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VICERECTORADO ACADEMICO

ESTUDIOS AVANZADOS CONDUCENTES A LA ACREDITACIÓN DE MAESTRIA EN


DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGIA
EXTENSION EL VIGIA, ESTADO BOLIVARIANO DE MERIDA

La Asunción Jurisprudencial de la Interpretación


Constitucional Sala Constitucional TSJ

(Interpretación Normas Constitucionales, Atribuciones y funcionamiento Sala


Constitucional del TSJ)

Monografía

Argimiro Carrero. V-3.004.685


argimirocarrero@gmail.com
0426-703.73.20
Carlos Alberto Velazco. V-8.082.610
carlosinces@gmail.com

Unidad Curricular: Jurisprudencia


Facilitador: Abog. Luís Mendoza

El Vigía, Mayo 2019


i
ÍNDICE

CONTENIDO Pág.

Portada i
Índice ii
Resumen iii

I. Algunas consideraciones 1

II. Origen histórico del Derecho Jurisprudencial (Su evolución) 3

III. El Tribunal Supremo de Justicia. Atribuciones. Naturaleza Jurídica de


la Interpretación Constitucional. Sala Constitucional y su Organización.
Atribuciones 6

III.I Naturaleza Jurídica de la Interpretación Constitucional. 6

III.II Atribuciones Tribunal Supremo de Justicia 6

III.III. Sala Constitucional y su Organización. Atribuciones 8

Conclusiones 14

Referencias Bibliográficas 15

ii
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

La Asunción Jurisprudencial de la Interpretación Constitucional Sala


Constitucional Tribunal Supremo de Justicia.

AUTORES: Argimiro Carrero


Carlos A. Velazco
FACILITADOR: Abg. Luís Mendoza
AÑO: 2019

RESUMEN

La investigación documental llevada a cabo aplicada a una realidad específica, intenta


sacar a la luz el sentido que ella alberga. A esa actividad intelectual encargada de
comprender, explicar o declarar el sentido de todo aquello que es objeto lo llamaremos
interpretación; tómese en cuenta que la interpretación no solo esclarece el sentido de la
norma sino también el sentido de los hechos que suscitan un problema jurídico. Es así,
que el derecho por ser una ciencia considera una amplia gama de temas que se
correlacionan, entre los cuales está la interpretación jurídica dentro de la cual está
estrechamente ligado a la interpretación constitucional, que es el tema que se intenta
exponer en el presente trabajo. La interpretación de las normas jurídicas significa
otorgarles un sentido. En el caso de la Constitución, su interpretación adquiere especial
importancia pues a través de ella se busca dar un sentido a las normas fundamentales
que organizan la convivencia política y social de un país. Además, dada su peculiar
característica de norma suprema del ordenamiento jurídico, de su interpretación
depende la vigencia de las demás normas, las cuales pueden quedar expulsadas de
aquel ordenamiento debido a su inconstitucionalidad. Con la pretensión de aproximar al
lector al tema de la interpretación constitucional, así como de la labor hermenéutica
desarrollada por los tribunales constitucionales en defensa de las garantías y protección
en cuanto a la uniformidad de criterios normativos del texto constitucional; se desarrolló
la propuesta que se presenta bajo dos segmentos; el primero dirigido a proporcionarle
al lector una visión del origen del derecho jurisprudencial y, en el segundo, acercarlo lo
más posible a la comprensión de las atribuciones tanto del Tribunal Supremo de
Justicia, como de la Sala Constitucional, haciendo énfasis en las bases legales
constitucionales, así como de las leyes respectivas referidas a la potestad de la
interpretación que finaliza en jurisprudencia.

Descriptores: Derecho Jurisprudencial, Constitución, Tribunal Supremo de Justicia,


Sala Constitucional, interpretación, bases legales.

iii
I. Algunas consideraciones.

La función jurisdiccional como potestad-poder del Estado, tiene como primordial


objetivo la interpretación del ordenamiento jurídico para aplicarlo a la resolución de un
caso concreto, es decir, el juez, al momento de impartir justicia, debe realizar un análisis
de la norma jurídica que pretende aplicar, darle sentido concreto y práctico. Es por ello
que se afirma que la interpretación judicial es una función innovadora del derecho, ya
que el juez con estas al dictar sentencia, puede modificar el ordenamiento jurídico. En
Venezuela se ha previsto un mecanismo autónomo para que los interesados puedan
conocer a priori el sentido que debe dársele a una determinada norma legal, a los fines
de su aplicabilidad en el futuro, esto es el recurso de interpretación de las leyes,
previsto en el numeral 24 del artículo 42 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia (hoy numeral 52 del artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia), también recogido posteriormente en la Constitución de 1999, en su artículo
266 numeral 6, como mecanismo adicional a los ya existentes de control de legalidad y
constitucionalidad.

I.I. Noción de interpretación constitucional.

