Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
A DE LA
DELINCUENCIA
BULMARO
BERRUECOS
Y
ROSAS
IMPRESO EN MÉXICO
PRINTED IN MÉXICO
2
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
3
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
4
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
PSICO-SOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA
FILOSOFÍA
DE LA
CONDUCTA
Por Bulmaro
BERRUECOS Y ROSAS.
5
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
6
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
ÍNDIC
7
E
BIBLIOGRAFÍ 11
PRÓLOGO 15
25
I ) GENERALIDADES
27
GENERALIDADES
II) ELEMENTOS DE 47
FACTORIZACIÓN
SOCIO-ECONÓMICAS 49
7
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
A) MEDIO FAMILIAR 51
B) MEDIO 61
CIRCUNDANTE
C) CULTO, DEVOCIÓN Y 75
CONVICCIÓN
D) ESCOLARIDAD 83
E) TABÚS SOCIALES 91
1 .- MANCEBÍA 92
8
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
3.- AMISTADES 97
4.- COSTUMBRES 97
F) SEGURIDAD 103
C) POLICÍA 119
9
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
D) JUSTICIA 124
G) READAPTACIÓN 145
2 .- ILEGALIODAD 155
10
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
C) REPRESIÓN 161
D) ABUSO 163
D) CIVISMO 188
11
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
G) TRABAJO 193
a) CAPITALISMO 211
12
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
b) SOCIALISMO 222
a) DEMOGRAFÍA 228
b) EMPLEOS 231
H) FACETAS 240
DIFERENCIALES
13
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
I) PROSTITUCIÓN 257
14
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
B) PSICOLOGÍA 346
15
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
C) PRISIONES 360
J) DELINCUENCIA 370
JUVENIL
377
III ) HISTORIA "CUASI"
CLÍNICAS
JUAN BUÉN 380
16
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
GLORIA 399
IV)AMANERA DE 407
CONCLUSIÓN
ÍNDICE PIÉ DE PÁGINA
415
17
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
BIBLIOGRAFÍA
18
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
19
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
20
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
21
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
22
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
PRÓLOGO
23
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
24
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
25
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
26
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
27
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
… … … …. …. … ….
28
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
29
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
30
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
Para fijar mis ideas, quiero dejar, finalmente, testimonio del amor
que siempre he tenido para mi esposa, que ha estado conmigo en los
momentos felices, lo que, me parece natural; y en las etapas amargas,
que me parece laudatorio. Quiero también, que mis hijos vean en
estas líneas un tributo de admiración y respeto por su actitud ante la
vida, y que, lo que pudieran colegir de ellas, les sea de utilidad para su
comportamiento ulterior. Dedico un recuerdo fervoroso para mi madre,
que sufrió por mis inquietudes y conocía de mis andanzas y, por
último, una afirmación a la memoria de mi padre, quién adivinó, en su
lecho de muerte, de lo que iba a ser mi vida.
31
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
32
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
GENERALIDADES
33
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
34
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
GENERALIDADES
35
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
para vivir. Pero esta es una amarga realidad; en los arrabales también
se agrupan los hombres y mujeres que, dotados deficientemente de la
capacidad para vivir con honradez, hacen del delito una forma
arbitraria de subsistencia. No debemos perder de vista que estos
seres encuentran en los barrios elegantes y en los centros
comerciales y bancarios la materia prima base de sus actividades.
Estos seres, depauperados los unos y delincuentes los otros, se
asocian para ocultar su miseria o para esconder sus ilicitudes. Forman
una clase social especial, un estrato confinado, y al hablar de
estratificación en una sociedad cualquiera, se hace referencia a una
jerarquía de posesiones y status, a un sistema para asignar posiciones
en las jerarquías y a las relaciones entre ellas. Ahí se desatan las
pasiones con su primitivismo más fuerte, y al contrario, es ahí donde
se identifican las razones que una sociedad injusta les motiva.
El sendero que recorremos a lo largo de la vida es árido y difícil
para todos, pero la aridez y la dificultad son mayores para algunos, los
más. Ese camino impone modalidades muy particulares y ahí,
generalmente, nacen los hombres a quienes nuestra estupidez
rechaza: Los ladrones, los asesinos y las prostitutas. ¿Pero sabe algo
esta sociedad de los factores determinantes que indujeron a esos
hombres a vivir como lo hacen? Ni lo sabe ni le importa conocerlo.
¿Conoce verdaderamente la ley algo sobre ellos o el juez se limita a
aplicar los reglamentos que los legisladores han escrito? ¿Se estudia
de verdad los factores económicos, sociológicos o psicológicos que la
sociedad y las mismas leyes provocan? Sería deseable, y más que
eso, imprescindible, que los legisladores y los jueces, antes de
promulgar o aplicar una ley, frecuentarán, conocerán y estudiarán este
36
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
37
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
38
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
39
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
40
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
41
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
42
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
43
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
perdurado. Por eso los conozco y los entiendo. Por eso deseo que el
mundo sepa como piensan, como sienten y porqué actúan como lo
hacen. No pretendo hacer una apología de la delincuencia o de la
prostitución, sino aclarar la motivación de sus vidas. He tenido la
oportunidad de observar ha hombres que han matado a sus
semejantes y que “han muerto bajo la misma vara con que han
medido” el valor de una vida. Llevo amistad, sí, muy personal y exenta
de toda relación sexual, con prostitutas, conservada por la estimación
de los valores morales — aunque parezca mentira — de esas mujeres.
Es por ellos, por la sociedad entera, que estudiaré la experiencias, los
motores y las reacciones de los seres marginados, vilipendiados y
procesados por nuestros jueces.
