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Running Head: PORTAFOLIO MAESTRIA EN DIVINIDAD 1
Portafolio de la Maestría en Divinidad
Abraham Bruno
Seminario Wesley en Indiana Wesley University
Capstone – Curso de Integración – MDIV 695
21 de junio de 2019.
Nota de autor
Profesor en la Universidad Teológica Internacional en Norte Carolina.
Este proyecto sintetiza los cursos académicos para obtener el grado de Maestría en Divinidad.
Puede comunicarse al (336) 448 9268 o al e-mail abrajambh@hotmail.com

PORTAFOLIO MAESTRIA EN DIVINIDAD 2
Contenido
Introducción .................................................................................................................................... 3
Elementos esenciales de los proyectos de integración .................................................................... 5
La adoración que agrada a Dios ...................................................................................................... 6
Liderazgo congregacional capaz y eficiente ................................................................................... 8
Proclamación equilibrada y Cristo céntrica del evangelio .............................................................. 9
Una formación espiritual íntegra y ecléctica ................................................................................ 11
Una iglesia integrada en la comunión y amor del Espíritu ........................................................... 12
Una iglesia con visión – misión multicultural y multiétnica ........................................................ 14
Conclusión .................................................................................................................................... 16
Bibliografía ................................................................................................................................... 17
Apéndice ....................................................................................................................................... 19
Introducción
El programa de Maestría en Divinidad tiene como objetivo fundamental desarrollar una
comprensión general, crítica e integral de los diversos problemas y desafíos que presenta el
mundo a la iglesia de hoy en su pluralidad a escala local y mundial. La Maestría en Divinidad se
ha diseñado para todo líder ministerial que desea servir al pueblo de Dios a través de las diversas
vivencias de la iglesia. Por ello, se requiere un adecuado entrenamiento académico y contextual
para contar con la habilidad de reconocer y entender las diferentes cosmovisiones de nuestro
mundo, y saber cómo el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo impacta a cada persona en su
contexto.
La Maestría en Divinidad ofrece una integración equilibrada de tres componentes
académicos: la base de las Escrituras, el enfoque teológico y los estudios históricos, todo ello
combinado con las prácticas en el ministerio eclesial. Aprenderemos a usar los conocimientos
esenciales del contenido de la Escritura dentro de nuestro contexto histórico y cultural, para
aplicarlos a las diversas situaciones de esta cultura post moderna.
En la adoración entenderemos que para plantar, revitalizar y consolidar una iglesia se
debe partir de una ferviente vida de adoración, que se va perfeccionando en el estudio diligente
de la Palabra para proclamar un mensaje claro, integrador y transformador demostrando la
realidad que se puede vivir una autentica comunidad cristiana. Además, comprenderemos que
nada debe ser estático, que Dios es un Dios activo, que vivimos un proceso de cambios y que la
iglesia y los ministros deben entender la necesidad de estar en constante renovación, innovación
y evaluación de todo lo que implica ser fiel en el ministerio cristiano. La idea es que todo cambio
tienda a mejorar todas las áreas de la vida cristiana. No podemos continuar apegados a las
tradiciones o al hecho que “siempre lo hemos hecho así”. Por ejemplo, algunos líderes
tradicionales ven con “ojos de condenación” que en los altares haya instrumentos modernos,
luces, o cantantes que danzan. Para ellos estos “cambios” son un sacrilegio. En su libro Liderar
en una cultura de cambio, Michael Fullan va a mencionar: “cambio es más que establecer un
proceso mecánico para el cambio. Para entender el proceso del cambio uno debe tomar en cuenta
el sistema y a todos los que están involucrados.” (Fullan, 2001)
Estudiaremos cómo establecer nuevas estrategias para el liderazgo y la administración de
la iglesia cristiana. Cada estrategia se analizará mediante el FODA, la resolución de problemas y
la planificación. Esto último es colocar la visión en un plan estratégico para que cause impacto
en el contexto de la iglesia. Veremos la importancia de la visión – crecimiento – cambios. Los
seis proyectos planteados definen que la administración sin liderazgo crea parálisis. Hay iglesias
inadecuadamente lideradas y administradas. Se requiere que los proyectos se interrelacionen para
que su dinámica ofrezca los resultados de innovación, revitalización y expansión de la iglesia en
todos sus ministerios.