Siguiendo el criterio de Regla J. (2012), la noción de «interpretación


constitucional» es compleja y problemática. Para mostrarlo tal vez sea suficiente con
señalar que cada uno de los conceptos que forman la expresión, tomados por
separado, «interpretación» y «constitución», resultan ya altamente controvertidos.
Empecemos por «interpretación» y circunscribámoslo exclusivamente a la interpretación
jurídica. La noción de «interpretación jurídica» puede problematizarse, por ejemplo, a
partir de los siguientes elementos: a) Los «objetos» de la interpretación (¿qué es
susceptible de ser interpretado? ¿Se interpretan textos o normas, textos o prácticas, o
textos a la luz de prácticas? ¿Se interpretan acciones? ¿Y acciones institucionales?). b)
Los «sujetos» de la interpretación (¿Quiénes interpretan? ¿Qué relación hay entre la
interpretación de un dogmático del derecho y la de un juez? ¿Se trata de la misma
operación? ¿Tiene sentido hablar de interpretación auténtica? etc.). c) La «actividad»
en que consiste la interpretación (¿Qué operaciones incluye? ¿Interpretar es describir

1
un significado o modificar un significado? ¿Tiene «naturaleza » descriptiva, adscriptiva
o prescriptiva? ¿Se interpreta siempre que se aplica el derecho?). d) La «oportunidad»
de la interpretación (¿Cuándo se interpreta y cuándo estamos ante un problema de
interpretación? ¿Los problemas de calificación son siempre problemas de
interpretación? ¿Cuál es la relación entre lagunas jurídicas e interpretación?). e) El
«resultado» de la interpretación (¿Cuáles son sus productos? ¿Normas o enunciados
interpretativos? ¿Qué relación hay entre ficciones e interpretación? Y formulado en
términos un tanto paradójicos, ¿cuándo el resultado de una interpretación excede los
límites de la interpretación?). f) La «calidad» de una interpretación (¿Cómo evaluamos
una interpretación? ¿Cuándo una interpretación es correcta y/o está justificada?).
Todas estas preguntas, y muchas otras que se han quedado en el tintero, ilustran bien
el carácter problemático de la noción de «interpretación jurídica». Aquí ni siquiera se
intentará esbozar un principio de respuesta.

La noción de «constitución» no se queda atrás en problematicidad teórica. Para


ilustrarlo basta con señalar la discusión que, en las últimas décadas, se ha generado a
propósito de, por un lado, la constitucionalización de los órdenes jurídicos como
cuestión de hecho y, por otro, el constitucionalismo como cuestión de teoría jurídica.
Piénsese, por ejemplo, en preguntas tales como las siguientes: ¿Qué concepto de
constitución asumimos cuando hablamos de interpretación constitucional? ¿Un
concepto meramente formal? ¿Hay constituciones formales que no son constituciones
en el sentido del Estado constitucional? ¿Cuál es la relación entre constitución y orden
jurídico? ¿Hay una conexión externa (la constitución es sólo un límite al orden jurídico)
o interna (el orden jurídico es un desarrollo de principios constitucionales)? ¿Qué
relación hay entre el Estado de derecho (como imperio de la ley) y el Estado
constitucional? ¿Implica el Estado constitucional y/o el constitucionalismo jurídico un
cambio de paradigma en relación con el imperio de la ley? ¿Qué relación hay entre
propiedades de las constituciones y concepciones constitucionales? Así entonces, con
todas estas consideraciones interrogativas, desarrollar todas estas preguntas —y
muchas otras conectadas con ellas— desborda por completo los límites de este trabajo.

2
I. Origen histórico del Derecho Jurisprudencial (Su Evolución)

1.1. La Jurisprudencia 1.1.1. Fue el sistema jurídico romano el que creó a los juristas, quienes ejercían de forma
Romana profesional la ciencia jurídica. Base Documental: Las XII Tablas, de acuerdo a
Margadant G. (1982; p. 49).

1.2.1. Sohm Rudolph, (2006; p.49-50), expone que la época antigua romana se extiende
1.2. Época Antigua desde la fundación de Roma (754/753 a. de C), hasta finales del siglo III. Los pontífices
(jurisprudencia eran asesores tanto del rey, cónsules y pretores. Su misión era interpretar la voluntad
Pontifical) divina, clave para los antiguos de todo el orden jurídico.

1.3.1. Proceso que se identifica con las publicaciones de Cneo Flavio “Las formulas
Procesales –Ius Flavianum”; Sexto Elio Peto publicó el primer tratado sistemático de
1.3. Época Preclásica Derecho (Tripartita); además de que Tiberio Coruncanio informaba sobre materias de
I. Referencias (Jurisprudencia Laica) derecho a todo aquél que le consultase, de acuerdo a la opinión de Cannata C. (1996;
Históricas p.27). Los juristas laicos se denominaban “Iurisconsultos”.

1.4.1. Periodo Comprendido desde el año 27 a de C, hasta 235 d. de Cristo. El Emperador


Augusto otorgó en los comienzos de la era cristiana el “Iuris publice respondendi ex
1.4. Época Clásica autoritate pincipis” a los más notables juristas de Roma por su reconocida calidad de “Iuris
(jurisprudencia Clásica) Prudentis”; es decir, de poseedores de una especial forma de conocimiento jurídico “el
prudencial”. Papiniano, Ulpiano, Gayo, Paulo y Modestino se destacaban por sus
especiales aptitudes del derecho, según lo expresa Mazzini C. (1999, p.21 y 22).

