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DERECHO PROCESAL PENAL

EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
PENAL.

PROGRAMA DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

MÓDULO:
TEXTO DE ESTUDIO Nº 09
CONTENIDO

1. EJECUCIÓN DE SENTENCIAS PENALES.


A. CONCEPTOS DE SENTENCIAS PENALES.
B. FUENTES LEGALES.
C. DISPOSICIONES DE LA LECR.
D. ACTOS DE EJECUCIÓN DE LA PENA IMPUESTA.
E. EJECUCIÓN DE LA CONDENA CIVIL.

2. ÓRGANOS QUE INTERVIENEN EN LA EJECUCIÓN


A. LOS JUZGADOS Y TRIBUNALES SENTENCIADORES.
B. LOS JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA.
C. LA ADMINISTRACIÓN PENITENCIARIA.

3. LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA EJECUCIÓN PENAL.


4. EL OBJETIVO DE LA ETAPA DE EJECUCIÓN PENAL.
5. FUNCIÓN MEDULAR DEL DERECHO DE EJECUCION PENAL.
6. LA ORIENTACIÓN IDEOLÓGICA DE LA EJECUCIÓN PENAL.

7. RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES DE LA ADMINISTRACIÓN PENITENCIARIA Y DE


LOS JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA.
I. RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES DE LA ADMINISTRACIÓN PENITENCIARIA.
II. RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES DE LOS JVP.

ANEXO: EXAMEN.
1. LA EJECUCIÓN DE SENTENCIAS PENALES.

A. CONCEPTO DE EJECUCIÓN EN EL PROCESO PENAL.

- Conjunto de actuaciones atribuidas a los órganos del Estado, facultados


legalmente para ello, que tienen a dar cumplimiento dentro de los límites
establecidos en la Ley y en los Reglamentos, a los pronunciamientos
contenidos en el fallo de las resoluciones judiciales ejecutables recaídas en el
proceso penal.

- Dentro del proceso penal podemos distinguir dos tipos:

a) De declaración: finaliza con la resolución que determina la


responsabilidad e impone la pena correspondiente, o absuelve al
acusado.

b) De ejecución: comprende la actividad necesaria para dar cumplimiento a


dicha resolución.

- RESOLUCIONES SUSCEPTIBLES DE EJECUCIÓN: Solo podemos hablar de


proceso de ejecución respecto de sentencias de condena, que son las
que imponen una sanción, ya que cuando la sentencia es absolutoria, la
ejecución solo consiste en poner en libertad al procesado absuelto y
revocar las medidas cautelares que se hubieran adoptado respecto de él,
por lo que se trata de un proceso de ejecución penal impropio.

ART. 983: todo procesado absuelto por la sentencia será puesto en libertad
inmediatamente, salvo que el ejercicio de un recurso que produzca efectos
suspensivos o la existencia de otros motivos legales hagan necesario el
aplazamiento de la excarcelación, lo cual se ordenará por auto motivado.

B. FUENTES LEGALES:

En la ejecución penal hay que tener en cuenta normas que están repartidas en
distintos cuerpos legales:

- La LECR contiene un libro sobre “la ejecución de las sentencias”, en


el que se establecen normas para asegurar el cumplimiento de la
resolución recaída en un proceso penal.

- El CP, al tratar de las penas, dedica varios artículos al cumplimiento de las


mismas, definiendo sus presupuestos, condiciones, límites, etc. como
exigencia del principio de legalidad.

- La Ley General Penitenciaria y su Reglamento desarrollan la actividad de


ejecución de las penas privativas de libertad.

C. DISPOSICIONES DE LA LECR.

- ART. 988: las sentencias sólo podrán ejecutarse cuando sean declaradas
firmes, y serán firmes cuando contra ellas no cabe ningún recurso, salvo
el de revisión. La firmeza la declara el Juez o tribunal que la dictó, y desde
ese momento se procede a ejecutarla.

o Si el reo está sometido a otra causa, eso no impide que se


ejecute la primera sentencia, sino que se le conduce, cuando
sea necesario, desde el establecimiento penal donde cumple
condena al lugar donde se esté instruyendo la causa pendiente.

o Si el culpable de varias infracciones penales es condenado en


distintos procesos por hechos que pudieron ser objeto de uno
solo, el Juez o tribunal que dicta la última sentencia, de oficio,
o a instancia del MF o del condenado, procederá a fijar el límite
de cumplimiento de las penas impuestas mediante un auto, contra
el que cabe recurso de casación por infracción de Ley.

- ART. 984: EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA EN LOS JUICIOS POR DELITOS


LEVES: corresponde al órgano que haya conocido del juicio, y cuando no
pueda practicar por sí mismo todas las diligencias, requerirá para que las
practique al órgano judicial de la circunscripción donde deban tener
efecto. La reparación del daño se va a regir por lo dispuesto en la LEC,
pero siempre será promovida de oficio por el Juez que dicte la sentencia.

