Sei sulla pagina 1di 433

PSICOSOCIOLOGÍ

A DE LA
DELINCUENCIA

BULMARO
BERRUECOS
Y
ROSAS

-Primera edición de la colección "Sepán Cual..." 2010

Las características de esta edición son propiedad de:


PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

EDITORIAL INEXISTENCIA, S.A.

Queda hecho el depósito que marca la Ley.


México, D. F.

 Derechos reservados 2010, por


Editorial Inexistencia, S. A.
D.R. Copyright 2010.

 Derechos reservados por Bulmaro Berruecos y Rosas


D.R. Copyright 2010.

Queda hecho el depósito que marca la Ley en los Acuerdos de París,


Viena y bajo el régimen de la ONU.

IMPRESO EN MÉXICO
PRINTED IN MÉXICO

2
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

3
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

4
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

PSICO-SOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA

ESTUDIO DE ALGUNOS ELEMENTOS


CUALITATIVOS DE LA CONDUCTA
ANORMAL
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

FILOSOFÍA
DE LA
CONDUCTA
Por Bulmaro
BERRUECOS Y ROSAS.

5
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

6
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ÍNDIC
7

E
BIBLIOGRAFÍ 11

PRÓLOGO 15

25
I ) GENERALIDADES
27
GENERALIDADES
II) ELEMENTOS DE 47

FACTORIZACIÓN
SOCIO-ECONÓMICAS 49

7
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

A) MEDIO FAMILIAR 51

B) MEDIO 61

CIRCUNDANTE

C) CULTO, DEVOCIÓN Y 75

CONVICCIÓN

D) ESCOLARIDAD 83

E) TABÚS SOCIALES 91

1 .- MANCEBÍA 92

2.- MADRES SOLTERAS 94

8
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

3.- AMISTADES 97

4.- COSTUMBRES 97

F) SEGURIDAD 103

1.- AUTORIDAD 105

A) TEORÍA DEL ESTADO 106

B) PODER PÚBLICO 116

C) POLICÍA 119

9
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

D) JUSTICIA 124

E) PREVENCIÓN SOCIAL 131

F) SISTEMAS CARCELARIOS 137

G) READAPTACIÓN 145

2 .- ILEGALIODAD 155

A) PROSTITUCIÓN DEL MEDIO 156

B) MORDIDA O COHECHO 157

10
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

C) REPRESIÓN 161

D) ABUSO 163

3.- CONOCIMIENTOS 165

A) LEYES Y LEGISLACIÓN 166

B) EL ESPÍRITU DE LAS LEYES 169

C) CÓDIGOS ESPECÍFICOS 175

D) CIVISMO 188

11
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

G) TRABAJO 193

1.- GENERALIDADES 196

2.- DERECHO 199

3.- FILOSOFÍA 202

a) CAPITALISMO 211

1.- IMPERIOS 211

2.- DEMOCRACIAS 214

12
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

b) SOCIALISMO 222

4.- OPORTUNIDAD DE TRABAJO 227

a) DEMOGRAFÍA 228

b) EMPLEOS 231

H) FACETAS 240

DIFERENCIALES

1.- ROBO 242

2.- ASALTO 245

13
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

3.- LADRONES DE PLUMA “FUENTE” 248

4.- DELINCUENTES SENILES 252

I) PROSTITUCIÓN 257

1.- DEFINICIÓN 259

2.- PANORAMA GENERAL 262

3.- LA "NO" HISTORICIDAD 266


SISTEMÁTICA

4.- VARIEDAD, EJERCICIO Y 277


CARACTERÍSTICAS

14
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

5.- LEGISLACIÓN Y REALACIÓN CON 283


LA POLICÍA

6.- ECONOMÍA DOMÉSTICA 289

7.- ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES 306

8.- RELACIÓN CON EL ESTADO Y LA 311


SOCIEDAD

9.- MEDICINA Y PSICOLOGÍA 338

A) LA MEDICINA Y LAS ENFERMEDADES DE LA 338


PROSTITUCIÓN

B) PSICOLOGÍA 346

10.- DIVERSIDAD Y UNIDAD 355


A) INTERNADOS 357
B) EL EJÉRCITO 358

15
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

C) PRISIONES 360

J) DELINCUENCIA 370

JUVENIL

377
III ) HISTORIA "CUASI"
CLÍNICAS
JUAN BUÉN 380

HENRI SKILLER 384

"LA ZORRA" 388

LIC. ALFONSO LADRÓN DE G. 390

"LA EXTRANJERA" 395

16
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

GLORIA 399

ANGEL MOREIRA, "EL VERIJAS" 403

IV)AMANERA DE 407

CONCLUSIÓN
ÍNDICE PIÉ DE PÁGINA
415

17
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

BIBLIOGRAFÍA

Muy lejos de pretender que la presente bibliografía constituya


una relación exhaustiva en la materia, ésta no es sino una pequeña
parte de una extensa colección de obras sobre la materia que se trata.

18
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Las obras y autores que se mencionan a continuación, se refieren


solamente a las notas auxiliares que se llaman en diferentes partes del
todo. Hubiera sido deseable proponer a la consideración del lector la
totalidad a la que nos hemos referido, pero esto hubiera constituido
materia de una obra aparte, de gran volumen.

La noción de la Constitución de la URSS;


A. I. LEPYOSHKIN Vida política de la sociedad.
¿Qué es la sociología?. Edit. UTEHA,
ALEX INKELES S.A. México, D.F.
ANTONIO GARCÍA El libro de mis recuerdos. Edit. Patria,
CUBAS S.A. México, D.F.
Historia, tradiciones y leyendas de las
ARTEMIO DEL calles de México. Edit. Diana, S.A.
VALLE-ARIZPE México, D.F.
CARL JOACHIM La filosofía del derecho. Edit. Fondo de
FRIEDRICH Cultura Económica. México, D.F.
CARLOS ALFONSO Superstición y supersticiones. Edit.
DEL REAL Espasa Calpe, S.A. Madrid, Esp.
DECLARACIÓN DE
PRINCIPIOS
CÍVICOS DE LA
A.C.J.M. México, D:F:
DICCIONARIO
ENCICLOPÉDICO
BÁSICIO Edit. Plaza & Janés, S.A. Madrid, Esp.
EDUARDO GARCÍA FILOSOFÍA DEL DERECHO. EDIT.
MAYNES PORRÚA, S.A. MÉXICO, D.F.
ESTANISLAO Sociología de la prostitución. Edit. Nueva
BARRERA CARAZA Sociología. México, D.F.

19
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

FEDERICO A. Sociología de la prostitución. Edit. Nueva


GÓMEZ JARA Sociología. México, D.F.
F RANCISCO
JAVIER CLAVIJERO HISTORIA ANTIGA DE MÉXICO
Introducción a la economía
contemporánea. Fondo de Cultura
GEORGE SOULE Económica. México, D.F.
ISMAEL QUILES, Filosofía de la religión. Edit. Espasa
S.J. Calpe, S.A. Madrid Esp.
JAMES S. Moneda y Crédito. Edit. UTEHA, S.A.
DUEMBERRY México, D.F.
La infancia del delincuente. Edit. Oaidós.
JEAN CHAZAL Madrid, Esp.
Naturaleza humana y conducta. Fondo
JOHN DEWEY de Cultura Económica. México, D.F.
Los grupos sociales. Edit. Edicol, S.A.
JORGE MONTAÑO México, D.F.
JUAN JACOBO El contrato social. Edit. Porrúa, S.A.
ROUSEAU México, DF.F.
JUAN MANUEL FILOSOFÍA DEL DERECHO. EDIT.
TERÁN MATA PORRÚA, S.A. MÉXICO, D.F.
Historia de la filosofía. Edit. Revista de
JULIÁN MARÍAS Occidente. Madrid. Esp.
Teoría general del derecho y del Estado.
HANS KELSEN Imprenta universitaria. México, D.F.
LIN-YUTANG China. Edit. Joaquín Mortiz. México, D.F.
LUIS GONZÁLEZ México Viejo. Edit. Porrúa, S.A. México,
OBREGÓN D.F.
Adolescencia y cultura en Samoa. Edit.
MARGARET NOAD Paiodos. Madrid. Esp.
MONTESQUIEU,
CARLOS LUIS DE Del espíritu de las leyes. Edit. Porrúa,
SECONDANT S.A. México, D.F.
RAMIRO DE La crisis del humanismo. Edit.
MAEZTU Sudamericana, S.A. Buenos Aires. Arg.
ROBERTO Menores infractores. Edit. EDICOLSA,

20
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

TOCAVEN GARCIA México, D.F.


Perfil del hombre y la cultura en México.
SAMUEL RAMOS Edit. Espasa-Calpe, S.A. México, D.F.
De Ordine. Edit. Porrúa, S.A. México,
SAN AGUSTÍN D.F.
EL MOMENTO DE TU VIDA. EDIT.
WILLIAM SUDAMERICANA, S.A. BUENOS
SAROYAN AIRES. ARG.
Introducción a la psicopatología. Fondo
WOLF WERNER de Cultura Económica. México, D.F.

21
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

22
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

PRÓLOGO

Extrañará, quizá, que en la primera parte de un trabajo dedicado


a la Filosofía de la Conducta, se encuentre, como motive del estudio
inicial, un análisis, por somero que este sea, de la cualitividad,
precisamente, de la delincuencia. Y las dudas que pudieran asaltar al
paso, nos proponemos contestarlas: ¿Por qué el tema de la
delincuencia? Y, en última instancia, ¿Éste no debería formar parte de
las conclusiones?
Es indudable que éste debería ser tratado, si no al final y como
parte de las resultantes del estudio, sí como parte del contexto del
mismo. Hemos preferido iniciar estas líneas de esta manera, por que
se pretende ubicar la conducta humana dentro de un sistema que
quede abierto a la ontología, como un “deber ser” en cuanto a la
esencia de lo vital y no cercada como un comportamiento inter-
relacional, concretado dentro de lo estrictamente sociológico.
Consideramos prudente iniciar el camino fijándonos como norma el
estudio del diario acaecer de un determinado grupo de hombres
quienes viven su conflicto entre la existencia y las normas que la

23
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“deben” regir, en la forma más aguda: En el trato con su congéneres.


Los que encuentran una disyuntiva insoslayable entre los cánones
vigentes y los productos del sistema por el que no siempre han
optado, pero en el que tienen que vivir y la terrible verdad de sus
vidas, divorciadas del sendero común.
Este estrato social viene a constituirse en uno de los polos de
atracción de los sistemas éticos y su resultante es la integral derivada
hacia un estado permanente de inseguridad de los valores y en lucha
con los sistemas represivos. Lucha que se agrava por lo que es
fácilmente apreciable; un antagonismo entre dos polos del mismo
signo, entre los delincuentes y los sistemas que, con demasiada
frecuencia emplean las corporaciones policiacas para reprimir un
delito. Es incesante la batalla entre la demanda inaplazable en busca
de nuevos sistemas para combatir “entre sí”, y ésta los impela al uso
de ilegalidades por ambas partes.
Es por eso que esta continua — y a veces desigual— lucha, es
el punto de apoyo para ejemplificar y hacer inteligible el
cuestionamiento dialéctico que salga de los confines de la ética
estrictamente pura y de los condicionamientos psicológicos de una
filosofía pragmática, integrándose un sistema lo suficientemente
flexible que ponga en duda si los existentes están más cerca de lo
“malo” o si la existencia tiene ante sí algún camino para acercarse a lo
“bueno”, sometiendo la angustia muy suya a la cercanía de la
superación de sí misma.
Las diferentes corrientes del pensamiento, las escuelas
filosóficas, tienen diversos caminos para establecer las bases de la
integración moral, pero en todas ellas se olvida que la existencia del

24
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

hombre deviene en antagonismo intra personal en busca de una


solución que se aleja a cada instante, por haber olvidado que, para
que un ser razone acerca de su mismidad y de la relación de ésta con
la mismidad ajena, es necesario que él sea el primero en encontrar su
verdadera realidad. La premisa cartesiana “Ergo cogito”, tiene validez
siempre y cuando no se derive de ella un nuevo idealismo, no
necesariamente kantiano o hegeliano, y el pensamiento sea dirigido al
hombre, precisamente por ser existente, y no pretenda confinar su
verdad al terreno de la especulación.
No es necesario disponer nuevas interpretaciones éticas, sino
que las que hay, se comprendan desapasionadamente y las actitudes
derivadas del razonamiento se dirijan a una nueva forma de
comprensión, más amplia e integral, para que las relaciones entre los
hombres estén en aptitud de conducir una solidaridad de las diversas
unidades.
Siguiendo este planteamiento de la especulación ideática con
sinceridad, sin olvidar que los seres están en una situación dinámica y
que los cánones que rigen a los hombres y a las sociedades son
también dinámicos; adecuando circunstancialmente los códigos y
humanizando a los que deben de aplicarlos, en busca siempre del
encuentro del hombre por y para el hombre, puede ser conveniente
una catarsis que unifique el pensar con el actuar, la teoría ética con la
verdad existencial; la relación individual con la historicidad de la vida.
Este es el motivo por el cual, para aclarar algunos conocimientos, se
inicia el trabajo fundamental con un ejemplo productor de inquietud y
estupor. Y hay que recordar que el estupor es el principio fundamental
del filosofar.

25
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En el curso de la obra, y sobre todo en la primera parte,


emplearemos el vocablo “delincuencia” en un sentido más lato que la
psicología, ya que por delincuencia entienden los psicólogos, el
producto de una inadaptación y expresa un conflicto que enfrentan el
individuo y la sociedad y nosotros situamos el conflicto entre y con la
sociedad, como unidad dinámica. Por eso, hemos englobado en este
concepto a la prostitución, — con mayor proyección y relaciones de lo
que se acostumbro — considerándola como una parte de la
delincuencia; con muchas formas distintas aunque con idénticos
resultados. Ya, a su debido tiempo, analizaremos este tema el que, por
su amplitud, no debe soslayarse.
Veremos a lo largo de esta primera parte, que un número
considerable de individuos que delinquen, son solo, e
independientemente del delito mismo, seres a los que es preferible
dirigir e incorporar a la sociedad que castigarlos; sin perder de vista
que el acto delictivo lo constituye su propia esencia y que son
delincuentes los mismo los individuos de bajo I.Q., y los que tienen un
alto consciente intelectual pero que no pueden ser consignados en el
mismo rango; no puede juzgarse lo mismo a un criminal que a un
perverso, por ejemplo. Delimitaciones todas estas que analizaremos,
junto con otras, con más detenimiento.
Por otro lado, los delincuentes provienen, en un porcentaje
abrumador, de aquellos seres que no tienen un carácter profesional
discernible y que actúan llevados por condiciones de carácter socio-
económico, comúnmente sumado a deficiencias psicosomáticas o bien
proceden de hogares deshechos. No se excluyen otras fuentes de
abastecimiento del hampa y en la de la delincuencia juvenil existen

26
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

otros factores psico-sociales como alcoholismo paterno, disociación


familiar o falta de afecto. Pero estos elementos no se convierten
necesariamente en una inadaptación psicológica de los factores que,
en un número considerable son determinantes aunque totalizadores.
En la actualidad, la prevención sucede a la re-educación y esto
constituye un innegable adelanto en el trato al delincuente.
El escritor norteamericano William Saroyan escribió, entre otras
muchas obras, la que a mí juicio es la mejor de todas; “El Momento de
Tu Vida”. El prólogo a la edición castellana es bello pero demasiado
narrativo y poco conceptuoso. En la edición norteamericana aparece
otro más definitivo y, al leerlo, hace pensar en la condición humana, —
más que en la obra misma — en la esperanza y simultáneamente en
la desesperación. Es una obra en la que los personajes emergen del
mismo mundo del que se tratará aquí. Deseo reproducirlo buscando
que en él se encuentre la justificación adecuada a mi intención.
“En la mejor época de tu vida, vive de manera que no haya
fealdad o muerte para cualquier vida con la cual la tuya tenga
contacto. Busca la bondad en todas partes y, cuando la encuentres,
sácala de su escondite y déjala ir por el mundo, libre y
orgullosamente”.
“Coloca en la materia y en la carne el mínimo de los valores,
pues estas son las cosas que en sí llevan la muerte y deben de
perecer. Descubre, entre todas las cosas, aquello que brilla y está más
allá de la corrupción. Da valor a los corazones en los que la vergüenza
y el temor puedan mantenerlo en secreto y en melancolía”
“Ignora lo vulgar, porque es indigno del ojo penetrante y del
corazón bondadoso. No seas el inferior de ningún hombre no de

27
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

hombre alguno sea el superior; recuerda que cada hombre es una


variación de ti mismo. No existe una culpa humana que no sea
también tu culpa, ni la inocencia de hombre alguno es ajena a ti.”
“desprecia la vileza y la perversidad, pero no a los hombres viles
o perversos; a estos, entiéndelos. No te avergüences de ser
bondadoso y gentil, pero si en la mejor época de tu vida llega el
momento de matar, mata y no tengas remordimientos”.
“En la mejor época de tu vida, vive de manera que en este
portentoso tiempo, nada y tengas que añadir a la miseria o al dolor del
mundo, sino que sonrías ante su misterio y su delicia infinita”.

… … … …. …. … ….

La extensión limitada que nos proponemos dedicarle al estudio,


tendrá el defecto de generalizar demasiado y profundiza un poco, pero
valgan lo uno y lo otro en beneficio del lector, quien podrá, si lo desea,
penetrar más en el campo de la criminología, la psicología o de la
sociología, estudiando a autores que ostentan verdaderos méritos en
estas disciplinas. Aquí pretendemos hacer uso de esas ciencias en
función de que solamente mediante ellas es posible penetrar en el “yo”
personal, en el “mismo” hombre que vive en su cuerpo y se desarrolla
al lado de otros seres semejantes.
En el desarrollo total de la obra, se encontrarán repeticiones que
pueden parecer molestas y que, quizá, lo sean verdaderamente. Es
necesario reiterar el mismo — los mismos — temas dado que, no
siempre han sido tomados los razonamientos en el mismo sentido. Lo
ético, lo legal, etc., a pesar de ser tan diferentes en su apariencia

28
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

contienen las mismas vivencias, los actos son juzgados de manera


diferente en cada una, pero en sí, todos constituyen la misma voluntad
de vivir que existe en cada ser humano. No es factible juzgar el hecho,
cualquiera que este sea, de la misma manera cuando atañe a materias
diferentes, aún cuando este acto sea en apariencia una repetición.
La estructura general de la obra, que separa de manera definitiva
cada elemento que nos sea útil para juzgar la conducta, exige que sea
examinado desde un punto de vista particular. Esto, por que todos los
acontecimientos, sobre manera en los delictivos, lesionan de manera
diferente a cada área de la conducta, aunque el hecho en sí, sea una
lesión constante al contexto colectivo en el que nos desenvolvemos.
Específicamente, una actitud antisocial es en cada momento la misma,
pero en cada ciencia, en cada norma, son diferentes los objetivos
perseguidos y, en consecuencia, son diferentes, también, las formas
de lesión anti-normativa. La totalidad de la obra fue pensada siguiendo
una secuencia lógica que permite llegar a conclusiones valederas y
con resultado aparente, se encuentran repetidas las mismas
consideraciones generales, pero en cada ocasión, éstas obedecen a
un objetivo determinado e imprescindible y es necesario recordar la
generalidad de la conducta y las razones y consecuencias diferentes
en su desarrollo..
Es de esperarse que esta aclaración, sea suficiente para que el
lector no encuentre las reiteraciones fastidiosas, pero de ninguna
manera se tomen como algo que nos sucedió impensadamente, sino
que, al contrario, son producto del deseo de hacer notar cada acto en
su relación con las normas facticias que hemos aceptado respetar
aunque en algunos casos nos moleste hacerlo.

29
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

¿Es valedera una actitud así? Naturalmente que lo es, porque no


es consecuente con el hombre mismo, que es profundamente
repetitivo y necesita de esta repetición para adquirir eso tan extraño,
que es la experiencia. El ser humano no es una máquina con
dispositivos que eviten la repetición de un error o de un acierto.
Necesita que esté, en su libertad ideal, se repite para recordarlo en
sus consecuencias y normar posteriormente su conducta. Se necesita
de una repetición de veces para que el inconsciente supere barreras y
se obtengan hábitos consecuentes en el devenir de la vida.
Es indispensable mantener alerta el pensamiento a la
investigación y penetrar en ella despojados de todo perjuicio.
Posteriormente podremos buscar en el terreno de la filosofía de la
conducta, continuando la brecha que esta primera parte deja, para
caminar por ello. Sólo queda por repetir un párrafo de las “Lecciones
Preliminares de Filosofía” de don Manuel García Morente; “…nosotros,
viviendo, encontramos que las cosas de que se compone el mundo, en
el cual estamos, no son indiferentes, sino que estas cosas tienen un
acento peculiar, que las hace ser mejores o peores, buenas o malas,
bellas o feas, santas o profanas. Por consiguiente, el mundo en el cual
estamos, no es indiferente. La no indiferencia del mundo, y cada una
de las cosas que constituyen el mundo. ¿En qué consiste? Consiste
en que no hay cosa alguna ante la cual no adoptemos una posición
positiva o negativa, una posición de preferencia. Por consiguiente,
objetivamente visto, desde el lado del objeto, no hay cosa alguna que
no tenga un valor. Unas serán buenas, otras malas; unas útiles, otras
perjudiciales; pero ninguna absolutamente indiferente”.

30
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Para fijar mis ideas, quiero dejar, finalmente, testimonio del amor
que siempre he tenido para mi esposa, que ha estado conmigo en los
momentos felices, lo que, me parece natural; y en las etapas amargas,
que me parece laudatorio. Quiero también, que mis hijos vean en
estas líneas un tributo de admiración y respeto por su actitud ante la
vida, y que, lo que pudieran colegir de ellas, les sea de utilidad para su
comportamiento ulterior. Dedico un recuerdo fervoroso para mi madre,
que sufrió por mis inquietudes y conocía de mis andanzas y, por
último, una afirmación a la memoria de mi padre, quién adivinó, en su
lecho de muerte, de lo que iba a ser mi vida.

Bulmaro BERRUECOS Y ROSAS

31
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

32
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

GENERALIDADES

33
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

34
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

GENERALIDADES

Es lo que llamamos “arrabal” lo que más abunda en las ciudades


del mundo; se multiplica en progresión geométrica. Se le encuentra,
con frecuencia, adosado a los barrios residenciales más exclusivos.
Con irónica frecuencia, también, se halla localizado en los alrededores
de los centros comerciales y administrativos. Esta ubicación de los
centros miserables, denominados “cinturones de miseria”, no es
meramente accidental. No corresponde tampoco, a las ideas
prejuiciosas de los marxistas en el sentido de que esta circunstancia
debe acreditar solamente a la necesidad de recoger, sus habitantes,
los mendrugos que los ricos pudieran arrojarles. Esto, naturalmente,
es parte de la realidad, pero lo es también la necesidad de un
escondite fácil y rápido en la cercanía del centro de actividades
ilegales de los delincuentes que en el arrabal viven.
En los arrabales se reúnen los grupos humanos que carecen de
la preparación indispensable para hacerle frente a la vida. Los que por
circunstancias socio-económicas no pudieron llegar a la cima de una
carrera o un oficio que les hubiera permitido un diferente modo de
vida. Son hombres que trabajan denodadamente para vegetar, que no

35
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

para vivir. Pero esta es una amarga realidad; en los arrabales también
se agrupan los hombres y mujeres que, dotados deficientemente de la
capacidad para vivir con honradez, hacen del delito una forma
arbitraria de subsistencia. No debemos perder de vista que estos
seres encuentran en los barrios elegantes y en los centros
comerciales y bancarios la materia prima base de sus actividades.
Estos seres, depauperados los unos y delincuentes los otros, se
asocian para ocultar su miseria o para esconder sus ilicitudes. Forman
una clase social especial, un estrato confinado, y al hablar de
estratificación en una sociedad cualquiera, se hace referencia a una
jerarquía de posesiones y status, a un sistema para asignar posiciones
en las jerarquías y a las relaciones entre ellas. Ahí se desatan las
pasiones con su primitivismo más fuerte, y al contrario, es ahí donde
se identifican las razones que una sociedad injusta les motiva.
El sendero que recorremos a lo largo de la vida es árido y difícil
para todos, pero la aridez y la dificultad son mayores para algunos, los
más. Ese camino impone modalidades muy particulares y ahí,
generalmente, nacen los hombres a quienes nuestra estupidez
rechaza: Los ladrones, los asesinos y las prostitutas. ¿Pero sabe algo
esta sociedad de los factores determinantes que indujeron a esos
hombres a vivir como lo hacen? Ni lo sabe ni le importa conocerlo.
¿Conoce verdaderamente la ley algo sobre ellos o el juez se limita a
aplicar los reglamentos que los legisladores han escrito? ¿Se estudia
de verdad los factores económicos, sociológicos o psicológicos que la
sociedad y las mismas leyes provocan? Sería deseable, y más que
eso, imprescindible, que los legisladores y los jueces, antes de
promulgar o aplicar una ley, frecuentarán, conocerán y estudiarán este

36
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ambiente, para tener presente la miseria económica y espiritual, la


escasa o nula preparación escolar y humana de sus habitantes.
Aclaremos de una vez por todas, que no consideramos que el
fenómeno de la delincuencia sea exclusiva de estos ambientes, u que
se produce como fenómeno imprescindible de todo centro urbano o
rural, sin discriminación de magnitud que si bien, los números relativos
varían, los valores absolutos tampoco son permanentes. El campo, los
poblados pequeños, también producen delincuentes, así como se les
encuentra en las llamadas “altas esferas”. Varía solamente su número,
en proporción a las densidades. En el campo, por cada delincuente,
hay un gran número de hombres que no lo son, pero estos números se
diluyen en una enorme extensión. En los medios de los hombres que
no carecen de nada y que todo lo tienen de sobra, también los
delincuentes son una minoría. Inkeles menciona un estudio del que no
proporciona título ni editorial, pero en el que nos afirma que: “Hizo
acopio de testimonios que mostraban lo muy generalizadas —de
hecho extendidas por todas partes— que eran las infracciones a las
leyes y ordenanzas cometidas por ´hombres de negocios´, de
experiencia, refinados y cultos, de excelente reputación y de alto nivel
social”(1) pero siendo la pobreza un medio mucho más extenso,
también son más, en números relativos y absolutos, los que delinquen.
Solamente que se nota más porque son más. Hay, dentro de este
cuadro, una diferenciación; existen dos tipos de delincuentes, los
habituales y los ocasionales, o lo que, traducido a otras palabras,
podríamos denominar como delincuencia endémica y delincuencia
accidental. Más adelante habrá oportunidad de tratar este asunto con
mayor detenimiento.

37
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Las condiciones vitales son, con harta frecuencia, traumáticas. El


homicidio, la vocación religiosa, la filantropía; el odio al hombre o el
amor exacerbado, las desviaciones sexuales o las posiciones de
martirio, todo reconoce un mismo origen; un trauma que cambia el
ritmo de una maquinaria. Un hombre cualquiera, que en su rutina
diaria se comporte de acuerdo a determinadas circunstancias, puede
dejar de ser él mismo, merced a un motor sencillo que cambie el ritmo
de su engranaje emocional o intelectual. El instinto de conservación
puede dejar de funcionar con regularidad y, merced a una trampa,
dejar a flote los sentimientos de destrucción. Y el que hasta entonces
había sido un hombre honrado, puede dar paso al odio, al desprecio
por el derecho ajeno, al coercitivo respeto por la vida y muchas veces,
al disiparse el miedo a lo desconocido, con un romanticismo
empalagoso, llegar a un paso tan natural como lo es el perder el recelo
a la muerte, la ajena o la propia. El precio inverso suele producirse con
motivación similar pero en dirección opuesta.
Y si se nace en un ambiente propicio, que es traumatizante
desde los primeros días de su vida, estos pasos serán más precoces y
más naturalmente definitivos. De ello resulta que, para poder juzgar a
un delincuente, es de suma importancia el conocimiento de su
personalidad desde la infancia, en sus muchos y diferente
componentes bio-socio-psíquicos y éticos. Solamente con el dominio
de estos antecedentes, es posible razonar debidamente de los actos
cometidos. Importa menos el acto delictivo por sí mismo que el
conocimiento del ser con el que se enfrentan los juzgadores, legales o
no. “Este recurso es rigurosamente indispensable. Los trabajadores
sociales, los médicos especialista, los psicólogos y los psicotécnicos

38
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

deben ser colaboradores indispensables de los legisladores y de los


jueces.”(2) Además del asalto, el robo a mano armada y los crímenes
sexuales, es preciso analizar sistemáticamente las desviaciones en la
conducta política o religiosa, y a pesar de todo, nos encontraremos
muy lejos de contar con normas completas sobre la conducta humana,
desviada.
Pero…
Una multiplicación infinita de matices y colores vivifican la
materia inerte de un pedazo de vidrio que yace en el fango,
otorgándole la eterna inmaterialidad de la belleza y proyecta su
miserable esencia hasta las cimas de lo inmarcesible. El sol ha hecho
el milagro de convertir el desecho en algo enaltecido y enaltecedor
que compendia, en su inútil reproducción de luz, el misterio divino de
la insistencia y la perdurabilidad para hacerse visible y constatar que lo
sublime existe independientemente del objeto que sublimiza. En otro
caso, el fango no ha podido opacar el resplandor, aunque ficticio, del
despojo inerte que, sin valor propio, obtiene del infinito la verdad
subjetiva que deriva del proceso ajeno, que lo realiza en mentira y lo
objetiviza en realidad.
Dentro del lodo que totaliza la actividad humana, pletórico de
pasiones y de intereses, que llena su existencia con mentira y bajeza,
el hombre, —hembra o varón— deviene sin sentido propio llevado
como la arena por el viento, hacia la disgregación y el tumulto. El
hombre, gregario por naturaleza, de disocia con frecuencia de su
colectividad para asociarse, aún contra su voluntad, en cúmulos
ajenos a su pensamiento y toma los caminos volubles que le indica el

39
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

viento de los acontecimientos y lo hacina en el montón de lo


indiferente.
La gema suele perderse en el anonimato del campo cultivado.
Se obscurece su valor y se diluye en el paisaje opimo. Su resplandor
ha dejado de ser y cesa su función inútil de constatar su alto precio.
Se ha perdido para siempre, inmersa en el caudal de diferenciaciones
y conclusiones que le rodean. El diamante deja de serlo y se pierde en
el zacatal, pisoteado por los asnos y cubierto, acaso, por la boñiga de
los que pasan a su lado, sin reconocerlo.
Yacen, en mi recuerdo, anonadados por el diario devenir,
muchos acontecimientos y con ellos, muchos hombres que los
vivieron. Los hay brillantes y destacados. También los que, a pesar de
su lucha marginante, nunca obtuvieron el reconocimiento que quizá
hubiera resultado en un rayo que los destacara. Por eso el
conglomerado humano, entre todos los que han pasado a mi lado,
ninguno, tal vez, hayan dejado tanta huella como el ser vilipendiado
que se debate en el limo de un medio que lo ahoga y lo minimiza,
convirtiéndolo en un cacharro despreciable para la mirada ávida de
dinero y de placer de quien degrada la ambición y vuelve árido y
sofisticado el interés o el poder.
Pero más allá de las consideraciones literarias y superando toda
convención humana, el prólogo de Saroyan, de una calidad existencial
sobresaliente, determina la decisión vital de lo existente, ante la
convicción existencial superior, de lo estrictamente decisivo en la
concatenación de los hechos que nos determinan, y ante la ineluctable
determinación de actuar como seres conscientes y normativos de vida.

40
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“… y si en el mejor momento de tu vida, llega el momento de


matar, mata y no tengas remordimientos.”
En una frase define, en forma incuestionable, la decisión que el
hombre debe de tener ante su vida y la ajena; ante su problema y el
que le es extraño. Es exhaustivo, definitivo en su pensamiento, el que
además de ser humano, tiene como liev motiv la existencia del hombre
individual ante lo ajeno a la existencia. La del problema del “ser” ante
la disyuntiva del “no ser” ajeno. La vigorosa proyección de nuestro “yo”
frente a la duditativa experiencia del “tú”.
Pero esta cuestión viaja más lejos que nuestra roma nariz. Se
traslada hasta el inicio irreductible de nuestros instintos primarios
después de nuestra transitoriedad. Es, sin lugar a dudas, la bivalente
expresión radical del miedo y del valor, de la conservación y la
destrucción. Saroyan llama al fondo de nuestro propio ser, porque
invoca a nuestra conciencia fundamental de la conservación.
¿Nos habla del homicidio? No forzosamente. Puede, y así lo
entiendo, hacer también una clara referencia a la violación de normas
con las que estamos de acuerdo y hasta del suicidio. Porque no
solamente podemos matar a nuestros semejantes, sino que tenemos
la capacidad inalienable de destruirnos a nosotros mismos.
“… mata y no tengas remordimiento.” ¿Cabe el arrepentimiento
después de la muerte? Es posible. O pudiera ser que con ella todo
terminara. Si ahondamos un poco en la cuestión, veremos que hay
muchas clases de muertes. La que normalmente es conocida como
tal, es solamente un tránsito hacia otras regiones y otros estadios que
son motivos de discusión. El trasunto mágico de nuestras creencias y

41
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

el status fáustico de la vida, de un más allá, es problemática de


decisión y, entendiéndolo cabalmente, de una decisión existencial.
Hemos de hacer notar que la muerte y la autodestrucción, no
solamente es capaz de producirse por la cesación de nuestras
funciones vitrales aparentes, sino, caso más agudo, por la
autodestrucción de nuestras vidas, entendidas como tránsito y
trascendencia; por la marginación a nuestras leyes y costumbres y por
la ausencia voluntaria de nuestra personalidad del mundo normal de la
sociedad.
Repetiremos con pertinencia el pensamiento y la manera
existencial. “Existencialismo” es una palabra de moda en nuestra
actualidad. Por ello entendemos una corriente exótica de filosofía. A él
se le adscriben los mugrosos que pululan por ahí y se piensa que con
decir que se es ”existencialista” se ha dicho algo profundo, ignoto, y se
adquiere una postura interesante. ¡Falso! No pretendemos analizar el
pensamiento existencial, pero vamos, en lo sucesivo, a analizar
algunas vidas al modo existencial, con la luz de su realidad pura.
Saroyan tiene la virtud de hacerme presentes a esos sujetos que
alguna vez vivieron a mi lado en el corto período de su existencia
ligada a la mía; que fueron viajeros más o menos fugaces, ligando
momentáneamente nuestras vidas. A esos vidrios perdidos en el
fango, que obtuvieron un brillo prestado, ajeno, y que, sin embargo,
tienen su valor propio. Esos despreciables vidrios, — o diamantes
extraviados, según se juzgue — son la más baja estofa de la condición
humana. A esa ralea pertenecen los raterillos, los golfos, las
prostitutas, los matones y los miembros de una ignorada clase media
del hampa, — ahí también existen clases — a la que no son ajenos los

42
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

criminales, los estafadores que conviven con auténticos hombres


honrados. Es curioso, pero hay que hacer notar que aún en el hampa
hay clases sociales distinguibles. “Hay sólidas razones para suponer
que el clasificar al hombre en categoría es consustancial a él, y que
ninguna sociedad podrá evitarlo.”(3) En la jerarquía de la delincuencia
existen barreras que no se pueden franquear sin poner en peligro la
seguridad personal. Aún en la abyección, existen seres que viven en
ella y de ella a pesar de su volición psicológica o de sus ambientes
individuales y que se diferencian de los demás ampones en su “status”
y su condición determinante.
Para este estudio, básicamente, hemos tenido como marco de
referencia inmediato, el paisaje de la situación mexicana, en sus
connotaciones más inmediatas, pero en modo alguno se prescinde del
amplio panorama externo, ya que la problemática local se inserta en el
contexto de la problemática general que involucra a la totalidad de
mundo en que vivimos. Por razones obvias, nos es más conocido este
país y en él hemos tenido el material más abundante; del resto de
países, algunas vivencias y un amplio estudio del material que nos
hemos allegado, nos han permitido penetrar en sus pormenores y
percatarnos de que la motivación general es la misma, ya que se trata
de estados altamente desarrollados, en proceso de desarrollo o
fatalmente estancados por el momento; se producen en el mundo
llamado “capitalista” del mismo modo en que los países socialistas y
solamente difiere la sinceridad con la que se habla de la materia, en
cada caso.
He tenido la oportunidad de frecuentar y tener, no sólo trato con
bandidos y prostitutas, sino amistad que, a lo largo de los años, ha

43
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

perdurado. Por eso los conozco y los entiendo. Por eso deseo que el
mundo sepa como piensan, como sienten y porqué actúan como lo
hacen. No pretendo hacer una apología de la delincuencia o de la
prostitución, sino aclarar la motivación de sus vidas. He tenido la
oportunidad de observar ha hombres que han matado a sus
semejantes y que “han muerto bajo la misma vara con que han
medido” el valor de una vida. Llevo amistad, sí, muy personal y exenta
de toda relación sexual, con prostitutas, conservada por la estimación
de los valores morales — aunque parezca mentira — de esas mujeres.
Es por ellos, por la sociedad entera, que estudiaré la experiencias, los
motores y las reacciones de los seres marginados, vilipendiados y
procesados por nuestros jueces.
Creo conveniente realizar un viaje retrospectivo por mi vida, por
los ámbitos en que se desarrolló, y recordar, de pasada, a algunos de
esos delincuentes con los que traté. No puedo ni debo usar el vocablo
“convivido” porque ello daría lugar a una errónea interpretación de
hechos y actitudes. “Convivir” significa estar en todos y cada uno de
los instantes, al lado de una persona. No he tenido que asistir a un
asalto ni presenciar un crimen, para comprender sus razones. Sí, he
pasado mucho tiempo en los lupanares. Pero si he sido testigo de las
vidas y acaeceres de los ladrones y de los asesinos, es porque he
vivido, sí, momentos amables al lado de prostitutas, pero han sido más
los momentos en que, ajenos al placer, he escuchado la verdad de sus
vidas, no la mentira platicada al cliente ocasional. He sido testigo de
sus inquietudes, de sus problemas, de sus anhelos.
He compartido con ellos los “frijoles de olla” y bebido el tequila
de sus fiestas. He visto los aspectos contradictorios de sus vidas. De

44
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cómo en el camastro pobretón luce el llamativo vestido que llevarán


para ejercer la prostitución; las he visto llorar por tener que entregar
sus cuerpos a desconocidos en la búsqueda de los pesos que les
permiten subsistir. He estado entre las paredes de cartón y hojalata en
cuyo interior se encuentran los más caros aparatos electrónicos. He
contemplado las amargas horas de arrepentimiento de un “caco” por
haber lesionado, o a caso matado, al sujeto de su asalto. Claro está
que también conozco a mujeres que se vanaglorian de la estafa de
que hicieron víctima a su compañero de algunos minutos o se ufanan
de hacer sus vidas así. He oído a los asesinos que narran, con frialdad
escalofriante, sus fechorías. He estado en los momentos de
embriaguez en que los delata el otro yo de cada hombre, en la
intimidad a la que me han permitido asistir y a la que he tenido la
oportunidad de valorar lo “bueno” y lo “malo” que cada quien lleva en
su interior. En ese ambiente, la percepción de la realidad es alterada
por la falta de seguridad individual, en sí, producida por el
reconocimiento que el sujeto hace de su supuesta inferioridad, y al
desvalorarse así mismo, desvalora a sus congéneres hasta el
aniquilamiento.
El resultado de observaciones y el traslado de vivencias propias
y ajenas, el estudio continuado de una realidad que parece ser
inconmovible en sus cánones y en su cartabón arbitrario de nuestro
devenir, fue formando en mí, el deseo de expresar con claridad que es
lo que sucede en esas esferas semi-perdidas, que se denominan
“hampa” o “bajo mundo” y del que la gente sólo se entera cuando esas
vidas ameritan un relato en la sección criminal de los medios de
información. Que es lo que piensan los componentes de ese grupo

45
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

social, de ellos mismos y el resto de los hombres. De explicar cómo y


por qué actúan y viven de esa manera; de una explicación así soy
deudor a ellos. Porque verlos y tratarlos me hizo un gran bien. ¡Creo
que esta primera parte de un análisis de la conducta del hombre, de la
Filosofía de la Conducta, es mejor comenzarla rindiendo un homenaje
a quienes lo merezcan y una explicación de quienes lo ameriten!
La memoria es privilegio y maldición. Es compañera inseparable
que torna en eternos compañeros de viaje, los motivos de la vida.
¡Tiempo sonoro del tañer de aquellas campanas! Que enorme
porción de recuerdo — plástica — llegan en su vibrar. Se acercan y se
alejan las antiguas callejas al tiempo que el paisaje de envuelve en la
sombra de la noche y algunas mezquinas lucecitas amarillas aroman
por las ventanas — ojos sonámbulos — de los “cuartos de vecindad”.
Luz de bombillos corrientes que iluminan escasas alegrías. Un pobrete
medio pasarla.
Como recuerdo a sus habitantes con aquel café solo, con pan de
sal por toda merienda. (Ahora tienen televisión para engañar a la
miseria.) Casas de adobe y tabiques sin revoque, y acaso, en algunas
presuntuosas, un poco de pintura a la cal, que un tiempo fue blanca.
Pisos de tierra disimulados con petates infestados de pulgas. Hombres
borrachos, mujeres mugrientas y muchachos harapientos, riñendo a
causa del alcohol que se ha llevado el producto del trabajo febril o del
hurto, según el caso.
En las figuras inciertas de la penumbra destacan, sobre todas,
las luces de colores del cabaretucho de barriada, del que se escucha
el danzón lúbrico, entreverado con los gritos destemplados de
hombres y mujeres bajo el efecto de los licores de mala calidad.

46
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Esos son los recuerdos más preciosos de ese lejano ayer. En


ese terreno fértil, sembrado a cada paso con maravillosos ejemplos de
prostitución, de robo y de crimen, crecí. En ese barrio se localizaba mi
casa, presuntuosa y elegante, como una bofetada a la miseria que la
rodeaba y como un símbolo falso de antiguos feudos medievales.
Nunca he comprendido, las razones de mis familiares para vivir en ese
barrio (La Merced.) Yo era, al principio, el niño rico a quien todos
buscaban para timarlo. Después fui el compañero de andanzas, casi
todas perversas. Desde los primeros días que viven en mi recuerdo,
hasta la juventud, ahí transcurrió mi vida. Después los vaivenes del
vivir me hicieron volver con alguna frecuencia a esos lugares.
Esos recuerdos, dolorosos, en los que resalta la voz de mi madre
gritándome, más que diciendo, consejos sabios que nunca escuché,
obtuve el ambiente y los conocimientos directos que se presentan en
esta obra, cuya temática ya ha sido tratada por muchos autores y,
unos por desconocimiento positivo del medio y otros por puritanismo
— emparentado con los avestruces — siempre ha sido mixtificado,
falseada la realidad, minimizada la problemática. Se me ocurre que las
autoridades se “avestruzan” más, para no tener que ponerle remedio o
para perpetuar otros intereses más bastardos que la delincuencia
misma.
Prever acciones sociales, ya de orientación o legislativas como
preventivas contra un posible, y casi seguro, aumento de la
criminalidad, son por sí mismas soluciones aisladas de las que poco
fecundo se puede esperar. “Toda acción es una invasión del futuro, de
lo desconocido; la contradicción y la incertidumbre son rasgos
característicos definitivos e indiscutibles…” (4) porque se trata de seres

47
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

que son imprevisibles en sus actitudes. Lo que está fuera de discusión


es la necesidad de enfrentarse decididamente a los fenómenos
sociales negativos y sí, las acciones individuales o colectivas se
fraccionan en esfuerzos aislados y en intentos parciales, todo será
inútil. Es necesaria la preparación de profesionales, de líderes
sociales, de guías espirituales e intelectuales para que, sin objetivos
prejuiciosos, sea posible anticiparse a mayores males mediante la
acción coordinada de todos los sectores directivos, trabajando
ordenada y jerarquizadamente en los campos médico-psiquiátricos,
sociales, económicos, legislativos y policiales, con objeto de
obstaculizar y minimizar los daños que inevitablemente se producirán
de no tomarse las medidas profilácticas adecuadas.
El problema que me inquieta es inmediato y sombrío, es el
hombre mismo, en este momento. Los millones de seres
incomprendidos que vegetan por ahí, en vidas dispares; que arrastran
su larga agonía espiritual ante la mirada despectiva, como no llena de
odio, del resto, ese que ve trascurrir sus vidas dentro de una pauta
pre-establecida y a la que sirven ciegamente. Es el hombre “bueno”
que debe despreciar y postergar al “malo”. Debe de acorralarlo,
calumniarlo y asesinarlo legalmente si es necesario, sin detenerse a
pensar en sí, ese hombre “malo” lo es tan sólo circunstancialmente u
obligado por el cartabón. O que pueda serlo por sus problemas psico-
patológicos. El “bueno” no puede detenerse ante esas pequeñeces:
¡Debe de aparecer siempre bueno y deshacerse de alguna manera del
“malo”!
No serán posibles verdaderos cambios socio-económicos
definitivos, en tanto que los cánones que nos rigen, en todos los

48
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

órdenes, continúan siendo, substancialmente, los mismos. Extraños a


la esencia del hombre y divorciados de su realidad. Mientras esas
normas no se modifiquen y adecúen, mientras no se entienda al
hombre en sí mismo, con sus problemas personales y mentales; el
mundo seguirá siendo un juego deshumanizado, coetáneo pero ajeno
al hombre, a su esencia y a su realidad. Es inexcusable pensar
colectivamente y olvidar, aunque sea para el caso que nos ocupa, el
Yo introspectivamente egoísta. Dice Salvador de Madariaga que el
individualismo es el defecto dominante de los españoles, pero la
verdad es que es el defecto general de la población del globo.
No es lo más importante castigar al que ha delinquido. No es
suficiente segregarlo y encerrarlo en prisiones o en barrios miserables
— que para el caso, es lo mismo —. A los adultos delincuentes, con
problemática de difícil solución, acaso sea preferible castigarlos
siempre que no exista otra solución, y si no hay manera de re-
educarlos. Pero estos son, ya ahora, pretérito. Hay que pensar en el
futuro, en los niños que se inician en la delincuencia y a la que la
sociedad de los “buenos” arroja de ella, concretándose a llevarlos a
escuelas de carácter dudosamente normativo. A ellos los debemos de
orientar y tratar con profundidad, con amor. No hay que ponerlos entre
rejas o sólo enseñarles un oficio. Hay que encaminarlos con normas
verdaderamente positivas y humanas — no humanísticas —. Hay que
en los niños están las futuras instituciones de toda índole, el futuro del
mundo, de este mundo que debemos mejorar, no empeorar.
En el panorama de los adultos que delinquen es forzoso
disminuir e3l índice actual, proporcionándoles un mayor panorama de
oportunidades, tanto en educación y trabajo, como de soluciones

49
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

integrales para sus vidas. No es suficiente con declararse


responsables de las culpas ajenas, colocándonos en postura de
mártires, para justificarnos a nuestros propios ojos, apelando a
sofismas jurídicos, delegado en los encargados de crear las leyes y de
aplicarles, la responsabilidad de sanear debidamente a la sociedad y
declararnos, así, absurdamente, “buenos”, “decentes”, “legales”. “La
limpieza de la culpa social es el sello usual de la bondad, ya que indica
que se ha evitando el mal, y la forma en que más fácilmente se alude
a la culpa de ser tan iguales a los demás que uno puede pasar
inadvertido”.(5) Ladinamente nos incorporamos al núcleo de los que, en
verdad trabajan con su congéneres o que, fácilmente pretenden
hacerlo, eludiendo de esta manera nuestra responsabilidad real. Por
esta razón debemos de incorporar en verdad a los marginados
socialmente, mediante el esfuerzo efectivo.
Si las historias clínicas — que eso y no otra cosa representan
cada uno de esos hombres — nos aclaran algo de nuestra culpa y nos
hacen ver que todos, en la medida de nuestra área de influencia,
somos delincuentes del Derecho Penal, del Civil y hasta del
Internacional, habremos dado un paso en firme para acabar con las
deficiencias de nuestros actuales sistemas, sea cual sea se
denominación: Comunismo o fascismo, derecha o izquierda, fanatismo
o liberalismo. Todos hemos coadyuvado al desquiciamente de las
calidades y trastocado los valores. Vivimos en un mundo de
delincuencia diaria, común; de delincuencia política y guerrera, penal y
comercial, en este mundo que nos empañamos en destruir a pesar de
que es nuestra única casa y sabiendo que, al destruirlo, nos
destruimos a nosotros mismos.

50
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Necesitamos encontrarnos y variar nuestra conducta. Buscar


nuevos caminos para vivir sin hostigamientos, sin expoliarnos y sin
asesinarnos unos a los otros. Debemos vivir con justicia, tomar nuestra
responsabilidad conscientemente, como la tomo Jesús en su momento
en cuanto hombre. El pudo, en cuanto era Dios, evitar su sufrimiento
humano, pero en ese evento. Su existencia humana no se hubiera
justificado. Vino a ser el ejemplo de cómo de debe de tomar una
responsabilidad, llegando con ella hasta sus últimas consecuencias,
así sea la muerte: Como hombre, debe ser sujeto a pasiones, al dolor,
sufrió con la entereza cabal de quien conoce y toma conscientemente,
su responsabilidad. Lo que somos lo hemos heredado y heredaremos
a los que vengan tras nosotros; lo que construyamos ahora, nuestra
resultante, la resultante del esfuerzo del hombre, tiene una progresión
geométrica.
Y siendo nuestra responsabilidad para con nosotros y solidaria
para quienes nos acompañan, debemos ver con serenidad nuestra
existencia individual y colectiva, para comprender el porqué de los
actos ajenos y de nosotros mismos, principalmente. De lo que sucede
nadie puede tirar una primera piedra contra alguien. Y si todos
actuamos contra todos, si somos nuestros propios lobos, es
indispensable recabar energía para detenernos en nuestro acelerado
proceso destructivo. “El reconocimiento inteligente de la concatenación
entre la naturaleza y el hombre y la sociedad es lo único que nos
asegura el desarrollo de una moral que sería, sin ser fanático, con
aspiraciones pero sin sentimentalismos, adaptada a la realidad sin
convencionalismos, sensata sin ser calculadora, e idealista sin ser
romántica.”(6)

51
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Nosotros somos y hacemos el mundo y en él, somos “buenos” o


“malos” según el punto de vista de nuestros intereses. Nos ponemos el
remoquete de buenos generalmente, y a los que hemos orillado a la
maldad, los condenamos nosotros, que ya nos hemos colocado en un
lado de la balanza. Cada uno es autor, director de escena y tramoya;
juez y parte, delincuente y ajusticiado, sujeto pensante y pensado.
¡Todo simultáneo así mismo!
Tenemos que establecer la justicia para nosotros, para justificar
la tesitura ante ella y que aplicamos a otros. Cuando esto sea una
realidad, la delincuencia y las guerras, quizá, se minimice en hasta
cero, pues ambas cosas no son sino los extremos de una amplia gama
de injusticias y malos entendidos, de convencionalismos y formas que
nos rigen sin nuestra aquiescencia.
La belicosidad, la desconfianza y la agresividad no son
patrimonio exclusivo de una determinada clase social, sino desgracia
endémica en todos los estratos, con matices diversos y posiblemente
por motivaciones similares. Producto de nuestra civilización adulterada
y con valores mudados, el hombre se desplaza con la obsesión del
poder y sin detenerse en los medios, temeroso de su propia mentira.
Deseo ardientemente que nos demos cuenta de cual debe ser
nuestra postura y nuestra responsabilidad ante un mundo en el que
todo lo que en él somos y tenemos, no es sino el complemento de ese
legado en el que habitamos.
Para lograrlo, es imprescindible estudiar, aunque sólo sea un
aspecto del problema, las causas que lo mueven, analizar sin pasión
los factores que lo influyen. Fundamentar las relaciones posibles,
aceptando lo positivo y desechar lo negativo, buscando nuevas formas

52
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de entendimiento. Formas bio-socio-económicas, ecología social


incluyendo el hábitat y los elementos que permitan colocar al existente
en el lugar preponderante que su propia existencia le confiere.
Para encontrar soluciones habremos de recorrer el camino de los
factores que, a grandes rasgos son; medios familiar y circundante,
religiosidad, escolaridad, modus vivendi, seguridad e inferencia legal.
Encontrar bases en los factores somáticos y psicosomáticos, estudiar
las historias de otros hombres y basar una interpretación filosófica
acorde a la realidad del hombre en tanto su existencia.

53
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

54
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

II

ELEMENTOS
DE
55
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

FACTORIZACIÓN

56
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

SOCIO - ECONÓMICOS

Los diversos elementos que intervienen en la formación de la


personalidad deben de ser estudiados y, lo que es más importante,
comprendidos, para entender la circunstancialidad que provoca,
primero, y después favorecer, el estadio vital en que se suscitan los
acontecimientos delictivos y las fuerzas aparentes y ocultas que sirven
a los hombres dentro del marco de la anormalidad psico-sociológicas
de la delincuencia. Estos factores son muchos, predominando, entre
tantos, tres, a los que se les dedicará mayor atención, sin descuidar,
claro está., los de aparente menor importancia pero que también
influyen en el destino de esos hombres. Se procurará hacer de ese
estudio, un tratamiento exhaustivo hasta donde sea posible, sin

57
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pretender penetrar profundamente en los cuerpos de doctrina y


análisis de los especialistas o convertir una simple tarea de
orientación, en un tratado dogmático. De esos factores, que engloban
una gran cantidad de premisas, se destacan, por su importancia
primordial, las determinantes socio-económicas, somáticas y
psicosomáticas.
Los especialistas definen como ambiente el medio físico y moral
que rodea al individuo, cuyas fuerzas exteriores determinan en alto
grado su comportamiento, y la atmósfera tensa de una familia
desunida —medio familiar— presiones en la escuela o en el trabajo, —
medio circundante— provocan sentimientos de insatisfacción que se
resumen en cambios caracterológicos negativos. Mediante
procedimientos experimentales se ha comprobada que un medio
autoritario ocasiona, o por lo menos facilita, estos cambios.
Decir que el ambiente es un factor decididamente normativo de
la actitud futura del niño ante sus realidades interior y exterior, no es
decir nada o, por lo menos, decir muy poco, porque no es un solo
ambiente el que nos rodea, sino una diversidad de ellos los que, en
conjunto, conforman un estrato social que se denomina, en alguna de
sus formas, como clases y otras como circulo. Estudiaremos en
función de prioridad, primero el ambiente inicial en el que se
desenvuelve la vida del hombre, pero no de otro, sino del que ocupa
los “barrios bajos””, nuestro objetivo inmediato.

58
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

A - Medio Familiar:

El medio ambiente familiar no necesita de una definición por sí


mismo, pero es necesario, dentro de un estudio, aunque sea somero,
realizar un vuelo a ojo de pájaro sobre las diversas facetas que lo
afectan y lo diversifican, dándole tantas modalidades como familias
existen sobre la tierra. A este respecto dice Werner Wolf: “El primer
ambiente social del niño lo forma su familia. La madre, naturalmente,
(7)
desempeña el papel más importante en la primera infancia” Y
continuando con la opinión de este estudioso, podremos decir que: “Si
el niño siente que no recibe suficiente afecto y atención, reacciona de
una de estas dos formas; puede llamar la atención mediante una
hiperactividad, proclamando ruidosamente sus necesidades, o
mediante una hipoactividad que mueva a piedad y cuidado. Si no
consigue su objeto, el niño puede forzar la atención por medio de la
agresividad.”(8)

59
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

No creo indispensable relatar pormenorizadamente el ambiente


en cualquiera de las familias que conforman la colectividad de las zona
depauperadas, pero algunas observaciones específicas no estará de
más. El sistema practicado por nuestras “clases bajas” y “medias” es el
de un falso patriarcado que es en realidad un matriarcado disfrazado,
en el que la lucha por el poder se desarrolla en todo momento. La
mayoría de los jefes de familia pretenden imponer una autoridad
ausente, haciendo uso de la brutalidad. Golpean a la mujer, exigen de
los hijos, no respeto, sino sumisión; y sus faltas, —por leves que sean
— son castigadas con golpes, incluyendo en el sistema a la mujer,
quien, en algunos casos, repele la violencia con la violencia, pero que,
en la mayoría de las ocasiones, se concreta a llorar y gritar pidiendo
compasión. Los golpes llevan siempre, no la intensión de un castigo,
sino que van encaminados a lastimar y si es posible, a lisiar y dejar
huella permanente. La mujer no responde a la brutalidad con la misma
moneda, —y aún la que lo hace reasume la autoridad familiar
mediante el subterfugio de un respeto aparente y deja hacer al hombre
por el momento para, casi en seguida que éste se ha apaciguado,
encaminar sus intenciones a restablecer un orden en el que, lo que se
vaya a hacer, ella lo ordenó —. Pero, fuerza es confesarlo, si bien
generalmente defiende a los hijos de la bestialidad paterna, ella, a su
vez, hace uso de los mismos procedimientos, resultando de esas
actitudes, que la armonía familiar está siempre ausente.
La malformación de las familias en situación que vuelve proclive
al individuo a la delincuencia, la familia constituye solamente uno de
los eslabones que se entrecruzan para rodear y conformar el
ambiente. “En el seno de la realidad social, que confrontamos, existen

60
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

múltiples factores que influyen marcada y negativamente en el


desarrollo conductual del niño y del adolescente” (9) y no es de
despreciarse la influencia que ejerce.
La embriaguez en el varón es un problema endémico. La casi
totalidad de los hombres de este estrato social, —no excluimos a otras
clases sociales, sino por sus resultados— toma consuetudinariamente,
casi siempre al extremo de la embriaguez total. El resultado es,
generalmente, de desinhibición. La ira es más concentrada, la
violencia mayor y el amor físico adquiere facetas de sólo sexualidad
desordenada.
Los hombres creen, —y se incluye a la totalidad de los estadios
sociales— que la demostración de su virilidad es mayor en cuanto más
mujeres tienen y, también, si ganan la mayor cantidad posible de
reyertas. La rijosidad no es disimulada y se hace alarde no solamente
del valor, sino que se enaltece la cobardía. No es bastante que la riña
sea entre dos hombres, sino que se ataca en grupo y con alevosía. Se
cuentan como grandes triunfos lo que solamente fue el poder del
grupo sobre la capacidad de un solo hombre. La traición también tiene
un culto especial; si no es posible vencer a un rival por medio del
enfrentamiento personal, se recurre al pandillerismo y si la sed de
venganza no ha sido saciada por estos procedimientos se recurre al
ataque a traición, por la espalda.
La poligamia es otra de las actitudes del hombre. Es ostensible y
se pregona, no se oculta. Es frecuente que el macho tenga varias
queridas y, si no las tiene de planta, —y hasta se las conoce en el
medio familiar— sí se sabe que frecuenta la compañía de prostitutas,
no pocas veces en algunos de los antros de vicio del mismo barrio en

61
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

el que vive. Las enfermedades venéreas son frecuentes a pesar de las


campañas médicas y de los adelantos científicos y se generalizan en
la familia por el contagio obtenido en el trato íntimo.
Otra fuente de problemas es el muchacho que se desenvuelve
en un hogar disociado o, dicho de otra manera, entre dos hogares; el
del padre y el de la madre divorciados o separados y que, o han vuelto
a contraer nuevas nupcias o, caso más frecuente y más agudo, se vive
entre las familias de nuevas uniones ilegales, convirtiéndose en objeto
de rencores y disputas,.
La miseria propicia la promiscuidad. En ese ambiente se vive en
uno o dos cuartos, amparando en ellos actos que, en los niños,
causan impacto concluyente. El coito se realiza a la vista de los
moradores del “cuarto redondo”, con la cercanía en la misma cama de
los hijos, que suelen dormir al lado de los padres. En muchas
ocasiones, hay otros matrimonios que viven en la misma casa y todos
se refocilan sin la menor consideración a la mirada y al oído de los
menores.
Todo lo anterior acontece en una casa normal, de un hombre
trabajador y honesto, en medida que la palabra “honestidad” sólo
implica que el ha sido obtenido con el trabajo. Si la vivienda es la de
un delincuente, la regla general se ve incrementada en la medida que
el robo no sea ocultado ante la familia, sino ponderada la habilidad
para asaltar. Solamente en el medio de un asesino los delitos se
callan, no por dignidad, sino por el temor a la indiscreción de los
pequeños. Pero el temor no es posible ocultarlo y los menores
deducen que algo anómalo existe, porque hay una tendencia al

62
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

misterio, al ocultamiento y en ese sentido anormal, una actitud de esta


especie, que va más allá de lo cotidiano, resalta indudablemente.
Alex Inkeles menciona un trabajo de Shaw del que se
desprenden conclusiones que tornan en fatal ese ambiente: “…los
jóvenes que se crían en tales distritos vienen a aprender
espontáneamente y a aceptar las pautas de delincuencia como forma
natural de conducta”. Pensamos que semejante conclusión solamente
es verdad en parte, ya que todos sabemos que a pesar de la
influencia, no todos los que viven ahí delinquen y si el medio
coerciona, no lo hace totalmente, sin alusión posible del destino. En su
trabajo, Inkeles habla de otra comprobación de Shaw y sus
colaboradores, que es sólo una repetición de lo que es de sobra
conocido; “…que los muchachos delincuentes procedían con mayor
frecuencia de familias que cambiaban mucho de residencia, en las que
faltaba uno de los progenitores, el padre tenía malos hábitos de
trabajo, prevalecía el alcoholismo o se registraban otras anomalías.”
Todo lo anterior se refiere a los Estados Unidos de Norteamérica y la
mencionamos porque es una confirmación de lo observado en los
delincuentes mexicanos y hace notar que procesos similares son
válidos para otras latitudes y otros países.(9)
La importancia criminológica de las perturbaciones afectivas y
las frustraciones, se exteriorizan en un sentimiento de injusticia y éste
se extiende, posteriormente, a la sociedad entera. Insistimos en este
tópico por su importantísima consecuencia. La adolescencia, de
límites cronológicos muy elásticos, está condicionada a los factores
socio-económicos, ya que esta etapa de la vida, durante la cual se
desarrolla el instinto sexual, es en la que devine la afirmación de los

63
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

intereses personales y caracteriza por el deseo de libertad y de


autonomía y requiere en alto grado de satisfactores afectivos. En
psicología, —y porque no, en sociología— los jóvenes en este periodo
de su vida, que va desde los doce hasta los veinte años, constituyen
un conjunto social de gran importancia, tanto por el dinamismo propio
de su edad, como por su número considerable en el conjunto total de
la sociedad. Si no existen los medios de aprovechar esta fuerza, habrá
que esperar que el número de los inadaptados aumente
peligrosamente y que busquen en el delito la compensación a la
frustración del entusiasmo y la efectividad que ponen en sus actos y
deciden limitarse a la satisfacción de sus intereses inmediatos.
Afortunadamente la predisposición a la delincuencia no es
hereditaria. Es casi imposible que, por problemas genéticos, un
delincuente procree otro delincuente. Por el contrario, el medio
ambiente pesa fundamentalmente; “…ciertas condiciones ambientales,
que se consideran frecuentemente como la única causa de
delincuencia, no producen, necesariamente, una conducta criminal.” (10)
Pero en innegable que los hijos toman como prototipo, por modelo a
imitar, a sus progenitores. Wolff dice que no es necesario que el
ambiente induzca al crimen. Esta afirmación es cuestionable tan
totalizante, ya que es evidente que si un hombre vive inmerso en él,
tarde o temprano, dependiendo de las fuerzas extra-ambiente, será un
miembro activo más de ese medio. Es factible atribuir al medio
ambiente la culpabilidad en el nacimiento de las formas de expresión
anti-sociales, pero sin embargo, no debemos olvidarnos del conjunto
de factores que obligan a la individualidad del futuro hombre, “…la
honradez, son funciones tanto del medio ambiente como de una

64
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

persona.(11) Por eso, y ya casi para terminar este aparte, repetiremos


con Wolff lo que es una aparente contradicción de él: “…Los factores
hereditarios crean una predisposición a la conducta anormal, pero
tales tendencias anormales, como psicosis y neurosis, se desarrollen o
no en el individuo, o sean proyectadas por el sujeto sobre el ambiente
en forma de delitos, parece depender del grado en que las condiciones
sociales despierten estas disposiciones.”/12)
El hombre obtiene su afirmación auto personal en la medida de
que las acciones de su vida se traducen en éxitos repetidos, y esta
repetividad de éxitos forma su conciencia. Si los éxitos representan
esto verdaderamente, es decir, éxitos positivos, el sujeto se afirma en
un camino de productividad. Pero como si resultado del medio que lo
ha formado, su escasa preparación para enfrentarse a la vida., lo
conducen a la comisión de pequeños actos delictivos, el éxito en la
consecución de los mismos, repetido sistemáticamente, lo llevará a
retíralos, pues estos éxitos negativos lo reafirman ante sí mismo, así
sea de una manera negativa. El triunfo en el delito lo convierte en
delincuente.
Dentro de los mismos asentamientos, los diversos componentes
de la población tienden a separarse los unos de los otros, en el modo
en que sus costumbres no son compatibles entre sí y que devienen
en antagónicos, pero las que, a fuerza de competir y obligadas por las
circunstancias del medio, rompen las barreras, y se incorporar
finalmente a las filas de la delincuencia aquellos seres para quienes,
hasta ese momento, ésta era sólo causa de escándalo. La
cotidianeidad de nuestro devenir, tendiente a obtener objetivos pre
establecidos, solamente tendrán sentido en la medida que

65
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

obtengamos para ellos, un reconocimiento del grupo al que


pertenecemos.
Este proceso es conocido como “aculturación” y tiene un
mecanismo parecido al de la ósmosis, sólo que en este caso, el efecto
es entre dos grupos sociales a quienes al contacto directo y
permanente, propicia la adopción de costumbres o hábitos y status.
Estos cambios se producen en orden cíclico, reminiscente de
aculturizaciones a niveles superiores; primero por la transmisión de
prioridad en objetos materiales, segundo, por el intercambio de ideas
sociales, y por último, por la adopción de productos espirituales. En
perjuicio de los sujetos honestos, actúa, coercitivamente, la amenaza,
algunas veces real y otras sólo temida, de los delincuentes. Aquellos
sufren la agresión y, si bien, se resisten a adaptarse al medio, terminan
por educarse a los acontecimientos y cometen actos delictivos o
ilícitos, y ya iniciados en el camino de la violación a las leyes y a las
normas, va a la cárcel o terminan violentamente sus vidas.
El uso de fórmulas extraídas de la filosofía quizá nos permita
entender los fenómenos que producen esta inmigración. Si
denominamos como (a) al grupo de inmigrantes que se asimilan en
forma completa; como (a’) a los que solamente se realizan en una
asimilación parcial y llamamos (b) al cuerpo o grupo recepto, el grupo
integrante de la micro-sociedad del barrio (y en este caso ejemplar, del
grupo delincuente) le llega en forma constante y sistemática una gran
cantidad de inmigrantes producto de la corriente agro-cosmos o bien,
de otros estratos sociales que eventualmente se han depauperado en
tiempo reciente. Esta afluencia la hemos dividido en dos
circunstancias objetivas literales: El caso, (a) al llegar a un solo

66
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

producto periférico de (b), pero su permanencia en este estado es


solamente transitoria y pronto se ve adsorbida por el contacto diario y
las tendencias psico-somáticas y culto-educacionales, por (b) llegando
a constituirse en una infiltración, porosa a su vez, que trasforma al
individuo y a su familia en parte activa de (b). Por lo contrario, (a’)
queda únicamente adsorbida, es decir, permanece sólo en la periferia
y únicamente adquiere las formas exteriores de (b) pero su endo-
psiquismo permanece intacto a pesar de la comunicación constante.
Traducido en formas matemáticas diremos que: (a) – (b) para el primer
caso y en un tiempo relativamente corto y que (a’) ≠ (b) para el
segundo, a pesar del tiempo que trascurra de convivencia. Este tiempo
puede traducirse a un lapso más corto o más prolongado de acuerdo a
la posible resistencia que oponga (a’) para una transformación.
Circunstancialmente el hábitat puede no operar en forma alguna
sobre (a’) y en este caso contaremos a este grupo como (a’’) siendo
éste un contingente que a su salida ocasional fuera del entorno,
retomará sus características primigenias, mientras que (a’) conservará
en alguna forma las particularidades adquiridas y, finalmente, (a)
mantendrá definitivamente los hábitos recién contraídos, realizando un
traspaso de su “Cultura Pattern” ya como una “cultura formal”
independiente de su personalidad y que actúa sobre ella como
deformante.
La circunstancialidad anterior es inherente a cualquier grupo
social, independientemente de su razón socio-económica; fenómeno
observable diario en todos los niveles y en las diferentes micro-
sociedades que configuran el polis de los países. La consideración
que al respecto toma la psicología social, al enfrentar el estudio de los

67
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

múltiples comportamientos diferenciales de los hombres, considerados


como individualidades y conceptuados ya en el campo de lo social,
percibiendo y recibiendo la influencia de éste, pero al que, al mismo
tiempo complementan o reaccionan y transforman y que forma su
disciplina y estatuye sus conocimientos a partir de la antropología
cultural y de otras disciplinas co-existentes, y tiene un campo extenso
de aplicación con carácter exploratorio y experimental..
Podemos afirmar que un estado de impotencia individual obliga
al sujeto a asociarse con otros hombres cuyos intereses sean similares
y a organizarse en sociedades destinadas a facilitar la alcanzabilidad
de sus fines. Cuando el instinto actúa naturalmente, se convierte en
fuerza destructora. No obstante, dentro de ese encuadre, éste no
asegura por sí mismo la consistencia e integridad de las
individualidades y en estas circunstancias, más apreciables en las
sociedades urbanas que en las rurales, provoca la desorganización
personal, los traumas mentales e induce al crimen, a la delincuencia y
a la corrupción. En razón directa de las perturbaciones personales
bajo el efecto de causas biológicas o psicológicas, las influencias del
medio serán más nocivas para los hombres de “carácter problemático”.
Y esto no se acentuará en la medida en que la problemática familiar,
social y económica, tanto más precipite a la delincuencia a los sujetos
que, en otro medio, no se constituirían en delincuentes.