1.5.1. Corre desde el año 235 a 284. Se estableció la monarquía absoluta, todo el poder
1.5. Época Posclásica se concentraba en el monarca quien emitía los edictos, decretos, mandatos y epístolas
(Periodo de anarquía imperiales, esto trajo como consecuencia el surgimiento de un derecho de origen
militar) legislativo. Así de un sistema de soluciones justas, como venían desarrollándose las
reglas jurídicas, se pasó de un sistema de reglas de comportamiento, lo que significó, el
paso de una concepción jurisprudencial a una concepción legislativa del derecho. Opinión
del autor arriba citado

2. Codex Iustininanos 2.1- El Digesto o Pandectas recogía las obras de la jurisprudencia; las Instituciones obra
conocido como didáctica escrita para el aprendizaje del derecho, y las Novelas, consistentes en las leyes
II. La Codificación “Corpus Iuris Civilis”. emanadas después del código. En el Corpus Iuris Civilis, se encuentra el clásico concepto
de Justiniano (Instituciones, Digesta,
de jurisprudencia de Ulpiano, como “la noticia o conocimiento de las cosas humanas o
Codex, Novellar) divinas, así como la ciencia de lo justo y de lo injusto”.

3
3.1- Se forjó desde el siglo III hasta el VIII. El derecho se estudió en base al Corpus Iuris
Civilis. Con la caída del imperio romano cambiaron las condiciones políticas, económicas y
III. La Edad Media 3. La Jurisprudencia
sociales que impidieron el desarrollo de la jurisprudencia por lo que no tuvo avances
medieval
importantes, en opinión de Tamayo y Salmoran (2002, p. XII – XIII)

4.1- Se volvió al estudio de los textos romanos con la finalidad de analizarlos y dar
dirección a la ciencia jurídica. En Francia apareció el derecho natural que postulaba la
existencia de una ética social conforme a la naturaleza y su metodología del saber residía
en el rechazo del autoritarismo que reinó en la edad media. Se observó que el derecho
romano tenía como debilidad la falta de sistematización, de un orden, por lo que se dieron
4. Surgimiento del
a la tarea de sistematizar las fuentes romanas, lo que trajo como efecto, la codificación. En
Renacimiento y el siglo
IV. La Edad ésta época fueron publicados los libros de Francis Bacon (Novum Organum”; René
de las luces
Moderna Descartes (Discours de la Méthode); Tomás Hobes (El Leviatán); Charles de Secondant,
(Siglos XVII y XVIII)
Barón de Montesquieu (Del Sprit des Lois – El Espíritu de las leyes), según la opinión de
Torres F. (2009, P.163 – 164) UNAM – México.

V. El Derecho inglés 5. no existía un 5.1. Los primitivos pueblos ingleses estaban formados por tribus y clanes. La
conjunto normativo, característica del derecho inglés a diferencia del romano es que incorpora el elemento
y el norteamericano. sino que todo se casuístico como factor de decisión de los asuntos por los precedentes judiciales, de
regulaba en base a acuerdo a lo expresado por Cannata, autor arriba citado.
sus costumbres y usos

 1810, en sistema procesal español, los asuntos correspondientes a Primera Instancia


comenzaban ante los Alcaldes
 Constitución de 1811 permite disposición revolucionaria para aquella época: la de la
motivación de los fallos, prohibida en las leyes españolas.
 Simón Bolívar 15 de febrero de 1819, en mensaje al Congreso de Angostura,
VI. Jurisprudencia en Basada en la historia contemplaba una Alta Corte de justicia con una Sala de Apelaciones y otra de
Venezuela de la evolución de la Casación.
Casación venezolana
 31 de agosto de 1831, instalado Despacho de la Corte Suprema de justicia. No tenía
funciones de casación.
 En Ley del 18 de Mayo de 1836, sobre las leyes orgánicas del poder judicial que se
derogan leyes y decretos expedidos por los congresos de Colombia.
 19 de Mayo 1836, nace el Código de Procedimiento Judicial conocido como Código
de Aranda. Se inicia una nueva etapa en materia de Casación convierte al recurso de
Casación en una Tercera Instancia.
4
 Se conserva en la ley del 03 de Mayo de 1838 y en la ley del 28 de Febrero de 1846
reformatoria de ésta última.
 La Ley Orgánica de Tribunales de 4 de julio de 1860, acabó definitivamente con el
recurso de nulidad, sustituyéndolo por el sistema de la tercera instancia.
 El 6 de mayo de 1864 se instala la Alta Corte Federal. Ésta Corte Federal no tenía
funciones de casación.
 El 22 de mayo 1876, se sanciona la Ley creadora del recurso de casación,
reformándose a la vez la Ley de la Corte Federal para atribuir a la Alta Corte Federal
el conocimiento del recurso de casación. Se vuelve al sistema de Reenvió; es decir
devolver al tribunal que lo dictó para que falle con todas las formalidades legales.
 Esa primera Ley sobre Recurso de Casación, fue derogada por Ley de 7 de mayo de
1881, año en el cual se sancionará también una nueva Constitución, el 4 de abril de
1881, que atribuirá el conocimiento del recurso de casación a una nueva
Corte: la Corte de Casación, separada de la Alta Corte Federal.
 A partir de 1881 aparecerán numerosas leyes tendientes a tecnificar el recurso de
(continuación) casación, y el legislador tomó una decisión más sensata y eliminó el reenvío,
Basada en la historia
de la evolución de la estableciéndose por primera vez la llamada Casación de Instancia o Casación de
V. Jurisprudencia en
Casación Fondo.
Venezuela
 Al año siguiente 1882 La Ley del Recurso de Casación en su artículo 16, señalo:
«…la Corte decidirá en el mismo fallo corrigiendo la irregularidad…» Se instaló de ésta
forma la Casación de Instancia.
 En el año de 1895, la Corte de ese entonces aduciendo exceso de trabajo, volvió al
sistema de reenvío. Aplicándose hasta el 27 de Julio de 2017.
 Sentencia N° 510 del 28 de Julio de 2017, la Sala de Casación Civil Tribunal
Supremo de Justicia, fijó nuevo criterio respecto a la Casación. En lo sucesivo a partir
de la publicación en Gaceta Oficial, se aplicará la Casación de Instancia en el
Proceso Civil Venezolano.
 La sentencia señalada, desaplicó por control difuso de la constitucionalidad, los
artículos 320, 322 Y 522 DEL CPC, por colidir con los Artículos 26 Y 257 de la
constitución De La República Bolivariana De Venezuela.
 la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia del 13
de Diciembre de dos mil dieciocho (2018) en ponencia del Magistrado Juan José
Mendoza Jover, declaró conforme a derecho la sentencia N° 510 del 28 de Julio de
2017.