Elementos esenciales de los proyectos de integración
Cuando se desarrolla un plan estratégico, éste será como un mapa de carreteras que
describirá cómo nuestra organización ejecutará la estrategia seleccionada. Un plan dice a dónde
se dirige una organización por el próximo año o más y cómo es que va a llegar allí. Un plan
estratégico es una herramienta de administración que sirve al propósito de ayudar a una
organización a hacer un mejor trabajo, y mejorar las organizaciones. Un autor escribe:
¿Qué es planear? “Es el proceso mediante el cual se determina racionalmente a dónde
queremos ir y cómo llegar allá.” Esto quiere decir: que las medidas de hoy producirán
resultados en el futuro; resultados que se desprenden del propósito y de los objetivos de la
organización. (Campo, 2013)
La planificación estratégica no tiene que ser misteriosa, complicada, o malgastadora de
tiempo. Debe ser rápida, simple, y fácilmente ejecutable. Un buen plan estratégico logra lo
siguiente:
 Reflejar los valores de la organización.
 Definir claramente qué es lo más importante para alcanzar el éxito.
 Asistir a todos en la toma de decisiones diaria.
 Poner a todos en la misma página, enfocando y yendo en la misma dirección.
 Crear una cultura de pensamiento estratégico.
Hay varios diferentes componentes o piezas en un plan estratégico: Presentación del
contexto local, análisis estadístico, análisis FODA, declaración de visión, misión, valores y
estrategia; plan estratégico a corto, mediano y largo plazo que incluye: objetivos, metas, plan de
acción; estructura organizacional (organigramas); presupuesto; cronograma. Si no hay orden y

disciplina en lo que hacemos, no lograremos resultados estables y crecientes. Trabajar sin planes
nos lleva a la deriva, a la improvisación, a la mediocridad.
La adoración que agrada a Dios
Algunas preguntas centrales en este tema: ¿hasta qué punto la alabanza es genuina,
honesta y sentida de corazón? ¿cómo llegamos al punto de no estar nada más repitiendo una letra
o canción, o de simplemente dejarnos llevar por un ritmo que satisface más un deseo físico?
¿hasta qué punto ignoramos que la música puede ser un medio de poder para controlar los
valores, los pensamientos, la teología de los oyentes? ¿Qué estamos cantando en la iglesia que
está formando y moldeando la teología de los creyentes, que muchas veces es más influenciable
que la exposición de la Palabra? ¿Quién escoge las canciones? ¿Quién evalúa la letra?
La música no nos es dada para entretenernos. La adoración es saber ministrar el corazón
de Dios a través de nuestra obediencia amorosa a su voluntad. Adoramos a Dios por lo que Él es
y no por lo que hace por nosotros. Nuestra adoración a Dios no se circunscribe al entorno de
cuatro paredes. Cuando procuramos ser santos en toda nuestra manera de vivir, le adoramos en
espíritu y en verdad. El objetivo de adorarlo es sentir el olor grato de su amor, impregnarnos de
ello para imprimirlo en nuestro prójimo (familia, amistades).
Dios es el arquitecto de la adoración, él establece los parámetros para adorarlo. (Cherry,
2018). No podemos ajustarnos a los gustos del mundo. Por ejemplo, la música rock apela al
deseo sexual, pero muchos jóvenes cristianos no quieren entender eso. De esto deducimos que la
música afecta toda nuestra personalidad. Aristóteles decía que si uno escucha música mala tiende
a ser una persona mala; si uno escucha música buena tiende a ser una persona buena (Garlock,
2005, p. 9). La Palabra nos dice en Efesios 5.10 “Comprobando lo que es agradable al Señor”, y
esto es lo que la mayoría de los adoradores de hoy no hace. Ensayan lo que va a agradar a la
congregación y no a Dios.
La adoración es una secuencia de actos de amor ofrecidos a Dios a través de una
constante llenura del Espíritu Santo. Estos actos de amor serán el reflejo de un estilo de vida de
santidad, fe y obediencia en todo lo que somos y hacemos. La adoración requiere que sea hecha
en espíritu y verdad. Es decir, una vida de confesión y arrepentimiento de nuestros pecados, así
como de escudriñar a través de las Escrituras quién es Dios y lo que demanda de nosotros.
“La comunidad adoradora debe, por el poder Espíritu, vincular adoración correcta con vida
correcta” (Cherry, 2018, p. 56).
Cada acto de adoración debe tener el sello de excelencia, sino lo que se ofrece o hace
puede ser cualquier cosa, menos adoración. Se debe saber orar, leer la Palabra, cantar, danzar,
dar los anuncios, predicar. Y con esto no contradigo lo que la autora Cherry escribe: “La
adoración eficaz no es nunca el resultado de nuestros esfuerzos” (Cherry, 2018, p. 22), pues
según el contexto de los primeros ocho capítulos de su libro va a enfatizar que no se puede
construir un edificio sino está bien diseñado o si se utilizan materiales débiles o baratos, sobre
todo si este edificio es para Dios. También puntualiza que “para dirigir la adoración hace falta
tener el don espiritual, tiempo, preparación, ensayo y consagración” (Cherry, 2018, p. 95).
Entendamos que “la adoración es imposible sin la presencia del Espíritu Santo” (Webber,
2018, p. 3). No adoramos a Dios para entretenerlo o entretenernos. La adoración que toca a Dios
es ofrecerle una entrega total de nuestro ser. En la adoración somos “bañados” del amor de Dios,
fortalecidos en el carácter de Cristo y santificados en el poder del Espíritu para cumplir con
mayor eficacia la Gran Comisión en este mundo.

