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Carbohidratos en vacas
lecheras
Clases de Carbohidratos
Los carbohidratos son la fuente más importante de energía y los
principales precursores de grasa y azúcar (lactosa) en la leche de la
vaca. Los microorganismos en el rumen permiten a la vaca obtener
energía de los carbohidratos fibrosos (celulosa y hemicelulosa) que son
ligados a la lignina en las paredes de las células vegetales.
La fibra es voluminosa y se retiene en el rumen donde la celulosa y la
hemicelulosa fermentan lentamente. Mientras que madura la planta, el
contenido de lignina de la fibra incrementa y el grado de fermentación
de celulosa y hemicelulosa en el rumen se reduce.
La presencia de fibra en partículas largas es necesaria para estimular
la rumia. La rumia aumenta la separación y fermentación de fibra,
estimula las contracciones del rumen y aumenta el flujo de saliva hacia
el rumen.
La saliva contiene bicarbonato de sodio y fosfatos que ayudan a
mantener el contenido del rumen en un pH casi neutro. Las
raciones que no tienen fibra suficiente producen un porcentaje bajo de
grasa en la leche y contribuyen a desordenes tales como
desplazamiento del abomaso y acidosis.
Los carbohidratos no-fibrosos (almidones y azucares) fermentan
rápidamente y completamente en el rumen. Estos incrementan la
densidad de energía en la dieta, mejorando el suministro de energía y
determinando la cantidad de proteína bacteriana producida en el
rumen.
Sin embargo, los carbohidratos no-fibrosos no estimulan la rumia o la
producción de saliva y cuando se encuentran en exceso pueden inhibir
la fermentación de fibra.
Bancos de proteínas
Las leguminosas tienen mayores contenios de proteínas, calcio y fósforo,
buen nivel de vitaminas A, del complejo B, C y D y mayor digestibilidad en
comparación con las gramíneas. Ellas enriquecen el suelo con nitrógeno,
mediante la fijación biológica de éste elemento presente en la atmósfera,
que puede servir como fertilización natural
a las gramíneas acompañantes.
Los bancos de proteínas son áreas compactas de leguminosas solas o
asociadas con gramíneas, ubicadas cerca de la nave de sombra. La siembra
de estas plantas (Leucaena, Morera, Piñon de pito, entre otras) se realiza en
franjas. La época de siembra debe concidir con las condiciones climáticas
más favorables, el mejor crecimiento de las leguminosas y la menor presencia
de malezas, plagas o enfermedades que pueden comprometer el crecimiento
inicial de la planta.
Alimentación de cabras
Al formular dietas para cabras hay que considerar el tipo de cabra y el
producto requerido. Se distinguen 3 tipos básicos de cabras:
Necesidades nutricionales
Existe poca información de los requerimientos de caprinos. Señalaremos
algunos aspectos importantes para los caprinos en condiciones tropicales.
c) Amamantamiento en la cabra
Las madres salen al pastoreo y las crías se quedan estabuladas, terminado
el período calostral, preferiblemente en lugares altos y aislados del suelo,
para evitar las infecciones parasitarias. A los 30 días salen al pastoreo con
sus madres.
El suministro de heno y forraje, desde las dos primeras semanas de vida de
las crías, favorece el desarrollo de la panza y con ello, la capacidad para
digerir otros alimentos (pasto, pienso) lo que reduce la dependencia del
suministro de leche.
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En partos múltiples, el ordeño de la cabra comienza a los 30 días posteriores
al mismo. Si el parto es simple, el criador debe valorar si el crecimiento del
cabrito es lo suficiente adecuado como para poder comenzar a ordeñar la
cabra antes de los 30 días.
• El forraje debe ser colocado en peines, siempre separado del suelo, porque
una vez pisoteado las cabras no lo consumen.
• Es frecuente que rechacen los alimentos con olores fuertes, así como el
agua de beber cuando no existe una buena higiene de los recipientes.
• El frente de comedero, tanto para peines (donde se colocan los forrajes) así
como comederos para concentrados (piensos) sera:
Recuerde que:
Leche Caprina
La leche de cabra, es considerada como el alimento más completo que existe
en la naturaleza, principalmente por el valor biológico de sus constituyentes.
