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(Mateo 9:14-17)
En los tiempos de Dios nuestro pasado, presente y futuro ya sucedieron. La Biblia habla acerca
de los tiempos de Dios, sus temporadas y visitaciones. Por eso es importante saber reconocer no
sólo el tiempo en el que vivimos actualmente sino también ¿cuál es la temporada divina que
Dios ha preparado hacia adelante para nosotros? a fin de estar alineados con sus propósitos.
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmos
90:12) RVR
3 Tiempos divinos:
1. En las temporadas divinas está lo que se conoce como “el tiempo aceptable de Dios”, que es
el momento propicio para que suceda algo específico. En ese lapso contamos con el favor
del cielo para que las puertas que antes estaban cerradas, se abran y para que suceda lo que
hasta ese momento era imposible.
2. También están las “visitaciones de Dios”, son momentos en donde el cielo desciende a la
Tierra, y lo sobrenatural de Dios se hace presente para alterar el curso de la historia. Cuando
Jesús vino a la Tierra, los judíos no lo reconocieron como el Mesías, y por ende perdieron la
oportunidad histórica de celebrar al Hijo de Dios.
3. Existe también lo que se llama el “Kairos de Dios”, lo que se conoce como el tiempo divino.
Los tiempos de Dios no son los del hombre. El ser humano se guía por un tiempo
cronológico y secuencial, medido por horas, minutos y segundos. El Kairos de Dios depende
de su soberanía, por eso es importante saber reconocerlo para obrar en sintonía con Él.
En el relato bíblico de (Mateo 9:14-17), los discípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús
para preguntarle acerca del ayuno. En realidad querían saber por qué sus discípulos no
practicaban el ayuno como ellos. Jesús les respondió hablándoles acerca de los tiempos.
“¿Acaso los invitados de una boda están de luto mientras festejan con el novio? Por supuesto
que no, pero un día el novio será llevado, y entonces sí ayunarán.” (Mateo 9:15) RVR
Jesús continuó hablando sobre el vino nuevo y los odres viejos. El vino nuevo sólo es para
aquellos que se ha renovado. Renovarse significa estar alineado en tiempo y espacio con Dios.
Es entender el “ahora” de Dios, el tiempo Kairos. Jesús es el vino nuevo, Él es el renuevo que
la humanidad estaba esperando. El pueblo judío estaba viviendo bajo la ley, pero con la venida
de Cristo y su sacrificio, comenzaba un nuevo tiempo, la dispensación de la gracia.
“Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se
derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro
se conservan juntamente.” (Mateo 9:17) RVR
El cuero del odre nuevo se estira, es maleable permite que se trabaje en él. En el odre viejo por
el contrario, si se intenta estirarlo se rompe. Ésto era lo que Jesús quería explicar. Los odres
nuevos sufren un proceso de preparación, en el cual se los estira, se los seca al sol, se los golpea
para ablandarlos y se les pone sal para matar todas las impurezas. Finalmente son colocados en
aceite.
¿Estas listo para recibir el tratamiento necesario que tu vida requiere a fin de poder recibir lo
nuevo de Dios? Si tu respuesta es “NO”, lamentablemente tengo que decirte que has colocado
un techo a tu vida. La persona que no se renueva se detiene, se estanca y aquello que se estanca
se pudre. Cuando le decimos “NO” a Dios, comenzamos a transitar los días en un tiempo
muerto. Esos días se convierten en meses, y los meses en años. El resultado final es que la
persona pierde todo lo que Dios había preparado para su vida.
El año 2019 es un nuevo tiempo, y usted necesita entrar al 2019 con un odre nuevo que haya
sido tratado por dentro y por fuera. No transite la vida en un tiempo muerto, Dios quiere
trabajar en usted, ¿se anima a ser tratado por Dios?
Dios es nuestro verdadero Padre, cuando lo conocemos, Él llena todo vacío. El apóstol Pablo
dijo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Nos habla de que la
primera bendición, es la bendición paterna. El padre debe bendecir a sus hijos; así como
nosotros recibimos la bendición de Dios Padre. La palabra bendecir significa: Desatar bien y
hacer bien a los hijos. La palabra maldecir significa decir mal, hablar mal y desatar mal a los
hijos.
Un padre puede maldecir a un hijo con sus palabras. Cuando usa expresiones de rechazo, o
de menosprecio o dice vulgaridades a sus hijos, esas palabras son como una voz profética,
que producen un efecto en los aires, y transforman las circunstancias, para que se cumpla lo
que dijo; pues todo lo que el padre diga vendrá sobre sus hijos. Debemos entender que en
este mundo donde viven más de seis mil millones de personas, son muy pocos los que han
sido escogidos para ser parte de la familia de Dios, y dentro de esos pocos, se encuentra usted;
usted está ingresando a la familia real; debe aprender, cómo vive y cómo se comporta un
príncipe, pues usted ya es un hijo del Rey.
Por eso tiene que esforzarse en aprender de la Palabra, en ser ministrado, y aprender los
modales del Reino de Dios, porque usted ha sido adoptado como hijo de Dios.
1. JEHOVÁ TE BENDIGA: La bendición de Dios reposará sobre tu vida, y todo lo que hagas
te saldrá bien.
2. JEHOVÁ TE GUARDE: Dios será tu guardador. Nada ni nadie te podrá hacer frente.
Aunque el enemigo venga como un río contra tu vida, ¡Jehová levantará bandera de victoria!
3. JEHOVÁ HAGA RESPLANDECER SU ROSTRO SOBRE TI: Se terminan las tinieblas en
tu vida. Tus pies no tropezarán en la oscuridad, la luz de Cristo brillará sobre tu vida. El
favor del cielo estará sobre ti y Dios sonreirá con agrado al verte.
4. JEHOVÁ TENGA DE TI MISERICORDIA: Dios sabe que somos frágiles, sabe que somos
de barro. Conoce nuestras fortalezas y también conoce nuestras debilidades. La misericordia
de Dios irá delante de ti. “Los justos podrán tropezar siete veces, pero volverán a levantarse.
En cambio, basta una sola calamidad para derribar al perverso.” (Prov 24:16) NTV
5. JEHOVÁ ALCE SOBRE TI SU ROSTRO: Es la mirada atenta de un padre que está por
encima de su hijo, protegiéndolo, dándole ánimo, infundiéndole confianza y seguridad en
cada momento.
6. JEHOVÁ PONDRÁ EN TI PAZ: Hay una medida especial de paz divina designada
especialmente para cada uno de sus hijos. Tendrás paz en cada área de tu vida. No es la paz
que conoce el mundo, es una paz que sobrepasa todo entendimiento y que va más allá de las
pruebas. Aún a pesar de las circunstancias que te rodeen, Dios te dará paz.
7. JEHOVÁ PONDRÁ SU NOMBRE SOBRE TI: El nombre de Dios es nombre sobre todo
nombre. La autoridad del cielo estará sobre tu vida. Aquel que venció a la muerte está a tu
lado. Su nombre estará sobre ti, como poderoso estandarte demarcando linaje y pertenencia.
Somos propiedad de Dios. Hemos sido comprados por medio del sacrificio de Cristo.