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Lerma, Domingo, 25 de Agosto de 2013

¿DE CUAL CUERPO ERES PARTE DEL CREADO O DEL FORMADO?


(1Corintios 12:12-26) “12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros,
pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos,
sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 14 Además, el
cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no
soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no
soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría
el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los
miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son
muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: No
te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24
Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el
cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25 para que no haya desavenencia
en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De
manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro
recibe honra, todos los miembros con él se gozan”.

INTRODUCCIÓN
1) Un buen uso de las terminologías: ¿Cuántos de ustedes le dijeron esta mañana a sus
hijos o a sus acompañantes: “Vámonos a la Iglesia”? Si pensamos en que esta expresión es
equivalente a un “vámonos al templo”, entonces lo hemos dicho mal. Si hemos entendido
con el “vámonos a la iglesia” algo como: “vamos a nuestra reunión con nuestros hermanos”
entonces nos hemos acercado más a lo que la palabra IGLESIA implica.

2) La iglesia no la forman los ladrillos o los materiales de construcción. La iglesia la formas


tú. La iglesia es el grupo de personas CONVOCADAS por Dios a unirse en una misma fe, en
una misma esperanza y en un mismo amor. La razón de ser de esta fe, de esta esperanza
y de este amor es el mensaje de la Doctrina de Cristo que tiene en su centro a Jesucristo.

3) Y si tú tienes también como centro de tu vida a Jesucristo y su Doctrina, entonces tú


vives en la fe en la esperanza y en el amor de Él; entonces también has sido convocado por
Jehová Dios a unirte al grupo llamado el pequeño remanente de todos aquellos que tienen
tu mismo sentir. (Juan 7:15-18) “15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe
éste letras, sin haber estudiado? 16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino
de aquel que me envió. 17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la Doctrina
es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. 18 El que habla por su propia cuenta, su
propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no
hay en él injusticia”.
4) Diversas congregaciones locales conforman un movimiento denominacional; y estas
agrupaciones, junto con otras similares en nuestro país y en el mundo influyen para formar
la Iglesias con diferentes doctrinas basadas en porciones bíblicas de la Palabra de Jehová
Dios, las cuales se llaman y se denominan según su doctrina, y Jesucristo no le puso nombre
a su iglesia, si no que la cimentó en una sola Doctrina y Enseñanza Sana y sustentada en
toda la biblia con todo el contexto bíblico desde Génesis hasta Apocalipsis, y ni tiene otro
cuerpo de gobierno sino a Jesucristo mismo, quien es su cabeza y jefe.

5) De aquí surge una ilustración expresada por el apóstol Pablo: La Iglesia en el mundo es
un gran cuerpo que tiene como cabeza, como eje central a Jesucristo. Jesús es quien le da
vida y razón de ser a su Iglesia. Esto se aplica no sólo a nivel universal, sino
fundamentalmente a nivel del grupo local de creyentes y específicamente a cada uno y cada
una de ellos en particular.

6) La Iglesia entonces no la establece ni un edificio ni un organismo de gobierno, sea local,


nacional, o mundial; la establece Jesucristo cuyo mensaje se inserta en la vida de uno y de
millones de individuos a lo largo de la historia, reconciliándoles con el Padre,
transformándoles y habilitándoles para vivir una vida nueva, diferente y mejor por medio
de su Sana Doctrina llamada Doctrina de Cristo en: (2Juan 1:9) “Cualquiera que se extravía,
y no persevera en la Doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la Doctrina de
Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo”.

7) Cada una de estas personas renovadas llegan a formar parte del cuerpo de Cristo, son
miembros de él, “injertados” como ramas de olivo silvestre en un tronco como expresa el
apóstol Pablo. Y cada miembro, como parte de un cuerpo desempeña una función específica
y clave. Si tú practicas y vives la Doctrina de Cristo, entonases has puesto tu fe en Cristo
como tu salvador, por lo tanto tu eres un miembro de su cuerpo. Ahora bien, como parte de
este cuerpo, tú tienes deberes que cumplir, cumpliendo estos deberes es como participas
en el buen funcionamiento del cuerpo. Si alguna parte de un cuerpo no funciona
debidamente, entonces todo el cuerpo será afectado.

8) Al apóstol Pablo y a nosotros ahora nos preocupa esta situación: partes del cuerpo de
Cristo se sienten por encima de otras y, peor todavía, partes se sienten insignificantes. Esto
hace que el cuerpo de Cristo funcione mal.

