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BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD

INDICE

1. Concepción Humanista del Hombre y de la Sociedad.


 El Estado está al Servicio de la Persona Humana
 Principio de la Subsidiariedad;
 El Fin del Estado de Chile: El Bien Común
 La familia el núcleo fundamental de la sociedad

2. Aceptación expresa de los grandes Principios del Constitucionalismo

Democrático Representativo.

 Chile es una República Democrática. Art. 4, 6 y 7 CPR.


 La soberanía reside en la Nación art. 5 CPR
 Separación de Funciones art 7, inc.2° CPR
 Principio de la Supremacía Constitucional de Legalidad y Principio de Estado
de Derecho. Art. 6 y 7 CPR
 Nulidad de Derecho Público
 Reconocimiento de los Derechos Fundamentales Capt. II y III CPR.
 Principios de Probidad y Publicidad en el ejercicio de la función Pública.

3. La No Imparcialidad Frente al Terrorismo y el Totalitarismo en la Defensa del Orden


Constitucional y sus Bases Fundamentales.

4. La forma jurídica del Estado de Chile: Unitario de carácter complejo art. 3, capt. XIV

5. Régimen Presidencialista Vigorizado

6. El Respeto de los Emblemas Nacionales


CAPTULO 1° DE LA CARTA FUNDAMENTAL

Los principios doctrinarios en que se funda la Carta Política de 10, son aquellas
en que se inscribe la institucionalidad chilena al recoger los valores predominantes de
nuestra sociedad en un momento determinado. Constituye la filosofía de la Carta
Fundamental o la “idea de Derecho predominante en dicho momento histórico”
(Burdeau). De tal forma se otorga a estos valores un rasgo constitucional a objeto de que
gocen de una gran estabilidad y permanencia en el tiempo.

Así las Bases de la Institucionalidad constituyen la parte doctrinaria de nuestro


ordenamiento constitucional y tiene una concreción de las normas jurídicas más específicas
que se desprenden del resto del articulado de la Constitución.

El Capítulo I, de la Constitución, recoge efectivamente los valores, que admiten


una clasificación genérica de acuerdo a las ideas del constituyente:

1. Principios Fundamentales del humanismo occidental en que se funda la civilización


cristiana de Occidente.
2. Bajo un punto de vista jurídico y político, a adhesión al constitucionalismo democrático
liberal que da paso a la democracia representativa.

Los orígenes de estas dos ideas básicas, provienen del Golpe Militar del 11 de
septiembre de 1973, en el Bando N° 5, que expresa la “Declaración de Principios de la Junta
de Gobierno”; el trabajo de la Comisión Asesora para el Estudio de la nueva Constitución
celebró 417 sesiones entre los años 1973 y 1978; los debates originados al seno del Consejo
de Estado, que celebró 57 sesiones entre los años 1978 y 1980 y; en la última parte del
despacho del proyecto constitucional, con las observaciones de la propia Junta de Gobierno.
Este órgano, decidió acoger la opinión de la primera Comisión Asesora, reponiendo el
Capítulo “Bases de la Institucionalidad”, ya que en un principio, el Consejo de Estado lo
pretendía establecer en calidad de Preámbulo o Capítulo Exclusivo. Por último, el proyecto
constitucional propuesto por la Junta de Gobierno fue aprobado en el plebiscito constituyente
del 11 de septiembre de 1980, estableciendo de esta manera, el texto definitivo.

En cuanto al valor doctrinario de del Capítulo I es incuestionable, lo que


ratifica el hecho de que esta parte de la Carta ha sido objeto de algunas modificaciones,
estas no han alterado de manera sustantiva el fondo o contenido filosófico y doctrinario en
que se inspiran las Bases de la Institucionalidad.

