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Manual CTO

de Medicina y Cirugí a
1.a ed.

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UROLOGÍA

Residentado PERÚ

R0 Grupo CTO
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Manual CTO
de Medicina y Cirugía

UROLOGÍA
Residentado PERÚ

Autora
Sara Dí az Naranjo

B— . Grupo CTO
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NOTA

La medicina es una ciencia sometida a un cambio constante. A medida que la investigación y la experiencia
clínica amplían nuestros conocimientos, son necesarios cambios en los tratamientos y la farmacoterapia.
Los editores de esta obra han contrastado sus resultados con fuentes consideradas de confianza,
en un esfuerzo por proporcionar información completa y general, de acuerdo con los criterios aceptados
en el momento de la publicación. Sin embargo, debido a la posibilidad de que existan errores humanos
o se produzcan cambios en las ciencias médicas, ni los editores ni cualquier otra fuente implicada
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contenida en este libro es correcta y de que no se han producido modificaciones en la dosis recomendada
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O CTO EDITORIAL, S.L. 2018

Edición, diseño y maquetación: CTO Editorial

C/ Albarracín, 34; 28037 Madrid


Tfno.: (0034) 91 782 43 30 - Fax: (0034) 91 782 43 43
E-mail: ctoeditorial@ctomedicina.com
Pá gina Web: www.grupocto.es

ISBN Obra completa: 978-84- 17311 -38-4


ISBN Urología: 978-84-17311-64-3
Depósito legal: M-1863- 2018
Manual CTO
de Medicina y Cirugí a
1.a ed.

UROLOGÍA
Residentado PERÚ

Grupo CTO
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Indice
UR
>
01. Semiología urológica y definiciones 1 06. Carcinomas del tracto urinario 25
1.1 . Definiciones i 6.1. Carcinoma urotelial 25
1.2 . Diagnóstico diferencial 6.2. Carcinoma vesical 25
de la hematuria macroscópica 1 6.3. Tumores del tracto urinario superior 27

02.Infecciones del tracto urinario. 07. Tumores testiculares 30


Cistitis i n t e r s t i c i a l _ _ 3 7.1. Etiología y epidemiología 30
2.1. Patogé nesis y etiología 3 7.2. Anatomía patológica 30
2.2. Diagn óstico 3 7.3. Clínica 31
2.3. Diferentes ITU y su tratamiento 4 7.4. Diagnó stico 31
2.4. Tuberculosis genitourinaria 6 7.5. Diagnó stico diferencial . .. 32
.
2.5. Cistitis intersticial 7 7.6. Tratamiento 32

.
03 Urolitiasis 9 08. Trasplante renal 35

3.1. Epidemiología 9 8.1. Indicaciones 35


3.2. Manifestaciones clí nicas y su manejo agudo. 9 8.2. Contraindicaciones 35
3.3. Evaluación y tratamiento de la litiasis renal 11 8.3. Complicaciones 35
9.1. Características ... 37
9.2. Clínica 37

04. Tumores renales 15 9.3. Diagnó stico .


. 37
9.4. Tratamiento 37
4.1. Carcinoma de c élulas renales
( adenocarcinoma renal, hipernefroma ) 15
4.2. Otros tumores 17
.
09 Uropatía obstructiva 37

.
05 Hiperplasia prostática benigna
y carcinoma prostético. . 18 lO. Andrología 39

5.1. Hiperplasia prost ática benigna 18 10.1. Disfunción er éctil ....... 39


5.2. Carcinoma prostático 20 10.2. Eyaculació n precoz 40

Bibliografía 41

VI
Semiología urológica
y definiciones

De urgencia. El paciente siente ganas de orinar, pero no le da tiempo


a llegar al baño ( P 02) ( provocada por contracciones involuntarias
Definiciones del músculo detrusor ). Se trata con anticolinérgicos (solifenacina,
tolterodina, oxibutinina ); o con [} 3 -miméticos (mirabegrón ). Ade-
má s, pueden usarse técnicas alternativas como la estimulación del
• Hematuria microscópica. Presencia de má s de 5 hematíes por campo. nervio tibial posterior, la inyecci ón intravesical de toxina botulínica
La causa m á s frecuente en ambos sexos es la litiasis. La causa má s com ún o incluso la neuroestimulación sacra.
en varones mayores de 50 años es la hiperplasia benigna de próstata. Mixta. Generalmente es una combinación de las dos anteriores.
• Hematuria macroscópica. Orina de aspecto rojo a simple vista debido Paradójica. Escape de orina debido a la sobredistensión vesical. El
.
a la presencia de má s de 50 hematíes por campo En los pacientes ejemplo característico es el paciente prosté tico con retención uri-
fumadores, en ausencia de otros síntomas, se debe sospechar tumor naria. La presión intravesical supera la presión de cierre del esfínter
urotelial. uretral, produciéndose un escape de orina paradó jico (no puede
• Piurí a . Presencia de má s de 10 leucocitos por campo. Altamente ines- orinar y, sin embargo, se le escapa la orina).
pecí fica, pero en presencia de síntomas urinarios, hay que sospechar
infección . • Enuresis. Pérdidas de orina exclusivamente durante el sueño. Si el niño
• .
Síndrome miccional Presencia de polaquiuria ( aumento en la frecuen- es mayor de 6 años, debe ser estudiado.
cia miccional), urgencia miccional ( necesidad imperiosa e irrefrenable • Crisis renoureteral. Dolor lumbar frecuentemente irradiado a genita
de orinar ) y disuria (molestias urinarias inespecíficas referidas como les, de carácter agudo, cuya intensidad no se modifica por los cambios
ardor, escozor...). posturales, y que se suele acompañar de náuseas, vómitos y malestar
• Incontinencia urinaria. Pérdidas involuntarias de orina (Tabla 1). Exis- general. Es muy poco frecuente que sea bilateral.
ten varios tipos:
Continua. De día y de noche, en todas las posiciones. La causa m á s
frecuente es la fístula urinaria ( en pacientes con antecedentes qui-
r úrgicos previos); y la segunda, el uré ter ectópico (que es la causa
m á s frecuente en niñas). Diagnóstico diferencial
De esfuerzo. Se desencadena con el aumento de presión abdomi-
nal (al reír, toser, cargar con peso ). Generalmente se produce por de la hematuria macroscópica
un dé ficit de soporte de la musculatura perineal (P 01) ( por ello
es recomendable revisar los antecedentes obst étricos, pacientes
obesas, pacientes añosas...). Se debe tratar inicialmente con ejerci- • Según el momento de aparición:
cios de Kegel para la musculatura pélvica y, si es insuficiente, puede Inicial. Sangrado uretral o prostético .
colocarse un cabestrillo suburetral. Final. Sangrado del cuello vesical.

Tabla 1
Síntomas Incontinencia de urgencia Incontinencia de esfuerzo
Urgencia (deseo repentino de orinar) Sí No

Aumento de la frecuenda miccional Sí No

Capacidad de llegar al baño después de sentir el deseo No Sí


de orinar
Despertarse para ir al baño durante la noche Sí Generalmente no

Escape durante la actividad física No Sí

Cantidad de orina escapada en cada episodio de incontinencia Abundante, si se produce Generalmente escasa
Diagnóstico diferencial de la clí nica de incontinencia urinaria femenina

1
UROLOGÍA

Total. Vesical o del tracto urinario alto. Se debe recordar que un • Hematuria por nefropatía m édica . No suele tener coágulos, y puede ir
sangrado importante de cualquier parte del aparato genitourinario acompa ñ ada de cierto grado de proteinuria, así como de cilindros eri-
puede provocar hematuria total. trocitarios o de hematíes dismórficos en el sedimento urinario.

• Hematuria con co águlos. Indica un problema urológico. La causa má s RECUERDA


frecuente en mujeres es la cistitis hemorrágica, aunque la primera causa Los cilindros hem á ticos aparecen en las glomerulonefritis
que se ha de descartar es una neoplasia urotelial, m á xime en el paciente que producen síndrome nefrí tico .
fumador.

Ideasclave
/ La causa má s frecuente de hematuria microscópica es la litiasis ( en la / La causa má s habitual de hematuria es la cistitis hemorr á gica, pero lo
población general, en ambos sexos ). primero que se ha de descartar es el tumor urotelial.

/ La causa más común de hematuria microscópica en varones de má s de / Los hematíes dism órficos en el sedimento orientan a nefropatía de ori -
50 años es la hiperplasia benigna de próstata . gen glomerular.

/ La hematuria con coágulos indica un problema urológico .

2
Infecciones del tracto
urinario. Cistitis intersticial

Las infecciones del tracto urinario ( ITU) pueden clasificarse de varias for- La mayor ía de las infecciones adquiridas en la comunidad están producidas
mas. Se puede hacer una división anatómica entre las ITU altas (infecciones por microorganismos gramnegativos, principalmente Escherichio coli (P 02 ),
renales) y las ITU bajas ( cistouretritis, prostatitis). Asimismo, la clasifica - responsable del 85% de estas infecciones y, en menor proporción, Proteus,
ción puede basarse en la asociación o no de complicaciones. Una ITU no Klebsiello y Pseudomonas. Entre los grampositivos, únicamente Staphylo-
complicada es un cuadro clínico caracterizado por la presencia de escozor coccus saprophyticus tiene relevancia, produciendo el 10-15% de las ITU en
miccional, urgencia y frecuencia, acompañado o no por hematuria termi- mujeres jóvenes ( segunda etiologí a má s frecuente en esta población).
nal, dolor hipogástrico y, má s raramente, febrícula . Dentro de este grupo
se podr ían incluir las pielonefritis no complicadas, que se presentan como Alrededor del 30% de las mujeres con clínica miccional presentan recuen-
cuadros febriles con hipersensibilidad en fosa lumbar, fiebre, ná useas o tos menores de 105 unidades formadoras de colonias por mililitro ( lO5 UFC/
.
vómitos (P 01) Los factores que convierten la ITU en "complicada" son: mi); de é stas, tres cuartas partes presentan piur í a; en el resto, existen pocos
presencia de caté teres, uropatía obstructiva, reflujo vesicoureteral, ano- datos que demuestren infección, y en general se tratan según la clínica . En
malí as anat ómicas, insuficiencia renal o trasplante renal. La ITU en el varón la orina de las pacientes sintom áticas con piuria se pueden encontrar (consi-
debe considerarse esencialmente "complicada" de entrada derándose infección activa) recuentos má s bajos (MP-IO4) de los patógenos
habituales. En otras ocasiones, el cuadro se justifica por la presencia de ure-
La reaparición de una infección tras el tratamiento puede deberse a reinfec- tritis causada por Neisserio gonorrhoeae o Chlamydia trochomatis.
ción o recidiva. El primer término expresa la infección nueva por un germen
distinto al inicial, mientras que recidiva indica infección por el mismo ger - El papel patógeno de gérmenes como Ureaplasma urealyticum o Myco-
men. Esta última es mucho má s infrecuente que la reinfección y puede estar plasma hominis está mal definido, ya que se desconoce su potencial como
ocasionada por litiasis infectiva, prostatitis crónica, fístulas vaginales o intes- uropatógenos aislados.
tinales, divertículos vesicales infectados, cuerpos extraños, necrosis papilar
infectada y otras causas que generan un reservorio de microorganismos que En las infecciones nosocomiales, las bacterias gramnegativas continúan
difícilmente se eliminan con el antibiótico. siendo las má s frecuentes. Si bien E. coli es el má s habitual, su frecuencia
desciende hasta el 50% y adquieren mayor importancia Proteus, Klebsiello,
Pseudomonas, Enterobacter y Serrada. El 25% restante está ocasionado por
grampositivos como estreptococos y estafilococos. Candida albicans puede
aparecer principalmente en pacientes diabéticos, con catéteres o tratamien-
Patogénesis y etiologí a tos antibióticos prolongados.

La afectación del tracto urinario superior parece también producirse por


Existen tres posibles vías por las que los microorganismos pueden alcan- ascenso de las bacterias a lo largo del uréter. La diferenciación, aunque poco
zar el tracto urinario: hematógena, linfá tica y ascendente. La ví a linf á tica específica, se debe basar en los hallazgos clínicos ( fiebre, dolor lumbar, esca-
carece de importancia real. La diseminación hematógena tampoco es fre- lofríos ) y analítica elemental ( leucocitosis, velocidad de sedimentación alta ).
cuente. La má s común es la ascendente iniciada en la uretra. Probable-
mente por esta razón es mucho m á s habitual la ITU en mujeres, dado que
su uretra es muy corta y ancha, y por ello favorece el paso de microorga-
nismos hacia niveles má s altos del tracto genitourinario. Otro dato que
apoya la importancia de la vía ascendente es la frecuencia de infección Diagnóstico
tras el cateterismo uretral, que es del 1% en los pacientes ambulantes, y
en 3 -4 días alcanza a casi la totalidad de los pacientes sondados con siste-
mas de drenaje abiertos. El diagnóstico de la ITU, ademá s de por la clínica, se define por el cul -
tivo de orina. Dado que es frecuente el crecimiento de bacterias que han
En los pacientes hospitalizados, el riesgo de infección se incrementa un contaminado las muestras, se utiliza un criterio estadí stico sobre la base
5% por cada día de sondaje, incluso con sistemas cerrados. del recuento de colonias del urocultivo, considerando como significativo
cl á sicamente el crecimiento de más de 10s colonias por mililitro.
Una vez que las bacterias han alcanzado el tracto urinario, tres factores deter-
minan el desarrollo de la infección: virulencia del microorganismo, tamaño En determinadas circunstancias, recuentos de colonias menores pueden ser
del inóculo y mecanismos de defensa del huésped. suficientes: recuentos de 103 UFC/ml en mujeres sintomá ticas, má s de 104

3
UROLOGÍA

en pielonefritis clínicas o en varones, y m á s de 107 en muestras de cateteris- Los antibióticos de elección son cotrimoxazol, fluoroquinolonas y p-lact ámi-
mos limpios o cualquier recuento, si se recoge mediante punción- aspiración cos, fosfomicina o nitrofurantoína.
suprapúbica. Cifras mayores de 10* UFC/ml pueden igualmente reflejar con-
taminación, principalmente si crecen dos o más especies. En mujeres embarazadas se recomiendan las pautas largas de tratamiento
( 7 días ) a partir del segundo episodio, evitando el uso de sulfamidas al final
En el adulto, la presencia de piurí a (má s de 10 leucocitos/mm3) se relaciona del embarazo ( tercer trimestre ), por el riesgo incrementado de kernicterus,
estrechamente con la ITU en presencia de síntomas; no así en el niño, en el y el empleo de quinolonas por el da ño producido sobre el cartílago de cre-
que puede acompañar a los cuadros febriles. cimiento fetal. Tampoco se empleará n pautas cortas en caso de sospecha
de pielonefritis, presencia de cálculos o anomalías de la v ía urinaria, o bien
infecciones previas por microorganismos resistentes a los antibióticos.

ITU recurrente
Diferentes ITU y su tratamiento
Aparici ón de 4 o m á s episodios al a ño. Se puede realizar profilaxis con cotri-
moxazol o una fluoroquinolona ( en función de la sensibilidad del germen
En el tratamiento de la ITU, lógicamente, es fundamental el uso de antimicro- aislado en el último episodio) en dosis única, días alternos, durante 6 meses.
bianos. El número empleado de éstos es elevado y las pautas de tratamiento Si tras la retirada se presentaran nuevas recurrencias, puede reinstaurarse el
son muy variables. A continuación, se repasarán las opciones terapéuticas tratamiento durante periodos má s prolongados (1- 2 años ). Es aconsejable
según el tipo de ITU a la que se haga frente. la ingesta abundante de agua y realizar micciones frecuentes y cumplir una
serie de reglas bá sicas higiénico-dietéticas. Adem á s, pueden usarse vacunas
Bacteriuria asintomática sublinguales, arándano rojo o D - manosa, o lavados intravesicales con prepa-
rados a base de ácido hialurónico.
Definida como bacteriuria significativa (10* UFC/ml) en al menos 2 uroculti -
vos con el mismo microorganismo, tomados con 1 semana de diferencia en Si los episodios tienen relación con el coito, se puede administrar un compri-
.
ausencia de síntomas La bacteriuria asintom ática no debe tratarse salvo en mido de cotrimoxazol o una quinolona despué s del mismo. En mujeres pos-
los casos en los que conlleva un riesgo de infección clínica o daño orgánico: menopá usicas, el tratamiento con estrógenos tópicos vaginales disminuye la
• Embarazadas. frecuencia de infecciones.
• Pacientes ¡nmunodeprimidos.
• Profilaxis previa a cirugía urológica. RECUERDA

RECUERDA
.
S saprophyticus se ha relacionado con ITU en mujeres jóve-
nes sexualmente activas.
Proteus es intrínsecamente resistente a las nitrofurantoínas,
ya que alcaliniza la orina gracias a su ureasa, y este grupo de
antibióticos únicamente es útil en medio ácido. Pielonefritis aguda no complicada
En el caso de los pacientes sondados permanentemente, la presencia de Fn los casos de gravedad leve- moderada, puede plantearse terapéutica oral
bacteriuria asintomática no es una indicación de tratamiento y, actualmente, con cotrimoxazol (en desuso en nuestro medio por el elevado índice de
incluso es dudosa la recomendación clá sica de empleo profiláctico de algún resistencias), fluoroquinolonas (valorar también posibilidad de resistencias)
antibiótico, previo a la sustitución del catéter, a fin de contrarrestar la posible o p- lactá micos. En pacientes graves u hospitalizados es preciso tratamiento
diseminación hematógena del germen producida por la manipulación ( las parenteral, y el espectro de antimicrobianos incluye ampicilina (enterococo ),
guías clínicas ya no lo recomiendan). Sin embargo, sí es indicación de trata- ureidopenicilinas ( Pseudomonas ), cefalosporinas de segunda o tercera gene-
miento la bacteriuria persistente a los 3 - 5 días de haber retirado una sonda ración, e incluso aminoglucósidos. Nunca se emplear án pautas cortas.
vesical. En aquellos pacientes en los que la sonda no pueda ser retirada, el
tratamiento de las bacteriurias asintomá ticas no suele ser efectivo, y puede El antibió tico empleado se seleccionará, por supuesto, sobre la base del cul-
dar lugar a selección de cepas resistentes. En estos pacientes s ólo se debe tivo y del antibiograma, y cuando se inicie de forma empírica, habr á que
iniciar tratamiento si presentan alto riesgo de desarrollar bacteriemia o si la tener en cuenta factores que orienten hacia el germen causante: mayor inci-
bacteriuria se hace sintom ática. dencia de Pseudomonas en personas diabé ticas y pacientes de UVI, esta -
filococo en adictos a drogas parenterales, Proteus en pacientes con litiasis
En el resto de los casos, únicamente con la concurrencia de factores parti- infectiva, presencia de sondas, cat éteres, tratamientos antibióticos previos,
culares se debe tratar la bacteriuria, y siempre sobre la base del estudio de entre otros.
sensibilidades.
En la evaluación del paciente con pielonefritis y mala respuesta al trata-
ITU baja en mujeres miento inicial, es recomendable la realización de una ecografía para descar-
tar obstrucción o litiasis.
Puede realizarse un tratamiento convencional de 7 días o bien un curso
corto en monodosis o en r égimen de 3 días. La ventaja de éstos es el menor ITU en varones
coste económico y la menor incidencia de efectos adversos. Su desventaja
es la mayor incidencia de recurrencias tempranas, al no afectar apenas a Cualquier ITU en var ón debe considerarse como complicada inicialmente,
los reservónos vaginal e intestinal de uropatógenos. Aun con todo, por las ya que hay que asumir que existe afectación del tejido prostético, renal o
ventajas mencionadas, la pauta preferida actualmente es el tratamiento de que existen problemas concomitantes como obstrucción urinaria, litiasis o
1- 3 dí as. malformaciones urológicas.

