A

ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL

CTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL

ANÁLISIS JURÍDICO

¿Cuál es el verdadero iter criminis en el delito

de estafa que el operador jurídico debe valorar?

Nelvin ESPINOZA GUZMÁN*

El autor aborda el delito de estafa considerando que en este, a diferencia de otros delitos contra el patrimonio,
RESUMEN

no existe amenaza o violencia, sino solo el engaño hacia la víctima. En ese sentido, aborda los elementos cons-
titutivos de este delito y cómo se evidencian estos en su comisión de manera consecutiva, desde que el estafa-
dor emplea medios fraudulentos para inducir al error a la víctima hasta el aprovechamiento indebido o ilícito.

ciertos hechos graves del furtum. “Los juristas romanos no defi-

MARCO NORMATIVO nieron el delito de estelionato ya que estimaban imposible enume-
 Código Penal, D. Leg. Nº 635 (24/04/1991):
art. 196.
rar los casos particulares. Por lo tanto, quedaba al arbitrio del Pre-
tor determinar cuándo un hecho en particular debía ser reprimido
penalmente. Las decisiones de los Pretores consagraron algunos
hechos que constituyeron estelionatos, tales como: empeñar, ven-

 PALABRAS CLAVE: Delito de estafa / Es-

telionato / Delitos contra el patrimonio / Res-
ponsabilidad penal / Iter criminis
Recibido: 31/07/2017
Aprobado: 14/07/2017
I. NOCIONES GENERALES
El delito de estafa surgió en el Derecho
Romano, bajo la denominación de stelliona-
tus del vocablo stellionatus, que deriva de ste-
llio y onis con que se designaba al estelión o
salamanqueza, bajo el nombre de estelionato,
donde se castigaban todos los actos come-
tidos en perjuicio del patrimonio de otro, el
cual designaba a una pluralidad de hechos que
dañaban la propiedad y que se encontraban
entre la falsedad y una comprensión larga de
der, permutar o dar insolutum una cosa ya obligada; sustituir mer-
caderías después de haberlas vendido o hacerlas desaparecer antes
de la tradición”1.
Si bien es cierto que el delito de estafa hasta la actualidad es un
delito que atenta contra el patrimonio de las personas, debemos
tener presente que en este tipo de delitos no hay violencia o ame-
nazas como la puede haber en el robo, usurpación y extorsión o
cuando se hurta un bien ajeno, sino que es un delito en que el agente
actúa con inteligencia engañosa a través de medios fraudulentos
que asume el estafador para engañar a la víctima y hacer que esta
* Estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional
José Faustino Sánchez Carrión. Ha laborado en la Fiscalía de Investigación de la Fis-
calía Provincial Penal Corporativa de Barranca y en la Fiscalía Especializada en Deli-
tos de Corrupción de Funcionarios del Distrito Fiscal de Huaura.
1 YUBERO CÁNEPA, Julio. “El engaño en el delito de estafa”, p. 14. Disponible de:
<http://www.oocities.org/exocet_r/estafa3.html>.

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 288 • NOVIEMBRE 2017 • ISSN 1812-9552 • pp. 117-127 117
entregue voluntariamente el bien,
que es el objeto del delito y de esta
manera poder obtener un prove-
cho o beneficio perjudicando a la
víctima o a una tercera persona, es
por ello que la estafa es un delito
de autolesión, donde la misma víc-
tima se desprende de su bien de
manera voluntaria, engañada por
los medios fraudulentos desplega-
das por su estafador.
En ese sentido, abordaremos los
elementos del delito estafa y cómo
se evidencian estos en la comisión
del delito de manera consecutiva,
desde el momento en que el esta-
fador haciendo uso de medios frau-
dulentos decide inducir en error
a la víctima, hasta el aprovecha-
miento indebido o ilícito por parte
del estafador en la comisión de este
ilícito penal, el cual analizaremos
para poder entender cuáles son los
elementos que el operador jurídico
debe analizar cuando se encuen-
tra frente al delito de estafa, con
base en ciertos cuestionamientos:
¿cuándo realmente se configura el
delito de estafa?, ¿cuáles son los
elementos del tipo penal que esta-
blece nuestro código para que se
configure el delito de estafa?, y,
¿cuál es el camino o iter del delito
de estafa para que esta se pueda
configurar o consumar?
Abordaremos este delito anali-
zando el correlato del iter crimi-
nis (lo denominamos así, porque es
una de las maneras que el operador
jurídico puede advertir si realmente
2 “El que procura para sí o para otro provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u
otra forma fraudulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años”.
118
existe o no el delito de estafa) que
implica, el cumplimiento secuen-
cial como una cadena para que
pueda existir este ilícito penal, ya
que si no se presentan estos elemen-
tos que mencionaremos, no aparece
el delito de estafa o solo puede que-
dar en grado de tentativa, para lo
cual debemos tener presente: pri-
mero, el engaño, astucia, ardid, arti-
maña, y otros medios fraudulentos
que emplea el estafador; segundo,
que todos esos medios fraudulen-
tos mencionados estén destinados
a crear y mantener en error a la víc-
tima; tercero, que exista una dis-
posición patrimonial por parte del
agraviado sobre el bien; cuarto, que
exista un desprendimiento del bien
de la esfera del agraviado y pase a
la esfera del estafador o de una ter-
cera persona ajena al bien, produ-
ciendo de esta manera un perjuicio;
y, quinto, que exista un perjuicio a
través del aprovechamiento ilícito o
indebido por parte del actuar doloso
del estafador.
Teniendo en cuenta el párrafo ante-
rior, en caso de que uno de los
elementos del delito de estafa no
aparezca de manera secuencial
conforme a los hechos y los ele-
mentos de convicción que permi-
tan inferir de la comisión del delito
de estafa, podría darse el caso de
que el delito presuntamente se
habría cometido, sin embargo, por
no haber medios de prueba que evi-
dencien su comisión, podría darse
el caso de que primero aparezca
pp. 117-127 • ISSN 1812-9552 • NOVIEMBRE 2017 • Nº 288 |
el desprendimiento patrimonial y
luego alegar el error. En este caso,
simplemente el delito de estafa no
se habría cometido.
Es por ello que en la presente inves-
tigación analizaremos cada uno
de los supuestos a fin de estable-
cer cuándo en realidad estamos
frente a un delito de estafa y algu-
nos supuestos problemáticos que
podrían surgir en el iter crimis de
este ilícito penal.
II. EL DELITO DE ESTAFA
Este ilícito penal se encuentra regu-
lado en el artículo 196, tipo base
del Código Penal2, y podemos defi-
nirlo como un delito basado en
actos fraudulentos (engaño, astucia,
ardid, artimaña y otros), dando a la
“realidad de los hechos”, una “falsa
verdad aparente” que conduce al
agraviado del delito, a crearse esa
“falsa verdad” como si fuera “algo
verdadero”, puesto que actúa pen-
sando o creyendo que la “reali-
dad de los hechos” es algo cierto
dentro del actuar del sujeto activo;
sin embargo, sucede que la “falsa
verdad aparente” es utilizada para
poder inducir y mantener en error al
agraviado del delito, de esta manera
para que el agraviado, quien tiene
la disposición de su patrimonio, se
pueda desprender de manera volun-
taria creándole un perjuicio al agra-
viado y poder obtener un benefi-
cio o provecho económico para sí
mismo o para un tercero por parte
del estafador.
ACTUALIDAD JURÍDICA