La realidad conceptual de la Carta de 1980, se inscribe en la definición del


concepto racional-normativo. Este concepto pertenece a la Escuela Liberal. Los liberales
cuando dieron vida a todo el sistema constitucional moderno en las tres revoluciones que
fijaron las bases del del sistema de limitaciones del Poder de los gobernantes los
grandes principios de la Democracia Clásica. Esta corriente sostiene que la Constitución
debe ser Suprema, Rígida y Escrita, pues de esa forma otorga mayores garantías a los
gobernados. Recordemos que en casi todo el mundo occidental, a partir del siglo XIX se
produce el Universalismo de la Constitución Escrita. Se produce en muchos países que se
independizaban producto de las unificaciones nacionales; sin embargo, existen excepciones
caso de Gran Bretaña, que cuenta con una constitución consuetudinaria que consiste en
prácticas, usos y convencionalismos que derivan de la tradición. El liberalismo expresa este
concepto racional normativo de la Constitución porque para ello todo el sistema de control del
Poder del Estado tiene lugar una sola vez y e forma definitiva, precisamente porque es
producto de la racionalidad el hombre. Plantea esta teoría que si no existen normas que
establezcan las limitaciones al Poder de los Gobernantes, no existe un efectivo control del
Poder. Los grandes principios del constitucionalismo deben estar presentes en una
Constitución, de manera que sea una herramienta y un arma de fiscalización del Poder de
los gobernantes.

CONTENIDO DEL CAPITULO I:

1. Concepción Humanista del Hombre y de la Sociedad.


2. Aceptación expresa de los grandes principios del constitucionalismo
democrático representativo.
3. La no imparcialidad frente al terrorismo y totalitarismo.
4. La forma jurídica del Estado de Chile: Unitario de carácter complejo.
5. Forma de gobierno basada en un Presidencialismo vigorizado.
1. CONCEPCIÓN HUMANISTA DEL HOMBRE Y DE LA SOCIEDAD.

Esta concepción expresada en el artículo Primero señala que el SER HUMANO ES


ONTOLOGICAMENTE SUPERIOR AL ESTADO, por esta razón el propio Estado tiene el
deber ineludible de reconocer tales derechos y ampararlos, como lo hace efectivamente en
su ejercicio en el Capítulo III, que trata sobre los “Derechos y deberes Constitucionales”.

El origen más importante de esta manifestación constitucional proviene de la


concepción aristotélica de la Sociedad, entendida como una unidad originaria en que se
manifiesta permanentemente la relación de sus miembros y que solo puede comprenderse
partiendo de la naturaleza de un todo. Ello da cabida a la Teoría Orgánica sobre el origen y
contenido de la sociedad. Los antecedentes de dicha teoría organicista se encuentra en
Aristóteles, por cuanto el hombre es un sr eminentemente sociable, en la consagración de los
derechos naturales que el Estado debe proteger, que expresara John Locke en el siglo XVII
y Santo Tomás de Aquino, quien interpretó a Santo Tomas de Aquino.

En consecuencia, la Carta de 1980 no es una Constitución cristianan


propiamente tal, ya que no contiene una norma expresa que establezca la religión oficial del
Estado, como lo hacía a la Carta de 1925. La CPR, si bien se inspira en principios cristianos
resulta un estatuto de carácter Laico, pues reconoce explícitamente la libertad de conciencia
y de credos, junto con la separación total de la Iglesia y el Estado, que heredamos de la
Carta de 1925, (actual art. 19 N°6, La libertad de conciencia, la libre manifesación de todas
las creencias y el ejercicio de todos los cultos). Al respecto debemos recordar que la CPR se
inicia con el epígrafe “Las personas nacen libre e iguales en dignidad y derechos”, frase que
encabeza la obra de Jean Jacques Rousseau “El Contrato Social” 1759.

