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ETICA DE PLATON

La teoría ética de Platón descansa en la suposición de que la virtud es conocimiento y que éstepuede
ser aprendido. Dicha doctrina debe entenderse en el conjunto de su teoría de las ideas.Como ya se
ha dicho, la idea última para Platón es la idea de Dios, y el conocimiento de esa ideaes la guía en el
trance de adoptar una decisión moral. Mantenía que conocer a Dios es hacer elbien. La
consecuencia de esto es que aquel que se comporta de forma inmoral lo hace desde laignorancia.
Esta conclusión se deriva de su certidumbre de que una persona virtuosa es realmentefeliz y como
los individuos siempre desean su propia felicidad, siempre ansían hacer aquello quees moral.AUTOR
(Friedländer, Paúl. Platón, verdad del ser y realidad de la vida. Madrid: Editorial Tecnos,1989.
Importante obra clásica que estudia el conjunto de la obra de Platón.)
ETICA DE ARISTOTELES
Fue Aristóteles quien introdujo la denominación de Ética para designar lo concerniente a
losprincipios del bien y del mal; y, de “Filosofía Práctica”, para la disciplina que dicta las reglas a
quedebe someterse la conducta humana . Según Aristóteles, la virtud es el objeto de la Ética,
mientrasque la moralidad lo es de la Filosofía Práctica. Hay, no obstante, confusiones posteriores
debidas alas traducción; así por ejemplo, CICERON tradujo la palabra griega “ético” a la latina
“moralis”, ySENECA llamó a la ética “Philisophia Moralis”. Desde entonces aparecen con más
frecuencia estostres nombres : Ética, Filosofía Moral y Filosofía Práctica ç, designando, con leves
matices dediferencia, la misma disciplina filosófica. Sin embargo, desde la Antigüedad hasta el
presente, laexpresión Filosofía Práctica no se refiere exclusivamente a lo ético, sino que abarca
también laPolítica, la Economía y el Derecho.La ética de Aristóteles se centra en ver primero, cuáles
son los motivos que determinan a lavoluntad, y luego cuales deben ser los que determinen a la
voluntad. Como punto de partida,Aristóteles es partidario de un empirismo utilitario, pero para
resolver el deber ser, es másplatónico, y se pregunta por el bien supremo y más absoluto que debe
regir toda la actividadhumana, definiéndolo de la siguiente manera: El fin supremo de toda la
actividad del hombre es lafelicidad (Eudemonismo).La felicidad:Todas las filosofías en principio
están de acuerdo en que la felicidad existe. La diferencia está enqué se entiende por felicidad.
Algunos sitúan la felicidad en un aspecto concreto (salud, riqueza,placer, poder,...). Otros entienden
la felicidad de modo absoluto, es decir, más que un bien para loshombres es un bien en sí mismo.
Entre el subjetivismo primero y el objetivismo radical, Aristótelesse sitúa a medio camino.
Aristóteles afirma que el bien y el fin del hombre ha de ser algo práctico yrealizable. Si lo
característico del hombre es poseer alma racional y lógicamente perfeccionarla, sepuede concluir
que la felicidad ha de encontrarse en la vida racional misma. La felicidad no es otracosa que la
actividad del alma racional ejerciéndose conforme a la virtud.En contra de Platón, la vida racional
no es sólo teórica, sino también práctica, por eso hay dos tiposde virtudes. Virtudes intelectivas o
dianoéticas (las teóricas), y virtudes morales o éticas (prácticas).El problema es saber qué es virtud.
La virtud no puede ser una mera afección. Un movimientoinvoluntario, ni una potencia o disposición
natural.
ÉTICA DE SÓCRATES
La virtud es un bien absoluto
Anteriormente el concepto de la “virtud” fue comprendido, entre los griegos, de una manera
muyamplia: significaba el vigor, la bravura, la habilidad de hacer los ejercicios. Por esa
razón,fácilmente se demostraba, como lo hacían los sofistas, que la virtud era relativa, pues era
distintapara cada ser humano.En vez de eso, Sócrates llamó “virtud” aquello que era común para
toda la raza humana y en todaslas circunstancias, por ejemplo, la justicia, la valentía o el autocontrol.
De esta manera no sólo seopuso al relativismo de los sofistas, sino que extrajo de todas las virtudes
aquellas que hoyllamaríamos “virtudes morales”. Por esa razón a Sócrates se le considera como el
fundador de laética.
Bibliografía : Breve diccionario filosófico
ETICA DE PLATÓN