Liderazgo congregacional capaz y eficiente
Un líder ministerial debe entender que una teología de la administración busca equipar
los miembros del cuerpo de Cristo para que puedan funcionar en sus diferentes roles y
capacidades. Esta capacitación siempre será de acuerdo con los dones espirituales que Dios ha
dado a su Iglesia (Romanos 12: 3 8; 1 Corintios 12, y Efesios 4: 11-13). En mi contexto
ministerial, la administración (a base de un marco teológico) me permite dirigir un ministerio
que faculta a los miembros a descubrir sus dones espirituales. En lugar de “enseñorearme” sobre
los miembros, puedo pastorear, capacitar, y equipar a los miembros de mi ministerio para el
servicio. Así, podrán utilizar sus dones en servicio a Dios y los demás. Por esta razón, siempre
buscare administrar desde un marco teológico que primeramente edifica “el individuo” y luego
edifica la estructura eclesiástica o ministerial. Esto dará lugar a la formación de una comunidad
distinta que contribuye a los aspectos administrativos y organizativos de la iglesia.
La iglesia, es una institución divinamente establecida para desarrollar en el mundo un
programa integral, que tiene como primer propósito adorar a Dios (Mt 6:33); Tanto en los
cultos como en la obra del Señor, es decir, una misión cuádruple: predicar, enseñar,
pastorear y administrar (2 Ti 3:16). El líder cristiano, consecuentemente, opera en un
verdadero cuadrilátero de funciones. Se debe hacer conciencia de la urgente necesidad de
que haya líderes dinámicos en la iglesia, ya que un ministerio fructífero depende: Primero
de la bendición de Dios; y, Segundo de una adecuada administración. La administración
como un proceso funcional, consiste en apreciar, planear, preparar, organizar, ejecutar y
evaluar. (Olivo, 2015)
Ningún liderazgo efectivo y productivo se hace de manera individual y solitario. Dios es
un Dios que trabaja en equipo. Jesús dejó un modelo integral y complementario de

administración (Efesios 4.11). La historia demuestra que el poder acumulado en una sola persona
trae abuso y corrupción. Todas las habilidades de administración y de dirección – planeamiento,
organización, liderazgo de personal y evaluación, tienen como base las buenas relaciones en
equipo.
Si la comunidad cristiana ha de seguir siendo relevante, son necesarias nuevas reflexiones
y consideraciones de teoría administrativa y práctica…Administrar el ministerio de Dios
requiere un análisis serio y un pensamiento bien enfocado. Proveer cuidado y
administración en la obra de Dios debe depender de más que métodos novedosos de tres
pasos. (Anthony & Estep, 2008)
Proclamación equilibrada y Cristo céntrica del evangelio
Dios desea que nosotros hablemos fielmente lo que Él ha comunicado (Éxodo 4:10-16;
Jeremías 23:9-40; Juan 7:16, 8:28-29). Actuamos como mensajeros que transmiten las palabras
que Dios ha dicho, como si Dios rogase por medio de nosotros (2 Corintios 5:20). Hay un adagio
conocido que dice, “Un texto sin un contexto es un pretexto”. Esto significa que uno puede decir
cualquier cosa que se quiera cuando se toma un verso o pasaje fuera de sus contextos bíblicos,
históricos y literarios. La Biblia no es un libro de hechizos mágicos; ni es una bolsa de nueces
mixtas que nos permite escoger lo que nos gusta y evadir lo que no nos gusta. Cuando
predicamos la Biblia, o cuando la citamos, tenemos que decir lo que la Biblia está diciendo; nada
más y nada menos.
El 85% de los pastores alrededor del mundo tienen poco o nada de entrenamiento formal
de la Biblia y simplemente no están adecuadamente equipados para predicar la Palabra. Además,
la falta de experiencia en escuchar buenos ejemplos de mensajes expositivos contribuye a esto.

