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NICARAGUA Entre dos fuegos Cuando ese 19 de julio de 1979 hhuy6 despavorida In Guardia somocis- ta, cuando cayé el bunker de Somoza, cuando el Frente Sandinista de Libera- dn Nacional hizo su entrada triuntal en Managua, se abrié una situacién re- volucionaria en toda Centroamérica. Hiabfa sido destrulda la base del estado Durgués nicaragiiense, su fuerza arma a, Las milicias controlaban Ia situa- én, La revolucton rompia las barre- vs nadonales: tres meses después caia la dictadura de Romero en Ei Salva- dor, mientras cobraban gran impulso las luchas de las masas hondurefies y la fuersilla guatemalteca, a revolucién nicargilense fue de- mocritica y antlimperialista porque derrocé ia dictadura e independizd al pais. Pero por su contenido, dindml- ‘2 y tareas fue profundamente antica- pltalista, Fue el primer paso de Ia revo- Iuclén sodalista. El pueblo se enfrenté ‘0 una de lax més aberrantes lacras del sistema capitaista, 1a dictadura somo- ddsta, y a la méxima expresion del ca- pitalismo contemporéneo, el imperia- lismo yanqul que ia apoyaba, median- te una insurreceién de masas triunfan- te, La revolucién fue sentida como una inmensa victoria por los pueblos de ‘América Latina y el mundo y sus he- rolcos dirigentes, los “muchachos”” sandinistas, se ganaron la simpatia y In conflanza de la mayoria del pueblo nlearagilense y de una inmenta van- ‘guardia de Jovenes y trabajadores en el planeta, Muchos vieron en el Fren- ‘te Sandinista de Liberacién Nacional —FSLN— esa direceién revolucionaria que anhelaban, cansados de las tralcio- res de las viejas direcciones del movi- mlento de masas * Con la colaboracién especial en la in- vestigacion de Julién Gayarre. CORREO INTERNACIONAL, CARMEN CARRASCO* Experaban ver a Nicaragua avenzar, bajo la conduccién sandinista, alején- dose de In miseria heredada de Somo- za y satisfaciendo las urgentes neces!- dades de su pueblo. Las condiciones estaban dadas, en- tonces, para entregar Ia tierra & los ‘campesinos y avanzar hacia la revo- Iuelén anticapitalista, obrera y socia- lista, para extender 's todo el istmo centroamericano la furia revoluciona- tia y liquidar, en el término de pocos meses, las dictadures de El Salvador, Honduras. y Guatemala. Hacia alli empujaba ia dinémica de las masas, ‘AGn més, los sandinistas y Ia revo- luclon nicaragiense contaban con un ‘enorme respaldo mundial. Muchos go- biemos burgueses latinoamericanos ya habfan reconocido al Frente Sandinis- ta en el curso de la guerra civil, decla- indolo “‘parte beligerante”. Los que hoy conforman el Grupo de Conta- dora —Venezuels, Panamé, Colom bia y Méxioo— le habjan facilitado ‘armas, dinero, petréleo, créditos. ‘A pesar de esta suma de condicio- 8 favorubles realmente excepcional durante varlos alos Ia revolucion ‘earagliense se congelé y retrocedi6, 1979-1981 sgredida por el imperialismo y con la econemia al borde del colapso. Nues- tro objetivo es tmtar de devolar las ceausas de este retroceso y anallzar el nuevo ascenso de masas que sacude al fs desde hace un aio, que ha descon- gelado la revolucién ¢ inicindo su fase abiertamnente anticapitaista. Para ello, hhemos periodizado los siete afios que van desde el triunfo revolucionario hasta el presente de la siguiente ma- * 1979-1981: Es la etapa de Ia ex- tension y profundizacton del proceso revoluctonario, El imperialismo y la Durguesia antisomocista colaboran con 1 sandinismo ¢ impiden que Nicaragua ten socialista, * 1981-1984: Le revolucién nica ragiiense queda congelada. El eje de Ia revoluclén centroamericana se despla- za.a El Salvador. El imperialismo co- mienza la agresion a Nicaragua para forcar una negociacién e impedir una ‘mueva Nicaragua en El Salvador. * 1985-1986: Se cierra el cerco so- bre Nicaragua. Pero las masas derrotan Ia agresion de los gusanos contras y se esata Ia segunda oleada de la revolu- el6n nicaragiiense. De la resefia de este proceso extrae- remos, finalmente, las conclusiones po- Aitieas, con la intencion de que ellas sirvan a los trabsjadores Iatinoamerica- 1nos y del mundo para mejor defender y desarrollar Ia revolucion nicaragtien- se y centroamericana, jNicaragua no sera una nueva Cuba! Los afios 1979 a 1981 se caracte- ‘izan, por un lado, por Ia profundi- zacion y extension de la revolucion en Nicaragua y Centroamérlea, y por ‘ozo, por la