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LA TÉCNICA JURÍDICA
Introducción;
El Derecho es el orden normativo e institucional de la conducta humana en la sociedad,
inspirado en postulados de justicia, cuya base son las relaciones sociales existentes que
determinan su contenido y carácter. En otras palabras, es el conjunto de normas que regulan la
convivencia social y permiten resolver los conflictos interpersonales.
En la presente investigación abordaremos como parte del estudio del derecho, LA TÉCNICA
JURÍDICA, desde su concepto, diferencias, interpretación, principios, sistemas, entre otros
aspectos, que ayudaran al lector a tener una mejor comprensión del estudio del derecho, en su
parte introductoria.
LA TÉCNICA JURÍDICA.
1- Concepto:
La hemos definido como el arte de la interpretación y aplicación de los preceptos del
derecho vigente (Eduardo García Máynez).
Conjunto de los medios jurídicos (formulación de la norma, aplicación por los prácticos),
que permite la realización del derecho con una finalidad determinada.
Creación de las normas: La Ciencia del Derecho se limita a examinar las normas jurídicas
como una creación del legislador a la cual no puede aportar modificaciones sino su labor de
interpretación y sistematización, en vista y sobre todo, del carácter dogmático que tiene.
La creación de la norma puede realizarse a través de los órganos competentes del Estado
mediante su función legislativa o mediante la función jurisdiccional, o bien de los particulares
mediante la creación de normas individualizadas creadas por voluntad individual para regular los
casos concretos en los cuales se permita el desarrollo de su autonomía, cosa que sucede
dentro del campo mercantil, y de manera más general dentro del Derecho de las obligaciones.
KELSEN, en su teoría pura del Derecho demostró que el derecho regula su propia creación y
aplicación.
La Técnica Jurídica de creación de normas requiere de una “forma de expresión” que se adapte
verdaderamente a los casos concretos a los cuales va dirigida, mediante una sistematización
ordenada de las ideas y conceptos que se deseen expresar y una utilización precisa del
lenguaje.
El lenguaje dentro de la técnica jurídica de creación del Derecho, es uno de los medios
fundamental de importancia, dado que el mundo de lo jurídico posee formas propias de
expresión.
Se dice comúnmente que consiste en crear una norma especial para un caso, cuando el
jurista se encuentra con una "laguna" de la legislación. En efecto, no habiendo norma
que contemple un caso, ya no se trata de "interpretar", sino de algo más que es la
"integración", con la cual el juez cumple una función análoga a la del legislador, aunque
por supuesto, sólo válida en principio para un caso particular.
En síntesis, puede decirse que para que haya "interpretación", es necesaria la existencia
de una norma que contemple especialmente el caso; en cambio, cuando no existe tal
norma, debe recurrirse a la "integración".
"La interpretación es una operación intelectual por la que se busca establecer el sentido
de las expresiones utilizadas por la ley para decidir los supuestos contenidos en ella y,
consecuentemente, su aplicabilidad al supuesto de hecho que se le plantea al interprete.
Toda ley tiene un sentido (voluntad y espíritu de la ley) y está proyectada para abarcar
una determinada zona de la actividad humana (alcance), pero no en toda ley aparece
suficientemente claro este sentido y alcance. La interpretación es la búsqueda del
espíritu de la ley (intencionalidad).”Que es lo que quiso o quiere decir la ley”.
Cuando existen supuestos no previstos expresamente en la norma pero que pueden ser
integrados con otros medios, como la costumbre, los principios generales del Derecho o
incluso la analogía.
Supuestos no previstos expresamente en la norma pero que pueden ser integrados con
otros medios, como la costumbre, los principios generales del Derecho o incluso la
analogía.
Se dice que hay laguna legal cuando no existe ley aplicable al punto controvertido. Ahora
bien, no cabe hablar de laguna de ley en los casos siguientes: cuando se trata de
materias que no están sometidas habitualmente a las normas jurídicas; cuando la ley
puede ser mejorada o cambiada, porque la solución que brinda para el caso a decidir
parece defectuosa o injusta.
En cambio, puede decirse que hay lagunas de ley, entre otros, en los siguientes
supuestos: cuando la misma ley ha dejado de regular voluntariamente una cuestión para
la que sólo proporciona una directiva general (laguna técnica «intra legem»); cuando falta
una disposición limitativa o de excepción de una norma; cuando aparecen situaciones
que el legislador no contempló, pero que tuvo la posibilidad de prever (lagunas
posteriores o lagunas secundarias); cuando la falta de previsión normativa del legislador
aparece de antemano al promulgarse la ley (lagunas originarias o lagunas primarias).
