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LA SÉPTIMA TROMPETA1
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de
los siglos”. Apocalipsis 11:15.
Vamos a estudiar la palabra del Señor; vamos a continuar con esta aproximación al libro del Apocalipsis y hoy llegamos a la séptima trompeta. Hoy vamos a estudiar la séptima
trompeta, en el capítulo 11 versículos 15 al 19. Vamos a abrir la Biblia, primero vamos a hacer como acostumbramos una consideración de crítica textual examinando esta traducción de
Reina Valera del 60 que tenemos aquí la mayoría, a la luz de los manuscritos más antiguos. Vamos a hacer primero una lectura en este sentido y después volvemos normalmente sobre
nuestros pasos para la exégesis. Apocalipsis 11:15 al 19: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de
nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios”, algunos pocos manuscritos dicen delante del
trono de Dios, pero la mayoría lo dice como está aquí: “sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios
Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder, y has reinado”. Se fijaron mis hermanos que acabo de saltar una frase del versículo que dice: “y que has de
venir,” todos los manuscritos más antiguos en este pasaje dicen: “el que eres y que eras” solamente a partir del siglo X un códice uncial llamado el 052, que está en el monte Atos, le
añadió esa frase “y que has de venir” para igualarlo con las ocasiones pasadas en que era dicho así. Ustedes recuerdan que antes en el capítulo 1 y en el capítulo 4 lo había dicho de esa
manera. En el capítulo 1 había aparecido el que eres, el que eras y que ha de venir, ustedes lo recuerdan? En el 1:4 dice: “Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de
venir,” y en el versículo 8 también dice: “el que es y que era y que ha de venir,” verdad? Y luego cuando se le adora al Señor en el capítulo 4 verso 8, dice: “Santo, santo, santo es el
Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”. En el capítulo 1 y en el capítulo 4 esas tres expresiones se dicen así, pero en el capítulo 7 donde se habla de la
séptima trompeta y donde en la séptima trompeta se cumple lo que dice: que ha de venir, ya no se dice: ha de venir, no lo dicen los manuscritos más antiguos porque ya vino, pero
entonces uno de los escribas, un escriba a partir del siglo X el que copió el códice uncial número 052 en el monte Atos, él trató de igualar lo que decía en el 1 y en el 4 y le añadió ese
pedacito a este como para tratar de igualarlo, pero los manuscritos anteriores no lo dicen así, sólo lo dice el códice 052 y 16 manuscritos posteriores. De los 300 que hay del
Apocalipsis, solo 16 posteriores le siguieron la onda a este escriba que le añadió e igualó la expresión, pero no es correcto añadirle ese pedazo porque aquí la séptima trompeta es ya su
venida; la séptima trompeta incluye su venida. “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo;” entonces ya no se puede decir el que ha de venir, así no lo dice
el griego, entonces ese es el comentario acerca de esta traducción comparándola con los originales, amén?. Entonces el verso 17 del capítulo 11 dice: “diciendo: Te damos gracias,
Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque han tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y
de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, los pequeños y los grandes,” allí aparece la palabra “a” los pequeños y a los grandes. Existen
entre los manuscritos unos que dicen la palabra en el caso que se suele llamar en el griego, un caso nominativo, un caso acusativo, anakoluto se dice en griego y cuando se dice: “a los”
es dativo, entonces algunos manuscritos lo dicen en acusativo, “los pequeños y los grandes”, tous microus kay tous megalous, tous microus, es decir, los pequeños, kay tous megalous,
los grandes, pero otros manuscritos no dicen tous, sino toys microus kay toys megalous, es decir, unos manuscritos dicen ous, otros oys, la terminación “oys” es un dativo, o sea, “a” es
el caso dativo, “a los pequeños y a los grandes” y cuando dice “ous” es un caso acusativo, “los pequeños y los grandes”; los eruditos no saben cual de las dos versiones es la más
parecida, pero se inclinan por el llamado acusativo anakoluto, es decir, “los pequeños y los grandes”, entonces les tengo que comentar esto, “y de destruir a los que destruyen la tierra.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”, hasta aquí el texto de lo
correspondiente a la séptima trompeta. Mis hermanos saben que el libro que el Cordero abrió tenía siete sellos y el séptimo sello incluye la séptima trompeta; la apertura del séptimo
sello es el toque de las siete trompetas, quiere decir que el libro completo se termina con el séptimo sello y el séptimo sello se termina con la séptima trompeta; la séptima trompeta
abarca la revelación completa del libro de los siete sellos que muestra el plan de la economía divina, de que manera el Padre que sentó su Hijo a su diestra, le dijo que esperara hasta
poner bajo sus pies todas las cosas, entonces el Hijo se sentó y Dios comenzó a ponerle todas las cosas, empezó a suceder el primer sello, el segundo sello, el tercer sello, hasta el
séptimo sello. Cuando el Cordero abrió el séptimo sello comienzan las trompetas, la séptima trompeta termina el séptimo sello y por tanto termina la revelación de todo el Apocalip sis.
