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TEMA:
“Causas principales de la depravación moral en familias
cristianos y cómo corregirlo.”

MATERIA:
Matrimonio y Hogar Cristiano.

CICLO:
III

DOCENTE:
Pastor Saúl Guillén Ochoa.

ALUMNO:
Fernando Ernesto Alvarado Peñate

FECHA DE ENTREGA:
Sábado, 18 de mayo de 2019.
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Contenido:

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 3
LA PORNOGRAFÍA, PRIMER PASO HACIA LA DEPRAVACIÓN MORAL EN LA FAMILIA CRISTIANA. ..... 4
DEGRADACIÓN DE LAS RELACIONES SEXUALES EN EL MATRIMONIO, SEGUNDO PASO DE LA
DEPRAVACIÓN MORAL. ....................................................................................................................... 6
EFECTOS DE LA DEPRAVACIÓN MORAL EN LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD. ........................................... 7
EL PUDOR EN LA FAMILIA, BARRERA CONTRA LA DEPRAVACIÓN. ..................................................... 8
RECOMEDACIONES ADICIONALES PARA PREVENIR LA DEPRAVACIÓN MORAL EN LA FAMILIA. ........ 9
CONCLUSIÓN. .................................................................................................................................... 11
BIBLIOGRAFÍA. ................................................................................................................................... 11
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INTRODUCCIÓN

La inmoralidad es el comportamiento malo o incorrecto. Implica vivir de una manera que va en

contra de la manera en que la sociedad establece que se debe vivir. Los gobiernos formulan leyes
bajo las cuales se espera que vivan los ciudadanos, a fin de mantener el orden, la civilidad, y la paz.
Las comunidades funcionan mejor cuando lo hacen de acuerdo con el código moral de la región.

La inmoralidad, en tanto se relaciona con Dios, es lo que destruye la relación que tenemos con él.
Esto es a lo que llamamos pecado: quebrantar las leyes de Dios. Se convierte en una barrera entre
nosotros y él. Muchas personas tienen una actitud descarada y desprecian las leyes de Dios sobre
el sexo. La inmoralidad sexual —o fornicación según la Biblia— se refiere a los actos sexuales entre
personas que no están casadas entre sí de acuerdo con las normas bíblicas. Incluye también los
actos sexuales con personas del mismo sexo o con animales.

La Biblia deja claro que alguien que practica la inmoralidad sexual desagrada a Dios y contradice las
normas santas de la Iglesia (1 Corintios 6:9; Apocalipsis 22:15). Además, la persona inmoral pierde
su autoestima y la confianza de los demás. La inmoralidad siempre causa problemas, entre los que
pueden estar una conciencia culpable, embarazos no deseados, tensiones en el matrimonio,
enfermedades o hasta la muerte (Gálatas 6:7, 8). Si las personas se detuvieran a pensar en las
consecuencias de la inmoralidad, probablemente no se dejarían seducir por ella. Pero muchos
piensan solo en satisfacer sus deseos, y eso los lleva a dar el primer paso hacia la inmoralidad.
Muchas veces, ese primer paso es la pornografía.

Lamentablemente, la inmoralidad (y la consiguiente depravación moral que esta conlleva) han

infectado los hogares de muchos cristianos y, con ello, la iglesia misma. Esto no debería ser así. La
familia constituye el centro mismo del plan de nuestro Padre Celestial. El esposo y la esposa tienen
la solemne responsabilidad de amarse y cuidarse el uno al otro, y también a sus hijos. ‘He aquí,
herencia de Jehová son los hijos’ (Salmos 127:3). Los padres tienen la responsabilidad sagrada de
educar a sus hijos dentro del amor y la rectitud, de proveer para sus necesidades físicas y
espirituales, de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, de guardar los mandamientos de
Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los esposos y las esposas,
madres y padres, serán responsables ante Dios del cumplimiento de estas obligaciones.

