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NUEVAS TENDENCIAS PENALES - Técnicas de litigación y

lenguaje procesal: forma y fondo del juicio oral


Documento elaborado por:

Valerio J., Miguel Ernesto (2015) NUEVAS TENDENCIAS PENALES - Técnicas de litigación y
lenguaje procesal: forma y fondo del juicio oral. Revista Gaceta Judicial [Online], consultado
el día 10/08/2015, desde http://www.gacetajudicial.com.do/tendencias-penales/tecnicas-de-
litigacion.html

Selmo, Elizabeth (2009) La Oralidad. Escuela Nacional de la Judicatura. [Documento Online].


Consultado el día 15/08/2015, desde http://www.enj.org/wiki/index.php5?title=Oralidad

El presente artículo tiene por objeto analizar el aporte de las técnicas de litigación al foro procesal
y de los retos pendientes de la reforma para llegar a niveles aceptables en la región sobre la
solución de conflictos penales.

En estos días he estado estudiando las técnicas de litigación en un juicio penal. Estas
técnicas provenientes, principalmente, de los Estados Unidos, ordenan el debate en un
proceso acusatorio y cortan un poco con la retórica histórica procesal en nuestro país, al
eliminar la parte barroca del Derecho y concentrarse en la esencia del conflicto dirimido
en el litigio

No podemos negar que estas técnicas especializan el litigio penal y eliminan un poco
la todología nacional, al hacer el ejercicio más técnico y especializado, a la vez que
acortan tiempos y otorgan justicia rápida a las partes envueltas en un proceso.

Pese a ello, el avance ha sido únicamente en cuanto a la forma del juicio, la que sin
duda se ha ordenado, pero quedan aún grandes retos en cuanto a las posiciones de la
teoría del proceso y de la dogmática jurídico-penal para completar la obra iniciada con
las técnicas de litigación.

TEORÍA DEL CASO E INICIO DE UN JUICIO ORGANIZADO. ASPECTOS


FORMALES DEL LENGUAJE PROCESAL

Un dominicano y un colombiano hablan perfectamente el castellano. Pero nadie duda


que los colombianos tienen el mejor castellano parlante de la región de la América
Latina, e incluso que ciertas regiones de España, donde estudios sobre la forma del
lenguaje han establecido que Castilla La Vieja es la región en que se habla un
castellano más correcto. Pues lo mismo sucede con la técnica de litigación y su punto
fundamental: la teoría del caso.

La teoría del caso con sus tres proposiciones fácticas, jurídicas y probatorias ordena
desde el inicio el debate. Ello permite verificar un escenario común entre las partes, en

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que ambas tienen que fijar posiciones sobre cada proposición, lo que trae como
consecuencia que el juzgador pueda determinar en el juicio qué argumento tiene mayor
peso jurídico y qué pruebas avalan esta situación, punto fundamental en un sistema
procesal acusatorio.

Esta teoría del caso no es sólo aplicable a la parte oral del juicio, sino que las partes
deben invocarlas en sus respectivos escritos. Así, la querella consignada en los actos
iniciales del proceso debe cumplir con los siguientes requisitos establecidos en el
artículo 268 numerales 3 y 4 del Código Procesal Penal: (3) “El relato circunstanciado
del hecho, sus antecedentes o consecuencias conocidos, si es posible, con la
identificación de los autores o cómplices y (4) El detalle de los datos o de los elementos
de prueba […]”.

Es obvio que el numeral 3 se refiere claramente a la teoría fáctica, pero también a la


jurídica, pues las consecuencias conocidas desde mi óptica se refieren a lo único que
puede conocerse en un juicio penal: la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico, es
decir, el contenido material de la antijuridicidad penal. En cuanto al numeral 4, se refiere
a la parte probatoria, parte que por cierto debe probar no sólo la teoría fáctica del caso
sino la teoría jurídica, pues como todos sabemos la prueba demuestra la questis juris y
la questis factis de un caso penal.