El efecto directo de los medios
fraudulentos es la generación del
error. En ese sentido, la conducta
de estafa implica la inducción a
error del perjudicado patrimonial.
La producción del error en la víc-
tima implica que esta represente la
falsa realidad creada por el agente
delictivo mediante su medio frau-
dulento. “El error para que tenga
relevancia en el delito de estafa
debe haber sido provocado o pro-
piciado por la acción fraudulenta
desarrollada por el agente. El error
debe surgir inmediatamente a con-
secuencia del acto fraudulento. Si
no hay acción fraudulenta de parte
del agente, es imposible hablar de
error y menos de estafa3.
En esta misma idea, Bajo Fernán-
dez (2006) afirma que la estafa es
un delito de “autolesión”, sobre la
base de que en estos casos la víctima
contraviene el principio de auto-
rresponsabilidad y, a consecuencia
de ello, causa su propio detrimento
patrimonial; y siendo más arries-
gado, aunque no por ello faltándole
razón, Pawlik (2008, p. 42) sostiene
que la estafa es una autoría mediata
tipificada donde el autor (el hom-
bre de detrás) utiliza a la víctima
(hombre de delante) para lesionar
el patrimonio de esta última4, asi-
mismo, debiendo tener en cuenta
que en el delito de estafa no solo
participan en ocasiones el estafa-
dor y la víctima, sino que también
podrían existir el empleo de otros
documentos falsos u artimañas que
sirvan para inducir a error, que el
3 ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia penal. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p. 298.
4 Disponible en: <http://www.oocities.org/exocet_r/estafa3.html>.
ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 288 • NOVIEMBRE 2017 • ISSN 1812-9552 • pp. 117-127
ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL
Inducir
Existen medios
y mantener
fraudulentos
en error
estafador en complicidad con otros
sujetos puede perjudicar al agra-
viado del delito o a una tercera per-
sona con su actuar doloso.
III. ITER CRIMINIS DEL DELITO
DE ESTAFA
Para poder entender mejor este ilí-
cito penal en la práctica jurídica de
los casos penales en los despachos
fiscales y judiciales, hemos visto
por conveniente crear un pequeño
cuadro, que nos permita apreciar
los elementos secuenciales que el
operador jurídico debe tomar en
cuenta, como criterio personal, no
digo que es lo correcto, pero sin
embargo, considero que el primer
y segundo elemento del iter crimi-
nis en la estafa, necesariamente, de
manera obligatoria, debe aparecer
de manera secuencial uno tras el
otro, tal cual, siendo el primero los
medios fraudulentos empleados por
el estafador y que a través de estos,
utilizarlos para poder inducir en
engaño al agraviado, ya que si estas
no están de manera secuencial, sim-
plemente se rompe la cadena del
delito y la estafa desaparece, por
lo que debemos ser muy cautelo-
sos al momento de poder verificar
las testimoniales de cada agraviado
y si efectivamente es corroborado
con los demás elementos y medios
de prueba a fin de poder verificar
Disposición Desprendimiento
Beneficio ilícito
patrimonial y perjuicio
si realmente el agraviado disponía
de su patrimonio, si este se ha des-
prendido o no una vez que el esta-
fador utilizó los medios fraudulen-
tos para estafar, perjudicándose el
agraviado y beneficiándose el esta-
fador. Veamos el gráfico sobre la
composición de este ilícito penal
(en la parte superior).
1. Medios fraudulentos emplea-
dos en el delito de estafa
Vienen a ser los primeros elemen-
tos que el operador debe verificar,
si realmente existió o no una acti-
tud engañosa que induzca a error
al agraviado a fin de poder verificar
los actos posteriores una vez que
el estafador falsea la realidad para
poder inducir en error al agraviado,
por lo que detallaremos algunos de
los medios fraudulentos a través del
cual se vale el estafador para come-
ter el delito.
En ese sentido, estos elementos
deben concurrir secuencialmente,
de modo que el engaño idóneo y
eficaz precedente o concurrente a la
defraudación, maliciosamente pro-
vocado por el agente del delito y
proyectado a la víctima, que puede
constituir en usar un nombre fin-
gido, atribuirse poder, influencia
o cualidades supuestas, aparentar
bienes, créditos, comisión, saldo de
119
cuenta corriente, empresa, negocia-
ciones imaginarias o cualquier otro
engaño semejante, debe provocar
error en el sujeto pasivo, viciando
su voluntad, cimentada sobre la
base de dar por ciertos los hechos
mendaces, simulados por el agente
del delito. Todo ello provocando
un desprendimiento a un patrimo-
nio que se materializa con el des-
plazamiento de los bienes o inte-
reses económicos de la víctima,
sufriendo así una disminución de
sus bienes, perjuicio o lesión de
sus intereses económicos, pasando
los bienes o intereses al patrimonio
del agente o al poder de un tercero,
quien se aprovecha o enriquece
indebidamente5.
Estos medios fraudulentos debe-
rán siempre aparecer antes de que
sea inducido al error, por lo que si
el agraviado tenía conocimiento de
ciertos actos irregulares sospecho-
sos por parte del agente causante,
el delito de estafa no aparece; por
ejemplo, el predio materia de litis
se encontraba en una situación liti-
giosa o que no era poseedor del
predio el presunto poseedor, pero,
sin embargo, el estafador vende
el predio valiéndose de algunos
documentos fraudulentos, cuando
realmente el agraviado tenía cono-
cimiento de esos hechos. En el pre-
sente caso, el delito de estafa no
aparece, por ello debemos ser muy
cuidadosos al momento de realizar
la calificación previa para seguir el
iter criminis de este delito.
5 SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra el patrimonio. Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 268.
6 STC Exp. Nº 00726-97 Lima, en “Jurisprudencia del Proceso penal sumario”, p. 285
7 Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante, para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjui-
cio propio o ajeno.
120
1.1. Engaño
Según la RAE, el engaño es la
“falta de verdad en lo que se dice,
hace, cree, piensa o discurre”, en
ese sentido viene a ser aquel acto
por medio del cual el estafador
manipula a la víctima, creando una
apariencia de algo que no es verda-
dero de los hechos, haciendo creer
una “falsa verdad”, como si fuera
verdadero para inducirlo a error.
El engaño supone una determinada
simulación o maquinación por parte
del sujeto, que debe tener la apti-
tud suficiente para inducir a error
a otro, siendo que lo decisivo en el
engaño es dar de cualquier modo,
concluyente y determinado, la apa-
riencia de lo verdadero a un hecho
falso; por otra parte, el engaño de
la estafa ha de ser anterior al error
y a la disposición patrimonial, de
modo que si esta se produce antes
del engaño, tampoco habrá estafa”6;
en ese sentido, para poder conside-
rarse como engaño en los medios
fraudulentos en el delito de estafa,
esta no es cualquier engaño que
exige nuestra jurisprudencia nacio-
nal, sino que debe ser un “engaño
bastante o suficiente” que ha sido
recogido del Código Penal de la
doctrina española7 del artículo 248,
inciso 1.
Este engaño debe ser anterior a
todos los elementos del iter crimi-
nis del delito de estafa, asimismo,
este medio fraudulento no es cual-
quier tipo de engaño que pueda ser
ocasionado por parte del estafador,
pp. 117-127 • ISSN 1812-9552 • NOVIEMBRE 2017 • Nº 288 |
sino que debe permitir que real-
mente el agraviado no tenga esa
posibilidad de poder evidenciar o
conocer que está siendo engañado,
caso contrario, si el agraviado evi-
dencia o sospecha que los “hechos
aparentes o la falsa verdad” no son
ciertos, entonces, no se estaría con-
figurando el delito de estafa puesto
que el agraviado tenía cierto grado
de conocimiento de los hechos y
este debió de ser más diligente
con su patrimonio y con el mismo
estafador.
Por ejemplo, una persona con estu-
dios superiores tiene más conoci-
miento de los asuntos patrimonia-
les que una persona sin estudios
(aunque es relativo), pero a veces
el estafador, es tan hábil, que busca
la forma como evitar que no sea
descubierto su objetivo que busca,
es decir engañar al agraviado. Sin
embargo, debe haber una diligencia
de cuidado siempre, por parte del
agraviado cuando se trata de una
persona que está inmerso en asun-
tos patrimoniales. En esa misma
línea de idea, si el estafador se pre-
senta aduciendo ser poseedor de un
terreno, pero que no acredita nin-
guna titularidad o algún documento
que acredite su posesión, es algo
que resulta ser difícil y creíble para
caer en la mentira cuando somos
personas que tenemos conocimien-
tos sobre los negocios jurídicos,
que muchas veces no es lo mismo
de aquellas personas que no tie-
nen ciertos conocimientos sobre los
negocios patrimoniales y son ellos
ACTUALIDAD JURÍDICA

