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Tengo el ácido úrico alto…. Cada vez son más las personas que al realizarse su
chequeo anual con el médico reciben la noticia de niveles elevados de ácido úrico.
¿Pero qué significa esto?
Por lo tanto, si quiere proteger su corazón, disminuir sus niveles de ácido úrico,
debe estar también de N° 1 en su lista. De hecho, es igual de importante que
reducir sus niveles de colesterol, y triglicéridos.
¿Qué lo ocasiona?
1. Edad avanzada:
2. Sexo
Hay factores que usted sí puede cambiar, que le ayudarán a disminuir sus niveles
de ácido úrico o a prevenir el aumento. Encabezando la lista están los factores
relacionados a su dieta y estilo de vida.
Sobre la dieta para prevenir y controlar la gota, existen muchos mitos, y ponerlos
en práctica mas bien le puede resultar mas perjudicial que positivo. La mayoría de
las personas lo primero que asocian la gota es a los vegetales, poniendo como el
principal culpable el tomate. Así que usualmente esta es su primera medida,
eliminan vegetales, pero continúan comiendo galletas, tomando cerveza, etc…
1. Sobrepeso
Antes de dejar de comerse la ensalada, lo primero que debe de hacer es dejar las
latas de cerveza. El consumo de cerveza y otros licores, es lo que tiene mayor
efecto en los niveles de ácido úrico.
Sin embargo, no necesita abstenerse por completo del alcohol. El vino no tiene
ningún efecto en los niveles de ácido úrico, asi que una buena estrategia puede
ser cambiar la cerveza por una copa de vino. Por supuesto, con moderación, lo
cual equivale a una copa de vino al día para mujeres y dos copas para los
hombres (1 copa = 150 ml).
Las mejores fuentes vegetales de omega - 3 son la linaza y las nueces. Estas
últimas también han demostrado beneficios en ayudar a controlar los niveles de
azúcar en sangre, eso si deben consumirse con moderación, ya que son altas en
calorías, unas dos cucharadas al día es lo que se recomienda. De linaza también
se recomienda el consumo de dos cucharadas al día de la semilla molida, ya que
así es como el cuerpo mejor la aprovecha.
4. Fructosa
Lo mejor que puede hacer como consumidor es estar atento y revisar etiqueta.
Que sea un azúcar "natural", no implica saludable. Revise bien la lista de
ingredientes, no solo fructosa implica la presencia de esta, también jarabe o sirope
de maíz.
Factores protectores
Varios estudios han sugerido que la suplementación con vitamina C puede ayudar
a disminuir los niveles de ácido úrico. 500 mg por día, por 2 meses han
demostrado ser efectivos en reducir los niveles de ácido úrico en 0.5 mg/dL.
Debido a que en general la vitamina C es segura, se puede utilizar como forma de
prevención. GeoSalud, enero 2008
DIETA PARA BAJAR EL ÁCIDO ÚRICO ALTO
Lido Coronado
El ácido úrico es una sustancia que forma el hígado cuando ha procesado las purinas, es
decir, compuestos que contienen ciertos alimentos, como carne, pescado, vísceras,
mariscos, frutos secos, embutidos, principalmente. El referido ácido no tiene utilidad en el
organismo, por lo cual se desecha a través de la orina, pero cuando la eliminación no es
óptima, o si su producción es muy abundante, se acumula en las articulaciones con
consecuencias que detallaremos más adelante.
El contenido normal del ácido úrico en sangre es de 2 a 4 miligramos por 100 mililitros,
siendo en los varones un poco más alto que en las mujeres (hasta 6.8 miligramos en 100
mililitros), pero cuando supera 7 miligramos por 100 mililitros se suscita lo que en
Medicina se conoce como hiperuricemia, principal detonante de la popularmente conocida
“gota”, una de las enfermedades más antiguas en los registros históricos de la Medicina.
En dicho trastorno el ácido úrico excesivo se acumula y forma “vidrios” o “sales” (uratos
de sodio) que suelen depositarse en articulaciones y tejidos vecinos, lo cual puede dar lugar
a artritis (inflamación de estas estructuras) crónica. Como consecuencia se presenta dolor
súbito en la región que afecta, mismo que por lo general se inicia en el dedo gordo del pie y
continúa hacia arriba por la pierna. La enfermedad, que suele ocurrir después de los 35
años, puede presentarse en forma aislada o acompañarse, en algún momento de su
evolución, de cálculos o piedras en riñones (litiasis renal úrica) y afectar la funcionalidad
de estos órganos.
Es así que quien sufre “gota”, cálculos o simplemente desea disminuir los altos niveles de
ácido úrico, debe eliminar definitivamente de su dieta diaria el consumo de alimentos que
contienen purinas, por ejemplo:
Anchoas.
Atún.
Consomés.
Hígado.
Mariscos.
Pavo.
Riñones.
Sardinas.
Alcohol.
Azúcar y dulces.
Champiñones y hongos.
