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LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE DAVID GOLEMÁN.

Es evidente que en la sociedad actual existe una creciente pérdida de control sobre
las emociones que tienen lugar en nuestras vidas y en las de quienes nos rodean.
A diario, los periódicos nos bombardean con noticias que hablan del aumento de la
inseguridad y de la degradación de la vida ciudadana, fruto de una irrupción
descontrolada de los impulsos de las personas.
Al hablar de la inteligencia y las emociones no pensamos que están ligadas,
debemos de cuestionarnos, pero las emociones y la inteligencia se encuentran
más estrechamente ligadas de lo que a veces pensamos, Goleman (2007) nos
dicen que inteligencia emocional “se refiere a la habilidad para percibir, entender,
razonar y manejar las emociones de uno mismo y de los demás”, así también debe
involucrar la capacidad de ser consciente de las emociones y de cómo estas
afectan e interactúan con las denominadas inteligencias tradicionales.
Según Daniel Goleman, la Inteligencia emocional se sustenta en cinco principios
básicos en la estructura de la IE: recepción, retención, análisis, emisión y control.
Además Goleman determina que las condiciones intelectuales no son las únicas
para determinar el éxito profesional y laboral, sino que son solo un factor, el cual
debe unirse a las necesidades emocionales, de esta manera el ser humano logra
motivarse para un desempeño adecuado y productivo.
Para un análisis más ilustrativo sobre la temática Golemán nos presenta una serie
de ejemplos donde narra la historias de estudiantes que presentan graves
problemas emocionales. Es importante analizar que las personas en determinadas
circunstancias, actúan y se dejan llevar solo por sus instintos, que es algo
completamente irracional en cuanto al intelecto se refiere pero es aceptable desde
el punto de vista de los sentimientos.
La inteligencia emocional ha pasado a ser de gran importancia, ya que estamos en
una época en la que el egoísmo y la violencia parecen socavar la bondad de nuestra
vida colectiva. Es por ello que la inteligencia emocional constituye el vínculo entre
los sentimientos, el carácter y los impulsos morales adecuados.
Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más
probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los
hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no
pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que
sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad,
frecuentemente se encuentran de mal humor, frustrados y enojados.
En el texto Golemán da a conocer las visiones científicas sobre la emoción,
comprender el significado de dotar de inteligencia a la emoción, de tomar conciencia
del dominio de los sentimientos. Tiempo atrás se dejaba al azar la educación
emocional de los niños, lo cual puede traía consecuencias desastrosas en algunos
casos.
Sin embargo, actualmente ya se toman en cuenta estas áreas tan importantes en el
programa de estudios como habilidades de autoconocimiento, autocontrol, empatía
o el arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás. En el presente
ciclo escolar ya nos encontramos trabajando con el Programa Nacional de
Convivencia Escolar (PNCE) y la asignatura de socioemocional, lo cual ha
fortalecido considerablemente la inteligencia emocional de los niños, los valores,
aptitudes y actitudes de los estudiantes, ya que los alumnos cuentan con este
espacio para poder autoanalizarse y mejorar constantemente, pero sobre todo a
controlar sus emociones.
La enseñanza de Sócrates, “conócete a ti mismo”, es la piedra angular de la
inteligencia emocional. Y según Goleman, la conciencia de uno mismo es la
atención continua a los propios estados internos, y constituye una actividad neutra
que mantiene la atención aun en medio de la más tremenda agitación emocional.
Por tanto, es fundamental conocernos a nosotros mismos, saber que sentimos en
cada momento y saber expresarlo, saber hablar de ello. Y de esta forma seremos
capaces de conectar con los que nos rodean, identificar lo que sienten y saber
escucharles, lo cual nos conducirá a actuar con propiedad en cualquier
circunstancia.
Por eso considero que es fundamental educar en las emociones. La infancia es la
etapa más importante puesto que es la base de la educación integral de un
individuo; y por ello es fundamental educar en sentimientos, puesto que es un
aspecto que forma parte de nuestra inteligencia emocional y por tanto de nuestra
psique.
Debido a que el déficit de inteligencia emocional repercute en mil aspectos de la
vida cotidiana, desde problemas matrimoniales hasta trastornos de salud. El
descuido de la inteligencia emocional puede arruinar muchas carreras y, en el caso
de niños y adolescentes, conducir a la depresión, trastornos alimentarios,
agresividad, delincuencia.
Ahora bien, todos podemos fomentar y robustecer nuestra inteligencia emocional, a
través de nuestro autoconocimiento y mejora continua en nuestro actuar diario,
debido a que la inteligencia emocional no es un parámetro fijado desde el momento
del nacimiento: cabe desarrollarla, cuidarla, fomentarla. Inteligencia emocional se
ha convertido, desde su aparición en los Estados Unidos, en un best- seller mundial,
debido a que ofrece una nueva visión de la excelencia y supone un importante hito
para un enfoque más amplio de la inteligencia humana.
Pero, también es importante analizar el Coeficiente de Inteligencia (CI) ¿determina
nuestro destino? Mucho menos de lo que pensamos. Daniel Goleman sostiene que
nuestra visión de la inteligencia humana es estrecha, pues tiene un amplio abanico
de capacidades esenciales para la vida. Apoyándose en la más moderna
investigación sobre el cerebro y la conducta, el autor explica por qué personas con
un elevado coeficiente intelectual fracasan en sus empresas vitales, mientras que
otras con un CI más modesto triunfan clamorosamente.
Esto se debe a que algunas personas son catalogadas con CI “bajo” debido a los
resultados de las pruebas estandarizadas que son aplicadas en las escuelas, sin
embargo algunos son competentes en el actuar diario, es decir son lo suficiente
inteligentes para los negocios y son emprendedores lo cual los lleva a tener
excelentes resultados en su vida.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la
persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito
justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo. Con esto nos
podemos dar cuenta que la inteligencia emocional es mucho más importante de lo
que se puede escuchar. Con dicho control, podemos solucionar problemas o
conflictos son rapidez y eficacia. No es lo mismo solucionar un problema totalmente
enardecido que, controlando la ira y tomar decisiones sin pensar.
El dominio de las emociones nos ayudara en un futuro a lograr objetivos sin
problemas, superando dificultades y obstáculos que el mundo nos imponga.
Conviviendo y comprendiendo a otras personas sin conflictos superficiales. La
inteligencia en general, nos ayudó a establecer fronteras en el actuar humano,
aunque siempre quedaran rezagos intelectuales y mentes salvajes que desearan y
harán cuanto les plazca y no verán más allá de sus emociones.

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