a �tica plat�nica mantiene una estrecha relaci�n con su visi�n antropol�gica y


metaf�sica. Alma y cuerpo constituyen dos elementos no s�lo distintos, sino irreconciliables entre s�:
el cuerpo es la c�rcel del alma, el lugar donde �sta se hace esclava de lo material y lo pasional.
Mientras el hombre permanezca ligado a su cuerpo, se encontrar� incapacitado para la felicidad y para
el verdadero conocimiento. Alcanzar estos s�lo ser� posible si dominamos nuestra parte material.

LA VIRTUD COMO SABIDUR�A

A la doctrina que equipara sabidur�a y virtud se la denomina intelectualismo �tico y ya fue


formulada por S�crates, en un intento de superaci�n del relativismo de los Sofistas. Los conceptos
morales no son fruto de una convenci�n o pacto entre hombres, ya que se refieren a realidades
existentes y permanentes (ideas) que son independientes de la raz�n y la voluntad humanas. Sin
embargo, es a trav�s de la raz�n como el hombre puede tomar contacto con la realidad moral,
realiz�ndola en su persona.

A la manera socr�tica, Platon afirma que s�lo el sabio es el virtuoso, porque �nicamente conociendo
qu� es la virtud, es decir, la idea a la que se refiere el concepto "virtud", hay posibilidad de serlo en la
vida pr�ctica. El saber y la virtudcoinciden y se necesitan rec�procamente.

Lo Justo en s�, la bondad en s�, la prudencia, etc., esto es, los valores morales existen por s� mismos,
y por ello es posible definirlos objetivamente y, una vez conocidos, llevarlos a cabo en la vida pr�ctica.
El sabio no podrá ser malo, ya que el mal es fruto de la ignorancia, un defecto que no radica en nuestra
naturaleza sino en el no cumplimiento de lo esencial de nuestra naturaleza (la racionalidad).

LA VIRTUD COMO PURIFICACI�N

Aqu� reaparece con toda violencia el antihedonismo plat�nico: los placeres materiales y corporales
no s�lo no coducen a la felicidad, sino que incluso nos la impiden. Virtuoso y feliz ser� aquel que
purifique su alma de las pasiones y "des�rdenes" del cuerpo y se vuelque hacia el mundo eid�tico, el
�nico capaz de realizar humanamente a el hombre.

"Purificarse es separar lo m�s posible el alma del cuerpo, acostumbrar al alma a dejar la envoltura del
cuerpo, para concentrarse en s� misma, a solas consigo" (Fed�n, 67,e.)

"La realidad verdadera es que la templanza, la justicia y la virtud no son sino purificaciones de todas las
pasiones, y hasta el pensamiento es quiz� un medio de purificaci�n" (Fed�n, 69,b.)

LA VIRTUD COMO ARMON�A ENTRE LAS TRES PARTES DEL ALMA

La virtud puede entenderse tambien como un equilibrio y armon�a entre las distintas partes del alma.
Debe desarrollarse tal acuerdo entre ellas que se unifiquen los distintos elementos que conforman
el compuesto humano, someti�ndolos a la raz�n. Es esta la �nica que puede regir esta armonizaci�n:
RACIONAL
PARTES DEL IRASCIBLE APETITIVA
(nous, l�gos)
ALMA (Thym�s) (epithym�a)
Inmortal
CAR�CTER Mortal Mortal
Cabeza
SITUACI�N Tórax Est�mago
Prudencia,
sabidur�a Fortaleza, valor Templanza
VIRTUDES
(Phr�nesis, soph�a) (andre�a) (Sophrosyne)

Gobernantes-
CLASES
fil�sofos Guardianes Productores
SOCIALES

Esta división del alma le permitirá justificar la desigualdad social: ésta tiene un origen
natural. Los hombres deben pertenecer a una clase social u otra dependiendo de la clase
de alma predominante en ellos. En el cuadro de arriba se muestra un esquema de la
correspondencia entre las clases de alma, sus virtudes inherentes y la clase social a la
que pertenecen.