Chícharos.
Coliflor.
Embutidos.
Espárragos.
Espinacas.
Huevos.
Pescado y moluscos.
Agua mineral.
Arroz.
Cereales integrales.
Frutas.
Jugos naturales.
Leche.
Papas.
Verduras.
Yogurt.
Debe considerarse cocinar con la menor cantidad de grasa posible, y cuando sea necesario
emplear aceites de oliva, girasol o maíz. Asimismo, pueden emplearse aderezos como
vinagre o limón para verduras o carnes y, de vital importancia, reducir al mínimo el
consumo de bebidas alcohólicas, principalmente cerveza.
Los siguientes son ejemplos de cómo administrar sus alimentos de acuerdo a la comida que
corresponda a lo largo del día:
Desayuno:
1 naranja.
50 g. de pan integral.
60 g. de pan integral.
15 g. de mantequilla.
15 g. mermelada.
1 mandarina.
40 g. de galletas integrales.
1 manzana.
60 g. de pan integral.
40 g. de pan integral.
40 g. de queso fresco.
Comida
60 g. de pan integral.
1 durazno.
60 g. de pan.
1 durazno.
Merienda
60 g. de pan integral.
30 g. de queso panela.
1 manzana.
Cena
Tallarines (100 g. de pasta, jitomate frito con aceite de oliva y queso fresco).
5 fresas.
1 plato de espinacas al vapor.
1 jitomate crudo.
Tratamiento
Si bien la gota resulta en extremo molesta, se aconseja que se utilicen compresas frías sobre
las articulaciones doloridas y, si el médico así lo estima, el enfermo puede consumir
antiinflamatorios no esteroideos. Sin embargo, un tratamiento más amplio contempla
fármacos para reducir la producción de ácido úrico o para mejorar su excreción, mismos
que deben iniciar en dosis baja, la cual se incrementará con el paso del tiempo, siempre
bajo la supervisión del facultativo, pues los efectos secundarios pueden ser severos si no se
tienen precauciones.
Aunque no está establecido el tiempo del tratamiento, parece ser suficiente mantenerlo
entre 6 y 12 meses tras haber normalizado los niveles de ácido úrico, a lo largo de los
cuales debe cuidarse la alimentación como lo hemos sugerido, y realizar ejercicio físico de
intensidad leve a moderada regularmente. No lo olvide.
Normalmente se piensa que las personas que padecen de esta afección, es porque cometen
excesos alimenticios o consumen alcohol. Sin embargo, lo que determina el riesgo de sufrir
gota o elevación del ácido úrico es principalmente el factor hereditario. Es por ello que el
1% de la población mundial (y el 5% de las personas mayores de 65 años) tiene el nivel de
ácido úrico aumentado, sin haber cometido excesos en cuanto a bebida o comida.
Esto hace que las personas que tengan un familiar con gota o hiperuricemia tengan mayor
riesgo de sufrir la enfermedad. Se recomienda por tanto que las personas con antecedentes
familiares de gota, se realicen un control analítico para ver los valores de ácido úrico en
sangre.
En personas más de 40 años, suelen darse crisis que se reconocen por un intenso dolor
artrítico que comienza en el dedo gordo del pie (podagra) (articulación metatarsofalángica),
en las rodillas, en el tobillo y en otras articulaciones. Produce inflamación y es muy
doloroso. Además, la gota y el aumento de ácido úrico en sangre, puede ocasionar un tipo
de cálculos renales cuando el ácido úrico cristaliza en el riñón llamado nefropatía gotosa.
Esta imagen de James Gillray (The Gout) refleja el tipo de dolor gotoso.
Evolución y tratamiento.
La gota es una enfermedad crónica (dura toda la vida), por lo tanto, requiere un tratamiento
regular y de por vida. El tratamiento busca evitar al máximo las complicaciones articulares
y renales. La base del tratamiento para evitar recaídas y crisis es:
La dieta.
Hacer ejercicio.
Es importante seguir el tratamiento prescrito por su médico, ya que hoy en día disponemos
de medicamentos muy eficaces para el control de la gota. El tratamiento mas antiguo que
existe para las crisis de gota es la colchicina, también los AINES y los corticoides pueden
utilizarse en las crisis, siempre bajo prescripción facultativa.
Tanto el tratamiento de la hiperuricemia como de la gota también pasa por una dieta baja
en ácido úrico. También se recomienda beber mucha agua ( mínimo 2 litros al día de agua,
zumos o leche).
Vamos a ofreceros una tabla de los alimentos permitidos y prohibidos en la dieta contra la
gota, así como recomendaciones para una dieta baja en ácido úrico.
Pescado y marisco
Alimentos (lenguado, sardina, mariscos, anchoas, arenque,
Prohibidos caballa)
Desayuno:
Un vaso de leche desnatada con cereales o una infusión con unas tostadas con aceite
de oliva o mermelada.