Debemos hacer de nuestros hogares un refugio en el cual ampararnos de la tormenta que nos azota
cada vez con más fuerza. Si se dejan, aunque sean aberturas mínimas, el no taparlas puede hacer
que las influencias negativas penetren los muros de nuestros hogares.
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LA PORNOGRAFÍA, PRIMER PASO HACIA LA DEPRAVACIÓN MORAL

EN LA FAMILIA CRISTIANA.
El objetivo de la pornografía es hacer que los deseos sexuales sean más intensos. Hoy día, la
pornografía está en todas partes: revistas, libros, canciones, programas de televisión y también
Internet. Muchas personas piensan que la pornografía es inofensiva, pero en realidad es muy
peligrosa. Puede hacer que alguien se vuelva adicto al sexo y que llegue a tener deseos pervertidos.
También puede llevar al vicio de la masturbación, crear problemas en el matrimonio o incluso ser
una causa de divorcio (Romanos 1:24-27; Efesios 4:19).

El peligro de la pornografía va más allá de que sea incorrecto o pecaminosos consumirla. Tiene
también que ver con los efectos que provoca en quien la utiliza y en su pareja. El uso de la
pornografía tiene efectos serios y muy negativos, que se consideran realmente tóxicos. Algunos de
ellos son:

1. Crea lazos emocionales con un mundo artificial: Todos los seres humanos necesitamos de
manera imperiosa del contacto humano y de una conexión emocional con otros. Cuando
alguien ve pornografía, crea un lazo de intimidad con algo artificial, con un mundo irreal y
puede perder la habilidad de crear lazos con personas reales.

2. Sexo sin cercanía emocional: La pornografía trata acerca de la utilización del sexo para
razones que son las equivocadas, porque es un tipo de sexo sin cercanía emocional y el
hambre afectiva resulta insatisfecha. El espectador comienza a preguntarse qué anda mal
en sus relaciones personales y puede llegar a sentirse irritado o deprimido. Como resultado,
experimenta un vacío emocional y desconexión de las personas que están a su alrededor.

3. Insatisfacción: Aunque al principio el uso de la pornografía pueda resultar excitante, con el

paso del tiempo va generando una sensación de vacío, baja autoestima y una profunda
soledad. Por último, crea una distancia emocional muy grande en las relaciones. Esto sucede
porque el mundo de la pornografía es artificial y no puede satisfacer la necesidad de
intimidad emocional. Y como esa necesidad básica permanece insatisfecha, se produce una
sed insaciable.

4. Se dispara el ciclo de la adicción: Estudios han demostrado que cuando alguien tiene una
adicción, las funciones de su cerebro cambian. Y todos los cambios son iguales en todas las
adicciones: alcohol, drogas o pornografía. El uso desmedido de la pornografía puede
convertirse en una adicción. Por ese motivo, los espectadores no pueden parar de mirar
sexo por su propia voluntad. Los adictos a la pornografía tendrán que pasar por el mismo
proceso difícil de recuperación por el que pasan los adictos a las drogas.
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5. Frustración: En muchas ocasiones, las personas usan la pornografía para sentir placer y
escapar de los sentimientos de baja autoestima, ansiedad, aburrimiento y frustración. Esa
actitud ante los sentimientos antes mencionados crea una puerta para la adicción. Cuando
la oleada de placer desaparece, los sentimientos de los cuales esa persona estaba tratando
de huir, reaparecen con más fuerza que nunca, y lo obligan a repetir el ciclo. Con el tiempo,
la química cerebral se ve alterada y se produce una adicción, con todas sus letras.

6. Gran decepción: En un primer momento, la persona se siente atraída por la pornografía

debido a las emociones positivas que genera (suele pensar: «Amo sentir esta fuerza», «Es
mi pasatiempo favorito», «Me siento solo», «Es la recompensa que me doy después de un
día difícil»). Con el transcurrir del tiempo, la persona comienza a sentir emociones opuestas
a las del comienzo: «Me siento adormecido emocionalmente», «No disfruto nada en mi
vida», «Me siento desolado y solo en este mundo», «Mis niveles de ansiedad y estrés están
todo el tiempo por las nubes».

7. Imitación de lo real: Con la pornografía, se usa el sexo como un sustituto de la ternura, la

intimidad y el amor. La actividad sexual deja de ser una fuente de conexión entre lo
profundo del ser y la persona amada. Se convierte en una mercancía usada para evitar la
verdadera intimidad y como máscara para conectar con los demás.