Algunos tienen el tiempo suficiente para prepararse en la Palabra, pero simplemente no lo
quieren hacer. Tal vez prefieren la facilidad de compartir historias de lecciones que han
aprendido, o puede ser que sean muy perezosos para esforzarse en hacer el duro trabajo de
manejar la Palabra de Dios correctamente en la predicación. Otros igualan el término
“predicación expositiva” con conferencias académicas secas, que citan demasiado el griego que
no aplican nada a su vida. Hay quienes creen en la falsa dicotomía de que predicar un mensaje de
un texto de la Escritura no permite “el mover del Espíritu”. En realidad, los predicadores deben
predicar la Palabra en el poder del Espíritu.
Las señales por las cuales la iglesia es reconocida son la predicación de la palabra y la
observancia de los sacramentos, ya que estos, donde quiera que existan, producen fruto y
prosperan por la bendición de Dios. Sin ella no hay iglesia, y ella determina la recta
administración de los sacramentos y el ejercicio fiel de la disciplina eclesiástica.
Dios emplea el elemento humano para entrar en conversación con humanidad. Jesús fue
la Palabra divina hecha carne por medio de la cual Dios habló a la humanidad. La Biblia
es la Palabra de Dios inspirada a hombres santos por la cual Dios continúa hablando. La
predicación cristiana no es sino un evento divino-humano en el cual Dios usa seres
humanos que han sido llamados y comisionados como instrumentos para transmitir este
mensaje al hombre. (Silva, 1995)
La predicación es un acto integral de la adoración a Dios. Es el instrumento por
excelencia del Espíritu para la salvación de los hombres. Orlando Costas añade: "La predicación
es un acto comunicativo. Predicar es, pues, compartir a Cristo con otras personas y así,
introducirlas a una relación íntima con Dios." (Costas, 1959, p. 33) Y es en esto que estamos
fallando. Muchas predicas cansan y aburren, son demasiado largas y al final no hay ningún tipo
de llamado. Por eso es necesario tomar en cuenta que:
La buena predicación ocurre cuando la mente bien preparada, llena de conocimiento,
habilitada para explicar, motivada por el amor, por la verdad, y con energía dada por el
Espíritu Santo, habla poderosamente. El verdadero predicador no se contenta con
informar a su audiencia un poco sobre materias académicas. Él quiere saturarlos con la
exposición clara y poderosa de la Palabra de tal manera que sientan el efecto de la verdad
de Dios en el nivel más fundamental. (Montoya, 2003, p. 10)
Una formación espiritual íntegra y ecléctica
A través de la formación espiritual de la congregación queremos lograr que los miembros
adquieran y desarrollen conocimientos, actitudes, valores de comportamiento, creencias y
prácticas que reflejen su fe en Jesucristo. Aquí es donde se requiere de un discipulado serio,
constante y planificado. Clases y materiales adecuados que permitan un proceso critico de
enseñanza y aprendizaje en el cual unos aprenden de los otros. En esta formación espiritual se
busca formar el carácter, informar la mente, transformar la conducta y los valores decaídos.
En muchas iglesias todavía se encuentran enseñanzas “adormecedoras”, no motivadoras,
que no encienden ningún tipo de avivamiento en los educandos. Por siglos, la presencia cristiana
en casi todos los países sigue siendo menos del 10%. He escuchado tantas enseñanzas sobre
compartir lo que tenemos, y hasta el presente, más del 90% de los miembros en nuestras iglesias
están en necesidad. Pazmiño resume:
Se puede definir la educación cristiana como el proceso de difundir las características
distintivas de la historia y verdad cristianas (información); de adquirir valores, actitudes y
formas de vida cristianas (formación), y promover el cambio en las personas,