Adicionalmente, el Ministerio Público al formular la acusación también formula su teoría


del caso que puede diferir de la contenida en la querella. En este orden de ideas, el
artículo 294 del Código Procesal Penal establece que la acusación debe contener:
artículo 294, numeral 2, “relación precisa y circunstanciada del hecho punible […],
(Proposición fáctica)”; numeral 5: “La calificación jurídica del hecho punible (Proposición
Jurídica)”; numeral 3: “La fundamentación de la acusación, con los elementos de prueba
que la motivan”; y 5 “El ofrecimiento de prueba […]” (Proposición probatoria). Estas
reglas también aplican a la acusación alternativa de la víctima querellante consignada
en el artículo 295 del Código Procesal Penal.

Ello demuestra que, en cuanto a la forma, la teoría del caso ordena el litigio y no sólo
sus proposiciones son utilizadas en la fase oral, sino también en los actos iniciales
(querella) e inclusive en los actos conclusivos de la investigación (acusación). A esta
parte la denominamos fase formal del proceso, el litigio en el plenario, pero todavía
falta llenar de contenido de estas tres proposiciones y es ahí donde observo mayor
debilidad, principalmente en la proposición jurídica.

En el plenario también se están aplicando, todavía con cierta ayuda de los jueces, las
formas del interrogatorio y contrainterrogatorios. Por eso, ciertamente, estamos llegando
a un sistema acusatorio puro. No obstante esta situación, que la considero un gran
avance, seguimos descuidando en demasía la proposición jurídica, olvidándonos la
mayoría de las veces de la esencia del proceso, que es la argumentación jurídica del
fondo. En este orden de ideas, la legislación procesal es clara en cuanto a que los
incidentes son meros obstáculos en el camino para arribar al fondo, artículo 305 del
Código Procesal Penal: “[…] El juicio no puede ser pospuesto por el trámite o

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resolución de estos incidentes […]”.

En fin, la teoría del caso y las técnicas de litigación son la forma del lenguaje, no así el
fondo, la discusión jurídica de las estrategias de la acusación y la defensa.

FALLO DE LA TEORÍA DEL CASO, MALA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA, FONDO


DEL LENGUAJE

Muy de nosotros, los dominicanos, es resaltar aquellas personas que tienen un uso
apropiado del lenguaje. La teoría del caso nos obliga a utilizar un lenguaje preciso y
conciso relacionado específicamente con los hechos y las pruebas del expediente.
Estos argumentos corresponden básicamente a la regla primaria de toda norma jurídico
penal, es decir, aquella que el legislador dirige al ciudadano al señalarle las conductas
prohibidas (acción) o las obligaciones de actuar conforme al Derecho ante determinadas
situaciones (omisiones). En un sistema acusatorio se deben tener las pruebas que
demuestren las acciones u omisiones consignadas en los tipos penales.

Por su parte, la argumentación jurídica (teoría jurídica del caso) subsume la conducta
en el tipo penal correspondiente. Esta teoría jurídica de las partes es sopesada por el
juez apoderado, único ciudadano a quien va dirigida la norma secundaria: aplicar el
derecho. Las partes en sus argumentos, en el estado actual de la legislación procesal
penal, deben utilizar las categorías básicas de la teoría del delito para la evaluación
jurídica de un hecho punible: tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad. Adicionalmente, las
partes pueden utilizar, como medios de defensa, excepciones o incidentes propios del
ámbito procesal penal. Ambas situaciones, la defensa del fondo como la posibilidad de
utilizar las excepciones, constituyen la parte del fondo del lenguaje.

Así, podríamos hablar de que las técnicas de litigación constituyen la forma de


lenguaje utilizado en el foro procesal y la argumentación jurídica el fondo o contenido
de los mensajes transmitidos a los jueces en el foro judicial. Desde nuestra óptica, no
podemos dudar que la forma ha sido un gran paso de avance, pero aún debemos
aprender a llenar esta buena forma de argumentación, de contenidos jurídicos
procesales y materiales de fondo tecnificados. De nada vale saber hablar en la forma
cuando nuestros argumentos se encuentran desprovistos de contenidos en el fondo.