8. Siempre con hambre: Al ser una sustancia adictiva, crea en el organismo un apetito
exagerado por la misma. Ese apetito aumenta con el tiempo a medida que pasan más y más
horas consumiendo pornografía. El tiempo que se dedica a esta adicción puede poner en
peligro el trabajo, las relaciones humanas y el interés en los pasatiempos sanos.

9. Incremento del estímulo: Con el tiempo, la pornografía que gustaba en un comienzo se

vuelve común y corriente, algo sin atractivo. Así, se comienza a aumentar el estímulo
mirando escenas que antes se consideraba iban demasiado lejos o que estaban mal. Se
experimenta la sensación de que aumenta el deseo de hacer cosas que pueden llegar a
dañar la reputación y las relaciones humanas.

10. La cruda verdad: A la larga, la pornografía no va a mejorar a un ego desequilibrado, no

llenará el vacío dejado por las heridas de la infancia o el abandono, no va a salvar una
relación inestable o un matrimonio fracasado y eso no es para nada gratificante. De hecho,
se produce lo contrario, las emociones del pasado se ven aumentadas y se paraliza la
capacidad para satisfacer las necesidades emocionales esenciales; daña la capacidad para
tener una relación sana y deja a la persona incapaz de responder de manera sexual o
emocional ante su pareja.
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DEGRADACIÓN DE LAS RELACIONES SEXUALES EN EL MATRIMONIO,

SEGUNDO PASO DE LA DEPRAVACIÓN MORAL.

No hay dudas de que Dios ha establecido que el matrimonio es algo honroso y, por tanto, es algo
que debe traer honor y gloria al Señor. Hebreos 13:4 dice: “Sea el matrimonio honroso en todos, y
el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios”.
Consecuentemente, sin importar cuáles sean las prácticas sexuales en que incurran los esposos,
entendemos que estas deben ser hechas en santidad.

Lamentablemente, al permitir que la pornografía entre en los hogares cristianos, un sinnúmero de

prácticas inmorales ha entrado con ella. Y es que, tarde o temprano, los adictos a la pornografía
querrán imitar lo que ven en las pantallas de sus ordenadores o en la TV. Aunque en la Palabra de
Dios no hay límites específicos señalados en cuanto a las relaciones sexuales dentro del matrimonio,
sí hay algunos principios que deben tomarse en cuenta:

1) Los esposos no deben tener relaciones anales: Se entiende que el ano ha sido diseñado por
Dios como un órgano de desecho y no de placer, hasta el punto de que sus fibras están
constituidas de tal manera que su fisiología natural es de permitir que los excrementos
puedan ser expulsados hacia afuera, y no de permitir que algo pueda ser introducido a
través del orificio anal. El apóstol Pablo también nos dice en Romanos 1:26 que “Dios los
entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la
que es contra la naturaleza”. Este versículo probablemente llama la atención sobre dos
cosas diferentes: a) La práctica del lesbianismo; y b) La práctica del sexo anal, porque
claramente dice que la mujer cambió la función natural por aquella que es contra la
naturaleza, y entendemos que el sexo anal es contra la naturaleza.
2) Los matrimonios deben evitar el uso de material pornográfico para producir excitación en
el uno y en el otro, porque el material pornográfico de por sí es pecaminoso. Esto incluiría
revistas o películas.
3) El matrimonio no debe ceder a prácticas sexuales lujuriosas simplemente porque se han
puesto de moda en los últimos años. Tenemos que cuidarnos de no ir degenerando de una
práctica en otra, hasta terminar quizás en hechos sumamente vergonzosos.
4) La práctica del sexo oral es algo que ha sido altamente controversial en la vida de la iglesia,
ya que algunos cristianos la aprueban y otros la condenan. Este es un punto que tiene que
ser guiado por el Espíritu de Dios y la conciencia de cada quien. Sí entendemos que la
sensibilidad de cualquiera de los dos cónyuges no debe ser violada con esta práctica, o con
cualquier otra, en caso de que uno de los dos en la pareja no se sienta cómodo con esta o
cualquier otra práctica similar.
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EFECTOS DE LA DEPRAVACIÓN MORAL EN LA FAMILIA Y LA

SOCIEDAD.

El abuso sexual de niños es cada vez más frecuente, también se sabe que el abuso sexual es
cometido por algún individuo a quien el niño o el adolescente conoce desde antes y se sabe que
esto ocurre entre 75 y 80% de los casos.