comunidades, sociedades y estructuras (transformación) por el poder del Espíritu Santo
hacia una expresión más completa del reino de Dios en Jesucristo… Esta definición
incorpora los tres elementos esenciales o enfoques de la educación: Contenido, personas
y el contexto comunitario y social, junto con la dinámica de la información, la formación
y la transformación. (Pazmiño, 1995, p. 46)
El discipulado es adquirir un modo de vida, un carácter, una manera de ser a través de la
formación espiritual con el aporte de la educación cristiana. Es crear una nueva humanidad
solidaria. La idea clave de la formación espiritual de la congregación es la transformación del
“viejo hombre” en un “nuevo hombre”, es decir en la imagen de Jesús. Pablo expresó: “hasta que
Cristo sea formado en vosotros”. La formación espiritual no es asunto de arreglar o formar la
vida interior sino también de vivir en comunidad. Se necesita que la iglesia profundice más en su
vida espiritual para dar lugar a una efectiva acción del Espiritu en los dones y el fruto que El
imparte. Sin ello, es imposible expresar: “Porque no me avergüenzo del evangelio porque es
poder de Dios para salvación” (Rm. 1.16).
Una iglesia integrada en la comunión y amor del Espíritu
Un autor escribe “para que una iglesia sea sana se necesitan lideres sanos” (Scazzero,
2009, p. 41). Y añade que mucha gente en nuestras iglesias está “sujeta a un nivel de inmadurez
que los actuales modelos de discipulado no han abordado. Muchos son supuestamente
«espiritualmente maduros» pero siguen siendo infantes, niños, o adolescentes emocionales.
Demuestran poca capacidad para manejar la ira, la tristeza o las penas” (Scazzero, 2009, p. 200).
Y es muy cierto lo que el autor explica luego: “no es cuestión de habilidades técnicas o una
preparación altamente académica sino la calidad de vida espiritual del líder” (Scazzero, 2009, p.
247).
Los pastores hispanos en el contexto Wesleyano de North Carolina reflejan un ministerio
muy regular. Muchos no se actualizan bíblica ni teológicamente, ni quieren hacerlo. Los
miembros que han salido de diversas iglesias a otras han culpado al mal manejo pastoral en
resolver conflictos personales entre los miembros. Muchos miembros piensan del siguiente
modo: “Podríamos resolver todos nuestros problemas si usted nos encuentra un buen predicador
que tenga una alta personalidad tipo D.” Con esto, ellos querían decir que el hombre tenía que
ser un extrovertido que fuera un “verdadero líder agresivo” (Reeder III & Swavely, 2004, p. 11)
La disfuncionalidad se encuentra en la mayor parte de la iglesia. Entre sonrisas y abrazos
hay un distanciamiento, que se manifiesta en los famosos “grupitos”. Los miembros son
hermanos, pero no amigos. Estamos aprendiendo “cómo logra el factor amistad convertirse en un
experto para congeniar con los demás” (McGinnis, 2013, p. 18). “La iglesia enferma de hoy será
curada, como la de ayer, por la terapia del Espíritu y no por las críticas” (Leon, 1978, p. 15).
Un autor escribe: “Para poder sanar a la sociedad, la propia iglesia como comunidad debe
estar sana. Una iglesia enferma no puede cumplir un ministerio de sanidad.” (Deiros, 2008, p.
176). La primera iglesia cristiana según (Hechos 2.42-47) vivía en sanidad emocional y espiritual
porque era una iglesia de oración y en comunión, llena del Espíritu, que perseveraba en la
doctrina de los apóstoles - el partimiento del pan - las oraciones, la comunión unos con otros. Su
estilo de vida cristiano se caracterizaba por una profunda reverencia a las cosas de Dios,
manifestaciones de sanidad y liberación, tener todas las cosas en común y suplir las necesidades
de todos sus miembros.
La primera iglesia era totalmente desprendida de lo material. La llenura del Espíritu era
una llenura de amor, y el verdadero amor comparte y se preocupa por lo demás. La unidad y
buena relación entre los miembros solamente es posible cuando andamos en el Espíritu.
Una iglesia con visión – misión multicultural y multiétnica
Según Hechos 1.8 el primer enfoque de nuestra misión es nuestra “Jerusalén”. No se
puede cuidar la casa de otros sino se cuida primero la nuestra. Taylor escribe:
La congregación local debe también ser movilizadora al enviar, apoyar, y animar tanto al
desarrollo del nuevo liderazgo como a los ministerios transculturales. Debe evaluar a los
individuos talentosos, dándoles un lugar y tiempo para ejercitar sus dones, incluyendo el
derecho a fracasar y probar de nuevo. Una de las mayores tragedias que he visto en el
campo misionero es la de aquel obrero que tiene capacitación teológica, pero carece de
toda habilidad en la práctica y nunca ha desarrollado una tarea ministerial antes de ir al
campo. El precio en tales casos es terriblemente alto para todos los involucrados, ya que
esto tiende a producir derrotas devastadoras, tanto en lo espiritual como en lo emocional.
(Taylor, 1994, p. 24)
Necesitamos un proyecto misionero local que se enfoque en los jóvenes que son la
mayoría de la población hispana, pero a la vez sin descuidar a los niños y adultos. Para este
proyecto tendremos las siguientes prioridades ministeriales: oración, adoración, comunión,
evangelización y misión, capacitación, proyección, consolidación. Nuestra “Declaración de
Misión” es: Una misión integral sin fronteras geográficas, culturales, raciales, económicas,
sociales, políticas que, con el propósito de hacer discípulos de Cristo y transformar la vida
humana en todas sus dimensiones, según el propósito de Dios, y de empoderar a hombres y
mujeres para que disfruten la vida plena que Dios ha hecho posible por medio de Jesucristo en el
poder del Espíritu, y que lo demuestran en actos de amor y servicio.
Nuestra “Declaración de Visión” es: Ser una iglesia multicultural que trabaje con
excelencia e innovación para, que cientos de personas puedan fácilmente integrarse en nuestra fe,
disfrutando de sanas relaciones, teniendo la oportunidad de servir con sus dones y talentos, y
consolidándolos para fundar comunidades de equidad, compañerismo y amistad, conforme al
estilo de la primera iglesia cristiana.
“La misión se orienta a la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano
incluyendo la necesidad de Dios, pero también la necesidad de techo, alimento, abrigo, salud
física y mental y el sentido de dignidad humana”, (Conti, 2018). Las personas no son solo seres
con necesidades espirituales, sino también sociales, emocionales, físicas. En tanto a la iglesia le
sea posible, debe satisfacer todas esas áreas. En la primeria iglesia cristiana “no había ningún
necesitado”.
La obra misionera consiste en alcanzar a personas fuera del confortable círculo de la vida
congregacional. Es involucrarse con los pobres y los que están en desventaja. Misión es
un compromiso con las viudas y los huérfanos, los sin hogar y los encarcelados, los
drogadictos y las víctimas del SIDA, con las pandillas de adolescentes y las madres
solteras, los solitarios y deprimidos, los hambrientos y enfermos, los auto suficientes y
los ricos que no forman parte del círculo de la vida congregacional. (Shenk, 1998, p.
173)
Una iglesia que no es misionera o desaparece o se convierte en una iglesia de
entretenimiento. Sigo creyendo que, para ser misioneros al exterior, necesitamos ser misioneros
al interior de nuestras iglesias, luego a nuestro contexto más cercano y posteriormente a los
países lejanos, ese es el orden de Hechos 1.8. La misión no es personal. Dios no envía llaneros o
llaneras solitarias a hacer misión. Cuando trabajamos en equipo se perfecciona de manera
integral a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo y para
que el evangelio realmente demuestre ser poder de Dios.