colaboracién que se esta- blecld entre el imperiaismo y el san- inismo, In burguesia antisomocista, el castremo, el goblerno de la Unién Soviética, Ia Iglesia, In socialdemocra- ‘da y los goblernos democritico bur- ‘gueses de América Latina para impe- dir el avance revolucionario. Esta colaboracién se conereto en el establecimlento de un gobierno de co- laboracion de clases, en Nicaragua, El freno impuesto sobre Ia revolu- clon impidié que Nicaragua se con- virtiera en una nueva Cuba, hecho 29 NICARAGUA que permitié al imperialismo y Ia burguesia nativa romper la colabo- racién con el sandinismo y pasar a luna segunda etapa de agresion, que se inicid en 1981, El ascenso revolucionario. ‘Tras el tetunfo de Ia revolucién, la Iniciativa de tas masas, contenida du- ante tantos afios, comenz6 a desple- arse, En los barrios surgleron los Co- mités de Defensa Sandinistas, organis- ‘mos que controlaban el consumo, Is defense, la vivienda y que eran, en los hechos, una forma de poder popular. La clase obrera, que casi desconocis la palabra “‘sindicato”, comenzé a or- ianizarios febrilmente’ y a ocupar las fébricas abandonadas por los duefioe, exigiendo la destituclén de los funcio- narios somocistas, La Brigada internacionalista Simon Bolivar, que combatié al lado del san- dinismo contra Somoza y que fue or- ginizada por nuestra corsiente inter- rcional —que en ete entonces se de- nominaba Fraccién Bolchevique de Ia ‘Cuarta Intemacional-, colabord en la fundacién de la mayor parte de los den primeros sindicatos o eomités de fibrica que se formaron en esoe dias, En el campo, mientras tanto, los campesinos comenzaron a ocupar tle- ras y a organizarse en las Asociaciones de Trabajadores -ATO-. EI impacto de Nicaragua tuvo con- secuencias fulminantes en El Salvador. En octubre de 1979 cay6 el dictador Romero. Su derrocamiento fue una ‘conquista del poderoso auge del mo- vimiento de masas, encabezado clara- mente por la clase obrera. Si bien el ejército no fue aniqullado como ha bia ocurrido en Nicaragua, la posibi- lidad de hacerlo, arrancando de cusjo todo vestigio del régimen dictatorial, estaba al alcance de loe trabajedores. Frente 1 este proceso revolucions- tio, los alindos burgueses y burocrdti- ‘co8 que habian acompaiado a la revo- lucion nicaragiiense en su primera fa- se de lucha contra Somoza, pasaron en Dloque y bruscamente a la vereda de enfrente. El imperialismo, los gobiernos bur- queseslntinoamericanos, Ia Iga, Mosca y La Habana, se agruparon rreamente para echar agua sobre el in- cxndio, El sandiniamo, que fue la heroica 30 ireccién de la revolucion democriti- a, tenia dos alternativas: no separar- sede las masas nicaraglenses y cen- ‘roamericanas y profundizar su lucha revoluclonara, o dar un giro reacciona- lo a a derecha. Opto por la segunda, En Nicaragua mantuvo el acuerdo pa mi-conformar un gobiemo de coali- lon con In burguesia opositora a So- rmoza, que se cristaliz6 en el Gobiemo de Reconstruccién Nacional. De 61 formaban parte Violeta viuda de Cha- morro, miembro de la segunda familia ‘lighrquiea del pais (después de Somo- 12) y propletara del diario La Prenso, y el Industrial Alfonso Robelo, actual cabecilla de In contra, Ademés, tres sa- cerdotes eatélicos ocuparon cargos en el nuevo gobiemo, con Is bendiciin el Vaticano, El punto coman que sus- tantaba al Goblemo de Reconstruc- clon Neclonal era el acuerdo en que Nicaragua no se transformara en una ‘nueva Cubs. ‘Tres meses después, en El Salvador, te constituy6 una Junta de Goblemo débil, integrada por la Democracia Cristiana y Ia Socialdemocracta y pre- sidida por el coronel Majano, El Par- tido Comunista salvadorefio fue parte Integrante de ese goblemo. El punto comin que fundamentaba la colabo- racion de todas estas fuerzas era el acuerdo de preservar el ojército de In dictadura y evitar su aniquilamiento, como le habja sucedido a la Guardia Nacional somocista. Esta politica de evitar que El Salvador se convirtiera en una nueva Nicaragua fue aconseja- da por Castro, y apoyada por el san- dinismo, La politica del imperialismo El goblerno de James Carter hab(a ssucedido al de Nixon, que fue derrota- do fundamentalmente por Ia guerra de Vietnam, Ia primera paliza militar al {mperialismo norteamericano en su his- tora, Bsa derrota cambi6 totalmente Ia politica norteamericana, que estaba Incapacitada pera intervenir militar