en muchas ocasiones el punto de
quiebre de los estafadores.
Resulta ser diferente muchas veces,
cuando el estafador utiliza docu-
mentos fraudulentos, “aparente-
mente legales” para realizar una
compraventa de un terreno y obte-
ner un beneficio del agraviado o el
que vende un automóvil haciendo
creer al agraviado que se encuentra
en perfectas condiciones, pero sin
embargo no lo está en estos supues-
tos, sí se estaría configurando el
delito de estafa.
En ese sentido, el operador jurídico
al momento de calificar la conducta
deberá de verificar si el mecanismo
fraudulento deberá ser lo suficiente-
mente idóneo y capaz de vencer las
normas provisionales de la víctima,
debiendo de tener en cuenta para la
realidad concreta por las especia-
les circunstancias de tiempo, modo,
ambiente social, lugar y las especia-
les aptitudes intelectuales de la víc-
tima8. Por ello, el engaño debe pro-
ducir un error esencial en el sujeto
pasivo desconocedor o con conoci-
miento deformado e inexacto de la
realidad, por causa de la mendaci-
dad, fabulación o artificio del autor
del delito, lo que le lleva a actuar
bajo una falsa presuposición, a emi-
tir una manifestación de voluntad
viciada por la que dispone de su
patrimonio en beneficio del autor9.
Asimismo, el engaño debe ser con-
ducido a crear un grado de error en
la víctima, si solo se trata de una
mentira y no resulta ser creíble, el
8 SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra el patrimonio. Ob. cit., p. 271.
9 Obtenido de: <http://abogadomartin.es/estafa>.
10 SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal. Parte especial. Idemsa, Lima, 2006, p, 803.
11 Diccionario de la Real Academia Española, obtenido de: <http://dle.rae.es/?id=3TlwZEY>.
12 REÁTEGUI SÁNCHEZ. James. Manual de Derecho Penal. Parte especial. Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 443.
ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 288 • NOVIEMBRE 2017 • ISSN 1812-9552 • pp. 117-127
ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL
delito de estafa no se configura,
ya que todas las personas podrían
mentir, así como lo señala la doc-
trina española.
1.2. Astucia
Otro de los mecanismos o medios
que puede ser utilizado es el de
la astucia, que consiste en ciertas
habilidades para poder engañar y
evitar el engaño, poder inducir a
error y no ser descubierto por el
agraviado que está siendo utilizado
a través de una habilidad que goza
un sujeto para hacer caer fácilmente
en un hecho que no es verdadero y
al ser descubierto ostenta de habili-
dades para no ser descubierto.
Por ejemplo, que el estafador vis-
tiéndose con la misma ropa pertene-
ciente a un banco, portando su iden-
tidad como trabajador o empleador
con un fotocheck y otros docu-
mentos “aparentemente verdade-
ros”, ingresa a un establecimiento
comercial y se hace pasar como si
fuera un trabajador de una empresa
o empleador, el cual hace creíble
quizás que sea tal persona frente a
los demás, pero en realidad después
que consiguió su objetivo, se dan
con la sorpresa que este sujeto no
era trabajador o empleador.
En ese sentido, Salinas Siccha con-
sidera que la astucia es la simula-
ción de una conducta, situación o
cosa, fingiendo o imitando lo que
no se es, lo que no existe o lo que
se tiene con el objeto de hacer caer
en error a otra persona. El uso de
nombre supuesto o el abuso de
confianza son formas con las cua-
les el agente actúa con astucia”10,
debiendo tener presente que este
medio fraudulento debe ser tam-
bién anterior al error, caso contrario
si esto aparece posterior, el delito
no existe.
1.3. Ardid
Este medio fraudulento que se usa
en el delito de estafa viene a ser
el empleado hábil y mañosamente
para el logro de algún intento11, uti-
lizando maniobras o artificios des-
tinados a engañar; para el engaño
basta solo la afirmación contraria
a la verdad (o la negación de esta),
y si la primera forma de fraude
no ofrece mayores dificultades en
torno a su idoneidad típica, sí las
ofrece la segunda 12. En ese sen-
tido en el ardid, el estafador actúa
de manera mañosa a la realidad,
con astucia, para inducir en error al
agraviado.
Los ardides son tretas o timos. La
intención es provocar una con-
fusión en otra persona para que
malinterprete una situación y haga
algo que, en realidad, no desea
hacer. Tomemos el caso de una
editorial que anuncia la organiza-
ción de un concurso literario cuyo
premio se supone que es la publi-
cación de un libro. Los escritores
que desean participar deben abonar
una inscripción de 30 dólares para
estar habilitados a presentar sus