- ART. 985 Y 986: EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA EN LOS JUICIOS POR DELITOS:


corresponde al Tribunal que haya dictado la sentencia que sea firme. No
obstante, hay que tener en cuenta:

o La sentencia dictada a continuación de la casación (sentencia


rescisoria) por la Sala 2ª del TS se ejecutará por el tribunal que
hubiese dictado la sentencia casada.
o La ejecución de sentencias dictadas de conformidad por los
Juzgados de Instrucción en el procedimiento para el
enjuiciamiento rápido de determinados delitos, corresponde a los
Juzgados de lo Penal.
o La ejecución de sentencias dictadas por los Juzgados Centrales
de lo Penal corresponde a los Juzgados Centrales de Instrucción.
o La ejecución de sentencias dictadas en el proceso por
aceptación de decreto, cuando el delito sea leve, corresponde
al Juzgado que la hubiere dictado.

- ART. 987: cuando el Tribunal a quien corresponda la ejecución de la


sentencia no pueda practicar por sí mismo todas las diligencias
necesarias, se dirigirá al órgano judicial competente del partido en que
deban tener efecto para que las practique, quien inmediatamente dará
cuenta de su cumplimiento al Tribunal sentenciador.

- ART. 990: las penas se ejecutarán en la forma y tiempo prescritos en el CP


y en los Reglamentos.

o Corresponde al Juez o Tribunal con competencia funcional para


ejecutar la sentencia, adoptar sin dilación las medidas necesarias
para que el condenado ingrese en el establecimiento penal
destinado al efecto, para lo cual requerirá el auxilio de las
autoridades administrativas, que se lo deben prestar sin excusa
alguna. También ejercerán los Tribunales las facultades de
inspección sobre la manera de cumplirse las penas, cuando se las
atribuyan las leyes y los Reglamentos.

o Corresponde al LAJ impulsar el proceso de ejecución de la


sentencia, dictado al efecto las diligencias necesarias, sin
perjuicio de la competencia del Juez o Tribunal para hacer cumplir
la pena. Además, comunicará a los ofendidos y perjudicados por
el delito, y en su caso a los testigos, todas las resoluciones
relativas al penado que puedan afectar a su seguridad.

D. ACTOS DE EJECUCIÓN DE LA PENA IMPUESTA

 PENAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD

 ART. 35 CP: Son penas privativas de libertad la prisión permanente


revisable, la prisión, la localización permanente y la responsabilidad
personal subsidiaria por impago de multa. Su cumplimiento así como los
beneficios penitenciarios que supongan acortamiento de la condena se
rigen por lo dispuesto en las leyes y en el CP.

 EJECUCIÓN: el Tribunal sentenciador dirige mandamiento al director del


Establecimiento Penitenciario en que deba ser ingresado el condenado,
acompañando testimonio de la sentencia recaída y de la liquidación
de condena practicada, que es la determinación del tiempo en que
el condenado debe permanecer privado de libertad.

La practica el mismo Tribunal, según lo dispuesto en el CP, por lo que al


tiempo fijado en la sentencia, le resta el tiempo que el reo ya ha pasado en
prisión preventiva, el que resulte de aplicar indultos, etc.

 CUMPLIMIENTO DE LA LOCALIZACIÓN PERMANENTE

o Obliga al penado a permanecer en su domicilio o en lugar


determinado fijado por el Juez en sentencia o posteriormente en auto
motivado.
o Cuando se impone como pena principal y teniendo en cuenta la
reiteración en la comisión de la infracción, y siempre que así lo
disponga expresamente el precepto concreto que sea aplicable, el Juez
podrá acordar que se cumpla los sábados, domingos y días festivos en
el centro penitenciario más próximo al domicilio del penado.

o Si el reo lo solicita y las circunstancias lo aconsejan, una vez oído


el MF, el Juez o Tribunal sentenciador podrá acordar que la condena
se cumpla durante los sábados y domingos o de forma no continuada.

o Si el condenado incumple la pena, el Juez o Tribunal deducirá testimonio


para proceder por el delito de quebrantamiento de condena.

o Para garantizar el cumplimiento efectivo, el Juez o tribunal podrá


acordar la utilización de medios mecánicos o electrónicos que permitan
la localización del reo.

 CUMPLIMIENTO DE LA RESPONSABILIDAD PERSONAL SUBSIDIARIA:

- Si el condenado no satisface, voluntariamente o por vía de apremio, la


multa impuesta, queda sujeto a una responsabilidad personal subsidiaria
de 1 día de privación de libertad x cada 2 cuotas diarias no satisfechas.

- Si se trata de un delito leve, se puede cumplir mediante localización


permanente.

- El Juez también puede acordar, previa conformidad del penado, que se


cumpla mediante TBC: 1 día de privación de libertad = 1 jornada de
trabajo.
- Cuando se trata de multa proporcional, son los Jueces los que
establecen la responsabilidad personal subsidiaria que proceda, sin que
pueda exceder en ningún caso de 1 año.

- No se impone a los condenados a pena privativa de libertad superior a 5


años.

- El cumplimiento de la responsabilidad subsidiaria extingue la obligación


de pago de la multa, aunque luego mejore la situación económica del
penado.

