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Hay un invento que poco se menciona cuando se habla de los que han marcado historia y sin
embargo es uno de los sostenes del mundo. Nos referimos al tornillo, el cual se ha hecho tan
habitual en nuestra vida diaria que pocas veces notamos su presencia. En este trabajo
queremos explicar uno de los tornillos con más de 2000 años de uso, el tornillo sin fin o tornillo
de Arquímedes.
Definición
Es un tornillo que se hace girar dentro de un cilindro hueco, que cuando se activa
generalmente por la acción de viento o por trabajo manual, el extremo inferior eleva cierta
cantidad de material. Este se desliza en el tubo mientras una espiral gira, terminando por
expulsarse hacia la parte superior del tubo. Engranaje de tornillo sin fin: usado como
mecanismo de transmisión circular compuesto por dos elementos: el tornillo sin fin, que actúa
como elemento de entrada y la rueda dentada, que actúa como elemento de salida, también
llamada corona. La rosca del tornillo engrana con la rueda, de manera que los ejes de
transmisión de ambos quedan perpendiculares.
Sirvió para achicar el agua de las minas, usándose a tal fin por ejemplo en
la Hispania romana. En minas de plata como las del Centenillo (en Jaén) se ha encontrado
uno de éstos tornillos a una profundidad de 200 metros bajo tierra, y se cree que llegó a
haber cinco de estos tornillos hidráulicos en uso en esas mismas instalaciones.
Los romanos lo perfeccionaron aún más, y fue descrito por Vitrubio en el siglo I AC, por lo
que se también se le conoce como la “cóclea de Vitrubio”.
Obviamente, otra de sus aplicaciones fue la de achicar agua en los barcos, tarea que
debían realizar penosamente múltiples tripulantes, y que gracias a Arquímedes, podía
realizar ahora cómodamente un único marinero.
Durante el siglo XVI surgieron los tornillos de madera, los cuales empiezan a aplicarse en
máquinas de guerra y otros artilugios mecánicos, entonces no había ni tornillos ni tuercas
iguales, ya que eran fabricados de forma artesanal y variaban tanto en tamaño como en
diámetro de la rosca, así como en la separación de la misma. Fue hasta la revolución industrial
cuando, con la llegada de las máquinas se comenzó a producir en gran escala, pero continuó el
problema de que las medidas eran todas diferentes, ya que no existía una estandarización en
la métrica de de su fabricación. Es entonces cuando Joseph Whitworth de nacionalidad inglesa
en el año 1841 sugiere un paso de rosca universal para cualquier tornillo, independientemente
del fabricante y lugar de origen. A partir de ese momento es cuando todo lo que resulta
armado es más confiable, ya que el tornillo da la seguridad que no se tenía con los clavos o
grapas, es mucho más durable y eficiente.
Hasta aquí la breve pero milenaria historia del tornillo, y recuerda que cuando se hable de la
era de las computadoras, de la revolución industrial, de las nuevas tecnologías, del mayor viaje
del hombre habido o por haber o de la era de los robots, ahí se encuentra de forma implícita la
historia del tornillo. La próxima ves que te encuentres en una discusión acerca del invento más
importante para la humanidad, bien podrías considerar ésta historia.
Curiosidades:
Las crónicas cuentan que el tornillo sin fin fue utilizado para
regar los jardines de Babilonia. Además de por los griegos,
también fue empleado por los romanos, e incluso, hay indicios
de que pudo llegar a ser usado por los egipcios.
Más recientemente John Burland empleó el tornillo sin fin para poder lograr estabilizar la Torre
de Pisa situada en Roma en el año 2001 que estaba afectada por bolsas de agua en el
subsuelo.
Su uso
Se utiliza para transmitir la potencia entre ejes que se cruzan, casi siempre
perpendicularmente entre sí. En un pequeño espacio se pueden obtener
satisfactoriamente relaciones de velocidad comparativamente altas.
La velocidad de giro del eje conducido depende del número de entradas del tornillo y del
número de dientes de la rueda. Si el tornillo es de una sola entrada, cada vez que éste de
una vuelta avanzará un diente.
El sin fin es un medio compacto para reducir la velocidad y aumentar el par de giro especialmente
en motores eléctricospequeños, que generalmente son de alta velocidad y de bajo par. La adición
de un sin fin aumenta notablemente sus posibilidades de aplicación.