Lo que desde el 12, 13, 14, 15, etc. hasta el 22 es otra vez que profetiza Juan. Ustedes recuerdan que en el capítulo 10, en el verso 11 dice: “me dijeron; “Es necesario que profetices
otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”, o sea, la primera vez de la profecía va desde el capítulo 1 hasta el capítulo 11, esa es la profecía una sola vez, por eso
termina con la séptima trompeta el séptimo sello y si ustedes leen con cuidado lo que acabamos de leer, de la séptima trompeta incluye, como lo vamos a ir viendo ahora con más
detalle, incluye inclusive hasta el cielo nuevo y la tierra nueva. La séptima trompeta tiene la parte positiva y una parte negativa. La parte negativa porque es el tercer ay y es donde el
Entonces dice otra vez la séptima trompeta en el verso 18 de Apocalipsis 11: “el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón” Cuándo es que el Señor da el galardón?
Vamos a Mateo 16, primeramente y luego a Apocalipsis al final. Mateo 16:27 dice: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces”, no es
antes, es entonces cuando vendrá, no en secreto, en la gloria de su Padre con sus ángeles, “entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”, es decir, el Señor galardona es en su
venida, en su venida gloriosa. Apocalipsis 22 también hacia el final, ustedes recuerdan que eso también lo dice así, verso 12: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para
recompensar a cada uno según sea su obra”, o sea que el Señor va a recompensar a sus hijos, por medio del tribunal de Cristo. En el tribunal de Cristo, dice 2ª a los Corintios, todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo para dar cuenta de que lo que hayamos hecho mientras estábamos en el cuerpo, sea bueno o sea malo, recuerdan eso, podemos leerlo en
forma literal? 2ª a los Corintios capítulo 5 verso 10: “Porque es necesario que todos nosotros”, aquí ya no se refiere al mundo entero sino a los creyentes cristianos, nosotros,
“comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno”, es decir, si hace alguno bueno recibe algo
bueno, pero si hace algo malo qué va a recibir en el tribunal de Cristo? Su galardón no va a ser completo, va a sufrir pérdida, como dice: la obra de cada uno va a ser probada, si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa; si se quemare la obra de alguno, sufrirá, (habla del verbo sufrir y habla de pérdida, pero no de la salvación),
sufrirá es sufrimiento, pérdida es pérdida del completo galardón, si bien el mismo será salvo así como por fuego, es salvo por fuego, pero sufre pérdida en el tribunal de Cristo el
creyente cuyas obras se quemen, es delicado, verdad? La séptima trompeta incluye el galardón a los profetas, a los santos y a los que temen su nombre. El galardón a los profetas y a los
santos es en el tribunal de Cristo. En el tribunal de Cristo es que se dará el galardón, pero luego el Señor viene en su gloria y dice en Mateo 25 que cuando el Señor Jesús venga en su
gloria se sentará a juzgar a las naciones, las naciones son las que temen el nombre de Dios, son las personas que ayudaron a los pequeñitos del Señor, les dieron agua para beber, pan
para comer, los vistieron, estaban enfermos y los curaron, estas son las naciones. Entonces dice Mateo 25:31: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles
con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las nacio nes;” ya no se refiere al tribunal de Cristo para premiar o corregir a los siervos cristiano,
sino ahora se refiere juzgar a las naciones. Los que sobreviven al Armagedón son sometidos a juicio en el inicio del milenio. El Señor reinará desde el inicio y también durante el
milenio, inclusive los vencedores. Al que venciere se le dará autoridad sobre las naciones y las regirá con vara de hierro y los que se sienten a reinar se le dio facultad de juzgar, o sea