De la concepción humanista del hombre y de la sociedad, se desarrolla como


consecuencia los siguientes postulados constitucionales:

 El Estado está al Servicio de la Persona Humana


 Principio de la Subsidiariedad;
 El Fin del Estado de Chile: El Bien Común
 La familia el núcleo fundamental de la sociedad
 El Estado está al Servicio de la Persona Humana,
Ella por cuanto la persona es superior al Estado y sus derechos naturales son anteriores
a éste. Por esto el Estado se constituye precisamente para reconocer, proteger y
preservar dichos derechos, siendo instrumental al hombre. Así entendemos que el
Estado es un ente jurídico y político que se justifica en la medida en que existen
personas que lo integran, mientras que la persona es un ser esencial, que se justifica por
si misma.
Ello significa además que la persona no está al servicio del Estado, con lo que se realiza
un evidente repudio a toda clase de totalitarismo como sistema político. Este repudio se
desarrollla, asimismo, por el art. 19 N° 15 de la CPR, donde se reconoce el pluralismo
político y la defensa del orden constitucional frente a la violencia y la eventual
destrucción del ordenamiento institucional.

 Principio de Subsidiaridad
Atendida la libertad natural de que gozan las personas, éstas tienen derecho preferente
sobre las potestades públicas para emprender las acciones que estimen convenientes
con el objeto de tender hacia la plena realización material y espiritual, actuando ya sea
de manera individual o a través de organizaciones menores. Estas últimas la CPR las
define como “sociedades intermedias” ya se ubican entre el Estado y las personas
individualmente consideradas.
De esto se desprende que el principo de la subsidiaridad en virtud del cual la sociedad
mayor, el Estado, no puede coartar el derecho de las sociedades menores para el
cumplimiento de los fines que le son propios ante lo cual debe garantizar su adecuada
autonomía. Ello no significa que por esta causa nos encontremos en presencia del
típico del Estado Policial. Todo lo contrario, las personas y agrupaciones intermedias
buscaran realizarse por sí mismas los fines que le son propios, ante lo cual se hace
necesario que el Estado permita los espacios para que esto ocurra, fortaleciendo la
autonomía de estas agrupaciones. Por tanto la actuación de Estado se reduce a aquello
que las sociedades menores no puedan o no quieran realizar, ya sea porque no lo
consideran lucrativo o porque no tengan la capacidad para emprender dichas
actividades. Así el Estado actuará de manera supletoria frente a la inación de los
particulares cuando la actividad sea de relevancia para el Bien Común, es decir
dirigiendo la acción a la satisfacción de las necesidades públicas que no estén
debidamente cubiertas. Todo lo cual se entiende si perjuicio de la existencia de aquellas
potestades estales que correspondan a las funciones propias o inherentes al Estado,
como la administración de justicia, la función judicial, la función legislativa, defensa
nacional, el orden y la seguridad interior, la dirección de las relaciones internacionales,
etc.
El Estado debe tener como tarea fundamental un carácter pasivo, a objeto de garantizar
la existencia de aquellos espacios de libertad que permitan el adecuado actura de los
particulares, reforzando con ello la autonomía necesaria para el logro de sus fines
específicos.
Cuando los particulares no satisfagan una necesidad estimada como relevante, el
Estado deberá actuar de manera supletoria. Este actuar puede revestir diversas formas,
una de ellas es a través del Estado Empresario, por el cual el Estado emprende por sí
mismo la actividad en particular, siempre que se someta a la legislación común aplicable
a los particulares y que una ley de quórum calificado lo autorice (art. 19 N° 21, inc. 2°
CPR) La regulación del Estado Empresario hace de qu esta exista sea muy limitada, a
objeto de no interferir en el libre emprendimiento de los privados.
Otra forma de actuación estatal, se realiza a través de los susidios a lso particulares,
constituyéndose en apoyo económico para que la actividad que las agrupaciones
intermedias no puedan o no quieran realizar o no se vuelva lucrativa o realizable. De esta
forma, la actividad no la llevará acabo el Estado por sí mismo, como ocurre en el Estado
Empresario, sino indirectamente. Esto ya sea a través de apoyo a aquellos interesados
en realizar dicha actividad (lo que en economía se denomina como subsidio a la oferta) o
a través del apoyo a los beneficiarios que no tienen la capacidad para costaer las
prestaciones que reporta dicha actividad (subsidio a la demanda). Así los apoyos
estatales se traducen como verdaderos incentivos para que las sociedades menores
realicen la actividad o el giro que corresponda.
El principio de subsidiariedad se enmarca dentro de un modelo basado basado
en una economía social de mercado, que dota a las personas naturlaes y jurídicas
inmersos en espacios de libertad para lograr su pleno desarrollo.
 El fin del Estado de Chile: La promoción del Bien Común