Creo conveniente realizar un viaje retrospectivo por mi vida, por
los ámbitos en que se desarrolló, y recordar, de pasada, a algunos de
esos delincuentes con los que traté. No puedo ni debo usar el vocablo
“convivido” porque ello daría lugar a una errónea interpretación de
hechos y actitudes. “Convivir” significa estar en todos y cada uno de
los instantes, al lado de una persona. No he tenido que asistir a un
asalto ni presenciar un crimen, para comprender sus razones. Sí, he
pasado mucho tiempo en los lupanares. Pero si he sido testigo de las
vidas y acaeceres de los ladrones y de los asesinos, es porque he
vivido, sí, momentos amables al lado de prostitutas, pero han sido más
los momentos en que, ajenos al placer, he escuchado la verdad de sus
vidas, no la mentira platicada al cliente ocasional. He sido testigo de
sus inquietudes, de sus problemas, de sus anhelos.
He compartido con ellos los “frijoles de olla” y bebido el tequila
de sus fiestas. He visto los aspectos contradictorios de sus vidas. De
44
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
45
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
46
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
47
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
48
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
49
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
50
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
51
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
52
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
53
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
54
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
II
ELEMENTOS
DE
55
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
FACTORIZACIÓN
56
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
SOCIO - ECONÓMICOS
57
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
58
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
A - Medio Familiar:
59
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
60
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
61
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
62
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
63
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
64
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
65
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
66
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
67
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
68
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
B - Medio Circundante:
La macro-cefálica realización de las capitales y grandes
ciudades del llamado “Tercer Mundo”, o más pomposamente, “Mundo
en Desarrollo”, ha originado que éstas sean centro poblacionales en
crecimiento acelerado, como producto, tanto de la inmigración rural
como del crecimiento propio y espontáneo, dando lugar a: La
conformación de nuestros centros urbanos, fuertemente influida por
los modelos “modernizantes” del “Primer Mundo” que repite
mecánicamente los vicios de la marginalidad a través de “Ciudades
Perdidas”, vecindades, asentamientos espontáneos, favelas, villas
miseria, etcétera. Sus habitaciones están condicionados a vivir
plenamente el “lado negativo del desarrollo.” En ellas “…
constantemente nos enfrentamos a los contrastes de esplendor y
miseria, de riqueza y de pobreza, de inteligencia e ignorancia, de
orden y caos.”(13)
Los estudiosos norteamericanos han concentrado sus trabajos
en el estudio de los problemas tales como criminalidad, delincuencia
juvenil, prostitución y drogadicción, que son más comunes en las
clases inferiores y en los sectores más marginados dentro del status
industrial, pero han dejado de lado el estudio de la acometividad en
69
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
70
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
71
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
72
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
73
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
74
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
75
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
76
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
77
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
78
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
79
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
80
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
81
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
82
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
C – Culto, devoción y
convicción:
83
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
84
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
85
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
86
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
Las faltas de los sacerdotes las perdonan con mayor facilidad que
otros grupos, quizá porque ellos violan todos los preceptos
cotidianamente; a los representantes de la iglesia les profesan no
solamente respeto, sino veneración, lo que no obsta para que, si
pueden timarlos, lo hagan. Encuentran en la religión, no sólo consuelo,
sino pretexto. Casi todos han sido bautizados y confirmados y no
pocos han hecho su primera comunión. Asisten a la misa los domingos
y guardan los días festivos del calendario litúrgico. Si se les interroga,
en voz muy alta pregonan su religión y se molestan cuando escuchan
a alguien expresarse mal de la religión, los ritos o los sacerdotes y
tienen en muy alta estima, rayan en idolatría a los santos. ¿Pero, y el
evangelio, qué? ¿Y los mandamientos, qué? No los cumplen ni por
asomo. Inculcan en sus hijos una religión que practican muy a su
manera y les exigen el cumplimiento de sus deberes religiosos,
posiblemente con la esperanza muy lejana de que no sigan sus pasos
o, más seguramente, para que llevados por esa religiosidad, ignoren
las tropelías de sus progenitores, los que, por otra parte, no se cuidan
de ocultarlas.
No es necesario profundizar mucho para comprenderles; sienten
el peso de sus culpas pero no conocen otro medio para subsistir;
ruegan por sus vidas, pero no por las ajenas; piden, en suma, la ayuda
divina, no para mejorar, sino para que no les falten incautos a su
alcance.
Curiosamente, coetáneos a los sentimientos religiosos a los que
nos hemos referido, y no como consecuencia de ellos, sino como
comportamiento filial, nace la superstición que ahoga a los seres
humanos. Con objeto de analizar este fenómeno, haremos una
87
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
88
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
89
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
90
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
D – Escolaridad:
91
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
92
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
93
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
94
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
95
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
96
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
97
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
98
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
E – Tabús sociales:
99
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
1.- Mancebía.
100
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
101
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
102
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
103
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
104
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
3.- Amistades.
Poco, o muy poco, nos queda por decir de las amistades que
forman el entorno del niño delincuente, pues en el estudio previo de
los factores vistos, nos proporcionan una idea general de la influencia
negativa de los malos amigos, y sólo nos queda afirmar que “…las
redes de intercambio, la proximidad física o hacinamiento, dan como
resultado nuevas formas de interrelación que conduce a la
confrontación permanente de actitudes, tradiciones y costumbres.” (40)
4.- Costumbres.
105
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
106
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
107
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
108
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
109
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
110
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
F – Seguridad:
111
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
112
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
113
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
1.- Autoridad.
114
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
115
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
116
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
117
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
118
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
119
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
120
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
121
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
casos concretos, las reglas del orden. Es interesante ver que los
sociólogos insisten en que en la vida individual y en la comunitaria, la
costumbre tiene un papel de primera importancia, que, esta, a cuenta
de repetirse, se transforma en arquetípica. De aquí nace el uso
colectivo o costumbre social, obediente a sí misma y anárquica en sus
representaciones.
