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Contexto del análisis de negocio y valoración usando estados financieros

Introducción
Los inversores y otros stakeholders usan los informes financieros para evaluar los planes y actuación de
las empresas y de los gerentes corporativos porque los estados financieros contienen muchos datos y
están disponibles para la mayoría de actividades económicas de las empresas públicas.

Dos modelos de mercado que se han utilizado para convertir los ahorros en inversión han sido las
economías centralizadas (socialista y comunista) y la economía de mercado. Las primeras consisten en
que las instituciones del gobierno gestionan los ahorros públicos y las inversiones que realizan en
empresas privadas. Este modelo no tuvo éxito, y la mayoría de estas economías adoptaron la economía
de mercado. Los mercados de capitales juegan un papel muy importante en la mayoría de países para
canalizar los recursos financieros de ahorradores a las empresas que necesitan capital.

Hay factores institucionales que hacen que los directores no compartan la información completa. Para
ello, los analistas externos tratan de crear “información interna” a partir de los estados financieros,
consiguiendo información valiosa sobre el estado real de la empresa y su futuro.

La importancia del informe financiero en los mercados de capitales


Asignar los ahorros a las oportunidades de inversión es un reto para cualquier economía. Las que logran
hacerlo bien, pueden apoyar nuevos negocios, fomentar la innovación y crear trabajo, lo que genera
riqueza a un buen ritmo.

Los ahorros están distribuidos entre las familias. Suelen haber nuevos emprendedores y empresas ya
establecidas que tratan de atraer esos ahorros para financiar sus nuevas ideas de negocio. Aunque tanto
los emprendedores como los ahorradores pueden hacer negocios juntos (los ahorradores invertir en los
emprendedores y así, éstos, reciben la financiación que necesitan) surge un problema: Los
emprendedores suelen tener mejor información sobre el valor de las inversiones, y tienen incentivos
para dar un valor mayor al real.

Estos problemas de información e incentivos pueden afectar al funcionamiento del mercado de


capitales. Suponiendo una situación en la que la mitad de las ideas de negocio son buenas y la otra
mitad son malas, si los inversores no pueden distinguir entre los dos tipos, los emprendedores con ideas
malas dirán que sus ideas son buenas. Los inversores valorarán ambas ideas a un nivel medio, lo que
penaliza a las ideas buenas. Los emprendedores con ideas buenas se verán afectados por los términos
de financiación, y por eso irán dejando el mercado de capitales, y la proporción de ideas malas
aumentará. Con el tiempo, van expulsando a las buenas ideas y los inversores dejan de confiar en el
mercado.
Los intermediarios financieros (bancos, fondos de pensiones, compañías aseguradoras…) y de la
información (auditores, analistas financieros, agencias de rating, la prensa financiera…) pueden evitar la
ruptura del mercado, porque 1) los primeros se enfocan en fondos acumulados de inversores
individuales, y analizan diferentes alternativas para invertir; y 2) los segundos se enfocan en informar a
los inversores e intermediarios financieros sobre la calidad de las alternativas de inversión. Ambos
aumentan el valor añadido, porque ayudan a los inversores a distinguir entre buenas y malas alternativas
de inversión.

En países donde los inversores individuales tienen más derechos para disciplinar a los emprendedores
con malas ideas (por ejemplo, UK) los inversores suelen tomar las decisiones de inversión por sí mismos.
Por eso, en esos lugares, los intermediarios de la información juegan un papel muy importante.

En países donde los inversores individuales apenas tienen derechos para disciplinar a los emprendedores
con malas ideas (por ejemplo, Europa Continental) los inversores suelen apoyarse en intermediarios
financieros, que son los que ofrecen la mayoría de fondos de financiación a los emprendedores y pueden
acceder a su información privada. Desde la década pasada, muchos países en Europa están adoptando
un modelo en el que los inversores sí están más protegidos frente a los emprendedores y las bolsas de
valores están mejor desarrolladas. En este modelo, los informes financieros juegan un papel
fundamental para el funcionamiento de los intermediarios (financieros y de la información). Los
intermediarios de la información mejoran la credibilidad de los informes financieros o analizan la
información en los resultados. Los intermediarios financieros confían en la información que aparece en
los resultados financieros para analizar oportunidades de inversión.