Comida:
Patata asada o arroz (tres delicias, con verduritas, etc).
Pollo a la plancha con lechuga y cebolla.
Macedonia de frutas.
Merienda:
Un vaso de leche desnatada y galletas tipo María.
Cena:
Puré de zanahoria y calabacín.
Tortilla francesa.
Gelatina o yogurt desnatado.
Recomendaciones Generales
Evitar la Obesidad
No consumir grasa en
exceso,especialmente si existe
obesidad
Alimentos prohibidos
(elevado contenido en Alimentos a limitar
purinas)
Riñones Espárragos,Setas,Tomate
Hígado Champiñones,Espinacas
Leche, Queso,
Frutas
Huevos
Patatas
Verdu.ras
Azucar y Dulces
Especias y Condimentos
Cena: Judías verdes 200 gr.- Tortilla española: patatas 120 gr.,
huevo 60 gr., cebolla 15 gr., aceite de oliva 10 gr.-Pan 60 gr.-
Plátano
Merienda: Manzana
Merienda: Manzana
Merienda: Manzana
CONTROL DE PESO
La alimentación proporciona al ser humano la energía que requiere para llevar a cabo todas sus funciones,
las cuales incluyen actividades físicas, intelectuales y fisiológicas (circulación sanguínea, digestión y
regulación de la temperatura corporal, entre muchas otras). Para que lo anterior pueda efectuarse de la
mejor manera es recomendable seguir dieta equilibrada, la cual debe incluir todos los grupos de alimentos
(proteínas, carbohidratos, grasas y fibra) y ser de 2000 calorías diarias aproximadamente.
Ahora bien, si ingerimos gran cantidad de alimentos con alto contenido calórico, por ejemplo, aquellos que
tienen demasiada azúcar y grasas, y no practicamos actividad física, estos nutrientes no se utilizan como
energía y comienzan a almacenarse en el organismo. En consecuencia, el peso corporal se incrementa y, en
algunos casos, se llega a la obesidad (se presenta cuando hay exceso de más del 20% del peso normal), lo
cual puede afectar seriamente la salud y derivar en enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión
arterial y problemas en la columna vertebral, entre otras. Cabe destacar que también existen factores
hereditarios y alteraciones en el organismo que pueden dar lugar al exceso de peso, asimismo, se incluyen
problemas psicológicos, como depresión, estrés, ruptura de la unidad familiar, presiones y fracasos escolares
o laborales, así como baja autoestima, lo cual propicia manifestación desmedida e incontrolable de hambre.
Ante ello se tiene como alternativa el control de peso, el cual no significa matarse de hambre o recurrir a
productos milagrosos que nos librarán de los kilos de más como por arte de magia, sino es un programa que
incluye dieta balanceada, práctica de ejercicio físico, terapia psicológica y, en ciertos casos, administración
de medicamentos que sólo deben ser prescritos por el endocrinólogo.
Así que tenga en mente que la única manera de perder peso efectivamente es modificando la relación entre
la ingestión de energía y su utilización, es decir, reduciendo el consumo de alimentos e incrementando la
actividad física. Para tal efecto, siempre es indispensable que solicite la asesoría de un nutriólogo o
endocrinólogo para que no ponga en riesgo su salud.
Obesidad o sobrepeso
¿Cómo saber si una persona tiene sobrepeso u obesidad? La herramienta médica que proporciona una
respuesta aproximada es el Índice de Masa Corporal (IMC), que se obtiene mediante una operación
aritmética que consiste en dividir la cantidad de kilogramos del individuo entre el número obtenido al elevar
al cuadrado la cifra de su estatura. Por ejemplo, si alguien pesa 85 kilogramos y su estatura es 1.70 m,
deberá dividir 85 entre 2.89 (resultado de multiplicar 1.70 x 1.70), con lo que se obtiene un IMC de 29.4.
(Ver calculadora de Peso Ideal e Índice de Masa Corporal). De acuerdo con este cálculo puede determinarse
cómo anda nuestro peso corporal, lo cual se puede valorar al comparar el resultado con la siguiente tabla:
Menos de 16 Desnutrición
De 17 a 20 Bajo peso
De 20 a 24 Peso normal
De 24 a 29 Sobrepeso
De 29 a 34 Obesidad
De 34 a 39 Obesidad severa
Cabe destacar que lo anterior sólo nos muestra una aproximación, ya que no considera la complexión de las
personas, asimismo, debe tomarse en cuenta que hay ocasiones en que nuestro peso corporal puede parecer
elevado y el IMC, incluso, revelar obesidad, lo cual no necesariamente significa que se tenga un problema,
ya que hay individuos que tienen gran cantidad de músculo y éste pesa más que la grasa, lo que
frecuentemente le llega a suceder a la gente que practica mucho ejercicio.
