TODOS PODEMOS HACERLO CAMBIO DE PERSONALIDAD PARA ALCANZAR LA LIBERTAD ESPIRITUAL 1  SIEN-

TO QUE VOLVÍ A NACER 3   AMOR Y FORTALEZA 3   ¿DE BUENA VOLUNTAD O A PALOS? 4   MÁS DE UNA DÉCADA
PARA LLEGAR 5   LOS TRES GIGANTES DEL ALMA 6    MI DESPERTAR ESPIRITUAL7

Hola, estimados amigos y compañeros. Vamos a comenzar una reunión de Alcohólicos Anónimos. Tomemos unos instantes de silencio,
para meditar en nuestro problema común, que es la enfermedad del alcoholismo.

A continuación, daremos lectura al enunciado de Alcohólicos Anónimos, que dice:

«Alcohólicos Anónimos ® es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resol-
ver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.

»El único requisito para ser miembro de AA es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de AA no se pagan honorarios ni cuotas; nos
mantenemos con nuestras propias contribuciones. AA no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución
alguna; no desea intervenir en controversias, no respalda ni se opone a ninguna causa.

»Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.»

(Impreso con el permiso de The AA Grapevine, Inc.)

Todos podemos hacerlo

«Cambio profundo de personalidad

para alcanzar la libertad espiritual»
Comencé a beber a la edad de once años; regresar. Lo perdí todo «sano juicio». Tam- Psicosocial». Fui sentenciado a 2 años y me-
por mi corta edad el ingerir alcohol era bién dejé trunca una carrera profesional. dio de prisión.
como un juego. Sin darme cuenta, mi prime- Ahora entiendo el resultado en mi interior: Como lo menciona nuestro amado
ra borrachera fue a una temprana edad. mi cuerpo, mi espíritu y mi mente sufrieron co-fundador, Bill W., con la atención medi-
Cuando ingresé a la secundaria, mi per- daños irreversibles. Fui diagnosticado con ca-psiquiátrica se aclaró mi mente. Dentro
sonalidad era ingobernable, rebelde, de tal esquizofrenia; a consecuencia de ella, tenía del centro de reclusión, pregunté por el
manera que mis emociones negativas me actitudes muy raras. Tanto mi familia como programa de alcohólicos, ya que allí había
abatieron por completo; sufría de depresión, yo sufrimos mucho por mi padecimiento. escuchado de él. Comencé a asistir a las se-
ansiedad, impotencia, frustración. Busca- Una noche, caminando por un lugar ale- siones de aa, y mi manera de pensar dio un
ba resolver todas esas emociones negativas jado de mi casa, una patrulla me remitió a giro. Ahora decía: «Mientras haya vida, hay
bebiendo. Recuerdo que ya a esa edad, el la agencia del ministerio público y sin cono- esperanza». Al platicar con mi Poder Supe-
alcohol ya tampoco era una solución a mis cer por qué me encontraba ahí. Me llevaron rior, «Dios», le pedía fortaleza y esperanza
problemas emocionales. al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. para poder continuar en el programa de los
Cinco años más tarde, avanzada mi en- Como era un individuo afectado en mis fa- Doce Pasos. Transcurrido unos meses bajo
fermedad del alcoholismo, no era extraño cultades mentales, me trasladaron al ceva- el beneficio de libertad anticipada, salí de
el vagar por las calles sin rumbo; sin saber repsi «Centro Varonil de Rehabilitación prisión el 24 de diciembre del 2007. Al día
a dónde ir y mucho menos saber a dónde
Todos podemos hacerlo

Boletín institucional
«Desde Adentro®»
Marca registrada ante
el Instituto Mexicano
de la Propiedad Industrial
Registro N.o 1150103
Órgano de intercambio de experiencias
entre internos miembros
de Alcohólicos Anónimos,
elaborado trimestralmente
por el Comité de Instituciones Correccionales
de la Junta de Servicios Generales.
Sitios web:
http://www.aamexico.org.mx
http://aacic.livejournal.com
siguiente, busqué un grupo y llegué al Gru-
po Liberación Chimilli.
Desde que pisé un grupo de aa, he reci-
bido esperanza y fortaleza por medio de los
testimonios de mis compañeros, que son ver-
daderos milagros.
Han pasado casi 7 años; he recibido dadi-
vas, las cuales tengo el deber de compartir.
He dejado de fumar; trato de ya no pelear
conmigo mismo y con los demás; hoy tengo
fe en Dios como yo Lo concibo; creo que Él
me seguirá concediendo el poder realizar
un cambio profundo de personalidad para
alcanzar la libertad espiritual. Hasta el día
de hoy, siento profundas depresiones a con-
secuencia de mi enfermedad física; pero es
más grande la esperanza que me brindan
mis compañeros y amigos, y el amor de Dios.
Actualmente, soy el coordinador del Co-
mité de Instituciones Correccionales Déci-
mo Distrito. Es una bendición llevar espe-
ranza a los compañeros, tal como un día yo
la recibí.
Jorge E.
Grupo Clinton 182
Área Distrito Federal Sur

