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Valerio J., Miguel Ernesto (2015) NUEVAS TENDENCIAS PENALES - Técnicas de litigación y
lenguaje procesal: forma y fondo del juicio oral. Revista Gaceta Judicial [Online], consultado
el día 10/08/2015, desde http://www.gacetajudicial.com.do/tendencias-penales/tecnicas-de-
litigacion.html
El presente artículo tiene por objeto analizar el aporte de las técnicas de litigación al foro procesal
y de los retos pendientes de la reforma para llegar a niveles aceptables en la región sobre la
solución de conflictos penales.
En estos días he estado estudiando las técnicas de litigación en un juicio penal. Estas
técnicas provenientes, principalmente, de los Estados Unidos, ordenan el debate en un
proceso acusatorio y cortan un poco con la retórica histórica procesal en nuestro país, al
eliminar la parte barroca del Derecho y concentrarse en la esencia del conflicto dirimido
en el litigio
No podemos negar que estas técnicas especializan el litigio penal y eliminan un poco
la todología nacional, al hacer el ejercicio más técnico y especializado, a la vez que
acortan tiempos y otorgan justicia rápida a las partes envueltas en un proceso.
Pese a ello, el avance ha sido únicamente en cuanto a la forma del juicio, la que sin
duda se ha ordenado, pero quedan aún grandes retos en cuanto a las posiciones de la
teoría del proceso y de la dogmática jurídico-penal para completar la obra iniciada con
las técnicas de litigación.
La teoría del caso con sus tres proposiciones fácticas, jurídicas y probatorias ordena
desde el inicio el debate. Ello permite verificar un escenario común entre las partes, en
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que ambas tienen que fijar posiciones sobre cada proposición, lo que trae como
consecuencia que el juzgador pueda determinar en el juicio qué argumento tiene mayor
peso jurídico y qué pruebas avalan esta situación, punto fundamental en un sistema
procesal acusatorio.
Esta teoría del caso no es sólo aplicable a la parte oral del juicio, sino que las partes
deben invocarlas en sus respectivos escritos. Así, la querella consignada en los actos
iniciales del proceso debe cumplir con los siguientes requisitos establecidos en el
artículo 268 numerales 3 y 4 del Código Procesal Penal: (3) “El relato circunstanciado
del hecho, sus antecedentes o consecuencias conocidos, si es posible, con la
identificación de los autores o cómplices y (4) El detalle de los datos o de los elementos
de prueba […]”.
Ello demuestra que, en cuanto a la forma, la teoría del caso ordena el litigio y no sólo
sus proposiciones son utilizadas en la fase oral, sino también en los actos iniciales
(querella) e inclusive en los actos conclusivos de la investigación (acusación). A esta
parte la denominamos fase formal del proceso, el litigio en el plenario, pero todavía
falta llenar de contenido de estas tres proposiciones y es ahí donde observo mayor
debilidad, principalmente en la proposición jurídica.
En el plenario también se están aplicando, todavía con cierta ayuda de los jueces, las
formas del interrogatorio y contrainterrogatorios. Por eso, ciertamente, estamos llegando
a un sistema acusatorio puro. No obstante esta situación, que la considero un gran
avance, seguimos descuidando en demasía la proposición jurídica, olvidándonos la
mayoría de las veces de la esencia del proceso, que es la argumentación jurídica del
fondo. En este orden de ideas, la legislación procesal es clara en cuanto a que los
incidentes son meros obstáculos en el camino para arribar al fondo, artículo 305 del
Código Procesal Penal: “[…] El juicio no puede ser pospuesto por el trámite o
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resolución de estos incidentes […]”.
En fin, la teoría del caso y las técnicas de litigación son la forma del lenguaje, no así el
fondo, la discusión jurídica de las estrategias de la acusación y la defensa.
Muy de nosotros, los dominicanos, es resaltar aquellas personas que tienen un uso
apropiado del lenguaje. La teoría del caso nos obliga a utilizar un lenguaje preciso y
conciso relacionado específicamente con los hechos y las pruebas del expediente.