Siempre dentro de la concepción humanista, y de acuerdo al principio de la


subsidiaridad, corresponde al Estado la promoción del Bien Común, lo que implica la plena
realización personal, material y espiritual del ser humano. Esto obliga al Estado a materializar
las condiciones sociales que lleven al cabal y justo desarrollo de la persona. Pero no se trata
de exclusivamente del Bien Común que el Estado como sociedad mayor deberá cumplir, ya
que también se extiende a todas las per consideradas individualmente o integrado esas
sociedades intermedias que protege el orden constitucional. Por lo tanto el Estado, las
personas y las organizaciones intermedias no pueden escapar de esta responsabilidad. En
consecuencia el concepto de Bien Común es genérico (aplicado al Estado) y particular (de
cada uno de los integrantes del cuerpo social), enfrenta todos con rectitud y apego a los
derechos fundamentales que expresa la Constitución aa través de un contenido amplio,
complejo y que pasa a ser un deber del cuerpo social ya indicado (Cap. III del al CPR art. 5 y
9).

En lo que se refiere a la obligación del Poder Ejecutivo de promover el Bien


Común, de acuerdo a la ley 18.575, en el art. 3° se establece que ello se hará atendiendo a
las necesidades públicas en forma permanente y continua. Ahora bien, por el principio de
legalidad de ls actos del Estado, las necesidades públics deben estar contenidas en
preceptos legales, ya que de lo contrario, la Administración del Estado se vería impedido de
actuar y contribuir en definitiva a la promoción del Bien Común.

El deber primordial del Estado, como digimos, es la promoción del Bien


Común, pero eso no es absolut, ya que encuentra un límite en el pleno respeto de los
derechos y garantías que establece la Constitución. No puede concebirse la existencia del
Bien Común como elemento subjetivo del Estado si ello implica el menoscabo de los
derechos fundamentales de la persona humana. Por esta razón una correcta interpretación
de esta idea de Derecho debe entenderse limitada o restringida por tales derechos.

Además el ejercicio de la soberanía también se encuentra limitado por derecho,


lo que se encuentra en concordancia la intención del constituyente de dar una primacía
suprema a losderechos esenciales que emanan de la naturaleza humana.
Por lo anterior ningún acto de autoridad pública que vaya en desmedro de los
derechos fundamentales, puede encontrar justificación en el Bien Común, salvo que la propia
CPR lo autorice, como ocurre en los estados de Excepción Constitucional.

 La familia como núcleo fundamental de la Sociedad

En relación a la familia, que es la sociedad intermedia esencial y la primera


insitución histórica de la CPR como el núcleo fundamental de la sociedad, art.1°. Pero no
basta con señalar aquello como grupo intermedio por excelencia. El Estado tiene el deber de
otorgarle la plena protección, proveer su integración y asegurar su participación como el
sector más importante de la vida nacional, con plena igualdad de oportunidades en la vida
nacional.

De acuerdo a las actas oficiales de la Comisión de Estudios, el concepto de familia el


bien común al que alude “es aquella que merece mayor jerarquía en la estructura social,
aquel basado o derivado del matrimonio y en especial de la unión monógoma e indisoluble”

En esta concepción humanista de las personas y de la sociedad, las disposiciones


indicadas o postulados señalados dejan de ser un planteamiento teorico o un preámbulo del
deber ser. Lo interesante de este catálogo de Derechos y Garntías Fundamentales del
Capítulo III los van ratificando en el ejercicio de estos derechos de manera elocuente y
práctica, lo que nos permite hablar de una Constitución Normativa. En este sentido debe
tenerse presente que reconociendo nuestra Constitución en el art. 1° la existencia de toda
persona, todos ellos anteriores al Estado, el Capt. III art. 19 y 5° de la CPR. Lo que asegura
es el pleno ejercicio de los mismos y en las condiciones que sus disposiciones expresan.