68
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

B - Medio Circundante:
La macro-cefálica realización de las capitales y grandes
ciudades del llamado “Tercer Mundo”, o más pomposamente, “Mundo
en Desarrollo”, ha originado que éstas sean centro poblacionales en
crecimiento acelerado, como producto, tanto de la inmigración rural
como del crecimiento propio y espontáneo, dando lugar a: La
conformación de nuestros centros urbanos, fuertemente influida por
los modelos “modernizantes” del “Primer Mundo” que repite
mecánicamente los vicios de la marginalidad a través de “Ciudades
Perdidas”, vecindades, asentamientos espontáneos, favelas, villas
miseria, etcétera. Sus habitaciones están condicionados a vivir
plenamente el “lado negativo del desarrollo.” En ellas “…
constantemente nos enfrentamos a los contrastes de esplendor y
miseria, de riqueza y de pobreza, de inteligencia e ignorancia, de
orden y caos.”(13)
Los estudiosos norteamericanos han concentrado sus trabajos
en el estudio de los problemas tales como criminalidad, delincuencia
juvenil, prostitución y drogadicción, que son más comunes en las
clases inferiores y en los sectores más marginados dentro del status
industrial, pero han dejado de lado el estudio de la acometividad en

69
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

otras clases sociales, quizá ofuscados por el número considerable que


se produce en la fuente de sus informaciones. No es posible ocultar
que en la “Clase Media” y en la “Aristocracia” se producen cada día
más puntos de incidencia sobre todos los delitos de origen sexual o
del tráfico de drogas. Nosotros también hemos hecho hincapié en
aquel estrato, pero no dejemos de lado lo que acontece a otros
niveles.
Las directrices sociales han sido falseadas, otorgando
predominio a los valores materiales sobre los valores espirituales o
intelectuales y, tanto las costumbres y normas, como la legislación,
dan el respaldo a conceptos que proporcionan la materia primordial
para que los hombres justifiquen sus actitudes inmorales e ilegales
bajo el pretexto de una mejor posición social o económica. “Los padres
de familia, los sacerdotes, los sensores sociales, etcétera, han fijado
objetivos y metas que resultan extrañas a quiénes se las imponía, es
decir, a los jóvenes, los legos, la población ordinaria; unos cuantos han
establecido y administrado los conceptos, y las masas han obedecido
en forma más o menos pasadera…”(14) creando este monstruo social
en que nos debatimos. Una mirada a nuestro entorno puede darnos
una clara idea, de que hemos vuelto la espalda a lo perdurable y nos
encaminamos solamente a la concepción de “resultados inmediatos”.
“Hemos aceptado la masificación como un símbolo inequívoco
de nuestros tiempos y, de la misma manera, el ser humano ha
aprendido a vivir con ella,” Su rebelión se exterioriza “…en
desorganización social que genera violencia de la más amplia
variedad, delincuencia, crimen, corrupción, suicidio.” (15)

70
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“La honradez, la castidad, la malicia, la irritación, el valor, la


trivialidad, la irresponsabilidad, etcétera, no son propiedad privativa de
una persona, sino adaptaciones activas de las capacidades
personales a las fuerzas del ambiente…”(16)
Caso muy frecuente, es que los lazos que unen al niño a su
familia, o que la ideología familiar no se adapta a sus imperativos
personales, provocando una base insuficientemente sólida para
retenerlo cuando se inicia en el camino del delito. “El que vive en un
medio familiar o extra-familiar desfavorable, se fija a ese medio y si se
aleja de él, busca, generalmente, medios similares.” (17) Esto explica la
adaptación del delincuente a las diferentes localidades a las que, por
muchos motivos, se ve obligado a asimilarse, con una transitoriedad
no frecuente para sí efectiva. Este trasunto que liga los ambientes
familiar y circundante, se tratará más adelante cuidadosamente. “…
todo hombre puede tener éxito en la vida, siempre que sea capaz de
adaptarse a las circunstancias especiales en que actúa…” (18) y es esta
adopción al lado negativo la que conduce a la violación de normas
como compensación a las realidades negadas en otras actividades,
dependiendo de la proporción entre la capacidad de lo que se quiere y
de lo que se puede y que esta proporción no rompa una relación
lógica.
Parte del proceso desintegrador de la sociedad y camino de
incremento de las filas de la delincuencia, es el ejército de niños
abandonados, ya sea por la muerte de sus padres, por la separación
de ambos y la destrucción del lazo hogareño o, lo que es muy
frecuente, el abandono directo. Estos menores, inicialmente,
engruesan las filas de los “limosneros” o de los pequeños que

71
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pretenden ganarse la vida dando grasa a los zapatos, vendiendo


billetes de lotería o voceando diarios. Los escasos ingresos
provenientes de esas actividades, la soledad material en que se
encuentran y la facilidad del trato con delincuentes, además de los
efectos psicológicos que el abandono ocasiona, como postración y
agresividad, propician el ingreso de los niños al camino de la
ilegalidad. “En el caso de los jóvenes, es patente que los impulsos son
punto de partida muy flexibles de las actividades, las cuales se
diversifican de acuerdo con las formas en que son usadas. Cualquier
impulso puede convertirse en una disposición cualquiera, según su
interacción en el medio que lo rodea…” (19) No deseamos totalizar, pero
una buena parte de este grupo caerá, irremisiblemente, en el vicio y el
delito. Los que escapen, lo será por factores externos al medio que los
rodea. Han propiciado el desarrollo de otros intereses, pero no porque
hayan, conscientemente, podido eludir las presiones de grupo, las
mistificaciones de interés o por la convicción interna y personal de un
comportamiento ético. En cualquier ambiente, “La neutralidad es
inexistente; la conducta siempre es compartida y esto es lo que la
distingue de un proceso fisiológico. No es un imperativo ético el que la
conducta deba ser social; es social ya sea buena o mala.” (20)
El barrio es el medio en el que se ubica la casa familiar. La rodea
y la conforma, la determina y la adecúa. Por eso, ahora estudiaremos
algo de lo que es ese medio en los “barrios bajos”, en el que viven los
pobres y los delincuentes en la misma promiscuidad que en el “cuarto
redondo”. Por regla general, en estas zonas, y sobre todo en las
periféricas, —y aún en las céntricas— no existen servicios
municipales o estos son deficitarios e incompletos. Cuando los barrios

72
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

se localizan en la proximidad de los centros comerciales y


administrativos, casi siempre los tienen y carecen de ellos por
completo los que se endosan a las zonas residenciales lujosas. Todo
esto con el común denominador en todas partes; el ambiente
sorprendido y peligroso está en las calles y se respira en el aire.
Aunque nuestros ejemplos más prontos proceden de la ciudad
de México, la situación no tiene exclusividad de arraigo y se produce
en los países subdesarrollados lo mismo que en los altamente
industrializados. “Las zonas de alta delincuencia, aunque alejada
materialmente entre sí, eran todas zonas de transición, invadidas por
la industria y los negocios, de menguante población que vivía en
condiciones de maltrechas física, y experimentando el conflicto cultural
propia de los cambios rígidos… Pudiera demostrar que los
delincuentes que venían de un pequeño número de áreas situadas
alrededor del distrito comercial central llamado ‘loop’, con restaurantes,
teatros y tiendas elegantes, junto al río, cerca de los depósitos…” (21) Lo
anterior sucedía en el tiempo que se realizaron las encuestas, en la
ciudad de Chicago, en los Estados Unidos de Norteamérica.
El uso de estupefacientes es generalizado, si bien no alcanza,
aún, afortunadamente, a la totalidad de la población. No obstante,
como atenuante, esta circunstancia harto es fortuita, ya que en la
actualidad, la abundancia de substancias que forman hábito y que son
de fácil adquisición, da lugar a que este medio de evasión de la
realidad, se encuentre al alcance hasta de los niños, los que siguiendo
el ejemplo de los mayores y muchas veces, inducidos por estos, están
aumentando el número de los adictos. “Esta y todas las
manifestaciones humanas similares de violencia no son impulsos

73
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

puros; son hábitos formados bajo la influencia de la asociación con


otras personas que ya tienen hábitos…” (22) La armonía entre el
individuo y su ambiente, no depende de él en forma total, de su
capacidad intelectual y sus anhelos. Afectan la relación entre ambos,
circunstancias inevitables de orígenes socio-económicos que
degradan esta relación cambiando los signos de las resultantes.
Un refrán popular dice que: “El ser pobre no es delito”, pero la
pobreza puede conducir al mismo, —sin generalizar a tal grado de
que no puedan existir pobres honrados— motivado por el hambre
como motor inicial, hasta que la frecuencia lo convierta en hábito. La
prostitución que se engloba entre las “ocupaciones” que generalmente
se inician en las zonas paupérrimas y se ejerce en los barrios
residenciales o comerciales, tiene uno de sus iniciadores en la falta de
ocupación habitual y en la pobreza.
En centro comercial y administrativo propiamente dicho de la
ciudad de Nueva York, lo constituye la Isla de Manhattan, principal de
los cinco distritos en que se divide la ciudad y que puede compararse
a lo que la ciudad de México denominamos Primer Cuadro y para
ubicación y analogías, el equivalente de los barrios de Jesús María y
Tepito. Es en el barrio de Harlem en aquella ciudad, enorme conjunto
heterogéneo de razas, estadios culturales bajo el mismo común
denominador de miseria, hambre y delincuencia.
Harlem se inicia prácticamente al norte del Parque Central, más
o menos a la altura de la Calle 110 y termina en el extremo norte de la
Isla, colindando con el Distrito de Bronx y separado del resto de la
ciudad por los ríos Harlem y del Este y limitado por las Avenidas Tres y
Nueve al este y oeste. Dentro de él, como en el caso de México, se

74
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

localiza una universidad, coincidencia azas curiosa. El Parque Central


es el centro de diversión y esparcimiento de los habitantes del Distrito,
del resto de la ciudad y de los turistas; pero su cercanía a Harlem lo ha
vuelto altamente peligroso por los asaltos y los crímenes sexuales que
se cometen en el parque, no obstante que su circundancia inmediata
la constituyen hoteles de primera clase al sur y residencias de
potentados al este. Otra zona peligrosa dentro del ámbito del Distrito,
lo constituye el extremo sur del “Battery”, a pesar de que en él se
encuentra la famosa “Wall Street”.
Pero Harlem es otra cosa, es una ciudad plural dentro de la
ciudad de Nueva York. Es la pobreza espléndidamente exhibida en las
ventanas de las minúsculas e insalubres habitaciones
departamentales apenas encubiertas por mugrientas fachadas,
salpicadas de ropa al sol; las calles muestran vagancia recostada,
sentada, por todos lados; es el desempleo con su cauda de centros de
atención para los desocupados; es la prostitución no disimulada como
en otras partes de la ciudad, pues es mercancía prohibida. Es en
suma, el delito, la violencia, la ilegalidad en toda la enorme área de
casi sesenta calles de largo. Harlem negro, latino, chino; multinacional
y profundamente dividido dentro de su pobreza y delito; metido como
una cuña en la urbe y con el peligro acechando a toda hora, igual que
en la ciudad de México, en Madrid o en París. Para ese ambiente,
solamente cambia el escenario, el idioma y el color del delincuente,
pero perviven similares ilicitudes, anti-socialidad parecida. Y al igual
que otras partes, los barrios peligrosos se multiplican. Aquí se llaman
Greenwich Village, en su tráfico de drogas, desviaciones sexuales a un

75
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pequeño punto del centro comercial, de la ONU, conectados ambos


por el Barrio Chino.
Un caso muy conocido por los habitantes de la ciudad de México
es el Barrio de la Merced. ¡Quien haya visitado o vivido en la capital,
no conoce las calles de Jesús María, Alhóndiga, Santísima, Emiliano
Zapata, de la Soledad, Mariana R., del Toro de Lazarín, etcétera, a dos
cuadras del Palacio Nacional, en el que radica el Poder Ejecutivo y a
dos, también, del Palacio de la Suprema Corte e Justicia: O el
tristemente célebre Barrio de Tepito que se proyecta más allá de sus
fronteras reconocidas y llega hasta las calles del Carmen, Colombia,
Venezuela, Girón, Loreto, etcétera, a cuatro calles del centro
administrativo del país. Los límites de ambos barrios se tocan y
confunden. Saliendo del Zócalo, se pasa de golpe, de los edificios
gubernamentales y de las tiendas de lujo, a los viejos caserones,
antaño residencias palaciegas, ahora miserables vecindades, en las
que, al amparo de pasillos estrechos, obscuros y mal olientes, se
ocultan, hermanadas, la miseria y la maldad.
Por el conocimiento de un suburbio de la ciudad, y por haber
“casi vivido” en él durante años, y con el objeto de simplificar, más que
de exhibir, el ambiente material de estas zonas, hemos escogido el
“Barrio del Carmen”, prolongación natural del “Barrio de Tepito” y
enlace con el “Barrio de la Merced”. En él, con calles “casi” bien
pavimentadas, alumbrado público mercurial y servicios tan completos
como son los del centro de una ciudad, se vive el “barrio bajo”. Ya
hemos hecho notar que esta contingencia no es exclusiva de la ciudad
de México; sus paralelos se llaman Harlem en Nueva York y Saint
Peltrí en París. Individualizar es degradante, pero ambientas una zona

76
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de esas características, el ejemplo es definitivo. Las calles de


Venezuela, en parte, van desde las calles de Argentina hasta las de
Loreto, cruzando las calles del Carmen y el Callejón de Girón. Las
calles del Carmen, también en parte, van desde las calles de Justo
Sierra hasta las de Colombia, cruzando las de Venezuela. Con esta
cruz de cuatro calles, las del Carmen y las de Venezuela, dos de cada
arteria, es suficiente.
En la calle de Venezuela, desde Argentina hasta Loreto y en las
del Carmen, desde Justo Sierra hasta Colombia, las dos aceras sólo
tienen casas de vecindad, de diferentes categorías, pero casas de
vecindad; y edificios de departamentos de última clase, con edades
que fluctúan entre los cuarenta y cincuenta años. En las calles de
Venezuela, casi en la esquina con las del Carmen, se encuentra un
centro de prostitución o “cabaret”, llamado “Salón Victoria” a escasos
veinticinco metros de la esquina. En la propia esquina (El Carmen y
Venezuela) está una cantina: “La Europea”. En una de las calles de
Carmen, entre Venezuela y Justo Sierra, hay una cervecería a la que
asisten “mujeres de la vida” y en la que en su entrada se lee: “La
Norteña”. En seguida hay dos o tres “fondas” con venta clandestina de
alcohol y un mugriento café, propiedad de un chino, al que asisten
hampones y prostitutas además de estudiantes de la Escuela
Preparatoria cercana, en la otra calle, en el Carmen, entre Venezuela y
Colombia, hay otro antro de vicio llamado “Cabaret Gong” y un billar
con cuarenta mesas, centro social de vagos, delincuentes y
estudiantes del barrio. Ahí se fuma y se trafica con marihuana, se
planean robos y se juega de apuesta. En Venezuela, pero entre las
calles del Carmen y Loreto, están dos tiendas de españoles que

77
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

expenden “chinguerito” —aguardiente de ínfima calidad—. Más allá,


hay una rinconada, detrás del mercado Abelardo Rodríguez, en donde
los cargadores del mismo se embriagan, duermen la borrachera,
realizan actos sexuales y “viven” a la vista de todos, con todas las
consecuencias que esta acepción comprende. Esto es: alrededor del
crucero que forman las calles del Carmen y Venezuela, en cien metros
escasos, hay tres prostíbulos conocidos, cinco clandestinos, vicios de
toda índole, embriaguez, prostitución y vagancia, todo bajo el mismo
farol de una esquina.
Este crucero de cuatro cuadras, que se prolonga, al norte hasta
lindar con las calles de Aztecas, o lo que es lo mismo, con “Tepito” y al
Oriente, con las calles de Lecumberri, que forman parte de otro barrio
célebre por ser refugio de hampones, denominado pomposamente,
“Colonia Morelos”; noche a noche es deambular a las prostitutas
“callejeras”, que esperan clientela de entre los noctámbulos asiduos a
los centros nocturnos; “cabareteras” que van o vienen del hotel,
acompañadas a la ida y solas al regreso. Los borrachos dan traspiés o
vuelven el estómago o, simplemente, se duermen al pie del poste que
les viene la gana y eligen para mingitorio la primera puerta a su
alcance. Con frecuencia los gritos y los ayes de las reyertas son
acompañados del sonsonete monorrítmico de las sinfonolas y,
esporádicamente, los gritos de algún herido o el ulular de la sirena de
una ambulancia que va a recoger algún lesionado. Todo esto ante la
indiferencia, por la costumbre, de los vecinos, parte ya de este
ambiente. En las mañanas, los niños van a la escuela sorteando sobre
borrachos dormidos en las aceras, vómitos y otros detritus y
escuchando las riñas de las mujeres, con sus maridos o amantes.

78
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En el contexto de estos barrios, se encuentra una clase social


que estudio el doctor Samuel Ramos: “..quiero recordar que encontré
un tipo popular mexicano, ‘El Pelado’; cuyo comportamiento para
compensar el sentido de inferioridad, corresponde con exactitud a lo
que Adler le ha llamado ‘La Protesta Civil’… él constituye la expresión
más elemental y bien dibujada del carácter nacional… pertenece a una
fauna social de categoría ínfima y representa el desecho humano… en
la jerarquía económica es menos que un proletario y en la intelectual
un primitivo. La vida le ha sido hostil por todos lados… Es como un
náufrago que se agita en la nada y descubre de improviso una tabla de
salvación: La virilidad… Como el es, en efecto, un ser sin contenido
substancial trata de llenar su vacío con el único valor que está a su
alcance; el de macho. La falta de atención por la realidad y el
ensimismamiento correlativo, autorizan a clasificar al ‘pelado’ en el
grupo de los introvertidos… ha suprimido en la vida una de sus
dimensiones más importantes: El futuro”.(23)
Este ser tiene un interés muy particular en función de su estatus
polivalente y discriminatorio dentro de este sub-mundo. El pelado
delinque en forma irregular, porque no tiene en el robo una fuente de
ingresos permanente; y sí, por circunstancias fortuitas, la mendicidad
no produce, recurre al robo, casi siempre disimulado. Su adicción a las
drogas es relativo e intermitente, porque carece, casi siempre del
dinero suficiente para satisfacer y sostener en forma prolongada este
vicio, que de suyo es caro, pero que tratándose de un ser
definitivamente depauperado y sin posibilidad de remisión alguna. No
obstante, alguna veces, sobre todo cuando lo invita, frecuenta la
marihuana, que es el más difundido de los estupefacientes, tanto por

79
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

él el menos caro, como el más difundido a nivel mundial. Es pues,


agrada a la clasificación del doctor Ramos, un ratero inconstante y un
drogadicto irregular.
Como información complementaria, una nota periodística
aparecida en “El Universal”, diario mexicano, con fecha 10 de
septiembre de 1979; reproducimos parte del texto, que menciona otro
barrio colindante al de la Merced y durante muchos años, nido de
hampones: La Candelaria de los Patos.
“Los vecinos de los Diputados… El Palacio Legislativo
estará rodeado de inmundicia, pobreza y delincuencia” Así reza el
encabezado. A continuación dice el reportero: “Rodeado de
inmundicia, pobreza, drogadicción, delincuencia, prostitución y
teniendo un ambiente muy contaminado de ‘esmog’ y ruido, estará el
nuevo Palacio Legislativo, que se construirá donde estuvo la antigua
estación ferroviaria de San Lázaro… enfrente, está la pulquería ‘sal si
puedes’. Junto un ‘hotel de paso’. En la esquina, una vinatería; más
allá, una pequeña ‘ciudad perdida’ en cuya entrada reza un letrero
´zona federal, prohibido el paso’, y en la siguiente calle y muchas más,
las mujeres que venden amor con un futuro incierto… En tanto, tres
niños aspiran cemento a un lado de la estación La Candelaria del
‘Metro’. Ya intoxicados, hacen gestos y se ríen con sus alucinaciones.
A unos pasos, tres parejas de enamorados se besan y abrazan
amorosamente. La gente pasa fingiendo no mirar a los pequeños
drogados, ni a los novios… Junto a una derruida y pequeña iglesia, la
prostitución ejerce impunemente… A una calle, otras jovencitas
también practican ‘el oficio más antiguo del mundo’, ante la mirada de
decenas de hombres”.

80
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Lo anterior, sucede a plena luz del día, ante la mirada de un


periodista que, por supuesto, no fue a esos lugares ya no por la noche,
pero ni siquiera al atardecer, por la peligrosidad del rumbo.
Todo lo narrado hasta aquí pude que parezca una pura
exageración, no siendo sino una triste realidad que se repite cada
mañana, no solamente en el crucero que ha servido de ejemplo —o en
las calles retratadas por el reportero del diario— pues alrededor de
este rango de sucesos, el ambiente se prolonga por todos los barrios
que hemos mencionado y a otros muchos que omitimos.
Paradójicamente, se corta bruscamente en las calles de Argentina, por
las que transitan, perezosos, los empleados de las dependencias
oficiales y presurosas amas de casa que se dirigen al mercado. Este
es el medio circundante al hogar del trabajador, del estudiante y del
delincuente, que viven bajo el mismo techo de la misma vecindad.

81
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

82
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

C – Culto, devoción y
convicción:

Las actitudes religiosas deformadas tienen orígenes diferentes


en los diferentes estratos sociales y, en ellas, se manifiesta la
inestabilidad de los conocimientos religiosos y esta inestabilidad
religiosa es un indicio de lo emocional y económico que viven. En
ciertos niveles, la anarquía nace de una generalización indebida de la
deshonestidad del clero, pero se olvida, a veces premeditadamente,
que estos hechos son excepcionales y la actitud sirve, sólo para
justificar sofísticamente, debilidades éticas o ilegales del que olvida
premeditadamente. La diferencia resultante, para el caso al que nos
aplicamos, proviene de otros factores que pretenderemos analizar
aunque sea someramente.
En este medio, no cabe duda que tiene fe verdadera en su
región y creen con sinceridad en la existencia de un futuro más allá, al
que le temen. Son religiosos y con frecuencia llegan al fanatismo, pero
su religiosidad reconoce algunos otros caminos más expeditos para
solventar sus frecuentes caídas.. Creen en todos los misterios y los
dogmas que les propone la religión y por eso, cuando pueden, van al

83
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

templo con devoción, aunque las prácticas religiosas externas con


frecuencia continúan sólo por inercia, por sí mismas, pero sin ningún
valor, cuando el sentimiento se enfría.
Arduo trabajo es la descripción de esta religión. Podríamos
denominarles como una “religión pagana”, pero ésta sería una
simplificación harto suficiente. Todos ellos, de acuerdo a datos
estadísticos, son católicos, pero catolicismo o cualquier otra religión
que profesen, resulta, por sus características, propias y
contradictorias, una religiosidad difícil de concebir.
En todas las viviendas hay imágenes en cromos corrientes, de
los que venden en los mercados o vienen de obsequio en los
calendarios y ante los cuales nunca falta la “veladora” y las flores. Se
reza y se implora la caridad divina para que los proteja y las “cosas”
salgan bien. ¿Pero, cuáles son esas cosas?. El trabajador pide que
ante las máquinas o en el andamio no le acaezca alguna desgracia; el
ama de casa pide que su hombre no tenga percances y que sus hijos
vayan a la escuela y salgan bien librados; la prostituta pide perdón por
las acostadas de la noche anterior y, al mismo tiempo, suplica porque
en el día que se inicia, no le falte el “trabajo” o que los clientes no la
vayan a contagiar alguna enfermedad que la retire temporalmente de
sus actividades. El ratero promete firmemente enmendar el camino
aún sabiendo que no lo haré y el asesino ruega para no ser
descubierto por la policía. Ya lo dijimos: ¡Religión difícil de entender!.
Hace algunos años, en el Templo de la Soledad, lo que equivale
a decir, dentro de otro barrio conocido por ser asilo de rufianes de toda
índole, —La Candelaria de los Patos— todos los viernes a las doce del
día se oficiaba una misa pagada por ladrones y prostitutas. ¡Y el día

84
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

que un sacerdote se negó a celebrarla, puñal en mano lo


acompañaron al altar! Mientras en el atrio, los policías y los Agentes
del Servicio Secreto, —que equivale a mencionar a otra calaña de
hampones con fuero— esperaban a la salida para “fichar” a los
concurrentes y extorsionarlos después.
Párrafo aparte merece la policía, esa a la que hemos calificado
de “hampones con fuero”. Por lo general las policías de todo el mundo
están compuestas por individuos cuya ficha psicosomática cae dentro
de los patrones del sádico y, en consecuencia natural, estos
encuentran acomodo muy de su agrado en estas corporaciones, en las
que, lejos de ejercer la vigilancia del cumplimiento de los
ordenamientos legales, son los primeros en transgredirlos. ¿Pero,
desgraciadamente, habrá alguien que no siendo sádico, acepte
golpear y lastimar, extorsionar y robar por una paga mísera? No, un
hombre sano no se ocuparía nunca de estas actividades. Y también,
como en el caso de la prostitución, más adelante dedicaremos un
estudio acerca de la necesidad que tienen los gobiernos de hacer uso
de estos individuos.
Pero volviendo a nuestro objeto, necesitamos aceptar que es
una religión exacerbada, que compendia la práctica de la religión en
un pintoresco contubernio con la hechicería y con muchas
reminiscencias de paganismo. Las prácticas particulares suelen ser
cautivadores por la sinceridad que ponen en las plegarias. Algunos
mantienen una discreta manera de hacerlo, posiblemente porque en la
intimidad de los seres que la practican, hay un exacto conocimiento de
sus actividades y de su poco o ningún arrepentimiento.

85
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Nosotros, los hombres, hemos tenido la oportunidad de observar


que, cuando frecuentamos el cuarto de una prostituta —de las que
tienen negocio propio— al recibir el dinero, pago de sus favores, o se
santiguan con él, esperando que el cielo les ayude a obtener más o lo
coloca ante el santo o virgen de su predilección para que las proteja.
Personalmente he podido constatar que los ladrones y las prostitutas
son los fieles más fervorosos en el templo, para, al salir, buscar de
reojo una cartera descuidada o un posible cliente.
Para la mayoría de la población, el bautismo no expresa otra
cosa que un acto, un rito, de carácter popular, en el que es
indispensable incluir un niño, al que una congregación, con una fe
rara, asiste a una ceremonia que se reduce a un pretexto para
celebrar una fiesta con acciones. Y este niño se supone que aprenderá
una religión que los padres casi desconocen y de la que se desvían
con frecuencia.
Como quiera que se vea, por parte de los conquistados o de los
conquistadores, —en el caso mexicano— nos encontramos figuras de
una religiosidad sublimada, producto de una evangelización sembrada
en campo fértil y en el que los catecúmenos colaboraron. “Esta obra
fue seguramente facilitada por cierta receptividad de la raza aborigen,
que era tan religiosa como la de un hombre blanco que venía a
dominarla. Era un terreno muy bien preparado para que la semilla
cristiana prendiera en el Nuevo Mundo”(24)
Las primeras enseñanzas que recibe el niño, provenientes de su
familia, tiene carencias, válganos la expresión, de orden cognoscitivo
por parte de sus instructores. Cuando pueden o cuando quieren,
asisten al catecismo, pero sólo hasta que hacen su primera comunión.

86
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Las faltas de los sacerdotes las perdonan con mayor facilidad que
otros grupos, quizá porque ellos violan todos los preceptos
cotidianamente; a los representantes de la iglesia les profesan no
solamente respeto, sino veneración, lo que no obsta para que, si
pueden timarlos, lo hagan. Encuentran en la religión, no sólo consuelo,
sino pretexto. Casi todos han sido bautizados y confirmados y no
pocos han hecho su primera comunión. Asisten a la misa los domingos
y guardan los días festivos del calendario litúrgico. Si se les interroga,
en voz muy alta pregonan su religión y se molestan cuando escuchan
a alguien expresarse mal de la religión, los ritos o los sacerdotes y
tienen en muy alta estima, rayan en idolatría a los santos. ¿Pero, y el
evangelio, qué? ¿Y los mandamientos, qué? No los cumplen ni por
asomo. Inculcan en sus hijos una religión que practican muy a su
manera y les exigen el cumplimiento de sus deberes religiosos,
posiblemente con la esperanza muy lejana de que no sigan sus pasos
o, más seguramente, para que llevados por esa religiosidad, ignoren
las tropelías de sus progenitores, los que, por otra parte, no se cuidan
de ocultarlas.
No es necesario profundizar mucho para comprenderles; sienten
el peso de sus culpas pero no conocen otro medio para subsistir;
ruegan por sus vidas, pero no por las ajenas; piden, en suma, la ayuda
divina, no para mejorar, sino para que no les falten incautos a su
alcance.
Curiosamente, coetáneos a los sentimientos religiosos a los que
nos hemos referido, y no como consecuencia de ellos, sino como
comportamiento filial, nace la superstición que ahoga a los seres
humanos. Con objeto de analizar este fenómeno, haremos una

87
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

advertencia: Insistimos en que este trabajo se ha hecho caso omiso de


las creencias religiosas en tanto norman al autor, y que el análisis
desapasionado pretende distinguir con claridad la diferencia entre
“superstición” en el término con el que se designan, todos los que no
creen, a la actitud religiosa de los que profesan una fe.
Las supersticiones son “harina de otro costal”. No tienen origen
ni raigambre religiosa; se apartan de la religión en tanto que no son
milagros ni tampoco obras humanas. El milagro religioso tiene principio
en una base divina, son hechos que se realizan sin la voluntad del ser
humano, así sea este el conducto del milagro. Los hechos milagrosos
no se producen con la intervención del hombre y la diferencia total
consiste en que, para las supersticiones, no sólo es necesaria la
voluntad. Se originan no solamente en actos humanos, sino que,
situaciones, animales y objetos inanimados adquieren poderes que
determinan al hombre.
Somos partidarios de la idea de que las supersticiones
pertenecen al pensamiento pre-lógico y que derivan hacia él: Que no
pertenece “al pensamiento religioso, lo demuestra la astrología” que
van en contra de la esencia del individuo. Que no tienen origen en lo
ético tienen su mejor ejemplo en la magia negra, cuya intencionalidad
se manifiesta para hacer daño, etcétera. Tanto la ciencia como la
teología han combatido desde siempre las supersticiones, fundado
cada uno en principios diferenciales, como derivaciones de un mismo
camino. “Sería esquematismo absurdo simplificar demasiado y creer
que el proceso ha sido siempre este. Quiero decir que no siempre, en
bloque, la religión o la ciencia de una época pasan a ser superstición.
Ni todas las supersticiones son sin más, ex religión (la cretofonías

88
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

decaídas de Elíades) o ex ciencia, como parece ser la idea de Cmte y


de muchos marxistas, ni toda religión o toda ciencia acaba en estado
de superstición”(25) Algunos hechos científicos o religiosos han derivado
en el tiempo hacia la superstición y por eso, Alonso del real lo advierte.
Es claro que la superstición suele aparecer dentro de la religión, pero
es más frecuente fuera de ella, pero, generalmente, por no afirmar que
la totalidad de sus formas, va contra la religión. Esto mismo sucede en
el terreno de la ciencia. La superstición es un producto neto, típico de
la vida cotidiana y aparece siempre relacionada con alguna actividad.
“Y entonces es la relación con esa actividad: la n es la actividad, no la
vida cotidiana como conjunto”.(26)
En lo adelante estudiaremos con algo más de detenimiento la
relación y las consecuencias que las supersticiones tienen en lo
cotidiano y, sobre todo, en la delincuencia.
Los delincuentes son sumamente supersticiosos y alternan
cómodamente la religión empequeñecida que practican con las
supersticiones metatizadas, a las que temen. La superstición tiene
muchos adeptos en este estrato social, justificándose su existencia por
la escases de cultura, general y religiosa. Cabe, en este momento,
aclarar algún punto que ha venido quedando rezagado, pero que
merece aclaración. La honestidad se resquebraja fácilmente por la
ambición o por la necesidad, ambas, casualmente directas de actos
ilícitos. En el primer caso, aparece la delincuencia de altos niveles, los
llamados por el hampa, “ladrones de pluma fuente”; en el segundo
caso, la que venimos estudiando. También, dentro de la esfera de los
hombres de negocios aparecen las huellas de la incultura, no en
conocimientos generales, —aunque también se da— sino en

89
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

conocimientos éticos y religiosos. Producto de esa incultura, aparece


la superstición. Este fenómeno se deslinda frente al conocimiento, por
la sucesión de actos coincidentes prejuiciados, en las que dan una
aparente validez a los hechos y constituyen la cadena formalizadora
de la superstición. Freu, From, Stekel, Jung, Adler y otros muchos
especialistas en la psicología han tratado este fenómeno y quien
desee documentarse más detenidamente, deberá estudiar a estos
hombres. Para nuestro objetivo, bástenos decir que la superstición
puede encaminar a la comisión de actos delictivos y simultáneamente,
ha propiciado la aprensión de criminales, víctimas de la superstición.
Volviendo al fenómeno religioso, este llega a tener formas
cercanas a la superstición, pero se aleja de ella en su contenido
fundamental. Hemos dicho que en algunos momentos la religión se
vuelve fanática, pero la superstición adquiere los mismos caracteres
aunque sin ser nunca excluyente del delito, sino en cierta manera, sólo
una representación recriminatoria ante la violación de principios
establecidos. Se compone de mucha intensidad y poca capacidad,
mucha fe y poca práctica. Se modela dentro de matrices extrañas a la
religión misma, pero pide y exige de ella lo que no se busca.

90
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

D – Escolaridad:

En el análisis de la escolaridad en el núcleo que estudiamos,


presenta un carácter muy específico, debido a que, las determinantes
del problema tienen orígenes muy diversos. La primera realidad que
nos sale al paso es que, a pesar de que existe cierta facilidad para
asistir a la escuela, hasta por lo menos el nivel de segunda
enseñanza, los estudios casi nunca son terminados y cuando el
estudiante llega a pasar esta etapa, lo que sucede muy rara vez,
prosigue en algún instituto de enseñanza superior o consigue un
empleo bien reenumerado que lo aleja un tanto del medio que hasta
entonces lo condicionaba. Desgraciadamente, son muchos los casos
en los que el medio ha absorbido tanto al individuo que se produce el
profesionista o el funcionario deshonesto. Es mayor el índice de los
muchachos que terminan la primaria elemental, pero,
desgraciadamente, la mayoría interrumpe sus estudios en el segundo
o tercer grado y se dedican a trabajar en algún taller o negocio del
mismo barrio, aprendiendo oficios como carpintería, plomería,
mecánica, etcétera. Una ojeada a las estadísticas demuestra que la

91
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

mayor parte de los delincuentes no terminó la instrucción básica y que


la abandonó muy al principio. Sin embargo, un gran porcentaje de
delincuentes no es analfabeta absoluto, “… el autoengaño consiste en
creer que ya se es lo que se quisiera creer, en cuanto… queda
satisfecha de su imagen, abandona el esfuerzo en pro de un
mejoramiento efectivo.”(27)
En el proceso escolar, los chicos que asisten con alguna
regularidad a clases no son afectos al estudio y pronto son los
componente de los grupos de niños-problema y con frecuencia se
constituyen en bandas para faltar a la escuela en “pintas” que se
inician como un simple vagabundeo por los alrededores del centro
escolar y que se tornan en hábito por medio de la afición al billar una
vez que hubieron pasado por los “volados”, y la “rayuela” y algunos
otros entretenimientos de apuesta callejera. Cuando no abandonan la
escuela, son los instigadores de peleas, de robos por sí mismos o de
la inducción al robo a otros niños, a los que llegan a amenazar hasta
con cuchillos.
La actitud infantil, que se prolongará hasta la edad adulta,
reconoce causas somáticas, psicológicas y ambientales. De este
último factor, podemos decir que es un problema mezcla de miseria y
de vagancia, de no poder y no querer. Se va a la escuela —cuando se
va no a estudiar—; se toma como un medio escapista para huir de la
vigilancia materna, trocando los libros por revistas mal intencionadas o
pornográficas, y aprendiendo sus “lecciones” en las galerías de los
cines, en los que exhiben películas “sólo para adultos” y a los que
asisten ante la mirada complaciente de las autoridades, niños de edad

92
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

muy temprana. Pero vamos a seguir un orden, procediendo como nos


lo hemos propuesto.
Hemos visto que los factores somáticos deterioran la realidad del
individuo, además de condicionarla. En la realidad no se dan nunca los
tipos puros; todos tenemos algo de dos y hasta de tres determinantes
psicosomáticas. En el aspecto corporal, sí correspondemos a uno
sólo, leptosomático, pícnico, etcétera, de acuerdo con la clasificación
tipológica de Kretscher y Sheldon. Pero a pesar de que la capacidad
intelectual se expresa en términos puramente psicológicos, al
enfrentarnos al estudiante, vemos que no sólo es posible dividirlos de
acuerdo a rasgos tipológicos, sino que las capacidades varían de un
individuo a otro, no únicamente de materia a materia, sino que hay
diferencias en la percepción de la totalidad, por diferenciaciones
naturales, ordinariamente de origen genético y algunas veces por
lesiones causadas tanto en el claustro materno como en la vida inicial
extra-uterina, y no pocas de estas lesiones son consecuencia de los
vicios y adicciones de sus padres. Todas estas alteraciones son
determinantes en algún grado de la conducta social. Naturalmente que
no queremos decir con esto, que todos los delincuentes sean
individuos de físico anormal, pero algo del ausentismo escolar está
viciado de ello.
Mucho más influyentes en la conducta de un hombre son sus
características psicosomáticas, porque en esa problemática se
incluyen para formar parte de la personalidad, las diferencias físicas,
como herencia, ambiente, constitución muscular obtenida, edad;
capacidad intelectual, sexo, raza, clase social y lugar de habitación.
De la conjunción de todos los elementos vitales referidos y de las

93
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

condiciones en que la vida se inicie y transcurra, se derivan las


llamadas fórmulas caracterológicas, las que sí determinan en mayor
grado la conducta que seguirá cada hombre, pero que no totalizan en
modo alguno la actividad, ya que dos seres con ficha parecida
actuarán positiva o negativamente, según otras condiciones a las que
nos avocaremos superficialmente en este momento. Pero no es de
ninguna manera tiempo perdido ahora, tenerlas presentes, para
encontrar los motivos de la raquítica escolaridad, todas y cada una de
ellas.
Por norma casi general, los malos estudiantes provienen de
hogares de alguna manera disociados, ya sea que este fenómeno se
produzca visiblemente o de que sólo sea una parte de la vida interior
sin proyectarse ante los ojos de los demás, salvo en las rupturas de
orden mayor. La falta de afecto y comprensión, la observación de
malos hábitos en los mayores o en las personas que rodean al niño y
la ausencia total de intereses éticos, son los factores predominantes
en la iniciación del vagabundeo, preludio no tan fortuito como suele
pensarse, en la inclinación posterior para el delito. Es innegable que el
vagabundeo es la mejor puerta, pues si este es el significado de una
fuga para los varones, en las mujeres, normalmente, conduce a la
prostitución. Esta afirmación esta basada en las observaciones de un
gran número de hombres y mujeres, ya sea por sus fichas carcelarias
o por estudios extra-judiciales.
Por fortuna, y cuando el mal se ataca a tiempo, los moldes
pueden ser cambiados. Junto con el aprendizaje de nuevos hábitos, es
posible adquirir el de aprender, convirtiéndose así, el mejoramiento
material en un principio vital consciente. Para romper los moldes

94
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

establecidos por las costumbres que tienden a fortalecer la


conservación de status, se impone una tendencia cada vez más
vigorosa, a la independencia y a la variación.
Considerando esto, nos encontramos que los niños se inician en
las “pintas” motivados por muchas razones, entre las que adquieren
preponderancia, la falta de control familiar, el que con frecuencia va
acompañado de malas condiciones de vivienda; la disociación familiar,
conducta irregular de los familiares y malos ejemplos. En estas
circunstancias, las pintas los llevan a placeres fáciles en la calle, en
los que encuentran el alimento para las tendencias de los jovencitos,
desgraciadamente sujetos a sobrevivir por sí mismos en su
afectabilidad. Así es como suele iniciarse la llamada “conducta
antisocial”, porque los niños, en busca de los medios pecuniarios para
proveerse placeres sustitutivos siempre encuentran la manera de
agenciarse lo necesario, proveyéndolo con pequeños robos que
provocan la eclosión de nuevas tendencias. Estos muros iniciales van
creciendo en magnitud en la medida que aumenta la emoción y el
peligro que se enfrenta. Lo que es evidente, es que entre los
delincuentes existen desafectos verdaderos, pequeños en realidad,
pero que el niño incrementa, provocándose un pronóstico de
resultados sombríos.
“No obstante, deben tomarse en cuenta los factores
particularmente personales o subjetivos que hay en el hábito.” (28) La
cleptomanía, como verdadera enfermedad no existe sino en casos
muy particulares, por ejemplo, pero es innegable que la serie de robos
que se cometen para subsistir, llegan a formar un hábito, del cual es
difícil desprenderse, “ Es significativo el hecho de que, para precisar el

95
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

lugar que ocupa el hábito en la actividad, tengamos que pensar en los


malos hábitos, como la ociosidad, el juego, el alcoholismo y la afición a
las drogas enervantes”(29) muchos de los cuales, y en algunos casos
todos, son, si no prerrogativa de la delincuencia, sí, en este medio,
una costumbre casi absoluta.
“Podríamos considerar los hábitos como medios que estuvieran
igual que herramientas en una caja, en espera de ser usados por
resolución consciente, pero son algo más que eso; son medios activos
que se proyectan, en formas de actuar enérgicas y dominantes.
Necesitamos establecer una distinción entre los materiales, las
herramientas y los medios, propiamente dichos.” (30) porque los hábitos
son tanto positivos como negativos y es necesario llevarlos a
realizaciones constructivas. “En pocas palabras, se pasa por alto la
importancia del hábito inteligentemente controlado” (31)
Es común escuchar que alguien carece de hábito de estudiar y
los maestros insisten en la formación del mismo entre sus alumnos,
pero con frecuencia se olvida que estos son producto de costumbres
familiares y que en esos medios casi siempre ha faltado la asiduidad a
las aulas y se hace hincapié en que los hombres pueden salir avantes
en la vida sin haber realizado estudios de ninguna naturaleza. Y aquí
volvemos a la fatídica experiencia diaria, que parece comprobar esta
afirmación proponiéndonos los ejemplos de algunos políticos, de ricos,
etcétera, que han logrado escalar altas posiciones carentes de
preparación; sin notar que, en realidad, esta consecuencia es producto
de la formación de hábitos positivos y que la elección de ejemplos
indiscriminadamente, conduce a la adopción de hábitos negativos. “La
calidad inerte y estúpida de las costumbres comunes pervierte el

96
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

aprendizaje, convirtiéndolo en una inclinación sumisa a seguir el


camino que otros indican…”(32) La incuria en este aspecto de los
maestros, los sacerdotes, los guías sociales, hacen que los estudios y
las costumbres se inclinen para otro objetivo…, a una sumisión para
aprender las costumbres de sus semejantes adultos, una capacidad
para aprender únicamente aquellas cosas que desean enseñar
quienes tienen el poder y la autoridad.” (33) En nuestro actual sistema de
vivencia, los encargados de dirigir y encaminar a los niños, padecen
del mismo mal y lo pasan a sus discípulos hasta sin pretenderlo.
Se ha olvidado que en el mundo de competencia leal o desleal
en que vivimos, la educación, la instrucción, son urgentemente
necesarias. Los conocimientos leídos, no son en sí mismos, un fin. El
conocimiento elemental del lenguaje que satisface las necesidades de
comunicación, siempre abre nuevos caminos y diferentes posibilidades
y es causa de exigencias productoras de afectos que no se limitan a la
posición del habla y la literatura, sino que encuentran nuevas formas
de comunicación. De dirección y de fines instructivos, superiores.
Por desgracia, la posesión de los conocimientos lingüísticos no
sólo produce efectos positivos, también conduce a caminos
equivocados, que se fomentan desde determinado sector de la prensa.
Sería deseable que la prensa sensacionalista, en el proceso de
información, que tiene más venta en cuanto procede de situaciones
altamente mórbidas y anormales, comprende el daño que causa a los
hombres —sobre todo en la primera edad— y, por consiguiente, a la
sociedad. Podemos inquirir si el cine y la prensa no son factores
coadyuvantes de la criminalidad.

97
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El cine es un elemento más en la formación de la postura del


hombre ante la vida. No olvidemos que el cine, que se encuentra al
alcance de cualquiera, hasta de los niños, es un ejemplo en sí, cuyo
valor cultural, artístico y educativo es indiscutiblemente importante.
Pero debemos de condenar determinado tipo de cine, especialmente
pernicioso para el niño de la calle, cliente asiduo del espectáculo. En
los carteles de hoy día, se anuncian películas que son para adultos y,
muchas de ellas, para adultos con una formación mental y espiritual
sana y sólida. “Son películas de morbosidad mal sana o de lujosa
facilidad, en las que dominan escenas de violencia, torturas, raptos y
secuestros. Películas en las que los superhombres realizan aventuras
interminables y triunfa ante los más prodigiosos obstáculos. Películas
donde reina un clima de exasperación sexual y de bestialidad y en las
que la mujer, abdicando de su dignidad, se transforma en un simple
juguete. No menos nocivas son las películas negras en las que los
personajes se envilecen y degradan en su impotente lucha contra su
destino implacable o con acontecimientos agobiantes.” (34) La
consecuencia de estos espectáculos es que: “Se hacen más violentos
los impulsos antisociales que ya existían…” (35) en los sujetos, por
razones biológicas o psicológicas o que el medio ambiente ha
provocado.
No se agota aquí la casualidad de la delincuencia infantil y
juvenil, resultante de una baja o nula escolaridad; en un examen más
profundo que sigue al presente estudio normativo para la inteligibilidad
de la conducta anormal, proseguiremos ahondando. Baste hacer notar
que los factores de desaprovechamiento intelectual son tan variados

98
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

como lo anunciamos y tan nocivos que es preferible atajarlos de una


vez y no sólo pretender re-educar a los presidiarios.

E – Tabús sociales:

La problemática del desenvolvimiento del hombre en el seno de la


sociedad humana se caracteriza por la sujeción implacable a un mayor
número de actos que se nos presentan como prohibidos que a
aquellos a los que somos permitidos, violándose tácitamente el
principal postulado del derecho natural, en el que toda prerrogativa
corresponde a una limitación; porque en realidad, en la vida cotidiana,
por un acto ilícito, el conjunto social nos tiene un número impredecible
de prohibiciones.
Las diferencias originales de su formación con sus múltiples
aportaciones culturales, contribuye a una plastificación de modos
operantes en el conjunto, que aumenta. Por adquisición acultural, los
motivos de consenso y los pretextos se inhibición y de postergamiento
en la conducta natural de los componentes de los diferentes estratos
configurados de la sociedad. Las aportaciones de grupos procedentes
de orígenes remotos y diferentes y coincidentes en el núcleo

99
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

poblacional aumentan, en vez de contribuir a una disminución, las


taxativas sociales que influyen en el comportamiento, degenerándolo
hasta convertirlo, en muchas ocasiones, en la caricatura de una
verdadera conducta social del individuo.
Coincidente al canal proporcionador de elementos anómalos de
conducta, una de las anomalías consiste en separar
fundamentalmente a la sociedad en dos grupos definidos con claridad
dudosa. “En opinión, la discusión de los tipos de grupos sociales no
deben de limitarse a los contrastes entre rural y urbano, tradicional o
moderno, agrario o industrial. Estas distinciones tienden a distorsionar
el análisis global… creemos que hay varios tipos de sociedad, así
mismo, una mayor variedad de grupos sociales… y que hay
posibilidad de creación de nuevos tipos de grupos sociales y de
relaciones sociales cuyas clasificaciones sociológicas son algunas
veces muy obscuras.”(37) De todos los grupos que tipifican a una
sociedad, surgen matices que condicionan al conjunto examinado
como entidad posible. De todos y cada uno de estos grupos
formadores, llegan lineamientos de comportamiento que, de una u otra
manera, producen actos que en sí mismos son valoraciones falsas,
pero que en tanto su falseamiento conlleva a una actitud antisocial, la
definición de todos los canales conducen a algún tipo de actitud
delictiva. De entre todos, sacaremos los que desembocan en forma
sistemática en la delincuencia.

1.- Mancebía.
100
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El carácter legal que se le ha proporcionado a la mancebía


recientemente en nuestra codificación, con el objeto de proteger un
tanto a las mujeres y un mucho a los hijos producto de esta unión, ha
sido derivada fundamentalmente a las leyes de seguridad social y de
herencia y tutelaje; pero, en resumen, esta actitud no ha confinado en
forma definitiva el dominio de ésta como actividad ilícita ante la
sociedad y ante el carácter dominador e individualista del hombre que
ve, en la manceba, sólo un producto de afán carnal que puede ser
desechado cuando así convenga y a la mujer, una posición de
inferioridad ante las mujeres casadas; ante la ley, y eximiendo a las
mencionadas, la manceba no tiene ninguno de los derechos que tiene
la esposa “legítima”. Más reciente aún, las actas de nacimiento
omitirán la descripción de legitimidad o no de los hijos, pero la
sociedad continuará tratándolos en la misma forma. ¿Tabú? En efecto,
en este caso es la negativa a reconocerles a los hijos nacidos de una
relación extra-legal, los mismos derechos y merecimientos que a otros
niños. No se debe dar el mismo tratamiento, las mismas oportunidades
ni merece el respeto el hijo de mancebo. Esto, que no es ni ético ni
social, si tiene la categoría de “tara” en la cotidianeidad de nuestras
relaciones sociales.
La trascendencia de esta actitud deviene, generalmente, en un
carácter antisocial y la delincuencia es el camino expresivo de esta
circunstancia. Es la sociedad misma la que empuja a estos seres, que
no tienen culpa alguna de su situación, a escoger entre dos caminos, y

101
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

casi siempre buscan aquel en el que la proliferación de este estado de


cosas, tiene un mayor número de participantes.

2.- Madre soltera.

La materia ha sido largamente discutida. Los enfoques son


variados y van desde la obra teatral ligera o el cinematógrafo, hasta
las sesudas discusiones de sociólogos, economistas y psiquiatras. Y
tantos discutidores nunca han podido ponerse de acuerdo; los hay que
no la consideran una trascendía sino relativa y abundan los que echan
todos los problemas sociales a las vilipendiadas madres solteras.
Nosotros procuraremos profundizar en este tema solamente en el
sentido en que le confiere importancia al objeto de nuestro estudio: la
delincuencia.
No puede negarse, como quiera que se le vea, que aquí, su
importancia es mucha y las consecuencias palpables. Un grupo
grande de delincuentes es hijo de madres solteras y la casi mayoría de

102
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

las prostitutas en activo son, a su vez, madres solteras. Ya veremos en


su aparte, cómo y porqué.
No es necesario enfatizar que las carencias familiares que
inciden definitivamente en la personalidad futura del niño, con
frecuencia son determinadas por la ausencia en el hogar, de un padre
que forme la liga afectiva, que caracteriza a la sociedad familiar. La
ausencia de este elemento, la efectividad excesiva y la falta de la
madre durante gran parte del tiempo, son elementos constitutivos
definitivos. La falta de un padre, entendido esto en el sentido de “un
verdadero padre”, forma un vacío difícil de llenar o que, se ve
suplantado por diversos padres sucesivos, que viven durante
temporadas más o menos cortas con la mujer, o que solamente la
visitan en momentos frecuentes, sobre todo si la mujer no busca tener
discreción en su trato con hombres y en su vida sexual y emocional.
En las casas que se produce este fenómeno, es común que la madre
extreme sus cuidados y los cariños con los hijos, produciendo el niño
mimado, aporte común entre los desajustados socialmente. No es raro
que este consentimiento al menor, ayude a perdonar faltas que en
otras condiciones habrían sido observadas en su justo valor. No
debemos excluir el fenómeno contrario, el de el rigor en demasía,
—cosa poco frecuente, por cierto— pero que es tan nocivo como el
cariño mal entendido. El aspecto más fuertemente determinante, en
cuanto es el que se produce con continuidad, es la ausencia de la
madre, que tiene que trabajar para subsistir y que, por consecuencia,
se ve obligada a abandonar el hogar durante lapsos de tiempo largos,
en los que, el cuidado y la vigilancia de los hijos queda encomendada
a extraños, quienes, sin el amor a los hijos como propios, poco o nada

103
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

se preocupan de las actividades de los menores encomendados a


ellos. Es durante este tiempo que los pequeños adquieren amistades y
costumbres nocivas.
Es preciso hacer notar que la actitud de la sociedad en su
conjunto, es de desprecio y abuso con respecto a estas madres, y que
las legislaciones las protegen bien poco. Quizá todo se deba, más que
nada, a la tradición viciada. “De hecho, sólo es una sociedad
dominada por modos de creencia y de admiración establecida por
costumbres pasadas, es el hábito más conservador que
progresista.”(38) De hecho, no existe todavía una sociedad establecida
en la que la madre soltera no sea una mujer despreciada, motivo de
abusos por parte de sus jefes o patrones y solicitada bajamente por
los hombres.
Los niños que crecen y se forman bajo el estigma de tener una
madre que los ha parido fuera de un lazo conyugal legal, son
separados y considerados hombres de segunda clase, y con
frecuencia se les estigmatiza con el mote insultante de “hijo ilegítimo”,
como si él fuera el responsable de una situación en la que no tiene
otra participación que la de mártir social.
Este panorama sombrío ocasiona traumas en la afectividad
familiar y social, se ve frustrado el pequeño, en sus necesidades y
cuando alimenta un sentimiento falso de inferioridad, ocasionado por
la falta de control familiar y la acción educadora conjunta de una
pareja unida, son motivos que orillan al niño al enfrentamiento son
situaciones nuevas. Este devenir es el carísimo precio de su
adaptación, de su evolución negativa y de una depreciación de sí
mismo.

104
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Son numerosos los jóvenes delincuentes que se sienten


marcados por la puerilidad y el egoísmo de una sociedad que, en vez
de procurarles un paliativo a su inestable situación, se empeña en
destruirlos, postergarlos y los lleva, finalmente, a delinquir, para
después castigarlos, castigando lo que ellos mismos han formado. Son
perturbadoras relaciones las que se mantienen entre estos seres y los
“buenos”, creando situaciones ilegales y anti-éticas, al deformarse el
carácter del individuo.. “Esencialmente, es el estudio de las
perturbaciones del carácter lo que nos revela las estrechas
correlaciones entre algunas irregularidades psíquicas y la
delincuencia.”(39)

3.- Amistades.

Poco, o muy poco, nos queda por decir de las amistades que
forman el entorno del niño delincuente, pues en el estudio previo de
los factores vistos, nos proporcionan una idea general de la influencia
negativa de los malos amigos, y sólo nos queda afirmar que “…las
redes de intercambio, la proximidad física o hacinamiento, dan como
resultado nuevas formas de interrelación que conduce a la
confrontación permanente de actitudes, tradiciones y costumbres.” (40)

4.- Costumbres.
105
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La influencia del medio que rodea a un determinado sujeto, su


área de influencia centrípeta y su contraria centrífuga, se explican con
cierta objetividad mediante el uso de matrices ópticas y plásticas. La
descomposición de la luz y la mezcla de valores adyacentes en la
pintura, la repetición de un color en el contiguo, y la fuerza de tonos
modificadores de apariencias y realidades, se compromete en la
explicación de los factores dominantes en el proceso de aculturación,
en la medida en que este fenómeno se produce en forma ambivalente
de apariencias y realidades.
“Los hábitos, como actividades organizadas, son secundarios y
adquiridos, no innatos y originales. Son producto de actividades no
aprendidas, las cuales forman parte de los dones que tiene el hombre
al nacer, por lo tanto, pudiera ser objetable el orden que hemos
seguido al tratar de los temas de nuestro estudio. En efecto: ¿Por qué
estudiar en la conducta lo derivado y, por lo mismo, artificial hasta
cierto punto, antes que lo primitivo, natural e inevitable? ¿Por qué no
comenzar con un examen de aquellas actividades instintivas a las que
esté condicionada la adquisición de los hábitos?” (41) Los hábitos son
condicionados y condicionadores y en consecuencia, su interrelación
forma las costumbres y este es el camino que venimos siguiendo
ahora. Estudiamos lo natural y lo preferimos a lo adquirido para
explicar las consecuencias. Haciendo uso de las similitudes
mencionadas, pretendemos aclarar el camino para un estudio ulterior
más profundo.

106
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El tercero de los fenómenos ópticos mencionados es el que


destaca con mayor vigor en el análisis sociológico, por ser este el que
menor dominancia tiene como realidad en el proceso psicológico, aún
que, determine a otros factores que pueden devenir en nocivos, a
pesar de que no necesariamente acontezca de este modo. El
fenómeno es muy conocido; sobre un fondo claro, un cuadro obscuro
tiende a verse más pequeño de su tamaño real, y sobre un fondo
obscuro, el mismo cuadro aumentará su tamaño aparente. El
fenómeno sociológico es similar. Cuando un ambiente se presupone
transparente, lo que un hombre haga se empequeñecerá en el
conjunto. En la sociedad comercializada o de relaciones, que se
supone clara, los actores ilícitos se destacan con mayor intensidad de
lo que en realidad son, destacando sólo por el trasfondo del que
reciben apoyo. En medio de la miseria y de la necesidad, fondo
obscuro por desconocido, el delito se proyecta con una apariencia
mayor. Esta comparación es útil, tanto para la cabal comprensión del
presente trabajo, como el correcto entendimiento de la magnitud del
hecho delictivo.
El segundo de los ejemplos propuestos nos permite clarificar la
forma en el que un ambiente se proyecta e influye sobre otro,
modificándolo sólo en la apariencia, pero sin alterar sus estructuras
naturales básicas. Cuando un color claro se sobrepone a otro más
obscuro y con la luz proyectada desde atrás, sobre el color claro que
corresponde al lado del reflejo, el color se modifica repitiendo el que se
encuentra debajo. En realidad, la percepción del color ha modificado el
espectro óptico y el color en sí mismo no ha sufrido ninguna alteración.
Del mismo modo, la cercanía de ambientes proyectan su influencia el

107
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

uno en el otro sin modificarse substancialmente. Este proceso nos


permite comprender porque, dentro del medio del hampa, viven
hombres honestos aunque marginados. Desgraciadamente la verdad
se pierde tras la apariencia y la fuerza de lo ilegal matiza lo honesto.
Nos queda otro ejemplo más y quizá por el que nos resulte más
comprensible la inter-acción de los estratos sociales que se
entrecruzan en los medios de carencia y de sordidez. El espectro de la
descomposición de los colores, de la luz, nos muestra, sin mayor
comentario, el cómo dentro de la apariencia de un sólo ambiente, se
superponen, viven, se mezclan y dividen, y se proyecta, una
diversidad de estatus y de condiciones sociológicas y psicológicas. El
de cómo influyen unas a las otras, es visible con un ejemplo pictórico.
Al mezclar dos colores, queda un espacio en el que se ha dado lugar a
un tercer color que no tiene parecido con ninguno de los dos que lo
originaron y que, sin embargo, los contiene a los dos; a medida que
ambos lados de esta área va disminuyendo la cantidad de un color y
aumentando la del otro, es posible establecer valoraciones y
cuantificar la influencia de uno en otro y, a medida que se alejan entre
sí, cada color es más él hasta llegar a ser uno y sólo uno.
El barrio bajo constituye el valor indefinido, diferente de sus
componentes, aunque todos existan en él. A medida que nos
acerquemos para estudiarlo, nos alejaremos de ese centro cromático y
podremos separar hasta que, al sumergirnos en su realidad,
comprendamos la formación estructural del “barrio bajo”;
diferenciemos sus componentes y obtengamos conclusiones.
La sociedad, el Estado y en muchas ocasiones los estudiosos,
se niegan a aceptar esta realidad, comprometiendo sus afirmaciones a

108
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

características especiales, muy personales, de apreciaciones morales.


“… efecto práctico de la negativa a reconocer la conexión entre las
costumbres y las normas morales…”(42) Nacidas de antecedentes
históricos prejuiciosos, de morales ultraístas, de malos entendidos y
de peores aplicaciones éticas y religiosas. Restablecer lo genuino del
estudio para comprender sus motores y conducir a los hombres, es la
tarea de las diferentes disciplinas que conforman su estudio. Influir en
los cambios permanentes de la humanidad, perfeccionarse para
perfeccionar, y sobre todo, hacer del sentimiento una ayuda y no un
fundamento para juzgar al hombre, es la tarea modificadora de los de
los pensamientos y de las costumbres. La psicología, la sociología, la
criminalística, la religión; los movimientos sociales, la política, etcétera,
deberán unirse para obtener la transformación de una sociedad, a
nivel mundial, que ahora se tapa los ojos para no ver las
deformaciones que ha creado.

109
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

110
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

F – Seguridad:

Tema por demás arduo para su tratamiento, por las implicaciones


que radican en su contexto. Bajo un rubro tan sencillo se encuentra el
meollo de la problemática que nos ocupa, porque de las leyes, del
Estado y del gobierno provienen muchos de los vericuetos por los que
discurre el delito. Parece increíble que, siendo la autoridad y la
legislación las encargadas de mantener la convivencia armónica de
estudiar las claves que permitan una vida más justa, son las que, por

111
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

múltiples razones, incide exactamente en lo contrario. Vamos a


analizar con algún detenimiento los procesos anunciados, para
observar como influyen en la sociedad y, algunas leyes específicas, en
el “bajo mundo”, como la incompetencia o la maldad de los
encargados de aplicar las leyes y velar por su cumplimiento, prohíja,
cuando no alienta, la inmoralidad. La seguridad no solamente es
posible verla desde el punto de vista de la vigilancia policiaca o de las
alusivas actitudes del delincuente respecto a esta. La encargada de
vigilar por la seguridad de los ciudadanos es la autoridad establecida y
legalizada con nuestro consenso, el que viene desde muy añejos,
desde una antigua relación entelequia entre gobernantes y
gobernados y, para entender esta relación, vamos a tener que andar
muy cerca de las diferentes corrientes que han constituido nuestros
actuales conocimientos sobre Teoría del Estado y de su más cercano
ejecutante, el Poder Público; de la Filosofía del Derecho y de la
autoridad, su ilegalidad causal y los conocimientos del pueblo al
respecto.
La división que hemos adoptado para el estudio, puede parecer
falta de cohesión y con soluciones de continuidad, pero si se observa
con detenimiento, se podrá apreciar un enlace que conduce
directamente a conclusiones a través de la observación de actitudes,
hechos y planteamientos, hondamente ligados a la vida del
delincuente. A pesar de que los códigos, las leyes y los efectos
legislativos se presentan casi al final del camino; de que la explicación
de un esbozo de filosofía del derecho se halla entre los últimos
apartados, se pone un especial cuidado en exponer algunos
conceptos de jurisprudencia, de teoría general del estado y de

112
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

fundamentar algunos aspectos cuya conclusión ira al final de esta


sección. Y, a modo de liga entre las dos partes, se realizará una
inspección sobre lo que hemos llamado “ilegalidad” y que atañe
directamente a los procedimientos para la aplicación de las leyes, la
interpretación de la justicia y de los resultados negativos causados
cuando estos conceptos, o no son entendidos, o se aplican de acuerdo
a intereses muy personales, por regla general, bastardos.
Decíamos antes que el meollo de la cuestión está aquí, porque
es en este terreno en el que se cometen los errores que impiden la
regeneración de los hombres que hacen de las actividades ilícitas un
modo de vida o, cuando menos, una manera de presentar actitudes
antisociales. Toda la labor de educadores, psicólogos, sacerdotes,
directores sociales, etcétera, se ve destruida al llegar a la aplicación
de leyes y justicia. La historia de la represión y el castigo del delito nos
muestra que ambas actividades han sido pródigas en los abusos que
la autoridad ha cometido a título espurio del ejercicio de actos
justicieros, y también es claro que la intervención de la policía y de los
jueces ha sido influida no por la ley misma, sino por consideraciones
sociales viciadas de falso puritanismo, a nombre del cual se han
cometido fechorías peores que las que se castigaba. La inquisición,
con toda la deformación y exageración que ha sido presentada por sus
detractores, aún minimizando sus crueldades, estas no pueden
negarse y seguramente se han cometido. El Tercer Grado de la policía
norteamericana o los suplicios “del pocito” de los servicios judiciales
mexicanos, no son menores en sadismo o crueldad a los de
Torquemada. ¡Pero han pasado cinco siglos entre unos y otro! La
cultura, los conocimientos son otros muy diferentes y los motivos

113
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

también y, sin embargo, hay un parentesco innegable entre todos esos


sucesos. Desde la Grecia clásica, pasando por los romanos y con
antecedentes en los judíos y los egipcios, hasta la Edad Media y
nuestro tiempo, la Ley sólo ha servido de pretexto para actos
execrables. Partiremos, pues, de estas bases para explicar lo correcto
y aplicarlo en su caso y para hacer inteligible algunas actitudes
viciosas y encaminarnos a desterrarlas de los procedimientos
judiciales.

1.- Autoridad.

Por autoridad entendemos a las instituciones encargadas de


gobernar el país en lo político, económico y lo que nos interesa, en lo
policiaco. Son los representantes del gobierno, sus instituciones
establecidas dentro del marco de la Ley y sus aplicadores directos, es
decir, la policía uniformada o judicial que realiza las labores de primera
mano en el trato directo con los delincuentes. La justicia es la
aplicación de las leyes y para ello pueden ser sus ejecutores las
policías o, más cabalmente, los jueces y los representantes de la
sociedad, el ministerio público o fiscales. Tiene ésta otro campo de
acción; la prevención social, es decir, los caminos con los que cuenta
la autoridad para prevenir el delito antes de que cause daño. Cuando
el mal ha sido consumado, cuenta con los sistemas carcelarios, de
discutibles valores casi todos ellos, salvo algún experimento exitoso

114
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

por el momento. Finalmente, la autoridad es la indicada para guiar al


convicto a su reincorporación a la sociedad mediante sistemas de
readaptación.

a).- Teoría del Estado

No es nuestra pretensión, a pesar de que así lo sugiere el rubro,


meter al lector por vericuetos que no son del momento y mucho menos
nosotros en explicaciones propias de la segunda parte que de este
apartado. Sin embargo, penetrar en la Teoría del Estado es
indispensable así se haga en viaje a vuelo de pájaro; más con la idea
de que el lector encuentre base para seguir con nosotros el camino,
que con la pretensión de explicar exhaustivamente la materia. Es
importante entender el origen y la fundamentación de las leyes para
exigir su cumplimiento, y este proceso comprensivo nos lo
proporcionan, primero, la Filosofía del Derecho y, después, la Teoría
del Estado. Desde Aristóteles hasta Kelsen, la casi totalidad de los
pensadores han tocado, aunque sea superficialmente, —como
Descartes o Kant—, los principios rectores del pensamiento jurídico. El
imperativo categórico nos lleva a una concepción del derecho, nacido
de la verdad que se convierte en ley, la posibilidad del yerro, nacida de
la afabilidad del hombre, transforma el transformo de la ley, no en
producto del derecho, sino en una mera especulación individual. Por
otra parte, la casuística solamente atiende a los deberes jurídicos en
cuanto estos sean éticos, lo que la transforma en base para el estudio

115
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

del derecho natural, del que es camino cardinal. Para interpretar la


casuística a la luz del derecho natural y en oposición conceptual al
derecho positivo, hace falta dejar muy claros siempre los conceptos de
culpabilidad y responsabilidad, valorando acertadamente las
circunstancias y tener en cuanta los fenómenos naturales que
modifican los motivos y afectan el consentimiento en la conducta y en
la interpretación de los hechos mismos.
Para valorar debidamente las leyes, la jurisprudencia, es preciso
dejar sentado que el Estado es una persona puramente jurídica, que
se configura por la participación que en ella tiene el país y el gobierno.
Por país debemos de entender al conjunto de individuos que viven,
trabajan y se esfuerza en el contexto de un área representativa, no
importando que se radique en otra. Por gobierno sólo debe de
entenderse a las autoridades formadas por los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial y el personal físico que conforma estas
entidades, inscritas en el entendido de participantes activos del país.
El Estado es la relación jurídica entre el gobierno, encargado de regir
el país y de aplicar las leyes y el país configurado como lo hemos
descrito. Dentro de esta circunstancialidad, vamos a explicar
brevemente, las diferentes corrientes existentes, tomando como base
a la democracia, por ser esta la forma más extendida de gobierno. En
ella, el individuo tiene dos formas de participación; la activa, que se
ejercita apoyando a las instituciones que nos proponen las leyes y
aprobándolas, en su caso; y la pasiva, en la que los hombres y las
sociedades en particular, se comprometen a obedecer lo que ellos han
aprobado cuando el gobierno ejercite el derecho de aplicarlas, para lo
que es indispensable la existencia de un gobierno y de un estado de

116
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

derecho basado en una constitución. Kelsen identifica a el Estado con


la Ley, lo que es incongruente para el derecho natural mismo,
antinomia jurídica y lógica; pero Loening afirma nuestra posición y el
Estado siempre será la relación jurídica entre gobernados y
gobernantes.
Los hombres forman sociedades para aquellas cosas que le son
comunes, sean estas materiales o espirituales; para empresas
grandes o pequeñas, ya sea la formación de la sociedad básica, —la
familia— o de interés general —el país—. Surge el Estado ante la
necesidad de ordenar establemente la convivencia social. Hobbes,
teorizante del Estado, dice que sin regulaciones, escritas o no, los
hombres luchan unos con otros por la “ganancia”, por la “seguridad” y
por la “reputación”. —y esta es una guerra— “de cada hombre contra
cada hombre”, en la que no hay ley, ni “acciones” de derecho y
agravio, sino solamente “fuerza y fraude” (43) De esta anarquía en la que
el fuerte triunfa sobre el débil, surge el inicio del Estado moderno, en el
que, “cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su
poder bajo la dirección suprema de la voluntad general y entonces
recibimos a cada miembro como una parte indivisible del todo (44) La
totalidad de las teorías políticas actuales conciben al Estado como una
unidad de poderes, siendo Hobbes, Rouseau, Bodino y Gracio,
algunos de los fundadores de un sistema que hace uso de un término
inventado por Maquiavelo.
Según Cohen, la ética es el contenido de una relación del
hombre con el bien y el mal, y que estos son parte de una realidad,
pero no la realidad misma. El hombre sólo consigue serlo en el Estado
y sostiene que sólo los Estados pueden unirse y las Iglesias no,, pero

117
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

la experiencia demuestra lo contrario. Esta filosofía individualista se


contrapone, en principio, al Derecho Natural y se acerca al kantismo,
pero acierta cuando sostiene que el hombre sólo lo es en el Estado.
Es verdad, porque es en el Estado donde tiene la posibilidad de
afirmarse, pero no lo es, porque el hombre lo es independientemente
del Estado, y Kant deriva la bondad del agente: Un acto bueno es
bueno en función de la bondad del actor y contradice la experiencia
diaria que nos demuestra que hombres buenos realizan alguna mala
obra y al contrario. Hegel, por su parte, afirma en su “Filosofía del
Derecho”, que ningún ciudadano se pertenece a sí mismo y que todos
pertenecen al Estado, contraviniendo un postulado natural que
individualiza y jerarquiza y no anonada al hombre.
Surge aquí una teoría del poder. Benedetto Croce sostiene en la
“Filosofía de la Práctica” que hay una actividad especial que denomina
“espíritu práctico”, otro que nombra “económica” y en el que están
incluidas la política y la jurisprudencia, todas ajenas a la actividad
“moral”. Según él, el objeto de la primera sería la utilidad, la energía y
el placer y de la segunda, la bondad y el deber, de donde se concluye
que las actividades utilitarias buscan satisfacción individual y las
morales, lo universal. Pero hay otros conceptos que analizar: “La
sociedad puede darnos dinero, posición, medios de educación y otros
aspectos, todos en función de poder. pero hay poderes de actividad,
de talento, de voluntad y de salud que recibimos de la naturaleza en
variables cantidades. Unos hombres más que otros.” (45) Es
incuestionable que el afán de poder ejerce una atracción especial en el
hombre. “Es innegable que el santo necesita de poder personal para
su santidad, el artista para su arte y el ladrón para sus robos.” (46) Estas

118
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

teorías, y más que teorías, realidades, afectan el contenido global del


Estado.
Es posible afirmar que el hombre no necesita de la filosofía para
distinguir entre fuerza y derecho, pero también es claro que alguna
veces el poder es conforme a derecho, algunas indiferente al derecho
y otras contra derecho. Es la evidencia del mal y de la fuerza injusta lo
que ha llevado a pensar en los problemas morales. “Estas cuestiones
de política, derecho y moral no son problemas técnicos, aunque sean
difíciles, y no deben ser tratados en una terminología especial,
inaccesible a los profanos.”(47)
Más adelante trataremos con amplitud los problemas que plantea
la “Filosofía del Derecho”, pero con objeto de asentar en lo que se
basa el derecho, contemplado no desde el punto de vista filosófico,
sino desde sus bases prácticas inmediatas, eta introducción breve y
poco erudita, no es útil para entender el comportamiento de la
autoridad, legítimamente representada por el gobierno, y los
ciudadanos que se someten a la aplicación de conceptos legales que
dimanan de la aceptación de la generalidad y por tanto se someten a
las consecuencias de la violación de los preceptos jurídicos
resultantes de su aquiescencia.
Nos queda por hacer una aclaración; al tomar base en la Teoría
del Estado para la normatividad de los actos colectivos o individuales y
de la Filosofía del Derecho para la justificación de4l valor intrínseco de
los actos jurídicos normativos de la conducta, el trasfondo de la
delincuencia toma un carácter de valor sociológico determinante. Es
en este medio en el que se trasgreden con mayor frecuencia todos los
cánones. La agudeza de las faltas es proporcional a la calificación

119
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

legal de las mismas, pues las violaciones legales trascienden de su


contenido inmediato y se convierten en atentados contra la
colectividad; la actitudes cotidianas son violatorias por sistema y la
acción judicial es equiparada a un atentado contra la individualidad de
la autodeterminación. Vayamos pues por el camino de la interpretación
dialéctica de la conducta.
Una concepción clara y coincidente de la distinción entre los
actos ilícitos que conllevan al concepto de lo delictivo y lo que,
pareciendo serlo no centran en ello la esencia de la transgresión,
aparece como nota en un texto dedicado a la antropología comparada:
“… La delincuencia no puede ser definida, aún en una cultura, sobre
todo la base de meros actos, sino que deben también tenerse en
cuanta las actitudes que los informan. Así el muchacho que roba el
monedero de su madre y saca dinero a fin de comprar comida para
una fiesta o ropa para lucir en un salón de baile y que, creyendo que al
robar comete una mala acción, no puede o no quiere resistir la
tentación de hacerlo, es un delincuente, si se quiera dar definición
legal a su conducta llevándolo ante alguna autoridad judicial. La joven
comunista cristiana que se deshace de sus ropas y también de las de
sus hermanos y hermanas puede constituir una amenaza para su
familia y para una sociedad basada en la propiedad privada, pero no
es una delincuente en el sentido anterior. Ha elegido simplemente una
norma distinta. La joven que comete delitos sexuales, acompañados
de toda la concomitante vergüenza, culpa e incapacidad progresiva
para substraer a esta línea de de conducta que ella sabe está mal,
hasta llegar a constituir un problema social como madre soltera o
prostituta es, desde luego delincuente. La joven defensora del amor

120
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

libre que posee todo un arsenal de ideales y valoraciones para guiar


su conducta, puede ser indeseable, pero desde el punto de vista de la
presente discusión, no en una delincuente.”(48)
“Cohen supone, o parece suponer, que cuando dos individuos
entran en un contrato surge un tercer sujeto, el contrato mismo, cuya
voluntad es pura, porque no se mezcla en instintos. Este contrato,
cuando tiene un carácter social, es el Estado” (49) El contrato mismo
tiene un carácter meramente teórico, porque es entre el gobierno y los
ciudadanos. Para que exista el Estado, es necesario la existencia de
un gobierno y unos gobernados y en un estado de derecho, de una
constitución; de donde, de acuerdo con Kelsen, nace la relación
jurídica entre ambos y la existencia del contrato deriva en un control
de las relaciones sociales. Como su existencia es puramente de
obligación, el Estado es la medida en que los hombres lo viven. Su
existencia no se justifica si no aporta al desarrollo de la vida social los
positivo y elimina, o trata de hacerlo, lo negativo; porque el sistema
Estatal no es un sistema de normas obligatorias ya que en ella se
basa la aceptación previa de esas normas por los ciudadanos.
Las leyes son la representación objetiva del derecho, constituyen
una prolongación de hábitos establecidos y los regula, o bien, si esos
hábitos son negativos, se opone a ellos. “Tanto el derecho como los
convencionalismos son ordenes reguladoras de la conducta de los
hombres en la sociedad. Por ello se orientan hacia el logro de valores
colectivos. La moral, por lo contrario, es un orden interno…” (49) De
acuerdo con esta tesis, Kelsen sostiene que los preceptos han sido
creados por la norma, antecedente más o menos inmediato,
sobreentendiéndose que la autoridad debe encargarse de aplicar, en

121
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

casos concretos, las reglas del orden. Es interesante ver que los
sociólogos insisten en que en la vida individual y en la comunitaria, la
costumbre tiene un papel de primera importancia, que, esta, a cuenta
de repetirse, se transforma en arquetípica. De aquí nace el uso
colectivo o costumbre social, obediente a sí misma y anárquica en sus
representaciones.
El proceso de cambio que se sucede desde que nace la
costumbre hasta convertirse en ley, lleva mucho tiempo, en el cual
sufre transformaciones que la hacen más accesible para el pueblo y
entendible y en sus intenciones y efectos para la función legislativa,
porque al codificarla y convertirla en proceso ordenable y sujeto a
acatamiento, tiene que corresponder a una realidad verdaderamente
necesaria. “…la norma jurídica en relación con el individuo que debe
de expresar su voluntad para el efecto de que la sanción sea
ejecutada…”(50) debe ser congruente y lógica, representar preceptos
éticos aunque no sea necesariamente ética o regular relaciones
corporativas ajenas a la ética, pero no pueden deformarse para tornar
la norma en posibilidad inmoral, aunque, y siguiendo la tesis de
Bobbio, las sanciones deberán ser planteadas en el contexto del orden
jurídico total.
A través de la legislación, se enfrenta con el poder que ella le da,
a la fuerza del hombre violento: Sin embargo, el Estado no constituye
un organismo y sólo existe cuando tiene una justificación. Las
disposiciones jurídicas dan lugar a dos formas; toda disposición de
obligación funda un deber obligado, y toda disposición de facultad
funda un deber permitido. Esto es cuanto a la relación externa del
individuo con el individuo y nunca en su relación auto-determinativa

122
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

personal y sin relación o consecuencias para con otros hombres. La


buena o mala fe, éticamente, constituyen siempre fenómenos internos
y son independientes de que se pruebe o no su existencia; en cambio,
en el orden jurídico, siempre se presupone la buena fe y la mala fe
deberá ser probada.
La crisis de valores, cualesquiera que ellos sean, afecta
indefectiblemente al Estado, creando situaciones conflictivas que son
atribuidas al gobierno y como éste es el representante de las
instituciones jurídicas, al Estado. “La manifestación de la crisis del
Estado, es común enjuiciarlo por la fase en que lo precisó la filosofía
del Materialismo Dialéctico, como una crisis económica,” (52) lo que
equivale a olvidar que los valores humanos, van precedidos de otros
valores igual o m{as importantes de éste, dándole un valor no
calculado al único que sólo tiene un carácter contingente. Se ha dicho
que Hegel es un gran filósofo, pero su filosofía es una religión en la
que se confunden unitarismo y trinitarismo y sus seguidores han dado
lugar a un misticismo, irrefutable en cuanto tal, pero de dudoso valor
filosófico.
Ya hemos dicho que las leyes solamente regulan los actos en lo
colectivo y que, se deriven un substitutos éticos, las leyes, en sí y por
sí no pretenden, solas, manejar al hombre sino sus relaciones sociales
y preservar la convivencia armónica. “Aún cuando el derecho no tenga
como fin hacer mejores a los hombres, puede y debe asegurar las
condiciones que les permitan cumplir su destino y desenvolver su
personalidad moral.”(53)
Si el Derecho Natural tiene como medio dimensional la
racionalidad frente al carácter histórico de otros medos de existencia,

123
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

esto no implica de manera alguna un antagonismo irreductible, sino la


confrontación de situaciones para encontrar la validez histórica del
hombre con base en el razonamiento. El Derecho Natural es la
representación idealizada del mismo, su objetivización, sin que esto
último signifique la aceptación incondicional de un derecho positivo,
concreta al hombre y este es por si mismo, como realidad existencial,
devenir histórico irrenunciable, y la idea de justicia tiene, como único
medio de expresión, la realidad del derecho. La justificación directa del
pensamiento existencial es un complemento eidético y psicoanalítico
de la existencia dentro del devenir, y no una entelequia histórica sino
una realidad de la que emerge la propia existencia. Y la existencia del
hombre es, ante todo, actividad; pero actividad definida en su examen
y no sólo en su realidad: Solamente el hombre, como animal racional,
tiene la conciencia de su existencia, que fundamente el Derecho
Natural, no como fenómeno psicológico puro, sino aceptando a este
como el único medio de conocimiento. El concepto del Derecho
Natural, dentro del pensamiento existencial, tiene expresión de
propiedad inalienable de los postulados naturales, únicos básicos para
dar origen a un estado de derecho en que la existencia
interrelacionada en la sociedad de las normas jurídicas sean bastantes
y suficientes para la convivencia.

b).- Poder Público

124
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El poder público es la expresión directa de la existencia de


normas y de la estatificación de la vida, y su expresión en el acto en el
que se manifiesta el respaldo que se concede al gobierno para que
pueda ejecutar acción. Los que realiza el Estado, se traducen en el
poder para ejecutarlos porque “El Estado es una ´persona corporativa
e indivisible y el único poseedor titular del Poder Público. Los
gobernantes, los funcionarios, la nación, el parlamento y los jefes de
estado son los individuos que expresan la voluntad del Estado.” (54) Un
Estado es una unidad de asociación dotado de poder de dominación.
Todo Estado es un impulso, no una entidad, y toda asociación necesita
de una fuerza unificadora que es el individuo y el Poder Público es
jurídico cuando desempeña las funciones necesarias para que los
valores vitales y culturales se incrementen en el ámbito de su
jurisdicción, porque toda función de derecho consiste en que,
mediante la Ley, se aseguren los valores reconocidos.
El derecho es la fuerza actuante simultánea a sí misma y sólo en
función de tal duplicidad de existencia y unicidad de intenciones, es
posible usarlo como poder dotado de respaldo y con objetivos. Si el
derecho es algo distinto de la fuerza, no hay posibilidad de hacerlo
prevalecer contra la fuerza. Hasta el poderío militar de un país no
radica sólo en su ejército, sino en su población, en sus industrias, en la
totalidad de sus recursos y sobre todo, en el espíritu de sus
ciudadanos. Esta suma de valores constituye el Poder del Estado o
Poder Público. En la aplicación, los hombres pueden imaginar
consecuencias nocivas del poder, pero su ausencia provocaría un
estado de guerra continuo de cada hombre contra cada hombre. Para
que la armonía prevalezca, cada uno de los poderes sociales es el

125
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

resultado de una renuncia de los hombres en bien de un todo


colectivo. Derecho y poder social son una misma cosa.
Falta decir que en ocasiones, la actuación del Poder Público
puede parecer arbitraria. Esto, por regla general, se debe a una
apreciación personal dirigida a aquello en que dicha actuación nos
afecta. “Los actos que se califiquen de arbitrarios, han de efectuarse
en contra de las normas jurídicas de un sistema, en otras palabras,
sólo puede incurrir en arbitrariedad la autoridad que tenga la máxima
potestad, colocándose por encima del derecho.” (55) que es tanto como
colocar al mismo en un escalón inferior frente a los deseos y las
acciones individuales y aún corporativas. Toda norma quebrantada u
olvidada, es un acto de arbitrariedad irreparable.
Para terminar con este tema, que ha sido solamente bosquejado,
sin penetrar más allá que lo estrictamente necesario para ubicar al
delincuente en el encuadre de la legalidad estatizada y de la ética
corporativa, debemos hacer notar que, frente al Poder Público, se
erigen otros sistemas de poder, que rivalizan con él en circunstancias
desfavorables, en ocasiones, al propio Estado. Nos referimos, claro
está, en primer término, a la costumbre, cuando ésta ha sido
contrariada por la legislación; la Iglesia, en algunos países, constituye
un poder inequívoco y el dinero es un poder indirecto que puede hacer
(y de hecho hace), una labor de corrupción del poder. Todos estos
modelos laterales de poder, que se hacen arquetípicos cuando
encuadran en el contexto jurídico, suelen convertirse en estereotipos
que continúan vivientes al lado de la ley y que con frecuencia se
enfrentan a ella. Uno de los estereotipos más definidores de este
estado de cosas lo constituye la propiedad que, en múltiples formas,

126
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

dificulta y frena o pretende frenar al Estado, pues la propiedad cesa en


su función, o por lo menos. Así debería ser, de derecho individual para
convertirse en una función social, cuando esta propiedad es bien
encaminada y legalizada.
La comunión incesante entre gobierno y gobernados es una
cualidad inapreciable del Poder Público, para que estos puedan estar
conscientes de su deberes, que ellos mismos se han impuesto, y
aquel esté en posibilidad de aplicar la ley con eficacia, sin temor a
enfrentamientos sociales y políticos. La realidad es que esta
comunicación casi nunca se produce o es mal interpretada al ser
transmitida con vaguedades o en forma incompleta; convirtiéndose en
una forma de superstición a la que se suman factores inexistentes y
resultados perniciosos, o se le resten realidades positivas. Esta
deficiente correspondencia deviene de la proliferación de la
delincuencia ocasional y ampara los actos delictivos de carácter
consuetudinario.
En otro lugar estudiaremos las bases de la filosofía que dieron
origen al Derecho Internacional y al Derecho Civil en la forma en que
ahora lo conocemos. Tendremos oportunidad de quitar la hojarasca
que envuelve a autores muy importantes, algunos de ellos,
mencionados de paso, que han cimentado los hitos sobre los que se
constituyó la jurisprudencia, misma que una vez desembarazada de la
dificultades técnicas filosóficas, nos dará la oportunidad de desarrollar
una teoría articulada de la Filosofía del Derecho y aplicarle en su
jurisdicción, a la Filosofía de la Conducta. Por ahora, hacemos
hincapié en que, ni toda conducta es jurídica, ni toda jurisprudencia es
ética y que ni la ética ni la jurisprudencia regulan los actos

127
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

conductistas cuando estos se determinan por factores psicológicos.