ese juicio es también durante el milenio por parte de los vencedores cristianos de la iglesia, pero sobre quiénes reinarán? Sobre las naciones, o sea, los temerosos de Dios, entonces el
galardón para la iglesia es en el tribunal de Cristo, pero el galardón para los temerosos de Dios, para las naciones, es cuando el Señor venga y establezca su trono para reinar en el
milenio. Por eso dice allí: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria,” cuando venga y ya ponga aquí sus píes, “y todos sus ángeles con él, entonces se sentará en su trono de
gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos
a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino” o sea que ellos entran al milenio, pero quién reinará sobre ellos? Los
vencedores de la iglesia, “preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber, fui forastero, y me
recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mi. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, y
te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuando te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y
respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños,” o sea, son su iglesia, ven? Los vencedores, “ a mi lo hicisteis”,
por qué? porque son el cuerpo de Cristo, lo que hicisteis con el cuerpo de Cristo, lo hicisteis con Cristo. Cuando Pablo perseguía a los cristianos, el Señor le dijo: por qué me persigues?
Y aquí lo que hacemos a alguien del cuerpo de Cristo, el Señor lo considera como que se lo hacemos a él, cuánta delicadeza tenemos que tener con nuestras palabras, con nuestras
reacciones, con nuestras actitudes, porque el Señor toma como hecho a él, lo que se le hace a un miembro donde él está incorporado. “Entonces dirá también a los de la izquierda:
Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno” uy! Aquí van al lago de fuego, los de las naciones que no hayan tratado bien al cuerpo de Cristo, “preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me
visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel y no te servimos? Entonces les
responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno” (o sea, al lago de fuego) “y
los justos a la vida eterna”. Entonces éste es el momento de dar el galardón a los que temen su nombre, los temerosos de Dios, las personas que sobrevivirán al Armagedón y
constituirán las naciones sobre las que reinarán los vencedores de la iglesia.
Volviendo allí a Apocalipsis 11, verso 18: “Se airaron las naciones, y tu ira ha venido,” ya sabemos esa frase: “se airaron las naciones,” se refiere a la reunión contra Jerusalén,
contra los judíos, contra los cristianos, contra el Cordero, contra Dios, “y tu ira ha venido”, se refiere a las copas de la ira , “y el tiempo de juzgar a los muertos” todo esto es la séptima
trompeta. “el tiempo de juzgar a los muertos”, es: bueno, cuáles van para la primera resurrección? Bueno, tales. Ahora, en el tribunal de Cristo, qué hereda cada uno? Luego que sigue?
El reino para juzgar las naciones. Cuáles heredan el reino para que sobre ellos reinen los vencedores de la iglesia, cuáles van al lago de fuego de los que quedan al tiempo final, pero
después viene el juicio final y todos los muertos, no ya los que estaban en el milenio, sino todos los demás, los que estaban en el Hades, en el mar, en la muerte, serán presentados en el
trono blanco y los que no estén en el libro de la vida, van al lago de fuego, también Satanás y la bestia van al lago de fuego cuando el Señor venga, es decir, los que estrenan el lago de
fuego son la bestia y el falso profeta y después los de las naciones perversas también y después todos los demás de las mismas épocas que van a ser juzgados. Entonces dice: ha venido
el tiempo, o sea, el tiempo de juzgar a los muertos y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, los pequeños y los grandes, y de destruir a
los que destruyen la tierra.