2.- ACEPTACION EXPRESA DE LOS GRANDES PRNCIPIOS DEL


CONSTITUCIONALISMO DEMOCRATICO REPRESENTATIVO

La CPR de 1980 contempla los principios del constitucionalismo clásico,


movimientos doctrinarios gestados en los siglos XVIII y XIX, que logró neutralizar o debilitar
el poder de la Monarquía Absoluta mediante la imposición de diversas normas para proteger
a la persona humana frente al Estado. Este movimiento se funda en principios Aristotélicos
de la democracia clásica ateniense, la libertad, la igualdad, y la participación. Dichos
principios han sido reconocidos y aceptados en la CPR.

1. Chile es una República Democrática.


2. La soberanía reside en la Nación
3. Separación de Funciones
4. Principio de la Supremacía Constitucional de Legalidad y Princiio de Estado de
Derecho.
5. Nulidad de Derecho Público
6. Reconocimiento de los Derechos Fundamentales
7. Principios de Probidad y Publicidad en el ejercicio de la función Pública.

1. Chile es una República Democrática.


Ello se expresa en el art. 4 de la CPR. Prohíbe de esta manera la instauración de una
monarquía y de un sistema totalitario, cualquiera sea su especie. Esto significa también que
las autoridades políticas se generaran por sufragio universal y duran en sus cargos el tiempo
limitado que el propio ordenamiento constitucional lo establece. Además, al afirmar que
Chile es una República democrática implica aceptar, en general, todos los principios que
informan la democracia liberal y representativa como limitaciones al poder de los
gobernantes, cuyo corolario resulta ser el Estado de Derecho a que aluden los art. 6 y 7 de la
CPR.

2. La Soberanía reside esencialmente en la Nación

Ello se expresa en el art. 5° de la CPR. sostiene la tesis de la residencia en la Nación,


entendida como un ente jurídico abstracto y único, inalienable e imprescriptible. La nación
está constituida por aquel conjunto de voluntades jurídicas que se unen en un todo común y
general, dando vida a esta soberanía no solo desde un punto de vista sociológico, sino que
también desde un punto de vista jurídico en cuanto a la indivsibilidad de la misma. Por esta
razón el mismo art. 5°, agrega que “ninguna sector del pueblo ni individuo alguno puede
atribuirse su ejercicio”.
Por soberanía debemos entender que es en virtud del poder que permite mandar y hacerse
acatar. Así, el único y exclusivo titular de la Soberanía es la Nación, sin embargo, el ejercicio
de la soberanía la Constitución lo atribuye a:

 El pueblo, entendida como la ciudadanía o conjunto de ciudadanos. Ellos


ejercen la soberanía a través de los PLEBISCITOS, el más importante es el que puede
suscitarse por una reforma constitucional cuando existe controversia entre el Presidente de la
República y el Congreso Nacional y el primero lo convoca luego de la insistencia por parte
del legislativo , art. 128 y ss de la CPR. Otro caso de Plebiscito es el Municipal, que convoca
el Alcalde respectivo de acuerdo al art.118 inc 5°. Además debemos recordar la residencia
de la Soberanía en la Nación da lugar al gobierno representativo y al mandato
irrevocable de las autoridades elegidas por la ciudadanía en elecciones períodicas. En
virtud de la indivisibilidad de la Soberanía el art. 5 establece” Ningún sector del pueblo ni
individuo algino ouede atribuirse su ejercicio#, por lo que quiernes están dotados de esa
soberanía, representan la totalidad del cuerpo social y en ningún caso entidades parciales.
 Las autoridades que la CPR establece, s e refiere a aquellas autoridades
púbicas, que si bien no han sido elegidas por la ciudadanía mediante elecciones , la propia
Carta Fundamental le otorga la potestad para ejercer la soberanía , previa investidura
regular, dentro de su competencia y en la forma que establece la ley. Art. 6 y 7 CPR. Tal es
el caso del Poder Juridicial, el Banco Central y en general, los órganos constitucionales y los
diversos agentes del Estado no Electos. El Inc. 2° de este artículo, establece que la
soberanía establece como límite de la misma los derechos esenciales que emanan de
la naturaleza humana, como reconoce el art. 1°. Por tanto nada legitima el injusto
menoscabo de los derechos esenciales, ni aún la invocación de la soberanía. Por lo anterior
se establece que es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos
ante lo cual las autoridades deben abstenerse de emitir acciones que las lesiones y dictar las
normas que las protejan, ya sea a través de acciones cautelares o de simples medidas
preventivas. La misma CPR señala por un principio de seguridad jurídica que los derechos
esenciales constituyen una limitación a la soberanía, respecto de los cuales el Estado debe
presentarles respeto y protección y que son los que la propia CPR (art. 1° y 19) y aquellos
contemplados en tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.
Cabe recordar que sólo los tratados internacionales que reconozcan derechos esenciales de
la naturaleza humana, serán un límite a la soberanía no por su naturaleza de convención
internacional sino por el contenido que reconocen.

3. Separación de Funciones

Principio clásico de la democracia liberal, también llamado principio de distribución de


funciones de los poderes del Estado esta recogido en la CPR en el art. 7 inc.2°, al
establecer que nadie podrá atribuirse aún a pretexto de circunstancias extraordinarias el
ejercicio de una función que no le corresponde, en virtud de la CPR y la ley, lo que la
importaría la aplicación de aqullas responsabilidades y sanciones correspondientes. Este
principio tiene una estrecha relació con el principio de juridicidad o legalidad en materia
de Derecho Público, en virtud del cual ante el silencio de una norma legal o
constitucional se entiende la prohiición. En consecuencia las autoridades estatales solo
pueden actuar si una ley los autorza. Si nada dice y actúan se estarían excediendo en
sus funciones y eventualmente quebrando el principio de separación de funciones.

4. Principio de la Supremacía Constitucional de Legalidad y Principio de Estado de


Derecho. Los art. 6 y 7 de la CPR, acogen el principio constitucional, el principio de
legalidad en materia de Derecho Público y como corolario de ello, el principio de Estado
de Derecho. Así toda persona, institución o grupos, cualquier autoridad política y
administrativa, al no respetar la Constitución y las normas dictadas conforme a la propia
Constitución, acarrea a los infractores las responsabilidades y sanciones
correspondientes.
La CPR es la norma suprema del ordenamiento jurídico, a la cual deben someterse todas
las normas jurídicas inferiores a ella. Estas últimas, solo obligaran si se dictaran
conforme a la CPR, esto es, en la medida que se subordinen material y formalmente a
ella.
La subordinación material significa que la norma inferior guarde concordancia y armonía
con el contenido dispositivo de la CP, sujetándose a ella en lo sustantivo de la norma.
La subordinación formal implica la sujeción estricta a los procedimientos que establece la
CPR, para su validez.
También se establecen criterios de validez de los actos emanados de los órganos del
Estado, conformando el principio de legalidad. En virtud de ellos, los órganos del Estado
deben actuar cumpliendo los siguientes requisitos:
A. Previa Investidura Regular de sus Integrantes, esto es que sus miembros se
encuentren investidos del cargo que ejerce.
B. Dentro de su Competencia, sólo tienen aquellas potestades que la Constitución y las
leyes le confieren y no pueden romper esta esfera de atribuciones, es decir excederse
en sus funciones.
C. En la Forma que Prescribe la Ley; de acuerdo a los procedimientos constitucionales o
legales.

La reforma constitucional de 2005, Ley N°20.050, dispuso en relación al art. 6 inc.1°es deber
de todos los órganos del Estado garantizar el orden institucional de la República.
Hasta la vigencia de la modificación, le competía, de acuerdo al art. 90, texto refundido art.
101 solo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, disposición uqe fue eliminada.

