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SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Tiene su origen en los años 1960 cuando se analizaron los cambios en las
sociedades industriales y se acuñó la noción de sociedad post-industrial. Cambios
en la estructura económica y social, en la que el conocimiento ha substituido al
trabajo, a las materias primas y al capital como fuente más importante de la
productividad, crecimiento y desigualdades sociales.
El autor más influyente que ha utilizado el concepto de sociedad post-industrial es
sin lugar a dudas, el sociólogo Daniel Bell (1973; 2001). Estos análisis apuntaron,
por tanto, a una sociedad cientificada, academizada y centrada en los servicios, a
diferencia de la sociedad industrial, caracterizada por el conocimiento experimental,
el predominio de los sectores industriales, las actividades manuales y el conflicto
entre capital y trabajo.

‘Sociedad del conocimiento’, ‘sociedad red’ y ‘sociedad de la información’, son tres


conceptos que sirven para entender el mundo cambiante en el que vivimos. Han
surgido en las últimas décadas de la mano de teóricos para explicar la influencia de
las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NTICs) en un mundo
globalizado.

El concepto que nos atañe por su actualidad, el de ‘Sociedad del Conocimiento’,


hace referencia, por lo tanto, a cambios en las áreas tecnológicas y económicas
estrechamente relacionadas con las TICs, en el ámbito de planificación de la
educación y formación, en el ámbito de la organización (gestión de conocimiento) y
del trabajo (trabajo de conocimiento). Actualmente el término se refiere cada vez
más en la expansión de la educación. El conocimiento será cada vez más el vector
de cambio y la base de los procesos sociales en diversos ámbitos funcionales de
las sociedades. Crece la importancia del conocimiento como recurso económico, lo
que conlleva la necesidad de aprender a lo largo de toda la vida. Éste cambio debe
de ponernos alerta hacia nuevos riesgos (del no-saber) de la sociedad moderna.
Esta cuestión ocupa un lugar estelar en la discusión actual no sólo a nivel teórico
(en las ciencias sociales) sino también práctico (en la política europea). Se trata así
de un concepto que sirve como resumen de las transformaciones sociales que se
están produciendo en la sociedad moderna, al mismo tiempo que para el propio
análisis de estas transformaciones, que trata de ofrecer una visión del futuro para
guiar normativamente el conjunto de las acciones políticas (Karsten Krüger, 2006).
SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL
Sociedad del Conocimiento, Sociedad de la Información y Sociedad Postindustrial
son términos que se utilizan con frecuencia, en los foros y escenarios más diversos,
de forma simplificada, cuando no banalizada, relacionando algunos de sus rasgos
con aspectos llamativos o espectaculares de la actualidad. En este libro se trata de
abordar la cuestión con rigor. No espere pues el lector ver ejemplos ni casos que, a
fuer de conectar con algunas de las expectativas generadas por algunos medios,
más que aclarar, desvirtúen estos rasgos. Se trata de un material que proviene de
los contenidos suministrados a los alumnos de un máster universitario. Aquí
encontrarán un repertorio sistematizado de referencias y de aportaciones a estos
conceptos y a las ideas a ellos vinculadas, que podrán ser útiles en estudios e
investigaciones. No es pues un texto de divulgación, pero sí puede ser útil para la
profundización en esta área, con aplicaciones y orientado al mundo de la enseñanza
y del aprendizaje. Respecto a la Sociedad del Conocimiento, en todas las épocas
se da una realidad: El acceso a la información disponible y su procesamiento para
obtener un conocimiento derivado, que es operativo en contextos distintos
constituye una práctica común. La novedad, el punto de discontinuidad, de la
sociedad emergente con respecto a la anterior lo constituye el papel que juega la
tecnología: La nueva sociedad, que se desarrolla de forma autónoma, encuentra su
expresión genuina y se conforma a partir del momento en que aparecen las
posibilidades de que la información sea soportada digitalmente, de que se pueda
procesar masivamente utilizando algoritmos matemáticos y de que circule y se
distribuya a través de Internet, pudiéndose acceder a ella de forma personalizada,
también mediante potentes algoritmos. Esa naturaleza de los procesos, que es
común a todas las áreas, es la que hace pertinente un abordamiento de naturaleza
pluridisciplinar. Para servir a ese objetivo hemos hecho el trabajo que presentamos.
En él queremos ofrecer una perspectiva de cuáles son los rasgos más relevantes la
nueva sociedad, de forma que la perspectiva que este análisis suministra se pueda
proyectar sobre distintas disciplinas y sea útil, una vez incorporada, a sus
contenidos o para sus objetivos.
EL HIPERCAPITALISMO

El comercio es una de las manifestaciones de la globalización, con sus


efectos positivos, pero también con sus desventajas. En la actualidad es
evidente que las fuerzas del mercado no bastan por sí solas para hacer
llegar a todos los beneficios de la globalización, y que tenemos qu e
elaborar instrumentos para encauzarla, asegurándonos de que tanto los
países avanzados como los países en desarrollo se beneficien de ella por
igual, y de que se atienda debidamente a quienes en nuestras sociedades
se ven afectados por las transformacion es que trae consigo.

