Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
EL AMOR NO ES
FILOSOFÍA
2
I-
SÁBATO
4
___________________
______
II-
CERVANTES
27
___________________
_
III- ÍNDICE
SCHOPENHAUER
44
___________________
____
IV-
DE LA ROCHEFOUCAULD
63
___________________
V-
______
PASCAL
84
___________________
_____
VI-
ERASMO
107
VII-NIETZSCHE
125
++
VIII-
DALÍ
139
___________________
_____
IX
CAPRA
158
3
4
I
“El hombre concreto, pertenece al mundo turbio y carnal.”
extraordinarios perpetuados durante años sin que por ello se le notase la mella
de sus esfuerzos, pero que sin embargo, ese curtimiento no arrojaba una cara
de esas que constituyen un duro pergeño que sin dejar de ser femenino,
podría decirse que no frunciría el ceño tanto si tuviera delante una tragedia como
una comedia, pudiendo proteger el delato espontáneo de los rasgos faciales con
favorable; daría igual, esos gestos estaban tan estudiados ante un espejo que su
persona podría mitigar y moderar sus movimientos para no dar ni un solo paso
de una pintora amiga común, aunque por mi parte, hubiera resultado aliviador
modernidad, pero que a los supuestos artistas les hacen comportarse con
renovadores se tienen, parece que no están al día de lo que los marchantes más
vanguardistas pasean por los círculos artísticos. En cuestiones de Arte hay que
fundamentos forman parte del bagaje histórico cuya tradición tiene que
Eva, apartada del marco a unos dos metros, me dirigió una mirada prepotente,
mientras que yo, con indulgencia (Pilar estaba detrás de ella, a su espalda,
que dan por fiable su impresión de primera vista, amparadas en esa falaz
intuición (femenina) que tan ufanas hace sentirse a las mujeres. Mi amiga Pilar
confianza era de las que dejan una huella tan persistente como para que
actualidad y presencia. Los tiempos pasados, los presentes y los futuros, sólo
son conjugaciones del destino para vivir con independencia del individuo su
propia realidad, que se nos hace presente sin advertirlo, porque, nadie es dueño
“cosas del destino,” suele decirse. Dicen que el destino es todo aquello que te
trae el futuro y que a uno nunca se le hubiera ocurrido imaginar, por lo que en el
sus inmundicias, consiguiendo que todo lo compartido pueda ser más soportable
7
y llevadero. Creo que dejó esos hábitos cuando descubrió que si yo cruzaba la
años sin vernos no sería sólo por eso, cuando las amistades cambian de aire es
porque otro aire corre por otras latitudes, y entonces, como navegantes
las aguas del olvido. Pasase lo que pasase en todo lo sucedido, ambos
las formas, las composturas y las apariencias; porque esa intimidad compartida
(antaño refugio de los más dañinos males que nos infundía el mundo) podía
de nosotros, pudiendo llegar a ser tan peligrosa como para revelarse en favor
la intemperie del trasiego urbano, siempre osado con querer saber más de lo
mismos ni podemos hacer demasiadas cosas para procurarnos aquello que nos
hace felices o incluso aquello que nos complace, es necesario estar solo y no
depender de nadie, y eso es difícil y un desaire para los otros, que nos
8
nuestra situación personal, por lo que en ese vacío momentáneo en el que los
¡Hola! Pilar, qué alegría. Me alegro de verte de nuevo. Mi vida transcurre sin
Después de que hube dado los dos besos protocolarios a su amiga, Eva Lange
aquella misma noche en la que pronto empezamos a hablar de una manera muy
9
natural y distendida, yendo de un cuadro a otro sin que lo que más importase
que otrora hiciese gala ante cualquier fémina se estaba viniendo abajo; mi
había advertido en ese primer chequeo, y, siquiera sin saber por qué había
conversación con una ponderación diligente. Eva era escritora y reconocía cierto
siempre termina por ser el punto de vista más preciso para las
un final feliz en la madurez. Hay que pasar por la vida como si fuera una
para mis adentros en una reflexión algo intempestiva para ese momento, algo
así como que, la propia fragilidad del ser hace que se pueda deleznar en
situ, con lo que la vida dentro de una obra de teatro me parecía excesivamente
llegando a un punto del camino en el que se entrelaza con otros senderos harto
explayase a sus anchas, era ella la que parecía que tenía más ganas de
parte una solvencia expeditiva que suele gustar a las mujeres, más a las
común fuera ganar un partido contra alguien, quizá contra todos los demás
invitados que se reunían por grupos y por turnos alrededor de la autora de los
cuadros, y que al parecer, hablaban de sus pinturas con una solicitud medrosa,
interés de la exposición, con lo que en ese deambular por la sala sin más
desmenuzando, tema por tema, cuestión por cuestión, lo que de artístico tiene
estreno en una televisión local que lo iba combinando con otras empresas
confesaba que mis verdaderas aspiraciones eran escribir un guion para una
comedia cinematográfica, aunque añadía, que esa realidad estaba tan lejana
como una isla del Caribe para un africano de la selva de Kenia. —Todo
pasados de moda.
Eva debía haber sido una muchacha que se había ido curtiendo y modelado a
había regalado), porque no tenía pintas de haber sido una niñita pija ni
enmadrada.
— ¡Ah! ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!— Se empezó a reír a carcajadas contagiándome
a mí también—. Es un secretillo.
poco a la vez que la estimularía a sentirse más receptiva hacia mis envites.
— ¡Ja, ja, ja!— Esta vez irónica y con maleamiento —. Vaya con el filósofo
éste, la vida y los secretillos, ¡ja, ja, ja, ja…!— Se reía con una sonrisa
— ¡Bueno! Hay quien piensa que la vida no tiene demasiados secretos, que
sólo hay que fijarse en lo que hacen los demás y copiarlo.— Dije yo.
domeñarme con una actitud altanera que parecía que quería abocarme a un
una sagaz probidad, aunque quizá esto, no fuese del todo cierto, empezaba
su tesis—. Hay quien empieza por inventarse una pose y luego encuentra lo
por otro lado, artificio ingenioso para esconder las armas y las
demás viene por sí solo cuando tu imagen tira de ello como los
ejemplos literarios con lo que tenía que echar mano de mi vocación frustrada, la
mi pensamiento cambiar de tercio y mirarlo todo como con una cámara de cine,
haciendo zooms y planos cortos de su figura, y por ello, al mirarla, Eva Lange
una sola intentando ser protagonista de una película que pugnaba por ser
papel, por el momento, era secundario, hecho que asumía como el ciclista
que chupa rueda para dar su ataque final en el momento menos pensado y
sábado) y le llevaba el agua porque me la quería ligar, nada más que eso.
Entre esas reflexiones ya habían pasado como dos horas; era la una de la
mañana y la gente se había ido marchando poco a poco. Los cuatro gatos
— He invitado a Eva a un pub que está aquí al lado, el Qué bello es vivir — dije
yo.
mis palabras, vistas y no vistas, dichas con tanta rapidez como para no
tiempo que se podía resumir en algo tan implícito como que, hechos
—¡Bien, bien! ¡Vamos entonces, vamos!—Dijo ella sin advertir ningún embuste
son las estrategias más firmes de toda batalla, por asedio y desgaste, estas
dan para mucho), y por lo aprendido, sabía que ella estaba de más. Esta
cada momento.
casa, Salva, con lo que como muy tarde, llamadme a las cuatro.—Dijo
sentenciosamente Pilar.
— Ésta oye hasta lo que no tiene que oír,— apuntó puntillosamente Eva.
cierto desapego, o al menos eso me pareció a mí, con lo que me dio que pensar
posibles fijaciones postreras cuyas ataduras pudieran siquiera forjarse. Por fin
nos habíamos quedado totalmente solos, y yo, me creía como Gary Cooper
frente a esta cita de mi destino de aquélla noche para, por fin, enfrentarme
cara a cara y sacar mi arma para poder zanjar la situación y aniquilar (cuando
futilidad.
—Y mis amigas.
¡Bien! ¡Bien Salva! ¡Bien! Todavía íbamos andando por la calle y ya se estaba
riendo sin haber forzado la situación. Diez puntos Salva, me decía para mis
17
acostarnos juntos aquella noche. ¿Cien puntos en otras dos horas en el Qué
debatiéndome entre el sí y el no, sopesando los pros y los contras como quien
cansada? Seguía con mi mundo interior a la vez que la dejaba que hablara a
excesos libertinos como para que nadie, más todavía las mujeres, se
conformen con cualquier cosa. Ella es una mujer bandera (como suele
congéneres, tendrá que ser muy selectiva… pensaba. Aunque yo, estaba
aquellos momentos, sin dejar de dar crédito a mi posible error, claro. Cuando
retraimiento. Eva es una mujer que está tan buena que asusta, y tú eres
tan sólo un hombre atractivo, pero no te preocupes, algún día sabrás (si es
que no lo sabía ya) por qué se te pegan tanto a tu lado las mujeres, aunque no
deja de ser un tanto enigmático el asunto. Dejé que cesara ya mi voz interior
sin necesidad de resolver esa cuestión tan aplazable para esos momentos.
inconsecuentemente.
— No, no, qué va.— ¡Vaya!, me había pillado y yo no sabía ahora qué cara
poner—. Es que, soy de esos hombres que puede hacer dos cosas a la
vez.
— Eso casi no lo sé hacer ni yo, y muy pocas mujeres por muy convencidas
que se sientan de ello.— Decía mientras soltaba presión al aire que había
ella por delante, bajó levemente la cabeza con una sonrisa de agradecimiento
hacia mi cortesía.
19
una sonrisa como el que se autoexplica por haberse metido en algún lío
cuenta (en este caso, cuenta atrás) y las exquisiteces, se suelen multiplicar
por ellas mismas cuando consigues vender más de una. Tal y como dije
Eva hizo una panorámica desde la entrada, desde un piso superior al que por
unas escaleras se bajaba por un pasillo estrecho (en dos tramos en L) con
hasta bajar al local, en el que se situaba una larga barra situada a la derecha, y
que, terminada en unas cortinas rojas con una posible entrada a una estancia
detalle de sus zapatos con tacón rojos vistos como un fetiche preciosista. Eva
tenía una estatura media-alta, entre 1,68 y 1,70, naciendo en unos pies
redondo y pomposo como las mujeres de color, no demasiado grande pero muy
mismo con ella) con reflejos violetas y rojizos, ondulado y levemente rizado
en las puntas, que a veces le tapaba el ojo derecho, confiriendo si cabe, más
por unas largas pestañas muy bien pintadas y un rosa tenue en sus ojeras y
leve grueso inferior y un poco más fino el superior, distinguían las cuatro partes
mujeres por su físico, hecho que casi todos hemos prodigado en alguna
siete escalones del primer tramo de las escaleras que, nos dejaban en un
una barra fluorescente) de la película Qué bello es vivir, y Eva se giró hacia
volandas a Donna Reed; dos figuras que le hicieron tanta gracia que le
lados. Desde allí, situados en esa repisa intermedia, torcimos hacia la derecha
y bajamos las escalerillas. Una vez abajo, había que volver a girar a la
izquierda para divisar el largo de toda la pared del local. Ya de frente en ese
cuando quiero ligar, así que le dije: —Si te cuento la historia de éste local no te
la vas a creer.
— Tienes razón, ¿Por qué no habías de creértela? Aunque quiero que sepas
a nadie.
en uno de esos planos en que tenía expectante a la Bacall. Una vez hube dado
quería calcular previsiones ni riesgos. Llevaba diez años en esta ciudad en los
llevarse a toda la clientela de la ciudad y hacerse rico de una vez por todas, o
lo ganado hasta entonces, pero que, sin duda alguna, su arrojo le impelía a
jugar con el riesgo. Mariano tenía su segundo local secundado por turnos
barra sirviendo copas para ayudar al barman, y el trabajo tan mecánico para tal
menester, ya sabes, puede llegar a ser tan monótono, más cuando había
hiciera exhalar una sonrisa cómplice que yo agradecía. En fin, que en una de
sus confidencias nocturnas de la hora del cierre, tomándonos los dos unas
yo había diseñado la idea del susodicho local. Quería comentársela para ver si
proyecto final, que es lo que tienes ante tus ojos. Le dije a Mariano que si
por fin llevaba a cabo la idea, me daría el ocho por ciento de los beneficios,
pero que eso había que firmarlo delante de un notario, era lo más conveniente.
desconfianza.
