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Todos los días a nivel cósmico y energético tenemos acceso a Portales Multidimensionales.
La mayoría son tan sutiles que apenas los percibimos, pero hay algunos que por su transcendencia y
poder se manifiestan de manera muy especial; se sienten sus emanaciones lumínicas y energéticas,
generando cambios importantes y transformaciones evidentes en el planeta, nuestro cuerpo físico, así
como en los cuerpos etérico, emocional o astral, mental y causal o del alma humana, tal como el
poderoso portal de este día 7-7.
Por eso les comparto una información que preparé hace años sobre las cualidades e importancia a nivel
universal del número "7".
El 7 es considerado un número mágico porque se compone del sagrado número 3 y del terrenal número
4 estableciendo, así, un puente entre el cielo y la tierra. Si asociamos el número 4 a la tierra con sus
cuatro elementos y sus cuatro puntos cardinales, con el sagrado número 3 que simboliza la perfección,
llegamos al número 7, que representa la totalidad del universo en movimiento.
“El número siete -dijo Hipócrates- por sus virtudes ocultas, tiende a realizar todas las cosas; es el
dispensador de la vida y fuente de todos los cambios, pues incluso la Luna cambia de fase cada siete
días: este número influye en todos los seres sublimes”.
Su simbología se obtuvo, probablemente, a partir del cielo, donde los siete planetas clásicos forman un
todo: el septenario. El Sol, la Luna y los planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. La
inmensa mayoría de símbolos de siete elementos en el mundo entero derivan de este modelo celeste de
las siete esferas.
El número siete simboliza una etapa cumplida, un ciclo menor terminado, después del cual comienza
algo nuevo, distinto. Ya lo anterior queda atrás, porque se ha cerrado una etapa para comenzar otra
mejor con nuevas oportunidades.
El número clave para la creación de nuestro universo es el 7, que se compone de tres unidades
negativas y cuatro unidades positivas.
Se habla de la existencia de siete Superuniversos, cada uno de ellos conformado por siete Universos
Locales, y a su vez estos últimos por siete universos menores y así sucesivamente.
Se dice que son siete los rayos de poderosa energía que se irradia desde la Cuarta y Quinta Dimensión,
a la humanidad encarnada, con fines de ayuda, después de hacer invocaciones y decretos.
Existen siete centros espirituales, o chakras, que son las semillas de las que surgen los siete cuerpos
densos y sutiles.
Probablemente podría pensarse en varios ejemplos más, reales o inventados. La filosofía oriental habla
de los siete ciclos, o niveles de existencia, después de la muerte del cuerpo físico. Se dice que Buda llegó
al Nirvana (el séptimo cielo de la quinta dimensión) estando en meditación en el plano terrenal.
El número siete se menciona en la Biblia innumerables veces. En el libro del Apocalipsis (escrito por San
Juan el Divino en Patmos) el número siete se menciona en no menos de treinta y cuatro ocasiones,
incluyendo varias referencias a los siete espíritus que el hombre (y por supuesto la mujer) posee.
También es un número sagrado para el Judaísmo, que indica la perfección o la compleción de las cosas, y
se usa simbólicamente para describir la totalidad.
Amor.
Verdad.
Inteligencia.
Unidad.
Espíritu.
Principio.
Además, se tiene conocimiento de siete Principios o Leyes Universales, también definidos como los
Principios Herméticos: 1) Principio del Mentalismo, 2) Principio de Correspondencia, 3) Principio de
Vibración, 4) Principio de Polaridad, 5) Principio de Ritmo, 6) Principio de Causa y Efecto, 7) Principio de
Generación.
Bibliografía: