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"ILARRAZ, Justo José - Promoción a la corrupción de menores agravada por ser encargado de la

educación y abuso deshonesto agravado por ser encargado de la educación S/ RECURSO DE


CASACION". Nº 1185/18

RESOLUCION Nº 86

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PARANÁ, 3 de mayo de 2019

VISTO:

Esta causa caratulada:"ILARRAZ, Justo José - Promoción a la corrupción de menores


agravada por ser encargado de la educación y abuso deshonesto agravado por ser encargado de la
educación S/ RECURSO DE CASACION". Nº 1185/18, del registro de esta Cámara de Casación Penal,
y

CONSIDERANDO:

I- Que mediante el escrito presentado en 17/04/19, el Dr. Jorge Muñoz, Defensor Técnico
de Justo José ILARRAZ, interpuso Impugnación Extraordinaria -prevista en el art. 521 sgtes. y cctes.
del C.P.P.- contra la sentencia dictada por esta Cámara de Casación Penal el 07/03/19, por la cual
SE RECHAZA el recurso de casación interpuesto contra la sentencia de fecha 21/05/18, emitida por
la Sala Segunda de la Excma. Cámara Primera en lo Criminal de Paraná.

Invoca violación a los principios de legalidad, de igualdad y del debido proceso. Ello en
tanto entiende que la sentencia de casación ha incurrido en una errónea aplicación de la ley
sustantiva con respecto al caso concreto, violentando en forma flagrante los art. 16, 18 y 75 inc.
12, art 2 del Código Penal y las normas sobre el debido proceso establecidas en los tratados
internacionales y convenciones paraestatales de la cual Argentina es parte.

Afirma en tal sentido que el fallo cuestionado crea pretorianamente una nueva categoría
de delitos imprescriptibles, dado que para el tribunal, los artículos 59, 62 y 63 del Código Penal
resultan inaplicables al caso por resultar contrarios al principio convencional de “Tutela Judicial
Efectiva”.

Destaca que el instituto de la prescripción de la acción penal, se encuentra contemplado


por una ley legítima y legalmente emanada del Congreso, considerada de orden público por la
C.S.J.N, y que por lo tanto debió ser articulado el cuestionamiento constitucional de dicha norma,

declararla inconstitucional y luego sí apartarse de su aplicación.

Entiende que aceptar el criterio esbozado respecto al hecho de que previa aplicación de
una ley de la nación el magistrado tenga la facultad de ponderar su “legitimación”, importa
otorgar al poder judicial la facultad de apartarse de la ley cuando entienda, a su criterio, que la
misma no es legítima; violándose así flagrantemente el mencionado principio de Legalidad,
consagrado por la CADH.-
Afirma que se configura la Cuestión Federal ante la arbitrariedad evidenciada en el
apartamiento y violación expresa de la ley sustantiva, destacando que en autos no se verificaron
ninguna de las causales legales de suspensión de la prescripción y que en orden a las de
interrupción de la prescripción, tampoco se constata la comisión de otro delito por parte del
encartado.

Agrega que no logra superar el test que impone el principio de legalidad la interpretación
del tribunal casatorio respecto del alcance de las obligaciones asumidas por el Estado Argentino
contenidas en la Convención de los Derechos del Niño. Que la ausencia de una ley previa tampoco
podría ser suplida acudiendo a la interpretación que del artículo 19 de la Convención sobre los
Derechos del Niño ha realizado el órgano encargado de esta tarea en el ámbito internacional, con
independencia de los alcances que, en punto a su carácter vinculante, pueda otorgársele a esa
hermenéutica. Que, al analizar los alcances de las obligaciones estatales con relación al término
“intervención judicial” contenido en la norma, el Comité de los Derechos del Niño, se ha limitado a
señalar que “la intervención judicial puede consistir en […] procedimientos penales, que deben
aplicarse estrictamente para poner fin a la impunidad generalizada de que gozan, de jure o de
facto, los autores de actos de violencia, en particular cuando se trata de agentes estatales”, sin
realizar ningún tipo de consideración acerca de obstáculos normativos de derecho interno que
puedan ser considerados inadmisibles al llevar adelante esos procesos penales en general, ni sobre
el instituto de la prescripción en particular.

Concluye que el problema señalado permite advertir que la solución postulada para el fallo
cuestionado, no constituye una “interpretación” de las normas que se pretenden aplicables al
caso, sino que se trata de una creación judicial configurada con base sólo en apreciaciones
valorativas del intérprete, carente de cualquier tipo de sustento normativo.

Denuncia asimismo la configuración de un supuesto de gravedad institucional por cuanto,


luego de verificado el transcurso de tiempo, la inexistencia de hechos suspensivos y/o
interruptivos de la prescripción, el tribunal no declara prescripta la acción, sino que procede a
elaborar una nueva teoría, basándose en la propia interpretación que hace de los tratados
internacionales, concluyendo que en estas actuaciones no es posible aplicar la normativa del
derecho interno que dispone la prescripción y consecuentemente crea por esta vía una nueva
categoría de delitos imprescriptibles; generando un cambio paradigmático no solo dentro del
derecho local, sino también y por las consecuencias lógicas de un fallo judicial, para el contexto
nacional e incluso internacional.

Señala al respecto que se fulmina al instituto de la prescripción dispuesto en el Código


Penal, permitiendo que el estado y los particulares promuevan denuncias en cualquier tiempo y
solo el instituto de la prescripción se tornará operable durante la tramitación del proceso;
reduciendo a dicho instituto a un mero contralor de la diligencia estatal en la tramitación del
proceso; conforme lo cual recién en el supuesto en el cual un proceso se dilata demasiado
afectando la garantía del plazo razonable, operará el plazo de prescripción penal.

Invoca también arbitrariedad por fundamentación aparente. Sostiene en tal sentido que el
fundamento del fallo casatorio se sienta en posiciones doctrinarias que no resultan mayoritarias y
en modo alguno han sido receptadas por la jurisprudencia, advirtiendo que las citas
jurisprudenciales efectuadas no tienen relación con la problemática que nos ocupa, que resulten
vinculantes y/o sirvan como fundamento.

Refiere al respecto que se han citado fallos de la CSJN en los cuales dicho tribunal ha
resuelto lo contrario, tal como lo es la causa “FUNES, Gustavo Javier” mediante la cual la Corte
confirmó un fallo que declaró prescripta la acción penal,y que no es posible encontrar similitudes
que permitan identificar y equiparar los supuestos tratados en los precedentes repetidamente
citados por el Tribunal de Casación, ("BULACIO", "ARANCIBIA CLAVEL", "ALMOACID ARELLANO",
etc.) y por las sentencias denegatorias de la prescripción en el caso bajo examen, con las
circunstancias propias de los hechos concretamente imputados en éste.

Señala que la prescripción es un instituto de orden público y que las pautas dadas por la
CIDH no son de aplicación automática al presente; que si bien no se puede obviar las particulares
circunstancias del ilícito aquí investigado y la gravedad que reviste, no nos encontramos ante un
caso que podría considerarse alcanzado por las reglas de derecho internacional incorporadas a
nuestro ordenamiento jurídico en materia de imprescriptibilidad. Afirma que el deber de
investigar y sancionar las violaciones de los derechos humanos no puede constituir fundamento
autónomo suficiente para proseguir el ejercicio de una acción penal que ha sido declarada
extinguida, cuando el hecho investigado no es un delito imprescriptible.

Con cita de precedentes de la Corte Interamericana, desarrolla los motivos por los que
entiende que los hechos juzgados no reúnen las características que, con arreglo a los criterios
establecidos en los pronunciamientos del Alto Cuerpo, posibilitarían su inclusión en la categoría de
“graves violaciones de derechos humanos”, frente a las cuales el instituto de la prescripción de la
acción penal no es aplicable.

Sostiene que se configura la causal contemplada en el inc. 2 del art. 521 del CPP por
cuanto la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia tiene dicho que:“Las razones de orden
público que cimentan el instituto de la prescripción penal, imponen su aplicación aún oficiosa y en
cualesquiera de las instancias e impide autorizar causales de neutralización de su curso al margen
de los motivos de suspensión o interrupción previstos en la ley" (TSJ Entre Ríos, Sala I de
Procedimientos Constitucionales y Penal, 20--3-2007 Smaldone Juan C. y otros”); y que la
resolución atacada va mas allá de crear causales de suspensión de la prescripción no
contempladas por la ley, ya que directamente crea una nueva categoría de delitos imprescriptibles
disponiendo la inaplicabilidad del instituto en el caso que nos ocupa, en franco violación al criterio
del STJER.-

Agrega que el plazo previsto por la ley para la prescripción del delito cuya comisión se
imputa, se cumplió en relación a cada uno de los hechos endilgados y que transcurrido el tiempo y
superadas las circunstancias impeditivas que habrían existido, no se encuentra explicación para
que no hayan podido acceder a la justicia antes de transcurrido aquel plazo.

Finalmente, destaca que los tribunales eclesiásticos pertenecientes a la Iglesia Católica no


tienen competencia, ni exclusiva y mucho menos excluyente, para intervenir en la investigación de
los delitos tipificados por nuestro C.P. y leyes especiales; que la Iglesia Católica no forma parte de
ninguna de las estructuras del estado, sea Nacional, Provincial y/o Municipal; que sus integrantes
no revisten el carácter de funcionarios públicos, y que la actuación de los representantes de la
Iglesia en modo alguno genera responsabilidad al Estado Argentino en el ámbito internacional.

Efectúa Reserva del Caso Federal y culmina peticionando a la Excma. Sala de


Procedimientos Constitucionales y Penal, recepte el recurso deducido y proceda a la anulación del
fallo puesto en crisis, procediendo a absolver al encartado por extinción –por prescripción- de la
acción penal por los delitos que se le atribuyen y fueron juzgados.

II- a- Ingresando al estudio de la cuestión traída a resolver, corresponde analizar la


admisibilidad del recurso intentado, es decir, verificar si se recurrió por el medio y en los casos
expresamente establecidos en el Código, si lo interpuso un sujeto legitimado, en las condiciones
de tiempo y forma determinadas, con específica y separada indicación de los motivos en que se
sustenta.

En esa tarea advertimos que: el recurso articulado es el medio establecido contra las
sentencias dictadas por la Cámara de Casación; que ha sido interpuesto en legal término y que el
recurrente se encuentra legitimado.

b- En segundo término, corresponde constatar si se ha invocado alguno de los motivos


taxativamente previstos por la normativa procesal.

En relación a este extremo, el art. 521 de nuestro ordenamiento establece dos causales
que habilitan la instancia extraordinaria provincial, a saber: En los supuestos que correspondiere la
interposición del recurso extraordinario federal, y cuando la sentencia de la Cámara de Casación
Penal resulte contradictoria con la doctrina sentada en fallo anterior del mismo tribunal o del
Tribunal Superior de Justicia sobre la misma cuestión.

Así, de los planteos reseñados surge que el recurrente invoca y fundamenta un agravio
sustancial a garantías contenidas en cláusulas constitucionales, concretamente denuncia violación
a los principios de legalidad, de igualdad y del debido proceso.

Al respecto, debe tenerse presente que conforme a la doctrina reiterada de la CSJN, el


escrito de interposición del recurso extraordinario debe fundarse con arreglo a lo establecido en el
art. 15 de la Ley 48, es decir "de tal modo que su fundamento aparezca de los autos y tenga
relación directa e inmediata a las cuestiones de validez de los artículos de la Constitución, leyes,
tratadados o comisiones en disputa".

De los agravios reseñados surge que se desarrolla uno de los supuestos que habilitan la vía
extraordinaria impetrada, y cumpliendo el recurso con los requisitos previstos en la normativa
procesal citada, corresponde proceder a su concesión.

Ello, conforme criterio sentado por el Máximo Tribunal Provincial en: "ADAM, TEOFILO
DANIEL S-ABUSO SEXUAL SIMPLE REITERADO y ABUSO SEXUAL CON ACCESO CARNAL
s/IMPUGNACIÓN EXTRAORDINARIA", del 15/04/15y fundamentalmente en autos: "GODOY ANIBAL
SEBASTIAN S/ HOMICIDIO IMPRUDENTE DOBLEMENTE AGRAVADO POR LA CONDUCCION- REC DE
CASACIÓN -S/ RECURsO DE QUEJA", del 28/10/2015;

Por ello;
SE RESUELVE:

I-CONCEDER por ante la Sala Nº1 de Procedimientos Constitucionales y Penal del S.T.J.E.R.
la Impugnación Extraordinaria interpuesta por el Dr. Jorge MUÑOZ, Defensor Técnico de Justo José
ILARRAZ, contra la Sentencia Nº 47 dictada por esta Cámara de Casación Penal el 07/03/19.

II- Protocolícese, notifíquese y oportunamente, en estado, remítase a la Sala Penal del


Superior Tribunal de Justicia.

DARDO O. TORTUL CRISTINA L. VAN DEMBROUCKE ALEJANDRO J. CÁNEPA

ante mí CLAUDIA ANALAIA GEIST

Secretaria

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