Correo electrónico:
cicosg@aaméxico.org.mx

Se distribuye gratuitamente a los grupos

institucionales o compañeros internos,
vía estructura, en la República Mexicana.

DIRECTORIO

Presidente:
Dr. Ricardo Iván Nanni Alvarado

Vicepresidente:
Dr. Roberto Karam Araujo

Comité de InstitucionesCorreccionales
de la Junta de Servicios Generales

Integrantes:
Dr. César Córdova Castañeda (coordinador)
Lic. Rebeca Mendoza Hassey
José Antonio Mendoza Villagrán
Boris Fernando Hernández Méndez
Federico Cervantes Hipp
Luis Miguel Esparza
Manuel Antonio Moreno Merino

Miembro de staff:
Lic. Paola Fátima Peña Hernández

Editor responsable:
Arq. Francisco Medina Espinosa

Diseño gráfico:
ldg. Adrián Olivier Silis

N.o 34/2015

Central Mexicana de Servicios Generales

de Alcohólicos Anónimos, A.C.
Huatabampo N.o 18, Col. Roma Sur,
C.P. 06760 México D.F;
Apartado Postal 2970, C.P. 06000
Tels: 5264-2588, 5264-2406
5264-2466, Fax: 5264-2166

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 Todos podemos hacerlo

«Siento que volví a nacer»

En 2011, ingresé a Alcohólicos Anónimos
por necesidad, ya que llevaba una vida muy
desordenada y por mi forma de ser. Hice mu-
cho daño a muchas personas, especialmente
a los miembros de mi familia; esa familia
que, en su momento, me apoyó incondicio-
nalmente, y los defraudé.
Al ingresar a Alcohólicos Anónimos, me
dijeron que no iba a ser fácil y que tendría
que reprimir muchos deseos personales, si
quería que el programa me transformara en
los aspectos de la vida cotidiana, y que sería
más feliz.
Actualmente milito en el grupo institucio-
nal «Volver a Nacer» del cereso de Pén-
jamo, Guanajuato. Llevo a cabo el servicio
de cafetero, servicio que sé que Dios me lo
regala para servir a todos mis compañeros y
para ayudarme en mi recuperación personal.

Martín A.
cereso de Pénjamo Guanajuato

«Amor y fortaleza»
Al llegar al Penal de Cancún por mi mala Él me dio fortaleza y sabiduría para recono- de cerca aquella fiesta, sentí el amor del Po-
manera de beber alcohol, a los pocos días me cer la diferencia (como dice la Oración de la der Superior. Dios quiera que más adelante
acerqué a un grupo de Alcohólicos Anóni- Serenidad). Me doy cuenta de hoy debo po- me otorguen el beneficio de salir y asistir al
mos. Se me dio toda la información y no me ner en práctica esa oración llena de significa- próximo evento en Monterrey. Pero para que
quedé; me fui a hacer la prueba. do, dándole vida. esto pase, no debo dejar apagar la llama de la
En febrero de 2011, decidí regresar. Me No me dejo vencer; todos los días asisto unidad; tengo que mantenerme en mi grupo
volvieron a recibir en el grupo y, pocos días a mis juntas; sigo sirviendo y compartiendo con ustedes, mis hermanos.
después, me dieron el servicio de cip. Los este regalo de amor que Dios me dio. Ha va- A ustedes que están afuera, échenle mu-
compañeros me ayudaron con su guía; por lido la pena estar preso, porque finalmente chas ganas; vivan intensamente el programa,
primera vez en mi vida me sentí útil. Por pri- me he encontrado a mí mismo. La relación solo por hoy. Felices veinticuatro horas.
mera vez sentí que hacía algo en mi vida. con mis padres es hermosa, al igual que con
El tiempo ha pasado, fui secretario, ahora toda la gente que dañé y con mi esposa. Me José T.
soy tesorero, servicio que llevo con honradez. sigo preparando día a día; me gusta leer la Área Quintana Roo Dos
Me ha servido mucho para no pensar en la literatura y, por supuesto, la revista Plenitud Tomada de la revista Plenitud,
bebida. aa. enero de 2014
Por el delito que cometí, me sentencia- En la revista del mes de junio de 2012, leí
ron a cinco años, cuatro meses. Me deprimí, el resumen del evento celebrado el año pasa-
pero luego oré. Lloré y le pedí a Dios que me do en el Estadio Azteca y, al leerlo, sentí vivir
ayudara a aceptar lo que no podía cambiar.