- El pago de la multa impuesta podrá ser fraccionado en caso de tratarse de


persona jurídica durante un plazo máximo de 5 años, si su cuantía pone
en peligro su supervivencia o el mantenimiento de los puestos de trabajo,
o lo aconseje el interés general. Si no paga la multa en ese plazo, el
tribunal podrá acordar su intervención hasta el pago total de la misma.

 PENA DE PRISIÓN: el CP remite para su cumplimiento, así como para los


beneficios penitenciarios que supongan acortamiento de la condena, a lo
dispuesto en el propio CP y en la legislación penitenciaria. Por tanto, se
cumple según el sistema progresivo que supone la división de la duración
de la pena en una serie de periodos, a través de los cuales se va suavizando
el tratamiento aplicado, como preparación para la liberación del reo. La
última fase es la libertad condicional.
Para conceder la excarcelación de los condenados será precisa la
aprobación de la libertad definitiva por el Tribunal sentenciador, o de la
propuesta de libertad condicional por el Juez de Vigilancia.

 PENAS PRIVATIVAS DE DERECHOS: están enumeradas en el ART. 39 CP:

 La inhabilitación absoluta.
 Las de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión,
oficio, industria o comercio, u otras actividades determinadas en este
Código, o de los derechos de patria potestad, tutela, guarda o curatela,
tenencia de animales, derecho de sufragio pasivo o de cualquier otro
derecho.
 La suspensión de empleo o cargo público.
 La privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.
 La privación del derecho a la tenencia y porte de armas.
 La privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a
ellos.
 La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus
familiares u otras personas que determine el juez o el tribunal.
 La prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de
sus familiares u otras personas que determine el juez o tribunal.
 Los trabajos en beneficio de la comunidad.
 La privación de la patria potestad.

a. Inhabilitación absoluta, especial y suspensión de empleo o cargo público: se


ejecutan dirigiendo las correspondientes comunicaciones a los Colegios
Profesionales, centros o dependencias administrativos de que dependa
el condenado, para que el mismo no realice los servicios de cuya
prestación ha sido privado.
b. Privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores/
tenencia y porte de armas: se ejecutan requiriendo al condenado para
que entregue los documentos acreditativos de esos derechos, que se
unirán a los autos, y comunicando a los organismos encargados de
expedirlos que se abstengan de emitir otros a nombre del condenado
durante el tiempo de la condena.

c. Privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a


ellos / prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus
familiares u otras personas que determine el juez o el tribunal: se ejecutan
requiriendo al condenado en este sentido, advirtiéndole de las penas
correspondientes en caso de quebrantamiento de condena. No
obstante, para constatar un posible incumplimiento, el Juez puede
dirigirse también a las correspondientes autoridades gubernativas locales
para que comprueben la efectividad del requerimiento.

d. ART. 49 CP: Trabajos en beneficio de la comunidad: no pueden imponerse


sin el consentimiento del penado.

 Le obligan a prestar su cooperación no retribuida en determinadas


actividades de utilidad pública, que podrán consistir, en relación
con delitos de similar naturaleza al cometido por el penado,
en labores de reparación de los daños causados o de apoyo o
asistencia a las víctimas, así como en la participación del penado
en talleres o programas formativos o de reeducación, laborales,
culturales, de educación vial, sexual y otros similares.
 Su duración diaria no podrá exceder de ocho horas y sus
condiciones serán las siguientes:

1. La ejecución se desarrollará bajo el control del Juez de


Vigilancia Penitenciaria, que, a tal efecto, requerirá los
informes sobre el desempeño del trabajo a la
Administración, entidad pública o asociación de interés
general en que se presten los servicios.

2. No atentará a la dignidad del penado.

3. El trabajo en beneficio de la comunidad será facilitado


por la Administración, la cual podrá establecer los
convenios oportunos a tal fin.

4. Gozará de la protección dispensada a los penados por la


legislación penitenciaria en materia de Seguridad Social.

5. No se supeditará al logro de intereses económicos.

6. Los servicios sociales penitenciarios, hechas las verificaciones


necesarias, comunicarán al Juez de Vigilancia Penitenciaria
las incidencias relevantes de la ejecución de la pena y, en todo
caso, si el penado:

- Se ausenta del trabajo durante al menos dos jornadas


laborales, siempre que ello suponga un rechazo
voluntario por su parte al cumplimiento de la pena.
- A pesar de los requerimientos del responsable del centro
de trabajo, su rendimiento fuera sensiblemente inferior
al mínimo exigible.

- Se opusiera o incumpliera de forma reiterada y


manifiesta las instrucciones que se le dieren por el
responsable de la ocupación referidas al desarrollo de la
misma.

- Por cualquier otra razón, su conducta fuere tal que


el responsable del trabajo se negase a seguir
manteniéndolo en el centro.

Una vez valorado el informe, el Juez de Vigilancia


Penitenciaria podrá acordar su ejecución en el mismo centro,
enviar al penado para que finalice la ejecución de la misma en
otro centro o entender que el penado ha incumplido la pena.

