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Autonomía

Se ha discutido si el derecho tributario es autónomo en relación a otras ramas del derecho.

Villegas (2002) considera necesario advertir, sin embargo, que el concepto de autonomía dentro
del campo de las ciencias jurídicas es equívoco y adolece de una vaguedad que dificulta la
valoración de las diferentes posiciones.

Considera Villegas que la posibilidad de independencias absolutas o de fronteras cerradas en


el sector jurídico tributario es inviable, por cuanto las distintas ramas en que se divide el derecho
no dejan de conformar el carácter de partes de una única unidad real: el orden jurídico de un
país, que es emanación del orden social vigente.

Por eso nunca la autonomía de un sector jurídico puede significar total libertad para regularse
íntegramente por sí solo. La autonomía no puede concebirse de manera absoluta, sino que cada
rama del derecho forma parte de un conjunto del cual es porción solidaria. Así, por ejemplo, la
“relación jurídica tributaría” (el más fundamental concepto de derecho tributario) es sólo una
especie de “relación jurídica” existente en todos los ámbitos del derecho y a cuyos principios
generales debe recurrir. De igual manera, conceptos como “sujetos”, “deuda”, “crédito”, “pago”,
“proceso”, “sanción”, etc., tienen un contenido jurídico universal y demuestran la imposibilidad
de “parcelar” el derecho.

Posiciones sobre la Autonomía del Derecho Tributario

Existen posiciones divergentes sobre este punto. A continuación se presenta una visión sucinta
de las principales posiciones sostenidas.

a) Subordinación al Derecho Financiero. Se Comprende aquí la tesis que niega todo tipo de
autonomía al derecho tributario (aun la didáctica) porque lo subordina al derecho financiero. Tal
es la posición de Giuliani Fonrouge, que según Villegas no es convincente su posición, por
cuanto no encuentra inconveniente en que el derecho tributario, atento el volumen de su
contenido, se estudie separadamente del derecho financiero, aun cuando también es posible su
estudio conjunto. Jarach acepta la posibilidad de la conjunción, la que adoptan generalmente
los cursos o manuales españoles.

b) Subordinación al Derecho Administrativo. Esta corriente doctrinal comprende a quienes


piensan que el derecho tributario es una rama del derecho administrativo, ante lo cual sucede
lo siguiente: se acepta que el derecho tributario sea estudiado independientemente del derecho
administrativo (atento a su volumen), pero la subordinación exige que supletoriamente, y ante
la falta de normas expresas tributarias sobre algún punto, se recurra obligatoriamente a los
conceptos, ideas e instituciones del derecho administrativo. Estas teorías manejaron similares
conceptos en relación al derecho financiero, y fueron sustentadas por viejos y notables
tratadistas de derecho administrativo (Zanobini, Mayer, Fleiner, Orlando, Del Vecchio).

c) Autonomía Científica del Derecho Tributario. Dentro de esta corriente doctrinal, se incluye
a quienes consideran el derecho tributario material o sustantivo, tanto didáctica como
científicamente autónomo. Autores extranjeros como Trotabas y Dela Garza, y destacados
publicistas argentinos como Jarach y García Belsunce, adoptan esta postura.

En una de sus obras más recientes, García Belsunce ha sintetizado las razones esgrimidas y
ha explicado el porqué de la terminología utilizada. Según su tesitura la autonomía científica
supone:
1) la autonomía teleológica o de fines, cuando un derecho tiene fines propios y distintos de los
demás;

2) la autonomía estructural u orgánica, cuando el contenido o las instituciones que integran


determinada rama del derecho tiene naturaleza jurídica propia, en el sentido de que es distinta
de las otras ramas del derecho, o sea, que no encuentra su fuente en ellas y, además, esas
instituciones distintas son uniformes entre sí en cuanto responden a una misma naturaleza
jurídica, y

3) la autonomía dogmática y conceptual, cuando esa rama del derecho tiene conceptos y
métodos propios para su expresión, aplicación o interpretación.

d) Subordinación al Derecho Privado. Por último, se encuentran quienes afirman que el


derecho tributario no ha logrado desprenderse del derecho privado, lo cual sucede principalmen-
te porque el concepto más importante del derecho tributario, que es la obligación tributaria, se
asemeja a la obligación de derecho privado, diferenciándose por el objeto de una y de otra
(tributo por un lado y obligación de una persona por el otro). Quienes afirman esta dependencia
con respecto al derecho privado (civil y comercial) conceden al derecho tributario solamente un
“particularismo exclusivamente legal” (posición del francés Gény).

e) Tesis de Villegas sobre la Autonomía del Derecho Tributario. Las regulaciones jurídicas,
cada vez más numerosas, se han agrupado en ramas especializadas. Pero esta fragmentación
no violenta la afirmación inicial. El derecho es uno y no hay un legislador por cada especialidad;
cuando dicta reglas lo hace para todo el sistema jurídico. Sus objetivos están explicitados enla
Constitución nacional, cuyo Preámbulo anuncia los fines perseguidos. Para desarrollar estas
pautas el legislador dicta normas que rigen los atributos, derechos, garantías y obligaciones de
las personas.

Luego de hacer varias consideraciones, Villegas concluye sosteniendo que se puede hablar de
una autonomía didáctica y funcional del derecho tributario, pues constituye un conjunto de
normas jurídicas dotadas de homogeneidad que funciona concatenado a un grupo orgánico y
singularizado que a su vez está unido a todo el sistema jurídico. Su singularismo normativo le
permite tener sus propios conceptos e instituciones o utilizar los de otras ramas del derecho,
asignándoles un significado diferente.

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