mente contra Nicaragua. Por ello, su tictica fue colaborar con Ia diree- clon sandinista, para frenar el asconso revolucionario. Querfa evitar une repe- ticlén de los acontecimientos de 1960, ‘cuando el bloqueo y ia presién militar yanqui forzaron a Cuba a convertirse ‘en un estado obrero.” Gyrus Vance, el Secretario de Exta- do de Carter, enuncio una politica frente a Nicaragua de “vespoldar loe ‘cambios constructivos", dado que “ya no podemos detenerlos”, “antes de que los lazos” entre Estados Unidos y Ncaragua “te corroan” y no quede espaclo “a las soluciones modera- das". BI goblerno norteamericano #0 deca dispuesto a “ayudar a Nice- agua”, si ve cumplian "las promesas que ei nuevo Gobiemo de Recons- truccién Nacional hizo @ la OEA"® ‘mantener It exiatencia y loa derechos politicos de la burguesia. Gracias al acuerdo del sandinismo con la burguesfa, el imperialism inun- 6 de dolares a Nicaragua. Solo Exta- dos Unidos otorgé en los. primeros ‘es afios cerca de 1.200 millones de dolares en préstamos a bajisimo inte- rés 0 en donaciones directas. De 1.495 nillones de délares recibidos desde el 19 de jullo de 1979 hasta el 4 de mayo de 1982, el 83, 1% fue otorgdo por el Imperialismo y la burguesia, y solo 1 16,9% por los estados obreros. Esta ayuda equivale, en relacion con Ia po- blacion, a que los bolcheviques huble- tan recibido, entre 1917 y 1920, una ayuda Imperialista de 70.000 millones e délares de la époce*, unos 300,000 millones de dolares actuales. La politica de Castro E 26 de julio de 1979, siete dias después del triunfo de Managua, Fidel Castro se preguntabe, en un célebre discurso, si Nicaragua se convertiria, fen una nueva Cuba, Y contestaba ca- tegoricamente: “\jNo!. . . Los sandi- no son extremistes, son reo- listas. “Hasta hoy Castro viene re- pitiendo lo mismo: Los sandinistas Iuchan por Ia “independencia, la libe- racién nacional, el progreso social" su “tarea prioritaria” es el “desarrollo econémico”, de la mano con “la em- ppresa prioada” y los “recursos extran- eros y empresas extranjeras”, “'y no Ta construccién del socialismo™*. En sintesis, Castro proponia y pro- pone para Nicaragua una politica to- falmente opuesta a la que él mismo habia aplicado en Cubs cuando, pa- ra defenderse de la agresion imperia- lista, se vio obligado a romper con Ia ‘burguesfa, expropiar a los terratenien- tes y grandes capitalistes y consirulr cl primer estado obrero de América; ORAEO INTERNACIONAL, abriendo paso a un fabuloso proceso de desarrollo econémico y transforma. cones sociales que eliminaron el de- sempleo y Ia miseria y solucionaron Jos problemas de vivienda y educa ion. La politica de la Union Soviética B Kremlin también, levanté una politica opuesta a la transformacién sodalista de Nicaragua. Pregoné un Programa econémico social que, “por tun periodo prolongado", no avanzara en las nacionslizaciones més alli de las propiedades del clan Somoza: “de resto, la iniciatioa privada debe ser conservada en la industria, el comercio otros sectores de la economia”. Esta “politica econémica prudente” “reco- rnoce, en principio, la utilidad y legiti- midad del capital extranjero”, cuya “expulsion. . . eausaria dafios ciertos al desarrollo econémico y a la revo- tc Las “ventajos” de tal programa se- rian, entre otras, “la creacién de con- diciones ptimas para la reconstruc- cién més répida del pais” y “vencer més fécilmente las debilidades de una economia atrosada”. Con este “programa realista” se lo- graria mantener “una omplia unidad” ‘entre las capas populares y “la mayo- ria de ta burguesia””, “poner en mar- cha ls transformaciones con un mini- mo de traumas” y garantizar a Nlca- agua “ayuda exterior de las fuentes ‘ms diversas”. Eata “‘coexistencia con la burguesia en el plano econémico y, lo principal, en el de la politica y lot nexos econd- micos con el exterior”, “requiere unas condiciones determinadas", 1 saber: “que la burguesia siga recibiendo go- rnancias”, que haya “un minimo de es- ‘abilided tocial” y que tenga “sus cau- ‘xs de expresién politica, de influen- ela politica”. La politica del sandinismo EI Frente Sandinista ex una organi- zacion naclonalista pequefio burguesa, Independiente de Ia socialdemocracia, de China, de Ia Unién Soviética y de Fidel Castro. Por ese caricter independiente, el FSLN pudo jugar un papel revolucio- nario en la lucha contra Somoza, mien- CORREO