7. Si el penado faltara del trabajo por causa justificada no se


entenderá como abandono de la actividad. No obstante, el
trabajo perdido no se le computará en la liquidación de la
condena, en la que se deberán hacer constar los días o
jornadas que efectivamente hubiese trabajado del total que
se le hubiera impuesto.

 PENAS PECUNIARIAS: el procedimiento consiste en el pago de la misma por el


condenado, que lo tiene que verificar en el tiempo y forma que el Tribunal
determine. Si no lo hace voluntariamente, se le exigirá por la vía de apremio,
y si no se lograse el cobro, quedará sujeto a una responsabilidad personal
subsidiaria.

 MEDIDAS DE SEGURIDAD: para su ejecución es necesario individualizarla y


adecuarla a la evolución del sujeto, teniendo en cuenta que su fundamento
es la peligrosidad y que el internamiento es el último recurso, sólo para casos
necesarios.

ART. 97: Durante la ejecución de la sentencia, el Juez o Tribunal sentenciador


adoptará, por el procedimiento establecido en el artículo siguiente, alguna de
las siguientes decisiones:

1. Mantener la ejecución de la medida de seguridad impuesta.


2. Decretar el cese de cualquier medida de seguridad impuesta en
cuanto desaparezca la peligrosidad criminal del sujeto.
3. Sustituir una medida de seguridad por otra que estime más adecuada,
entre las previstas para el supuesto de que se trate. En el caso de
que fuera acordada la sustitución y el sujeto evolucionara
desfavorablemente, se dejará sin efecto la sustitución, volviéndose a
aplicar la medida sustituida.
4. Dejar en suspenso la ejecución de la medida en atención al resultado
ya obtenido con su aplicación, por un plazo no superior al que reste
hasta el máximo señalado en la sentencia que la impuso. La
suspensión quedará condicionada a que el sujeto no delinca
durante el plazo fijado, y podrá dejarse sin efecto si nuevamente
resultara acreditada cualquiera de las circunstancias previstas en este
Código.
ART. 98: A los efectos del artículo anterior, cuando se trate de una medida de
seguridad privativa de libertad o de una medida de libertad vigilada que deba
ejecutarse después del cumplimiento de una pena privativa de libertad, el
Juez de Vigilancia Penitenciaria estará obligado a elevar al menos
anualmente, una propuesta de mantenimiento, cese, sustitución o
suspensión de la misma. Para formular dicha propuesta el Juez de Vigilancia
Penitenciaria deberá valorar los informes emitidos por los facultativos y
profesionales que asistan al sometido a medida de seguridad o por las
Administraciones Públicas competentes y, en su caso, el resultado de las
demás actuaciones que a este fin ordene.

Cuando se trate de cualquier otra medida no privativa de libertad, el Juez o


Tribunal sentenciador recabará directamente de las Administraciones,
facultativos y profesionales, los oportunos informes acerca de la situación
y la evolución del condenado, su grado de rehabilitación y el pronóstico de
reincidencia o reiteración delictiva.

En todo caso, el Juez o Tribunal sentenciador resolverá motivadamente a la


vista de la propuesta o los informes, oída la propia persona sometida a la
medida, así como el Ministerio Fiscal y las demás partes. Se oirá asimismo a
las víctimas del delito que no estuvieren personadas cuando así lo hubieran
solicitado al inicio o en cualquier momento de la ejecución de la sentencia y
permanezcan localizables a tal efecto.

E. EJECUCIÓN DE LA CONDENA CIVIL

ART. 110 CP: De toda infracción penal deriva una responsabilidad penal,
pudiendo derivar también una responsabilidad civil, que se traducirá en la
restitución de la cosa, reparación del daño causado y la indemnización de los
perjuicios.

ART. 742 LECr: salvo que el perjudicado haya renunciado a la acción civil para
exigir la responsabilidad civil, el Tribunal sentenciador tiene la obligación de
resolver en la sentencia todas las cuestiones referentes a la responsabilidad
civil que hayan sido objeto del juicio.

PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN: Una vez que se declara la responsabilidad


civil en la sentencia, no hay un único procedimiento para hacerla efectiva,
sino que depende del pronunciamiento concreto de la sentencia.

o ART. 111: RESTITUCIÓN DE COSA. Deberá restituirse, siempre que sea


posible, el mismo bien, con abono de los deterioros y menoscabos que el
juez o tribunal determinen. La restitución tendrá lugar aunque el bien se
halle en poder de tercero y éste lo haya adquirido legalmente y de buena
fe, dejando a salvo su derecho de repetición contra quien corresponda
y, en su caso, el de ser indemnizado por el responsable civil del
delito.

o ART. 536 LECr: INDEMNIZACIÓN D/P. Si la sentencia condena a


indemnizar los d/p, como durante la tramitación de la causa se habrá
exigido las correspondientes fianzas a los responsables civiles, o en
su defecto, se habrá procedido al embargo de sus bienes, la ejecución
consistirá en la realización de la fianza o de los bienes embargados a
través de la vía de apremio.

o ART. 112: REPARACIÓN DEL DAÑO. Podrá consistir en obligaciones de dar,


de hacer o de no hacer que el Juez o Tribunal establecerá atendiendo
a la naturaleza de aquél y a las condiciones personales y
patrimoniales del culpable, determinando si han de ser cumplidas por él
mismo o pueden ser ejecutadas a su costa.

o ART. 115: DETERMINACIÓN CUANTITATIVA DE LA RESPONSABILIDAD


CIVIL. Los Jueces y Tribunales, al declarar la existencia de
responsabilidad civil, establecerán razonadamente, en sus resoluciones
las bases en que fundamenten la cuantía de los daños e indemnizaciones,
pudiendo fijarla en la propia resolución o en el momento de su ejecución.