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II. El Tribunal Supremo de Justicia. Atribuciones. Naturaleza Jurídica de la
Interpretación Constitucional. Sala Constitucional y su Organización.
Atribuciones

El equipo responsable del presente escudriñamiento documental, hizo un


denodado esfuerzo de síntesis respecto de los diferentes aspectos que trata el tema en
ejecución; ya el lector ha podido apreciarlo desde que se ha adentrado en los puntos
centrales de la presente investigación, ésta premisa se mantendrá a lo largo del cuerpo
del trabajo dado que a éste nivel de maestría, el lector sólo necesita fuentes para
contrastarlas como buen investigador. Partiendo del supuesto anterior, se intentará sin
limitar la importancia de los contenidos continuar con su veracidad, profundidad y
capacidad de síntesis, solicitada por el facilitador Luís Mendoza.

II.I Naturaleza Jurídica de la Interpretación Constitucional.

Obvio que al hablar de la naturaleza jurídica de la interpretación constitucional se


tiene como referente a las disposiciones contenidas en la carta magna, que como se
verá más adelante responden al artículo 7 de las disposiciones fundamentales, 266,
234 y 335 relativos a su garantía y protección –señaladas más adelante-, al artículo 42,
24 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia; así como al contenido del
artículo 4 de la ley sustantiva civil, y el artículo 20 de la ley adjetiva civil que ordena a
los jueces a aplicar los contenidos de la constitución en caso de que la ley bajo su
conocimiento presente colisión con la primera.

II.II Atribuciones Tribunal Supremo de Justicia.

Las atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia están contenidas en la


Constitución de la República de Venezuela (CRBV) en el título V del Poder Judicial,
Artículo 266 y sus nueve numerales, en cuyo segundo aparte especifica que: “La
atribución señalada en el numeral 1 será ejercida por la Sala Constitucional; las
señaladas en los numerales 2 y 3, en Sala Plena; y las contenidas en los numerales 4 y
5, en Sala Politicoadministrativa. Las demás atribuciones serán ejercidas por las
diversas Salas conforme a lo previsto en ésta Constitución y la Ley.

6
El artículo en mención remite en forma directa al Título VIII de la (CRBV) que
contiene los preceptos respecto de su protección y garantía, específicamente los
expresados en los artículo 34 y 35; el primero ilustra respecto del control difuso de la
Constitución por parte de todos los jueces o juezas de la República y orienta las
acciones a seguir en situaciones de incompatibilidad entre la Constitución y las leyes. El
segundo aborda en forma inequívoca la supremacía del Tribunal Supremo de Justicia
respecto de la garantía, efectividad de las normas y principios constitucionales, con un
mandato indubitable “será el máximo y último interprete de ésta Constitución y velará
por su uniforme interpretación y aplicación.” Esto último denominado en doctrina
control de la constitucionalidad.

Igualmente otorga a la Sala Constitucional la potestad de que sus


interpretaciones sobre el contenido y alcance de las normas constitucionales sean
vinculantes para las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales de
la República.

De acuerdo a lo señalado, los investigadores consideran pertinente señalar la


opinión de Allan Brewer C. (2007), cuando refiere:

“La labor interpretativa del juez constitucional cuando se está en presencia de


textos constitucionales contemporáneos,…como es el caso de la de
Venezuela de 1999, está más circunscrita a determinar el sentido y alcance
de las normas en situaciones concretas, que a tener que “adaptar” las
previsiones constitucionales al sentido de valores sociales y políticos que
pudieran ser distintos a los que prevalecían cuando se sancionaron.