Sin embargo, como a pesar de todo, hay una estrecha relación entre lo
puramente psicosomático, la ética y la jurisprudencia, no haremos más
distinciones que las estrictamente indispensables, dejando para
después un análisis concreto.

c).- Policía

El material de primera mano, encargado de de cuidar el


cumplimiento de los ordenamientos legales, es la policía. En este
término genérico, se engloban gran variedad de corporaciones, de las
que no todas tienen carácter legal o, por lo menos. Justificación real.
La autoridad, para cumplir sus fines, necesita de ella. Específicamente
en México, dos corporaciones son las autorizadas para hacer cumplir
las leyes: las judiciales, una dependiente de la Procuraduría General
de la República y la otra de la Procuraduría de Justicia del Distrito
Federal. Los Estados de la Federación, tienen a su vez. Dependencias
del mismo orden, cada uno de ellos. Estas corporaciones conocidas
genéricamente como “judiciales”, son las que reciben la encomienda
de la investigación, vigilancia y combate del delito y la nada agradable
labor de aprehensiones de delincuentes o presuntos responsables de
algún acto delictivo. Estas policías, que legalmente existen como tales,
se apoyan a su vez en dos corporaciones preventivas, encargadas de
guardar el orden inmediato y realizar detenciones en los casos en que
el delincuente sea sorprendido en el momento de trasgredir la ley, o

128
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

por la denuncia inmediata a la comisión de dicho acto. Fuera de esta


circunstancia, no están autorizadas para realizar aprehensiones.
Desgraciadamente muchas dependencias oficiales sostienen
departamentos de investigación y prevención que siempre actúan al
margen de la ley, extralimitándose en sus cometidos específicos. A
estas corporaciones, indebidamente se les denomina “policías”. En el
territorio mexicano, este tipo de entidades proliferan. Hay policía
Fiscal, Política, Migratoria, Bancaria, de Petróleos Mexicanos, de
Recursos Hidráulicos; policía Forestal, de Normas, de Narcóticos, de
la Secretaría de Economía, del Seguro Social, Sanitaria y otras
muchas que escapan a nuestra memoria en el momento, además de
existir corporaciones anticonstitucionales, tales como el nefasto
Servicio Secreto del Departamento, del Distrito Federal, nido de
hampones; la Policía Federal de Seguridad y los múltiples Servicios
Especiales.
En otra parte hemos dicho que se trata de una especie muy
particular de hampones con fuero y aclararemos el por qué de esta
afirmación, que no tiene carácter peyorativo, sino triste realidad. En
todas las policías del mundo encuentran acomodo, —ya lo hemos
hecho notar— muy de su gusto, los sádicos de todas partes y estos
son, en principio, delincuentes psicológicos. Creemos pertinente
aclarar que en todas las corporaciones suele haber hombres normales
que pretenden ajustar sus actos al más estricto derecho. Estos
individuos no son policías de carrera, sino funcionarios nombrados
para dirigir, y no son muchos en número y menos en calidad. Lo más
de los policías, abusan del fuero que su puesto les confiere y se tornan
en arbitrarios atormentando a los delincuentes para obtener

129
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

confesiones que remiten a prisión a muchos inocentes, bien que estos


procedimientos con frecuencia permiten detener y procesar a
verdaderos delincuentes. La extorsión, el cohecho, el abuso de
autoridad; el falseamiento de actitudes, la calumnia, la falsificación,
son armas que manos de estos sádicos, son normales.
La autoridad, para establecer un control más o menos estable
del delito y sobre los delincuentes, con frecuencia recibe en sus filas a
delincuentes consuetudinarios, con expedientes de procesos penales
en su contra, que se dan de alta en estas corporaciones como un
medio de evadir a la justicia en su contra; criminales prófugos de una
entidad, encuentran acomodo en las policías de otra y las autoridades
los aceptan mal de su agrado, porque los contactos que los
“delincuentes-policías-delatores” tienen en el mundo del hampa, los
hace inestimables para penetrar en él, que de otro modo, se cerraría
herméticamente para una policía ajena a él. Es decir, que para
combatir a los delincuentes, se hace uso de los delincuentes mismos.
Los sádicos, que por compulsión son propensos a actividades hostiles,
son la única materia eficiente para el combate del delito, ya que no
debemos de perder de vista que no se lucha contra ángeles, sino
contra hombres decididos a todo y a quienes sólo la fuerza bruta
consigue amedrentar, en ocasiones.
Estos delincuentes traspasan la inmoralidad de su medio el que
eligen como un “modus vivendi” y de esta manera, la policía,
encargada de combatir la ilegalidad, es casi siempre inmoral e ilegal
en sus actos. Un alto jefe de una corporación policiaca aceptaba
recientemente en unas declaraciones a la prensa, la casi imposibilidad
de desterrar la inmoralidad de su corporación. Triste aceptación de un

130
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

hecho irremediable, para que sin él, la lucha contra lo extralegal, lo


antisocial, se volvería imposible.
Fuera de las filas activas, trabajan los “soplones”, los “chivas” o
como se denomine en cualquier parte a los que, para obtener
protección en sus actos delictivos, están prontos a denunciar a sus
compinches y a facilitar la labor de investigación. Estos elementos son
insubstituibles en las policías de todo el mundo. La necesidad de
operar con ellos de manera indirecta o en forma directa a la
delincuencia, es valiosa, ya que las actitudes morbosas del gremio
prohíja e impele la actitud anti-social, generalizando en los cuerpos
policiacos el desprecio a las leyes y el odio a la sociedad ya latente en
los delincuentes potenciales o, como irreductible barrera, actuando de
acicate y propulsando el regreso al crimen del hombre que desea
regenerarse. La proclividad al crimen es alentada y es reprimida,
porque en estas entidades, el dinero recibido por ignorar el delito o por
impulsarlo, es, con frecuencia, mayor que la paga oficial obtenida en el
desempeño de labores que se tornan en indignas y pierden su
carácter social al amparo de las tinieblas que rodean este mundo
perdido. No es fácilmente comprensible que las sociedades necesiten
de las guerras, de las revoluciones, de los movimientos sociales, de la
violencia en fin, para romper viejos moldes; y la violencia que significa
el delito es la que obliga a renovar las medidas que hasta ahora se
consideraban como plausibles.
La prostitución de los medios policiacos, resultado de los
antecedentes mencionados, afecta de manera directa la configuración
del encaje delictivo. El malhechor tiene dificultades para su aceptación
dentro de las medidas laborales y para su reintegración a una reducida

131
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

normalidad. La policía aprovecha esta circunstancia para obligarlo a


continuar delinquiendo, mediante coacción directa y obteniendo, así,
un provecho pecuniario. De esta manera, el que una vez ha cometido
un delito, se ve compelido a continuar una cadena de ilicitudes que
paulatinamente lo hunden hasta convertirlo en un reincidente
consuetudinario. Los policías tienden a asociarse entre sí y con
convictos para cometer depredaciones. Ya hemos visto que los
cuerpos policiacos tienen en su seno un buen número de delincuentes
activos que disimulan sus correrías tras la máscara de defensores de
la sociedad.
Otro elemento coadyuvante al momento de criminalidad es la
brutalidad de la que hacen uso en sus procedimientos los agentes.
Esta brutalidad acrecienta el odio que los delincuentes sienten para los
policías y este desemboca en nuevos actos antisociales.
De todo lo anterior llegamos a conclusiones desalentadoras; no
es posible la erradicación del crimen mientras, como parte de la lucha
en su contra, no sean eliminados de las corporaciones los elementos
que denigran a los cuerpos a los que pertenecen, ya sea por el
procedimiento de un rechazo definitivo o por el más práctico y positivo
de, antes de darles el alta, sujetarlos a tratamientos psiquiátricos para
que puedan aprovechar los conocimientos que poseen del medio
criminal, sin peligro de una reincidencia, tanto más grave, cuanto el
delincuente habilitado de autoridad se siente impune para delinquir sin
peligro.

c).- Justicia
132
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Por justicia vamos a entender, no la definición filosófica de la


misma, aunque hagamos uso de ella con frecuencia, sino a las
entidades encargadas de procurarla, englobando en el rubro, tanto a
los tribunales como a las corporaciones policiacas y los cuerpos
legislativos. El conjunto de instituciones, sus procedimientos y los
resultados son lo que, para nuestro objeto, debemos entender en el
término de este aparte.
El Estado cuenta con leyes, las leyes apoyadas en el país y
aplicadas por el gobierno, para normar la conducta de los ciudadanos
y realizar un trabajo armónico en el conjunto de elementos
constitutivos de la vida social. Los estatutos, las normas, deben ser, en
principio, equiparadoras de derechos y obligaciones; establecer
recompensas para los que actúan dentro del derecho y castigos para
los violadores del mismo. Debe aplicarse sin distinciones, sin
alteraciones y en su correcta interpretación, debe de salir de una
conducta colectiva, acorde a las condiciones humanas, primero, y
socio-económicas después. Los cuerpos legislativos deben de estudiar
con acuciosidad los ambientes a los que se aplicarán las normas que,
en representación de la comunidad, aceptan y que se aplicarían
posteriormente a esa comunidad, de la cual los legisladores son parte
viviente y valiosa. La realidad nos muestra que no es así, y que
muchas leyes carecen de un estudio detenido, de los conocimientos
elementales del ambiente y condicionamiento de aquellos a los que se
aplicarán. Las leyes, cuando emanan de los cuerpos legislativos, están
inspiradas en motivos sociales y morales, que dependen de una

133
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

experiencia de segunda mano. Con frecuencia, carece del debido


asesoramiento por especialistas que han estudiado a los sujetos por
medio de contacto personal, de estadísticas o en los textos de otros
autores. Nunca han descendido al campo en el que verdaderamente
es posible observarlos, y en nuestro caso, nunca han tocado, ni por
casualidad, el amiente del hampa.
Se parte de postulados generales concebidos en la Teoría del
Estado, para regular las relaciones sociales, “una vez supuesta la
interdependencia de los hombres, surge la necesidad de reglas de
conducta que han de ser obligatorias para todos.” (56) y se procede a la
promulgación de leyes cuyo criterio deberá ser, que el objeto que se
persigue sea bueno y útil. Pero si en esta compulsión verdadera
necesaridad, es preferible no emplearla, porque siempre será
moralmente superior al método voluntario que el coercitivo.
Los preceptos legales son principalmente éticos y utilitarios,
indiscriminadamente. Algunos filósofos han entendido la legislación
con mayor eficacia que la mayoría de los diputados o representantes.
Kant separa de modo absoluto los conceptos de legislación y pone,
por un lado, la legislación ética en la que el único estímulo de la acción
es el deber y por otro la legislación jurídica, en la que la acción se
determina por estímulos propensos al castigo, que son diferentes de la
idea del deber. Por el contrario, Fichte suprime la separación entre
ambas legislaciones. Las legislaciones comunes mezclan sin criterio
lógico, preceptos éticos y jurídicos, no en su contenido global, sino
complementario el uno del otro, o en otras palabras; no existen leyes
éticas puras o jurídicamente específicas, ni tampoco el articulado de
las leyes es, en el contenido de cada artículo, ético y jurídico, sino que,

134
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

algunos artículos son puramente éticos y otros sólo jurídicos, en una


mezcla heterogénea de criterios que las vuelve de difícil aplicación y
fáciles de invertir. Al aplicarse para el mismo delito, suelen sustentarse
criterios disímbolos entre sí, llegando a sentenciarse la misma pena a
delitos similares en cuanto al acto delictivo puro, pero de diferente
origen entre ambos. El derecho es definido de los derechos que son,
que existen; y la ética define los derechos puramente morales,
aclaración ésta, que permitirá comprender la arbitrariedad en la
aplicación de las normas penales.
Las corporaciones policiacas, en la práctica de sus funciones
específicas, así como los llamados representantes de la sociedad —en
México, Agentes del Ministerio Público— son en realidad los
representantes del Poder Ejecutivo y basan su intervención, no en la
aplicación de las leyes generales, sino en las funciones que las
señalan reglamentos específicos. Su autoridad procede del Poder
Ejecutivo y es meramente una delegación del individuo sin otra función
que la de vigilar que los ciudadanos se guarden mutuo respeto, deberá
de concretarse a los actos de investigación de hechos para
consignarlos al Poder Judicial. Los Agentes del Ministerio Público
tienen la misión limitada de ordenar las averiguaciones y acopiar los
elementos para que el juez halle la capacidad de apreciación de
culpabilidad o inocencia del acusado, o el grado de gravedad del acto
punible que juzgan. El fiscal, tiene la obligación de ayudar a la
investigación de los hechos y demostrar la culpabilidad del acusado y
a que se presupone que un hombre es siempre inocente hasta que no
se le prueba lo contrario.

135
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Son las circunstancias de esta actividad las que propician


venalidades que se inician a niveles superiores y que son imitadas en
otras esferas más bajas. “…tan pronto como el inferior empieza a
poner en duda la competencia (léase integridad) del mando es que ya
se ha empezado a relajarse la disciplina…) (57) Así como sería ideal que
los legisladores comprendieran en verdad el espíritu del derecho y no
sólo su relación gramatical, es imprescindible que los representantes
del Poder Ejecutivo sean capaces de brindar honestidad cotidiana.
El tercer componente de esta cadena en la que el gobierno
interviene en la represión del delito, es el Poder Judicial, representado
por hombres que no sólo deben dominar la jurisprudencia implícita,
sino que deberán ser conocedores profundos de la Filosofía del
Derecho, para que actúen en función de los factores que afectan al
sujeto consignado a su jurisdicción, mismos que con frecuencia
alarmante desconocen y no sólo los ignoran, sino que los desprecian,
cayendo en la aplicación de condenas injustas por débito o por exceso
y que, por esa actitud punible, suelen sentenciar a inocentes, bien que
no hayan cometido el delito que se les imputa o por que, las tareas
psicosomáticas, psicológicas o sociales, los vuelva casi irresponsables
o atenúe la gravedad de sus actos.
Hasta aquí hemos visto rápidamente el aparto oficial encargado
de velar por la buena conducta de los individuos, el que ya en sí, es
altamente complicado y al que en su conjunto. La sociedad denomina
como “justicia”. Veremos ahora las fallas garrafales de las leyes
inhumanas y divorciadas de la realidad social y comprenderemos
mucho del porque los hombres delinquen.

136
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En principio, la base filosófica del derecho y la justicia es


completamente ignorada por la inmensa mayoría, no sólo de los
ciudadanos, sino de quienes deben aplicarla. “La justicia es algo que
está fuera de nuestro concepto de ella misma, en cuanto que no es
algo que nuestro entendimiento crea, sino que descubre en la realidad.
Sin embargo, la justicia en cuanto tal no tiene una conciencia
asequible por los sentidos, sino que solamente podemos aprenderla
por el entendimiento. Tampoco existe el objeto “justicia”… (58) y
solamente los efectos de la justicia o de la injusticia son apreciables en
tanto efectos. “Podemos ver una acción justa, un hombre virtuoso, un
objeto bello, pero la justicia en sí misma no la perciben nuestros
sentidos, sólo nuestro entendimiento.” (59) Pero estos sentidos suelen
estar viciados de su justa interpretación por los factores que estamos
estudiando y se suele interpretar la justicia, no por su contenido real,
sino, tristemente, por la relación que tenga en nuestro beneficio o
perjuicio.
La equidad como punto de apoyo para apreciar los valores en el
entorno de la justicia, es algo subjetivo para estos hombres, que
piensan en ella como algo inalcanzable de la que, además, se hace
uso en su contra y perjuicio. Este mal entendido es parte del
desconocimiento de las leyes, que no les permite comprender los
beneficios de la correcta aplicación legista tanto para la sociedad
como para ellos mismos; ya que solamente padecen la mala
aplicación de los preceptos legales, los abusos de los ejecutores, —
muchas veces verdugos y no jueces—, y los intereses mezquinos que
se mueven en todo este ambiente.

137
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La perfección teórica de la legislación mexicana se ha revertido


en su aplicación práctica como un proceso negativo en la apreciación
de su relación causa-castigo. El principio constitucional que considera
obligatorio el conocimiento de las leyes, deviene en su aplicación de
manera indiscriminada, en una totalidad de violadores de algún
precepto, sea cual sea este, dentro de una madeja de más de dos mil
leyes, reglamentos, etcétera, que rigen la vida ciudadana. Con base
en ese principio, no es atenuante y menos exime de delito el
desconocimiento de la ley. Este punto de partida en la aplicación de la
justicia, que se resquebraja en su base; ya que es incontratable que
una gran parte de la población no sabe leer ni escribir, menos puede
pedírsele el conocimiento de las leyes. No nos referimos al problema
de la delincuencia genérica, que roba, mata, etcétera, porque estos
actos son de sobra conocidos como punibles para que se pretenda
ignorancia de ellos. Dentro del panorama de la jurisprudencia, con tan
gran número de códigos vigentes, todos nosotros, todos los días y a
toda hora, violamos alguno de ellos, y son delitos de los cuales los
ciudadanos no tiene siquiera idea de que los han cometido, por que
desconocen hasta la existencia de los ordenamientos rotos.
La verdadera posibilidad de una correcta aplicación de la leyes,
nacen de que estas se encaminen a regular las actividades
necesariamente coordinables y que encuentren una imprescindible
aplicación dentro del contexto social. Por el principio de necesidad se
infiere que cada hombre desempeña alguna función de las que las
mayorías han declarado necesarias y esto engloba una enorme
cantidad de actividades; como cada una requiere de normas
especiales, de la Constitución se derivan leyes y de éstas,

138
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

reglamentos, circulares, avisos, etcétera. La necesidad primordial es la


divulgación de todo este fárrago de normas, en forma fácil, asequible,
para que todos puedan saber cuando las acatan y cuando las violan y
complementar su conocimiento en el saber de las penas
administrativas o corporales a que da lugar su quebranto, En ese
momento, y sólo entonces, los jueces estarán capacitados para poder
medir con raseros iguales a los juzgados.
La desesperación de los jurados populares, que propiciaban la
influencia sobre el jurado por la palabra fácil de un abogado, ha puesto
en manos de los jueces el discernimiento de los procesos y la
aplicación de las sentencias, y estas se dictan de acuerdo al humor
que tenga en el momento el funcionario; o de la simpatía o antipatía
entre el juez y el procesado. La aplicación de las plazas a
determinados niveles ha colocado a muchos profesionistas sin la
adecuada preparación psicológica, criminalística y legislativa, en
puestos en que es preciso la posesión de un gran criterio,
conocimiento y honestidad. Más adelante veremos como esta
situación ha propiciado la gran inmoralidad reinante en el
impartimiento de la justicia.

e).- Prevención Social

139
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La prevención del delito, en México, está encomendada, fuera de


las entidades a que nos hemos referido, a diversas dependencias
gubernamentales de acuerdo con la organización administrativa. En
México, esta función la tiene bajo su cargo la Secretaría de
Gobernación, a través de la Dirección General de Prevención Social.
Mucho es lo que se pretende hacer en esta oficina y muy poco lo que
se a obtenido. En parte por la incidencia cada vez mayor del delito,
fenómeno lógico y proporcional al crecimiento demográfico y en buena
parte por los escasos elementos humanos y pecuniarios.
Las funciones que son parte primordial de este tipo de oficinas
son variadas y todas dentro del mismo rango de interés, pero por
razones de índole política y administrativa, es casi nula su presencia
en el campo de la criminalidad. Las instituciones de investigación
sociológica y las relaciones de la dependencia con los grupo a que no
venimos refiriendo, son casi nulas y se han adoptado, no una postura
de maestro investigador, sino un papel paternalista que de poco o
nada sirve si no tiene a su disposición los elementos científicos que le
son menester y de los que casi no se hace uso.
No es posible, ni justo, acusar de deshonestidad a la totalidad de
funcionarios que tienen en sus manos la prevención del delito, pero de
cómo se conducen algunos en ello, un solo caso es suficientemente
ilustrativo. En mil novecientos cincuenta y nueve fue detenido, por
enésima vez, un defraudador altamente peligroso, sólo que ahora, sin
delito que perseguir y sin que hubiera de por medio un proceso judicial
en su contra y, mucho menos, una orden de aprehensión dictada por
un juez. Fue remitido a la Cárcel Preventiva de la Ciudad de México y
en ella pasó varios años. La causa alegada fue: ¡Alta peligrosidad! ¿Es

140
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

posible comprender, y no jurídicamente, sino lógicamente semejante


aberración?. Si la oficina en cuestión lo consideraba peligroso en
libertad, cuando más, debió enviarlo a un centro de tratamiento
psicológico o de readaptación, pero nunca a un penal en el que,
merced a su simpatía personal, pronto obtuvo el mando de una crujía.
Los delincuentes ven, en esta institución, no un camino de
enmienda, sino un enemigo con mucha fuerza al que le temen y odian
tanto como a la policía. Ya veremos algo más respecto a la mentalidad
del sujeto violador de preceptos. La actitud de la oficina de prevención
social deberá valorar con detenimiento las palabras de Dewey y acatar
en consecuencia, multiplicar los centros y los medios que permitan
una comunicación directa entre ellos y el mundo del hampa y no
acatar con mentalidad punitiva.
“Nos inclinamos a hacer juicios globales del carácter, dividiendo
a los hombres en dos grupos, uno de ovejas negras y otro de ovejas
blancas, en vez de reconocer que todo carácter tiene sus manchas y
que el problema del juicio moral es discernir entre el complejo de
acciones y “hábitos”…”(60) lo que equivale a modificar substancialmente
los criterios, los procedimientos y ampliar los medios para salir el paso
de la criminalidad antes de que se produzca y procurar por las
posibilidades de reincorporación del delincuente al camino de la
productividad y de la acción social correctamente definida.
Tema debatido en la actualidad, y muy poco en otras épocas,
como lo es el de la pena de muerte. En el pasado fue considerada
como una salvación social, en el caso de los delitos que denominamos
como del Fuero Común, y trasmontaba todo escrúpulo, hasta volverse
ritual, cuando la pena de muerte era aplicada a los vencidos en una

141
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

guerra. Recorrer la historia es el tránsito siniestro por el camino en el


que los hombres legitimaron esta medida como un ejemplo reductor
ante sus enemigos. Las sociedades triviales usaron de la muerte en el
proceso del fuero común aplicándola hasta para los delitos que no
siempre han sido considerados como tales. En algunos pueblos de
Mesoamérica se castigaba con ella a las adulteras y a los
homosexuales, tomando base en el razonamiento de que los ilícitos
cometidos se realizaban contra la integridad social y contra las leyes
naturales, sin menoscabo del delito mismo que se comete con la
penalidad. Sistematicemos algunas consideraciones; no de índole
legal, aunque tenga que tocarse, sino de carácter intrínsecamente
moral y social.
Es común que la idea de la muerte cause ansiedad en el
hombre, como ente generalizado y que, en pocos casos, esta misma
idea pueda ser soslayada y reprimida conscientemente. Los casos que
constituyen las excepciones deberán ser profundizados por los
psiquiatras y por los psicólogos, porque constituyen solamente
circunstancias aisladas, aunque puedan ser grupos sociales completos
estas coyunturas. Nuestra consideración se hará únicamente en el
sendero de lo estrictamente jurídico y más aún, desde lo limitado —
amplísimo e inextenso— camino de la filosofía.
Decíamos que la sola idea de nuestra inevitable muerte, —la
nuestra— suele ser causa de un estado de ansiedad que con
frecuencia llega a lo histérico. Es absolutamente natural, dada nuestra
constitución anímica estrictamente condicionada a nuestro
inconsciente anhelo de pervivencia que provoca nuestro devenir vital
tan celosamente guardado. Esta determinación no concluye en lo

142
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

puramente psicológico, sino que se proyecta a un más acá, cercano


como la conservación de nuestro cuerpo y salud, y todavía más
visiblemente en nuestras propiedades, pocas o muchas, que nos
retienen asidos al hálito consciente de nosotros mismos. La muerte en
nuestro pensamiento, significa la aniquilación en nosotros mismos, la
perdida total de nuestra individualidad. Naturalmente, esta ansiedad se
encuentra en proporción directa al valor que le damos a la vida, valor
aumentado periféricamente por el que le dan a la vida los que nos
rodean; la cultura que nos determina y la religión que nos conduce sin
remedio posible. Pero no podemos negar que esa otra muerte, la que
despreciaban algunas tribus americanas o que, aún en nuestra
actualidad, desprecian tribus de las islas del Pacífico o de otras
regiones, es una realidad contrapuesta a la que nosotros vivimos y en
la que estamos inmersos. Queda otra muerte, la que desean los
hombres que se refugian en otra vida cuando ésta les ha sido hostil
solamente; o la que esperan, transidos de dolor o de arrepentimiento
algunos condenados a ella. Pero ineludible es la aparición de la misma
en cualquier momento, en ese, en el que se truncará nuestros
acaeceres. Mo es esa, o esas, las muertes que estudiamos aquí; sino
a la muerte que se produce por la decisión de otros hombres, sin
importar los motivos que se aduzca. Es la pena de muerte que
consagran los derechos —si así los hay— de guerra o las leyes que
gobiernan en el mundo del delito.
La vida, provenga de donde sea, de una evolución o de una
Creación, no es el producto del deseo autoritario de los gobiernos sino
del deseo de procreación, de reproducción y perpetuación de las
especies, en todos los mundos conocidos por el hombre. Se

143
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

reproducen libremente las plantas, los animales y el hombre. La


darwiniana selección natural, en la que perduran solamente los más
aptos, para sobrevivir, no desmiente el hecho de que, si fue la
naturaleza la que nos proporcionó la vida, es sólo ella la que debe de
quitarla, y ese acto se concluye con toda muerte, como toda vida,
debe ser solamente obra de la naturaleza y no de las leyes que en su
nombre, pretenden suplantarla.
Decimos que algunas legislaciones pretenden suplantar los
procesos naturales, porque los defensores de tan “cacaraqueada”
forma de represión del delito, han hecho suyas las atribuciones de la
naturaleza diciendo que, lo que se propone es la erradicación de la
sociedad de los elementos que la dañan. Este argumento carece de
verdad filosófica y profundidad legal y es solamente eso, un
argumento con el que pretenden —quizá— justificar una lamentable
condición psicológica o somática.
La verdad es que, pese a los cadalsos levantados en todo el
mundo; por tribus, por la Magna Grecia, por la Imperial Roma, por la
nefasta Santa Inquisición, por los tribunales revolucionarios de todos
los países; por las leyes conminatorias que rigen las causas penales o
sencillamente por el afán de destrucción del hombre por el hombre,
todos esos aparatos más o menos justificados de manera literal, han
fracasado en el campo de la delincuencia universal. No han
conseguido erradicar la criminalidad y lo que es más lamentable, ni
siquiera ha servido la Pena de Muerte como un lenitivo ante el crimen.
Quienes suponen que el método de arrancar la vida a un
delincuente, sirva para que este se arrepienta de sus delitos, yerran
con harta frecuencia, por lo cual el hombre ha delinquido, ha pensado,

144
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

piensa y pensará que sus crímenes tuvieron una razón que le es


suficiente para él. Y si él se va a morir. El que muere de muerte
provocada por manos ajenas y con la legalidad que le confieren las
normas, casi nunca acepta para sí el haber obrado con maldad y sí,
con mucha frecuencia, mantiene la quimérica esperanza de que, si
puede librarla de momento, la próxima vez no incurrirá en los mismos
errores, que podemos esperar del delincuente que no ha sido o que no
será condenado a muerte.
La Pena de Muerte no es una medida no es una medida
correctora por ejemplificación ni la produce una ley justa y humana.
Volvemos al punto de partida: Antes que la muerte de un delincuente,
es preferible su estudio psicológico y antes que las leyes que lo
ordenan, es necesario la readaptación de los legisladores que
promulgan las leyes y de los jueces que las aplican. Es mucho pedir,
claro está, que se estudien las fichas psicológicas y caracterológicas
de los encargados de velar por la sanidad social, pero si esto fuera
posible, podría verse que casi siempre, detrás de una mala ley hay un
desadaptado que no ha sido fustigado por la vida; que tras los bancos
de los ejércitos parlamentarios, existen muchos delincuentes
potenciales o activos y que lo mismo acontece al otro lado del
escritorio de los jueces.

f).- Sistemas Carcelarios

145
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El tema es tan amplio y complejo que hemos procurado sintetizar


lo que en estos sistemas acontece sin adentrarnos en lo que debería
hacerse. Una división tentativa será hacer de tres partes este excurso,
de tal manera que la primera este dedicada a los penales para
menores de edad, la segunda a las prisiones comunes y la tercera a
mencionar algunos hechos y realizaciones que han tenido, hasta el
momento, en un presidio.
Cuando se habla de centros de readaptación o prisiones para
menores infractores, lo primero que choca es la promiscuidad en que
viven los internos. Niños de ocho o nueve años o de menor edad,
conviven con jovencitos de quince o dieciocho años y delincuentes
ocasionales al lado de perversos mentales. ¿Qué sucede entonces?
Que los mayores alardean de sus picardías ante los más chicos y
estos, en la secuencia de la idealización, convierten en héroes a
quienes imitar, a los maestros proporcionados por las mismas
autoridades. De nada sirve que al penal asistan psicólogos,
orientadores y guías espirituales. Por cada hora que estos pueden
dedicarles, son muchas más las que tienen a su disposición los
maestritos del delito.
A pesar de la vigilancia, la inhalación de sustancias tóxicas es
frecuente entre los pequeños internos y no pocas veces se introducen
drogas que fomentan la farmacodependencia y los optables
huéspedes de las cárceles o de los sanatorios para enfermos
mentales. Alto costo económico y sobre todo, social, derivado de la
negligencia y despreocupación de las autoridades.
Estamos hablando, ya se entiende, de los gobiernos que pueden
sostener un penal especializado para menores. Lo común, sobre todo

146
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

en las prisiones municipales, es que no exista ninguna separación o


que ésta sea nula, entre los detenidos mayores de edad y los
muchachos que se internan por un tiempo en espera de la terminación
de su proceso.
La readaptación tan pregonada, por ahora, es más que dudosa y
en México no se cuenta con estadísticas suficientes y autorizadas para
poder juzgar de la bondad de los procedimientos. Pero como este
estudio no es localista sino que abarca, o pretende hacerlo, la totalidad
del mundo. Chazal sui está en la posibilidad de mostrarnos los
resultados obtenidos en Francia, país en que los sistemas son muy
parecidos a los que usamos y los caracteres similares.
“… cerca de trescientos informes pertenecientes a menores
delincuentes colocados bajo el régimen de libertad vigilada durante
muchos años, han registrado los siguientes resultados:
Éxitos-------------------------- 71 %
Fracasos---------------------- 9.5%
Casos aún dudosos--------- 19.5%
Después de estas observaciones sobre la reincidencia, podemos
fácilmente asegurar que el 90% de los menores delincuentes revelan a
través de sus actos una anomalía o una deficiencia más o menos
marcada, más o menos duradera, sea de su fondo biopsíquico, sea del
medio familiar, social o económico, sea también —y estos son los
casos más frecuentes— la combinación de dos o más determinantes.”
“A menudo estos factores se hallan estrechamente ligados y a
veces hasta subordinados a factores socio-patológicos.”
“He aquí dichos resultados.”

147
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Adaptaciones buenas----------- 10.1 %


Adaptaciones comunes---------- 52.4 %
Adaptaciones mediocres--------- 26.4 %
(61)
Adaptaciones malas--------------- 9.6 %

Lo anterior se refiere a estudios realizados después de haber


hechos cambios radicales, tanto en el régimen interno, como en la
procuración posterior planificada hasta el momento. Y así los
resultados son desalentadores, que se puede esperar de regímenes
en los que el delincuente no es reeducado, sino sujeto de vejaciones o
simplemente abandonado, como sucede ahora, en casi todas partes.
En México, los resultados de los muestreos hechos para detectar
factores de reincidencia, si bien resultaron confusos, en cambio, no
dejaron duda al respecto de la frecuencia de los actos delictivos, tanto
entre los menores que los cometen por primera vez como los que se
encuentran en el camino de ser consuetudinarios. Las cifras que se
producen a continuación, tomadas de los ingresos a reclusorios para
menores, durante catorce años y entre menores de ambos sexos
cuyas edades van de los seis a los catorce años, son, si bien
reveladores, no representan sino los casos detectados de reincidencia.
Delincuencia primeriza catorce años, varones = 41,139
Delincuencia primeriza catorce años, mujeres = 7,125
Lo que traducido a expresiones porcentuales nos da un promedio de
delincuentes masculinos de 2,938 y femeninos de 609, anualmente.
Los reincidentes masculinos en el mismo lapso sumaron 12,973
con un promedio anual de 927 mientras que las reincidentes
femeninas fueron sólo 875, cifras que promedian 61 reincidentes

148
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

anuales. Del total de menores infractores, los varones reincidieron en


un 25.1% mientras que las mujeres lo hicieron en un 10.7%.
Los datos nos permiten comparar con los proporcionados por
Chazal y los encontramos fundamentalmente iguales.
Los penales destinados a mayores de edad tienen todas las
agravantes de las casas de readaptación para menores,
incrementadas con la reincidencia normal de quienes ya tienen
andado el camino de la violación de las leyes, la venalidad de los
cuerpos directivos de las instituciones y los procedimientos arcaicos y
absurdos de los que se hace uso normal en los penales. La
segregación tras rejas con candados a la que se ven sujetos los
internos, el tiempo perdido y muerto y carencias a que se ven sujetos,
aumentan, en lugar de disminuir, los resentimientos contra la sociedad
y el deseo de venganza se ve respaldado por la carencia afectiva y la
permanente actitud de defensa en la que viven.
Desde fecha reciente, en la ciudad de Toluca, en la República
Mexicana, se ha implementado con carácter experimental, un nuevo
sistema llamado “abierto”, que ha merecido la atención de los
especialistas en criminología de diversas partes del mundo. Parece
ser, así lo indican los datos proporcionados por las autoridades de la
entidad, que el proceso ha tenido éxito hasta el momento, pero es
natural que para juzgar de la bondad del mismo, de su eficacia, haya
que esperar algún tiempo, digamos, unos quince años. Solamente
entonces será posible aquilatar los resultados. Desde luego, el hecho
de permitir la salida a la calle de los detenidos, con una relativa
libertad, la ausencia de las deprimentes rejas y la flexibilidad del
sistema, son medios que tienden a reducir de manera considerable las

149
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

tensiones a que se ven cometidos los internos y consiguientemente,


los factores que provocan resentimientos. Es un paso importante en la
humanización y en la búsqueda de la readaptación del delincuente
buscando obtener su reincorporación a la sociedad. Es un laudable
intento y que merece la observación de los acontecimientos, pero no
basta. Es necesario que también el conjunto de normas y
procedimientos sean reestructurados y sólo sea un sistema de una
prisión, sino la totalidad de los sistemas de aplicación de la justicia, de
la investigación e implementación de detenciones y trato exterior por
parte de la policía sean modificados.
La vida diaria en él, se encuentra pletórica de tensiones
producidas por el hecho mismo de la privación de libertad, la lenta
presencia del tiempo, la incertidumbre sobre el futuro, etcétera,
tensiones a las que habrán de sumarse, las producidas por el
ambiente peligroso o brutal en el que se vive. Hay, para la vida
cotidiana, normas expresas, generalmente escritas, que marcan
horarios, indican actitudes, imponen obligaciones, otras normas, más
numerosas, más rígidas más peligrosas, son las que no se encuentran
reconocidas oficialmente y que no están escritas, pero a las que es
necesario doblegarse, acatarlas, porque su inobservancia puede llegar
hasta causar la muerte. Son leyes implícitas, de sumisión, que
jerarquiza el trato entre los presidiarios, con reglas sutiles pero
inobjetables. Son instituciones de silencio, de complicidad, aún en los
actos más inocuos, pero a los que se les da la sensación de
correlatividad, y estos actos pueden llegar a ser verdaderas
monstruosidades. Pero hay que verlos, de lejos, si es posible, si hay
oportunidad, no conocerlos sino por conversación. Pero todo aquello,

150
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cualquier cosa, que implique una violación al estatus penitenciario,


confiere el carácter de comunión colectiva entre los actores del hecho,
los testigos y hasta los que conocen de él por trasmano. Todos son
cómplices y a todos obliga el silencio; un silencio ominoso y tenso que
gravita sobre la población toda del instituto. La tensión producida por
la vida al lado, un hombre de otro hombre, todo el tiempo; sin
posibilidad de aislamiento. La tensión de la complicidad tácita entre los
convictos, la tensión, muy general, de la peligrosidad del recinto,
aumentan las actitudes anti-sociales y los hechos violentos. Describir
paso a paso este medio en su cotidianeidad, daría lugar a
descripciones novelescas que no corresponden a este lugar.
Las leyes que rigen esta materia, —en México el Código Penal
de la Federación y el Código de Procedimientos Penales— deben ser
sujetos a una revisión exhaustiva para, no sólo humanizarlos en el
sentido corriente del concepto, sino hacerlos humanos y aplicables a
seres humanos, por que la Ley es un conjunto de reglas que en
función teórica de la colectividad, hace caso omiso de los problemas
personales. Es un conjunto heterogéneo de postulados éticos y
jurídicos sin sentido verdadero. Constituye una colección de
ordenamientos sin conexión real con el hombre, que es, finalmente, a
quien van dirigidos. Se olvida que el ser libre, quiere serlo hasta sus
últimas consecuencias y que si las leyes no concuerdan con él,
protegen su insubordinación. “Esta es una energía organizada en
ciertos canales; cuando se le perturbe, se inflama en forma de
resentimiento o de una fuerza vengadora. Decir que será obedecida,
que las costumbres hacen leyes, que el nomos es el señor de todo,
equivale, a fin de cuentas, a decir que el hábito es el hábito” (62) lo que

151
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

no ha definido ni explicado nada. Se olvida de que hábito, la


costumbre, suele considerarse anti-legal en algunos sectores. Pero de
ninguna manera puede fincarse una legislación solamente en la
costumbre pero tampoco es posible divorciarla de una realidad vívida.
“Hasta una costumbre salvaje puede ser razonable en aquello que se
adapta a las necesidades y usos sociales; la experiencia puede añadir
a tal adopción, un reconocimiento consciente de ella, y entonces la
costumbre de racional se suma a otra anterior.” (63)
No es posible aplicar los mismos principios a rajatabla a todos
los seres que delinquen. Con anterioridad hemos mencionado, de
pasada, a un tipo de delincuente que presenta características muy
especiales: El “delincuente nato”, ¿Existe? Estudios recientes, cuyos
resultados se publicaron en un extenso libro intitulado “La
Personalidad Delincuente”, se afirma que existen hombres
predestinados fatalmente a convertirse en delincuentes. Desde luego,
la afirmación parte de observaciones muy generales a pesar de que se
estudio a un grupo numeroso de “pacientes” y la respuesta fue
afirmativa, esto es, que algunos hombres tienen una tendencia
congénita a delinquir y la única demostración que se presenta, es que
son individuos que desde muy pequeños realizaron actos anti-
sociales. Por lo demás, se menciona que, todos ellos fueron inmunes
a los tratamientos normales de psiquiatría. Verdaderamente, en
principio, será necesario creer, que existen bases para obtener
conclusiones, porque los investigadores son personas de capacidad
reconocida, pero los estudios relatados dejan una sensación de
ambigüedad en lo concerniente al tratamiento anterior de que fueron
objeto los delincuentes, antes de que llegaran a manos de los autores

152
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

del libro y, además, el tratamiento indicado colinda muy de cerca con


el hipnoanálisis. Claro está, todo lo que podemos deducir es al través
de la lectura y con base a lo que consignan los investigadores. Hay
algunas lagunas que le restan cohesión al tratado. Nosotros,
continuamos pensando que no existe tal individuo, aquel cuya
tendencia al delito proviene de un proceso genético, y mucho menos,
si como lo afirman los autores, no existen antecedentes criminales en
su familia. En el estudio, faltan los datos de los familiares, del
ambiente interno y del ambiente circundante. No existen, insistimos,
en el libro, datos que puedan orientarnos más, pero creemos que esta
falta de datos fue también un problema para los investigadores, y por
ende, cualquier conclusión deberá ser puesta en tela de juicio. Si
existiera el “delincuente nato”, se derrumbaría estrepitosamente todo
el andamiaje jurídico, porque no es posible castigar a un mudo por
haber nacido mudo; se tambalearía peligrosamente la psiquiatría y
sería nulo esl psicoanálisis. Tenemos a la mano algunas historias
similares a las que presentan, pero nada nos compele a considerarlas
como de delincuentes congénitos. Y vamos a presentar algunos casos
que contradicen ese estudio. Cuando sea oportuno, presentaremos
esos hechos, conservados en su trágica realidad y solamente
substituidos nombres y lugares.

g).- Readaptación

153
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En este aparte, también haremos una separación entre los


delincuentes menores de edad, los mayores y consuetudinarios y los
delincuentes ocasionales, porque cada grupo merece tratamiento
diferente.
Por readaptación de un delincuente se entiende la intensión de
reintegrar a un ser humano a la vida productiva, después de su
transitoriedad por el mundo del hampa.
Debemos tener en cuenta que los jóvenes vagabundos con
frecuencia presentan un cuadro etiológico similar al de los chicos
delincuentes, y que ellos percibirán también un beneficio real de las
medidas de re-educación y protección que se brinden a los menores
delincuentes y que, sólo por excepción, serán sujetos a medidas
penales. El medio de la vagancia da lugar, por sí solo, a la necesidad
de someter al menor a medidas educativas apropiadas. La incidencia
delictiva de menores del sexo femenino presenta un porcentaje menor
que la incidencia varonil, pero necesitan los mismos cuidados. La
reducción de estos actos delictivos de la mujer pueden ofuscar a los
educadores y a los psicólogos e inducirlos a olvidar que estas niñas
son, potencialmente, las futuras prostitutas. “La psicología, las nuevas
corrientes educacionales, la neuropsiquiatría infantil y la psicología
social, las disciplinas pedagógicas, psicoanalíticas, sociológicas y
económicas descubren en el estudio de los menores delincuentes un
vasto terreno de investigaciones y aportan una notable contribución al
tratamiento de esos jóvenes irregulares.”(64)
Los jueces y los encargados de los tribunales para menores
deberán tomar en cuenta, ya lo hemos mencionado, la personalidad
del menor para favorecerlo con procedimientos que lo alejan del

154
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

rencor, de la idea de venganza y permitir su re-educación y su


consiguiente adaptación social. Inspirarse en una justicia penal que se
sustente en una criminología científica y no solamente en una
criminología jurídica. “En el estado actual de nuestro derecho, la
posición del juez no es menos discutible cuando los tribunales, por
razón de protección social o de acción ejemplificadora, rehúsan
examinar el problema de la responsabilidad de un anormal.
Contradicen así el principio que ellos mismos sostienen:” (65) A menudo
el menor delincuente enjuiciado, ha vivido en medio de una tensión y
de desequilibrio que anuncia el camino de la delincuencia. La
emotividad del niño, de sus tendencias depresivas, el sentimiento de
culpabilidad se hipertrofia y se termina en la delincuencia.
No es posible negar o afirmar que la educación de la
personalidad del menor delincuente sea determinada en la comisión
del delito, y esta acto es más una base de partida que una meta de
llegada. Corresponde a los educadores crear una conciencia clara de
sí mismo en el paciente y proporcionarle una panorámica halagadora
de su lugar en la sociedad. Esta corriente educadora deberá ser
acatada por aquellos tribunales que se pronuncian en materia penal y
ésta será la primera barrera contra la arbitrariedad y al juzgar al
delincuente, y el juicio deberá constituirse en una verdadera
investigación, tanto del hecho delictivo en sí mismo, como sobre la
personalidad del menor. Es también, obligación del legislador reducir
el aparato judicial y derogar muchos de los artículos y procedimientos
existentes en todo aquello que tengan de obsoleto, inoperante o
injusto.

155
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“En primer término, hay un punto sobre el que no será exagerado


insistir. La reeducación de un menor delincuente no sólo consiste en
readaptarlo a la vida social creando un automatismo de conducta, sino
también, en la medida de lo posible, en insertarlo en la sociedad
favoreciendo su desarrollo, provocando temas de consciencia y
haciéndolo vivir activamente las situaciones. En la medida en que
tome conciencia de sí mismo y de su lugar en la sociedad, elevará
progresivamente su condición de hombre. Sabrá rechazar, elegir,
aceptar.”(66) Es de suma importancia que él cree un medio que
satisfaga al niño en sus necesidades básicas y ofrecerle un cuadro
“real” de la vida, para que cumpla sus afanes individuales sin
detrimento en los actos sociales y de la coexistencia plena.
Con pretensión de adaptarse a lo anterior y mediante las
reformas al Código Penal para el Distrito Federal y Territorios, se han
introducido:
“1.1.- Reclusión a domicilio.
“Esta forma de reclusión implica la existencia de un
núcleo familiar organizado y armónico…”
“1.2.- Reclusión escolar.
“… Con esto se busca alejar al individuo del núcleo
conflictivo, mientras se modifican los factores
negativos”(67)
Es fácil ver que estos postulados fallan, por lo que a nuestra
sociedad se refieren, en función de que los delincuentes provienen por
regla general, de familias disociadas e inestables, para el primero de
los casos propuestos y, en segunda solución se pone la reclusión
escolar, valga decir, el internamiento en centros de readaptación

156
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

infantil, sólo que los factores negativos que se espera modificar no


parecen fáciles en un futuro más o menos próximo y mientras tanto, la
reclusión escolar se convierte en prisión permanente y prohijadora de
reincidencias mayores a las que ya hemos estudiado. No deja de ser
una buena intención, pero de ahí no pasa.
En la actualidad en algunos reformatorios se inicia a los menores
en la escuela primaria, pero se carece de un sistema para guiarlo en la
segunda enseñanza. En estos planes, fundamentalmente formados en
la población escolar general y dedicadas a ella, se olvida crear los que
deberían estar dirigidos a un núcleo muy especial de educandos. Se
deben estructurar planes de educación dirigida basada en la
personalidad anormal del educando. Naturalmente, significa la
creación de planes de estudio especializado y por que ahora, si los
hay, son sumamente incompletos. Deberán ser tomadas medidas
protectoras y educacionales y no siempre es posible actuar
eficazmente. Al mismo tiempo debe de estudiarse un oficio artesanal,
que, pueda proporcionar una posibilidad de trabajo honesto para más
tarde, pero que, tiene el defecto de inhibir la aspiración para continuar
con estudios más avanzados. Deben de establecerse bases para los
internos facilitándoles el acceso a estudios de carreras técnicas y
suscribir convenios con escuelas para que los internos, al término de
sus sentencias, puedan continuar sus estudios sin pretensión por sus
antecedentes, todo claro está, dependiendo de la capacidad e
inclinación individual, de los resultados obtenidos en los procesos de
de readaptación y de exámenes psicoanalíticos para crear
oportunidades verdaderas.

157
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Existen algunas instituciones y organizaciones extra-penales


para los expresos con objeto de asegurar a los que han logrado su
recuperación, un lugar digno en la sociedad, pero resultan en número
insuficiente y deben de multiplicarse y, al mismo tiempo, crear
consciencia en la sociedad, de que no constituye un baldón
segregante el haber delinquido y que las oportunidades de confianza
son fundamentales para el futuro comportamiento del menor liberado.
No debemos olvidar nunca que esos menores tienen derecho a
la amistad y al amor, quizá en mayor grado que otros niños; que son
parte de nuestra comunidad y que se impone una solidaridad libre de
perjuicios, afectiva, para que les sea posible construir el mundo que
les corresponde hacer.
El caso de los adultos delincuentes presenta un cuadro especial
que veremos con detenimiento. En primer lugar es conveniente tener
presente que el proceso de readaptación del adulto delincuente es
bastante más difícil que cuando se trata de menores, y son obvias las
explicaciones del por qué. El enfrentamiento del adulto con su realidad
social, una vez que ha sido sentenciado por habérsele encontrado
culpable de algún delito, desarrolla en él un profundo sentimiento de
rencor a la autoridad, y éste se transforma paulatinamente en una
generalización contra la sociedad en general. Las horas de
convivencia dentro de los reclusorios al lado de otros delincuentes
tiene una especial atracción que presenta un proceso fenoménico
aumentador de la injusticia propia y un efecto atenuante de la
culpabilidad de sus actos. La conversación entre los reclusos recién
ingresados gira, al principio durante casi todo el tiempo, sobre los
antecedentes de su sentencia y se miente en el grado de culpabilidad,

158
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

alegando inocencia y se miente en el grado de culpabilidad, alegando


inocencia. Este fenómeno de extroversión al principio, sirve para
atenuar el dolor de la privación de la libertad, después, es la búsqueda
de consejos para rehacer los delitos impunemente. Se ha iniciado
entonces el proceso compulsivo de la reincidencia. Dependiendo de
las oportunidades de autoafirmación o de destrucción en el penal, el
resentimiento al castigo es menor o mayor y las posibilidades de una
readaptación son mayores o menores en proporción directa a las
vivencias, tanto durante el proceso como el lapso que dure la
sentencia que le haya sido impuesta. Habrá que sumar a lo anterior el
grado de inocencia jurídica real y de inactuación psicológica; la cultura
y grado de inteligencia que posea el sentenciado, los datos psico-
somáticos, etcétera, que influyan en su comportamiento ulterior.
El complejo cuadro de síndromes psicológicos, de antecedentes
socio-económicos, de problemática somática y el historial penal del
individuo, determinará la cuantividad y la cualitividad del proceso del
readaptado, del sistema que deberá ensayarse a seguir y la forma de
aplicación de terapias posteriores a la libertad, cuando esta llegue.
Comenzaremos por revisar, someramente, los procedimientos
usuales, en los penales de varios países, para contemplar sus
coincidencias y apreciar su diferencial conductista. Debemos, primero,
registrar tres actitudes disímbolas en tres sistemas carcelarios. —
México, Estados Unidos de Norteamérica y Francia— El caso extremo,
que consideramos como el negativo total, es el norteamericano, en
que, en la cárcel, se le hace sentir al reo, en forma absoluta, visible,
audible y de conocimiento su calidad de reo sujeto a castigo;
imponiendo un sello de positivismo punitivo o vindicativo, en lugar de

159
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

uno educacional. La presencia constante de la crujía formada por


miles de barrotes de acero, sin independencia y separación entre
celdas; la vigilancia permanente visible desde todos los ángulos y
durante los ochenta y cuatro mil seiscientos segundos de cada día; los
guardias penetrando como inquisidores hasta los actos más íntimos,
forman el penal visible. El penal audible, coadyuvante de la catarsis
carcelaria producida intencionalmente, son los ruidos metálicos que se
provocan con cada movimiento y hasta con cada paso, ya de los
reclusos, ya de los vigilantes. Son ruidos característicos de las
prisiones norteamericanas y que han pasado a formar parte de un
espíritu de venganza propio de los puritanos, conectado por el suplicio
prolongado a todos los medios posibles. Son ruidos que no conocen
parangón en el tratamiento sádico al reo.
El sistema penitenciario francés adolece de todos, o casi todos
los defectos de los penales norteamericanos, agravado con peores
instalaciones, localizadas casi siempre en edificios que, o no han sido
construidos por el afecto o que si lo fueron, eso fue hace ya mucho
tiempo y lo que para ese momento se consideró adecuado, es en la
actualidad inoperante y anti-funcional. Sin embargo, existen algunas
ventajas en el trato hacia el tratamiento del recluso. En las cárceles
francesas existe una mayor privacidad entre los internos, que forman
colectividades pequeñas en cada celda, y se constituye una vigilancia
más fácil para el aislamiento gregario. Esto que a primera vista parece
un adelanto en los procedimientos, es sólo el resultado de la vetustez
de los edificios. No trataremos de las colonias penales ya que es de
sobra conocido en que consisten. El trato para los reclusos suele ser
más brutal pero más solapado.

160
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Entre ambos sistemas hay la diferencia que existe entre las dos
razas.
En los dos sistemas, el interno se encuentra privado no sólo de
su libertad física, sino que se trata de hacerle notar en todo tiempo,
recordarle siempre, que es un presidiario, un ser segregado de la
sociedad y sujeto a castigos que no siempre son humanos. Su vida
sexual está reprimida y el contacto con sus seres allegados es sólo a
través de rejas. Se le prohíbe el desarrollo normal de sus funciones
biológicas y con frecuencia la pederastia es un substituto normal de la
vida del interno. El consumo de drogas es frecuente a pesar de la
vigilancia —o por medio de ella— y el trato menos duro se obtiene con
dinero. En los dos sistemas, el trabajo sólo tiene un sello de
obligatoriedad y sirve para incrementar los castigos y nunca, o casi
nunca, se persigue con él, que el delincuente encuentre un camino a
la restitución social.
Los resultados están a la vista. El delincuente, cuando obtiene su
libertad, lleva consigo los más anti-sociales designios. La venganza, la
reincidencia en el delito y un camino cerrado para toda obra fecunda.
Este el simplemente, la consecuencia de un sistema poliformista,
inadecuado, dependiendo, claro está, de los recursos dedicados a él;
de la mentalidad de sus dirigentes, de las diferentes adecuaciones a
necesidades específicas y con deficiencia general.
No pretendemos hacer una apología del sistema carcelario
mexicano. En muchos de los penales mexicanos los usos y las
situaciones son similares a los norteamericanos o a los franceses,
pero tiene algunas diferencias ventajosas para el proceso de
regeneración del delincuente. En todos los penales mexicanos se

161
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

permite la llamada “visita conyugal”, que permite a los presos tener


relaciones sexuales con su esposa o con su querida.
Desgraciadamente, en el sistema se permite la entrada disfrazada de
prostitutas, vil consuelo para los que no tienen esposa o amante que
los visite, pero al fin y al cabo, se evita, aunque sea en parte, la
homosexualidad. La visita de amigos y parientes tienen lugar cada
domingo, no con una reja de por medio, sino en el trato directo dentro
del penal. Otro paso adelante es la realización de labores productivas,
tanto para la economía del penal, como para la regeneración y
economía del propio interno, pues el trabajo es voluntario, sin carácter
coercitivo, y sobre todo, remunerador, pues por cada día de trabajo en
las diferentes faenas que se realizan, se le bonifican dos días de
reducción en la sentencia y se le entrega dinero en efectivo en el
momento, que le permite subsanar necesidades urgentes y el resto, en
conjunto, al abandonar el presidio al obtener su libertad.
Claro está, y es necesario reconocerlo, no todo es perfecto. No
se han podido desterrar los abusos por parte de las autoridades en las
cárceles o de algunos reos preponderantes debido a sus influencias
económicas o políticas o por su posición dominante entre los
delincuentes. El tráfico de estupefacientes es común, fomentado en no
pocas ocasiones por la misma vigilancia, que puede introducir droga o
traficar con ella con cierta impunidad. Tampoco ha sido posible, por
algunas carencias económicas en los sistemas, obtener una total
regeneración de los reos, ya que es común que falten elementos
económicos y humanos para llevar a cabo una labor efectiva.
El problema menor, desde el punto de vista penitenciario, lo
constituyen los delincuentes ocasionales, es decir, los que han herido

162
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

o matado, en un momento de ofuscación, o los que han robado


llevados por diferentes factores sociales, mentales y económicos.
Estos hombres, por regla general, tienen un comportamiento bastante
aceptable, dentro de consideraciones psico-somáticas y socio-
económicas. Cuando abandonan los centros de reclusión, casi
siempre se reintegran a la sociedad y son buenos ciudadanos.
Pero aún falta un largo camino que recorrer para lograr la total
integración de este conjunto. No siempre se consigue la regeneración
del reo y con frecuencia la reincidencia es considerada en los
expedientes. Faltan asociaciones que permitan a los liberados buscar
un camino, y los antecedentes penales les dificulta conseguir un
trabajo digno, ya que casi siempre son rechazados en los medios de
producción. Estos archivos penales permiten a los agentes
deshonestos, tener un campo de extorción y les exigen que continúen
delinquiendo. Quizá, si las autoridades vigilaran de más cerca de los
ex - presidiarios para observar su continúan por un camino adecuado,
se pudieran “olvidar” los antecedentes y guardar los expedientes lejos
de manos ávidas de dinero; olvido lleno de reservas, naturalmente,
sobre todo en los casos de delincuentes que han quebrantado las
leyes por primera vez. Es posible que una actitud así redundara en la
verdadera reincorporación y en la moralización de los cuerpos
policiacos.
Pero las fallas son en todos los niveles y la organización toda
requiere de un trabajo científico. Otra deficiencia de los procedimientos
penales lo constituye la ficha. Nos referimos al “fichado” de los
detenidos sólo como “presuntos responsables” y aún se encuentran
sujetos a proceso. La integración de la “ficha” (huellas, fotografías,

163
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

etcétera.), se justifica en este momento como una medida de


seguridad y los documentos le deberán de ser entregados en el caso
de que obtenga su libertad por absolución o que haya quedado
plenamente demostrado su inocencia. Varias realidades contradicen el
espíritu de la Ley. 1° El detenido en casi la totalidad de los casos
ignora que pueden solicitar, y que se le tienen que entregar, la
devolución de sus documentos: 2° El excesivo número de copias que
se hace el expediente, y la diversidad de destinos de ellas, provoca
que nunca se puedan localizar todas, y 3° que los intereses
personales de los policías deshonestos y otras autoridades, “pierden”
los expedientes, en la búsqueda de hacer mal uso de ellos
posteriormente

2.- Ilegalidad.
En forma rápida, vamos a ver algunos aspectos negativos de las
autoridades que imposibilitan, o por lo menos retardan, la
regeneración del delincuente.

a).- Prostitución del medio

164
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Varias veces hemos dicho que en las filas de las corporaciones


policiacas se encuentra sádicos y delincuentes del orden común y
también hemos observado que esta situación es necesaria para las
corporaciones mismas. Desgraciadamente, estos individuos propician
la corrupción del medio prostituyéndolo del cumplimiento estricto de su
deber y la negligencia, la omisión y el abandono de las labores
fomentan el aumento de la delincuencia inicial y la reincidencia en el
delito de quienes son proclives a él. La situación se torna
desesperanzadora, pues la mano inmediata al delincuente son los
agentes y si estos olvidan sus deberes, los violadores de la Ley
encuentran un camino accesible y fácil. La sobre-vigilancia es
inoperante y onerosa.
Se prohíja la corrupción desde los métodos, si es que así pueden
llamarse, que se utilizan para engrosar las filas policiacas. No
queremos decir que estos métodos sean comunes en todas las
corporaciones, pero sí son frecuentes en muchos lugares, ya sea por
la carencia de voluntarios honestos que desean ingresar, o por
deficiencia en el momento de realizar la selección, los exámenes
médicos y psiquiátricos y hasta por los bajos emolumentos que
perciben sus miembros y a los que llegan solamente hombres
hambrientos que persiguen solamente resolver sus necesidades de
momento y esperan la oportunidad de emigrar a otros empleos
mejores; a los que se acogen delincuentes que se encuentran en el
uniforme o en la credencial un medio de escapar a persecución de sus
delitos anteriores y lo que es peor, sueldos que tienen sólo el privilegio
de ocultar intensiones malsanas y designios torcidos. Estos individuos
se dan de alta, por regla general, en los cuerpos policiacos de

165
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ciudades modestas y de ellos pasan, cuando lo consideran oportuno, a


otras corporaciones más importantes, mediante el subterfugio de un
fingido comportamiento

b).- Mordida o cohecho.

El soborno, conocido en México como “mordida” es el elemento


más característico de las relaciones del hampa y la policía, aunque no
es prerrogativa de estas entidades. Es el punto de contacto que
identifica condiciones y tendencias. No es preciso insistir en los
antecedentes históricos en los que esta relación se encuentra
presente, en calidad de común denominador de forma arquetípica.
Eso, y no otra cosa, representa el ascenso a noble del imperio del
filibustero convertido por obra y gracia de los regalos a la reina de Sir
Francis Drake, quien recorrió el mundo robando, matando e
incendiando y que llevó su producto, el enorme botín obtenido, como
presente para el Imperio. Los tristes días del gansterismo
norteamericano, en los que la lacra del soborno pasó y daño desde a
los modestos policías hasta los congresistas y muchos altos
funcionarios —jefes de policía, jueces, fiscales, etcétera—. Este
enorme despliegue financiero dirigido a obtener el silencio de la
prensa, el disimulo de la policía y la protección de altas autoridades,
constituyó la más fuerte institución del soborno conocida hasta
entonces. El escándalo de Water Gate fue también un ejemplo de
soborno en las altas esferas.

166
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Desde los más humildes cargos se desprende la corrupción, de


la que, antes de continuar, tenemos que dividir en dos grupos
generadores. El soborno a nivel de todas las esferas, penalizado e
ilegal en el cohecho disimulado de regalo, no por eso menos inmoral y
no codificado. En el primero nos encontramos con algunas
características que lo subdividen, y del segundo los ejemplos se
encuentran en las dádivas de que “mottu propio”, —forzado por las
circunstancias— da el contratista o el proveedor de los gobiernos a los
funcionarios encargados de hacer las compras o de otorgar los
contratos de obras públicas. Este soborno, aunque se castiga cuando
se descubre por descarado, no se encuentra codificado en país alguno
cuando se disfraza de regalo a “posteriori” y la ley no puede castigar a
quien se muestra agradecido; o cuando se pintó como un pago por
asesoramiento. Los resultados no siempre causan un daño visible, ya
que casi siempre la mercancía que se agradece es de buena calidad o
las obras cumplen con las especificaciones y precios requeridos. No
obstante, es un soborno y su diferencia con otros tipo de soborno es
que resulta muy difícilmente discernible y comprobable. En México
existen, o han existido en alguna ocasión empresas destinadas a
recibir mordidas, empresas que pagan sus impuestos, que llevan libros
contables y tienen registros y expiden recibos; todo ello amparado
bajo un contrato de supuesta asesoría, cuyo pago es legal.

167
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El soborno entre el hampa, modalidad casi de las más modestas,


lo constituye el dinero, generalmente de poca monta, que da el
“carterista o “mete mano”, o la prostituta callejera, a los policías y
a los agentes secretos para granjearse su disimulo. Esta es una
faceta en la que es el dinero en efectivo el que surta los efectos
deseados. Pueden quedar en esta categoría muchas de las
especializaciones del robo, como los “cristaleros”, los ladrones de
automóviles y algunos otros.
Los “zorreros”, “retinteros”, etcétera, generalmente obtienen la
protección buscada mediante la entrega de una parte no pequeña, del
botín conseguido, y de esta manera convierten a la policía en co-
actora de los hechos punibles que deberían de castigar y que, al
contrario, prohíja en la busca de su participación
El asaltante a mano armada tiene una cuota diferente, que se le
exige en efectivo, se le coacciona para que continúe en su carrera
delictiva y se le tiene siempre a la mano para ejercer venganzas
personales de los policías.
En la “trata de blancas” no es siempre el policía de puestos
inferiores el que recibe el beneficio de la ´prostitución organizada;
aunque también algo percibe, es el alto funcionario gubernamental el
que ´protege las casas de asignación y es amigo de los dueños,
cuando no es el propietario directo del negocio, disimulado, pero
propietario al fin. Estos funcionarios, en una forma u otra se convierte
en tratante de blancas, con todas las implicaciones que esta actividad
tiene.
Otro grado muy especializado y mas dañino del soborno, lo
constituyen los “beneficios” del contrabando. Estamos hablando, inútil

168
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

es decirlo, del contrabando organizado y en gran escala; del que todo


el mundo conoce su existencia, ubica a sus gestores y del cual ningún
funcionario, ni fiscal, ni judicial, no administrativo sabe algo, salvo
cuando la guerra entre pandillas provoca un aparente descubrimiento
y la detención de los contrabandistas, generalmente subordinados, y
que no pasa de meras consignaciones preventivas y muy raras
sentencias efectivas. Aquí el disimulo es de los inferiores y la
protección de los superiores. Una característica de esta prostitución es
el decomiso del contrabando individual, —fayuca, en México— la que
puede eludirse con mordida o, cuando se requisa la mercancía, casi
nunca se expiden recibos y los funcionarios del resguardo y los jefes
fiscales la venden.
Connatural al cultivo, procesamiento, distribución y uso de los
estupefacientes; es la lucha para contrarrestarla y en la que
intervienen los policías de casi todos los países del mundo, lucha de la
que se entera el público de los éxitos obtenidos pero al que nunca
trasciende el hedor de las relaciones entre narcotraficantes y
autoridades. Es posible demostrar que en la mayoría de los campos
de marihuana “sorprendidos” y quemados por la policía y el ejército,
son solamente sembradíos viejos y decadentes y que ya no son
rentables. Estos sembradíos son denunciados por los mismos
narcotraficantes que hasta se ahorran el costo de la destrucción. En
esta lucha, los sobornos son casi siempre papeles, pero papeles
fiduciarios, acciones de empresas serias y muy rara vez dinero en
efectivo. Pero aquí las cantidades que se mueven tienen siempre más
de seis ceros.

169
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

c).- Represión.

Contrariamente a la idea que pueda dar el encabezamiento de


este aparte, no estamos hablando de una lucha franca y legal en
contra de la delincuencia, sino de una actividad que encuentra su
punto de arranque en la falta de acuerdo entre las partes interesadas,
es decir: Cuando la delincuencia no ha aceptado las condiciones que
le impuso la policía, cuando la participación de utilidades, el soborno y
la concordancia extra-legal ha fracasado, se inicia una lucha carente
de principios éticos. No se trata de combatir la perversión, la
delincuencia, de imponer la ley y el orden. La finalidad adquiere el
carácter de una venganza de facciones, de una “vendetta” motivada
por la frustración de la policía ente la negativa o la imposibilidad del
hampa para cumplir sus exigencias.
Otra de las causas por las que la represión se hace presente es
porque los intereses políticos de un grupo, manifiestan la conveniencia
de iniciar una campaña abierta alentada en los medios de
comunicación y alertada suficientemente para que los delincuentes
puedan ponerse a nuevo recaudo y que las exigencias publicitarias
queden cubiertas con honores para los funcionarios, que ahora
agradecen a sus antiguos socios. Son campañas que se trabajan en
los escritorios, se investigan en los boletines de prensa y que, en el
mejor de los casos, sólo triunfan sobre unos cuantos.

170
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Sólo se persigue realmente al delincuente cuando la coactividad


del acto obliga a satisfacer a la opinión pública. Y cuantas veces
hemos sido testigos de acusaciones falsas y de sentencias injustas.
Acuden, a guisa de ejemplo, casos que tuvieron una amplia difusión.
El rapto y asesinato del pequeño hijo de Charles A. Limberg
demandaba una pronta solución, y como la policía nunca encontró a
los o él culpable verdadero, basados en simples presunciones y en
testimonios no completamente sanos, se aprendió, se juzgo y se
ejecutó la pena de muerte en el matrimonio Maupmman. La legislación
norteamericana ordena que de no existir prueba plena o que haya
alguna duda, deberá absolverse. ¡Pero estaban en juego intereses
políticos y el prestigio de la F.B.I.! Otro ejemplo es el caso de Sobera
de la Flor, desequilibrado mental, al que, una vez que le comprobaron
la muerte de un automovilista por un altercado de tránsito y la
profanación necrófila de su novia, la policía mexicana le endilgó
asesinatos al por mayor y que, por la legislación de las leyes
mexicanas, sin el peligro de una mayor condena, él aceptó haber
cometido. El autor fue testigo de que una patrulla se detuvo una noche
bajo su ventana y de ella bajaron a golpes a un joven al que ultimaron
a tiros. Los diarios no dieron a conocer más que lo que la policía quiso
decirle y pronto fue cerrado el caso. Este asesinato le fue atribuido a
Sobera de la Flor y él aceptó la responsabilidad.
La represión del delito, es decir, la persecución de los
delincuentes, con frecuencia mayor de la que se supone, se realiza
dentro del abuso de autoridad, de la violencia y se incurre en actos
decididamente ilegales por parte de las autoridades. Se constriñó el
ataque al hampa, sino que se actuó corporalmente y se daña

171
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

físicamente, sin discriminación de resultados y, cuando “se les pasa la


mano” el individuo simplemente desaparece. Un gran panteón
particular de la policía del Distrito Federal, en México, lo constituye el
Canal del Desagüe o “Gran Canal” hoy, el “Drenaje Profundo”.

d).- Abuso.

Cualquier extralimitación en la aplicación de las leyes o el uso


indebido de ellas, cuando se contraponen a los hábitos y costumbres
establecidos, sin que para ellos se prepare un ambiente propicio,
constituye en sí un abuso de autoridad. Esta anomalía suele
presentarse desde las más altas esferas gubernamentales o privadas
hasta los niveles inferiores en mando o en status.
Si analizamos el orden descendente los actos de abuso
podremos observar como, en el nivel de gobierno, se aplican las leyes
en contra de los gobernados y estos, en contra-partida, abusan a su
vez de las garantías individuales que las mismas leyes les
proporcionan. Las constituciones, las leyes y los reglamentos son
trasgredidos de continuo, buscando cada quien, posiciones ventajosas
sin el menor reparo en la ilegalidad en que se incurre. Y continuando
este descenso hasta los policías, a los vendedores de pequeño
inversión, vemos la continua violación de la legalidad. En todo este
enorme campo, cualquier abuso de los ordenamientos, sean en
sentido extrógiro o dextrógiro, contribuye a habitar a los individuos a
una vida marginal en la que unos y otros pretenden obtener ventajas.

172
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Dentro de este panorama desalentador, en la esfera policiaca, en


el mundo del delito y en sus mutuas relaciones, es donde el abuso
adquiere caracteres alarmantes.
La autoridad abusa, en principio, del desconocimiento que de
sus derechos y obligaciones tienen los delincuentes y, cuando éstos
tienen alguna idea, por vaga que esta sea, de asuntos legales,
pretende evadir siempre su responsabilidad. Es en estos momentos
cuando se presenta un abuso que daña irreparablemente las
relaciones de la sociedad y limita las posibilidades, de suyo precarias,
de regeneración. Cuando, a pretexto de aplicar la ley, de someter al
delincuente, de impedir sus actividades, las autoridades hacen uso de
los medios de castigos corporales, que van, desde la aplicación
indebida de aprensiones, hasta la muerte por exceso de castigo, ellos
mismos se convierten en delincuentes al violar sus propias leyes. De
estas actividades son actores todos los policías de las corporaciones
de todo el mundo, basta recordar, la odios, pero necesaria corporación
norteamericana, conocida como “los intocables”, que hizo uso de
todos los medios, legales, ilegales, antilegales, en sus actividades.
Uno de los procedimientos de tortura maces, el “tercer grado”, es una
invención de ese cuerpo que gozaba del apoyo presidencial. Claro
está, la situación era difícil, casi insostenible para el gobierno
norteamericano, pero eso no justifica de ninguna manera el uso y
abuso de este cuerpo.
Cuanta razón tiene Friedich, cuando en un párrafo nos muestra
que el análisis de la Filosofía del Derecho nos dice como el abuso en
la aplicación de la Ley, provoca la violación de la misma: “…en
términos generales, podemos afirmar que sin moderación no puede

173
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

funcionar un orden constitucional basado en el derecho, ya que un


orden de esta naturaleza debe compensar con honorabilidad y cautela
su falta de rapidez y facilidad para decidir. Este aspecto, a pesar de
ser tan general, es fundamental para la filosofía jurídica
constitucionalista.”(68)

3.- Conocimiento.
Para penetrar aunque sea una pequeña porción en el intricado
sistema que rige la convivencia humana, se necesita de una
preparación que no pretendemos tener y mucho menos transmitir, pero
que inevitablemente debemos esbozar. La estructura legal se basa,
cada uno, da lugar a por lo menos una ley y de ésta, los capítulos y
muchas veces, los artículos de la misma, originan otras leyes,
reglamentos, circulares, avisos, etcétera, y se constituyen de esta
manera varias decenas de leyes y varios cientos de reglamentos, lo
que componen, en su conjunto, la estructura legal de una país. Es por
esa razón que anticipamos la imposibilidad de hacer un análisis
exhaustivo, ni siquiera en campo tan limitado como lo es el del
Derecho Penal. El desconocimiento de las leyes es general y aún de
los jurisconsultos más generalizadores ignoran una gran parte del
cuerpo normativo en el que ejercen su profesión. Como es axioma
legal que el desconocimiento de la Ley no es eximente de culpabilidad,
en los párrafos siguientes haremos algunas consideraciones

174
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

complementarias a los hechas cuando pasamos “abajo de pájaro” por


la Teoría del Estado, y que se dirigen a simplificar el camino.

a).- Leyes y Legislación.

Para que un ordenamiento, una orden de cualquier índole, sea


acatada sin resistencia, es necesario que el obedecedor esté de
acuerdo con ella o, por lo menos, a aceptar su obediencia concorde a
otra ley que puede o no estar escrita. Esta segunda aceptación es el
postulado sobre el descansa la existencia posible de un orden
establecido que facilita el desarrollo armónico de la sociedad. Para
que una comunidad de la magnitud de por lo menos el municipio, se
pueda considerar como un agrupamiento verdadero, en el contenido
total que se deriva de su verdad, es indispensable que ello sea una
organización comunal legal, es decir, que sus principales postulados,
los fundamentales, sean la existencia de la justicia y que pueda, en
consecuencia, darse así misma un orden justo.
Algo debe de ser muy claro en la composición del sistema legal
que se encuentre en vigor. Se entiende que el sistema normativo es el
conjunto de reglas para la conducta, que establecen o ponen los
diferentes orígenes del poder público, para hacer realizables los
valores jurídicos. Tal vigencia legal contiene algunos supuestos de
origen lógico y axiológico. El derecho subjetivo es la exteriorización de
una voluntad dentro del marco de la facultad normativa que se atribuye

175
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

el titular del poder. Es el pueblo el que da su consentimiento para que


se le impongan normas, que él usará en su provecho bajo la vigilancia
del gobierno. “Es el pueblo quien decide acerca de las leyes y su valor;
un pueblo organizado de acuerdo con la constitución que él mismo se
ha dado.”(69) Y así, cuando un pueblo se autoriza una norma que tiene
obligaciones implícitas, tiene, al través de ellas, derechos a ejercer.
“Cuando se otorga un derecho a una persona, lo que se busca no es
dar protección a un poder volitivo que existe independientemente de
que las normas legales le reconozcan o protejan, sino establecer, a
favor de aquella persona, una “posibilidad” cuya “realización” enfrenta
el signo positivo de la “licitud” y encuentra el complemento
condicionante de su eficacia en el deber, impuesto a otros sujetos, de
observar el comportamiento que hace posible el ejercicio del derecho y
permite el goce de las ventajas que de tal observancia derivan.” (70) Es
siempre condicional del derecho subjetivo de libertad la existencia de
otro derecho; uno entre cuyo ejercicio y no ejercerlo, se ´puede optar
lícitamente. Es afirmable que se puede hacer o dejar de hacer. Con
licitud, algo, aunque claro está, la licitud se entiende en el sentido de
que la omisión del acto no viole ni el ordenamiento mismo o algún otro
que pueda ligarse con la omisión; es decir, no puede omitir las leyes
que respaldan la propiedad actuando en perjuicio de la propiedad
misma. “Cuando se obliga jurídicamente a una persona, esta pierde, al
mismo tiempo, el derecho a omitir lo que se le ordena o el hacer lo que
se le prohíbe.”(71) Tanto las normas generales y abstractas que rigen la
conducta son acatadas, y por consiguiente tienen eficacia, cuando al
realizarse los supuestos, los destinatarios unen a tal realización las
consecuencia señaladas por los disponentes.

176
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Volvamos a los problemas de la emisión de las leyes que, como


ya hemos visto, corresponde a los representantes del pueblo, del que
se supone, tienen el consenso para aprobarlas en su nombre. Cuando
el poder se refuerza con el respaldo de los ciudadanos, adquiere la
capacidad para la conformación de leyes verdaderamente justas,
legitimizándolas. De esto se desprende que la autoridad de una ley
depende de su correspondencia a la razón. “Es sólo por esa relación
con la razón, es decir, sólo por la razonable elaboración en función de
las ideas, valores y creencias de la comunidad”, que se suma la
autoridad al ejercicio del poder” (72) La actividad del legislador debe de
contener una correcta intuición de los valores jurídicos, el propósito de
condicionar las leyes, y su actividad no puede ser de ningún modo
arbitraria. Esto debe de extenderse a los encargados de aplicar las
leyes, pero debe de ser considerada su operación en función directa
de su acatamiento, y todo acto de obediencia es susceptible de tener
una inmensa gama de diferenciaciones cualitativas.
Si la legislación, esto es, la suma de codificaciones estatutarias,
fueran correctas en sí mismas, los problemas para su aplicación serán
nimios, pero hay que tener en cuenta que los legisladores son seres
humanos que hacen una obra producto de su dedicación, y toda obra
humana es siempre inacabada y perfectible. Los defectos de las
normas no siempre son imputables a los legisladores, aunque algunos
vicios tienen ese origen, ya que a veces provienen de los órganos
jurisdiccionales o se originan en la ignorancia o la mala fe de los
destinatarios. “El derecho, o mejor dicho, las normas legales deben de
ser justas, pero con frecuencia no lo son” (73) Si la ley que es o debe
ser, una norma justa, como debería de entenderse en toda sociedad

177
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

que se considere sana, no es interpretada debidamente, exagerará su


poder coercitivo.
Las lagunas de la ley y en general. Las que se presentan en su
interpretación aunadas a las que existen en las normas del derecho,
pueden ser subsanadas por un juez, aunque esta circunstancia no
cuestiona la justicia, porque ella no esta sujeta a discusión, como
tampoco lo está la existencia de leyes injustas o de magistrados
incompetentes o deshonestos. En el Derecho Mexicano, existen no
pocos artículos que de manera tácita o en forma definitiva se refieren,
por ejemplo, a la equidad, y que dan lugar a los recursos de los que
los jueces suelen valerse, para suplir lagunas, de alguna otra ley
aplicable. En el caso de funcionarios omisos, ineptos o de mala fe, la
misma ley u otras colaterales, proporcionan la base para solucionar los
problemas.

b).- El espíritu de la Ley.