Si este principio de juridicidad es infringido, el art. 7° sanciona ello con nulidad de Derecho
Público, que es la consecuencia jurídica de la omisión o infracción de uno de los requisitos
de validez para los actos estatales

El corolario de los principios que aquí señalamos es el Estado de Derecho, en que se


caracteriza que prima el imperio de la norma jurídica y en especial el de la Constitución,
como norma suprema Recordar los conceptos estudiados el año pasado sobre Estado de
Derecho.

5. Nulidad de Derecho Público Consecuencia Jurídica por la violación al principio de la


juridicidad. LA infrancción a los presupuestos de validez de los actos de los órganos del
Estado, tiene como consecuencia la Nulidad de Derecho ¨Público. Art 6 “Los órganos del
Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su
competencia y en la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a
pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que
expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y
sanciones que la ley señale.”

6. Reconocimiento de los Derechos Fundamentales, La CPR reconoce la existencia


de los derechos fundamentales, los protege y garantiza, tanto para aquellos de naturaleza
individual, como aquellos derechos sociales o políticos, capt I, II Y III. La CPR de 1980
adhiere a la doctrina del ius naturalismo, para la cual los derechos fundamentales son
anteriores al Estado, nacen junto con la persona y son inherentes a ella por su sola condición
de tal. El rol del Constituyente en esta materia pasa por reconocerlos, y no por establecerlos
u otorgarlos, y darles la debida protección. Además, la CPR sostiene que la persona es
superior al Estado, por cuanto este último se forma para proteger sus derechos y proveer al
Bien Común, motivo por el cual los derechos fundamentales constituyen una limitación al
elemento subjetivo del Estado y al ejercicio de la soberanía. Art. 5

7. Principios de Probidad y Publicidad en el ejercicio de la función Pública. La


reforma constitucional de 20.050, incluye un nuevo art. 8 (el que había sido derogado por la
reforma de 1989) estableciendo estos dos principios. La nueva disposición establece. “El
ejercicio de las labores públicas obliga a sus titulares a dar estricto cumplimiento al principio
de probidad en todas sus actuaciones.
Son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus fundamentos
y los procedimientos que utilicen. Sin embargo solo una ley de quorum calificado podrá
establecer la reserva o secreto de aquellos o de estos, cuando la publicidad afectare al
debido cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los derechos de las personas, la
seguridad de la Nación o el interés nacional”
Este artículo estable dos principios que deben observar los órganos del Estado: PROBIDAD
y PUBLICIDAD; no obstante, podrá establecerse la reserva o secreto del ejercicio de la
función pública mediante ley de quorum calificado.