—Bueno, bueno, nunca se sabe. Otros, aún con vínculo fraterno han partido
prefijado, con un preámbulo en el que exponía la parte verbal del contrato que
— Y, ¿dónde está tu idea? Esto no es más que una barra con unos carteles
pegados en la pared, algo tan habitual como cualquier otro lugar noctámbulo.—
Se quedó pensando unos segundos y dijo: — ¡Ya, ya, ya! Está detrás de
24
aquellas cortinas.
— Eso es. Todos los fines de semana se formula una pregunta que se ha de
resolver con la ayuda de esos tres ordenadores que ves allí al fondo (en
percibo.
quieras navegando; aquí hay wifi de alta velocidad y uno puede conectar
con el móvil, pero si utilizas los ordenadores del local, míralos los tres al lado
eso creía yo, y, no había que bajar la guardia ni el tesón, (ni la tensión), así
tiempo:
— En que las dos dependen de la “N”. La casada tiene que fingirla de vez
— ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!— Se reía a los dos carrillos a la vez que me
me estoy desternillando de risa. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!—Seguía riéndose
mientras que yo, intentaba escudarme con una leve sonrisa que pugnaba por
— ¡Je, je, je, je, je! —Seguía todavía riéndose—. Es el chiste más malo que
espetaba yo.
—Casi todos lo tenemos. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Pues oye. Eso sí que me hace
gracia. Que seas tan bravucón y autosuficiente. Vaya, vaya, con este
decía para mis interiores), la paz está respuesta y conquistados otra vez tus
dominios.
27
II
“El amor es deseo de belleza”.
“El amor es invisible y entra y sale por donde quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus
hechos.”
“Donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura.”
recordaba la pregunta que había ideado para ese día: El verdadero quinto
beatle no fue Neil Aspinall ni Brian Epstein. ¿Quién fue entonces? Pista:
percusionista.
Estuvo trasteando por internet hasta agotar todo su tiempo mientras que a mí
ocurrencia. Descartado Brian Epstein, que fue el primer manager, Neill Aspinal
28
histórico muy conciso, había que ser selectivo con las búsquedas, algo para
yo, creí que me estaba pidiendo cierta actitud de clemencia hacia su errado
propósito; hecho que no le negué, sino que más bien, le introduje una
demanda, pero eso era lo más oportuno para el momento, hacerla que se
sintiese bien tanto conmigo como consigo misma para que no flaqueara en
sus ánimos.
recibirán el ciento por uno y heredaran el honor eterno de un ganador con cielo
particularmente incluido.
más.
interacción entre los dos parámetros da el tiempo justo permitido para cada
nueva clave en la barra para volver a entrar a jugar. Fui a por ella. Cuando
pistas, y todo fue mucho más fácil. Se quedó muy sorprendida cuando
Filarmónica de Londres, y que con muy mal ojo dejó su puesto a Ringo, era
entrar adentro. Nos dirigíamos ya hacia las cortinas mientras ella iba
aquellos momentos, ¿o creía ella que se iba a sorprender mucho por lo que
— ¿Y, esto? La sala es muy entrañable a la vez que acogedora, pero esto es
— ¿Ah no? Pues no. Se contestó a sí misma. No lo es. Tiene algo que me hace
chat, y en este caso, obviamente, todo el mundo está viéndose la cara, algo tan
natural como que, aunque un poco alejados, los gestos y los emoticonos
centro y otro que daba una vuelta entera a la sala formando casi un
pantalla (pequeña, para hacerse visibles a todos los demás) estaba separada a
un metro de la otra como para no poder ver las palabras del chat de la persona
cortinas azules hay otra estancia espaciosa, es un reservado con otra barra
que teníamos justo al lado, y le dijo: “Aquella señorita con la que usted está
sorprendente para ese chico, pero no por lo que él podría haber pensado, sino
pantalla una frase tan inesperada como extraña, a la vez que veía justo en
frente de él, al fondo, cómo ella se levantaba para lucir su precioso vestido
rojo de satén, y sus tacones altos, mientras él, atendía embelesado a sus
gestos femeninos en los que se retiraba su media melena hacia atrás con cierto
dando la vuelta por toda la sala, apartando su trayectoria hacia el chico para
— ¿Sabes? Siempre me ha intrigado por qué las mujeres sois tan cotillas.
para exculpar a una congénere cuya actitud sañuda habría dejado noqueado al
— No está escrito en ningún sitio sino leído en los actos, hechos y causas de
sentenciarlo todo con una facilidad inusual, mi irónica mirada del mundo, mi
— Una antropología muy sui generis la tuya.— Le dije, esbozando una sonrisa
— Tú lo has dicho, sui generis, una ciencia hecha a la medida del género
femenino.
sexos. Tienes respuestas para todo y muy pocas preguntas para nada. — Le
advertí.
un beso que duró como una media hora, respirando por la nariz, sin
orgasmos había sentido tanto placer como en aquél beso en el que una
enajenamiento que creía que estaba siendo transportado a otro mundo, así
bien Salva. Te lo has currado ¿eh?— me dijo con una sonrisa cómplice, pero
con cierto tono cínico y guasón, cuya broma oportuna siempre es precisa
el asunto no diese lugar a elegir cualquier cosa, sino que la ocasión requería
algo muy especial. Primero, había que llamar a Pilar y convencerla para que
música de jazz, de esa tan sensual que los legendarios saxofonistas tocaban
precisamente saxofonista, que me había dicho que tenía una cena con los
no podía ser coartado por ninguna voz exterior a mi habitación, menos aún,
con la jarana que posiblemente llevarían todavía en el cuerpo, así que, dispuse
divisa casi toda la urbe. Yo no tenía coche, y cuando salimos, fuimos a coger un
bus. Íbamos cogidos de la mano por la calle como si fuésemos una pareja bien
que contener su efusividad por lo que vengo diciendo, no me gusta dar la nota,
aunque, por una vez, di rienda suelta a mis instintos y empecé a acariciarle el
quería besarme con denuedo a todo trance, pero yo rehuía sus envites con
tímidos pero golosos y sonoros besos en la boca que hicieron que una señora
mayor (de unos setenta años) que estaba al lado nos mirase con desdén y
estar sentados retomamos nuestra cabal actitud al llegar el bus que nos habría
de dejar al otro lado de la ciudad, donde por una prominente cuesta, se sube a
americanas de serie B, un lugar visto desde las alturas donde parecía que
éramos las únicas y elegidas almas para una noche de fantasía y ensueño, y
momentos todos los demás sólo lo podían soñar. Desde aquél encumbrado
efímero, al menos del que yo podía hablar, mis relaciones anteriores no habían
sido nunca tan intensas en la impronta de los comienzos, algo tan inesperado
para mí por lo que de expectante podía tener todavía lo que nos quedaba por
vivenciar esa noche, y que lo que de resultado final dio, después de que nos
deleitamos con la vista y Eva hizo unas expectoraciones para inhalar el aroma
de los pinos del parque mezclado con el de la noche fresca; el cielo estaba
totalmente despejado, y por ello, más que nunca incitador al romanticismo más
rodaje repleto de focos. Nos retiramos de aquel lugar porque otra pareja parecía
percatamos que había cinco coches que habían elegido el mismo destino,
con lo que había que buscar todavía más intimidad. Bajamos un poco por una
ladera del elevado terreno, por donde todavía se prolongaba un césped que se
ladera, casi suspendidos en el aire, como en el nido de dos aves rapaces. Allí
justo nuestros cuerpos tendidos, hicimos el amor con los únicos espectadores
36
la Luna llena se empastaba con los cálidos azules oscuros del cielo iluminado,
no sabría cómo explicarlo, todo ello como mezclado en el trazo de una sola
pincelada, que, al mirar hacia el cielo que era un auténtico deleite, se apoderó
porque pensara que el calor del cuerpo de una mujer nunca no me había
causado tanto impacto, sino porque todo resultaba tan novedoso para mí que
no daba pábulo a mi descrédito, a pesar de que era la enésima vez que visitaba
como algo inédito jamás antes experimentado, eso mismo iba deduciendo;
se cuenta nunca el tiempo para ver pasar las horas y los minutos como un
tiempo, que, nos habían dado las siete de la mañana con los destellos del
juntos. Cuando llegamos, subimos por el ascensor, y una vez dentro, nos
hacía con el brazo izquierdo, metiendo la mano mientras con la otra pendía de
primero sin soltarme la mano y, aunque no era la primera vez que estaba en
del de hace unos años cuando yo acudía a secar sus plañideros ojos. Lo
más actualizada. Olía a café colombiano por todo el pasillo que recorrimos
en una silla con las piernas cruzadas al lado de una mesa de diseño, nos
puerta cuando nos regaló una sonrisa cómplice en aquél espacio pequeño y
acogedor donde los rayos del sol empezaban a entrar por la puerta de una
38
que las nuestras, ella, con respecto a nosotros, parecía haberlo premonitado
todo mucho antes de que nos quedásemos solos. Esa solicitud de Celestina
tan eficiente hizo que me quedase pensando un rato acerca de ella: El caso
decía que era una chica muy yang, carente de las armas propias de las
candidez con que se expone y responde ante el sexo opuesto con estos
que guardar un decoro propio de una niñata pija adolescente discípula de las
ursulinas, que, a la vez que descubre los mundos del sexo se vanagloria tanto
acarrea o puede hacer advenir sentimientos. Creo que su salvación está en que
ella sabe que no sabe discernir, y por ese motivo, es más cauta que hace algún
tiempo, y por fin, se está haciendo fuerte, pensaba acerca de ella, y seguía
con que, lo importante era que yo creía que estaba aprendiendo, que no se
dejaba llevar por las apariencias, que todo lo reflexionaba antes de dar un
respuestas propias más oportunas para cada ocasión, y en nuestro caso, por
hizo después de un breve silencio de unos cuantos segundos, así que, nos
precedidos por otro acto de carnalidad frenético, nos quedamos dormidos cara
contra cara como dos perritos cachorros en una cesta. Nos levantamos
tarde, hacia las siete, momento idóneo para pasear por algún otro lugar de cielo
abierto y espaciado y tener ese tipo de conversaciones que siempre crees que
son necesarias para iniciar una relación, de la naturaleza que sea, siquiera de
viernes, aunque esta vez no hubo exposición de pintura sino una película en
la sesión golfa de un cine por aquellos aledaños en los que la gente se reúne
en baraúnda para robarle el último resquicio al fin de semana. Al salir del cine
y no vivido ni aceptado como algo real, sino como eso mismo, como un
sueño. Eva tenía prisa, no quiso siquiera desayunar, “me tomaré algo por el
camino”, dijo, e hizo la maleta en diez minutos y bajó las escaleras del edificio
después de dejarle una nota a Pilar, que, permanecía todavía dormida, (eran
querer regresar sin más demora a Madrid, aunque yo la retuve como unos tres
despedida sólo consistió en un abrazo y tres o cuatro besos, pero que fue lo
manera inversa, con una magnitud y pasión equivalentes, aunque todo tendiera
a interiorizase de una forma diferente. Subí al piso, y también le dejé otra nota
enamorado), que si era la mujer que más me convenía para una relación
que esta vez todo era diferente, que estaba en uno de esos momentos donde
única e irrepetible. ¿Era esto tan sólo el espejo de una ilusión? O, ¿era el
vagonetas. Quiero decir, sin necesidad de explicarlo, que he salido con chicas
aunque yo siempre estaba creyendo que eran largas tournés, y que, nunca
que, bien directa o indirectamente, por activa o por pasiva, he estado ayudando
a las mujeres, y ellas a mí, por supuesto. A algunas les he ayudado a madurar
(a las que les llevaba más de ocho años), a otras, les he enseñado la lección
hecho tan felices en la inmediatez del amor en la misma medida en que lo han
como lo hacía antes, el exceso de culpa las ahuyenta. Soy indulgente conmigo
mismo porque nunca he tenido malas artes y siempre he puesto claras mis
hecho trampas. Algunas chicas no han entendido mis reglas, y con otras no he
debido de entender yo las suyas, no lo sé, pensaba. Sólo sabía que en esta
recién construida estación, ese día pitaba una locomotora cuya salida era
apremiante, y yo, no quería perder ese tren, por lo que no había mucho más
intuición y cerrar los ojos para decir, ¡sí! Allá voy, me tiro a la piscina,
aunque me ahogue. Por otro lado, pensaba que, por muy mal que se
43
III
“En efecto, como la pasión se funda en una ilusión de felicidad personal, en provecho de
la especie, una vez pagado a ésta el tributo, al decrecer, la ilusión tiene que disiparse. El
genio de la especie, que había tomado posesión del individuo, le abandona de nuevo a su
libertad. Desamparado por él, cae en los estrechos límites de su pobreza, y se asombra al
ver que después de tantos esfuerzos sublimes, heroicos e infinitos, no le queda más que
una vulgar satisfacción de los sentidos. Contra lo que esperaba, no se encuentra más
feliz que antes. Advierte que ha sido víctima de los engaños de la voluntad de la especie.