Conclusión
En el programa de Maestría en Divinidad hemos aprendido nuevas estrategias de
liderazgo y administración, y de cómo adoptar y adaptar las mejores estrategias a nuestra
necesidad eclesial. Adoptar y adaptar no tiene nada que ver con copiar. Las copias no siempre
son exactas. El Pastor administrador-líder debe tener la suficiente preparación para llevar a la
adopción y adaptación de ciertas estrategias, con su debida evaluación y reconsideración.
Se requiere de un liderazgo cristiano con unción, crea y desarrolla capacidad
administrativa en líderes potenciales, para lograr uno o más objetivos, usando una influencia con
motivación y visión e implicando un plan de acción. El liderazgo es inspirar y motivar a la gente
hacia ir a las metas comunes. Un líder que sabe usar la introducción de cambios, el manejo de
conflictos y las relaciones con otros líderes, va a poder capitalizar rápidamente los procesos de
cambio que necesite la iglesia.
La iglesia no es una masa anónima de individuos aislados que hacen las cosas por su
cuenta. La iglesia es una comunidad de personas salvadas por Cristo, llamada a vivir los valores
del Reino de Dios. La primera iglesia nació en la expresión: “estaban todos unánimes juntos”.
Expandieron el reino en unidad: “comían juntos con alegría y sencillez de corazón”. Si los
pastores no dan ejemplo de “identidad colectiva” (cuerpo pastoral – trabajo en equipo), la iglesia
tendrá apatía para participar en cualquier actividad de formación cristiana. Que nuestro desafío
siga siendo como el de Pablo: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo
tengo por basura, para ganar a Cristo, a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filp. 3)
Bibliografía
Anthony, M. J., & Estep, J. (2008). Administración Básica para Iglesias y Ministerios. El Paso:
Editorial Mundo Hispano.
Campo, J. (2013). Planeación estratégica, diseñando la estrategia ganadora. Medell‫ؙ‬n: Proyecto
Editorial San Mat↓as.
Cherry, C. M. (2018). Arquitectos de la adoración. Barcelona: CLIE.
Costas, O. (1959). Comunicación por medio de la predicación. Miami: Editorial Caribe.
Deiros, P. A. (2008). Sanidad Cristiana Integral. Buenos Aires.: Publicaciones Proforme.
Foster, R. J. (2009). Celebración de la Disciplina. Buenos Aires: Editorial Peniel.
Fullan, M. (2001). Leading in a cultura of change. San Francisco: Jossey-Bass.
Leon, J. A. (1978). Psicología Pastoral de la Iglesia. Miami: Editorial Caribe.
McGinnis, A. L. (2013). El factor amistad: cómo acercarnos a las personas que nos interesan.
Bogotá: San Pablo.
Montoya, A. (2003). Predicando con pasión. Grand Rapids: Editorial Portavoz.
Nouwen, H. J. (2010). Formación Espiritual. Barcelona: Sal Terrae.
Olivo, J. (2015). Administración, un Enfoque Bíblico. Jacksonville: Universidad Cristiana Logos.
Pazmiño, R. W. (1995). Principios y prácticas de la educación cristiana. Miami: Editorial
Caribe.
Reeder III, H. L., & Swavely, D. (2004). De las Brasas a las Llamas: La forma en que Dios
puede revitalizar su iglesia. Graham: Faro de Gracia.

Rivera, R. A. (2008). Introducción a las Disciplinas Espirituales. Nashville: AETH.
Scazzero, P. (2009). Una iglesia emocionalmente sana. Miami: Editorial Vida.
Silva, K. (1995). Manual práctico de homilética. Miami: Editorial Unilit.
Taylor, G. D. (1994). Capacitación Misionera Transcultural. Miami: Editorial Unilit.

Apéndice
Nombre de la Iglesia y Ubicación
Nombre:
Ubicación:
Breve descripción de su contexto de Ministerio
Resultados del Análisis FODA
Fortalezas:
Oportunidades:
Debilidades:
Amenazas:
Declaración de Misión
Declaración de Estrategia
Declaración de Valores
Declaración de Visión
Metas 2016-2020 y Plan de Acción
En la Adoración y Alabanza:
Objetivos:
Metas y Medios:
En la Comunión y Edificación:
Objetivos:
Metas y Medios:
En la Educación Ministerial:
Objetivos:
Metas y Medios:
En la Evangelización:
Objetivos:
Metas y Medios:
En el Servicio:
Objetivos:
Metas y Medios:
En las Finanzas:
Objetivos:
Metas y Principios:
En la Administración:
Objetivos:
Metas y Medios:
En la Oración e Intercesión:
Objetivos:
Metas y Medios:
En la Consolidación:
Objetivos:
Metas y Medios:
Estructura Organizacional (Organigrama)
Plan de Recursos Humanos: Personal y Equipo de Voluntarios
Plan de Reclutamiento:
Plan de Asignación:
Plan de Adiestramiento:
Plan de Apreciación:
Plan de Evaluación del Personal:
Descripción del Ministerio del Pastor asistente:
Metas de la Posición:
Formulario de Evaluación de Desempeño:
Plan de Mejoramiento:
Presupuesto 2016 y Plan Integrado para la Recaudación de Fondos
Construcción del Presupuesto:
Proyecto de presupuesto:
Planificación de la Recaudación Presupuestal:
Cronograma:
¿Cómo cultivará los donantes principiantes?
¿Cómo inspirará a la gente a dar recursos financieros?
¿Cuál será su sistema de mayordomía?
¿Cómo dará seguimiento a los donantes?
Plan de Uso y Desarrollo de las Instalaciones Físicas
Plan de Manejo de Cambios, Conflictos y Reuniones
Manejando cambios:
Estrategia integral de manejo de conflictos:
Manejo de Reuniones:
1. Establecer márgenes firmes.
2. Crear una agenda.

3. Indique el resultado deseado.
4. Revise las actas y los puntos de acción.
5. Tome actas escritas.
6. Aclarar los puntos de acción.
7. Determine la siguiente fecha de la reunión.
Código de Ética Ministerial
Mi Conducta Personal:
Mis Relaciones Con La Iglesia En La Cual Sirvo:
Mi Relación Con La Comunidad Y La Iglesia Universal:
Cronograma y Evaluación de Metas
En la Adoración y Alabanza:
En la comunión y edificación:
En la Educación Ministerial:
En la Evangelización:
Énfasis Evaluativo:
Referencias

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Profesor en la Universidad Teológica Internacional en Norte Carolina.