9) Recuerdan la historia de Frankenstein; el cuerpo de este personaje se formaba de partes


que su creador quiso que fueran perfectas para hacer así un ser humano perfecto en mente
y en cuerpo; pero unidas así funcionaban mal y el resultado llegó a ser no algo bello ni
perfecto, sino un monstruo.

Déjenme usar esta metáfora para confrontarnos todos: ¿Seremos miembros del cuerpo
perfecto de Cristo en su Sana doctrina de Cristo? o ¿Seremos miembros del cuerpo
imperfecto de Frankenstein miembros de un cuerpo formado por doctrinas de hombres?
Miembros funcionales, renovados por las enseñanzas de Jesucristo y en camino de
perfección hacen el cuerpo de Cristo; miembros disfuncionales, descuidados y moribundos
hacen un cuerpo de Frankenstein. ¿De cuál somos o de cual queremos ser?
10) La funcionalidad de nosotros como miembros se da en el buen cumplimiento de nuestros
deberes como miembros de nuestra Iglesia, local por una parte pero también universal.
Quiero referirme a tres áreas en las cuales debemos ser funcionales.

I. DEBEMOS SER FUNCIONALES CON NUESTRA PARTICIPACIÓN EN LAS ACTIVIDADES.

1) Si queremos ser miembros que funcionan, hemos de asistir regularmente a los servicios,
estudios y día de oración de nuestra iglesia con la disposición adecuada. (Hechos 2:46,47)
“46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían
juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.

2) (Hechos 20:7) “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan,
Pablo les enseñaba”. Jesucristo resucitó el primer día de la semana. Desde entonces sus
discípulos, en su memoria, se reunían cada primer día, por ello la historia le ha llamado
Domingo, que significa “Día del Señor”.

3) Y fíjense que en los comienzos de la Iglesia los creyentes no sólo se reunían el primer
día, sino que tenían actividad cada día de la semana (Hechos 5:42) “Y todos los días, en el
templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”. Las reuniones eran
y deben ser ahora todavía un motivo de celebración para todos nosotros, de manera especial
aquellas que se celebran el día de conmemoración de la resurrección de Cristo.

4) Pero la mayor parte de las Iglesias no sólo tienen actividad en el Día del Señor, sino
también en otros días de la semana, e incluso en el día del Señor por la tarde. ¿Quieres
hacer algo útil y práctico para funcionar bien como miembro del cuerpo del Señor? Entonces
programa tu participación en la mayor parte posible de actividades de tu iglesia local.

5) “A asistir a todos los servicios de su congregación”. Este deber suele ser difícil de realizar.
Sobre todo cuando sentimos inconformes ya sea con el desarrollo mismo de las actividades
o con aquellos que se reúnen.

6) Muchas veces esto es un reflejo de que nuestra actitud a lo que son las reuniones de la
iglesia está equivocada: no nos reunimos para ver quien trae el mejor vestido, ni a oír cómo
se desafina nuestro hermano que está al lado; mucho menos nos reunimos para que un
predicador nos entretenga o para contemplar un show dominical.

7) Nos reunimos porque nuestro espíritu siente que rebosa la necesidad de adorar a Jehová
Dios que nos ha llamado a ser su pueblo; porque no somos individuos aislados, sino que
formamos parte de una comunidad que alimenta su fuego en la reunión unos con otros;
somos un grupo que se reúne para escuchar la voz de su Dios a través de la Palabra y que
une sus fuerzas para trabajar por aquello que su Señor Jesucristo les pide; el hecho de que
el cuerpo de Cristo se reúna es también un acto de fe. Es decir: la vida y el mensaje de
Jesucristo deben hacerse presentes y ser lo central incluso en algo que parece tan sencillo
como es la asistencia y participación en nuestras reuniones.

8) El “dejar de reunirnos como algunos tienen por costumbre” nos enfría, como las brasas
de una fogata que se separan del fuego; nos hace descuidar nuestro llamado; nos hace
miembros que pueden ser disfuncionales para el cuerpo del cual formamos parte. (Hebreos
10:24,25) “24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.

9) Esto implica también que si hay algún creyente imposibilitado por salud o por edad para
reunirse, sea necesario que le hagamos llegar hasta donde está la posibilidad de alimentarse
por la reunión, y así pueda tal hermano o hermana seguir participando de este compromiso
y ser edificado.