121
textos. Cien autores deciden inscri-
birse al certamen y la editorial, de
este modo, recauda $ 3 000 dóla-
res. Al anunciar el fallo, los orga-
nizadores informan que el premio
queda “desierto”. De este modo, se
demuestra que el concurso era un
ardid para que la editorial obtuviera
dinero sin siquiera publicar una
obra13. Así también por ejemplo, en
el ardid entra en juego la astucia
de la persona que quiere cometer
el engaño. Un anciano puede reci-
bir la visita de un hombre que ase-
gura ser amigo de uno de sus hijos.
A través de un discurso con idas y
vueltas, logra que la víctima le per-
mita ingresar a su casa. Una vez
dentro, el delincuente le informa
que necesita cobrarle una deuda a
su hijo: de este modo, el anciano,
creyendo que ayuda a su descen-
diente a resolver un problema, le da
el dinero al estafador14.
Finalmente, debemos tener pre-
sente lo que importa con respecto
a los medios fraudulentos que son
empleados para poder cometer este
ilícito penal, es que todos están
orientados con una finalidad de
inducir a error al agraviado, por lo
que nuestro Código Penal establece
estos tres mecanismos que puede
usar el estafador; sin embargo, hay
que considerar que estos medios
fraudulentos no son cerrados, sino
abiertos, por lo que el estafador se
vale de cualquier medio, no impor-
tando solo aquellos mencionados
anteriormente, en ese sentido tene-
mos: el artificio, truco, embuste, el
13 Obtenido de: <http://definicion.de/ardid/>.
14 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. Ob. cit., p. 443.
15 Ídem.
16 ETCHEBERRY, Alfredo. Derecho Penal. Parte Especial. Tomo III, reimpresión de la tercera edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2010, p. 392.
122
infundio, etc. Todos ellos orienta-
dos a inducir en error a la víctima.
2. Inducir o mantener en error
a la víctima
Una vez que el operador jurídico,
haya advertido los medios frau-
dulentos mencionados en el punto
anterior que el estafador empleaba,
la víctima cree que la “falsa ver-
dad o aparente de un hecho”, es
algo real o verdadero, porque se
crea ideando que lo afirmado por
el agente engañador es algo cierto,
y este se mantiene con esa ideación
de un hecho que no es verdadero.
El error en la víctima no solo puede
ser prolongado, es decir durante
un buen tiempo, sino que también
podría darse de manera circunstan-
cial, en un debido momento o de
manera instantánea que hace que
se desprenda de su patrimonio: asi-
mismo, el error no debe ser adver-
tido por la víctima.
Por otro lado, el error en la víc-
tima debe tener un inicio y un final,
donde se pueda dar el error com-
pleto hasta que se desprenda de su
patrimonio porque si la víctima se
da cuenta que está siendo inducido
a un engaño, sería un error incom-
pleto, y desaparece puesto que ha
sido advertido por el agraviado y
en este caso ya no se mantiene en
la víctima.
En ese sentido, se deberá de realizar
un juicio de tipicidad de los hechos
y ser muy diligente al momento de
pp. 117-127 • ISSN 1812-9552 • NOVIEMBRE 2017 • Nº 288 |
realizar la calificación jurídica, si el
agraviado ha sido inducido o man-
tenido en error por parte del estafa-
dor y se evidencia o no el error que
fue producido por el agente cau-
sante, caso contrario, el delito de
estafa no se configura, por lo que
no es cualquier error, sino que la
víctima no tenga la posibilidad de
poder salir de ese error, en cam-
bio, si sale del error, el delito de
estafa no se configura. Por ejemplo,
si el estafador decide engañar a una
persona, utilizando un aparato de
teléfono celular con su respectiva
caja haciéndole ver al agraviado,
pero el estafador haciendo uso del
ardid, decide cambiarlo por otro de
contenido similar, conteniendo un
jabón u otro material en el interior,
pero el medio fraudulento por el
agraviado es descubierto antes que
se desprenda de su patrimonio. En
el presente caso, no existe el delito
de estafa aún, puesto que no hubo
un desprendimiento de su patri-
monio y el error quedó inconcluso
(error incompleto) pese a ser un
error circunstancial en cuestión de
segundos. Aunque parezca broma,
pero hay casos en los que las víc-
timas son estafados como en este
ejemplo que hemos mencionado.
El error existe cuando se produce
un falso conocimiento de la rea-
lidad que es producto del engaño
y que a su vez motiva la disposi-
ción patrimonial perjudicial15. Debe
ser causa, es decir, el engaño reali-
zado por el sujeto activo debe ser el
que genere el error en la víctima16,
ACTUALIDAD JURÍDICA
 ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL

por ejemplo, inducir y mantener en

error a los agraviados (error com-
Engaño
pleto y prolongado), cuando una
persona se presenta en un centro Medios fraudulentos empleados
Astucia
poblado, quien aduce ser propieta- en el delito de estafa
rio de unos predios abandonados.
Ardid
Mediante documentos falsos les
Inducir o mantener en error a
hace creer a los agraviados que una la víctima
vez cancelado el íntegro de las cuo-
tas del pago de los predios que está
ITER CRIMINIS
vendiendo, el mismo sería quien DEL DELITO Disposición patrimonial
realizaría los trámites respectivo DE ESTAFA
para cada uno.
Desprendimiento patrimonial y
Asimismo, debemos tener presente perjuicio
dos situaciones al momento de veri-
ficar que el agraviado fue inducido
hacia error; primero, que debe ser Beneficio indebido para sí o para
consecuencia del engaño, depen- un tercero

diendo su relevancia típica si es que

es suficiente para alterar los ele-
mentos de juicio que dispone la
víctima para comprender la inten-
sión dolosa del agente; y, segundo,
debe motivar la disposición patri-
monial (que es el tercer elemento
que debemos verificar del iter cri-
minis) lo que permitirá verificar
la relación de causalidad entre la
acción y el resultado directamente
provocado por la disposición patri-
monial, si es que el error, lejos de
ser causa del comportamiento enga-
ñoso, aparece como consecuencia
de la propia negligencia o falta de
cuidado17.
Por lo que resulta importante preci-
sar lo establecido en el Recurso de
Nulidad Nº 2504-2015 Lima, con
relación al engaño y al error, donde
hace referencia a ciertos aspectos
importantes: a) la sola constatación
de un engaño, vinculado causal-
mente a una disposición patri-
monial perjudicial, con déficit de
información –error–, no implica,
per se, la configuración del delito
de estafa; b) solamente existirá un
engaño típico de estafa, cuando la
superación del déficit de informa-
ción –error– no es competencia de
la víctima disponente sino del autor
del hecho o suceso fáctico; esto es,
cuando la víctima carece de acce-
sibilidad normativa a la informa-
ción; y, c) en estos casos, el autor
es garante de brindar a la víctima la
información que a esta no le com-
petía recabar o descifrar18.
Por otro lado, nuestros jueces han
tomado la posición de la doctrina
española respecto a su tipo penal
sobre el delito de estafa, el cual no
debe ser un “error deficiente”, un
“error superable” o un “error sub-
jetivo” sino que este error que se
produzca en el agraviado, debe ser
un “error idóneo”, “error insupera-
ble” o un “error objetivo”, que esté
orientado hacía el agraviado con
la finalidad de que este no pueda
superar el margen de error al cual
ha sido inducido. Por ejemplo, si
una persona se presenta a una igle-
sia alegando ser Jesucristo que hace
milagros y tiene que darle diezmo
todo el pueblo, resulta ser difícil
(pese a las creencias religiosas) que
las personas puedan dar ofrendas
a un foráneo que no hace milagros
cuando en realidad es solamente

17 Exp. N° 02618 Lima, citado por SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra el patrimonio. Parte Especial. Instituto Pacífico, Lima, 2015, p, 272.
18 GUTIÉRREZ, Sandra. “R.N. Nº 2504-2015 Lima: Precedente vinculante sobre el delito de estafa”. En: Legis.pe. Lima, mayo de 2017. Disponible en: <http://
legis.pe>.

