• • • • IV •••

I I

LA PARTICIPACION POLlTICA POPULAR

EN BARCELONA... Lo derroto
de lo disensión ciudadano I

Miquel Fernóndez'

Buenas tardes, muchísimas gracias por esta presentación, Señor

Rector, delegados y delegadas de Participación Ciudadana de los
Municipios de la Provincia de Imbabura, señores y señoras estu-
diantes. Esta conferencia vamos a hacerla divertida porque yo creo
que es la mejor manera que tenemos de aprender.

Nosotros estamos trabajando sobre Participación Ciudadana en

1mbabura. El trabajo de campo acaba de empezar y la idea que
tengo ahora es explicarles la experiencia de Barcelona para que
vean hasta qué punto hay cosas en común entre ambas prácticas
que pueden ayudar a conocer mejor en qué consiste y cómo
funciona los llamados procesos de Participación Ciudadana. El
título de esta conferencia apunta dónde quiero llegar: separar la
Participación Ciudadano de otro tipo de participación que llamaría-
mos Participación Político Popular. El subtítulo, la derrota de la disen-
sión ciudadana; resume qué ha ocurrido en Barcelona en relación
a las canalizaciones institucionales de la Participación, y sus conse-

I Intervención en el Foro: La Participación (Política Popular) en Barcelona La denrota de la

disensión (Ciudadana). evento realizado por el Instituto de Altos Estudios de la UTN, el 9 de Julio de
20 14, en la Sala "José Martf '.
2 Es do ctor en ant ropología social y Máster en crim inología y sociología jurídica por la Universidad
de Barcelona (U B). Máster en sociología de la inmigración, licenciado en sociología por la Universi-
dad Autónoma de Barcelona (UAB) y licenciado en antropología social y cultural por la misma
universidad. Profesor en el departamento de sociología de la UAB y en el de antropología social en
la UB. Coordi na el O bservatorio de Antropología del Confl icto urbano de la UB. Ha publicado las
mon ografías Fabricar I'immigant. Aprofitamens polit ics de la inmmigració a Catalunya 1977-2007.
Matar al "C hino". Ent re la revolución urbanística y el asedio urbano en el barrio del Raval de Barcelo-
na. O artículos científicos en revistas de criminolgía, sociología o antropología

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_¡.i¡+eW"lli+II;4ti l¡.iiil ' .w B • • • • • • •
cuencias relativas a la pérdida de legit imidad institucional de este
tipo de procesos, iniciados alrededor de los años 80.
Respecto al caso ecuatoriano, su ley Orgánica del 20IO, sobre
Partici pación Ciudadana y Control Social, en el t ítulo 1°, art ículo 3,
numeral 6 indica como objetivos de dicha ley: Proteger la expre-
H • ••
sión de las diversas formas de disenso y diferencias entre las personas
y los colectivos en el marco de la Constitución rla ley... :H. El énfas is de
este artículo lo encontramos en la protección del disenso. Lo que
ha pasado en Barcelonaes precisamente lo co~trario ..Los pr~)(es os
de participación ciudadana han servido en primera I~stancla para
neutra lizar el disenso, la queja, el malestar. En este sentido, los cana-
les de participación, han sido obstruidos,por el mismo diseñe:> }nsti-
tucional y burocrático, escollo,s, I~ mayon a.de las .v~ces, del dlal~go.
Por suerte, las sociedades estan siempre vivas y ni siquiera las dicta-
duras más feroces consiguen aplacar la agitación social que provoca
el malestar, la injusticia o el menosprecio hacia mayorías sociales
descapitalizadas
De lo que les voy a hablar ahora está fundamentado en varias
investigaciones que se han hecho tanto en el departamento de
Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, concreta-
mente en el Instituto de Gobierno y Pol íticas Públicas (IGOP), en la
Universidad de Rovira iVirgili de Tarragona y en la Universidad de
Barcelona; es decir, les voy exponer resultados de diferentes investi-
gaciones que se han llevado a cabo en Barcelona sobre la participa-
ción ciudadana.