Por eso, regla general: cuando Teseo consigue a su Ariadna, la abandona luego. Si
hubiese sido satisfecha la pasión de Petrarca, hubiera cesado su canto, como el del ave
en cuanto están puestos los huevos en el nido.”
durante aquellos dos días, hasta el punto de que cuando descansaba no podía
voces interiores convulsas en las que ella era mi interlocutora y yo como autor
súbitamente cuando Eva me llamó por teléfono el miércoles, eso sí, antes de
arrebato, es difícil mantenerse en las distancias cortas del amor prematuro, tanto
para no llegar como para pasarse, y uno no sabe de primeras, a ciencia cierta, si
creí que era el momento de pasar a la acción y dejar de pensar. Le dije que el
cerveza con alguno de los contactos que tengo en Madrid, los cuales me han
proporcionado alguna vez algún trabajo por allí.— Decidido y sin miedo, como
el torero que sabe que de ese lance, o va al hospital o sale a hombros por la
plaza, cogí el tren a las siete de la tarde, aunque lo hubiera cogido a las siete
mitad del trayecto a Madrid terminé el primer poema que ya venía trabajando
consiguiente idea de que, sin lugar a dudas, lo que nos acontecía era algo
distinto, algo no vivido siquiera en sueños, corroborado por esa intensidad tan
contase esto a alguien, pensaría que con el preámbulo del primer día todo era
46
tiempos, no es una frase hecha ni un gratuito pleonasmo, quiero decir que, uno
se deja llevar en la misma medida en que el otro (en este caso la otra) también
para acomodarlos a la relación que uno quiere tener, quizá aquélla que siempre
cuando, cuando nos embargan las ensoñaciones con la nostalgia del desterrado
sentencia. El caso es, que empecé a perpetuar mis visitas los fines de
habitual del que ella me acompañaba en mis citas sin que le notase yo ningún
que yo mantenía con mis posibles agentes de trabajo, en las que se mostraba
maternalismo, sino hacer de ilación del refrán, “más sabe el diablo por viejo
que por sabio”, ella estaba más curtida en el oficio que yo, una realidad.
Perpetué los viajes de fin de semana a Madrid durante tres meses; a veces
cosa fútil e intrascendente, y sobre todo, haciendo el amor sin mesura; en fin
de cuentas, una vida de pareja, podría decirse (al menos durante cada fin de
semana) y, cosas del destino, la suerte siempre suele ser la aliada del que más
hecho construir a medida y a su gusto para hacer juego con todo el salón
(sin contar con los del mueble), que iban de pared a pared, soportaban unos
— ¿Qué tal se paga eso?— Le pregunté yo, mientras valoraba los riesgos y
suponía una dificultad añadida a todas las previsibles, al ser yo, en cierta
decir que sí. Era la ocasión para instalarme en Madrid y vivir con Eva. Lo
de las palabras “vivir con Eva” por mi mente desencadenó un ¡sí! Súbito y
que mi interlocutor.
— ¡Ya! Lo antes posible, según dónde estés.— (Ya le había dicho que
estaba en Madrid)—. Te paso todos los guiones de los tres últimos meses de
serie para adecuarme al estilo.— Era mentira, sólo había visto cuatro
— Sólo era para hojearlos todos e intentar ser lo más fiel posible al discurso
narrativo.
semana ya me había leído todos los guiones a la vez que hacía notas para
escribir los dos siguientes en las dos semanas que me restaban de tiempo.
audiencia con un nivel cultural más alto, y por ello, me estaban dejando hacer a
mis anchas. Estuve trabajando en la serie siete meses más, hasta que terminó
para hacerles felices, así de fácil, sin más pretensiones morales que me
buen sexo, con lo que, estaba tan motivado que me daba tiempo para
escribirle poesías a Eva y dejárselas por los rincones de la casa para que
para que al final encontrase, aunque fuese una sola frase ingeniosa, en que
arrebato que ella lo tomaba como un juego tan divertido como estimulante.
por algo más que el destino, que parecía que fuésemos dos almas que
50
siempre se han estado buscando y que por fin se encuentran. Con tanta
casi insoportables. Todo parecía conjurado por una pitonisa como por ensalmo
o hechizo. Yo tenía fuerzas para todo y rebosante de energía, tan sólo yacía
cinco o seis horas al día en la cama de las que casi todos los días, una era
dinero; a la vez que escribía los capítulos para Madrid no es Nueva york,
serie de otra cadena cuyo creador y guionista tenía que ser yo. Mi reputación
estaba subiendo en la bolsa de los cotilleos del oficio como las acciones de la
incipiente telefonía móvil de los años noventa, así que, sin pensarlo dos
Quizá era mucho todo el sumatorio del trabajo requerido por todas mis
los locos siempre terminaban por hacer ver la realidad a los despistados
psiquiatras. Era una parodia irónica donde ponía en tela de juicio el concepto
cuando les sacaban del psiquiátrico, ya curados, empezaban a hacer otra vez
mi trabajo resultaba tan contrastante con los argumentos que esgrimía Eva en
51
estilística hacía posible ese tópico de que los extremos se atraen, por lo que
que las mías, cuando ya íbamos por la mitad de los capítulos de la serie,
nuestra relación nos hicieran tan fácil todas las cosas, empezaron a
con respecto a los suyos, y yo, como defensa, le decía que ella invertía
sólo es escribir”, le decía, “no hace falta tanto denuedo y fruición”, a la vez que
sentí tan herido por la baja consideración que ella estaba mostrando acerca de
la profesión que tanto había yo idealizado como de entre las más excelsas que
polémicas un hábito que terminó por convertirse en el pan nuestro de cada día.
argumento añadido que estaba aportando más dinero al bien común, y que nos
serviría para viajar cuando los dos descansásemos un poco, era porque nos
disputábamos las horas del único despacho o escritorio que teníamos, y que,
mientras uno estaba en una silla ergonómica con un ordenador cuya pantalla
del salón con el portátil. A todo eso se le añadieron las peleas por quién
hacía más veces la compra, o quién gastaba más dinero en ropa, libros o
caprichos (el dinero era compartido), o quién llegaba más tarde a casa
balanza en la que a un lado estaban las discusiones y los enfados, y al otro las
pararse a pensar en la relación, nos estábamos dando cuenta los dos y así lo
respetar las normas cuando éstas eran infringidas por parte de uno de los
dos, los reproches de la otra parte nos volvían a enzarzar en una discusión
tan innecesaria como hiriente para ambos, ya que los dos queríamos
tener razón, y lo que antes era fluidez y malabar por parte de los dos, ahora
parte, cada vez se hacían menos manifiestos. Con estas medidas de urgencia
rigurosidad del método; “el pacto entre caballeros” nos estaba abocando a una
situación artificial, entre otras cosas porque las mujeres no son caballeros y
empatía que les hace manejar las emociones y los sentimientos manifiestos
con una implacabilidad cuya comprensibilidad hacia el otro siempre suele ser
indiscriminada y equitativamente el uno con el otro, pero que, ahora, todo era
“tanto”, una pequeña variación del “cómo” y un desfase del “cuando”, nos
insostenible con lo que decidimos que teníamos que vivir separados, y que, tan
sólo el tiempo quizá podría volver a poner las cosas en su sitio. Un día, ante
hotel, y a mi vuelta, le dije que había decidido irme a vivir a un piso yo solo.
Ya habían pasado diez meses desde que nos conocimos, y Eva, empezó a
hacérsele insoportable, porque un día, sin más ni más, aunque lleváramos más
de dos meses sin hablarnos, me llamó por teléfono con aires zalameros para
pedirme tomar un café juntos. El día que quedamos ella se manifestó tan
con el mismo protocolo de tomar café de una manera periódica, hecho que
había que cortar de cuajo nuestra relación por el hecho de que la vida en pareja
se nos había truncado hasta terminar los dos por dejarlo? Porque en el
halagos y ánimos que en otro tiempo se nos habían negado. Eva estaba ya
con su segunda novela y yo, en ese mismo periodo estival, casi un año
reposición de mis dos series. Me había ido dejando suficiente trabajo hecho
como para vivir de rentas, con lo que mi tiempo libre era fácilmente aplicable a
quisiera, y que, en poco tiempo, esa costumbre se perpetuó en dos veces por
estaba ya por el ecuador de su novela. Creo que los dos sabíamos lo que iba a
tiempos, y al final, terminamos por rememorar días pretéritos hasta que nos
fuimos a la cama. Nos volvimos a besar como el primer día y en uno de los
— No lo sé, tengo que pensarlo mucho, valorar los pros y los contras.— Le
— Siempre estás pensando, nunca te dejas llevar, no fluyes, amas más tu ego
al creer que amas que el hecho de dejarte llevar por la propia naturaleza del
amor.
de mí.— Ya estábamos discutiendo y, una cosa llevó a la otra, con lo que los
— No, me voy a mi casa, y recuerda que sólo hemos echado un polvo.— Eva
— ¡Piensa si quieres! Pero piensa bien, por favor— dijo esta última frase con
comprensión. Ahora tenía un coche de alta gama para irme a mi casa y a toda
razonamientos aunque les intentara dar una salida que satisficiera mi lógico
que, tenía que aclararme. Primero, retomé mi vieja teoría del amor que bien
que el amor es una celada que nos tiende la Naturaleza (por incomprensible
que parezca) para proseguir su eterno decurso que sólo propende a perpetuar
la especie. No tuve que pensar mucho para recabar que con las mujeres me
iba mejor que nunca. Los fines de semana acudía a fiestas de actores y
afectuosas las que menos, conseguía llevar a mi piso a una chica un fin de
ligar, y, no era por frustración sino por entretenimiento. Creía, al igual que
igual con quién estuviera hablando en ese momento, nada importante requería
cuya posible transgresión, intentaba redimirme con unos días sin pisar la
mayor en mis andares por las vías públicas y tener la sensación de que
estaba dañando al género femenino. Fuere lo que fuere, todos los fines de
ello, o mi cuerpo quedaba satisfecho sin pasar por los infiernos de la rectitud.
Estaba abocado a una situación cómoda en la que, tenía que valorar decidir
contrario, una vuelta al subyugo del amor “verdadero” en el que creía que
Quizás, yo sólo era como cierto donjuán bien amañado con ausencia de
psicoanalista (no como todos los demás donjuanes), con una vida libertina y
eso sí, siempre y cuando siguiera cuidándolo como hasta ahora, o más
permitiría vivir con tranquilidad, aunque siempre con una mujer a mi lado, claro.
Me esperaban años de prosperidad, tiempo libre para escribir a mis anchas sin
60
resolvería gracias a las patas que sostienen la cama del dormitorio, como suele
hacerse, eso era lo que imaginaba para mi futuro. Todo ello se ponía al otro
intentado vivir con convicción y esperanza, y que había frustrado mis ilusiones
con la única chica con la que me había atrevido a intentarlo, no por miedo ni
egoísmo, sino porque nunca deseé y creí amar tanto, me he dejado claro. La
asunto, convenimos que todo podía seguir así, si bien, Eva sugirió que el
veces por mes, día y horario. Reflexión que me sorprendió por improcedente. —
¡Uf! Eso terminaría por ser muy comprometedor y también eso habría que
el ceño con actitud desairada. Después de casi dos horas juntos, dije—
el día quince.
