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¿Hacia la “falsa conciencia” o hacia la “conciencia de clase”?

La conciencia de clases o conciencia social obrera no es otra cosa que una falsa
conciencia producida por la alienación derivada del constructo y promoción de
ideologías y/o teorías principalmente marxistas y hegelianas (escuela de Frankfurt
entre otras) que buscando desacreditar la auténtica base moral derivada de la
cultura occidental (primeros ataques a los cimientos de la civilización)
El Capital es la obra en que Marx alcanza el mayor desarrollo científico en torno a
la ideología como forma de la conciencia de los individuos, se plantea que la
ideología es la enajenación de la conciencia en el capital como relación social
general en el modo de producción capitalista; y, en consecuencia, la clase obrera,
como portadora de la necesidad de superación del capitalismo, no necesita
desarrollar su ideología de clase, sino avanzar críticamente sobre su
enajenación. (Alienación ideológica de los individuos).
La experiencia propia en el estudio de su obra ha permitido arribar a la conclusión
de que la ideología es lo contrario al conocimiento objetivo y, como tal, una
conciencia aparente. Eso es lo que se encuentra desplegado en El Capital. Allí se
exponen de manera organizada las determinaciones históricas de la conciencia de
los productores de mercancías en el modo de producción capitalista, lo que se
conoce como el fetichismo de la mercancía. De modo que, a la hora de encarar la
cuestión de “la ideología según Marx”, necesariamente debe desembocarse en el
desarrollo del fetichismo de la mercancía y las formas de la conciencia.
No obstante, es sentido común la idea de que no toda ideología se encontraría
reñida con el desarrollo de una conciencia objetiva. La ideología habría existido
siempre, distinguiéndose a groso modo la de los dominantes y la de los
dominados.3 De hecho, en varias producciones marxistas se utiliza el término
ideología como si fuera expresión necesaria de la conciencia, y se invocan términos
como “ideología obrera”, “ideología revolucionaria” y otros por el estilo, incluso
citando textos de Marx, invitando a desarrollar algún tipo de ideología, más
“progresista”, más “revolucionaria”.

La ciencia y las ideologías y las tecnologías creadas como herramientas sionistas y


masonas para el control totalitario
El desarrollo intelectual del sionismo y la masonería
El origen del termino ideología Antonio Destutt de Tracy

Los ideólogos cabanis, Destutt de Tracy, Garat, que había tratado de establecer
sobre el Directorio una República “a la americana” podían continuar como masones.
Por otra parte, en toda la Europa napoleónica Imperial, la Masonería era el
instrumento de difusión de la Ilustración.

Destutt de Tracy, fue presidente de un grupo masónico llamado Rito de Francia, que
trabajaba bajo la consigna “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.

La agrupación denominada “La Ideología” fue organizada a principios de la


Revolución Francesa por la Francmasonería del Rito Primitivo de Francia como
órgano de acción externa de esta. Fue dirigida primero por Pedro Cabanis y
después por Antonio Destutt de Tracy que a la vez fueron del Rito Primitivo, cuya
denominación correcta era la Francma-sonería Primitiva Universal para
la jurisdicción territorial de Francia.

Los componentes del Rito Escocés de Francia y los demás Ritos místicos, nacidos
a base de la Constitución seudo francmasónica del clérigo presbiteriano inglés
Anderson, estaban compuestos por con-servadores, no participaron en lo absoluto
de la Revolución Francesa por confesión propia de ellos; pero se sumaron
activamente en la propaganda contra los principios de Libertad, Igualdad y
Fraternidad, que proclamaban los liberales.

Como órgano de acción externa de la Francmasonería Primitiva, el partido de los


ideólogos luchaba contra el control de la educación
con los principios proclamados por la Revolución Francesa

Destutt de Tracy fue creador de un método liberal, que se oponía al método de


Condillac, predilecto de los conservadores, ya que éste último exageraba el
presunto valor educativo de la religión y de las matemáticas, limitaba la enseñanza
más elevada a la erudición y a las ciencias exactas y excluía las investigaciones
filosóficas.