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Una lectura completa sobre la ética platónica está disponible en el libro interactivo para
iPad: LA FILOSOFÍA DE PLATÓN, de Elena Diez de la Cortina y Juan Antonio Negrete
(Editorial Manuscritos, 20013). Disponible ya en la iBookstore. Puedes ver aquí abajo
un vídeo explicativo del libro (book trailer).

Justicia y ética

Si la justicia en la ciudad reside en que cada clase social haga lo que debe hacer, la justicia en el
hombre residirá también en que cada parte del alma haga lo que debe. Ello implica que la vida buena
para el hombre es una vida en la que se atiendan las necesidades "materiales" y "espirituales". Como
vimos anteriormente la idea de que el hombre debe dar las espaldas a todo lo que signifique materia
o tenga algo que ver con la corporeidad, defendida en el Fedón, no será mantenida en los diálogos
posteriores, en los que el alma deja de ser considerada como una entidad simple y enfrentada al
cuerpo, y pasa a ser considerada como una entidad en la que podemos distinguir tres partes
diferenciadas que permiten explicar, entre otras cosas, los conflictos psicológicos de la vida del
hombre, las distintas tendencias que configuran su naturaleza. El conocimiento y la satisfacción de
las necesidades intelectuales deben ir acompañados de salud, moderación en el disfrute de los
bienes materiales, etc., lo que pone de manifiesto hasta qué punto la idea de que Platón rechaza de
un modo absoluto lo corporal es injustificada. En el Banquete, por ejemplo, podemos observar cómo
a través del Eros Platón concibe el ascenso hacia las Ideas partiendo del amor a la belleza que
observamos en las cosas sensibles, luego a la belleza en el ser humano, hasta alcanzar la
contemplación de la Belleza en sí, que se identifica con el Bien del que nos habla en la República y
que representaría el grado superior de conocimiento.
El verdadero bien del hombre, la felicidad, habrá de alcanzarse mediante la práctica de la virtud.
Pero ¿qué es la virtud?. Platón acepta fundamentalmente la identificación socrática entre virtud y
conocimiento. La falta de virtud no supone una perversión de la naturaleza humana; por su propia
naturaleza el hombre busca el bien para sí, pero si desconoce el bien puede tomar como bueno,
erróneamente, cualquier cosa y, en consecuencia, actuar incorrectamente; la falta de virtud es
equivalente, pues, a la ignorancia. Sólo quien conoce la Idea de Bien puede actuar correctamente,
tanto en lo público como en lo privado, nos dice Platón en la República, al terminar la exposición y
análisis del mito de la caverna. Cuando alguien elige una actuación que es manifiestamente mala lo
hace, según Platón, creyendo que el tipo de conducta elegida es buena, ya que nadie opta por el
mal a sabiendas y adrede. En este sentido la virtud cardinal sería la prudencia, la capacidad de
reconocer lo que es verdaderamente bueno para el hombre y los medios de que dispone para
alcanzarlo. La dependencia con respecto al intelectualismo socrático es clara en la reflexión ética de
Platón.
En la República nos habla Platón de cuatro virtudes principales: la sabiduría, el coraje o fortaleza de
ánimo, la templanza y la justicia. Como hemos visto, establece una correspondencia entre cada una
de las virtudes y las distintas partes del alma y las clases sociales de la ciudad ideal. La parte más
elevada del alma, la parte racional, posee como virtud propia la sabiduría; pero la justicia, la virtud
general que consiste en que cada parte del alma cumpla su propia la función, estableciendo la
correspondiente armonía en el hombre, impone los límites o la proporción en que cada una de las
virtudes ha de desarrollarse en el hombre. El hecho de que Platón tenga una concepción absoluta
del Bien hace que la función de la parte racional del alma siga siendo fundamental en la organización
de la vida práctica del hombre, de su vida moral.

15. Existen tres clases de hombres: amantes de la sabiduría, amantes del honor, y amantes de la
ganancia

33. La honestidad suele generar menos ganancias que la mentira

Una reflexión amarga sobre las consecuencias de ser honestos.