61
— Que no, que te vas con una de tus amiguitas tan aficionadas al esquí
la boca y nos deseamos la mayor suerte del mundo pasase lo que pasase
ya di por hecho que si Eva me propuso el añadido del sexo era para atraerme
cada vez más (conocía mi exacerbada salacidad hacia ella) y terminar por
dudaba, mientras que yo, sí que tenía mis dudas acerca de mi amor por ella.
existencial para las vacaciones era decidirme entre una cárcel de amor a lo
conturbado dilema cerré los ojos intentando no pensar en nada, pero fue
inútil, vaya disyuntiva la que tenía que dirimir y, no era ese el momento más
fondo, por eso me había recluido a aquellos parajes, para apelar a la soledad
la vida. En fin, tenía diez días por delante para no pensar en otra cosa
salvo en las ensoñaciones propias del entorno natural, así que, no era
donjuán, siempre insatisfecho, nunca conforme, y que, por más que sus
ero; qué narices, mi vida era mucho más intensa y divertida que la del Don
cinco años, había consumido los mejores momentos de mi vida junto a las
mujeres, aunque ese papel empezaba a aburrirme, pero quizá, era el único
IV
“El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han
visto.”
“Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.”
lo largo de un paseo placentero que yo hacía todos los días para comprar
vieja a cuadros marrones claros (tirando a beige), que tenía una gran mancha
64
de café que hacía parecer al diseño más oscuro y asimétrico. En una esquina
de la estancia había una mesa camilla con tres sillas, donde el faldón cubría a
mesa de madera y cuatro sillas que casi tocaban a unas paredes desnudas
permanente de toda la casa, por dentro y por fuera. Esos tres lugares,
problema que había traído puesto como mono de trabajo, alternado con la
porche, había dos escalones de madera en los que me sentaba para ver a
estado satisfactorio que bien podía perpetuarse en el futuro, proponía con una
a pensar en regresar otra vez junto a ella, por lo que estimaba que, los mismos
este círculo vicioso, cortaba yo por lo sano, por lo que sólo cabía una tercera
así como) llegar a convertirme en una persona tan especial para Eva como
las nubes, los arroyos, los árboles, las plantas, las mariposas y los pájaros,
mis pasos entre la hojarasca de las sendas que horadaban las colinas, y
ser con Lo Absoluto. Una paz interior propiciada por el ruido de mi propio
pulso, o por el del pitido de mis oídos, atraían a tal silencio exterior que en
mis interiores se instauraba un equilibrado orden entre todas las cosas del
todas las cosas. Por otra parte, yo que siempre había estado sojuzgado
desequilibrante para mí), podía deducir por fin, que de dejarme llevar por mis
hasta allí. Sin más quebraderos de cabeza, un día antes de coger el avión de
vivir juntos, estaba seguro de que arrastraría súbitamente al mío para que mi
tendría que pensar nada, y por lo tanto, Eva y yo volveríamos a estar unidos.
dilación, con lo que había que marcharse ¡ya! Además, tenía ganas de volver
a ver a Eva, sobre todo, para zanjar esta importante decisión que tenía que
tomar, así que, por fin decidí regresar. Un día después de llegar, con la
para mí sólo era necesario uno para tomar la decisión, si a ella le faltaban
decidiendo así quedarme con la situación actual, por lo que, nuestro primer
encuentro después de las vacaciones bien podía ser el último. Llamé a Eva
decidí que, en todo el tiempo de la espera hasta la hora “H” debía de pasarlo
en mi casa con la mente fuera de todo asunto que tuviera que ver con ello,
dejarme llevar por ese camino, ya que podían emerger los sentimientos
Eran ya las ocho y cuarto y ella no había llegado todavía, y pensaba que,
ante tus ojos. Aunque la mesa elegida me ayudaba a ello porque estaba
todos los razonamientos de la casa de los Alpes estaban entrando otra vez
preponderaría hasta tener delante a Eva. Sin embargo, cada vez más, el
pasado más de cincuenta minutos decidí marcharme. Una vez en casa tomé
una cena liviana, se me había ido el apetito ante el sinfín de ideas y frases
dormido. Cuando me desperté hacia las cinco de la tarde del día siguiente,
estado obsesivo y, como medicina para mis males, volví a echar mano de la
en éstas, sonó el teléfono. Mi ilusión me hizo pensar que era Eva, pero no,
había encontrado con una filtración de una propuesta sugerida por la una
cadena inglesa para que yo iniciase una serie de humor. Me llamaba por si
mis intereses. En aquellos momentos tenía medio año de contrato con la serie
Madrid no es Nueva York y solamente hasta Junio del próximo año con
consiguientes guiones de las dos series para llenar ese espacio de tiempo.
72
confusión mental jamás antes experimentada, dije que sí; que defendiese,
fructíferas que pasados veinte días me marché por fin a Londres. El tiempo
pasó, y, casi sin darme cuenta ya llevaba cinco meses trabajando allí, y,
una vez finalizados los trabajos y contratos vinculantes con España. Todo
pasa, y, por fin, Llegó el mes de Julio y tenía el contrato preparado para
renovar con las series de mi país por un año más, además de seguir con
liberadores, decidí que pasaría todo el mes de Julio en Madrid (aún tenía
mis antiguas amistades, y también, decidí que pasaría algún fin de semana
irlandesa por el centro de la ciudad, era una tarde de sábado. ¡Caramba con
nuestros amigos comunes de la serie, y, viendo a Toni un poco ebrio por las
cuatro pintas de cerveza de fabricación Ale que se había tomado (yo sólo
llevaba dos), y que yo le había propuesto esa marca porque la había probado
charla.
— ¡Bueno, Toni! Me voy a marchar ya. Qué rato tan divertido hemos pasado. A
— Sí, eso sería una buena y grata idea. ¿A dónde vas? Aunque sea por
curiosidad.
aburrimiento. Ya bajando por Sol, me vino a la cabeza que el café del “día H”
ver a Eva, y sin pensarlo dos veces, entendí que bien podía ir allí; no porque
dirección al citado café. “De perdidos al río”, pensé, así que decidí pasarme
por el lugar para tomarme una caña e intentar organizar desde allí con unas
74
de la misma mesa en que había estado yo aquél día, unos jóvenes que tenían
vestir, su mismo color de pelo moreno y una cara con un óvalo también
yo querer reprimirlas, quizá era la mejor catarsis para esos momentos. Estuve
quince minutos con pensamientos en la cabeza hacia todas las direcciones (sin
ventana, como a unos veinte metros hacia la derecha, sin saber por qué, me
gestos con las manos señalando algún trapo, sus piernas, los zapatos de aguja
casualidad, estás bajo el influjo de los recuerdos. No fantasees más que estás
miedo al peligro, y también, sin saber por qué, salí corriendo a la calle dejando
la misma progresión con que me estaba acercando a ellas, pues ya las había
unos instantes a unos quince metros de distancia sobre ellas, pues quizá,
seguirlas por la otra acera hasta que estuve casi a la misma altura que
de mi corazón, y cada vez más, daba crédito a mis ilusiones creyendo que mi
fantasía no era tal sino la más absoluta realidad. Si esa chica morena
Decidí continuar siguiéndolas hasta que sin ser visto, pudiera averiguar si mi
aquellos precisos momentos. Unos treinta metros más abajo doblaron la esquina
a la derecha y anduvieron por esa otra calle que comenzaban como otros veinte
metros, hasta que se metieron en un café. Ahora, por fin, ya podía resolver mi
comportaría si me topaba con ella. Pasó un señor anciano fumando por la otra
cigarrillo, lo hice, quizá porque me vino a la cabeza la idea de que aun fumando
vez hube pedido una cerveza hice una panorámica atenuada con cierto
disimulo. Las vi al fondo sentadas, como a siete metros, muy cerca de la puerta
de los baños. No veía a mi hipotética Eva que, aunque estaba situada justo
enfrente de mí, la tapaba casi por completo su amiga. Fui hacia los servicios
tienda de deportes que está un poco más abajo, en la que suelo comprar
hora cerca de aquí— dijo Elena. Me dio dos besos al igual que a su amiga y
pregunta de ¿por qué no había acudido a la cita del café? Los dos éramos
78
esos momentos, sólo yo podría aludirlo, pensé. Los tabúes sólo se pueden
los tiempos de reposo y de desviación hacia otros temas hasta que pude
— Por cierto, ¿Por qué no acudiste al café de nuestra cita? —Le pregunté.
decir eso? ¡Tú! — Elevó algo la voz—. ¡Tú no estabas allí!— Ahora ya estaba
— Creo que uno de los dos se equivocó de café porque yo, sí estaba el
— Puede ser, y si fue así, entonces, yo estuve media hora en un café contiguo.
— Sí, estuviste en uno que está a solo diez metros en la acera de enfrente, de
seguidamente los dos nos pusimos las palmas de las manos tapándonos la
79
frente, la nariz, los ojos, la barbilla, los pómulos, la cabeza, las manos; y
Después de aquél día, no más tarde de una semana, padecía de una depresión
volvió a salvarme la vida. Durante cuatro meses sólo salí a la calle para
me venían a ver y me decían que saliera un poco para que me diera el aire,
que es el amor.
una ilusión con los días contados, cerrándose la cuenta cuando se acaba la
80
pasión.
poniendo blanco al darme cuenta de que Eva sabía de mis interiores, con
todos sus intersticios, casi mejor que yo mismo. Intenté seguir con la
— Ahora ya, si el amor es lo que es, qué más da. Ese hombre me gusta
creas ahora.
creo en tu amor.
de extrañeza.
— ¿Por qué? ¿Por qué? Yo fui quien te había sugerido volver a estar juntos.
—¿Ya no hay ningún remedio? ¿No hay vuelta a atrás? Le dije con cierto tono
misericorde.
—Ninguna, te lo aseguro.
— Creo que no, le suelo decir que le quiero, nunca le he dicho “te amo”, y entre
las dos palabras hay un matiz muy grande. Yo no tengo la culpa de que él no
sepa apreciar ese matiz. Le digo que le quiero, y querer casarme con él ya es
querer bastante.
— Él sabe que no le amo, no tiene ni un pelo de tonto, lo que sucede es, que
cree que entre querer y amar hay una distancia muy pequeña, así que, en
comprar el matiz que separa el querer del amar. Cree que ese matiz solo es
proporcionará su dinero se podrá añadir otro guion debajo para que aparezca
puedo dar. Si él quiere comprar, que compre. Yo le daré todo lo puede dar una
persona después de ese poco tiempo variable, que, como si caminase hacia
nunca ser su alma gemela, ya que sus disquisiciones y conclusiones acerca del
frecuente en mí.
cónyuges saben que no hay amor, más razón para estar de acuerdo los dos en
— El veintiuno de septiembre.
podría pasarme asegurando del mismo modo que tan bien me conoces?
su “e” de otro nuevo “eres un imbécil” (ésta vez con más fuerza),
que ni siquiera yo oyese mi propia “e”. Cuando ella ya había salido a la calle,
"El hombre está visiblemente hecho para pensar. En ello radica su fin y su esencia.”
"El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene."
turbación tal, que no sabía cómo dar solución a mi chirriante engranaje mental,
recordarlo. Por el día intentaba distraerme leyendo, pero, lo peor fue la noche,
éste era yo: Soy un auténtico imbécil. Esta cama es un incordio. Los muelles
hacen ruido. Desafinan con la música de Mozart. Otra vez el Requiem. Estoy
muerto. Hablo pero estoy muerto. “Eres un imbécil”. Me retumban los oídos.
incordio perpetuo. Me has matado, Eva. Eres cruel. How Cruel is the Story of
de cine. No tiene perdón de Dios. Pues, sin perdón. Yo te perdono amor mío.