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 288 • NOVIEMBRE 2017 • ISSN 1812-9552 • pp. 117-127 123
una persona más, del cual las víc-
timas por sus creencias, se despren-
den de su patrimonio. Otro ejem-
plo sería el caso de una persona que
realiza rituales de florecimiento al
agraviado, quien paga una suma de
dinero por ello, y el sujeto activo
realiza aduciendo que le traerá la
suerte en el amor, cuando en reali-
dad nunca le trajo suerte y el agra-
viado aduce haber sido estafado, en
estos supuestos, resulta irrelevante
el reproche penal, puesto que no se
evidencia un error suficiente en el
sujeto activo.
Respecto al error suficiente, es muy
discutido porque puede darse el caso
de que el sujeto activo pueda cono-
cer cuál es la debilidad o el punto
de ignorancia del sujeto pasivo y es
justamente que se hace valer de su
escaso conocimiento o cultura del
sujeto pasivo para poder producir
el engaño e inducir en error al agra-
viado, por ello es necesario muchas
veces en este tipo de casos, reali-
zar un pericia psicológica a fin de
poder verificar si el sujeto pasivo
puede ser fácilmente manipulable
en el entorno social, respecto a la
forma en que se produjo cada hecho
de manera particular.
En ese sentido, deberá de exis-
tir siempre la intensión dolosa de
poder inducir a error al agraviado,
creyendo que la falsa realidad de
los hechos, es algo cierto, por lo
que el agraviado se representa en
el mismo, creyendo que es cierto
algo que no lo es, y este error no
es cualquier error, sino que siem-
pre debe ser un error que produzca
19 LA ROSA REGALADO, Aldo. Derechos Reales. Lima, 2013, p. 25.
124 pp. 117-127 • ISSN 1812-9552 • NOVIEMBRE 2017 • Nº 288 |
en la víctima como consecuencia
del engaño. Es así que si el agra-
viado, se descuida de sus bienes
por negligencia o falta de cuidado,
por ignorancia, con previo cono-
cimiento sobre la intensión sospe-
chosa del estafador, no existe el
delito de estafa.
3. Disposición patrimonial
Otro aspecto que debemos tener
presente en el delito de estafa es
que, una vez que la víctima ha sido
engañada mediante alguno de los
medios fraudulentos mencionados
anteriormente y a través de ellos
inducida a error, pensando o cre-
yendo que lo afirmado por el estafa-
dor era cierto, pero que en realidad
no lo era y la víctima actuó con la
buena fe haciendo caso al estafador.
También debemos verificar si el
agraviado tenía la disposición patri-
monial del bien materia de litis, de
poder realizar los actos de disposi-
ción patrimonial, debiendo de acre-
ditarse la posesión o titularidad
del bien, conforme lo establece el
artículo 201, inciso 1 del Código
Procesal Penal, el cual establece
que: “en los delitos contra el patri-
monio deberá acreditarse la preexis-
tencia de la cosa materia del delito,
con cualquier medio de prueba idó-
neo, asimismo que la valorización
de las cosas o bienes o la determi-
nación del importe del perjuicio
o daños sufridos, cuando corres-
ponda, se hará pericialmente, salvo
que no resulte necesario hacerlo por
existir otro medio de prueba idóneo
o sea posible una estimación judi-
cial por su simplicidad o evidencia.
En ese sentido, debemos entender
por disposición patrimonial, aque-
lla facultad del titular de un derecho
real, de poder transmitir, enajenar o
disponer e incluso extinguirlo con
su renuncia, también puede gra-
varlo con otros derechos, llamado
así, los actos de disposición que
realiza el titular del bien19, por lo
que no debemos confundir sobre las
facultades que ostenta el titular de
un bien al momento que se comete
el hecho delictivo, el cual deberá
tener la titularidad o la posesión de
bien, acreditando de manera idó-
nea la preexistencia de los bienes y
siempre la disposición patrimonial
debe ser después del engaño, ya que
si primero está la disposición patri-
monial y luego aparece el engaño,
no existe el delito de estafa.
En caso de advertirse que el pre-
sunto agraviado de estafa no
ostenta la titularidad o la posesión
del bien materia de litis con medios
probatorios y al no acreditarse de
manera idónea la preexistencia de
los bienes con medios probatorios
suficientes, no podrá evidenciarse
los “actos de disposición” que ejer-
cía la víctima sobre el bien objeto
del delito, pero puede darse el caso;
pese a tener la titularidad del bien
y realizar los actos de disposición,
la víctima lo realiza con fines ilíci-
tos, por ejemplo, el estafador, por
medio de una llamada telefónica,
se hace pasar como policía, adu-
ciendo que la hija de la víctima se
ACTUALIDAD JURÍDICA
 ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL

encuentra detenida en una comisa-
ría por conducir en estado de ebrie-
dad y haber atropellado a una per-
sona, y a cambio de su libertad, el
supuesto policía le solicita la suma
de diez mil soles.
En el presente caso, pese a ser muy
discutida esta posición por muchos
operadores jurídicos, si realmente
este tipo de engaño puede ser o no
un delito de estafa y ser amparado
por el Derecho Penal, sin embargo
si analizamos el mismo tipo penal
de estafa, no se da la figura delic-
tiva que se establece para el delito
de estafa, porque el agraviado tiene
conocimiento de los hechos que son
para fines ilícitos y no para actos
lícitos orientados por el agraviado,
dentro de los actos jurídicos líci-
tos, que se desarrollan dentro del
margen permitido por la ley. En ese
mismo sentido, así lo ha estable-
cido la Corte Suprema en la Casa-
ción N° 421-2015 Arequipa20, en
donde establece que los supuestos
de estafa con fines ilícitos no son
tutelados por el Derecho Penal (ver
pie de página, fundamentos de la
sentencia casatoria).
Siendo así, la disposición patrimo-
nial es todo comportamiento que
realiza el titular del patrimonio, con
la mira de cumplir determinados
fines, generando que el objeto patri-
monial salga de su esfera de domi-
nio, introduciéndose ilícitamente
en la esfera de dominio del autor
del delito (lo que constituye un
desprendimiento de su patrimonio),
existiendo una disminución en el
patrimonio del sujeto pasivo por su
propia voluntad como consecuen-
cia del error en su representación de
la realidad producto del engaño21,
el cual constituye el perjuicio eco-
nómico que genera al agraviado del
delito de estafa.
Es por ello importante que el titu-
lar del bien advierta al fiscal para
corroborar con otros medios pro-
batorios conforme a los hechos; si
se ha cometido el delito de estafa,
acreditando su titularidad o pose-
sión del bien y si esta no es posi-
ble, el delito de estafa no resultaría
ser típico o justiciable penalmente,
porque no tendríamos el objeto
sobre el cual recae el delito, pese a
que exista una víctima de este tipo
de delito muy común en la moder-
nidad, sobre todo en los actos jurí-
dicos de predios, es por ello que al
delito de estafa también se le deno-
mina como el delito de autolesión,
delito de relación, es decir, aquel
donde el autor no puede alcanzar su
propósito criminal sin la colabora-
ción de la víctima, que en el caso
concreto viene dado por el acto de
disposición patrimonial22, signifi-
cando que es el mismo agraviado
quien se desprende de manera libre
de su patrimonio al haber sido indu-
cido mediante engaño, creyendo
que el tráfico jurídico que rea-
liza, es conforme a la realidad, sin
embargo, resulta ser todo lo con-
trario, es por ello que no sería posi-
ble que el estafador pudiera con-
seguir lo que busca con este ilícito
penal, sin la ayuda engañada por
el estafador por parte de la misma
víctima.
4. Desprendimiento patrimonial
y perjuicio
Una vez que el operador jurí-
dico haya cuestionado el engaño
en que fue inducido el agraviado,
sobre el error que se representó
este, teniendo la disposición patri-
monial del bien materia de cues-
tionamiento en el delito de estafa,
corresponde analizar si es sufi-
ciente contar con la disposición
patrimonial que ostenta el agra-
viado del delito de estafa o resulta
ser innecesario que exista despren-
dimiento patrimonial; asimismo, si
solo a través de la disposición patri-
monial se genera perjuicio econó-
mico o para que exista perjuicio
económico, debe existir desprendi-
miento patrimonial.

20 Décimo segundo: “[e]n contraposición a lo señalado un sector de la doctrina afirma que los supuestos de estafa con fines ilícitos no son tutelados por el dere-
cho penal. Principalmente porque niegan un perjuicio típico del delito de estafa. Esta posición se sustenta por un lado alegando la armonía jurídica que debe
existir entre el derecho civil y el derecho penal, afirmando que conforme a la normativa civil –inciso 3 del artículo 140 del Código Civil peruano–, un requi-
sito imprescindible del acto jurídico es su fin lícito. Así, solo merecerá protección del derecho penal aquellas disposiciones patrimoniales fue tienen lugar den-
tro de un marco jurídico lícito o de una situación que no contradiga los valores del orden jurídico.
Décimo tercero: De igual forma, bajo los preceptos de la moderna teoría de la imputación objetiva, se puede afirmar que en los supuestos de estafa ilícita
existe un error que no es típico, por lo que no es tutelado por la norma penal. Nos referimos a cuando es la víctima quien pone en riesgo su patrimonio volun-
tariamente con el fin de realizar una contraprestación para la ejecución de una acción ilícita, la cual no está reconocida ni protegida por el ordenamiento jurí-
dico; por lo que, no cuenta con los medios legales previstos en supuesto de incumplimiento de contraprestaciones con fin licito”.
21 Ídem.
22 MATTOS RÁZURI, Sergio. “La intervención de la víctima en el delito de estafa”. En: Revista de ciencias humanas y sociales. Vol. 5, Nº 1, Universidad Cien-
tífica del Sur, Lima, 2013, p. 28.