El proceso de cambio que se sucede desde que nace la
costumbre hasta convertirse en ley, lleva mucho tiempo, en el cual
sufre transformaciones que la hacen más accesible para el pueblo y
entendible y en sus intenciones y efectos para la función legislativa,
porque al codificarla y convertirla en proceso ordenable y sujeto a
acatamiento, tiene que corresponder a una realidad verdaderamente
necesaria. “…la norma jurídica en relación con el individuo que debe
de expresar su voluntad para el efecto de que la sanción sea
ejecutada…”(50) debe ser congruente y lógica, representar preceptos
éticos aunque no sea necesariamente ética o regular relaciones
corporativas ajenas a la ética, pero no pueden deformarse para tornar
la norma en posibilidad inmoral, aunque, y siguiendo la tesis de
Bobbio, las sanciones deberán ser planteadas en el contexto del orden
jurídico total.
A través de la legislación, se enfrenta con el poder que ella le da,
a la fuerza del hombre violento: Sin embargo, el Estado no constituye
un organismo y sólo existe cuando tiene una justificación. Las
disposiciones jurídicas dan lugar a dos formas; toda disposición de
obligación funda un deber obligado, y toda disposición de facultad
funda un deber permitido. Esto es cuanto a la relación externa del
individuo con el individuo y nunca en su relación auto-determinativa
122
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
123
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
124
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
125
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
126
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
127
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
c).- Policía
128
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
129
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
130
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
131
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
c).- Justicia
132
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
133
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
134
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
135
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
136
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
137
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
138
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
139
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
140
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
141
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
142
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
143
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
144
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
145
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
146
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
147
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
148
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
149
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
150
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
151
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
152
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
g).- Readaptación
153
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
154
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
155
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
156
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
157
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
158
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
159
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
160
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
Entre ambos sistemas hay la diferencia que existe entre las dos
razas.
En los dos sistemas, el interno se encuentra privado no sólo de
su libertad física, sino que se trata de hacerle notar en todo tiempo,
recordarle siempre, que es un presidiario, un ser segregado de la
sociedad y sujeto a castigos que no siempre son humanos. Su vida
sexual está reprimida y el contacto con sus seres allegados es sólo a
través de rejas. Se le prohíbe el desarrollo normal de sus funciones
biológicas y con frecuencia la pederastia es un substituto normal de la
vida del interno. El consumo de drogas es frecuente a pesar de la
vigilancia —o por medio de ella— y el trato menos duro se obtiene con
dinero. En los dos sistemas, el trabajo sólo tiene un sello de
obligatoriedad y sirve para incrementar los castigos y nunca, o casi
nunca, se persigue con él, que el delincuente encuentre un camino a
la restitución social.
Los resultados están a la vista. El delincuente, cuando obtiene su
libertad, lleva consigo los más anti-sociales designios. La venganza, la
reincidencia en el delito y un camino cerrado para toda obra fecunda.
Este el simplemente, la consecuencia de un sistema poliformista,
inadecuado, dependiendo, claro está, de los recursos dedicados a él;
de la mentalidad de sus dirigentes, de las diferentes adecuaciones a
necesidades específicas y con deficiencia general.
No pretendemos hacer una apología del sistema carcelario
mexicano. En muchos de los penales mexicanos los usos y las
situaciones son similares a los norteamericanos o a los franceses,
pero tiene algunas diferencias ventajosas para el proceso de
regeneración del delincuente. En todos los penales mexicanos se
161
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
162
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
163
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
2.- Ilegalidad.
En forma rápida, vamos a ver algunos aspectos negativos de las
autoridades que imposibilitan, o por lo menos retardan, la
regeneración del delincuente.
164
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
165
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
166
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
167
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
168
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
169
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
c).- Represión.
170
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
171
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
d).- Abuso.
172
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
173
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
3.- Conocimiento.
Para penetrar aunque sea una pequeña porción en el intricado
sistema que rige la convivencia humana, se necesita de una
preparación que no pretendemos tener y mucho menos transmitir, pero
que inevitablemente debemos esbozar. La estructura legal se basa,
cada uno, da lugar a por lo menos una ley y de ésta, los capítulos y
muchas veces, los artículos de la misma, originan otras leyes,
reglamentos, circulares, avisos, etcétera, y se constituyen de esta
manera varias decenas de leyes y varios cientos de reglamentos, lo
que componen, en su conjunto, la estructura legal de una país. Es por
esa razón que anticipamos la imposibilidad de hacer un análisis
exhaustivo, ni siquiera en campo tan limitado como lo es el del
Derecho Penal. El desconocimiento de las leyes es general y aún de
los jurisconsultos más generalizadores ignoran una gran parte del
cuerpo normativo en el que ejercen su profesión. Como es axioma
legal que el desconocimiento de la Ley no es eximente de culpabilidad,
en los párrafos siguientes haremos algunas consideraciones
174
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
175
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
176
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
177
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
178
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
179
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
180
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
181
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
182
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
183
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
184
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
185
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
186
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
especiales…” texto del que se deduce que tienen carácter ilegal los
policías que pululan en todas las dependencias oficiales, estatales,
paraestatales y hasta privadas, y que los procedimientos de que hacen
uso y su propia existencia son anti-constitucionales. A pesar de todo,
existen, actúan, detienen, privan de la libertad, vejan y maltratan a los
ciudadanos que tienen la desgracia de caer en sus manos. El Artículo
16° dice claramente que: “Nadie puede ser molestado en su persona,
familia, domicilio, papeles, posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente…” Las intercepciones arbitrarias de
los policías auxiliares, las persecuciones hasta en familia a pretexto de
investigaciones; los allanamientos de morada sin orden judicial, los
registros personales o domiciliarios y las incautaciones o “robos” de los
policías, constituyen el pan de cada día.
Artículo 17°: “Nadie puede ser aprisionado por deudas de
carácter civil…” asunto este que merece especial atención, porque la
venalidad de algunos funcionarios convierte una deuda de carácter
civil en asunto penal, de acuerdo a la cuantía del obsequio o de la
importancia y amistad que tenga el acreedor.