Es esta la oportunidad para hacer algunas consideraciones que


permiten apreciar el alcance que se logrará en este primer tomo y la
ambición que guía a la obra en su totalidad.
La filosofía del derecho es el camino metodológico que, bajo un
capital tan generoso, esconde una serie de conocimientos y disciplinas
que, armonizadas, sientan el cuerpo de la materia. La ética, la teoría
del conocimiento, la lógica, la ontología misma, buscan unidas, dar
vida al estudio e interpretación del hecho jurídico y de las reglas que
definen nuestra vida colectiva y nuestro devenir individual. La Filosofía

178
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

del Derecho es el deber ser de las normas de conducta, rectoras del


acaecer, pero no es, de ninguna manera, la Filosofía de la Conducta.
Ambas son hermanas casi gemelas, pero cada uno tiene sus motivos,
su camino y su objetivo. Distintos cuerpos de estudio, tienen los
mismos elementos por base. Pero la Filosofía de la Conducta se
encargará definitivamente de profundizar en su materia mientras que
la Filosofía del Derecho sólo tomará a su cargo la coordinación e
interpretación de la codificación, extrínsecamente e intrínsecamente
de sus motivos éticos y jurídicos y su relación a la conducta impuesta
y legislada. Así pues, en este capítulo nos dedicaremos a hacer un
bosquejo de la segunda de estas disciplinas y ya en el segundo tomo
estudiaremos las motivaciones de la conducta.
Definitivo dentro de la Filosofía del Derecho es el llamado
espíritu de la ley, esto es, todos aquellos argumentos que para dar
forma al total, intervinieron en la discusión de la misma; las bases y
normas éticas que fundamentaron la relación entre la moral y la
jurisprudencia para hacerle aplicable a la comunidad; las implicaciones
políticas y sociales y la interpretación del sentir de las corrientes de
pensamiento entre los gobiernos y los gobernados. “…Aunque el
derecho y la ética se diferencian entre sí, están íntimamente
relacionadas.”(74) Por lo que, para penetrar en la intención que guía a
una ley, es necesario conocer la dirección del pensamiento de los
legisladores, de su impugnadores y de la conciliación entre las
corrientes de pensamiento filosófico que impregnen el contenido. Es
indudable que en esta parte, que es más de divulgación que de
penetración, no insistiremos en los postulados, caminos y terminología
de la Filosofía del Derecho, tratamiento que posiblemente se

179
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

postergue para la Filosofía de la Conducta propiamente dicha. No


obstante, se harán algunas indicaciones muy generales para encajar
este estudio dentro del de la delincuencia, que merece un marco muy
especial en la filosofía.
La Filosofía del Derecho tiene en su tarea el estudio de los
principios filosóficos del propio derecho y de la justicia u habrá que
buscar sus orígenes entre los filósofos antiguos, entre quienes nos
antecedieron y dieron forma al estudio. Aristóteles, Cicerón y otros
muchos, en la antigüedad; San Agustín, Santo Tomás, etcétera, entre
los pensadores del medioevo y tantos filósofos contemporáneos de la
época moderna que han profundizado en la materia y dado lugar, con
sus estudios, a muchas diferentes corrientes del pensar filosófico,
aunque, a ´pesar de ir con la misma corriente, hayan llegado a
conclusiones contrarias, como acontece entre el Derecho Positivo y el
Derecho Natural, antípodas por naturaleza. Hoy por hoy, en estos
momentos, hay una corriente que busca reducir la Filosofía del
Derecho a una colección de problemas lógicos o, por lo menos,
metodológicos, que desembarcarían en una ciencia pura del derecho;
pero ese intento ha encontrado una fuerte oposición por parte de otras
corrientes, como la comparativa, la sociología y el realismo y los
hechos mismos de la naturaleza que han tomado su lugar frente al
racionalismo, al lado de los escolásticos y de otras formas de
metafísicos. Todo se verá a su tiempo, pues forma parte de las notas
que darán lugar al tratado principal sobre la conducta.
Con el objeto de establecer un contacto inmediato con las
realidades que conectan en forma inmediata con el Derecho Penal,
principal andamiaje de normas que intervienen en la existencia del

180
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

delincuente, la elaboración de algunas premisas que aclaren el


pensamiento filosófico de este conjunto, haremos algunas indicaciones
indispensables.
La justicia debe ser el fundamento de la igualdad de todos,
gobernantes y gobernados, en cuanto a individuos y por eso, en la
codificación, existen reglas que incumben al hombre en cuanto
posición y lo igualan a otros en tanto es miembro de la comunidad. La
presumible igualdad jurídica de la persona, es la base de la división
del derecho en función de capacidad, necesidad y dignidad. “De la
existencia de las definiciones legales y jurisprudenciales puede, pues,
derivarse un nuevo argumento a favor del método lógico-sistemático
de la interpretación. Pero no debe de olvidarse que las expresiones de
los legisladores o los tribunales supremos se valen al definir también,
como en todas las jurídicas, son previamente interpretadas.” (75)
Existe una cuestión interesante que afecta tanto al espíritu de la
ley como a la condición humana que en ésta se rige. Hemos podido
ver que la ley, que las normas están íntimamente ligadas a las
cuestiones éticas, aunque la ley, en sí misma, no es estrictamente
ética, así sea normativa de conductas definitivamente morales. Nos
referimos a las leyes que establecen una separación definitiva entre la
Iglesia y el Estado, aunque éste último continúe rigiendo en algunos
aspectos a los clérigos y a la Iglesia misma. Esta separación, esta
secularización de la jurisprudencia es, en términos finales, beneficiosa
para la misma Iglesia, que así se ha visto libertada de una fuente de
ataques. Claro está que no todos están acordes con esta solución.
Bodino segrega, definitivamente, la Filosofía del Derecho de sus bases
religiosas, y olvida ex profeso el Derecho Canónico que es una

181
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

expresión de una actividad humana de gran influencia en la vida


comunal y, al mismo tiempo, voltea la cara ante la filosofía del Derecho
Natural, por ser fundamentalmente religiosa.
Hay, además, otra fuente de poder que cotidianamente muestra
su existencia, el dinero. Este poder, aunque de origen áspero, tiene
cabida en la vida del derecho porque “Se ha confirmado, sin dejar
lugar a dudas, que en su relación social, casi todos los hombres están
co-determinados por el interés y la pasión.” (76) Por esta razón, la
riqueza se convierte en un modo de poder, volviendo lo económico el
único fin vital, aún sobre la verdad, la justicia y el amor; porque la
necesidad de poder, actualmente, está sobrevalorada. Le hemos dado
al poder la tesitura de deidad y el medio para obtenerlo,
frecuentemente, es la posesión del dinero. Los valores espirituales e
intelectuales han sido pasados a un cómodo olvido, o por lo menos, a
una consideración de valores de segunda clase. El hombre rico se
considera poderoso y decide que los que no lo tienen no vales lo que
él vale. “No valoramos a los hombres en la misma medida en que nos
medimos a nosotros. No nos vemos con los mismos ojos con que
vemos a los demás”(77)
Ahora bien, los supuestos de la Filosofía del Derecho dan por
descontado que la aceptación de una ley le confiere el poder de la
fuerza, pero es una fuerza con la que tenemos que estar de acuerdo,
no es una fuerza que se nos aplique contra nuestros intereses. De
aquí nace el conflicto con el mundo del delito. Al respecto de la
conducta de alguien, las normas legales son instancias protectoras o
restrictivas de la conducta de ese alguien. Son protectoras en lo que
concierne a sus derechos y son restrictivas en tanto que encierran un

182
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

deber. Es casi imposible obtener el cumplimiento de la ley a la fuerza y


las probabilidades de éxito son extremadamente limitadas. Todo
precepto legal, cuando se considera impuesto a la fuerza, es decir,
cuando no cuenta con nuestro consentimiento es una invitación a
violarlo; máxime cuando es todo un grupo social el que se considera
afectado. Los estudios de sociología y psicología dibujan que el acto
criminal no se produce, —salvo casos excepcionales— como un
fenómeno aislado, sino que forma parte del contexto de la situación
humana, y que, por su naturaleza misma, deberá entenderse como
fundamentado y procedente de la determinación fisiológica y
psicológica del individuo, así como de su ambiente social. La
contradicción socio-económica diaria, que enfrenta premisas teóricas y
resultados negativos, provocan reacciones que se proyectan contra la
sociedad en general y especialmente contra su representante; la Ley.
Dentro del seno de una sociedad cabalmente desarrollada, la
infracción a la ley se produce cuando un grupo o un individuo se
niegan o están imposibilitados para reconocer la autoridad que posee
la disposición legal que se quebranta, representando esta acción un
rechazo a la escala de valores que representa la norma retada.
Es necesario que el gobierno sea dueño de una gran calidad
moral para obtener el acatamiento de las disposiciones. “La Autoridad
tiene importancia decisiva para todo orden legal y social.” (78) No son
suficientes las penas con las que se amenace a los infractores, porque
estos siempre estarán dispuestos a pensar que el error cometido, sea
por ellos o de un tercero, no lo van a repetir. Baste ejemplificar con la
pena de muerte, que, a pesar de ir contra la vida misma, no es

183
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

suficiente para frenar la delincuencia. ¡Jamás ha servido ni siquiera


para reducir la criminalidad!
Existen otros factores que determinan la violación de la ley.
“Además de la violación de la Ley, que resulta del desconocimiento de
la obligación de justicia de una regla positiva existente, tenemos
también ese tipo de transgresión de la ley que da la vida a la regla
general reconocida como justa. Tal es la esfera particular del Derecho
Criminal. De acuerdo a conceptos antiguos, la culpa de la persona a
quien habrá de castigarse, deberá encontrarse en la perturbación del
orden legal. El criminal deberá responder del cargo de perturbar el
orden público, ya sea que lo haya comprendido o no. La ignorancia no
es coadyuvante de la defensa. Pero a fin de proteger al acusado de un
castigo arbitrario, se adoptó el principio —que no es desde luego una
innovación del liberalismo— de que el castigo sólo podrá infligirse a
base de una ley que “ya estuviera publicada” cuando el supuesto
crimen se cometió.
Para terminar, dejaremos a Friedrich, que nos conduzca: “En
conclusión, puede decirse que la infracción de la ley como ataque al
orden legal es, por lo general, resultado de la falta de autoridad de la
ley y de quienes la administran; funcionarios y jueces por igual; esta
falta de autoridad afecta negativamente la eficacia del castigo” (79)

c).- Códigos Específicos.

184
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En este aparte, por razón de conocimiento directo, vamos a


hacer uso de los códigos mexicanos que son los que norman nuestra
vida, por lo que nos regimos y, en consecuencia, los que mejor
conocemos. Cuando las condiciones son propicias, tocaremos la
legislación de otros países, pero en lo fundamental, ahora, es nuestra
codificación penal la que utilizaremos. Consideramos que ella tiene la
suficiente autoridad para poderla usarla como modelo, ya que, se
supone, es de las más avanzadas en el mundo. Es posible que, a lo
largo de la exposición, pueda parecer que se ataca a la Ley; no es
esta una apreciación lícita, pues la crítica se encamina a subrayar las
lagunas o deficiencias de la Ley misma o las corruptelas e
incompetencia de los magistrados, buscando una mejoría en las leyes
y una mejor justicia en la ejecución de las mismas.
Como la Constitución es la pauta dominante en un sistema
constitucional y federalista, es natural que por ella se empiece.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice
en el Artículo 5°: “A ninguna persona podrá impedírsele que se
dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode,
siendo lícitos…” Bien. Para juzgar de cómo se cumpla el estatuto,
podemos acudir a dos ejemplos, el primero, de responsabilidad directa
las autoridades, el segundo, responsabilidad indirecta producto de
perjuicios e inestabilidad de juicio en los sectores empleadores. En el
primer ejemplo tenemos un acto de la vida diaria, que todos hemos
visto; las llamadas “Marías”, mujeres que, antes de ser manejadas por
voraces “protectores”, fueron auténticas mujeres campesinas que
ofrecían mercancía por las calles, ejerciendo a la letra, lo que
garantiza la Constitución. Violando la Carta Magna, las brigadas del

185
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Departamento de Mercados, al mando de un licenciado Manterola, en


lugar de regularizar la situación de estas mujeres, elementos
productivos, fuente de ingresos, inclusive, las persiguieron, las
maltrataron y las robaron, dando un ejemplo indignante de abuso de
autoridad y de latrocinio amparado tras un uniforme o una credencial.
¿Quién ordenó su persecución? Un alto funcionario conocido por
arbitrario y majadero. En el segundo ejemplo, los protagonistas son los
ex presidiarios que, a pesar de pretender una regeneración y
rehabilitarse, son rechazados por los perjuicios reinantes en los
sectores que tienen la posibilidad de colaborar al mejoramiento del
medio. Estos rechazados, caen en manos de policías sinvergüenzas
que los obligan a continuar el delito.
En el Artículo 10° de la misma Constitución se lee: “Tienen
derecho poseer armas en su domicilio para su seguridad y legítima
defensa… “Artículo que se refiere indudablemente a los ciudadanos
civiles. Vemos la ambigüedad con que se trata este asunto. Primero:
¿Cómo se obtiene el criterio de que estas armas son, efectivamente
para la seguridad y, sobre todo, para una defensa genuina? Queda
siempre a la consideración subjetiva y muy personal de los
funcionarios, sobre todo, si se realiza un cateo. Segundo: ¿Por qué se
realizan los cateos inmotivados y se confiscan armas que sin ser
reglamentarias del ejército, se encuentran en los domicilios
particulares? Porque la Constitución, para algunos, no es sino un
pretexto para “detentar” el poder.
Continuando con el mismo código fundamental que rige los
destinos de los mexicanos, el Artículo 13° hace manifestación de que:
“Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales

186
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

especiales…” texto del que se deduce que tienen carácter ilegal los
policías que pululan en todas las dependencias oficiales, estatales,
paraestatales y hasta privadas, y que los procedimientos de que hacen
uso y su propia existencia son anti-constitucionales. A pesar de todo,
existen, actúan, detienen, privan de la libertad, vejan y maltratan a los
ciudadanos que tienen la desgracia de caer en sus manos. El Artículo
16° dice claramente que: “Nadie puede ser molestado en su persona,
familia, domicilio, papeles, posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente…” Las intercepciones arbitrarias de
los policías auxiliares, las persecuciones hasta en familia a pretexto de
investigaciones; los allanamientos de morada sin orden judicial, los
registros personales o domiciliarios y las incautaciones o “robos” de los
policías, constituyen el pan de cada día.
Artículo 17°: “Nadie puede ser aprisionado por deudas de
carácter civil…” asunto este que merece especial atención, porque la
venalidad de algunos funcionarios convierte una deuda de carácter
civil en asunto penal, de acuerdo a la cuantía del obsequio o de la
importancia y amistad que tenga el acreedor.
Las frecuentes detenciones con “incomunicación” que duran
hasta quince días, los golpes con que se aprehende a un delincuente,
las omisiones a las leyes y la ceguera de los funcionario no son un
infundio. No hay comentario al texto siguiente: “Artículo 19° Ninguna
detención podrá exceder del término de tres días… todo
maltratamiento en la aprehensión… será corregido por las leyes y
reprimido por las autoridades.” Esto es letra muerta cuando son las
mismas autoridades las que actúan.

187
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

De Artículo veinte no vale la pena ni hablar. Remitimos al


curioso lector a su consulta y que saque las consecuencias que
considere conveniente, pero este se viola a toda hora.
Artículo 22° “Queda prohibido… los azotes, los palos, el tormento
de cualquier especie…” En el “Pocito” en el Distrito Federal y en todo
el territorio nacional, la policía mexicana está a la altura de la mejor del
mundo en suplicios que no dejan huella visible en el torturado.
Dentro del encuadre de nuestra Constitución, en el Título Cuarto,
referente a la responsabilidad de los funcionarios, nace la poca
autoridad que tiene la aplicación de nuestra perceptiva legal y se
solapan los delitos del orden común. La delincuencia oficial está
comprendida entre las inmunidades y, aunque se prescriban actos
legales en contra de los malos funcionarios, casi nunca se efectúan,
porque puede mucho las influencias.
Continuaremos desglosando las prescripciones legales,
analizando algunas realidades del “Código penal” y del “Código de
Procedimientos Penales” cortados ambos, por las mismas tijeras.
Se ha dicho, quizá con demasiada frecuencia y con abusivo
optimismo que la legislación mexicana es la más avanzada del mundo.
Esto es posible que haya sido realidad en el Siglo XIX, pero en la
actualidad y referida específicamente al Código Penal para el Distrito
Federal, muestra un considerable atraso en su redacción, en el
concepto de delito y es violando con alarmante frecuencia
precisamente por su atraso. La razón de nuestro estudio nos obliga a
examinar someramente algunos artículos de este Código.
Vemos la definición de delito expresa:

188
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Artículo 7° “Delito es el acto u omisión que sancionan las leyes


penales.”
Esta definición es arto insuficiente para sentar las bases de una
ley tan importante. Si recurrimos a los diccionarios, aún los más
elementales, se define el delito como “la acción y omisión voluntarias,
castigada por la Ley con pena grave.” (80) Ya esta definición es un poco
más amplia y cierra al concluir en el acto, la voluntariedad del mismo,
con lo que permite establecer un hito que haga intangible el delito y
juzgar al delincuente acorde a sus posibilidades volitivas. Creemos
que la insuficiencia en la definición tiene aparejados otras
insuficiencias substanciales en el desarrollo del texto y que ambos
fallos compaginan para hacer que la ley no se aplique con eficacia.
Una definición incompleta provoca, en los legisladores confusiones y
omisiones y en los jueces, sus elementos de juicio, tengan que ser
remplazados por el criterio del funcionario, que puede estar viciado y
así es, de origen.
Otro ejemplo de redacción bárbara es la del Artículo 24° del
Código. Es la que se refiere a las penas y medidas de seguridad
aplicables. En el inciso 3 de este artículo se lee: “reclusión de locos,
sordomudos, degenerados y de quienes tengan el hábito o la
necesidad de consumir estupefacientes o psicotrópicos.” Repetimos
que se trata sólo de un defecto de redacción y que más adelante
queda aclarada la terrible confesión, pero en el momento, incluye,
como delincuente, a quienes han nacido con un defecto corporal que
padecen contra su voluntad. No tienen ninguna culpa un hombre de
haber nacido sordomudo para que así, sin más, se le incluye en un
código penal como parte de la delincuencia. En el Artículo 67° queda

189
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

claro que: “A los sordomudos que contravengan los preceptos de una


ley penal se les reducirá en escuelas o establecimientos especiales…”
Bueno, aquí ya queda claro que se trata de delincuentes comunes con
un defecto físico, pero ni así se borra la mala redacción del anterior, lo
que demuestra la poca acuciosidad que tienen los legisladores para su
labor.
Vamos adentrarnos ahora en lo referente al trato al delincuente
dentro de los ordenamientos legales que nos rigen.
El Artículo 79° dice que: “El Gobierno organizará las cárceles,
colonias penales, penitenciarías, presidios y establecimientos
especiales donde deberán de cumplirse las detenciones preventivas y
las sanciones y medidas de seguridad privativas de la libertad, sobre
la base del trabajo como medio de regeneración, procurando la
industrialización de aquellos y el desarrollo del espíritu antre los
detenidos. Y el Artículo 81° establece que: “Todo reo privado de su
libertad y que no se encuentra enfermo o invalido, se ocupará en el
trabajo que se le asigne, de acurdo con los reglamentos interiores de
los establecimientos donde se encuentre.” Y se bonificarán días de
condena por días de trabajo.
Tanta belleza es sólo ilusión escrita. En principio, dentro de estos
establecimientos, el trabajo nunca es obligatorio, sino opcional y
condicionado, de donde resulta que solamente una parte de los
internos se dedica a un trabajo remunerador y otra parte, la mayor,
permanece sin hacer otra cosa que rumiar sus delitos, comunicarlos a
otros reclusos y buscar la forma de reincidir sin el peligro de una
detención.

190
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El Código ordena, al usar la palabra “pagarán”, en modo


imperativo, su vestido y alimentación con una parte de su
remuneración, pero esto no es más que otro adelanto teórico, porque
en realidad, cada recluso le cuesta al Estado una erogación cuantiosa,
distribuida entre alojamiento, vestido, vigilancia y alimentación de un
grupo importante de población económicamente improductivo. En el
mismo artículo, en el que se instruye el pago de su vestido y sustento,
se hace una distribución anti-matemática. Veámosla: el inciso I dice
que un 30% de la percepción del reo será para la reparación del daño,
en el II se establece un 30% para el sostenimiento de sus parientes;
en el III, se distribuye otro 30% para la constitución de su fondo de
ahorro y en el IV, un 10% para sus gastos menores. Al sumar 30 + 30
+ 30 + 10 = 100, resulta que no queda ni un centavo para pagar su
ropa y manutención, a no ser que, eufóricamente, se consideren estos
gastos como menores.
Del mencionado reglamento, ha sido excluido todo el Título
Sexto referido a los “delincuentes Menores” y los cuatro artículos de su
Capítulo Único, han sido derogados y en su lugar se ha proclamado un
reglamento especial para estos menores. Creemos que se ha obrado
mal, que correspondía modificar los artículos y expedir el reglamento
ajustado a su realidad y como complemento del Código Penal, del que
se han excluidos. No constituyen una parte separada del delito, sino
solamente una modalidad diferente de encarar los problemas
derivados de tan especiales delincuentes, aunque usemos el vocablo
“delincuentes” dedicados a los menores contra nuestra voluntad y sólo
para no desviarnos de una nomenclatura usual.

191
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Ya hemos hecho mención en otro lugar de las publicaciones


pornográficas o que lesionan la moral pública. Veamos ahora lo que al
respecto dice el Código, reproduciendo en su totalidad el Capítulo I, en
su Artículo 200: “Se aplicará prisión de seis meses a cinco años y
multa hasta de diez mil pesos:
“I.- Al que fabrique, reproduzca o publique libros, escritos,
imágenes u objetos obscenos y al que los exponga, distribuya a haga
circular.”
Que sepamos, nunca ha sido multado y menos encarcelado
ningún expendedor de revistas y es obvio que su venta y exposición
son visibles para todo el que se detenga ante cualquier puesto de
periódicos y revistas. Que se distribuyen a la vista de todos y con el
conocimiento de las autoridades y se imprimen en talleres tipográficos
de sobra conocidos. Este párrafo, de alguna manera queda ligado al
Artículo 201, que trata de la corrupción de menores y en el que se
ordena prisión similar a la anterior “…al que facilite o procure la
corrupción de un menor de dieciocho años.” ¡Todo comentario sale
sobrando!
El capítulo III, que se refiere a al lenocinio, tiene una falla de
base, a la que haremos comentario en el aparte referido a la
prostitución.
El abuso de autoridad que se legisla en el Capítulo II del Título
Décimo, es letra muerta una vez más. El inciso II se viola
constantemente por la práctica viciada de los agentes de la autoridad
que cotidianamente vejan e insultan no sólo a los delincuentes, sino a
todo aquel ciudadano que tiene la desgracia de caer, aunque sea
accidentalmente, bajo la mirada delos “judiciales”, quienes creen que

192
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

por el sólo hecho de serlo, se les autoriza a cometer delitos. No nos


detendremos más en este aparte, porque todos los incisos, sin
exclusión de ninguno, son violados permanentemente.
De acuerdo al Artículo 218°, el delito de cohecho, que implica a
ambas partes, al que recibe y al que otorga, se castiga con tres meses
a cinco años de prisión y multa hasta de dos mil pesos. ¡Hasta dos mil
pesos! Cualquier acción de esta clase dará para pagar la multa y,
generalmente, para otorgar una fianza y obtener la libertad.
Otro artículo que merece especial atención es el 255 que dice:
“Se aplicará sanción de dos a cinco años a quienes no se dediquen a
un trabajo honesto sin causa justificada y tenga malos antecedentes”
Es decir que del mismo testo se deduce que no existe vagancia
cuando ésta se ejecuta con causa justificada. Claro está que se
implica a quienes no trabajan por tener un impedimento físico o social,
pero… Conocemos el caso de un joven de veinte años quien, que, al
comentar en un reclusorio con un compañero, que se le había fijado
una fianza de cincuenta pesos por vagancia, su interlocutor le
preguntó por qué no la pagaba, a lo que nuestro personaje, dando una
muestra de su vagancia consuetudinaria, respondió: “¡Porque no vivo
seis meses en la calle con cincuenta pesos!” He aquí una
demostración de vagancia por causa justificada. El Código también
aquí merece una mayor atención en la redacción y un mejor estudio de
lo que puede entenderse por justificante de la vagancia. El presidio, en
cierta forma, fomenta el ocio.
El artículo 261 establece: “El delito de atentado contra el pudor
se castigará cuando se haya consumado”, y la multa por aplicar, en
este caso, es de cincuenta a mil pesos. Aquí se olvida, sin lugar a

193
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

dudas, que no solamente debe ser castigado el acto, sino la


intencionalidad, puesto que se trata de la violación de una norma que
no sólo es legal, sino moral. Además, en el catálogo de tipificación,
sólo se considera atentado al estupro y la violación, y se omiten las
publicaciones y los espectáculos populares que hacen un uso indebido
de la libertad que tienen para vivir. Desde el punto de vista
psiquiátrico, la lesión causada puede ser permanente en una persona
joven o menor de edad, aunque no haya sido consumado el delito
tipificado.
La calumnia, es temible arma cuando de ella hacen uso los
periodistas deshonestos bajo el amparo legal y lógico sobre la
discreción de sus fuentes de información, Mal frecuente y ampliamente
difundido en lo sociedad, tiene sentencias que van desde los seis
meses a los dos años de prisión y de dos a trescientos pesos de
multa. Resulta una débil respuesta legal ante el daño, muchas veces
irreparable, que se causa a un hombre, pena que, frente a la
minimización del delito, tácitamente queda autorizado por la ley.
El Título Vigésimo Primero, referido a la privación ilegal de la
libertad y de otras garantías, es otra de las normas rotas con
demasiada frecuencia, sobre todo por la llamada “policía industrial y
comercial”.
Ahora bien, al principio de este análisis sostuvimos la idea de
que el Código Penal y el Código de Procedimientos Penales resultaba
anticuado en muchos aspectos y que era obsoleto. Hasta el momento,
sólo nos hemos referido a algunas de las fallas en su redacción, y no
las hemos agotado, sino que únicamente ejemplificamos y la lenididad
que de ello se provoca. Su antigüedad se manifiesta en sí misma, ya

194
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

que data de hace muchos años. Cuando fue discutido y aprobado por
los legisladores, estos basaron el instrumento legal en los
conocimientos existentes entonces, conceptos únicamente jurídicos o
éticos. Su actualización urgente, es preciso hacerla sobre un
andamiaje científico, por los caminos que a los legisladores abran los
conocimientos actuales de la sociología, la psicología y la
criminalística; ciencias normativas para la legislación y la
jurisprudencia. Hay que considerar al hombre y sobre todo al
delincuente, como un ser sujeto a mal formación psicopáticas y a
presiones socio-económicas y actuar en consecuencia, haciendo una
revisión general y definitiva no solamente del aspecto idiomático,, sino
actualizando los códigos para hacerlos verdaderamente útiles en su
función. En su estado actual resultan vanos y nocivos sin una
consecuente revalorización para educarlos al mundo dinámico en el
que transcurrimos.
En el sexenio del Presidente Adolfo López Mateos se expidió el
Reglamento del Patronato de Reos Liberados, que desde su
publicación en el Diario Oficial, en mil novecientos sesenta y tres a la
fecha ha sido de utilización nula y de muy limitada aplicación, entre
otras razones, porque al otorgar la libertad a los internos, y durante su
reclusión, poco o nada se les hace saber respecto a la existencia del
Patronato, el que virtualmente, existe únicamente en el Distrito
Federal, olvidando a los exreclusos de otras entidades federativas.
Este Reglamento, en la letra, ofrece para el cumplimiento de su
existencia, servicio gratuito de colocaciones laborales, asistencia
económica, capacitación y adiestramiento técnico y profesional y
asistencia jurídica. Todo es letra muerta, buenas intenciones. Con

195
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

posteridad, en mil novecientos setenta y uno, el Presidente Luis


Echeverría Álvarez promulgó una ley complementaria del Reglamento
que establece las Normas Mínimas Sobre la Readaptación Social de
los Sentenciados, la cual ha recorrido la misma suerte, porque,
aunque este conjunto normativo establece la cooperación entre el
Distrito Federal y los Estados, al no cumplir su misión en la primera
entidad, menos se aplica mediante convenios con el resto del país.
Quizá la única Ley que funciona, no nos atrevemos a asegurar su
eficiencia, no por los ordenamientos mismos, sino por parte del
elemento humano encargado de llevarlo a la práctica, es la Ley que
crea los Consejos Tutelares Para Menores Infractores en el Distrito
Federal. Pero a juzgar por el aumento incontenible de la delincuencia
infantil y juvenil, resulta valedero pensar que también esta buena
intención ha fallado, con las consiguientes consecuencias negativas
para la sociedad.
Es nuestro intento un recorrido puramente superficial por el
camino de la codificación. Pero a su lectura en los códigos, la obscura
broza burocrática-legalista, se complementa con otra unidad venal y
ausente por costumbre en la justicia mexicana: La Ley de Defensoría
de Oficio, servicio que posee el Estado a disposición de los
delincuentes que carecen del efectivo para hacer que un profesional
haga su defensa, pero que ha servido de manutención de abogados
sin escrúpulos, que han convertido su misión, por la que el pueblo
paga para que le sirva, en un cómodo modo de vivir sin hacer nada. Y
es este caso especial, nos estamos refiriendo a lo que acontece en los
tribunales del Distrito Federal, en el que conocemos casos
verdaderamente patéticos por la negligencia e irresponsabilidad de los

196
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“defensores” de oficio. ¡Cuantas veces una sentencia se hubiera


evitado, si esos profesionales hubieran actuado a tiempo y con
atingencia!

d).- Civismo.

La calidad de la educación cívica de los hombres, varía de país a


país, dentro de una misma nación, de región a región y en la misma
región. Y dentro de una misma ciudad, hay diferentes status cívicos.
Pero todos los pueblos del mundo poseen una característica común; la
actitud permanentemente violatoria, de algo, pero dispuesta a
transgredir la ley o la norma que sea, la que mejor le venga en gana o
menos le acomoda. La línea de conducta con gesto hostil, de variable
cuántica pero de cualitividad general.
Suele afectar profundamente el funcionamiento del respeto a la
ley y de sus conocimientos, el nivel cultural; normas de amplia gama
desnaturalizadora. Habitualmente sucede que en los países con
menor índice de analfabetismo, el respeto a las leyes sea superior en
comparación con los pueblos analfabetas y dentro de contextos
diferenciados, los grupos intelectuales elitistas sobresalgan en sus
conocimientos de la materia, al promedio de los preparados hasta un
nivel que varía de acuerdo a las posibilidades del Estado para

197
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

proporcionar instrucción, formándose de esta manera nuevas clases


sociales sin títulos nobiliarios, pero más exigente en su selección y
más radicales en su segregación; clases intelectuales alta, mediana y
baja que no reconocen régimen político, raza o creencia religiosa.
El hombre es poseedor de diferente educación cívica individual,
a partir de su preparación cultural, que es diferenciada por la mayor o
menor facilidad general para adquirir conocimientos, situación ésta,
que no tiene ninguna relación, aunque sea de forma correlativa, con su
posibilidad económica. Podemos, generalizando, situar a los
individuos con alta cultura, casi siempre entre los económicamente
clasificados como “clase media” y es frecuente encontrar grandes
grupos poseedores de una cultura media o inferior entre los hombres
de “posición acomodada”. Este intercambio de categorías incluye a la
clase menos favorecida, cuando sus componentes consiguen adquirir
la preparación técnica o profesional que tienda a alejarlos de su
marginación económica. Derribado el fantasma de la desigualdad
intelectual entre razas y el más generalizado síntoma supersticioso de
la desigualdad entre ambos sexos, la preparación de ciudadanos
calificados es aumentada por la participación en las tareas de alto
nivel de todos los hombres y la cooperación inteligente de la mujer.
Este análisis recién se inicia cuando estamos a punto de
terminar y a modo de conclusiones para este ocurso, haremos una
exposición sucinta del cómo se afecta la sociedad por el nivel cultural
de sus miembros.
A nivel nacional, los países más desarrollados suelen tener una
clase culta más numerosa; su elite intelectual es reducida sólo en
forma proporcional y su conglomerado de baja cultura suele ser, así

198
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

mismo, reducido y un nivel medio cultural es el integrador de una


enorme mayoría de ciudadanos. La percepción de conocimientos
individuales nos muestra que las clases altas son menos cultas, como
grupo social, que la clase media, y que entre los pobres, suman
menos los indoctos que en la anterior. Los países en desarrollo varían
en sus proporciones y continuamente aumentan el número de seres
que tienen acceso a los conocimientos y menos los que carecen de
ellos, pudiéndose esperar que, al obtener un alto grado de desarrollo,
los ciudadanos preparados sea mayoría en las tres clases socio
económicas diferenciadas de las tres clases culturales. La realidad
más triste se presenta en los llamados países sub-desarrollados, en
los que es la clase poderosamente económica, es la única, aunque
muy reducida, que tiene acceso a una preparación adecuada. La clase
media es casi inexistente y los pobres son una abrumadora mayoría
analfabeta.
Un fenómeno curioso se hace presente: La diferencia de sexos
tiene características muy especiales. La mujer culta suele ser mejor
ciudadana que el varón de igual naturaleza. La cultura media tiene los
mejores ciudadanos entre los hombres y las mujeres, son, de hecho,
indiferentes a las cuestiones sociales y, en las clases desposeídas,
ambos sexos suelen ser igualmente indiferentes ante los fenómenos
socio-económicos, sumidos en su lucha por la obtención del alimento
insuficiente y de la habitación inadecuada. Es necesario no olvidar que
la actitud intelectual está en razón directa de los conocimientos
adquiridos y que la respuesta cívica compone la expresión de la
consciencia colectiva.

199
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La economía de los Estados, que permite una mayor o menor


difusión de programas educacionales dirigidos a exponer los derechos
y los deberes cívicos, influyen definitivamente en el conocimiento que
se tenga de la materia. La posesión de más o menos dinero no
afectará la observancia de la Ley y ésta seguirá violándose, aunque sí,
desde luego, la divulgación pueda transformar las estructuras
mentales, pero esta ventaja será siempre relativa. No es el más rico el
que mejor acata la ley, ni el pobre el violador más pertinaz. Y lo que se
aplica a los individuos tiene la misma opción para las comunidades y
las naciones. No perdamos el hilo. Estamos tratando de conocimientos
legales y de sus consecuencias y no de la observancia de los
postulados o de la trasgresión de ellos.
Un mejor conocimiento de la ley puede refrendarse en una
mayor disciplina, el desconocimiento suele derivar hacia el delito. Un
país desarrollado puede tener ciudadanos más respetuosos de la ley y
en un país sub-desarrollado podrá haber más ciudadanos que la
quebranten, por desconocerla. Nada de esto tiene mayor valor que el
de mera especulación teorética. La práctica nos enseña que en
algunos estados poderosos, el índice de delincuencia es mayor que en
otros con mayores problemas económicos, en los que es menor la
delincuencia; aunque estos fenómenos, al realizarse, sólo nos indican
que la regla, es la que debe de prevalecer y que las excepciones
suelen ser simples catalizadores.
El proceso personal es más complicado aún. Los que tienen el
dinero pueden conocer la ley, pero no respetarla y los que no lo tienen,
pueden, intuitivamente, ser honestos aún sin los conocimientos firmes
sobre las instituciones que les rigen. Como únicamente nos estamos

200
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

refiriendo al hecho cognoscitivo, simplemente podemos afirmar que


todos los ciudadanos son poseedores de una cultura cívica suficiente.
En este caso, solamente o para la aplicación de otras materias para el
esclarecimiento de los motivos del delito y podremos resumir que: Es
“posible” que a nivel estatal, la riqueza y la pobreza incidan en la
actitud de un pueblo para el respeto a las normas y, que en los
hombres, considerados como individuos, la posición económica no es
una determinante en el conocimiento y respeto a la ley.
La politización de un grupo humano influye fuertemente en el
hecho mismo del conocimiento, pero, parece ser que actúa en sentido
dextrógiro cuando se trata de normas políticas y en sentido y en
sentido extrógiro cuando se implican, con los procesos políticos, las
leyes de fuero común. También parece que una mayor adaptación del
pensamiento político, crea una ratio penal absolutoria del delito,
cuando este se comete, o por lo menos, cuando queda establecido en
las leyes penales o civiles, siempre y cuando estas omisiones se
encaminen al mantenimiento de ls procesos políticos, antinomia que
sirve para fundamentar la sinrazón del absurdo.
Una sociedad poseedora de consciencia política, que tiene su
origen en el conocimiento razonado de las leyes y, por consiguiente,
de las obligaciones y derechos inmanentes, deberá ser una sociedad
coherente y respetuosa de los derechos ajenos, al mismo tiempo que
defensora de los propios. Aunque la teoría se ve contradicha por la
realidad, precisamente en las colectividades altamente politizadas en
las que el delito es siempre más elaborado, su incidencia más
frecuente y su ejecución más sofisticada.

201
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

No podemos pedir que algunos sectores posean un alto sentido


de las funciones cívicas, cuando el ejemplo de las autoridades se
constituye en el violador de las normas por las que se pretende velar.
Su falta de autoridad moral desvalora su superioridad legal,
constituyéndose en un punto de apoyo falaz para la justificación de las
rupturas jurídicas de los ciudadanos. Este proceso vicioso adquiere
una fuerza cinética y en la espiral del proceso, su fuerza máxima se
manifiesta en el hampa, la que interpreta los valores cívicos no por
medio de una escala real, sino por la que le forjan los detentadores de
los poderes judicial y ejecutivo, quienes, con su actitud, modelan
actitudes y con su ejemplo abren caminos de irrespeto para las
instituciones. No cabe, ni remotamente, esperar que el sustrato
delictivo se rija por lo que nosotros no acatamos.
Consecuencia del planteamiento, es obvio que las relaciones
entre los gobernantes y los gobernados no resultan en un maridaje
ejemplar t, por el contrario, en estas relaciones se encuentra el
principal foco de divergencia, ampliado por las deficiencias
educacionales y conductitas que existen en las sociedades actuales;
por la incompatibilidad entre la realidad y la exigencia, por la
incapacidad normativa y la resistencia natural. Por el divorcio entre el
derecho y la justicia; por la ignorancia de la teoría y la banalidad
práctica.

G – Trabajo:
202
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Henos aquí que llegamos al final de un camino analítico y, si


bien, estamos convencidos que no han penetrado profundamente en
el meollo de la cuestión, si ha tenido la facultad de hacernos ver,
aunque sea un poco de lo que sucede en el ambiente al que
denominamos, para contar con una nomenclatura convencional, “bajo
mundo” o “hampa”. Este final se caracteriza por que con él termina el
estudio emprendido, sino más bien, porque uno de los elementos
fundamentales para la comprensión del problema, lo constituye la
forma de obtener los ingresos para subsistir. Ya hemos visto como los
efectos de los ambientes forman o deforman la personalidad del
individuo, influyéndolo, pero sin deformarlo. También estamos de
acuerdo en que el medio de trabajo y las oportunidades que para él se
tengan, pueden ser las causales de una actitud vital negativa.
Después veremos con detenimiento otros elementos factoriales, pero
este capítulo estaría incompleto si no se estudia el efecto que ejerce
sobre el hombre, en lo individual y sobre la sociedad en su conjunto,
el hecho de que los hombres tengan la posibilidad de trabajar, primero,
y de que esta labor se realice con gusto y sentido de cooperación
colectiva.
Para que cualquier ocupación tenga utilidad verdadera, es
necesario que se ejecute bajo el auspicio de una adecuada
preparación para ella, que se tenga el suficiente sentido de
responsabilidad para comprender que no solamente de ella se obtiene
una remuneración que nos permite vivir, sino que nuestro trabajo tiene
un efecto determinado en el contexto de la sociedad moderna y, por

203
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

último, que no se sienta la pesada obligación de desarrollarla, sino que


su desempeño se haga con gusto, con placer. Sólo entonces, y
únicamente así, el trabajo rendirá los frutos que de él se esperan.
Es necesario comprender, por otra parte, que las facetas del
trabajo deben ser estudiadas para poder enjuiciar en que proporción
se han obtenido logros que permitan obtener del trabajador un
resultado óptimo.
El proceso descriptivo de la situación del trabajador y de la
institución laboral, no pretende ser enfocada con relación a
condiciones políticas o ideológicas, sino mostrar la parte que tiene un
valor positivo en la conducta y la relación entre esta, como
consecuencia de una posibilidad, y la delincuencia de diferentes
regiones. El estudio tiene la necesidad de ampliarse a otros ámbitos
diferentes y nos ha parecido conveniente separar estas líneas
abarcando a países que son característicos de un sistema social que
influye determinantemente en la vida de sus ciudadanos y en índice de
criminalidad que afecta a estos países como consecuencia de la
actividad de sus habitantes. Es precisamente por eso, que hemos
creído conveniente aclarar que la comparación entre sistemas políticos
no tiene otra finalidad que la de enfrentar, desde el punto de vista
delictivo, a estas corrientes políticas y de ninguna manera la
comparación entre los sistemas propiamente dichos. Pensamos que,
indiferente a la cuestión socio-económica derivada de los sistemas, es
el hecho mismo de que dentro de ellos se perciben con claridad
síntomas que asemejan el comportamiento de los hombres en todas
partes. Nos es imposible, además, separarnos de preferencias
políticas, pero esto no significa en manera alguna, lo repetimos, un

204
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ataque a tal o cual sistema, ni la apología de cualquier otro que se le


contraponga. Las citas en que algún autor mencionado sea contraria a
él, no forzosamente lo compartimos y él seguirá siendo responsable
de sus palabras. Nosotros, en forma personal, creemos que todo
sistema socio-político tiene ventajas y desventajas y que cualquier
sistema económico que rija a algún país, tiene defectos y cualidades.

1).- Generalidades.

El espíritu nacionalista es, con mucho, la más fuerte de las


corrientes filosóficas o de pensamiento y quizá la más fuerte de las de
sentimiento que existe desde que el hombre tuvo noción de país o de
reino, comunidad separada y hasta de raza. Es una sombra pertinaz
en todos los pueblos, sin distingo de razas, civilizaciones, religiones o
grados de desarrollo económico. Toda tarea de desarrollo no está en la
posibilidad de separar la política del contexto de país, y todas las
características propias de un Estado o de una raza, son doblemente
problemáticas, pues tienen que estructurarse tanto en base a políticas
acordes con las exigencias nacionales, como las de un trato
deliberado encaminado a otros grupos humanos. Y en todo desarrollo,
los atributos individuales o de conjunto, van aparejados de manera
indisoluble los intereses políticos, los económicos y los culturales. Unir

205
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

estos intereses, sin confundirlos, son experiencias que marcan las


pautas a seguir al estructurar las leyes que deberán regir la conducta
de los ciudadanos. Comprender esta dualidad de función y aplicarla
debidamente, es lo que dificulta la labor del legislador. “La
comprensión y el conocimiento científico se basan totalmente en la
experiencia. También la vida intelectual y espiritual del hombre forman
parte de su experiencia. Pensar es, ya en sí, cierta clase de
experiencia, como lo son el sentir, el desear y, más particularmente, la
acción creadora. Para el derecho, todos estos tipos de experiencia
tienen importancia.”(81)
Los responsables de proporcionar sentido a las decisiones que
se piensan y se ponen en vigor mediante leyes, deben tener, en
principio, un gran “sentido de situación”, para armonizar los interese de
las partes contrapuestas en el desarrollo de cualquier relación laboral.
Toda empresa productora, sea de orden estatal o de dominio
particular, está sujeta a situaciones antagónicas que pueden echar a
rodar todo el proceso de institucionalización de derechos y
obligaciones. El patrono, si se trata de empresa privada, tiene el
derecho de obtener una ganancia al riesgo que implica el poner su
dinero al servicio de la colectividad; el trabajador tiene el derecho a
obtener no sólo una remuneración, sino un trato equitativo y humano
que den lugar a la satisfacción de sus anhelos de superación y
esparcimiento o descanso. La relación de obligaciones es obvia. En el
caso de las empresas estatales, la única variante es que todos los
hombre4s que laboran en ellas, sean del rango que sean, son
trabajadores; pero también estas empresas tiene el derecho al éxito
económico. Por eso, las leyes que regulan el trato entre ambas partes,

206
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

tienen que ser satisfactorias. “El sentido de situación por parte de los
jueces, legisladores y administradores será necesario en todo
momento; procedimientos cuidadosamente elaborados que hacen
posible la prudente ponderación de alternativas son los que ofrecen la
única manera de garantizar la masiva realización de todos los
derechos que una comunidad civilizada pueda reconocer como
merecedores de protección. A propósito, los jueces no siempre son los
más vigorosos guardianes de los derechos humanos.” (82) Simplemente,
son las leyes generadas con cautela y conocimiento las que permitirán
la no substracción de justicia. No los hombres. La Ley.
La planeación para el desarrollo de una estructura jurídica sana
en los países menos desarrollados y por consiguiente, en los cuales
se pueden evitar los vicios y defectos de los que han alcanzado un alto
grado de desarrollo, debe ser enfocada, consolidando, a partir de una
ley fundamental, todas aquellas conquistas regionales viables con
objeto de estructurar un sistema razonado, largamente pensado. “…
pensar es pensar en algo. Este algo es algo distinto del pensamiento
mismo. Pensar es, por lo tanto, estar seguro de algo objetivo, en lo
que estamos pensando…”(83) Conceptual las leyes partiendo de la
seguridad de que ellas serán aceptadas por todos, o por casi todos,
los ciudadanos; buscar equilibrio consecuente u no forzar situaciones
de aceptación obligada. Y los legisladores tienen que asesorarse de
especialistas, porque constantemente existe una lucha entre los
políticos y gobernantes pragmáticos y los teóricos con formación
académica, así, en lo personal, estos lo sean. Deben ser poseedores
de un extenso criterio y la elasticidad mental necesaria para incorporar
a las leyes todos los elementos en un todo cohesivo. Olvidarse de

207
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

resolver con “sentido común”, porque este sentido común en los


hombres comunes, ese sentido sano que se ocupa de las cosas de
una comunidad, suele ser, por lo demás, falible.
Hay que recordar continuamente que estamos tratando, cuanto
al trabajo se refiere. Que n sólo las concesiones más o menos
gratuitas las condiciones indispensables, sino que el factor
preponderante lo constituye la remuneración económica, el dinero que
del trabajo se obtiene. “…Las dádivas monetarias se convierten en
disputas sobre cuestiones de fe ideológica…” (84) y estas dificultan todo
acuerdo desapasionado. Se forman bandos y cada uno considerará a
su oponente “…como un violador intencional de los principios morales,
como una expresión de egoísmo o de superioridad de fuerza. La
inteligencia, que es el único mensajero de paz posible, habita en el
lejano país de la abstracción, o llega después de los
acontecimientos…(85), por eso, todo lo que se refiere a dinero en
efectivo, como pago salarial, deberá quedar implícito en la ley y no
dejar nunca la posibilidad de interpretaciones. Este es el conducto por
el que se llega a la inteligencia del acuerdo, por el que se camina en
oposición y, lo que es mucho más grave, es el incitador de los delitos,
ya sean del orden laboral o del fuero común. Que esto se rija en los
códigos como premisa indispensable, tanto al legislador como al
momento de llevarlos a efecto.
Nos hemos detenido un poco más de lo previsto en estas
consideraciones, precisamente porque este es el punto álgido en el
que se fusionan las conductas.

208
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

2).- Derecho.

El derecho es la cualitividad intencionada por la que es posible el


desarrollo armónico del devenir de los hombres. “…los derechos son
característicamente normativos en el sentido de que reflejan una
tensión entre lo que es y lo que debe ser.” (86) Son la condición
inevitable para conducir los asuntos de una colectividad por un camino
expedito y satisfactorio. Y es el sector laboral en el que con más
frecuencia se violan estos derechos, por ambas partes, pero su
violación tiene características de daño a la colectividad. Son un claro
indicio de desajuste entre sectores y no entre individuos; son una
manifestación de que se ha perdido la escala humana y se han
trastocado los valores. Es un orden faltante en forma total, ya sea
porque no exista una legislación adecuada, o el orden que se halla
incompletamente por mala administración de cualquiera de las partes
involucradas en él. “La cuestión del orden de clasificación de los
derechos se parece en algunos respecto al problema de cómo
equilibrar los derechos con otras consideraciones, tales como las
relativas a la seguridad… estos problemas son a menudo,
efectivamente, conflictos sobre que derecho ha de recibir la prelación.
Notablemente, en materia de seguridad, el derecho de protección, que
muchas veces se ha considerado como el derecho fundamental por
excelencia, viene afectando.”(87)
Los códigos penales en cualquier derecho que se elija, sea el
positivo o el natural, se basan en consideraciones de protección,
primero, a la colectividad y luego al individuo en particular, si bien,

209
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

suele parecer lo contrario. El derecho natural, fundamental para el


desarrollo comunitario, es, en cierta forma, como un derecho
complementario del Civil y Penal. Esta situación coloca al hombre en
posición desventajosa frente a la sociedad y de esta manera se falsea
la condición indispensable de la libertad y de la obligación; se olvida
que sin el individuo, la sociedad es imposible. Los atributos personales
son vistos con indiferencia y se considera que se tiene la obligación de
poseerlos, y la existencia de debilidades se toma en cuenta en forma
fundamental. Locke considera al “yo” como una propiedad de una
existencia espiritual, la que viene a manifestarse en su libertad y en la
propiedad que encierra todas las obras producto del hombre. “Libertad
significa ser libre para compartir con otros y la esfera de la
independencia no es primaria, sino un corolario de la participación de
la comunidad y en la contribución a la misma mediante la propia
creatividad.”(88) Pero el compartirla mediante la obra estrictamente
personal e independiente de cada uno; mediante la posibilidad de
hacerlo o no hacerlo, Si se compara la libertad, es porque la
participación beneficia a los demás y no daña al “yo”, y la negativa a
hacerlo, puede significarse por la posibilidad de daño a ambas partes.
Significa que la participación de la libertad individual es un concepto
de contenido ético, principalmente, y que no debe conllevar ninguna
intencionalidad maligna. Pero esta participación, que incluye una
obligación, es también la adquisición de un derecho a participar de la
libertad ajena. “…por lo tanto… la afirmación de mayores derechos
entraña la presunción de mayores responsabilidades.” (89)
Es en el derecho laboral en el que con mayor frecuencia se
tienen estas dos prerrogativas, frecuencia cotidiana de

210
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

responsabilidades para los dos participantes en una relación


constructiva en la que ninguno de los dos tiene mayores derechos que
el otro y, aunque de carácter diferente, los derechos son mutuos y la
no correspondencia a estos y la no aceptación de la contrapartida,
suelen involucrar la negación al progreso y al beneficio que ambos se
hacen. Aquí no se encuentra ningún indicio de relatividad, ambas
direcciones son definitivas y consecuentes. El delito es el producto de
su negación.

3).- Filosofía.

La filosofía del trabajo es, hasta cierto punto, una filosofía del
derecho. Está conectada en forma directa a él. Es una relación de
valores intrínsecos de orden óntico por su relación entre seres
vivientes y ontológicos en función de ser parte de un acto de
conocimiento y no epistemológico. Es, además, una interpretación de
derechos y obligaciones que se refieren a un objetivo intencional,
como el trabajo y la inversión en él, que consta de postulados que
confieren dignidad y cuya textura particular no admite excepciones ni
asperezas: Tiene que ser definitiva y decididora-
Penetrar en el contenido conceptual del trabajo, requiere de un
conocimiento especial de los modos del hombre, del significado de la
existencia y del compromiso de la postura desapasionada. Ha sido

211
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

uno de los temas que han tratado los filósofos de la antigüedad y la


trayectoria del pensamiento encuentra continuadores al través del
tiempo y a lo largo de la historia. Condición necesaria, es el equilibrio
entre valores y contingentes; precisa de la interpretación adecuada de
la intencionalidad dentro del terreno de la ética para justipreciar
subordinación del “yo” al “nosotros”, respetando siempre el “ustedes”.
Constituye el único camino posible para obtener resultados óptimos en
la adecuación de la conformidad entre el derecho a trabajar, la
obligación de hacerlo; entre la autoridad limitada y la sumisión digna.
Pero como no es nuestro intento estudiar un tratado de Filosofía
del Trabajo, sino objetivizar su importancia, aquí, de manera concreta,
haremos una descripción de los pensadores más distinguidos en ella y,
de pasada, algunas observaciones.
La historia del pensamiento ha marchado, y lo hace aún hoy día,
entre confusiones y malentendidos. De tumbos y con frecuencia cae
en el error. Pero en medio de esa jungla de opiniones contrarias, cada
filósofo consigue, siempre, vislumbrar verdades a las que se ajusta y
por las que inicia caminos de demostración. En todo el proceso
filosófico, el hombre y sus relaciones ineludibles con el pensar, son la
piedra fundamental para la comprensión de la razón de existir, del ser
y del comportamiento, parte fundamental de la búsqueda.
Partiendo de la división clásica del conocer filosófico, dividiremos
este ontología y gnososeología y dentro de las particularidades de
cada una, encontramos nuevas divisiones. Tratan de la religión, de la
ética, de la estética; la psicología y la sociología y como se podrá ver,
todas ellas están directamente encaminadas a la comprensión de la
actitud del ser humano. Entre todas ellas, una, la ética, es

212
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

fundamentalmente la ciencia de la conducta y se encamina a la acción


del ser humano, o dicho con otras palabras, a los valores. Y estos
valores son la base de la conducta, y en este campo. Todos los
filósofos han abordado el tema desde diversos puntos de vista. La
sociología es, en última instancia, el estudio de los fenómenos
connaturales al hombre como ser gregario y social por naturaleza. Y la
conducta comunitaria, tiene, en su base, la ética, y sus principios son
la comprensión de los valores éticos en su acción en el conjunto.
Cuando los pensadores han estudiado los valores correspondientes,
han entendido al hombre en sus múltiples manifestaciones, una de las
cuales, quizá la más importante, desde el punto de vista de que ella
parte gran cantidad de estructuras, es el trabajo, al que los seres
dedican, generalmente, la mayor parte de su tiempo.
Los filósofos, desde la antigüedad han preferido entrar al campo
de la elucubración pretendiendo explicar la conducta y sus
consecuencias. Pudiéramos afirmar que desde los presocráticos el
camino ha pretendido ser ético, pero la verdad es que los intentos de
esos pensadores tenían, como base, no interpretaciones filosóficas
éticas, sino que su ética era, principalmente, una actitud puramente
religiosa. Sin despegarse de ese continente, Sócrates, sin embargo,
examina ya la conducta de manera un tanto independiente de las
relaciones religiosas, aunque, debido a su formación, tiene que volver
repetidamente a esos principios. Platón, al poner en boca de su
maestro, su pensamiento, nos dice que esto fue así, pero en otras
obras, independientemente del pensamiento socrático, el engloba en
el pueblo, en la “polis”, su mensaje ético y desde ese momento
traduce el pensamiento del maestro a su pensamiento personal y lo

213
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

enfoca al comportamiento del pueblo y a sus relaciones con la


autoridad existente y al sistema de trabajo y de vida imperante. No
debemos olvidar que la esclavitud en Grecia era, no una actitud
censurable, sino legítima. Aristóteles realiza progresos incuestionables
en la relación del Estado y los súbditos y siente la problemática del
pensamiento contemporáneo, que afecta, hasta sin desearlo, a los
filósofos actuales. Su pensamiento es determinante. Inventó la lógica,
partiendo de la lógica platoniana, y la de estructura y forma definitiva.
El saber socrático es, inútil sería negarlo, el principio del que arrancan,
superándolo, Platón y Aristóteles. Con Platón parte la fundamentación
de la Teoría del Estado y de él vienen las virtudes que, incluso el
cristianismo, ha tomado para las virtudes cardinales y todas ellas son
valores éticos; la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. En
el terreno de la interpretación social, en la “República”, la moral tiene
un parangón y una norma que conforma la teoría de la constitución
civil, continuada en el tratado de “Las Leyes”.
En las “Leyes” más acusado que en la “República”, el sentido de
justicia está fundamentado en la relación de los hombres entre sí y su
relación con el Estado, y en la relación con las diferentes clases
sociales entre sí y con el conjunto social. Siendo las bases ideales de
comportamiento.
“La ética aristotélica es la ontología del hombre.” (90) Para él, la
consumación del ideal ético consiste en la relación del hombre con su
vida práctica, por ejemplo, el ejercicio de las funciones políticas. Es
necesario que la ética se ocupa verdaderamente de la vida. Su
filosofía consiste en una congruente valoración de los modos de ser
del hombre. La ocupación fundamental de Aristóteles es la política, a

214
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

kla que dedica una enorme parte de su producción, en la que


demuestra un conocimiento ejemplar de las cuestiones económicas.
De acuerdo con la ética aristotélica, toda actividad se debe de realizar
en función del “bien”, que es lo único que le da sentido a la actividad
humana, a la actividad social y a la actividad política. Parte de la
unidad, que se conserva hasta la actualidad, que es la familia;
continúa por el mando, es decir, por la relación amo-esclavo y de este
estadio llega a la aldea la reunión de éstas forman la ciudad,
característica suprema de la aspiración aristotélica. En la base de esta
estructura, la relación con los esclavos forma perfecta del trabajo no
intelectual, es la forma definitiva de la convivencia humana. Con la
llegada de los cínicos, las ciudades se poblaron de mendigos con
pretensiones de filósofos que frecuentemente caían en la
charlatanería. Este fenómeno lo hemos contemplado en la actualidad,
en la que individuos con aspiraciones de sabios y convicciones de
haraganes, a pretexto de un mal entendido “existencialismo” y en
algunos casos de “marxismo” mal cocinado, han usurpado la verdad
profunda que estos sistemas del pensamiento otorgan.
Con el sobrevenir del cristianismo se marca la división más
profunda en la historia de la filosofía y se abren caminos nuevos para
el pensamiento, aunque el cristianismo, sin que sea una filosofía, ya
que es una religión, si tiene una definitiva influencia en la metafísica y
modifica todos los supuestos anteriores. Es el cristiano el que es
diferente, el que cambia el “status” del hombre y. por consiguiente, es
otra la filosofía que se origina. Es el que da una nueva dimensión y
justifica la “existencia” del hombre y del mundo. Fueron muchos los
pensadores que marcaron hitos en el pensamiento universal dando

215
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

origen a la “patrística”, y de entre ellos podemos destacar a Clemente


de Alejandría, a San Atanasio, a San Basilio el Grande y a San
Ambrosio, para no hacer interminable esta enumeración. La Patrística
en el Siglo IV ha alcanzado plena madurez y el mundo antiguo llega,
por fin a su última etapa. Es en este momento cuando aparece en la
escena del pensamiento filosófico uno de los grandes pensadores que
la filosofía ha tenido: San Agustín. Toda la filosofía y la teología del
Medioevo, se llenan con la Escolástica y toda la filosofía de la historia
del pensamiento tiene el sello inconfundible que le imprimió. El
pensamiento cristiano y el pensamiento de la modernidad está
definitivamente influidos por el pensar de San Agustín. “La obra
máxima de San Agustín es la titulada ‘De Civitate Dei’, La Ciudad de
Dios. Es la primera filosofía de la Historia, y su inflijo ha perdurado
hasta Bossuet y Hegel”(91) Es la obra fundamental que constituye la
fuente principal de la metafísica que le siguió hasta nuestros días. En
los filósofos protestantes, por ejemplificar someramente, persiste el
pensamiento agustiniano hasta la fecha. Descartes, el filósofo
moderno, tiene la influencia profunda de San Agustín. Y es en esta
obra donde el africano, considerado como el último de los pensadores
antiguos y el primero de los filósofos modernos, adquiere el
preponderante lugar que ostenta en el pensamiento de todos los
filósofos desde entonces a la fecha. Su obra es la base de la que
arranca la institucionalización del Derecho Civil, cuerpo jurídico-
filosófico que regula los derechos y los deberes de todas las entidades
que participan en la vida productiva y hasta en la improductividad de
un país. La relación de trabajo es tocada de diversas maneras en la
magna obra y en alguna otra parte.

216
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La filosofía medioeval tiene que refugiarse en los conventos


debido a las condiciones sociales que imperan desde el Siglo IX.
Muchos son los filósofos que dedican su tiempo y su esfuerzo a la
continuación de la labor iniciada siglos atrás, en medio de las
invasiones normandas y de depredaciones de toda índole. Son los
benedictos los principales depositarios de todo el saber de los siglos.
San Anselmo es uno de los principales pensadores de esa aciaga
época e influye de diferentes maneras sobre Santo Tomás, Duns,
Escoto, Descartes y Leibniz. Kant, Hegel, Brentano, Catry, que son,
entre otros muchos, los que tienen su influencia en pro o en contra.
San Tomás de Aquino, el ilustre pensador cristiano, fue un
prolífico autor que adaptó el pensamiento aristotélico a la Escolástica a
dieciséis siglos de distancia y puede asegurarse que, aún teniendo un
inicio aristotélico, su obra difiere profundamente del pensamiento
griego. Aún así, su pensamiento filosófico se ajusta preferentemente al
aristotélico y define a la sociedad con fines dirigidos al individuo y no
convierte al hombre como un ente para el estado. Persigue la
cooperación entre gobierno y pueblo y estudia la relación del hombre
como tal en su relación con la sociedad y el estado. Su pensamiento
influye notablemente al pensamiento de su posteridad y llega hasta
nuestros días personificado en la obra de Jaques Maritain y el P.
Merechal, en nuestro tiempo.
La filosofía moderna, que se inicia con el Renacimiento tiene su
circunstancia en un mundo cambiante y en mutación permanente. El
pensamiento humanístico, anti-escolástico pero de un cristianismo
ortodoxo fuera de toda duda, tiene, en los tiempos que corren, su
mejor exponente en el filósofo español Luis Vives. Es imposible hacer

217
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

un recorrido, por superficial que se pretenda, por la totalidad de la


filosofía moderna, labor más propia de un historiador de la materia que
de una visión abarcadora —no en el sentido de “lo abracado” de
Jasper— como es la intención de estas notas. El pensador filosófico
se ve ampliado y compelido a nuevas perspectivas por los adelantos
científicos que, cada vez con mayor velocidad, precipitan nuevos
conocimientos de la naturaleza y separan algunas ciencias que se
consideraban como parte integrante de la filosofía constituyéndose en
ciencias independientes y particularizadoras de sus fines específicos,
pero que de ninguna manera separan indisolublemente el estudio del
todo científico filosófico de los objetivos utilitarios de la ciencia. Nicolás
Copérnico, Juan Kepler, Galileo Galilei e Isaac Newton son, aparte de
grandes representantes de la física, profundos pensadores en el saber
teorético. “El físico renuncia a saber las causas y se contenta con una
ecuación que le permita medir el curso de los fenómenos. Esta
renuncia fecundísima separa la física de lo que es otra cosa, por
ejemplo, la filosofía, y la constituye como ciencia ‘positiva’; así se
engendra la física moderna”(92) Los principios básicos de la ciencia que
no caen dentro de los dominios de ésta, corresponden a la filosofía.
Esta comprensión es fundamental.
Todo el pensamiento que viene desde el principio del
renacimiento tiene nuevos objetivos y nuevos caminos para llegar a
ellos, y todos encuentran una concepción del hombre que lo liga a su
relación con la sociedad y ésta con el estado, que difiere del
pensamiento anterior. Posiblemente es en los siglos XIX y XX en los
que los filósofos han tomado al hombre con su actual posición ante el
trabajo con más firmeza. Y algunos de ellos, como el alemán Karl Marx

218
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

—buen economista y pésimo filósofo— han hecho del centro de su


pensamiento al individuo como una parte de la actividad del mismo y
al servicio de la economía, invirtiendo la escala de valores y dando
lugar a una corriente contraria, que, curiosamente, también invierte los
valores; el utilitarismo, producto de los países capitalistas. Dentro de
este enorme conglomerado, destaca, por su anticipación, el francés
Jean Jaques Rousseau y su Discurso del Método. En este tiempo la
estructura social, la vida entera, desde los productos intelectuales
hasta los sociales y políticos adquieren una nueva fisonomía que se
acentúa con la llamada Ilustración y con la Revolución Francesa. Se
termina el feudalismo y nacen nuevas clases, se termina la esclavitud
y nace el trabajador independiente de escoger su camino libremente;
se pierde a Dios y ase deifican nuevos tótems.
Kant, el enorme Emmanuel Kant, pone los cimientos del
pensamiento idealista y fundamenta una nueva proposición sobre la
libertad del hombre y la ética kantiana tiene como cima el concepto del
“hombre moral”. Y este pensador culmina su interpretación con otro
filósofo alemán: Hegel. Este era, antes que pedagogo,
fundamentalmente, un filósofo. Da a lo humano una categoría hasta
ese momento desconocida. Hegel transforma lo ético en la eticidad, a
la que complementa con unidades de convivencia; la familia, la
sociedad y, por encima de ello, el estado. Pero también es el primer
filósofo que piensa que, quien debe ser castigado, se le castigue, y se
convierte el castigo al delincuente en un derecho que él se ha ganado,
a ser sujeto del derecho, castigándolo sí, pero considerado como
persona.

219
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En el devenir de este largo período, Comte se convierte, en


función de su filosofar, en el fundador de una nueva ciencia que ha
emancipado a la filosofía de un pensar diferente a sus fines; la
sociología, a la que primeramente denominó “física social”.
Y, por fin, el Siglo XIX, viene a consolidar el pensamiento del
hombre con una validez que se soslayó en muchas ocasiones o la que
no se le dio la importancia que en realidad tiene. La existencia del ser
humano como fundamento de todo conocimiento y como explicación
del porqué del todo que nos rodea y del que somos parte y que en
cierto sentido constituye el trasfondo que nos convierte en el sistema
regulador del pensamiento. Una interpretación diferente a la clásica de
que “el hombre es la medida del hombre”, en la que el hombre, el
existente, se convierte no en la medida del hombre, sino en la medida
comparativa de la validez de la existencia del hombre, de su obra y de
todo cuanto le rodea. De la doctrina misma. Ese filósofo lo fue Sören
Kierkegar, que piensa que la existencia da al hombre un carácter
concreto, temporal como ser humano, en constante devenir; en futuro
como producto del pasado y en un presente que no existe. Que se
encuentra situado en un modo de ser que llamamos existencia y que
se constituye en el cruce angustioso de lo temporal y lo eterno.

a).- Capitalismo.

Acudiendo a las definiciones actuales, aunque algunas


ocasiones resulten poco descriptivas y particularizadoras, y que peor
aún, pequen de demagógicas, dividiremos estas cortas notas en

220
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

apartes definidores, tales como “imperialismo”, “democracia” y


“socialismo”, aunque la primera se aplique indiscriminadamente a
cualquier régimen que no sea de nuestro agrado. Pero en fin, como de
alguna manera hay que enfocar el problema, lo haremos así,
solamente.

1.- IMPERIOS.

La definición histórica y formal del imperio en la sujeción vital al


régimen de un gobernante, que a su vez, lo es de un país en
particular. Este conjunto de entidades físicamente separadas y
reunidas bajo una bandera, que forman el imperio, agrupan a
entidades disímbolas entre sí, sin coherencia racial o nacional y
muchas veces sin unidad religiosa. Este sistema que se constituye en
doctrina basan la prosperidad y riqueza de una nación en la sumisión
de otras naciones, dominación por lo común, de origen militar. Como
en la actualidad, esta denominación tiende a manifestar la tendencia
de expander los mercados para los productos del país dominador a
otros estados que no poseen el mismo desarrollo, el vocablo tiene sólo
la virtud de denominar a un sistema comercial y no político,
estrictamente hablando. Es a este último sistema al que nos
referiremos en lo sucesivo..
La fundamentación del sistema es altamente personalista y la
dignidad del hombre se basa solamente en el éxito que se obtiene en
la explotación de los otros hombres, que, como son de nacionalidad
diferente, carece de importancia. Desde la antigüedad, “El Derecho
general a gobernar y la soberanía real eran, de acuerdo con Grecia,

221
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

propiedad de la civitas, o comunidad políticamente organizada


(estado), en tanto que la soberanía personal pertenecía, por lo común,
a la monarquía y, ocasionalmente, a una aristocracia y aún al
pueblo…”(93) esta circunstancia continúa vigente en el sentido estricto
de la palabra, aunque de hecho, políticamente, ya no existen imperios.
Cabe meditar esta afirmación, viendo lo que sucede ahora, en este
momento. Pero no se trata ya de imperios en el sentido del de
Alejandro o del Imperio español y aún del imperio inglés —que a pesar
de sus modalidades muy particulares— a la fecha es una realidad
viviente, pese a cierta libertad, restringida a normas my precisa, en el
“common”.
El resultado social de la desaparición de las entidade3s
imperialistas es nugatorio de la libertad de los pueblos que tienen la
necesidad de incorporarse a un sistema determinado para poder
subsistir y progresar. “Es verdad que la ética formal puede ser
interpretada en sentido individualista… El resultado práctico de esta
moral será una sociedad en que los individuos sólo se cuiden de
aumentar su fuerza… llegaremos por este camino a la guerra de cada
uno contra cada uno, que es el carácter distintivo, según Hobbes, del
Estado Natural.”(94) Esta realidad está patente en las relaciones
internacionales, la ola de terrorismo que asuela a los pueblos no
representa sino la confirmación de lo dicho.
La preparación para el trabajo es siempre mayor en el Estado
dominante y pocas oportunidades tienen de obtener cargos de
responsabilidad, los hombres que no sean parte, de alguna manera,
de los gobiernos imperantes en el país que tiene en el momento mayor
potencial guerrero y económico. Cuando un individuo sobresale en el

222
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

conjunto, es siempre absorbido por la “polis” del país imperialista y la


fuga de cerebros y de mano de obra en una corriente unilateral dirigida
hacia el país dominante.
Los salarios son la demostración más fehaciente de que los
pueblos dominados por el país político, militar y económico de un país
determinado, los hombres padecen de carencias económicas y
políticas. El trabajo es casi siempre ocupado en producir alimentos o
extraer materias primas que son enviadas al país central. La actividad
empresarial queda dominada por los “derechos de patente” y otras
formas más o menos sofisticadas de tecnología y educación que se
ponen en práctica para evitar el progreso y la liberación de esos
hombres. El Estado dominador produce, en cambio, bienes de capital
para uso propio y bienes de consumo, casi obligado, para los países
que se encuentran en el área de dominio de determinada moneda.
Cómo es muy poco lo que se puede agregar al respecto, por ser
materia de una obra diferente, nos queda por analizar rápidamente las
otras formas de economía política que rigen en los estados que en
teoría son libres en la actualidad.

2.- DEMOCRACIA.

La democracia, nació con origen participativo de carácter


exclusivista, dado que solamente los hombres libres podían tomar
parte en las decisiones de gobierno, y que estaban ausentes los
esclavos; tenía, ya entonces, clara noción de sus propias limitaciones.
No basta decir que “Toda sociedad es para los fines comunes…” (95)
sino que no han alcanzado las democracias, en su quimérica actitud

223
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de hacerla efectiva, y el fracaso proviene de la preparación teórica de


quienes la pretenden. “El pensamiento del mundo es, por lo general,
obra de profesores que piensan por deber, y no meramente por
derecho, y la cultura de las multitudes depende de la enseñanza
obligatoria más que de la libertad.”(96)
En los países democráticos, la democracia se entiende en muy
diferentes maneras, y la democracia suiza no se parece a la
norteamericana, ni a la mexicana a la canadiense, por ejemplo. Los
fines pretenden ser los mismos, desde el punto de vista teórico; pero
en la práctica suelen ser diferentes, no sólo en sus modalidades, sino
en los fines utilitarios inmediatos. Los pueblos la entienden a su
manera y los políticos a la suya. No hay una divulgación general que
permita que los ciudadanos de los diferentes países norman un criterio
uniforme del sentido en el que entiende la teoría y la forma de llevarla
a la práctica los gobernantes. La función de la información, una de las
más esenciales en la vida de un pueblo, se hace de un modo
irresponsable, y sin sanción para el error ni para el acierto, ni tampoco
para la mentira y la verdad.”(97) Los gobiernos suelen manipularla y con
el único objetivo de ganar en las elecciones y conservar el poder y a
este juego, suelen prestarse todos los partidos políticos. El pueblo, los
votantes, pueden creer que con su voto se van a llevar al poder a los
hombres más idóneos y convenientes, pero no cuenta con su
deficiente preparación para el logro de esas aspiraciones. Si en lo
individual, el elegir fines adecuados a los intereses personales es ya
de suyo un asunto difícil para la sociedad humana; más aún resulta lo
que representa el logro de los fines que se consideran como los más
convenientes para el bienestar general.

224
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Antes hemos dicho que la educación de las llamadas clases


bajas es tendenciosa, merced a un cambio de valores no positivo y
que ha invertido los cánones éticos, buscando los triunfos glamorosos
y el éxito económico sin importar la medida. En la teoría de los
economistas, Cloward y Ohlin, los objetivos se encaminan a
proporcionar a la juventud en esos estratos, solamente mayores
oportunidades que les alejen del delito colectivo y rebajar, aun que sea
en algo, la disolución social, pero a pesar de las apariencias, buscan
posiciones mejorándoles su posición económica con la finalidad de
obtener partidarios. Este fenómeno se encuentra más extendido en los
países subdesarrollados, en los que las masa son manejables con
facilidad, y se les pone como ejemplo a otros países más
desarrollados sin sentar las bases para que se entienda en que ha
consentido su desarrollo: “Los países poco desarrollados, al observar
la riqueza de Estados Unidos de Norteamérica, clama por la
industrialización rápida. Por desgracia, muchos de ellos no parecen
comprender que para eso hace falta algo más que fábricas,
herramientas y dinero para comprarlas. La productividad industrial se
erige sobre una base educativa, sobre normas moderadamente
adecuadas de salud y nutrición, sobre una actitud objetiva y activa
respecto a los problemas de la producción y sobre un conocimiento de
la aplicación práctica de la ciencia…” (98) Esto parece definitivamente
olvidado en la mayoría de los países en proceso de desarrollo, que
pretende solucionar sus problemas creando fuentes de trabajo sin
base sólida.
El “líder” de la democracia en el mundo, los Estados Unidos de
Norteamérica, tiene tantos problemas como los países pobres y

225
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

seguidores del patrón impuesto por ellos. Tienen problemas de


integración nacional, porque son un país formado por un número
indeterminado de minorías raciales. Tienen problemas con los
desempleados y la respuesta del “Black Power” no significa sino la
inconformidad de l pueblo de color integrado, en cierta forma, a la vida
pública y económica de ese país. “…el problema de la educación del
negro es ante todo un problema de oportunidades y servicios
iguales…”(99) que en esa democracia no se dan. Los políticos, los
directores de la industria y, sobre todo, los encargados de hacer
resaltar las condiciones suficientes para el bienestar de la población, la
han circunscrito a una pequeña esfera. “Cree el hombre de ciencia,
que aspira a influir en la conducta humana, que no tiene la
responsabilidad de averiguar cómo y por qué el mundo real se
comporta en la forma que lo hace, en lugar de limitarse a dictar
prédicas que rara vez son aceptadas.” (100) Cuantos discursos se dictan
en todas partes en lugar de hacer presión verdadera para mejorar la
situación de los desamparados.
Los guías espirituales. Los líderes obreros y los dirigentes
políticos hacen de las oportunidades que les brinda la democracia, una
democracia que nació para ser mejorada, un medio para obtener
beneficios propios, así obtengan algunos muy mezquinos para los
dirigidos. La democracia es una entidad dinámica como cualquier obra
humana. Se carecen de principios verdaderamente valederos y se
crean otros en su lugar, para favorecer partidos o individuos. Es
nuestra opinión que la formación de una real auto-consciencia
fundamentada en una personalidad ética, consiste en sumergir el ego
de cada hombre dirigente en la plenitud y con la energía que reclaman

226
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

las direcciones y las actividades morales que recorren el camino


público junto al Estado. Los violadores de la confianza son los
instigadores de la conducta delictiva. “La falta de hombres, donde
quiera que sea, en apreciar los derechos que poseen, o en conocer la
verdad acerca de los mismos, crean grandes obstáculos a su
observación forzosa.”(101) Se da así, lugar a actitudes antisociales, a
renuencia para acatar la ley. Consecuencia inmediata de la política, en
la que las desigualdades se remiten a la clase gobernante y a la clase
votante, se reproducen en los dominios de lo económico. Es una
situación semejante cuando las desigualdades tienen como base la
posesión de bienes materiales. En este caso, todas las
incomprensiones procedentes del orden económico son la fuente de
muchos puntos de vista equivocados.
Los políticos suelen corresponder a una clase especial: “…Hay
ciertos hombres ‘prácticos’ que combinan el pensamiento y el hábito y
que son efectivos. Piensan en lo que puede acarrearles ventajas y sus
hábitos corresponden a ello, dominan la situación real y fomentan la
rutina en los demás, así como también alientan aquellas ideas y
conocimientos que les mantienen lejos de las cuestiones reales. A esto
le llaman sostener las normas de lo ideal.” (102)
Son estas situaciones las que tornan inevitable el análisis
profundo del trabajo y el delito en la democracia. Los teóricos del
Estado, los ideólogos, son capaces de hacerlo, pero habrá que
preguntarles si desean hacerlo.
Los dirigentes sociales, en cualquier régimen social, se parecen
a los abogados inescrupulosos, que hacen milagros tergiversando los
artículos de los códigos para su beneficio, mientras que el sabio que

227
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

invierte toda su vida en una labor, producto de su genio, para hacer


más claros y accesibles los principios de una ley, puede nunca
encontrar un editor que le publique el producto de su trabajo, si no es
que sufraga los gastos de una edición de su peculio. “El Estado
deberá asumir un papel regulador, obligando a los traficantes de la
miseria a abandonar el marco de explotación de las mayorías
desprotegidas, cuyas demandas deberán ser recogidas y a pesar de
que no cuenten con los canales de expresión que tienen los sectores
acomodados.”(103)
En el momento actual, por debajo de los poderes, —ejecutivo,
legislativo y judicial— no existe otro poder que sea más eficaz que el
del dinero. Este poder corrompe a funcionarios e instituciones
completas sin que los gobiernos sean capaces de sostener una
autoridad y enfrentarse a los grupos de intereses que ejercen presión
en su administración, por todos lados. Porque, si para los gobernados
en cualquiera de las clases sociales, la idea del Estado Soberano es
una utopía sentimental y romántica, para los funcionarios del Estado
representa no un ideal, sino la fuente regular de sus ingresos. Ya para
sostener esta condición, cuentan con un grupo especial de
ciudadanos: La burocracia. Este conglomerado constituye en sí misma
una clase social especial, organizada en gremio con premisas y
objetivos y con tendencia al crecimiento desmesurado, crecimiento
que experimenta a expensas de los demás ciudadanos.
Económicamente, la burocracia es ineludiblemente parasitaria,
constituyendo un aumento inmediato del gasto público. Lo natural es
que los contribuyentes pretendan obtener los mayores servicios
públicos con el mínimo de impuestos. Y es de suponerse que los

228
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ciudadanos se opondrán siempre al aumento en el gasto público.