La Participación que se ha practicado y legislado en Ecuador es
substancialmente diferente de la española o catalana. En estos
casos, existen dos grandes cuestiones alrededor de las cuales s~
ejecutan planes participativos: la más importante y la que esta
refrendada por la ley, es la relativa a los planes urbanísticos que en
cierta medida se podría equiparar a las tareas que lleva a cabo su
Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades)
En nuestro caso son las autoridades municipales las que, cuando
tienen que poner en marcha un plan urbanístico, ob'igatoriamente
deben convocar a la ciudadanía y poner en marcha un plan de Parti-
cipación. Hay otros tipos de Participación que son más - podríamos
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• • • • • • @ l i ei ;ieW " l l i +1 1 4 j I W.¡i¡ji .
llamarlas así- "folclóricas"y que son las que tienen que ver por ejem-
plo el diseño de políticas culturales. Estos procesos participativos
fun cionan de la siguiente manera: se convoca a ciertas ent idades
cívicas un abanico importante de diversas organizaciones sociales,
incluso las más críticas con la gestión municipal. Lo que acaba
ocurriendo es que en la primera reunión se aplaude y se reconoce
la importancia de este disenso, de esta crít ica que hacen ciertas
organizaciones, pero conforme van avanzando las siguientes reunio-
nes se va di luyendo y el informe final, del plan de part icipación final
acaba desapareciendo cualquier atisbo de crítica que vaya en contra
de los inte reses municipales. Por otro lado, estos planes part icipati-
vos no son vinculantes, por tanto se quedan así en una fu nción que
habría tamb ién que estudiarla relativa seguramente a c1ientelismo y
a otro tipo de favores entre organizaciones sociales yadministracio-
nes públicas.
Lo que les quiero hablar ahora, es de los planes de Part icipación
relativos a estas transformaciones urbanísticas, para ello vamos a
partir de las las refi exiones del antropólogo Marcel Mauss. Para el
et nógrafo francés el conocimiento distintivo que puede aportar la
Antropología es ident ificar categorías inconscientes. Su tío, Emile
Durkheim puso en marcha otra metáfora parecida, él se refería a
las estructuras elementales, en este caso las estructurales elemen-
tales de la religión. Entonces, vamos a ver hasta qué punto pode-
mos encontrar estructurales elementales de la Part ici pación Ciuda-
dana anal izando desde esta perspectiva el caso barcelonés para
que ustedes lo puedan comparar con sus experiencias municipales.
Nosotros desde el grupo de investigación de Barcelona estamos
muy activos haciendo muchísimo trabajo desde el 20 12. Somos
aproximadamente 30 investigadores repartidos por casi la mayoría
de barrios de Barcelona. Se t rata del Ob servatorio de Antro polo-
gía del Confiicto Urbano (OACU). Nosotros, partimos del supues-
to que la ciudad es un lugar ideal , en el sent ido más técnico, para el
confi icto;es decir, un lugar donde el confiicto constituye por defin i-
ción la ciudad. En este sentido, nosotros planteamos la refiexión
sobre partici pación, no solamente en términos de justicia, demo-
cracia o de derechos, eso se ocupa también los compañeros de
sociología jurídica, ant ropología jurídica o cri minología. Nosotros,
nos ocupamos de las consecuencias que puede tener para el
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 • • • • • • •
aumento de la inseguridad y el de la violencia pública, la desactiva-
ción de participación ciudadana; para decirlo de una manera más
sencilla: la población, la ciudadanía participa en los asuntos públicos
. que le conciernen, por "las buenas" o por "las malas". Si el canal
institucional se bloquea, la ciudadania optará por expresiones no
insitucionales. Esta es la experiencia que tenemos en Barcelona. En
la medida que se bloqueen, que se licuen o que se desvirtúen
procesos de participación ciudadana,la consecuencia más natural-
social es que la población acabe participando de maneras menos
ortodoxas y previsiblemente más vehemente .
Vamos a ver entonces qué hemos aprendido en Barcelona en
relación a la participación política- popular; la violencia y a la segu-
ridad, es decir; lo que los politó logos llaman gobernobilidod.
En una portada de un documento crít ico que se hizo ~ Barcelona
que se llamó "La participación canta"aparecía una conjugación
particular del verbo participar:YO PARTICI PO,TU PARTICIPAS,
EUELLA PARTICIPA, NOSOTROS PARTICIPAMOS,VOSOTROS
PARTIClPAís Y ELLOS SEAPROVECHAN. Las numerosas críticas que
se están haciendo a la participación, sobre todo las que voy ahora
a compartir con ustedes, están elaboradas desde la academia,
mediante investigaciones tanto cualitativas como cuantitativas.
Otras parten de los vecinos más implicados y organizados.
El marco administrativo en Barcelona sobre partici pación prevee
dos modalidades de inicio de estos procesos:el primero de ellos es
por invitación; es decir; que es la administración la que invita a las
organizaciones a participar de los procesos participativos. Otra
modalidad es la que se conoce como de irrupció n, es decir que la
población va a poner en marcha un plan urbanístico y deciden
intervenir porque están afectando directamente a sus intereses.