Las frecuentes detenciones con “incomunicación” que duran
hasta quince días, los golpes con que se aprehende a un delincuente,
las omisiones a las leyes y la ceguera de los funcionario no son un
infundio. No hay comentario al texto siguiente: “Artículo 19° Ninguna
detención podrá exceder del término de tres días… todo
maltratamiento en la aprehensión… será corregido por las leyes y
reprimido por las autoridades.” Esto es letra muerta cuando son las
mismas autoridades las que actúan.
187
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
188
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
189
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
190
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
191
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
192
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
193
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
194
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
que data de hace muchos años. Cuando fue discutido y aprobado por
los legisladores, estos basaron el instrumento legal en los
conocimientos existentes entonces, conceptos únicamente jurídicos o
éticos. Su actualización urgente, es preciso hacerla sobre un
andamiaje científico, por los caminos que a los legisladores abran los
conocimientos actuales de la sociología, la psicología y la
criminalística; ciencias normativas para la legislación y la
jurisprudencia. Hay que considerar al hombre y sobre todo al
delincuente, como un ser sujeto a mal formación psicopáticas y a
presiones socio-económicas y actuar en consecuencia, haciendo una
revisión general y definitiva no solamente del aspecto idiomático,, sino
actualizando los códigos para hacerlos verdaderamente útiles en su
función. En su estado actual resultan vanos y nocivos sin una
consecuente revalorización para educarlos al mundo dinámico en el
que transcurrimos.
En el sexenio del Presidente Adolfo López Mateos se expidió el
Reglamento del Patronato de Reos Liberados, que desde su
publicación en el Diario Oficial, en mil novecientos sesenta y tres a la
fecha ha sido de utilización nula y de muy limitada aplicación, entre
otras razones, porque al otorgar la libertad a los internos, y durante su
reclusión, poco o nada se les hace saber respecto a la existencia del
Patronato, el que virtualmente, existe únicamente en el Distrito
Federal, olvidando a los exreclusos de otras entidades federativas.
Este Reglamento, en la letra, ofrece para el cumplimiento de su
existencia, servicio gratuito de colocaciones laborales, asistencia
económica, capacitación y adiestramiento técnico y profesional y
asistencia jurídica. Todo es letra muerta, buenas intenciones. Con
195
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
196
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
d).- Civismo.
197
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
198
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
199
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
200
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
201
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
G – Trabajo:
202
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
203
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
204
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
1).- Generalidades.
205
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
206
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
tienen que ser satisfactorias. “El sentido de situación por parte de los
jueces, legisladores y administradores será necesario en todo
momento; procedimientos cuidadosamente elaborados que hacen
posible la prudente ponderación de alternativas son los que ofrecen la
única manera de garantizar la masiva realización de todos los
derechos que una comunidad civilizada pueda reconocer como
merecedores de protección. A propósito, los jueces no siempre son los
más vigorosos guardianes de los derechos humanos.” (82) Simplemente,
son las leyes generadas con cautela y conocimiento las que permitirán
la no substracción de justicia. No los hombres. La Ley.
La planeación para el desarrollo de una estructura jurídica sana
en los países menos desarrollados y por consiguiente, en los cuales
se pueden evitar los vicios y defectos de los que han alcanzado un alto
grado de desarrollo, debe ser enfocada, consolidando, a partir de una
ley fundamental, todas aquellas conquistas regionales viables con
objeto de estructurar un sistema razonado, largamente pensado. “…
pensar es pensar en algo. Este algo es algo distinto del pensamiento
mismo. Pensar es, por lo tanto, estar seguro de algo objetivo, en lo
que estamos pensando…”(83) Conceptual las leyes partiendo de la
seguridad de que ellas serán aceptadas por todos, o por casi todos,
los ciudadanos; buscar equilibrio consecuente u no forzar situaciones
de aceptación obligada. Y los legisladores tienen que asesorarse de
especialistas, porque constantemente existe una lucha entre los
políticos y gobernantes pragmáticos y los teóricos con formación
académica, así, en lo personal, estos lo sean. Deben ser poseedores
de un extenso criterio y la elasticidad mental necesaria para incorporar
a las leyes todos los elementos en un todo cohesivo. Olvidarse de
207
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
208
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
2).- Derecho.
209
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
210
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
3).- Filosofía.
La filosofía del trabajo es, hasta cierto punto, una filosofía del
derecho. Está conectada en forma directa a él. Es una relación de
valores intrínsecos de orden óntico por su relación entre seres
vivientes y ontológicos en función de ser parte de un acto de
conocimiento y no epistemológico. Es, además, una interpretación de
derechos y obligaciones que se refieren a un objetivo intencional,
como el trabajo y la inversión en él, que consta de postulados que
confieren dignidad y cuya textura particular no admite excepciones ni
asperezas: Tiene que ser definitiva y decididora-
Penetrar en el contenido conceptual del trabajo, requiere de un
conocimiento especial de los modos del hombre, del significado de la
existencia y del compromiso de la postura desapasionada. Ha sido
211
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
212
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
213
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
214
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
215
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
216
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
217
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
218
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
219
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
a).- Capitalismo.
220
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
1.- IMPERIOS.
221
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
222
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
2.- DEMOCRACIA.
223
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
224
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
225
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
226
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
227
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
228
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
229
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
230
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
b).- Socialismos.
231
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
232
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
233
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
234
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
235
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
236
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
a).- Demografía.
237
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
238
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
239
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
240
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
b).- Empleo.
241
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
242
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
243
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
244
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
245
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
246
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
247
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
248
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
249
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
H – Facetas diferenciales:
250
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
251
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
1.- Robo.
252
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
253
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
254
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
2.- Asalto.
255
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
256
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
257
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
258
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
259
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
260
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
de ella. Algo así como los astros del delito, que viajan con él, pero no
de cerca, sino en una clase especial, en vagones separados.