Por otra parte, es importante saber que existen dos formas de clasificar la obesidad:
Evaluación
Actualmente, especialistas en la materia (nutriólogos y endocrinólogos) recurren a nuevo método para
evaluar los problemas de sobrepeso y obesidad en la población, el cual revela qué proporción del peso
corporal corresponde a grasa y músculo. Esto lo realizan al utilizar un aparato similar a una báscula, mismo
que está provisto de sensores especiales que miden con exactitud los componentes antes citados. Pero eso
no es todo, ya que también toman en cuenta la complexión de la persona y si su sobrepeso u obesidad es a
causa de malos hábitos alimenticios o por problemas internos; asimismo, elaboran historia clínica del
paciente y, en algunos casos, solicitan exámenes de laboratorio. Toda la información registrada permite
diseñar un esquema de reducción de peso de manera personalizada y sin poner en riesgo la salud.
¿Qué hacer?
Someterse a un programa de control de peso no es fácil, ya que se requiere fuerza de voluntad y estar
convencido de que es lo mejor para conservar buena salud, asimismo, es indispensable ser constante y tener
mucha paciencia, ya que los cambios en la silueta no se reflejan de un día a otro. La primera indicación es
seguir una dieta equilibrada que contenga 57% de carbohidratos (de preferencia complejos, es decir, los que
no tienen sabor dulce), 25% de grasas (nunca hay que omitirlas porque permiten la producción de
hormonas), 15% de proteínas y 3% de fibra. Pueden incluirse alimentos bajos en calorías y grasas,
sustitutos del azúcar y algunos complementos alimenticios.
De igual forma, es conveniente practicar ejercicio físico, por lo menos 30 minutos al día, ya que de esta
manera se quema parte de las calorías acumuladas en forma de grasas. Es importante que la rutina a seguir
sea impuesta por algún instructor y que no se intente en las primeras sesiones abusar, pues hacerlo puede
lesionar articulaciones, desgarrar músculos y ocasionar gran fatiga. Lo pertinente es practicarse un examen
médico que indique cuál es la condición del organismo y, partiendo de ello, programar con el entrenador la
rutina adecuada.
Por otra parte, no hay que olvidar la psicoterapia, pues estudios recientes han demostrado que este método
es buen apoyo para quienes tienen que bajar su peso, ya que les permite controlar la ansiedad y compulsión
hacia los alimentos, adecuarse al nuevo régimen alimenticio, evitar que se rechacen a sí mismos y ayudar a
que acepten que la pérdida de kilos es un proceso que requiere tiempo y disciplina.
Estrategias
Existe todo un conjunto de técnicas que pueden facilitar el proceso de adelgazamiento, a continuación se
detallan:
Auto-observación. Es importante identificar dónde y cuándo nos excedemos con la comida, pues
ello permitirá que evitemos y/o tengamos control ante dichas situaciones. Recuerde que los hábitos
alimenticios no se pueden cambiar si no detectamos cuándo solemos comer más.
Planeación. Es necesario organizar las comidas de acuerdo al régimen alimenticio que haya
recomendado el nutriólogo o endocrinólogo, asimismo, resulta conveniente hacer listas de los
productos que se comprarán en el supermercado para no adquirir comestibles que no forman parte
de la dieta. Se recomienda adquirir los alimentos después de haber comido, así se evitará caer en la
tentación de consumir algún postre.
Recompensa. Guarde en una alcancía el dinero que solía gastar en antojos y, al finalizar la
semana, compre algún artículo de su agrado, por ejemplo, libros, objetos para decorar su hogar, o
bien, vaya al cine o hágale un regalo a sus seres queridos.
Aprendizaje. Debe tenerse muy claro que un programa de reducción de peso efectivo y vigilado
por especialistas en la materia no sólo le hará perder los kilos de más, sino también le enseñará a
comer de manera balanceada y a controlar la compulsión hacia los alimentos para no volver a
engordar. Considere que es muy importante disciplinarse al respecto y conservar el peso adecuado,
pues subir y bajar kilos con frecuencia puede dañar algunas funciones del organismo, por ejemplo,
metabolismo (proceso físico-químico que transforma los alimentos en energía) y digestión. Pero eso
no es todo, pues la piel también paga las consecuencias, ya que pierde su elasticidad y se reseca, lo
cual da lugar a la aparición de estrías. Por ello, es conveniente mantenerse estable, y nunca está de
más aplicar cremas humectantes en todo el cuerpo para prevenir las lesiones antes citadas.
"Tengo que comer cuando me apetezca y más si tengo al alcance la comida". Con frecuencia nos
encontramos en ambientes de tentación, donde se pueden encontrar alimentos apetitosos listos
para el consumo, ya sean fuentes de sodas, cafeterías, pastelerías, puestos o refrigerador y alacena
de la casa. En estas ocasiones es probable decirse a uno mismo: "Tengo que comerme este pastel"
o "no puedo resistirme a esa deliciosa pizza", conducta que es conocida como baja tolerancia a la
frustración, la cual se caracteriza por no soportar quedarse sin el bocado que se apetece. En estos
casos es recomendable detenerse y enfrentar tal pensamiento cuestionándose lo siguiente: "¿Por
qué tengo que consumir este postre si ya comí y estoy satisfecho?" o "¿me moriré de hambre si no
lo hago"; aunque seguramente el comestible esté muy apetitoso, no pasa nada si no lo ingiere.