¿Pero qué pueden hacer en el caso de la burocracia? Nada,
absolutamente nada.
La legislación en la democracia pretende ser justa y equitativa.
Las leyes protegen a grandes masas de población y, casi siempre, el
derecho laboral, ocupa un primerísimo lugar. En el conjunto de la
política de las democracias constitucionales, el conjunto de las normas
legales está jerarquizada en fuentes de legislación, conjunto piramidal
que tiene su cima en las constituciones y las normas más bajas y más
inmediatas a la población, se constituye por las medidas policiacas o
por las autoridades nominadas en casos especiales. En la teoría, es
un constitucionalismo totalmente desarrollado, el Estado desaparece
de su exacto sentido y se disuelve en una enorme cantidad de
autoridades que se unen formalmente sólo por la constitución y que en
realidad, se unen porque la voluntad del pueblo así lo ha querido. La
preocupación formal por los derechos del hombre ha sostenido que la
formulación y la obligatoriedad es una preocupación básica de todas
las sociedades, tanto de los países del Oriente, como los no
socialistas mismos. Son los derechos del hombre lo que preconiza la
sociedad en todo el mundo. No es verdad que sean la bandera de los
enemigos de un orden establecido, o que los derechos que se asocian
directamente con la libertad sean necesariamente “comunistas”, —en
realidad Marx y Engels son de poca utilidad para los derechos
naturales— porque en el fondo son los derechos del hombre a vivir. Y
casi todos ellos se encuentran en alguna ley laboral o en alguna
referida directamente al trabajo.

229
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Los derechos del hombre, nacidos del derecho natural, son


simples, sin dificultad para expresarlos.
El derecho a la seguridad social, al trabajo, al descanso y a la
diversión; a la instrucción más allá de la mínima, a tener un nivel de
vida adecuado, a participar en la vida cultural de la comunidad y exigir
que en el ámbito internacional exista un orden que garantice estos y
otros derechos. Algunos de estos derechos tienen vigencia desde
hace mucho tiempo, no con carácter legal, sino como postulados del
derecho natural. Otros han venido a hacerse conscientes en el Siglo
XX.
La solución sistemática para los problemas económicos de los
trabajadores, consiste en el aumento periódico de salarios para buscar
el equilibrio entre los aumentos de los precios, el descenso del poder
adquisitivo de la moneda y las carencias sintomáticas, y ha sido el
arma para los líderes para mantener de su parte a los sindicatos. La
solución es de cualquier manera parcial, porque a todo aumento de
salarios, responde un nuevo aumento de costos de producción. “Un
aumento de ingresos no representa necesariamente un aumento en
bienestar o en satisfacción.”(104) En las sociedades de consumo, los
problemas que afectan a la población son las variantes en el equilibrio
de la economía. “Las inflaciones y las depresiones han sido los
problemas más serios de la sociedad industrial.” (105) En todas la
épocas, durante los períodos de desajuste, el índice de delincuencia
aumenta proporcionalmente a las dificultades que encuentran los
trabajadores para subvenir a sus necesidades.
Las decisiones de los gobernantes no siempre consiguen sus
objetivos, y los trabajadores peligran en sus unidades sociales. Para

230
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

mantener la unidad y la fuerza sindical, se ven precisados a aumentar


sus problemas obrero-patronales, y en consecuencia, se produce un
ambiente de inquietud que lejos de disminuir las derivaciones de los
desajustes, las aumentan, en función de un bienestar que ya no
pretende la tranquilidad general, sino la individual. “¿podemos confiar
en qué una sociedad individualista persiga su propio interés cuando
actúa a través de la competencia, de la inventiva del trabajo arduo, y
que deja de perseguirlo cuando se vale de combinaciones
monopolistas, restricciones, dádivas y privilegios especiales?” (106) No,
definitivamente. En los grandes momentos es en los que la unidad
resulta imprescindible. El caso de los Estados Unidos de Norteamérica
en la “Gran Depresión”: “El trabajo potencial seis millones de
desocupados se estuvo desaprovechando hasta que estos obtuvieron
empleo a consecuencia de la demanda bélica.” (107) En esos momentos,
el desempleo se ve aumentado con la inmigración campesina a las
grandes urbes. “…Así, los pobres de la ciudad se consolidan como
parte de la creciente población sobrante que no se inserta
funcionalmente en el sector moderno del ecosistema y por o cual es
percibida como una carga y problema socio-político en avanzado
estado de gestación.”(108) En estos sistemas se incrementa la
delincuencia y la sociedad se ve amenazada más allá de sus fuerzas
razonables y legítimamente se puede culpar a los dirigentes sindicales
y políticos de este fenómeno.

b).- Socialismos.

231
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El socialismo es una doctrina filosófica-económico-política, que


tiene su origen más remoto en Grecia, y tiene como objetivo la
colectivización de los bienes de producción e intercomercio y la
desaparición de las clases sociales. En su obra, Platón aboga por la
desaparición de la propiedad privada en aquel lejano tiempo, más
cerca de nuestros días, Tomás Moro y Campanella fueron precursores
del sistema y en el Siglo XIX, Proudhon y Fourier, entre otros, se
establecieron en el camino de la socialización y Sismondi y Rodbertus
fueron creadores de la teoría del socialismo de estado. Carl Marx crea
en definitiva el socialismo científico, y de él parten las dos corrientes
más aceptadas ahora; los partidarios de la revolución violenta y los
que buscan la reforma de la sociedad a base de modificaciones
paulatinas.
El fundamento de la doctrina filosófica que participa en el
socialismo, es el pensamiento hegeliano, pensador alemán cuyo
nombre completo era Georg Wilhelm Friedhich Hegel y quien, después
de estudiar hasta teología, para desembarazarse de la nube filosófico-
teológica siguió su filosofar en busca de que la ciencia y la filosofía se
confundieran, es decir, llegar al ideal de una filosofía científica, con
saber absoluto, obtenido mediante la evolución dialéctica de una
lógica racional. Es un saber que no admite como conocimiento ni
siquiera el error. Para él, el saber de Dios no es materia sino de duda y
el contenido resumido de su lógica es una exposición de Dios como es
en su esencia eterna, antes de la creación natural y de la existencia de
cualquier ser finito. Juzga que el derecho se basa en la idea de la
persona en cuanto ente racional, que es la forma elemental de las
relaciones entre los hombres. En su pensamiento, el Estado es la

232
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

patentización de la forma más acabada del espíritu objetivo y una


creación del razonamiento y su realización definitiva es la historia,
cuyos conceptos son vertidos en su obra “Lecciones Sobre Filosofía
de la Historia Universal”. Es un pensador sistemático y concreto. Es
idealista en su pensamiento y forma un cuerpo de doctrina del
idealismo bastante ajena a la de Kant, del que es discípulo y seguidor.
El socialismo ha dado origen a diferentes corrientes políticas que
se definen como socialistas y que difieren en sus principios y en sus
métodos. Desde el socialismo en su forma más acabada, como lo es
el marxismo-leninismo, se pasa por variantes más o menos afines y
que se aplican de acuerdo a circunstancias históricas o a realidades
sociales, tales como el socialismo polaco que tuvo que permitirse
variantes provocadas por el catolicismo del pueblo al que se rige;
religión que no pudo extirpar y que luego ha tenido que conservar; o el
socialismo yugoslavo, que vive de manera independiente a otros
socialismos y que tiene la iniciativa privada uno de sus sostenes; hasta
el sistema socialista que se practica en Suecia, en el que, al lado de
las reformas sociales basadas en el marxismo, se conserva en vigor la
propiedad privada y el país es gobernado por un rey. Como estado
contrario de la doctrina, se localizó el Nacional-Socialismo alemán, que
partiendo de Hegel y de Nietzsche, derivó a un estado político
dominante al que, en la actualidad conocemos como “fachismo”. Es
curioso observar como, los socialistas rusos o pro-rusos atacan
ferozmente —y con razón— a la doctrina hitleriana. Son los dos,
comunes en su origen, tienen en la realidad, un parentesco muy
cercano; diríamos que son primos hermanos.

233
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

El socialismo sueco es el más complejo, pero el mejor adaptado


a las circunstancias, entre los que existen. Es un sistema que tiene un
irrestricto apoyo a las clases laborales y de bajo nivel; un sistema que
ha respetado la inversión y la propiedad de los medios de producción,
pero a los cuales exige el exacto cumplimiento de los derechos del
trabajador. Es el socialismo de este país, el respeto a las libertades
humanas alcanza niveles de prototipo y es, en realidad, un sistema
implantando en el que, siendo ateo, como todos, no solamente respeta
la libertad religiosa, aún de las más pequeñas minorías, sino que hace
una bandera de la religión del pueblo y le proporciona un “status” casi
de religión nacional. A pesar de que en la Laponia los pastores de
ovejas vagan como antaño, estos lo hacen bajo la mirada atenta de las
autoridades; el trabajo de los lapones se legisla en forma organizada,
pese a las dificultades para hacerlo. Se podría pensar que esta
regularidad en el manejo del país proviene de su escasa población,
que apenas alcanza los siete millones de habitantes, o porque el
carácter del hombre de esa raza lo permite; pero en realidad, los
conflictos tienen el mismo carácter que en otros lugares. La existencia
de sindicatos libres, lejos de crear confusión en el manejo de los
asuntos de estado, los simplifica, aún en los momentos en que la
lucha entre la clase patronal y la obrera llegan a puntos que
pudiéramos llamar críticos. A pesar de todo, las cárceles tienen
personal detenido y los procesos se repiten todos los días en todos los
tribunales. Esto comprueba que el delincuente, aunque producto de un
socio-sistema, seguirá siendo materia de preocupación para los
sociólogos y para los gobernantes.

234
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Verdaderamente imposible resulta juzgar los acontecimientos en


Polonia y Yugoslavia, porque en estas naciones, la libertad de prensa,
de expresión, de reunión y de religión tienen matices casi absoluta. La
economía es estatal y la propiedad privada de los medios de
producción y comercio en alta escala, es del Estado. El gobierno es
ateo y sus directrices en la publicación de asuntos relacionados con la
religión están vedados, pero se permite el ejercicio religioso en forma
visible para conformar a los ciudadanos de otras libertades que les son
negadas. La difusión de las opiniones contrarias al pensamiento
estatal son consideradas como atentados contra el orden establecido y
se penan con cárcel, postergamientos, y otras penas infamantes. Es
difícil discernir entre los presos, de quienes lo son por el hecho de ser
delincuentes del orden común y quienes purgan sentencias por diferir
de la doctrina oficial. Y, como en toda represión, la posibilidad del
extranjero para penetrar en los arcanos criminalísticos, es nula.
Dos sistemas muy parecidos en su aplicación y en sus objetivos,
aunque antagónicos entre sí, son los socialismos chino y soviético.
Pero ambos tienen tanto en común, que el estudio de uno de ellos, el
más cercano y conocido, es suficiente para comprender los motivos
del otro; el ruso.
En gran parte, los problemas dentro de la Unión Soviética han
sido resueltos, por lo menos, en lo que puede conocerse; aunque
también es de sobra conocido que no se produce suficiente trigo para
cubrir las necesidades y que, en algunos otros renglones, la
producción ha sido siempre menor a la demanda; pero el pueblo se las
arregla y, en general. Puede decirse que su “status” es suficiente para
mantener la tranquilidad en el medio de la política.

235
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Cuando estábamos pasando en limpio estas notas, apareció en


los diarios de la Ciudad de México una nota fechada en Moscú y que
trasmitió la agencia periodística TAS, o sea, el órgano informativo de la
URSS, en la que daba cuenta de la sentencia que se había dictado en
contra de dos convictos. Se les sentenció a la pena de muerte por los
delitos de asalto, homicidio, asociación delictuosa. Es importante esa
nota porque, si se filtró al través de la enérgica censura rusa, es
porque en el país hay algo más que una noticia suelta y sin interés. En
la nota, importante por lo que significa, se dice que la averiguación al
respecto, dio con la pista de varias bandas de asaltantes que en el
interior del país habían cometido innumerables delitos en contra de la
seguridad pública. Esta nota pone de manifiesto que ni en los países
en los que el trabajo está al alcance de todos los ciudadanos y que,
además, es obligatorio, se escapa a algo que sabíamos sin
confirmación: Que los delitos en contra de la vida y de la propiedad
son materia diaria en Rusia. Es de suponerse que en los penales
soviéticos se encuentra una gran cantidad de delincuentes que no
encajan dentro de la disidencia o del delito político. Algo más: Se ha
protestado en contra de los trabajos forzados a los que se someten a
los presos, pero es de suponerse que bajo el régimen en el que
laborar es obligación primordial, si en las prisiones los detenidos no
tuvieran que hacerlo, todo el pueblo buscaría la manera de ser
condenado en un presidio para librase de la obligación que pesa sobre
el hombre. Concorde a esto, el poner a trabajar en forma más intensa
al presidiario, es solamente, al mismo tiempo que privarlo de la
libertad, hacerle sentir el peso de la ley y de la venganza social. No
puede considerarse que esta norma pueda considerarse en sí misma

236
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

como agresión a los derechos humanos y solamente es posible


considerarla como un retraso en la legislación.

3.- OPORTUNIDAD DE TRABAJO.

En el mundo contemporáneo, en el que la competencia es cada


día más fuerte y las oportunidades son más discutidas, el problema
que significa el desempleo y el hambre producidos por él;
desembocará fatalmente en un aumento de los actos criminales y en
la inseguridad que, como consecuencia, padecerá la sociedad entera.
Pero n o todo lo previsible tiene que ser negativo. Queda el recurso de
que al mismo tiempo que aumenta la población, se aumentan las
posibilidades de alimentarla, y que el trabajo se produzca en medida
superior a la demanda de él. Vamos a observar un poco de lo que
acontece a nuestro alrededor y a tomar en consideraciones algunas de
las opiniones en boga por el momento en materia tan necesaria para
el equilibrio de los hombres y de las instituciones.

a).- Demografía.

Es innegable que la población ha venido creciendo y lo seguirá


haciendo a velocidad vertiginosa y que este fenómeno ha alarmado a
los políticos, los economistas y los sociólogos. En función de esta
alarma en la que se teme que puede faltar el alimento necesario —y

237
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

que ya falta ahora— para sustentar a la cada vez mayor cantidad de


seres que necesitan subsistir, el problema es serio; pero, pese a la
deprimente realidad actual, no tiene un carácter insoluble, y la
problemática puede ser resuelta con la cooperación de todos los
técnicos en producción de alimentos y de los políticos que controlan a
esas fuentes.
El panorama laboral, que también ha alarmado a los dirigentes
sociales, tiene un carácter aún más precario que el de la alimentación
en forma directa. Faltan fuentes de trabajo, faltan empleos y faltan
oportunidades para todos. Cierta facilidad que el mundo tiene para
prepararse para el desempeño de una ocupación no hace sino volver
más conflictivo el problema, ya de suyo complicado.
Es posible que la alimentación inadecuada o insuficiente, sea
coadyuvante para aumentar el índice de actos ilícitos o francamente
delictivos, y al demorar o impedir el desarrollo armónico del niño, se
favorece la inestabilidad con sus consecuencias implícitas; como
abandono de estudios, actos vandálicos, etcétera, ya que la miseria,
en todos los ordenes, lo frustra en la necesidad de seguridad que
siente, y hace subsanar amabas mediante la consecución de dinero,
casa, ropa, etcétera, no deteniéndose ante nada y justificando sus
actos como una actitud vindicativa.
Este aspecto, fundamental en el proceso que seguirá en un
futuro inmediato, que ya no se hace esperar, sino que está a la vuelta
de la esquina, se ha enfrentado soslayando una importante parte del
todo, que si bien, no ha sido totalmente olvidado, no se la da la
importancia que tiene: El trabajo. En estas líneas nos ocuparemos del
todo y de sus consecuencias en el posible macro-mundo delictivo. No

238
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

estamos en la posibilidad de decir lo que la gente es capaz de hacer,


mientras no se le proporcionan los conocimientos necesarios y se le
indiquen las normas que le permitan conocer, fundadamente, lo que
tiene y debe hacer. El fenómeno no puede enfrentarse con buenos
deseos o solamente con conceptos éticos. Es indiscutible que la
bondad y las bases éticas son elementos no sólo necesarios, sino
indispensables, para ni los unos ni los otros puedan prestarnos un
servicio verdadero sin un conocimiento realista de las cosas.
Los números nos revelan que el crecimiento demográfico es del
orden del 2.8% anual, mientras que el crecimiento de la agricultura y la
producción de alimentos es de crecimiento inferior. En los países en
desarrollo estos números son: durante los últimos diez años, el
crecimiento en la producción de alimentos fue del 2.6% mientras que
en los diez años que van de mil novecientos sesenta a mil novecientos
setenta, el crecimiento del renglón fue del 2.9%, o lo que es lo mismo,
que muestra un crecimiento menor en los últimos años de lo que
aumentaba con antelación. El crecimiento demográfico den la América
Latina, según los censos últimos, ha sido del orden del 3.2%, lo que
significa que la población crece más rápidamente que la producción
alimentaria. Estos números parecen confirmar los pesimistas augurios
para el porvenir. No obstante, es necesario contemplar el panorama
desde otro punto de vista. En México, el maíz, producto básico hasta
el momento, en la alimentación del mexicano, tiene un rendimiento por
hectárea de 1.5 toneladas anuales en casi la totalidad del territorio.
Pero, y esto que sucede en en Bajío y en el Valle Alto de Toluca, debe
de servirnos de advertencia que el problema tiene solución. En la
primera de las regiones mencionadas, la producción maicera es de 6.0

239
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

toneladas por hectárea, lo que significa que en esta región se produce


cuatro veces más que el habitual. En la segunda de las regiones, la
producción del producto es ligeramente inferior a la del Bajío, pero
infinitamente superior al resto del país. Un último ejemplo en el mismo
producto, nos muestra que en el Estado de Veracruz se cosecha una
vez al año y que el rendimiento por hectárea es de 1.7 toneladas por
hectárea. Se está desperdiciando la potencialidad de la región, puesto
que, aunque no se pudiera incrementar el índice de rendimiento
agrícola, siempre sería posible realizar tres cosechas anuales.
Los ejemplos citados, tomados de algo que tenemos muy
cercano, han sido elegidos para demostrar que la posibilidad de un
hambruna mundial es el resultado directo de una mala política agrícola
en el mundo y que se están desperdiciando potencialidades que,
mediante una sana dirección, exenta de egoísmos y con la mirada
firme en la posibilidad de solución paulatina pero segura; los políticos y
los peritos en agrología, en agronomía, en ciencias pecuarias y en la
dirección de la política social del agro mundial; tienen la palabra: La
solución para alimentar al mundo creciente, está a la vista y que el
panorama no es tan desolador.
Lo mencionado más arriba no es ningún secreto. Todos los
implicados, conocen esta solución que se aplica, por lo pronto,
solamente en medida muy inferior a la que es posible usar para buscar
soluciones definitivas. De todo esto se deduce que se ha optado por
atacar sólo una parte del problema general. Se combate el rápido
crecimiento poblacional, que un factor importante, mediante el control
natal y en la producción de alimentos en el planeta mundo. Nos
asustamos con el ¡buuh! Conociendo que existen circunstancias que

240
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pueden, no solamente paliarlo, sino consolidar una debida


alimentación y eficiente nutrición de la población total.

b).- Empleo.

Un fenómeno alarmante es la mala dirección de la educación a


nivel profesional y de una deficiente conducción de los negocios en
todos los países, pero, sobre todo, en los que se encuentran en
proceso de desarrollo. El empleo.
Vamos a analizar por separado ambas circunstancias para ver
hasta que puntos inciden en una posibilidad de carencias y de que
estas encuentran su solución mediante el delito.
El incremento de estudiantes en las escuelas de altos niveles y
el aumento en el número de estas instituciones, ha traído como
consecuencia una mejor preparación para un mayor número de
hombres que en el futuro podrán contarse entre la elite de los que
tienen una profesión. Pero las directrices de esta corriente cultural, son
el desarrollo de nuevas licenciaturas, maestrías y doctorados,
olvidando que este aumento tan especializado, hace que empiece a
notarse la falta de individuos capacitados para el desempeño de
puestos de menor envergadura, pero igual o más necesarios para el
crecimiento armónico del comercio y de la industria, lo que significa
que se está afectando para el futuro el desarrollo equilibrado de las
naciones.
La deficiente distribución de los profesionales de alto nivel de
preparación, es otro camino de proporcionamiento distorsionado de las

241
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

soluciones reales. En la República Mexicana, el mayor número de los


médicos egresados en los últimos cuarenta años, se halla concentrado
en las grandes o medianas ciudades mientras que en el campo,
prácticamente se carece de la atención sanitaria debida. El caso de los
hombres que se dedican a litigar es todavía más apremiante, porque
abundan en los centros urbanos en exceso y faltan en donde falta,
pero con la agravante de que el número de ellos es superior al de las
necesidades y, parece abundar más, en el curso que tiene mayor
alumnado en las escuelas y estas son ya abundantes. Seguir
explicando cada profesión sería prolijo e inútil. El resultado inmediato
es que todos los que sobran, perciben ingresos menores a los que su
capacidad los hace acreedores o son miembros de un nutrido grupo
de sub-empleados, profesionistas sin clientela y con ocupaciones
eventuales o totalmente diferentes de aquellas para las que se
prepararon. Al respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo nos
hace saber que en la América Latina existen más de treinta y un millón
de personas que no tienen un trabajo de tiempo completo y esto
representa el 30% de la fuerza laboral del sub-continente.
He aquí que, de pronto, nos salta, casi sin quererlo, la otra parte
del problema planteado antes; la pobre y deficiente distribución de los
empleos en la iniciativa privada, la falta de una industrialización
planeada para que resulte efectiva y la mala administración de los
recursos humanos. Vamos a ver las tres facetas del mismo problema.
Existe, inútil es negarlo, una pésima distribución de los empleos
en todo el mundo en todo el mundo, ya que los puestos de
responsabilidad y, por lo mismo. Los mejor remunerados, no se los
entregan a los hombres más capacitados, sino que se colocan en ellos

242
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

a los amigos o a los amigos de los amigos, así no están capacitados ni


para firmar con sus nombres propios. “En la base de todas las demás
deficiencias de la visión del predicador de economía se encuentra la
incomprensión de las motivaciones humanas.” (109) El hombre tiene
entre sus primeras necesidades, la de ser comprendido; y esta
comprensión tiene un motor necesario en la utilización correcta de sus
capacidades. Cuando éstas no son empleadas justamente, cuando se
margina al ser preparado, sustituyendo su potencial por la amistad
defectiva, se procrea una situación de inconformidad creciente. Si a la
mala distribución de los empleos, agregamos una creciente
automatización de los procesos laborales, encontramos un camino
equivocado, en el que es inútil la industrialización, si no se realiza con
la mira de proporcionar una salida decorosa a los anhelos del hombre
y solamente se piensa en el propio beneficio. “En consecuencia, no
podemos esperar que el sólo proceso de industrialización absorba la
marginalidad social generada por la desintegración de la antigua
sociedad”(110)
Es un camino difícil obtener la actualización de una mentalidad
que equilibre las nuevas concepciones en todos sentidos, las
condiciones que amenazan, de manera muy particular, el sector
laboral. Y si se limitan las posibilidades, en vez de aumentar, para el
individuo; la incidencia delictiva será mayor en razón directa a la
incapacidad de proporcionarse, el hombre, los satisfactores más
indispensables. La angustia desarrollada en esas circunstancias
desembarcará irremediablemente en el camino de la ilegalidad. No
estamos hablando solamente del campo laboral en determinados
países, sino que la generalización se extiende a todos en los que. La

243
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

depuración motivada por la escases o ausencia total de oportunidades


de trabajo, conducirá a una pobreza cada vez más aguda. “Así, el
lumpen proletariado descrito en la literatura narrativa como formando
un sub-mundo de vagancia, de aislamiento, de soledad y de miseria,
era y es parte de esa marginalidad producida tanto por razones y
motivaciones psicológicas individuales, como por procesos de
reducción temporal del mercado de trabajo…” (111) La disminución de
elementos capaces de satisfacer, ya no las necesidades ficticias, tan
propias de los mercados de consumo, sino hasta las emanadas de lo
más ingente y personal; afectará en forma más notable y aguda a los
países socialistas, en los que “El supremo ideal es el bienestar: La
mayor felicidad del mayor número”. Los socialistas han hecho suya la
fórmula de los utilitarios burgueses.” (112) Y en consecuencia les afecta
por partida doble, en función de que se supone que el estatus
socialista constituye la solución definitiva de la problemática socio-
económica. Si se desea evitar en otros lugares fracasos semejantes.
“…antes de que los partidos socialistas se decidan a convertirse en
campeones de la justicia, necesitan revisar sus tablas de valores”. (113)
La problemática presente no solamente es la consecuencia de
viejas situaciones, sino que las modificaciones derivadas de los
nuevos cánones socialistas, han invalidado, por lo menos
parcialmente, los conductos que pasaron a una semi-obsoletitud sin
que, verdaderamente, haya sido demasiada la bondad del nuevo
sistema. El fracaso de muchos de los postulado invalidantes ha
demostrado que estos, a su vez, han quedado nulificados por la
experiencia. Si la democracia es inoperante, no lo es menos la
propuesta y fallida “Dictadura del Proletariado””. Hablemos de

244
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

democracia o de dictadura, de cualquier color, ha quedado


perfectamente objetivizado que: “…un estado basado en la suprema
autonomía de los gobernantes… acabaría inevitablemente por
destruirse así mismo…”(114) lo que ha acontecido un centenar de veces
en el curso del presente siglo y a lo largo de la historia de la
humanidad.
Las consecuencias de las fallas que debilitaron el andamiaje
sobre el que se pretendía fabricar un orden nuevo, ha revertido en un
insensible aumento de la delincuencia, de esa que comete actos del
fuero común y de la que, motivada por razones socio-económicas,
agrede al estado, a la sociedad y al hombre, actuando ilegalmente en
materia del dominio general. En las democracias ya existían leyes que
la combatían, pero en los países socialistas, en los que se suponía
que no debería de aparecer, “…se han desarrollado un extenso
derecho penal a fin de mantener a raya a los enemigos del orden
establecido.”(115) Por que los delincuentes encausan sus acciones no
sólo en contra de lo9s códigos vigentes en materia penal, sino
procediendo al campo ideológico y creando nuevas situaciones
conflictivas. El derecho dentro de “…el marxismo ortodoxo no acepta
la solución democrática del problema de la libertad…” y carece, en
consecuencia, —no carecía hasta hace poco tiempo— de una
codificación adecuada y al crearse esta, tuvo, necesariamente, que
desenvolverse no sólo en contra de la delincuencia endémica y
vegetativa al amparo de leyes creadas para garantizar una relativa
libertad democrática; sino también englobar los delitos políticos y
exagerar el orden establecido de represión, en la búsqueda de evitar
no únicamente la delincuencia, sino también las exigencias libertarias

245
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

inmanentes al espíritu del hombre. “El no permitir creer lo que uno


cree, el no participar en la elección de los gobernantes propios, el no
ser activo en la esfera en que uno podría producir y crear de nuevo
—cada una de estas privaciones es fácilmente reconocida como
deshumanizante— no quiere decir que esto las invalide…” (116) La
aspiración legítima es eterna.
La incorporación del derecho en la vida del ciudadano, entendido
este derecho como la condición bilateral de deberes y obligaciones,
que ha permitido el desarrollo armónico de la sociedad, incluye las
diversas disciplinas del cuerpo legal que rige a una determinada
secuela del derecho y un modo de jurisprudencia. A lo largo del
tiempo, a partir de la codificación romana, creadora del Derecho
Romano en la Edad Media y del derecho Civil, que arranca con San
Agustín, la investigación de los medios de perfeccionamiento ha sido
la tarea más fecunda de muchos filósofos, quienes, hasta sin
pretenderlo acaso, profundizaron en las razones de la Filosofía del
Derecho, creando nuevas plataformas y ensanchando viejos caminos.
Es innegable que el Derecho Obrero ha sido la preocupación del
quehacer fundamental de los marxistas, “…gracias al empuje marxista
el estudio y la comprensión de los orígenes del derecho ganaron
mucho, por lo que se refiere a la apreciación realista de las pruebas
científicas”(117) tornando las teorías en hechos prácticos, produciendo
avances impresionantes en el proceso normativo que ha sido, en el
largo devenir de la humanidad, concepto de derecho, como un medio
para defender a los débiles, pero usado con interpretación contraria, a
la que da lugar el inevitable sentido semántico de la ley, sirve como un
medio para la explotación del hombre. Pero “pretender que estos

246
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

derechos se consideran invenciones comunistas es históricamente


falso y filosófica y legalmente falto de vigor. El Derecho al Trabajo se
retrotrae a la Revolución Francesa.”(118)
La moral social no solamente se encuentra ejecutada en el
campo de las relaciones ilegales, sino, fundamentalmente, en el
camino del trabajo; al que, si hay que ejecutarlo, es inmoral que no
todos lo realicen. Estas relaciones, rígidas y vigiladas por las
diferentes corrientes político-sociales, la marcha de los derechos y la
justicia, están muy lejos de ser comunistas y constituyen la defensa
del hombre sin poder, sin más poder que el del derecho, frente a los
hombres con el poder, que lo detentan con frecuencia, sin merecerlo.
Esta lucha fue aprovechada con frutos por la revolución socialista que
“…reclamó aquello que era la condición de libertad para quienes no
poseían propiedad alguna y que… vivían en continua dependencia de
quienes la poseían.”(119) por la voz de Carlos Marx y de quienes lo
siguieron sin detenerse a considerar que su guía era “…mucho más un
agitador que un gran pensador y de que, Marx, como buen judío,
estaba dotado de mayor poder de voluntad que de libertad de
inteligencia.”(120) y pusieron las bases de su pensamiento y de la
filosofía metafísica hegeliana como los principios de la interpretación
histórica del derecho y no el derecho como la historia de la
interpretación. Los análisis socialistas de los conceptos de Ley y
estado son una importantísima aportación a la Filosofía del derecho,
sin perder de vista su particular posición. Pero los avances teoréticos
permitieron la visualización de nuevas razones de derecho, las leyes,
por el contrario, fueron prostituidas en perjuicio de los que las acatan y
en beneficio de los aplicadores. “…existen leyes justas en las que,

247
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

además del conflicto de intereses, la voluntad y la comprensión de los


ciudadanos con sentido de comunidad han producido una síntesis
´más elevada´. Por otra parte, existen muchas leyes que son injustas,
o leyes que son neutrales en relación con la justicia, por que no son
sino un compuesto de intereses.”(121) En el curso de la interpretación y
la aplicación de las leyes, toda nación conceptual de derecho y
gobierno, en el contexto del materialismo dialéctico, se trastocan en
sólo un positivismo superficial.
Suponemos que, al igual que en las democracias, la función
primordial del orden público dirigido por el Soviet, deberá consistir en
proporcionar las condiciones materiales para la realización humana de
sus derechos: “La Constitución Soviética sirve como instrumento el
más importante de salvaguardar de los derechos a los ciudadanos
contra cualquier usurpación por parte de los organismos individuales
del estado, de funcionarios o de ciudadanos.” (122) aunque
circunstancialmente, la incorporación y la adopción de lo0s derechos
en las ‘Constituciones’ de los estados comunistas, vienen a formar
parte de un tinglado cuyo objetivo es la de proporcionar una aparador
de principios objetivables pero sin aplicación real.
La conurbación de las zonas fronterizas, es un ejemplo de la
conurbación y de sus resultados de las áreas de influencia diversas
dentro de las ciudades y en los barrios, proceso afín a todas las
naciones, sea cual sea su bandera política o social. Las razones de la
delincuencia son las mismas para todos y sólo hay diferencias en los
´modos’. Tendremos que contentarnos, por ahora, con los datos
dispersos que se escapan de los estados socialistas, pero que nos
confirman, así sean de escasos, de que la marginalidad social y

248
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

económica no es obligatoriamente la única fuente de delincuencia,


porque en esos países, esta marginalidad es virtualmente inexistente,
siempre, claro está, dentro de los límites que imponen los
conocimientos, las oportunidades y las posibilidades. Habrá que
aceptar que la transculturación que se produce en los países
capitalistas, con movimientos de signo positivo o negativo, se efectúan
de la misma manera en todas partes. Esta transculturación de los
ambientes de menores capacidades, es de signo contrario cuando es
el medio de menor capacidad el que se inmersa en el otro,
desculturalizándolo. Este fenómeno es claramente visible en la
actualidad, en lo idiomático, cuando escuchamos a los individuos de
preparación superior, usar de la misma germanía de la que se hace
uso en los medios del hampa. Aquí se ha producido una
desculturización de la que somos conscientes. Otra diferente, pero de
mayor importancia y consecuencias, es la transculturación negativa,
en el orden moral, que ha destruido los principios éticos t en la que
todo hombre tiende a actuar como0 bandolero más en la quiebra de
valores que anonada a la humanidad en el momento actual.
Poco queda por decir en estas primeras generalizaciones, salvo
que se omiten, en el contexto legal y ético, algunos elementos
coadyuvantes de la desintegración. El camino que nos queda por
delante es arduo, pero inevitable. Si en verdad queremos entender la
motivación de los hombres en su convivir, y la solución de la contra-
partida social que le corresponde vivir al que se ubica fuera de la
legalidad.

249
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

H – Facetas diferenciales:

Bajo el rubro enunciado, pretendemos englobar una serie de


ideas que son confusas en este momento. Existen tantas formas de
delinquir como espíritus dispuestos a burlar las normas sobre la tierra.
Cada cual tiene en su mente una forma diferente para efectuar los
ilícitos, pero en el fondo, estos, remitidos e su esencia, se limitan a
dos tipificaciones características; el daño patrimonial y el daño físico.
Pretendemos ampliar esta idea, en lo posible. Dentro de este simple
esquema, es imposible describir todas las variantes que existen para
la comisión de un delito, el que, salvo contadas ocasiones, se
estructura con características sencillas y definidas. La mayor parte de
las veces se implican en un solo acto dos o tres modos y con
frecuencia, dos o tres delitos y, suelen confundirse en un hecho las
dos formas básicas del delito. No es nuestra intención realizar un
catálogo de hechos delictuosos y mucho menos, analizar
características peculiares de cada uno. En cambio, pensamos que con
los ejemplos que se propondrán a continuación será posible hacer
conocibles algunas de las particularidades de ellos, sin agotar un tema
tan extenso. Intentemos demostrar como y porqué se mezclan
diversos mecanismos en la actuación del delincuente. Sus
motivaciones socio-económicas, sus mecanismos psíquicos y las
relaciones entre diferentes situaciones fácilmente confundibles. El
robo, en su forma más común, el acto de substraer bienes de manera
subrepticia y con la relativa seguridad del ladrón; el asalto a mano

250
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

armada, con la correspondiente posibilidad de que el delincuente


pueda exponer su vida y el peligro de que la víctima tenga que ser
lesionada; el homicidio, cuando este tiene las características delictivas
no pasionales o accidentales, sino su cualificación más típica, serán
los elementos constitutivos de la primera fase. Y en todos los
ejemplos, se ampliarán las consideraciones que permitan ver las
complicaciones eventuales que les son posibles. En la segunda, que
hemos denominado “ladrones de pluma fuente” —expresión que no es
de nuestra cosecha, sino que procede de el ‘calo’ y que es claramente
explicativa de una situación, y que emplea el hampa para referirse a
los defraudadores y a los que cometen el delito de abuso de
confianza, estudiaremos algunas características especiales de esta
actividad, dado que en ella se suceden hombres que no siempre
pertenecen al medio del hampa; los delincuentes seniles constituyen el
sector más devaluado de ese sub-mundo y con frecuencia se les
excluye del mismo, minimizando, perdonando o soslayando las
actividades de los individuos que, por tener una avanzada edad,
cometen ilicitudes y, finalmente, la prostitución: Esa importantísima
forma del delito, en la que se conjugan, en algún momento, todas las
demás; tiene una parte importante en esta descripción. Es frecuente
omitir de él, a verdaderas prostitutas y acuse a quienes no lo son,
estrictamente. Veremos el por qué. Se conjuga en la prostitución la
ilegalidad, la evasión de impuestos, la insanidad; el alcoholismo, la
trata de blancas y el tráfico de drogas. En este medio se producen los
actos más sublimes y los más abyectos, uno al lado del otro y, en su
momento, veremos como acontece este ambiente, en la delincuencia,

251
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

en la política y en el arte y, en general, en la historia de toda la


humanidad

1.- Robo.

Estrictu-sensu, el robo es una actividad antisocial producida por


un individuo que no espera a que la satisfacción de sus deseos
provengan del trabajo, demuestra en quien los realiza, un grado más o
menos agudo de inmadurez afectiva y dentro de sus designios
pervertidos, suele tener una dirección de venganza y reivindicación por
frustraciones procedentes de la infancia. Ya hemos hablado de esto
con anterioridad y en su debido lugar volveremos a abordar esta
materia. Ciertos estudios han podido demostrar que los robos se
inician hurtando objetos de seres queridos, como si existiera un deseo
no confesado de conservar, sino afecto, por lo menos una parte de la
persona despojada. En estos trabajos, se encuentran algunos casos
de pequeños en que lo robado lo comparten con sus camaradas,
como si mediante este subterfugio pretendieran obtener el
reconocimiento y el afecto que les ha faltado y no falta quienes afirman
que estos pequeños robos tienen su origen patológico. No podemos
negar que lo afirmado por los tratadistas tienen bases sólidas, pero no
son los suficientemente fuertes para producir por sí solas esta actitud.
En el contenido del psiquismo del ladrón, existen, como ya también lo
hemos dicho, y como lo estudiaremos más adelante, la influencia y el
modus del medio en el que se ha desarrollado el niño, convertido
posteriormente en adulto-ladrón.

252
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Independiente de los motivos iniciales, que no son materia de


este parágrafo, existen los motores socio-económicos que conforman
una actitud y un modo de vida que, con una base genérica, tiene
infinitas modalidades. Tratar de explicar éstas es el objeto de estas
líneas.
En principio, debemos de entender que el “robo” es una
especialidad que se desarrolla en forma particular de acuerdo a la
constitución física del ladrón, a sus facultades de observación, al
desarrollo que haya obtenido en compañía de otros individuos más
avezados que le sirvieron de instructores y hasta de sus gustos muy
particulares.
Sin la pretensión de agotar todas las especialidades, podemos
referir algunas de ellas, como los que utilizan la “cruceta” para abrir
cerraduras o los “espaderos” que las abren con procedimientos
diferentes; o los que, para el mismo objeto usan llaves falsas,
conocidos como “chorleros” o “chicharroneros”. Los “carteristas” o
“mete-mano”, definiciones que no necesitan de explicación, y en el
medio tienen otros modos de ser conocidos, de acuerdo a la técnica
empleada para cometer sus fechorías, forman una clase especial. Los
“cristaleros” y los “coscorroneros” usan de técnicas diferentes. A esta
pequeña lista de “especialidades” se suman una gran cantidad de
diferentes maneras de efectuar los robos.
Pero los mencionados y los omitidos, todos ellos, tienen una
forma común que les presta su carácter especial: todos los delitos que
se cometen por medio de cualquiera de los procedimientos, todos,
tienden a evitar, en lo posible, el enfrentamiento directo con la víctima
y, mucho menos, aceptan la condición de lesionar o matar al objeto de

253
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

su actividad. No es que tengan valores morales que respetar, lo que


resuelta obvio, sino que, no es lo mismo ser procesado por robo —en
el caso de ser descubiertos y aprehendidos— que por lesiones o por
homicidio. También es circunstancial la existencia de miedo al
enfrentamiento, en el que podrán ser lesionados o muertos.
Generalmente este tipo de delincuente es de complexión más o menos
delicada y pocas veces puede considerarse atletas o poco menos.
Esta condicionante, aunada a las motivaciones a que hemos hecho
referencia, condicionan al ladrón para el desempeño de una manera
especial de realizar sus hurtos.
Es peculiar la actitud del “ratero” que penetra en las casas-
habitación cuando éstas se encuentran solas por haber salido sus
moradores, la que es similar cuando penetran a los locales
comerciales cerrados y sin vigilancia. Serían objeto de risa, de no ser
trágicas por lo que representan, las anécdotas de que han sido
personajes principales los ladrones de esta calaña. Un ladrón que ha
penetrado en varios departamentos de un edificio y, habiendo
comenzado por el de más abajo, dejó para el último momento el del
piso más alto. Llevaba consigo un costal que contenía objetos robados
en su recorrido y, al abrir la puerta del supuestamente abandonado
departamento, se encontró con un “mazacuate” o especie de boa
inofensiva para los humanos, que lo contemplaba curiosa, enroscada
sobre sí misma frente a la entrada. La reacción del raterillo fue la de
iniciar una loca carrera escaleras abajo, pidiendo auxilio a gritos y
dejando abandonado el botín. Ahí fue aprehendido. Otro ladrón lanzó
un alarido que despertó a los moradores de una casa que lo
encontraron desmayado, cuando, al dal la vuelta en un pasillo, en la

254
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

obscuridad, vió frente a sí una calavera que lo miraba desde sus


órbitas vacías. Era, en efecto, un cráneo humano que se encontraba
en un nicho, en la pared, en la casa de un estudiante de medicina.
Estas anécdotas nos hablan del estado de tensión al que se encuentra
sometido el ladrón que realiza sus incursiones ilícitas. Son reacciones
típicamente de miedo y contrarias a las que tendría un individuo
valiente, de lo que se deduce que, de manera complementaria al
cuadro que presenta este tipo de individuo, habré que agregar el factor
de miedo, que pone su cuota.

2.- Asalto.

El robo, esto es, la privación de una propiedad o un bien, a su


legítimo propietario, principal objetivo de un asalto. En esta
circunstancia no presenta los rasgos distintivos de la modalidad
anterior, bien sea por la forma en que los asaltos se llevan a cabo,
bien porque esta actitud necesita de otras condiciones psíquicas y
físicas, ya que aquí. El ratero pone en peligro su vida o por lo menos
su integridad física, dando la eventual posibilidad que el asaltado
pueda o decida defenderse. El asalto tiene una buena variedad de
formas, ya sea que él se perpetra en la vía pública o al amparo de las
sombras hasta el que se comete penetrando a comercios habitados y,
muchas ocasiones, fuertemente resguardados.
La condición volitiva del ladrón en este caso, tiene condiciones
similares a la de los “rateros”, salvo que, ahora, su divorcio con la
sociedad es más acentuado y, en general, existen en este sujeto, una

255
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

tendencia sádica, complementada con frecuencia con un valor más o


menos acentuado. Lo que podría ser tomado, acaso, como temor, esto
es, la solicitud sorpresiva de la que hace uso, es solamente el acto de
tomar posiciones para tener la ventaja de la sorpresa. Claro está que
no podríamos hablar de un valor positivo, pero está fuera de duda que
el asaltante lo tiene. Se juega loa vida, un únicamente la libertad, si
por un descuido, fuera agredido a su vez por la supuesta víctima; por
eso, para él, no cuenta otra cosa que el herir o matar y se defienden.
Vamos, sin embargo, a realzar un poco la devaluada imagen del
asaltante, ese del que hemos venido hablando; del que comete sus
delitos condicionado por un ambiente propicio para el desarrollo de
sus sentimientos vindicativos: Hambre, desprecio, etcétera, que
debemos de separar para los efectos de este estudio; del llamado
hampón juvenil, del “rebelde sin causa” , del “junior” solapado, que
delinque por el afán de sensaciones nuevas o peligrosas, sin
necesidad y que, además, del asalto, siempre causa lesiones y
muchas veces la muerte, por los golpes brutales que les propinan al
asaltado. Esto sin necesidad y sólo inspirado en una sadicidad
enferma. Estos “desadaptados sociales” descienden en muchas
ocasiones de otros “desadaptados sociales” faltos de energía para
dirigir a sus hijos, solapadores de las aventuras peligrosas de sus
críos y, con frecuencia, rateros a su vez. No, nuestros asaltantes
resulta de materia bastante mejor que la de esta indignante “elite”.
Definitivamente, el ratero venido de la marginalidad es susceptible de
regeneración, y si justificar su actitud, es infinitamente superior a los
“nobles del dinero”.

256
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

No entraremos en pormenores de las características que


identifican cada una de las maneras de cometer sus fechorías, pero la
denominación que la misma hampa les ha impuesto, los identifica con
claridad y establece diferencias tales como la de “descuentero” que se
desenvuelve enfrente a la policía y juega con su seguridad y cinismo;
el “harinero” que ataca a su víctima cegándola momentáneamente; el
“jaulero” que se encierra dentro del local que va a robar; o el “zorrero”
que atraca en casas habitación a pesar de que los propietarios se
encuentran en ellas y los “retinteros” que arrebatan bolsos o
portafolios. Todos ellos son ladrones que atacan a sus víctimas, pero
sin la pretensión de causarles daño mayor. Dentro del hampa existe un
nombre genérico para todo ladrón que comete sus fechorías
lesionando o amenazando con hacerlo, y que por sus condiciones
psíquicas, es peligroso, a agredir en forma violenta y despiadada. En
un hombre que no duda en matar ante la negativa de entregarle lo
solicitado o si se siente amenazado. Por esta actitud, el medio
ambiente le denomina “bravero”, palabra que engloba toda una actitud
durante los hechos, casi siempre violentos.
No se han agotado las infinitas variantes del robo, las que dan
lugar a que el ingenio de los rateros se agudice, inventando trucos sin
fin, con los que coopera, diríamos de buen talente, la ambición de la
víctima. En estos trucos, de todos conocidos, la condición del hombre
lo pone en el camino del timo. En lo adelante, vamos a tratar
brevemente, del ladrón más distinguido de todos entre la sociedad
delictiva y, con frecuencia, de la sociedad en general.

3.- Ladrones de Pluma Fuente.

257
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En este ingenioso decir se encubre una actitud del delincuente


común, que es en parte, de envidia hacia el “ladrón de pluma fuente”,
otro tanto, de admiración por la capacidad de arte de éste para realizar
sus fechorías y en tanto, también de orgullo al saber que está
involucrado, aunque sea fugazmente, en su mundo, a un “señor” de
otra esfera, generalmente inalcanzable. Esto, tan cierto, que el
noventa por ciento de los procesados por el delito de fraude, proceden
de las líneas de profesionistas o altos empleados y lo son por una sola
vez en su vida, y no son numerosos los reincidentes.
El hecho de que un defraudador o un sujeto que abusa de la
confianza depositada en él, no delinca más que una sola vez en su
vida, no procede de un arrepentimiento que es muy escaso o que se
limite a reconocer que ha cometido un error y se comprometa a no
volver a delinquir en su vida o por que la sociedad le niegue un nuevo
puesto de responsabilidad. Un porcentaje pequeño reincide una o más
veces, purgando varias condenas, pero no es el caso corriente.
El campo para el desarrollo de estas ilicitudes es enorme,
grandes las oportunidades de cometerlas y jugosos los resultados
obtenidos. Con frecuencia leemos o escuchamos la noticia de que un
defraudador fue consignado, pero si nos enteramos con detenimiento
de la nota, o ésta es explícita, nos enteramos de que en realidad no
existe tal fraude o abuso de confianza, y de que sólo se trata de un
cálculo falso, de un modesto vendedor que empeñó el muestrario en
un momento de apuro económico y que se propone rescatarlo con el
producto de su trabajo; o de un empleado que ha dispuesto de
cantidades ridículas en efectivo o en mercancía y que su delito, por

258
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

regla general, alcanza fianza; es decir, es tan pequeño el monto de su


fechoría que está en posibilidad de recuperar su libertad con poco
dinero. Sí, en cambio, nos enteramos con bombo y platillos que tal o
cual funcionario fue consignado por fraude a la dependencia que tenía
bajo su custodia, éste, mediante un código amañado, está en la
posibilidad de no llegar a pisar jamás la cárcel y que sí se reintegra el
monto de su desfalco, puede hasta recuperar su puesto. A nadie le
interesa más allá de la devolución y nunca se exige que se haga
entrega de las utilidades o de los intereses que produjo el fraude. Esta
es ganancia total para e3l defraudador. No olvidemos que casi siempre
se trata de varios o de muchos millones de pesos y que el producto de
negociar estos, representa, también, millones. Pocas ocasiones se
publica la noticia de que alguien haya sido detenido, por ejemplo, de
girar cheques sin fondos, cometiendo el delito de fraude y lesionando,
al mismo tiempo, la credibilidad del mercado cambiario. No se conoce
el número de cheques girados sin tener fondos suficientes, girados en
un día, en la República Mexicana, pasa de los doscientos.
Ladrones de esta especie lo son también los falsificadores,
quienes, bien mediante el dibujo, la impresión o con la pluma fuente,
realizan estafas que suelen ser cuantiosas. No hablamos de los
falsificadores de papel moneda, porque estos constituyen un caso
especial. Se trata de individuos que falsifican o imitan documentos
oficiales, particulares o fiduciarios; alteran escrituras públicas o se
apoderan, mediante la suplantación, de propiedades o bienes. Acude a
nuestra memoria el caso de un falsificador que, sorprendido en sus
actividades y confeso, pasó detenido durante su proceso a la Cárcel
Preventiva de la Ciudad de México. Mientras el proceso se

259
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

desarrollaba, nuestro personaje se dedicó a falsificar, dentro del penal,


dibujando, una Boleta de Libertad; lo que realizó con tal pericia que un
día se las presentó a las autoridades carcelarias y éstas no tuvieron la
menor duda de que el personaje en cuestión ya había sido absuelto.
Salió libre y tan seguro estaba de que había hecho un “trabajo” tan
perfecto que en diversas ocasiones regresó a saludar a sus amigos
internos. Este fue su error: Olvidó en su euforia, que tarde o temprano
el juzgado que conocía de su causa tendría que llamarlo a
actuaciones, lo que sucedió. Cuando esta oficina fue informada de que
el reo había sido puesto en libertad, se libró una nueva orden de
aprehensión, la que no se dificultó, pues él mismo se entregó cuando
acudió a la visita dominical. Esta anécdota, rigurosamente cierta, nos
pone de manifiesto la pasta de que están hechos estos sujetos y no
cabe sino entender el porqué de la admiración y envidia que de ellos
sienten otros delincuentes.
En el argot del hampa existe para ellos una nomenclatura, como
en el caso de otras actividades delictivas. No se les recluye en las
mismas crujías, con otros reos; son, con frecuencia, maestros de la
escuela del penal, por su cultura y preparación. Su permanencia en las
prisiones es de menor duración. En fin, que forman una “casta”
desasociada del mundo del delito por no pertenecer completamente a
ella y son también, disociados de la sociedad general. Son
delincuentes, pero no participan del medio; son hampones, pero
ocasionales. Pocas veces contumaces, aunque esto no signifique que
no existan en absoluto; los hay, reinciden y son sentenciados, pero
aún así, no son parte del hampa organizada. Podrían ser considerados
como una especie de “aristocracia” de la delincuencia, que no necesita

260
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de ella. Algo así como los astros del delito, que viajan con él, pero no
de cerca, sino en una clase especial, en vagones separados.
La mentalidad de estos hombres y su psiquismo no son
totalmente similares a los de los demás. Quizá han carecido de amor y
quizá también, fueron parte de hogares disociados, pero por término
medio, estos hombres proceden de hogares establecidos, han contado
con todos los medios para vivir y hasta han tenido lujo en su infancia.
Pero aún así, tienen caracteres débiles como elementos de
disociación para con la sociedad. Sus problemas vienen de fracasos
escolares o amorosos. Normalmente, los fracasos repetidos deprimen
y son formadores de estados neuróticos, acentuándose en los
individuos tímidos o irresolutos. Es posible que el fraude en estos
casos, sea una forma muy especial de compensación.

4.- Delincuentes Seniles.

Un tema que nos parece muy interesante, por sus implicaciones


socio-económicas, de trascendencia inevitable, es el de la
delincuencia en la senectud; delincuencia que se produce con la
misma frecuencia que la edad madura, pero de la que rara vez se
habla porque ésta es de una índole muy especial. Veamos, primero,
cuales son las causas predisponentes a ella, después cuales los actos
ilícitos que son más frecuentes y, por último, cuales las consecuencias.
Podríamos hablar largamente del asunto, pero la estructura
misma del libro solamente nos permite hacer un breve
cuestionamiento del mismo. Por regla general, habrá que considerar,

261
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

por ser el camino trillado y convencional, que la vejez se inicia en


determinada etapa cronológica del individuo, lo que todos sabemos es
falso. Pero, en ares del tiempo y de las dificultades para cuestionar lo
que los médicos y los psicólogos pueden desarrollar con mayor
autoridad, aceptaremos como iniciación a la senectud la edad de
setenta y cinco años. Es en el período que se inicia entonces y que se
prolonga arbitrariamente por pocos o muchos años, que se considera
que un individuo es “viejo” y se le aplica en el montón de las cosas
inservibles. He aquí, que de manera imprevista, nos encontramos con
una de las causas motivadoras de la actitud antisocial del hombre.
Cuando a este se le posterga, cuando se considera que ya no es útil ni
en el trabajo ni en la sociedad, el hombre siente su soledad, soledad
no solamente espiritual, sino material. En ella, encuentra, de acuerdo a
su condición personal actúa en forma deprimida, sin encontrar un eco
a su experiencia, que, poca o mucha, de algo sirve en el contexto de la
sociedad. Y si, su formación espiritual carece de bases sólidamente
morales, encuentra cierta facilidad para cometer actos delictivos, que
van, desde las aparentemente actitudes de “chochez” hasta las
actitudes lesivas en grado extremo. Pero, los delitos mayores se
inician con pequeñas argucias que son fácilmente perdonadas por los
que las padecen, significando la llamada vuelta a la infancia de los
viejos. Estas actitudes revelan inmadurez emocional del que las
comete e incluyen indiferencia y hasta desprecio de parte de quienes
las padecen.
Naturalmente, no podemos soslayar que los delitos que comete
un anciano, son parte de una preparación que viene desde la infancia
y que entra de lleno en el terreno de la que venimos estudiando con

262
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

mayor extensión. Podemos decir, con seguridad, que los ancianos


delincuentes han sido, desde la niñez, delincuentes en potencia y que
sí esta actitud no se desarrolló entonces, fue porque las condiciones
socio-económicas del individuo no fueron las propicias para el
desenvolvimiento de los ilícitos. Pero no es posible, tampoco, olvidar u
omitir que las dificultades económicas del anciano son, por regla
general, poco propicias para que su actitud ante una sociedad que lo
posterga sea ejemplar. Generalmente, el anciano es delincuente de
alguna manera. Podemos hallar sin esforzarnos mucho, ancianos
recluidos en asilos o albergues y que de hecho viven de la caridad
pública, sin necesitarlo; esto es, que fingen o sienten, una incapacidad
de productividad, solamente para vivir en el ocio. El dinero que dejan
de producir, aunado al que le cuestan a las instituciones que lo
protegen, es una carga que no sería necesaria y que, más alá de lo
que puede parecerlo, es nociva, puesto que las erogaciones que se
hacen para este falso anciano, son necesarias en otras áreas de la
asistencia social.
A las cárceles van pocos ancianos. Pero no es porque no
delincan, sino porque sus delitos son vistos con conmiseración y se les
encubre o se les protege en virtud de una falsa caridad. La
mendicidad, en sí misma, no puede ser considerada como delictiva
salvo por el hecho de que el mendigo oculta, generalmente, su vicios
en una falsa capacidad física o intelectual.
Ya hemos visto que las causas predisponentes suelen ser las
mismas que para todo individuo, pero en un anciano se incrementan
por el desdén con que es visto. La legislación actual, pese a los
esfuerzos realizados, poco o nada han hecho en realidad. No existen

263
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

leyes específicas que se apliquen al hombre que se encuentra en el


trance que estudiamos y, en muchos casos, las mismas leyes
predisponen a la segregación del hombre cuando éste es más
productivo, porque su experiencia y habilidad puede suplir, con creces,
a la ineptitud física natural de la edad. Es normal, no porque lo sea
desde el punto de vista ético, sino por la frecuencia con que sucede,
que al individuo que ha llegado a una edad límite, se le prive de su
ocupación y que, por la misma causa, no vuelve a encontrar un trabajo
reenumerado que le permita subvenir por sí mismo a sus necesidades.
Es también frecuente, aún que afortunadamente en nuestro medio no
tanto, que al viejo se le segregue de la fraternidad familiar. Y si un
hombre que ha trabajado arduamente durante su vida y ha sido un jefe
de familia más o menos responsable se ve excluido del mundo
habitual para él, desarrollará, inevitablemente, un sentimiento de
rencor frente a la sociedad y, si existen en él, causas predisponentes,
de origen educacional o ambiental, será delincuente inevitablemente.
Las ilicitudes del anciano van, también, de acuerdo a sus
capacidades físicas y, como éstas son menguantes, también sus
delitos serán de orden menos violento, aunque no se excluya, en
algún caso, la violencia como parte de su vida. Ya hemos mencionado
que el asalariarse sin necesidad constituye, en sí mismo, un delito,
aunque este sea cometido, algunas veces, por la necesidad de un
amor del que carece en otro lado. El anciano, del que hablamos como
delincuente, es, en el mejor de los casos, un borracho consuetudinario
y será sujeto del código penal porque en sus excesos cometerá actos
que sí están tipificados en el cuerpo legal. Con frecuencia, el anciano
se vuelve adicto a drogas fáciles de adquirir, bien sea por su relativo

264
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

bajo costo o por su facilidad para conseguir el compartirlo con otros


adictos. Será pordiosero y aunará a la mendicidad, la comisión de
pequeños hurtos para proporcionarse un mejor, o un no peor, pasarla.
Se tornará en antisocial, expresando en forma grosera sus
sentimientos. Pocas ocasiones hay para que sea asaltante, pero no es
excluyente sino accidental, esta actividad.
Ahora bien, si no tenemos una panorámica general del
delincuente viejo, es por que sus delitos rara vez son motivo del
escándalo proporcionado por la prensa venal, —de estos delincuentes
ya hemos hablado en otra parte— y en consecuencia, la sociedad no
se entera de su existencia. Pero el daño social proporcionado por los
delincuentes senectos es patente. La frecuencia con la que
encontramos viejos tirados o tambaleantes por la embriaguez, en la
calle; la presencia andrajosa con que se ostentan y el cinismo de que
hacen gala, son un ejemplo nocivo, sobre todo porque actúa
directamente en la mente de los pequeños, quienes suelen
acostumbrarse a la idea de que en los ancianos, todo se perdona, y
ellos, a su vez, cuando lleguen a la misma etapa, se conducirán de la
misma manera.
No es posible, con facilidad, cuantificar el daño económico que
causa el anciano delincuente, salvo porque la frecuencia de los
pequeños delitos alcanzan cifras verdaderamente alarmantes. Son
delitos que le cuestan al erario o a las instituciones particulares pocos
cientos de pesos al año, pero que, sumados todos estos cientos,
alcanzan a ser millones de pesos que podrían tener mejor empleo. Los
pequeños hurtos a que nos hemos referido, son de poco pesos cada
uno, per habrá que tomar en consideración que son robos que se

265
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

suceden a millares cada día y que, al cabo del año, también suman
muchos millones de pesos, quizá varios cientos de miles.
La pequeña extensión del trabajo nos impide llegar a
profundidades mayores y solamente haremos algunas
consideraciones más. Si bien, la senilidad se constituye por una
exageración de los procesos normales al envejecimiento, ésta no tiene
una edad precisa para iniciarse y es variable debida a la influencia de
factores hereditarios o antecedentes patológicos, tales como la
intoxicación alcohólica, etcétera, y las condiciones socio-económicas y
afectivas suelen jugar un papel muy importante en su aparición. La
inocupación no remunerada, la carencia de afecto, la inseguridad
económica, la desvalorización social; entre otras causas, predispone a
la aparición de una senectud improductiva o delincuente. Sus
manifestaciones son variadas y suelen ser; inercia intelectual,
dificultad de adaptación e incontinencia intelectual. Pero todo esto no
significa que todo individuo que llegue al estado senil, tenga que
deriva, forzosamente en delincuente. Pero sin discusión, son
predisponentes ante una sociedad incomprensiva y, sobre todo,
devaluada éticamente y al mismo tiempo, se constituye en
devaluadores de todo postulado social.
Hay algunos autores que sostienen que un elevado nivel cultural
retrasa o nulifica en parte, los efectos de la vejez. En nuestro tiempo,
cuando son necesarios todos los recursos humanos, la sociedad,
irresponsablemente, se priva de una enorme riqueza de conocimientos
y de voluntad y mantiene un estatuto que olvida y relega a los
ancianos. Una imprescindible revisión de las leyes y de los estatutos
sociales es irremediable, tanto para aprovechar la enorme cauda de

266
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

experiencia que en todos los ámbitos tiene el viejo, como para reducir
la incidencia delictiva de los ancianos, ganando el conjunto en eficacia
y sentido moral.

I – Prostitución:

El tratamiento que se le debe de dar al tema presente tiene un


grado mayor de dificultad, pues se refiere a una materia en la que
intervienen variados factores psicológicos, socio-económicos,
somáticos y psicosomáticos dentro de un encuadre que difiere
fundamentalmente en muchos de sus aspectos de otros referidos a la
delincuencia, al grado de que las opiniones suelen ser contradictorias,
con defensores que eximen a la prostitución del tema de la
delincuencia, o la consideran como “un mal necesario” y hasta, en
algunas épocas y algunos países se ha considerado legal. Una
característica de esta materia es de que en ella se considere
solamente a los actores del sexo femenino. Es pues, su cualidad
especial la que obliga a explayarse más allá de lo sólido en otros
parágrafos y a penetrar con más ligereza que un resumen podría
ameritar.
En el contexto mismo de la delincuencia se ubica la prostitución,
tomada como un acto ilegal en cuanto a la posición que para ella

267
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

suman las diferentes legislaciones; por los efectos que sobre otras
actividades, lícitas o ilícitas ejerce y por las particularidades muy
especiales que la tipifican.
Mucho es lo que se ha escrito sobre la materia, enalteciéndola
algunos, condenándolas otros. Algunos tratadistas la estudian y la
clasifican y algunos, los menos, canalizan él o los fenómenos que dan
origen a su existencia. La literatura esta llena de historias en las que el
protagonista o la protagonista principal es una prostituta y los literatos
la han llevado por senderos que, más que reales, son los que a ellos
les placen. Sexólogos, sociólogos, etcétera, los hombres de ciencia
han elaborado definiciones, clasificaciones, en fin, han pretendido
enmarcarla en algún sistema específico, pero todos se han olvidado
de estudiarla con un espíritu de investigación abierto y desapasionado,
sin perjuicios morales o personales y, sobre todo, entendiéndola
cabalmente, antes de encuadrarla. Todas las definiciones dadas
definen demasiado poco de su realidad, de tal manera que se
acerquen debidamente para formular un cuadro jurídico, ético y
material que la precisa englobando todos sus aspectos.

1.- Definición.

Para deslindar el campo de la prostitución propiamente dicha, la


definición que nos parece ser la que se acerca más a una
caracterización real, podría describirse como: “La obtención de un
beneficio económico mediante la entrega del cuerpo para usos
sexuales”. Esta definición es susceptible de desglosarse en dos

268
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cuerpos principales, de los que uno de ellos indica que: para que
exista la prostitución tiene que haber, indefectiblemente, una relación
económica que determine una manera de subsistir o acrecentar los
ingresos personales del actor y que esta retribución lo sea
exactamente por el uso del cuerpo en actos sexuales. De esta manera
se concreta en su extensión y se amplía su explicación. Tiene una
premisa básica; no requiere necesariamente de un sexo fijo para
aplicar su objetivo y lo hace valedera para hombres y mujeres, o lo
que es lo mismo, que deja el campo abierto para su ejercicio a los dos
sexos; dicho de otra manera: Acepta la existencia implícita de
prostitutas y prostitutos.
Deberá entenderse como una retribución económica, no
exclusivamente el pago en moneda del cuño corriente, a un trato
realizado con anterioridad, sino que incluye en este concepto, todo
beneficio de cualquier índole, como subvenimiento de alimentos, pago
de pensiones no estatutarias, vestidos y galas, casa y hasta posición
social, considerando a ésta como una parte de los ingresos o como el
total de ellos, de una persona. Esta explicación se limita al caso en el
que cualquiera de las dos partes, o las dos simultáneamente, no
posean lazos afectivos o de atracción física y la realización sólo está
guiada por un interés puramente económico. Es posible ejemplificar
esta relación extrema en los llamados “matrimonios por interés”,
pudiendo, inclusive, no existir en la unión ningún lazo formal o legal, ya
que. Con el sólo hecho de existir las condiciones necesarias de
interés, se configura el acto de la prostitución.
La segunda de las condiciones necesarias es que exista una
relación sexual, ya que, de no existir ésta, el delito configurable sería

269
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cualquier otro o no existir ninguno definitivamente. Pero sí entre


ambos factores existe el interés sexual y éste tiene como objeto de
reciprocidad no el amor o la amistad, de manera automática se torna
en prostituto el que otorga favores a cambio de una compensación no
amorosa. Es indispensable precisar que la relación de valores es
recíproca, porque ya hemos dicho que no hay prostitución cuando no
va de por medio el acto sexual y complementariamente, si en el acto
sexual no existe la condición de retribución económica y se efectúa sin
la presencia del amor u o querer, cariño o estimación y únicamente se
realiza por el placer experimentado, no podrá caracterizarse la
existencia de un actor prostituto, siendo, en este caso, la mujer que lo
lleva a cabo, no una prostituta sino una “puta”; y su aplicación
consecuente en el varón. Hay que distinguir la “prostitución” de la
“putería” para poder entender esta materia. Desgraciadamente, el mal
uso del idioma, sobre todo el cotidiano, ha deformado esta
denominación en el hombre, aplicable, estrictamente, a los dos sexos.
En algunas circunstancias, la prostitución presenta diferencias
muy sutiles con los actos ilícitos, como en el caso de los matrimonios
por “interés”. Si una mujer contrae matrimonio o se une en amasiato
con un hombre, o el caso contrario, esta constituyéndose un caso
típico de prostitución si la mujer o el hombre realiza un acto de interés
económico, de posición o de poder, puesto que uno de los dos, o los
dos, mediante la unión, están comerciando con su cuerpo. Este es un
caso frecuente en todos los niveles de la política en la que, “favoritas”
se constituyen en tales mediante la unión con un gobernante, en la
búsqueda de una posición económica, social o política: puede
acontecer que la mujer contraiga matrimonio con la esperanza de

270
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

llegar a amar a su pareja, —con el hombre esto constituye una rareza


— si esto acontece, cesa el acto de prostitución, pero puede o no
acontecer, la unión es prostituida indefectiblemente durante el tiempo
en el que subsista el interés económico por sobre o a pesar del interés
amoroso. Lo anterior es solamente un ejemplo de lo difícil que resulta,
en determinadas circunstancias, dilucidar la característica ética de esa
unión.
Nuestra definición trae como consecuencia una división en
diversas facetas, en tanto que nos permite entenderla como una
actividad delictiva independiente de la figura jurídica conformadora. La
prostitución puede dividirse en tres ramas generatrices, con una gran
cantidad de variantes en su ejercicio. La problemática presenta formas
muy especiales que la alejan, así como la acercan al terreno
particularmente típico de la delincuencia, siendo una de estas
particularidades la realización de participación, puesto que para su
ejercicio hace falta un copartícipe, que tiene un papel nada secundario
y sí indispensable; aquel que Sor Juana Inés de la Cruz definía como
“el que paga por pecar”. Otra singularidad es que, a diferencia de los
demás ilícitos, este tiene la posibilidad de producir actos positivos.
Esta incongruencia no la priva de su ilegalidad.
Actúan en las prostitutas —y en los prostitutos— según el caso,
las mismas dominantes que en los demás campos de la actividad
humana y, en concreto, de la delincuencia.

2.- Panorama general.

271
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Esta actividad esta formada con mujeres, en su mayor parte, ya


que existe la prostitución masculina en sus dos variantes, de servicios
a hombres y servicio a mujeres, que en su mayor parte han llegado de
las esferas más desprotegidas de nuestra desigual conformación
social y en las que, por consecuencia, motiva en forma preponderante
el conflicto socio-económico a otras esferas sociales, de manera fácil y
segura. —ya veremos más adelante como se excepcionan los casos—
La promiscuidad de sus primeros años, que les dota, si no de un
desprecio, si de un “no-aprecio” a las normas éticas y de una forma de
notoriedad en la vida sexual, en las que no pocas veces, tiene mucho
que ver el ejemplo de otras mujeres y hombres en su entorno.
Volvemos aquí a tocar la inversión de valores que rige en nuestro
momento actual. El dinero, colocado en un estandarte, conlleva a la
búsqueda inconsciente de él y se le encuentra en las altas esferas
sociales y económicas, de donde proviene un fuerte grupo que
sostiene la existencia de la prostitución. “La licencia del rico puede
enriquecer a las prostitutas. Pero lo que hace falta no es que la
prostituta se enriquezca, sino que no haya prostitutas”. (123) Muchos
factores colaboran en la existencia de este problema. Un núcleo de
estas rameras es poseedora de una nada envidiable baja consciente
intelectual, aunque esta circunstancia no sea por sí sola, determinante,
sino en función de un también bajo coeficiente de instrucción. A pesar
de la opinión de algunos estudiosos, no es difícil encontrar un término
medio de I.Q. y con frecuencia, a algunas prostitutas capaces de
sobresalir en otras actividades a las que pudieran dedicarse. De esto
se puede concluir que el factor de inteligencia ocupa un lugar
secundario ante la coacción que ejerce en la prostituta la clase social a

272
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

la que pertenece, la calidad de su vida afectiva en el seno familiar y en


su ambiente circundante y la imposibilidad económica que la atosiga; a
pesar de lo cual, no es excluyente el que participen en el ejercicio de
la prostitución mujeres con cultura mediana y una relativa y cómoda
posición económica. Aunque muchas de estas mujeres, a pesar de
encuadrarse dentro de la definición de la prostitución, solamente
merezcan ser consideradas como putas.
Otra característica especial de esta actividad es la ambigüedad
de la legislación al respecto, pues mientras que el robo, el fraude, el
asalto o el homicidio, por ejemplo, se encuentra uniformemente
tipificados en las legislaciones de todos los países, la prostitución
apenas merece una relativamente reciente atención, diversa de una a
otra sociedad. El cuerpo legal va desde la prohibición absoluta hasta
su autorización, pasando por la tolerancia o la ignorancia fingida. Esta
circunstancia no sólo ampara, sin que favorece el florecimiento de ella,
que de suyo no necesita de mucho aliciente, fomentada por los
elementos económicos y las posibilidades sociales. Y se va, desde la
impunidad efectiva hasta la notoriedad, de acuerdo a la condición
volitiva de la practicante o de sus intereses personales. Tiene, sobre
otras actividades lícitas o ilícitas, la posibilidad de ser accesible a
cualquier mujer de cualquier estrato social o económico y puede ser
ejercida desde sus formas más primarias hasta las más elaboradas,
que cuentan con la protección y hasta aprobación de la sociedad y de
las leyes.
También tiene, sobre otras formas de delincuencia y hasta de
algunas profesiones, la ventaja de que la durabilidad de ella es
altamente optativa, pudiendo, en cambio, ser abandonada en cualquier

273
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

momento. La capacidad de regeneración de las prostitutas es la única


limitante, pues justo es decir que la mayoría, cumpliendo con su
instinto de procreación y la necesidad de tranquilidad, abandonan el
“oficio” cuando encuentran algún hombre que este dispuesto a
sacarlas del lodo y llevarlas a la jefatura de una familia; sea con o sin
matrimonio, resultando, casi siempre, aceptables esposas y buenas
madres.
El contacto directo con el hampa es más frecuente en los
burdeles y entre las cabareteras, que en las callejeras, esquineras,
hoteleras, call-girls, etcétera, a pesar de que éstas últimas se
consideran como la clase superior de las prostitutas. Las que ejercen
la prostitución en los lupanares se encuentran muy cerca del tráfico de
drogas, tanto porque los traficantes asisten asiduamente, como porque
en esos lugares son los más ´propicios centros de distribución de
estupefacientes. No es indicativo lo anterior, de que sea solamente
una parte de la prostitución la que mantenga un trato continuado con
el hampa, porque es en realidad de que la casi totalidad de esas
mujeres mantienen trato directo con rateros, tratantes,
contrabandistas, etcétera. Pero la cercanía a los centros de
distribución y la cotidianidad del trato es determinante, en unas
mujeres más que en otras, para que, además de la prostitución,
queden ligadas a las diferentes actividades del hampa. Podríamos
dividir, en forma un tanto arbitraria, estas actividades, diciendo que; las
burdeleras y las cabareteras estén más cerca del tráfico de
estupefacientes y del contrabando que las hoteleras o las callejeras,
pero éstas, a su vez, se acercan a los raterillos y a los carteristas.

274
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Al mediar el Siglo XIX, en París, existía un lugar llamado Mabille,


el que, al decir de Ignacio Martínez: “La concurrencia a este mágico
recinto es de lo más aristocrático y selecto entre la gente de
costumbres alegres y ligeras… Las diosas que concurren a este baile
y que pueden llamarse la crema de las Cocottes…(124)
Falta una clase especial dentro del medio de la prostitución, la
que tiene una profesión substituto o pretexto. Esta clase se encuentra
formada por meseras, “segundas” en el teatro o extras de cine. Son
mujeres que, desde el punto de vista de la ley, no tienen otra fuente de
ingreso que el producto honesto de su trabajo, pero las que, en forma
disimulada, complementan sus ingresos en el ejercicio de la
prostitución. Aunque en realidad, y en función del monto de ambas
percepciones, haya que invertir el orden de la importancia. Con
profesión pretexto se ubican en este contexto, muchas empleadas de
diferentes sectores comerciales o burocráticos, que se prostituyen de
diferentes maneras para aumentar sus ingresos.
Es posible que nos detengamos más adelante en un aspecto de
la prostitución que configura la mayor diferencia con el hampa, en
particular, y que las destaca el panorama general; la influencia,
disimulada o no, que ejercen las prostitutas en muchos y variados
campos del quehacer humano; influencia que en ocasiones se
manifiesta como un elemento negativo, pero que no en pocas, ha sido
positiva tanto para los destinos de algunos países, como para
comerciantes o artistas. He aquí una actividad delictiva diferencial, con
resultados distintos a lo esperado por sí misma.
Este vuelo a vista de pájaro al través del cuerpo delictivo que
configura la prostitución y el lenocinio, dentro de la legislación y la

275
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

jurisprudencia, nos permitirá entrar con una idea más precisa, al


estudio de la más original forma del delito. Pero para comprender
cabalmente las razones y los motivos que motivan el conjunto de
hombres y mujeres y la actividad misma de la prostitución, es preciso
penetrar en ella, en las leyes y en la sociedad.

3.- La “no” historicidad sistemática.