Las técnicas de litigación se encuentran en desarrollo y no podemos realizar las


mismas sin una sólida argumentación jurídica que completen la teoría del caso. De
resultar la teoría del caso insuficiente por mala formulación de sus proposiciones
fácticas, jurídicas y probatorias, la parte puede ser sancionada por disposición de la
norma procesal y el Juez de la Instrucción puede dictar auto de no ha lugar cuando:
Artículo 304, numeral (1) “El hecho no se realizó o no fue cometido por el imputado;”
auto de no ha lugar fundamentado en la teoría fáctica; Artículo 304, numeral (2) “El
hecho no constituye un hecho penal”, mal análisis jurídico de los hechos y por ende falta
de subsunción en el tipo penal correspondiente de la conducta imputada; y finalmente
en su numeral (5), el artículo 304 ordena al juez dictar auto de no ha lugar cuando: “Los
elementos de prueba resulten insuficientes para fundamentar la acusación y no exista

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razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos”; es decir, fallo en la teoría
probatoria del caso.

Adicionalmente, y en términos similares, el Juez o jueces del fondo dicta sentencia


absolutoria cuando: Artículo 337, numeral (1) “No se haya probado la acusación o ésta
haya sido retirada en juicio”; si la norma procesal se refiere a la acusación, quiere decir
que la teoría del caso ha fracasado en todas o una de sus partes (proposición fáctica,
jurídica y probatoria); numeral (2) “La prueba aportada no sea suficiente para establecer
la responsabilidad penal”, en esta situación es obvio que se refiere a la teoría probatoria;
(3) “No pueda ser demostrado que el hecho existió o cuando éste no constituye un
hecho punible o el imputado no participó en él”, aquí se dicta sentencia absolutoria por
falta en la teoría probatoria, en la fáctica y en la jurídica pues si el hecho no es punible
nos estaríamos refiriendo a que en la especie no existió delito (hecho típico, antijurídico
y culpable).

Así, la normativa procesal es lógica y por ende no podemos conformarnos con la parte
formal del lenguaje, sino con su contenido, es decir, el fondo que se obtiene con un
sustrato repleto de buen contenido jurídico procesal y material penal.

CONCLUSIÓN

El Código Procesal Penal ha realizado grandes aportes a la cultura jurídica


dominicana; se ha cambiado de un modelo inquisitivo a uno acusatorio. Ello provoca
una mayor participación de los sujetos procesales en lograr sus objetivos en el seno
procesal. Para lograr esta finalidad es utilizada la estrategia procesal, fundamentada en
la teoría del caso. La teoría del caso organiza el litigio y elimina la parte barroca del
proceso, tecnificando la materia penal. Aun así, falta mucho todavía en la interpretación
de la normativa procesal y más aún en el uso de la teoría del delito que trae mayor
seguridad jurídica.

El reto ahora es llenar de contenido estas técnicas de litigación, y saber que la


proposición probatoria y jurídica es técnica procesal y jurídica; basta ya de argumentar
únicamente de manera fáctica y sin argumentación jurídica.

En fin, vemos cómo, si no formulamos una teoría del caso con sus tres proposiciones, el
juicio penal, forma del lenguaje procesal, no podrá prosperar las pretensiones penales
de la acusación porque se dictara auto de no apertura a juicio o en su caso sentencia
absolutoria, pero aún así esto es sólo técnica.

En este orden de ideas, falta llenar de contenido, fondo del lenguaje procesal, la
estrategia con sólidos argumentos jurídicos basados en defensa de excepciones
(incidentes procesales con buena teoría del proceso) y derecho penal material, con
análisis de imputación objetiva y subjetiva elaboradas en la teoría del delito.