35. Cada hombre puede dañar a alguien, pero no todo el mundo puede hacer el bien

Una aparente paradoja señalada por este filósofo.

39. El mejor logro de la injusticia es parecer justos sin serlo

Una reflexión acerca de la injusticia y el modo en el que queda enmascarada.


ARISTOTELES

La virtud no está en los extremos, sino en el justo medio.

Con respecto a la ética Aristóteles propone que todo lo que conduce al hombre a su propio bien
y al logro de sus verdaderos fines es una acción buena y todo lo que lo desvía de ese objetivo
es una acción mala. Existen distintas clases de bienes; y según la actividad que realice cada
uno será el bien que desea conseguir. Y también diferentes fines, que pueden ser parciales y
que están subordinados a otros de carácter último.

Por ejemplo un médico que cura una herida como fin inmediato para recuperar la salud del
enfermo como fin último. Aristóteles trata de explicar el Bien como fin último. Para ello cree
necesario remitirse a la ciencia ética individual y luego a la ciencia ética política.
El objeto de la ética individual o moral, son las obras humanas y se parte de los juicios morales
para establecer principios generales, con el supuesto que existen en el hombre tendencias
naturales innatas hacia la armonía, la coherencia y el equilibrio, sabiduría que constituye la base
de la ética natural. Por lo tanto para Aristóteles existe una naturaleza humana, una forma “a
priori” de ser del hombre con valores absolutos.

Para Aristóteles la felicidad es el fin al que aspira todo hombre, relacionada con la actividad
virtuosa no transitoria sino durante toda la vida, entendiendo por virtudes la moral y el intelecto,
reconociendo que para lograrlo es necesario contar con medios externos. Para ser bueno, dice
Aristóteles, se necesita desarrollar un buen carácter, el cual se desarrolla por medio del accionar
virtuoso, ya que el hombre tiene ya una predisposición habitual hacia la virtud.

El accionar virtuoso crea un hábito y a medida que avanza la educación el hombre se


puede dar cuenta que esa actitud le reporta únicamente beneficios, por lo tanto la adopta
para siempre y así de esa manera se convertirá en un virtuoso moral.
La virtud tiene que encontrar su justo medio, ni caer en excesos ni en defectos.
La virtud es la disposición a elegir en base a las reglas del hombre virtuoso, con capacidad de
discernimiento moral al tomar decisiones, o sea que posea la sabiduría práctica esencial
para saber que es lo que tiene que hacer según las circunstancias.
Para Aristóteles, el hombre prudente es aquel que pueda ver el bien del hombre en todas las
circunstancias.

La virtud no es extremista, constituye una síntesis entre los opuestos. Ni tan malo ni tan
bueno. Es en la síntesis donde disminuye la parte peligrosa de los valores absolutos.
La virtud en sí consiste en el justo medio; lo que quiere dar a entender es que el actuar del
hombre debe estar regido por la prudencia o regla recta. Hay dos modalidades de virtud:
las dianoéticas (que se refieren al ejercicio de la inteligencia) y las éticas (que se refieren a
la sensibilidad y los afectos).
Es importante señalar que el hombre tiene un bien o un fin, lo cual representa el núcleo
central de la ética aristotélica. Ese fin o bien que busca el ser humano no es otro que la
felicidad, aquello hacia lo que todos los seres humanos apuntalan, y constituye nada más
y nada menos que al contenido de la ética: conducir al ser humano a la felicidad.
Aristóteles se aleja del intelectualismo socrático que vincula a la virtud con el conocimiento.
Para él, la virtud será la disposición del alma, es decir, la capacidad y la aptitud de ésta
para comportarse de un modo determinado:

No basta que la acción tenga un carácter determinado para que la conducta sea justa o
buena; es preciso también que el hombre actué de un modo determinado ante todo, que
actúe a sabiendas; en segundo lugar, que proceda en razón de una decisión consciente y
que prefiera esa acción por sí misma; finalmente, que actúe desde una posición firme e
inquebrantable. Aristóteles, Ética a Nicómaco. (2007).

Aristóteles. (2007). “Ética Nicomaquea”. Buenos Aires: Edit.


Colihue Clásica

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