“Sólo el hombre cuyos hábitos son ya buenos, puede saber lo


que es el bien.”(125) De ninguna manera estamos en completo acuerdo
con lo anterior, pero tampoco en desacuerdo. El bien puede ser
conocido y no practicado o practicarlo desconociendo que se está
actuando debidamente. Claro está que la ya desacreditada teoría de
Lombroso y de Paulina Tarnowski, ha quedado invalidada por el
avance científico y por el conocimiento que de las motivaciones
humanas existe en este momento. La prostituta no es, así como así ni
puede ser, una depravada, una perversa y una perezosa: Diariamente
nos encontramos con casos de prostitutas regeneradas que ejercitan
un papel preponderante en la sociedad. Claro está que en la inmensa
mayoría de las ocasiones, ignoramos que lo han sido. A pesar de esto,
su estructura afectiva puede ser muy particular y encontrarse bajo el
dominio de pasadas decepciones. Ninguna teoría, por sí misma, es
capaz de proporcionar una explicación satisfactoria de la prostitución.
Esta depende, como toda la delincuencia, de más de un factor, de
muchos, que ejercen sobre ella, la panorámica compleja del

276
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

delincuente. “Una acción no es buena meramente porque sea altruista


o humana, ni mala porque sea egoísta o inhumana…” (126)
No es posible comprender el mundo de la prostitución sin realizar
un recorrido, por superficial que sea, dentro de la relación cronológica
en que se presenta. La historicidad es la calidad que tienen los
acontecimientos de cambiar las estructuras mentales y sociales de los
pueblos y es siempre dinámica. La “no” historicidad de la prostitución
proviene de su esteticismo. En la historia, los hombres se siguen los
otros a los unos y los acontecimientos se suceden en el tiempo, pero
los objetivos, la comprensión y las estructuras cambian. Son unas hoy,
otras fueron ayer y nuevas, quizá muy diferentes, serán mañana. En
este sombrío mundo, los hombres pasan y se siguen en secuencia
sucedánea; los acontecimientos pueden ser diferentes, pero la
mentalidad, los objetivos y los modos, la forma estratificada, es
permanente. No hay ninguna diferencia entre una prostituta romana o
israelita con una de la época actual. El quietismo de sus intereses, de
su proceder es aniquilante. La presentación que se hará, tiene, en
función de una mejor comprensibilidad, una cronología, no importa los
asaltos que en ella se den; pero entro de ella, la descripción estará
inmersa en una pasividad al cambio que nos permitirá descubrir que
las intenciones y los métodos no han variado en cuatro mil o más
años.
Resulta ingenuo afirmar que esta actividad es el “oficio más viejo
del mundo”, porque, para que así fuera, hubiera sido necesario que
existieran prostitutas antes que dinero o trueque. Primero fue el trabajo
reenumerado, luego la utilidad de este y, posteriormente, la paga por el
placer y el beneficio económico derivado de proporcionar un mezquino

277
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

placer al pagador. No, desde luego que no es así el más viejo, pero sí,
el que menos ha cambiado y el que más conserva sus procedimientos.
Los nombres, las dominaciones, los personajes y los lugares son
distintos, pero solamente en eso consiste el movimiento. El resto, es
estatismo y pasividad.
El caduco sistema de enseñanza, basado en un desarrollo
literario-cronológico de los acontecimientos en la historia, se limita a
guiarnos en el camino seguido por la humanidad en su proceso, pero
para penetrar en las motivaciones que dieron lugar a los sucesos, es
preciso adentrarse, no en esa historia que nos relata una sucesión de
cambios políticos o de guerras económicas, en la que los verdaderos
motivos socio-culturales que transformaron a la política, nos son
mostrados de manera secundaria, con frecuencia intencionalmente
soslayados. En las historias particulares de otras actividades, como la
economía, la industria, el trabajo o el arte, por ejemplo, es en las que
encontramos, no un suplemento o un complemento, sino la base de la
verdadera historia y el proceso dialéctico hegeliano es la
fundamentación de una interpretación valedera del conocer histórico.
Es la historicidad y no la historia el verdadero valor del acontecer
humano. La historia no la conforman nombres, fechas y lugares, sino
que la historicidad son los hombres, los motivos; conocimientos,
necesidades, pasiones, etcétera, en fin, todo lo que conforma el
carácter individual del hombre y, en consecuencia, la estructura real de
la sociedad. Los cambios sociales son el meollo de la historia con
contenido, o de otra manera, el valor de la historia: La historicidad. Por
ésta razón, en el curso de nuestro intento, la cronología es sólo un
punto de apoyo convencional para relacionar nuestro conocimiento,

278
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pero en ninguna forma es significativa y no implica, su uso, que


vayamos a establecer condicionantes sucesivas para entender causas
y efectos. Pretendemos que es preciso razonar y no leer; aprehender y
no únicamente recordar.
El contenido de los procesos es lo importante en la materia que
tratamos, porque los procesos son únicamente incidentales. Los saltos
que daremos, pretenden connotar sólo que, en tiempos diferentes,
lo0s motivos son los mismos, que los lugares son complementarios de
la realidad y que los hombres y sus intenciones son lo básico en un
devenir repetitivo y estático. La concatenación de hechos es
meramente virtual y resulta posible interpolar sin menoscabo de la
continuidad o la supresión sin alterar su comprensión.
En el pensamiento cotidiano, el amor suele ser confundido con
otros designios y la prostitución no es ajena a este proceso e idéntico.
Por ello, en la mitología nórdica, Frega, la diosa de la prostitución era,
al mismo tiempo la diosa del amor en todas sus formas y en la confusa
y polifacética mitología griega, Pandora, diosa de su panteón, se dice
tenía una caja de la que, al abrirla, salieron de ella todos los males,
incluso la prostitución, mezclada ésta con las actividades que los
pueblos helénicos consideraron tanto nocivas como positivas para el
hombre y la sociedad. No obstante la Prostitución Sagrada mantuvo
en ese estatus un lugar aparte y muy considerado en la religión y en la
ética.
Esta Prostitución Sagrada, que lo fue tanto femenina como
masculina, permitía que las mujeres griegas pudieran prostituirse una
vez en su vida sin menoscabo de su virtud, siempre y cuando este
acto, sucediera en el templo. La doncella, en el momento de su

279
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

entrega, aceptaba obsequios en efectivo que le eran dados en pago a


su servicio y esta remuneración debería der dedicada en forma
exclusiva a complementar su dote. En este caso la prostitución
constituía una parte elemental de la religión en Babilonia, Lidia, Chipre
y, en general, en toda la comunidad griega. En el panteón, Afrodita es
la protectora divina de la Prostitución Sagrada y su influencia se
extendió a todo el mundo greco-latino. En la misma religión, Milita, que
con frecuencia es confundida con Afrodita en lo referente a esta
actividad, es el origen de la prostitución ritual y ella era la que permitía
que las mujeres se prostituyeran esa vez en su vida. Recordemos que,
para que exista prostitución debe de haber una relación sexual sin
amor y remunerada. En la Grecia Clásica existía una organización
llamada Sacra Unión Tebana, que era puramente masculina y
dedicada a la prostitución sagrada, pero los motivos iniciales fueron
transformados y al final, abundaban dentro de la pederastia, por lo que
perdió mucho de su contenido inicial.
En el Oriente, la unión yaciendo con una prostituta sagrada, se
consideraba como el medio ideal para obtener la unión con las
deidades femeninas. Las características muy especiales que presenta
la prostitución en el Japón, sobre todo en los siglos anteriores al XX y
al principio de este, tenía una organización legal y tradicional, y la
oficialidad de la actividad llegaba al grado de que existieran mujeres
que, desde niñas, serían dedicadas a la prostitución. A ellas se les
educaba de manera distinta a las demás mujeres del Imperio, se las
segregaba del contacto general con otras mujeres y su vida transcurría
en lugares dedicados exclusivamente para ellas. Constituían una clase
especial en su mundo y siempre eran más cultas, más agradables que

280
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

lasa esposas legítimas. Tenían la misión de deleitar en todos los


órdenes a los japoneses, no solamente en el sexual. No substituían a
la esposa; ambas tenían fines diferentes y educaciones diferentes.
Volviendo al mundo griego, una forma especial de prostitución la
formaban las prisiones de guerra, las que, dentro del derecho del
vencedor pasaban a la esclavitud de una manera muy particular,
puesto que sus dueños estaban autorizados para venderlas a los
burdeles en calidad de “esclavas prostitutas”. El dinero que obtenían,
podía ser aplicado a todo, menos a la obtención de su libertad. De
esta manera se convertían en prostitutas de por vida. En el ámbito de
la cultura griega, la prostitución clandestina llega a convertirse en una
verdadera institución en todas las ciudades y la prostitución suplió, en
la vida cotidiana, a la esposa en los actos sociales y resulta
significativo el que esto se repita en diversos estadios a lo largo del
devenir en todos los tiempos. La legislación solónica, que veremos a
su debido tiempo, convirtió al legislador en un administrador de los
burdeles, que estableció en las afueras de Atenas.
La Biblia no habla, en sus libros históricos y sanitarios, —del
pueblo israelita— de que las prostitutas de ese momento se paseaban
por las calles o se sentaban a la puerta de sus casas y ahí ofrecía sus
servicios, tal y como suele verse en la actualidad. El pueblo de Israel
tenía una prostitución ampliamente extendida, al grado de que Moisés
se vio en la necesidad de combatirla y, en cierta medida, legislarla. Es
esta y no la griega, la primera legislación escrita de la materia, que se
conoce. De todos los concubinatos que se relatan en el libro sagrado,
muy pocos pueden ser considerados estrictamente como prostitución,
pues estos no fueron siempre una mera fuente de ingresos y sí mucho

281
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

como caprichos de gobernantes, como es el caso más frecuente. Sin


embargo, algunos competen a la materia. Raquel y Lía sostienen
relaciones con Jacob con objeto de aumentar el número de sus
esclavos y el consecuente prestigio social y económico. Dalila es aún
más estrictamente prostituta al pervertirse con Sansón y causarle la
muerte con objeto de cobrar la recompensa que los fariseos ofrecían
por su vida. Es el primer caso relatado en el que varios delitos se
conjugan en el mismo acto en el que la prostitución representa la
materia dominante; esto independientemente de que Dalila ya era una
conocida prostituta.
De creer en Marco Polo, en la hoy Ciudad de Pekín, al final del
Siglo XIII, es decir en mil doscientos ochenta, aproximadamente, había
la no despreciable suma de veinticinco mil prostitutas con una
organización casi militar; repartidas en lo que en aquel entonces se
conocían como Ciudad Vieja y Ciudad Nueva. Esta prostitución tenía
carácter oficial y la protegía el mismo Kublai Khan, el que a su vez era
poseedor de una gran cantidad de concubinas; aunque el viajero hace
notar la circunstancia de que no era permitida en el centro de la
ciudades, en donde este comercio se ejercía en forma subrepticia. Lo
que no hay que soslayar es el hecho de que el viajero exageraba en
los números, quizá para agradar al emperador, pero de cualquier
manera, sí es un hecho de que el número de prostitutas era muy
grande.
La legislación romana, ante la proliferación de prostitutas en la
vida cotidiana —meretrices— que acudían a un elevado número de
burdeles, obligó a que estas mujeres se inscribieran en un registro y
se vistieran de amarillo y de manera diferente al resto de las romanas.

282
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Ahí vivió un tristemente célebre romano, Leno, —de donde proviene el


término “lenocinio” — que dedicaba su vida a comprar y vender
mujeres para los prostíbulos de los que, él personalmente, atendía
uno.
Las culturas precolombinas legislaban la prostitución y todos los
historiadores y relatores coinciden, palabras más o palabras menos,
en ella. En su lugar veremos la legislación, pero de su existencia,
entresacamos a uno, para no hacer una interminable relación, y
hemos preferido a Fray Bartolomé de las Casas, quien nos deja un
grato sabor de boca con sus comentarios sobre la existencia legal de
la prostitución y con sus opiniones respecto a la necesidad de la
misma, que justifica con una argumentación obtenida de la obra de
San Agustín, con una irrebatible ética cristiana. Pero el Padre de las
Casas, al fin y al cabo, no era más que un sacerdote con un enorme
amor a los indios y a lo indígena y con un desconocimiento
descomunal de algunas cuestiones sociales. (No podemos hablar de
sociología porque entonces no era aún la ciencia que todos
conocemos en la actualidad.) De su obra “Los Indios de México y
Nueva España”, en la sección sexta, de las Instituciones, tomamos
algunos párrafos. El XLI. (página 214.), “Tolerancia de la Prostitución y
la Mancebía”, las Casas dice: “…Débese primero entender y
considerar que los príncipes y señores o gobernadores de todos, o
cualesquiera reinos o repúblicas, para bien y rectamente gobernallas,
no deben de prohibir por sus leyes y ordinaciones todos los pecados o
vicios… Los vicios o pecados que con gran dificultad se pueden evitar,
como los de la fornicación simple, soltero con soltera… estos se han
de pasar debajo de simulación y sería malo e inícuo prohibillas por

283
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

leyes, porque causaría mucho escándalo y daños en la república…


Permitieron que hobiese mujeres que ganaban con sus cuerpos z
quien darse querían, puesto que no había lugares públicos ni
señalados para tal oficio, sino que cada una moraba y andaba donde
le parecía… porque la manceba llamaban ‘tlacatcauli…’ En toda esta
disertación, el padre de refiere al pueblo tenochca. El mismo nos
refiere en esta sección Capítulo LVI “Costumbres de Yucatán. Origen
de los Indios”, sobre la pederastia en esta parte de Mesoamérica: “De
los tres vicios fuimos certificados carecer más que otros las gentes de
este reino: El pecado nefando…” Ya veremos más adelante algo sobre
esta cuestión.
Demos uno de los saltos anunciados y vayamos a otro mundo, a
otra cultura y a otros horizontes. En la República de Venecia, en el
Siglo XV, el gobierno de ella, para proteger la moral de las mujeres
venecianas, buscó y compró mujeres extranjeras para que ejercieran
la prostitución. Antes, en la Edad Media, Génova, la Ciudad-Estado,
tenía una prostitución próspera y firmemente organizada, al grado de
que las prostitutas contaban con un reglamento escrito, el que juraba
cumplir al ingresar por primera vez a un prostíbulo.
En España, en la católica España y en la mística Valencia, al
finalizar el período conocido como “La Reconquista”, existía una
mancebía tan grande como un pequeño pueblo con doscientas casas
de prostitución y las instalaciones y negocios consecuentes. En esta
época, son varias las poblaciones españolas en las que las
autoridades, para proteger la prostitución, convirtieron barrios enteros
en grandes mancebías,

284
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En la capital española, en Madrid, al principio del Siglo XIX, las


costumbres eran muy parecidas a las actuales. “Calle de Atocha una
procesión, preguntando que era, me dijeron que era la Virgen P… y es
que como la imagen es hermosa, la asomaba por entre rejas una
alcahueta, para atraer parroquianos… A las oraciones de la noche se
apoderan de la Puerta del Sol… y en todas las calles contiguas una
infinidad de muchachas prostituidas, muy bien puestas, con sus
basquiñas y mantillas blancas, que no hacen sino pasar y repasar muy
de aprisa, quien va a otra cosa, y así están andando hasta las diez de
la noche.”(127)
Muy cerca de ahí, en París y al finalizar el mismo Siglo, “Las seis
de la tarde es la hora sacramental para la cocotte parisiense; puede
malgastar el día de cualquier manera, pero llegada esa hora, necesita
reunir todos sus hechizos, hacer uso de todos sus seductores
encantos para conquistar, sin mostrar tal deseo, un compañero para la
comida… en el interior de París, (otros Boulevard’s) como el de
Strasbourg, Sebastopol, Magenta, S. Germain, Richard Lenoir, Voltaire
y S. Michel (son) concurridos a todas horas por multitud de personas
entre las que figura desde la duquesa y la aristócrata cocotte…”(128)
En nuestro país, en la primera parte del Siglo XVII (1600-1650) la
prostitución se ejecutaba a la luz pública y sin recato ninguno y, claro
está, que existía también la prostitución oculta. Tema y situación en la
que coinciden todos los historiadores.
Antes de iniciarnos en la parte correspondiente a la legislación,
tenemos que hacer notar que en el Siglo XIX, en 1889, Inglaterra
suprimió la tolerancia e inició una persecución que marca toda una

285
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

época en la historia de la prostitución perseguida, que perduró hasta


muy avanzado el Siglo XX.
Este bosquejo de relación de hechos referidos a la prostitución
nos permite entender lo que antes habíamos apuntado. Si se
comparan los diferentes párrafos citados a épocas o pueblos, y
culturas tan discímbolas con el ejercicio actual de la prostitución que
todos conocemos tan bien, nos daremos cuenta de que sus
instituciones, costumbres, modos e intereses tiene una esteticidad
objetiva que priva sobre los cambios meramente aparentes. La
mentalidad de la prostitución conserva sus sistemas y sus leyes, pese
a los cambios políticos y sociales que han sacudido al mundo. Los
reinos fueron substituidos por repúblicas y el federalismo reemplazó al
imperialismo. Los países socialistas instituyeron nuevos modelos
socio-económicos y revolucionaron sus sistemas en todo, menos en la
prostitución. Ya en su momento presentaremos los modos de ejercicio
tanto en el llamado mundo imperialista como el socialista, incluido el
debidamente llamado Tercer Mundo. Todos tienen estadios culturales,
sistemas económicos y situaciones sociales diferentes y cambiantes,
pero el mundo sórdido de la prostitución pervive en todas partes de
una manera análoga, con sus mismos sistemas e intereses y con
similares relaciones con el mundo del hampa o de la cultura y la
política. La influencia de la prostituta en el medio cultural, socio-
económico y político sigue siendo el mismo, desde hace cuatro mil o
más años.

4.- Variedad, ejercicio y características.

286
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Como en todas las actividades humanas, aún siendo la misma


profesión u ocupación, tiene, ésta, las modalidades y cartabones que
la tipifican y diversifican, otorgando a cado modo las condiciones
necesarias e imprescindibles para su permanencia. Cada una de esas
modalidades o prototipos de ejercicio de la prostitución, proporcionan
a la prostituta una denominación que suele ser definidora de la forma,
aunque también acontece que no lo sea. Pretensión inútil sería el
abarcar ya no la totalidad de los nombres con que son conocidas en el
mundo, pero ni siquiera los que se les otorgan dentro de la República
Mexicana pueden ser agotados. A guisa de ejemplos,
proporcionaremos algunos, tomados del pasado o del presente, así
como de otros países, pero repetimos, no pueden abarcar ni la
totalidad de nombres ni la totalidad de modos de ejercicio. Como la
nomenclatura abarca in-extensis a toda función que consta en
prostituir a la persona humana, en el sentido que ya hemos definido
como el más exacto, así la definición más común, aunque no la más
consecuente del acto de prostituir es la que dice que consiste en
“exponer públicamente a todo género de torpeza y sensualidad.”, es
notorio que la correspondencia a la prostitución no es exacta, puesto
que se puede prostituir a alguien sin que tenga que realizarse en
público y por consiguiente, deberemos prescindir una vez más de una
definición para volver a la que ya se ha consignado.
Retomando a las formas y a las denominaciones, podemos situar
un hito cercano en la sociedad prehispánica de México, en la que
además de “Maahuiltia” y “Huilota”, los aztecas leas aplicaban a las
prostitutas la denominación de “Chintlatlahua” en función de que, el

287
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

contagio de la sífilis presenta unos rosetones dramáticos que tienen un


gran parecido a los que se forman debido a la picadura de una araña
que se llama de la misma manera.
En Francia, durante mucho tiempo se conoció a una clase
especial de prostitutas, la considerada más baja, como “pajilleras” en
virtud de que realizaban su comercio a los lados de los caminos y las
funciones sexuales entre la paja de los trigales, de donde proviene la
denominación. Ésta tuvo validez para la misma clase de mujeres, tanto
en Francia como en España y a lo largo de la línea fronteriza y hasta
muchos kilómetros adentro de cada país. En España, así mismo, se
conoció como “soldadescas” a las prostitutas que se establecían en la
cercanía de los cuarteles para tropa y con frecuencia la seguían en
sus movimientos.
Algunas denominaciones tomadas al azar, nos permiten
identificarlas en otros países; como “zona”, “zara”, “hakria” o
“keleshica” en Israel y durante muchos siglos, pues vienen desde que
los israelitas se encontraban cautivos en Egipto, pero permanecen
hasta la fecha. En los Estaos Unidos, además de la clásica “call Girl”
que debe su denominación al hecho de realizar sus contactos
“comerciales” mediante el uso del teléfono; en función de su vida
nocturna, las definen con el sobre nombre de “zorras”, muy explicativo
por sí mismo. Desde la Grecia Clásica, nos son comunes las
denominaciones de “meretriz”, “hetaira” o “hetera” entre otros, y en
Argentina el diminutivo del diminutivo de niña, que sería “pebeta”
diminutivo de “piba” que significa niña, es uno de los más conocidos
en el mundo entero.

288
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En México, y en forma independiente de sus actividades


modales, podemos esbozar una larga lista en la que incluiremos tanto
los apelativos comunes como los que se usan básicamente por el
hampa. En la mayor parte de los casos, solamente tienen carácter
peyorativo y en este sentido es que iniciamos la relación: Arrastrada,
bagaza, bailada, bata del rol, bondadosa, buscona; cogedora de
mariposas, cogedora de ratones, cortesana; del rol, de la familia
“putierres”; jaña del rejue, jugada, golfa, lea; machingüepa,,
magdalena, mirrué, mujer pública; pecadora, pelanduzca, pendanga,
pendona, perdida, perendenca; pípila, piusa de rodeo, pozolera,
prostituta, puta,; ramera y suripanta, esto por lo que se refiere a
actividades no relacionadas con el nombre.
En las denominaciones sí relacionadas con la modalidad
adoptada, nos enfrentaremos a la relación partiendo de la manera, y
en estas, de la más baja a la más alta. (Consideraciones
convencionales.)
Las callejeras, trotacalles, taloneras o taconeras, son las mujeres
que deambulan por la ciudad en busca del cliente y propiciando la
ocasión; sigue en orden ascendente, la esquinera, esto es, la que se
ubica en la esquina, bajo un farol o un árbol en espera del cliente, que
suele ser viandante. En todas las ciudades del mundo, pero sobre
todo, las hemos visto en México y en Turín, Italia, apostadas a lo largo
de avenidas concurridas, sin ningún complejo. Cada una con su árbol
o poste, casi en propiedad, pues es el mismo todas las noches, sin
faltar una, y nadie se lo suplanta cuando desaparece con el cliente;
siempre está disponible a su vuelta. Hay una calidad todavía de las
que tienen un escalón apenas visible, las “hoteleras” mujeres que se

289
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

estacionan en la entrada de un hotel de paso o de una casa


especialmente alquilada para el efecto por una o más mujeres.
Ya en otro nivel más alto, nos encontramos a las “ruleteras”,
“motorizadas” o “navegantes”, que usan un vehículo alquilado o propio
para movilizarse en busca de clientes. El señor Gomezjara, en su libro
menciona a las “viajeras” o “itinerantes” (129) y la relaciona con los
constructores de caminos. Nosotros, en largos años dedicados al
trabajo en caminos, jamás nos hemos encontrado este caso. No es
posible tener en cuanta a este autor por la poca acuciosidad que
demuestra en sus investigaciones; con facilidad toma lo particular por
lo general y en consecuencia sus conclusiones son generalmente
falsas. También Gomezjara confunde lamentablemente a la fichera con
la prostituta, quizá porque el material le fue referido y no vivido. La
fichera, si bien suele salir acompañada de un cliente, no es ésta su
verdadera actividad habitual, la que consiste en acompañar a los
clientes en su mesa y hacerlos gastar y cobrar un porcentaje del
consumo o “ficha”, o bien, va únicamente a bailar al cabaret sin
aceptar invitaciones para relaciones sexuales y su ingreso básico
proviene de lo que cobra por bailar con los concurrentes. No significa
que mantenga esporádicas relaciones sexuales con algún cliente, y su
relación más permanente la realiza con su “marido” o amante. Suele
dominarse como “cabareteras” a las prostitutas que realizan su
comercio en esos centros y englobar en este término a las ficheras,
pues ambas tienen un mundo común que suele ser vago en sus
definiciones.
Nos queda una prostituta que ejercita en las casas dedicadas
especialmente al efecto y en las que, en la Ciudad de México, suele

290
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

llamarse “pupila”, ya sea que viva en el burdel o lenocinio o que asista


a él solamente para conseguir su clientela y viva en su domicilio
particular. Estas prostitutas, de diferentes categorías, acuden a los
burdeles, realizan sus tratos y cobran una cantidad que ella fija como
remuneración por sus servicios y de esa, dedican una parte para
pagar a la “madrota” o “superiora”, o de las muchas formas como suele
ser conocida la dueña del lugar, por el uso de una alcoba amueblada,
de ropa de cama y toallas y, por último, el pago de un muchacho o un
homosexual que trabaja de mozo y que le prepara el baño, etcétera.
Estas mujeres tienen, en contra de todas sus aparentes ventajas, el
inconveniente de que vive eternamente endeudada con la dueña del
prostíbulo, que le vende ropa con altos precios y le hace préstamos
que le sirven de ancla.
De las similitudes entre la prostitución de antaño y la de hoy día,
don Artemio del Valle Arispe nos platica que en la Calle del Puente de
Leguízamo —hoy, sexta de República de Argentina— existía, en el
Siglo XVIII y en la Ciudad de México, un garito en el que: “Viejas
cínicas tenían puesta tienda a sus hijas y andaban proponiendo la
mercancía… señoras del tuzón… que iban con la mira de encontrar
competentes alquiladoras de sus cuerpos…”. Y es un recuerdo
histórico que en la Calle de las Gayas —actual séptima de Mesones—
en pleno centro de la ciudad, estaban todas ellas a la vista, en sus
casillas, tal y como en Cuahtemoczin, en Rivero o en el Órgano en el
Siglo XX, alcanzamos a verlas.
Quedan todavía algunas otras modalidades, que suelen ser
separadas del mundo de la prostitución, como son las
meseras, —justo es que no todas— que…. Ejercen la prostitución

291
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

como un complemento de sus ingresos por servir. Estas prostitutas


son ocasionales en el sentido de que no es un ejercicio diario el salir
con clientes, pero sí tienen casi siempre un “padrote” que es, a su vez,
“prostituto” de la mesera.
Es posible ampliar considerablemente el triste panorama de la
prostitución, sólo que ahora nos limitaremos obviamente, por la
extensión de este trabajo, pero no podemos pasar de largo sin
mencionar entre las prostitutas con profesión pretexto, a las extras de
cine y aún algunas actrices famosas, en todas las épocas. En estos
casos la prostitución presenta dos formas típicas de realización y
ambas diferentes entre sí. En una de ellas, la prostituta encubierta
como actriz o bailarina de coro en algún teatro de los llamados “de
revista”, acude a los burdeles en forma directa al terminar la función y
en ocasiones sale con los espectadores que le son presentados por
amigos o alcahuetes. La segunda de las formas de prostitución es a la
que han tenido que acudir gran número de actrices, pese a ser
poseedoras de verdadero valer como interpretes; la concesión de
“favores” a los directores, a los productores, a los asistentes de
dirección y hasta los iluministas; para que las llamen y las tengan en
cuenta en los repartos. Quedan aún otros aspectos —muchos— pero
que, como no tienen verdaderamente nomenclatura que vaya más allá
de los despectivos “amante” o “querida”, no las englobamos en este
parágrafo, pese a que son prostitutas en el más amplio sentido de la
palabra.
Como elemento anecdótico la siguiente lista, complementaria de
la anterior, es ejemplar de los nombretes con el que son conocidas las
prostitutas, los prostíbulos y otros elementos conectados con el medio

292
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

en diferentes partes del mundo y en diversas épocas. Mujerzuelas


(México), prostibularias (México), ganforras (México), urgamanderas
(México, Siglo XVII), gaifas (México), damas del honor perdido
(México, Siglo VIII), y Xochiquetzal (la flor de pluma rica) la belleza y el
amor, pero patrona, también, de las cortesanas (las avianime o maqui).

5.- Legislación y relación con la policía.

En este parágrafo, para evitar repeticiones cansadas,


remitiremos al lector a algunos párrafos anteriores y que tienen
relación directa con la legislación.
Mencionamos con antelación algunos datos concretos acerca de
la legislación de la materia, en la antigüedad y en la actualidad, pero
no mencionamos algunos datos que son de interés mayor en este
lugar por ser pequeño al que dedicamos a la relación de la prostitución
con el mundo de la Ley. Dijimos en otra parte que la primera les escrita
que se conoce, es la que aparece en los textos bíblicos, pero cabe una
advertencia; es una ley escrita y, en realidad, todo un cuerpo de
legislación, pero no lo es en el sentido de una norma que dicta una
autoridad y que acepta un pueblo, sino con un conducto religioso-
legal. Por tanto, en el sentido estricto de la palabra, la primera “ley”
que se conoce para reglamentar la prostitución, el primer código
oficial, es el que procede del legislador griego Solón, quien entre otras
cosas, remitió a las prostitutas a ejercer su oficio en las afueras de
Atenas. Ya hemos visto como esta medida profiláctica, se vio
entristecida por haber sido el medio, un tanto apegado a las prácticas

293
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de la prostitución y por el hecho de haber comprado prostitutas para el


lupanar que él mismo fundó. Sin embargo, su ejemplo dio origen a
otras leyes griegas, como la de Atenas que: “…obligaba a los hijos a
mantener a los padres si caían en la indigencia; pero eximía de este
deber a los hijos nacidos de una cortesana… La Ley estimaba, en el
primer caso, la incertidumbre de la paternidad, que haría precaria la
obligación natural del hijo…”(130) Este concepto legal, olvida a la madre,
que también puede caer en la pobreza y merece, independientemente
de su calidad moral, ser atendida por su hijo.
Pero la proscripción no fue solamente una cualidad de la
legislación griega, prolongándose hasta nuestros días en un camino
interminable de dolosos malentendidos. En el Imperio Romano, la Ley
de Domiciano, entre otras taxativas, impedía que las mujeres de esta
ocupación hicieran uso de la litera: La Ley Papia, en diferente tiempo
pero en la misma ciudad, “…les prohibía a los senadores el casarse
con mujeres manumitidas y con las que hubieren trabajado en el
teatro; y en el tiempo de Ulpiano, los ingenuos no podían casarse con
hembras de mala vida ni con las que hubieran sido condenadas en
juicio público…”(131) lo que nos muestra permanentemente la
concatenación entre la prostitución y los oficios pretexto, además de la
intromisión en la vida privada de los funcionarios y los impedimentos
de regeneración para las mujeres. En Roma, la semántica tiene una
gran influencia en las actividades de la mujer y en su vida personal.
“Seutonio, en Tiberio, la palabra ‘virgen’, que se lee en el texto de
Seutonio, designaba a toda mujer que no fuera casada ni conocida por
cortesana…”(132)

294
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En España varios han sido los intentos para integrar a las


prostitutas a la vida legal, considerando la prostitución como un medio
legitimo de ganarse la vida y al mismo tiempo, de controlar un
indeseable aumento de las enfermedades venéreas. Para el caso, no
es necesario ir más allá que recordar el Código de Alfonso IX, o las
pragmáticas que a lo largo del llamado Siglo de Oro, varios reyes
publicaron al efecto; o de la reglamentación que expidiera don Jaime
de Aragón. Todo esto ya lo hemos dicho con anterioridad. En España,
también la legislación y las libretas de control sanitario ya hemos visto
como fueron manejados. En Francia, Luis IX publicó unas ordenanzas
y del mismo tiempo, procede una ley absurda que considera la sarna
como una enfermedad venérea. —véase lo correspondiente en
medicina— Todo esto, dentro de un camino que pretende conciliar la
legalidad con la prostitución.
Una cuestión harto difícil de conciliar, es la repercusión que tiene
una lucha contra la prostitución legal, porque al hacerlo, se fomenta la
prostitución clandestina. En otras palabras; si se pretende abolir la
práctica nociva de la ficha sanitaria y policiaca deriva de la legislación,
se cae de inmediato en la prostitución clandestina. El punto
intermedio, la tolerancia, no tiene la suficiente fuerza para impedir los
males que se derivan de las otras dos formas legales, y sí, en cambio,
conjuga con demasiada frecuencia, los vicios de las dos. Porque son
dos las corrientes fundamentales que predominan. Los que proponen
la prostitución tolerada o legalizada, y los que la prefieren clandestina.
Aunque las estadísticas no son un reflejo real de las circunstancias,
los números si nos acercan un tanto a la interpretación de las mismas.
Podemos decir, por ejemplo, en 1878 había en París, 4,327 prostitutas

295
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

toleradas, en la misma ciudad y en 1973 su número se calcula en


3,769; al mismo tiempo que en Madrid, en 1885 las toleradas eran
1,131. Repetimos, los números solamente son indicadores relativos,
porque muchas son las mujeres no censadas en ninguna época y
muchas más las que prefieren el clandestinaje a la tolerancia, en virtud
de que en ésta, las fichas médicas y criminalísticas las marcan para
toda la vida con la infamia de la prostitución, mientras que en la
clandestinidad esto no sucede y, cuando optan o pueden mudar de
vida, no queda sino una vaga referencia a sus actividades y, desde
luego, nada escrito.
No es posible decidirse por alguna de las corrientes. En la
tolerancia, el abuso de las autoridades se limita, pero a cambio se
tiene en la mano la vida futura de esas mujeres, que, aunque cambien,
para la policía y para las autoridades sanitarias, seguirán siendo
prostitutas. La clandestinidad tiene tantos problemas que no los
trataremos sino superficialmente. Basta decir que el número de las
prostitutas no es de ninguna manera estable, que suele subir o bajar
en las etapas de crisis o de bonanza, pero no relacionadas a estas,
como suponen algunos autores, sino en función de que la bonanza
tiene menos necesidad y quizá menos prostitutas, pero,
paradójicamente hay más dinero y más prostitución, que incide en el
nuevo aumento de estas mujeres. En la crisis se carece de dinero y
aumenta la prostitución, ahora sí, en forma correlativa al fenómeno
económico.
Por otra ´parte, la legislación, si logra ser total, de forma que las
prostitutas se incorporen al régimen legal de manera concluyente, la
explotación se vuelve capitalista, como lo menciona Gomezjara 133):

296
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“Cuando se legaliza la prostitución significa convertirnos en cosa más


fácil de adquirir como en Nevada (U.S.A.), donde se contratan
prostitutas por tres semanas de trabajo continuo por una semana de
descanso.” Este mal, acompañado de la existencia de archivos
fácilmente manejables y coadyuvantes de extorción en casos
aleatorios, la ficha sinaléctica y otros factores que identifican a la
prostituta de por vida, hace indeseable este procedimiento, que tiene
que contar con una policía sana mentalmente, lo que resulta casi
imposible, dadas las necesidades de los gobiernos.
“Lo que se requiere es que no sólo los jueces y los cuerpos
legislativos, sino las doctas profesiones de ciencia, política y derecho
dedique mucho más esfuerzo que en el pasado a reafirmar y fortalecer
el entendimiento público. De modo muy especial deberíamos insistir
en que nuestra policía y nuestras fuerzas armadas se instruyan, dentro
del amplio margen de su estudio de las ciencias sociales, con
suficiente teoría política para que adquieran una plena comprensión de
la tradición de los derechos humanos y una apreciación de las
dificultades de su pleno cumplimiento.(134)
La proscripción conduce a caminos también alejados del
bienestar público y de la sanidad nacional y mundial. La ilegalidad de
la prostitución la liga indefectiblemente al campo de crimen más que
otras circunstancias, dado que, en esta manera, la policía, en cuanto
tal, solamente tiene contacto con las mujeres y los demás personajes
del mundo prostituido, en contadas ocasiones. La realidad de esta
situación la conocemos de sobra, por los relatos de las prostitutas que
viven en el clandestinaje u por lo que hemos visto en ellas. La policía
las extorsionan y se convierte en un perseguidor irresponsable e ilegal;

297
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

el hampa acude a ellas como un medio para llegar a otras esferas a


las que ellas si tienen acceso; la Ley las ignora completamente y, por
consiguiente, las deja en el desamparo. Las autoridades sanitarias se
muestran incompetentes para combatir determinadas enfermedades
que suelen llegar hasta verdaderas epidemias, convirtiendo el control
en una campaña de emergencia en lugar de una labor de profilaxis
idóneamente conducida. La ilegalidad de los regímenes socialistas, la
proscripción, produce exactamente el efecto contrario al buscado.
“Resulta entonces explicable encontrar en ese país (Cuba) como otros
de Europa del este, una prostitución clandestina alrededor de los
hoteles para turistas y la alta burocracia…” (135) No es solamente esta
prostitución la que existe en esos países, porque también existe la
prostitución dirigida al consumo doméstico, esa que causa más males
que la prostitución internacionalizada, pero de alcances apenas
perceptibles en el contexto de un país. La prostitución destinada a la
clase trabajadora —media o proletariado— de las ciudades y del
campesino que acude a ellas, es más grave que la combatida.

6.- Economía doméstica.

La definición más general de economía doméstica sería el arte


de administrar en su relación universal, la economía de un país, en lo
particular, de una región y en lo individual ordenar los gastos e
ingresos de una cas, la que resulta de tan general en insubstancial y si
la dedicamos a estudiar lo que en rigor denominaríamos como
economía doméstica de la prostitución, el abismo entre la realidad y la

298
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

definición se torna desmesuradle. Resulta imposible deducir por ella


las connotaciones que implica. Si actualizamos y ampliamos el
concepto, veremos que la economía doméstica entiende, en su forma
más general un englobe de disciplinas y conocimientos y los procesos
derivados que configuran al conjunto social en su forma externa de
convivir, en su régimen interno de conducta y en el modo total de su
existencia; en el comportamiento habitual que obedece a
determinados estereotipos. La prostitución, pese a que es un mundo
alejado del que lo circunda, reconoce, no obstante, los mismos
lineamientos generales, bien que modificados, para adecuarlos a su
órbita. Estos conocimientos modales son, también, complementados
por los términos particulares que no atañen al resto de la sociedad
sino en forma indirecta, y que tienen vigencia mundial.
En los límites sociales más generalizados, la economía
doméstica se refiere a actividades tales como: Preparación de
alimentos y cocina, comida y gastronomía, habitación, mobiliario y
decoración; indumentaria y arreglo y la organización doméstica tal
como la educación de los niños, los cuidados maternales y el servicio
y servidumbre, y ésta clasificación nos atendremos para ubicarla en el
contexto general. Todos ellos, adquieren una modalidad diferente en
cada estrato social y no constituyen una excepción, la vida o su
organización de los individuos dedicados de alguna manera a la
prostitución.
La interacción de las predisponentes se configura dentro de un
cuadro con tres condiciones, todas ellas definitorias de por sí y
definitivas en su conjunto. El núcleo más numeroso, esto es, más del
70% de los individuos, específicamente, de las mujeres, provienen de

299
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

grupos marginados en los que la acción de las condicionantes


prevalece a pesar de todo el esfuerzo realizado para eliminarlas o, por
lo menos, minimizarlas. Ellas son de carácter espiritual, social y
material y su peso negativo actúa como un motor de bajas
revoluciones pero de marcha constante.
El aspecto meramente material se caracteriza por un ambiente
cargado de presiones, falto de alimentos en cantidad suficiente y de
calidad eficiente; carencia de ropa y escasa escolaridad, aunado a un
hábitat depauperado y con frecuencia insalubre. En sus sueños
aparece una búsqueda constante de los medios para instituir su
alimentación, su condición vital y la consecución de las galas que
ahora se les niegan y llegar a vivir, obteniéndolos de la prostitución,
como único medio visible. Del hábitat deprimente se puede pasar a la
casa elegante y en barrio exclusivo y, por qué no, la escasa
escolaridad puede reemplazarse con amigos o amigas influyentes y
con dinero.
Puede decirse que no hay en ese medio, quien no haya pensado
alguna vez en la sociedad elegante, a la que conocen sólo por los
diarios o los patrones en un permanente paraíso de diversiones y
felicidad, al que aspiran llegar alguna vez. Casi todos los miembros de
este sub-mundo han padecido humillaciones y hasta violencia por
parte de la clase dominante, a la que aspiran, sin embargo, de llegar a
formar parte; en mucho, por la posibilidad de tomar desquite de sus
frustraciones y violentar a los que ahora son como ellos, seres
desamparados. Esa felicidad a la que desean acceder, piensan que
puede lograrse mediante la obtención de capital o de posición social. Y

300
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

son muchas las mujeres, muchas más que los hombres, que
encuentran el camino mediante el delito, en este caso la prostitución.
El valor que tiene el dinero en la vida diaria de cualquier
sociedad, sin importar el material de su confección, sino atendiendo
específicamente a su valor como un medio de transacción, esto es, de
interrelación comercial, con un valor seguramente definidos, que está
sujeto a cotizaciones, escases o abundancia, etcétera, y que en
consecuencia sufre transformaciones más o menos frecuentes, está
claramente definido y nadie pone en duda algo que conoce
satisfactoriamente, por escasos que sean sus conocimientos de
economía. En el medio que estudiamos, el dinero tiene otro valor que,
aunque muy semejante al que se produce en la generalidad,
dependiente de condicionantes psicológicas; es aquí en donde se
define en consecuencia conseguido el valor no sólo personal, sino
social, que se le atribuye al producto de las actuaciones.
Entre los que dominamos rateros, es decir, cualquier delincuente
que viva del beneficio obtenido por medios ilícitos y las prostitutas, el
dinero tiene una clara diferenciación. Para estar en la posibilidad de
entender una explicación que por necesidad es breve, quizá mucho
más de lo deseable, una clasificación elemental pero no arbitraria es la
que presentamos como un medio de justificación.
Rateros.
Defraudadores.
Prostitutas.
En el renglón que hemos denominado generalizadoramente de
rateros, y en que ya hemos dicho que englobamos una gran variedad
de “especialidades” delictivas, el dinero producto del robo no tiene otra

301
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

finalidad que la de cubrir lo indispensable —aunque mucho de este


indispensable pueda ser superfluo— para la vida cotidiana. Esto no
significa más allá que el ladrón dedica una buena parte de sus
ingresos al mantenimiento de la casa, en forma de comida, la
vestimenta necesaria y, con alguna parquedad esparcimiento para la
familia. Otro renglón, secundario, resulta el ajuaréo del domicilio,
aunque este no se encuentre exento de algunas comodidades con la
edición de artículos eléctricos y electrónicos. El renglón que ocupa en
la generalidad de los casos un segundo lugar, es la aportación al
mantenimiento de vicios y ocupación de los ocios que le dedica del
dinero que se ha obtenido.
Esta circunstancia no es meramente accidental, sino que resulta
en conclusión de hábitos formadores, se vierte en una continuidad no
cambiante de las formas de vida, de vivienda y de vestido que han
sido molde constante en su vida. No existe ningún aliciente para
mejorarla y, por el contrario, la necesidad de ocultamiento conduce a
viviendas ubicadas en sitios propicios para ella, los que casi siempre
se localizan en las “ciudades perdidas”, los barrios “peligrosos” o en
las colonias alejadas y que, en consecuencia, carecen de los
satisfactores urbanos comunes y que derivan en construcciones
decadentes o provisionales. No es necesario, en consecuencia, que el
hábitat sean mejores y el dinero tiene el valor de la necesidad diaria
sin el aliciente de la mejoría con él.
Son defraudadores, para los efectos de esta clasificación, todos
aquellos que obtienen un lucro por cualquiera de las formas legales
del fraude, el abuso de confianza o la falsificación. Estos hombres
están condicionados especialmente para estimar el dinero y su

302
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

obtención, pero en su aplicación la mayoría de las veces es en una


mejoría de su apariencia, del medio en el que se desenvuelven o en
su habitación, aunque con frecuencia, estos delitos se cometan para
cubrir deudas contraídas en el juego. Esta última circunstancia no
altera en ninguna forma el valor que tiene el dinero para ellas: Juegan
o delinquen para mejorar cualquiera de los elementos que forman sus
vidas.
Las prostitutas reúnen ambos grupos en uno solo. Muchas son a
las que el dinero obtenido sólo les sirve como un medio de
subsistencia o de mantenimiento de vicios; otras, en cambio, y son las
menos, una gran ambición va unida a una gran avaricia y a un temor
incoercitible ante la mañana. Aquellas botan todo lo que obtienen por
el tráfico de sus cuerpos, estas guardan el dinero sin medida y sin
disfrutarlo. Queda un grupo, que constituye la mayor parte, que ante la
diaria subveniencia necesaria, mejoran su medio vida en la habitación
y en su persona; en parte, por la necesidad de una presentación más
aceptable ante sus clientes y la posibilidad de invitarlos a sus casas,
es decir, que la inversión que realizan en su modo de vida es
exactamente eso, una inversión que se proponen les reditúe, sin
desdeñar el gasto realizado en vicios o en superfuidades.
El resumen de este pequeño esbozo puede definirse en muy
pocas palabras: Condiciones igualitarias = herencia, cultura y status y,
condiciones diferenciales = relaciones. Estas pocas palabras sintetizan
un modo de apreciación del dinero. Un estudio más minucioso nos
comprueba —aunque no se exponga aquí— lo referido.
En lo espiritual el panorama es todavía más desalentador. La
poca o ninguna formación ética y la tergiversación de los valores,

303
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

producto del medio de desarrollo, en los que la coerción sexual pasa


aun primer lugar por la promiscuidad que el medio material prohija, en
la faltante formación escolar que sirva como medio de defensa ante la
vida; los factores fomentan las malas interpretaciones de los cánones
rectores y generan una reacción violenta en contra de la sociedad. En
la aportación privativa con la que coopera para encontrar sólo su
propio beneficio dentro del contexto actual, la mujer de ese grupo
encuentra así un medio y un fin para la obtención de los elementos
que le permiten obtener lo que, sin el uso de su cuerpo y por las
carencias definidoras de su existencia, no podrá obtener jamás, o en
el mejor de los casos, lo obtendría con un largo camino de sacrificio y
de escasa remuneración.
El dinero fácil, la diversión inmediata, el no importismo del
momento, son los señuelos que encandilan a las “mariposillas” para
quemar sus ilusiones en el fracaso y realizar la vuelta final a la miseria
de la que creyeron salir en un momento. De cada mil prostitutas que
llegan a una posición privilegiada, sólo se quedan en el camino dos
millones de desesperadas, lo que dicho de otra manera; solamente
una de cada dos mil mujeres consigue plenamente lo que se marcó
como destino final en su vida. El resto, o retorna a su antiguo medio o
se redimen y forman un hogar y sus ilusiones se cumplen a medias o
terminan en la prostitución vergonzante ocultando su marchitez y
enfermedades en la penumbra.
Panorama que no ha cambiado en la historia y que se repite
todos los días de todos los años. Pequeños matices pero un color
definido y permanente. Panorámica sin movimiento y daguerrotipo

304
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

psicológico que, como un retrato a los Dorian Grey nos delata lo que
somos y lo que queremos ser.
Antes nos hemos referido a las causas que provocan la
delincuencia y ahora nos encontramos ante un fenómeno que se
mueve en forma indirecta por las mismas razones, aunque algunos
tratadistas, de una manera simplista, condicionan la génesis de la
prostitución a la holganza, la miseria, la vanidad y el abandono de
amantes o maridos, como casos más frecuentes. Creemos que la
prostitución por la necesidad de comer, sólo se presenta en casos
extremos. Es más frecuente encontrar su origen en la mala conducta y
malos ejemplos de los padres en la expectativa fuera del alcance
posible real de proporcionar habitación y alimentos a los hijos, cuando
los hay ás allá de lo que facilita la preparación para hacerlo; la
carencia de vestido y, sobre todo, la carencia de escolaridad eficiente:
En el medio es frecuente y casi necesario, encontrar que las mujeres
recurran a ella por la carencia de conocimientos, aunque, claro está,
se dan también la coyuntura de que, poseyendo una relativa
preparación, se acuda a este medio. La asistencia de mujeres con
estudios de alto nivel es relativa y este fenómeno se da con mayor
frecuencia en la prostitución de “conveniencia”.
Natorp definen la tesis de que la virtud no puede enseñarse,
siguiendo el modelo de Platón y la experiencia de todos los tiempos,
los medios parecen demostrarnos que tanto el griego como el idealista
tienen la razón. Aceptaremos, sin conceder, que la virtud no puede ser
enseñada y que solamente se la muestra al hombre virtuoso y se la
enseñan los medios para conseguirla. Los medios sí pueden ser

305
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

enseñados. No pretendemos que este estudio enseñe la virtud para


que su consecuencia permita la extinción de la prostitución.
Pensamos que tanto al virtuoso posible como al que se supone
no puede adquirirla, son posibles de practicarla; por eso, lo que sí
pretendemos es que, conociendo los motivos y eliminadas las causas,
cesen los efectos, no por práctica de la virtud en sí misma, sino por la
innecesaridad de reducir el mundo del delito. Las causas pueden ser
mostradas y metodizadas para obtener su modificación socio-
económica y para su vigilancia médico-psiquiátrica y por este camino
llegar a una minimización de la problemática. No pensamos de
ninguna manera en la desaparición total de la misma, porque la
condición volitiva del ser humano lo propende al camino del menor
esfuerzo inmediato y este parece ser la violación de las normas. No
será posible su erradicación, pero si obtener su disminución y con ella,
la disminución simultánea de las consecuencias de la prostitución,
incidiendo sobre la salud pública, sobre las instituciones y sobre la
concepción total de la conducta. Quizá, de esta manera, siguiendo la
ruta de causa-efecto-causa, el número de mujeres (sobre todo ellas)
que pululan en el medio, encause su vida hacia actividades positivas.
No estamos en contra de las relaciones sexuales sino en contra de la
comercialización de las mismas. No es pretendible un mundo de
castas vírgenes sino de mujeres sanas. No un medio pervertido por las
relaciones deformadas de la prostitución, sino que en el peor de los
casos, se cree un ambiente en el que a la relación sexual, con toda su
problemática posible, no tenga que sumarse el estigma del comercio.
De ese comercio que estructura un medio amargo y una relación vital

306
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

viciada en todas las actividades de los personajes que en él se


mueven.
A pesar de que antes hemos mencionado una lista de
actividades como parte de su economía doméstica, no estudiaremos
esa relación en forma analítica, sino estableceremos un parámetro
vital de comparación con estructura dinámica, que nos permita
elasticidad en el estudio de las trayectorias diversas, con la sola
mención de las formas inclusas dentro del ejemplo y descomponer en
él la regularidad aparente de los modelos usuales.
Es de advertir que el contenido usual de las costumbres se
invierte y la vida se desarrolla en turnos que se inician al caer la tarde
y terminan en la madrugada del día siguiente. La vida se traspone a
nocturna, lo que en sí, no tendría ninguna importancia, puesto que
miles de hombres lo hacen en otras actividades. Lo realmente
importante de esta inversión es el porqué de ella. Ese porqué que
tanto se asocia con lo malo, se debe quizá, porque desde siempre la
prostitución se ha ocultado por los rincones o en la obscuridad. Y esta
trasposición sí tiene una influencia casi definitiva en las relaciones de
quienes viven en ella. El vivir de noche no es un delito, pero en el caso
de la prostitución, que prohíja tantos otros delitos operantes en su
concomitancia, si tiene un hondo sentido vivencial, porque forma parte
de la alteración de la vida familiar y de la relación social de la prostituta
y de quienes con ella.
Paro la mayoría de las prostitutas el día se inicia bastante
avanzada la tarde y es a partir de ese momento cuando toman, o
pretenden tomar, el bagaje de sus obligaciones. Es en ese instante
cuando se pueden apreciar las diferenciales con el resto del

307
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

organismo social que las distinguen. Lo que una prostituta quiere o


puede cocinar, está generalmente condicionado por lo que otras
mujeres de su casa han adquirido en el mercado o la tienda. En el
presupuesto de que sea nutritiva, lo que es dudoso, por la costumbre
de ingerir alimentos de fácil preparación, mucho sabor y poca
equilibrada la ración, sería la única comida normal que realiza en su
día. El promedio de estas mujeres padecen de una sub-alimentación
producto de la irregularidad que tienen en sus hábitos. La cena en su
casa es, posiblemente, la única que tomen hasta el día siguiente, pero
en el caso de que no sea así, los alimentos que se consumen en los
prostíbulos están constituidos por “botanas” y alimentos golosina en
forma independiente de que el alcohol quita el apetito. Si la mujer tiene
la suerte de acompañar a su cliente fuera del local, o bien, ella misma
ofrece sus servicios en la calle, en cualquiera de las formas habituales,
las invitaciones a sitios en los que se consumen alimentos son, o
deficientes por ser centros de esparcimiento o, en el mejor de los
casos, los manjares son consumidos no tanto por su valor alimenticio,
sino por lo ostentoso del nombre o el alto precio que tengan y que la
prostituta cree —producto de su ignorancia— que en esa forma
demuestra que es una mujer de mundo o bien, porque le convenga
pecuniariamente, hacer el consumo al tratarse de algún lugar en el
que tiene convenio para recibir comisión por el monto del consumo. De
esta manera, su alimentación frecuentemente no basta para suplir el
desgaste físico del ejercicio del acto sexual y de la noche en vela. Este
tipo de comida suele estar acompañado de escasos conocimientos
culinarios para suplir con eficiencia la ineficacia en la regularidad. El
cuadro de alimentos y comida, cocina y gastronomía puede

308
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

sintetizarse así: Desconocimiento del arte culinario y escases de


tiempo para desarrollarlo, caso de que posea; afición a los productos
ostentosos o de antojo en substitución de platillos equilibrados y gran
irregularidad en el consumo.
En el interior de la casa de la prostituta promedio tiene un sello
particular, con profusión de muebles ostentosos o superfluos y
aparatos electrónicos de alto precio y carencia de los implementos y
enseres realmente necesarios. Todo apilado por la falta de gusto y
sobra de vanidad. Esta circunstancia, que es común a muchos
hogares ajenos al medio, no es deprimente por el hecho circunstancial
en sí, sino porque muestra la poca previsión que tienen para el futuro,
cuando sus encantos se agosten y el dinero escaseé y la forma
irresponsable en que se derrocha un dinero obtenido con aparente
facilidad. A esto, habrá que sumar la particularidad de que en muchos
casos, son enseres ostentosos, sí, pero de escasa calidad. La
condición de quien tiene que invitar a sus compañeras o amigos
ocasionales a su casa, obliga, aparentemente, a que esta sea
elegante, en el limitado contexto de esta apreciación. Naturalmente
que lo anterior no impide que haya casas de prostitutas montadas sí,
con elegancia y utilitarismo reales, pero en estos casos, no es
frecuente que sea producto de su iniciativa, sino de los consejos y
dirección de otras personas y rara vez de su verdadero gusto.
En su arreglo personal, en la ropa que viste, en las joyas que
porta; en lo que es fácilmente distinguible la diferencia de una de estas
mujeres con el resto. La prostituta que ejerce por su cuenta tiene
alguna oportunidad de adquirir su atuendo sin presiones, pero está
encaminado a promover su clientela y exhibir el cuerpo. Tiene que

309
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

estar siempre presentable, aún en el caso de las mujeres de cierto


bajo nivel. En la escala social que se produce en la misma
prostitución, se encuentran las que no lo requieren o, simplemente, no
pueden adquirirlo. La pupila de una casa de asignación, ya hemos
visto como se hace de su vestuario, por medio de vendedores que les
llevan ropa en serie, por los que ofrecen joyas de bisutería y por los
mecanismos poco honestos de las “madrotas”. La prostitución en las
altas esferas tiene características alternativas que recorren todos los
elementos configurados arriba; que se movilizan con una dinámica
poco apreciable en virtud de que el dinero del que disponen, es
gradualmente más en proporción a los medios cerca de los que se
ejerce. Hay un tipo de mujeres con mejor preparación técnica pero con
deformaciones psíquicas que las impelen a prostituirse buscando un
final más prudente y que pueda transformarse en buen matrimonio “de
conveniencia” o, por lo menos, en un amasiato jugoso. Estas mujeres
conocen los secretos del buen vestir, de la gastronomía y de las
alhajas; circunstancia que les permite aparentar una vida tranquila y
ordenada. Pero en el fondo, los mismos moldes desproporcionados
rigen sus vidas.
Cuando se habla de la educación en este medio, poco es lo que
difiere un grupo de otro y sí mucho lo que se aleja del común de la
gente. No estamos hablando de conocimientos, esto puede ser
considerado como instrucción, sino de comportamientos modales, de
léxico y conducta, simplemente. En mayor o en menor grado, todo
hombre es portador de un comportamiento diferente cuando se
encuentra entre sus congéneres y cuando trata con los de otro sexo, o
en el momento que habla con su jefe de cuando lo hace con sus

310
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

iguales o con subordinados; cuando está en confianza que cuando


siente inhibiciones ante alguno, cuando desea ser sincero o cuando
quiere aparentar una conducta o una posición. Y siempre existe un
marco distintivo para una actitud, que difiere fundamentalmente en
expresividad y color. Lo mismo acontece con las prostitutas, con la
salvedad de que sus diferentes posturas se encuentran condicionadas
a los momentos en que la prostituta se desenvuelve en el medio de su
trabajo y en las que permanece fuera del ambiente transitoriamente.
Dentro, son vulgares y su vocabulario y actitudes toman el cariz de
desvergüenza, tanto por el trato con las compañeras, como para
vencer los posibles impedimentos del cliente. Son impúdicas como un
medio de provocación y por no situarse al margen de los demás. Y el
contraste surge en el preciso instante que se alejan del lugar de sus
actividades o de la cercanía de las otras mujeres. Salvo en el caso de
las que de sobra son conocidas como cortesanas, estas mujeres se
ven obligadas a llevar45 una doble vida, antípoda la una de la otra.
Fuera, pretenden ser amas de casa, madres hogareñas y mujeres
virtuosas, escondiendo con un telón su verdadero carácter, tanto por la
situación guardan con mucha frecuencia como por el estigma que su
actividad refleja sobre sus allegados. Viven dos vidas paralelas y
disímbolas e incongruentes. Esta ambivalencia de vidas y la
ambigüedad que en la verdadera personalidad reflejan, dañan a la
mujer tanto o más que la prostitución misma. La simultaneidad de las
dos condiciones las sitúa con frecuencia en situaciones difíciles. No es
dudoso —salvo en contadas excepciones— que deseen pertenecer al
grupo a salvo de cortapisas, y el desilusionante conocimiento de a su
impreparación para obtener beneficios ejerciendo otro oficio o la

311
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pretensión de hacer un capital para alejarse de la prostitución. El que,


por otra parte, son incapaces de acumular por el dispendio con el que
viven.
Ex profeso hemos dejado para el último lugar de este breve
resumen de su economía doméstica, la relación que existe entre sus
hijos y ellas. Eximiremos de esta práctica a las mujeres y las que
forman un grupo reducido en comparación con las mujeres que
simulan tener otra actividad que les produce ingresos o que en
realidad tiene profesión substituta. Del medio visitado por nosotros,
una gran mayoría de las prostitutas mienten en sus casas y ante sus
amistades. La presión de cada uno de los grupos en forma
independiente, ejerce una coacción favorable para el grupo en
particular, de difícil inobservancia, pero sin admitir la presencia del
antagonista. La agresividad de la prostituta ante el medio en el que,
sin embargo, desea aparecer, es el producto neto de la frustración del
uno ante el otro, y la marea de atracción y repulsión entre ambos.
Por la necesidad misma creada por el medio de vida y el
desarrollo de ésta, existe un abandono parcial y, en algunos casos
total, de la educación de los hijos, abandono que se ve robustecido por
la carencia de información de la madre. Generalmente, la
responsabilidad de vigilar la escolaridad y la conducta general de los
menores, recae en ´parientes cercanos, usualmente una hermana o la
propia madre de la prostituta, cuando no tías o primos, que de esta
manera se convierten en una especie de servidores más o menos
baratos y “nunca” gratuitos. En muchas ocasiones, el alojamiento
familiar, consciente o no de la prostituta, produce un vacío que es
necesario llenar de servidumbre pagada o con amistades. Nunca, el

312
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

producto de esta tutela, tendrá, por eficiente que sea, la calidad de la


vigilancia y cuidados maternos. Repetiremos que la referencia es a las
mujeres que tienen una doble vida y de ninguna manera a aquella que
vive de manera ostensible y quien, en consecuencia, trasmitirá a la
familia sus pocas preocupaciones éticas y de la que los menores —
casi siempre las mujeres— adquirirán iguales consideraciones y
fundará una dinastía verdadera. Conocemos de un caso, sin embargo,
en el que la madre, siendo prostituta con oficio pretexto, pero sin
ningún recato ante sus hijas, procreó una, la que con el tiempo,
adquirió una grave afección mental por el conflicto irresoluble de sus
conceptos innatos éticos y morales de la vida, el ejemplo de loa madre
y lo que fue más grave, la propia inducción materna al ejercicio de la
prostitución. Esta muchacha terminó sus días en manos de los
psiquiatras.
La incapacidad formativa, en la clase a la que nos venimos
refiriendo, tiende a buscar un substituto enviando a los hijos a
escuelas caras y no siempre recomendables. De esta forma, la madre
pretende subsanar sus carencias y se ve envuelta en un medio ajeno y
que se suma a su conflicto general. Ante las autoridades escolares y
con otras madres, tratará de ocultar su verdadera identidad creándose
una imagen desfigurada y algunas veces caricaturesca, que incidirá
fatalmente en su prole. Si al final, el producto es bueno podrá decirse
que ha triunfado en sus aspiraciones, pero este triunfo no ha
modificado en modo alguno su “economía doméstica”.
De esta manera, harto simplista y que hubiéramos dibujado
mejor describiendo la biografía de alguna de nuestras conocidas,
creemos haber bosquejado el problema.

313
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Una cuestión largamente debatida es la conveniencia o


inconveniencia de la prostitución. Desde antiguo se ha polemizado al
respecto, sin llegar a conclusiones que sean definitivas en cualquiera
de los dos sentidos. Cicerón, afirmaba que no es posible, sin correr un
gran riesgo, impedir el comercio de los jóvenes con las prostitutas. Por
su parte, el filósofo San Agustín, abundaba en la certidumbre de su
época en el sentido de la necesidad de existencia de las prostitutas.
“Suprimid a las cortesanas y la sociedad sufrirá en profundo
desquiciamiento.”(136) Las legislaciones de todas las épocas y de todas
las corrientes ideológicas han pretendido suprimirla, pero también, en
todos los tiempos, se han procurado legislaciones que la autorizan y
otras que la toleran. Arduo problema el que han tenido.
¿Es necesaria la prostitución o por el contrario, debe de
suprimirse? Esta cuestión implica confusión respecto a la necesidad
de us existencia, confundiendo la conveniencia de que persista con la
verdadera necesidad de la misma. La conveniencia implica solamente
una situación aleatoria y la necesidad, una definitiva. ¿No es
necesaria, aunque sí conveniente? Existe la posibilidad, que no ha
sido completamente comprobada todavía, de que al no existir las
prostitutas como un medio de evasión a las necesidades biológicas de
los jóvenes, aumente el número de los delitos sexuales; pero por otro
lado, tampoco ha sido posible comprobar lo contrario. En las
sociedades que han logrado desterrarla “oficialmente”, pervive en la
clandestinidad y el número de delitos sexuales no ha aumentado ni
disminuido. En los pueblos que la conservan en forma más o menos
controlada tampoco han sufrido modificaciones substanciales las
estadísticas al respecto.

314
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Sin lugar a dudas la prostitución acarrea consigo una serie de


problemas sociales y las mujeres que la ejercen tienen una gran
responsabilidad en muchos casos de hogares destruidos, desfalcos,
tráfico de drogas, contrabando, etcétera; pero también es innegable
que en muchos casos, con relativa frecuencia, una cortesana ha
influido favorablemente sobre las decisiones del hombre con el que
tiene relaciones más o menos constantes. Cuantas mujeres de esta
calidad han provocado la creación de una obra de arte. Las
conocemos en la poesía o en la prosa de los escritores; en la escultura
o en los cuadros de los artistas. Bien que cabe hacer notar que la
relación casual en el momento en que se produce, ya no es
plenamente prostitución, pero esta circunstancia no implica que ella
continúe ejerciéndola, que la haya ejercido y que, casi siempre, ese
haya sido el camino por el que el artista llegó hasta ella. En los
negocios y, sobre todo, en el mundo de la política siempre ha existido
la mano de la sombra o a plena luz, de algunas de estas mujeres que
han provocado movimientos artísticos o sociales y hasta las ha habido
que llegaron a los más altos puestos gubernativos y en los que su
labor fue benéfica. Todo lo cual no le quita a la institución su aspecto
negativo. Son más las prostitutas perjudiciales que las que resultan
positivas. Y esta situación verdadera forma parte de la economía
doméstica del ambiente en el que transcurren esas vidas.

7.- Anécdotas y curiosidades.

315
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Solamente por la curiosidad que despierta la existencia de las


prostitutas en las sociedades de todos los tiempos, agregaremos aquí
algunos párrafos peregrinos de costumbres y de épocas.
Con la fácil pluma que lo caracterizó, don Artemio del Valle
Arispe cuenta que en la Ciudad de México, en el Siglo XVIII vivía una
mujer que “era un tubión”, un incontenible ímpetu, entre sedas y
encajes, la famosa daifa, Manolita Sandoval.
“¡Qué mujer era esta tal Manolita, alocada, decididora, fogosa y
ella llena a la vez de suave bondad! No se andaba jamás con chicas ni
con finas aleluyas con quien la ofendía, sino que le soltaba, junto con
una fresca muy castiza, una repentina bofetada en medio del rostro,
con lo que le dejaba hecho un arcoíris o con algunos dientes menos y
algunos chichones de más, pues tenia probadas sus fuerzas con
robustos jayanes, por que, Manolita, a pesar de la transparente
diafanidad de su encarnadura, les dobló el pulso y tumbó por tierra y a
alguno que se le envalentonó insolente le volvió de revés con el
repentino puñetazo que le asestó, perjudicándole la osamenta o ale la
carne como breva en sazón.”
“Aguda era Manolita Sandoval en el epigrama, pronta en las
respuestas, inexorable en el despique, desgarrada de palabras y
también desgarrada de obras, pues de su cuerpo había hecho finca
que vendía a dineros…”
“…era un alma descuidada, pero llena de fe cándida y simple,
fácil al ensueño y al placer de las emocionadas contemplaciones. Esta
libertina enviaba buenos donativos a conventos, los enviaba también
muy buenos a cofradías y a hospitales; a huérfanos, a viudas, a
muchos pobres les daba cantidades cada mes, y a las desgraciadas

316
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

mujeres del gremio… las socorría de continúo con generosa


munificencia…”.
“Día y mes, el doce de febrero; 1787, el año. La pomposa
nobleza de México regresaba de la villa de Guadalupe… De repente
se detuvo todo el cortejo; la carroza de Manolita Sandoval se detuvo
también. Salía el cura de la Iglesia de Santa Ana… con el viático… De
pronto, Manolita Sandoval bajó con un salto gentil de su reluciente
carroza y se acercó al sacerdote… le ofreció con humildad su carroza
para que condujera al Señor… Tomó el farol la elegante perendeca… y
guió al clérigo hacia la delicada carroza…”.
“Puesta de rodillas… dijo al párroco que no era justo que el
Señor caminase a píe y que el pecado fuera en coche… Ya no
murmuraban los señores, ni las damas del espléndido cortejo, sino
que en silencio veían caminar a píe a la baldonada… El Arzobispo-
Virrey, Don Antonio Núñez de Haro y Peralta, le sonrió con afable
bondad; con ternura la vio alejarse. Las damas y los caballeros
pasaban ante ella en sus resplandecientes carrozas, tiesos, muy
espetados, sin querer mirarla; los pajes, lacayos, sotas y cocheros, se
iban quitando con respeto, con reverencia, sus emplumados
sombreros.”(137)
En el mismo siglo, cuenta don Luis González Obregón que: “Los
ociosos y ociosas que andaban de noche en fandangos y diversiones,
iban a rematar su botillería de palacio a comer, a beber y a
embriagarse…”(138) Y don Luis González Obregón se refiere al Palacio
Virreynal, en el que existió durante mucho tiempo un antro.
Don Antonio García Cubas da cuenta de que en sitio muy
visitable de una casa de la ciudad podía leerse el siguiente anuncio:

317
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“MADAME COUSSIN Ramera de París” en los años de mil


ochocientos setenta.(139) y de también referencia a las costumbres:
Azotando calles y con sus contoneos soltando el trapo, verás a la
corruptora Celestina, o Corredora de orejas, a muchas de sus pupilas
y a no pocas aspirantes al pupilaje.”(140)
Y como las costumbres se multiplican, vale la pena contemplar
como el vínculo matrimonial se lega a la prostitución. “…En occidente,
cuando un matrimonio no funciona, la solución está en el divorcio. En
China, el marido tomaba una concubina, por lo regular una chica del
mundo alegre. Legalmente la esposa era superior a la concubina eran
legítimo y recibían un tratamiento similar a las de la esposa…” (141) Lo
que demuestra que en las leyes chinas además del concubinato,
tenían cabida las prostitutas; leyes que consagraron las costumbres
como la que el mismo autor nos relata. “El festival del Vaquero y la
Doncella… En la época antigua, era un día que celebraban las
muchachas solteras y las cortesana…” en una asociación no poco
curiosa. Y también en China y en la antigüedad, de “…La tumba del
Amante Desconocido… por tradición se decía que yacía en ella una
hermosa cortesana que se suicidó debido a que su madre, que era
una diosa, le impidió sus amores…” (142) Honradamente y en lo personal
nos parece preferible descubrirse ante esta tumba y no ante la del
Soldado Desconocido.
Como la prostitución es general y llega a todos los estadios
culturales, algunas sociedades, a falta de legislación pertinente, toman
providencias para evitarla. Así en Bantam, cuando una niña ha llegado
a los trece o catorce años de edad, se apresuran a casarla para que
no se entregue a la disolución; y a cambio, en algunas sociedades

318
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

altamente sofisticadas, como en Francia, en el Siglo de las Luces, el


pasado siglo, las prostitutas se tatuaban con motivos alusivos al oficio,
que se ponían en la parte alta del brazo, en la parte interno-inferior del
seno y en el vientre. Costumbre bárbara que aún perdura.
Hemos dejado asentado antes que las prostitutas han sido con
frecuencia motivo de inspiración para los artistas o de la carrera
exitosa o no de los políticos. Grandes cortesanas como Friné o
Aspasia en Grecia, o Madame Pompadour y Madame Du-Barry en
Francia; han pasado a formar parte de la herencia histórica de la
cultura a pesar de estar unas y otras tan lejanas en la distancia y en el
tiempo. Pero ellas, entre otras muchas, han favorecido a ambos
gremios. Las dos últimas, Madame Pompadour, cuyo verdadero
nombre fue Jeanne Antoinette Pisson y favorita de Luis XV, ejerció
gran influencia en la política exterior e interior de Francia e
indirectamente en la política mundial posterior a la Revolución
Francesa. En lo exterior, indujo al rey a la alianza con Austria, con la
consecuente Guerra de los Siete Años. Pero al mismo tiempo una gran
protectora de pensadores y artistas y de su capital pagó la primera
edición de la Enciclopedia y era famosa por sus reuniones con
filósofos y literatos. Ella fue la que alentó la renovación de París. Todo
lo cual no le impidió en su vida (1721-1764) estar casada con
Lenormand d’Etoiles. Y Madame Du-Barry, que se llamaba Marie
Jeanne de Vaubernier, vivió de mil setecientos cuarenta y uno a mil
setecientos noventa y tres; fue, también, favorita del mismo rey, sobre
quien ejerció a su vez gran influencia, decisiva en la vida de Francia.
Estuvo casada con el Conde Jean Du Barry; llevó una vida
tormentosa y fue expulsada de la corte con una acusación de

319
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

malversación de fondos. A la muerte de su regio amante, se retiró a


sus posesiones, lo que no le impidió, a pesar de su relación con los
revolucionarios, morir guillotinada en la Revolución. Ella misma fue
escritora en cierta forma y legó unas “memorias” de su vida. Aspasia,
por su parte, que vivió antes de Cristo, fue una mujer poseedora de
una vastísima cultura y, amante de Pericles, fue su mejor consejera.
A las prostitutas las encontramos en la historia de la medicina
porque esta ha sufrido las supersticiones del vulgo, que les ha
atribuido las más peregrinas enfermedades. Es costumbre cargar en
cuenta la obesidad de algunas de estas mujeres a la holganza de que
hacen gala, o la tuberculosis a los excesos a los que se entregan.
Existe un falso concepto de esterilidad entre las prostitutas en la
creencia de que el ejercicio de la prostitución las vuelve estériles. Esto
tan falso que los embarazos y los abortos son moneda frecuente en
sus vidas. Este fenómeno ha conducido a pensar que no son fértiles
siendo, por el contrario, bastante fecundas. Los abortos son producto
del deseo de no tener un hijo cuyo padre se ignora quien es, y en otros
casos se aborta para no perder tiempo y dinero con un inoportuno
embarazo. Durante mucho tiempo, sobre todo en el Siglo XIX y al
principio del XX, la sarna fue considerada como una enfermedad
producto de la prostitución y encasillada como propia de las
prostitutas. Inclusive, en algunos tratados de medicina fue consignada
como tal. No es posible que lo sea por que no está localizada en el
interior de los órganos genitales ni en la corriente circulatoria. La
produce un ácaro extremadamente pequeño —la hembra mide un
tercio de milímetro— y prefiere los pliegues del codo, los espacios
interdigitales de las manos, las axilas y los órganos genitales externos.

320
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Es una enfermedad posible por el desaseo en que viven algunas


prostitutas, como, por ejemplo, las “pajilleras”, que comerciaban en los
caminos de Francia y España y realizaban sus actos entre la paja de
los trigales. Por esta razón, la legislación de ambos países le dio
cabida a tal aberración.
Montesquieu afirmó que: “En las repúblicas, las mujeres son
libres por las leyes, cautivas por las costumbres; desterrado el lujo, lo
está igualmente la corrupción y el vicio.” (143) Quizá no de el todo, pero
seguramente, algo se obtendría.

8.- Relación con el Estado y la Sociedad.

Esta se basa, como todas las demás relaciones, en las leyes que
rigen una nación, si bien, la prostituta y el Estado tienen, como
elemento de liga de primera intención, a la policía. En los tres diseños
de interpretación de la materia: Legalidad, ilegalidad e indiferencia, es
la policía la que primero tiene contacto con las prostitutas; ya sea la
guardia preventiva o la llamada Policía Sanitaria. En el contexto
general de la delincuencia la policía tiene un papel primario, pero esto
se limita, o debería de limitarse, a su presencia a partir del momento
en que se produce un acto ilícito y la diferencia relacional con el
submundo de la prostitución, es que en este, las autoridades
policiacas intervienen en cualquier momento. Su presencia está en el
ambiente sin elución posible.
Para entender este hecho, tenemos que retrotraernos a algunas
consideraciones anteriores y, partiendo de ellas, explicar el mecanismo

321
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

legal —y el ilegal— que se impone en el trato del Estado con la


prostitución.
En los países en los que la prostitución ha tenido o tiene un
carácter legal, las prostitutas son poseedoras de un carnet policiaco
que las identifica como tales y al mismo tiempo están en la obligación
de tener un carnet o tarjeta sanitaria en la que consta su estado de
salud actual, además de su filiación personal, que es consecuencia de
periódicos exámenes clínicos a los que la ley les obliga. Ambos
documentos son exigibles en cualquier momento por los
representantes de la Ley, aún cuando no se está ejerciendo la
prostitución en ese momento, esto como resultado del conocimiento
que tienen las autoridades de la actividad principal de la mujer de esta
exigibilidad, nace el contacto permanente con la policía. En forma
independiente de la mala administración burocrática de ambos
documentos y de los abusos que se presta su conocimiento por parte
de los individuos que no siempre tienen la calidad moral necesaria
para manejar una documentación y un conocer al detalle de las
actividades de las mujeres fichadas, la policía, los elementos
policiacos, que tienen la autoridad para pedir la demostración de
ambos documentos, puede ejercer, y de hecho lo hacen en todos los
países, una coacción directa que se traduce en la petición de efectivo
y con frecuencia de “favores” gratuitos. Bien es verdad que la policía
las usa para sus investigaciones aprovechando de su contacto con
hampones y, de esta circunstancia, pudiera deducirse que el
procedimiento de ficha proporciona una posibilidad legal de detección
de los delincuentes. La realidad es que esta situación carece de una

322
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

escuela dirigida y solamente se realiza a modo de compensación por


la autorización dada para el ejercicio público de tan triste oficio.
La ilegalidad de la prostitución en la casi totalidad de las leyes en
el mundo, no impide que la policía tenga un exacto conocimiento de
quienes son las mujeres que ejercen de manera habitual y que hacen
de ella su principal modo de vida. Aprovechando esta circunstancia, la
policía tiene sobre las prostitutas una doble espada; la posibilidad de
encarcelarlas por el ejercicio ilegal y la extorción para no hacerlo,
duplicando sus posibilidades de obtención de dinero y de datos para
perseguir delincuentes. Es norma que en este régimen, las prostitutas
gozan al menos de una impunidad legal para cuando no ejercen la
prostitución o para cuando han logrado retirarse de ella contrayendo
matrimonio o, simplemente, dejando de ejercerla; elemento este de no
poco valor en la vida de una mujer que desea cambiar el rumbo de su
vida. Este estatus parece ser lo más humano, a pesar de que, si bien
no existe ningún documento que la acuse, tiene en cambio, la
persecución constante tanto de la policía preventiva como la de la
sanitaria. En este momento, la única que tiene una razón válida, es la
que vigila la salud pública. Por desgracia esta vigilancia no se ejecuta
con rigor profiláctico sino con terror inquisorial.
En algunos países –México, entre otros—no existe una
legislación ade3cuada y simplemente se la omite de los preceptos
legales sin considerar, la prostitución ni como actividad controlada ni
como ilegalidad y con simplicidad sí se prohíbe el lenocinio y,
consecuentemente, la trata de blancas pero en ningún caso la
prostitución.