Voy hablar de casos. El primero de ellos y el más importante, incluso
que ha traspasado las fronteras de Cataluña y del Estado Español es
el que se le ha producido alrededor del Forat de la Vergonya (o el
Agujero de laVergüenza el nombre oficial era Pou de la Figuera) . Es
un plan urbanístico que acaba de celebrar ahora mismo los 10años
de este proceso de participación popular y es en el distrito de
CiutadVella (CiudadVieja). El siguiente es la Operación 1110 Robador o
208
• • • • • IV ... • •
Manzana Robador; que está en el cerrtro de I)a. rce!o na también y es
el campo de estudio donde realicé mi t esis docto ral.El ú !timo es en
el Barrio de Sants, que en las últimas semanas justo cuando estaba
viniendo hacía aquí, mantuvo e l barrio dorante Lna semana en
llamas, con muchísimos altercados, rrás de 30 detend os y varias
personas denunciando torturas en los calabozos de las comisarias.
Aún así, la gente en la calle consiguió parar el cerríbo de un centro
social integrado en el barrio de Sants hace prjcticarn ente 20 años.
Barcelona ha estado cerca de 2000 año s encerrada entre murallas
que es lo que se conoce como Ciutot VerJCJ. Este Distrito en Barcelo-
na es donde hay más población y do nde eí prod d o inte rio r bruto
per cápita es más elevado; es dec ir, e.s la zona donde hay más
producción de plusvalías, do nde más riq Uo€23 se produce de Barce-
lona al mismo t iempo que sigue siendo donde se concentra más
población descapitalizada Es el segundo di strito con un mayor
índice de paro (por enc ima de l I2% de la poblélci ón activa) y de
pobreza (cerca del 20% de su po blado n se encuentra por debajo
del umbral de la pobreza)
Les voy a exponer un pequeño relat o i áico para q ue ustedes
encuentren qué elementos tienen en (omún con proce sos como
los que están viviendo ustedes. En los aFias JO España vNía e lfinal de
la dictadura franquista coincid iendo con laed o sión de I Movimiento
Vecinal. Estos movimientos te nían () b-viarnent e un carácter no
institucionalizado y estaban muy vinculad o a las práctkas de reivindi-
cación y de protesta. Los barrios reclamaban poder saf sfacer nece-
sidades básicas: que se hicieran cloaca>, que 11egar.i el transporte
público, que hubieran escuelas o cerríros san' ario s. Estamos hablan-
do de los años 70-S0, momento en el que iam bié n aparecen las
grandes operac iones urbanísticas;es decir,que ya. se ern pieza a ver
que en el Estado Español, sobre tod o Ia parte cosiera puede ofre-
cer réditos urbanísticos y de espeo.lao ón, y se -empiezan hacer
grandes operaciones que son construcciores de barri os enteros
para recoger la cantidad de población que venía de las lo nas rurales
y que volvía de la emigración que se había producido en Europa,se
organizan para exigir la satisfacción de las necesidades básicas de
urbanización especialmente en los barrios periféricos.
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_i.+;'.M"II*ii¡4"iM;lM•• ~ . • • • • • •
A finales de la dictadura ya se reconoce a los movimientos sociales
y a organizaciones sociales como interlocutores válidos e incluso
necesarios para hacer intervención en planes de desarrollo urbanís-
ticos. En este momento los ayuntamientos franqu istas empiezan a
dialogar con estos emergentes movimientos sociales.Ya al fin~l de la
dictadura culminan estos consensos urbanos; y, en el 83 empiezan a
desarrollar los primeros planes especiales de reformas urbanas que
se los conocen como los PERI (Plan Especial de Reforma Int erior).
llega la democracia y paradójicamente se desencadena un proces?
de inflexión muy importante. En este momento. los grandes rnovi-
mientos sociales pierden a sus líderes más carismáticos, puesto que
la mayoría se incorporan a los partidos políticos y administraciones
públicas con lo s que estaba negociando. E~, otras pa labras tra~ la
dictadura se realiza una importante coaptación del liderazgo vecinal
y de sus aliados técn icos que pasarán a engrosar las filas de los parti-
dos po líticos y las nuevas instit uciones democrát icas.
J desarrollo económico, transformación social y de implicación de la
Hay todo un proceso de reconocim iento de de,rechos de lo s movi-
mientos sociales e insisto estábamos en una d ictadura, pasamos a
una democracia y se reconoce el derecho de asociación polftica y
se celebran estas primeras elecc iones munic ipales. los partidos
políticos diluyen su relación con los movimientos sociales al
contemplar que ya existía un marco legítimo donde podían ser
representados los intereses ciudadanos.
