Sei sulla pagina 1di 2

1. VIAJE HACIA LA AUTOVALORACIÓN ¿En qué consiste realmente la autovaloración?

En realidad,
la palabra autovaloración no existe como tal, así que analicemos sus dos componentes por
separado y veamos qué significan: Auto: Personal, que tiene su propia identidad. Personalidad.
Valoración: Aquello que tiene un valor; útil. La definición que le daría a la palabra
«autovaloración» sería entonces: MI VALIOSA IDENTIDAD MERECE TODO LO MEJOR. ¿Cómo
podemos saber si una persona posee autoestima y autovaloración, o si se siente bien consigo
misma? Su conducta podría ser una buena guía para determinarlo, pero también podría resultar
engañosa ya que es posible actuar «como si» tuviéramos autoconfianza, equilibro y una alta
autovaloración. Ateniéndonos al viejo dicho: «No podemos saber qué tal es un libro guiándonos
sólo por la cubierta», no siempre somos capaces de saber lo que sucede dentro de alguien que
parece absolutamente seguro de sí mismo, que es la autoestima personificada. Si pudiéramos
«sintonizar» los pensamientos de una persona con una actitud positiva respecto a sí misma,
podríamos escuchar afirmaciones como las siguientes: «Me considero a mí misma una persona
valiosa e importante, y siento que soy al menos tan buena como cualquier otra de mi misma edad
y experiencia. Creo que me he ganado el respeto y la consideración de mis compañeros de trabajo.
A veces ejerzo una influencia positiva sobre los demás porque procuro respetar sus sentimientos y
11 les tengo en cuenta. Tengo una idea bastante clara de lo que es justo, y me siento capaz y con
ganas de defender mis puntos de vista. Al mismo tiempo me considero bastante flexible, y estoy
abierta a escuchar otras opiniones sin sentirme atacada o amenazada. Me gustan los desafíos y las
tareas nuevas y no me desespero cuando las cosas no me salen bien a la primera. Soy paciente.»
¿Cómo sería el monólogo interno de alguien que tiene una actitud personal negativa? Estará lleno
de pesimismo, depresión y autodesvalorización: «Creo que no soy importante ni agradable. En
realidad, no encuentro ninguna razón para gustar a los demás. No soy verdaderamente bueno en
nada, ni nunca lo he sido. Los demás no me prestan mucha atención ni me dan lo que siento que
necesito, pero tampoco les culpo. No soy una persona muy aventurera; no me gustan los sucesos
nuevos o imprevistos, y prefiero mantenerme siempre en terreno seguro. No espero mucho de mí
mismo, ni ahora ni en el futuro. Incluso aunque lo intento, nunca llego a ninguna parte. No tengo
esperanza en el futuro. Siento que no controlo totalmente lo que me sucede. Probablemente todo
va a ir aún peor.» Existe un rango de muchos niveles diferentes de autovaloración entre los dos
ejemplos anteriores. De hecho, todos hemos tenido en algún momento de nuestra vida
sentimientos de inadecuación, enfado, culpabilidad, soledad, vergüenza o dolor. He aquí algunos
ejemplos: Inadecuación «Estoy sentado a la mesa escuchando a los demás, aparentemente a gusto
y confortable, pero ¡por dentro me siento encogido! ¿Por qué a cualquiera de ellos le resulta más
fácil estar relajado, entablar conversación y sentirse integrado en el grupo?» Enfado «¿Nunca va a
ser mi momento? Parece que siempre soy yo el que ha de invertir energía para mantener las
relaciones. Las crisis y los problemas de los demás siempre parecen más importantes que los míos.
Estoy harto de preocuparme constantemente de los demás y anteponer sus necesidades a las
mías.» 12 Obligaciones e intranquilidad «Parece que no me sirve de mucho cumplir con mis
obligaciones y hacer las cosas bien. ¿Cuándo voy a sentirme un ser completo, acabado y
satisfecho? Estoy cansado de trabajar, buscar logros, forzarme. ¿Por qué no lo puedo parar?»
Culpabilidad «Me siento como si debiera dar más de mí mismo, ser más comprensivo y
colaborador. Me siento culpable siempre que hago algo para mí mismo; ya se trate de tiempo,
dinero o energía, siempre siento que debería dar más y tomar menos.» Soledad «En última
instancia, no creo que muchas personas me conozcan realmente: la mayoría de ellas solamente
saben lo que yo les permito percibir de mí mismo. Si supiesen realmente lo que siento, lo que
quiero y lo que me preocupa, probablemente no les gustaría y me perderían el respeto.»
Vergüenza «Los sucesos del pasado me persiguen continuamente. En el momento en que siento
que algo bueno me va a suceder, acuden a mi memoria viejos sentimientos, y de nuevo me siento
mal conmigo mismo. ¿Me liberaré alguna vez de los antiguos recuerdos que me avergüenzan?»
Dolor «¡He sufrido tantas pérdidas en mi vida! A veces me parece que ya es demasiado tarde para
ser feliz. Algunas cosas nunca cambian, algunas relaciones son imposibles. ¿Podré superar algún
día mis viejos remordimientos y sentimientos?»

Potrebbero piacerti anche