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SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO

La suspensión del acto reclamado encuentra regulación en las fracciones X y XI


del artículo 107 de la Constitución Federal, así como en los artículos 190 y 191 de
la Ley de Amparo.

La suspensión del acto reclamado en la vía directa puede establecerse de oficio o


a petición de parte; en términos generales, sabemos que la suspensión puede
solicitarse en cualquier momento del juicio mientras tanto no se dicte sentencia
ejecutoria.

La autoridad responsable ante quien se presentó la demanda de amparo directo, y


en la cual se haya hecho la solicitud de la suspensión; deberá decidir sobre la
suspensión del acto que se reclama, además de lo que se requiere para su debido
cumplimento, lo que deberá de decidir en un plazo de veinticuatro horas a partir de
la solicitud.

Para efectos de amparo directo, generalmente la suspensión de oficio, puede


establecerse únicamente en contra de sentencias definitivas o resoluciones que
ponen fin al juicio, dictadas en estrictos asuntos del orden penal, en específico
cuando se trate de actos que pongan en peligro la vida o la libertad personal, lo
anterior como lo establece el artículo 191 de la Ley de Amparo.

Por exclusión entonces se entenderá que cuando las sentencias definitivas, laudos
o resoluciones que pongan fin al procedimiento se pronuncien en materia distinta
de la penal, pudiendo tratarse de materia civil, administrativa o del trabajo, la
suspensión puede decretarse sólo a petición de parte; es decir cuando así lo
solicite el quejoso y mientras no se siga perjuicio al interés social ni se
contravengan disposiciones del orden público.

En materia de amparos directos, es conveniente subrayar que únicamente


prospera la solicitud definitiva, a diferencia de los amparos indirectos en que la
suspensión puede concederse ya sea de manera provisional o definitiva.

Toda vez que la demanda de amparo directo debe presentarse ante la propia
autoridad responsable, de conformidad con el artículo 190 de la Ley de Amparo es
a ésta a la que le corresponde resolver si procede o no la paralización del acto
reclamado, así como, en su caso, determinar el monto de las garantías y
contragarantías. Por tanto, no es el Tribunal Colegiado competente para conocer
del amparo quien se encarga de resolver sobre la suspensión, si no la propia
autoridad señalada como responsable.
Al igual que en el amparo indirecto, la suspensión del acto reclamado, se tramitará
vía incidental, se otorgará siempre y cuando así lo solicite el quejoso y no se siga
perjuicio al interés social ni se contravengan disposiciones de orden público en
caso de concederse.

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