La popularidad de Antonio Destutt de Tracy como creador del método liberal de


educación fue muy extendida en América

Ideología” fue la doctrina pedagógica oficial de los miembros masones

Estutt de Tracy era Presidente de un Rito Progresista que se denominaba el Rito de


Francia,

El Rito Primitivo era la única agrupación francmasónica que luchaba por el triunfo
de los ideales de Revolución Francesa en aquella época y proclamaba los principios
de Libertad, Igualdad y Fraternidad a pesar de las amenazas y persecuciones delos
gobiernos conservadores que estaban en el Poder

El Informe sobre los “Elementos de Ideología” (Informe) del filósofo francés Destutt
de Tracy es uno de los escritos filosóficos más extensos que redactó Miguel Antonio
Caro en el marco del debate sobre el utilitarismo y el sensualismo en Colombia

Antoine Louis Destutt de Tracy


(París, 1754- id., 1836) Filósofo francés. Diputado por la nobleza en los Estados
Generales, estuvo preso durante el Terror. Miembro del Comité de Instrucción
Pública durante el Directorio, en 1814 propuso al Senado la incapacidad del
emperador. Entre sus obras cabe destacar: Elementos de ideología (1804)
y Tratado de la voluntad (1815).

Para influenciar y/o controlar a hombres y mujeres, primero había que examinar
pacientemente las leyes de su naturaleza. Dado que toda la ciencia se basa en
ideas, la ideología debía sustituir a la teología como reina suprema, garantizando
su unidad. Al suplantar la teología por la ideología como doctrina universal se
subvertiría la política, la economía y la ética desde la raíz, pasando desde los más
simples procesos de la sensación hasta las más altas regiones del espíritu
(corromper al individuo alineándolo desde la conciencia). Por-ejemplo, la propiedad
privada se basa en una distinción entre «tuyo» y «mío» que a su vez puede
remontarse a una oposición perceptiva fundamental entre «tú» y «yo»

En el momento culminante de la Revolución, Tracy pasó a ser un miembro destacado del Institut
Nationole, la élite de científicos y filósofos masones que formaron el ala teórica de la reconstrucción
social de Francia (subversión). Trabajó en la división de Ciencias Morales y Políticas del Instituto, en
la Sección de Análisis de Sensaciones e Ideas, y se empeñó en crear para las écoles centrales del
servicio civil un nuevo programa de educación nacional que tuviese como base la ciencia de las
ideas. En un primer momento Napoleón se complació con el Instituto, estuvo orgulloso de ser su
miembro de honor e invitó a Tracy a participar como soldado en su campaña de Egipto (éste quizá
fue un cumplido calculadamente envenenado, pues el paso de savant a soldado sin duda resultó
algo regresivo).

Sin embargo, la fortuna de Tracy había de declinar muy pronto. Cu~doNapoleón empezó a renegar
del idealismo revolucionario, l~s ideólogos se convirtieron rápidamente en su béte noíre, y el propIO
concepto de ideología entró en el campo de la lucha ideológica. Para entonces significaba
liberalismo político y republicanismo, e~ confronta~ión con el autoritarismo bonapartista Napoleón
afinnó haber inventado él mismo el término derogatorio «ideólogo», como manera de degradar a
los hombres del Instituto de científicos y savants a sectarios o subversivos. Se quejó entonces de
que Tracy y sus colegas eran «charlatanes» y soñadores –una clase de hombres peligrosa que
cuestionaba las raí~es de la auto~ dad política y privaba brutalmente a hombres y mujeres. De sus
ficciones consoladoras-o «Vosotros los ideólogos -se quejaba- destruís todas las ilusiones, y la era
de las ilusiones es, tanto para los individuos como para los pueblos, la era de la felicidades" Al poco
tiempo veía ideólogos por todas partes, e incluso les culpó de su derrota en Rusia. Clausuró la
sección de Ciencias Morales y Políticas del Institut Natíonale en 1802, asignando a sus miembros a
la docencia de la historia y la poesía. Un año antes, Tracy había iniciado la publicación de su Proiet
d'éléments d'idéologie, en lo que pudo haber sido únicamente un calculado acto de desafío. d~l
nuevo medio de reacción religiosa. El título de esta obra continúa con la expresión Á l'usage des
écoles centrales de la République -una indicación bastante clara de su carácter práctico y político,
de su función en lo que Althusser llamará posteriormente los «aparatos ideológicos del Estado»>,
La «ideología» es simplemente la expresión teórica de una estrategia profunda de reconstrucción
social, en la que el propio Tracy fue un funcionario clave. Sin embargo, fracasó en su lucha por
mantener la ideología en las écoles centrales, y ésta fue sustituida como disciplina por la instrucción
militar. En 1812, la víspera de su derrota en Rusia, Napoleón dirigió a los ideólogos un discurso hoy
célebre:

“A la doctrina de los ideólogos -3 esta difusa metafísica, que de forma artificiosa pretende encontrar
las causas primarias y levantar sobre estas bases la legislación de los pueblos, en vez de adaptar las
leyes al conocimiento del corazón humano y de las lecciones de la historia- hay que atribuir todas las
desgracias que han caído sobre nuestra querida Francia.”

conde Antoine-L.C. Destutt de Tracy

1818. Destutt escribe aquí: “Puede que se admiren de verme tratar al mismo tiempo acerca de la
economía y la moral. Cuando uno penetra hasta su base fundamental. no me parece posible ni
separar estos dos órdenes de cosas, ni separar su estudio en sus principios [...] están en realidad
íntimamente unidos” (p.74). ¡Hoy es necesario volver a aquellas intuiciones originarias, cuando
hacía todavía poco que la economía se había separado de la moral!

Libro: MASONERÍA: SU ORIGEN Y DESARROLLO ACTUAL Escrito por Herbert


Oré Belsuzarri

La acepción que corresponde al título es la originaria. El Término «ideología»,


surgido durante la revolución, es utilizado por primera vez por Destutt de Tracy en
1796 (1), y, en principio, dará nombre al conjunto de pensadores que se relacionan
con la segunda clase del Instituí national des sciemces et des arts (2), pensadores
que a partir de entonces serán conocidos como idéologistes, o idéologues (en su
acepción napoleónica). Estos se podrían clasificar, principalmente, en dos
generaciones (3). En la primera aparecen nombres como Sieyés, Roederer,
Condorcet (4), Lakanal, Volney, Garat, Laplace, Pinel, etc.

(1) Destutt de Tracy comienza, a partir de abril de 1796, la lectxira de la Memoire


sur la faculté de penser, publicada en 1798, donde aparece por primera vez
el término «ideología», nombre con el que se proponía designar la ciencia de
la cual se ocupaba la segunda clase del Instituto (clase de ciencias morales
y políticas) a la que habría que añadir la sección de los gramáticos de la
tercera clase {Memoires de VInstituí... I Scienciens morales etpolitiques
termidor del año VI, pp. 287,323 ss.). Pie d epagina P

segunda generación estaría formada, en primer lugar, por Cabanis y Destutt de


Tracy, y, en segundo lugar, por los discípulos, defensores y continuadores de éstos:
Daunou, Bichat, Maine de Biran, Chenier, Benjamín Constant, Ampére. J. B. Say,
Du Pont de Nemours, Lamark, Draparnaud, Broussais, Saint-Simon, Fourier,
Comte, Frangois Thurot, Stendhal, etc., en Francia; Schopenhauer y Eduard von
Hartmann en Alemania; Dugald-Stewart, Tomas Brown y Stuart Mili, en Inglaterra.

En la Introducción hay que tener en cuenta: aunque haya diversa literatura que
demuestre el origen del sionismo y la masonería es necesario realizar una breve
identificación de la elite o al estado profundo que rige los destinos del planeta para
y su estrategia totalitaria para poner un parangón en el tiempo y el contexto de la
agenda del nuevo orden mundial y su verdadero propósito.

Hemos sido educados en la idea de que la sociedad está compuesta por


empresarios contra obreros, propietarios contra inquilinos, ricos contra pobres,
izquierda contra derecha, el pueblo contra la nobleza, el blanco contra el negro,
impepinablemente enfrentados por siempre jamás. Según esta ideología, sólo
habría, pues, DOS bandos históricamente enfrentados. Pero ¿y si hubiera un
TERCERO que se lucra de dicho enfrentamiento?