De la actividad empresarial a los resultados financieros


La actividad empresarial depende del entorno económico de la empresa (la industria en la que opera,
sus mercados de input y output, el marco legislativo) y de su propia estrategia. El sistema de contabilidad
de la empresa es un mecanismo que le permite seleccionar, medir y añadir información a los resultados
financieros. Los intermediarios que usen informes financieros para analizar las empresas deben tener
presente que los informes están influenciados por las actividades propias de la empresa y también por
su sistema de contabilidad. Características del sistema de contabilidad:

1. Contabilidad por lo devengado. Esta característica es fundamental. Los informes se preparan en


función de los devengos, y no del cash. Así pueden distinguirse los ingresos y gastos (que son
los que se utilizan para calcular el beneficio neto) del cash (pagos y cobros). Este tipo de
contabilidad da más información sobre las transacciones y sus consecuencias a lo largo del
tiempo, porque los informes se realizan de manera periódica.
2. Auditoría y estándares de contabilidad. La contabilidad por lo devengado depende en gran
medida de algunos supuestos, cuya responsabilidad recae principalmente sobre el director de
la empresa. Se espera que él realice estimaciones y supuestos correctos y prudentes, ya que
tiene un conocimiento profundo de su empresa. Los directores tienen incentivos para alterar los
beneficios haciendo supuestos sesgados. Los estándares de contabilidad, como las Normas
Internacionales de Información Financiera (NIIF, o International Financial Reporting Standards,
IFRS en inglés) que han sido adoptadas por más de 70 países, limitan las posibles alteraciones
que puedan realizar los directivos, y evitan que graben transacciones económicas similares a lo
largo del tiempo o entre empresas distintas. La auditoría, que se realiza por terceros, verifica la
integridad de los informes financieros, asegura que los directivos usen normas de contabilidad
de manera consistente en el tiempo y que las estimaciones son razonables. La auditoría mejora
la calidad de los datos contabilizados.

3. Estrategia de informe del director. Los directivos pueden dificultar a los inversores identificar
los fallos de la empresa si contabilizan de manera optimista o si limitan el alcance de la
información que comparten.

De los resultados financieros al análisis empresarial


Aunque los analistas externos no dispongan de la información completa, son más objetivos en evaluar
las consecuencias económicas de las decisiones de inversión y producción. El siguiente esquema
muestra cómo los intermediarios utilizan los resultados financieros para realizar un análisis de la
empresa, que consta de cuatro pasos: 1) análisis de la estrategia de la empresa, 2) análisis de la
contabilidad, 3) análisis financiero y 4) análisis prospectivo.
1. Análisis de la estrategia de la empresa. Implica analizar la industria en la que opera la empresa
y su estrategia para crear ventaja competitiva sostenible. Permite identificar los principales
impulsores de ganancias y riesgos de la empresa, y hacer suposiciones sensatas sobre el
desempeño futuro de la empresa.

2. Análisis de la contabilidad. Evaluando las políticas y resultados contables de la empresa, los


analistas pueden evaluar si se han alterado o no los resultados contables, y cuánto. En este paso
se deben deshacer las alteraciones que haya, y rehacer los números contables de la empresa
para crear resultados contables no sesgados, que mejorará la credibilidad del análisis financiero
(es el siguiente paso).

3. Análisis financiero. Permite evaluar el estado actual y pasado de la empresa, y su sostenibilidad


en el tiempo. El análisis debe ser sistemático y eficiente. Los análisis de ratios y los de flujos de
caja son las herramientas más comunes. Los ratios evalúan el rendimiento de los productos de
la empresa y las políticas financieras; los flujos de caja permiten estudiar la liquidez y la
flexibilidad financiera (una empresa tiene flexibilidad financiera, sí tiene facilidad para acudir al
mercado de capitales propios o ajenos, y es capaz de obtener financiación en buenas
condiciones).

4. Análisis prospectivo. La predicción y la valoración de los estados financieros permiten sintetizar


los análisis anteriores para hacer predicciones sobre el futuro de la empresa. El valor de una
empresa depende del rendimiento futuro de los flujos de caja, pero también se puede estimar
según el valor contable actual de las acciones de la empresa y el ROE (return on equity,
rentabilidad del capital). El análisis de los estados financieros puede añadir valor incluso cuando
los mercados de capitales ya sean eficientes, porque 1) implica analizar el contexto de dicho
mercado (como el análisis del crédito, benchmarking competitivo, fusiones y adquisiciones…) y
2) el mercado se vuelve más eficiente porque algunas empresas se valen de los análisis
anteriores para tomar decisiones de inversión.

Empresas públicas vs empresas privadas


Las empresas privadas de los estados miembros de la Unión Europea están obligados a preparar sus
resultados financieros de acuerdo a ciertas normas, y ponerlas a disposición del público general. Las
empresas matrices (y que cumplan con dos de los siguientes requisitos: activos totales por valor de más
de 14.6 millones de €, facturación anual de más de 29.2 millones de € y más de 250 empleados, de
acuerdo con la Séptima Directiva sobre el Derecho de Sociedades de la Unión Europea) deben preparar,
además, las cuentas consolidadas del grupo. Las cuentas consolidadas son las más apropiadas para hacer
el análisis de la empresa y su evaluación, porque combina todos los activos, ingresos y gastos del grupo
(matriz y filiales). Además, deben ser auditadas por terceros, pero no necesariamente las empresas
pequeñas.

Aunque los resultados financieros de las empresas privadas también están sujetos a estándares de
contabilidad, se usan menos en los análisis de la empresa y su evaluación que los de las empresas
públicas, porque 1) hay menos incentivos para alterar la información o los resultados, y 2) suelen cumplir
con las normas fiscales y contables.

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