"Debo seguir mi dieta estrictamente porque cualquier desliz significa que tendré que abandonarla".
Imagínese que sigue al pie de la letra su nuevo régimen alimenticio y de pronto se presenta alguna
celebración, en la cual se excede comiendo. Luego de ello, aparece sentimiento de culpa y coraje
por haber perdido el control, y la siguiente idea bombardea su cabeza a cada momento: "No sirvió
el esfuerzo, todo es inútil, al diablo la dieta". Cuando esto ocurre no hay que desanimarse ni
permitir que la frustración nos haga retroceder, pues de alguna manera es normal tener recaídas
antes de conseguir la pérdida de peso definitiva. Lo importante es continuar y no permitir que
pensamientos obsesivos se apoderen de nosotros.
"No sirvo para nada debido a mi sobrepeso u obesidad". La mayoría de las personas que presentan
este problema se deprimen con frecuencia debido a que tienen una imagen negativa de sí mismos,
por lo que constantemente se califican de inútiles o inferiores. Quienes experimentan lo anterior
deben tomar en cuenta que el verdadero valor de una persona no se mide en kilogramos, sino en
sentimientos, actitudes positivas e inteligencia; es necesario repetirse diariamente: "Valgo tanto
como cualquier otra persona", percepción que permite reducir la ansiedad, trastorno que dificulta
seguir adecuado régimen alimenticio.
"Tengo que estar delgado para gustarle a los demás". Este pensamiento atormenta a infinidad de
personas debido a la influencia negativa que ejercen los medios de comunicación, pues venden la
siguiente idea: "La delgadez es la mejor forma de alcanzar el éxito y ser admirado", la cual ha sido
aceptada por algunos sectores de la sociedad. Lo anterior ocasiona que la gente con sobrepeso u
obesidad se rechace a sí misma y recurra a métodos de adelgazamiento que pueden poner en
riesgo su salud. En estos casos, lo más recomendable es desechar los estereotipos y convencerse
que la pérdida de peso sólo es válida para mantenernos sanos y no para ser admirados, por lo que
es conveniente liberarse de la presión que ejercen terceras personas y preocuparse sólo por el
propio bienestar. Considere que el peso adecuado evitará problemas que pueden poner en riesgo su
vida, como padecimientos en corazón, hipertensión arterial, diabetes mellitus, disfunción
respiratoria, arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias), apnea del sueño (mala circulación de
oxígeno al cerebro) y elevación del ácido úrico.
Medicamentos
Muchas personas que se encuentran en régimen de reducción de peso llegan a requerir, además de dieta y
ejercicio, algunos medicamentos, los cuales sólo deben ser prescritos por el endocrinólogo. A continuación se
presentan los más comunes:
Inhibidores de grasa. Evitan que una parte de la grasa proveniente de los alimentos sea
absorbida, porcentaje que se elimina a través de la defecación. Sus efectos secundarios incluyen
mayor número de evacuaciones al día, diarrea, calambres abdominales, incontinencia fecal y
náuseas.
Cirugías
Hay quienes recurren a intervenciones quirúrgicas para resolver su problema de sobrepeso y obesidad; entre
las más comunes se encuentran gastroplastia de reducción (disminución del tamaño del estómago),
liposucción y abdominoplastia. Sin embargo, no todas las personas son candidatas a estos procedimientos.
Cabe destacar que esta intervención quirúrgica sólo está indicada en personas que tienen sobrepeso del
40%, o más, sobre su peso ideal, quienes generalmente no han obtenido resultados al seguir dietas y
rutinas de ejercicio. Asimismo, debe quedar muy claro que la cirugía no persigue fines estéticos, sino
preservar la salud pues, como bien sabemos, la obesidad predispone o agrava enfermedades como diabetes,
hipertensión arterial y lesiones en huesos y articulaciones.
Es muy importante que este procedimiento sea realizado por un gastroenterólogo altamente calificado, pues
si la cirugía se efectúa de manera inadecuada el paciente podría sufrir fatales consecuencias, por ejemplo,
necrosis estomacal (muerte del órgano), perforación de esófago y/o estómago, así como fuertes infecciones.
II. Liposucción. Es necesario considerar que no está indicada para bajar de peso, reducir el volumen de
senos ni para tratar la celulitis, pues únicamente modela la figura; por tanto, sólo obtienen buenos
resultados las personas delgadas con algunos depósitos de grasa, siempre y cuando acudan con un cirujano
experto y se encuentren física y mentalmente saludables. El procedimiento consiste en retirar acumulaciones
de tejido adiposo en abdomen, caderas, glúteos, muslos, rodillas, brazos, cuello, papada y mejillas,
mediante la introducción de finos tubos que la absorben.