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02 . Infecciones del tracto
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición urinario. Cistitis intersticial

Por todo ello, el tratamiento debe ser má s prolongado (mínimo 1 semana ), Se denomina prostatodinia a un cuadro clínico similar donde predominan las
no son adecuados los cursos cortos de tratamiento. molestias perineales o genitales con cultivos negativos y menos de 10 leuco-
citos por campo en el líquido prosté tico .
Prostatitis
Orquiepididimitis
La infección aguda del tejido prost é tico se presenta como un cuadro séptico
con afectación general del paciente, fiebre elevada, síndrome miccional, artro- En varones adultos menores de 35 a ños es considerada, en el plano teó-
mialgias y dificultad miccional (Tabla 2). En el examen rectal, la próstata apa- rico, una enfermedad de transmisión sexual, siendo los agentes má s fre-
rece muy dolorosa e inflamada. El germen más habitual es E. coli. Durante la cuentes C. trachomatís y N . gonorrhoeae (Tabla 3). Por encima de 35 añ os,
inflamación aguda, los antibióticos penetran adecuadamente, pero una vez los microorganismos más frecuentes son las enterobacterias. El tratamiento
que ésta cede, la penetración es más pobre. Por ello, se deben utilizar cur- puede llevarse a cabo con las siguientes pautas: 1) qumolonas, 2) ceftria -
sos largos de tratamiento ( 3-4 semanas ) para intentar evitar la persistencia de xona en dosis única i.m. (125 - 250 mg) má s 10 días de doxiciclina (100 mg/12
focos que den pie a una prostatitis crónica. Entre los antimicrobianos emplea- h/7 días); se aplicar á esta pauta en aquellos casos en los que se sospeche
dos, las fluoroquinolonas son las que mejor difunden al tejido prostético. enfermedad de transmisión sexual.

RECUERDA Absceso renal


En pacientes con SIDA, Cryptococcus neoformans puede ser
una causa de prostatitis, pues se elimina a través de la orina. Los abscesos medulares o corticales suelen proceder de un foco de pielo-
nefritis contiguo o de diseminación hematógena de Staphylococcus aureus,
procedente de focos cutáneos en usuarios de drogas por ví a parenteral
La prostatitis cró nica bacteriana suele presentarse como molestias perinea- ( UDVP). El urocultivo en este último caso puede ser negativo. El diagnóstico
les o genitales, síntomas ¡rotativos ( polaquiuria, tenesmo, escozor) y epi- má s fiable se realiza mediante tomografía computarizada (TC ). Deben tra -
sodios de ITU recurrentes causados por el mismo organismo. En el líquido tarse con antibióticos por vía intravenosa y, dependiendo del tamaño y de la
prosté tico se evidencian m á s de 10 leucocitos por campo de gran aumento, y evolución, puede hacerse necesario el drenaje mediante punción percutá -
macrófagos que contienen cuerpos ovales grasos. El tratamiento debe estar nea o quirúrgicamente.
guiado por los cultivos, tanto de orina como de fluido obtenido por masaje
prostético, y prolongarse entre 4-16 semanas. Absceso perirrenal
Cuando se encuentra a un paciente con datos de prostatitis cr ónica y signos .
Es infrecuente Se localiza entre la cá psula renal y la fascia de Gerota Lo .
inflamatorios en el líquido prostético, pero sin historia documentada de ITU y má s frecuente es que un absceso cortical se abra a este espacio, pero
con cultivos negativos, el cuadro se denomina prostatitis crónica no bacteriana. puede ocurrir también por diseminación hematógena. El germen m á s
En ocasiones, el responsable puede ser U. urealyticum o M . hominis, pudiendo común es E. coli, y S. aureus en los casos de diseminación hematógena
ser tratados estos casos con doxicídina o eritromicina, sobre esta sospecha. ( Figura 1).

Tabla 2
Historia Cultivo líquido
Etiología Clínica Cultivo orina Liquido prostético Tratamiento
ITU prostético
Prostatitis aguda Ecoli Cuadro séptico + + Cotrimoxazol, fluoroquinolonas
Nunca hacer masaje prost ético ni sondaje
4 semanas
Prostatitis crónica Ecoli Irritativo + ± > 10 leucocitos/campo + Cotrimoxazol, fluoroquinolonas
bacteriana con reagudizaciones, 4-16 semanas
sin fiebre ni leucocitosis
Prostatitis crónica • Ureaplasma Cronicidad, > 10 leucocitos/campo Doxicidina
no bacteriana • Mycoplasma empeoramiento
Prostatodinia Desconocida Oscilante < 10 leucocitos/campo • a-bloqueantes
• Relajantes musculares
Diagnó stico diferencial de las prostatitis

Tabla 3
Etiología tpica
Lesión í Diagnóstico Tratamiento
Uretritis N. gonorrhoeae Asintomática ( $ ) • Contacto < 5 días • Ceftriaxona o espectinomicina
gonocócica Exudación uretral matutina ( S ) • Gram de exudado cervical (no en faríngeas)
Epididimoprostatitis, salpingitis, síndrome Fitz- • Cultivo en medio de Thayer-Martin • Gprofloxacino
Hugh-Curtis, gonococemia diseminada (défiat C5-Cg,
menstruación, embarazo, auxotipo AHU)
Uretritis • C. trachomatís Similar a las UG, pero con menos signos y síntomas Contacto 7-15 días. Excluir gonorrea por Tetracidinas o macrólidos
no gonocócica • U. urealyticum Epididimitis, proctitis, cervicitis, EIP Gram y cultivo. C. indusión-Giemsa IFD,
medios celulares
Diagnó stico diferencial de las uretritis

5
UROLOGÍA

Figura 1 Entre los antibióticos disponibles, parece que las quinolonas son los que
mejor eliminan la película biológica de los catéteres infectados, favoreciendo
así el tratamiento de la infección; en cualquier caso, éste únicamente se
recomienda si existe sintomatología o en el momento de la retirada del cat é-
ter, por el mayor riesgo de ITU sintom á tica y sepsis.

Tuberculosis genitourinaria

.
Generalmente está ocasionada por Mycobacterium tuberculosis El aparato
genitourinario es uno de los sitios m á s frecuentes de afectación extrapulmo-
nar junto con la adenitis tuberculosa. Un 5% de los pacientes con tuberculo-
sis activa presenta afectación del tracto genitourinario (Figura 2) .
Tras la inhalación del bacilo, se produce una diseminación hemat ó gena (pri-
moinfección) con siembra de bacilos en ambos riñones en el 90% de los
casos. Sin embargo, la enfermedad clínica generalmente es unilateral.

Figura 2

Tuberculosis
miliar Obliteración
ureteral

Amputación Pionefrosis
calicial

Trompa
Microvejiga

TC en la que se muestra un absceso perirrenal Pr óstata


y vesículas
seminales
RECUERDA
5. aureus es también la causa má s frecuente de endocarditis
Estenosis
infecciosa. ureteral distal Epididimitis

El diagnó stico es similar al absceso renal, y su tratamiento pasa por el dre-


naje percutá neo o quirúrgico, con la adecuada cobertura antibiótica. Lesiones de la tuberculosis genitourinaria

ITU asociada a catéteres El periodo de latencia entre la "siembra" y la enfermedad clínica oscila entre
10-40 años; afecta principalmente a pacientes por debajo de los 50 a ños. La
La ITU es la infección hospitalaria m á s frecuente, y los catéteres urinarios lesión inicial microscópica se localiza en los glomérulos en forma de granu-
la principal fuente de sepsis . Se calcula que el 1% de cateterismos ambula- lomas microsc ópicos.
torios transitorios sufren una ITU posterior y que la mayorí a de pacientes
con catéter permanente presentan una bacteriuria significativa al cuarto Al avanzar la enfermedad, se produce afectación más distal hasta la aparición
día de su colocación. Esta bacteriuria puede hacerse sintomá tica en forma de una papilitis necrotizante, momento en el que ya puede existir paso de
de cuadros de cistitis, hematuria o episodios febriles, muchas veces auto - bacilos a la vía excretora donde, por procesos inflamatorios, ocasionará este-
limitados. nosis a nivel de los infundíbulos caliciales, pelvis y uréter, con hidronefrosis
secundaria.
Entre los factores que aumentan el riesgo de ITU asociada a cat éter urinario
se encuentran: sexo femenino, edad avanzada, mala técnica de sondaje, sis- Las lesiones renales pueden cavitarse y calcificarse, y llegar a producir una des-
temas de drenaje abiertos y falta de higiene local. trucción total del par énquima ( fenómeno que se denomina "riñón má stic").

6
02. Infecciones del tracto
Manual CTO de Medicina y Cirugí a, 1 . a edición urinario. Cistitis intersticial

Clínica
Los hallazgos clínicos son escasos. En el 70% de los pacientes, los síntomas Cistitis intersticial
son leves. Lo más frecuente es la aparición de microhematuria, dolor vago
en flanco o cólico renal. La afectación vesical, sin embargo, sí produce sin-
tomatología florida con un síndrome cistí tico rebelde, donde la polaquiuria Aunque no es un cuadro infeccioso, se incluye en el presente capítulo esta
( secundaria a la disminución de la capacidad vesical) es lo m á s llamativo. En entidad inflamatoria vesical de origen desconocido.
varones, es frecuente la aparición de una orquiepididimitis cr ónica que no
responde a la terapia habitual. En este sentido, se esgrimen dos teorías no demostradas. Por un lado, la
teor í a autoinmunitaria; por otro, la de un dé ficit en el recubrimiento urotelial
En el 90% de los pacientes, el aná lisis urinario es anormal. Típicamente apa- por glucosammoglucanos.
rece piur í a á cida con urocultivo negativo. La prueba de laboratorio má s
importante es el cultivo de M. Tuberculosis en medio selectivo ( Lówens- Clínica
tein ), ya que los medios de tinción r á pida ( Ziehl, auramina ), aunque vá li-
dos, pueden dar falsos positivos por contaminación con Mycobacterium Suele presentarse en mujeres entre 30-70 años, como un cuadro cistítico
smegmatis . crónico en el que destacan disuria, polaquiuria con nicturia y dolor suprapú-
bico, acompañados en ocasiones de hematuria ( 20 -30%).
Diagnóstico
RECUERDA
El cultivo en medio de Lówenstein es positivo en el 90% de los pacientes con Existen muchas más causas de síndrome cistítico: cistitis
enfermedad activa, aunque deben obtenerse, al menos, 3 muestras de días aguda, tuberculosis, carcinoma in situ, entre otras.
diferentes para mejorar la sensibilidad, ya que el paso de bacilos a orina no
es constante. Actualmente, lo más rentable es realizar una PCR de orina en
busca del ARN del bacilo . Diagnóstico
Radiológicamente, el 90% de los pacientes presentan urogramas alterados. El diagnóstico es b ásicamente por exclusión de otra patología que pueda
El hallazgo má s sugestivo es la presencia de cavidades que comunican con el ocasionar un cuadro similar (infección bacteriana, tuberculosis, litiasis o
sistema colector. Inicialmente estas cavidades son mínimas y dan un aspecto tumor vesical) apoyado en los hallazgos cistoscópicos sugestivos:
"mordisqueado" a los cálices. Según la enfermedad avanza, pueden encon - • Petequias submucosas, principalmente trigonales, que aparecen al dis -
trarse estenosis infundibulares, ureteropiélicas, en unión ureterovesical tender la vejiga ( glomerulaciones) .
o vejigas pequeñas de aspecto rígido. En el punto má s evolucionado de la • Ú lceras de Hunner.
enfermedad, el riñón puede encontrarse anulado, disminuido de tamaño y
con calcificaciones parenquimatosas. La biopsia vesical, ademá s de descartar la presencia de carcinoma in situ u otra
patología, revela en algunos casos un infiltrado intersticial de mastocitos.
Tratamiento
Tratamiento
El tratamiento médico de la enfermedad activa no difiere sustancialmente del
de la tuberculosis pulmonar en cuanto a fármacos y periodo de tratamiento Aunque esta enfermedad raramente supone una amenaza para la vida de la
( véase Capítulo 07 de la Sección de Enfermedades infecciosas ). Puede ser paciente, su morbilidad es elevada.
necesario el tratamiento quirúrgico, dependiendo de la complicación aso -
ciada, generalmente estenosis de la vía excretora e hidronefrosis. Desgraciadamente, las diversas alternativas de tratamiento únicamente pue-
den encaminarse a una mejoría sintomática, en la mayoría de los casos con
En caso de riñón no funcionante por lesión extensa del par énquima, puede ser resultados discretos:
precisa la nefrectomí a. • Distensión hidrá ulica vesical.
• Amitriptilina oral.
RECUERDA
• Instilación con dimetí lsulfóxido (DMSO ).
Rifampicina, isoniacida y pirazinamida son los tres • Corticoides tópicos o sistémí cos.
antibióticos má s empleados en el tratamiento • Denervación vesical.
de la tuberculosis. • Clstoplastias de aumento.
• Cistectomía.

7
101
Ideasclave
nosocomial .
/ El origen má s frecuente de uretritis es C. trachomatis.
UROLOGÍA

/ La causa má s frecuente de ITU es F. coli, tanto a nivel comunitario como

/ La causa habitual de orquiepididimitis depende de la edad: Chlamydia


y gonococo si es menor de 35 años; enterobacterias, si es mayor de esa
edad.

y La causa má s frecuente de absceso renal en usuarios de drogas por vía


parental es 5. aureus.
/ El diagnóstico definitivo de ITU es microbiológico : más de
No obstante, este criterio varí a con el sistema de recogida.
5

/ Si se recoge la muestra urinaria mediante punción suprapúbíca, cual-


quier número de bacterias es significativo.
UFC/ml.

/ La bacteriuria asintom á tica se trata en gestantes, inmunodeprimidos,


previamente a la cirugí a uroló gica, o si la especie implicada es Proteus.

y Los sistemas de drenaje cerrados son preferibles a los abiertos, pues la


tasa de infección es menor.

Casoscl ínicos
Un paciente con síndrome prostético, sin otros problemas de salud, porta - Una paciente de 27 años acude al servicio de Urgencias por dolor en fosa
dor de sonda uretral permanente, presenta bacteriuria (> 105 UFC) en dos °
renal derecha, fiebre de 39 C, escalofríos y síndrome miccional acompa -
urocultivos. ¿Cu ál es la actitud terapéutica má s conveniente ? ñante. Es alérgica a penicilinas. Señale la respuesta correcta:

1) Tratamiento antibiótico de amplio espectro. 1) No ser á necesario descartar patologí a urinaria obstructiva en este caso,
2) Tratamiento antibiótico según antibiograma. ya que presenta un claro síndrome miccional.
3 ) Cambio de sonda urinaria exclusivamente . 2 ) Para poder hacer el diagnóstico de pielonefritis se deberá conocer pri -
4) Antisépticos en vejiga urinaria. mero los datos referidos a la función renal.
3 ) Se deberá iniciar tratamiento empírico con un p-lact ámico.
RC: 3 4 ) Sí en las primeras horas evoluciona favorablemente, podr á continuar el
tratamiento de forma ambulante.
Ante un paciente de 24 a ños que presenta fiebre alta con dolor, inflama -
ción y enrojecimiento testicular izquierdo, ¿cuál de las siguientes afirma - RC: 4
ciones es incorrecta ?
Un paciente de 83 a ñ os, sondado de forma permanente, acude a la con-
1) El diagnóstico má s probable es epididimitis . sulta tras detectársele 2 cultivos positivos tomados con 1 semana de
2) Los patógenos m á s frecuentes son Chlamydia trachomatis y Neisseria diferencia. Asegura encontrarse asintomático. La actitud m á s adecuada
gonorrhoeae. ser á:
3) El tratamiento de elección es vancomicina + gentamicina .
4) El tratamiento de elección puede ser ofloxacino. 1) Iniciar tratamiento antibiótico según antibiograma de los cultivos obte-
nidos.
RC: 3 2 ) Tranquilizar al paciente y seguir con su pauta habitual de recambio de
sonda.
Ante un paciente que presenta febrícula persistente, crisis renoureterales 3) Realizar cambio de sonda de forma inmediata con tratamiento antibió -
breves, piuria est éril, orina con pH ácido, microhematuria persistente, con tico.
citología urinaria negativa y epidídimos indurados, ¿en qué enfermedad 4) Realizar cambio de sonda de forma inmediata con profilaxis antibiótica
se debe pensar primero ? de 4 días.

1) Sarcoidosis. RC: 2
2) Carcinoma vesical.
3 ) Carcinoma renal.
4) Tuberculosis urogenital.

RC: 4

8
Urolitiasis

litiasis caliciales no desplazadas. El cólico renal o crisis renoureteral suele


aparecer de forma progresiva sobre la fosa lumbar afectada, irradiándose
Epidemiología .
por el flanco hacia la ingle y los genitales ( Vídeo 1) El paciente generalmente
se encuentra afectado, con dolor que no cede con reposo, por lo que cam-
bia de postura continuamente. Puede acompa ñarse de un cortejo vegetativo
Son numerosas las sustancias que se han identificado formando parte de los con ná useas, vómitos y sudoración. El dolor irradiado hacia la ingle suele
cálculos. Su incidencia varía según el país, e incluso según las áreas geográfi- indicar que el cálculo ha alcanzado el uréter. Cuando se encuentra en vecin-
cas dentro del mismo paí s. Se pueden distinguir seis grupos de componentes: dad de la vejiga, o bien dentro de ésta, puede aparecer un cuadro irritativo,
• Oxalato cálcico. similar al síndrome miccional con polaquiuria, disuria y tenesmo vesical.
• Fosfato cá lcico.
• Fosfato no cálcico.
• Compuestos purínicos ( ácido úrico; urato amónico; urato sódico; xan- C ólico nefr í tico
tina; 2,8 dihidroxiadenina).
• Aminoácidos (cistina ).
Inquietud y tiritona
• Otros (carbonato cálcico, sulfamidas, etc.).

Los cá lculos de oxalato cálcico son los má s frecuentes ( P 01), con cifras en torno
al 65%, seguidos por los infectivos y de ácido úrico ( alrededor del 15% cada uno ),
los de fosfato cálcico (5%) y los de cistina (1-3%). La tercera década es la edad
media de aparición, por primera vez, de la litiasis; salvo en los de cistina, que Orina con bematuria
suelen ser de aparición más prematura. Por ejemplo, en España, la incidencia de Náuseas y vómitos
la litiasis alcanza al 4,2% de la población, con mayor afectación de varones que
mujeres. Únicamente los c álculos infectivos tienen mayor incidencia en la mujer.

RECUERDA

Las infecciones urinarias son má s frecuentes en mujeres que


C ólico nefrí tico
en varones. Por eso los c álculos de estruvita también lo son.

Los cálculos infectivos de estruvita, y en menor medida los de ácido úrico y


La enfermedad litiá sica recidiva en el 40% de los casos, con una media de cistina, pueden crecer modelando las cavidades renales ( litiasis coraliforme o
un nuevo c álculo cada 2-3 años. Por recidiva se entiende la aparición de una "en asta de venado" [ Figura 3 ] ), manifestándose no como c ólico, sino como
nueva litiasis de la misma composición y en la misma localización, en un infecciones urinarias de repetición, dolor lumbar sordo, hematuria o incluso
intervalo menor de 4 años entre un cálculo y otro. insuficiencia renal.

Figura 3

Manifestaciones clínicas
y su manejo agudo

El dolor agudo del cólico renal es la manifestación má s típica de la litiasis


renal. El dolor se produce por la sobredistensión de la vía urinaria tras la
obstrucción de ésta por el cálculo. Es lógico, por tanto, que el cálculo deba
desplazarse desde su origen calicial para producir sintomatología aguda.
Ocasionalmente se observan cuadros de dolor vago renal en relación con Litiasis coraliforme o "en asta de venado"

9
UROLOGÍA

Diagnóstico culos, ya sean radiotransparentes o radioopacos. El principal inconveniente


de este procedimiento es la introducción de contraste yodado, que est á
El análisis básico de orina muestra generalmente hematuria y leucocituria, contraindicado en los pacientes con alergia, creatinina mayor de 2, mieloma
aunque ninguno de estos datos es realmente determinante. múltiple o deshidratación importante.