Una definición común es “la leche es el líquido segregado por las hembras de
los mamíferos a través de la glándula mamaria, cuya finalidad básica es
alimentar a su cría durante un determinado tiempo; su importancia se basa
en su alto valor nutritivo, ya que sus componentes se encuentran en la forma
y en las proporciones
adecuadas, de tal manera que la leche de cada especie animal repre
senta el alimento balanceado y propio para sus correspondientes crías”
(SAGARPA, 2005).
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La leche de cabra es un líquido blanco mate (por la ausencia de car
otenos) que
mantiene en emulsión lípidos en glóbulos grasos, en suspensión caseí
nas ligadas a sales minerales no disueltas y en solución sales minerales,
proteínas solubles y lactosa (Buxadé, 1996).
La Raza de la Cabra
La diferencia de producción expresada por cada raza está determinada en
parte por el
proceso de selección, así como por efectos acumulados debidos al az
ar en sus frecuencias génicas (Palma, 1995).
Montaldo et. al., 1981, demostraron que la raza de
cabras influye en la producción láctea, al obtener en una curva de
lactación de 300 días, 665 Kg en raza Alpina y 709 Kg en raza Saanen,
siendo notoria la diferencia, según el genotipo utilizado, a favor de la Saanen
y en segundo término para la Alpina; esto indica que la diferencia en cada
raza con respecto a la producción de leche, está determinada en el proceso
de selección, aunque, seleccionar por el tamaño de la cabra sin considerar la
producción, conduce a disponer de animales que resultan menos económicos
debido a sus exigencias elevadas para el mantenimiento.
Asimismo, dichos autores realizaron mediciones sobre la capacidad genética
de las cabras de México, indicando que el potencial para la producción de
leche se mejora por medio de cruzas absorbentes de la cabra
criolla mayoritariamente Granadina con distintas razas especializadas (
Nubia, Toggenburg, Saanen y Alpina).
La obtención del primer parto al año, mejor que a los dos años como se realiza
en algunos casos, permite un mejor aprovechamiento del animal; no
obstante, para respetar la regla del peso mínimo de 30 Kg en el primer
servicio, las cabras jóvenes son
cubiertas generalmente un poco más tarde que las cabras adultas, lo
cual trae como consecuencia una diferencia de alrededor de un mes en la
fecha de los partos, y de hecho la lactación de la cabra joven se acorta, lo
que explica en parte su menor producción (Quittet, 1986).
En contraparte, Galina, 1992 informa que cuando las hembras primalas tienen
su primer parto entre los 12 y 15 meses de edad, con un peso para Alpinas
lecheras de 35 a 40 Kg, su primera lactación alcanza del 50 al 60% de su
potencial adulto de producción, mientras que cuando son primalas de
segundo año, con un peso al parto más cercano al peso adulto (de 45 a 50
kg), pueden alcanzar hasta el 80 o 90% de su producción adulta en su primera
lactancia.
Selección de animales.
La necesidad de una mejora genética metódica de las tasas de materia
nitrogenada y grasa es, por tanto, un trabajo de larga duración, al cual debe
dedicarse cada productor, dejando como renovadores únicamente a los
jóvenes machos y cabritas obtenidos de padres y abuelos cuya leche
presentaba una riqueza, en materia grasa y en nitrógeno, superior a la media
del rebaño y mejor todavía, si es posible, que los reproductores presentaran
un índice favorable después de la prueba de descendencia (Quittet, 1986).
Fotoperiodo de la cabra.
El ciclo sexual de la cabra está ligado al fotoperiodo; es decir, a la duración
de la luz diurna. La cabra es un animal poliéstrico estacional con ovulación
espontánea con un promedio de 20 a 21 días.
Condiciones de cría.
Es el conjunto de elementos que componen el medio en el que se
desenvuelve el animal. En este conjunto, independientemente de la
alimentación y de los aspectos sanitarios, se encuentran las condiciones de
alojamiento, clima, entretenimiento, cuidados, calidad de la mano de obra,
etc. Para proporcionar un rendimiento máximo, la cabra debe ser colocada
en buenas condiciones; según Agraz, 1989, entre ellas se debe tomar en
cuenta las siguientes:
Temperatura: tiene un efecto marcado, puesto que produce estrés térmico y
disminución de la producción de leche. La temperatura ideal en cabras tipo
lechero es de 16 a 22 °C.