INTERNACIONAL, tas que el Partido Socialsta de Nica- agua prosoviético apoyabe Ia dictadu- ra, Ese caricter independiente lo mantiene hasta hoy, razn por la cual no es lo mismo hablar de Fidel Cas- tro, hipotecado a la burocracia sovié- ties, que de los sandinistas. EL FSLN es nacionallsta y antiim- perialista. Por es0, independiz6 al pais de Estados Unidos y este lo considera, con justeza, su enemigo. Pero el ser ‘una organizacion pequefio burguesa, su politica es contradictoria y vacl- lante: ora se deflende del imperialis- mo y ataca a In burguesia, ora conci- a con ella, pretendiendo mantener uun equilibrio imposible. Por ello, Ia burguesia tampoco lo considera’ su partido ni su gobierno. Pero tampoco es el partido de la clase obrera revo- lucionaria, que lucha intransigente- ‘mente contra el capitalismo. Con razén, Fidel Castro sefialé que “su organizacién se lama Frente San- dinista de Liberacién Nacional y no Partido Socialista".? Por esto, su papel de direccién re- volucionaria en Ia lucha contra la dic- tadura, se transformé al estar en el gobiemo. A partir de alli, el sandinis- mo s6lo ha cumplido un rol progresi- vo en Ia medida en que se ha enfren- tado al imperialismo norteamericano, pero toda su politica ha sido en contra do continuar In revolucién socialista ablerta en 1979, de lquidar a Ia bur- muesia y de extender la revolucion, de entregar el poder a los trabajado- res y de alentar su movilizacion. Por esta razén politica y de clase —una direesién pequefioburguesa his- toricamente no revolucionarie—, y a esar de mantoner su caricter inde- Pendiente, las politicas de Cube, el Kremlin y el FSLN han coincidido en Jos Gltimos aos. De alli que los sandl- nistas hicieran suya la frase de Castro: “Nicaragua no seré una nueva Cuba”, hhaciendo caso a los consejos “realis: tas” de este. Dos dirigentes sandinistas resumie- ron, a su manera, ese curso “reaista” A diferencia de Castro y los soviéti- ‘cos, que afirman categoricamente que Nicaragua no debe ir al socialismo, Bayardo Arce afirmé que Nicaragua va a ser la primera experiencia de “construir el socialismo con los dé: lares del capitatismo”"? Peto su s0- cialismo es para los dias de fiesta, para engaiiar a las masas, porque ne- NICARAGUA ie puede creer que los délares del capitalismo ayuden a construir el socialize," YY Tomés Borges aclaré: “No se ‘me vaya a interpretar que ya hemos decidido suprimir @ la burguesia en Nicaragua! Por ahora estamos tratan. do de civiizaria”!? El problema del gobierno Durante décadas el pueblo nica- ragitense no conocié ni siquiera Ia democracia burguesa, ni el mis ele- mental de los derechos democriti con. Al caor el antiguo régimen, 2 destruy6 totalmente el aparato de es- tado en el cual se aseniaba. Todas sus Instituciones pasaron al archivo de la historia pero no habfa nuevas que las reemplazaran. Se necesitaba una Cons- tituelén, une nueva organtzacion del Pais. Habia dos maneras de resolver el problema: apelando a toda la pobla- ci6n nicaragtiense, o decidiendo por encima de ella sin consultaria, I sandinismo decidié por encima do tas masts, y de manera inconsulta cestableci6, en aras del “pluralismo po- litico”, el gobierno de unidad nacional ‘con Ia burguesia. ‘Una Asamblea Constituyente huble- 1 roto este acuerdo pues con el presti- tio del sandinismo, era inevitable que We apabullante mayoria de constitu- yyentes lo apoyaran, y que los campesi- ‘nos, obreros y pobres fueran una ma yoria aplastante sobre Ia burguesia. Ellos podian imponer sin més ni més, 1e abolicién de toda le propiedad te- rrateniente, la nacionalizacion de todas las grandes empresas, el control obre- ro, y las més irrestrictas llbertades po- litlcas y sindicales para todas las orga- nlzaclones obreras y populares. En su lugar, el GRN creé el Consejo de Esta do, que hacia las veces de parlamento, en el cual participaban los sandinistas, los partidos burgueses y los represen- tantes de las entidades empresarias, A través del GRN, se impuso un ré- imen fuerte, bonapartista, Decimos ‘si, porque erigié una serie de meca- rismos para controlar a las masas: reestructurd el ejéreito, organiz6 la central sindical sandinista, tomd el control de los Comités de Defensa Sen- inistas, y recorté las libertades demo- criticas para los trabajadores y Ia iz- quierda. 31

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