III. Abdominoplastia. Consiste en eliminar acumulaciones de grasa, retirar exceso de piel y tensar
músculos de la pared abdominal, lo cual devuelve la estética al cuerpo al permitirle lucir abdomen fuerte y
atractivo. Esta cirugía se realiza en un lapso de entre 2 y 4 horas, se requiere de un corte sobre el pubis que
va de una cadera a la otra y, posteriormente, se realiza otro alrededor del ombligo. A continuación, se
separa la piel de la pared abdominal hacia arriba hasta alcanzar las costillas, cuyos músculos se reubican en
su lugar. El tejido separado se estira en dirección al pubis y la piel sobrante es extirpada; el ombligo se
coloca en su nueva posición y finalmente se sutura. Debe tomarse en cuenta que si la acumulación de grasa
en abdomen es excesiva de ninguna manera habrá que esperar que esta zona quede totalmente plana, sólo
mejorará su apariencia.
IV. BCharlatanería
Debido a que en la actualidad se ha incrementado el número de personas con problemas de sobrepeso y
obesidad, se ha desarrollado una industria poco ética en el control de peso, la cual ofrece productos
"mágicos" que aseguran disminuir los kilos de más en cuestión de días o semanas. Mucha gente cree en
estas falsas promesas, pero lo único que consiguen perder es dinero o poner en riesgo su salud; a
continuación los más frecuentes:
V. Dietas. Considere que las que se basan en consumo de sólo un alimento, por ejemplo, manzana o
papaya en todo el día, ocasionan descompensaciones importantes en el organismo debido a que no se
obtienen la mayoría de los nutrientes. Por su parte, las llamadas dietas de hambre causan deficiencia de
vitaminas y minerales, pero eso no es todo, también generan efecto contrario al deseado: el cuerpo se
adapta a bajo aporte de energía, y para defenderse de la agresión acumula grasa.
A su vez, las que se basan en consumo de grasas, carnes y pocos cereales pueden conducir a condición
fisiológica llamada cetoacidosis, que consiste en acelerar el metabolismo para bajar de peso; pero el costo
de seguirlas es muy alto, ya que pueden ocasionar infartos o que se obstruya alguna vena del cerebro.
VI. Hierbas. Con mucha frecuencia también se ofrecen productos cuya fórmula se basa en plantas, los
cuales, pese a ser de origen natural, no están exentos de riesgos, veamos cuáles son:
Guarana (Paullinia cupana). Incluye altas cantidades de cafeína, lo que deriva en ansiedad e
insomnio.
VII. Clínicas. Padecer obesidad ha llevado a la gente a acudir a sinnúmero de establecimientos donde
recomiendan "tratamientos" para reducir el peso corporal, pero tenga cuidado antes de acudir a alguno,
pues en ocasiones el personal que ahí labora no posee los conocimientos adecuados. Si su deseo es
atenderse en una clínica de control de peso deberá comprobar que quienes laboran en ella realmente sean
especialistas en obesidad y nutrición (pida currículos, identificaciones oficiales y cédulas profesionales),
asimismo, será necesario que le hagan minuciosa historia clínica lo que, aunado a sus hábitos alimenticios y
actividad física, permitirá que le proporcionen el tratamiento más adecuado. Pero ante todo considere que la
reducción de peso es un proceso que requiere tiempo, por lo que de ninguna manera se reflejará de la noche
a la mañana, si esto le prometen en la clínica, desconfíe.
VIII. Vendas. Son promovidas por muchas clínicas de pérdida de peso, donde las ofrecen en variadas
modalidades, con soluciones de aminoácidos, éter, algas y colágeno, entre otros compuestos, y se les
asegura a las clientes que perderán peso. Una vez que las vendas se sumergen en alguna de estas
sustancias, se envuelve con ellas a la persona, quien debe mantenerlas por 30 minutos, periodo en el que
supuestamente se derrite cierta cantidad de grasa. No existen estudios científicos que documenten que son
eficaces, y cuando una persona se somete a este método le exigen dieta muy baja en calorías y supresores
del apetito; de esta forma aseguran que el individuo pierda peso y así lo atribuyen al tratamiento.
IX. Cremas. Muchas de ellas se elaboran a base de mentol, sustancia que hace rígidos los tejidos y
ocasiona que el cuerpo se mantenga contraído, lo que da el efecto de mayor delgadez, pero no se quema la
grasa.
X. Parches dietéticos. Se dice que al ser colocados (en brazos o espalda baja) liberan sustancias que
inhiben el apetito, pero su seguridad y efectividad no han sido probadas.
XI. Bloqueadores de grasa. Se presentan en forma de cápsulas o polvo y pretenden absorber la grasa de
los alimentos evitando que se digiera; al respecto, especialistas en Nutrición y Endocrinología afirman que
estos productos sólo inducen a la gente a comer descontroladamente gran cantidad de grasas y
carbohidratos, lo que ocasiona que incrementen su peso corporal porque dichas formulaciones no son
efectivas.
