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La conciencia de clases o conciencia social obrera no es otra cosa que una falsa
conciencia producida por la alienación derivada del constructo y promoción de
ideologías y/o teorías principalmente marxistas y hegelianas (escuela de Frankfurt
entre otras) que buscando desacreditar la auténtica base moral derivada de la
cultura occidental (primeros ataques a los cimientos de la civilización)
El Capital es la obra en que Marx alcanza el mayor desarrollo científico en torno a
la ideología como forma de la conciencia de los individuos, se plantea que la
ideología es la enajenación de la conciencia en el capital como relación social
general en el modo de producción capitalista; y, en consecuencia, la clase obrera,
como portadora de la necesidad de superación del capitalismo, no necesita
desarrollar su ideología de clase, sino avanzar críticamente sobre su
enajenación. (Alienación ideológica de los individuos).
La experiencia propia en el estudio de su obra ha permitido arribar a la conclusión
de que la ideología es lo contrario al conocimiento objetivo y, como tal, una
conciencia aparente. Eso es lo que se encuentra desplegado en El Capital. Allí se
exponen de manera organizada las determinaciones históricas de la conciencia de
los productores de mercancías en el modo de producción capitalista, lo que se
conoce como el fetichismo de la mercancía. De modo que, a la hora de encarar la
cuestión de “la ideología según Marx”, necesariamente debe desembocarse en el
desarrollo del fetichismo de la mercancía y las formas de la conciencia.
No obstante, es sentido común la idea de que no toda ideología se encontraría
reñida con el desarrollo de una conciencia objetiva. La ideología habría existido
siempre, distinguiéndose a groso modo la de los dominantes y la de los
dominados.3 De hecho, en varias producciones marxistas se utiliza el término
ideología como si fuera expresión necesaria de la conciencia, y se invocan términos
como “ideología obrera”, “ideología revolucionaria” y otros por el estilo, incluso
citando textos de Marx, invitando a desarrollar algún tipo de ideología, más
“progresista”, más “revolucionaria”.
Los ideólogos cabanis, Destutt de Tracy, Garat, que había tratado de establecer
sobre el Directorio una República “a la americana” podían continuar como masones.
Por otra parte, en toda la Europa napoleónica Imperial, la Masonería era el
instrumento de difusión de la Ilustración.
Destutt de Tracy, fue presidente de un grupo masónico llamado Rito de Francia, que
trabajaba bajo la consigna “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.
Los componentes del Rito Escocés de Francia y los demás Ritos místicos, nacidos
a base de la Constitución seudo francmasónica del clérigo presbiteriano inglés
Anderson, estaban compuestos por con-servadores, no participaron en lo absoluto
de la Revolución Francesa por confesión propia de ellos; pero se sumaron
activamente en la propaganda contra los principios de Libertad, Igualdad y
Fraternidad, que proclamaban los liberales.
El Rito Primitivo era la única agrupación francmasónica que luchaba por el triunfo
de los ideales de Revolución Francesa en aquella época y proclamaba los principios
de Libertad, Igualdad y Fraternidad a pesar de las amenazas y persecuciones delos
gobiernos conservadores que estaban en el Poder
El Informe sobre los “Elementos de Ideología” (Informe) del filósofo francés Destutt
de Tracy es uno de los escritos filosóficos más extensos que redactó Miguel Antonio
Caro en el marco del debate sobre el utilitarismo y el sensualismo en Colombia
Para influenciar y/o controlar a hombres y mujeres, primero había que examinar
pacientemente las leyes de su naturaleza. Dado que toda la ciencia se basa en
ideas, la ideología debía sustituir a la teología como reina suprema, garantizando
su unidad. Al suplantar la teología por la ideología como doctrina universal se
subvertiría la política, la economía y la ética desde la raíz, pasando desde los más
simples procesos de la sensación hasta las más altas regiones del espíritu
(corromper al individuo alineándolo desde la conciencia). Por-ejemplo, la propiedad
privada se basa en una distinción entre «tuyo» y «mío» que a su vez puede
remontarse a una oposición perceptiva fundamental entre «tú» y «yo»
En el momento culminante de la Revolución, Tracy pasó a ser un miembro destacado del Institut
Nationole, la élite de científicos y filósofos masones que formaron el ala teórica de la reconstrucción
social de Francia (subversión). Trabajó en la división de Ciencias Morales y Políticas del Instituto, en
la Sección de Análisis de Sensaciones e Ideas, y se empeñó en crear para las écoles centrales del
servicio civil un nuevo programa de educación nacional que tuviese como base la ciencia de las
ideas. En un primer momento Napoleón se complació con el Instituto, estuvo orgulloso de ser su
miembro de honor e invitó a Tracy a participar como soldado en su campaña de Egipto (éste quizá
fue un cumplido calculadamente envenenado, pues el paso de savant a soldado sin duda resultó
algo regresivo).