El CP extiende así la posibilidad de diferir la determinación al trámite


de la ejecución a todos los procedimientos, mientras que antes sólo
estaba previsto para el procedimiento abreviado.

ART. 749 LECR: En ese caso, cualquiera de las partes podrá instar, durante
la ejecución de la sentencia, la práctica de las pruebas que estime
oportunas para su determinación, de la que se dará traslado a las demás
partes para que en el plazo de 10 días pidan lo que a su derecho convenga.

2. LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA EJECUCIÓN PENAL

Analizar el tema de naturaleza jurídica del Derecho de Ejecución penal es central en


el diseño teórico de este corpus iuris que los Estados asumen en el manejo de este
componente del sistema penal. El problema de la naturaleza jurídica del Derecho de
Ejecución Penal es, sin duda, uno de los más debatidos (…) en el Derecho
Comparado38. Tradicionalmente, las diferentes posturas acerca de la naturaleza
jurídica de la ejecución penal han sido agrupadas a tres grandes corrientes:
- La que atribuye carácter administrativo a la ejecución penal; esta posición
parte de la idea que el hacer ejecutar lo juzgado se circunscribe a ordenar
a las autoridades penitenciarias encargadas de ejecutar materialmente la
pena que procedan a su ejecución. Asimismo, sostiene esta tesis que, por
el hecho de ser administrativa la autoridad dirigida a la ejecución, debe
también conceptuarse administrativa la orden de la cual proviene la
ejecución.

- La que considera que la ejecución penal es materia jurisdiccional; esta


tesis parte de la premisa de que la jurisdicción [entendida como forma de
tutela para la realización de un derecho a través de dos garantías: ejercida
por un juez y a través de un procedimiento] es aquél poder del Estado que
tiene por objeto el mantenimiento y la actuación del ordenamiento
jurídico. De ahí deducen que la ejecución penal, confiada en exclusiva a la
autoridad, tiene como misión la obtención de la justicia a través de la
aplicación de la Ley.

- La posición mixta o ecléctica, a tenor de la cual en la ejecución penal se


debe distinguir elementos administrativos y jurisdiccionales. La ejecución
en cuanto concierne a la realización, modificación, extinción o
desconocimiento de la pretensión punitiva del Estado pertenece al
Derecho penal. De otro lado, todos los aspectos que estén vinculados a la
ejecución material de la condena, pertenecen al Derecho administrativo.

3. EL OBJETIVO DE LA ETAPA DE EJECUCIÓN PENAL

Si se revisa la orientación de la legislación en los países de la región iberoamericana42


en materia de ejecución penal consagran el denominado “ideal resocializador” como
el objetivo de la ejecución de la pena, siguiendo los lineamientos de las Reglas
Mínimas de Naciones Unidas. De otra parte, el principio de resocialización es ahora,
sin lugar a dudas un principio constitucional.

En igual sentido, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 10.3)


y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 5.6), que asumen
expresamente el ideal de la “resocialización” como fin u objetivo de la ejecución de
las penas. En realidad, todos los textos normativos de nuestro entorno cultural han
establecido, con diferentes fórmulas, que la resocialización, la reeducación o la
reinserción social constituyen el objetivo de la ejecución de penas de encierro.

Sin embargo, nunca existió claridad ni acuerdo acerca del significado concreto de los
términos utilizados para expresar este principio y muchos menos sobre las
consecuencias dogmáticas que debía tener en el régimen penitenciario. La falta de
una definición normativa clara sobre el significado del principio de resocialización
contribuyó de manera determinante, a aumentar la inseguridad jurídica en la etapa
de la ejecución penal, dotando a la administración penitenciaria de un ámbito de
arbitrariedad que se manifiesta en los límites impuestos al ejercicio de determinados
derechos de los privados de libertad.