La participación pierde su componente disruptivo, su componente
crít ico inicial para pasar a ser considerada como un mecanismo de
apoyo y de legitimación de la democra~ia representativa: Al misn;?
tiempo, la política pasa a estar monopolizada por lo s partidos polfti-
cos y los representantes elegidos en las instituc iones. La consecuen-
cia directa será que se verá ampl iada la distancia entre la democra-
cia representativa y la democracia participativa.
El siguiente momento en la instituc ionalización de la part icipació n
ciudadana en el Estado español, es de regulación y descentraliza-
ción de los barrios, Estamos hablando de los años 83-87, cuando se
legisla la Participación Ciudadana co n la apro bación de reglamen-
tos, consejos sectoriales y otros mecanismos de partici pación A pa-
recen las primeras normas y todo conduce a una cierta burocrat i-
zación de la iniciativa ciudadana y la cultura de discut ir reglamentos
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• • • • • • • IV •. .,
ent~e los diri~entes ve,cinale~. concejales técnicos y munic ipales,
sustituye los Intereses Inmediatos de los vecinos y de las bases
sociales, La burocratización de esta participación ciudadana y su
progresiva desvirtuación en una amalgama de consejos y reglamen-
tos dificultan la introducción de componentes deliberat ivos y la
implicación de la ciudadanía. Esto aparece ya a finales de los años
80, a nivel legislativo las leyes empiezan a incorporar lo s derechos
de los ciudadanos para que se establezcan procesos participativos
y así implantar planes urbanísticos.
¿Han oído hablar alguna vez -en G uayaquil seguramente sí- de El
modelo Barcelona? Pues bien, se t rata de una gran transfo rmación de
la ciudad muy ligada a las Olimpiadas en el año 92. La ciudad desde
este momento no ha dejado de ganar premios internacionales, de
manera que, muchos sentidos, esta adecuación de la ciudad al nuevo
marco democrático,se ha considerado como un modelo a segu ir de
ciudadanía, o en otras palabras, un modelo ejemp lar de aprovecha-
miento de las potencialidades de la ciudad, eso sí, para beneficio de
sus élites y con la aparente aquiescencia de sus muh:itudes.
Este aprovechamiento. este aumento de la producción de plusvalías
será concentrada por una parte de la poblac ión. por sus élites
como digo, y al resto de la población Ies quedará las migajas en
forma de mejores carreteras, mejo r t ransport e público pero acom-
pañado de un progresivo aumento del precio de ciertos bienes
básicos como puede ser la vivienda '1 los suministros como el agua
o la luz.
En este modelo de Barcelona que se hizo tan famoso en su época,
(ahora está de capa caída) pero en este mo ment o la Participación
es como especie de eslogan de este m odelo de Barcelona en el
que no solo se ha hecho la ciudad para los grandes int ereses inmo-
biliarios, sino que se ha hecho "gracias a la ciudadanía". Este
momento del 86 al 92 se multiplican las campañas municipales de
lo que llamaríamos un patriotismo de ciudad: " La ciudad es de la
gente", "Lo primero la gente", " [viva Barcelona!''''Barcelona ponte
guapa" o "Todos movemos Barcelona" , Esto lo promociona el
Alcalde Maragall tanto como su sucese r loan Clos y el sucesor de
éste, Jordi Hereu.
2 11
 • •
El aumento de los inversores y la introducción de Barcelona en el
mercado mundial de ciudades do nde éstas deben competir por
atraer inversores internacio nales compo rtará una participación
cada vez más institucio nalizada y cada vez menos popular. Se t ratará
de un tipo de participación construida y publicitada, como lo diría
Habermas, que describe la inclusión del otro sin el otro); es decir,
había un autor, un profersor de la Universidad Rovira iVirgili (URV)
que se preguntaba si éramos participantes o participados y acaba
diciendo por favor no nos representes4• Lo que nos hablaba este
antropólogo, Gaspar Maza era que la Participación pasaba a ser
siempre una participación oficial, una participación que venía desde
la admin istración, las asociaciones de comerciantes y desde los
grupos de interés licuando este papel de la participación ciudadana.