Los cristales de oxalato cálcico dihidratado aparecen como bipirámides tetra- Según las guías clínicas, la urografía intravenosa ( UIV) actualmente ha sido
gonales al observarlos con lupa binocular. Los de oxalato cálcico monohidra- desplazada por la TC helicoidal sin contraste, que se ha convertido en el
tado aparecen como cristales alargados que adoptan forma de empalizada, nuevo estudio de referencia para las litiasis y permite evaluar todo tipo de
formando cálculos de estructura radiada, con aspecto compacto y macizo. cálculos ( P 02).

Entre los fosfatos calcicos, la brushita es el compuesto m á s ácido, formando Tratamiento


cristales grandes en forma de abanico de color azul con luz polarizada. Las
apatitas tienen aspecto microgranular o esferocítico. El á cido úrico aparece El manejo agudo del cólico renal se basa en el control del dolor. Para esto,
bajo la lupa como una desordenada aglomeración de cristales. En algunos es preciso conseguir una disminución de la presión dentro de la vía urinaria,
cálculos, los cristales está n tan juntos que se asemejan a una masa continua. lo que puede hacerse, sobre todo, con antiinflamatorios, que disminuyen el
dolor y la diuresis al inhibir la síntesis de prostaglandinas. En ocasiones, éstos
La estruvita (o fosfato amónico magnésico) es el componente m á s carac- resultan insuficientes o est án contraindicados ( p. ej., en la insuficiencia renal),
terístico de los cálculos producidos por infección por gérmenes urealíticos . pudiéndose utilizar también otros f á rmacos como los opiáceos. Asimismo, se
Sus cristales tienen formas prism áticas polimorfas, y raramente se observan pueden usar espasmolíticos, que disminuyen la presión intraureteral al relajar
los cristales "en ataúd" que pueden hallarse en el sedimento. La cistina se la pared del uréter, aunque a priori deben evitarse puesto que también dismi-
reconoce fácilmente por su aspecto acaramelado, formando cristales hexa- nuyen el peristaltismo del mismo dificultando la expulsión de la litiasis.
gonales en prismas o láminas.
Existe una serie de situaciones en las que el cólico renal se convierte en una
En teoría, el 90% de los cá lculos son visibles en una radiografía simple de urgencia que precisa de hospitalización y, eventualmente, de manipulación
abdomen, aunque este porcentaje es considerablemente menor en las invasiva (derivación urinaria ) :
radiografías urgentes sin preparación intestinal. Radiológicamente, la mayo- • Obstrucción grave, principalmente si se acompaña de litiasis mayor de
ría de los cálculos son radioopacos, exceptuando los de á cido úrico y algunas 10 mm.
otras composiciones infrecuentes ( sulfamidas, xantina, ¡ndinavir ). • Fiebre elevada (> 38 °C).
• Dolor incontrolable.
El estudio de imagen se completará mediante otras técnicas diagnósticas. • Riñón único.
La ecografía permitirá visualizar incluso las litiasis radiotransparentes, con
el inconveniente de no ser vistas aquéllas ubicadas en el trayecto ureteral Asimismo, en pacientes diabéticos, por el mayor riesgo de complicaciones,
( salvo las zonas cercanas a la vejiga o al riñón). También se podrá evaluar el es aconsejable, si no el ingreso, al menos una observación estricta. Una situa-
grado de hidronefrosis. ción similar ocurre durante el embarazo, donde una dilatación leve de la v í a
urinaria puede considerarse "fisiológica", pero obstrucciones má s importan
La urografía ofrece información morfológica y funcional de ambos riñones tes, o la aparición de fiebre, hacen aconsejable la colocación de un catéter
( Figura 4 ). ureteral (Figura 5 ).

Figura 4 Figura 5

litiasis
cofjlifofrrí*
izquwda

( A) Litiasis ureteral. (B) UIV de uropatía obstructiva izquierda

Debe tenerse en cuenta que, durante el cólico renal, puede observarse una r
anulación funcional, sin que signifique necesariamente deterioro de dicha
Doble J derecho. Litiasis ureteral derecha. Litiasis coraliforme izquierda
unidad renal. Mediante esta técnica se pueden diagnosticar todo tipo de cá l-

10
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición 03. Urolitiasis

/ J Litiasis cá lcica
Tratamiento de la litiasis renal
Fn la mayor ía de las ocasiones se desconoce el origen de la litiasis cálcica,
aunque se puede hacer una aproximación a los factores de riesgo que influ -
.
yen en su aparición Sólo en un pequeño porcentaje de casos existe una
enfermedad de base que puede ser tratada, y de esta forma desaparece la
formaci ón de cá lculos c álcicos.
Apuntes • H í percalciuria idiop á tica. Es la causa má s frecuente de litiasis c á lcica .
del profesor Se define como una excreción urinaria de calcio mayor de 300 mg/ 24 h
en el var ón y 250 mg/ 24 h en la mujer. De cara a su tratamiento,
las tiazidas disminuyen el calcio urinario, reduciendo la formación de
.
litiasis La administración de citrato potá sico ayuda a evitar la hipopo-
tasemia y aumenta el citrato urinario, que es inhibidor de la litogéne-
sis (Tabla 5 ).

Tabla 5
Evaluación y tratamiento Absortivas Resortivas Renales
• Addosis tubular distal
de la litiasis renal • Aporte excesivo
• Síndrome de Bumett
• Hiperparatiroidismo
• Inmovilización • Idiopática
(leche y alcalinos) • Tumorales
• Hipervitaminosis 0 • Enfermedad de Paget
Este apartado se puede dividir en dos partes. Por un lado, el estudio de la
• Idiopática • Síndrome de Cushing
litiasis con la finalidad de instaurar un tratamiento preventivo de su forma -
• Sarcoidosis
ción; y por otro, el estudio y tratamiento de la litiasis ya formada .
Causas m á s frecuentes de hí percalciuria

Estudio y tratamiento preventivo


Hiperuricosuria. Excreción en orina de má s de 800 mg/ 24 h en el
La evaluación del paciente con litiasis se basa en un estudio metabólico para varón o 750 mg/24 h en la mujer. Ademá s de favorecer la litiasis úrica,
determinar qué factores son modificables, en un intento de evitar la recidiva la hiperuricosuria constituye un factor de riesgo para la formación de
( Tabla 4) . cá lculos de calcio, probablemente por nucleació n heterogénea sobre
.
núcleos de á cido ú rico o urato só dico Generalmente se debe a un
RECUERDA exceso de purinas en la dieta .
La furosemida, al revés que las tiazidas, aumenta el calcio Hiperoxaluria. Se considera como tal la excreción en orina de má s de
urinario. 40 mg/ 24 h. Existe una hiperoxaluria primaria, que es consecuencia
de un defecto enzimá tico autosómico recesivo; no tiene tratamiento,
y generalmente conduce a insuficiencia renal por litiasis recidivante. El
Este estudio debe reservarse para aquellos pacientes con alta probabilidad único tratamiento que existe actualmente es el trasplante hepá tico,
de recidiva, aunque cada vez má s autores indican que debe realizarse a todos que suele ir unido al renal, aunque algunos casos responden a pirido-
los pacientes. Son indicaciones de estudio metab ólico: xina .
• Edad temprana de aparición.
• Litiasis bilateral. RECUERDA
• Litiasis en riñón único o malformado. La causa má s frecuente de hipercalcemia en un paciente
• Composición poco frecuente. ambulatorio es el hiperparatiroidismo primario. En cambio,
• Litiasis recidivante. la hipercalcemia má s habitual en uno ingresado es la de ori-
gen neopl á sico.
• Nefrocalcinosis.
• Litiasis coraliforme.


No obstante, la mayoría de los casos de hiperoxaluria son secundarios
Desde el punto de vista pr áctico, las litiasis se pueden dividir en las de com- a malabsorción de á cidos grasos por enfermedades crónicas pancrea -
posición c á lcica y las de otras composiciones, ya que el primer grupo supone tobiliares, derivación intestinal para el tratamiento de la obesidad mór-
la mayoría de los casos ( 70 - 80%) tratados habitualmente. bida, resección ileal, enfermedad inflamatoria intestinal, hí percalciuria

lilil í I
Litiasis caldca (oxalato o fosfato) Litiasis úrica Litiasis ristínica Litiasis infectiva (estmvtta)
• Hípercalciuria idiop á tica • Gota primar ía Cistinuria Infecciones por microorganismos
• Hípercalciuria secundar ía a hipercalcemia • Hemopatías productores de ureasa
• Hiperuricosuria • Enfermedades digestivas
• Hiperoxaluria • Ingesta excesiva de purinas
• Hipocitraturia • Fármacos
• Addosis tubular renal distal • Litiasis úrica idiopática
• Litiasis cá lcica idiopática
Tipos de litiasis. Situaciones que favorecen su aparición

11
UROLOGÍA

coincidente o por falta de calcio en la dieta, lo que permite que exista El tratamiento consiste en aumentar la diuresis diaria (má s de 3 l/ día ), alca-
mayor cantidad de oxalato intestinal para su absorción. La intoxicación linizar la orina por encima de 7,5 y, en caso de que esto sea insuficiente,
por etilenglicol y metoxiflurano puede producir hiperoxaluria, así como puede iniciarse tratamiento con D - penicilamina ( 250 mg/6 h) o a - mercapto -
.
la ingesta de vitamina C en altas dosis En todos estos casos secundarios, propionilglicina ( 250 mg/6 h).
el tratamiento con colestiramina, una dieta pobre en grasas y la correc-
ción de la malabsorción, en la medida de lo posible, suelen ser medidas Litiasis infectiva
eficaces.
• Hipocitraturia . Excreción de citrato inferior a 300 mg/ 24 h. General - Los cálculos infectivos de estruvita o de fosfato am ónico magné sico ( MgN-
mente se asocia a otras anomalías urinarias. Aunque de causa desco - H4P04-6H20) ( P 03 ) se desarrollan en un ambiente alcalino, producido por
nocida, puede contribuir una dieta rica en proteínas, hipopotasemia, infección persistente de gérmenes que hidrolizan la urea, aumentando la
enfermedad intestinal o infección urinaria . cantidad de amonio urinario. Los principales gérmenes que poseen ureasa,
• Hiperparatiroidismo primario. Supone la causa más frecuente de ademá s de diversas especies de Proteus ( P 04 ), son Pseudomonas, Klebsiella,
hipercalciuria conocida ( véase Secci ón de Endocrinolog ía, metabolismo Serrada y Enterobacter. La presencia de cuerpos extraños ( sondas vesicales,
.
y nutrició n ) suturas ) favorece su formación.
• Acidosis tubular renal distal ( véase Sección de Nefrología ). Enferme-
dad autosómica recesiva. Consiste en la imposibilidad del t úbulo distal Para su tratamiento se han empleado diversos métodos, generalmente
para excretar hidrogeniones a la orina (orinas persistentemente alcali- ineficaces. La antibioterapia únicamente mantiene estéril la orina durante
.
nas ) con aumento de la eliminación de calcio a la orina Existen formas los cursos de tratamiento. Parece más prometedor el uso de inhibidores de
incompletas que se observan en pacientes formadores de cálculos de la ureasa con ácidos hidroxámicos. Éstos son moléculas aná logas a la urea
oxalato cálcico y con hipercalciuria idiop á tica. En éstos probablemente que forman un complejo enzima -inhibidor irreversible. Se utilizan básica -
la acidosis tubular no juegue un papel importante y responden a tiazi- mente dos sustancias de esta naturaleza: el á cido propiónico y el acetohi-
das. droxá mico. Su empleo suele venir acompañado de cefaleas, temblores,
• Otras circunstancias que favorecen la litiasis calcica. Sarcoidosis, sín- trombosis venosas u otros síntomas neurológicos, por lo que tampoco son
drome de Cushing, diuresis escasa, dé ficit de inhibidores o anomalías en de gran aceptación.
.
el pH urinario ( alcalosis )
• Litiasis cá lcica idiopática. Aproximadamente en el 80% de los pacien- Todo lo relativo al estudio de la nefrolitiasis expuesto anteriormente se
tes con litiasis c á lcica no se demuestra ninguna anomalí a en el estudio puede repasar en la Tabla 6.
metabólico.
Tratamiento de la litiasis ya formada < F¡eurae>
Litiasis úrica
Los cá lculos ya formados no expulsables ( > 4-5 mm) precisan de tratamiento
El ácido úrico no disociado es poco soluble en orina. Con un pH urinario de 5, "agresivo", es decir, necesitan ser extra ídos quirúrgicamente o fragmentados
la solubilidad del á cido úrico es únicamente de 100 mg/l, mientras que con un de forma que puedan ser expulsados espontá neamente.
pH de 7 es de 1.580 mg/l. Esto demuestra la gran importancia del pH urinario
en la formación de cálculos de ácido úrico. Aparte de éstos, también existe una A continuación se analizan brevemente las diversas formas de tratamiento :
pequeña proporción de cálculos de urato monosódico y urato amónico. • Cirugí a abierta. Ha sido el tratamiento estándar hasta la aparición de la
litotricia extracorpórea . Aún hoy, es preciso recurrir a la cirugía cuando
El objetivo del tratamiento es reducir el á cido úrico excretado y aumentar el fracasan las ondas de choque o en determinados casos para reducir la
pH urinario, ya que los c á lculos m á s frecuentes en pacientes hiperuricémicos masa litiá sica ( cálculos coraliformes).
son los de á cido úrico. Por otra parte, este tipo de c álculos son los que mejor • Endourología. La manipulación endoscópica de la vía urinaria es cada día
responden al tratamiento mé dico mediante quimió lisis por alcalinización má s accesible gracias a las mejoras técnicas. Puede realizarse extracción
urinaria. Pueden administrarse diversos á lcalis; el citrato potá sico impediría directa del cálculo mediante distintos tipos de pinzas o cestillas, o bien frag-
el teórico riesgo de formación de cálculos cálcicos por su efecto inhibidor, mentar previamente el cálculo mediante diversas fuentes de energí a, como
pero también pueden tratarse con bicarbonato s ódico o citrato sódico. Una .
la electrohidrá ulica, ultrasónica o láser Se puede acceder hasta el cá lculo
alternativa es la acetazolamida en dosis de 250 mg/día. Cuando, ademá s, la mediante ureterorrenoscopia ( URS), en los dos tercios inferiores del ur éter;
uricemia es alta, puede tratarse con alopurinol. o nefrolitotomía percutá nea ( NLPC), en las litiasis renales > 2 cm ( P 05 ).
• Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC ). Las ondas de
Litiasis cistínica choque se transmiten a través de los tejidos corporales con la misma
impedancia acú stica que el agua hasta alcanzar la litiasis, sobre la que
La cistinuria es un trastorno autosómico recesivo en el que existe un defecto produce fenómenos de compresión y descompresión que conducir án
de absorción, a nivel intestinal y tubular proximal, de los aminoácidos dib á- .
a su fragmentación Prá cticamente todos los c á lculos son susceptibles
sicos: cistina, ornitina, lisina y arginina (COLA), aunque parece que puede de tratamiento mediante LEOC. La única limitación serían aquellos
existir un trastorno en el que únicamente se ve afectada la cistina, lo que cálculos no localizadles por su peque ño tama ño (< 2 - 5 mm ). Cual-
indicaría que, ademá s de un mecanismo de transporte común, existe uno quier litiasis podría ser tratada con LEOC, aunque esto tendrá que
independiente para la cistina. ser matizado en función de su tama ño, composici ón y dureza, loca -
lización, particularidades anat ómicas de la vía excretora y paciente,
Los niveles de cistina en orina de 24 horas son superiores a 100 mg; de .
función renal y tipo de litotriptor disponible La presencia de hiper-
hecho, los homocigotos pueden excretar má s de 600 mg/día. El diagnóstico tensión arterial no controlada facilita el riesgo de hemorragia durante
se realiza identificando los característicos cristales hexagonales en orina, o la sesi ón de litotricia, luego deberá ser estabilizada previamente a la
por una prueba positiva de nitroprusiato sódico ( la orina se tiñe de azul en misma y constituye, en cierto modo, por ello, contraindicación rela-
pacientes afectados por esta enfermedad: test de Brand). tiva de LEOC (Tabla 7) .
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición 03 . Urolitiasis

Tabla 6
Estruvita
Sales caldcas
(fosfato amónico magnésico)
Addo úrico Cistina

Frecuencia • Oxalato cálcico: 55-6096 10- 15 % 5- 10% 1- 3%


• Fosfato cá lcico: 10- 15%
Sexo Varón Mujer Varón Varón = Mujer
Etiología • Hipercalciuriá idiopática Infección por gérmenes ureasa {+) • Gota (50%) ía
Cistinur
• Idiopática • Idiopática (< 50%)
• Hiperuricosuria ( 20%) • Hiperuricemias secundarias
PH Alcalino Alcalino Á cido Á cido
Radiología Radioopacos Radioopacos Radiotransparentes Radiolúcidos
Morfología • Formas prismáticas polimorfías Aglomerados de cristales Cristales hexagonales en prismas
de los cristales • Cristales "en ata úd " desorganizados, a veces formando o láminas
9 masas continuas

Cristales de fostato Ca
-*

O
/ fí
Cristales de OxCa Cristales de estruvita Cristales de ácido úrico Cristales de cistina
Tratamiento • Hipercalciuria idiopática: tiazidas • Áddo propiónko y á cido acetohidrox ámico • Alcalinizar la orina • Forzar diuresis (ingesta hídrica)
• Hiperoxaluria 1.a: piridoxina • Antibioterapia • Alopurinol (si hay hiperuricemia ) • Alcalinizar orina
• Hiperoxaluria 2.* colestiramina • En ocasiones cirugía • Dieta de bajo contenido proteico • D-penicilamina ( si no hay respuesta)
Tabla-resumen de las nefrolitiasis

Figura 6

Manejo de la urolitiasis

Crisis Estable
cuadro agudo cuadro crónico

No complicado
J i Complicado
Indican
o no LEOC
o cirugía
¿Edad?
¿Tipo de c álculos ?
¿Periodicidad de la clínica ?
¿Tipo de síntomas ?
¿ Viabilidad renal ?
I \
Tratamiento sintomático: • Obstrucción grave
• Espasmol¡ticos • Infección, fiebre
y antiinflamatorios • Dolor incoercible Tratar la condición
• Reposo e hidratación
Litotricia Cirugí a
• Riñón único preexistente

\
Ecografía renal
i • Cólcica: acidificar (no útil si oxalato),
citratos, tiazidas colestiramina
• Extracorpórea
(LEOC)
• Ureterotomí a
• Pielolitotomia
Dilatación
y dieta baja en grasas y rica • Percut ánea • Nefrectomia
Ingreso y tratamiento agresivo: en calcio, si hiperoxaluria ultrasonogr á fica
• Drenaje
• Urica: alcalinizar, alopurinol con microlumbotomia
(catéter o nefrostomí a) • Estruvita: acetohidrox ámico • Endoscópica
• Tratamiento parenteral: • Cistina: D-penicilamina, vit. vía uréteraI
-
Antibióticos
- Remontar hemodinámica
y alcalinizar
Contraindicada en:
- Equilibrio electrolítico • Embarazo
- Narcóticos • Infección
• Obstrucción distal
• Vigilancia estrecha • Aneurismas
• Coagulopatias
• Obesidad
• Arritmia cardí aca

Tratamiento de la litiasis renal ya formada (LEOC: litotricia extracorpórea por ondas de choque)

13
UROLOGÍA

Tabla 7 Complicaciones
Absolutas Relativas (precisan de control previo al tratamiento)
• La expulsión de fragmentos lí tiá sí cos puede ocasionar un cólico renal y,
• Embarazo • Alteraciones de la coagulación
• Obstrucción distal
con menor frecuencia, obstrucción ureteral ( steinstrasse o "calle litiá -
• Aneurisma a órtico .
sica") Esta posibilidad es mayor ante litiasis de gran tamaño, por lo que
• Infecdón activa • Alteraciones del ritmo cardíaco, marcapasos o desfibriladores en algunos de estos casos se puede colocar un catéter de derivación
• Obesidad urinaria ( nefrostomía o doble J) antes de la LEOC para disminuir este
• Hipertensión arterial descontrolada riesgo, generalmente en litiasis superiores a 2 cm.
• Derivadas del efecto directo de las ondas de choque, pueden aparecer
Contraindicaciones de LEOC
contusiones renales manifestadas como hematuria, hematomas rena -
RECUERDA
les, equimosis o eritema cutá neo y, en grado máximo, rotura renal La .
hematuria se considera la complicación má s frecuente de la litotricia .
La endourología y la litotricia extracorpórea por ondas de
• M á s controvertida es la teórica relación de la LEOC con la aparición de
choque son los mé todos resolutivos para las litiasis no ex-
hipertensión arterial, pues no está demostrada en las últimas revisio-
pulsares (> 4-5 mm); la cirugía abierta es hoy en día anec - nes publicadas, aunque sí la relación entre hematoma renal post- LEOC
dótica para este fin. e hipertensión arterial.