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Todos podemos hacerlo
«¿De buena voluntad o a palos?»
Dicen que hay dos formas de llegar a Al-
cohólicos Anónimos: «De buena voluntad
o a palos». En mi caso personal, estimados
compañeros, yo llegué a palos. Recuerdo
que, por más que me pasaron el mensaje, no
quise quedarme. Pensaba que Alcohólicos
Anónimos era para los viejos o para los que
ya traían sus perros atrás.
Tuve que perder a mi esposa y a una nena
que procreamos. Mi madre me corrió de la
casa, mis hermanos me desconocieron y, en
el barrio, todos me sacaban la vuelta. Mi
alcoholismo me orilló a engañar a otra bue-
na mujer que aceptó vivir conmigo. Nunca,
nunca, se imaginó la suerte que le esperaba.
Así que procreamos otro hijo, del cual aún
no sé nada.
Una mañana oscura en marzo de 2001,
salí a la cantina para «curármela» porque
no aguantaba la temblorina y las náuseas.
Ella me dijo que regresara pronto porque
no había dinero para la comida. Recuerdo
que llegué con el cantinero, pedí la primera
de aguardiente para «componerme», pedí
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la segunda y, con la tercera, me perdí. Solo padrino, ahora sí me quedo». Moviendo la
recuerdo que llegué como un loco, la gol- cabeza, me contestó, «A ver si es cierto».
peé hasta cansarme sin tener motivo algu- Fue así como, al lado de otros soberbios,
no. Ella salió huyendo y, afortunadamente, reabrimos el grupo Mano Amiga del ce-
acudió con las autoridades, quienes, sin más, reso de Huajuapan de León. Cumplí una
giraron una orden de aprehensión. Cuando condena de seis meses. Por primera vez me
volví de mi locura, me encontraba internado apadriné y comprendí entonces el Primer
en el cereso regional con un raspón en la Paso. Hasta el día de hoy, permanezco en
cara, un pantalón roto y pesando cincuenta Alcohólicos Anónimos.
y cuatro kilos. Le doy gracias a Dios y a mis compañeros
Fue allí donde entendí que era necesario por darme la oportunidad de vivir. No he
admitir mi derrota ante el alcohol y que ya vuelto a beber; he recuperado a mi primera
no podía beber una copa más; que ya esta- hija. Vivo con una compañera muy linda y
ba encerrado entre asesinos, rateros y vio- comprensiva. Ella me entiende, sabe de mi
ladores; que simplemente era un loco más. enfermedad. Solo pido perdón a todos los
Después de que me dictaran auto de formal que dañé con mi alcoholismo. A ustedes,
prisión, con gusto vi entrar al que fue mi pri- compañeros, les digo: «Más vale entrarle de
mer padrino, el compañero Panchito. Junto buena voluntad».
con él, llegó Leonel que, como de costumbre
iban a dar su servicio de c omité de Institu- Vicente R.
ciones Correccionales. Leonel me tomó del Área Oaxaca Mixteca
hombro y me dijo: «¿Así o más?» Con lá- Tomada de la revista Plenitud,
grimas en los ojos le respondí, «Ya estuvo Febrero de 2014