Las primeras int ervenciones urbaníst icas en caso del Fo rat de la
Vergonya, son un buen ejemp lo de ''la calderil la de la participación"
según nos ex plica uno de los mejores geógrafos que tenemos en
Cata luña y en España Pere López Sánchez :"Lo participación ciuda-
dano se propone entonces no tanto como solución o los problemas de
democracia contemporáneo y o los problemas de su crítico, sino como
calderilla que se instrumentoliza paro lo re-colectivización del sentido
de lo democracia toda vez que los grandes alternativos de transforma-
ción social han coído". Ent onces, la participación ciudadana nos dice
López se dirige hacia la gobernabilidad de barrios t radicionalmente
poco proclives a la mansedumbre. Según el sociólogo Manuel
Castell, en sus primeras obras mucho antes de la era de la global i-
zación se ocupó de estudiar los movim ientos sociales y los proce-
sos participativos. Manuel Castell, habla de los proceso s participat i-
vos en París, se refiere a ellos según t ratan de "evitar el socavamiento
del consenso y de contribuir por todos los medios o reforzar el tejido
social de las grandes ciudades, favoreciendo el desarrollo de asociacio-
nes ciudadanos de todo tipo y la proliferación de sus actividades,
aunque deslindando cuidadosamente la participación ciudadano y la
información de los ciudadanos del ejercicio efectivo del peder":
J.
3 Habermas, ( 1999). La Inclusión de l otro:estudios de teoría polít ica. Barcelona [etc.]: Paidós.
4 Maza. G. (2002). "¡Participantes o part icipados? "'Por favor,no me representes..·. Idensitat.CLF-
BCNO1-02.Ed lnjuve, 223-228.
5 Manuel Castells, La ciudad y las masas.Alianza. Madrid. 1986. p. 103
212
• • • • • • IV •. .. .
L~ qu~ nos encontram~s. entonces es un aumento de la participa-
C10 n ciudadana y parad ójicamente un descenso de la part icipación
poiítica popular efectiva. Esta partieipación ciudadana como nos
dirá también el sociólogo Jordi Bo rja', "tiene que poner en marcha
todo uno serie de retóricos, de discursos ciudadanos que reclamen el
orgullo del pasado, el orgulloso del (üluro que articulen una coopera-
ción ciudadana y promueva lo cohesión social". Todo esto son
elementos retóricos para aglutinar a la población en un proyecto
común, en un proyecto que en un futuro le llamaría "discipl ina
miento"; es. decir, de acometer ~ie rtas ideas de comportamiento y
de pensamiento dentro de la ciudad que desactivarían y deslegit i-
marían las actitudes más críticas. Es e n este sentido que se potencia
entonce s una canalización normativa regulada y castrada, impuesta
precisamente por el gobierno de la. ciudad.
Desde las asociaciones de vecin os,se ha. denunciado intensamente
la instrumentalización de la part icipación para legitimar interven-
ciones urbanísticas. De hecho se ha llegado a definir este t ipo de
part icipación ciudadana -fjense que paradoja- como contramovi-
mientos; es decir, la participación supuestamente emerge de los
movimientos sociales y la participació n ciudadana, la experiencia
que hemos tenido en Barcelona. ha conseguido convertirse en
contramovimiento;es dec ir, en mantenimiento de la situación y en
que las organizaciones se quede n más desactivadas.Setrata enton-
ces de estrategias de desligimación de los movimientos vecinales
que se oponen a ciertas intervenciones urbanísticas, es la institu-
ción, nos dirá LópezSánchez "de mayorías normalizadas de sujetos r
sujetados para garantizar lo estabilidad del orden urbano" .
Otros autores como StefanieVan Heeren, nos definen la participa-
ción ciudadana sobre todo en esta l ona de CiutatVella, insisto la
más densa, la más rica, la que concentra más poblac ión y que
concentra más población descapitalizada de la siguiente manera:
Los procesos participativos en Barcelona son de nula credibilidad en
6 Borja, ]. ( 1990). Políticas para la ciudad europe a de hoy. In M. de Fom &J. Boría (Eds.), Barcelona y
el sistema urbano europeo . Barcelona:Ajuntament de Barcelona.
7 López Sánchez, P. (1993)."Todos. mayoría y minorías en la Barcelona olímpica-empresa.Apuntes
sobre el gobierno de lo social en la ciudad-empresa." Eco nomía y sociedad 9:103- 115.
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,----------------.---------------..
••• . ' • IV
tonto han servido bósicamente para legitimar propuestos municipales
interesados en ellos mismos y sin voluntad de implicar los inquietudes
de los vecinos ni sus necesidades, 01 mismo tiempo que se produce
todo uno retórica de participación lo voz de los ciudadanos ha sido
marginado del debate estratégico e ignorado en los decisiones de
planteamientd.