En un estudio realizado en 19 países latinoamericanos, europeos y africanos se arrojaron los

siguientes datos: se informó de abuso sexual entre el 7 y 37% de las niñas y entre el 5 y 29% de los
niños. En Estados Unidos donde según el FBI cada minuto es violada una mujer, organismos
feministas calculan que 1 de cada 4 niñas en el rango de 0 a 12 años de edad han sido víctimas de
incesto.

En Latinoamérica, 7 de cada 10 agresiones sexuales son cometidas por conocidos, es decir, estamos
hablando de cerca del 70 u 80% de las agresiones realizadas por personas conocidas, en muchos de
los casos son familiares que pudieran ser tíos, primos, abuelos u otros familiares del ámbito cercano
o un poco más lejano.

Es importante que estemos consientes de la ola de inmoralidad que están enfrentado nuestros hijos,
es una época en la cual vemos muchísima depravación sexual por todos lados, una época en la cual
la sensualidad impera y juntamente con la sensualidad va de la mano una sociedad mal informada
y sobre todo cuando hablamos de los adolescentes y niños hay muy poca información en el área
sexual, es decir, no están preparados para poder resistir esta ola que está avasallándolos
constantemente.

Todo está saturado de información con enfoque sexual, podemos analizar las modas el día de hoy,
la música, las revistas, aun la programación de la televisión, el cine, la literatura que el día de hoy
está difundiéndose a través de los libros, los anuncios panorámicos y lamentablemente aun en
muchos de los casos temas que se abordan dentro de las aulas en el ámbito académico están
completamente influenciados por este enfoque sexual.

Muchos padres el día de hoy consideran que sus hijos están ajenos a este tema cuando la realidad
es que ya han sido muy instruidos, y adoctrinados al respecto, pero lamentablemente en la gran
mayoría de los casos, la instrucción ha sido distorsionada, incorrecta, ha sido mala y precisamente
porque no ha venido por parte de los padres, sino que la están recibiendo de los compañeros de la
escuela, la están recibiendo de los vecinos, la están recibiendo de los amigos y obviamente las
personas que están instruyéndolos no están capacitados.
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EL PUDOR EN LA FAMILIA, BARRERA CONTRA LA DEPRAVACIÓN.

Es muy importante que los padres tomen medidas en áreas cotidianas en la vida familiar para estar
previniendo incidentes en esta área o de esta índole, por lo cual se recomienda una serie de
prácticas que, en base a la experiencia, han probado ser de mucha utilidad para poder estar
guardando a los hijos de la ola de inmoralidad y de la alta incidencia de acoso y abuso sexual en este
ámbito, en el ámbito familiar.

La primera recomendación es con respecto al pudor dentro de la casa. Sabemos que dependiendo
de la ubicación de las familias hay diferentes culturas y costumbres, pero creemos que es
importante que haya una cultura de pudor dentro del hogar, es decir, esto debe ser fomentado en
los hijos desde que son pequeños y obviamente los hijos aprenden en gran parte por el ejemplo de
los padres, lo que ven dentro de la casa, por lo cual los padres deben aprender a tener principios
básicos de pudor delante de los hijos, es decir, el uso de ropa adecuada que pueda cubrir ciertas
partes del cuerpo, jamás estarlas exponiendo delante de los hijos, evitar poca ropa que pueda estar
estimulando a los hijos en esta área o generando la precocidad en ellos.

También es recomendable que se tenga cuidado en momentos de cambio de ropa, es cuando los
padres tienen que cambiarse la ropa, que no lo hagan delante de los hijos, que puedan los hijos ver
que hay ciertas actividades que son llevadas a cabo en privado y comenzarán a formar principios de
pudor, principios de privacidad en su propia vida.

Aun este tipo de recomendaciones pudieran aplicarse a personas de la familia del propio sexo, por
ejemplo si el padre va a cambiarse su ropa, es recomendable que lo haga en privado aun y cuando
los hijos que tenga sean varones, ¿por qué? porque el hecho de que el padre pueda mostrar el
cuerpo, su cuerpo a los hijos, comienza a generar inquietudes, dudas, preguntas, comparaciones
que pudieran precisamente formar una precocidad o un interés inadecuado, fuera de tiempo en los
pequeños.