Ideasclave
Los c á lculos m á s frecuentes son los de oxalato cálcico. / Precipitan en medio ácido: ácido úrico y cistina. Precipitan en medio
alcalino las que contienen fosfatos ( fosfato amónico magnésico o estru-
Globalmente, la litiasis es m á s común en el varón, salvo las de estruvita, vita, y el fosfato cálcico ).
m á s habituales en mujeres.
/ En el tratamiento de la litiasis por ácido úrico es beneficioso alcalinizar
La radiografía de abdomen no permite ver algunos cálculos, como los la orina.
de urato. Sin embargo, la ecografía puede verlos, independientemente
de su composición . / Los cálculos de oxalato NO se ven alterados por el pH ( "al oxal, el pH le
da igual").
/ Litiasis radiotransparentes. Sulfamidas, Indinavir, Urato, Xantinas ( SIUX ) .
Las de cistina son radiolúcidas; y el resto, radioopacas. y Los c álculos de estruvita se relacionan con microorganismos producto -
res de ureasa, como Proteus.
/ Las tiazidas son útiles para la hipercalciuria idiopá tica.
/ Las contraindicaciones absolutas para LEOC son: embarazo, infección
Los cálculos asociados a las resecciones ileales o a la enfermedad infla- activa y obstrucción de las vías urinarias distal al cálculo.
matoria intestinal son de oxalato cá lcico .

Casosclínicos
Mujer de 50 años, diabé tica insulinodependiente, con infecciones urina- 1) Solicitar hemocultivos y urocultivo para establecer la necesidad de an-
rias y cólicos nefríticos de repetición. Acude a Urgencias por dolor en fosa tibioterapia.
renal izquierda de 5 días de evolución, asociado en las últimas 24 horas a 2) Realizar urografía intravenosa para intentar filiar la causa.
fiebre, escalofríos y malestar general. Analítica de sangre: plaquetopenia, 3 ) Hidratar a la paciente bajo observaci ón rigurosa, y repetir ecografía a las
leucocitosis y disminución de la actividad de la protrombina. Analí tica de 48 horas.
orina normal. Radiografía de abdomen con claras imágenes de litiasis. Eco - 4 ) Colocar catéter doble J o practicar nefrostomía percutánea de forma in-
grafía renal: dilatación moderada de sistema excretor izquierdo. ¿Cu ál es mediata con cobertura antibiótica.
la conducta má s adecuada ?
RC: 4

14
Tumores renales

V « *AÍ\ > tV

r- El 30% presenta metá stasis a distancia en el momento del diagnóstico aun-


que, contrariamente, cada vez son má s los hallazgos incidentales al reali-
Carcinoma de células renales zar ecografías abdominales de rutina por otra causa, alcanzando en algunos
estudios má s de la mitad de los casos diagnosticados.
(adenocarcinoma renal, hipernefroma)
La anomalía má s frecuente es la hematuria macroscópica o microsc ópica
( 60%). Otros hallazgos frecuentes son dolor ( 40%), pérdida de peso ( 30%),
Es el tumor s ó lido renal más Figura 7 anemia ( 40%), masa en flanco ( 24%), hipertensión arterial ( 20%), hipercalce-
frecuente (90%) ( Figura 7). mia ( 6%), eritrocitosis ( 3%). El 20% de los pacientes presentan como cuadro
Se trata de un tumor fun - paraneoplásico alteración de las enzimas hepá ticas sin evidencia de metá s-
damentalmente de la edad tasis ( síndrome de Stauffer).
adulta, con mayor inciden-
cia entre los 40-60 años, Ocasionalmente, el adenocarcinoma renal puede producir hormonas pro-
con predominio en el var ón ductoras de síndromes clínicos según la sustancia secretada. Entre éstas se
( 2:1) a excepción de la varie- encuentran péptidos PTH- like, prostaglandinas, prolactina, renina, gonadotro-
dad cromófoba, tí pica de las pinas o corticoides. La invasión de la vena renal principal puede ocasionar la
mujeres. El má s frecuente aparición de un varicocele de forma repentina, que no disminuye en decúbito.
es el tumor de c é lulas claras,
aunque hay otras muchas RECUERDA
variedades ( papilar, cromó- La producción de péptidos puede aparecer en el hiperne-
fobo...). froma, pero es más tí pica de carcinomas epidermoides (pul-
món, esófago...).
Entre los factores de riesgo
que se han implicado se Diagnóstico
encuentran el humo del Carcinoma de células renales
tabaco, el cadmio y la obe- La ecografía es la primera prueba complementaria que debe realizarse, de
sidad. Existen formas familiares que suelen ser múltiples y bilaterales, forma que la identificación ecográ fica de una lesión que cumple criterios de
como en la enfermedad de Von Hippel - Lindau y, en menor medida, la quiste simple (contorno liso, contenido transónico y refuerzo posterior) hace
esclerosis tuberosa . Se han identificado alteraciones cromosómicas que innecesarios mayores esfuerzos diagnósticos, pudiendo efectuarse un segui-
.
implican al cromosoma 3 Asimismo, existe una incidencia aumentada miento ecográ fico anual. De esta forma se diagnostican la mayoría de las
en el riñón poliquístico, en la enfermedad quística adquirida de la insu- masas renales en la actualidad ( Vídeo 2 ) (Figura 8).
ficiencia renal crónica y en los riñ ones malformados, como el riñón "en
herradura" Procede de las c élulas del t úbulo contorneado proximal, y
microscópicamente predominan las c élulas claras sobre las granulares y
fusiformes.

RECUERDA

La esclerosis tuberosa y la enfermedad de Von Hippel -Lin-


dau se asocian tambié n a otro tumor renal, el angiomio -
lipoma.

Clínica
La tríada clá sica (hematuria, dolor y masa en el flanco) ocurre únicamente en
el 10% de los casos y, cuando se presenta así, generalmente se trata de una Realización de una ecografí a renal. En la imagen del ecógrafo, riñón derecho
con quiste simple
enfermedad avanzada.

15
UROLOGÍA

La realización de punción- aspiración con aguja fina ( PAAF) de una masa renal Como en la pr áctica totalidad de la patología urológica, la UIV est á siendo
para su filiación es una exploración agresiva que, debido a su baja sensibili- cada vez má s desplazada por las distintas modalidades de estudio con TC,
dad, no se justifica actualmente, excepto en casos excepcionales . pero ademá s, en el adenocarcinoma renal proporciona pocos datos y de
forma indirecta, como puede ser la distorsión del sistema colector, su ocu-
Figura 8 pación o la anulación funcional del riñón. En las placas tomogr á ficas de
la UIV puede observarse la presencia de una masa o una alteración del
contorno renal .

La arteriografía renal, exploración obligada hace años, ha quedado relegada


a los casos dudosos, riñones únicos y otras situaciones en las que se plantea
.
tratamiento quir úrgico conservador El patrón arteriogr áfico caracter í stico
incluye neovascularización tumoral, lagos venosos, fístulas arteriovenosas y
vasos capsulares.

El estudio de extensión, si se sospechan met ástasis, se completará con la


realización de radiografía de t órax, analítica hepá tica completa y, en algunos
casos dudosos, gammagrafía ó sea. El procedimiento diagnóstico ante la pre-
sencia de masas renales se puede observar en la Figura 11.

Ecografía de quistes renales simples Figura 11

La TC es el mejor método aislado para evaluar una masa renal; proporciona Masa ranal descubierta accidentalmente

información precisa sobre metástasis ganglionares ( 80%) y afectación de • Examen fí sico


órganos adyacentes ( Figura 9). • Aná lisis de orina

Figura 9
Ecografía

1
Quiste complejo
Quiste simple
o masa s ólida

1
Observar

1
Masa sólida
Angiomiolipoma
o quiste complicado

TC de masa renal izquierda


Nefrectomía
radical
No complicado:
observación
*
Complicado:
• Nefrectomía simple
la resonancia magnética ( RM ), aunque no se emplea de manera rutinaria o parcial • Nefrectomí a parcial
en este tipo de pacientes, sí se utiliza como método de diagnóstico bá sico • Embolización

en sujetos en los que se sospecha afectación trombótica tumoral de la vena


renal o cava (Figura 10). Algoritmo diagnó stico de las masas renales

Figura 10 Tratamiento
Una vez estudiado el tumor y descartada la presencia de met á stasis, tanto
viscerales como ganglionares, el tratamiento de elección es la nefrectomía
radical, incluyendo la fascia de Gerota y la glá ndula suprarrenal.

En ocasiones especiales se puede plantear la cirugí a conservadora o par-


cial, como en los tumores bilaterales, en aquéllos que aparecen sobre riñón
único, o sujetos con nefropatías médicas, en los que la pérdida de masa
nefronal obligaría a diálisis.

Adem á s de en estas indicaciones imperativas, actualmente es el nuevo


patrón de referencia en el tratamiento de tumores pequeños ( menos de 7
cm ), bien delimitados y sin afectaci ó n de la grasa perirrenal. En estos pacien-
RM de tumor renal con trombo en venas renal y cava
tes seleccionados parece que la supervivencia y la tasa de recidivas loca -

16
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición 04. Tumores renales

les son semejantes a las que se presentan en casos similares tratados con
nefrectomia radical.
Otros tumores
La linfadenectomía regional no mejora la supervivencia y únicamente tiene
validez, por tanto, en la estadificación, por lo que no se realiza sistemá tica-
mente. Se establece sobre la base de los hallazgos quirúrgicos y anatomopa- Tumor de Wilms (vé ase Secci ón de Pediatría ).
tológicos. Tumores renales metastá sicos. Pueden encontrarse met á stasis en el
riñón de tumores de pulmón (lo má s frecuente), mama, melanomas e
.
Otras formas de tratamiento carecen de eficacia Tanto la quimioterapia infiltración por linfoma.
.
como la radioterapia ofrecen resultados pobres En el caso de enfermedad Tumores benignos:
.
metastá sica, las opciones son múltiples, pero ninguna satisfactoria Aunque Adenomas corticales. Son los tumores má s frecuentes del adulto,
se ha descrito la regresión de las lesiones metastá sicas tras la nefrectomia, aunque indistinguibles clínicamente del adenocarcinoma, por lo
esto ocurre únicamente en un 1%, y generalmente de forma transitoria, por que se tratan como tales. El criterio clásico de tama ñ o ( 3 cm ) para
lo que no se justifica salvo de forma paliativa por otros motivos. su diagnó stico diferencial no es válido en la actualidad.
Angiomiolipomas. Se asocian a la esclerosis tuberosa en un 50%.
La ¡nmunoterapia con interferones, interleucina, linfocitos killer activados y Compuestos de una proporción variable de grasa, vasos y fibras
ciertas combinaciones de quimioterapia con inmunoterapia son alternati- .
musculares Cuando son grandes (mayores de 4 cm), pueden oca -
vas para la enfermedad metastásica, pero en ninguna de ellas se obtienen sionar un síndrome de Wünderlich por sangrado retroperitoneal
tasas de respuesta superiores al 15 %. Actualmente se utilizan de preferen- .
espont áneo Cuando se asocian a esclerosis tuberosa, suelen ser
cia anti-tirosina-cinasas y otros angiogénicos como los inhibidores de VEGF múltiples y bilaterales, por lo que deben tratarse de forma conser-
( sunitinib, bevacizumab ) en primera línea, antiangiogénicos inhibidores de vadora. Si dan problemas pueden extirparse o embolsarse.
.
la m -TOR ( everolimus, tacrolimus ) en segunda línea Las situaciones que Oncocitoma. Considerado benigno, aunque en algunos se han
favorecen la respuesta al tratamiento inmunoterapéutico son presencia de detectado metástasis. Hay criterios radiológicos para distinguirlo
met á stasis pulmonares exclusivamente ( "en suelta de globos" tí picas de del adenocarcinoma ( típicamente llamada imagen "en rueda de
estos tumores ), buen estado general, y que se haya realizado la nefrectomia carro"), pero en la mayoría de los casos, ni éstos ni la citología o la
.
( cirugí a citorreductora) biopsia ofrecen garantí as suficientes de su benignidad, por lo que
tienden a ser tratados mediante nefrectomia .
En la actualidad se investiga sobre autovacunas elaboradas con linfocitos Nefroma mesoblá stico ( hamartoma fetal ). Es el tumor benigno
peritumorales que parecen ofrecer resultados alentadores. má s frecuente en recién nacidos y lactantes .

Ideasclave
/ El m á s frecuente de los tumores sólidos renales es el hipernefroma . / La elevación de las transaminasas sin afectación hepá tica es típica del
hipernefroma ( síndrome de Stauffer ).
/ El paciente característico es un varón de mediana edad, obeso y fumador.
/ No confundir un quiste simple con un hipernefroma. Los criterios de
/ La tr íada clá sica consiste en hematuria, dolor y masa en flanco. Actual- quiste simple son contorno liso, contenido transónico y refuerzo pos -
mente, lo m á s habitual es que sea incidentaloma (asintom ático). Si pro- terior.
duce síntomas, el má s frecuente es la hematuria.
/ La primera prueba de imagen, ante la sospecha de hipernefroma, sería
/ Hay que sospechar tumor renal ante un varicocele izquierdo, de apari- la ecografía .
ción súbita y que no cede con el decúbito .
/ El tratamiento fundamental del hipernefroma es la extirpación quir úr -
/ El hipernefroma puede producir multitud de síndromes paraneoplá si- gica. La quimioterapia y la radioterapia tienen un papel muy secun -
.
cos Esto puede complicar bastante el diagnóstico; de ahí el sobrenom- dario .
bre de "tumor del internista".

Un hombre de 45 a ños tiene un carcinoma de c élulas renales extendido. Un paciente de 62 años, con alteración de la función renal y crisis de hematuria,
Los niveles de GOT, fosfatasa alcalina, LDH y a- 2 globulina son elevados y .
presenta una masa abdominal palpable en flanco derecho Se le realiza una TC,
.
el tiempo de protrombina alargado El hígado aparece difusamente agran- detectándose una masa de carácter sólido de 8 cm de diámetro en riñón de-
dado, pero no existen defectos focales de infiltración intrahepá tica. La ex- recho. En la anamnesis destaca que el paciente es fumador de 35 cigarrillos al
plicación etiológica má s probable para estos hallazgos ser á: día. ¿Cuál es, entre los siguientes, el diagnóstico de presunción m ás probable?

1) Efectos hepatotóxicos de tumor. 1) Nefroblastoma.


.
2 ) Metá stasis hepática 2) Liposarcoma.
3) Amiloidosis. 3) Angiomiolipoma.
4) Trombosis tumorales que obstruyen la vena hepá tica.. 4) Adenocarcinoma.

RC: 1 RC: 4
Hiperplasia prostática benigna
y carcinoma prostático

••

Vi

periférica, formando la llamada cápsula quirúrgica . Su etiopatogenia no está


clara; aunque el estímulo androgénico a través de su forma activa, la dihidro-
Hiperplasia prostática benigna testosterona, es fundamental, su papel exacto no ha sido determinado. Las
teorías más recientes abogan por un desequilibrio hormonal de estrógenos/
andr ógenos, o por la existencia de factores de crecimiento prostéticos con
La hiperplasia prostá tica benigna (HPB) afecta en mayor o menor grado a la un papel permisivo del ambiente hormonal. No existe evidencia de asocia-
gran mayorí a de los varones a partir de la quinta década de la vida, alcan- ción entre HPB y carcinoma prost ático.
zando el 80-95% de la población masculina de 80 a ños.

La pr óstata se divide clásicamente en cinco lóbulos ( anterior, medio, poste-


rior y dos laterales ), aunque éstos únicamente se encuentran como tales en
HPB
la edad fetal. En el adulto se puede interpretar la anatomía de la próstata
dividida en dos partes: una zona periférica, donde se origina principalmente v<
el carcinoma, y una zona periuretral o transicional, de la que procede la HPB
( Figura 12 ). Mucosa
vesical
Figura 12
Zor\é d trensaoón
-
Eitrorra fbromuKular a ' tenor *

Uretra

Próstata

¿ora perif érica


Fisiopatogenia de la HPB
¿or\é central
Diagnó stico
1 ó»w o arleno -
conductos
El crecimiento prost á tico se produce generalmente hacia la uretra,
ryarulaco -
et ocasionando obstrucción de é sta y dificultando el vaciamiento vesical
( Figura 13 ).

Esto no se manifiesta inmediatamente, sino que, habitualmente, el proceso


pasa por una serie de etapas que incluyen una fase de compensación, una
clínica y una de descompensación.
1. Fase de compensación. El crecimiento prost á tico ocasiona un aumento
de la presión uretral durante el vaciado que es compensado por una
mayor actividad contráctil del detrusor que se hipertrofia, encontrando

I obulo
CjUrxJul 5
/ H Óbulo potttnor
presiones vesicales más elevadas. En esta fase, la clí nica puede ser
mínima o inexistente.
laboral *
tuburetrales 2. Fase clínica (Figura 14) . La elongación de las fibras musculares por
encima de un límite condiciona pérdida de capacidad contr áctil. En este
Anatomía de la próstata
momento aparece retraso del inicio de la micción, disminución del cali-
bre y de la fuerza del chorro miccional y alargamiento del vaciado (lo
La HPB est á compuesta de una proliferación variable de elementos glandula- que en conjunto se denomina síndrome prostático). El vaciado suele ser
res, musculares y del estroma, que en su crecimiento comprimen la próstata incompleto, dando lugar a un residuo posmiccional.

18
Manual CTO de Medicina y Cirug í a, 1 . a edició n

Ecografí a de hiperplasia prostética con crecimiento del lóbulo medio


intravesical
Hiperplasia prostética en fase de descompensación. Situación del mismo
paciente un año despué s de la anterior: hidronefrosis grave.
De la vejiga (no se observa) se evacuaron 3.500 mi de orina

En la evaluación del síndrome prosté tico, el tacto rectal continúa siendo


la exploración fundamental, sobre todo para diferenciarlo del carcinoma,
ya que no es infrecuente que ambas entidades coexistan. La clínica es lo
má s importante para valorar la indicación de tratamiento de la HPB, pues
no existe correlación entre el tamaño prost ático y el grado de obstrucción.
Cualquier zona sospechosa al tacto debe ser biopsí ada .