Sin embargo, la fortuna de Tracy había de declinar muy pronto. Cu~doNapoleón empezó a renegar
del idealismo revolucionario, l~s ideólogos se convirtieron rápidamente en su béte noíre, y el propIO
concepto de ideología entró en el campo de la lucha ideológica. Para entonces significaba
liberalismo político y republicanismo, e~ confronta~ión con el autoritarismo bonapartista Napoleón
afinnó haber inventado él mismo el término derogatorio «ideólogo», como manera de degradar a
los hombres del Instituto de científicos y savants a sectarios o subversivos. Se quejó entonces de
que Tracy y sus colegas eran «charlatanes» y soñadores –una clase de hombres peligrosa que
cuestionaba las raí~es de la auto~ dad política y privaba brutalmente a hombres y mujeres. De sus
ficciones consoladoras-o «Vosotros los ideólogos -se quejaba- destruís todas las ilusiones, y la era
de las ilusiones es, tanto para los individuos como para los pueblos, la era de la felicidades" Al poco
tiempo veía ideólogos por todas partes, e incluso les culpó de su derrota en Rusia. Clausuró la
sección de Ciencias Morales y Políticas del Institut Natíonale en 1802, asignando a sus miembros a
la docencia de la historia y la poesía. Un año antes, Tracy había iniciado la publicación de su Proiet
d'éléments d'idéologie, en lo que pudo haber sido únicamente un calculado acto de desafío. d~l
nuevo medio de reacción religiosa. El título de esta obra continúa con la expresión Á l'usage des
écoles centrales de la République -una indicación bastante clara de su carácter práctico y político,
de su función en lo que Althusser llamará posteriormente los «aparatos ideológicos del Estado»>,
La «ideología» es simplemente la expresión teórica de una estrategia profunda de reconstrucción
social, en la que el propio Tracy fue un funcionario clave. Sin embargo, fracasó en su lucha por
mantener la ideología en las écoles centrales, y ésta fue sustituida como disciplina por la instrucción
militar. En 1812, la víspera de su derrota en Rusia, Napoleón dirigió a los ideólogos un discurso hoy
célebre:
“A la doctrina de los ideólogos -3 esta difusa metafísica, que de forma artificiosa pretende encontrar
las causas primarias y levantar sobre estas bases la legislación de los pueblos, en vez de adaptar las
leyes al conocimiento del corazón humano y de las lecciones de la historia- hay que atribuir todas las
desgracias que han caído sobre nuestra querida Francia.”
1818. Destutt escribe aquí: “Puede que se admiren de verme tratar al mismo tiempo acerca de la
economía y la moral. Cuando uno penetra hasta su base fundamental. no me parece posible ni
separar estos dos órdenes de cosas, ni separar su estudio en sus principios [...] están en realidad
íntimamente unidos” (p.74). ¡Hoy es necesario volver a aquellas intuiciones originarias, cuando
hacía todavía poco que la economía se había separado de la moral!
En la Introducción hay que tener en cuenta: aunque haya diversa literatura que
demuestre el origen del sionismo y la masonería es necesario realizar una breve
identificación de la elite o al estado profundo que rige los destinos del planeta para
y su estrategia totalitaria para poner un parangón en el tiempo y el contexto de la
agenda del nuevo orden mundial y su verdadero propósito.
La carta de Marx a su rabino demuestra que existe un tercer poder cuyo proyecto
es dominar a las masas del mundo y que utiliza a los gobiernos para lograr sus fines.
¿Por qué esta carta no aparece en los manuales y siempre se nos presenta a Marx
como un pensador social que quería mayor justicia social para los más
desfavorecidos? ¿Por qué se debe ocultar que Marx era un judío sionista?