¿Recuerda quién dejó a quién? Recuerda, recuerda. Vaya película. ¿Cuál? ¿La
Triste existencia la que deambula por la nada. El templo del espíritu siempre se
hace visible. Templanza, Salva. Todo a su tiempo. Tiempo para recordar. No, no
dije digo, digo Diego. La he perdido para siempre. Seré imbécil. ¿Qué he
hecho? No merezco tanto. Quizá merezca aún más. A los imbéciles nada
les sale bien. Eres un tipo con suerte, no eres un imbécil. Recomponte
cosa que te haga salir de este estado, ¿me expreso? Expresionismo. Pon a
bosque y yo estoy más muerto que vivo. Ya resucitarás, hay que esperar.
Sobreviviré. I Will Survive, at first I was afraid I was petrified, I will survive. Otro
gusano musical, vaya contratiempo. Todo a su tiempo. Sí, hay que esperar.
nada. Todo tiene que cambiar. Esperanza. La voy a recuperar. Ten confianza.
Ten fe. ¿En quién? Yo no creo en Dios, aunque tengo fe en él. Eso es una
creencia. ¿Qué quieres decir? Dios existe aunque yo no crea. Dios no existe
y afán. Y esfuerzo. La vida es dura. Y bella. La vida es bella, qué bello es vivir,
decía Eva el primer día que la conocí. Esto es volver al principio. Para
_____________________________________________________________________________
(*) La espera
87
Emplasto de ideas que no te llevan a ninguna parte. Eso es, esto es un viaje
a ninguna parte. Y, ¿a dónde hay que ir? Vete al infierno. El infierno son los
demás, diría Sartre. Los demás no están ahora. Estás solo como un chucho
Estoy baldado. No estoy para escuchar música de Jazz. ¿Por qué no? Del dicho
al hecho hay un trecho. Maltrecha situación que tienes. ¿Cómo se sale de ésta?
No seas ingenuo, corazón tan blanco el tuyo. ¿Pero eso qué más
hay más remedio, bobalicón? ¿Qué otro remedio? Déjame pens ar.
Son muy caros y no aclaran nada, me dijo un día Pilar. Vaya remedio. Prefiero
te lo iba a decir? Que saltarías por los aires. Necesito cambiar de aires.
lo tiene muy claro. No dudes del destino. Pues vaya desatino. ¿Qué más
estado de ánimo, lo digo por decir algo, porque ahora que lo pienso, no me
pensar en recuperarla cuanto antes, con lo que retomé la última idea pasada
yo no puedo saberlo, no soy psiquiatra, pero, ¿qué más da? Cada cual es quien
guerrero que tenía que luchar. ¿Guerrero he dicho? No, mejor, un gladiador que
así estaban las cosas, no podía evitarlas, así que, decidí en mi empeño de
interior, conmigo mismo, así de sencillo, ¿quién no habla consigo mismo alguna
que otra vez? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, ¿qué digo?
está exculpando, pero, ¿de qué tenía yo culpa? De todo y de nada, según se
89
o al menos eso creía yo, pero quizá, esto no fuese del todo cierto porque estaba
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para: evalange@coolmail.com
CC:
entre nosotros exista ninguna relación afectiva que tenga algún grado de
pasividad para que entre nosotros pudiese existir algún tipo de lazo
que, abogando en los valores intrínsecos que las propias palabras poseen,
entre ellas, la libertad, de este modo, te tiendo la mano para que en su apretón
envío y, sin ninguna espera que fuerce u obligue una respuesta, te envío un
entrañable saludo.
Salva.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
90
responder a mi mail. Esos eran mis propósitos, pero con la boca pequeña
llevar. Estaba agotado. Al final, dormí doce horas seguidas. Al levantarme, sin
más dilación, sino más bien, con una urgencia liberadora de todo pensamiento
Vallecas desde donde divisaba una ciudad de la que intentaba soltar lazos
más demoras, sin cenar (me había comido unas tapas por el camino), me
estado de ánimo cobró una angustia que osaba por abatirme aún más, con lo
de toda mi vida, no requiriesen más solución que tratar el asunto con una
unos hábitos con los que abordar todo momento futuro. Tenía que empezar,
contrario. Tenía que empezar a olvidar, era totalmente necesario, como alivio
del espíritu, como fortaleza del corazón. Para una puesta en práctica de una
profilaxis para mis males, no hube de revisar el correo con más regularidad
de la habitual. Con la mente puesta ya en otra cosa, decidí hacer las maletas
para marcharme a mi ciudad a pasar unos días con los míos, sin más
una vida lo más normalizada posible. No era una empresa fácil, creer definitiva
que ello fuere lo que el destino hubiere decidido. ¡Ah! El destino, “nadie
que sea más objetiva consigo misma para que nunca tenga que
atormentarse por haber errado, por lo tanto, que tenga que pensar mejor su
casos, solo hay que darle tiempo y esperar. Sí, hay que esperar y mantener la
que, los autosuficientes no necesitan a nadie, con ellos mismos se bastan y los
Llegué a mi ciudad y fui directo a casa de mis padres. “Vaya alegría que nos
has dado”, dijo mi madre nada más verme, a la que le correspondió mi padre con
un “sí, qué alegría”, súbito y firme, corroborando los dos que tenían ganas de
verme y que me echaban de menos. Normal, tanto tiempo, más de un año sin
aparecer por casa, ni que fuera un mal hijo, pensaba y proseguía: Es Eva, te ha
campechano y sociable (no siempre), y había que retomar esos hábitos tan
mis tíos y mis primos, paternos y maternos, los visitaría a todos, uno por uno,
llegar, así me lo pareció, pero era consciente de que para la cura de mis males
razón, qué remedio, pero, al final, el remedio no fue eficiente; los buenos
con ellos; no podía evitarlo, todavía estaba con la cabeza puesta en el E-mail
que le había mandado, con lo que, casi sin deshacer las maletas, en aquellos
pequeño que depende de las decisiones de los demás para enarbolar las
monjes de los monasterios, que por pasar la vida, esperan igual la muerte
94
calienta o enfría, me refiero ahora al otro tiempo, para el caso es el mismo; total,
no hay que llegar a ningún sitio, salvo al Cielo, y que, ya está ganado, y por
depender del tiempo a expensas de los otros. La mayor bajeza humana consiste
darle tiempo al tiempo para que te vayas muriendo poco a poco, o los demás te
como el tiempo. ¿De qué hablas ahora? Lo que faltaba, meter un tercer tiempo.
porque me sobra. Si me falta Eva, todo me sobra, puedo hacer lo que quiera. Si
tiempo como quieran. ¿Aunque te estén matando ellos a ti? Pero si eso del
desde niño, como enfermedad del alma. Me dijo una vez un maestro que tenía
95
alma de genio. Aunque yo, ante mis compañeros de colegio lo soportaba todo
necesitaba menos de lo que daba al resto. Cuando me volví mayor, quería ser
revelación es como algo Divino. ¡Ya! Ahora entiendo, ahora recuerdo: alcanzar
la verdad, demasiado ego. Seguro que llega la crisis de los cuarenta, la de los
en que todo era relativo. El túnel del tiempo. ¿Qué túnel? ¿El de Hawkins
con sus agujeros negros o el del terror de las ferias de pueblo? ¿En qué se
parecen? En que los dos dan miedo. Aunque uno es fraudulento y el otro es
muy serio. En los dos está todo oscuro. Negro. Pero si todo es gris, nada es
blanco ni negro. Nada es del todo verdadero y nada es del todo falso. Pues
propio de Durero. El círculo cromático. ¿El que va del blanco al negro? Más o
hacen todos, y así hacen todas, Cosi fan tutte. ¿Acaso no solemos confundir
nuestros términos con los del otro? Como si todos nos repitiéramos, nuestro
alimentación del ego, eso es lo único común, que se trata de un puente que
une dos orillas, la del razonamiento y la del juicio, pero el que sometemos
a los demás. Habíamos quedado que los demás son un infierno. Todos nos
ridículo, proseguía yo. La reflexión no sirve para nada, es inútil ver la otredad
enfermo a la vez. Más o menos. Hay que unir extremo con extremo. La realidad
la meditación consecuente; ora et labora, esas deberían ser las dos orillas,
y en aquellos momentos que ahora recuerdo, sin poder aguantarme más, tal y
creía, pero no lo sabía a ciencia cierta. Todo esto lo decía con la boca
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
De: evalange@coolmail.com
CC:
Asunto: Re: Si no hay amor, no veo ninguna razón para que no podamos
En fin, que quieres ser mi amigo. ¿Para qué? Creo que no aceptas los
que las propias palabras poseen, entre ellas, la libertad”. Por ello, No sería
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
inevitable: Piensa Salva. La tienes que recuperar. ¿Rendirte? Eso nunca; hasta
que se rinda ella a mis pies. Sí, para bravuconadas estamos; menos lobos
dado cuenta antes. Antes, después. ¿Con quién hablas? Conmigo mismo.
¿Voces interiores? Sí, y ¿qué pasa? Pues dicen que eso es de locos. Que
La siesta me había sentado muy bien. Soñé con Eva. Soñé que me casaba
con ella. ¡Buf! Despierta ya de una vez, Salva. ¿Será una premonición? No, es
mismo. Cuando cesó mi voz interior, abrí otra vez el E-mail y me puse a
valoras. -En fin, que quieres ser mi amigo.- ¡Ja, ja, ja! Me entró la risa.
¿Para qué? Creo que no aceptas los hechos tal y como han sucedido
(desde que nos conocimos)-. ¿Qué hechos? Todavía no han terminado los
iba a hacerlo ahora? -Te contesto citando tus propias letras: “Abogando en
los valores intrínsecos que las propias palabras poseen, entre ellas,
Vas a ser muy infeliz con ese hombre. Esa no eres tú, Eva. Por eso tengo fe
por los dos? ¿Me estás dejando una puerta abierta? -Pero no me
100
causa. -Te envío una foto que me he hecho con una amiga en Rusia
confundir. Voy a descargar la foto porque la que debe de estar guapa es ella
con esa tez aceitunada que reluce el rostro cuando en el periodo estival el sol
ya le ha dejado sus huellas, es el estigma que la belleza del físico elige para
plasmar su nombre, me iba yo diciendo. Mira que soy poeta, no tengo nombre.
ve por ese ventanal? ¿Es una plaza? Me suena ese edificio ¿Es un
costado aparece un pequeño borde de un gran edificio rojizo que está al lado de
una torre que parece un minarete. Ese edificio me suena, iba pensando.
101
¿Por qué se habrán hecho la foto allí? Mejor razonado. ¿Por qué me ha
mandado esa misma foto cuando dispone de muchas otras con su amiga en
esos días? Estoy seguro de ello. Aquí hay trama. ¿Qué edificio es ese? Maldita
sea, maldita memoria. Ni en las películas salen peor las cosas. Qué guapa estás
en esa foto Eva, con tus labios pintados de rojo. Los zapatos también rojos,
erotizan tanto. Lo que faltaba. Te estás pasando Eva. Pareces Irène Jacob en
el Qué bello es vivir de la película Rojo. Un juez jubilado intenta expiar una
embargo no tener que juzgarlos, recordaba. ¿Es un juicio lo que me sugiere Eva
con esta foto? ¿Quiere que dé yo un veredicto final a nuestra relación? ¿Solo el
amor tiene un color tan puro como el rojo? ¿Me lo está queriendo decir de una
espontáneo- ¿Es eso lo que me estás pidiendo Eva? ¿Un acto espontáneo en
una mente preclara para jugar con los extremos. ¿Acaso a Eva no le
gustaban los extremos? O blanco o negro quería el amor ella. Recuerdo que
Beatles? ¿Qué digo? Get Back. Na, na, na, na, na, ni, no, no, no, no, ni, na
¡Get Back! Como me gusta esa canción de los Beatles. ¿Me está pidiendo
que vuelva? ¿Que vaya allí, donde la foto, a buscarla? ¿Me lo está
102
tengo que ponerlo yo mismo? ¿Es esta foto producto de la casualidad o esta
caliente. Rojo, rojo. ¡Ostras! ¿Será ese edificio la catedral de San Basilio en
la plaza roja de Moscú? ¿Me está diciendo Eva que me espera con su amiga
allí, en el mismo lugar de la foto? Me estoy volviendo loco. Para mí, que no
estás en tu sano juicio. ¿Y por qué no? Eva quiere que me esfuerce, no va a
volviendo loco. Qué le vamos a hacer. C’est la vie. Ta, to-ta, to-ta- to-ta, Quand
il me prend dans ses bras, Il me parle tout bas, Je vois la vie en rose.
perdidos al río. Ante esta maraña de ideas solo me quedaba detenerlas por un
por la habitación como el que tiene el baile de San Vito. Ordena tus
Vita. Dolce vita, dolche vitae, bolche vite, -bolchevique-. Seguía yo. ¿Me está
obsesivo donde nada es verdad? Esto es una locura. Todo es una locura.
