Sei sulla pagina 1di 2

Hay tanto que decir con lo referente a los últimos acontecimientos.

Pero
primeramente siento que te debo una disculpa, esta disculpa no es como las otras,
superficial y falsa, sino que verdaderamente proviene del corazón, pues admito
que no he sido un buen nieto, fui muy egoísta y no pude percatarme de que tu
también eres un ser humano, empero, deberías aceptar que tu tampoco has
desempeñado de la forma adecuada tu papel de abuelo, padre y esposo.
Si hubieses cambiado antes tantas cosas en tu actitud, nos habrías ahorrado
mucho dolor tanto a nosotros como a ti mismo.
Previo a continuar, necesito que comprendas que mi intención no es de ningún
modo atacarte u ofenderte, sino que entiendas las distintas situaciones
experimentadas contigo desde nuestro punto de vista, y me refiero a todos, en
otras palabras, tanto a mi madre como a tu esposa, quienes, de hecho, están
supervisando este escrito. Por lo demás, no veas la presente circunstancia
como una injusticia cometida contra ti, sino mas bien como las
consecuencias de tus acciones.
Bien dice el dicho “Trata a los demás como quieres ser tratado”.
Como ya lo debiste haber notado, existe una gran distinción entre tu esfera y la de
nosotros, tu familia.
En la conversación que tuviste anteriormente con mi hermano y conmigo,
teníamos una intención muy diferente a la cual tu inferiste. Queríamos que
comprendieras que en una familia sana no existe como tal una máxima autoridad,
o, de ser así, aquella son los integrantes de la familia, puesto que la misma no
yace compuesta por un solo hombre, sino que por diferentes personas, cada una
con su distinta forma de ser y de pensar. La familia no está para satisfacer
únicamente a una sola persona, sino que busca satisfacerse a sí misma,
impulsada no por el egoísmo o la materialidad, sino que por el amor y la felicidad
de estar juntos y en armonía uno con el otro. Existiendo comprensión y
comunicación en lugar de agresividad y mano dura.
Tu justificante, para explicar tu autoritarismo, ha sido “Es que así fue mi padre”, y
en respuesta, te pregunto ¿Eras feliz con él y su actitud? Muy probablemente no.
Y sabiendo que el fue un ser nefasto para ti ¿Por qué lo imitas? ¿Por qué no tratas
de ser lo contrario a él?
De ser la familia como tu tanto me la has ilustrado, donde yo soy la entidad
egoísta y perjudicial para la misma, donde todos hacemos lo que queremos,
donde no es funcional sin tu influencia, entonces ¿Por qué únicamente hay ira y
dolor cuanto tu abres tu boca sin consideración hacia nadie más, aparte de a tus
demenciales delirios? ¿Por qué estamos de acuerdo entre nosotros y no contigo?
Si acaso mi madre y abuela tienen algún problema conmigo, ellas me lo dicen.
Ellas me criaron, tu no.
Por otra parte, seamos realistas, ya estas viejo, tu tiempo aquí es limitado. Al estar
en tal percance lo único que debería quedarte sería el amor de tu familia, sin
embargo, debido a esa adherencia que posees hacia aquel demonio con el que te
identificas, es imposible.
No hay confianza por parte nuestra hacia ti, y tu no nos la tienes a nosotros, por
ese motivo es que en ocasiones mi madre y abuela han tenido que mentirte,
además de que eso mismo ha sido un impedimento para establecer una
comunicación segura contigo.
En todo caso, lo reitero una vez más, lo único que te queda es el amor que te
puede brindar tu familia, y estamos en disposición de dártelo, pero tienes que
renunciar tu orgullo, vanidad, ira, avaricia y egocentrismo, puesto que ellos,
además de que son innecesarios para la auténtica felicidad, la cual se encuentra
en el amor, impiden que logres apreciar el hecho de que tu eres tu propio verdugo.
Sin estos elementos, habrías comprendido desde un principio que tu eres la causa
de tu soledad e incomprensión.
El ser humano por naturaleza necesita amor, de hecho, al momento en que un
padre aparta a su hijo, siendo un bebe, con el propósito de hacer que regrese, y
así aprenda a caminar, lo que motiva al hijo a emprender dicha acción es el amor
hacia su padre.
El amor es la dicha suprema, no el dinero ni los logros personales.
Tu encuentras la felicidad en el dinero y en lo material. Eres esclavo del dinero. No
obstante, nosotros solo necesitamos vernos el uno al otro felices y satisfechos, no
estamos tan limitados como tú.
Por mi parte, he comprendido que fui muy egoísta en ciertos aspectos, y claro que
pienso cambiar, para así cumplir conmigo mismo y con la felicidad y bienestar de
las personas con quienes cohabito, ¿Tu serias capaz de cambiar?
Te invitamos a hablar con nosotros, sobre lo que te aqueja y lo que sientes, que
seas mas abierto y tengas una mayor confianza, nosotros, por nuestra parte,
tendremos los brazos abiertos, solo si realmente deseas mejorar.
¡La decisión esta en tus manos!

Potrebbero piacerti anche