En todos estos casos, la laguna es de ley, pero no es laguna de Derecho. Por tanto, el
vacío normativo deberá ser enmendado mediante la integración de la norma jurídica; es
decir, utilizando las técnicas adecuadas que permitan solucionar el caso controvertido.
Entre estas técnicas, merecen especial atención la analogía y la equidad.
La doctrina señala diversos tipos o formas de producirse las lagunas. Se señala los
siguientes:
1- La ley da solo una orientación general, remitiéndose a conceptos que el juez debe
investigar en cada caso, la equidad, la buena fe, lo justo;
2- La ley no da ninguna solución, ya intencionadamente porque el problema aún no
estaba maduro para solución, o involuntariamente porque no ha previsto la cuestión;
3- Se produce también una laguna cuando dos leyes, sin preferencia entre sí, se
contradicen, haciéndose ineficaces;
4- Hay lagunas cuando una ley es inaplicable por comprender casos que el legislador no
habría ordenado de haberlos conocido.
La existencia de lagunas en la ley plantea el problema de su integración, ya que el orden
jurídico necesita encontrar una solución adecuada frente a cualquier conflicto de interés
humanos, imponiéndose por ello a los jueces la ineludible necesidad de fallar.
Dos sistemas son posibles, que se inspiran en posiciones doctrinales opuestas; según el
sistema tradicionalmente seguido por los códigos civiles, el juez ante la insuficiencia de
las fuentes formales, es decir, la ley, la costumbre, acudirá como ultima fuente subsidiaria,
a los principios generales del derecho.
Plenitud hermenéutica:
Dicho principio consiste en que ninguna controversia de orden jurídico puede dejar de
resolverse aún cuando no exista una ley aplicable al caso concreto. Dicho principio es
aceptado por la mayoría de los sistemas jurídicos. Presupone una relación entre todo lo
que existe. O por lo menos, entre el Derecho y todo lo que existe.
No retroactividad:
Uno de los principios más elementales que rigen la aplicación de la ley y a un estado de
derecho, es la no retroactividad de las normas que se expidan
Esto significa que esta no debe tener efectos hacia atrás en el tiempo; sus efectos solo
operan después de la fecha de su promulgación, lo que brinda seguridad jurídica.
Dos sistemas existen para que las leyes inicien su vigencia: sucesivo y sincrónico. El
sucesivo está regulado de la siguiente manera: “las leyes, reglamentos, circulares o
cualesquiera otras disposiciones de observancia general, obligan y surten efectos tres
días después de su publicación oficial”. El tiempo que existe entre el momento de la
publicación de la ley y aquel en que comienza su vigencia se denomina Vacatio Legis.
En un sentido amplio, significa dejar sin efecto una ley o norma jurídica en general. Pero,
estrictamente hablando, hay que distinguir cuatro conceptos parecidos:
4) Modificación o reforma: consiste en dejar sin efecto una parte de una ley
y reemplazarla por otro texto.
El término abrogar que deriva del latín "abrogatio", implica anular, lo que significa la
supresión total de la vigencia y, por lo tanto, de la obligatoriedad de una ley. La
abrogación puede ser expresa o tácita; es expresa, cuando un nuevo ordenamiento
declara la abrogación de otro anterior que regulaba la misma materia que regulará ese
nuevo ordenamiento; es tácita, cuando no resulta de una declaración expresa de otro
ordenamiento, sino de la incompatibilidad total o parcial que existe entre los preceptos de
una ley anterior y otra posterior, debiendo aplicarse u observarse, ante la incompatibilidad
de preceptos, los del ordenamiento posterior, es decir, los que contengan el segundo
ordenamiento emitido, sin que ello obste, al que se puedan seguir aplicando
disposiciones del primer ordenamiento, que son compatibles con los contenidos en el
segundo, si el campo de regulación del primer ordenamiento (anterior) es mayor que del
segundo (posterior). Ante este supuesto, la abrogación sólo se da en el límite de la
aplicación de la nueva ley o la posterior.
En cambio la derogación es la privación parcial de los efectos de una ley, esto es, la
vigencia de algunos preceptos se concluye, pero no así de todo el ordenamiento jurídico
en el que se contienen.
Conclusión.