Tornillos sin fin se utilizan en prensas, laminadores, cadenas de montaje, maquinaria en industrias
de explotación minera, en timones de barco y en sierras circulares. Además,
en fresadoras y máquinas herramienta sirven para ubicar los útiles de corte en la zona de trabajo
con alta precisión, utilizando sistemas de doble tornillo con tolerancias estrictas. También se
utilizan en los mecanismos de control de muchos tipos de ascensores y de escaleras mecánicas,
debido a su tamaño compacto y a la no reversibilidad del movimiento.
Se emplean para transmitir fuerza y movimiento entre dos ejes perpendiculares entre sí (90º),
o lo que es lo mismo: transmitir un movimiento circular en el eje x al eje y.
Con ellos se pueden conseguir grandes reducciones en espacios reducidos, ya que su relación
de transmisión (i) es igual a 1/Z; donde z es el número de dientes de la corona. Dicho de otra
manera: por cada revolución del tornillo sin fin, la corona gira 1 único diente. Por lo tanto, para
el giro completo del engranaje se necesitarían tantas vueltas como dientes tenga dicho
engranaje.
Por contra, en los mecanismos con tornillo sin fin se generan bastantes pérdidas de energía
por calor debido al rozamiento de sus componentes, por lo que tienen una gran pérdida de
rendimiento.
Los reductores de velocidad basados en su empleo no ocupan mucho espacio. Este hecho
facilitan su implementación en numerosos sistemas industriales.
El tornillo sin fin - corona es considerado como el tipo de reductor más simple, de ahí que
tenga múltiples aplicaciones. Vemos algunas de ellas:
Los pequeños motores eléctricos como los que habitualmente traen ciertos juguetes o como
los que puedes encontrar en el taller de tecnología para los proyectos. Generalmente, son de
alta velocidad y de par bajo. El empleo de tornillo sin fin permite ampliar las posibilidades de
aplicación de dichos motores en las que es preciso velocidades pequeñas y pares de giros más
altos.
Una de los principales usos de los tornillos sin fin. En las aperturas y cierre de puertas
automáticas es necesario el movimiento rectilíneo en ambos sentidos (derecha o izquierda)
lento además, de un bloqueo del sistema de final de carrera.
Instrumentos musicales
Los tornillo sin fin suelen emplearse para ajustar la tracción de las cuerdas de instrumentos
musicales para afinarlos. Ejemplos típicos son la guitarra, violones y otros instrumentos de
cuerda. Con dicho mecanismo, y debido a su fuerza mecánica y gran tales como guitarras sin
fines son habituales en sistemas de ajuste de guitarras, violines y otros instrumentos de
cuerda. Su gran fuerza mecánica permite tensionarlas con muy poco esfuerzo.
Elevadores
Los tornillos sin fin también se aplican en elevadores o transportadores helicoidales a modo de
tornillo de Arquímedes. Estos transportadores de tornillo sin fin efectúan el desplazamiento
del material por un canalón o tubo, valiéndose de un tornillo giratorio. Los tornillos sin fin
tubulares son ideales en aquellos procesos que requieran inclinaciones pronunciada en el
transporte de productos de pequeño tamaño a granel (café, cereales, pellets...), materiales
que tienden a pegarse o son irregulares (productos húmedos, viscosos, fibrosos...),
minimizando el retroceso de productos a transportar. Tienen la ventaja de ser compactos, de
fácil instalación y extremadamente versátiles.
Uno de los mecanismos de dirección del automóvil tiene al tornillo sin fin como uno de sus
componentes básicos. Cuando el conductor de un vehículo acciona el volante unido a la
columna de dirección debe transmitir a las ruedas el ángulo de giro deseado. La caja de
dirección y la relación de palancas realizan la reducción del giro y la multiplicación de la fuerza
aplicada sobre el volante, para así poder girar las ruedas con un mínimo esfuerzo. En la caja de
dirección, que transforma el movimiento circular en lineal, el tornillo engrana constantemente
con una rueda dentada. A su vez, el sin fin se une al volante mediante la columna de dirección,
y la rueda lo hace al brazo de mando. Gracias a este mecanismo, por cada vuelta del volante, la
rueda del coche gira un cierto ángulo, que dependerá de la relación de reducción montada.