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Definición

Principio que obliga a que las prácticas del juicio de pruebas, y toda participación se
realice de forma oral, las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente. [2]

Dificultad

Quien durante la celebración del juicio presente dificultad de comunicación en el idioma


castellano, formulará sus preguntas, observaciones y respuestas por escrito o por
medio de un intérprete, las cuales son leídas y traducidas de modo que resulten
entendibles para los presentes. En caso de que la víctima o el imputado padezcan de
sordera o no comprenda el idioma castellano, el tribunal dispone que sea asistido por
un intérprete con el objeto de que le transmita las actuaciones de la audiencia. La
oralidad está íntimamente unida a la publicidad del proceso, publicidad no sólo para las
partes, sino también para todos los concurrentes al juicio.[3] [4][5]

La oralidad se aplica en todo estado del procedimiento en que sea necesaria la


celebración de una vista para la resolución de un asunto propuesto.

Excepciones

La norma procesal penal permite incorporar al juicio por lectura:

1) Los informes, las pruebas documentales y las actas que el CPP expresamente
prevé;

2) Las actas de los anticipos de prueba, sin perjuicio de que las partes soliciten la
comparecencia personal del testigo;

3) Los informes de peritos, sin perjuicio de que deban concurrir para explicar las
operaciones técnicas realizadas y las conclusiones a que han llegado;

4) Las declaraciones de co-imputados que se encuentren en rebeldía, registrada.

Supuestos de la Excepción

1) La dificultad extrema o imposibilidad de practicar la prueba en el acto del juicio;

2) La imposibilidad material de que la persona a prestar declaraciones comparezca al


juicio.

Doctrina

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 ORDOÑEZ S., David. UREÑA N., Miguelina. MORICETE F., Bernabel, et. alii. El
Recurso de Amparo. Santo Domingo: Escuela Nacional de la Judicatura.
2006. 358 p.

 BAUTISTA DEL CASTILLO, Norma. BEARD GÓMEZ,Miguelina de Jesús.


HOUED VEGA,Mario.et.alli.Proceso Penal Acusatorio en la República
DominicanaSanto Domingo: Escuela Nacional de la Judicatura. 2002. 454p.

 OLIVARES G.,Felix Damián. MORENO, Guillerm. BAUTISTA DE


CASTILLO,Norma.et. Alli.Contitucionalización del Proceso Penal.Santo
Domingo:Proyecto de Fortalecimiento del Poder Judicial.2002. 487p.

 BINDER, Alberto. NIETO GADEA,Daniel. GONZÁLEZ ÁLVAREZ,Daniel.et alii.


Derecho Procesal Penal.Santo Domingo: Editora Amigo del Hogar, Primera
Edición. 2006. Reimpresión 2007. 626p.

Referencia

1. ↑ República Dominicana [Leyes] Ley No. 76-02 del 19 de julio del 2002, que
establece el Código Procesal Penal. Publicado en la Gaceta Oficial No.10170
2. ↑ República Dominicana [Leyes] Ley No. 76-02 del 19 de julio del 2002, que
establece el Código Procesal Penal. Publicado en la Gaceta Oficial No.10170
(Artículo 311-312)
3. ↑ Republica Dominicana [Constitución] Constitución de la República
Dominicana. Promulgado el 6 de Noviembre de 1844. publicada por decreto del
Poder Ejecutivo No.22 del 18 de Noviembre de 1844. ultima Modificacion votada
y Proclamada por la Asamblea Nacional el 25 de julio del 2002. Promulgada por
el Poder Ejecutivo el 17 de Noviembre de 2003. Gaceta Oficial No.
102400.(Artículo 8.2.j).
4. ↑ Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos(artículos 14).
5. ↑ La Convención Americana de Derechos HumanosGaceta Oficial No. 9460 del
11 de febrero de1978. (Artículo 8.1 )

Bibliográfica

 GÓMEZ H., Darío. Vocablos y Conceptos del Código Procesal Penal. Santo
Domingo: Comisionado de Apoyo a la Reforma y Modernización de la Justicia,
2007. 108p.

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