«Más de una década para llegar»
Durante diez o casi once años, estuve des-
truyéndome a causa del consumo del alcohol.
El beber fue de menos a más. Con ello no
solo me hice daño a mi mismo, sino también
a mi familia, y a mucha gente que estaba cer-
ca de mí.
Por un hecho ilícito que cometí, me lleva-
ron interno al cereso de Hermosillo, So-
nora. A lo largo de todo mi proceso que duró
diez años, tuve la gran fortuna de contar con
el apoyo de mi familia y especialmente de mi
hermana. Durante mi estancia en el centro,
tuve que pasar por varias experiencias desa-
gradabas, resultado de mi ingobernabilidad
y de mi soberbia. Con el paso de los años,
purgué mi sentencia y llegó el gran día.
Por fin, saldría de la cárcel. Aún recuerdo
a mi hermana que me esperaba afuera; al ver-
me salir, me recibió con un fuerte abrazo y
un beso. Subí a su automóvil en estado de
ebriedad y en plena inconsciencia. Al llegar
a su casa me trató de lo mejor, me recibió con
gran gusto. Era tan grande mi egoísmo que
solo pensaba en mí y en la forma en que po-
dría conseguir más dinero para beber.
El resultado fue que regresé a la cárcel; me
sentenciaron a tres años. Oí a unos chicos
hablar de una clínica de desintoxicación y,
aunque no había cumplido mi sentencia, de-
cidí apuntarme para ingresar. La persona de
la clínica que me entrevistó, me aclaro que
tal vez no me hablarían porque me faltaba
tiempo por purgar. Actualmente es compa-
ñero en mi grupo de aa.
El punto de cambio se acercaba, pero tenía
que completar el precio de mi boleto al via-
je de la sobriedad, en el cual me encuentro
transitando hoy. Me castigaron y otra vez
y pensé que no podría ir a la clínica. Pero,
gracias a Dios, me permitieron acudir. Ahí
Todos podemos hacerlo
empezó el punto de cambio; hoy tengo cin-
co meses sin beber; nunca antes había vivido
esta experiencia.
Hoy milito en un grupo institucional
llamado Punto de Cambio, del cual tengo
la bonita experiencia de ser fundador. La
consciencia me ha brindado la oportunidad
de servir como tesorero. Este es mi compar-
timiento, compañeros. Quisiera compartir-
les más, pero no sé cómo hacerlo, llevo poco
tiempo en esto de la recuperación. Les com-
parto que, mientras escribía esta experiencia,
me aumentaron la sentencia 10 meses más, y
aún así, me siento agradecido con el Poder
Superior. Ahora tengo más ganas que traba-
jar con el nuevo, como lo hicieron conmigo
gratuitamente. Tengo que dar gracias a los
que me leyeron. Muchas 24 horas.
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Todos podemos hacerlo
«Los tres gigantes del alma»
El día de hoy me encuentro bien de salud,
sirviendo a Dios y a los seres humanos que
me dieron su voto de confianza para poder
servir, aun dentro de un centro de reclusión.
Recuerdo que el orgullo, mi gran amigo,
me hacia sufrir por todo y por nada. El día
de hoy sé que este defecto de carácter está
acompañado de la ira, el amor y el miedo,
estos tres gigantes del alma que me goberna-
ron y asolaron tanto mi mente, mi cuerpo y
mi alma.
Primero, tuve que pelear con todo mundo
por sentirme mejor que los demás, por tener
un titulo y creerme mejor que los demás.
Segundo, tuve que comprender que el
amor era un sentimiento que deseaba, no
solo era para satisfacer mi instinto.
Tercero, tuve que sentir miedo, respirarlo
con ansias locas después de cada ingesta o
conflicto con los seres humanos y quedar-
6
me solo; que valía mirar a mi alrededor. Por
mi orgullo dejé a mi esposa cuando estaba
enferma en el hospital general. Con antici-
pación, planee rentar otro departamento en
otra colonia.
Cuando logramos platicar después de un
tiempo, ella me dijo, «Mira, José, todo hu-
biera estado bien si lo hubiéramos hablado».
Mi orgullo nuevamente se fortaleció por la
supuesta emancipación; me sentía superior a
ella en todos los aspectos. Este gran defecto
de carácter ha hecho estragos en mi vida.
El día de hoy le pido a Dios que me haga
humilde para darle pelea a este gran defec-
to de carácter. Por esto me motivé a levan-
tar la mano en una junta de trabajo. Sé que,
gracias a Dios, no fue así. Se me motivó al
servicio de secretario en mi grupo base y he
trabajado en ello hasta el día de hoy. Sé que
el sentirse orgulloso del trabajo desempeña-
do humildemente es estar feliz. Hacer felices
a los demás seres humanos y estar en comu-
nión con Dios es por lo que hoy me siento sin
esa carga de conciencia física y espiritual, y
por el servicio humilde y desinteresado. Las
cosas van un poco mejor con mi pareja, por-
que la familia perdona pero no olvida.
Hoy, ella me apoya, y no me ha dejado en
este centro de reclusión. Ya no me pongo
mal. Pongo en práctica la guía y dirección;
me pongo en disposición para superar con
humildad los estragos que aún siento por
este defecto de carácter.
Compañeros en Alcohólicos Anónimos,
que tengan un bonito día con humildad y
servicio; que Dios los bendiga, y felices 24
horas, les desea su humilde servidor.
José G.
Reclusorio Norte
 Todos podemos hacerlo