XII. Píldoras dietéticas magnéticas. Supuestamente promueven la expulsión de grasa del cuerpo, pero
existe poca evidencia científica que apoye su efectividad.
XIII. Los que "llenan" el estómago. Son fibras que al ser consumidas se expanden, con lo que crean
sensación de saciedad y reducen el hambre, sin embargo, se les considera dañinas debido a que pueden
causar obstrucción en intestinos y esófago.
XIV. Cápsulas milagrosas. Éstas pueden hacer que una persona baje hasta 12 kilogramos en un mes, lo
cual le parecería magnífico a quien esté obsesionado con perder peso de inmediato, sin embargo, debe
tenerse mucho cuidado, pues aunque afirman que su contenido es inofensivo, lo cierto es que en su interior
incluyen un embrión de la lombriz solitaria. Este parásito mide aproximadamente 3 metros, come todo lo
que consume el "anfitrión", y en el momento menos esperado puede salir por la boca, destruye los intestinos
y es posible que ocasione la muerte.
XV. Estimuladores eléctricos. Sólo tienen uso legítimo en terapia física, no obstante, han sido
promocionados para pérdida de peso y tonificación de músculos. Si se usan incorrectamente pueden causar
fuertes quemaduras.
XVI. Anteojos supresores del apetito. Están provistos de vidrios de color, los cuales pretenden proyectar
a los alimentos poco apetitosos para reducir el hambre; no hay evidencia de que funcionen.
XVII. Aretes mágicos. Se dice que estimulan los puntos acupunturistas que controlan el apetito, pero no
se ha comprobado que sean eficaces.
Trastornos de la alimentación
La obsesión por perder peso ha llevado a muchas personas no sólo a recurrir a productos milagrosos, sino a
padecer trastornos en la alimentación, como anorexia y bulimia, los cuales pueden causarle la muerte. A
continuación se detallan sus principales características:
a) Anorexia. Quien la padece reduce de manera extrema el consumo de alimentos y realiza arduas rutinas
de ejercicio, lo que ocasiona que presente peso muy inferior al ideal. Los criterios diagnósticos son:
Falsa percepción de la silueta, pues aunque los afectados estén muy delgados se sienten obesos.
b) Bulimia. Trastorno en el cual muchos individuos, casi siempre mujeres, presentan frecuentes episodios
de voracidad, pero después de haber ingerido gran cantidad de alimentos se provocan el vómito o toman
laxantes y diuréticos para prevenir el aumento de peso. Puede pasar desapercibida debido a que no se
manifiesta pérdida dramática de peso. Los criterios diagnósticos son:
Sentimiento de falta de control sobre la ingesta durante este episodio (por ejemplo, sentir que uno
no es capaz de detenerse ante la comida).
Conductas recurrentes inadecuadas para compensar y prevenir el aumento de peso, como vómito
autoinducido, abuso de laxantes, diuréticos u otras medicaciones, ayuno o ejercicio excesivo.
Es importante tomar en cuenta que la única manera efectiva de perder peso es: seguir dieta balanceada y
realizar ejercicio físico, pues como podrá darse cuenta los productos milagrosos no funcionan. Además, si ya
decidió controlar su peso, manténgase firme en su objetivo y póngase en manos de especialistas calificados.
Hacer Dieta
Dieta de adelgazamiento para diabéticos
Escrito por Administrator en Diabéticos , Dieta de adelgazamiento para diabéticos , Dietas para
adelgazar , Hacer dieta
[22] Comentarios
Te proponemos una dieta que se ajusta a las necesidades de una persona diabética. Hacer dieta, cuidar tu
alimentación, hacer ejercicio, son conceptos beneficiosos para la diabetes, siempre y cuando sigas el consejo de
un profesional. Esta dieta está pensada para una persona diabética con problemas de sobrepeso u obesidad. Es
necesario en estos casos bajar de peso con una dieta especial para diabéticos, ya que la obesidad es un factor de
riesgo para la hipertensión, y problemas cardiocirculatorios.
Los diabéticos obesos pueden seguir varias dietas para adelgazar rápido, sin pasar hambre y lo mas importante,
sin perjuicios para su salud.
Esta tabla te permitirá saber la curva de glucemia en sangre en ayunas y postpandrial (después de las comidas).
Recuerda que si tomas tratamiento en pastillas (antidiabéticos orales) o si te inyectas insulina, esta dieta NO
modifica tu tratamiento habitual. Debes tomar el tratamiento establecido por tu médico.
Esta dieta te ayudará a "comer bien", y a perder peso sin peligro de afectar a tu diabetes. Todo lo contrario. La
dieta te ayudará a mejorar el control de tu diabetes.
Para que puedas variar tu misma la dieta según tus gustos te proponemos categorías, debes elegir una
propuesta de cada categoría (de la A, elige la A1 o la A2, y de la B igual…).