La medición del flujo má ximo miccional es también importante, conside-


r ándose normal cuando es mayor de 15 ml/s y claramente patológico si es
menor de 10 ml/s. El estudio puede completarse con una ecografía que per-
mita evaluar si existe afectación del tracto urinario superior, residuo pos-
miccional, litiasis vesical u otra patología asociada. El uso del PSA en la HPB
únicamente está indicado para descartar la presencia de carcinoma en la
próstata, ya que no sirve para diagnosticar HPB, aunque recientemente ha
demostrado ser el mejor predictor de la historia natural de la enfermedad. Es
decir, que mayores niveles de antígeno prostático espec ífico ( prostate-spe-
cific antigen, PSA) en HPB diagnosticada, probablemente se correlacionar á n
con mayores volúmenes prostáticos y con má s posibilidades de complicación
Hiperplasia prost ética en fase clínica. derivadas de la HPB.
UIV que muestra impronta prostática en vejiga
( vejiga "en montera") con ur é teres en anzuelo
Tratamiento
3. Fase de descompensación ( Figura 15 ) Se produce un vencimiento de Dentro de las posibilidades terapéuticas, la cirugía continúa siendo el único
detrusor vesical, que es incapaz de vencer la presión uretral, aumen- tratamiento definitivo para la
tando la sintomatología anterior y pudiendo presentarse retención uri- HPB.
naria. Ocasionalmente puede aparecer dilatación ureteral bilateral con
deterioro de la función renal. Esto se debe a uropatía obstructiva infra- Ésta puede ser endoscópica
vesical con pé rdida del mecanismo antirreflujo. ( RTUP: resección transu-
retral prost ática) o abierta
Pueden producirse también otro tipo de síntomas denominados "irritativos", ( adenomectomí a prostática )
que son debidos a la alteración funcional vesical y cuya resolución es más ( Figura 16 dependiendo
difícil tras la desaparición de la obstrucción. Entre estos síntomas se incluyen del tama ño del adenoma. En
polaquiuria, tenesmo, nicturia y urgencia miccional. Actualmente, parece el 10% de las piezas obteni-
que estos síntomas son tanto o m á s frecuentes que los meramente obstruc- das se encontrarán focos de
tivos y la tendencia es tratarlos de forma independiente, habitualmente con adenocarcinoma incidental.
anticolinérgicos o fi3-miméticos asociados o no a los clá sicos tratamientos
para la HPB. La HPB es la causa má s frecuente de obstrucción del tracto uri- Se debe tener en cuenta que
Pieza de adenomectomí a prostática
nario inferior en el varón. en la cirugía de la HPB no se

19
UROLOGÍA

extirpa ia c ápsula quir úrgica, que está constituida por las glándulas prost á- Los carcinomas ductales se originan en los conductos prostéticos en lugar de
ticas periféricas comprimidas por el adenoma, y es el principal origen del los acinos, e histológicamente pueden corresponder a carcinomas transicio-
carcinoma prost é tico, por lo que la intervención quir úrgica no protege del nales, escamosos, endometrioides o mixtos. Más raros son los carcínosarco -
desarrollo de este proceso. mas ( menos del 1%).

Los tratamientos no quirú rgicos incluyen una variedad de fitoterapias, poco El adenocarcinoma prostético, con frecuencia, es multifocal y presenta
efectivas si se valoran con par á metros objetivos, inhibidores de la 5a-reduc- poblaciones en distinto grado de diferenciación. En esta heterogeneidad se
tasa ( finasterida, dutasterida ) que reducen el tama ño prosté tico, antagonistas basa ia clasificación de Gleason, que asigna una puntuación de 1 a 5, según
a-adrenérgicos ( alfuzosina, prazosina, doxazosina, terazosina, tamsulosina, el patrón histológico de cada una de las dos poblaciones má s representativas
etc.) que relajan la musculatura del cuello vesical y uretra ( P 01). de la masa, sumando ambas puntuaciones para obtener un resultado final
de 2 a 10.
En principio, estos f á rmacos deben utilizarse en escalada terapéutica ( es
decir, iniciar monoterapia con a- bloqueante, independientemente de la La escala de Gleason se corresponde con el pronó stico de la enfermedad,
sintomatología y del tamaño prosté tico, e ir subiendo según lo necesario ) independientemente del estadio. Para la estadificación se emplea principal-
a pesar de la aceptación de estudios como el COMBAT, que parece indicar mente la clasificación TNM (Tabla 8
que en pacientes con sintomatología a partir de moderada, y con volúme -
nes prostéticos por encima de 30-40 cm3, se debe realizar de inicio terapia Tabla 8
combinada. TNM

RECUERDA T: define el tumor


• TI: tumor inaparente clínicamente (no palpable ni visible por técnicas
La finasterida también es útil para la alopecia androgénica,
de imagen):
donde se emplea en dosis mucho menores.
- Tí a: hallado incidentalmente. Afectación menor del 5% del tejido resecado
- Tlb: hallado incidentalmente. Afectación mayor del 5% del tejido resecado
- Tic: tumor identificado por punció n-biopsia por aumento del PSA
Como inconvenientes principales de los inhibidores de la 5a- reductasa se
• T2: tumor confinado a la próstata (induye la invasión de la cá psula prostética
encuentran impotencia, reducción del PSA en torno ai 50% ( dificultando el
sin exteriorización del tumor hacia el tejido adiposo periprost ático):
diagnóstico del carcinoma, si lo hubiese) y que tardan una media de 4 meses
en hacer efecto. De los a- bloqueantes, el principal inconveniente es la hipo-
- T2a: menos del 50% de un lóbulo
- T2b: más del 50% de un lóbulo
tensión. - T2c: dos lóbulos
• T3: extensión del tumor por fuera de la cá psula:
En cuanto a las indicaciones de tratamiento quirúrgico, globalmente, sólo un - T3 a: extensión transcapsular (sea unilateral o bilateral)
10% de los pacientes prosté ticos precisar á cirugía . La intensidad de las mani- - T 3b: invasión de la(s) vesícula (s) seminal(es)
festaciones clínicas subjetivas y la mala respuesta al tratamiento mé dico pue- • T4: tumor fijo o invade órganos adyacentes distintos a las vesículas seminales
den constituir la indicación para la intervención. Entre las causas "objetivas" (cuello vesical, esfínter extemo, recto, músculo elevador o pared pelviana)
que suponen indicación absoluta de tratamiento quirúrgico se encuentran:
• Retención urinaria reiterada. N: define la afectación ganglionar
• Hidronefrosis retrógrada (lesión del parénquima renal por obstrucción • NX: no se pueden estudiar los ganglios regionales
infravesical) . • NO: no metá stasis ganglionares
• Infección urinaria de repetición. • N1: metástasis a ganglios regionales

• Litiasis vesical. M: define las metástasis


• Hematuria de repetición.
• M0: no metá stasis
• MI: met á stasis a distancia:
- M í a : ganglios linfáticos no regionales
- Mlb: hueso
Carcinoma prostético - M1c: otras localizaciones
Estadificación del carcinoma de próstata

El adenocarcinoma prostético es el tumor maligno má s frecuente del aparato clínica


genitourinario masculino y el segundo en frecuencia general, despué s del
pulmonar. Sin embargo, si se incluyesen los carcinomas incidentales y los El carcinoma prosté tico es una enfermedad m á s frecuente en ancianos, y
encontrados en autopsia, supera al pulmonar en prevalencia. la mayoría de ellos se diagnostica por encima de los 60 años. Clínicamente
puede producir síntomas obstructivos del tracto urinario inferior superpo-
La hormonodependencia del cáncer prost é tico parece indicar el papel de los nibles a los de la HPB. A éstos puede añadirse la hematuria. El 25% de los
andrógenos en su etiologí a o patogenia ( P 02). La relación de factores gené- pacientes que refieren retención urinaria aguda presentan un carcinoma
ticos, ambientales o infecciosos no ha quedado suficientemente establecida . prosté tico. Aproximadamente un 25% de los pacientes presentan metá s-
tasis en el momento del diagnó stico; éstas pueden producir manifestacio-
Anatomía patológica nes como dolor óseo, compresión medular, rmeloptisis o coagulopatía. Por
fortuna, estos casos se encuentran en claro descenso gracias a la incorpora -
El 95% de los carcinomas prostéticos son adenocarcinomas originados en la ción del PSA, que facilita el diagnóstico de ia enfermedad en estadios tem-
zona periférica de la próstata ( P 03). pranos y comúnmente asintomáticos.
05 . Hiperplasia prostética benigna
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición y carcinoma prostético

Figura 17

T: tumor primario dinica TN n


*
Í X No puaoo evaluar el tumor
T0 No «litan i>9noi da tumor primario

Tí a Tlb

< 5% > 5%

TI Tümor no evidente corneamente no palpable


, T2 Tumor lirr t ado a la pr óitala T3 Tumor Que se extiende a travé s
ni visadle mediante t écnicas de anacen o a la cioivik sin iobepiu'U: de la capsula prostética.
T í a bítersión menor o 19 ja al 5 % del tefido resecado 12a Manos del 50% da sm ¿bulo • T Ja Extensión extiacapsular (unilateral o bilateral)

Tlb Extensión mayor del 5% del tejido resecado 12b Mas dal 50% da un lóbulo • T ib T umor invade a vesí cula semeal
Tic Tumor identtfcado mediarte punción T2c Oos lobuio *
baópsica (consecuencia de un PSA elevaoo)
N QanQlios linf áticos festónales

f £ /
T4 Ts^mor (Sjo o que invade estructuras adyacentes diferentes a las ves -cu= as seminales

Estadificación del adenocarcinoma de próstata


NX No se pueden evaluar los 9anglios linf á ticos reQionales
NO No Kay metástasis 9309! orares re? ocales
NI Met éstam en ganq ios linfáticos re9ionales

Diagnóstico del PSA, PSA libre ), aunque a ún no ha quedado establecida la ventaja de


éstos sobre el PSA aislado.
Tacto rectal
Si el PSA es menor de 4 ng/ml, es poco probable que se encuentre un
Continúa siendo el método fundamental de cribado ( P 04 ). Son accesibles cáncer de pr óstata. Si es mayor de 10, las probabilidades aumentan, lo
al tacto rectal todos los estadios excepto el TI, que por definición es un que aconsejaría una biopsia de pr óstata ecodirigida . Si est á entre 4 -10, se
hallazgo. Característicamente, el carcinoma es duro, nodular e irregular. En pueden utilizar los par á metros antes mencionados para valorar la necesi-
general, se puede realizar un tacto rectal y una determinación de PSA anual dad de biopsia.
a todos los varones por encima de 50 a ños aunque, de momento, la Orga-
nización Mundial de la Salud ( OMS) no aconseja la realizació n de cribado Pruebas de imagen
poblacional sistemá tico.
La ecografía transrectal ( ETR ) ( Figura 18 ) es el mé todo de imagen m á s útil
Marcadores tumorales para la estadificación local ( P 04 ), pudiendo ofrecer información impor-
tante sobre la afectación capsular, de vesículas seminales, cuello vesical
Se dispone fundamentalmente de dos marcadores tumorales La fosfatase . o recto. Aunque no existe un patrón característico, suele aparecer como
ácida prost é tica ( FAP ) se emplea en clínica desde hace dé cadas; es un mar- nodulos hipoecogénicos. La ETR ofrece, ademá s, la posibilidad de dirigir
cador especí fico, pero su elevación suele indicar extensión extraprostá tica, la biopsia hacia las zonas sospechosas.
por lo que no resulta útil en el diagnóstico precoz. El PSA es realmente un
marcador de tejido prosté tico cuyos niveles suelen encontrarse má s eleva- La ecografía abdominal no tiene valor en la detección del carcinoma pros-
dos en el c á ncer ( P 05, P 06 ), pero es inespec í fico y también está n elevados .
t ético La TC y la RM tienen su principal papel en la estadificación gan-
a consecuencia de patologí a benigna ( infecciones, sondajes, HPB, etc.) Por . glionary la valoración de metástasis a distancia. Las primeras metá stasis
este motivo, se ha intentado aumentar su especificidad para cáncer con deben buscarse en los ganglios linfá ticos de las cadenas obturatrices e
otros par ámetros (densidad de PSA, índice PSA /edad, velocidad de cambio ilíacas.

21
Radiografía de columna. Metá stasis osteoblá sticas

Biopsia prostética
Debe realizarse para la confirmación del diagnóstico. Puede efectuarse vía
transrectal o transperineal, guiada por el tacto rectal o por la ETR, lo que
añade efectividad a la prueba. La realización de la biopsia está indicada siem -
pre que exista una anomalía del tacto rectal, elevación de los marcadores
tumorales o alteración en las pruebas de imagen. La PAAF es una alternativa
con menores complicaciones, pero con el inconveniente de que no puede
ETR de adenocarcinoma prost é tico. ( A ) ETR corte transversaL (B) ETR evaluar el grado histológico (Gleason).
cortelongitudinal. ( C ) adenocarcinoma, nódulo hipoecoico
en lóbulo derecho RECUERDA
Son indicaciones de biopsia prosté tica el tacto rectal sospe -
Gammagrafí a ósea choso, la presencia de un nódulo ecogr á fico y un PSA > 4
(variable la cifra según criterios).
Se utiliza para la detección de met á stasis ó seas; tiene mayor sensibilidad que
la radiología convencional y debe realizarse en todo paciente en Tratamiento
el que se sospechen metá stasis ( Gleason 8 y/o PSA 20 ).
Opciones terapé uticas
Antes de plantearse el tratamiento curativo, en ciertos pacientes con
altas probabilidades de encontrarse el c á ncer extendido, se debe efec- Prostatectomí a radical. Los pacientes candidatos deben ser individuos
tuar una gammagraf ía previa para confirmar la no existencia de met á s- con una esperanza de vida superior a 10 a ños. Como complicaciones, se
tasis óseas y una TC para descartar met ástasis ganglionares ( estudio de puede encontrar incontinencia ( 2-57%), estenosis anastomótica (10%),
extensión). impotencia (50%) o incluso la muerte (< 5%). En líneas generales, suele
ir acompañada de linfadenectomía íleo-obturatriz ( salvo en los pacien-
RECUERDA tes con tumores considerados de bajo riesgo). Es la única técnica que ha
demostrado disminuir la mortalidad cáncer-específica.
Las metástasis del cáncer de próstata son osteoblá sticas, es Radioterapia. Como tratamiento curativo, los resultados en estadios
decir, forman hueso ( la gammagrafía es má s sensible, la ra - localizados se acercan a los de la cirugía . La diarrea crónica, la proctitis, la
diografía simple má s espec ífica ). cistitis rá dica y las fístulas urinarias son complicaciones del tratamiento,
así como la incontinencia y la impotencia a partir de los 2 a ños de tra -

22
05 . Hiperplasia prostática benigna
Manual CTO de Medicina y Cirugí a, 1.a edición y carcinoma prostático

tamiento. Se ha empleado también radioterapia intersticial ( braquitera- Estadio Tlb-Tlc. Alcanzan una mortalidad del 80% dejados a su evolu-
pia) con implantación de yodo- 123 ( 1 -123), oro-198 ( Au-198 ), paladio e .
ción natural Por ello está indicada la prostatectomía radical, la radiote-
iridio. Su indicación queda limitada a tumores pequeños de estadio TI rapia externa o braquiterapia, en sujetos con esperanza de vida superior
.
o T2, y sus resultados son similares a los de la cirugía En caso de com - a 10 años.
presión medular o dolor por metá stasis óseas, la radioterapia sobre la Estadio T2a . Es la indicación más clara de prostatectomía radical. La radio-
metá stasis puede conseguir el control local de la enfermedad. También terapia o braquiterapia se reservaría para pacientes de riesgo quirúrgico
est á indicada en caso de m á rgenes posquirúrgicos positivos, estadios T3 elevado o que no aceptan efectos secundarios atribuibles a la cirugía.
como complemento, o recidiva bioquímica tras prostatectomía. Estadio T2b y T2c . Un 40% demuestra ser en realidad estadio 3, tras el
• Hormonoterapla. El adenocarcinoma prostá tico está compuesto por una aná lisis de la pieza quirúrgica de prostatectomía radical (infraestadifica-
población heterogénea de células androgenodependientes y androge- cíón ). La radioterapia externa o braquiterapia también puede ser útil en
.
noindependientes La supresión hormonal frena el crecimiento de las pri- pacientes de alto riesgo quirúrgico.
.
meras, pero no afecta a las androgenoindependientes Se puede conseguir .
Estadio T3a La indicación quirúrgica es dudosa, así como la radioterapia
disminuir los niveles de andrógenos circulares por distintos métodos: local, por lo que solamente se propondría a sujetos jóvenes, aun a costa
Castración quirúrgica. Es el método aislado m á s eficiente, con la de obtener malos resultados. Generalmente son tratados como el grupo
ventaja de que elimina la necesidad de medicación permanente. siguiente.
Por su rapidez en el efecto supresor hormonal, también está indi- Estadio T 3b, T4, N+, M-f. Var ón añoso con mal estado general. El tra -
cada en las compresiones medulares por metá stasis. tamiento hormonal es la opción indicada. Puede ser preciso el uso de
Estrógenos ( dietilestilbestrol ). Inhiben la secreción de LH. Actual- radioterapia paliativa sobre la metá stasis en caso de dolor.
mente este método se ha abandonado debido al alto riesgo cardio-
vascular que conlleva. Recidiva tumoral posterior a tratamiento
Progestágenos. Inhiben la secreción de LH y act úan como antiandró- con intención curativa
genos, al unirse a los receptores de la dihidrotestosterona. Es preciso
añadir estrógenos para evitar el fenómeno de escape, que se pro- Despué s de la realización de prostatectomí a radical, los pacientes son moni -
duce tras varios meses de tratamiento. No son de uso habitual . torizados generalmente con mediciones seriadas de PSA sérico Cuando las .
Agonistas LHRH. Aunque inicialmente ocasionan un aumento de cifras de PSA tras prostatectomía radical son superiores a 0,2 ng/ml, se consi-
los niveles de testosterona, posteriormente suprimen la secreción dera recidiva bioquímica y debe hacer sospechar la existencia de met á stasis
de LH y de andrógenos. La elevación transitoria de los andrógenos a distancia, o bien la existencia de recidiva a nivel local.
puede empeorar el cuadro clínico, principalmente si existe com-
promiso medular por met ástasis óseas. Esta elevación (flare- up ) se Tras la realización de radioterapia como tratamiento de cáncer de pr óstata locali -
debe suprimir mediante la administración de antiandr ógenos, pre- zado, los descensos de PSA van siendo paulatinos ( a diferencia de la prostatecto-
viamente a la introducción de inhibidor de la LHRH. mía radical) hasta conseguir un valor nadir, que es el valor mínimo alcanzado tras
Antiandrógenos ( bicalutamida, flutamida, acetato de ciproterona). el tratamiento, y que se considerar á referencia para el seguimiento posterior.
Compiten con el receptor androgénico . Suelen utilizarse con agonis-
tas de la LHRH. El acetato de ciproterona, ademá s de actuar como Existen diferentes criterios para considerar el diagnóstico de recidiva bio-
antiandrógeno, tiene un efecto progestágeno, por lo que actúa a nivel química tras tratamiento con radioterapia: cuando se constata la existencia
central, disminuyendo los pulsos de LH. de tres elevaciones sucesivas a partir del valor nadir, cuando se evidencian
niveles nadir + 2 (criterio de la American Society of Clinical Oncology, ASCO ),
• Quimioterapia. En casos concretos está indicado el empleo de doce- o con valores nadir +3 ( criterio de Philadelphia ) .
taxel en pacientes con tumores hormonorresistentes tras agotarse el
resto de medidas terapéuticas. Existen otros fá rmacos para usar en este Tabla 9
contexto de tumores metastá sicos hormonorresistentes: enzalutamida HPB Adenocarcinoma prostático
y acetato de abiraterona. Localización Zona transicional Periférica
/ fv I Clínica Fases: Mayoría asintomáticos:


• (ompensad ón • Hasta 25%. Síndrome prost á tico
Cáncer de próstata metastásico
• Clínica • Hasta 25% . Retención aguda
hormonorresistente
• Descompensadó n • Hasta 25%. Metástasis

Diagnóstico • Tacto rectal


diferencial • ETR (estadificadón local)
Apuntes
del profesor
| M | l •

Gammagrafía osea (metástasis óseas)
PSA (muy sensible, poco específico). Descarta cá ncer prostático,

^ •

pero no diagnostica HPB
FAP (muy específica, poco sensible)
Biopsia (confirmación)
Tratamiento por estadios Tratamiento • Fitoterapí a • Localizado: prostatectomía radical
• Fá rmacos: finasterida, más linfadenectomía bilateral,
• Estadio Tí a. Tiene una mortalidad por la enfermedad del 2% a los 10 a-bloqueantes radioterapia
años, de hecho, algunos grupos refieren que incluso no precisa trata- • Cirugía: adenomectomía: • Avanzado: castración: quirúrgica
miento, salvo quizá los pacientes jóvenes (menores de 60 años ) con una endoscópica o abierta (elecció n), farmacológica
elevada esperanza de vida (P 07). Puede realizarse vigilancia activa o Tabla-resumen de las caracterí sticas de la HPB y del adenocarcinoma
tratar como un estadio Tlb. prostático

23
UROLOGÍA

Tratamiento de urgencia debe serla supresión androgénica rá pida o la descompresión medular mediante
laminectomía quir úrgica o radioterapia. Se pueden disminuir los niveles de
La compresión medular por el cáncer prosté tico no tratado puede ser la forma de andrógenos mediante castración quirúrgica urgente, ketoconazol en altas dosis
.
presentación y constituye una urgencia importante El objetivo del tratamiento ( recientemente eliminado de las guías clínicas) o dietilestilbestrol intravenoso.

