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INDICE
Democrático Representativo.
4. La forma jurídica del Estado de Chile: Unitario de carácter complejo art. 3, capt. XIV
Los principios doctrinarios en que se funda la Carta Política de 10, son aquellas
en que se inscribe la institucionalidad chilena al recoger los valores predominantes de
nuestra sociedad en un momento determinado. Constituye la filosofía de la Carta
Fundamental o la “idea de Derecho predominante en dicho momento histórico”
(Burdeau). De tal forma se otorga a estos valores un rasgo constitucional a objeto de que
gocen de una gran estabilidad y permanencia en el tiempo.
Los orígenes de estas dos ideas básicas, provienen del Golpe Militar del 11 de
septiembre de 1973, en el Bando N° 5, que expresa la “Declaración de Principios de la Junta
de Gobierno”; el trabajo de la Comisión Asesora para el Estudio de la nueva Constitución
celebró 417 sesiones entre los años 1973 y 1978; los debates originados al seno del Consejo
de Estado, que celebró 57 sesiones entre los años 1978 y 1980 y; en la última parte del
despacho del proyecto constitucional, con las observaciones de la propia Junta de Gobierno.
Este órgano, decidió acoger la opinión de la primera Comisión Asesora, reponiendo el
Capítulo “Bases de la Institucionalidad”, ya que en un principio, el Consejo de Estado lo
pretendía establecer en calidad de Preámbulo o Capítulo Exclusivo. Por último, el proyecto
constitucional propuesto por la Junta de Gobierno fue aprobado en el plebiscito constituyente
del 11 de septiembre de 1980, estableciendo de esta manera, el texto definitivo.
Principio de Subsidiaridad
Atendida la libertad natural de que gozan las personas, éstas tienen derecho preferente
sobre las potestades públicas para emprender las acciones que estimen convenientes
con el objeto de tender hacia la plena realización material y espiritual, actuando ya sea
de manera individual o a través de organizaciones menores. Estas últimas la CPR las
define como “sociedades intermedias” ya se ubican entre el Estado y las personas
individualmente consideradas.
De esto se desprende que el principo de la subsidiaridad en virtud del cual la sociedad
mayor, el Estado, no puede coartar el derecho de las sociedades menores para el
cumplimiento de los fines que le son propios ante lo cual debe garantizar su adecuada
autonomía. Ello no significa que por esta causa nos encontremos en presencia del
típico del Estado Policial. Todo lo contrario, las personas y agrupaciones intermedias
buscaran realizarse por sí mismas los fines que le son propios, ante lo cual se hace
necesario que el Estado permita los espacios para que esto ocurra, fortaleciendo la
autonomía de estas agrupaciones. Por tanto la actuación de Estado se reduce a aquello
que las sociedades menores no puedan o no quieran realizar, ya sea porque no lo
consideran lucrativo o porque no tengan la capacidad para emprender dichas
actividades. Así el Estado actuará de manera supletoria frente a la inación de los
particulares cuando la actividad sea de relevancia para el Bien Común, es decir
dirigiendo la acción a la satisfacción de las necesidades públicas que no estén
debidamente cubiertas. Todo lo cual se entiende si perjuicio de la existencia de aquellas
potestades estales que correspondan a las funciones propias o inherentes al Estado,
como la administración de justicia, la función judicial, la función legislativa, defensa
nacional, el orden y la seguridad interior, la dirección de las relaciones internacionales,
etc.
El Estado debe tener como tarea fundamental un carácter pasivo, a objeto de garantizar
la existencia de aquellos espacios de libertad que permitan el adecuado actura de los
particulares, reforzando con ello la autonomía necesaria para el logro de sus fines
específicos.
Cuando los particulares no satisfagan una necesidad estimada como relevante, el
Estado deberá actuar de manera supletoria. Este actuar puede revestir diversas formas,
una de ellas es a través del Estado Empresario, por el cual el Estado emprende por sí
mismo la actividad en particular, siempre que se someta a la legislación común aplicable
a los particulares y que una ley de quórum calificado lo autorice (art. 19 N° 21, inc. 2°
CPR) La regulación del Estado Empresario hace de qu esta exista sea muy limitada, a
objeto de no interferir en el libre emprendimiento de los privados.
Otra forma de actuación estatal, se realiza a través de los susidios a lso particulares,
constituyéndose en apoyo económico para que la actividad que las agrupaciones
intermedias no puedan o no quieran realizar o no se vuelva lucrativa o realizable. De esta
forma, la actividad no la llevará acabo el Estado por sí mismo, como ocurre en el Estado
Empresario, sino indirectamente. Esto ya sea a través de apoyo a aquellos interesados
en realizar dicha actividad (lo que en economía se denomina como subsidio a la oferta) o
a través del apoyo a los beneficiarios que no tienen la capacidad para costaer las
prestaciones que reporta dicha actividad (subsidio a la demanda). Así los apoyos
estatales se traducen como verdaderos incentivos para que las sociedades menores
realicen la actividad o el giro que corresponda.
El principio de subsidiariedad se enmarca dentro de un modelo basado basado
en una economía social de mercado, que dota a las personas naturlaes y jurídicas
inmersos en espacios de libertad para lograr su pleno desarrollo.
El fin del Estado de Chile: La promoción del Bien Común
3. Separación de Funciones
La reforma constitucional de 2005, Ley N°20.050, dispuso en relación al art. 6 inc.1°es deber
de todos los órganos del Estado garantizar el orden institucional de la República.
Hasta la vigencia de la modificación, le competía, de acuerdo al art. 90, texto refundido art.
101 solo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, disposición uqe fue eliminada.
Si este principio de juridicidad es infringido, el art. 7° sanciona ello con nulidad de Derecho
Público, que es la consecuencia jurídica de la omisión o infracción de uno de los requisitos
de validez para los actos estatales
9. La forma jurídica del Estado de Chile: Unitario de carácter complejo art. 3, cap.
XIV: El Estado de Chile se ha organizado en función del principio del Estado Unitario, lo cual
significa, que solo existe un centro fundamental de emisión de normas y decisiones públicas,
en general, aplicables en todo el territorio nacional, una sola Constitución. El art. 3 expresa
que el Estado de Chile es Unitario, esto es, que la administración será funcional y
territorialmente descentralizada o desconcentrada según lo determine la ley. Esto significa
que exista un solo centro de impulsión político, administrativo y jurídico un solo Estado y una
sola Constitución válida para todo el territorio de la República. La ley de reforma
constitucional N° 20,050 del 2005, mantuvo la forma jurídica del Estado Simple, de carácter
unitario señalando “El Estado de Chile es unitario
La administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada o
desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley.
Los órganos del Estado proveerán el fortalecimiento de la regionalización del país y del
desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del territorio
nacional”
Fue eliminada la expresión “su territorio se divide en regiones”
11. El Respeto de los Emblemas Nacionales El art. 2 de la CPR expresa que “son
emblemas nacionales, la bandera nacional, el escudo de armas de la República y el himno
nacional”. A su vez el art. 22 señala en el inc. 1° señala “Todo habitante de la República debe
respeto a Chile y a sus emblemas nacionales”. Por su parte el art. 63 N° 6 indica que son
materias de ley las que modifiquen las normas y características de los emblemas nacionales.