La participación ciudadana como lo decía antes, ha sido básicamen-
te una participación oficial Por ejemplo, la empresa encargada de la
transformación o destrucción urbanística de todo el casco antiguo
que tiene más de 2000 años en Barcelona, es una empresa mixta
público - privada. Ellos llaman participación a que estas empresas,
como Repsol o Telefónica Movistar o empresas energéticas partici-
pen de un plan urbaníst ico vecinal. Para ellos, partic ipación quiere
decir que estas empresas tengan poder deliberativo en las decisio-
nes de la ciudad.
Aun así ha habido gente como el profesor de Econom ía de la
Universidad Autónoma de Barcelona Albert Recio, que se toma en
serio la Participación Ciudadana y él mismo ha constatado que las
propuestas y demandas frecuentemente chocan con dos escollos
muy evidentes: que las propuestas llegan ya aprobadas y que difícil-
mente pueden ser discutidas y que temas tabú son sistemática-
mente exc luidos del debate", En uno de los artícu los, en este caso
Jordi Borja -paradójicamente uno de los urban istas ideó logos del
modelo de Barcelona- denunciaría que se aprueban proyectos
mun icipales en nombre de la Participación, que se po drían inter-
pretar como planes para "desarticular los movimientos ciudadanos
críticos y con capacidad de plantear alternativos y sustituirlos por lo
relación clientelar con núcleos reducidos de vecinos que planteen
demandas estrictamente 10cales" 10. En este mismo sentido la desacti-
vación de movimientos ciudadano críticos y la creación de "consen-
so pasivo" lo que alguien llamó modalidad pastoral de coae¡", que
por otro lado, actúan po r separado aunque en la misma direcció n.
8 Von Hee re n, s. (2002). La Re modelació n de Ciutat Vella: Un aná lisis critico de l modelo Barcelona.
veins en Defensa de la Barcelona Vella (p.6 1).
9 Recio. A. (2007) La verit able participación del poder económ ic. La Veu de l Carrero 100 (gener-
febner). 10- 1l.
10 Borja, j. (2007) . La ciutat i la revoluci ó, esperances i frustracions. La Ve u del Carrero 100 (gene r-
febner). 22-24 .
214
• • • • • • • • • • • • F O R. O U NIV ER S I TAR I O
Es decir; separando la ciudadanía de lo s movimient os sociales, sepa-
rando t ambi én las cuestionas más fundam entales cómo interpretar
el malestar social, la violencia, la inseguridad, el desorden. El esca-
moteo de las cond iciones eco nómi cas y laborales, como variables
explicativas no se t iene en cuenta desde estos procesos participati-
vos. El desorden urbano en sus mú ltiples exp resiones: como la
del incuencia, venta ambulante, prostitución, violenc ia o una crecien-
te desafección hacia las instituciones, nunca se explican desde estos
procesos participativos instit ucionales en t érminos de desigualdad
o de malestar económico o po lftico.
Las pol íticas de participación ciudadana han ten ido la dimensión
tutelar.Tute lar precisamente estas o rganizaciones, de cooptarlas, de
o rganizarlas, de restarles autonomía.En este sentido se produce y se
impo ne sibilinamente el consenso de las autoridades sobre el
conju nto de la población. Es decir; se utiliza esta participación ciuda-
dana para legitimar las decisiones de estas élites gobernativas de la
ciudad de Barcelona y se dice ''no, nosotros tenemos esta participa-
ción ciudadana que legit ima lo que estamo s haciendo, es decir; esto
es lo que quiere el pueblo " , todo esto insisto que es relat ivamente
complejo porque no es nada maniqueo; es decir; efectivamente
denso adivinar cómo se llevan a cabo esto s procesos partic ipativos
y solo con t rabajos de investigación como los que se han realizado
en Barcelona, de manera muy próxima, muy cercana y viendo in situ
como se pone n en práctica estos pro ceso s, hemos podido averiguar
que la retórica no era más que ret óri ca, no era más que discurso y
que la práctica muchas veces se alejaba co mplet ament e y a veces
era contraria a la retórica de bondad. de cohesión con la que se
armaban los rep resentantes municipales. En este sentido, insisto que
la participació n ciudadana se po stula contra la movilización y
conv ierte a los ciudadanos en una serie de espectadores de este
proceso en el que supuestamente está participando.
Claro , ¿qué es lo que ocurre aquí? Q ue por suerte no se derrota
este disenso, la población, la gente está viva, está organizada y lucha.
