere- Ferrer, A. (2004). La densidad nacional. Buenos
cha (tabulado). Por ejemplo: Aires: Ci-Capital Intelectual.

En la misma línea, Repetto señala que, hasta Pautas para los Autores para el
que no cobraron fuerza los procesos descen- envío de Reseñas de libros
tralizadores latinoamericanos, el territorio (en Las contribuciones deberán contener la si-
particular el local) era visualizado más bien guiente información:
como un simple dato administrativo en el
cual, quienes allí habitaban, recibían de modo a. Las pautas de presentación consisten en
pasivo los servicios y programas fiscales decidi- presentar la contribución con los siguien-
dos y gestionados desde el nivel central del Es- tes elementos (en este orden): imagen de la
tado. El autor menciona además lo siguiente: tapa del libro reseñado; título completo del

219
237
libro; editorial, ciudad y año de edición; nú- • Se deberá completar una cesión de
mero de edición, cantidad de páginas totales derechos (autorización) con los datos de la
del libro e ISBN; traducción al idioma inglés contribución, los datos del autor o autora
de dicha información; autor o autora de la y firmar la misma. Importante: la firma no
reseña de libro; palabras clave y keywords; podrá ser escaneada o digital, deberá ser
reseña propiamente dicha. origina (sin excepción). La cesión de
derechos (autoriza-ción) deberá enviarse en
b. Datos del autor o autora: se presenta-
un sobre cerrado a nombre de la Revista
rá en un archivo aparte el/los nombre/s,
Estado y Políticas Públicas a la oficina
apellido/s, institución a la que pertenece,
entrepiso del Área Estado y Políticas
dirección postal institucional, dirección de
Públicas de FLACSO Argentina (Dirección
correo electrónico, teléfono, máximo nivel
postal: Tucumán 1966, C1050AAN,
de estudios alcanzados y en qué institución
Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
y estudios en curso (si los hubiera).
Argentina).
c. La extensión mínima de la contribución:
2.000 palabras. Proceso de evaluación de
las contribuciones
d. La extensión máxima de la contribución:
4.000 palabras. a. Debida recepción: los autores deberán en-
viar sus contribuciones teniendo en cuenta
Formato del archivo las pautas indicadas, cumplimentando los
Tipografía: se requiere Times New Roman. requisitos antes mencionados y enviando la
contribución dentro de los plazos de tiem-
Tamaño de letra: po (si corresponde).
• 12 puntos para títulos y textos.
• 11 puntos para las citas textuales mayores a b. Proceso de evaluación interna y externa:
4 renglones. la aprobación de las contribuciones estará a
• 10 puntos para las notas a pie de página. cargo del comité editorial que usará como
criterio para su decisión los resultados de
Párrafos: deberán estar justificados, con san- los dictámenes aportados por evaluadores
gría en la primera línea, interlineado sencillo externos. Para un mejor proceso de dicta-
y sin dejar líneas vacías entre párrafo y párrafo. minación, la información sobre los autores
y sobre los dictaminadores guardará un es-
Páginas: con márgenes izquierdo, derecho, in-
tricto anonimato. De este modo, las contri-
ferior y superior de 3 cm.
buciones quedarán sujetas a la evaluación
Archivo: guardado con el título de la contri- de pares y referato “doble ciego”.
bución en formato DOC o RTF.
c. Comunicación: el comité editorial en un
Envíos de las contribuciones plazo no mayor a dos meses comunicará a
los autores el resultado de los dictámenes
• La contribución deberá ser enviada por co-
recibidos y la decisión de publicar, o no, la
rreo electrónico a la siguiente dirección: re-
contribución.
vistaeypp@flacso.org.ar
• En un archivo aparte en formato DOC o
RTF se deberá enviar por mail el Curricu-
lum Vitae (CV) abreviado del autor o de la
autora. La extensión del mismo no deberá
superar los 15 renglones y deberá ser presen-
tado en un único párrafo.

220
238
Política editorial
a. La Revista Estado y Políticas Públicas no asu-
mirá responsabilidad alguna por las contri-
buciones enviadas y no publicadas.
b. La Revista Estado y Políticas Públicas no asu-
mirá responsabilidad alguna por las ideas,
opiniones, comentarios, posicionamientos,
posturas, contenidos, etcétera, de los auto-
res en las contribuciones publicadas, pues-
to que se consideran de propiedad exclusiva
del autor o autora de la contribución.

NOTAS DE COPYRIGHT
La Revista Estado y Políticas Públicas y su con-
tenido se brindan bajo una Licencia Creative
Commons Atribución – No Comercial 2.5
Argentina. Es posible copiar, comunicar y
distribuir públicamente su contenido siempre
que se cite a los autores individuales y el nom-
bre de esta publicación, así como la institu-
ción editorial. El contenido de esta revista no
puede utilizarse con fines comerciales.

DECLARACIÓN DE PRIVACIDAD
Los nombres y direcciones de correo electró-
nico introducidos en esta revista se usarán ex-
clusivamente para los fines declarados por esta
revista y no estarán disponibles para ningún
otro propósito u otra persona.

DATOS DE CONTACTO
Revista Estado y Políticas Públicas
Área Estado y Políticas Públicas
Facultad Latinoamericana de Ciencias Socia-
les (FLACSO) Sede Argentina.
Oficina entrepiso
Dirección postal: Tucumán 1966, C1050AAN
Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina.
Correo electrónico: revistaeypp@flacso.org.ar
Teléfono: (54) (11) 5238-9361
Página WEB: http://politicaspublicas.flacso.
org.ar/

239
221

Potrebbero piacerti anche