103
De perdidos al río, pensaba. Eva trata de confundirme. No, que va, está siendo
sincera. Creo que en estos momentos, no hay sinceridades que valgan, ni por
su parte ni por la mía, los dos nos queremos llevar el gato al agua. Agua,
un gris oscilante hacia los extremos. Yo soy el color negro, ella es el blanco.
¿Dónde estamos entonces? Creo que más cerca del negro. ¿Mucho más? No
lo sé. Habrá que comprobarlo, entonces, salir de dudas. Duda metódica. Lógica
cartesiana. Razono bien. Pienso y existo en otra parte. ¿Quién soy ahora?
pensaba. Todo es lejanía con respecto a otro tiempo. Todo se vuelve cada vez
más gris. Grisey. Tempus ex machina (*1). Soy una máquina de pensar.
recuperarla antes del día veintiuno. ¿Qué o quién soy ahora? Duda
Pensemos. ¿Qué me quiere decir Eva? Solo puedo salir de dudas si viajo a
dice que sale un avión para Moscú dentro de ocho horas desde esta ciudad,
con la compañía Fliying in Red. Más asociaciones. ¿Es una señal esta
entre dos extremos. El ego, todo es una compensación del ego. Un tributo
¿Acaso no tiene también un crecido ego? ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Ahora me río, ella
está en el lado blanco del puente. Si estamos en el gris, caminamos hacia ella,
104
ilusión. Pues concretiza. ¡Ok! Piensa en una idea concreta. Una concreta y
perdidos al río dije, y digo. Total, estamos en un puente. Hay que pararse. Pero,
quién? La culpa fue del cha, cha, cha (*2). Quien canta sus males espanta.
ya lo tenía decidido, fui al ordenador e hice mi reserva con decisión. Una vez con
acosté. Intenté hacer respiraciones para relajarme y lo conseguí, tanto así que
mañana. Desayuné y caí en la cuenta de que en algo más de una hora salía el
una vez en el aire, con la ciudad bajo mis pies, increíble y contrastadamente,
___________________________________________________________________________
(*1) Tempus ex machina es una obra del compositor contemporáneo Gérard Grisey,
ideólogo del Espectralismo. (*2) Canción de Gabinete Caligari. Grupo de música Pop que fue
muy popular en los años 80.
105
cualquier pista de cualquier idea, recordaba esa frase de Sábato en Antes del
seguramente, los umbrales del absoluto”. Otra vez la Música, esta música
Dolce Vita. Llegué. Nada más entrar, sobre una puerta de cristal se extendía
una alfombra azul por más de diez metros hasta llegar a un mostrador en que
Nouveau. Detrás se situaban unas escaleras amplias (por las que se subía a
— ¿Le ha dejado alguien algún objeto o algo para que recogiera una persona?
enviemos.
— ¿Un anillo? Yo soy la persona que ha venido a recoger ese anillo, soy amigo
suyo.
— Si ella me autoriza.
un perro tullido a palos. Otra vez dependiendo de una decisión ajena. Vivía a
expensas de que Eva quisiera hablarme y decirme la verdad. Tenía que dormir
VI
“En principio es evidente que todas las pasiones desordenadas son producidas por la
locura, porque la diferencia que existe entre un loco y un sabio, es que el primero
obedece a sus pasiones y el segundo a su razón”.
“Algunos dirán que es una desgracia el engañarse. Y yo digo que es mayor desgracia el
no engañarse nunca. Están en un error, ¿qué duda cabe?, los que suponen que la
felicidad del hombre se halla en las cosas mismas, mientras lo cierto es que depende de
la opinión que de ellas nos formamos.”
a deber? ¿No será que presientes que es Eva? ¡Claro! Estoy seguro,
— ¡Sí! Dígame.
pásemela.
— ¡Pero bueno! ¿Esto qué es? ¿Qué asalto es este? ¿El del 23 F o qué? ¿A
108
todo.
— Que has estado preguntando si yo había dejado algo para ti. ¡Contéstame!—
hablas.
diciéndome que observara bien a tu amiga por donde encima del hombro se
— Pues claro que me suenan. Pero, ¿qué tienen que ver todas ellas con esta
para que entre nosotros exista alguna relación afectiva que tenga algún grado
— Sí, sí. Así comenzabas tu E-mail. Pero era para ocultar el verdadero
pudiese parecer lo contrario”, dejas la puerta abierta para que “lo contrario”,
has hecho tú es como hacer una apuesta entre dos personas echando una
cara, y yo elegí la cara, si pensamos que la elección del tirador era la cara (y
Detrás de la cara hay una cruz, y tú, elegiste la cruz, entonces perdiste, porque
aunque pudiese parecer lo contrario, que es lo que has dicho tú, “aunque
pudiese parecer lo contrario”, ha salido cara. Así que, hay que preguntarse,
qué la cara de una moneda iba a parecerse a la cruz como para tener que
aclararlo? ¿Por qué? Sino porque en un acto de birlibirloque, cuando iba a salir
hecho tú con esa frase, volverla del revés en el momento del escrutinio, por lo
tanto, has hecho trampa, iba a salir cruz, y entonces, es cuando has apostillado:
echando mano de una justificación tan extraña como engañosa, con lo cual, si
yo razón. De este modo, con este acto de prestidigitación de tus palabras, has
insertado esa frase, para mi lógica y para la tuya, puesto que me conoces,
— Escucha. Sigo: “que no va a haber lugar para que entre nosotros exista
habido, estoy donde estuviste tú ayer. Ves, sí que hay lugar, y éste, querías
términos, la conozco bien: Cómo le digo yo ahora al loco este que solo le
puedo dejar de ser yo misma, y menos en estos momentos tan alienados para
él.
No quiere oír nada que sea real, se ha vuelto loco. Tengo que convencerle
— Escúchame, Salva. La que está confusa ahora soy yo. Dame unas horas
nunca necesitas la ayuda que quizá en otro momento te negué. Te has vuelto
loco, loco de remate… pero de amor. En treinta y dos años de vida nunca me
ello. Nadie se había vuelto nunca loco de amor por mí. Y yo me pregunto:
este un amor real? Y me respondo con otra pregunta, ¿cuál es el amor real?
Acaso no es una ficción sobreentendida, tomada como hecho real al igual que
en una obra de teatro, donde lo que hay al otro lado del telón es una
cometido es tapar con un velo el horror que produce darse cuenta de que el
podremos llevar a buen puerto esta situación. Ahora lo tengo claro, voy a
escribirle un E-mail ahora mismo. Estos debían ser sus pensamientos. Debió de
juego, pensaba que ya se le ocurriría algo, pero por el momento, era mejor no
pensar, no pensar. Dormirá unas cuantas horas, pensaba acerca de ella. Sueño
la mente en blanco, cosa difícil, pero tenía que esperar. Al cabo de unas dos
mensaje:
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Para: evalange@coolmail.com
CC:
lugar para que entre nosotros exista alguna relación afectiva que tenga algún
todo este enredo al que me has sometido ha sido una prueba de amor. Si no
detectivesca para que diera con tu paradero, no haré otra cosa que intentar
tomadura de pelo sin ninguna gracia ni sentido alguno, en cuya ofensa hacia
podría mirarte a la cara, por pudor, por honor, por desdicha. Espero que tengas
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para: salvagutierrez@yanoeshoo.es
CC:
114
Querido Salva, siempre has hablado del amor con el vocabulario y sintaxis de
utilizas el lenguaje de los más sublimes sentimientos. Sin embargo, tú, cuando
vivíamos juntos, solías herir los míos cuando considerabas que escribir era un
acto de simpleza y rutina. “Escribir, tan solo es escribir”, me decías, “no hace
falta tanto denuedo y fruición”. Una vida literaria no requiere menos, esto es así,
todo lo demás. Esto es lo que te está pasando a ti. No existe nada más en
te está volviendo loco. Desde que decidimos separarnos la primera vez has
estado yendo a la deriva, más aún, poco a poco, has terminado por
afrenta hacia ti mismo que, incluso me has involucrado a mí en todo esto. Eres
todo ilusión y me estás arrastrando a mí, con lo que solo cabe en tu dimensión
diálogo absurdo más propio de una ficción que de la realidad. Sin embargo,
erróneos, de ahí tus conclusiones, has demostrado ser el loco más genial de
este mundo alguna vez existió algo con un fragor de pureza, fue la locura del
amor, o si prefiere, el amor con locura. Por otra parte, me da miedo de que todo
haya sido una estratagema tuya para volver a retomar una estrecha relación
conmigo que, siquiera tú te hayas creído ni una palabra de todas las que
propio de una ficción literaria, vas a tener tu redención y tu espacio para sentirte
cómodo; ahora me toca a mí inventar. ¿Por qué voy a hacer esto? Para que me
hacerte desplazarte hasta Moscú era un reto impuesto por mí para medir la
en la que sentirte tú Teseo y seguir el hilo que voy tejiendo será la prueba
encrucijada pero no me queda otro remedio, has liado tanto las cosas que has
juego al que le has puesto unas reglas. Por lo tanto, Desde la puerta del
transversal, y como un cometa por los cuatro mares del viejo mundo, por el
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
había pillado. Ya no podía fingir más. Solo podía decir la verdad para no
¿cuánto? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde? ¿Hasta el final del camino? Había
que recorrerlo para saberlo. Tenía que llegar hasta el final, hasta la salida del
para atar cabos. Calma Salva, calma, me iba yo diciendo para mí mismo,
con lo que me puse, ipso facto, sin descansar ni entretenerme en ninguna otra
mismo: Vamos a ver, si Eva dice: -Tú has puesto las reglas-, me está dando
a la prueba de amor que tan pronto reconoce habérmela puesto ella como
escribir los siguientes; dos, que solo es ella la ideóloga y la escritora de los
guiones. Tanto monta, monta tanto. Si bien un día me acusó de amar para
más absoluta certeza, anularé esta vez mi ego y que se cuelgue ella la
por pasiva, ¿qué importancia tiene que yo me haya vuelto loco? Si ella lo ha
terminado tomando por una actitud más digna de un genio que de un loco,
realidad que antes era un disparate digno de psiquiatra. Porque, ¿sería propio
de una mujer que no ama, poner semejante prueba para medir el amor de…
¿De quién? ¿Quién podría ser el sujeto-objeto de semejante desafío? Sino una
desplegar yo? Anular la boda, ni más ni menos que eso. Ya me lo irá diciendo,
mensaje: -Poco a poco llegarás hasta mí-. Ahora estaba más emocionado
que nunca, hasta tal punto que ya no podía pensar en nada más, y, el juego
introducido-, me decía, ¿qué laberinto Eva? ¿Qué me he vuelto loco con tanta
estoy loco, así que descartemos esa idea. Prosigamos pensando. La puerta es
puedo colegir? ¿Qué quiere decir con las palabras -Desde la puerta del
laberinto-? ¿Desde las misivas que nos hemos intercambiado por E-mail
“me he introducido”, pero, ¿tendré que seguirla por correo? Eso no puede
ser, tengo que haber recorrido ya un trecho, así que, el laberinto es igual
puerta comienza aquí mismo, en Moscú, ni más ni menos. ¿Lo doy por
118
seguro? Sí, primera deducción. Sigamos: -Has de buscarte por los cuatro
puede referir ahora. –Por los cuatro mares del viejo mundo-. El viejo mundo,
simplemente, el viejo mundo es Europa, y los cuatro mares del viejo mundo de
izquierda a derecha y de arriba abajo son; el mar Del Norte, el mar Báltico,
más loco de los dos. Tomemos el viejo mundo como Europa y sigamos
transversal? ¿Puede ser esta una pista disuasoria del camino recto? Porque
decir. O ¿puede ser algo muy truncado precisamente por eso? Y, ¿Si tomo
estas frases al pie de la letra? -En línea transversal- y -desde la puerta del
Probemos, me dije. Cogí mi portátil y me conecté online con la clave del hotel.
que no me llevaban a ninguna parte, pero había que insistir en “la línea
Una línea transversal es aquélla que atraviesa al menos otras dos líneas.