Sin lugar a dudas, las normas que consagran al “ideal resocializador” como objetivo
de la ejecución de las penas privativas de libertad deben ser interpretadas a la luz de
los principios y límites del derecho penal compatible con un Estado Constitucional de
Derecho, conforme al modelo de intervención penal que surge de una interpretación
sistemática de las normas constitucionales y de los pactos internacionales de
derechos humanos. Así, el ideal resocializador erigido como objetivo de la ejecución
penal sólo puede significar una obligación impuesta al Estado de proporcionar al
condenado las condiciones materiales necesarias para un desarrollo personal que
favorezca su integración al entorno social al recobrar la libertad.
4. FUNCIÓN MEDULAR DEL DERECHO DE EJECUCION PENAL

Ante quienes cometen actos que repudiamos utilizamos como forma de reproche
habitual la privación de la libertad como una respuesta que sabemos es ineficiente e
irracional. Ahora, nuestras cárceles que utilizamos para el reproche, por su parte,
aparecen cada vez más sobrepobladas (un indicio de que no solucionamos los
problemas que debíamos solucionar, sino que reforzamos los reproches), y entre esas
personas que habitan esas cárceles encontramos grupos obviamente sobre
representados, a resultas de los arbitrarios modos en los que el sistema penal
selecciona a los culpables: la situación de selección/discriminación hacia ciertos
grupos es tal que, si alguien quisiera saber cuáles son los grupos más desaventajados
de la sociedad bastaría con mirar lo que existe dentro de los muros de la prisiones
para tener un panorama bastante completo de las escalas más bajas de ese
ordenamiento social.

La literatura criminológica viene describiendo, desde hace tiempo, el efecto


deteriorante y criminógeno de la prisión. En efecto, hoy se conoce con mayor rigor
científico cuáles son los efectos que produce la prisión en quienes la padecen, por lo
cual, a partir de estos conocimientos, se puede diseñar un derecho de ejecución
penal más realista que no fomente pretensiones inalcanzables que finalizan por ser
estrategias de legitimación de la situación actual. Así se ha dicho, con razón, que el
Tiempo penitenciario no sólo es una fase de padecimiento en la vida del recluso, sino
que constituye un momento decisivo en su biografía. En la prisión el interno aprende
unos comportamientos sociales propios que favorecen positivamente su
estigmatización e incorporación de forma estable a los grupos sociales de
marginación. Fenómeno definido por Lemert como desviación secundaria, que tiene
su origen en la comisión del delito. La prisión tiene por esto una destacada misión
criminógena al dar estabilidad a la autoconciencia de marginación, y en este sentido
es esencialmente antipedagógica.
A partir de la innegable realidad a que acabamos de aludir, existe una muy importante
concepción teórica que sostiene la necesidad de modificar el eje discursivo del
derecho de ejecución penal. Tal orientación consistiría en un paso de la “clínica del
tratamiento” presidida por el postulado resocializador (imbuido, a su vez, con fuertes
connotaciones psicologistas) al ofrecimiento [al autor del delito] de una suerte de
clínica que se dirija a lograr una disminución de su vulnerabilidad.

Frente a ese panorama, como señala Eugenio Raúl Zaffaroni, la función del Derecho
de Ejecución Penal debe ser la de un saber reductor del poder punitivo en el curso
de la concreta inflicción del sufrimiento declarado en la sentencia penal. Sabemos
que la criminalización secundaria y en particular la prisionalización tienen efectos
estigmatizantes y deteriorantes. Este dato de la realidad impone como función al
Derecho de Ejecución Penal la de reducir al mínimo estos efectos.

Por otra parte, sabemos que la criminalización no es tanto resultado del delito sino
de la vulnerabilidad, o sea, de la particular disposición del autor a la criminalización,
en especial a los casos en que la misma obedece a un estado de vulnerabilidad alto
(estratos sociales, instrucción, vecindario, caracteres físicos, edad, género, etc.). Con
este dato, debe asignarse también al Derecho de Ejecución Penal la función de
ofrecer (no imponer) a la persona la posibilidad de reducir su nivel de vulnerabilidad.

John Garrido46, a su turno señala que, el Derecho de Ejecución Penal tiene una
«función social». Es decir, que cuando el legislador crea las leyes penales, la hace para
que los tribunales la apliquen, lo que quiere decir, que los tribunales al sancionar al
individuo, están aplicando lo que el legislador creo. Cuando el juez de juicio sanciona
penalmente a un individuo que ha violado las leyes penales, está haciendo una
especie de construcción moral sobre una persona (…) para devolverlo como bueno a
la sociedad”.

Allí radica la función importantísima de una magistratura especializada y con un perfil


distinto de vigilar y controlar la ejecución de lo que establece una sentencia, de
garantizar el respeto de los demás derechos que le asisten al condenado y de evitarle
[al privado de libertad] un doble estado de victimización. El juez de la ejecución de la
pena tiene esa obligación de [re]construir un nuevo ciudadano y devolverlo como un
ciudadano responsable en el uso de su libertad a la sociedad.