La carta de Marx a su rabino demuestra que existe un tercer poder cuyo proyecto
es dominar a las masas del mundo y que utiliza a los gobiernos para lograr sus fines.
¿Por qué esta carta no aparece en los manuales y siempre se nos presenta a Marx
como un pensador social que quería mayor justicia social para los más
desfavorecidos? ¿Por qué se debe ocultar que Marx era un judío sionista?
Carta de Karl Marx a Baruch Levi

Esta carta fue reproducida por la "Revue de Paris" el 1 de junio de 1928, pág. 574, así como en
la obra "Israel, son passé, son avenir" del historiador sueco H. de Vries de Heekelingen, edición
francesa de 1937, pág. 104, y en varias publicaciones del profesor sueco Einar Aberg. Al parecer
la carta se la escribió el joven Karl Marx en 1848 a su rabino Baruch Levi, a poco de concluir su
famosa obra, el Manifiesto Comunista.

La carta
El pueblo judío tomado colectivamente será su propio Mesías. Su reinado sobre el
universo se obtendrá por la unificación de otras razas humanas, la supreción de
fronteras y de monarquías, que son el fundamento del particularismo, y el
establecimiento de una República Universal que reconocerá doquiera los derechos de
los ciudadanos a los judios.

En esta organización nueva de la Humanidad, los Hijos de Israel diseminados ahora por
toda la superficie del globo, todos de la misma raza y de la misma formación tradicional


sin formar por ello una nacionalidad distinta, devendrán sin oposición en el elemento
doquiera dirigente, sobre todo si triunfan al imponer a las masas obreras la dirección
estable de algunos entre ellos.
Los gobiernos de las naciones que formen la República Universal pasarán todos, sin
esfuerzo, a manos israelitas, gracias al favor de la victoria del proletariado. La
propiedad individual podrá entonces ser suprimida por los gobernantes de raza judaica
que administrarán doquiera la fortuna pública.


Así se cumplirá la promesa del Talmud que, cuando los tiempos del Mesías hayan
llegado, los judíos tendrán bajo sus llaves los bienes de todos los pueblos del mundo.

Original
Publicado inicialmente en la "Revue de Paris" por Salluste (seudónimo de Flavien Brenier) en
un artículo del 1 de junio de 1928 (página 574), con el título Les origines secrètes du
Bolchévisme: Henri Heine et Karl Marx.

Le peuple juif pris collectivement sera lui-même son Messie. Son règne sur l'Univers
s'obtiendra par l'unification des autres races humaines, la suppression des frontières et
des monarchies, qui sont le rempart du particularisme, et l'établissement d'une
République Universelle qui reconnaîtra partout les droits de citoyens aux Juifs.

“ Dans cette organisation nouvelle de l'Humanité, les fils d'Israël répandus dès maintenant
sur toute la surface du globe, tous de même race et de même formation traditionnelle
sans former cependant une nationalité distincte, deviendront sans opposition l'élément


partout dirigeant, surtout s'ils parviennent à imposer aux masses ouvrières la direction
stable de quelques-uns d'entre eux.
Les gouvernements des Nations formant la République Universelle passeront tous, sans
effort, dans des mains israélites, à la faveur de la victoire du prolétariat. La propriété
individuelle pourra alors être supprimée par les gouvernants de race judaïque qui
administreront partout la fortune publique.
Ainsi se réalisera la promesse du Talmud que, lorsque les Temps du Messie seront venus,
les Juifs tiendront sous leurs clefs les biens de tous les peuples du monde.

Críticas
Al igual que los Protocolos de los Sabios de Sión, la carta de Marx fue tildada de falsificación,
con el clásico discurso que los nazis usaban este tipo de "fuentes antisemitas" para "justificar
su odio". Esto es lo que hace la sinarquía internacional: en cuanto aparecen pruebas que
desenmascaran al marxismo (que aún existe dentro del capitalismo como marxismo cultural) o
dan algo de razón al socialismo nacional, lo tildan de falsificación.