Ideasclave
/ La HPB suele afectar a la zona periuretral de la glándula. El cáncer apa - / El PSA elevado no es diagnóstico de cá ncer de pr óstata. Puede corres -
rece en la zona periférica. ponder a una HPB. El diagnóstico definitivo de cáncer prostético precisa
una biopsia.
/ La HPB no guarda relación con el cáncer.
Las metá stasis lumbares son típicas del cá ncer de próstata, pudiendo
/ Tanto la HPB como el cáncer tienen relación con las hormonas sexuales, producir compresión medular.
y suelen aparecer en varones ancianos.
/ El tacto rectal revela una próstata pétrea e irregular en el cáncer de
El tratamiento médico de la HPB consiste en «- bloqueantes (relajan la próstata. Sin embargo, al principio puede no ser palpable ni visible en
musculatura uretral y del cuello vesical), inhibidores de la 5a-reductasa la ecografía (TI).
(disminuye el tamaño glandular) y fitoterapia. Esta última no ha demos-
trado utilidad con parámetros objetivos. / La principal complicación quirúrgica del cáncer de próstata es la impo-
tencia.
/ El tratamiento definitivo de la HPB es la cirugía, que puede consistir
en resección transuretral o en cirugí a abierta, dependiendo del tamaño / Ante un síndrome de compresión medular por cáncer de próstata, nun-
prostático. ca se deben emplear an álogos de la LHRH únicamente. Siempre deben
asociarse antiandrógenos.
/ El cáncer de próstata es casi siempre un adenocarcinoma, con gran fre -
cuencia multifocal. En el cáncer de pr óstata, la indicación m á s clara de prostatectomía ra -
dical es el estadio T2a.
El cáncer de próstata cada vez se diagnostica con más frecuencia en
fase asintom ática. Cuando presenta clínica, puede consistir en síntomas / El tratamiento fundamental del c áncer de próstata diseminado es la
urinarios similares a la HPB. hormonoterapia.

Paciente de 66 años, intervenido de prostatectomía radical hace 3 a ños, 1) Estrógenos intravenosos.


.
por adenocarcinoma de próstata Gleason 8 ( pT2b NOMO) Presenta, en el 2 ) Análogos LHRH.
.
momento actual, una cifra de PSA sérico de 12 ng/ml Señale cuál de las 3 ) Ketoconazol ( altas dosis ).
siguientes afirmaciones le parece correcta: 4) Radioterapia.

1) La supervivencia media en el momento actual es menor de 1 año. RC: 2


2) La cifra de PSA est á en rango normal, ya que existen otras fuentes de
producción del mismo. A la consulta acude un paciente de 54 años con molestias a la micción. Re-
3) El paciente puede tener una recidiva local o bien metá stasis a distancia. fiere disminución del chorro, dificultad para el Inicio, goteo posmiccional,
4) La utilización de bloqueo hormonal en este caso no es una opción de .
sensación de tenesmo y nicturia de tres veces Presenta cultivos negativos
tratamiento posible . .
y PSA de 2,1 En la ecograf
ía abdominal se objetiva una glándula prostética
de 43 cm3. Al tacto rectal no se palpan nódulos sospechosos. En el IPSS
RC: 3 obtiene una puntuación que permite clasificar su sintomatología de mo-
derada- grave. Su actitud deberá ser:
Un paciente de 67 años acude a Urgencias por presentar en los últimos
d ías debilidad progresiva de miembros inferiores, dificultad miccional 1) Debido a su edad, el primer paso será iniciar tratamiento con fitoterapia.
e incontinencia fecal. En la exploración física destaca cierta hipotonía 2 ) Debido a la gravedad de los síntomas, se debe plantear cirugía de en -
anal, con una pr óstata muy sugerente de malignidad al tacto, y debi- trada.
.
lidad de extremidades, conservando la sensibilidad tá ctil Con el pro - 3) Se debe iniciar tratamiento con a-bloqueantes .
bable diagnóstico de carcinoma de próstata metast á sico, ¿ cuá l de las 4 ) La mejor opción ser á iniciar tratamiento combinado con « bloqueantes
siguientes opciones considera MENOS indicada para el tratamiento de + inhibidores de la 5a-reductasa .
urgencia ?
RC: 4
Carcinomas
del tracto urinario

El adenocarcinoma primario vesical es un tumor raro, aunque es el que se ha


visto asociado a la extrofia vesical con mayor frecuencia.
Carcinoma urotelial
La infestación por Schistosomo haematobium aumenta la incidencia de carci-
noma escamoso vesical, así como la presencia de infección crónica o catéter
El epitelio urotelial recubre el tracto urinario desde las papilas caliciales vesical permanente.
hasta la uretra prosté tica, ambas inclusive. En cualquiera de estos niveles
pueden desarrollarse los tumores uroteliales, correspondiendo la mayoría RECUERDA
a la vejiga (má s del 90%) y, má s raramente, ai tracto urinario superior ( 5 %) No hay que confundir Schistosomo haematobium con Schis -
o la uretra (1%). tosoma mansoni, que produce hipertensión portal.

Entre los factores etnológicos ( Tabla 10), se implican las aminas arom á ticas,
presentes en las industrias textiles, químicas y del caucho (P 01) El humo. Histología e historia natural
del tabaco es el principal factor de riesgo ( 50- 60% aparecen en fumadores),
aumentando el riesgo a mayor consumo. También parece que podrían jugar En el carcinoma de c élulas transicionales, hay que diferenciar tres formas
un papel importante los edulcorantes artificiales ( sacarina, ciclamato ), la de la enfermedad con comportamiento, pronóstico y tratamiento completa -
ciclofosfamida, los acetiladores lentos (mayor riesgo) y muchas otras posi- mente distintos ( Figura 20 y Tabla 11).
bles etiologías.
Figura 20
Tabla 10
Carcinomas Factores etnológicos

Transicionales (90%) Aminas aromáticas (2-naftílamina): tabaco, industria


(mejor pronóstico ) textil, industria del caucho, colorantes
Fenacetinas cró nicas
Sacarina, adamato
Ciclofosfamida ( acroleína )
Tabaco: ortofenoles, triptófano

Escamosos ( 8%) Schistosomo haematobium


Litiasis, infecciones, catéteres

Adenocarcinoma s (2%) Cistitis glandular


Extrofia vesical
Factores etiotógicos de los carcinomas del tracto urinario . ftS
-
1 MVXOM Í4 4. Of Ai TJ
*
2 Submucott TI S Órgano
* -
VOC TNOí 74
1 Mutcular — T2

Esquema de la estadificación del tumor vesical


Carcinoma vesical
Fl 70% de los tumores vesicales se presentan como tumores papilares de
crecimiento principalmente endocavitario y frente de invasión único . Un
El carcinoma vesical es la segunda neoplasia urológica en frecuencia. Apa - 10% son sólidos, con invasión tentacular en profundidad y extensión linf á -
rece más habitualmente en varones ( 2 -3:1) y má s en población blanca que tica y vascular temprana. El 20% restante son formas mixtas. El primer grupo
negra. Su edad de máxima incidencia se sitúa entre los 60- 70 a ños. De ellos, suele corresponder a tumores superficiales de bajo grado histológico, mien-
el 90% son carcinomas transicionales, el 8% escamosos y el resto adenocar- tras que los sólidos, con mayor frecuencia, son tumores infiltrantes de grado
cinomas aunque en porcentajes anecdó ticos se puede encontrar cualquier histoló gico más elevado. La principal caracter ística de los tumores papilares
tipo histológico. superficiales es la recurrencia, que ocurre en un 50 -75%, según el grado y

25
UROLOGÍA

estadio. El 25% recurrir á n y progresarán en grado y estadio, y únicamente el descrito adenocarcinomas vesicales asociados a la cistitis glandular). Otras
15% acabará desarrollando un tumor infiltrante o metastásico. lesiones benignas serían el adenoma nefrogénico, el pólipo simple, el papi-
loma invertido o el papiloma velloso.
La mayor ía de los tumores infiltrantes se encuentran confinados a la vejiga
en el momento del diagnóstico, y sólo un 20- 25 % presentan extensión gan- Diagnóstico
glionar o metastá sica. El 50% desarrollar án metástasis a distancia, a pesar
del tratamiento. La hematuria macrosc ópica o microscópica monosintomática es el hallazgo
má s frecuente, presente en el 75% de los pacientes ( P 02). La presencia de
Tabla 11 microhematuria asintomática, descubierta durante estudios de cribado, sólo
TNM se relaciona con enfermedad significativa en menos del 2% de los casos.
T: define el tumor Pueden encontrarse síntomas irritativos ( escozor, polaquiuria, tenesmo ) en
el 25-30%, solos o acompa ñando a la hematuria. La presencia de un sín-
• Tis: carcinoma ¡n situ (plano)
drome cistítico no justificado por infección, o litiasis, debe hacer sospechar
• Ta: carcinoma papilar no infiltrante
• TI: tumor que invade tejido conjuntivo subepitelial la presencia de un carcinoma vesical, especialmente por su asociación con el
• T2: tumor que invade músculo: carcinoma ¡n situ. Con menor frecuencia, el paciente consulta por dolor en
- T2a: tumor que invade la mitad intema flanco por obstrucción ureteral, pélvico o por edema en miembros inferiores
- T 2b: tumor que invade la mitad extema ( extensión linf á tica ). La exploración fí sica suele ser irrelevante, salvo en la
• T3: tumor que invade tejido perivesical: enfermedad avanzada .
- T3 a: microscópicamente
- T 3b: macroscópicamente (masa extravesical ) Las citologías urinarias suponen una prueba sencilla y fiable que debe ser
• T 4a : tumor que invade próstata, útero o vagina realizada en todos los casos de hematuria asintomática o sospecha de tumor
• T 4b: tumor que invade pared p élvica o pared abdominal vesical. Su sensibilidad depende del grado de diferenciación del tumor vesi-
N: define la afectación ganglionar cal; alcanza el 75 -100% en tumores de alto grado y carcinoma in situ, siendo
en este último un método diagnóstico má s rentable que la ecografía, la TC,
• Nx: metástasis ganglionar regional desconocida
la orografía o la biopsia múltiple. Son especialmente útiles en el seguimiento
• NO: ausencia de metástasis ganglionar regional
• NI: metástasis a un solo ganglio entre 2 y 5 cm de pacientes sometidos a resección transuretral en combinación con la cis-
• N2: metástasis en un ganglio mayor de 5 cm o múltiples no mayores de 5 cm toscopia.
• N3: metástasis mayores de 5 cm
M: define las metástasis Entre las pruebas radiológicas destacan la ecografía ( con una sensibilidad
del 80%, pero poco útil para el diagnóstico de las neoplasias del tracto urina -
• MO: no metástasis rio superior [Figura 21]) y la UIV ( capaz de detectar la presencia de tumor en
• MI: metástasis a distancia
el 60% de los casos y, en la actualidad, con poco uso).
Estadiñcación del carcinoma vesical
Figura 21
El tercer grupo que merece mención aparte es el carcinoma in situ. A pesar
de encontrarse limitado al urotelio, por lo que es superficial, está formado
por cé lulas poco diferenciadas con displasia grave. Tiene una alta tasa de
recidiva y progresa hacia tumor infiltrante en el 50-75% de los casos. Este
mal pronóstico le confiere un carácter completamente distinto del carci-
noma in situ de otras regiones, en las que se considera el estadio inicial de
la enfermedad tumoral. El carcinoma in situ puede estar asociado a focos de
carcinoma superficial ( 26%) o infiltrante (60%), o bien encontrarse de forma
aislada, siendo generalmente multifocal tanto en vejiga como en otros pun-
tos del urotelio.

/ j

Carcinoma in situ vesical

Apuntes Ecografía. Tumor vesical con zonas calcificadas


del profesor
y Actualmente se utiliza la uro -TC como mé todo de elección para el estudio
del tracto urinario superior. En caso de dudas, se recurrir á a la pielografía
retrógrada en el momento de realizar la cistoscopia . Ésta es fundamental
Se pueden encontrar en el ámbito vesical distintas lesiones benignas que no para la evaluación del tumor vesical; puede realizarse bajo anestesia local
se asocian con el desarrollo de cá ncer: los nidos de Von Brunn, la cistitis quí s- cuando existan dudas con las pruebas realizadas previamente, pero si el
tica y glandular originados en procesos inflamatorios o irritativos crónicos, y diagnó stico de presunción es firme, y dado que en todo tumor debe reali-
que probablemente sean distintas manifestaciones de un mismo proceso, zarse resección transuretral para evaluar el grado de infiltración, se puede
aunque pueden plantear el diagnóstico diferencial ( ocasionalmente se han esperar a tener al paciente en quir ó fano bajo anestesia general o raquídea

26
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición 06. Carcinomas del tracto urinario

para practicarla. En un 10% de los casos de cistoscopia con citologías positi- pia, que únicamente ha demostrado incrementar el tiempo libre de recidiva
vas no se encuentra tumor en la vejiga, lo que puede deberse a la presencia local, sin aumentar la supervivencia. La quimioterapia combinada con M - VAC
de carcinoma in situ, tumor en vías urinarias altas, carcinoma ductal de (metotrexato, vinblastina, adriamicina, cisplatino ) se reserva para pacientes
próstata o falso positivo de la prueba ( generalmente, por inflamación de la en los que existe afectación ganglionar o metastá sica, con respuestas com-
pared vesical o por tratamiento concomitante con radioterapia o quimiote- pletas en el 15 -30% y parciales en el 30-40%. Tras la cistectomía, los uréte-
rapia endovesical) ( V í deo 4 ). res son derivados generalmente a segmentos intestinales o a piel, pudiendo
realizarse estomas no continentes o reservónos continentes directamente al
o
remanente uretral.

RECUERDA

La adriamicina ( doxorrubicina ) es un quimioterá pico que


puede producir cardiotoxicidad.

Tumores del tracto urinario superior

Entre el 2 - 10% de los tumores uroteliales se encuentran localizados entre


Realización de cistoscopia diagnóstica en paciente con sospecha de tumor .
los cálices y los orificios ureterales En su etiología est án implicados los mis-
urotelial vesical mos factores que para el carcinoma vesical, a los que habrí a que añadir la
nefropatia por abuso de analgésicos ( fenacetmas) y la nefropatía de los Bal-
La TC se utiliza para la estadificación de la enfermedad infiltrante, pues aporta canes. En el 70-80% de los pacientes aparece hematuria macroscópica; el
información limitada sobre la infiltración tumoral. La RM consigue mejores dolor cólico por obstrucción ureteral es la segunda queja en frecuencia de
im á genes de la cúpula vesical por sus cortes sagitales, pero no aporta mayor aparición.
información que la TC .
RECUERDA
Evidentemente, la prueba má s sensible y espec í fica ( aunque invasiva) para el
diagnóstico de tumor vesical es la cistoscopia . La hematuria también es la manifestación má s com ún del
hipernefroma.
Tratamiento
Todo el proceso diagnóstico va encaminado a establecer si el tumor vesical Diagnóstico
es superficial o infiltrante, ya que el tratamiento varía radicalmente en fun-
ción de este hecho. La sistemá tica diagnóstica es b á sicamente la misma que para el tumor
vesical. Es decir, ecografía ( detectará hidronefrosis del lado del tumor ),
Los tumores superficiales se manejan mediante resección transuretral. Dada UIV ( se ver á un defecto de repleción no compatible con un cá lculo o una
la alta frecuencia de recidivas, la mayoría se tratan posteriormente con ins- anulación funcional de ese sistema excretor, aunque en la actualidad ha
tilaciones endoves í cales ( quimioterapia o inmunoterapia local ) que disminu- sido desplazada por la uro-TC con contraste) y TC para la estadificación
yan la aparición de nuevos tumores. Entre los quimioter á picos empleados se ( Figura 22 ).
encuentran la mitomicina, la adriamicina o la epirrubicina. Con todos ellos se
consigue reducir las recidivas alrededor de un 20%. La inmunoterapia endo- En estos tumores, la citología urinaria aumenta su eficacia si se obtiene de
vesical con BCG ( bacilo Calmette-Guerin ) es, sin duda, la má s eficaz, dismi- forma selectiva, cateterizando el uré ter del lado afectado. Otros elementos
nuyendo el porcentaje de recidivas en un 40%; es tambi én el tratamiento de de diagnóstico son las biopsias por cepillado y la ureteropieloscopia, ele-
elección en el carcinoma in situ, con una eficacia del 70%. Sin embargo, no mento que, además de diagnóstico, puede tener un fin terapéutico en tumo -
se utiliza en los tumores vesicales como primera línea, reservándose para los res de pequeño tamañ o y aspecto superficial (Figura 23).
tumores de riesgo ( G 3 ) o con múltiples recidivas, ya que también se acom -
pa ña de mayor número de efectos secundarios y de complicaciones, entre Tratamiento
los que se encuentran cistitis febril, síndrome pseudogripal, y las m á s graves
de sepsis, prostatitis granulomatosa, neumonitis e incluso muerte. Estos cua- El tratamiento estándar es la nefroureterectomía radical con extirpación de
dros precisan tratamiento tuberculostá tico completo al menos durante 3- 6 un rodete perimeá tico vesical; tal extensión es necesaria por la tendencia a
meses. la recidiva de estos tumores. Es planteable, sin embargo, el empleo de trata-
mientos conservadores en caso de tumores papilares, no infiltrantes, únicos
En la enfermedad invasora o infiltrante, tras la resección transuretral para y de pequeño tamaño.
evaluar la afectación parietal, el tratamiento de elección es la cistectomía
radical si el tumor está localizado en vejiga ( previo estudio de extensión). La Es necesario un seguimiento posterior de la vejiga y del riñón contralateral,
quimioterapia sistémica, adyuvante o neoadyuvante, no parece mejorar los pues un 20- 30% desarrollar án un tumor vesical metacrónico y un 2% en el
resultados de la cirugía aislada. Igualmente se puede decir de la radiotera- sistema colector contralateral.

27
Figura 23

Fumador H+matuna

J
So «p <fca d tumor urot +lial
* *
J - ECO rvp
Citolog é\ Pruebas dr imagen
^
í
No concluyente
1
Concluyente
pa'a tumor venta pera tumor vesical

(irtouop a # RTUV -o
G 4 f 4
liopsia vesical •» TU iH .
TA T1

4
Sospecha * turro*
Tracto ur nano suoenor
Revnones
BCG
1
*
Cftectomía QuimoftCG <GI)
I
Ureterorrervoicopia
Pi» ograf a retrograda Cuto ve opta Recidiva T /
Citologí a »s Cictectomia Rec diva
• Citolog as seectivas
• Cepillado urete* al

Tumor vesical con zonas calcificadas. ( A ) UIV con defecto de repleción en


pelvis renal derecha. ( B) TC en fase excretora con tumoración piélica derecha Algoritmo diagnó stico -terapéutico en el tumor de vejiga

IFTRTIR0
y El carcinoma vesical m á s frecuente es el urotelial; el tabaco es el principal / Cuando se trata de un carcinoma in situ: síntomas irritativos ( polaquiu-
factor de riesgo. ria, disuria, tenesmo ..). .
y El carcinoma escamoso se relaciona con la esquistosomiasis (S. hae- y El mejor método para la estadificación local es la resección transuretral.
matobium ) .
/ Prueba má s sensible para el diagnóstico de carcinoma in situ: citología
y El adenocarcinoma vesical se relaciona con el antecedente de extrofia urinaria.
vesical.
/ Conducta ante un carcinoma in situ: tratar con bacilo Calmette-Guerin
/ El carcinoma papilar superficial y el carcinoma in situ son muy recu- ( BCG) y revisiones ( cistoscopia y citologías ).
rrentes.
/ Actitud ante un tumor superficial: resección transuretral. Posterior-
/ Clínica m á s frecuente del carcinoma urotelial : hematuria, m á s típico mente, revisiones ( cistoscopia y citologías ) .
con co águlos.
y Actuación ante un tumor infiltrante ( afectación capa muscular): cistectomía .