5. LA ORIENTACIÓN IDEOLÓGICA DE LA EJECUCIÓN PENAL

Los sistemas penitenciarios en la región tienen como elemento esencial el


tratamiento penitenciario, pues pretende la reeducación, rehabilitación y reinserción
social del privado de libertad a la sociedad, tal como lo estipulan la mayoría de las
legislaciones en materia de ejecución penal. Ahora bien, el tratamiento penitenciario,
que puede ser individual y grupal, consiste en el empleo de métodos médicos,
biológicos, psicológicos psiquiátricos, pedagógicos, sociales, laborales y todos
aquellos que permitan obtener el objetivo del tratamiento de acuerdo a las
características de las personas privadas de libertad.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 10 (3) señala que:


El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y la readaptación social de los penados. A su turno, las Reglas Mínimas para
el tratamiento de los reclusos, en sus reglas 65º establece que: El tratamiento de los
condenados a una pena o medida privativa de libertad debe tener por objeto, en
tanto que la duración de la condena lo permita, inculcarles la voluntad de vivir
conforme a la ley, mantenerse con el producto de su trabajo, y crear en ellos la
aptitud para hacerlo. Dicho tratamiento estará encaminado a fomentar en ellos el
respeto de sí mismos y desarrollar el sentido de responsabilidad.

De otro lado, en la regla 66 (1) señala que: “Para lograr este fin, se deberá recurrir,
en particular, a la asistencia religiosa, en los países en que esto sea posible, a la
instrucción, a la orientación y la formación profesionales, a los métodos de asistencia
social individual, al asesoramiento relativo al empleo, al desarrollo físico y a la
educación del carácter moral, en conformidad con las necesidades individuales de
cada recluso. Se deberá tener en cuenta su pasado social y criminal, su capacidad y
aptitud física y mental, sus disposiciones personales, la duración de su condena y las
perspectivas después de su liberación.

De acuerdo a una sentencia del Tribunal Constitucional peruano ha señalado que: “El
carácter rehabilitador de la pena, a través del tratamiento penitenciario, tiene la
función de formar al interno en el uso responsable de su libertad. No la de imponerle
una determinada cosmovisión del mundo ni un conjunto de valores que, a lo mejor,
puede no compartir. Pero, en cualquier caso, nunca le puede ser negada la esperanza
de poderse insertar en la vida comunitaria. Y es que, al lado del elemento retributivo,
ínsito a toda pena, siempre debe encontrarse latente la esperanza de que el penado
algún día pueda recobrar su libertad. El internamiento en un centro carcelario de por
vida, sin que la pena tenga un límite temporal, aniquila tal posibilidad”.

En la misma sentencia también se sostuvo que: “El sistema material de valores del
Estado de Derecho impone que cualquier lucha contra el terrorismo (y quienes lo
practiquen), se tenga necesariamente que realizar respetando sus principios y
derechos fundamentales. Aquellos deben saber que la superioridad moral y ética de
la democracia constitucional radica en que ésta es respetuosa de la vida y de los
demás derechos fundamentales, y que las ideas no se imponen con la violencia, la
destrucción o el asesinato. El Estado de Derecho no se puede rebajar al mismo nivel
de quienes la detestan y, con sus actos malsanos, pretenden subvertirla. Por ello, si
el establecimiento de la pena se encuentra sujeta a su adecuación con el principio de
proporcionalidad, tal principio no autoriza a que se encarcele de por vida”.
6. ÓRGANOS QUE INTERVIENEN EN LA EJECUCIÓN

las disposiciones de la LECR que hemos visto sobre ejecución de sentencias


tienen carácter general y se aplican con independencia del tipo de sentencia que
haya recaído.

Sin embargo, cuando se trata de una sentencia condenatoria a pena privativa


de libertad, las funciones del Tribunal sentenciador se tienen que poner en relación
con las de:

- La Administración Penitenciaria, encargada de la organización y mantenimiento


del régimen penitenciario.

- Los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, creados con la finalidad específica de


controlar el sistema de ejecución de ese tipo de penas.

A) LOS JUZGADOS Y TRIBUNALES SENTENCIADORES

Tienen las siguientes funciones:

- Dictar auto declarando la firmeza de la sentencia.

- En su caso, otorgar la suspensión o sustitución de la pena impuesta.


- Acordar el ingreso en prisión del penado, remitiendo al Centro
penitenciario, junto con el testimonio de la sentencia, el
correspondiente “mandamiento de penado”.

- Practicar la liquidación de condena, fijando el tiempo de privación de


libertad, restando el que ya se hubiera cumplido y aplicando los límites
del art. 76 CP.

- Desde este momento, las demás incidencias de la ejecución son


competencia del JVP, aunque en la fase final de la ejecución se reservan
al órgano sentenciador dos funciones de importancia:

o La aprobación del licenciamiento definitivo.

o La facultad de informar en el oportuno expediente, en el caso


de que por el penado se reclamara un indulto.

B) LOS JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA

 ORIGEN: figura regulada por primera vez en España en la LOGP (LO General
Penitenciaria).

 CONCEPTO: Es un órgano judicial unipersonal especializado, incardinado en el


orden jurisdiccional penal:

o Con funciones decisorias en las distintas fases de ejecución penal con


sujeción al principio de legalidad.
o Tiene también a su cargo la fiscalización de la actividad
penitenciaria, garantizando los derechos de los internos y corrigiendo
los abusos y desviaciones que puedan producirse por parte de la
Administración.

 COMPETENCIAS EN EL DERECHO ESPAÑOL: la figura del Juez de Vigilancia tiene


dos vertientes:

1. Competencia relativa a la ejecución de las penas privativas de libertad: se


trata de judicializar la ejecución de las penas privativas de libertad,
convirtiendo una actividad administrativa en judicial.