II. DEBEMOS SER FUNCIONALES EN NUESTRA PROPIA EDIFICACIÓN.


1) Si queremos ser miembros funcionales, hemos de procurar un desarrollo continuo en
nuestra vida cristiana en todos los ámbitos. (Efesios 2:19-22) “19 Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va
creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.

2) El actual voto del Esfuerzo Cristiano dice: (1Pedro 2:4,5) “4 Acercándoos a él, piedra
viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.

3) Una persona que ha salido de la cárcel y no quiere volver allí, ha de esforzarse por vivir
una vida diferente. Nosotros hemos sido crucificados y resucitados juntamente con Cristo.
Es decir que no solamente estábamos presos, sino hasta muertos, y de un estado de muerte
pasamos a un estado de vida; esto implica una forma de vivir nueva, que se va construyendo
cada día. (1Jn 3:13-16) “13 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. 14
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El
que no ama a su hermano, permanece en muerte. 15 Todo aquel que aborrece a su hermano
es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto
hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos
poner nuestras vidas por los hermanos”.

4) Esto significa el presentar cada día nuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable a
Dios (Romanos 12:1) “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional”; cada día y en todo lugar; ¿Quién es el sabio y el entendido entre ustedes?
(Proverbios 28:2) “Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre
entendido y sabio permanece estable”. –Pregunta Santiago- (Santiago 3:13) “que muestre
por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”. Si somos parte del cuerpo de
Cristo, debemos vivir como parte del cuerpo de Cristo. Esto abarca todas las áreas de
nuestra vida, sean las espirituales (es decir, “dentro de la congregación”) como las que
llamamos “seculares”.

5) En las vidas de los miembros lo secular también le pertenece a Dios; nosotros estamos y
actuamos en el mundo; y es al mundo al que damos testimonio con nuestra vida. Esta forma
de vivir se ha comparado con una lucha que el creyente tiene que librar contra las fuerzas
que se oponen a la justicia de Dios y es Dios quien sostiene y fortalece en esta lucha.

6) Cumplir con este deber no significa otra cosa que vivir diariamente lo que ya somos:
imitadores de Jesucristo y parte de él. Vivir una vida cristiana “sincera y activa” nos hace
ser miembros del cuerpo que funcionan con las enseñanzas de Cristo que vino a establecer
su Iglesia en conocimiento divino el cual une y no divide como las religiones.

III. DEBEMOS SER FUNCIONALES EN LA PERFECTA UNIDAD Y COMUNIÓN.

1) Si queremos ser miembros funcionales, hemos de procurar la unidad y armonía de toda


la iglesia. (Juan 17:19-23) “19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también
ellos sean santificados en la verdad. 20 Más no ruego solamente por éstos, sino también
por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como
tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así
como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también
a mí me has amado”.

2) En los contextos donde se habla de la iglesia como cuerpo de Cristo en la Biblia, siempre
se refiere a la unidad que debe haber en él. La unidad de la iglesia local implica un buen
ejercicio de la comunión, lo cual a su vez en un reflejo de la vida edificada en amor. (Efesios
4:11-16) “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según
la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.

3) (Colosenses 3:12-14) dice: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados,
de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra el otro. De la manera que Cristo
os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que
es el vínculo perfecto.”

4) Es claro notar que el capitulo del amor del cual debemos vivir para ser acepto por un Dios
que es Amor (1 Corintios 13:1-13), se le da a una iglesia con muchos dones espirituales y
con mucha actividad, que pone el ejercicio del amor en primer término.

5) El apóstol Pablo amonestó duramente a aquellos que eran causa de contiendas en el


cuerpo de Cristo, pues su unidad en espíritu debe ser una característica visible al mundo en
el que la iglesia se mueve. (1Corintios 1:10-12) “10 Os ruego, pues, hermanos, por el
nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya
entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en
un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por
los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros
dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.

6) Evidentemente, en la unidad de la Iglesia participamos todos los miembros, sin


excepción; no es deber ni del pastor ni de los que ya tienen más tiempo mantener esta
unidad, sino de cada uno, teniendo que sacrificar muchas veces nuestros intereses para
amoldarlos a los intereses de Cristo. Esto es lo que significa (Gálatas 6:2) “Sobrellevad los
unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”, pues recordemos que Jesús es
quien llevó también nuestra carga.

7) Tengamos cuidado de nuestra relación con todos los creyentes, pues a veces hasta un
pequeño comentario o una actitud equivocada puede ser causa de la división y desarmonía
del cuerpo. (Proverbios 15:18) “El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda
en airarse apacigua la rencilla”. (Salmos 140:2) “Los cuales maquinan males en el corazón,
Cada día urden contiendas”. (Proverbios 29:22) “El hombre iracundo levanta contiendas, Y
el furioso muchas veces peca”.

8) El desarrollo de la unidad de la Iglesia no deja fuera sin embargo la administración de la


disciplina en ella; por ello no se les perdonó a Ananías y a Safira su intento de engañar al
Espíritu Santo. Tolerar sin exhortar a quien vive en constante oposición a la voluntad divina
“por no causar división”, tampoco es permitido en el cuerpo de Cristo.

9) Por tanto, aquí también entra el cuidado que debemos hacer de nuestra propia vida
cristiana: no ser causa de división, ni directa, provocando contiendas; ni indirecta, siendo
motivo de escándalo. (Isaías 59:1,2) “1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová
para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho
división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su
rostro para no oír”.

10) Cuando celebramos la cena del Señor, ésta debe hablar a nuestros corazones a
reconciliarnos con Jesús y a proclamar su muerte. Pero también nos llama a reconciliarnos
con nuestro hermano y mantenernos en unidad, pues nuestra comunión con Dios se
manifiesta visiblemente en la comunión con todo el cuerpo. Esto nos hace miembros
funcionales.

CONCLUSIÓN.
1) El cuerpo de Cristo funciona cuando cada uno de los miembros que lo integran participa
adecuadamente en él. Y cada uno de nosotros tiene su lugar importante en el cuerpo de
Cristo; porque debemos fijar nuestra atención en que primeramente somos parte de él y
dependemos de Él finalmente; y a Cristo es a quien debemos serle fieles.

2) Aquí entramos todos, hermanos y hermanas, nadie puede pasar desapercibido y nadie
puede decir que su participación no es importante en la construcción del Reino de Dios, y a
ninguno tampoco le podemos decir esto. Seamos gordos o flacos, altos o chaparros, feos o
antisociales; aunque tengamos una discapacidad en nuestro organismo, o seamos ricos o
pobres, aunque no sepamos hablar o tengamos sólo un don, somos parte fundamental de
este cuerpo y debemos tomar nuestro lugar como miembros, cumpliendo bien nuestros
deberes.

3) ¿En qué lugar te puedes ocupar? ¿Y qué hay por hacer? Déjame enlistarte solo algunos
ejemplos de espacios donde se requiere tu participación: en la escuela dominical, como
maestro o maestra, de la Escuela Bíblica de Vacaciones, en la música, tocando un
instrumento, cantando, como consejero de jóvenes o de adolescentes, hacer aseo de la
congregación o pintar sus espacios, visitar a los hermanos, abrir una casa de estudio o en
tu casa, dirigiendo el estudio, en una palabra, PARTICIPANDO, PARTICIPANDO, levántate
de tu asiento...y PARTICIPA.

4) La unidad del cuerpo a pesar de que seamos tan diferentes es lo que manifiesta que
Cristo es la cabeza y es él quien le da cohesión a todos los miembros. Es como las notas de
un concierto musical, que son armonizadas, siendo cada una diferente, habiendo silencios y
sonidos, que son colocadas cada una en su lugar hasta formar una armonía perfecta, así
vivamos unos con otros, haciendo que este cuerpo glorioso camine, avance, funcione
adecuadamente cumpliendo cada uno con nuestros deberes. ¿Funcionará esto hermanos?

PREDICA en Lerma por: PASTOR Víctor R. Preciado Balderrama (722) 336-1411


Hola hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con
un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles
y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su
doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy
ofreciendo:
MATERIALES BÍBLICOS GRATIS
1) Discipulado a nuevos contactos con el evangelio de Juan. (6 Estudios)
2) Discipulado con la Palabra que transformará tu vida. (10 Estudios)
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Todo es completamente gratis, como escritor de estos materiales te voy a dar los originales
para que tú le pongas el nombre de tu Iglesia o tu ministerio o le hagas las modificaciones
que a ti te parezcan convenientes. Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues
me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la Sana
Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia. Por
favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los
siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente
sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo les
pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia.

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