La mentalidad de estos hombres y su psiquismo no son
totalmente similares a los de los demás. Quizá han carecido de amor y
quizá también, fueron parte de hogares disociados, pero por término
medio, estos hombres proceden de hogares establecidos, han contado
con todos los medios para vivir y hasta han tenido lujo en su infancia.
Pero aún así, tienen caracteres débiles como elementos de
disociación para con la sociedad. Sus problemas vienen de fracasos
escolares o amorosos. Normalmente, los fracasos repetidos deprimen
y son formadores de estados neuróticos, acentuándose en los
individuos tímidos o irresolutos. Es posible que el fraude en estos
casos, sea una forma muy especial de compensación.
261
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
262
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
263
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
264
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
265
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
suceden a millares cada día y que, al cabo del año, también suman
muchos millones de pesos, quizá varios cientos de miles.
La pequeña extensión del trabajo nos impide llegar a
profundidades mayores y solamente haremos algunas
consideraciones más. Si bien, la senilidad se constituye por una
exageración de los procesos normales al envejecimiento, ésta no tiene
una edad precisa para iniciarse y es variable debida a la influencia de
factores hereditarios o antecedentes patológicos, tales como la
intoxicación alcohólica, etcétera, y las condiciones socio-económicas y
afectivas suelen jugar un papel muy importante en su aparición. La
inocupación no remunerada, la carencia de afecto, la inseguridad
económica, la desvalorización social; entre otras causas, predispone a
la aparición de una senectud improductiva o delincuente. Sus
manifestaciones son variadas y suelen ser; inercia intelectual,
dificultad de adaptación e incontinencia intelectual. Pero todo esto no
significa que todo individuo que llegue al estado senil, tenga que
deriva, forzosamente en delincuente. Pero sin discusión, son
predisponentes ante una sociedad incomprensiva y, sobre todo,
devaluada éticamente y al mismo tiempo, se constituye en
devaluadores de todo postulado social.
Hay algunos autores que sostienen que un elevado nivel cultural
retrasa o nulifica en parte, los efectos de la vejez. En nuestro tiempo,
cuando son necesarios todos los recursos humanos, la sociedad,
irresponsablemente, se priva de una enorme riqueza de conocimientos
y de voluntad y mantiene un estatuto que olvida y relega a los
ancianos. Una imprescindible revisión de las leyes y de los estatutos
sociales es irremediable, tanto para aprovechar la enorme cauda de
266
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
experiencia que en todos los ámbitos tiene el viejo, como para reducir
la incidencia delictiva de los ancianos, ganando el conjunto en eficacia
y sentido moral.
I – Prostitución:
267
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
suman las diferentes legislaciones; por los efectos que sobre otras
actividades, lícitas o ilícitas ejerce y por las particularidades muy
especiales que la tipifican.
Mucho es lo que se ha escrito sobre la materia, enalteciéndola
algunos, condenándolas otros. Algunos tratadistas la estudian y la
clasifican y algunos, los menos, canalizan él o los fenómenos que dan
origen a su existencia. La literatura esta llena de historias en las que el
protagonista o la protagonista principal es una prostituta y los literatos
la han llevado por senderos que, más que reales, son los que a ellos
les placen. Sexólogos, sociólogos, etcétera, los hombres de ciencia
han elaborado definiciones, clasificaciones, en fin, han pretendido
enmarcarla en algún sistema específico, pero todos se han olvidado
de estudiarla con un espíritu de investigación abierto y desapasionado,
sin perjuicios morales o personales y, sobre todo, entendiéndola
cabalmente, antes de encuadrarla. Todas las definiciones dadas
definen demasiado poco de su realidad, de tal manera que se
acerquen debidamente para formular un cuadro jurídico, ético y
material que la precisa englobando todos sus aspectos.
1.- Definición.
268
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
cuerpos principales, de los que uno de ellos indica que: para que
exista la prostitución tiene que haber, indefectiblemente, una relación
económica que determine una manera de subsistir o acrecentar los
ingresos personales del actor y que esta retribución lo sea
exactamente por el uso del cuerpo en actos sexuales. De esta manera
se concreta en su extensión y se amplía su explicación. Tiene una
premisa básica; no requiere necesariamente de un sexo fijo para
aplicar su objetivo y lo hace valedera para hombres y mujeres, o lo
que es lo mismo, que deja el campo abierto para su ejercicio a los dos
sexos; dicho de otra manera: Acepta la existencia implícita de
prostitutas y prostitutos.
Deberá entenderse como una retribución económica, no
exclusivamente el pago en moneda del cuño corriente, a un trato
realizado con anterioridad, sino que incluye en este concepto, todo
beneficio de cualquier índole, como subvenimiento de alimentos, pago
de pensiones no estatutarias, vestidos y galas, casa y hasta posición
social, considerando a ésta como una parte de los ingresos o como el
total de ellos, de una persona. Esta explicación se limita al caso en el
que cualquiera de las dos partes, o las dos simultáneamente, no
posean lazos afectivos o de atracción física y la realización sólo está
guiada por un interés puramente económico. Es posible ejemplificar
esta relación extrema en los llamados “matrimonios por interés”,
pudiendo, inclusive, no existir en la unión ningún lazo formal o legal, ya
que. Con el sólo hecho de existir las condiciones necesarias de
interés, se configura el acto de la prostitución.
La segunda de las condiciones necesarias es que exista una
relación sexual, ya que, de no existir ésta, el delito configurable sería
269
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
270
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
271
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
272
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
273
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
274
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
275
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
276
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
277
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
placer al pagador. No, desde luego que no es así el más viejo, pero sí,
el que menos ha cambiado y el que más conserva sus procedimientos.
Los nombres, las dominaciones, los personajes y los lugares son
distintos, pero solamente en eso consiste el movimiento. El resto, es
estatismo y pasividad.
