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La necesidad de un escudero
Dios puso rangos dentro de la guerra para mantener un orden y así la batalla
sea más efectiva y con mayor alcance, entendemos que trabajando juntos con
el Señor podremos hacer mucho más que haciéndolo solos: ¿Cómo podría
perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil? Deuteronomio 32:30 RVR1960.
Si observamos el reino de las tinieblas este tiene un orden jerárquico de
autoridades y ellos solo copian todo lo de Dios, la Iglesia debe ser la primera en
saber administrar este recurso. Dios colocó autoridades en su pueblo y
proporcionó a todos sus hijos con dones y talentos para operar de diferentes
maneras y en diferentes áreas según a lo que lo llamó Dios: “de quien todo el
cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor.” Efesios4:16 RVR1960.
Como toda célula tiene un líder, es necesario que cada líder pueda tener alguien
que lo apoye y lo ayude con las diferentes tareas mientras él vela por todos y
guía a la célula. Un escudero, en el tiempo antiguo, era quien estaba encargado
de llevar el escudo de su oficial en medio de la batalla. Tenía la responsabilidad
de velar por la seguridad de su oficial, vivía para eso y solo para eso.
Hoy los tiempos han cambiado, En el Nuevo Testamento, la escudería ocupa el
quinto lugar en el rango de prioridades, esto es 1) Dios, 2) Relación marital, 3)
Familia, 4) Trabajo (estudios) y 5) Escudería. Sin embargo la responsabilidad de
un escudero y su compromiso debe ser el mismo, con esto no se quiere decir
que el llamado a la escudería es mero, sin esfuerzo ni pasión. Debe haber un
genuino compromiso “como sirviendo al Señor”.
Hoy todos quieren llegar a ser líderes pero no quieren ser escuderos, quieren
ser ungidos salteándose la etapa previa. La Biblia es clara: “…Bien, buen siervo
y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor.” Mateo 25:21 RVR1960. Aquellos cobardes que no quieren servir en lo
poco jamás serán colocados en lugares de autoridad mayores. Todos anhelan la
doble unción de Eliseo pero nadie observa que para llegar a ello él tuvo que servir
a Elías muchos años: “Elías pasó junto a Eliseo y arrojó su manto sobre él (…)
[Eliseo] luego partió para seguir a Elías y se puso a su servicio.” 1 Reyes 19:19;
21 NVI. Fue en ese tiempo que su ministerio se forjó y Dios honró su servicio
con una doble unción.
Cuando nos movilizamos en pos de los sueños o metas de nuestro líder, Dios se
encarga de los nuestros, Jesús cedió su voluntad para cumplir la de su Padre y
fue exaltado. Nunca llegarás a un lugar donde no tengas que someterte a alguien.
El espíritu de un escudero es el espíritu de Cristo. Es el corazón de un servidor:
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando
fuere tiempo.” 1 Pedro 5:6 RVR1960.