Otra área que es importante es con respecto al baño. En muchas ocasiones por cultura o por
costumbres del lugar, hay padres que en ocasiones cuando se bañan, lo hacen juntamente con sus
hijos, o madres que lo hacen con sus hijos, obviamente también esto lo que puede producir o
generar es poco pudor dentro del hogar y pocas nociones o valores de privacidad en cuanto a su
cuerpo para con las demás personas. Por lo cual recomendamos que cuando los padres bañen a los
hijos, sea el baño exclusivamente de ellos, y los padres también se bañen aparte donde los niños
puedan ser inculcados en cuanto a la privacidad, al pudor desde la temprana edad.

Este tipo de recomendación también se aplicaría en cuanto al baño de los hermanos. Hay momentos
en los cuales las madres para ahorrar tiempo si tienen 2, 3 ó 4 hijos, lo que hacen es meter a todos
los hijos a bañarse juntos y así acaban más rápido, pero obviamente eso lo que provoca es cierto
tipo de libertades en esta área que definitivamente no son nada benéficas y esto lo está
comprobando la experiencia misma y las estadísticas.

Lo que produce es que no haya límites entre los hermanos, entre los hijos y obviamente cuando no
está la supervisión del padre, un momento en el cual el padre no esté presente, esto puede
repercutir o puede generar actividades sexuales entre hermanos.
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Entonces igualmente el cuidado en cuanto al pudor en el baño debe ser igualmente entre los
hermanos sean del sexo opuesto o del mismo sexo, donde cada quien aprenda que hay ciertas áreas
de su cuerpo que son privadas, que son personales y que no tiene por qué estarlas exponiendo a las
demás personas.

Ahora, es necesario entender que el pudor se produce desde el hogar, se genera desde la casa. Estos
valores, estos principios se forman desde que ellos son pequeños, algunos consideran que cuando
los seres humanos son bebés, no importa mucho las prácticas, las actividades que se lleven a cabo,
pero el día de hoy con estudios que se han realizado, con niños que son neonatos y los primeros
años de su existencia, se dan cuenta que hay muchísimas repercusiones de la vida posterior en
cuanto a las experiencias que inicialmente se tienen, por lo cual el pudor debe ser comenzado a
formar desde que el niño es pequeño.

RECOMEDACIONES ADICIONALES PARA PREVENIR LA DEPRAVACIÓN

MORAL EN LA FAMILIA.

Otra recomendación muy importante tiene que ver con el cuidado de los hijos o la atención de los
hijos a terceras personas. Cuando vemos las estadísticas frías y alarmantes de que el 80% de los
abusos se dan en el ámbito familiar y que los victimarios tienden a ser parientes, ya sea cercanos o
lejanos, que en este caso podrían ser padrastros, hermanos, primos, tíos o abuelos, nos damos
cuenta de que hay libertades que son muy inapropiadas, o decisiones que los padres tienden a
tomar en cuanto a el cuidado de sus hijos a terceros.

Cuando un padre, una madre tienden a salir por cierta actividad laboral o de cualquier otro tipo, en
ocasiones hay una confianza desmedida e incorrecta en los familiares precisamente porque son de
la propia sangre pensando que esa es una garantía de seguridad para sus hijos, pero las estadísticas
nos dicen lo contrario, nos dicen que el 80% de los abusos se dan dentro del ámbito familiar, y es
precisamente por esta confianza inadecuada y excesiva. Es decir, es necesario que los padres
puedan tener una supervisión estrecha de sus hijos, jamás dejarlo en lugares en los cuales ellos
puedan estar a expensas a un riesgo en esta área y tampoco tener una confianza inadecuada o
infundada en gente que en un momento dado pudiera ser un victimario de los pequeños.

Y aquí debe hacerse un énfasis muy particular en cuanto no dejar a tus hijos bajo el cuidado de
adolescentes. Esta recomendación tiene un sustento en cuanto a muchos estudios que se han
llevado a cabo, la adolescencia es una etapa en la cual los seres humanos comienzan a tener cambios
hormonales, comienzan a tener cambios cognoscitivos, comienzan a tener ciertos intereses en áreas
que antes no lo había; específicamente en el área sexual comienza a haber un despertamiento, por
lo cual no es recomendable jamás que los hijos pequeños estén al cuidado de adolescentes.
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Es muy común que en ocasiones se recurra a los que se les conoce como baby sitters y ellos en
muchas ocasiones son adolescentes que son contratados para estar cuidando a pequeños, en
ocasiones son los vecinos o gente conocida, pero es un grave error hacer eso, pues la adolescencia
es una etapa en la cual los cambios hormonales generan un interés, una curiosidad desmedida en
el área sexual, por lo cual es importante tomar cuidados.

