1) Los trabajos sobre los que formularé la retroalimentación son los mismos que trabajé en la actividad

intermedia obligatoria.

En cuanto al protocolo, mi elección es la escalera de retroalimentación dado que considero sumamente

importante no solo que los niños identifiquen sus fortalezas y debilidades sino que puedan relacionar la
elaboración de borradores como una instancia fundamental para la construcción de saberes, en la cual el
error es una parte más del proceso de aprendizaje y se fomente la confianza necesaria para
reelaboración de los trabajos.

Mas allá de que mis aportes queden registrados en el borrador para que el niño pueda tenerlos a su
alcance, prefiero personalizar las devoluciones en forma oral para abrir un espacio de diálogo ameno en
el cual se puedan aclarar dudas y/o permitir el surgimiento de propuestas alternativas.

Mi intervenciones serían las siguientes:

Trabajo práctico de Jere Robles.

Valoro: Tus respuestas son correctas.

Me pregunto: ¿Se podrían escribir las respuestas de forma que no sea necesaria la presencia de las
preguntas?

Clarifico: La portada se presenta en una hoja aparte.

Suguiero: No olvidar el uso de las mayusculas.

Trabajo práctica de Priscila Jimenez

Valoro: Buen trabajo. Las respuestas son claras y las ilustraciones elegidas son correctas.

Me pregunto: ¿Está clara la diferencia entre células simples y estratificadas?

Calarifici: El título de tu trabajo ya está hablando sobre el tema.

Suguiero: No es necesario escribir las preguntas porque tus respuestas están bien redactadas y permiten
saber de que tratan.

2) Uno de los inconvenientes que encuentro es la mirada que sobre los roles de la escuela tienen la
familia de los chicos. Son los padres, los que en reiteradas oportunidades nos reclaman que nunca
evaluamos a los chicos y plantean que no los estamos preparando para los desafios que tendrán en las
instancias posteriores a la escuela primaria.

Es que socialmente, en la actualidad se ponderan los esfuerzos y los logros mediante una calificación
numérica. Me ha sucedido que me plantean por ejemplo que cuando tienen que rendir los examenes de
Inglés en los institutos privados, los chicos deben enfrentar examenes escritos y orales donde lo que
prevalece es una calificación numérica y que antes estas situaciones se poenen muy nervisos e
inseguros.

Otra realidad que he observado es que se eleboran rúbricas, se proponen proyectos que al final, a la
hora de pasar del formalismo y lo escrito, no se llevan a cabo realmente. ¿Cuánto valor tiene hablar de
educación formativa y retroalimentación cuando ésta no llega al estudiante? ¿Cuándo la ayuda o apoyo
docente no llega al estudiante sino que queda una planilla solo conocida por el cuerpo docente? ¿Qué
retroalimentación y cuándo se brinda?

Una de las principales propiedades que tiene la educación formativa es que el docente cumple su rol de
"acompañante"del aprendizaje dado que intenta ir a la par del niño durante todo el proceso de
aprendizaje, de una forma más personalizada y por medio de la cual la retroalimentación es personal y
orientada a cada niño con su originalidad.

Las rúbricas y protocolos le permiten al docente ponderer distintos aspectos y no centrarse en el

resultado final del proceso. Puede establecer con claridad de donde partió cada niño, sus dificultades, el
grado en que pudo superarlas y la real magnitud del aprendizaje alcanzado, avarcando las características
propias de cada chico, su individualidad, su situación personal.

Además concidero que sumamente enriquecedor que se pueda comunicar de forma clara a los niños,
cuales son las dificultades que se observan y brindarles herramientas para superarlas.

Concidero que como expresa Felipe Martínez Rizo, las rúbricas son herramientas que no solo guiarán al
docente a la hora de evaluar, sino que disminuyen la arbitrariedad que pueda surgir de una nota
meramente cuantitativa. Porque es cierto que la subjetivisad es inherente al desarrollo de cualquier
actividad humana y los docentes impregnamos a diario nuestro quehacer, por ellos es imprescindible
que a la hora de evaluar podamos alejarnos lo más que podamos de ella y enfocarnos realmente en los
aprendizajes que se esperan y qué logro cada niño a partir de su individualidad.