«Mi despertar espiritual»

descubre uno su valor. Mi esposa comenzó
a decir que si no ingresaba a aa, me abando-
naría; se iría y, con ella, mi hija recién nacida.
Tuve miedo de perderlas, y entre al grupo
Mi Nueva Esperanza de mala gana, el cual
estaba ubicado en el interior del cereso.
Era yo muy popular, y a los aa les dio gusto
verme entrar. Pero el excelente recibimiento,
los aplausos, abrazos y palabras sinceras de
aliento, me hacían sentir totalmente inco-
modo e irritado. Bajo la presión de mi esposa,
continué asistiendo diariamente a mis sesio-
nes, aún sin aceptarlo. Por obra de Dios, el
programa empezó a entrar en mi endurecido
corazón; empecé a subir a la tribuna, pero
no hablaba de mis problemas, de mis defec-
tos.
Un buen día, se me invito a un aniversa-
rio, un compañero cumplía 12 años de vida
útil y productiva en bendita sobriedad. Este
compañero subió a la tribuna y con lagrimas
agradeció a Dios, a aa, a su familia, a sus
compañeros… Esta demostración de agra-
decimiento tan sincera, me conmovió y me
motivo a subir a la tribuna para felicitar al
compañero en cuestión. Hablador como
siempre, empecé a dar una «cátedra» sobre
recuperación. Era mi momento, tenía que
lucirme ante tanto público. El problema es
Los saludo desde mi nueva residencia de En el año de 1995, fui aprendido y remi- que, sin pensarlo, ni saber en qué momento,
hierro y concreto. Alcohólicos Anónimos tido al cereso de la ciudad de Durango, por primera vez empecé a hablar de mis de-
llegó a mí cuando me encontraba al borde donde quedé recluido. La perdida de la liber- fectos, de lo que en verdad era yo. De repen-
del precipicio. En el estudio de mi árbol tad física, los altos muros y las rejas no des- te, empecé a sentir un nudo en la garganta y
genealógico, no encontré que haya habido alentaron mi ingobernabilidad; continuaba sentí miedo, un temor desconocido. Intuía
nunca un individuo como yo. Pese a que haciendo lo que quería aunque tuviera que que algo estaba por venir; sin saber cómo,
provengo de una familia muy conservadora, pisotear a quien fuera para lograrlo. Me empecé a sollozar. Después de llorar com-
honesta y muy trabajadora, me incline por encontraba ya listo para la cuerda al cuello. pulsivamente, sin pudor alguno, las lagrimas
la senda fácil del poder y la fama. A los 13 Me encerraba en mi celda, no comía, no me bañaron mi rostro, abundantes.
años de edad, tuve mi primer encuentro con aseaba, no dormía, padecía de insomnio y ¡Increíble! Yo, el perverso, el narco, el
el alcohol y con el pandillerismo juvenil. A crueles alucinaciones. sicario que nunca demostró debilidad sen-
los 20, ya era consumado delincuente y alco- Mi entonces esposa, preocupada y ator- timental ante nadie, el que aseguraba que
hólico. Bebía alcohol de manera cotidiana mentada, me buscó una psiquiatra. Ella no llorar era exclusivo de mujeres, ahora lloraba
y reciclaba actos delictivos en dinero con- pudo conmigo y tuvo que renunciar, no sin convulsivamente ante más de 50 personas
tante y sonante. Antes de los 30, ya era rival antes recomendarle a mi esposa un grupo de (compañeros e invitados). Sentí que flaquea-
económico de muchos de los acaudalados en aa último recurso. Cuando mi esposa me lo ba, que me derrumbaba; me sostuve con mis
mi región. Me había convertido en el jefe de propuso, me indigne profundamente; le re- manos sobre la tribuna y perdí la noción de
una organización delictiva; alentando con clamé diciéndole que no era ningún «tepo- cuanto me rodeaba. Me dijeron los que me
ello mis vicios, degeneres y desordenes. El rocho», que esos grupos no eran para «per- vieron que solo balbuceaba: «Perdóname,
poder y la fama mal habidos son tan efíme- sonas como yo». Qué fácil hablar y criticar Dios mío, perdóname», y lo repetía una y
ros como el viento, perecen más pronto de lo cuando se tiene total desconocimiento y qué otra vez. Lo increíble es que hasta entonces
que uno piensa. difícil es tragarse uno sus palabras cuando yo no creía en Dios como tal, idealizaba un