Ahora, si viene el verso 19: “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo”, acordémonos que cuando Moisés hizo el tabernáculo, a él se le dijo: Mira, Moisés, hazlo conforme al
modelo que te fue mostrado en el monte; el Señor le dio a Moisés una revelación en el monte, de lo real y Moisés entonces en figura de lo que el vio en el monte, diseñó el tabernáculo
terrenal, cuyo diseño pasó después al templo con más detalles; el templo natural y el tabernáculo natural son un modelo del celestial; existe un templo celestial. Vamos a ver eso en
Hebreos, Hebreos 9:24, dice: “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano,” o sea, en la figura que hizo Moisés y luego Salomón, y luego Herodes, etc., “figura del
verdadero,” noten que hay un templo que es figura que es el natural y uno verdadero que es donde entró Cristo. Dice: “sino en el cielo mismo”, o sea es el templo del cielo al que se
refiere aquí Apocalipsis, “en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;” o sea, este santuario del cielo que dice Hebreos 9:24 es el mismo que dice acá Apocalipsis
11:19: “El templo de Dios fue abierto en el cielo”, de él también se habla en el 15:5 de Apocalipsis: “Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del
tabernáculo del testimonio”; éste es el del cielo, “y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas”, o sea, este templo del cielo fue el que se le mostró a Moisés y
conforme a ese modelo, él hizo el tabernáculo, después se hizo el templo, amén? Entonces ese es el templo del cielo, no estamos hablando de la Nueva Jerusalén donde en ella no habrá
templo, ella estará en la nueva tierra, la Nueva Jerusalén no tiene templo porque el templo es Dios mismo y el Cordero y nosotros también somos su templo, pero aquí no está hablando
de la Nueva Jerusalén en la nueva tierra, sino en el actual templo de Dios en el cielo que vio Moisés y que él hizo el modelo en el tabernáculo, entonces ese es el que habla el 11:18 y el
15:5 y Hebreos 9:24. “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto”, o sea, la que sirvió de modelo a Moisés para hacer el tabernáculo, se veía en el templo, es
decir, estas cosas celestiales nos hablan de la consumación de la formación de Cristo en la iglesia. El arca del pacto en el templo es una analogía de Cristo formado en la iglesia. Por eso
dice: al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí, o sea que el Señor une el cielo con la tierra, eso fue lo que le dijo a Jacob acerca de Bet-el,
en el tabernáculo de Moisés, el tabernáculo de reunión y arca de la alianza; el cielo con la tierra, lo celestial en lo terrenal; lo terrenal en lo celestial. El templo de Dios, el arca del
pacto, pero también Cristo formado en la iglesia, la Nueva Jerusalén, la esposa del Cordero teniendo la gloria de Dios, todo eso es análogo lo uno a lo otro. La gloria de Dios en la
Nueva Jerusalén es análogo al arca del pacto en el templo, pero ahora a la vista, hasta aquí esto estaba oculto, pero ya es la séptima trompeta, lo que estaba en el corazón de Dios es
abierto, entonces dice: “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto, se veía en el templo” Y luego dice: “Y hubo”, no dice en qué momento, pero es en la séptima
trompeta, “relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”. Claro, este terremoto no es en la Nueva Jerusalén, no es en el nuevo cielo, ni en la nueva tierra. Cuándo es este
terremoto y este grande granizo de la séptima trompeta? En la séptima copa; la séptima copa que consuma la ira de Dios es con un terremoto cual nunca lo hubo y un tremendo granizo
con el peso de un talento.
Vamos a ver como termina la séptima copa en el capítulo 16 de Apocalip sis versículo 17: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo”,
aquí está el templo del cielo, “del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos” es lo que decía también allí en la séptima trompeta, “y voces y truenos, y un gran temblor de
tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres parte, y las ciudades de las naciones
cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para dar el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados” ese es el terremoto de la
séptima trompeta, que es el mismo de la séptima copa y dice acá: “Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo;” ahí está el granizo de la séptima trompeta que se cumple en
la séptima copa, “como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque su plaga fue sobremanera grande”, o sea que la séptima copa está
incluida en la séptima trompeta; la séptima trompeta consuma el misterio de Dios y por lo tanto resumiendo, abarca: Armagedón, venida de Cristo, tribunal de Cristo, juicio de las
naciones, milenio, la rebelión de Satanás después del milenio con las naciones, el juicio del trono blanco, cielo nuevo, tierra nueva y Nueva Jerusalén, ahí se consuma el misterio de
Dios en los días de la voz del séptimo ángel, ángel de las trompetas, ángel celestial. Aquí termina la primera parte de Apocalipsis, ya de aquí en adelante es cuando vuelve a profetizar
otra vez sobre las cosas anteriores, pero aquí se consuma el misterio. Vamos a terminar por aquí. Demos gracias al Señor.