El caduco sistema de enseñanza, basado en un desarrollo
literario-cronológico de los acontecimientos en la historia, se limita a
guiarnos en el camino seguido por la humanidad en su proceso, pero
para penetrar en las motivaciones que dieron lugar a los sucesos, es
preciso adentrarse, no en esa historia que nos relata una sucesión de
cambios políticos o de guerras económicas, en la que los verdaderos
motivos socio-culturales que transformaron a la política, nos son
mostrados de manera secundaria, con frecuencia intencionalmente
soslayados. En las historias particulares de otras actividades, como la
economía, la industria, el trabajo o el arte, por ejemplo, es en las que
encontramos, no un suplemento o un complemento, sino la base de la
verdadera historia y el proceso dialéctico hegeliano es la
fundamentación de una interpretación valedera del conocer histórico.
Es la historicidad y no la historia el verdadero valor del acontecer
humano. La historia no la conforman nombres, fechas y lugares, sino
que la historicidad son los hombres, los motivos; conocimientos,
necesidades, pasiones, etcétera, en fin, todo lo que conforma el
carácter individual del hombre y, en consecuencia, la estructura real de
la sociedad. Los cambios sociales son el meollo de la historia con
contenido, o de otra manera, el valor de la historia: La historicidad. Por
ésta razón, en el curso de nuestro intento, la cronología es sólo un
punto de apoyo convencional para relacionar nuestro conocimiento,
278
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
279
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
280
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
281
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
282
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
283
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
284
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
285
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
286
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
287
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
288
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
289
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
290
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
291
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
292
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
293
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
294
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
295
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
296
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
297
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
298
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
299
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
300
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
son muchas las mujeres, muchas más que los hombres, que
encuentran el camino mediante el delito, en este caso la prostitución.
El valor que tiene el dinero en la vida diaria de cualquier
sociedad, sin importar el material de su confección, sino atendiendo
específicamente a su valor como un medio de transacción, esto es, de
interrelación comercial, con un valor seguramente definidos, que está
sujeto a cotizaciones, escases o abundancia, etcétera, y que en
consecuencia sufre transformaciones más o menos frecuentes, está
claramente definido y nadie pone en duda algo que conoce
satisfactoriamente, por escasos que sean sus conocimientos de
economía. En el medio que estudiamos, el dinero tiene otro valor que,
aunque muy semejante al que se produce en la generalidad,
dependiente de condicionantes psicológicas; es aquí en donde se
define en consecuencia conseguido el valor no sólo personal, sino
social, que se le atribuye al producto de las actuaciones.
Entre los que dominamos rateros, es decir, cualquier delincuente
que viva del beneficio obtenido por medios ilícitos y las prostitutas, el
dinero tiene una clara diferenciación. Para estar en la posibilidad de
entender una explicación que por necesidad es breve, quizá mucho
más de lo deseable, una clasificación elemental pero no arbitraria es la
que presentamos como un medio de justificación.
Rateros.
Defraudadores.
Prostitutas.
En el renglón que hemos denominado generalizadoramente de
rateros, y en que ya hemos dicho que englobamos una gran variedad
de “especialidades” delictivas, el dinero producto del robo no tiene otra
301
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
302
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
303
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
304
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
psicológico que, como un retrato a los Dorian Grey nos delata lo que
somos y lo que queremos ser.
Antes nos hemos referido a las causas que provocan la
delincuencia y ahora nos encontramos ante un fenómeno que se
mueve en forma indirecta por las mismas razones, aunque algunos
tratadistas, de una manera simplista, condicionan la génesis de la
prostitución a la holganza, la miseria, la vanidad y el abandono de
amantes o maridos, como casos más frecuentes. Creemos que la
prostitución por la necesidad de comer, sólo se presenta en casos
extremos. Es más frecuente encontrar su origen en la mala conducta y
malos ejemplos de los padres en la expectativa fuera del alcance
posible real de proporcionar habitación y alimentos a los hijos, cuando
los hay ás allá de lo que facilita la preparación para hacerlo; la
carencia de vestido y, sobre todo, la carencia de escolaridad eficiente:
En el medio es frecuente y casi necesario, encontrar que las mujeres
recurran a ella por la carencia de conocimientos, aunque, claro está,
se dan también la coyuntura de que, poseyendo una relativa
preparación, se acuda a este medio. La asistencia de mujeres con
estudios de alto nivel es relativa y este fenómeno se da con mayor
frecuencia en la prostitución de “conveniencia”.
Natorp definen la tesis de que la virtud no puede enseñarse,
siguiendo el modelo de Platón y la experiencia de todos los tiempos,
los medios parecen demostrarnos que tanto el griego como el idealista
tienen la razón. Aceptaremos, sin conceder, que la virtud no puede ser
enseñada y que solamente se la muestra al hombre virtuoso y se la
enseñan los medios para conseguirla. Los medios sí pueden ser
305
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
306
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
307
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
308
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
309
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
310
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
311
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
312
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
313
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
314
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
315
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
316
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
317
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
318
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
319
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
320
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
Esta se basa, como todas las demás relaciones, en las leyes que
rigen una nación, si bien, la prostituta y el Estado tienen, como
elemento de liga de primera intención, a la policía. En los tres diseños
de interpretación de la materia: Legalidad, ilegalidad e indiferencia, es
la policía la que primero tiene contacto con las prostitutas; ya sea la
guardia preventiva o la llamada Policía Sanitaria. En el contexto
general de la delincuencia la policía tiene un papel primario, pero esto
se limita, o debería de limitarse, a su presencia a partir del momento
en que se produce un acto ilícito y la diferencia relacional con el
submundo de la prostitución, es que en este, las autoridades
policiacas intervienen en cualquier momento. Su presencia está en el
ambiente sin elución posible.