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 288 • NOVIEMBRE 2017 • ISSN 1812-9552 • pp. 117-127 125
Por desprendimiento patrimonial
podemos entender aquel acto a tra-
vés del cual el agraviado decide de
manera libre y voluntaria despren-
derse de su patrimonio y transfe-
rirlo hacia un tercero, pero resulta
que el acto de desprendimiento del
agraviado de manera libre y volun-
taria debe ser un acto lícito en la
esfera de dominio del agraviado,
sin embargo, en el delito de estafa,
este desprendimiento está viciado
por medios fraudulentos, es decir,
por actos ilícitos que son determi-
nados por el estafador, haciendo
que el estafado pueda despojarse
de su patrimonio y lo traslade a la
esfera de dominio del estafador o a
un tercero, dándose de esta manera
un perjuicio hacia el agraviado.
Por ejemplo, A se pone de acuerdo
para estafar con B, ambos se pre-
sentan ante C como cónyuges, adu-
ciendo ser copropietarios del predio
del que aparentemente son pro-
pietarios, pero lo cierto es que usa-
ron documentos falsos para indu-
cir a error a C, haciéndole creer que
lo estaban vendiendo por urgencia
por el monto de S/ 50 000.00, por
lo que C opta por comprar, aprove-
chando la oferta. En este caso hipo-
tético que muchas veces sucede en
la realidad, el acto de comprar la
oferta de A y B, por parte de C una
vez que hizo la entrega del monto
pactado hacia A y B, implica un
desprendimiento de su patrimonio
(el cual es el dinero de C).
Por perjuicio patrimonial, este
se produce como consecuencia del
desprendimiento patrimonial, es
decir el agraviado una vez que des-
plazó de su esfera de dominio su
patrimonio, hacia el estafador o una
126 pp. 117-127 • ISSN 1812-9552 • NOVIEMBRE 2017 • Nº 288 |
tercera persona que se hizo valer de
actos fraudulentos, resulta perjudi-
cado a través del desprendimiento
de su patrimonio.
Así como lo sostiene Salinas Sic-
cha, con el desprendimiento patri-
monial se ocasiona un perjuicio
hacia la víctima y en caso de que no
exista un perjuicio patrimonial, el
delito de estafa solo podría quedar
en grado de tentativa.
Por eso, debemos verificar si exis-
tió o no un perjuicio patrimonial en
la esfera de la víctima y siguiendo
el ejemplo antes planteado, si bien
es cierto que “C” entregó el monto
de S/ 50.000.00 hacia “A” y “B”,
resulta que “C” ya es perjudicado,
porque se ha desprendido de su
dinero y el estafador una vez que
consiguió su objetivo que es bene-
ficiarse ilícitamente, difícilmente
podría evidenciarse de quien se
trata, cuando quizás se cambió de
nombre solo para estafar, pero no
siempre el estafador actúa sin dejar
algún rastro como para no ser iden-
tificado. Por lo que el fiscal debe
ser muy minucioso en su investi-
gación, recabar los documentales,
las pericias de las letras, las firmas,
las modalidades que se emplean, la
vulnerabilidad del agraviado, lla-
mar a testigos, entre otros aspectos
relevantes que evidencien y escla-
rezcan el delito de estafa.
5. Beneficio indebido para sí o
para un tercero
Otro de los aspectos que debe tener
en cuenta el operador jurídico es
que el estafador debe hacerse valer
de actos fraudulentos para poder
obtener un beneficio ilícito, es decir,
aprovechándose de la situación del
agraviado, para finamente obtener
el objetivo.
Como habíamos hecho mención
anteriormente, para que se pueda
dar el delito de estafa, los actos ilí-
citos a realizarse deben ser necesa-
riamente desplegados por la con-
ducta del agente causante, es decir
por el estafador; caso contrario, si
los actos indebidos o ilícitos, frente
al requerimiento de estafador, son
realizados para fines ilícitos por
parte del mismo agraviado, el delito
de estafa no aparece.
El beneficio indebido o ilícito
implica que el estafador, una vez
que el agraviado se haya despren-
dido de su patrimonio, el sujeto
activo traslada el patrimonio ilí-
cito a su esfera de dominio a tra-
vés de los engaños fraudulentos
que empleó contra su víctima, pero
resulta que estos actos de disposi-
ción que pueda realizar el estafa-
dor después de haber hecho que se
desprenda de su patrimonio y oca-
sionándole perjuicio, son actos
indebidos o ilícitos que realiza el
estafador para de esta manera bene-
ficiarse ilícitamente.
En el delito de estafa siempre debe
existir un beneficio ilícito para el
estafador o para un tercero y, en
caso de que no se llegue a dar en
el iter criminis del delito de estafa,
el provecho indebido o ilícito por
parte del estafador, el delito de
estafa solo podría quedar en grado
de tentativa. Así como lo ha soste-
nido Edgardo Donna cuando dice
que: “este provecho es el fin último
que busca el agente al desarrollar
su conducta engañosa, al punto
que si no logra tal provecho para
sí o para un tercero, la estafa no se
ACTUALIDAD JURÍDICA

consuma, quedándose en grado de
tentativa”23.
CONCLUSIONES
La estafa es un delito muy enga-
ñoso, donde el estafador emplea
inteligencia engañosa no solo para
estafar al agraviado, sino también
para poder evitar evidencias en la
investigación y no puedan ser des-
cubiertas tan fácilmente.
Los medios fraudulentos emplea-
dos por el estafador, son diversos
y no solo los que establece nues-
tro Código Penal en su artículo 196.
El error en la víctima deber ser sufi-
ciente, circunstancial o prolongado,
capaz e idóneo de producir un error
en la víctima a través de los medios
fraudulentos.
No hay estafa si el agraviado se
desprende de su patrimonio con
fines ilícitos.
No hay estafa si el agraviado tenía
conocimiento de la situación enga-
ñosa por parte del estafador antes
de desprenderse de su patrimonio.
23 DONNA, Edgardo A. Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II-B, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 1999, p. 329.
ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 288 • NOVIEMBRE 2017 • ISSN 1812-9552 • pp. 117-127
ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD PENAL Y PROCESAL PENAL
No hay estafa si el agraviado no
tenía disposición patrimonial.
Se causa perjuicio al agraviado, a
través del desprendimiento patri-
monial.
No hay estafa si el agraviado aduce
haber sido engañado, pero que en
el fondo del asunto el problema es
de situación litigiosa que pueda ser
vertido en la vía civil.
En el delito de estafa siempre
deberá haber un beneficio ilícito o
aprovechamiento indebido para el
mismo estafador o un tercero.

Referencias bibliográficas
• DONNA, Edgardo A. Derecho
Penal. Parte Especial. Tomo II-B,
Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires,
1999.
• ETCHEBERRY, Alfredo. Derecho
Penal. Parte Especial. Tomo III,
reimpresión de la tercera edición,
Editorial Jurídica de Chile, San-
tiago, 2010.
• GUTIÉRREZ, Sandra. “R. N.
Nº 2504-2015, Lima: Precedente
vinculante sobre el delito de estafa”.
En: Legis.pe. Lima, mayo de 2017.
Disponible en: <http://legis.pe>.
• LA ROSA REGALADO, Aldo.
Derechos Reales. Lima, 2013.
• MATTOS RÁZURI, Sergio. “La
intervención de la víctima en el
delito de estafa”. En: Revista de
ciencias humanas y sociales. Vol.
5, Nº 1, Universidad Científica del
Sur, Lima, 2013.
• REÁTEGUI SÁNCHEZ. James.
Manual de Derecho Penal. Parte
especial. Instituto Pacífico, Lima,
2015.
• ROJAS VARGAS, Fidel. Jurispru-
dencia penal. Tomo I, Gaceta Jurí-
dica, Lima, 1999.
• SALINAS SICCHA, Ramiro. Deli-
tos contra el patrimonio. Instituto
Pacífico, Lima, 2015.
• SALINAS SICCHA, Ramiro. Dere-
cho Penal. Parte especial. Idemsa,
Lima, 2006.
• YUBERO CÁNEPA, Julio. “El
engaño en el delito de estafa”. Dis-
ponible en: <http://www.oocities.
org/exocet_r/estafa3.html>.
127