323
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En México, durante el Imperio de Maximiliano, en mil


ochocientos sesenta y cinco, el diecisiete de Febrero, se emitió una
reglamentación en materia de prostitución.
En las democracias, o al menos, en las democracias entendidas
al estilo occidental, es la burocracia institucional y clasista disminuida
por su escasa representación significativa, ante el grupo total de
individuos que componen la sociedad ante la cual. Con su
aquiescencia, el Estado toma cuerpo visible en la relación diaria entre
gobernantes y gobernados y la policía pasa a formar parte de la
burocracia que constituye entes gobernantes-gobernados que
expresan su poder al través de los cuerpos policiacos. En la
democracia, entendida como lo es, en los países socialistas la
burocracia se vuelve expansiva a todos los niveles de la vida, se
agranda, crece y lo ocupa todo. “El Estado socialista no será, en
efecto, un ente de razón, sino un gobierno, un poder ejecutivo, una
burocracia, y los hombres que asumirán el poder, que ahora ejercen
los capitalistas, serán hombres de carne y hueso, constituidos en clase
gobernante.”(144)
Recordemos lo dicho: El Estado es la conjunción de intereses de
la mayoría de los ciudadanos y la autodeterminación de darse un
gobierno, y las leyes son la representación escrita de esa comunión. El
Estado no son las leyes, porque hay leyes que rigen los mismos actos
de gobierno y leyes para creer, dirigir y moderar los poderes
representativos del Estado. La policía es la entidad formal y necesaria
para el exacto cumplimiento de los ordenamientos que el pueblo
mismo se ha dado haciendo uso de sus representantes. En la
democracia pura, se supone que los ciudadanos están en capacidad

324
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

legal de cambiarse las leyes, pero el gobierno está en l obligación de


vigilar y estudiar si los cambios propuestos encuadran en el sistema, si
son posibles y si no contradicen a otros postulados. Cuando el
gobierno y el pueblo mantienen una relación armónica el Estado tiene
existencia real. Esta aclaración, repetitiva por lo demás, tiene sentido
porque la democracia en los países socialistas tiene una
conceptuación diferente y el gobierno se encuentra ante la necesidad
de apoyarse en el ejercicio y en una burocracia tentacular. En esta
circunstancia cuando la prostitución, que en esos regímenes se
supone ilegal, se encuentra frente a otra fuerza represiva superior a la
propia policía; al ejército. Entonces la prostitución recurre a un
clandestinaje que excluye de su comercio a buena parte de la
población y se dedica a ejercitarse ante los extranjeros, permanentes
o pasajeros, que se encuentran en el país, con grupos escogidos entre
amigos o altos funcionarios que les procuran cierta impunidad.
Tomando en consideración el razonamiento que torna a la
prostitución en un cuasi-delito, se está en la posibilidad de afirmar que
más que un código penal, esta debería ser juzgada por tribunales
éticos porque, en la comisión de delitos “…los que se cometen contra
la moral, que configura entre ellos la violación de la continencia pública
o privada, esto es, de la forma que se debe de gozar de los placeres
sexuales…porque estas cosas no vienen de la maldad, sino de la falta
de respeto a la propia persona.”(145) Contaríamos con una base
eficiente y suficiente para deducir que si bien, la prostitución tiene un
factor en la incapacidad de cubrir determinados satisfactores, también
la falta de una formación moral realza la capacidad de negociar con el
cuerpo. El Estado tiene la obligación de cuidar no solamente los

325
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

intereses meramente económicos de sus gobernados, sino la


ineludible de crear una conciencia moral, mediante una integración de
los planes educacionales, ampliando la formación del hombre no
solamente no solamente hacia una mejor capacidad laboral, sino en el
sentido más amplio, hasta la consolidación de valores que tengan
como base una valoración del hombre justa y a su medida. “Tenemos,
frente a frente, dos interpretaciones posibles de la ética formal: La
autoritaria o estatista o la liberal o individualista. La primera producirá
sociedades que sólo pensarán en aumentar el poder del Estado, es
decir, de los gobernantes; y la segunda, sociedades que sólo pensarán
en aumentar el poder de los individuos en general.” (146) Los principios
que deberán de enseñarse estarán en la obligación de buscar los
caminos rectores que permitan combinar una limitación de los poderes
tanto de unos como de otros, ejerciendo en el individuo una coacción
razonada y libremente aceptada que restrinja a un segundo término
esas posibilidades y que en cambio infunda en el hombre un
sentimiento de igualdad y de hermandad con sus semejantes, un
poder limitativo ante el abuso del hombre y superiormente limitativo y
coercitivo sobre el Estado.
La sociedad se configura por ser la agrupación de personas con
quienes se convive, sometidas a las leyes que les son comunes y
mediante un orden que le permite a cada individuo elegir un camino
sin que este obstaculice la acción de los demás y tendiente a obtener
los propósitos y aspiraciones personales y los fines generales
mediante la cooperación de sus miembros. Ella forma una unidad
humana con ciertas características internas y externas bien marcadas
y que expresa gran diversidad de conductas mediante las instituciones

326
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

básicas que posee, las que, en agrupación generalizadora son: La


familia, la política, la religión, la educación y la recreación. Esta
configuración es aplicable a todos los modelos de sociedades, sin
exclusión.
Pero la realidad no es estática ni permanente, sino por el
contrario, su movimiento es constante hacia delante, con giros,
vaivenes, cambios de objetivos, en fin, que su dinamismo trastoca
status establecidos, crea nuevos y, circunstancialmente, desaparecen
algunos. Esta movilidad se origina en los individuos, en primer lugar;
en las familias en segundo y por grupos en tercero. Los grupos
especializados, como los políticos, religiosos, etcétera, se mueven en
función de los primeros. La migración del campo a la ciudad, de ésta a
las grandes metrópolis y ocasionalmente al extranjero, se inician en
forma individual; la familia suele seguir la huella y se incrementan los
grupos humanos mientras que decrecen en otros lugares. Este
movimiento pendular trae consigo el cambio de domicilio no solamente
de varones, ya que es frecuente que sea una mujer, por lo general
joven, la que se marcha a buscar otros horizontes. El conflicto es serio
para uno y otro y es común ver cómo los hombres obtienen trabajo
como peones de la construcción y las mujeres se enrolan en las filas
de la servidumbre doméstica y de ahí pasan fácilmente a la
prostitución, camino que parece ser el que les facilitará la ganancia
mejor y más inmediata. Este movimiento recurrente de la provinciana
deslumbrada por un mundo hasta ese momento desconocido, le incita
a comunicarse con sus amigas y las atrae hacia ella. En otras
ocasiones, entre habitantes permanentes de la ciudad, la falta de un
trabajo con emolumentos satisfactorios las inicia en el camino de la

327
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

prostitución. “…Las escasas posibilidades económicas que ofrece el


medio de la prostitución…”(147) es una opinión que no tiene ninguna
validez, a no ser en el restringido círculo que estudió quien lo afirma,
por que es comparable que la remuneración se establece de acuerdo
a las categorías y de los sitios en que se ejerce. Conocemos
prostíbulos de la Ciudad de México, de Guadalajara, de Monterrey,
Tijuana, etcétera, para no referirnos más que a la República Mexicana,
en que los “honorarios” sobrepasan los mil pesos (20 salarios mínimos
al día) por vez; en las ciudades del Estado de Veracruz las hay que
cobran cuatrocientos pesos. Natural es que, a mejores clientes, a más
lujo y posibilidades del lugar y a mayor atractivo físico o agudeza
negociante de la mujer, mejores emolumentos. Esta es la circunstancia
que deslumbra a una mujer: Dinero fácil, buenos amigos, lujos
posibles y, si sabe hacerlo, inmejorables relaciones.
Ya hemos visto, antes y ahora, como se engrosan las filas,
veremos como merman. Una buena parte de las mujeres, sean de la
categoría que sean, llegan a un momento de marchitez o de
enfermedad que las imposibilita para continuar en su oficio; otro grupo,
quizá el menor, lo abandona, cuando menos en forma cotidiana, al
conseguir un buen trabajo o amancebarse y, en última instancia, son
muchas las mujeres que encuentran un hombre que las quiera como
son y se case con ellas. “Es obvio que siendo decisivo el factor
económico, algunas mujeres, una vez que encuentran trabajo o un
hombre que les da lo requerido no tengan necesidad de continuar de
prostitutas o de volver a la prostitución.” (148) Es de hacer notar que
cuando una mujer abandona la prostitución para casarse, no
forzosamente tiene que ser en función de un factor económico y sí,

328
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cumpliendo el deseo de toda mujer de tener hijos (que rehúye


mientras es prostituta) y establecer un hogar. Conocemos una gran
cantidad de prostitutas y, si fueran sinceras cuando platicamos con
ellas, sólo una minoría lo son por el deseo de vivir esa vida. La
inmensa mayoría sueñan (muchas veces es un sueño imposible) con
abandonarlo algún día, ya sea por matrimonio o mancebía, pero por
amor y comprensión del otro ser; otras esperan reunir dinero para
establecer un negocio por su cuenta. Muchas son las que se resignan
a “ver que pasa”, equivalente a esperar una vida completa, hasta que
sea posible, dedicada a la prostitución. Encontramos muchas que
piensan tener un “negocio” de la misma índole alguna vez y es de
hacer notar que son numerosos los políticos, asiduos visitantes de
burdel, que protegen —y protegerían otros— este tipo de
establecimiento. ¿Podría decirse con algún viso de seriedad que esta
ocupación es un empleo marginal? Desde luego reúne muchas de las
condiciones para serlo. “Investigaciones de alguna consistencia,
señalan que el empleo marginal está caracterizando el proceso de
“integración urbana”. En esta medida y si la marginación es el primer
problema, el desempleo es la consecuencia de aquel..” (149)
Un fecundo campo de explotación para el oficio lo constituyen los
centros poblacionales que se forman o progresan cuando se
descubren yacimientos minerales de gran producción y los
trabajadores se reclutan fuera del área. A estos sitios llega gran
afluencia de hombres en busca de trabajo y, junto con ellos, llegan los
explotadores de los salarios, por regla general muy elevados. La
instalación de cantinas, prostíbulos y semejantes se realiza muchas
veces antes de que existan alojamientos y restaurantes y hasta la

329
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

fecha ninguna autoridad ha sido capaz de controlar el problema. Los


ejemplos son tantos, que no vale la pena enumerarlos.
Estos asentamientos que llevan a las mujeres de lugares en los
que ya ejercían la prostitución y cuya finalidad era continuar el
ejercicio y aumentar sus ganancias, promueven el advenimiento de
algunas otras mujeres de la región, que inicialmente se acercan en
busca de una ocupación honesta pero que se ven en desventaja ante
las que ya acostumbran a comerciar con sus cuerpos y pronto, por la
necesidad de competencia, por ejemplo de las otras, por la facilidad
que les presta el sector varonil, empiezan el ejercicio de la prostitución
en forma subrepticia y terminan por ejercerla abiertamente.
Las prostitutas, sobre todo en estos asentamientos, si bien
constituyen una problemática generalizada, tienen que buscar un
apoyo masculino para protegerse de la explotación excesiva, para
tener compañía y compartir con alguien su vida. Pero estas relaciones
tienen mucho de conveniencia por ambas partes: El macho solamente
acepta su colaboración a cambio de dinero, servicios sexuales y casi
nunca afecto, se vuelve déspota y arbitrario a cambio de no celar
nunca a la mujer, en forma independiente de que, con frecuencia, el
puede mantener dos o más mujeres de la misma calidad al mismo
tiempo. “…esas situaciones conflictivas son las que configuran las
relaciones amorosas y lo que les da su relativa permanencia… pese a
que en gran medida el amante vive de las ganancias de la prostituta,
de él recibe constantemente golpes…(150)
Estos movimientos y cambios en la ocupación y asentamiento de
grandes grupos no se reducen a campos relativamente localizados,
sino que en ocasiones se vuelven de carácter nacional. Un

330
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

considerable aumento de la prostitución tuvo en lugar en Francia con


la implantación del Servicio Militar Obligatorio, a fines del Siglo XIX.
Alrededor de los cuarteles se formaron barrios nuevos de prostíbulos y
en las colonias alejadas de la metrópoli, las mujeres encontraron un
nuevo conducto de dinero.
Los mecanismos congruentes con estas situaciones tienen una
dinámica asociativa muy bien estructurada y que funciona en todos los
países, a nivel mundial, aunque en forma ostensible no tenga
relaciones visibles ni contactos permanentes de carácter físico. La
trata de blancas se mueve a base de buscadores, sujetos que se
dedican a perseguir jovencitas y a observarlas, proponiéndoles
relaciones amorosas para inducirlas posteriormente al ejercicio de la
prostitución. El siguiente paso, que consiste en la presentación de
amigos a los que la chica les facilita su cuerpo a cambio de una
remuneración o de regalos que el buscador procura, produciendo en la
muchacha un sentimiento de inseguridad con relación a su familia y a
la sociedad que la rodea; facilitándole así el futuro ingreso a la
organización prostibularia. La presentación con una “madrota”
constituye el ingreso formal a la prostitución, ya que conlleva el
abandono aleatorio de la casa paterna o en forma definitiva. A partir de
este momento el enamorado suele desaparecer y es substituido por un
padrote que, con la exigencia de dinero, los prestamos casi
obligatorios en el burdel y la carencia de afectos, terminan por ingresar
a la mujer en la prostitución.
Este mecanismo, que funciona con variantes, tiene lugar en todo
el mundo, Por eso nos causa extrañeza y desconfianza la siguiente

331
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

afirmación: “…cabe hacer mención de que no se encuentre en Xalapa


una sola evidencia de “tráfico de mujeres” o “trata de blancas”.
“este aspecto del proxenetismo parece ser que no se desarrolla
a nivel provincial; tal vez es posible encontrarlo en grandes centros
urbanos como en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara…” (151)
Esta afirmación demuestra que no siempre las investigaciones se
realizan a fondo, porque habiendo vivido en la ciudad origen de la
investigación, nos consta que existe y no en pequeña escala, sobre
todo entre muchachas escolares a nivel secundaria, preparatoria y
universidad. Uno de los principales enganchadores es un individuo a
quien apodan “El profe Adán” o “El maestro” que es un conocido
homosexual jalapeño. No siempre el método pertinente es el de
acercarse a una de las partes protagonistas, sino que el investigador
tiene que adentrarse en el medio que estudia, vivirlo y conocerlo a
fondo.
Como en todos los aspectos de la delincuencia y la prostitución
la trata de blancas tiene un amplio pretexto en las carencias sociales y
en la ambición sin bases de los individuos. El Estado, que tiene la
misión de proporcionar a través del gobierno los medios para
satisfacer estas necesidades, es en forma indirecta el causante de la
existencia de la trata. El pueblo, por sí mismo, carece de un medio
eficiente de análisis y de síntesis de los fenómenos sociales, medio
que por medio de las instituciones educacionales y políticas puede y
debe ser proporcionado.
El derecho a una ocupación eficientemente remunerada, con
amplitud de horizontes y suficientes fuentes de trabajo, corresponde al
Estado promoverla y, en una escala restringida, proporcionarla, pero

332
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

es de todo punto de vista inconveniente que el Estado se convierta en


patrón y propietario de los centros de producción. Esta condición
propaga la burocracia entre los cuadros dirigentes y de ahí se
transmite a los cuadros operantes. El Estado, más bien que inversor
de bienes de producción tiene “…una misión del derecho y la justicia
en la cual hechos y valores se ven íntimamente relacionados en toda
experiencia humana en política.” (152) La misión del Estado, política por
excelencia, es la de promotor y conductor de experiencias en los
terrenos que puedan proporcionarle ciudadanos eficaces políticamente
y eficientes ciudadanos. Hombres trabajadores, preparados para el
trabajo. El derecho al trabajo no solamente es un derecho basado en
la ley: Es un derecho natural e implícito en el hombre; es una de sus
funciones básicas y determinantes, mediante la cual cumple una parte
de sus obligaciones para con él, con su grupo y para con loa sociedad
en general.
Es un englobamiento de las obligaciones que la sociedad tiene
consigo misma, es la procuración de los satisfactores inmediatos del
miembro de ella, siendo, por tanto, la responsable inmediata de la
existencia de suficientes centros de capacitación para el trabajo, de
promover entre los ciudadanos el interés por el progreso en sus
conocimientos para su propio beneficio. Los negocios son propicios
solamente cuando existen hombres capacitados para su desarrollo y y
cuando estos hombres, además de su capacidad, son obligadamente
responsables ante el conjunto social y ante ellos mismos. El
pensamiento del trabajo como una mera obligación no puede producir
individuos capaces de cumplir cabalmente con ella. Es necesario que
se lleve al cabo con interés y con deseo de perfeccionismo por parte

333
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de cada trabajador, sea del nivel que sea. El trabajo en conjunto, como
un medio de progreso espiritual y material es inherente a cada uno de
los individuos, por eso, “…sólo una concepción del derecho que se
ocupe de la realidad social y de la experiencia humana puede tener
significado filosófico.”(153) Entendemos por esta última acepción, que la
filosofía del Estado deberá ser la filosofía, el pensamiento, de la
generalidad, y que este pensamiento deberá de dirigirse
principalmente al hombre como existencia real y primordial en la
permanente responsabilidad del hombre por sí mismo y por los que le
rodean. Sus obligaciones morales tienen que traducirse a resultados
materiales y así podrá mantener su integridad total.
Como experiencia humana el latrocino, entendido este en la
totalidad de sus modos, forma parte ineludible del contexto de la
prostitución. Es una generalización absoluta en el desenvolvimiento de
las sociedades y se lleva a cabo en todos los niveles sociales y como
parte desintegradora de la colectividad, pero no es una capacidad sino
una deformación mental. El robo, el fraude, en fin, todas las formas de
actos lícitos y antisociales se producen a diario en nuestro entorno. “…
En efecto, este delito (el robo) es una constante en el universo de la
prostitución. De las prostitutas con muchos años de serlo difícilmente
se encuentra una que no haya robado,” (154) Se destaca que, en forma
inicial, sólo penetra en este mundo el ser que carece de una sólida
base en sus principios morales y que en la prostitución se centralizan
estos seres. No es una irresponsabilidad el robo por las prostitutas,
puesto que carecen, en principio, de restricciones morales y su vida se
halla en los márgenes de la sociedad entera, pero salvo excepciones,
el robo tiene lugar como un medio substitutivo de la influencia de

334
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

clientes y la necesidad de allegarse dinero. Actúa, en principio,


solamente cuando la mujer no ha encontrado lo que busca y
solamente entonces el robo al acompañante y esto sucede solamente
cuando este le ha regateado el dinero en la cantidad suficiente a su
entender.
La prostitución masculina, mucho más frecuente de lo que a
simple vista aparece, tiene su desarrollo y es un fenómeno que se
presenta en todas las sociedades y no una exclusiva de algún medio o
de un sistema. La afirmación de que “La práctica de la prostitución
masculina heterosexual a cuyos sujetos practicantes de les denomina
Latin Lovers se generaliza dentro de la sociedad capitalista… sin
embargo, la aparición y difusión del… como su nombre los indica, va
unido al proceso de colonización del capitalismo.” (155)) No pasa de ser
una admiración mito-maniaca y no una realidad estudiada in-situ. El
estudio profundo del fenómeno, nos lo presenta en diversas formas,
más generalizadas unas que otras, pero existentes en todas las
sociedades y bajo cualquier régimen. Los matrimonios por
conveniencia, que ya hemos mencionado, se producen tanto en el
mundo capitalista como en el mundo socialista y esta es sólo una
forma de prostitución masculina. El mismo autor muestra un
desconocimiento total de la materia que estudia cuando afirma:
“Simone de Beauvoir escribe que ‘entre las que venden por medio de
la prostitución y se venden por el matrimonio, la única diferencia
consiste en el precio y duración del contrato’…” (156) y se muestra de
acuerdo, afirmación que consideramos perfectamente sostenible, pero
al mismo tiempo omite u olvida que este proceso y esta clasificación
es extensible al hombre.

335
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La familia es la sociedad primaria del conjunto, es la institución


básica para el desarrollo de cualquier modelo de sociedad dentro de
cualquier sistema político. Es la agrupación en la que el individuo
muestra su carácter, sus tendencias, su capacidad directriz y
administrativa y se configura por ser un conjunto de parientes,
ascendientes colaterales y afines de un linaje, y forma una conjunto
más o menos homogéneo y constante.
El motor familiar es la sexualidad condicionada ésta a las
necesidades maternales y paternales del hombre, sin importancia de
la figura que adopte de acurdo a sus costumbres, religión y hasta
posibilidades económicas. En nuestro medio y cultura, tiene por objeto
incrementar la sociedad mediante la procreación, hacer perdurable el
centro de difusión de la misma, cuidar de la seguridad de sus
miembros y darles la educación posible para hacerlos sujetos de
provecho a la sociedad. En la familia el hombre recibe el lenguaje, en
primer lugar; las costumbres y las tradiciones en seguida y por la
imitación del modelaje paternal, la personalidad.
Los defectos o las cualidades de la familia se transfieren a la
sociedad en forma directa. La cohesión que se encuentra viviente en
la familia es definitiva en el desarrollo posterior de cada uno de sus
miembros y se ha demostrado fehacientemente que existe una
relación objetiva entre el alcoholismo, las enfermedades mentales, la
delincuencia y la disolución familiar. El modelo familiar es en cierta
forma el modelo social. La prostitución de una mujer —o de un hombre
— se inicia en la carencia, no sólo de medios económicos sino de
afecto familiar; el rechazo y el abandono son implícitos a una familia
desunida o en proceso de desintegración. Decimos que el modelo es

336
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

definitivo y que, según él, la actuación del individuo ante la sociedad


será negativa o positiva. La prolongación de los modelos tradicionales.
Así, “…algunas madres de prostitutas también tienen un historial de
prostitución y de otras prostitutas algunos otros familiares…” (157) El
proceso es repetitivo en la prostitución como lo es en la casi totalidad
de la delincuencia y en la totalidad de la conducta humana. No
podemos considerar a la familia como un ser subjetivo y al mismo
tiempo situarlo rígidamente delimitada en el espacio. Se proyecta más
allá de sus linderos físicos y se refleja en otras familias. Lo que en una
suceda no es ajeno a lo que sucede en otras que pueden localizarse a
mucha distancia, sin excluir la contingencia de que tiene una medida,
una magnitud.
La sociedad familiar tiene funciones fundamentales que
desarrollar al que no son ajenos algunos factores; tamaño, relación
entre los miembros, grado de organización, orientación, relación con la
sociedad como conjunto, vínculos con otras sociedades similares, tipo
de autoridad y grato de unidad. Todas estas determinantes son una
parte de las condiciones generales que rigen a los grupos sociales.
En el Código Civil mexicano, que establece la legalidad del
matrimonio, se puso, como única taxativa, la condición de sanidad
personal de los contrayentes y, complementariamente, el Código
otorga la protección del Estado a los hijos de la familia formada
mediante el concubinato, forma común de establecer una familia,
frecuente en México, aunque de ninguna forma este tipo de familia
substituya a la constituida legalmente. No hay que olvidar que el
Código mexicano, como el de la mayoría de los países, es de origen
liberal y humanista. Esta corriente filosófica considera al matrimonio

337
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

como el único vínculo legal que une a dos personas y que sirve para
dar permanencia a una familia. De esta estabilidad dependen no
únicamente los factores económicos, sino que de la interacción de
ambos, en estabilidad legal y la seguridad económica, además de los
factores educacionales y religiosos o éticos; está pendiente la salud de
los hijos que siendo sometidos a presiones morales por la posible
inestabilidad de la familia, se ven presas de padecimientos neuróticos.
“Es conocida de todos nosotros la tendencia al alejamiento de la
familia, de las funciones tradicionales de trabajo, culto religioso,
cuidado de los enfermos y educación. También advertimos la mayor
movilidad de la familia, la tendencia al derrumbamiento familiar, el
incremento del divorcio, el cambio en la moral secular y el
resurgimiento periódico de la delincuencia” (158), movimientos todos
estos, resultado de una educación civil deficiente en su relación con el
matrimonio.
La Iglesia Católica, a nivel universal, da a la familia una categoría
especial, en la que reconoce que: “La familia es la unidad básica de
las entidades que constituyen la nación; es por esencia una e
indisoluble; ha de tener arraigo y tradición; debe der fecunda y sana; el
Estado tiene obligación de sostenerla, ayudarla, defenderla y exaltarla;
y es preciso aniquilar todo lo que tienda a debilitarla, desunirla y
corromperla… debe tener una base económica de subsistencia… A la
familia le corresponde en principio, la función educadora…” (159) Lo
anterior define con claridad los principios que, en más o en menos,
configuran también la preceptiva del humanismo.
En los países socialistas la familia es el principio de la nación. De
ella depende la unidad básica de los intereses de las naciones y tiene

338
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

prerrogativas que, aunque lejana en su configuración a las expuestas,


corresponden en el sentido y destino de la legislación derivados a la
conservación de la familia. La legislación de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) es una de las legislaciones en que el
divorcio tiene mayores impedimentos y su realización sólo es permitida
por motivos verdaderamente definitorios en el mantenimiento de la
unidad familiar. Si estos rompen esta unidad o permiten que de alguna
manera se procreen hijos no sanos y por otra parte, se atenta contra la
nación, son entonces causales de divorcio, de otra manera los
tribunales soviéticos no lo permiten.
Curiosamente, Gomezjara encuentra en el matrimonio una
postura nihilista al afirmar: “…fortalecer la familia viene a su vez a
generar la prostitución, ya que ambos germinan sobre bases
económicas, mercantiles…(160), precaria ubicación social, que no está
acorde ni con la derecha ni con la izquierda, por fanáticas que ambas
sean y que demuestra un desconocimiento total de lo que él, como
izquierdista que se pregona, de los principios filosóficos y sociológicos
del socialismo internacional y de las legislaciones de los países
socialistas.
Este autor critica la deficitaria definición de la prostitución de la
Organización de la Naciones Unidas (ONU) con otra menos eficiente
aún y sí demagógica que a su vez, define mucho menos.
La ONU dice que: “…la mujer que se ofrece libremente a cambio
de ganar dinero al primero que llega, sin elección ni placer, en forma
cotidiana; cuando no posee ningún otro medio de existencia es una
prostituta.” Esta es clara pero incompleta. La definición propuesta por
Gomezjara, posiblemente tomada de Estanislao Barrera, limita aún

339
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

más la perspectiva —uso sus palabras— al pretender enfurecerle


desde un ángulo social más amplio: “La prostitución es una forma
organizada de comercio sexual extraconyugal menospreciada y
tolerada por la sociedad.”
Para tener una idea clara de las pretensiones documentales de
este autor, dejemos que un desvelo trotskista valué el fenómeno. Es
verdad, no carece de aciertos, pero los errores son tantos…
Los subrayados son nuestros. “… es histórica porque en lugar de
ser una actividad innata de la sociedad, un mal necesario, o la
profesión más antigua, la prostitución aparece cuando surgen las
clases sociales, (no hay comentario posible) la familia monogámica (su
sueño es la poligamia, a la que mira como obsesionado) y los valores
mercantiles en las relaciones sociales. (¡Vaya! Una de cal…) Por ello
sólo desparecerá en el momento en que tales premisas sean abolidas;
mientras tanto, adquiere formas diversas para substituir, ora
embozada, ora matizada (¿Qué diferencia encontrará?) y engalanada,
pero sin diluirse verdaderamente ni bajo el capitalismo ni dentro de los
países de economía estatizada autodenominados socialistas.” (Ya
veremos que este anti-socialismo es solamente anti-stalinismo y que
su análisis de la prostitución desbarra después de la desaparición de
Stalin.)
(Presenta cuadros comparativos, pero en el número 3, tomado
de la revista “Alarma” que no es precisamente una fuente de
información fidedigna, plagada de errores, de omisiones, confía como
en su palabra de honor) “En efecto, la estigmatización social se realiza
para culpar a ciertos sectores o individuos de los males sociales,
(critica lo que practica) La prostitución es una actividad que tipifica las

340
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

funciones desempeñadas por el lumpen proletariado, en cuanto es una


tarea al margen del proceso productivo y de las relaciones legalmente
definidas.” (desconoce la prostitución de las medianas y grandes
ciudades, en las que las prostitutas, en un amplio margen, se reclutan
entre la clase media o entre los empleadas de las oficinas
gubernamentales o de los grandes almacenes) “La prostituta al
servicio de las clases altas se denomina modelo, compañera de viaje,
estrella, miss mundo, (ver la marcha atrás que se vio preciado a hacer)
menos prostituta. En Roma o durante el Renacimiento disfrutan de
gran estima en las cortes de los príncipes y bajo el período de los
luises en Francia, sus moradas se convierten en centro de reunión
social, cultural y política de renombre. En la actualidad tales
prostitutas tienen abiertas las puertas de la vida social (¿no qué la
sociedad no las acepta?) y llegan a imponer incluso la moda, tanto en
el vestuario como en el maquillaje y aún en las formas del
comportamiento más sofisticado. En este sentido lo que ocurre, es la
multiplicación del manipuleo del sistema (apareció nuevamente el
chovinismo) sobre sus personas porque en el fondo son utilizadas por
las empresas publicitarias, los políticos de renombre o los empresarios
audaces para aumentar o duplicar sus votos. (lo cretino de esta
observación es ejemplificante y yo no conozco a ninguno que mande a
vocear o pintar en las paredes: ¡Vote por mí en la casa de la Bandida!)
En las zonas urbanas está en marcha un programa a favor de
paternidad responsable, que no es otra cosa que imbuir en las clases
populares el valor burgués de la legitimidad de los hijos.” No hay
mucho que decir, salvo que hemos mencionado ampliamente a este
autor por los daños que un libro tan mal hecho puede acarrear.

341
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La actual desintegración de la familia, mal generalizada en todo


el mundo, tiene culpa no pequeña en el aumento de la delincuencia,
sobre todo la juvenil, la que deberá de prolongarse para el futuro; ya
que no es fácil proveer un cambio positivo de actitud de un hombre
joven cuando llegue a la adultez, si los elementos traumatizantes se
produjeron cuando un conflicto entre la realidad colectiva y la
individual. Este conflicto desembocará en irregularidades conductuales
que incidirán directamente en un aumento proporcional de
delincuencia. “El porcentaje de mujeres casadas que han empezado a
prostituirse mientras vivían con el marido es exiguo, mientras que la
mayor parte son divorciadas o separadas de hecho de su marido…” (161)
Circunstancia esta, que nos deja entrever alguna de las causas de la
desintegración.
Las situaciones de desintegración que terminan en el divorcio o
en la separación y las consecuencias que pesan sobre los hijos, son el
final de una vida conyugal llevada pesimamente y, en no pocos casos,
este final es un substituto poco deseable, pero preferible al mal
ejemplo que se proporciona a los pequeños. Por desgracia, la moral
contemporánea, plagada de las prevenciones heredadas, hacen que la
mujer divorciada se convierta en manjar apetecible para los instintos y
para la obtención de concesiones sexuales, se les dificulta la
consecución de trabajos dignos que les permitan subvenir a las
necesidades familiares. De las primeras aventuras con los jefes o
compañeros de trabajo, fácilmente se pasa a la prostitución
descarada. En estas circunstancias, la nueva prostituta suele ser un
pésimo ejemplo.

342
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Sí, como ya hemos analizado previamente, la condición familiar


es predisponente a las actividades posteriores, vale la pena tomar en
cuenta la condición prematrimonial que han observado los padres,
ambos, de las prostitutas y aún la de ellas misma y por este camino
podremos comprender mejor, más claramente, la deficiente
organización familiar; por que de una familia mal organizada o
desorganizada, se resuelven, con demasiada frecuencia, seres que
viven en las márgenes de la sociedad y vinculados, de alguna manera,
a la delincuencia.
De estas actitudes proviene la mayor parte de los llamados hijos
ilegítimos, denominación que nos negamos a aceptar como valedera
pero que usamos para ser más claros en la connotación de hechos
que la sociedad denomina de esta manera. Los hijos que nacen fuera
de matrimonio son preocupación constante durante los matrimonios
efectuados posteriormente. En esta circunstancia, muchas mujeres
prefieren la mancebía al matrimonio y, como para los hombres esta
situación les resulta favorable, la aceptan incondicionalmente. Esta es
la situación más común entre las prostitutas. “Los maridajes ilícitos
contribuyen poco a la propagación de la especie. En estos consorcios
no es conocido el padre, y la obligación de mantener y educar a los
hijos recae sobre la madre, quien tropieza con mil dificultades por la
vergüenza, el remordimiento, la cortedad propia del sexo, las
preocupaciones y las leyes mismas. Además… las mujeres que se
dedican a la prostitución no pueden criar a sus hijos. Su triste situación
es incompatible con los desvelos que el educarlos exige; y están, en
general tan corrompidos, que la ley no puede poner en ellas su
confianza.”

343
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La legitimidad de los hijos tiene características diferentes a las


que propone Gomezjara: “No es importante para todos los padres
tener hijos legítimos porque no todos tienen que heredar a estos. Solo
les interesa a las clases burguesas, cuya riqueza pesa y se les
acumula de padres a hijos; por lo tanto, para estas clases sociales,
conocer a “ciencia cierta” la legitimidad de los hijos se convierte en un
hecho vital…”(163) Esta apreciación peca de simplista, si no fuera
porque demuestra un desconocimiento total de la sociología y de la
psicología del varón. Es real que el factor económico tiene mucho que
ver en el reconocimiento de los hijos, pero fatalmente es en sentido
contrario a la afirmación anterior. No se reconoce a los hijos porque no
existe la posibilidad de mantenerlos y se les reconoce cuando esta
posibilidad existe, sin intervención de herencias posibles. El reconocer
o no a un hijo, depende de circunstancias que caen directamente en al
ámbito de la responsabilidad, en la situación que existe en su
concepción y nacimiento y finalmente, en una situación de “comodidad
para el hombre.
Otra afirmación del mismo autor, referida a el aborto en Francia y
atribuida a Scotte, en el sentido de que en ese país, del aborto las
protagonistas prostitutas solamente una pequeña proporción de las
mujeres en el total, demuestra la ligereza de la investigación realizada.
En todas partes de lo que conocemos como mundo civilizado sucede
exactamente lo mismo. Precisamente esa circunstancia ha obligado a
los gobiernos a legislar más de cerca la materia.
De la misma manera en las legislaciones y en las filosofías de
todos los países, la familia ha recibido especial cuidado y en algunos
más y en otros menos, pero en todas se da especial énfasis a la

344
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

protección del medio familiar, pues el reconocimiento de la influencia


de éste en el ulterior comportamiento del individuo y su dominio en la
sociedad, tiene que propender a la procuración de un mejor
desenvolvimiento del hombre en sus primeros años.
A pesar del énfasis que en la filosofía y en la ley se concede a la
familia y a los estudios que hasta el momento se han realizado en el
campo de la sociología, estos aún no son suficientes y definitivos
como lo son en el terreno de la psicología, ciencia en que se ha
determinado con suficiente autoridad la influencia de la educación
familiar en el comportamiento de las sociedades. Pero es también
determinante que esa educación se modifica de una generación a la
siguiente, dando lugar a nuevos fenómenos de comportamientos. No
quisiéramos pecar de conductistas, a pesar de que este trabajo se
dirige, precisamente a la conducta. Solamente destacamos la
conducta —que ya estudiaremos más adelante— que deviene de la
formación familiar.
Cada nueva forma de conducta familiar es también diferente, no
sólo en generaciones sucesivas, sino coetáneamente, en casas u
hogares diferentes y cercanos entre sí. Se da el caso de que en una
familia en la que se presentó en un momento el fenómeno de la
prostitución, tenga continuidad en las posteriores generaciones.
Hemos encontrado infinidad de casos en los que así ha sucedido.
Pero tenemos que hacer justicia a la realidad, que no siempre es tan
deprimente como lo mencionado, ya que con frecuencia, quizá mayor
de la que detectamos, la presencia de prostitutas familiares en línea
directa, presenta el caso contrario; que la madre prostituta pretenda —
y lo logre— mantener alejados a los hijos de sus actividades

345
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cotidianas y, en gran número de casos, los hijos ignoran por toda su


vida la verdadera actividad de su madre, la cual se diluye con el
tiempo, cuando los encantos físicos decrecen y la prostitución deja de
ser una manera de ganar dinero.
Por consiguiente consideramos insatisfactoria la afirmación de
que: “El círculo que una vez se abrió se abrirá nuevamente en cada
generación referida al sector de las prostitutas, cumpliéndose así las
funciones básicas que la familia tiene para el sistema.” (164) Esto
significaría un retraso en las relaciones humanas y una afirmación
dogmática, ni siquiera sectaria. La experiencia nos enseña que las
condiciones fatales se producen en ocasiones contadas y que el
humano tiene la propensión a una mejoría que se presenta
cotidianamente, no importa que la desintegración material de las
relaciones familiares sea también un fenómeno que tiende a presentar
características cíclicas y no de permanente deterioro.
“Indudablemente la prostitución no puede atribuirse a una causa
única, sino que descansa en una multitud de razones y factores que
deben de ser evaluados particularmente… Un hogar roto,
fundamentalmente insatisfactorio, con falta de amor paternal y de
seguridad, o donde se vive una disciplina excesiva o por el contrario
una exagerada libertad…”(164) son componentes de los factores que ya
hemos mencionado como constituyentes directos de la delincuencia,
en general, y ahora aplicamos a la prostitución entendida como una
“cuasi delincuencia”.
Sin llevar al lector los artículos de diferentes leyes, los que por
numerosos y por largos no caben en el presente estudio, es de hacer
notar que tres legislaciones tan diferentes en sus conceptos y en sus

346
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

fines, tan disímbolas en su origen y en su concepción, como lo son la


mexicana, la norteamericana y la soviética, coinciden en sus
lineamientos básicos de una manera no casual en la importancia que
le otorgan a la familia, al divorcio, a la procreación de familias
“ilegales” y a la protección y vigilancia que se conceden a la
institución. Y la realidad con el que ser humano protege a sus familias
y a sus instituciones, a partir inclusive de civilizaciones “neo-
paleolíticas” como en la polinesia hasta las altamente complicadas de
nuestros mundos, tanto occidental como oriental.

9.- Medicina y Psicología

a).- La Medicina y las Enfermedades de la


Prostitución.

Materia es esta de importancia muy principal, que la estructuran


en este estudio, las enfermedades que suelen presentarse,
fundamentalmente, como un producto indeseable, sucedáneo al
ejercicio del comercio corporal, la que toma incremento de manera
independiente a la esfera de la prostitución y que se generaliza a toda
la actividad sexual fuera de los límites legales. En el contexto de este
cuadro de difusión patológica, es más notoria su aparición como

347
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

producto, en apariencia nato. De la prostitución y con mayor


frecuencia en la clandestinidad que en la controlada.
La presencia de estos males, con excepción hecha de la sífilis,
se remonta a la antigüedad y entonces, como ahora, era más
frecuentes entre las tropas y en los puertos que en la prostitución
propiamente dicha. La sífilis es una enfermedad cuyo conocimiento es
relativamente reciente, ya que los primeros datos confiables que se
tienen, datan de mediados del Siglo XV. Ya desde esa fecha se ha
suscitado una enconada discusión respecto a su origen. Por
considerarlo de interés delucidatorio, transcribimos lo que he referido a
estas controversias, nos comunica en la Novena Disertación de la
“Historia Antigua de México” Francisco Javier Clavijero; tratando de la
sífilis y de algunas opiniones que fueron esparcidas sin base,
relacionadas con la existencia y origen del mal en el mundo. Por
desgracia, hasta la fecha, son creídas por un grupo de historiadores y
de científicos.
Pensamos que los datos aportados y que fueron tomados en ese
momento por un europeo, que tendría mayor interés en defender a la
cultura de su continente que a las del nuestro, son suficientemente
desapasionadas para que valga la pena tener confianza en ellas y que
son suficientes para dejar esclarecida la cuestión.
No faltaron entonces, ni faltan ahora, los detractores de las
culturas americanas, así sea levantando falsos y torciendo las
intenciones. Por esa razón y para que se vea hasta que punto son
imposible determinar su procedencia, —de la sífilis— a pesar de las
opiniones diversas, reproducimos a Clavijero.

348
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“En la presente disertación no tenemos que disputar solamente


con casi todos los europeos, generalmente convencidos de que el mal
francés tuvo su origen en América (no olvidemos que escribe en el
Siglo XVIII) pues habiéndose echado mutuamente la culpa algunas
naciones de Europa, por más de treinta años, sobre el origen de una
enfermedad tan vergonzosa, al fin se pusieron de acuerdo para culpar
al ‘Nuevo Mundo’”.
“En los primeros treinta años en que comenzó a padecerse en
Italia el mal francés, ni un solo autor atribuyó su origen a América…
Juan Manrdi, docto profesor de la Universidad de Vergara, atribuye el
origen de este mal al comercio impuro de un caballero valenciano,
infestado de lepra, con una ramera. Y Paracelso, el comercio de un
leproso francés con una prostituta. Antonio Musa Bracasola, docto
ferrarés, afirma que tuvo principio de una ramera que estaba en el
ejército de los franceses en Nápoles.”
“Gaspar torella, valenciano, médico del Papa Alejandro VI,
entonces reinante; Wendeline Hook, doctor alemán y profesor de
medicina de aquellos tiempos en la Universidad de Bolonia; Jacobo
Cattaca de Longomarsini, docto médico genovés y cirujano del Papa
Julio II… todos ellos localizan la aparición de la enfermedad en el año
1494 con cierta precisión.”
“El Edicto de los Reyes Católicos relativo a la expulsión de los
hebreos fue publicado en marzo de 1492… de modo que el mal gálico
comenzó en Europa antes de ser descubierto en América. Además,
entre las poesías de Pacífico Máximo, poeta de Ascoli, publicado en
Florencia el año de 1479, hallamos algunos versos en que se describe

349
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

la gonorrea virulenta y las úlceras venéreas que padecía, causadas


por sus excesos.”
Pensemos que los datos aportados son suficientes.
Con anterioridad y en diferentes ocasiones hemos ya expuesto
datos históricos de la prostitución y la medicina, en los que puede
apreciarse diferentes enfoques de la materia. En lo que concierne a la
medicina solamente deberemos agregar que estaba fuertemente
emparentada con la magia y que no es sino hasta el Siglo XX cuando
se realizan avances substanciosos y de verdad importantes, tanto en
la prevención como en la terapia de estas enfermedades. La Biblia, en
muchos de sus libros y a partir del Levítico, dedica una atención
especial a las relaciones sexuales anormales, en las que incluye
medidas coercitivas para limitar algunos extremos que es de
suponerse se encontraban muy difundidos, ya que se hace necesario
marcar medidas contra ellas, incluyendo el adulterio y el incesto en
todas sus manifestaciones.
También, y desde hace mucho tiempo, ha existido la necesidad
de sostener instituciones para el internamiento de ´prostitutas y su
posible curación, cuando están afectadas por los contagios de su
oficio y prevenir —o por lo menos intentarlo— una mayor dispersión de
las enfermedades. Entre los hospitales más famosos en el mundo, se
encuentran; el Hospital de la Piedad, en París; el de San Juan de Dios,
en Madrid; y en la Ciudad de México, posteriormente pomposamente
denominado “Hospital para las Enfermedades de la Mujer”, nombre
con el que se ha señalado mal servicio a la generalidad. Este último
tiene una larga historia que arranca de los años siguientes a la
conquista de Tenochtitlán y el que, con diferentes nombres en

350
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

diferentes momentos, y casi toda su vida en el mismo lugar, perdura


hasta la fecha.
Más importante es en este momento, referirnos a las tres
enfermedades que continúan siendo una amenaza y gran peligro en
los medios a los que nos venimos refiriendo, dado que su difusión se
realiza mediante el contagio por contacto sexual, el que es causa de
un 90% de los casos de contagio. Estos son: Sífilis, blenorragia y
chancro blando.
La más espaciada y por lo mismo la más peligrosa, la que causa
mayores males en la sociedad, es la sífilis, que actualmente ha vuelto
a diseminarse en el mundo y que, de no tratarse a tiempo, puede
convertirse en crónica, existiendo la posibilidad de que cause la
muerte. Su consecuencia más severa la constituyen las lesiones que
pueden inutilizar al paciente, como la parálisis, las taras, la ataxia
locomotiva, --que es resultado de una lesión sifilítica en los nervios de
la médula espinal—y el contagio que las embarazadas transmiten al
feto y que, aún que no es hereditaria genéticamente, suele presentar
al producto con malformaciones irreversibles. También, en el extremo,
da lugar a la “neurosífilis” que daña irremisiblemente las células
cerebrales con la aparición de trastornos de conducta que, si bien son
leves, son ineludibles cuando la enfermedad ha sido descuidada o
insuficientemente tratada. Esta es una enfermedad que puede invadir
todo el cuerpo y no se limita al torrente sanguíneo. Su transmisión es
más usual por el contacto sexual y alguna vez, por el uso de
implementos contaminados. El peligro real estriba en el contraste
durante su período de incubación que va de los diez días los tres
meses alcanzando vigencias de hasta veinte años. Los antibióticos

351
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

han facilitado grandemente su curación, pero si existen contagios


frecuentes, se torna ineficaz su receta.
La blenorragia es el más común de los contagios pero es, al
mismo tiempo, el más curable, aunque, cuando no se trata
adecuadamente, puede convertirse en crónica; causar invalideces
como la ceguera llamada “oftalmía blenorrágica”, la artritis deformante,
la endocarditis y la cistitis. Puede considerarse como la más grave
consecuencia la ceguera. Como la sífilis, y frecuentemente junto con
ella, esta enfermedad se contrae especialmente por medio de las
relaciones sexuales y por el uso de objetos contaminados, invadiendo
así el ámbito familiar. Es creencia común que la sífilis y la blenorragia
son la misma enfermedad por el común del contagio simultáneo. Las
primeras manifestaciones asuelen aparecer desde el primer día y
hasta las tres semanas, y este lapso permite que la portadora lo
disemine. Su medicación es similar en ventajas y desventajas a la
sífilis.
El chancro blando es frecuente en los medios promiscuos que no
tienen una separación real entre los individuos que conviven y si no se
tiene el aseo como una base de cultura.
Entre las enfermedades en el actuar frecuente de la prostitución
y que suele acarrear graves consecuencias por su diseminación, se
encuentra el granuloma venéreo, que se contrae con el contacto
sexual y es fácil de transmitir por su largo período de incubación que
suele durar de los diez días a los treinta días, lapso durante el cual, sin
prevenirse de ella, las enfermedades están en la posibilidad de infectar
a los hombres con los que realizan el comercio sexual.

352
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Problema generalizado es el alcoholismo. El alcohol actúa


directamente sobre las células nerviosas del cerebro, disminuyendo
proporcionalmente inverso a su intensidad, la reactividad de los
centros nerviosos, eliminando por tanto, las inhibiciones, al producir un
momentáneo bienestar que se contrarresta al continuar su ingestión y
el abuso produce depresión y anestesia y altera la capacidad de juicio
y coordinación.
La experiencia con mujeres de este medio nos confirmó que:
Usualmente, se iniciaron bebiendo sólo por inhibir las restricciones
morales que conlleva esta vida; continúan consumiendo alcohol por
costumbre establecida, sobre todo con algunos clientes a quienes
creen conveniente agradar y terminan convertidas en alcohólicas
consuetudinarias (dipsómanas). Pero este fenómeno también sirvió
para confirmarnos el hecho de que, ni todas las prostitutas son
alcohólicas (encontramos, naturalmente, muchos casos en que, al
contrario, les causaba hasta repulsión su consumo) y sí, algunas
ejercen la prostitución por carencia de restricciones morales, aunque,
tanto entre las entrevistadas como de las que conocimos por
referencia, son una minoría.
El alcoholismo anestesia la necesidad de comer y muchas
mu8jeres en esta circunstancia, padecen de anemia aguda que se
agrava con lo incierto de la vida que llevan, llegando a causarles la
tuberculosis que, si es atendida a tiempo, es perfectamente curable.
El tabaquismo es frecuente entre estas mujeres y el uso abusivo
del cigarrillo suele producirles enfermedades que terminan por
inhabilitarlas para el ejercicio de la prostitución. La tuberculosis
también suele aparecer, aunque es justo aclarar que para su

353
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

obtención, coadyuva no sólo la alimentación inadecuada sino el


descanso insuficiente, la tensión a ser descubiertas por la policía, por
sus amistades o familiares; un bajo nivel de vida salubre y con mayor
frecuencia, por el contagio directo al yacer con individuos enfermos
que les insuflan su aliento al besarlas y poseerla.
Fuente de daños físicos y psicológicos es el aborto, que las
prostitutas realizan con frecuencia, en busca de evitar la presencia de
algún hijo que no desean, por proceder, casi siempre, de padre
desconocido, de manera independiente al interrupto en la obtención de
dinero. La continuidad de los abortos, en los que es frecuente recurrir
al legrado en última instancia, puede llegar a producir la esterilidad
pasajera o permanente, lo que ha dado lugar a múltiples consejas, Lo
verdadero son los trastornos emocionales que genera y que de hecho,
conduce a histerias graves.
Con referencia a esta última problemática, algunos autores
llegan a afirmar porcentajes altísimos, los que otro tiempo, solían
existir, pero ahora, los índices se han desplomado, si bien aún tiene
vigencia la expresión de que “no hay prostituta segura”, hasta la
inseguridad ha descendido, tanto por la medicina actual como por que
ellas se cuidan para continuar activas en su medio de vida.
Nos queda, aún, una aclaración; lo enumerados en este
apartado a lo largo de la obra, no tienen, ni pueden tener, un sentido
propedéutico y son, nada más eso, meras notas aclaratorias para
orientar al lector dentro de los móviles que actúan en quienes viven de
y en la delincuencia. Lo que se ha apuntado de medicina, tiene vigor
para los apartados y referencias psicológicas. Repetimos; quien desee
profundizar en la materia, tiene un gran campo que recorrer en todos y

354
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

cada una de las materias por las que nos encontramos sobrevolando
panorámicamente. El closeup nos está vedado y únicamente
paneamos sobre los problemas.
Un importante foco de infección se localiza ya no en la
prostitución misma, sino entre los grupos de los llamados “hippies” o
entre los simuladores del existencialismo. La mugre, el desaseo, la
irresponsabilidad y la promiscuidad reinantes en la vida de esos
grupos ha venido a favorecer un recrudimiento epidémico por su alto
grado de dispersión.
Las estadísticas, como sucede con frecuencia en esta ciencia,
no suele mostrar sino la parte cuantitativa del problema y desde luego
no representan los guarismos la totalidad de él; pero lo cualitativo, la
parte más seria, pasa inadvertida. Con base a las estadísticas que
llevan las instituciones de salud pública y algunas otras entidades, se
ha hecho posible diseñar nuevas estrategias para el combate, pero
aún están resueltas insuficientes. Haría falta que en las legislaciones
se efectuaran cambios definitorios y más rigurosos que los que se
contemplan ahora. Modificar, inclusive la estructura y favorecer la
investigación y el trabajo social proporcionándoles mejores elementos
de apoyo legal y técnico.
No pretendemos, como lo hemos hecho en otras ramas del
saber y aplicadas al presente trabajo, penetrar al fondo de las materias
sino proporcionar un conocimiento meramente superficial, que sirva de
orientación para comprender mejor la magnitud de la problemática.
Esto no constituye otra cosa más que un bosquejo, un panorama
general de la medicina y su relación con el medio, en el que se carece,
a nivel mundial, de una verdadera y efectiva medicina social, que no

355
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pretenda encontrar, indefectiblemente, como culpable a la prostitución.


Una medicina especializada en la que colaboren todos los médicos,
los sexólogos y tenga permanencia la psicología. Crear una filosofía
de esta materia. En lo que sigue veremos en alguna forma, también
superficial, algo de psicología y su relación con las prostitutas y los
elementos colaterales.

b).- Psicología.

Ya hemos mencionado las premisas lombrosianas, las que en la


actualidad no han sido superadas, sino que han caído en el
descrédito. César Lombroso fue, en su momento, un célebre médico y
criminalista italiano que, por vivir al final del Siglo pasado y los
primeros días del presente, expresó teorías que estaban condenadas
a perecer de inmediato, víctimas de su propia debilidad. El delincuente
nato de Lombroso pronto fue substituido por los avances
psicoanalíticos y aún cuando algunos estudiosos modificaron
parcialmente al italiano, es sano afirmar que la herencia vuelve
proclive al individuo, siempre y cuando en su vida, en su personalidad
y en su cuerpo actúan los factores externos que hemos venido
manejando.
“De acuerdo con estudios hechos por Healy y Spauldig, se
encontraron pruebas de existencia subyacentes de tendencias
delictivas, a través de ciertos factores hereditarios, como la imbecilidad
y la epilepsia, pero no fue posible hallarlos de una manera efectiva en
cuanto a inclinaciones antisociales… sí puede heredarse cierta

356
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

potencialidad propicia a establecer una marca dentro del cual puede


ejercer su influencia el ambiente, en cuanto a la formación de
tendencias delictivas… una visión de la estructura de la personalidad,
su desenvolvimiento conductor, el nivel intelectual, así como descartar
y precisar en su caso, la existencia de lesiones neurológicas que
influyen o propicien la distorsión de la conducta… a).- Causas
endocrinológicas… nadie puede dudar de la influencia de las
secreciones glandulares en relación con la conducta del individuo…
b).- Epilepsia… las perturbaciones de la conducta, consecuentes a la
disforia.. puede conducir al suicidio o al crimen… c).- Deficiencias
físicas: Todo defecto físico es un definido peligro mental…” (166)
Un intento de sistematizar el tema podría redundar en una mayor
claridad de la expresión, pero al mismo tiempo, la volvería demasiado
técnica y al enfrentarnos con la disyuntiva hemos optado por la
descripción de elementos psicogénicos y psicológicos en una
presentación de “receta de cocina”. Insistimos, Todo nuestro material
no constituye más que un incentivo para el estudioso y un preámbulo
para quien nos siga a lo largo de la obra, porque para realizar una
“Filosofía de la Conducta” es preferible no ser un “conductista” y sí,
usar la psicología como un medio para entender algunas relaciones
que se verifican en esta a lo que el hombre dedica un mayor tiempo de
su existencia; la conducta, entendida ésta no como una estructura
rígida e indomable, sino como una consecuencia del existir y una
forma del trascender.
El conductismo o behaviorismo es un producto de la escuela
norteamericana contemporánea partiendo de los estudios del fisiólogo
ruso Pavlov, que tuvo como base los complejos condicionados. J.B.

357
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Watson es el primer tratadista sistemático del concepto como una


realidad psicológica, estableciéndose distinción entre el metodólogo y
el dogmático, en la que, el primero ignora los fenómenos de
consciencia y pretende llenarlo todo con la observación del
comportamiento y el segundo abroga definitivamente lo consciente y
de forma a una especie de materialismo metafísico. Estas
acusaciones no son plenamente valederas, sino podemos considerar
al conductismo solamente como una negativa a la existencia de lo
introspectivo negándole la valoración propia de ser un instrumento
legítimo de la investigación. Poco a poco esta corriente se alejó de
Iván Pavlov y en los tiempos que vivimos se ha convertido en una
meramente antropológica.
Podemos decir, de alguna manera, que en la problemática
psicológica de la prostituta confluyen en dos “casi-respuestas” finales
aunque ambas resulten demasiado ambiguas para otorgarles el
carácter de definitivas y al contrario, sobradamente contundentes para
que su cargo de veracidad nos conduzca al camino de fondo. La
primera se nutre, de manera principal, del sentimiento de inferioridad,
sublimado o no, que las determina y que, por desgracia, se basa en la
realidad incontrastable de su verdadera capacidad ocupacional,
proveniente casi siempre, de una deficiente preparación, circunstancia
que actúa en forma negativa incapacitándolas para obtener una
suficiente remuneración laboral proporcional al nivel de vida que
desean tener o las necesidades inmediatas a las que tienen que
subvenir, las que son, por regla general, mayores que los ingresos
normales obtenibles. Esta circunstancia es un buen camino para llegar
a la prostitución, en la que, en último término, la mujer espera ganar

358
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

no sólo lo necesario, sino tener la posibilidad de un matrimonio


ventajoso, o por lo menos, de una mancebía permanente, que las aleja
del medio al que han llegado, de una manera abrumadora la mayoría,
provisionalmente y por poco tiempo al principio y en el que con
frecuencia han de permanecer ligadas en una u otra forma hasta el fin
de sus días.
La segunda respuesta bien podría ser considerada como un
complemento de la primera a no ser porque ella, en sí misma, se
constituye en uno de los pilares que sostienen a la mujer en su calidad
de prostituta. Esta es la apriorística posibilidad de seguridad, atributo
de todas las mujeres, de su capacidad superior en cada una y sobre
cada otra, para proporcionar placer y producir satisfacción en el
hombre mediante el trato sexual. Esta condición es frecuentemente
mixtificada si bien no siempre con una intención “prostituida” aunque
suele usarse en el sentido de una “mejor prostitución”, en el grupo que
nos ocupe.
Las dos circunstancias son, al mismo tiempo, pregunta y
respuesta, y contienen solamente la base para iniciarnos en el
conocimiento de un funcionar psíquico, pero no es prudente olvidar
que sólo constituyen una apertura hacia otras investigaciones y
encontrar las afirmaciones que operan el mecanismo, para esclarecer
los “por qués” ajenos al mundo socio-económico que interactúa no
sólo en las meretrices, sino en todo ese ambiente sórdido y casi
impenetrable de la prostitución, considerada ésta, como delito.
Lo hemos visto al estudiar otras condiciones vitales, como el
medio-ambiente –o los medio-ambientes--- que distorsionan al
producto final del enfrentamiento entre la realidad y los deseos. La

359
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

primera de las respuestas nos pone de manifiesto el cómo un medio


económico adverso puede tornarse en destructivo en la medida en la
que falta la preparación para este enfrentamiento, que representa el
vivir en sociedad y, hasta finalmente, sencillamente “vivir”. Tiene un
origen real, lamentablemente verdadero y se torna en una preparación
deformante que es al mismo tiempo adjetivo y sustantivo, que tiende
hacer patente en forma más acusada que en el contexto de la
delincuencia general. Esta deformación incapacita a la prostituta para
justipreciar lo que anhela ante en lo que verdad puede obtener,
derivando de lo cotidiano socio-económico a una condición en la que
las determinantes psíquicas actúan sin coerción en la conducta.
Existen desde luego, y ya lo hemos dicho, casos de adicción por el
placer morboso de participar en una actividad alabada en ocasiones, o
por mera ambición. Existen, claro está, otras muchas circunstancias,
pero aún siendo numerosas, son solamente, una minoría de las
prostitutas, pero aún siendo numerosas, son solamente, una minoría
de las prostitutas, cualesquiera que sea el modo de actuar. Por esto,
esas mujeres que son excepciones, nos proporcionan el mejor
catalizador, el marco de referencia necesario para buscar y encontrar
la razón conductual de las actitudes excluyentes de toda normatividad.
La segunda nos da una base que, partiendo de la totalidad de las
mujeres, se confirma en el análisis caracterológico del sexo femenino,
en cada caso y en cada fórmula, con resultados similares; en los que
no intervienen y no racionalizada, de su capacidad emocional y en
última instancia, de sus conocimientos en la materia que provocará
que, llegado el caso, cada mujer siente ser ella siempre superior a
cualquier otra mujer en el proceso de proporcionar placer sexual al

360
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

compañero de realización, no obstante, el casual conocimiento de su


realidad personal.
De estas respuestas condicionadas se origina la explicación de
la psicología de la prostitución, pues aunque algunos autores las
“soslaya” o no las consideran como una base firme, ellas están
presentes en todos y cualesquiera estudio de esta materia. Como en
toda la estructura de este estudio, esta vez tampoco estudiaremos
exhaustivamente, concretándonos una vez más, a la presentación de
esquemas generales que coadyuven al entendimiento y comprensión
del proceso que rige en el medio. Los problemas individualizadores
constituyen, en este caso, únicamente excepciones y no volveremos a
ocuparnos de ellos.
Ya hemos definido la prostitución como la consecución y
obtención de un bien económico o material mediante el uso sexual del
cuerpo, sin la presencia del amor o del deseo. Pero esta definición, si
bien suficiente para la comprensión del hecho general o del acto
particular, es fundamentalmente una afirmación socio-económica,
aunque en ella, claro está, se implícita la psicología. Es indispensable
una fundamentación teorética del hecho social y, consecuentemente,
filosófica. Pero esta se asienta en el hecho individual y humano,
consecuentemente psicológico. Ambas conclusiones tienen sendas
valideces, pero para comprender la materia que nos ocupa y
fundamentar la “Filosofía de la Conducta” es preciso conocer los
motivos psicológicos que determinan al individuo y de los que no se
puede hacer renuncia, aún que, para el esclarecimiento filosófico, la
psicología constituye sólo un peldaño y no una plataforma.

361
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Los actos compulsivos no pueden ser considerados como un


camino para la filosofía, pero no puede negarse su influencia en la
metodología. Son actitudes determinadas que se manifiestan en los
psiconeuróticos, que se toman “cuasi” conscientemente, de manera
ajena al control de los centros inhibidores. Los más sencillos o los más
complicados tienen influencia en la conducta. El individuo toca así
duramente un objeto, camina siguiendo líneas imaginarias o dibujos en
el piso; pronuncia palabras o voces especiales, en ocasiones
obscenas repetitivamente. No puede negarse que numerosos tics, que
por otra parte son del todo normales, están en esta categoría,
variabilidad de grado, es intuitiva. El hombre sabe que hace esas
acciones, pero no puede evitarlas aunque le resulten molestas. En las
prostitutas, los actos compulsivos son reflejo de un carácter psico-
neurótico, derivado de su permanencia en el medio. Las neurosis son
frecuentas en estas mujeres por falta de amor en la realización de sus
relaciones sexuales y suelen desembocar en agresiones a los demás
o en actitudes de auto-castigo, que en ocasiones terminan en el
suicidio. El sentimiento más frecuente es el de la devaluación por la
vida que llevan, al margen de toda legalidad y de cualquier lazo
amoroso.
La actitud que analizaremos en seguida, es en parte una
compulsión y en parte una necesidad de su ocupación. Nos referimos
a la migratoriedad, de diversas escalas y manifestaciones; de
condiciones sociales, económicas o de simple acomodo. Esta
característica es propia de esta ocupación y no es común a ninguna
otra y mueve a gran número de mujeres, de un lugar a otro en la calle,

362
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de un burdel a otro, de ciudad en ciudad y con no poca frecuencia, de


un país a otro.
No es infrecuente la presencia de mujeres extranjeras en el
contexto de una “prostitución nacional” y así en México, cuando aún
existía el legendario Cuahutemoczint, en un tramo de la calle, los
cubículos los ocupaban franceses y cuando la zona desapareció del
rumbo, estas desaparecieron de la perspectiva, y su lugar fue
ocupado, deambulando por las calles, por centroamericanas y
caribeñas y algunas sudamericanas. Las más famosas de las
prostituciones del mundo es, sin duda, la francesa y específicamente
la parisiense, de la que grandes volúmenes de literatura, de todas
clases, han pregonado sus excelencias, pero la verdad es que un
elevado porcentaje de esa prostitución, está formada por meretrices
de composición heterogénea, entre la que es difícil diferenciar
nacionalidades, en este grupo están representantes de cinco
continentes. Este fenómeno se repite en las prostituciones de todas
las grandes y medinas ciudades, y en cada país, la prostitución de una
ciudad cualquiera se alimenta, en alto grado, de mujeres no nativas de
ellas, sino de extrañas, extranjeras o nacionales de otros pintos, que
llegan en busca de un mejor medio para el ejercicio de sus
actividades.
Esta migración es compelida, además, por la novedad que
buscan los burdeles y otros centros, por lo que, cuanta, con un
eficiente sistema de traspasos de mujeres, no solamente dentro de un
país o ciudades determinadas, sino como un comercio internacional
perfectamente organizado.

363
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Esta migración resulta en una fuente eficiente de neurosis, de


frustraciones que, aunadas a las que son frecuentes como
determinativas para el camino de la prostitución y delincuencia,
configuran en las prostitutas estereotipos de carácter impredecible en
sus consecuencias.
Existen tantas modalidades en la prostitución, como hay medios
que la procuren. Esto es entendible tomando en consideración que no
solamente se dedican a ella quienes no están dotados
psicológicamente para vivir en sociedad y encuentran en este reducto
una pobre substitución a su realidad, sino seres que motivados por la
propia psicología, por los defectos educacionales, por trabas
religiosas, por problemas sociales y económicos, buscan el medio de
encontrar en ella tanto los recursos económicos como las relaciones
sociales, la realización de sus ambiciones legítimas o no, o la
posibilidad de transitar por un mundo que les puede ser francamente
hostil. Pero no puede negarse que, fundamentalmente, operan en
todos, hombres y mujeres, prostitutas y padrotes, tratantes y toda una
pléyade de lo más sobresaliente en los medios ilícitos, en forma
principalísima, dos factores determinantes; el socio-económico y el
psicológico.

10.- Diversidad y Unidad.

Volvamos un poco atrás en lo que ya hemos estudiado, no con el


fin de recalcar algo que ya tenemos conocido, si no con el afán
repetitivo de que, al retornar a esos conceptos, los tengamos

364
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

presentes cuando nos enfrentemos ya, de una manera más definitiva,


al meollo del problema. Tengamos presente, en todo momento, que el
hombre, y es a él al que tenemos por materia de estudio para la
conducta, es sujeto de valores diversos en los diferentes momentos de
su devenir y en la concatenación de sus momentos vitales. No es
posible desentenderse de uno de los factores que actúan de manera
decisiva en la conducta; el psíquico, porque este vive con el hombre,
en su coetáneo. Vive en el hombre porque es el valor que surge del
conflicto entre su ser morfológico y la inteligencia que le permite
razonar y diferenciarse del resto de los seres del reino animal. El
conflicto que nace entre sus deseos, razonados e intuitivos y la
realidad que lo circunda.
Para penetrar aún más en las diferencias que se producen entre
dos o más grupos de conducta, entre las que promueve el medio
social en el que transcurre, sobre todo cuando se trata de diferenciar
con claridad diversas conductas y poder establecer un cartabón
clasificatorio, vamos a resumir, primero, algo de lo que hemos dicho, a
continuación veremos como se comporta en casos concretos de
catarsis y agrupar, posteriormente, las distintas facetas de la
delincuencia y resumirlas e un todo abarcable en el término
“conducta”.
Hemos sostenido al principio de este trabajo, que tomamos a la
delincuencia como el motivo de nuestro estudio, por ser este el medio
en el que con mayor claridad se aprecia la magnitud del problema y
donde el ser se enfrenta, dentro de la extensa gama del delinquir.
Hemos sostenido, también, que todos nosotros somos, en diferente
grado, delincuentes. Esos grados se aplican a una enorme variedad

365
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de cánones que nos rigen, que nos autorizan, que nos limitan; que nos
premian o nos castigan. Así, defendiendo lo ilícito como un estado más
o menos permanente y absolutamente generalizado, al que pertenece
todo el género humano, sin eximirnos de culpabilidades, podremos
penetrar más a fondo en el camino al estudio de verdaderas
soluciones y entendimiento que es el delito, que es la delincuencia,
cómo y porqué somos más o menos culpables, y entender como un
complemento cognoscible, un total abarcable, el “que” de cada uno en
el contexto de la sociedad y el “que” del fenómeno social.
Delito es el acto, compulsivo y conocido, que viola, en alguna
forma, una actitud definida como punible. Delincuencia no es otra cosa
que la secuencia, más o menos concatenada y gregaria, que viola las
leyes generalmente aceptadas por la o las sociedades. Sin meternos a
diferencias psicológicas entre criminalidad y delincuencia, diremos que
esta última consiste en una serie de actos similares que, en su
conjunto, dañan de alguna manera a la sociedad y, en consecuencia,
al individuo, sea éste la víctima o el victimario, indistintamente.
Dejaríamos incompletos estos apuntes, si no estudiamos
someramente a algunos grupos de delincuencia y algunos tipos de
delincuencia que se suscitan en lugares en los que habríamos de
suponer, que no suceden. Tales son los internados escolares, las
prisiones y los cuarteles.

a).- Internados.

366
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Es consenso general y equivocado, el suponer que los planteles


escolares que practican la vida en común de los educados, se
encuentran libres de la práctica de actos delictivos y, en ocasiones, de
verdadera delincuencia organizada en el interior y generalizada entre
los miembros de la comunidad.
En las instituciones que se dedican a la enseñanza entre la
niñez, es frecuente la rapiña, de pequeñas cosas, como juguetes, ropa
o utensilios escolares. Estas actividades, que si bien, en apariencia
carecen de importancia y las que únicamente en casos de mal ejemplo
son castigadas con rigor, son altamente dañinas porque van formando
en el pequeño delincuente, al hábito del robo como un medio de
aumentar sus posibilidades de estudio, de apariencia o de distracción.
Cuando estos hechos son descubiertos y sorprendido el culpable,
generalmente se le imponen castigos que van, desde la obligación de
restituir lo hurtado, hasta la exhibición pública del autor del hecho
ilícito. Por desgracia está comprobado que este tipo de castigo, más
impele al revanchismo que a la reconsideración de los hechos y a una
modificación de la conducta.
Las agresiones personales también son frecuentes y es
entonces cuando la delincuencia suele adquirir la modalidad de grupos
establecidos de más o menos permanencia. Aquí, si el agredido tiene
el carácter de líder de grupos, se forman bandas que agreden de
manera más o menos directa y más o menos encubierta a la víctima.
Suele suceder que el agredido, a su vez, busque el apoyo de otros
compañeros y ya se tiene vigente la lucha del más fuerte contra el más
débil. En casos como estos, suele expulsarse al dirigente del grupo
tomado como agresor, esperando que con esta medida se subsane el

367
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

problema. Las consecuencias de estas medidas son perceptibles:


Conducen a la venganza por un lado y el gozo por la impunidad por el
otro.

b).- El ejército.

En las fuerzas armadas de todos los países se dan los delitos


más variados, tal y como acontece en el área civil, pero la prostitución
tiene un lugar muy especial, sobre todo en épocas de movilización
militar. El mal, con la peculiaridad de que es, casi siempre pederastia,
toma características de ferocidad, y se emplea, sobre todo en el frente
o en los acuartelamientos prolongados, como un medio de desfogue
de los soldados. Las autoridades conocen el problema y procuran que,
de alguna manera, los miembros de los cuerpos armados tengan
desahogo a sus necesidades, pero esto, que se palia por prostitutas o
mujeres que sin serlo, ayudan a la solución del problema, no se
elimina del todo. La práctica del homosexualismo con caracteres de
prostitución, se presenta al mismo tiempo que la violación o el estupro
disminuyen. Aquí el mal tiene una doble consecuencia: Vuelve
pederastas a los que no lo eran y promueven un ilegal ingreso para
aumentar los haberes para satisfacer otras necesidades inmediatas. El
uso de derogas y otros estimulantes, tan en boga ahora, es parte de
los mecanismos de que se valen algunos para satisfacer sus instintos.
La homosexualidad tiene un porcentaje muy relativamente
elevado en los ejércitos de todos los países pero esto ni significa que
todos aquellos que practican la prostitución sean forzosamente

368
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

homosexuales ni que la mayoría de estos busquen el cobijo del


ejército para practicar impunemente sus actividades; pero sí resulta
evidente que aquellos que llegaron como seres normales están en el
inminente peligro de convertirse en tales, “… ya que los reclusos o
jóvenes acuartelados… que mantienen relaciones sexuales con
sujetos del mismo sexo, se ven obligados a realizar semejante
relación; no son por lo tanto homosexuales; carecen de impulso
interno del deseo de serlo.” (167) pero sí resulta innegable que no todos
estos seres lo sean por deseos inconscientes y sí son muchos los que,
después de algún tiempo de practicar semejantes actividades en
forma obligada, se degeneran y se convierten en sujetos activos
dentro de su medio. Es en este momento en donde verdaderamente
empieza la prostitución y termina la homosexualidad propiamente
dicha, por complacencia, si bien no toda la homosexualidad cuartelaría
es prostitución, sí lo es un porcentaje considerable. Por esta razón es
que hemos considerado la prostitución como un mal endémico en los
ejércitos, mal que se incrementa notablemente cuando existe un
estado de guerra.

c).- Prisiones.

En estos lugares se ejerce la prostitución como consecuencia de


el aislamiento a que se ven precisados los reclusos, aunque, como ya
hemos dicho, en algunas legislaciones se contempla la práctica de
acceso de las mujeres a los internos y, en los casos de soltería, el de
prostitutas que cohabitan con ellos. Pero existe un tipo de prostitución

369
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

al que no se le ha prestado ningún reparo: El de los homosexuales


que por delitos de otra naturaleza ingresan a los penales y que, no
solamente por su inclinación natural, sino como un medio de obtener
ingresos, realizan vida marital entre ellos o con otros reclusos. Son,
por lo general buenos cocineros y con frecuencia lavan ropa, cosen y
planchan las de los internos con posibilidades económicas superiores.
Los delitos suscitados por estas actividades y por la permanente
convivencia marital entre homosexuales, no trasciende más allá de los
penales mismos, pero de ellos son conscientes las autoridades de los
mismos.
La prostitución adquiere características muy especiales en el
interior de los penales, en los que, con algunas excepciones, no
penetran las visitas femeninas y los reos carecen de una vida sexual
más o menos normal, lo que origina una serie de circunstancias que
bien, si no todas forman parte de la prostitución, si ejercen influencia
alrededor de ella. Podemos decir que en las prisiones se ejerce una
prostitución con modalidades muy suyas.
La carencia total o una restricción parcial en el trato heterosexual
para los internos, provoca diversas manifestaciones de prostitución,
que pueden tipificarse así:
1.- Un homosexual recibe a otro recluso como elemento
pasivo y el visitante, activo y por el trato sexual, la parte
activa paga una cantidad de dinero o servicios mensurables,
como el planchado de ropa, servicio de cocina, etcétera. Este
caso es observable solamente en las prisiones.

370
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

2.- Un elemento pasivo provoca a otro pasivo para formar


una pareja en maridaje exclusivo y se vuelve prostitución
solamente cuando esta unión lo es por algún interés.
3.- Cuando un elemento pasivo se entrega a los
guardianes u otros directores para obtener alguna canonjía.
4.- El caso extremo de la prostitución consiste en que un
heterosexual se decide a aceptar el papel de pasivo
homosexual con otros reclusos de diferentes posibilidades
económicas, para ayudarse en sus gastos.
5.- Cuando existe la “visita conyugal”, suelen visitar a los
internos prostitutas disfrazadas de parientes o amigas y
ejercen un oficio en el interior del reclusorio.
6.- Cuando el recluso obtiene alguna ventaja por la
concesión de los favores de su cónyuge a los directivos del
penal.
Tomando en consideración lo apuntado anteriormente, en el
sentido de no ior más allá de una hojeada superficial, de los temas que
nos ocupan, de una manera rápida pasaremos por el estudio
psicológico en los personajes que viven en el tiempo y en el espacio
reales.
………
A lo largo del estudio, se ha venido considerando la prostitución
como uno más de los elementos ilegales que configuran al hampa. No
por eso, las mujeres que practican la prostitución son forzosamente
delincuentes y hemos convenido y demostrado, en que, más por su
cercanía a la verdadera delincuencia y por sus características de
ilegalidad, es que la alineamos al lado del hampa no constituyendo en

371
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

sí, sino una forma poco apreciable de delincuencia. Hablamos de las


prostitutas en sentido genérico, sin pretensión de liberar de su
verdadero marbete a las que ejercen la prostitución y son, en realidad,
delincuentes.
También ya hemos apuntado algunos rasgos psicológicos
generales, sin pretender que esta generalización defina a la totalidad
de las prostitutas. Habrá que hacer la ficha caracterológica de cada
una para obtener conclusiones valederas. No obstante, algunas
consideraciones son susceptibles de conclusión y un mejor encuadre
colectivo de sus “porqués”.
Hemos dicho que algunos autores, no muy lejanos, consideraron
que las mujeres que practicaban la prostitución, se encontraban
fatalmente predestinadas al oficio difamante y eran, además,
irredentas. Dos o tres veces nos henos referido a las teorías
lombrosianas y por primera vez a P. Tarnowski, pero resulta necesario
unirlos por compartir ambos, el criterio del criminal nato, los que, para
el caso específico de la prostitución, afirmaron que casi siempre (léase
siempre) eran degeneradas, perezosas, perversas, etcétera. Por
suerte ha caído en lo obsoleto semejante teoría, la que ha sido
desmentida por estudios posteriores. Por desgracia fueron medida de
interpretación incorrecta algunas de sus observaciones. En la
actualidad han podido hacer estudios objetivos que nos permiten
conocer que la prostitución es el infortunado resultado de diferentes
presiones socio-económicas.
El nivel de cultura general corresponde unívocamente al
producto de la fuente de abastecimiento del material. Un gran número
de prostitutas fueron primero, casi inmediatamente antes, sirvientas y

372
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de estas, un número considerable procedía de hogares con


problemas, fueron abandonadas por sus madres o quedaron
huérfanas a edad muy temprana. Esta preparación para la vida no es
de manera alguna, óptima para enfrentarla. En algunos casos es
posible encontrar mujeres en la categoría de los débiles mentales,
pero también es cierto, a su vez, que la gran mayoría presenta un
coeficiente intelectual normal. Es su estructura afectiva la que se ha
distorsionado, y aún cuando ninguna hipótesis resulta suficiente para
explicar en problemas socio-económicos, no es posible, de ninguna
manera, descartar las variables psicológicas.
Por estas razones se muestra que estas mujeres son impulsivas,
rebeldes, (aunque busquen una afirmación social de la que carecen)
no son suficientes maduras en sus juicios y abundan los sentimientos
de frustración. Esta situación puede venir con ellas a la prostitución o
desarrollarse durante su vida en el ambiente, como un respuesta a
nuevas frustraciones. Los ambientes preparatorios son predisponentes
a disociaciones, pero los test con los que se cuantifica estos
fenómenos (I.Q.) no corresponden siempre a una realidad absoluta, ya
que han sido elaborados para un status de mayor capacidad
económica y cultural. Habrá que esperar otros caminos o nuevas
tendencias para poder valorar debidamente a estas mujeres, las que
de ninguna manera son anormales, si “literalmente” lo anormal es lo
que no cuadra con nuestras normas, (cualesquiera que sean) y lo que
resulta ajeno a ellas. Si aceptamos como correcta la acepción,
valederamente puede englobarse a este grupo de población tan
definido, que trae consigo una carga de sufrimientos en cada

373
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

individuo. Solamente en este sentido caracterial podríamos catalogar a


las prostitutas como anormales.
La actitud compensatoria que adopta hacia la gente de otros
grupos, que consiste en una agresividad permanente, no es sino la
consecuencia de una auto-devaloración por su comparación con tras
mujeres en situación diferente socio-económica. La valoración
individual, el valor que cada uno recibe de la sociedad en la que vive y
del valor que se confiere así mismo, no es sino un punto de referencia,
una medida para establecer el mundo social al que se pertenece. Esta
circunstancia, su auto-valoración, tiene que resultar muy baja como
consecuencia de la usual doble vida que llevan, ocultando, por lo
general, su verdadera actividad y presentando la careta de una vida
falsas. Las prostitutas, pese a que llevan una vida social activa, esta
tiene circunstancia poco similar a otras vidas y, en consecuencia, se
resuelven solitarias en su mundo y en el mundo en que sueñan o
deberían estar al saber que le son “casi” extrañas. Esta soledad,
devenida en su imposibilidad de comunicar tanto sus placeres como
sus displaceres provocará sentimientos derivados, que no están en su
apariencia pero que en definitiva sí existen y que complican el cuadro
psicológico de la mujer. El fracaso, fuerza que determina la validez de
nuestra existencia, aun que es meramente una noción subjetiva, actúa
de manera negativa, aunque ellas pueden ser madres admirables,
esta sensación de fracaso, de no triunfo, las obliga a un malestar al
objetivar su situación anómala, rompiendo sus reales capacidades
para vivir plenamente y suele provocarles graves trastornos
neuróticos.