Un comercio intrarregional más intenso puede deberse a una reacción


frente a la disminución de la demanda, o al temor a la exclusión cuando
los países competidores disponen de un mejor acceso a los mercados que
les interesan. Puede ser también una póliza de seguro contra un posible
proteccionismo futuro ante el estancamiento de la Ronda de Doha o servir
como faro para atraer la inversión extranjera, incluso ser un vehículo para
la consolidación de las políticas a nivel nacional, pues s e utiliza una
obligación internacional para que resulte más difícil a los sectores
interesados nacionales ejercer una influencia en la política comercial.
LA ERA DIGITAL

La incorporación de las tecnologías digitales y la aplicación de la Internet, generó


un cambio sin precedentes en las economías y sociedades de América Latina y el
Caribe.

En poco más de una década, se duplicaron con creces los usuarios de Internet, que
ya alcanzaban el 50,1% de la población en 2014; hoy existen más de 700 millones
de conexiones a telefonía móvil, con más de 320 millones de usuarios únicos, y
muchos países de Latinoamérica se encuentran entre los que más usan las redes
sociales globales.

Es la nueva era que impactó al mundo; pero también a los gobiernos, quienes han
tenido que incorporar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación
en la gestión pública.

En criterio de Alejandra Naser, especialista de gobierno abierto de la Cepal, el uso


de las TIC´s ha sido una eficaz plataforma para impulsar iniciativas de participación
ciudadana, transparencia gubernamental e innovación; y se ha venido
constituyendo en un elemento clave en los procesos de modernización del Estado.

El principal efecto de la digitalización ha sido su capacidad de transformar todos los


flujos económicos al reducir los costos de transacción y los costos marginales de
producción y distribución. El impacto económico de las tecnologías digitales, en
particular Internet, ha sido objeto de estudios que evidencian su contribución
positiva al crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto), la productividad y el empleo.

De ahí que la necesidad de lograr una administración ágil, flexible, eficiente y sobre
todo transparente, ha impulsado a los gobiernos a trabajar en forma intensa con las
TIC´s y la provisión de servicios web.

Para Naser, su enorme capacidad de difusión y penetración las ha convertido en


protagonistas en casi todos los sectores y en múltiples ámbitos de la sociedad,
generando una estrecha relación con el origen del Gobierno Electrónico en la
prestación de servicios públicos.
La definición de Sociedad de la Información presenta numerosos matices que son
destacados por Murelaga.. Al respecto es conveniente destacar que quizás una
definición que por ser de las primeras se destaca por su claridad es la enunciada
por el Ministerio de Ciencias de Portugal en 1997. Es muy conveniente notar el
hecho de que la definición anterior destaca la socialización de la información en el
sentido de que se vive en una red de informaciones en la que los recursos son
accesibles desde diferentes individuos o instancias. Por supuesto que existen otras
definiciones posibles, incluso algunas que intentan definir a la Sociedad de la
Información como una ideología. Ejemplo de ello es la que puede hallarse en la
conocida Wikipedia. En ella se establece lo siguiente: “Podemos definir sociedad de
la información como una ideología basada en los marcos mentales del progreso, el
crecimiento y la modernidad, desarrollada a partir del siglo XVIII, apoyándose en
distintas tendencias y cambios tanto científicos como tecnológicos impulsados en
gran medida por la innovación en el terreno militar e industrial capitalista. Para
comprender lo que es la sociedad de la información es preciso advertir las líneas de
continuidad entre las innovaciones tecnológicas de la actualidad y la preeminencia
del cálculo -la automatización del pensamiento-, el lenguaje universal -la mathesis
universalis y la representación matemática de la realidad-, la estadística -la
clasificación y categorización de grupos e individuos para prevenir desviaciones a
la norma-, la gestión científica de la sociedad, la cartografía científica de los
territorios y el post industrialismo -que sitúa al conocimiento y la información como
fuentes de riqueza. Se trata de un modelo social fundado en la introducción de
nuevas tecnologías en todos los aspectos de la sociedad, desde la organización de
la economía hoy globalizada hasta la mediación en las relaciones sociales, dando
lugar a una sociedad planificada y regida por estándares de normalidad tal y como
leemos en Un mundo vigilado, de Armand Mattelart.” Como se aprecia definir
“sociedad de la información” ha presentado la característica de presentarse con una
diversidad de enfoques. No obstante es usual que se presente el término como
sinónimo de progreso social, de eficiencia y productividad aunque la práctica
establece, como se expresaba por nuestro país en la Cumbre Mundial, que la
tecnología por sí sola no es capaz de eliminar las desigualdades sociales. Otro
elemento importante a destacar es que desde la perspectiva de la economía
globalizada contemporánea, la sociedad de la información concede a las TIC, en
una visión realmente unilateral, el poder de convertirse en los nuevos motores de
desarrollo y progreso. Frente a esta visión muchos críticos han señalado que la
llamada sociedad de la información no es sino una versión actualizada del
denominado “imperialismo cultural” ejercido desde los países ricos con grandes
recursos en las nuevas tecnologías hacia los pobres que tienen que soportar en
mayor o menor grado una dependencia tecnológica en extremo perjudicial.

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