La judaización del mundo según Marx


"¿Cuál era el fundamento en sí y para sí de la religión judía? Las necesidades prácticas, el
egoísmo" "El dinero es el celoso Dios de Israel, que no tolera otro dios a su lado. El dinero
envilece a todos los dioses de los hombres y los transforma en una mercancía"

La percepción del judaísmo por parte de Marx


Carlos Marx, el famoso fundador ideológico del comunismo, judío descendiente de una familia
de talmudistas, escribió las líneas que reproducimos arriba en el epígrafe de esta entrada, en
su obra Sobre la cuestión judía, escrita en 1843 y publicada al año siguiente. Ciertamente esas
declaraciones de Marx, junto a otras del mismo tenor, no tienen nada que envidiar a las
denuncias antisemitas de tradicionalistas, nacionalistas y cristianos opositores al poder
destructivo del judaísmo y su expresión política contemporánea, el sionismo.
Frente a eso cabe preguntarse ¿porqué Marx, siendo judío, denunciaba de manera tan abierta
y cruda las bajezas de su propia raza? La respuesta no es simple, pues para contestarla se
debe seguir el hilo argumentativo de la obra mencionada.

El núcleo del escrito Sobre la cuestión judía


De modo sintético puede decirse que en ese escrito Marx desnuda la verdad del
judaísmo dejando al descubierto su verdadera naturaleza, así como el rol que le toca jugar en
el mundo contemporáneo. Pero su denuncia no parte de la defensa de valores
tradicionales, como en el caso del antisemitismo tradicionalista, nacionalista y cristiano, sino
de su aspiración a fundar una sociedad totalmente carente de jerarquías y principios de
orden: sin clases, sin familia, sin diferencia sexual, sin razas, y sin organización jerárquica de
ningún tipo. Pues esa utopía nihilista representaba para él la auténtica liberación de la
humanidad.
Ahora bien, antes de realizar esa utopía, según Marx, debía superarse la fase capitalista de la
historia. Fase gobernada por la burguesía, y cuya esencia para Marx era el judaísmo. De modo
que, de acuerdo con sus propias palabras, el triunfo del capitalismo es idéntico a la judaización
del mundo, y su superación, la superación de esa judaización, desembocaría en la sociedad
libre. Siendo la libertad sinónimo -para él- de la total asusencia de principios de orden.

Las líneas principales de la argumentación marxista


El trabajo de Marx parte de una discusión con Bauer, cuyas posiciones acerca del judaísmo
alemán le sirven para desarrollar sus propias ideas al respecto.
La tesis de Bauer, muy resumidamente, puede expresarse así: para Bauer el conflicto de los
judíos dentro del Estado alemán era de naturaleza religiosa. Por eso la aspiración judía a la
igualdad de derechos dentro de dicho Estado, le parecía una quimera mientras ambos, judíos y
Estado alemán, no abandonaran sus respectivas religiones. Es decir, según Bauer, en la medida
que los judíos se diferenciaran religiosamente de los cristianos, y el Estado se identificara al
cristianismo, la situación de aquellos dentro de la nación alemana seguiría siendo conflictiva.
Marx expone lo esencial de la posición de Bauer y criticándola expresa su propio punto de vista.
Y lo esencial de la concepción de Marx reside en las siguientes ideas:
1. A diferencia de lo que piensa Bauer, para Marx el conflicto de los judíos dentro de los
Estados nacionales no es religioso sino profano. Y reconducirlo a su raíz profana es para él
la clave de su solución. Dice explícitamente:
"Transformamos las cuestiones teológicas en profanas"
2. Al plantear la cuestión en términos profanos, Marx ya no identifica a los judíos con una
herencia religiosa sino que los caracteriza por su funcionamiento concreto dentro de la sociedad.
Y lo central de ese funcionamiento es el manejo del dinero. Dice:
"No busquemos el secreto del judío en la religión, sino el secreto de la religión en el judío real.
¿Cuál es la base profana del judaísmo? Las necesidades prácticas, sus intereses egoístas.
¿Cuál es el culto profano del judío? El tráfico sórdido (el regateo). ¿Cuál es su Dios profano?
El dinero. Bueno, pues la emancipación del tráfico sórdido y del dinero, o sea del judaísmo
práctico, real, será la emancipación inmanente propia de nuestro tiempo"
3. Dado que Marx identifica al judaísmo con el culto del dinero, considera que la burguesía
y el capitalismo (en pleno ascenso en ese momento) son esencialmente judíos. Es decir
independientemente de que se trate de burgueses hereditariamente judíos o no, y de capitales
de proveniencia judía o no, el imperio del dinero en el mundo moderno es un fenómeno
esencialmente judío.
Para Marx el ascenso de la burguesía y el desarollo del capitalismo equivalían a la
universalización del judaísmo. En sus palabras:
"el dinero se ha convertido en el poder universal, y el espíritu práctico de los judíos se ha
convertido en el espíritu práctico de los pueblos cristianos. Los judíos se han emancipado ya
hasta el punto de que los cristianos se han convertido en judíos"
Y también:
"La esencia religiosa del judío ha alcanzado su realidad universal y profana en la sociedad
burguesa"
4. Si bien el caldo de cultivo histórico del fenómeno de la judaización del mundo fue la Europa
de los siglos XVIII y siguientes, su cenit, su máxima expresión, es alcanzada en
Norteamérica. En los EEUU ve Marx ya en su tiempo la materialización del imperio judío
sobre el mundo. Dice al respecto:
"La dominación de hecho del mundo cristiano por el judaísmo, ha alcanzado, en Norteamérica,
la expresión inequívoca y corriente de que incluso la predicación del Evangelio, el magisterio
eclesiástico, se ha convertido en un artículo comercial y el comerciante en quiebra hace con el
Evangelio lo que el evangelista enriquecido con sus negocitos"
Es decir, EEUU era para Marx la expresión política más acabada de la judaización del mundo.
Y por eso mismo la religión en ese país se convirtió en un comercio, y por lo tanto ya no tiene
otro fundamento que el meramente utilitario.
5. En un mundo judaizado los hombres se convierten ellos mismos en mercancía. Por
eso, dice Marx, al ser el cristianismo absorbido por el judaísmo profano, se realiza la total
transformación de los hombres en meras mercancías. Esto lo expresa con total claridad en el
siguiente pasaje:
"Sólo entonces pudo el judaísmo imponer su poder universal y hacer de los hombres,
despojados de todo, objetos enajenables, vendibles, sometidos a la esclavitud de las
necesidades egoístas del tráfico sórdido"
6. Dado que para Marx el capitalismo, es decir el imperio del judaísmo y del dinero, debía ser
superado por la abolición de la propiedad y de toda diferencia de clase y jerárquica, la liberación
del mundo significaría también la liberación del judaísmo.
La sociedad comunista significaría según Marx la liberación del hombre por medio de la previa
liberación del judaísmo y del imperio del dinero. En sus palabras:
"Tan pronto como la sociedad logre superar la realidad empírica del judaísmo, el tráfico
sórdido y sus presupuestos, el judío se habrá hecho imposible; su conciencia habrá perdido su
objeto, la base subjetiva del judaísmo -las necesidades prácticas- se habrá humanizado, el
conflicto de la existencia sensible, individual del hombre con su existencia a nivel de la
especie, se habrá superado"
En la práctica esa utopía, la llamada sociedad "comunista", derivó en la creación de un
capitalismo de Estado, que lejos de desjudaizar el mundo y de carecer de jerarquías sometió a
grandes masas de población (Rusia, Europa del Este, China, Cuba, etc.) al dominio de una
jerarquía política constituída por judíos o controlada por ellos.

Referencias
Sobre la cuestión judía, de Carlos Marx. Hay muchas ediciones en diversos idiomas, las citas
de esta entrada están tomadas de Páginas malditas, sobre la cuestión judía y otros textos,
Carlos Marx, editada por Anarres, Bs. As. Argentina, ISBN: 978-987-1523-XX-X
Carta de Carl Marx a su rabino (tomado de la revista francesa editada por monseñor Ernest Join
Revista Internacional de Sociedades Secretas (Revue Internationale des Sociélés Secretes)

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