8. La No Imparcialidad Frente al Terrorismo y el Totalitarismo en la Defensa del


Orden Constitucional y sus Bases Fundamentales. El Dicc. De la Real Academia de la
Lengua Española define al terrorismo como “sucesión de actos de violencia ejecutados para
difundir terror”.
Como una consecuencia del principio de SEGURIDAD NACIONAL a que permanentemente
alude la CPR, se ha buscado salvaguardar y conservar el principio de la democracia. Para
estos efectos, no obstante, la derogación del art. 8° el art. 19 N° 15 sanciona como ilícitos y
contrarios al ordenamiento jurídico los actos de personas, grupos o partidos políticos que
propugnen la violencia o concepciones políticas fundadas en el totalitarismo. De esta manera
se generan un mecanismo de defensa del orden constitucional (art. 93 atribución 10°), para
la que existe incluso una acción popular. De esta manera se aplican diversas sanciones a los
partidos políticos, organizaciones, grupos o personas que pretendan la destrucción del orden
institucional; que propugnen la violencia , que no respeten el pluralismo político, que no
respeten la alternancia del poder y los principios básicos del orden democrático. Mediante la
ley N° 19.055 de 1991 fueron modificadas normas en relación a este tema.
a. Se eliminó el inc. tercero del art. 9, aquella norma que no permitía que dichas
conductas terrorista pudieran recibir los beneficios de indulto particular, el que
procederá solo para permutar la pena de muerte por la de presidio perpetuo.
b. Se modificó el at. 19N°7 lera c) se dispuso que los imputados por conductas terroristas
pueden ser beneficiados por libertad provisional por el juez que instruye el proceso.
Procede la Apelación, el tribunal estará constituida por ministros titulares de la Corte de
Apelaciones respectiva.
c. Se estableció que las futuras leyes que establezcan indultos generales y amnistías,
requerirán del quorum de dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio.
(Amnistía: beneficio que solo se otorga por ley, en virtud del cual las conductas
delictuales ya perpetradas pierden la calidad de tal. Indulto particular, se otorga a cierta
determinada persona afectada con una sanción penal ordenada por sentencia
ejecutoriada mediante un decreto supremo del presidente de la República, art. 32 n°16.
El indulto General. Se otorga a un grupo de personas indeterminadas mediante una ley.
La diferencia de estas instituciones es que el indulto no hace desaparecer el delito
cometido. El efecto del indulto consiste en la condonación o conmutación de la pena por
otra menos severa,
En la CPR tampoco la tolera el totalitarismo, “el Estado está al servicio de la persona
humana” at, 1, inc. 4° y no las personas al servicio del mismo. Así mismo “Chile es una
República Democrática”. Art. 4, por lo que el repudio los sistemas autocráticos se hace
evidente ante la letra expresa de la Constitución, que busca una democracia representativa
donde el Estado existe para asegurar y proteger los derechos individuales, sociales y
políticos.

9. La forma jurídica del Estado de Chile: Unitario de carácter complejo art. 3, cap.
XIV: El Estado de Chile se ha organizado en función del principio del Estado Unitario, lo cual
significa, que solo existe un centro fundamental de emisión de normas y decisiones públicas,
en general, aplicables en todo el territorio nacional, una sola Constitución. El art. 3 expresa
que el Estado de Chile es Unitario, esto es, que la administración será funcional y
territorialmente descentralizada o desconcentrada según lo determine la ley. Esto significa
que exista un solo centro de impulsión político, administrativo y jurídico un solo Estado y una
sola Constitución válida para todo el territorio de la República. La ley de reforma
constitucional N° 20,050 del 2005, mantuvo la forma jurídica del Estado Simple, de carácter
unitario señalando “El Estado de Chile es unitario
La administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada o
desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley.
Los órganos del Estado proveerán el fortalecimiento de la regionalización del país y del
desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del territorio
nacional”
Fue eliminada la expresión “su territorio se divide en regiones”

10. Régimen Presidencialista Vigorizado El Régimen Presidencial se caracteriza por


ser el Poder Ejecutivo el eje más importante del Poder Político al interior de las instituciones
políticas del Estado. Presidente de la República vigorizado y monocéfalo, que reúne las
calidades de Jefe de Estado y de Jefe de Gobierno en un mismo órgano, que cuenta con
muchas atribuciones en materias legislativas e incluso judicial, que es generado por la
voluntad directa de la ciudadanía y no tiene responsabilidad política frente al Congreso
Nacional; y por otro lado a un Congreso Nacional racionalizado y limitado en el ejercicio de
sus funciones. Para contrapesar este poder del Ejecutivo, la CPR contempla mecanismos
eficaces de controles políticos y jurídicos en poder de la Contraloría General de la República,
el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, Congreso Nacional.

11. El Respeto de los Emblemas Nacionales El art. 2 de la CPR expresa que “son
emblemas nacionales, la bandera nacional, el escudo de armas de la República y el himno
nacional”. A su vez el art. 22 señala en el inc. 1° señala “Todo habitante de la República debe
respeto a Chile y a sus emblemas nacionales”. Por su parte el art. 63 N° 6 indica que son
materias de ley las que modifiquen las normas y características de los emblemas nacionales.

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