¿Q ué es lo que hace? Cambia o inte nta cambiar las normas del
11 Miche l Foucault, «Omnes et singulatim: hacia una aítica de la razó n política» en Tecnologías de l
yo. y o tros t extos afi ne s, 95- 140. Paidós, Barce lona: I99 I.p I03
2 15
 • • • •• • IV • • • • •
juego, las normas en las que se están relacionando el Municipio y
las organizaciones sociales. Lo que ocurre cuando se definen estas
otras normas -yeso lo vimos muy bien en el Forat de laVergonya-
cuando se ha bloqueado un canal participativo si se quiere, incluso
se ha institucionalizado y burocrátizado hemos comprobado cuáles
eran los límites de la democracia en Barcelona. Cuando no se
respetaba la participación política popula r y se imponía unos
intereses privados obligados al poder municipal, ha sido siempre el
uso de la represión y el uso en este caso de la policía los que han
querido imponer el consenso.
Les voy hablar más rápidamente sobre el Forat de laVergonya y el
Centro Social Okupado KanVies. Se trata de las últimas expresiones
que podríamos llamar de participación político popular, y de las más
vehementes. Estos dos lugares han conseguido modificar integral-
mente la propuesta del ayuntamiento, generando no solo un
nuevo espacio sino también una manera distinta de entender la
regeneración urbana y el desarrollo social.
El Forat de la Vergonya, esto es lo que acabo de exp licar, es un
anuncio del ayuntamiento, -queremos decir la nuestra- les explico
un poco para que entiendan los últimos cinco minutos de esta
película, ~ue es un documental de lo que pasó en el Forat de la
Vergonya 2. Personalmente, viví ahí y participe en los procesos de
participación popular en esa época era por los años 2000. Era una
zona del casco antiguo de Barcelona, que manten ía escombros
desde los bombardeos de la guerra civil Española, es decir del año
38. ¿Por qué? Porque era la población -igual que en el Ravol-, la
pob lación más pobre y más popular, con menos recursos. A esta
gente se la dejó abandonada y viviendo entre escombros aproxi-
madamente 40 años. Aun así había un plan en el año 76, el Plan
General Metropolitano que destinaba a esta zona lo que se llamaba
Els Jardins del Cose Antie, (Los Jardines del Casco An ti guo), y estaba
destinada a Zona Verde.
Se cambia ese plan y esa zona verde emp ieza a ser demolida . Esto
se lleva a cabo aunque aún viven ahí clases populares. Se trata de
un ejemplo clásico de lo que se conoce como gentrificoción;setrata
12 Peña F. (2004) El Forat.Visionado Libre en internet
2 16
• . . . . .. IV • • • .. .
de un proceso -simplificando soberanamente- por el cual, un terri-
torio que empieza a ser muy valorado por los intereses especula-
do res, empieza a desplazar a su po blación popular, a las clases más
trabajadoras para que lleguen universitarios, profesores, profesio-
nales autónomos y turistas. En ese moment o aumenta el valor de
ese territorio y los planes urbanísticos se van a llevar a cabo dejan-
do de lado la participación. En este caso, se cambia el plan urbanísti-
co, se dice que no se va a constru ir un parque como estaba desde
hace 20 años escrito en el Plan Met ropol itano, mientras viven entre
escombros y se dice que se va hacer un parque, un polideportivo
yen fin un hotel y otro tipo de espacios. Los vecinos evidentemen-
te están en contra de un proceso participat ivo manipulado. Lo que
ocurre es que como no hace nada el ayuntamiento los vecinos
convierten a esa zona, a ese agujero de la vergüenza en un parque
de una manera un poco accidental.
Un día de navidad plantan un abeto y se dan cuenta que pueden
tener un parque que lo pueden gestionar ellos. Ese abeto es arran-
cado po r el Ayuntam iento y el parque destruido hasta tal punto
como no consiguen ponerse de acuerdo entre los vecinos que han
construído el parque autogestionado, el ayuntamiento y la partici-
pación ciudadana (básicamente entidades afines a los intereses
municipales). La autoridad municipal destruye el parque vecinal y
constru ye un muro de 200 metros de largo por 100 de ancho, un
muro muy vergonzoso, estamos a principio del año 2000. Después
de una manifestación vecinal el muro acaba siendo destruido por
los prop ios vecinos.Simbólicamente , una vez derribado el muro, los
vecinos (algunos con visibles señales de haber sido golpeados por
la policía) plantarán nuevament e el abet o.