Estos argumentos corresponden básicamente a la regla primaria de toda norma jurídico
penal, es decir, aquella que el legislador dirige al ciudadano al señalarle las conductas
prohibidas (acción) o las obligaciones de actuar conforme al Derecho ante determinadas
situaciones (omisiones). En un sistema acusatorio se deben tener las pruebas que
demuestren las acciones u omisiones consignadas en los tipos penales.
Por su parte, la argumentación jurídica (teoría jurídica del caso) subsume la conducta
en el tipo penal correspondiente. Esta teoría jurídica de las partes es sopesada por el
juez apoderado, único ciudadano a quien va dirigida la norma secundaria: aplicar el
derecho. Las partes en sus argumentos, en el estado actual de la legislación procesal
penal, deben utilizar las categorías básicas de la teoría del delito para la evaluación
jurídica de un hecho punible: tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad. Adicionalmente, las
partes pueden utilizar, como medios de defensa, excepciones o incidentes propios del
ámbito procesal penal. Ambas situaciones, la defensa del fondo como la posibilidad de
utilizar las excepciones, constituyen la parte del fondo del lenguaje.
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razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos”; es decir, fallo en la teoría
probatoria del caso.
Así, la normativa procesal es lógica y por ende no podemos conformarnos con la parte
formal del lenguaje, sino con su contenido, es decir, el fondo que se obtiene con un
sustrato repleto de buen contenido jurídico procesal y material penal.
CONCLUSIÓN
En fin, vemos cómo, si no formulamos una teoría del caso con sus tres proposiciones, el
juicio penal, forma del lenguaje procesal, no podrá prosperar las pretensiones penales
de la acusación porque se dictara auto de no apertura a juicio o en su caso sentencia
absolutoria, pero aún así esto es sólo técnica.
En este orden de ideas, falta llenar de contenido, fondo del lenguaje procesal, la
estrategia con sólidos argumentos jurídicos basados en defensa de excepciones
(incidentes procesales con buena teoría del proceso) y derecho penal material, con
análisis de imputación objetiva y subjetiva elaboradas en la teoría del delito.
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Definición
Principio que obliga a que las prácticas del juicio de pruebas, y toda participación se
realice de forma oral, las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente. [2]
Dificultad
Excepciones
1) Los informes, las pruebas documentales y las actas que el CPP expresamente
prevé;
2) Las actas de los anticipos de prueba, sin perjuicio de que las partes soliciten la
comparecencia personal del testigo;
3) Los informes de peritos, sin perjuicio de que deban concurrir para explicar las
operaciones técnicas realizadas y las conclusiones a que han llegado;
Supuestos de la Excepción
Doctrina
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ORDOÑEZ S., David. UREÑA N., Miguelina. MORICETE F., Bernabel, et. alii. El
Recurso de Amparo. Santo Domingo: Escuela Nacional de la Judicatura.
2006. 358 p.
Referencia
1. ↑ República Dominicana [Leyes] Ley No. 76-02 del 19 de julio del 2002, que
establece el Código Procesal Penal. Publicado en la Gaceta Oficial No.10170
2. ↑ República Dominicana [Leyes] Ley No. 76-02 del 19 de julio del 2002, que
establece el Código Procesal Penal. Publicado en la Gaceta Oficial No.10170
(Artículo 311-312)
3. ↑ Republica Dominicana [Constitución] Constitución de la República
Dominicana. Promulgado el 6 de Noviembre de 1844. publicada por decreto del
Poder Ejecutivo No.22 del 18 de Noviembre de 1844. ultima Modificacion votada
y Proclamada por la Asamblea Nacional el 25 de julio del 2002. Promulgada por
el Poder Ejecutivo el 17 de Noviembre de 2003. Gaceta Oficial No.
102400.(Artículo 8.2.j).
4. ↑ Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos(artículos 14).
5. ↑ La Convención Americana de Derechos HumanosGaceta Oficial No. 9460 del
11 de febrero de1978. (Artículo 8.1 )
Bibliográfica
GÓMEZ H., Darío. Vocablos y Conceptos del Código Procesal Penal. Santo
Domingo: Comisionado de Apoyo a la Reforma y Modernización de la Justicia,
2007. 108p.