Precipitación pluvial: las lluvias guardan estrecha relación con la hume
dad y la temperatura atmosférica. La intensidad, duración y frecuencia de
las lluvias combinadas con otros factores, influyen sobre el organismo. Se
recomienda el ambiente subhúmedo (de 600 a 800 m. m.).
Nubosidad: determina directamente la probabilidad de lluvia y el número de
días con ella; disminuye los efectos de la radiación y facilita la alta producción
de leche.
Nebulosidad: abundante en nieblas, disminuye
los efectos de la radiación y produce cambios bruscos de temperatura.
Presión atmosférica: para que la influencia de la presión atmosférica determine
cambios o trastornos de consideración en el organismo animal, es necesario
que se presenten variaciones bruscas y amplias. En cuanto a la producción
de leche, una baja excesiva de la presión atmosférica, determina una
disminución de ella y un aumento en el porcentaje de grasa; reducción en el
número de glóbulos grasos y mayor tamaño de éstos.
Radiación solar: está comprobada su acción sobre el metabolismo, las cabras
consumen más alimento expuestos a la luz que a la sombra.
Vientos: el aire en movimiento constituye el viento, cuyo origen obedece a
desequilibrios de presión y de temperatura, producidos en la atmósfera.
Indirectamente actúa sobre los animales al influir sobre su alimentación.
Tiene mucha importancia en el problema de adaptación al calor o en relación
separada o combinada del calor con el rendimiento.
El viento ligero y suave, favorece la salud y productividad de las cabras; en
contraparte, el viento helado ocasiona graves trastornos respiratorios, baja
de producción y en ocasiones puede sobrevenir la muerte.
Alimentación de la cabra.
Entre los factores ambientales que más influyen en la producción de leche, la
nutrición es la más importante ya que su efecto es muy prolongado, de tal
forma que si se suplementa a partir del último tercio de la gestación de la
cabra, ello repercutirá en forma directa en la siguiente lactación.
Asimismo, se advierte un efecto positivo en la producción de leche, la
composición y la persistencia de la misma cuando se suplementa a las cabras
en el inicio y a mediados de la lactación, siendo menos marcado al final de la
misma (Agraz, 1989).
La cabra tiene una tendencia marcada de reponer reservas en el periodo de
secado, dichas reservas sirven para fomentar las altas necesidades en el
principio de la lactancia, es entonces normal que la cabra en ésta época
produzca mayor cantidad de leche que lo que corresponde al consumo de
nutrientes.
Ordeño de la cabra.
La calidad y número diario de ordeñas influye sobre la lactación. Un buen
ordeño, sea manual o mecánico, debe vaciar a fondo la mama, tanto para
extraer el máximo de leche como
para obtener la totalidad de materia grasa.
Un ordeño incompleto provoca un precoz agotamiento o secado y
favorece la aparición de mastitis. Generalmente las cabras lecheras se
ordeñan 2 veces al día; es decir, en la mañana (es en este horario en el que
las cabras producen mayor cantidad de leche, alrededor del 5% más que por
la tarde) y en la tarde (Quittet, 1986).
Por un ordeño adicional, se estimula la actividad de la mama y, por lo tanto,
existe aumento hasta en un 20% de la producción lechera; este efecto se
debe a la estimulación adicional de la pituitaria para producir mayor cantidad
de prolactina (Agraz, 1989). El mantenimiento de la producción de esta
hormona es factor importante para la persistencia.
El manejo del ordeño debe ser de tal manera que el animal no sienta molestia,
dolor, excitación o susto y, si es posible, inquietud. Todas las emociones que
provocan liberación de la adrenalina disminuyen el efecto de la oxitocina y
por lo tanto de la prolactina (Agraz, 1989).
La velocidad de secreción de la ubre se mide ordeñando cabras a intervalos
variables. Esta información muestra que la leche secretada por hora durante
el intervalo entre ordeños, es uniforme hasta que una presión relativamente
alta es alcanzada.