Es necesario también tener cuidado en que nuestros propios hijos adolescentes no adquieran
responsabilidades que puedan inducirlos y provocarlos en el área sexual, es decir, no permitir que
nuestros hijos adolescentes estén cuidando o supervisando niños, cuando sabemos que ellos
pueden ser inclinados a tener una cierta curiosidad de explorar, de conocer y aun de tener
estimulación en el área sexual.
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CONCLUSIÓN.

• La inmoralidad inunda nuestra sociedad, incluso nuestras familias. Pero la inmoralidad es

engañosa. En Proverbios 5:3 Le advierte del pecado sexual y de la mujer extraña. Compara
sus palabras con la miel ¿Por qué habla de la miel? En esa época se endulzaban los alimentos
con miel o con fruta. La miel era muy difícil de obtener y es algo delicioso. En lenguaje
figurado lo compara con la mujer adúltera, quien dirá palabras halagadoras al hombre para
conquistarlo. Te debes cuidar de la persona del sexo opuesto que te adule. El pecado sexual
apela al orgullo del hombre. La mujer inmoral (4-6) es un peligro. El pecado sexual trae
angustias, aflicción, dolor y muerte.
• Haz todo lo que está de tu parte para alejarte de la inmoralidad. Para guardarnos del pecado
el Salmos 118:11 nos aconseja que debemos llenar nuestra mente con la Palabra de Dios.
Para evitar la inmoralidad debes ¡Alejarte de ella! ¡Crear distancia! en todo tiempo. Las
Escrituras nos aconsejan de manera siguiente: 1 Corintios 6:18 nos aconseja: «Huid de la
fornicación…» 2 Timoteo 2:22 también nos manda: «Huye de las pasiones juveniles…» Y 1
Tesalonicenses 4:3 nos advierte «que os apartéis de fornicación…» (En el Griego es
Mantente alejado, evita el contacto, guarda tu distancia).
• Somos templo del Espíritu de Dios y el Espíritu de Dios no renta, no alquila su habitación,
no tiene relación con ningún demonio. Dios es soberano en guardar nuestra vida del pecado
y se encarga de suministrar de su Espíritu para darnos claridad, pero no podemos dejar a un
lado la responsabilidad que tenemos para evitar el pecado. (Colosenses 3:16; Gálatas 5:16).
Te debes alejar de cualquier cosa que te lleve a pecar. Mateos 5:27-29 «Si alguno mira… por
tanto si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, échalo…» Evita la tentación. Evita
cualquier cosa que te lleve a pecar. El pecado sexual es dolor disfrazado de deleite.
• La inmoralidad nos roba muchas cosas: (1) La inmoralidad roba el dinero (Proverbios 5.9-
10). El implicado perdería dinero porque tenía que darle a la mujer, en el caso de ser una
prostituta. Darle manutención en el caso de tener un hijo con ella; (2) la inmoralidad roba
la salud (Proverbios 5.11) Si caes en la inmoralidad gemirás al final, se consumirá tu carne y
tu cuerpo, tal vez por una enfermedad venérea. Traerá desgaste a tu vida, ansiedad,
culpabilidad, cargas por estar encubriendo tu pecado e intentando huir de las consecuencias
de tu pecado. Trae sufrimiento profundo y te puede llevar hasta la muerte; (3) la
inmoralidad sexual roba el gozo (Proverbios 5.12-13) Salomón le dice a su hijo que perdería
el gozo. Salomón le presenta un hombre que está sufriendo, un hombre que pudo haber
evitado el pecado, pero prefirió pecar y recibir el daño.

BIBLIOGRAFÍA.

• Esperanza para la familia, Juan Carlos Díaz (2001), UNILIT.

• En el altar de la idolatría sexual, Steve Gallagher (2014), Editorial Vida.