Esa labor de interpretación de la Constitución es precisamente la que


corresponde al juez constitucional que, como se ha dicho, en un sistema
mixto e integral de justicia constitucional es, por una parte, cualquier tribunal,
incluyendo las Salas del Tribunal Supremo, cuando ejerce el control difuso de
la constitucionalidad de las leyes; y por la otra, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia la cual conforme artículo 335 de la Constitución,
junto con todas las otras Salas, tiene la condición para ser el “último y máximo
intérprete de la Constitución” y, además, tiene a su cargo ejercer el control
concentrado de la constitucionalidad de las leyes.”

Continua señalando el autor que, la interpretación de la Constitución, por tanto,


no es una materia reservada a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
lo que la misma Sala ha reconocido en sentencia de 13 de diciembre de 2000 (Caso:
7
Alfredo Peña) al señalar que si bien “le corresponde el monopolio interpretativo último
de la Constitución”, también:

“al universo de los órganos públicos, así como a los entes privados y
personas naturales, les toca, por su parte, interpretar el ordenamiento
jurídico desde la Constitución, así como desplegar sus múltiples
actividades hacia la Constitución (Vid. Sent. N° 457/2001), ya que, sin
lugar a dudas, al existir desde el aspecto subjetivo una doble
vinculación al texto constitucional, esto es, que sujeta en su actividad
tanto a los órganos que ejercen el Poder Público como a los
particulares, ésta –la vinculación– se traduce en una aplicación que
sólo se logra mediante la interpretación constante del texto
constitucional.”

En consecuencia, dijo la Sala, “todos los ciudadanos, entes u órganos son, en


mayor o menor medida, operadores jurídicos de la Carta Magna,” siendo la diferencia
con respecto a la interpretación constitucional que corresponde hacer a la Sala como
“la última intérprete de la Constitución,”

II.III. Sala Constitucional y su Organización. Atribuciones

De acuerdo a lo expresado por Badell M. R (2009), en su publicación del artículo


“Las competencias de la Sala Constitucional” contenida en
http://www.ulpiano.org.ve/revistas/bases/artic/texto/DERYSO/3/deryso_2002_3_13-
48.pdf, visitada el 18 de Mayo de 2019, refiere que, el tema de las competencias de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia debe analizarse teniendo en
cuenta, en primer término, la Sala Constitucional como órgano y, en segundo lugar sus
atribuciones a la luz de la disposiciones de la Constitución de 1999 que ahora prevé un
sistema de control de la constitucionalidad, mucho más amplio que los
precedentemente consagrados en nuestro derecho, que se manifiesta no sólo en la
facultad de decretar la nulidad de las leyes que resulten inconstitucionales, sino en la
potestad de manifestarse en torno a la constitucionalidad de los tratados internacionales
antes de que sean ratificados; de las leyes que hubieren sido vetadas por el Presidente
de la República; del carácter orgánico de las leyes calificadas como tal por la Asamblea
Nacional; la omisión del Poder Legislativo y revisar las sentencias firmes –siempre que

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se cumplan ciertos requerimientos- dictadas por las otras Salas del Tribunal Supremo y
demás tribunales que integran el Poder Judicial. A continuación el lector encontrará un
resumen de las atribuciones o competencias de la Sala Constitucional descritas por el
citado autor.

1. Competencias en el ámbito del control previo o preventivo de la


Constitucionalidad
Dentro de estas competencias se ubican aquellas conferidas por la Constitución
para declarar la nulidad de aquellos actos normativos que no han concluido su proceso
de perfeccionamiento. Así, la Sala Constitucional es competente para conocer de: a) la
constitucionalidad de los tratados internacionales antes de que sean ratificados (artículo
336, ordinal 5 CN); b) la constitucionalidad de las leyes que hubieren sido vetadas por
el Presidente de la República (artículo 214 CN) y c) la constitucionalidad del carácter
orgánico de las leyes calificadas como tal por la Asamblea Nacional (artículo 203 CN).

b) La competencia para conocer de la constitucionalidad de las leyes vetadas por


el Presidente de la República (artículo 214 CRBV)
Corresponde también a la Sala Constitucional determinar la constitucionalidad de
aquellas leyes sancionadas y no promulgadas cuya nulidad solicite el Presidente de la
República por estimar que coliden con el marco constitucional (i.e. veto presidencial).
Debe tenerse presente que no será de la competencia de la Sala Constitucional
el control preventivo de los proyectos de leyes estadales, aun cuando ésta se
establezca en la respectiva constitución estadal, pues ello es materia de la estricta
reserva legal. Así lo dejó establecido la Sala Constitucional en decisión de fecha 15 de
febrero de 2001. Caso: Gobernador del Estado Trujillo) al desaplicar el artículo 67 de la
Constitución del Estado Trujillo que consagraba su competencia para conocer del veto
a un proyecto de ley estadal efectuado por el Gobernador de dicho Estado.

En criterio de la Sala, la negativa de aceptar la existencia del control preventivo


de la constitucionalidad de proyectos de leyes estadales descansa en dos argumentos,
a saber: (i) que cualquier ciudadano puede con posterioridad a la promulgación de la
ley, activar la jurisdicción constitucional mediante la acción popular de nulidad por
inconstitucionalidad; y (ii) que la Constitución sólo consagra el control preventivo de la
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constitucionalidad respecto de los proyectos de leyes nacionales, los tratados
internacionales y las leyes orgánicas dictadas por la Asamblea Nacional.
En ese sentido, la Sala expresó que cuando el artículo 336, ordinal 11 de la
Constitución utiliza la expresión «las demás que establezcan ... y la Ley», se refiere en
un principio a la Ley de la Jurisdicción Constitucional y, en segundo término a las leyes
en sentido formal reguladas en el artículo 202 ejusdem.

c) La competencia para conocer de la constitucionalidad de las leyes orgánicas


calificadas como tal por la Asamblea Nacional (artículo 203 CRBV)
Compete igualmente a la Sala Constitucional determinar, antes de su
promulgación, la constitucionalidad del carácter orgánico que la Asamblea Nacional
haya concedido a una determinada Ley.

2. Competencias en el ámbito del control a posteriori de la constitucionalidad


En ejercicio de este control de la constitucionalidad a posteriori, a la Sala le
corresponde: Declarar la nulidad total o parcial de las leyes nacionales y demás actos
con rango de ley de la Asamblea Nacional que colidan con la Constitución (art. 336,
ordinal 1° CRBV). Esta competencia es manifestación del control concentrado de la
constitucionalidad que la Constitución (art. 334) reconoce en forma exclusiva a la Sala
Constitucional como regente de la jurisdicción constitucional y máxima garante de la
supremacía del texto fundamental.

3. Competencia para dirimir los conflictos de naturaleza constitucional entre


órganos del Poder Público (artículo 336, ordinal 9 CRBV)
Esta nueva competencia, tampoco regulada en el ordenamiento constitucional
del 61, se encuentra limitada, como puede observarse, al ámbito
“constitucional” distinguiéndose así de aquella atribuida a la Sala Político-Administrativa
en el artículo 266 de la Constitución para resolver las controversias de naturaleza
“administrativa” que se presenten entre éstos órganos. Esta atribución tiene por objeto
«ajustar la actuación de los órganos que ejercen el Poder Público al cauce
constitucional».

10
4. Competencia para controlar la constitucionalidad de los decretos que declaren
Estados de Excepción (artículo 336, ordinal 6 CRBV)

La Sala Constitucional será competente para revisar, aun de oficio, la


constitucionalidad de los decretos dictados por el Presidente de la República que
declaren estados de excepción. Esta competencia es ratificada por el artículo 339 de la
Constitución que prevé la remisión a la Sala Constitucional del decreto que declare el
estado de excepción con el fin de que ésta se pronuncie sobre su constitucionalidad.

5. Competencia para declarar la inconstitucionalidad de las omisiones de los


órganos legislativos (artículo 336, ordinal, 7 CRBV)

Corresponde a la Sala Constitucional declarar la inconstitucionalidad de las


omisiones del poder legislativo nacional, estadal o municipal, cuando haya dejado de
dictar las normas o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de esta
Constitución, o las haya dictado en forma incompleta. La incorporación de este
mecanismo de control en nuestro orden constitucional sigue las tendencias asumidas
en otros países como en Argentina, Brasil, Costa Rica, Hungría y Portugal en los que el
control de la omisión legislativa ha tenido un vasto desarrollo.

6. Competencia para resolver los conflictos de leyes (artículo 336, ordinal 8


CRBV)
Esta competencia, antiguamente asignada a la Sala Plena del tribunal Supremo
de Justicia está referida a la solución de las colisiones que existan entre distintas
disposiciones legales que regulan un mismo supuesto de hecho y prevén
consecuencias jurídicas incompatibles debiendo declarar cuál de ellas debe prevalecer.
En criterio de la Sala, expuesto en decisión de fecha 27 de septiembre de 2000. Caso:
María Josefina Medina), el conflicto de leyes se manifiesta y por tanto será de su
competencia «cuando la aplicación de una de las normas implica la violación del objeto
de la otra norma en conflicto; o bien, cuando impide la ejecución de la misma. No se
exige que exista un caso concreto de conflicto planteado, cuya decisión dependa del
predominio de una norma sobre otra; sino que el conflicto puede ser potencial, es decir,

11
susceptible materializarse en cualquier momento en que se concreten las situaciones
que la norma regula».

7. Competencia de la Sala Constitucional en materia de amparo


La competencia de la Sala Constitucional en materia de amparo fue producto de
una interpretación vinculante de su facultad revisora que constitucionalmente se le
reconoce en el ordinal 10, del artículo 336 de la Constitución. En efecto, la competencia
en amparo en primera instancia del Supremo Tribunal venía dada por el artículo 8 de la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales que prevé un
fuero subjetivo respecto de los altos funcionarios asignados a la Sala afín con el
derecho cuya violación se invoque. No obstante, la Sala Constitucional interpretó no
sólo su facultad revisora, de acuerdo a la Constitución, en materia de amparo, sino que
también lo hizo respecto de su facultad como tribunal de instancia, asumiendo la
competencia del artículo 8 en todos los casos.
De allí que el tema de la competencia de la Sala Constitucional en materia de
amparo en el nuevo ordenamiento constitucional de 1999 deba estudiarse a partir del
criterio impuesto por ésta en la conocida sentencia “Emery Mata Millán” de fecha 20 de
enero de 2000, con base al cual esa Sala, modificando el criterio distributivo de
competencias contenido en la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, estableció los parámetros que en adelante regirían la competencia de
los tribunales para conocer de las acciones de amparo constitucional.
De esta forma, la Sala Constitucional determinó su régimen de competencias en
materia de amparo constitucional al asumir el conocimiento de:

7.1. Los amparos autónomos contra altas autoridades:


Será de la competencia de la Sala Constitucional como juez natural de la
jurisdicción constitucional, el conocimiento en única instancia de las acciones de
amparo que se interpongan contra los altos funcionarios a que se refiere el artículo 8 de
la LOA, así como aquellas que se ejerzan contra sus funcionarios subalternos cuando
actúen por delegación de las atribuciones. Con esta imposición de la Sala, se modificó
la atribución legal que el artículo 8 de la Ley de Amparo hacía a las distintas Salas de la
antigua Corte Suprema de Justicia, quedando derogada su competencia para conocer
en primera instancia de las acciones autónomas de amparo constitucional. De esta

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forma, sólo corresponderá al resto de las Salas el conocimiento de las acciones de
amparo conjunto.

7.2. Los amparos contra sentencias dictadas en última instancia


Corresponde también a la Sala Constitucional el conocimiento de las acciones de
amparo incoadas contra las sentencias dictadas en última instancia por los Tribunales
Superiores de la República, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y las
Cortes de Apelaciones en lo Penal, cuando éstas infrinjan directa e inmediatamente
normas constitucionales. De esta forma la Sala Constitucional se sustituyó en la
competencia del amparo contra sentencia que antes era ejercida por la Sala Político-
Administrativa respecto de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y la Salas
de Casación Civil y Penal respecto de los tribunales superiores en esos ámbitos de
competencia.

No obstante, debe tenerse presente que el conocimiento de las acciones


autónomas de amparo que se intenten contra los Juzgados Superiores cuando éstos
ejerzan competencia contencioso administrativa corresponderá a la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo y no a la Sala Constitucional a tenor de lo establecido en el
artículo 185 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, tal como lo determinó
posteriormente la propia Sala en sentencia de fecha 30 de noviembre de 2000 ( Caso:
H. Franco).

7.3. Las consultas y apelaciones de decisiones sobre amparos autónomos


Compete a la Sala Constitucional el conocimiento de las consultas y apelaciones
ejercidas contra las sentencias dictadas por los Juzgados Superiores, la Corte Primera
de lo Contencioso Administrativo y las Cortes de Apelaciones en lo Penal, cuando éstos
conozcan la acción autónoma de amparo en primera instancia. Este lineamiento fue
posteriormente precisado y modificado por la propia Sala Constitucional en decisión de
fecha 14 de marzo de 2000 (Caso: Elecentro) al señalar que en los casos en que el
conocimiento de las acciones de amparo en primera instancia corresponda a los
Juzgados Superiores en lo Contencioso Administrativo, el conocimiento de las
apelaciones y consultas que se intenten contra sus sentencias corresponderá a la Corte

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Primera de lo Contencioso Administrativo, quedando a salvo la facultad revisora de la
Sala prevista en el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución.

8. La competencia revisora (artículo 336, ordinal 10 CRBV)


Esta facultad se traduce, según se expresa en la exposición de motivos, en la
posibilidad de revisar las decisiones definitivamente firmes dictadas en materia de
amparo y control difuso de la constitucionalidad por cualquier Tribunal de la República.
Sólo de manera extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional, la Sala
posee la potestad de revisar lo siguiente: Como punto previo, cabe señalar que el
carácter excepcional y extraordinario del recurso de revisión ya establecido por la Sala
Constitucional es ratificado por la exposición de motivos al establecer que ésta
competencia «no puede ni debe entenderse como parte de los derechos a la defensa,
tutela judicial efectiva y amparo consagrados en la Constitución, sino como un
mecanismo extraordinario de revisión cuya finalidad constituye únicamente darle
uniformidad a la interpretación de las normas y principios constitucionales». Así, sólo
podrán ser revisadas las siguientes decisiones

8.1. Las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional de cualquier


carácter, dictadas por las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia y por cualquier
juzgado o tribunal del país.

8.2. Las sentencias definitivamente firmes de control expreso de constitucionalidad de


leyes o normas jurídicas por los tribunales de la República o las demás Salas del
Tribunal Supremo de Justicia.

8.3. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás Salas
de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país apartándose u obviando
expresa o tácitamente alguna interpretación de la Constitución contenida en alguna
sentencia dictada por esta Sala con anterioridad al fallo impugnado, realizando un
errado control de constitucionalidad al aplicar indebidamente la norma constitucional.

8.4. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás Salas
de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país que de manera evidente
hayan incurrido, según el criterio de la Sala, en un error grotesco en cuanto a la
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interpretación de la Constitución o que sencillamente hayan obviado por completo la
interpretación de la norma constitucional.

En cuanto al procedimiento aplicable para tramitar la solicitud de revisión, la Sala


Constitucional consideró que, en ausencia de una regulación especial, era aplicable
analógicamente el procedimiento consagrado en la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales.