El siguiente plan urbanístico del que les vaya hablar muy rápida-
mente es el de la 1110 Robador muy vinculado a la Universidad. La
Univers idad de Barcelona, nuestra Facultad de Geografia e Historia
está en este barrio El Raval. Para construir esta Universidad se tuvo
que quitar del plan urbanístico una zona verde de 3000 m2. Esa
zona verde que iba a ir en el centro del barrio desaparece y se va 1,
a construir hoteles, centros comerc iales y centros culturales. Des-
aparece la zona verde y el hotel que se va a construir, es un hotel
de lujo que ahora mismo cuesta unos 1200 euros la semana, habi-
tación doble sin desayuno, este es el precio de este hotel de lujo en
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uno de los barrios aún más pobres de Barcelona. Curiosamente la
aso ciació n_de vecinos de Raval , no protesta po r este nuevo plan.
Nos extranamos hasta que nos damos cuenta de que en los pisos
que se van a construir que son de protección públ ica, uno de las
fincas está asignada a su cooperativa. Esta entidad no protesta pero
sí lo hace otra asociación de vecino s que es la Taula d'Entítats del
Raval. Presentan dos contenciosos administrativos contra el plan
urban ístico, uno por la altura y otro por el regateo de la zona verde.
De manera asombrosa, el Presidente y varios m iembros de laTaula
d 'Entitat~ a~abarán. en prisión. Se trata de un supuesto caso de
pederastia mternacional en el que les implicaron torticeramente.
Ese fu.e un caso que hay una pelícu la, lo recoge de una manera muy
especial, ~e llama C:e Nens, (De niños), una película de este juicio y
que reflejará el primer caso de criminalización de un movimiento
vecinal en tiempos de democracia. Esto fue lo que pasó y aun así,
uno de los procesos se ganó y el hotel tuvo que rebajar su altura.
Pero, la zona verde que estaba destinada ahí desapareció.
Voy acabar con la última de las explicaciones sobre cómo puede
reaccionar la población sino se canaliza adecuadamente sus protes-
tas. Detectamos entonces esta necesidad de los vecinos de impli-
carse en los asuntos políticos que le conciernen. Estamos denun-
ciando aquí desde nuestro Observatorio que las autoridades no
puede~ ,ser tan irrespo nsables de ~elegar el orden, la seguri dad y la
reducción de la violencia exclus ivamente a la pol icía, t iene que
delegarlo también en los propios vecinos. En este caso, cuando se
bloquea de una manera tan abrupta y tan violenta los int ereses de
!os vecin~~ acaban pasando cosas como con las que voy acabar mi
IntervenCl~:m, y es muy triste que tengan que pasar estas cosas para
que cambien los planes urbanísticos impopulares.
Barcelona estuvo en llamas durante una semana, en este caso se trata
del centro Social Can Vies, es un espacio cultura l, social que lleva más
de 17 años instalado en el Barrio de Sants, un barrio muy popular en
Barcelona. En este momento, el Ayuntamiento tuvo relación con tres
entidades d~ este tip~, y a las tre~ compró el solar para que pasará
ser de propiedad municipal y gestionado por los vecinos.
De la noche a la mañana en este caso en el centro Social Can Vies,
se ordena el desalojo y se dice que va a ver una reconversión urba-
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nística y se va a derr ibar este centro social ocupado, y esto es lo
que pasa cuando se intenta derribar este centro más de 17 años
creado en el barrio. Una serie de manifestaciones de protesta, la
primer a de ellas, con cantidad de gente en la calle aún en un día
muy lluvioso y es el primer mom ento que sale la gente a la calle
para defender este centro social, empiezan las cargas oficiales, eso
fue du rant e el mes de juni o de 20 14. En las siguientes manifestacio-
nes, los vecinos acabará incendiando la maquinaria co n la que el
A yunt am ient o pretendia t irar abajo el Centro Social.
De spués de dos meses, el balance será de 72 det enidos, varios de
ellos int er poniendo denun cias por torturas y maltratos contra la
po lícia.A l cabo de dos semanas de alborotos, los m ismos vecinos
que detuvieron el derribo del Centro , inician las obras de
recon st ru cción .La Part icipació n Ciudadana que se plant eaba como
un canal de solución de problemas y de dar vía de entrada a la
ciudadanía y las decisiones po líticas, la manera de cómo ha sido
manipu lado e inst rum ent alizado ha dejado muy poca salida a los
ciudadanos. En est e caso, tan vehementes, fÍjense las que han llega-
do a este punto han sido ellas mismas las que han destruid o lo que
el A yuntam iento ha hecho en contra de los vecinos y han recons-
truido ellos mismos piedra a piedra, mano a mano, co do a codo
con el resto de los vecinos. Lo que la voluntad po pular deseaba.
Muchas gracias por su aten ción y hasta muy pronto
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