Puede comunicarse al (336) 448 9268 o al e-mail abrajambh@hotmail.com

Elementos esenciales de los proyectos de integración .................................................................... 5

La adoración que agrada a Dios ...................................................................................................... 6

Liderazgo congregacional capaz y eficiente ................................................................................... 8

Proclamación equilibrada y Cristo céntrica del evangelio .............................................................. 9

Una formación espiritual íntegra y ecléctica ................................................................................ 11

Una iglesia integrada en la comunión y amor del Espíritu ........................................................... 12

Una iglesia con visión – misión multicultural y multiétnica ........................................................ 14

El programa de Maestría en Divinidad tiene como objetivo fundamental desarrollar una

mundo a la iglesia de hoy en su pluralidad a escala local y mundial. La Maestría en Divinidad se

vivencias de la iglesia. Por ello, se requiere un adecuado entrenamiento académico y contextual

La Maestría en Divinidad ofrece una integración equilibrada de tres componentes

aplicarlos a las diversas situaciones de esta cultura post moderna.

En la adoración entenderemos que para plantar, revitalizar y consolidar una iglesia se

de la Palabra para proclamar un mensaje claro, integrador y transformador demostrando la

el sistema y a todos los que están involucrados.” (Fullan, 2001)

Estudiaremos cómo establecer nuevas estrategias para el liderazgo y la administración de

la iglesia cristiana. Cada estrategia se analizará mediante el FODA, la resolución de problemas y

en el contexto de la iglesia. Veremos la importancia de la visión – crecimiento – cambios. Los

inadecuadamente lideradas y administradas. Se requiere que los proyectos se interrelacionen para

que su dinámica ofrezca los resultados de innovación, revitalización y expansión de la iglesia en

todos sus ministerios.

Elementos esenciales de los proyectos de integración

estratégico es una herramienta de administración que sirve al propósito de ayudar a una

organización a hacer un mejor trabajo, y mejorar las organizaciones. Un autor escribe:

¿Qué es planear? “Es el proceso mediante el cual se determina racionalmente a dónde

resultados en el futuro; resultados que se desprenden del propósito y de los objetivos de la

organización. (Campo, 2013)

La planificación estratégica no tiene que ser misteriosa, complicada, o malgastadora de

 Reflejar los valores de la organización.

 Definir claramente qué es lo más importante para alcanzar el éxito.

 Asistir a todos en la toma de decisiones diaria.

 Poner a todos en la misma página, enfocando y yendo en la misma dirección.

 Crear una cultura de pensamiento estratégico.

Hay varios diferentes componentes o piezas en un plan estratégico: Presentación del

acción; estructura organizacional (organigramas); presupuesto; cronograma. Si no hay orden y

nos lleva a la deriva, a la improvisación, a la mediocridad.

La adoración que agrada a Dios

La música no nos es dada para entretenernos. La adoración es saber ministrar el corazón

espíritu y en verdad. El objetivo de adorarlo es sentir el olor grato de su amor, impregnarnos de

ello para imprimirlo en nuestro prójimo (familia, amistades).

Dios es el arquitecto de la adoración, él establece los parámetros para adorarlo. (Cherry,

La adoración es una secuencia de actos de amor ofrecidos a Dios a través de una

correcta” (Cherry, 2018, p. 56).

mayor eficacia la Gran Comisión en este mundo.

Liderazgo congregacional capaz y eficiente

dado a su Iglesia (Romanos 12: 3 8; 1 Corintios 12, y Efesios 4: 11-13). En mi contexto

ministerial, la administración (a base de un marco teológico) me permite dirigir un ministerio

distinta que contribuye a los aspectos administrativos y organizativos de la iglesia.

La iglesia, es una institución divinamente establecida para desarrollar en el mundo un

pastorear y administrar (2 Ti 3:16). El líder cristiano, consecuentemente, opera en un

verdadero cuadrilátero de funciones. Se debe hacer conciencia de la urgente necesidad de

de la bendición de Dios; y, Segundo de una adecuada administración. La administración

como un proceso funcional, consiste en apreciar, planear, preparar, organizar, ejecutar y

evaluar. (Olivo, 2015)

Ningún liderazgo efectivo y productivo se hace de manera individual y solitario. Dios es

un Dios que trabaja en equipo. Jesús dejó un modelo integral y complementario de

trae abuso y corrupción. Todas las habilidades de administración y de dirección – planeamiento,