374
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

La catarsis se provoca en la prostituta cuando se enfrenta a un


campo estructurado sólidamente, y produce dos reacciones de signo
contrario; o bien se segrega de los grupos a los que se sabe no
aceptada respondiendo en primer término a sus instintos primarios o,
sabiendo que la aceptación le es negada trata de ocultar aún más su
condición y mediante suplantaciones; vive en dos grupos
simultáneamente, ahondando más la zanja que los separa. En la
actualidad son dos grupos proporcionalmente morales. Abundando
más en la problemática que se le plantea, carga la necesidad ya no de
existir y comer únicamente, sino la de tener lujos, vestidos, joyas,
automóvil y la concomitante imposición de un mejor hábitat, más y
mejor que aquellos con quienes trata de competir en ambos ambientes
a la vez. (similitudes con los nuevos ricos) En estos objetos, en esta
ostentación, fincan su prestigio, el que es mayor en cuanto sea más
respetada ya en el medio de la prostitución, ya en el prestado en el
que suplanta calidad y condición. Si lo consigue, habrá hecho de la
prostitución un medio para resaltar; si falla, una frustración más se
sumará a las anteriores, pero de cualquier manera, habrá dado un
gran paso para incrementar su neurosis.
La reacción a las presiones sociales y aún a las del mismo grupo
en el que se desarrolla, tenderá a resolverse en una negativa de los
valores morales, pero no pase ser solamente eso, una mera defensa
de adaptación frente a su realidad y su agresividad no siempre se
dirige a los demás, al mundo exterior; por lo contrario, frecuentemente
se reprime para derivarse por medio de indiferencia aparente, una
falsa apatía hasta configurar una perspectiva de trastornos
caracteriales. A pesar de este cuadro pesimista, Marenko ha obtenido

375
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

frecuentemente éxitos al convertir a las prostitutas en personas


altamente adaptadas a su sociedad.
Como importante conclusión, es haber llegado vía del estudio
directo, a conocer que le falta de una ocupación profesional de la que
se puede subsistir decorosamente, es el camino más transitado a la
prostitución y de ahí parece derivarse que la posesión de un oficio
calificado constituye una fuente coercitiva a la misma prostitución (y a
la delincuencia en general, aunque no forzosamente). Pero es
necesario no caer en el garlito de que una solución económica es la
panacea total. Hemos dicho antes que la práctica de ésta no es
prerrogativa de clase social alguna en particular, y que son infinitas las
categorías de prostitución, tantas como situaciones vitales puedan
prohijarla.
La prostituta, pese a sus alardes de belleza, de bravura o de
capacidad sexual, es, en el fondo, en su triste realidad una mujer que
camina por un avanzado proceso de timidez y este es el que la cohíbe
para una relación sana de trabajo, de amistad o de amor. Frente a su
timidez solamente encuentra la fuga, primero en forma física
caracterizada por el vagabundeo frecuente y solitario, en rigurosa
confusión; después, generalmente sobreviene la prostitución, que
resulta, de última instancia, en forma de fuga ante una realidad.
Podremos afirmar que las prostitutas vagan, en pos de sus sueños en
los que siempre está presente un futuro prometedor que casi nunca se
hace realidad.
La continuidad de tropiezos forma en el individuo un sustrato de
rencores, de ansiedades y de desconciertos que inhiben, cuando no
matan, la iniciativa, el deseo de superación. Cuando en la vida se

376
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

produce la serie de sucesos dinámicos que modifican


determinantemente la conducta, se puede hablar de la aparición de
motivaciones que conduce a fines que algunas veces suele ser de
signo positivo, con frecuencia y en virtud del ambiente que rodea al
individuo, conduce a actitudes antisociales o criminales. —la
motivación para el comportamiento— esto acontece cuando se
producen de manera simultánea modificaciones internas de origen
neuroendocrino y excitantes provenientes de fuera (medio ambiente)
que actúan de alguna manera sobre el cerebro.
De aquí la psicología nos conduce directamente a convenir que
la influencia del medio es determinante. La prostituta lo es porque de
alguna manera deviene en una inadaptada social, en la que actúa con
vigor expresivo la influencia del medio en que vive sin importar, para
los efectos de la prostitución, la clase social a la que se pertenezca o a
la capacidad económica que se posea. Se ha convertido, merced a
una influencia, en un ser humano de un tipo determinado y su
personalidad se ajusta a la relación que tiene dentro del grupo en el
que se mueve.
La influencia del grupo se hace patente con una expresión que
es menor como presión procedente del exterior que como un
acomodo, una adaptación más o menos espontánea de los miembros
del conjunto con respecto a él. La prostituta moldea sus costumbres,
sus hábitos, sus reacciones en función del grupo y tomará
indefectiblemente a este para comparar y juzgar a los demás grupos.
Así, aún dentro de la misma prostitución, no actuarán de igual manera
una burdelera, una esquinera o una cabaretera y, mucho menos, la

377
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

que practica la prostitución en las altas esferas de la sociedad o de las


finanzas.
Elemento importante en la vida del hombre es la afectividad y su
ausencia en los niños huérfanos o en los seres abandonados, es un
campo fértil en busca de sucedáneos y uno de estos es la prostitución,
la que no sólo substituye la carencia de afecto, sino que, al contrario,
incrementa las preocupaciones y las ansiedades existentes y la
consecuente inseguridad y angustia inherentes. Frenan el desarrollo
normal de los intereses espirituales. Esto es el cuadro aparente que
aflora, pero en el que existe desde hace mucho tiempo atrás,
disfrazada por lo mismo que proviene de los fracasos en la infancia, de
la inadaptación juvenil y de las persecuciones de que haya sido objeto.
Cuando los acepta, los hijos ayudan a vencer estos estados
morbosos y la expresión vívida de estas reacciones producto de la
emoción compensan en alguna forma cuando el individuo les permite
su libre expresión y se transmutan en nocivas cuando solamente se
ejercen a través de mecanismos substitutos.
Elemento típico en la actividad vital de las prostitutas, que se
acompañan de una insuficiente capacidad para penetrar más allá de lo
estrictamente objetivo. Esta deficiencia de conocimiento las impide
avanzar en sus aspiraciones, a un mejoramiento fuera del comercio
sexual. Todos deberíamos tener presente que la enseñanza y su
compañero, el aprendizaje, tienen la posibilidad de construir un camino
de valor inapreciable coadyuvando a un cambio adaptativo y, como el
aprendizaje es el resultado de la interacción de los factores de un
medio, con él es posible realizar avances significativos en la reducción
de la prostitución, favoreciendo la madurez caracterológica y

378
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

fisiológica, con auxilio de procesos educativos convenientemente


planeados. Las prostitutas no son impermeables a un cambio de
conducta si este se provoca convenientemente.
Su actitud nos muestra un caudal inagotable de aspiración y esta
contiene un valor importantísimo en los comportamientos. La
aspiración, cristalizada o fracasada, depende de un considerable
número de factores, así individuales como gregarios y requiere de un
justo conocimiento del valor personal, de sus aptitudes y
conocimientos, al mismo tiempo que de sus limitaciones. Es frecuente,
muy frecuente, más de lo que se supone, la abundancia de contenido
de aptitudes personales, las que deberán ser convenientemente
encausadas para evitar recaídas y mayores desilusiones. De una
readaptación bien dirigida dependerá la posible reducción de los
números absolutos de la prostitución.

J – Delincuencia Juvenil:

Antes nos hemos referido a los años juveniles y la desadaptación


que en ellos suele producirse, creando delincuentes de poca edad

379
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

pero de un alto grado de peligrosidad. En esos párrafos hemos dicho


que muchos de los factores se forman en los primeros años, en el
medio que se vive, etcétera, pero es conveniente dedicar, así
solamente un pequeño espacio, a este gravísimo problema tan actual.
La discusión acerca de la culpabilidad de los mayores es intensa
y contiene tantos elementos positivos como negativos. Es
incuestionable que somos los adultos, y con mayor fuerza los adultos
con elementos culturales más o menos sólidos, los que tenemos
mayor obligación de ayudar a los que no tienen esas posibilidades, a
encontrarse y a construir un mundo del que la juventud no tenga
amargas quejas. El planificador no puede nunca esperar a dominar las
muchas disciplinas diferentes que intervienen en los complejos
problemas que debe resolver, pero debe de convertirse en la guía de
un grupo de expertos. Requiere de una gran capacidad de síntesis y
de una amplitud de visión apropiadas, para la tarea de combinar tantas
cosas diferentes. Es menester agregar a la preparación universitaria
una experiencia práctica antes de que le sea posible adquirir la
flexibilidad en el control y la tolerancia en la cooperación que se
necesita para esta disciplina. La tare de un coordinador que debe de
actuar entre los expertos no es simple: Debe de permitirle formular con
criterio amplio, la estructura general del esfuerzo y ese criterio no se
limitará a ninguna disciplina aislada. Debe ser un hombre de aptitudes
generales. Normalmente el coordinador natural de los especialistas
requiere de habilidades que no pueden enseñarse en las escuelas.
Una combinación de inclinación natural, talento y experiencia,
“Es la figura del educador o maestro la que va a jugar un papel
preponderante en la estructuración de la vida afectiva emocional del

380
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

niño, la caracterología de esta figura, así como su personalidad, va a


conformar de una manera decisiva la idea o símbolo de autoridad.”
Esta simple substitución de formas en la actividad lúdica,
enjuiciada por un adulto, sin conocimientos de las características de la
infancia va a hacer aparecer al niño como un mentiroso, con la
consecuente respuesta agresiva…”(168)
La tarea de disminuir o, con preferencia, acabar con la
delincuencia juvenil se encamina a los mismos jóvenes, y a los padres
de éstos, pero fundamentalmente es la que debe de dirigirse a los
padres que generalmente no están capacitados para serlo, no hay que
olvidar que los jóvenes actuales son los padres del futuro, así que esta
enseñanza debe de dirigirse en los delincuentes juveniles en ambas
direcciones. “Cualquier experiencia frustrante en el ser humano
engendra agresividad…”
“La limitación intelectual como fuente genérica de hechos de
conducta irregular, va a ser la respuesta probable en casos de: Robo,
prostitución, libertinaje, evasión en su variantes, fuga hogareña,
deserción escolar y vagabundez, así como un fracaso ocupacional y
algunos casos de toxicomanía.”
“Personalidades de conformación, como en el caso de los
menores, vamos a encontrar que el desquiciamiento emocional por
estímulos ambientales es más común, que en el adulto, dadas las
carencias estructurales de la misma personalidad, así como de la
capacidad de manejar el caudal emocional recibido.” (169)
Así, de una manera sencilla y lógica, nos enfrentamos a las
necesidades de culturización y encausamiento tanto de los padres
como de los jóvenes. “Así mientras los reincidentes encaran una

381
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

reacción psicológica, ya vivida y conocida, siendo por lo tanto no


inquietante, en los primarios es un alud emocional en donde se
amalgaman sentimientos de culpa, de soledad, desamparo y miedo al
futuro incierto.”
“Los menores infractores tienen una fácil propensión a
desalentarse si se les engaña o se les abandona.” (170)
En la ciudad de Nueva York, la delincuencia infantil, en edades
que van de los ocho años a los quince años, ha progresado en los
últimos años, debido, en gran parte, a que las deficiencias legales, que
no permiten el arresto de menores de edad, procreando una nueva
generación de delincuentes amparados en esa impunidad.
En Forth Worth, Texas, un muchachito de diez años asaltó un
almacén. En el rudo Bronx neoyorquino, un policía detuvo a un
pequeño bandido de doce años por asalto con chantaje a una madre
amenazando a su hijo pequeño.
507 niños de diez años o menos fueron arrestados en Nueva
York por violación, robo, asalto y hurto de coches. Las pandillas de
delincuencia tienen ahora divisiones infantiles para niños entre nueve
y trece años y los emplean en negocio de drogas.
Un ejemplo de graduado en el crimen es Willie Bosket. A los
nueve años le daba empellones a la gente para arrebatarles el bolso.
Ocho veces fue detenido por el mismo delito. A los doce años asaltó a
un oficial de la policía. A los quince años fue acusado de matar a dos
personas en el metro de Manhattan.
Según datos del Federal Bureau of Investigation (F.B.I.), se
arrestaron en Estados Unidos de Norteamérica a 118,000 niños de
edades entre 11 y 12 años de edad durante 1979.

382
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Una cuarta parte de los delitos graves cometidos en Londres son


obras de colegiales. Niños y niñas de 10 años o menos atacan “a
ancianos, roban, asaltan”… Cuando se les apresa, muestran escaso
arrepentimiento, —confiesa el jefe de Scotland Yard, Gilberto Klelland
—-. El 30% de los robos y el 14% de los asaltos en Londres fueron
realizados por menores de edad.
“El robo es universalmente la infracción más frecuente en ambos
sexos…”
“… El segundo lugar… las irregularidades de conducta entre las
que están consideradas; la fuga del hogar, la desobediencia repetitiva
y todas aquellas formas de conducta que patentizan una incapacidad
familiar, para formar y conducir al menor…”
“Dentro de las características de este tipo de menores, destacan:
Una ausencia de lealtad general, una carencia de sentido de
responsabilidad y una marcada indiferencia por todo lo que no sea su
propia satisfacción.”
“…Figuran dentro de estas conductas inadecuadas los mal
llamados vicios como el alcoholismo, la farmacodependencia, la
prostitución y el homosexualismo.”
En las últimas páginas hemos empleado las afirmaciones de
Tocaven García,(171) por corresponder directamente en concordancia
absoluta con nuestra postura al respecto y como un ejemplo del inicio
de la llamada delincuencia juvenil, que suele ser solamente la
continuación de la que se inició en los primeros años de vida.
En mucho, el contenido de la conducta de los padres que en su
relación familiar se produce con frecuentes alteraciones neuróticas,
influye decisivamente tanto en los habitantes niños y jóvenes como en

383
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

la totalidad de la vida en familia, la que se encuentra continuamente


sujeta a las frecuentes agresiones emocionales, y esta conducta
influye en el aumento o disminución de la ansiedad de que es presa el
grupo, en la constante espera de los cambios anímicos del padre, que
suele pasar de las demostraciones de amor desmedido a la ira
violenta e irreflexiva, perdonando faltas muchas veces graves o
castigando imaginadas faltas inexistentes o castigando, sin
proporcionar razone, las faltas cometidas en realidad sin medida
relativa a su gravedad. “La familia contemporánea está más segura
económicamente y disfruta más de las cosas materiales de la vida,
pero no es más feliz por ello… la característica de nuestro tiempo es la
total desarmonía de las relaciones del individuo con la sociedad…” (172);
y la sociedad lo es tanto la familia como el resto de los seres que
componen el grupo así llamado. Pero este desajuste tiene su origen
definitorio en el ambiente que rija en el hogar. “Cuando el núcleo
familiar no existe o es caótico, cuando no proyecta satisfacción a las
necesidades básicas como son: Amor, protección, seguridad, etcétera,
el sujeto se refugia en los elementos que atenúan su angustia y
disconformidad…”(173)
Hay que darle una importancia inclaudicable a la ´presencia de
los definidos factores psicosociales para comprender la etiología de
ese producto actual denominado infracción juvenil y de esta
comprensión debe de iniciarse el camino, correcto o incorrecto que
conduzca al éxito o al fracaso de una educación en busca de la
readaptación del sujeto a sus relaciones sociales. Para que estas se
prolonguen armónicamente. Es necesario comprender y actuar en
consecuencia. Que el ser humano independiente de la edad,

384
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

— básicamente en el niño y en el adolescente— es un ser dotado con


todas las facultades que lo hacen sociable por exigencia y necesidad
cuando se pretende ser justo con él, no son operantes los patrones
establecidos por las leyes o las costumbres, que suelen ser
inalterables e infalibles.
Ya antes hemos contestado de que muchos de los motores de la
inestabilidad familiar y por consecuencia, social, son producto del uso
abusivo de las bebidas embriagantes. El alcoholismo está presenta y
resulta responsable del más del cincuenta por ciento de los crímenes,
suicidios, alteración mental; pobreza, múltiples enfermedades, uso
indebido del imperativo sexual, etcétera. El alcoholismo suele
presentarse desde la edad temprana por el ejemplo de los mayores y
continuará ejerciendo su acción demoledora tanto en la sociedad
básica como en la totalidad de la sociedad de un país.
Para concluir resaltaremos que todas las condiciones que privan
en la actualidad devienen en forma acentuada de acciones equívocas
tanto en la formación familiar como en el ejercicio tutelar de las
autoridades; que los medios de prevención actuales son deficientes,
los de readaptación insuficientes y los punitivos, inadecuados. Ya lo
dijimos antes y lo afirmamos ahora: No se puede obtener una
sociedad sana sin una revisión conductual profunda y definida.

385
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

386
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

III

HISTORIAS CUASI
CLÍNICAS

387
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

388
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Más con mero deseo ilustrativo de los caminos y las


personalidades de diferentes individuos que en algún momento se
encontraron en la disyuntiva de la que hablamos al inicio de este
trabajo, que con un vacuo alarde culterano o falsamente cientifista, es
que narramos las circunstancias de algunos de esos hombres y
mujeres de quienes dejamos constancia anteriormente. Estas líneas la
hemos denominado Cuasi Clínicas, porque en realidad, son historias
de procesos con características definidas psicológicas y mórbidas. No
son historiales clínicos en la acepción del concepto, sino narraciones
circunstanciales. No son muestras caracterológicas tampoco.
Constituyen, eso sí, una presentación verdadera de sujetos, hechos y
consecuencias de éstos últimos. Todo lo que se narra, aconteció en la
realidad y, en obvio de razones, se han substituido nombres y lugares
que pudieran implicar el reconocimiento de estos hombres, algunos de
los cuales ya han emprendido el camino final, otros se readaptaron a
la sociedad y son en la actualidad seres productivos y sanos y,
algunos, los menos, continúan por el camino en el que ya transitaban.
Cada una de las relaciones está inmersa en el contexto de lo que
hemos tratado en páginas anteriores y se busca que, mediante la
inserción de ellas, se entienda al hombre que de alguna manera ha
delinquido. No se les justifica ni se les absuelve; en esta materia
somos absolutamente imparciales. Aquí, como en el cine, cualquier
parecido con nombres o lugres, es meramente accidental y para evitar

389
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

confusiones, si hemos conservado la exactitud en las fechas de los


acontecimientos.

JUAN BUEN

Conocí a Juan Buen cuando cursábamos el último año de


bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria y continuamos juntos
en el primero de estudios profesionales. Era un alumno regular, no el
más brillante de la clase, pero de ninguna manera una nulidad.
Terminó el curso y jamás volvió a la escuela. Lo perdí de vista durante
muchos años.
Juan era el menor de una familia de seis hermanos, todos
varones y todos, también, aceptables estudiantes, y a la postre,
aunque también todos obtuvieron el título profesional, ninguno de ellos
se dedicó al ejercicio de su profesión, porque su familia, su padre y
sus tíos, eran socios mayoritarios de una cadena de productos
especializados y, conforme fueron muriendo los tíos, sin descendencia,
y al fallecimiento de su padre, sus hermanos se dedicaron por entero a
la dirección del negocio, que cada vez fue más próspero. En las
manos de los hermanos Buen, la cadena de tiendas creció de manera
impresionante.
Nuestro personaje, como suele suceder en las familias
numerosas, al ser el menor, también fue el consentido de su padre y
contrajo algunos defectos propios de ese status; pero también en su
descargo habrá que decir que en su actuación como estudiante, fue
dedicado y “machetero”, con lo que suplió cierta falta de ingenio. En la

390
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

escuela no le conocimos vicio sino es el de fumar. Lo último que


podemos afirmar de esa época es que al finalizar el primer curso, el
tenía una bien ganada fama de estudioso y sus calificaciones no
fueron malas de ninguna manera.
Desde mil novecientos cuarenta y tres hasta mil novecientos
sesenta, no volvimos a saber nada de su vida y, naturalmente,
suponíamos que se encontraba trabajando al lado de sus hermanos y
que estaría dedicado a los negocios familiares. Por eso, nuestra
sorpresa fue mayúscula cuando, al repasar la página roja de un diario
de la capital, nos enteramos que lo habían detenido por fraude y que
lo sentenciaron a cinco años de prisión. Esperando encontrarnos ante
un caso de homonigazmo especial, acudimos a la Cárcel Preventiva
de la Ciudad de México y fue de lamentar que no hubiera sido de
acuerdo a nuestros deseos; desgraciadamente, en efecto, el detenido
era el compañero de la escuela. Ahí nos platicó su vida, de la que
damos datos principales a continuación.
Fue, como ya se mencionó, el último de sus hermanos y sus
padres, principalmente su padre, siempre fue extremadamente
complaciente con él, cumpliendo hasta el menor de sus deseos y
perdonando cualquiera de sus faltas. Nunca fue exigido en la escuela
y tampoco se le vigiló en sus amistades, las que no siempre fueron un
buen ejemplo.
Al abandonar la escuela de dedicó a trabajar lejos de su familia,
en un puesto con una empresa constructora, trabajo en el que,
además de permitirle viajar constantemente, le dejaba mucho tiempo
libre, haciéndose aficionado al billar, sitio en el que encontró amigos y
al poco tiempo trabó conocimiento con algunos malhechores. Un poco

391
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

por diversión, un poco por curiosidad, empezó a practicar el robo que


en el medio se conoce como “mete-mano”, esto es, a substraer
carteras y monederos de los pasajeros distraídos. Esto sucedió al
poco tiempo de abandonar sus estudios. Ante el éxito que alcanzó y
por el que sus ingresos aumentaron sustancialmente en poco tiempo,
por este medio, y sobrepasaban a los que obtenía en su trabajo,
abandonó éste y decidió vivir por completo del hurto. Se trasladó a
vivir a la Colonia Morelos y sin esperar mucho, contrajo matrimonio
con una obrerita del mismo ambiente.
Al abandonar el penal ese primer domingo, pensamos en su
posible rehabilitación. Al día siguiente nos encaminamos para
entrevistarnos con sus hermanos, todos conocidos desde la época
estudiantil y obtuvimos una calurosa acogida. Por ellos tuvimos
conocimiento de lo que él nos había ocultado en la conversación: Juan
había sido detenido otras seis veces anteriores y ellos siempre le
procuraron la libertad con la esperanza de una regeneración, que no
había llegado nunca y en esta ocasión estaban decididos a dejarlo
purgar su condena para ver si la reclusión lo hacía reencaminar sus
pasos.
Volvimos a visitarlo un tiempo más tarde, ya en la penitenciaría, y
en esa ocasión se explayó aún más. Todo había comenzado haciendo
trampas en el juego para ganar las apuestas; después se dedicó al
robo como un medio de vida. Explicó que nunca, desde niño, había
querido depender de su familia y mucho menos de sus hermanos,
colaborando con ellos en sus negocios. Desde temprana edad buscó
la manera de entrar subrepticiamente a los espectáculos. Como un
complemento de lo que ya antes había contado, confesó que en un

392
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

sábado por la tarde, cualquiera que fuera éste, robando en cualquiera


de las tiendas de la Avenida Insurgentes, obtenía hasta cincuenta mil
pesos, lo que de ningún modo ganaría trabajando. De sus expresiones
al referirse a su familia, era deducible que de alguna manera, su
posición familiar y su innata propensión al delito habían inclinado la
balanza en este camino.
Algunas deducciones son posibles de su actitud:
Primera.- A diferencia de sus hermanos, nunca quiso depender
del dinero proporcionado en la casa paterna.
Segunda.- También, a diferencia de sus hermanos, que
estudiaron todos la misma profesión, el eligió otra que lo mantuviera
alejado de ellos.
Tercera.- El haber trabajado con extraños le proporcionó algunas
amistades indeseables.
Cuarta.- Cuando sus relaciones se incrementaron con el hampa,
en ese medio encontró algo que le había faltado en su hogar. La
incomprensión de sus hermanos y el que, por su preparación le
otorgaron una posición especial le llevó a perdurar en este medio.
En esta historia pergueñada en grandes rasgos, nos muestra
que no siempre un hogar organizado a la manera tradicional, y cuando
en él se exagera el amor y el descuido, cuando no existe la necesidad
económica, es capaz de obtener sujetos sanos. No corresponde sino
escasamente a un cuadro psíquico delincuencial y fue un ambiente
ajeno a su personalidad la que influyó deformándosela.
Tiempo después hemos tenido la oportunidad de conocer algo
más de su vida: Continuó siendo “mete-mano” y ha estado otras cuatro
veces en prisión. No obstante, le queda aún un rescoldo de dignidad y

393
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

se trasladó a vivir a otra ciudad. Nos queda una información más: Su


condena por fraude se debió a que, en sus actividades robando, al
mismo tiempo que carteras, había obtenido talonarios de cheques, y,
sin malicia o conocimiento del mecanismo bancario, pretendió que le
pagara un documento con la firma falsificada.

HENRI SKILLER

La historia de Henri es susceptible de compendiarse en puntos


perfectamente definidos. Es la historia, con pequeñas variantes,
producto de la sociedad norteamericana de consumo. Su vida, sus
actividades y aún su final, nos muestran el típico delincuente producto
del medio ambiente en el que se desarrolla.
Skiller nació en el barrio neoyorkino del Bronx, en una familia de
clase media con escasos recursos; hijo de un padre que
trabajosamente llevaba lo necesario a su casa y de una madre con
pocas pretensiones pero muy escasamente trabajadora. Dentro del
Bronx, los Skiller vivían en una zona depauperada, rodeados de
billares, de vagos y de gente de peor calaña. En el hogar no se veían
escenas violentas pero sí era patente que el alcoholismo paterno y
poco apego al trabajo, de su madre, le formaron sus primeras
impresiones.
Cuando aún no había cumplido los siete años, murió su padre y
tuvo que ser enterrado por la misericordia de los vecinos, entre los que
sobresalieron en munificencia, los delincuentes. Naturalmente, en la
casa faltó lo indispensable, por lo que la madre recurrió, muy pronto, a

394
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

la prostitución como medio de vida, ya que era joven y no escasa de


atractivos. El niño se vio abandonado buena parte del tiempo y dejó la
escuela para dedicarse a vagar por las calles antes de que la señora
se amancebara con un individuo al que conoció en los prostíbulos y la
primera consecuencia fue que al pequeño lo lanzaran de su casa para
que no estorbara. Desde ese momento él no volvió a saber, —no lo
quiso— de su progenitora.
Lo acogieron para protegerlo —si puede acaso ser esa la idea
correcta— en la casa de un vendedor de objetos robados el que inició
al pequeño en el tráfico ilegal. Temprano, también, ingresó por primera
vez al penal de menores y en él hizo amistad con un grupo de
raterillos capitaneados por un mozalbete de catorce años. Conforme
fueron obteniendo la libertad, se coaligaron para formar una banda
dedicada a robar casas descuidadas o en los mercados. El producto lo
entregaban a su “protector”. Otro ingreso a la correccional lo puso en
contacto con el hijo de un contrabandista.
Al obtener nuevamente su libertad, marchó al Estado de Arizona,
recomendado por el padre de su compañero. Ese tiempo fue bueno
para Henri. Lo vistieron decorosamente, lo alimentaban y cuidaban y lo
mandaron a la escuela, pero en el interior de la casa se vivía un
ambiente de sordidez a la que se fue habituando. A los quince años
terminó sus estudios básicos y fue en ese momento cuando lo
incorporaron al negocio del contrabando, actuando como scout contra
la policía. Sin embargo, continuó asistiendo a la escuela nocturna y
terminó de esta manera su educación Haig School. Sobrevino la
Segunda Guerra y le pidió su incorporación a las fuerzas armadas
norteamericanas. Su conducta aparentemente saludable en los últimos

395
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

años, hicieron que no se le pusiera obstáculo e ingresó como


ayudante de oficina en una base aérea y su esfuerzo pronto lo llevó a
ser copiloto y posteriormente piloto en el frente asiático.
Su comportamiento en el frente no mereció nunca una queja de
él, pero tampoco fue merecedor de distinción alguna. Al término del
conflicto, lo licenciaron y la búsqueda de trabajo pronto lo cansó por su
inutilidad. Todos los posibles empleadores le pedían antecedentes
policiacos y como estos eran siempre negativos, se le hizo imposible
obtener una ocupación honorable. Entonces volvió a buscar a sus
compinches, que vieron en él un elemento importante para el tráfico de
drogas. Era piloto aviador, sabía matar y estaba habituado a ello.
Pronto estuvo volando en aviones de traficantes.
Su ruta normal lo conducía a la república mexicana y fue
aprehendido en los límites del Estado de Puebla y el Estado de
México. Cuando la máquina que tripulaba tuvo que hacer un aterrizaje
forzoso en un campo de cultivo. Estuvo detenido en el primero de los
estados y fue llevado posteriormente a la capital del país, para ser
juzgado.
Lo conocí en ese momento porque un licenciado, ex-compañero
de escuela nuestro, se hizo cargo de su defensa, pagado por manos
misteriosas. Nos contó su vida y había una gran amargura en cada
una de sus expresiones. No fue posible obtener su libertad, aún se
consideró un triunfo haber logrado que su condena fuera solamente de
tres años. Su buena conducta dentro del penal logró que las
autoridades le redujeran la conducta a menos de dos años. Al salir en
libertad, ya lo esperaban sus amigos y pronto estuvo nuevamente

396
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

conectado al tráfico de estupefacientes. ¡Del que sólo se sale con los


dos pies por delante!
Por los diarios nos enteramos de su muerte y, habiéndolo
conocido, la averiguación nos llevo a establecer las circunstancias de
sus últimas actividades y la forma de su muerte.
Volvió a volar transportando mariguana y cocaína. En un
intercambio de aviones, en una pista clandestina del Estado de
Nayarit, fueron sorprendidos por la Policía Judicial. Al instar a los
contrabandistas a que se rindieran, éstos iniciaron una resistencia con
armas de fuego y él, al contrario de lo que se esperaba, volteó su
ametralladora contra sus compañeros y les dio muerte, entregándose
después. Fue trasladado primero a la Penitenciaría Estatal de Nayarit
y posteriormente a la Cárcel Preventiva de la Ciudad de México.
Ingresó una tarde de agosto a la crujía H y en una celda de ella lo
encontraron muerto con una certera puñalada al corazón mientras
dormía.
La vida de Henri Skiller nos muestra como se conduce un
hombre llevado por el medio ambiente y por la sociedad misma al
crimen. Nos hace patente como se maneja la parte del mundo del
tráfico de narcóticos, que no perdona y, por otra parte, nos dice que su
traición a los pseudocamaradas no fue tal, sino solamente un acto de
venganza hacia los que lo introdujeron al delito. Sus declaraciones nos
lo muestran así.

397
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

“LA ZORRA”

La vida de Arturo Tello, a quien en el medio del hampa conocían


como “La Zorra”, por su astucia, nos es conocido más por la lectura de
sus declaraciones judiciales que por lo que nos comunicó
personalmente, ya que sus confidencias siempre estuvieron llenas de
ambigüedades y contradicciones, que más obscurecían que aclaraban
los motivos de su proceder, la estructura psicológica que lo
determinaba.
Su primer ingreso a la cárcel aconteció cuando apenas tenía
nueve años, acusado de lesiones a un compañero de edad similar a la
suya, causadas con una navaja en una riña. Al enfrentarse a las
autoridades aclaró que el motivo de la pelea había sido la posesión de
un canastillo conteniendo fruta, que se habían robado de un puesto del
Mercado de San Juan. El Ministerio Público llegó, en su indagación, a
saber que ese hurto no era el primero, sino solamente uno más de
muchos otros. En el documento aparece como un chico que no
conoció a sus padres y que, desde sus primeros recuerdos, vivió con
unos señores de los que no pudo o no quiso proporcionar sus
nombres ni su domicilio. Que vendía diarios para subvenir a sus
necesidades. Permaneció un tiempo en el reclusorio y al cumplir una
corta sentencia, fue transferido a un orfelinato del que se fugó al poco
tiempo.
Vagabundeó durante algún tiempo y fue reaprendido por una
nueva riña, en la que resultó herido. En una nueva declaración, dijo

398
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ser nativo del Estado de Jalisco, sin que precisara el lugar ni la fecha;
que se había ido de la casa paterna porque sus padres lo maltrataban
continuamente y que había llegado a la capital poco antes. El motivo
del pleito fue por la posesión de un “carrujo” de marihuana. Del
archivo, al obtener sus huellas dactilares, se encontró el expediente
anterior y cuando le inquirieron de la contradicción con sus primeras
declaraciones se encerró en un mutismo del que ya no hubo manera
de sacarlo. Purgó una nueva sentencia y completó la anterior, y por su
edad, hubo de ser enviado nuevamente al orfelinato, del que, a pesar
de todas las precauciones que se tomaron, volvió a huir.
Esta vez tardaron algunos años en detenerlo de nuevo, por
habérsele encontrado, en una razia, al billar en que se encontraba,
una pistola perteneciente al ejército. Del interrogatorio pudo colegirse
que el arma era producto de un robo y que era, con toda seguridad,
aunque no pudo probársele nada, la que le servía para cometer otros
latrocinios. Su nueva declaración fue en el sentido de que había
vagado por diferentes ciudades de la república, trabajando en lo que
podía. Fue sentenciado a varios años de cárcel, esta vez por vagancia
y mal vivencia. Nuestro encuentro con él lo propició el director de la
Cárcel Preventiva de la Ciudad, mientras se encontraba sujeto a
proceso. En la prisión se fueron detectando hilos por conducto de
algunos presidiarios, conocidos suyos. A pesar de las declaraciones
más o menos veladas de los reclusos, él nunca acepto haber sido
asaltante de residencias. Fue verdaderamente imposible determinar si
tenía algún domicilio fijo. Su mutismo era hermético y ese hermetismo
lo solapaba una inteligencia aguda y práctica, que le permitía eludir
hábilmente toda respuesta directa.

399
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Por deducción, se llegó a la conclusión de que no era nada difícil


que estuviera involucrado en el tráfico de narcóticos y que conocía de
ese medio más de lo que puede pensarse. La razón de esta historia es
que, habiéndole prometido a su juzgador hablar con claridad en su
próxima declaración, ante los que conocían su causa, esa misma
noche fue asesinado en su celda sin que nadie se prestara a dar luz
para encontrar al culpable. Estos procedimientos solamente son
valederos entre el medio del tráfico de estupefacientes.

LICENCIADO ALFONSO LADRÓN DE Q.

El licenciado Alfonso Ladrón de Q; nunca ha estado en prisión,


nunca ha sido descubierta alguna de sus fechorías y siempre ha
pasado ante la sociedad como un hombre de conducta intachable,
gran abogado de causas civiles y mercantiles y sujeto de un gran
corazón, abierto para hacer el bien a quién se lo solicite.
¿Qué cómo fue entonces que pudimos conocer tan íntimamente
su vida? Por su propia boca. No nos sentimos abochornados por
haber frecuentado algunos —muchos— prostíbulos en toda la
república, por que las necesidades de la investigación minuciosa nos
llevaron a ellos y ahí pudimos realizar muchas de las notas que
sirven para el presente trabajo. Ahí, además de algunas meretrices,
hicimos amistad cuatro de las leonas más famosas, no solamente de
la ciudad, sino hasta internacionalmente. En especial dos de ellas, nos
profesaron verdadera amistad y nos dieron su confianza, la que
estamos seguros de haber correspondido. Una de ellas fue “La

400
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Bandida”, a quien frecuentamos cuando ya se encontraba postrada en


una silla de ruedas en el prostíbulo que regenteaba allá, por las calles
de Durango, y en cuyos sótanos pasamos muchas veladas agradables
y algunas, muchas, en verdad aleccionadoras. En este lugar, como en
tantos otros, no sólo se administraba prostitución, sino que también se
traficaba —lógicamente— con alcohol y drogas. Con ella podía
obtenerse desde un modesto “carrujo” de marihuana hasta la
sofisticada “banderilla” de morfina. Fue en este lugar en el que
trabamos conocimiento con el licenciado en derecho, sujeto de esta
historia. Era cocainómano y con la huéspeda obtenía la droga. Bajo
los efectos de ésta, en diversas ocasiones nos platicó su verdadera
vida, confidencias de las que al principio dudamos, pero Chela nos
afirmó que era capaz de mentir cuando se encontraba bajo los efectos
de la droga.
En este caso específico vamos a dejar la palabra al
profesionista, de la manera que nos contó su historia, su vida aparente
y su vida real y sus motivaciones. Hemos transcripto en primera
persona pero usamos nuestra propia manera de hablar, porque las
notas fueron tomadas en diversas ocasiones y reunidas
posteriormente y nunca grabamos ni se tomó alguna en taquigrafía.
Hemos conservado, eso sí, muchas de sus expresiones y en lo
posible, su propia sintaxis. Habla, pues, Alfonso Ladrón de Q.:
“Mis padres fueron N. y A., ambos nativos de esta ciudad —la de
México— y en ella nací un día de verano de mil novecientos
veinticinco. Fui, no sé si para bien o para mal, hijo único de padres de
posición acomodada y crecí y me eduqué rodeado de comodidades,
asistiendo en los primeros años a un instituto acorde con la posición

401
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de mis padres. La etapa secundaria la hice también en una escuela


particular, siempre con buenas calificaciones y al terminarla, pasé a
cursar la preparatoria en la Universidad Nacional de México, en el
bachillerato de leyes del que pasé, para continuar mis estudios, a la
escuela Nacional de Jurisprudencia. Con pequeños alti-bajos realicé
mis estudios profesionales y al final obtuve el título de Licenciado en
Derecho.”
“Yo debí de no haberme recibido, porque mis padres nunca se
preocuparon de vigilarme en mis estudios, vaya, ni siquiera en mi
conducta. Cuando tuve problemas, mi madre no podía atenderme
porque siempre tenía algún compromiso social y cuando me acercaba
a mi padre, en busca de algún consejo, este no me escuchaba y
solamente me alargaba un billete grande. Crecí solo, sin ayuda de
nadie y si estudie, fue porque me vino en gana.”
“Cuando hube terminado mi carrera, decidí independizarme, ya
que en el curso de ella, trabajé en un bufete de unos abogados. Uno
de ellos era especialista en Derecho Civil y el otro era Notario Público
y entre ambos tenían un lema pintoresco, que después, seguirlo, me
fue de gran utilidad: No es abogado el que conoce el Derecho
“derecho” sino el que domina el Derecho “chueco”. En el trabajo
actuando como pasante, primero me dedicaron a llevar algunos
asuntos del orden civil y poco antes de terminar la carrera, asistí como
auxiliar del notario a los actos y gestiones propias de la especialidad.
Cuando monté mi bufet, me inicié, o más bien, pensé dedicarme al
Derecho Civil, pero tuve la fortuna de tener entre mi clientela, muchas
causas penales, todas de pequeña cuantía, eso sí, que me obligaron a
penetrar en los vericuetos de los procedimientos penales. Esta etapa

402
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

de mi vida también me ha sido útil, porque conocí lo que se podía


hacer y también lo que no se debía pero sí podía hacerse. La verdad
es que el Derecho Penal y todo lo que se refiere a la aplicación
punitiva de la Ley, me causaba y me sigue causando náuseas.”
“Como profesional del derecho soy —permítaseme la inmodestia
— soy bueno y creo que en algunos momentos he sido hasta brillante.
Ello me ha permitido tener entre mis clientes a algunas empresas muy
fuertes, a muchos hombres acomodados y hasta algunos “gallones” de
la política. En estas condiciones, los negocios son cuantiosos y por
consecuencia, mis ganancia, pingües, máxime que en muchas
ocasiones mis clientes no son un dechado de moralidad. ¡Aquí la
aplicación del derecho chueco! De las ganancias por medios torcidos,
que se obtienen, participo con porcentaje que de ninguna manera
obtendría actuando con estricta ética profesional.”
“Este procedimiento me ha permitido acrecentar el capital
heredado de mis padres. Pero también los conocimientos que obtuve
en mi primera ocupación en el notariado, ha redundado en mi
beneficio, mediante un expediente en extremo simple y que les
recomiendo usar; pues no es del todo ilegal: Cuando deambulo por la
ciudad, y me gusta un terreno en cualquier parte de ella, si observo
que está descuidado, esto es, convertido en basurero, por ejemplo, en
el Registro obtengo los datos de la escritura en los que parecen los
propietarios; con estos, indago en la Tesorería si están al corriente los
pagos prediales, Si así es, ahí termina mi investigación. Pero si
encuentro abandono también en este renglón, trato de localizar a él o
los propietarios, si no aparecen en un tiempo razonable, mando bardar
el inmueble, pago las contribuciones e inicio un juicio de Prescripción.

403
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Si por las publicaciones oficiales aparecen los dueños, la inversión va


a pérdidas y ganancias, pero si llega a fallar a mi favor, todo resulta en
utilidad.”
¿Cómo me inicié en la droga? ¡Hombre, fue facilísimo! En la
puerta de la “prepa” se paraba un nevero que al mismo tiempo que
helados, expendía marihuana. Y como nunca falta cerca de uno
alguien que ya esté iniciado, ese fue el camino. Primero, y durante
muchos años, solamente este vicio me dominaba. El camino me puso
en contacto con un adicto a la morfina y al eludirlo, caí en la coca, la
que desde entonces nunca me falta. Pero le afirmo con toda
honestidad, aunque esta palabra suene a falso saliendo de mis labios,
que desde la primera fumada me hice el propósito de que jamás
consumiría drogas antes ni durante mis labores ni en algún
compromiso social: les aseguro que lo he cumplido sin excepción. En
este momento ni estoy trabajando ni en reunión de compromiso.”
Lo anterior no es sino un resumen de las largas noches de vela,
mientras veíamos conducir el “negocio” y escuchando música
compuesta por nuestra anfitriona y paladeábamos un buen vino. A la
muerte de Chela lo perdí de vista. Supe, claro está, es muy conocido,
que por alguna razón vendió sus propiedades y liquidó sus negocios
en la capital de la república y se había ido a vivir a una ciudad
fronteriza. Posteriormente fue a residir a los Estados Unidos de
Norteamérica, en donde, en la actualidad, es un próspero industrial.
Para concluir esta ficha, podemos afirmar que se trata de las
expresiones negativas de un biotipo caracterológico emotivo-activo-
primario. Que de su vida, puede colegirse algunos datos que nos
permiten afirmar nuestra tesis en el sentido de que el medio actúa

404
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

sobre el hombre, que el descuido familiar, tan frecuente en todas las


clases sociales, fue una de las causas de su comportamiento habitual,
aunque no estamos en la posibilidad de afirmar que, de alguna
manera el ejemplo familiar pudiera dar pie para sus desviaciones. El
casi nunca habló de sus padres, ni bien ni mal.

“LA EXTRANJERA”.

La conocimos en un cabaret barato ubicado en las calles del


Carmen, en las inmediaciones de la Escuela Nacional Preparatoria.
Ambos éramos muy jóvenes y extremadamente bella, de una belleza
rara entre ese nivel; la mejor de todas las mujeres que concurrían al
lugar. Su ocupación principal era bailar con los parroquianos por unas
monedas de retribución y jamás tomaba, el licor le hacía daño. Muy
pocas ocasiones solía salir con un hombre y cuando lo hacía, todos se
mostraban sorprendidos. Por el baile, pasión de los años juveniles,
tuvimos la oportunidad de charlar y llegó a existir entre nosotros una
amistad que perduró por varios años. El apodo con que era conocida,
“La Extranjera”, lo debía a que hablaba con acento centroamericano.
Cuando se le preguntaba por su nombre, invariablemente pedía que
se le llamara por su mote y se negaba a decirlo. Su vida la conocimos
por circunstancias poco normales en este medio.
La amistad que ella tenía con los cuatro miembros del grupo que
frecuentábamos el lugar la aproximó a nosotros, lo suficiente para que
Nacho se enamorara de ella y fuera correspondido. Pero eso sucedió
después de un tiempo largo, cuando todos éramos alumnos

405
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

adelantados en nuestras carreras. Ella, lógicamente, había sido


nuestra amante en diversas ocasiones. Cuando nuestro compañero
nos comunicó su estado anímico respecto a ella, lo censuramos, pero
ambos estaban enamorados, el uno del otro en verdad. Decidimos
respetarla sexualmente a partir de ese momento y, cuando una noche
nos dijo que estaba embarazada, Nacho decidió montarle un
departamento lejos del antro y del barrio en que vivía y ambos se
fueron a vivir juntos. Ella abandonó de inmediato la prostitución.
Fue entonces cuando conocimos su verdadera identidad.
“La Extranjera” no lo fue sino por el mote, puesto que nació en la
ciudad de Tepic. Cuando era niña aún, su padre, obrero calificado en
la industria de la construcción, fue contratado por una empresa para ir
a trabajar a Costa Rica, y en ese lugar vivió casi cinco años, hasta el
momento de su muerte, por un accidente en la obra, de su progenitor.
Con lo poco que les pagaron a manera de indemnización, volvieron al
país y en lugar de retornar a su lugar de origen, permanecieron en la
Ciudad de México, viviendo al lado de un hermano de su padre, sujeto
alcohólico que, sin embargo, les dio abrigo y comida en su casa. La
tuberculosis contraída por su madre debida al ambiente insalubre de la
obra, en la selva, agravada por la casi nula atención que se le prestó
posteriormente, dio fin a su vida. “La extranjera” tenía en ese momento
trece años y se encontraba cursando el segundo año de secundaria. Al
quedar huérfana, consideró como una bendición la tutela de su tío,
pero éste, al poco tiempo, cambió su trato con ella, que se convirtió a
grandes pasos en una hermosa jovencita, y empezó a acosarla
cuando su mujer se ausentaba. En una ocasión, en estado de
embriaguez, su pariente la violó. Ella se calló lo sucedido en la espera

406
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

inútil de que no volviera a suceder, pero por el contrario, su tío le


exigía con mayor frecuencia cada vez que se acostara con él, a lo que
ella accedía por temor a encontrarse sola si se iba de la cas o a que la
encerraran en un orfanato. Las exigencias del tío pronto tomaron otro
camino; la llevó a bailar y a prostituirse en otro cabaret distinto al que
frecuentaba cuando la conocimos. Esta situación duró muy poco
tiempo por la muerte violenta de su tío. De inmediato la esposa la
arrojó a la calle. Así empezó su vida ligada al medio de la prostitución
al que le tenía verdadero asco, pero del cual no se encontraba la
manera de separarse por su precaria preparación.
Las compañeras en el oficio, viendo su corta edad, sus
costumbres y su belleza, la tomaron bajo su protección, sí así puede
llamarse, y la llevaron para que bailara en el sitio de nuestro
encuentro. Hay que ser justos y reconocer que los consejos, dentro de
lo que esto podía ser, fueron en el sentido de que solamente bailara y
procurara, aunque fuera por un tiempo y mientras crecía más, no
ejercer la prostitución y evitarla siempre que fuera posible, a lo que la
escondiéndola en mucha ocasiones de un cliente impertinente. Su
carácter, amargado por los acontecimientos y su temperamento, la
condujeron a vivir como ya sabemos. Bailaba para subsistir y
solamente accedía a prostituirse cuando le acuciaba la necesidad, lo
que sucedía muy raramente, porque su juventud y belleza le
proporcionaban clientela suficiente para vivir de lo que cobraba por
cada pieza, bien que ella y una compañera de bar, lo hacían con suma
estrechez.
Al momento que Nacho y “La Extranjera” decidieron reunir sus
vidas y alejarse ella del medio, se jugaron un albur, mismo que les

407
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

resultó positivo. Nacho debió sentir temor por lo que pudiera hacer,
con el tiempo, una mujer de su condición, temor que nunca nos
comunicó y el que, cuando alguno de nosotros lo esbozó, rechazó de
inmediato. Ella, a su vez, debió temer que solamente fuera un capricho
de su compañero, el que podría abandonarla cuando el capricho
pasara. Los dos vivieron su mancebía en extrema estrechez, pues los
padres del galán le retiraron todo su apoyo económico y hasta la
familiaridad a partir del momento en que decidieron vivir juntos. Con lo
que Nacho ganaba, sostenía su hogar y sus estudios, los que no
abandonó ni en las circunstancias más adversas. Durante ese tiempo,
con frecuencia nos invitaban a cenar en su departamento, al que
asistimos con cierta reticencia, ya que no es agradable estar con la
mujer de un amigo cuando ésta ha sido la amante de turno. En tres
años tuvieron tres hijos, una mujercita y dos varones, pero en el último
de los partos, “La extranjera” estuvo en peligro de muerte y ambos
decidieron no volver a tener hijos.
En un lapso de tiempo muy corto, Nacho nos invitó a tres
celebraciones seguidas: El bautizo del tercero de sus vástagos, su
recepción profesional y su matrimonio, al que tuvimos el gusto de ver
presentes a los familiares de nuestro amigo, que reconocieron con el
tiempo, las cualidades de “La Extranjera”.
Como es natural en las relaciones humanas, a pesar del cariño
que los individuos se profesen, la vida los aleja y así sucedió en
nuestro caso. Cada cual, al término de sus estudios, fue tomando un
camino diferente a pesar de que todos estudiamos la misma carrera.
Al principio procuramos reunirnos, si no con la frecuencia de antes, si
algunas veces, lo que sucedía en la cercanía de la Navidad, todos los

408
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

años, pero llegó un momento en que también este acercamiento tuvo


su final.
Hace algún tiempo nos encontramos nuevamente. Ella y él son
individuos satisfechos de la vida. Sus hijos, los tres, son ya
profesionistas y tienen, o tenían entonces, once nietos. En la familia no
existe ni siquiera el recuerdo, y si lo hay, ambos lo callan, de las
circunstancias en que se conocieron. A pesar del tiempo transcurrido y
de que ya no son de ninguna manera jovencitos, es notorio que los
dos se quieren y se encuentran satisfechos el uno del otro.
He aquí un caso de prostitución forzada la que se abandonó ante
la posibilidad, plenamente realizada, de una vida normal.

“GLORIA”.

Ella es una mujer de grandes contradicciones caracterológicas.


Procede de la clase media y es poseedora de una cultura que no es
común en una mujer y mucho menos en las de este ambiente. Es
madre de dos hijos, que durante años ignoraron su verdadera
ocupación y las que, a pesar de que en la actualidad la conocen, la
frecuentan alguna vez. Vive prácticamente sola o lo que es lo mismo,
acompañada de sus pupilas de la casa de asignación de que es
propietaria, pues hay decirlo de una vez, ella es lo que en el argot, se
conoce como “madrota”, y ostenta un remoquete que recuerda a
alguna de los personajes de nuestra historia.
Nació. Como ya hemos indicado, en un ambiente de clase media
conservadora y con grandes perjuicios, en la Ciudad de México, hace

409
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ya muchos años, pues en el momento en que se produjeron sus


confidencias, ya era una mujer madura y en la actualidad debe andar
cerca de los setenta años. Vive todavía. La primaria la hizo en una
escuela de monjas y al terminarla, siguió estudiando con la mira de
obtener un título profesional, lo que al fin consiguió, pues se recibió
como Médica, Cirujana y Partera en la Escuela Nacional de Medicina.
Hasta ese momento su vida transcurrió como es posible
imaginarse. Dedicada a sus estudios, poco tiempo dedicó al amor, y
esa es, quizá, la causa de los acontecimientos que vivió
posteriormente.
Al término de sus estudios, obtuvo un empleo como internista en
un hospital del gobierno y en él conoció a un médico joven y apuesto
de nacionalidad uruguaya del que se enamoró perdidamente. Era, a
los veintidós años, una mujer bonita y poseedora de un cuerpo bien
formado. Su novio le pintó el mundo de mil colores y sedujo
finalmente. En un acto de honradez, leas confió a sus padres lo
sucedido y fue, de inmediato, arrojada a la calle por su progenitor y
repudiado por el resto de la familia. En esa circunstancia, a su exnovio
y en ese momento su amante, la llevó a vivir consigo y al principio todo
parecía terminar venturosamente, pero al médico se le terminó la beca
que lo tenía en el país y tuvo que regresar al suyo, lo que hizo
llevándola con él.
En el Uruguay las cosas empeoraron. Sus padres, del ismo
corte que los de ella, se negaron a admitirla en el seno familiar y se
vieron en la necesidad de enfrentarse a la vida solos. Pero en ese
momento vio la luz el, otro aspecto de su amante; ante la dificultad
para ejercer sus profesiones, él la convenció para que se prostituyera

410
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

en la Ciudad de Buenos Aires, lo que hizo junto a él por poco tiempo, y


un razonamiento demasiado curioso la hizo continuar sola en el nuevo
oficio. “Si para acostarme con un hombres tengo que mantenerlo,
acostándome con muchos, prefiero acostarme con todos y
mantenerme sola”. Lo arrojó de su lado y continuó su vida por su
cuenta, pero a partir de ese momento concibió un odio profundo por el
género masculino y decidió vengarse de un hombre en todos los que
cruzaran en su camino. Con esfuerzo, realizó algunos ahorros y volvió
a México, sólo para continuar con su propósito.
Su cuerpo la hacía apetecible y sus conocimientos una
compañera agradable para pasar el rato. Pronto fue la principal
atracción de un burdel famoso, frecuentado por políticos y hombres de
negocios e inició lo que fue el principio de un regular capital.
Como accidente de su ejercicio, concibió dos hijas, de padre
desconocido, pero a las que, sin embargo, ella quiso y cuidó ocultando
su vida tras el título obtenido. Por conducto de un político, obtuvo un
puesto en su profesión, digamos visible, que le permitía ocultar la otra;
ejercía como médico en las mañanas y la prostitución por las noches.
Pronto tuvo a su alcance el dinero necesario para montar su propio
burdel y con el apoyo y complicidad de otro político de alta jerarquía,
protegerlo de ataques policiacos. Las pocas veces que este ha sido
clausurado, no fue nunca por más de veinticuatro horas.
En cierta forma, para las pupilas ella es una madre, no en el
sentido que en ese medio se da a el término. Las cuida medicamente,
procura que, en lo posible su clientela sea selecta y las anima al
ejercicio de la prostitución con su única obsesión: La venganza, por lo
que todas las chicas explotan a los hombres al máximo.

411
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Nuestro conocimiento con ella se efectuó porque éramos clientes


más o menos constantes de su prostíbulo y, una noche en que el
aburrimiento hizo presa de nosotros, vino a charlar en busca de que
encontráramos diversión en el negocio. De esa conversación nació
una amistad que ha perdurado, aunque a la fecha, ya hace mucho
tiempo que no la frecuento y, si acaso la veo, es en el hospital que ha
fundado y que regentea de trasmano. Pronto, la afinidad de su
conversación, la similitud de sus conocimientos y de cultura, produjo
una recesión en su obsesión y nos convertimos en algo así como sus
protegidos en el lugar. Se nos cobraba lo justo y se nos cuidaba
cuando había algún connato de violencia. Más que con las pupilas,
con ella pasábamos largos ratos, charlando y ella nos hizo predilectos
de sus confidencias.
Sus grandes contrastes son notorios; siendo leona, es enemiga
del aborto y procura se evite el embarazo de las muchachas, pero si
este sobreviene, ella les procura que la criatura nazca y estudie y
crezca sana y en lo posible, ignorante del oficio de la madre; en su
burdel, procura que ninguna de las chicas tenga “padrote” y cuando
alguna se ha casado, es ella misma la que investiga al presunto
marido. En su sanatorio, tienen prioridad las mujeres que van a dar a
luz, tanto en atención como en costo. Ejerce aún la medicina porque
considera que tiene una deuda con la humanidad y su especialidad
son las enfermedades de la mujer, por lo que goza del reconocimiento
oficial a su labor. Es, aún, tremendamente soñadora y si no fuera por
su edad, se pensaría que todavía espera mucho de la vida.

412
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ANGEL MOREIRA, “EL VERIJAS”.

Su curioso mote proviene de que en el hampa se dice que “tiene


muchas verijas” para matar. Y en efecto, siente una especie de placer
morboso CUANDO MATA A UN SER HUMANO. El Año de mil
novecientos trece vio nacer a Ángel Moreira, en el Bajío, allá por León,
Guanajuato. Hijo de campesinos, nació cuando la lucha por el poder y
el cambio de instituciones era una lucha fratricida en la que se mataba
para no morir. Vivió, desde sus primeros años, al lado de su madre y
su padrastro, pues su padre había muerto en los campos de la
Revolución o por lo menos esto se suponía, porque un día partió para
no volver jamás. No asistió a la escuela y si al fin pudo aprender a leer
y escribir algo, fue por la cooperación de un propietario de la tienda en
la que prestaba sus servicios, y si éste le enseñó “cuentas” fue para
que pudiera atender el negocio cuando él se ausentaba. A la puerta de
la tienda y en las calles de la población vio matar a muchos hombres y
desde entonces le dejó indiferente la muerte cuando esta se
presentaba. No obstante, si se producía a traición, lo sublevaba.
Siendo jovencito, se marchó a la Revolución Cristera, al lado de
los rebeldes y fue este el acto definitivo de su vida. Por el cambio del
hombre trabajador al asesino, primero por el fragor de la batalla y
luego por lo que le pagaban por desaparecer a tal o cual hombre que
le estorbaba a alguien. Desde niño manejó armas y era un tirador
efectivo de puntería y rapidísimo en el manejo de la pistola. Al terminar
la rebelión, fue testigo de las masacres que el gobierno ordenó en los

413
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

vencidos, que no lo eran tanto. Pronto corrió la fama de su eficaz


manejo de las armas y un día, muy lejano ya, lo contrató un sujeto
para que asesinara al Presidente Municipal de una poblado,
pagándole por ello una cantidad pactada por adelantado y el
compromiso de que el autor intelectual mantuviera a su madre
mientras él se remontaba a la sierra. Cumplido el encargo, llegó a sus
oídos que el contratante no cumplía su compromiso para con la madre
y volvió a buscarlo para exigirle cuentas; se produjo una agria
discusión y “El Verijas” dejó que su adversario sacara primero la
´pistola y lo mató antes de que pudieran hacerle daño. Nuevamente se
remontó a la sierra, buscado ahora por las autoridades, acusado de
dos homicidios.
Un día se supo que andaba en la ciudad de Hermosillo y allá
fueron a buscarlo. Además de las muertes en Guanajuato, se le
acusaba ahora de otras dos, una en Mazatlán y otra en Sonora. En
ambos casos había actuado por contrato con sujetos que estaban
confesos de sus respectivas participaciones. Lo aprendieron sin que
hiciera resistencia y después de un corto juicio, fue condenado a
cuarenta años de prisión, los que no llegó a cumplir nunca, porque un
político de cierta jerarquía obtuvo que lo dejaran fugarse y que no lo
persiguieran, tomándole a su servicio. Pronto vino a la Ciudad de
México, y para su desgracia, su protector dejó de ser influyente y fue
reaprendido y encarcelado en la Penitenciaría de Guanajuato.
Hasta ahí fuimos a conversar con él, debido, principalmente a
que un abogado, amigo nuestro, fue nombrado su defensor. No
resultaba claro como un asesino confeso, sin recursos, podía tener

414
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

como su representante legal a un conocido licenciado capitalino. La


respuesta no se hizo esperar.
.- Aste dígame quen se le atraviesa en su camino y yo me lo
hecho, patrón. –Nos dijo en nuestra primera entrevista.
.- Pero si estás preso… --repusimos.
.- ¡Ah que asté! Yo salgo de cuando en cuando, cuando tengo
que cumplir algún encargo de alguna autoridá.
Ahí tienen ustedes la respuesta.
En efecto, con alguna periocidad aparecían cadáveres de sujetos
que presentaban las características de las muertes que practicaba
nuestro entrevistado: Los disparos eran de frente y siempre tenían el
“tiro de gracia”. El defensor no logró su libertad, pero sí, de una forma
poco clara, le fue reducida la condena. Al poco tiempo se fugó del
penal y desde ese momento desapareció.

415
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

416
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

A MANERA DE
CONCLUSIONES

417
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

418
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Hemos llegado al final de este estudio, preliminar a otro más


extenso aunque más especializado, tras de realizar un recorrido
general por el problema que le plantean los desajustes existentes en
nuestras sociedades. Ose hemos podido dar cuenta de que estos
desajustes están propiciados por la incomprensión entre los diferentes
sectores que las componen y lo que es más grave, por la
incomprensión que muestran los hombres en su trato diario, el uno
para el otro. De estas inconformidades y malformaciones sociales, se
destaca la impotencia de quienes guían a los grupos humanos para
obtener conclusiones valederas para todos, sin olvidar la
heterogeneidad de los caracteres humanos que influyen directamente
en el comportamiento gregario. No es este el lugar para llegar a
resultados definitivos; éstos deberán darse solos al sacar del contexto
diario las situaciones, los caracteres y las soluciones, y estudiar estos
conjuntos como una unidad de consciencia, no solamente conceptual
sino dinámica. De aquí que consideremos esta última parte sólo como
una manera de aproximar al estudioso al camino de una filosofía de la
conducta y que al terminar el camino a emprender, se obtenga la
suficiente luz que permita modificar estructuras legales y médicas y,
sobre todo, las estructuras sociales sobre las que descansa el futuro
inmediato y mediato del hombre.

419
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Decíamos, al iniciar las líneas que hemos pergueñado, que el


punto de partida er4a la comprensión de los hombres, ahí, donde se
producen los mayores desajustes conductuales, donde el ser humano
se encuentra más de frente al conflicto ocasionado por su
interrelación, con las respuestas recíprocas en la vida. Creemos, en
verdad, que no es una conclusión esta secuencia, que no es otra cosa
que un aparador que permita, antes de penetrar en la especulación
filosófica, para conocer más y mejor la materia sobre la que
discutiremos posteriormente.
El carácter es una especie de marca difícilmente borrable pero
que nos autoriza a diferenciar entre los individuos a cada uno en
particular, y sucede lo mismo entre los diversos grupos sociales que
conforman a la colectividad. Esta diferenciación es obtenida mediante
la observación de los comportamientos y actitudes. Es lícito suponer
que las adquisiciones producto de un medio en el que se vive, a las
restricciones más o menos inconcretas de la religión que se hereda o
adquiere; la educación que se recibe y lo más importante, de la
experiencia; todos estos elementos unidos al tipo biopsíquico, son los
que configuran la conducta del individuo. Todas estas funciones que
dirigen al hombre en determinada dirección, son los que, a la postre,
definirán si su actitud vital es positiva o negativa. En el primero de los
supuestos, es imprescindible encaminar al individuo hacia senderos
productivos. En el caso contrario, cuando el carácter es negativo, una
prudente reeducación, si no es que una educación misma, se debe
intentar y llegado el caso extremo, deberá aplicarse la psicoterapia
intensiva, medios por lo que es posible obtener cambios substanciales
en la conducta.

420
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

En la conducta colectiva, la psicología social, que no se limita a


eswtudiar al individuo aislado, sino que lo observa inserto en un total
colectivo, deberá ser la que procure obtener los cambios necesarios
en la inter-relación del hombre con el hombre, de estos con el grupo,
del grupo específico en sus relaciones con otros grupos y el resultado
de esta constante y móvil status, ampliamente cambiante y por
consecuencia, definitivamente modificable. La psicología social tendrá
lña misión de estudiar los comportamientos de las masas, enmarcados
estos por las costumbres, las modas, la incitación procedente de otros
grupos más visibles o más llamativos y deberá procurar la aceptación
colectiva de los productos positivos de la cultura y la civilización y
modificar y estructurar adecuadamente las que se comporten
negativamente.
Son los dirigentes sociales, cualesquiera que sea su
denominación, los principales sujetos de la revisión cualitativa del
comportamiento, por ser ellos, en sus funciones específicas, los
conductos más idóneos para obtener los cambios necesarios en este
conjunto que llamamos sociedad. Es por su actividad, y en segundo
lugar, por los mismos especialistas, que se estará en la posibilidad de
afirmar las conductas que lo ameriten y modificar las que lo necesiten.
Uno de los errores más frecuentes en las actitudes actuales de
los grupos sociales, es la creencia de que la libertad es un bien
irrestricto en la relación para cono nuestros semejantes y que nuestra
individualidad es soberana. No obstante de que la libertad personal es
inalienable, el contacto directo con el hogar, el barrio, la escuela o el
trabajo, nos demuestra que la libertad nuestra está limitada por la
también existente del otro. La Ley deviene en el primer elemento que

421
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

restringe la libertad al insertar al individuo en el contexto de la


sociedad con figuras normativas de la conducta. Su quebramiento nos
segrega, en cierta medida, de los demás, y esta separación induce a
la unidad biológica que es cada hombre, a incorporarse a otras
sociedades en las que se encuentra una respuesta acorde a su nueva
situación anormal. Este movimiento de reparación y nueva unión,
suele incrementar la sensación de angustia y de soledad, entender
que, de alguna manera, esta nueva asociación lo es por encontrarse,
ella misma, segregada socialmente, formando de hecho un nuevo
grupo secundario.
Existe en la actualidad un número casi infinito de sociedades y
su variedad resulta en una creciente dificultad para el estudio de ellas.
Su también creciente número trae con mayores problemas a afrontar
por los sociólogos, ya que las relaciones entre las mismas y su
comportamiento para con los demás, es con frecuencia obscuro. En el
mundo objeto de este estudio, los grupos se reúnen y se disocian, se
amalgaman o se diluyen de acuerdo a las circunstancias externas o
internas que las presionan, a las que no es ajeno, el problema de la
marginación.
Una característica de este submundo, es el desarraigo físico de
los individuos como tales y de los otros grupos sociales lo que le
proporcionan, sobre todo en la prostitución, una gran movilidad social.
La residencia, la ocupación material, los ingresos fluctuantes, son los
motores poderosos que la provocan, y no es infrecuente el caso de
que estas presiones conduzcan al crecimiento de grupos sociales
urbanos en sitios con frecuencia muy distantes entre si y sobre todo,
del material humano que las crea. Tales fueron los casos de Ciudad

422
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Juárez y de Tijuana, para no mencionar sino algunos de los más


conocidos en México, pero este fenómeno no es exclusivo nuestro, y
se ha repetido, han servido de modelo o han sido copiado, los de otros
países. Los miembros activos de la delincuencia y de la prostitución
van a donde los llevan sus aficiones o sus necesidades, resultando
invasores naturales dentro de otras sociedades, sin restricciones
morales o legales. Ni la delincuencia ni la prostitución han sido objeto
de estudios serios y minuciosos y si se han expandido leyes y
reglamentos, no representan otra cosa que adecuaciones de lo que se
ha detectado como obsoleto o se ha copiado de legislaciones más
antiguas o más amplias, pero siempre deshumanizadas e
incoherentes para con su realidad.
El estudio de estos problemas va más allá de una simplista
concepción de la momentaneidad y debe ser resuelta con una
intención que vaya más allá de sus intereses, de las vidas actuales
que participan de este obscuro panorama. La permanencia de estos
grupos se debe a un intricado laberinto de cuestiones socio-
económicas, que no ha sido estudiado suficientemente por quienes
están en la obligación de hacerlo, o por que quienes la realizan, no
están debidamente preparados para ello. Es indudable que cualquier
cambio que se realice en estas sociedades, repercutirá en el conjunto
y a la inversa, los cambios que sufra la sociedad tendrá una réplica
positiva en los subgrupos.
Aún en el caso de admitir la importancia decisiva que tienen los
factores que determinan el comportamiento social, el reclutamiento de
los seres que lo constituyen, es de gran proporción la cualidad
intrínseca de cada uno de los componentes. La actitud de cada

423
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

hombre es absolutamente personal a pesar de su reflejo en el


ambiente y éste, a su vez, podrá ser determinante en sentido
contrario, ya que algunos, o muchos, valores suponen una base de
aceptación común para provocar una conducta general y congruente
con los intereses éticos de la comunidad. Estos valores se fijan en la
legislación y se canalizan por la ciencia para encontrar resultados en
la ocupación cotidiana. Son naturales al hombre y necesarios a la
sociedad.

Tehuacán, Pue. a 1° de febrero de 1985

424
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

ÍNDICE PIÉ DE PÁGINA

01.- Alex Inkeles.- ¿Qué es la sociología?.- Edit. UTEHA.- Méx.


02.- Jean Chazal.- La infancia Delincuente.- Edit. Paidos. -Méx.
03.- Alex Inkeles.- ¿Qué es la sociología?.- Edit. UTEHA.- Méx.
04.- John Dewey.- Naturaleza Humana y Conducta. Edit. FCE. Méx.
05.- opus Ibid.- John Dewey.
06.- opus Ibid.- John Dewey.
07.- opus Ibid.- John Dewey.
08.- opus Ibid.- John Dewey.
09.- opus ibid. – Alex Inkeles.
10.- Werner Wolff.- Introducción a la Psicopatología. Edit. FCE. Méx.
11.- Werner Wolff.- Introducción a la Psicopatología. Edit. FCE. Méx.
12.- opus ibid – Werner Wolff.
13.- Jorge Montaño. Los Grupos Sociales. Edit. EDICOL, S.A. Méx.
14.- opus Ibid.- John Dewey.
15.- opus ibid - Jorge Montaño.
16.- Jean Chazal.- La Infancia Delincuente. Edit. Paidós.

425
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

17.- opus Ibid.- John Dewey.


18.- Samuel Ramos.- Perfil del hombre y la cultura en México. Espasa-Calpe.
19.- opus Ibid.- John Dewey.
20.- opus Ibid.- John Dewey.
21.- opus ibid. – Alex Inkeles.
22.- opus Ibid..- John Dewey.
23.- opus Ibid..- Samuel Ramos.
24.- opus Ibid..- Samuel Ramos.
25.- Carlos Alfonso del Real. Superstición y supersticiones, Espasa-Calpe, S.A. Madrid.
26.- opus Ibid..- Carlos Alfonso del Real.
27.- opus Ibid..- Samuel Ramos.
28.- opus Ibid.- John Dewey.
29.- opus Ibid.- John Dewey.
30.- opus Ibid.- John Dewey.
31.- opus Ibid.- John Dewey.
32.- opus Ibid.- John Dewey.
33.- opus Ibid.- John Dewey.
35.- Jean Chazal.- La Infancia Delincuente.- Edit. Paidós. México.
36.- opus Ibid.- Jean Chazal.
37.- opus ibid.- Jorge Montaño.
38.- opus Ibid.- John Dewey.
39.- opus Ibid.- Jean Chazal.
40.- opus ibid.- Jorge Montaño.
41.- opus Ibid.- John Dewey.
42.- opus Ibid.- John Dewey.
43.- Ramiro de Maetzu.- La crisis del Humanismo. Edit. Sudamericana, Argentina.
44.- Juan Jacobo Rousseau..- El Contrato Social.

426
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

45.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.


46- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
47.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
48.- Margaret Nead.- Adolescencia y Cultura en Samoa.- Paidos.
49.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
50.- Eduardo García Maynes - Filosofía del Derecho. Edit. Porrúa. Méx.
51.- Hans – Kelsen.- teoría General del Derecho y el Estado. Imp. Universitaria. Méx.
52.- Juan Manuel Terán Mata.- Filosofía del Derecho. Edit. Porrúa. Méx.
53.-opus Ibid.- Eduardo García Maynes.
54.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
55.- opus ibid. Juan Manuel Terán Mata.
56.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
57.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
58.- Ismael Quiles, S.J. Filosofía de la religión. Espasa-Calpe, S.A.. España.
59.- opus Ibid.- Ismael Quiles.
60.- opus Ibid.- John Dewey.
61.- opus Ibid.- Jean Chazal.
62.- opus Ibid.- John Dewey.
63.- opus Ibid.- John Dewey.
64.- opus Ibid.- Jean Chazal.
65.- opus Ibid.- Jean Chazal.
66.- opus Ibid.- Jean Chazal.
67.- Roberto Tocaven García. Menores Infractores. Edit. Edicolsa. México.
68.- Carl Joachim Friedrich. La Filosofía del derecho. Edit. Fondo de Cultura Económica. Méx.

69.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.


70.-opus Ibid.- Eduardo García Maynes.
71.-opus Ibid.- Eduardo García Maynes.
72.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.

427
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

73.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.


74.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
75.-opus Ibid.- Eduardo García Maynes.
76.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
77.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
78.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
79.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
80.- Diccionario Enciclopédico Básico. Plaza & Janés. España.
81.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
82.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
83.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
84.- James S. Duesemberry. Moneda y Crédito. Edit. UTEHA. México.
85.- opus Ibid.- John Dewey.
86.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
87.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
88.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
89.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
90.- Julián Marías. Historia de la Filosofía. Revista de Occidente. Madrid.
91.- opus Ibid.- Julián Marías.
92.- opus Ibid.- Julián Marías.
93.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
94.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
95.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
96.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
97.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
98.- George Saule. Introducción a la Economía Contemporánea. Edit. Fondo de Cultura Económica. México.

99.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.

428
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

100.- opus Ibid.- George Saule.


101.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
102.- opus Ibid.- John Dewey.
103.- Jorge Montaño. Los Grupos Sociales.
104.- opus Ibid.- George Saule.
105.- opus Ibid.- James S. Duesemberry.
106.- opus Ibid.- George Saule.
107.- opus Ibid.- George Saule.
108.- opus Ibid.- Jorge Montaño.
109.- opus Ibid.- George Saule.
110.- opus Ibid.- Jorge Montaño.
111.- opus Ibid.- Jorge Montaño.
112.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
113.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
114.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
115.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
116.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
117.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
118.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
119.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
120.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
121.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
122.- A. I. Lepyoshkin. La Noción de la Constitución de la URSS en la Vida Política de la Sociedad.

123.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.


124.- Ignacio Martínez. Recuerdos de un viaje en América, Europa y África. 1875.
125.- opus Ibid.- John Dewey.
126.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.

429
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

127.- Memorias de Fray Servando Teresa de Mier.


128.- Opus Ibid.- Ignacio Martínez,
129.- Gomezjara. Sociología de la Prostitución. Edit. Nueva Sociología. México.
130.- Montesquieu. Del Espíritu de las Leyes. Edit. Porrúa, S.A. México.
131.- Opus Ibid. Montesquieu.
132.- Opus Ibid. Montesquieu.
133.- Opus Ibid.- Gomezjara
134.- opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
135.- Opus Ibid.- Gomezjara.
136.- San Agustín. De Ordine. Libro II. Capítulo XII.
137.- Artemio del Valle Arizpe. Historia, Tradiciones y Leyendas de las calles de México. Edit. Diana. México.

138.- Luis González Obregón. México Viejo. Edit. Porrúa, S.A.


139.- Antonio García Cubas. El Libro de Mis Recuerdos. Edit. Patria, S.A.
140.- Opus Ibid.- Antonio García Cubas.
141.- Lin Yutang. China. Edit. Joaquín Mortiz. México.
142.- Opus Ibid.- Lin Yutang.
143.- Montesquieu. El Espíritu de las Leyes. Edit. Porrúa. México.
144.- Opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
145.- Opus Ibid. Montesquieu.
146.- opus Ibid.- Ramiro de Maetzu.
147.- Estanislao Barrera Caraza. Sociología…
148.- Opus Ibid. Estanislao Barrera Caraza.
149.- Opus ibid.- Jorge Montaño.
150.- Opus Ibid. Estanislao Barrera Caraza.
151.- Opus Ibid. Estanislao Barrera Caraza.
152.- Opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
153.- Opus Ibid.- Carl Joachim Friedrich.
154.- Opus Ibid. Estanislao Barrera Caraza.

430
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

155.- Opus Ibid.- Gomezjara.


156.- Opus Ibid.- Gomezjara.
157.- Opus Ibid. Estanislao Barrera Caraza.
158.- Roberto Tocaven García. Menores Infractores. Edit. Edicolsa. México. D.F.
159.- Opus Ibid.- Gomezjara.
160.- Declaración de Principios Básicos de la A.C.J.M. México.
161.- Sacotte. Mención de Estanislo Barrera Caraza en la obra citada.
162.- Opus Ibid. Montesquieu.
163.- Opus Ibid.- Gomezjara.
164.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.
165.- Francisco Javier Clavijero. Historia Antigua de México. Edit.
166.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.
167.- Opus Ibid.- Gomezjara.
168.- Bruno Tocaven García. Menores Infractores. Edit. Edicolsa. Méx.
169.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.
170.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.
171.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.
172.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.
173.- Opus Ibid.- Roberto Tocaven García.

431
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

Este
Libro se terminó
De imprimir en los
Talleres gráficos de la
Editorial inexistencia, S.A.
En la ciudad de
Tehuacán, Pue.
El día domingo
18-VII-2010

432
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS

EN LA MISMA COLECCIÓN “SEPÁN CUAL...”


1.- ABERRACIONES. Angélica DÍAZ CEBALLOS GRAF. Rústica.
2.- CUENTOS DE MI PUEBLO Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
3.- LOZA IZABLE. MÉTODO YOU-SLICK.. Fred E. KOEBEL.
Versión directa, adaptación y ampliación Bulmaro BERRUECOS Y ROSAS. Rústica.
4.- POESÍA COMPLETA DE CHARLES BAUDELAIRE, CON SUS VARIANTES EN
LOS VERSOS. TRADUCCIÓN Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
5.- CUERPO DE MAQUÍS Y MAQUIAVELADAS Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
6.- VOCABULARIO DE LA LENGUA POPOLOCA DE LA REGIÓN DE TEHUACÁN, PUEBLA. Salvador PACHECO
MANUEL. Rústica.
7.- DEL DOLOR Y EL AMOR...SÓLO CADA SER. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA. Rústica.
8.- DEL DOLOR Y EL AMOR...SÓLO CADA SER. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA. Segunda edición. Rústica.
9.- LEY ORGÁNICA MUNICIPAL PARA EL ESTADO DE PUEBLA. Rústica.
10.- LEY DE INGRESOS MUNICIPALES PARA TEHUACÁN, 1997. Rústica.
11.- UNA HISTORIA COMÚN. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA. Rústica.
12.- ESCALONES. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
13.- LA ROSA AZUL. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
14.- DESACIERTOS. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA. Rústica.
15.- DICCIONARIO ORTOGRÁFICO. BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
16.- LADY BEATRIZ. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO Rústica.
17.- LADY BEATRIZ. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Segunda edición. Rústica.
18.- LA HISTORIA EN 91 PUNTOS Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
19.- MIS ÚLTIMOS DÍAS. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA Rústica..
20.- UNA NUEVA ESPERANZA. Miguel Ángel ZÚÑIGA ANDRADE. Rústica.
21.- TRATADO DE GRAMÁTICA. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
22.- MURMULLO DE LUCIÉRNAGAS Benny GALEANA CARRASCO. Rústica.
23.- MARGARITA. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA. Rústica.
24.- UNIVERSALIDAD, 8 tomos. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica plastificada.
25.- RANCHO DE DOLORES. Alejandra SÁNCHEZ GUERRA. Rústica plastificada.
26.- PENSAMIENTO DE ÁLVARO ALATRISTE. Recopilación Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica.
27.- CHARLES BAUDELAIRE POR THEOPHILE GAUTIER. Traducción de Mario
Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica y en CD-R.
28.- DICCIONARIO DE ACCIONES. Mario Bulmaro Berruecos Fresnillo. CD-R
29. - DICCIONARIO DE CONJUGACIÓN DE VERBOS Mario Bulmaro Berruecos Fresnillo. DVD
30.- HISTORIA ENCAMISADA DEL POLLO. Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO. Rústica
31.- DICCIONARIO ORTOGRÁFICO. BERRUECOS FRESNILLO. DVD.

433

Potrebbero piacerti anche