Desayuno A.1
Café con leche desnatada.
A.2
Infusión de té rojo o té verde.
A media mañana A1
Una pieza de fruta.
A.
2 Un yogurt desnatado.
A.
4 Una barrita de cereales sin azúcar.
A.
3 Dos rebanadas de pan tostado con
fiambre de pavo o queso fresco.
Comida A.1
Ensalada de pasta (con tomate natural,
lechuga, maíz, pollo, huevo cocido sin la
yema, y cualquier tipo de verdura al
gusto, aliñar con salsa de yogurt, salsa de
soja o aceite de oliva, pero no con
mayonesa).
A.2
Ensalada mediterránea
A3
Tomates con orégano y queso fresco.
A1
Leche desnatada con café o sola.
A.2
Merienda Zumo de limón o pomelo.
A.3
Infusión de té rojo (solo o con leche
desnatada).
Cena A.1
Ensalada con tomate, lechuga, huevo
cocido (sin la yema), cebolla y atún.
A.2
Parrillada de verduras asadas.
A.3
Ensalada americana (col y zanahoria
cortada muy fina con salsa de yogurt
natural desnatado)
A4
Hervido de verduras o puré de verduras.
B.1 Revuelto de ajitos con gambas.
Antes de acostarse
A.1
Un yogurt desnatado.
A2
Un vaso de leche desnatada
Te recomendamos combines esta dieta con un poco de ejercicio suave, como hacer largos paseos, andar unos
30 minutos rápido o bailar te puede ayudar a bajar de peso más rápido y quemar ese azúcar libre en la sangre.
Puedes leer algunos consejos más sobre el ejercicio como complemento de la dieta
Recuerda que si te inyectas insulina debes tener cuidado con las bajadas de azúcar o
hipoglucemias por eso te recomendamos que siempre lleves algunos caramelos en el
bolso o en el bolsillo de la ropa, o sobres de azúcar y ante cualquier síntoma te los
tomes.
Ser diabético es algo muy frecuente hoy. De hecho los avances en este campo en lo referente a salud en los
Desde aquí queremos ofrecer una guía sencilla sobre el control de esta enfermedad con una herramienta básica
en la diabetes: La dieta.
Perder un poco de peso siempre es beneficioso para las personas diabéticas, de
Nuestras células apresan estas moléculas de glucosa que circulan por la sangre
La glucosa para entrar en las células y servir de combustible energético, necesita una "llave", esta "llave" es la
En los diabéticos disminuye la cantidad de insulina por lo que a pesar de que la glucosa está libre en la sangre,
Por lo tanto a la hora de detectar y controlar la enfermedad se realizan controles de azúcar en la sangre o
glucemias digitales.
El aumento de azúcar en sangre es nocivo para la salud y acarrea a la larga problemas en la visión, en la piel, en
Pero también una bajada de azúcar o hipoglucemia puede llevar al paciente diabético a un coma
hipoglucémico.
Por este motivo es fundamental controlar con la dieta el nivel de glucosa o azúcar que está llegando a la sangre
- El aporte calórico deberá ser el correspondiente a una dieta equilibrada (ver el artículo de gasto calórico).
Azúcar, dulces, caramelos, bollería, grasas, ni alimentos que contengan grandes cantidades de azúcar. En su
lugar los sustituiremos por edulcorantes y productos que hayan cambiado en sus ingredientes el azúcar por
edulcorante.
- No debemos abusar en nuestra dieta habitual de:
Fruta fresca, debemos consumir un máximo de 2 o 3 piezas al día, preferiblemente durante el día y no en la
cena.
Pasta, arroz, pan, patatas, cereales, harinas,… Debemos reducir su consumo a tres raciones al día.
- Debemos ingerir todos los días gran variedad de verduras y hortalizas, cocinadas o frescas.
preferiblemente fresco o congelado (preferibles a los enlatados y en conserva). Lácteos, leche, huevos, queso y
derivados, intentando
Un factor vital que debe acompañar a la dieta del diabético es la actividad física.
ya que está confeccionada para suplir las cantidades recomendadas de nutrientes diarios, pero eliminando
aquellos alimentos hipercalóricos. Estos alimentos que se evitan en esta dieta de adelgazamiento coinciden con
Por tanto siguiendo estos consejos, podréis estableceros en vuestro peso ideal y además os encontrareis mejor y
De todos modos os aconsejo que visitéis a vuestro médico y que os realicéis controles de glucemia periódicos
Muy importante para los pacientes insulino dependientes (que se inyectan insulina) es que siempre lleve unos
caramelos o terrones de azúcar encima por si sufren una bajada de azúcar (hipoglucemia).
Si comienzan a notar síntomas como sudoración abundante, temblores o calambres musculares, pitidos en los
oídos, perdida de fuerza o perdida de visión, es vital que ingieran rápidamente algo de azúcar para remontar la