Carta de Karl Marx a Baruch Levi
Esta carta fue reproducida por la "Revue de Paris" el 1 de junio de 1928, pág. 574, así como en
la obra "Israel, son passé, son avenir" del historiador sueco H. de Vries de Heekelingen, edición
francesa de 1937, pág. 104, y en varias publicaciones del profesor sueco Einar Aberg. Al parecer
la carta se la escribió el joven Karl Marx en 1848 a su rabino Baruch Levi, a poco de concluir su
famosa obra, el Manifiesto Comunista.
La carta
El pueblo judío tomado colectivamente será su propio Mesías. Su reinado sobre el
universo se obtendrá por la unificación de otras razas humanas, la supreción de
fronteras y de monarquías, que son el fundamento del particularismo, y el
establecimiento de una República Universal que reconocerá doquiera los derechos de
los ciudadanos a los judios.
En esta organización nueva de la Humanidad, los Hijos de Israel diseminados ahora por
toda la superficie del globo, todos de la misma raza y de la misma formación tradicional
“
sin formar por ello una nacionalidad distinta, devendrán sin oposición en el elemento
doquiera dirigente, sobre todo si triunfan al imponer a las masas obreras la dirección
estable de algunos entre ellos.
Los gobiernos de las naciones que formen la República Universal pasarán todos, sin
esfuerzo, a manos israelitas, gracias al favor de la victoria del proletariado. La
propiedad individual podrá entonces ser suprimida por los gobernantes de raza judaica
que administrarán doquiera la fortuna pública.
”
Así se cumplirá la promesa del Talmud que, cuando los tiempos del Mesías hayan
llegado, los judíos tendrán bajo sus llaves los bienes de todos los pueblos del mundo.
Original
Publicado inicialmente en la "Revue de Paris" por Salluste (seudónimo de Flavien Brenier) en
un artículo del 1 de junio de 1928 (página 574), con el título Les origines secrètes du
Bolchévisme: Henri Heine et Karl Marx.
Le peuple juif pris collectivement sera lui-même son Messie. Son règne sur l'Univers
s'obtiendra par l'unification des autres races humaines, la suppression des frontières et
des monarchies, qui sont le rempart du particularisme, et l'établissement d'une
République Universelle qui reconnaîtra partout les droits de citoyens aux Juifs.
“ Dans cette organisation nouvelle de l'Humanité, les fils d'Israël répandus dès maintenant
sur toute la surface du globe, tous de même race et de même formation traditionnelle
sans former cependant une nationalité distincte, deviendront sans opposition l'élément
”
partout dirigeant, surtout s'ils parviennent à imposer aux masses ouvrières la direction
stable de quelques-uns d'entre eux.
Les gouvernements des Nations formant la République Universelle passeront tous, sans
effort, dans des mains israélites, à la faveur de la victoire du prolétariat. La propriété
individuelle pourra alors être supprimée par les gouvernants de race judaïque qui
administreront partout la fortune publique.
Ainsi se réalisera la promesse du Talmud que, lorsque les Temps du Messie seront venus,
les Juifs tiendront sous leurs clefs les biens de tous les peuples du monde.
Críticas
Al igual que los Protocolos de los Sabios de Sión, la carta de Marx fue tildada de falsificación,
con el clásico discurso que los nazis usaban este tipo de "fuentes antisemitas" para "justificar
su odio". Esto es lo que hace la sinarquía internacional: en cuanto aparecen pruebas que
desenmascaran al marxismo (que aún existe dentro del capitalismo como marxismo cultural) o
dan algo de razón al socialismo nacional, lo tildan de falsificación.
Referencias
Sobre la cuestión judía, de Carlos Marx. Hay muchas ediciones en diversos idiomas, las citas
de esta entrada están tomadas de Páginas malditas, sobre la cuestión judía y otros textos,
Carlos Marx, editada por Anarres, Bs. As. Argentina, ISBN: 978-987-1523-XX-X
Carta de Carl Marx a su rabino (tomado de la revista francesa editada por monseñor Ernest Join
Revista Internacional de Sociedades Secretas (Revue Internationale des Sociélés Secretes)