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Todos podemos hacerlo

Dios de acuerdo a mis necesidades y solicita- H., Juan H., María Rosa G. A., Mateo C. S.
ba Su ayuda cuando iba a cometer un ilícito. , Mayra Azucena V. M. y a todos los que me
Ahora le hablaba con el corazón pidiendo han escrito, que creo justo y necesario ofre-
Su perdón. Fue una experiencia maravillosa. cerles una disculpa por no contestar sus
Ese día descubrí que había estado prisionero cartas. No ha sido por omisión, pues desde
desde hacía muchísimo tiempo y me di cuen- el 24 de mayo de 2009 que salí del centro
ta de que yo poseía la llave de mi libertad, ¡la de máxima seguridad de Matamoros, Ta-
verdadera libertad!, esa que ahora está vin- maulipas, no he podido hacerlo. Ese día
culada y comprometida con mis nuevas con- fui trasladado al ceferso N.o 4 de Tepic,
vicciones. Este fue mi despertar espiritual; el Nayarit, después me trasladaron al cefe-
punto de partida de mi verdadera contrición, reso N.o 5 de Villa Aldama, Veracruz, y
de mi arrepentimiento, de mi conversión; el por último me trasladaron al cefereso
paso por el camino de la fe y la espiritualidad N.o 7 ubicado en Ciudad Guadalupe Vic-
y todo gracias a aa. Desgraciadamente, al- toria, Durango. Me ha tocado ser pionero
gunas páginas del libro negro de mi vida no en estos centros federales de reclusión de
se pueden borrar con solo desearlo. Meses mediana seguridad. El problema es que,
después de esta maravillosa experiencia, fui por ser nuevos, aún carecen de muchas co-
trasladado a un centro federal de máxima sas, entre ellas el servicio postal que, si bien
seguridad. es cierto, no es inexistente, si es insuficien-
La mayoría de los que llegamos a aa so- te. Podemos recibir correspondencia, pero
mos individuos que siempre hemos vivido no nos permiten el ingreso de material y
alejados de principios espirituales o que sen- no tenemos tienda. Solo nos proporcionan
cillamente nunca los experimentamos. Nun- cuatro hojas y dos sobres por mes que son
ca practicamos la oración, la meditación y la insuficientes. Por ello, pido humildes dis-
dependencia de un Poder Superior. Dice el culpas por no contestar sus cartas. Deseo
Doceavo Paso que tal vez haya tantas defini- en el alma restablecer la comunicación con
ciones de lo que es un despertar espiritual o mis queridos compañeros del ris de Espa-
de lo que debe entenderse de él, como perso- ña, Cuba, Canadá, ee. uu., Centro y Sud-
nas que lo hayan experimentado. Por eso de- américa y del territorio nacional, pero por
cidí compartir estas líneas de lo que concebí ahora me es imposible. No tengo grupo y
como experiencia espiritual. Ahora bien, el me hace falta su compartimiento. Les pido
Tercer Paso menciona que mi mal espiritual por favor que no dejen de escribirme. Dios
es lo que me aquejaba. aa me ofreció los los bendiga…a todos…y felices 24 horas.
Doce Pasos para ir despojándome de ese mal.
Ahora creo profundamente en la oración, Emiliano Á.
siento necesidad de ella y la acepto como una cefereso n. o
7 nor-noroeste
forma de comunicación constante con Dios.
Gracias a la oración y mi fe en un Ser Supe-
rior, reconozco que he mejorado muchas co-
sas de mi vida y también reconozco que esto
implica una gran responsabilidad que tengo
que traducir necesariamente en actos total-
mente distintos a mi antigua vida. Mentiría
si dijera que ahora soy un santo o que, al me-
nos, deje atrás mis disturbios emocionales,
mis defectos y mis faltas. Pero lo cierto es
que, ahora y cada vez más frecuentemente,
consigo una paz interior que renueva mi de-
seo de continuar con el programa de aa y así
seguir luchando, frente a la segura posibili-
dad de ser diferente a lo que antes fui.
No podía concluir sin antes decir a mis
queridos compañeros, Javier E., Blanca C.
E., Salvador E.A., Ma. Elena B. V., Leticia