120
Así, desde esta marca de posición de Moscú, tengo que trazar una línea
transversal. Las líneas a atravesar, según nos orienta este mapa son los
orientada en una de estas direcciones que marcan las flechas: Es decir, que
puede ser, habrá que orientarse hacia el sur. Evidente, habrá que orientarse
desde donde estoy ahora, desde Moscú, voy a parar directamente al Mar
tournée por la Unión Sovética? Sería posible, sin duda alguna, pero, ¿a qué
como ella dice en su mensaje. Habrá que girar poco a poco el mapa hasta
búsqueda. ¡Buf! Nos cruzamos toda Europa antes de caer al agua. ¿Qué
122
ciudades más importantes nos encontramos en esta línea recta? Pues, pues,
todas o ninguna. Todas no pueden ser, no sería una pista clara y objetiva.
Tiene que existir una ciudad lo suficientemente diferente de todas las demás
línea transversal, como un cometa por los cuatro mares del viejo mundo,
Mundo-.
mail desde aquí, desde este hotel y la “línea transversal” hay que
hallarla. Vamos a suponer que estamos ante pesquisas correctas. ¿En qué
blanco, No puedo, eso es para los monjes Zen. Hay que intentarlo. Me
Santo Dios, Santo Dios, sálvame. ¡Ostras! Santo Dios, Sálvame. Santo Dios,
Sálvame. ¡Eureka! Hay que buscar mi nombre, Salvador. Esa puede ser
No hay duda, la Santa Sede tiene que ser mi siguiente destino, hay que ir a
calmado, me puse a buscar vuelos hacia Roma aunque no salía ninguno hasta
propusieron, pedí de primero una sopa Borsch, que es una sopa de origen
trozos finísimos con una salsa de nata. En Rusia todo es Popoff, Strogoff,
Rachmaninoff, es decir, que todo está apagado, porque termina en off, me hice
VII
“En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.”
Al día siguiente por la mañana, temprano, hacia las seis y media salía en
avión para Roma en una compañía de Low cost, sin duda alguna, la suerte me
hotel del centro. Una vez allí, me di una ducha y bajé al comedor, y después
asaltaban las ideas por doquier y sin mesura, seguía con mis tormentos: ante
todo, hay que mantener la compostura, pensaba. Eva siempre me decía que yo
conocen. Nadie. En verdad nadie conoce a nadie. Los chinos dicen que para
conocer a una persona hay que comerse un saco de arroz con ella. Eso es
Todos somos una sorpresa. Recuerdo a mi amigo Alberto. Quince años con
126
Cada uno por su lado. Es necesario mucho tiempo para conocer hondamente a
las personas, y para ello, hace falta perder tiempo. El tiempo es lo más preciado
que tiene el individuo. Hay que leer bien los tiempos para perderlos o ganarlos.
Pocos han leído El ser y el tiempo. Ni falta que les hace. El tiempo apremia.
Manos a la obra. Dependiendo del tiempo que permanezca aquí tendré que
hacer lavar mi ropa, ya casi no me queda casi nada limpio, pensaba. Al igual
las ideas. Desdoblar una por una y volverla a plegar en el mismo orden del
me ha llevado hasta aquí, seguía pensando. Estaba casi seguro de que había
recabado las pesquisas correctas, no podía ser de otra forma, así que, continué
encontraba algo más calmado. El hecho de seguir las pistas que me había
dejado Eva me estimulaba hasta tal punto que la diversión hacía olvidar todas
mis penas, únicamente había que llegar al final, ya llevaba andado un trecho y,
del río Tíber), y tengo que buscar a Eva en el Vaticano. ¿Estará Eva bajo una
esperando las velas blancas del barco de regreso de Tristán? Había que
comprobarlo. Entre tantas reflexiones ya eran las cinco de la tarde así que
salí a la calle en la que seguía hablando conmigo mismo: Camino por Vía
della Scrofa sin saber el itinerario correcto para ir al Vaticano. Todos los
calle: Esto es una locura. Jamás había cometido tamaña locura. Pues ya era
hora. Todo hombre (o mujer) tiene que cometer al menos una locura en su
vida. ¡Ya! Pero, esta es una locura que no se cura, ¿te vas dando cuenta,
Salva? ¿Qué no se cura? No hay nada que ni cura ni remedio tenga. Para eso
ciencia, Ciencia-Arte. Tanto monta, monta tanto, Mdme Curie como Pontormo.
Sí, ¡Seguro! Pues vayamos directos allí, al primer lugar de búsqueda. ¿A Los
Museos Vaticanos? No, mejor a la Capilla Sixtina, no, mejor a los Museos
deleitarás con el arte de La Pintura. Allí hay cuadros de Adán y Eva. ¡Ah! El
buscaré por todas las capillas, mejor, veremos a Miguel Angel. Angel mío,
¿dónde estarás? O, ¿dónde estará tu pista? Da igual, todo va bien. Estoy bajo
las pesquisas correctas. Eva sabe cómo puedo encontrarla. Ni que Ella me
las mejillas mientras aguanto esta fila sobre las empalizadas de madera. Miré el
reloj: las 17,45h. Esos cuatro carabinieri que custodian la puerta de entrada
tienen peor cara que un guardia civil con mostacho y tricornio custodiando
128
Barrio de Santa Ana a la Capilla Sixtina? Una lira, me lo dirá una Lira. Cara o
cruz. Cara a la Capilla Sixtina, cruz a los Museos Vaticanos. Saqué una
moneda, la tiré al aire y salió cara. La música soluciona todos los problemas
del mundo. Ojalá esto fuese cierto, pensé en aquellos momentos. A la Capilla
Sixtina vamos directos, opté con diligencia. Llegué hasta la plaza de San
de turistas, la Guardia Suiza por todas partes. Caminaba por aquélla galería
algo así. Si yo fuera ellos solo tendría que mirar en la cara de la gente,
que parado es fulgente. Nadie sabe leer en las miradas. La gente suele mirar a
los ojos, pero no la mirada. Los ojos son a la mirada lo que la ventana a la
halagador que una mirada brillante. No hay nada más cómplice que una mirada
entrecejada. No hay nada más amenazante que una mirada esquiva. No hay
nada más erótico que una mirada furtiva. No hay nada más desconfiado que
una mirada torcida. No hay nada más alertador que una mirada de reojo. No
hay nada más sincero que una mirada extensa. No hay nada más subsanador
que una mirada sonriente. No hay nada más triste que una mirada caída. Los
nada más expectante que una mirada profunda. No hay nada más profundo que
129
una mirada ausente. No hay nada más apacible que una mirada tranquila. No
hay nada que no se pueda decir con la mirada. El ojo no es ojo porque tú lo
mire, sino porque tú la miras, digo yo, pensaba. Yo diría tantas cosas que mi
mal —¡Pero oiga! ¡Que esa puerta está cerrada! No se puede entrar— me dijo
el guardia (en italiano) con cara de pocos amigos. Con tanto pensamiento
poniendo cara de atontado. Anduve un trecho más, como unos treinta metros,
Quiero la soledad del Paraíso, me decía para mis adentros, sin embargo,
estaba todo repleto de gente. Tenía que sortearlos para poder colocarme
ido la luz de los ojos, no puedo mantenerme en pie. Mentí para justificarme.
“que ni a pelo”, como suele decirse, así que, se marchó y aproveché aquellos
como si Dios existiera, uno y trino. Tienes un don en la mirada, me dijo una vez
que la dejó por otra, recordaba. Me entran ganas de llorar. Los chicos no
lloran, tienen que pelear (*), dijo ese hijo del torero que canta. Me abruma el
¿Qué más dan los cabales ahora? Que, ¿qué más dan? Ya están dando
sabes? ¿Qué sé de qué? ¿Qué es lo que hay que saber? Ser o no ser, saber o
Lo mismo da. Amores platónicos por inalcanzables. No hay nada que una
___________________________________________________________________________
(*) “Los chicos no lloran, tienen que pelear”. Estribillo de una canción de Miguel Bosé.
133
tanto, si uno sabe resguardarse. Debía ser eso. Quizá yo también sabía cómo
intimidarla a ella, aunque fuese adulta y profesora. ¿Acaso los niños con
¿Acaso no podía aguantarse y hacer pis cuando estuviera sola sin los alumnos
altísimo por qué esa cortina de humo. Aun así existió Sodoma y Gomorra. Pues
más pecaminoso que creer que un niño puede cometer pecados, razonaba. La
hombre y de la mujer. Sobre todo de ella, de Eva. ¿De cuál hablas? ¿De la
Sublime tentación que vive arriba (por encima de nosotros, los hombres) y
qué? Me concentro en…en Zoroastro, por decir algo. No, mejor en Zaratustra,
mejor observado por Dios. Pero puedo cuestionarte, ¿no? ¿O también eso
es pecado? ¿Es pecado pensar? ¿Me vas a aniquilar por pensar? Serás
Posiblemente, pero lo dicho, dicho está, y que Dios reparta suerte. Tienes
No, no las habrá. Eso sería coacción y falta de libertad. Y lo que tú estás
135
seguía con mi película interior. ¿Acaso el Arte no es la forma más pura del
has pensado. Por eso. El Dios de los cristianos es el Dios del perdón.
hecho. Que se borre de mis recuerdos todo lo pensado. Hay que construir algo
qué no? Eso sí que es decoro y, cada cosa en su sitio. Padre nuestro, que
Cuando dejé de rezar, como por acto milagroso, vi una postal doblada
no estoy loco, me parezco más a un genio, pensaba. Que nadie me mire que
136
quiero estar tan a solas como para llorar sin ser visto y ver mi llanto como
ausente. Esto es gloria. Triunfo. Que nadie me mire, que este momento es mío,
¿qué digo? Seré majadero, ¿Yo soy el hábil y el certero? Eva sabe que me
tendido sin torero. Soy Teseo encontrando la salida del laberinto. Estoy
llegaba con el médico. A saber dónde estaría. Miré el reloj y quedaban cinco
conecté a Internet con un pincho USB que tengo para estas ocasiones y releí
cometa por los cuatro mares del nuevo mundo, y por el camino, poco a
Sede? ¡Eh! -como un cometa por los cuatro mares del viejo mundo-. Si
el viejo mundo fuera Europa y, pensando que los cuatro mares más
importantes que lo delimitan son; el mar del Norte, el mar Báltico, el mar
Mediterráneo y el mar Negro, ante esta anterior deducción, que podría ser
periplo tiene que estar delimitado por los cuatro mares. Si ahora estoy en
Roma, habrá que buscar entre el mar del Norte y el mar Báltico una ciudad
una línea entre las dos ciudades. Otra “línea transversal” se proyectaba hacia
mi siguiente destino:
Seguí pensando: Pero, ¿a qué lugar de Londres tendré que ir? Londres
para encontrarla.
Catedral o basílica. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! El Big Ben o la abadía de Westminster.
138
O la catedral de San Pablo. Mañana estoy allí. A todo esto, pasados como
unos tres minutos llegó el guardia con un médico. Mientras escuchaba sus
Big Ben o la abadía de Westminster, allí tengo que ir, seguro. Por fin entraron
tomar el aire. Me sacaron de allí entre los dos. Yo apoyado en el hombro del
segunda pista recabada. Una vez fuera, les di las gracias y les dije que me
dejaran solo, que era cuestión de respirar hondo, sin más, a solas, con mucho
espacio para coger aire. Estuve unos quince minutos apoyado en una
marché.
139
VIII
“La única diferencia entre un loco y yo, es que el loco cree que no lo está, mientras yo sé
que lo estoy.”