9. Competencia para conocer del recurso de interpretación constitucional


La Sala Constitucional, de conformidad con lo establecido en los artículos 335 y
336 de la Constitución, ha determinado su competencia para conocer de aquellos
recursos de interpretación que se intenten con el objeto de determinar el alcance de los
preceptos constitucionales, al establecer que es ella el órgano jurisdiccional encargado
de velar por el control de la constitucionalidad de los actos del Poder Público y de ser el
máximo intérprete de la Constitución.

Así lo estableció la Sala en decisión de fecha 22 de septiembre de 2000, con


ponencia del Magistrado Dr. Jesús Eduardo Cabrera (Caso: Servio Tulio Briceño), al
señalar que si bien el recurso de interpretación de las normas y principios
constitucionales no se encuentra regulado expresamente ni en la Constitución ni en la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, es lo cierto que en ejercicio de la
facultad interpretativa que le confiere el artículo 335 de la Constitución puede asumir la
interpretación, no sólo en los procesos contenciosos que decida, sino también mediante
el especial recurso de interpretación constitucional.

10. Competencia para la protección de intereses difusos y colectivos


Finalmente, será competencia de la Sala Constitucional, tal como se estableció
en decisión de fecha 30 de junio de 2000 (Caso: Defensoría del Pueblo), la protección
de los intereses difusos y colectivos pues en criterio de la Sala, ello constituye materia
del dominio de lo constitucional y, por ende, de la jurisdicción constitucional que a ella
exclusivamente le corresponde, ya que «estos derechos de defensa de la ciudadanía
vienen a ser el desarrollo de valores básicos de la Constitución y del derecho positivo,
por lo que debe corresponder a esa Sala Constitucional el conocimiento de tales
acciones, mientras la ley no lo atribuya a otro tribunal».
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CONCLUSIONES

Siendo que la finalidad del presente trabajo de investigación tiene como premisa
conocer la interpretación de las normas constitucionales, las atribuciones y
fundamentos de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en cuanto al
valor jurisprudencial. El mismo se desarrolló en dos segmentos; en el primero se ilustra
al lector mediante un cuadro que implica una visión macro que facilita la comprensión
desde el punto de vista histórico respecto del origen del Derecho Jurisprudencial,
tomando en cuenta los antecedentes del periodo romano, la codificación de Justiniano,
la edad media, la edad moderna, el derecho inglés y norteamericano y, la jurisprudencia
en Venezuela; en el segundo se toca directamente el fondo del tema jurisprudencial y
se abordan los puntos referidos a: a) El Tribunal Supremo de justicia, sus atribuciones,
b) las bases constitucionales del Derecho Jurisprudencial, y c) la Sala Constitucional
sus atribuciones en un número de diez, las cuales en un ejercicio de extrema síntesis
se amplió su contenido con el fin de aportar al lector una mayor comprensión jurídica
actual de las referidas competencias.

En cuanto al valor jurisprudencial de la interpretación constitucional, vistas las


enunciaciones de las diferentes atribuciones de la Sala Constitucional, los
investigadores infieren que en el constitucionalismo actual se ha venido dejando atrás la
interpretación restrictiva u originalista de los preceptos constitucionales, dado que ésta
niega los cambios sociales y merma el derecho de la minoría para ser protegida frente a
la mayoría actual, apoyando el criterio de Schneider H. (1991. P. 57); sino que debe
darse impulso a la doctrina que postula que los tribunales constitucionales deben
aceptar las directivas o mandatos del contenido implícito de las disposiciones de la
norma fundamental que se estiman altamente genéricas, a fin de que establezcan
principios constitucionales (cuya revisión por los propios tribunales debe ser continua)
que completen y desarrollen el contenido de cada disposición; ya que es indudable que
ese proceder implicaría que los órganos de control constitucional actuarán en la
protección y garantías constitucionales sujetos a una metodología jurídica que asegura
la interpretación racional y objetiva.

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Referencias Bibliográficas

 G. Margadant “El Derecho Privado Romano”, (1982; p. 49 y sgs) Esfinge.


México.

 Sohm Rudolph. “Instituciones de Derecho Privado”, (2006; p.49-50). México


 Mazzini C. “La Prudencia Jurídica” (1999, p.21 y 22) Buenos Aires
 R. Tamayo y Salmorán “El renacimiento medieval de la jurisprudencia
romana” (2002, p. XII – XIII) UNAM – México.

 Torres F. “La Jurisprudencia – Su Evolución) (2009, P.163 – 164) UNAM –


México.

 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999). Segunda


Versión: Gaceta oficial N° 5.453 de fecha 24 de Marzo de 2000.

 Allan R. Brewer-Carías (2009) “La Potestad La Jurisdicción Constitucional De


Interpretar La Constitución Con Efectos Vinculantes”. Aldrus, Lima – Perú.

 Allan R. Brewer-Carías, (2007) “La Justicia Constitucional en Venezuela.


Procesos y procedimientos constitucionales”, México.

 Badell M. R (2009), “Las competencias de la Sala Constitucional” contenida


http://www.ulpiano.org.ve/revistas/bases/artic/texto/DERYSO/3/deryso_2002_3_1
3-48.pdf,

 Scheneider H. (1991) “Constitución y Método. La interpretación Constitucional


desde el punto de visto teórico”, Democracia y Constitución, Madrid, centro de
estudios constitucionales.

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