Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Los instrumentos que se utilizan para evaluar la personalidad son clasificados por
norma general en función de los criterios metodológicos que han determinado su
construcción. En cualquier caso, la mayor parte de estas pruebas se basa en la
medición numérica de constructos de personalidad y en la comparación del
individuo evaluado con otros.
De este modo encontramos los test de personalidad racionales, hoy en día
prácticamente en desuso, los empíricos (que se basan en criterios externos), los
factoriales, en que los ítems se agrupan en rasgos, y los que combinan más de uno
de los criterios anteriores; en este sentido resultan especialmente destacables las
pruebas creadas por Millon y por Cloninger.
1. Racionales o deductivos
Las pruebas factoriales de la personalidad son las que han tenido más éxito. Estos
tests evalúan diversos factores, es decir, conjuntos de ítems que correlacionan entre
ellos; por ejemplo, el factor “Cordialidad” estaría compuesto por elementos que
evalúan aspectos como la franqueza, la modestia, el altruismo o la sensibilidad a
las necesidades de los demás.
El Cuestionario Factorial de la Personalidad de Raymond B. Cattell, más conocido
como “16 PF”, ha sido uno de los tests de personalidad más utilizados durante
mucho tiempo. Este test evalúa 16 factores de primer orden (o básicos) que se
agrupan en 4 más amplios: Rebeldía, Autosuficiencia, Autocontrol y Tensión.
No obstante, en la actualidad el test de personalidad hegemónico es el Inventario
NEO-PI-R de Costa y McCrae, que también se basa en criterios factoriales. Esta
prueba se enmarca en el modelo de los cinco grandes factores de personalidad,
construido a partir de datos de investigación y con las aportaciones de muchos
expertos distintos.