Para entender este hecho, tenemos que retrotraernos a algunas
consideraciones anteriores y, partiendo de ellas, explicar el mecanismo
321
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
322
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
323
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
324
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
325
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
326
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
327
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
328
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
329
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
330
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
331
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
332
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
333
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
de cada trabajador, sea del nivel que sea. El trabajo en conjunto, como
un medio de progreso espiritual y material es inherente a cada uno de
los individuos, por eso, “…sólo una concepción del derecho que se
ocupe de la realidad social y de la experiencia humana puede tener
significado filosófico.”(153) Entendemos por esta última acepción, que la
filosofía del Estado deberá ser la filosofía, el pensamiento, de la
generalidad, y que este pensamiento deberá de dirigirse
principalmente al hombre como existencia real y primordial en la
permanente responsabilidad del hombre por sí mismo y por los que le
rodean. Sus obligaciones morales tienen que traducirse a resultados
materiales y así podrá mantener su integridad total.
Como experiencia humana el latrocino, entendido este en la
totalidad de sus modos, forma parte ineludible del contexto de la
prostitución. Es una generalización absoluta en el desenvolvimiento de
las sociedades y se lleva a cabo en todos los niveles sociales y como
parte desintegradora de la colectividad, pero no es una capacidad sino
una deformación mental. El robo, el fraude, en fin, todas las formas de
actos lícitos y antisociales se producen a diario en nuestro entorno. “…
En efecto, este delito (el robo) es una constante en el universo de la
prostitución. De las prostitutas con muchos años de serlo difícilmente
se encuentra una que no haya robado,” (154) Se destaca que, en forma
inicial, sólo penetra en este mundo el ser que carece de una sólida
base en sus principios morales y que en la prostitución se centralizan
estos seres. No es una irresponsabilidad el robo por las prostitutas,
puesto que carecen, en principio, de restricciones morales y su vida se
halla en los márgenes de la sociedad entera, pero salvo excepciones,
el robo tiene lugar como un medio substitutivo de la influencia de
334
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
335
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
336
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
337
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
como el único vínculo legal que une a dos personas y que sirve para
dar permanencia a una familia. De esta estabilidad dependen no
únicamente los factores económicos, sino que de la interacción de
ambos, en estabilidad legal y la seguridad económica, además de los
factores educacionales y religiosos o éticos; está pendiente la salud de
los hijos que siendo sometidos a presiones morales por la posible
inestabilidad de la familia, se ven presas de padecimientos neuróticos.
“Es conocida de todos nosotros la tendencia al alejamiento de la
familia, de las funciones tradicionales de trabajo, culto religioso,
cuidado de los enfermos y educación. También advertimos la mayor
movilidad de la familia, la tendencia al derrumbamiento familiar, el
incremento del divorcio, el cambio en la moral secular y el
resurgimiento periódico de la delincuencia” (158), movimientos todos
estos, resultado de una educación civil deficiente en su relación con el
matrimonio.
La Iglesia Católica, a nivel universal, da a la familia una categoría
especial, en la que reconoce que: “La familia es la unidad básica de
las entidades que constituyen la nación; es por esencia una e
indisoluble; ha de tener arraigo y tradición; debe der fecunda y sana; el
Estado tiene obligación de sostenerla, ayudarla, defenderla y exaltarla;
y es preciso aniquilar todo lo que tienda a debilitarla, desunirla y
corromperla… debe tener una base económica de subsistencia… A la
familia le corresponde en principio, la función educadora…” (159) Lo
anterior define con claridad los principios que, en más o en menos,
configuran también la preceptiva del humanismo.
En los países socialistas la familia es el principio de la nación. De
ella depende la unidad básica de los intereses de las naciones y tiene
338
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
339
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
340
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
341
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
342
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
343
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
344
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
345
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
346
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
347
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
348
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
349
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
350
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
351
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
352
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
353
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
354
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
cada una de las materias por las que nos encontramos sobrevolando
panorámicamente. El closeup nos está vedado y únicamente
paneamos sobre los problemas.
Un importante foco de infección se localiza ya no en la
prostitución misma, sino entre los grupos de los llamados “hippies” o
entre los simuladores del existencialismo. La mugre, el desaseo, la
irresponsabilidad y la promiscuidad reinantes en la vida de esos
grupos ha venido a favorecer un recrudimiento epidémico por su alto
grado de dispersión.
Las estadísticas, como sucede con frecuencia en esta ciencia,
no suele mostrar sino la parte cuantitativa del problema y desde luego
no representan los guarismos la totalidad de él; pero lo cualitativo, la
parte más seria, pasa inadvertida. Con base a las estadísticas que
llevan las instituciones de salud pública y algunas otras entidades, se
ha hecho posible diseñar nuevas estrategias para el combate, pero
aún están resueltas insuficientes. Haría falta que en las legislaciones
se efectuaran cambios definitorios y más rigurosos que los que se
contemplan ahora. Modificar, inclusive la estructura y favorecer la
investigación y el trabajo social proporcionándoles mejores elementos
de apoyo legal y técnico.
No pretendemos, como lo hemos hecho en otras ramas del
saber y aplicadas al presente trabajo, penetrar al fondo de las materias
sino proporcionar un conocimiento meramente superficial, que sirva de
orientación para comprender mejor la magnitud de la problemática.
Esto no constituye otra cosa más que un bosquejo, un panorama
general de la medicina y su relación con el medio, en el que se carece,
a nivel mundial, de una verdadera y efectiva medicina social, que no
355
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
b).- Psicología.
356
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
357
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
358
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
359
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
360
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
361
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
362
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
363
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
364
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
365
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
de cánones que nos rigen, que nos autorizan, que nos limitan; que nos
premian o nos castigan. Así, defendiendo lo ilícito como un estado más
o menos permanente y absolutamente generalizado, al que pertenece
todo el género humano, sin eximirnos de culpabilidades, podremos
penetrar más a fondo en el camino al estudio de verdaderas
soluciones y entendimiento que es el delito, que es la delincuencia,
cómo y porqué somos más o menos culpables, y entender como un
complemento cognoscible, un total abarcable, el “que” de cada uno en
el contexto de la sociedad y el “que” del fenómeno social.
Delito es el acto, compulsivo y conocido, que viola, en alguna
forma, una actitud definida como punible. Delincuencia no es otra cosa
que la secuencia, más o menos concatenada y gregaria, que viola las
leyes generalmente aceptadas por la o las sociedades. Sin meternos a
diferencias psicológicas entre criminalidad y delincuencia, diremos que
esta última consiste en una serie de actos similares que, en su
conjunto, dañan de alguna manera a la sociedad y, en consecuencia,
al individuo, sea éste la víctima o el victimario, indistintamente.
Dejaríamos incompletos estos apuntes, si no estudiamos
someramente a algunos grupos de delincuencia y algunos tipos de
delincuencia que se suscitan en lugares en los que habríamos de
suponer, que no suceden. Tales son los internados escolares, las
prisiones y los cuarteles.
a).- Internados.
366
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
367
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
b).- El ejército.
368
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
c).- Prisiones.
369
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
370
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
371
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
372
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
373
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
374
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
375
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
376
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
377
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
378
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
J – Delincuencia Juvenil:
379
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
380
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
381
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
382
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
383
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
384
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
385
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
386
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
III
HISTORIAS CUASI
CLÍNICAS
387
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
388
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
389
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
JUAN BUEN
390
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
391
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
392
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
393
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
HENRI SKILLER
394
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
395
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
396
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
397
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
“LA ZORRA”
398
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
ser nativo del Estado de Jalisco, sin que precisara el lugar ni la fecha;
que se había ido de la casa paterna porque sus padres lo maltrataban
continuamente y que había llegado a la capital poco antes. El motivo
del pleito fue por la posesión de un “carrujo” de marihuana. Del
archivo, al obtener sus huellas dactilares, se encontró el expediente
anterior y cuando le inquirieron de la contradicción con sus primeras
declaraciones se encerró en un mutismo del que ya no hubo manera
de sacarlo. Purgó una nueva sentencia y completó la anterior, y por su
edad, hubo de ser enviado nuevamente al orfelinato, del que, a pesar
de todas las precauciones que se tomaron, volvió a huir.
Esta vez tardaron algunos años en detenerlo de nuevo, por
habérsele encontrado, en una razia, al billar en que se encontraba,
una pistola perteneciente al ejército. Del interrogatorio pudo colegirse
que el arma era producto de un robo y que era, con toda seguridad,
aunque no pudo probársele nada, la que le servía para cometer otros
latrocinios. Su nueva declaración fue en el sentido de que había
vagado por diferentes ciudades de la república, trabajando en lo que
podía. Fue sentenciado a varios años de cárcel, esta vez por vagancia
y mal vivencia. Nuestro encuentro con él lo propició el director de la
Cárcel Preventiva de la Ciudad, mientras se encontraba sujeto a
proceso. En la prisión se fueron detectando hilos por conducto de
algunos presidiarios, conocidos suyos. A pesar de las declaraciones
más o menos veladas de los reclusos, él nunca acepto haber sido
asaltante de residencias. Fue verdaderamente imposible determinar si
tenía algún domicilio fijo. Su mutismo era hermético y ese hermetismo
lo solapaba una inteligencia aguda y práctica, que le permitía eludir
hábilmente toda respuesta directa.
399
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
400
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
401
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
402
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
403
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
404
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
“LA EXTRANJERA”.
405
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
406
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
407
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
resultó positivo. Nacho debió sentir temor por lo que pudiera hacer,
con el tiempo, una mujer de su condición, temor que nunca nos
comunicó y el que, cuando alguno de nosotros lo esbozó, rechazó de
inmediato. Ella, a su vez, debió temer que solamente fuera un capricho
de su compañero, el que podría abandonarla cuando el capricho
pasara. Los dos vivieron su mancebía en extrema estrechez, pues los
padres del galán le retiraron todo su apoyo económico y hasta la
familiaridad a partir del momento en que decidieron vivir juntos. Con lo
que Nacho ganaba, sostenía su hogar y sus estudios, los que no
abandonó ni en las circunstancias más adversas. Durante ese tiempo,
con frecuencia nos invitaban a cenar en su departamento, al que
asistimos con cierta reticencia, ya que no es agradable estar con la
mujer de un amigo cuando ésta ha sido la amante de turno. En tres
años tuvieron tres hijos, una mujercita y dos varones, pero en el último
de los partos, “La extranjera” estuvo en peligro de muerte y ambos
decidieron no volver a tener hijos.
En un lapso de tiempo muy corto, Nacho nos invitó a tres
celebraciones seguidas: El bautizo del tercero de sus vástagos, su
recepción profesional y su matrimonio, al que tuvimos el gusto de ver
presentes a los familiares de nuestro amigo, que reconocieron con el
tiempo, las cualidades de “La Extranjera”.
Como es natural en las relaciones humanas, a pesar del cariño
que los individuos se profesen, la vida los aleja y así sucedió en
nuestro caso. Cada cual, al término de sus estudios, fue tomando un
camino diferente a pesar de que todos estudiamos la misma carrera.
Al principio procuramos reunirnos, si no con la frecuencia de antes, si
algunas veces, lo que sucedía en la cercanía de la Navidad, todos los
408
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
“GLORIA”.
409
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
410
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
411
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
412
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
413
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
414
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
415
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
416
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
A MANERA DE
CONCLUSIONES
417
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
418
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
419
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
420
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
421
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
422
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
423
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
424
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
425
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
426
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
427
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
428
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
429
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
430
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
431
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
Este
Libro se terminó
De imprimir en los
Talleres gráficos de la
Editorial inexistencia, S.A.
En la ciudad de
Tehuacán, Pue.
El día domingo
18-VII-2010
432
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA BULMARO BERRUECOS Y ROSAS
433