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JESÚS SACRAMENTADO
Santísimo Sacramento, que día a día Te ofrecemos por el cuerpo y la sangre,
agradecemos Tu amor y nuestro refugio.
Pedimos perdón humildemente por no haber sido la compañía constante que Tu
esperabas de nostros. No deseamos ser Apóstol que se duerme mientras sufres,
sino ser Apóstoles que estemos pendientes de Tu dolor, tratando de aliviarte con
toda nuestra alma.
Mi Señor Jesús, a que estarémos mas atento a Tu soledad; no deseo que seas
ajeno al mundo, sino ser difusor de Tu compañía. Tu, que diariamente
atiendes nuestras necesidades, hoy deseamos ser bálsamo de Ti, ante las ofensas
y agravios del mundo.
Te amamos, Señor, y lo sabes; fortalece nuestro amor, aumenta nuestra fe y nustra
constancia para que pueda ofrecerme día a día a Ti.
Gracias, Jesús, porque sé que nuestra humilda compañía alegra Tu
soledad. Bendice a todas las familiares y vecinos, lleva paz al
mundo, y jamás permitas que nos alejemos de Ti.
La única vez que nuestro Señor pidió algo a Sus apóstoles fue la noche de Su agonía.
Y desde esa vez se ha visto frecuentemente, en la historia de la Iglesia, que el mal ha estado
siempre despierto y los discípulos dormidos.
Por esta razón es que surgió de Su angustiado y abandonado corazón el gemido “¿No
pueden velar una hora conmigo
El no suplicó por una hora de actividad, sino por una hora de compañía” (Arzobispo
FultonJ. Sheen)
La Sagrada Eucaristía, en el Santísimo Sacramento,
En la noche del primer Jueves, Jesús nos dio nada menos que el regalo de Su
Cuerpo y Su Sangre, en el Santísimo Sacramento.
“Permaneciendo en
silencio ante el Santísimo
Sacramento,
es a Cristo, total y realmente presente, a quien
descubrimos, a quien adoramos y con quien
estamos en relación”
Mil gracias por concedernos esta alegría íntima y profunda de vivir estos
momentos de oración cerca de Ti, bajo el influjo de tu amor misericordioso que
nos ama, nos purifica y nos santifica.
¡Un momento cerca de Ti, vale más que miles de años lejos de tu
santificadorapresencia.
Señor, Te amamos.
Señor, Te adoramos.
Señor.
Señor.
“Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. Porque el que pide,
recibe;elquebusca,encuentra;yse abrirálapuertaalquellama.”
Sigamos colocando ante el Señor nuestras peticiones, con la plena confianza en Su amor y
Su bondad.
SEÑOR: estaré un tiempo en tu presencia para dejarte mirar todo lo que soy. Sabes que en
mi vida no todo es alegría, que hay cosas que me perturban por dentro y a veces me
quitan la paz. Quiero dejar que las mires, que se descubran ante tus ojos para que con tu
mirada aplaques mis enojos, mis rebeldías, mis rencores, mis malos recuerdos, ¿qué es
todo eso al lado de Tu infinito amor?
SEÑOR JESUS: derramo en tu presencia todo lo que me limita y enferma, todo lo que
me puede envenenar el corazón. Tú conoces cuáles son los defectos de mi carácter, mis
puntos débiles, mis malas costumbres, Te pido JESUS, que toques todo lo que no funciona
bien. Sana mis ansiedades, mis obsesiones, mis remordimientos,mis miedos, mis
deseos de tener todo bajo control, mis melancolías, las insatisfacciones que me producen
tristeza, las faltas de perdón a mi mismo y todo lo que no me deja vivir en paz. Pacifica mi
interior, pacifica mi cuerpo, pacifica toda mi vida ¡SEÑOR!
Jesús: quiero reconocer ahora que tu amor no es solo para mí, que tu paz no es solo para
mi corazón,que tu fortaleza es para todos. por éso, SEÑOR, quiero detenerme un momento
para pedirte que liberes también a otros que están angustiados. Te ruego que llegues con
tu paz a otros corazones angustiados. Te ruego que llegues con tu paz a otros corazones
perturbados, que auxilies con tu poder a otras personas que están pasando un mal
momento y enséñame a compartir con los demás lo que he recibido de tu amor, porque tu
amas al que da con alegría.
ORACIÓN FINAL
Canción:Cantemos al Amor
Dura 4.00