28
Manual CTO de Medicina y Cirugí a, 1 . a edición 06. Carcinomas del tracto urinario

Casosclínicos
Varón de 57 años, fumador, que consulta por hematuria terminal, pola - Un paciente de 64 a ños acude a consulta por síndrome miccional de 2 me -
.
quiuria, urgencia y dolor miccional Presenta citologías urinarias positivas .
ses de evolución Refiere que su médico de atención primaria le ha dado
de carcinoma urotelial, y el estudio anatomopatológico tras la resección tratamiento antibiótico y le ha realizado cultivos que han sido negativos.
transuretral es de carcinoma in situ difuso, con intensa inflamación cróni- Se le realiza una ecografía y una flujometría que son normales y una uro-
ca. El tratamiento est á ndar ser á: grafía intravenosa que no evidencia alteraciones. En la cistoscopia no se
.
observan lesiones intravesicales Las citologías urinarias son sugestivas de
1) Instilación del bacilo de Calmette-Guerin. malignidad. Señale la incorrecta:
.
2) Cistectomí a radical
3 ) Instilaciones con mitomicina . 1) El tratamiento de elección será la inmunomodulación vesical.
4) Quimioterapia con cisplatino. 2 ) Es imprescindible la realización de biopsias para confirmación del diag-
.
nó stico
RC: 1 3 ) Si recidiva tras las instilaciones, se deben repetir los ciclos dos veces m á s.
4 ) La cistectomí a es el tratamiento final en muchos de estos pacientes.
Mujer de 63 años que es diagnosticada de carcinoma de c élulas escamo-
sas del trígono vesical, con invasión de la capa muscular. ¿ Cu ál sería su RC: 3
actitud terapéutica en este caso?
Una paciente de 58 a ños acude por polaquiuria de 2 a ños de evolución,
1) Radioterapia externa con 7.000 rads . nicturia y dolor hipogástrico. Niega haber visto sangre en la orina y es fu -
2) Quimioterapia adyuvante, seguida de cistectomía radical. madora. Señale la respuesta correcta:
3 ) Resección transuretral, seguida de inmunoterapia intravesical ( BCG).
4) Cistectomía radical con extirpación de cara anterior de vagina. 1) Se deben realizar biopsias a esta paciente.
2 ) Una cistoscopia permitir á confirmar el diagnóstico.
RC: 4 3 } Los tratamientos empleados hasta el momento han demostrado una
gran eficacia .
4 ) Muy probablemente los cultivos ser án positivos.

RC: 1

29
11

Tumores testiculares
i

I|I

II

*3

t
Etiología y epidemiología Anatomía patológica

Los tumores testiculares representan el 1-2% de las neoplasias en varo- Los tumores testiculares se suelen originar como una masa testicu-
nes, y son las neoplasias sólidas má s frecuentes entre los 20 - 35 años. lar intraparenquimatosa. A partir de ahí, pueden quedarse localizados o
Presentan mayor incidencia a mayor desarrollo de la sociedad, y también metastatizar. La localización m á s frecuente de met á stasis son los ganglios
en la raza blanca más que en las demás. La tasa de curación es superior retroperitoneales ( casi siempre es el primer escalón en la diseminación);
al 90%. posteriormente, puede aparecer la afección mediastínica, de visceras
abdominales y de pulmón.
El 95% de ellos procede de células germinales y, aunque globalmente el
seminoma es el má s frecuente, la incidencia varía según el grupo de edad Hay que tener en cuenta que el testículo izquierdo drena a los ganglios
.
considerado El 5% restante se reparte entre tumores del estroma gonadal paraa órticos y prea órticos a nivel de L 2. El derecho drena a ganglios
(1- 2%), linfomas ( 1%), gonadoblastomas ( células germinales y del estroma), interaortocavos, precavos y prea órticos, y también a nivel del hilio renal.
metástasis y otros. La diseminaci ón hemat ógena es menos frecuente, salvo en el coriocar-
cinoma, v ía vasos esperm á ticos, siendo los puntos má s habituales de
Los factores de riesgo para el desarrollo de tumor testicular son teste hipoa- met á stasis: pulmón, hígado, hueso y sistema nervioso central, por orden
trófico, disgenesias gonadales, historia familiar de neoplasias testiculares, de frecuencia.
tumor previo en el otro teste, exposición a estr ógenos y criptorquidia.
Los tumores testiculares se dividen en dos grupos, tumores que no derivan
Los testículos no descendidos tienen mayor riesgo de desarrollar tumores de las células germinales ( 5%) y tumores que derivan de las células germina-
( P 01), y esta probabilidad aumenta si la situación del teste es intraabdo- les (95%); a su vez, estos últimos se dividen en seminomatosos y no sémino-
.
minal Asimismo, el testículo contralateral, aunque de localizaci ón escrotal, matosos (Tabla 12 ):
tiene una incidencia mayor; de hecho, el 20% de los tumores en pacientes • Seminoma. Puede aumentar el tama ño testicular hasta 10 veces sin
con criptorquidia se desarrollan en el testículo no criptorquídico. Por estas distorsionar su morfologí a . Ocasionalmente se presenta extrates-
razones, los testículos no descendidos deben descenderse, preferiblemente ticular en mediastino ( la má s frecuente), retroperitoneo, o región
entre el primer y el segundo a ño de edad, para facilitar su seguimiento y, con pineal de forma primaria. Se han descrito tres tipos histológicos:
ello, la detección de un eventual tumor. seminoma típico, anaplá sico y espermatocí tico ( m á s frecuente en
.
individuos mayores de 50 años ) El seminoma puro no es productor
Una vez alcanzada la pubertad, un teste criptorquídico no descendido proba- de marcadores tumorales, pero hasta en un 15% de los casos pueden
blemente deba extirparse, dado que estos testículos pierden la capacidad de aparecer c é lulas del sincitiotrofoblasto, produciendo elevaciones de
espermatogénesis y conservan su potencial malignizante. No obstante, hay la p- HCG.
autores que prefieren no extirparlos, siempre y cuando se puedan descen - • Carcinoma embrionario. Tiende a metastatizar de forma temprana.
der a la bolsa escrotal, ya que a ún pueden mantener su función endocrina Forma masas más irregulares y heterogéneas que otros tumores.
.
( secretora de testosterona ) • Tumor del seno endod érmico. Este tumor fue descrito inicialmente
como una forma rara de tumor infantil. Se encuentran elementos de
Otros factores que se pueden encontrar relacionados son las hernias ingui- saco vitelino en el 38% de los tumores testiculares del adulto.
nales infantiles (no demostrado) y la orquitis urliana secundar í a al paramixo- • Coriocarcinoma. En el estudio histológico tiene que contener elemen-
virus causante de la parotiditis (siempre que haya producido atrofia); y, entre tos de sincitiotrofoblasto y citotrofoblasto para ser considerado como
los factores tóxicos, la exposición a radiaciones, fuentes de calor, productos tal. En el momento del diagnó stico, generalmente existen met á stasis a
para teñido del cuero y estr ógeno intrauterino durante el primer trimestre distancia ( suelen ser vía hematógena ) y un tumor primario testicular
del embarazo. Aunque entre un 8 - 25 % de los pacientes presentan historia de pequeño. Raramente es puro.
traumatismo testicular, todos los autores parecen estar de acuerdo en que • Teratoma. Por definición, se encuentra formado al menos por dos
é ste supone má s bien el motivo por el que se descubre una masa escrotal, y capas distintas de c élulas germinales ( endodermo, mesodermo o ecto-
no su origen. dermo ).

30
Manual CTO de Medicina y Cirugí a , 1 . a edición 07. Tumores testiculares

• Teratocarcinoma . Tumor mixto con á reas de teratoma y de carcinoma RECUERDA


embrionario. Un 64% tiene también áreas de seminoma . Fxisten algunas enfermedades, como la sarcoidosis, que au-
• Gonadoblastoma. Contiene grandes células similares al seminoma y otras mentan el tamaño testicular sin existir un tumor.
menores, como células de Sertoli inmaduras o de la granulosa. Se asocia
preferentemente a las gónadas disgenéticas y estados intersexuales .
• Tumores de c élulas de Sertoli. Forman áreas tubulares similares a los
túbulos del testículo prepuberal normal. De comportamiento benigno,
es excepcional que metastaticen.
Diagnóstico
RECUERDA
El tumor de células de Sertoli se ha asociado al síndrome de
Peutz-Jeghers (véase Apartado de Síndromes de poliposis, La exploración fí sica de una masa indolora, sin signos inflamatorios y de largo
en la Sección de Digestivo ) . periodo de evolución, debe hacer sospechar un tumor testicular (Tabla 13).

• Tumores de c élulas de Leydig. Pueden verse cristaloides en su cito- Tabla 13


plasma. Generalmente son benignos aunque algunos pueden metasta- TNM
tí zar. Pueden ser hormonalmente activos, produciendo pubertad precoz
pfis Intratubular
o feminización.
• Linfoma. Tanto como localización secundaria o como origen primario pT 1 Testículo y epid ídimo sin invasión vascular/linfática
( menos frecuente ), una masa testicular en un varón mayor de 50 años
sugiere, en primer lugar, el diagnóstico de linfoma. Tras la orquiectomía
*
P2 Testículo y epidídimo con invasión vascular /linfática o túnica vaginal

o la biopsia testicular para el diagnóstico de certeza, el tratamiento no


P^ Afectadón de cordón espermático
PT4 Escroto
varía respecto a los linfomas habituales.
N1 Ganglios menores de 2 cm
Tabla 12
N2 Ganglios entre 2-5 cm
Tumores Tumores
N3 Ganglios mayores de 5 cm
de células germinales del estroma
Tumores de un tipo histológico Mí a Metástasis en ganglios no regionales o pulmón
Mlb Metástasis viscerales no pulmonares
• Seminoma:
- Típico Sx Marcadores tumorales séricos no disponibles
- Anaplásí co 50 Niveles de marcadores normales
- Espermatocítico
51 LDH < 1,5 x n ; y p-HCG < 5.000; y AFP < 1.000
• Carcinoma embrionario
52 LDH entre 1,5 x n y 10 x n o fi-HCG entre 5.000 y 50.000 o AFP entre 1.000
• Poliembrioma
• Tumor del saco vitelino (seno endodérmico ) y 10.000
Tumores de células de Leydig
• Coriocarcinoma LDH > 10 x n o p - HCG > 50.000 o AFP > 10.000
• Teratoma:
Tumores de células de Sertoli
- Maduro Tumores estructuras gonadales n = límite superior normal de LDH
- Inmaduro primitivas
Agrupación por estadios TMR testículo ( abreviado) *
- Con transformación maligna
Estadio 0 pTis NO M0
Tumores de más de un tipo histológico
Estadio I pT1-4 NO M0
• Teratocarcinoma
• Otros Estadio HA Cualquier pT N1 M0

Tumores germinales + estromales Estadio IIB Cualquier pT N2 M0


Gonadoblastoma Estadio IIC Cualquier pT N3 M0
Tumores de testículo. Clasificación histoló gica
Estadio III Cualquier pT Cualquier N M1

* No tiene en cuenta marcadores tumorales


Estadificación clí nica y patológica

Clínica Un elemento importante, tanto para su diagnóstico como para el segui -


miento, son los marcadores tumorales: a-fetoproteína ( AFP ) ( P 02) y fracción
P de la gonadotropina coriónica humana ( p-HCG ) ( P 03) (Tabla 14).
La manifestación m á s frecuente es como masa escrotal indolora. Con mucha
menor frecuencia, el motivo de consulta está originado por la presencia de La AFP es sintetizada por células del saco vitelino y, por tanto, está pre-
met á stasis ganglionares ( masas supraclaviculares o abdominales, o efectos sente en tumores de saco vitelino o seno endodermal, y en los carcino-
endocrinos ( ginecomastia, pubertad precoz ). El 10% de los tumores se pre- .
mas embrionarios El seminoma nunca produce AFP. En cualquier caso,
senta como escroto agudo en la urgencia. se debe tener en cuenta que la AFP es un marcador inespec í fico, y se

31 fll
UROLOGÍA

podría encontrar elevado en enfermedades hepá ticas benignas o malig- inflamatorios (Figura 24 Figura 24
nas, algunas neoplasias pancreá ticas y de la vía biliar o en la ataxia -telan- y Tabla 15 ).
giectasia. .
• Orquiepididimltis Suele
presentarse con dolor
Tabla 14 intenso, enrojecimiento
Tumores germinales: marcadores tumorales cutáneo, fiebre, y a veces
sintomatología miccio-
• Tumor con una palabra aumenta p- HCG: nal. En la exploración, la
- Coriocarcinoma elevación del testí culo
- Seminoma (en la mujer, el equivalente es el disgerminoma) ( signo de Prehn) dis-
• Tumor con dos palabras aumenta a -fetoproteína: minuye el dolor ( signo
- Carcinoma embrionario de Prehn positivo) En .
su etiologí a se deben
- Tumor del seno endodérmico
considerar gérmenes
Marcadores tumorales en tumores germinales ( válidos para ovario de transmisión sexual
y testículo) en pacientes adultos
menores de 35 años, y
RECUERDA uropatógenos ( E. coli ) si
La AFP también se eleva en líquido amniótico en alteracio- superan esta edad .
nes del cierre del tubo neural. Véase Sección de Ginecología Torsión del cordón
y Obstetricia. espermático. Suele apa -
recer en la infancia o la
La fracción p de la HCG está producida por las células del sincitiotrofoblasto adolescencia, con dolor Pieza macroscópica de tumor testicular
presentes en el coriocarcinoma y, también de forma ocasional y de forma de aparición brusca y
aislada, en algunos seminomas. signos cut á neos inflamatorios crecientes a medida que progresa el cua -
dro. El teste se encuentra horizontalizado, y ocasionalmente puede pal-
En conjunto, el 70% de los tumores testiculares produce algún marcador, luego parse la espiral del cordón torsionado. En este caso, la elevación del
existe hasta un 30% de tumores con marcadores negativos al diagnóstico. testículo incrementa la sensaci ón dolorosa ( signo de Prehn negativo).
H í drocele y espermatocele. Son dos cuadros que raramente se presen-
.
La vida media de la AFP es de 7 días, frente a 3 días de la P - HCG Este dato es tan de forma brusca y con dolor agudo, f á cilmente diferenciadles por
importante a la hora de valorar la posible presencia de enfermedad residual, la exploración y su transiluminación positiva y, ante la duda, mediante
ya que la elevación persistente de uno de estos marcadores despué s del tra- ecografía.
tamiento supone la existencia de tumor no eliminado.
Tabla 15
La ecografía testicular es un método sencillo y fiable para la diferencia - Orquitis • Polaridad conservada
ción entre masas s ólidas y quísticas, y su localización exacta intratesticular . Prehn MEJORA el dolor
o dependiente de los anejos. Cuando, a pesar de los marcadores, los datos Dolor
ecográ ficos son sugerentes de tumor, está indicada la exploración quir úrgica Torsión del cordón espermático • Testículo horizontalizado
a travé s de una incisión inguinal, para evitar la posibilidad teórica de implan- . Prehn EMPEORA el dolor
tes tumorales en la piel escrotal y tener mejor control de pedículo vasculolin-
fático a nivel del cordón espermá tico. Si la exploración confirma la presencia Sin dolor Tumor testicular Masa palpable indolora
de una masa, el testículo debe ser extirpado ( orquiectomía radical) . Diagnóstico diferencial de los tumores testiculares

La evaluación de la extensión tumorai se completar á mediante TC toracoab-


dominal. Así se constatará si la enfermedad está limitada al testículo ( estadio
I), o existe afectación de ganglios infradiafragm áticos ( estadio II), o si hay
incluso extensión supradiafragm á tica o a órganos sólidos ( estadio III ). El sis- Tratamiento
tema de estadif í cación utiliza múltiples variaciones, pero quizá la clasifica-
ción má s aceptada sea la expuesta anteriormente en la Tabla 13.
Hasta la fecha no existe un protocolo único de tratamiento, pudiendo variar
incluso de un centro a otro. Siempre se realizará orquiectomía radical ví a
inguinal. Posteriormente, el patólogo informará de la estirpe histopatológica .
Diagnóstico diferencial A continuación, el estudio de extensión mediante TC toracoabdominopél-
vica y nuevos marcadores postorquiectomía. En función de la histología y del
estadio, se asignará un tratamiento a cada paciente.
Aunque frecuentemente la existencia de un tumor testicular no plantea
dudas diagnósticas, existe una serie de patologías testiculares que, junto RECUERDA
con los tumores, pueden presentarse en algún momento dentro del cuadro La orquiectomía en el cáncer de testículo es ví a inguinal. Fn
genérico que se denomina "escroto agudo", caracterizado por el aumento el cáncer de próstata, vía escrotal.
doloroso de volumen del contenido escrotal, acompa ñado o no de signos
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 1.a edición 07. Tumores testiculares

Seminoma ser á: si la masa residual es inferior a 3 cm, tiene muy pocas probabili-
dades de contener tumor residual y no requiere má s que observación.
Se caracteriza por su gran radiosensibilidad, de ahí que la radioterapia haya Pero cuando es superior a 3 cm, se debe realizar una PFT ( tomografía por
sido la base del tratamiento de estos tumores. Actualmente, la quimiotera- emisión de positrones ), si existiera esta posibilidad a nivel técnico, pues
pia obtiene resultados similares. detecta con una alta sensibilidad y especificidad la presencia de tumor
• Estadio I. El tumor teó ricamente está limitado al testículo. No obs- residual. Si no se dispone de una PET o si é sta es positiva, se realizar á
tante, se sabe que hasta un 20% de pacientes presentan micromet á s- cirugía de la masa.
tasis a ganglios retroperitoneales, que en el momento del diagnóstico
no se detectan. La presencia de micromet á stasis se ha relacionado Cuando el tumor primario es un tumor no seminomatoso, se debe realizar
con dos factores de riesgo: tumor de más de 4 cm e invasión tumoral exéresis de dicha masa siempre, con independencia del tama ño.
.
de la rete testis En estos pacientes se aconseja administrar radiote-
.
rapia o quimioterapia ( cisplatino) Con esto, frente a los pacientes Figura 25
que optaron únicamente por observación, la recidiva desciende del
Tumor testicular
20 al 5%.