- Resolución sobre las propuestas de libertad condicional de los penados.


- Aprobación de las propuestas que formulen los establecimientos
sobre beneficios penitenciarios que puedan suponer acortamiento de la
condena.

- Resolución de los recursos referentes a clasificación inicial y a


progresiones y regresiones del grado.

- En general, todas las decisiones necesarias para que los


pronunciamientos de las resoluciones relativas a penas privativas de
libertad se lleven a cabo, asumiendo las funciones que correspondería
a los Jueces y Tribunales sentenciadores.

2. Competencia relativa a la salvaguardia de los derechos de los internos:


se convierte en el garante del correcto funcionamiento de los
establecimientos penitenciarios, al menos en los casos que de forma más
directa afecten a los derechos de los internos.
- Salvaguardar los derechos de los internos y corregir los abusos y
desviaciones que puedan producirse en el cumplimiento de los preceptos
del régimen penitenciario.

- Aprobación de la sanción de aislamiento en celda de duración superior a


14 días.

- Resolución por vía de recurso de las reclamaciones formuladas contra


sanciones disciplinarias.

- Decisiones sobre peticiones o quejas formuladas en relación con DF


o derechos y beneficios penitenciarios afectados por el régimen o el
tratamiento.

C) LA ADMINISTRACIÓN PENITENCIARIA

Le incumbe la organización y mantenimiento de los centros penitenciarios y la


aplicación del régimen aplicable a cada uno de los internos, bajo la supervisión y
control, según los casos, del órgano sentenciador o del JVP.

7. RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES DE LA ADMINISTRACIÓN


PENITENCIARIA Y DE LOS JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA

I. RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES DE LA ADMINISTRACIÓN


PENITENCIARIA.
- Los actos dictados por los funcionarios y autoridades de la Administración
Penitenciaria son actos administrativos, por lo que, según las reglas
generales, su impugnación debería plantearse ante la jurisdicción
Contencioso-administrativa.

- Sin embargo, cuando dichos actos necesiten la aprobación del JVP,


adquieren naturaleza jurisdiccional y se someten al régimen de
recursos concedido contra los actos de aquél, y en dos ocasiones se
concede al JVP competencia para conocer de los recursos que se
interpongan contra actos de la Administración Penitenciaria.

o Resolución de los recursos referentes a clasificación inicial y a


progresiones y regresiones del grado.

o Resolución por vía de recurso de las reclamaciones formuladas


contra sanciones disciplinarias.

II. RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES DE LOS JVP

a. RECURSOS DE REFORMA: La ley establece que cabe contra todos los autos
del Juez, pero la Doctrina también admite que puede interponerse contra
todas las providencias dictadas por dichos Jueces.

b. RECURSOS DE APELACIÓN:

 Resoluciones administrativas controladas por el JVP.


 Todas las resoluciones que dicten las autoridades penitenciarias
son recurribles ante el JVP y contra la resolución de éste no cabe
otro recurso que el de reforma.

 EXC: si se trata de una resolución sobre clasificación del penado,


cabe interponer recurso de apelación ante el Tribunal sentenciador.

 Resoluciones del JVP en materia de ejecución de penas: contra ellas cabe


recurso de apelación ante el Tribunal sentenciador.

 Resoluciones del JVP en lo referente al régimen penitenciario: contra


tales resoluciones cabe recurso de apelación ante la AP que
corresponda, por estar situado dentro de su demarcación el
establecimiento penitenciario, salvo que se trate de resoluciones del
Juzgado Central de VP, en cuyo caso la competencia para conocer del
recurso corresponde a la Sala de lo Penal de la AN.

 Se tramita según lo dispuesto en la LEC para el procedimiento


abreviado.

 Están legitimados para interponerlo el MF y el interno o liberado


condicional.

 Es necesaria la defensa de Abogado, que además podrá asumir las


funciones de representación si no se designa Procurador.
 El recurso tendrá efecto suspensivo que impedirá la puesta en
libertad del condenado hasta la resolución del recurso cuando el
objeto del recurso sea materia de clasificación de penados o
concesión de la libertad condicional y pueda dar lugar a la
excarcelación del interno, siempre y cuando se trate de condenados
por delitos graves.

c. RECURSOS DE QUEJA: puede interponerse contra todas las


resoluciones en que se deniegue el recurso de apelación, y se
interpondrá ante el Tribunal sentenciador o ante el Tribunal que hubiera
debido conocer de dicho recurso.

d. RECURSO DE AMPARO: si los actos que se estimen contrarios a los DF de


los internos no fueren corregidos por el JVP, se puede acudir al recurso de
amparo ante el TC.
Anexo:

Examen

EXAMEN

1. ¿Qué son resoluciones susceptibles de ejecución?

2. ¿Cuáles son las fuentes legales?

3. ¿Qué es la ejecución?

4. ¿Qué es la pena de prisión?

5. ¿Cuál es el procedimiento de ejecución?

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