RECUERDA
I
Orquiectomía radical

El cisplatino produce vómitos con mucha frecuencia. Otro »


efecto secundario es su nefrotoxicidad. Seminoma No seminoma

T »
Estadio IIA-IIB. En este caso, el tumor ya está extendido a ganglios retro- I HA. IIB IA HA. IIB

peritoneales y requiere, por tanto, tratamiento agresivo. Se dispone de • Observación i • Observación
Linfadenectomí a
i
• Si FR: Radioterapia • Quimioterapia
dos opciones: radioterapia sobre las cadenas afectadas ( teniendo en > 4 cm rete testis (EEUU)
Quimioterapia
cuenta el teste afectado, se irradiará a unas cadenas ganglionares u • Quimioterapia
otras), o quimioterapia BEP (cisplatino, etopósido y bleomicina ) . Ambas
I (UE)
Radioterapia
obtienen resultados muy similares. Quimioterapia
• Estadio IIC-lll ( estadios avanzados). El tumor tiene metá stasis gan-
glionares retroperitoneales superiores a 5 cm, o afectación supradia- Seminoma/ No seminoma
fragmá tica o de visceras sólidas. La radioterapia deja de ser una opción IIC-lll

terapéutica. La quimioterapia ( BEP ) es la única posibilidad, presentando I


una tasa de curación de alrededor del 80%. Quimioterapia

Tumores no seminomatosos Algoritmo de tratamiento de la neoplasia testicular

• .
Estadio I Existen tres posibilidades terapéuticas tras la orquiectomía: Figura 26
Observación y seguimiento periódico. Tasas de recaídas de un 20%.
Linfadenectomía retroperitoneal de estadificación, pues así se tiene Masa residual
certeza del estadio y se reducen a un 10% las recidivas (en Europa
no está extendida esta práctica).
Quimioterapia profiláctica ( cisplatino), y así se reducen al 5% las
Seminoma No seminoma
recidivas.
r I
En aquellos casos en que exista invasión vascular en la pieza de orquiec- < 3 cm > 3 cm
tomí a, la tasa de recidivas asciende al 50%. Parece ló gico, en estos
casos, inclinarse de entrada por una de las dos últimas opciones. La tasa i
de curación alcanza el 98%. ± PET
'
• Estadio IIA- IIB. Históricamente se realizaba linfadenectomía retroperi- Observación Q ©
toneal completa como único tratamiento, pero ante tasas de recidiva
no desdeñables, actualmente se indica quimioterapia de inicio ( BEP). La 1
tasa de supervivencia supera el 95%. Exéresis de la masa residual
• Estadio IIC-lll. Antes de la aparición de la actual quimioterapia, la super-
vivencia era del 5-10%. Actualmente, el esquema de tratamiento mayo- t . i
ritariamente aceptado es quimioterapia primaria. 50% necrosis 35% teratoma 15% tumor viable

El tratamiento de la neoplasia testicular se resume en la Figura 25 . Algoritmo de tratamiento de las masas residuales

Masas residuales La histologí a de estas masas residuales, una vez extirpadas, puede ser:
tejido necró tico hasta en un 50% de las ocasiones, tumor viable en un
Se define como masa residual la existencia de conglomerados adenopáticos 15% y teratoma en un 35 % ( éstos, dejados a libre evolución, pueden con-
tras tratamiento quimioter ápico o radioter á pico. Cuando el tumor primario vertirse en teratomas malignos o producir procesos compresivos con su
es un seminoma y existen masas residuales, la actuación a seguir ( Figura 26) crecimiento).

33
UROLOGÍA

Ideasclave
/ El tumor testicular es la neoplasia sólida m á s frecuente en el varón jo - / Como tratamiento, la orquiectomía por vía inguinal se realiza en todos
ven. La tasa de curación es mayor del 90%. los casos.

.
/ El tumor testicular má s habitual es el seminoma No obstante, esto es .
/ El seminoma es radiosensible Por ello puede utilizarse radioterapia
muy variable según la edad del paciente. como tratamiento en los primeros estadios. Si se trata de un estadio
avanzado, se emplearí a quimioterapia.
/ Una masa testicular por encima de los SO a ños sugiere linfoma.
Los tumores no seminomatosos se tratan con orquiectomía + quimiote -
/ El tumor típico de las disgenesias gonadales es el gonadoblastoma . rapia. No obstante, s í es un tumor limitado al testículo, puede plantear-
.
se la vigilancia tras la orquiectomí a
/ La clínica má s frecuente es una masa escrotal indolora.

/ El seminoma nunca produce a-fetoproteína.

Casosclínicos
¿Qué diagnóstico, entre los siguientes, es el más probable en un niño de 8 Un hombre de 31 años consulta por la presencia de una masa palpable
a ños con signos inequívocos de pubertad precoz y que, en la exploración, en el teste derecho, de 1 mes de evolución, no dolorosa. Su ur ólogo le
presenta una masa en el testículo derecho de 2 cm de diá metro ? realiza una ecografía testicular en la que se evidencia una lesión hipoe -
coica, bien delimitada, intratesticular. Los marcadores tumorales a - feto -
1) Tumor de c élulas de Leydig. proteína y p-HCG son negativos. La actitud má s correcta de entre las
2) Seminoma . siguientes sería:
3) Tumor del saco vitelino.
4) Teratoma . 1) Dado que los marcadores tumorales son negativos, se descarta neopla -
.
sia testicular y requiere observación
RC: 4 2 ) Realizaci ón de una TC toracoabdominopélvica.
3) Biopsia transescrotal del Testículo.
4 ) Orquiectomí a radical y esperar resultado del patólogo.

RC: 4
Trasplante
renalj

URO

a ños, al mejorar la técnica y los cuidados prequir úrgicos y posquir úrgi-


cos.
Indicaciones
En muchas ocasiones, el trasplante plantea menos riesgo que una hemodiá -
lisis cr ónica. Actualmente, se consideran contraindicaciones relativas la edad
Las dos enfermedades que m á s com únmente abocan a una insuficiencia avanzada, la oxalosis, la amiloidosis, la enfermedad iliofemoral oclusiva, las
renal terminal irreversible, tratable mediante un trasplante renal, son: anomalías del tracto urinario inferior o las alteraciones psiquiátricas graves.
• Glomerulonefritis.
• Diabetes mellitus ¡nsulinodependiente.

Otras causas importantes son:


• Poliquistosis renal. Complicaciones
• Nefroesclerosis hipertensiva.
• Enfermedad de Alport.
• Nefropatfa IgA . Las complicaciones que se pueden presentar son:
• Lupus eritematoso sistémico. • Rechazo. Puede ser hiperagudo, acelerado, agudo o cr ónico (Tabla 16 ).
• Nefroesclerosis. La clínica del rechazo agudo es fiebre, hipertensión y dolor en el á rea del
• Nefritis intersticial. injerto; produce oliguria, no poliuria.
• Pielonefritis. • Recurrencia de la enfermedad en el riñón trasplantado.
• Uropatía obstructiva. • Complicaciones técnicas. Complicaciones vasculares, hemorragia, hiper-
tensión por estenosis de la arteria renal, trombosis venosa, complicacio-
Los mejores receptores son individuos jóvenes cuyo fallo renal no se deba a nes del tracto urinario, necrosis tubular aguda, linfoceles.
una enfermedad sistémica que pueda dañar el riñón trasplantado o causar la • Complicaciones no técnicas. Infecciones bacterianas y oportunistas en rela-
muerte por causas extrarrenales. Generalmente, se suele mantener al receptor inmunosupresión, hiperglucemias, complicaciones gastrointesti-
ci ó n con la
en tratamiento con diálisis durante un cierto tiempo previo al trasplante. nales, hiperparatiroidismo y tumores ( cáncer de piel y de labios, carcinoma
in situ de cérvix, linfomas no Hodgkin; guardan relaci ón con el tratamiento
inmunosupresor). Puede aparecer hipertensión debida a enfermedad en
los riñones originales, como consecuencia de rechazo, por estenosis de la
anastomosis de la arteria renal o por toxicidad renal por ciclosporina.
Contraindicaciones
Patogenia Patologí a asodada Tratamiento
Las contraindicaciones absolutas son: Hiperagudo Minutos, • Ac preformados • Trombosis microvascular Nefrectomía del injerto
• Infección activa. días • CIO • Isquemia o infarto
• Enfermedad maligna que no pueda ser • Act del complemento • PMN en capilares
erradicada. • Oaño endotelial
• Sospecha de no cumplimiento terapéutico Acelerado Días • Celular ( -f- Ac) Vasculitis necrotizante • Bolos de esteroides
del protocolo inmunosupresor. • Respuesta 2. * a Ag -HLA
• Glomerulonefritis activa.
‘ • Acmonodonales
Agudo Semanas • Celular ( -t- Ac) • Forma vascular: mediada • Bolos de esteroides
• Expectativa de vida reducida por enferme-
• Infiltrado de linfoatos por Ac (la vascular suele ser
dad de base del paciente . • Forma celular: resistente)
• Presencia de anticuerpos preformados
tubulointersticial • Ac monodonales
frente a antigenos del donante.
Crónico Meses, Humoral y celular • íntima arterial aumentada No hay;control de HTA
años • Atrofia tubular
Con respecto a las contraindicaciones rela-
• Glomerulopatía
tivas del trasplante renal, se debe decir que
Rechazo en el trasplante renal
é stas se han ido modificando a lo largo de los

35
UROLOGÍA

IFfflHFffil
/ Las causas má s frecuentes de insuficiencia renal crónica son la diabetes / El rechazo agudo produce oliguria, no poliuria.
.
mellitus y las glomerulonefrití s

/ La clínica característica del rechazo agudo es: fiebre, hipertensión y do -


lor en el á rea del injerto.

Casosclínicos
Un paciente de 35 años, con insuficiencia renal crónica, secundaria a pielo - 1) Crisis hipertensiva.
nefritis cr ónica, recibe un trasplante renal de cadáver con el que compartía 2) Pielonefritis aguda del injerto renal.
dos identidades en A y B y una en DR. Recibe tratamiento inmunosupresor 3) Recidiva de su enfermedad renal.
con ciclosporina A y corticoides en dosis estándar. En el posoperatorio in - 4) Rechazo agudo del injerto renal.
mediato se observa buena diuresis, y no es necesario el tratamiento sus-
titutivo con hemodiálisis. En el 5.° día de evolución, el paciente presenta RC: 4
fiebre de 38 °C, TA de 180/110, oliguria y disminución en la concentración
urinaria de sodio. El diagnóstico má s probable sería:
Uropatía obstructiva/

Tracto urinario superior ( ur éter y riñón). Estos pacientes presen-


tan dolor en el flanco ( riñón y uré ter proximal), dolor en flanco con
Características irradiación a genitales ( uré ter medio) o síndrome miccional (ur éter
terminal).

La uropatía obstructiva se caracteriza por: Despué s de resolverse una obstrucción, sobre todo si es crónica, puede
• Detención del flujo de orina en cualquier punto entre los cálices renales producirse una fase de poliuria. Esto se debe a que, a nivel tubular,
y el exterior (Tabla 17). cuando se ralentiza crónicamente el flujo urinario, se genera una insen -
• Su relevancia reside en el desarrollo potencial de insuficiencia renal, por sibilidad a la ADH transitoria ( diabetes insí pida nefrogénica), de ahí la
lo que tiene importancia la obstrucción urinaria bilateral o la unilateral poliuria.
sobre riñón único funcionante .
• Una obstrucción de m á s de 1 mes de duración puede dar lugar a un
daño renal funcional y estructural permanente.

RECUERDA Diagnóstico
La uropatía obstructiva puede producir glomerulonefritis fo-
cal y segmentaria .
El diagn ó stico de segundad, la valoración de la evolución y el pronóstico
son ecogr á ficos. Adem á s, son ú tiles la anamnesis y la exploración física, la
radiología simple (conveniente en litiasis radioopaca), UIV ( confirma una
posible anomalía funcional y útil en litiasis radiotransparente), cistografí a,
estudio metabólico ( útil en prevención de recidivas ), TC abdominal, eco-
Clínica grafía transrectal, biopsia prosté tica dirigida, pielografí a retrógrada, nefros-
tografía, cistoscopia, flujometr ía, cistomanometr í a y citología urinaria.

La forma de presentación depende de los siguientes factores:


• Etiología de la obstrucción. Presenta la clínica propia de la enfermedad
de base.
• Tiempo de evolución. La aguda suele cursar con dolor ( cólico nefrítico), Tratamiento
siendo la crónica más frecuentemente asintom á tica.
• Lugar de la obstrucción:
Tracto urinario inferior ( uretra y vejiga ). Cursa con retraso para ini- Es necesario restablecer el flujo urinario. La mayor parte de las veces se
ciar la micción, disminución de fuerza y del tamaño del chorro, goteo realiza mediante:
terminal, hematuria, escozor al orinar, orina turbia, retención aguda • Litotricia.
de orina o incontinencia paradójica ("micción por rebosamiento") . • Corrección quir úrgica .
Tabla 17
Intraluminal Intraparietal Extraparietal (compresión extrínseca ) Extraparietal (disfundón neuromuscular)
• Litiasis • Estenosis congénita • Uréter retrocavo • Vejiga neurógena
• Tumores ( hipemefroma, urotelioma) • Estenosis postinfecciosa • Riñón "en herradura" -
• Vejiga automática: lesión sobre L1 L3
• Necrosis papilar • Estenosis postraumática • Fibrosis retroperitoneal -
• Vejiga átona: lesión bajo L1 L3
• Coágulos • Estenosis isquémica • Tumores (próstata, vejiga, ginecológicos) • Disfundón de la unió n pieloureteral
• Hiperplasia prostética • Reflujo vesicoureteral
• Ligadura í atrógena de uréteres
Clasificación de la uropatí a obstructiva

37
UROLOGÍA

Si la obstrucción es aguda y/o bilateral, la desobstrucción es urgente, y Figura 27


puede lograrse mediante: Manejo de la uropatia obstructiva
• Sondaje vesical.
• Talla vesical.
• Catéter ureteral. 1
• Nefrostomía. Infr avesical Supravesical
(globo vesical) (no globo vesical)
En caso contrario, hay que valorar el grado de sufrimiento renal y su rever-
sibilidad. Fn los casos en que hay destrucción irreversible de la vía urinaria,
I
es necesario realizar una derivación urinaria definitiva (Figura 27) . Sonda vesical
o dstostomla
Ecografía renal

Ideasclave \ I
No dilatación Dilatación unilateral Dilatación
/ La uropatia obstructiva puede producir insuficiencia renal si no se re-
suelve a tiempo . i
Estudio módico .
bilateral

/ El dolor suele estar presente en la obstrucción aguda . Sin embargo, en Birreno Monorreno
la crónica es frecuente su ausencia .
/ Despué s de resolver una uropatia obstructiva puede producirse una i '
fase de poliuria . .
Estudio (UIV TC)
Fracaso renal

I
Derivación de vía
urinaria superior
(nefrostomia/doble J )
Procedimiento de actuación frente a la uropatia obstructiva

38
Í Orá Exploración física. Encaminada a descartar enfermedad vascular, enfer-
medades neurológicas, trastornos genitales y endocrinopatías. En varo-
Disfunción eréctil nes mayores de 50 años se incluirá tacto rectal.
Determinaciones analíticas. Glucemia basal, perfil lipí dico, testoste-
rona total y libre y prolactina. Ademá s, resulta conveniente solicitar hemo-
Introducción grama, función renal y hepática.
Pruebas especializadas. Únicamente se precisan en ocasiones muy
La disfunción eréctil ( DE) se define como la incapacidad persistente o recu- seleccionadas.
rrente para conseguir o mantener la suficiente rigidez del pene que permita
.
una relaci ón sexual satisfactoria Debe tener una duración mínima de 3 meses . Tratamiento
Prevalencia Se puede estructurar en tres escalones o etapas, que ser án superadas en
función de fracaso del escalón previo.
En Estados Unidos, en un estudio en varones de entre 40-70 años, se estimó
que la prevalencia global era del 52 %. La prevalencia en España se estima en 1. Fá rmacos orales
1.500.000 a 2.000.000 de varones, en torno al 12,1%.
Citrato de sildenafilo. Se considera actualmente como el tratamiento
Etiología .
farmacológico de elección en la DE Hoy en día existen nuevos fá rmacos
basados en él, como vardenafilo y tadalafilo. Se trata de un inhibidor de
Se puede clasificar en: la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE 5 ). Induce la relajación del músculo liso del
• Orgánica. Causas vasculares ( las má s frecuentes, 60-80% ), neurológicas cuerpo cavernoso, liberando óxido ní trico ( NO). El NO liberado por el
( 10- 20%), hormonales ( 5-10% ) o locales. endotelio vascular y por las terminaciones nerviosas no adrenérgicas/
• Psicógena. no colinérgicas es el principal neurotransmisor de la erección. Precisa de
• Mixta . En la mayoría de los casos de etiología orgá nica se a ñade un deseo sexual y estimulación previa para su efecto.
componente psicológico. Las contraindicaciones absolutas del sildenafilo son:
Administración concomitante con nitratos o fá rmacos donadores
Factores de riesgo de NO por el riesgo de hipotensión grave ( dinitrato/mononitrato
de ¡sosorbida, molsidomina, nicorandíl, nitroglicerina, nitroprusiato
• Edad. Factor independiente. .
s ódico)
• Diabetes. Es la enfermedad endocrina má s frecuente asociada a disfun- Pacientes en los que esté desaconsejada la actividad sexual ( angina
ción eréctil. Supone una probabilidad tres veces superior de presentar inestable, insuficiencia cardíaca o infarto reciente, hace menos de
disfunción eréctil. Están implicados mecanismos vasculares, neuropáti- 6 meses ).
cos y disfunción gonadal.
• Enfermedad cardiovascular. Cardiopatía, hipertensión arterial, enfer- Apomorfina. Agonista dopaminérgico que act úa a nivel central sobre el
medad vascular periférica y descenso del colesterol HDL se han relacio - mecanismo de la erección. Est á contraindicado en sujetos que tengan
nado de manera clara con la disfunción eréctil. desaconsejada la actividad sexual.
• Tabaquismo. Factor independiente.
• Secundaria a fármacos. Aquéllos que causan hiperprolactinemia, que 2. Segunda línea
disminuyen los niveles de testosterona, psicotropos y antihipertens í vos.
• Secundaria a consumo de drogas. Cocaína, heroína ... • Terapia intracavernosa. Alprostadil (PGE1), mediante inyección directa
• Trastornos afectivos. Depresión. .
en los cuerpos cavernosos Obviamente, funcionan mejor cuando la
.
causa no es vascular Otros f á rmacos son la papaverina y la fentolamina .
Diagnóstico
3. Tercera línea
El diagnóstico debe basarse en los siguientes componentes:
• Historia clínica y sexual. Investigar los posibles factores de riesgo impli- • Cirugí a de revascularización ( venosa, arterial). Implante de prótesis
cados. de pene.

39
1o UROLOGÍA

t
í *J& La base del tratamiento es la psicoterapia sexual y puede apoyarse en
fá rmacos; inhibidores de la PDE 5 si asocian disfunción er éctll y como má s
Eyaculación precoz especí fico, pero poco rentable por sus efectos secundarios, los inhibido-
res selectivos de la recaptación de la serotonina ( ISRS ). En algunos pa í ses
existe la dapoxetina, que es el primer fá rmaco aprobado para el trata -
Se trata de la disfunción sexual masculina má s frecuente. Aunque su preva- miento espec í fico de la eyaculación precoz: es un ISRS potente, que se ha
lencia no es del todo conocida, se estima que puede rondar entre un 20-30%. dise ñ ado como tratamiento oral a demanda. Se absorbe r á pidamente con
un tiempo m á ximo de 1,5 horas y se elimina con rapidez, lo que evita su
Se desconoce la etiologí a de la eyaculación precoz, aunque parece relacio - acumulación.
nada con ansiedad, hipersensibilidad del pene y disfunción de los receptores
de 5HT. A diferencia de la disfunción er éctil, no hay un deterioro de los fenó-
menos fisiológicos que conducen a la expulsión forzada del esperma por el
meato uretral. Una proporción importante de varones con disfunción eréctil
IMÍHJKW4
/ La causa má s frecuente de disfunción eréctil es vascular.
también presentan eyaculación precoz.
/ La enfermedad endocrina m á s relacionada con ella es la diabetes mellitus.
Puede provocar efecto perjudicial sobre la confianza en uno mismo y la relación
con la pareja, así como puede causar angustia, ansiedad, vergüenza y depresión, El sildenafilo está contraindicado en pacientes que toman nitratos o
sin embargo, a pesar de ello, son pocos los pacientes que consultan por esta causa. fármacos donadores de óxido nítrico, en pacientes con infarto agudo
de miocardio en los últimos 6 meses, y en pacientes con insuficiencia
En general, para el diagnóstico basta con el tiempo de latencia intravaginal cardíaca grave o angina inestable.
medido por el propio paciente y, si es necesario, puede apoyarse en cuestionarios.

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Manual CTO de Medicina y Cirugí a, 1.a edición Bibliografía

Bibliograf ía UROLOGÍA

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Castiñeiras Fernández J Libro del Residente de Urología Madrid. _
Resel Estévez l Moreno Sierra J. Tratado de oncología urológica.
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Arnhem. EAU, 2015. Walsh Urología. Argentina. Panamericana, 2015.

Jiménez Cruz JF, Rioja Sanz LA. Tratado de urología. Barcelona.


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