Salvador Dalí
Me instalé. Comí y dispuse a echarme una siesta. Duró dos horas. Me sentó
razonamientos los más lógicos? Sería una posibilidad. ¿Y los de ella? Mis
razonamientos eran los de ella. Perdón, es al contrario, los de ella eran los
puente del Támesis y pensaba: Mi cabeza hierve por dentro. Mis sienes
suenan al mismo ritmo que mi pulso. Rapido, presto, molto veloce. Erotonina
corazón. ¿Me clavará la puntilla? Da igual, curaré mis heridas a cada lance.
140
¿Qué hago? ¿Lanzo una moneda al aire? ¿Por dónde empiezo? ¿Por la
estanco de La Avenida, compré ayer Pepe. Muy español, aunque sea tabaco
ingleses siempre dicen que los españoles no sabemos hablar inglés. A ver si
ellos empiezan con algo simple. Pepe. Pepe es José, ¿me entiendes? Pe-
“A niuspaipa, plis.”- Can you spell it out, please?- Responderá ella en un inglés
que solo ellos entienden, porque para inglés correcto el que hablamos los
entre nosotros que con ellos mismos. El inglés oficial debería ser el inglés
razonaba.
141
¡Qué vista más bella! Es de postal turística. Mira que utilizo tópicos. Da igual,
y apatía. Seguro que los monjes lascivos iban directos al agua. Qué más da,
ahogar el flujo de la libido. Vamos, que te mueres. Luego que les acusan de
casaron con Nuestro Señor. Llevan ventaja en eso del derecho marital y los
deberes de familia. Aunque, ahora que se pueden casar los homosexuales, ¿por
qué no se podrán casar los curas también con Nuestro Señor y no con la
palabras, humor negro. No, si yo también estoy negro, hay que pararse, se
parajes para recreo y meditación de las gentes que se conturban ante su paso.
mis pies. Pies de plomo, quietud, sosiego vespertino, sol que declina en rosa
tus clavículas. La música de tu cuerpo. Dame las costillas que me faltan, Eva.
Eva, los que me dejaron sordo. Nunca existieron en mí otros tan sonoros,
placer y de dolor al mismo tiempo. Ahora lo sé, que ese era mi temblor. La raíz
Dios, la luz iniciática, el principio del fin. Ya me reconozco, otra vez Teseo.
Extiéndeme el hilo y llegaré hasta ti, Ariadne. Las vidrieras son los ojos de luz
_____________________________________________________________________________
(1) y (2)- El temblor: José Ángel Valente. (3)- Compositor, creador del dodecafonismo.
estábamos tan pocos en ese ala de la Abadía, pensaba, con lo que la frase
antecedía a unos quince metros por una nave con vidrieras en la pared de la
también el paso. Era una pista, tenía que serlo, si no, ¿por qué tan extraño
de cuento hecha vivencia. No estaba tan loco. Se volvió a girar hacia atrás,
me miró otra vez y aceleró el paso todavía más. Le seguí tras los talones al
mismo paso. Comenzó a andar a un trote lento que intenté alcanzar sin
despertar sospechas entre los turistas. ¿Y ella? ¿Qué hace? Pensé. Empezó a
acelerar su paso cada vez más. Eso era muy extraño. Mi locura ahora hecha
¿Qué pasaría ahora? Estaba como afligido. Seguía hablando conmigo mismo:
sueños sino el de la abadía. Hay que volver a salir fuera y vuelta a empezar,
también necesitaba una cerveza, una pinta tostada, llevaba una hora
dando unos pasos, me tiré sobre él. Empujé a una señora mayor. A su vez,
brazo y me preguntó:
tradujo libremente (al ver que pronunciaba mal): “damned hybrid” (2). En el
esposarme. Me zafé de los dos a puro de fuerza bruta y eché a correr hacia
corriendo de allí. Los policías se alarmaron. Gritaron: ¡halt! ¡Halt! (3). Eché a
Tan despistado él, que se lo quité (como visto y no visto) y di media vuelta. Me
lo puse encima de mi camiseta azul. Me puse las gafas de sol que llevaba en el
puerta del bar había como unas diez mesas en un espacio de unos veinte
— Are you Mr. Gutiérrez, Salva Gutiérrez? —Qué extraño, pero, ¿de qué me
— Tengo una carta para Ud. ¿Podría enseñarme el DNI? —me dijo en
un español irrisorio.
cerveza.
___________________________________________________________________________
(1) ¡Maldita brisa de aire! (2) Algo así como: ¡maldito bastardo! (3) ¡Alto!
146
— Sí, hace diez minutos, una señorita con un jersey rojo ha dejado este sobre
pensé: Este baño con sales minerales ha sido tan estimulante que ha
resultado ser como un afrodisíaco. Hay que sublimar, a leer tocan… Leí y releí
tus palabras y sigo sin entender nada, me espetaba. Pasaron dos horas y mi
cabeza echaba humo. Se hizo medianoche. Me bebí otra cerveza del mueble-
bar. Llevo más de una hora con esta indagación imposible. Me lo estás
147
poniendo difícil, Eva. De eso se trata, ¿no? Pensaba. Volvamos otra vez sobre
busca a otra persona- está claro. “Y, no olvides los dos significados”. ¿Cuál es
segundo significado es: recuerda esto (mismo), es decir ¿Otra persona diferente
a ella? U ¿Otro artista como Miguel Ángel? Maldita sea, no entiendo nada.
siguiente: “Busca a otra persona”, es decir, que no eres tú, Eva. “RECUERDA
LA-PRI, Y, NO, OL-, LOS, DOS, SIG. Pero, ésta deducción no tenía ningún
ya, ya está! Me dije en un intento de gritar, pero me contuve porque eran las
Eva? Me vas a volver Loco. Pero Sigamos, creo que estamos cerca. Me acosté
primera). Eso estaba deducido, pero (“a la primera” -y sigue”-). ¿Qué podía ser
“y sigue”? ¿Sigue con la primera? Pero, ya seguí con la primera letra, me dije.
Joshua Reynolds. ¡Ah, ja, ja,! ¡Ya, ya, ya! Joshua Reynolds es un pintor inglés
del siglo XVIII. Fue uno de los más importantes e influyentes pintores ingleses
Sus cuadros están por doquier en la Tate Gallery, recordé. ¡Bien, bien, bien!
seis de la mañana con tal estímulo que mi cabeza ronroneaba con todos los
con leche. Me fui otra vez para mi habitación para coger mi bolso bandolera
149
me decía delante de él, señalando con el dedo la imagen que me reflejaba, tú,
Llevaba ya diez minutos caminando cuando en una acera me choqué con una
puso a correr tras de mí. Me alcanzaba. Doblamos una calle. Tenía que
metros. Me tenía que arriesgar. Me puse a cruzar y un coche tuvo que dar un
con la adrenalina sin control, me llevo a todos por delante. Eres chuleta, eh,
atosigadora, me dije para mis adentros. Por fin llegué a la parada de metro y
cesó mi voz interior. Cogí el metro, la línea Victoria, hasta la parada de Pimlico.
personas habíamos entrado al abrir las puertas del museo. Fui a la cafetería a
150
estos legendarios e históricos cuadros, pensaba. Subí por las escaleras para
vapor y velocidad. No había nadie, así que, saqué la cámara y le hice una
foto. Hablaba para mí mismo: Soy un alma solitaria y muda en este desierto
artista?, me preguntaba. Quizá este sea su Cielo. ¿Acaso hay otro Cielo u
otros mundos? “hay otros mundos pero están en éste”, decía el poeta Paul
Elouard. Existen los mundos, los inmundos, los inframundos, los hipermundos
proseguía: misericordia que es la que parece pedir la cara de este niño. Niño
suplicante. Ora pro nobis, por los niños de todo el Mundo, para que el mal no
El infante Samuel.
Suzzana Beckford
Autorretrato. El sordo
escuchase. Miré detrás del marco. Nada, que no había nada detrás del
marco. — Pero oiga. ¿Qué hace Ud. hurgando detrás del cuadro? Mantenga
— And, aren’t you interested in paintings? (2)—Me respondió con una sonrisa
— No! Really, I have seen every draw into thousand to paintings (3).
154
— ¡Ja, ja, ja, ja, ja!—Se rio la gorda aquélla pelirroja—. Pues, de paso, podía
improperio.
La edad de la inocencia
hora con Reynolds y no hallaba ninguna pista. Habrá que empezar otra vez
Thomas Gainsborough. Qué maravilla. The blue boy. Un cuadro mítico. Esto
un pato azulón. Este color es exclusivo. Otro niño inocente. Me extasío. Otro
____________________________________________________________________________
(1) Estoy interesado en los marcos. (2) Y, ¿usted no está interesado en las pinturas? (3) No,
que ha de llegar a ser mayor y ser lo que sea, y sin embargo, espera y
como los cambios de color de un día veraniego. No hay nada que por bien
no venga y, no hay bien que su mal tenga. Eres pesimista. Nací con los pies
por delante. Seguro que le diste una patada a la comadrona. Por alcahueta.
yo.
Me quedé fijamente mirando los ojos de The blue boy. Su mirada es chulesca,
incluso tiene algo de pendenciera. Ese azul tan exclusivo. De pura fijeza en el
¡Cachis la mar! Que me estoy poniendo muy nervioso. ¿Dónde está la pista?
Me levanté. La jefa de sala no estaba, miré detrás del marco y nada. Me volví
a sentar. Pista falsa, pensaba. Pero, ¿qué digo? Metí el brazo por debajo
una estampa pegada con celo. Tiré fuerte. La besé antes de mirarla. Era una
dorso se leía: “Si te contara todo lo que hago con tu querido retrato te reirías.
Por ejemplo, cuando lo saco de su calabozo, le digo: ¡buen día, tesoro!, buen
día, buen día; mocosa, pícara, nariz de punta, chichecito.” Era un fragmento
que pensar mucho, así que, me dije: mi querida Eva, me llevas a la ciudad de
USB para estar online. Tracé diagonales entre las ciudades que había
cometa por los cuatro mares del viejo mundo, por el camino, llegarás hasta mí
Teniendo en cuenta que Viena empieza por “V” y termina por “A”, había
completado mi nombre. Eva se tenía que descubrir ya, pensaba. Estamos ahí,
estamos ahí, me decía con una satisfacción de campeón. Los espejos reflejan
equivocaba.
158
IX
“Creía que un drama era cuando llora el actor, pero la verdad es que lo es cuando llora el
"Nadie es un fracaso si tiene amigos". James Stewart en Qué bello es vivir, de Frank
Capra.
hace aún más grande en su plan, hizo que me siguieran. El colmo del asunto
sería que todo este plan lo pagase su futuro marido, me dije. Serás tonto,
tu chica vas a pagar los gastos del pedido. Por pedir que no quede.
pero, llegaré al reino de los cielos; serás mía. Te buscaré como Dante
para allá. Ayer aterricé en Viena. La tarde lluviosa. Tarde perdida, metido en
__________________________________________________________________________
el hotel pensando dónde buscar la siguiente pista. Que si empezar por la casa
dolían hasta los huesos. Menos mal que últimamente duermo plácidamente,
hotel así que llegué en poco más de quince minutos. Una vez dentro, recuerdo
ayudado por sus alumnos; Eybler, Freystädtler y Süsmayr. Este último fue el
a la altura del maestro. El piso era de unos trece metros de largo, estaba
utilizándolo como una mesa amplia en la que podía desplegar unos cuantos
respondí también con una fijación sobremanera profunda sobre sus ojos, y él,
que dónde iba con esa cara. Qué entrometido, ni que fuera su casa, mi
cara debía ser de detective tras la pista, mirando por todos los rincones del
piso. “¿Cara de qué?”. Le respondí yo. Quizá tenía razón, toda la mañana
investigando todas las rendijas de las puertas, de los armarios, de las sillas; y
nada. Tenía que encontrar una nota, no era tan difícil. Pues sí, lo era. Se me
guarda para no hacerle yo caso. Había que hurgar en las junturas de debajo de
las bandas.
— No se puede tocar nada. Lleva toda la mañana con las manos por
Me metí detrás de un grupo de visita (eran unos quince) y después de dar unas
vueltas, se me ocurrió (estando yo tapado por ellos) abrir la estufa de metal del
salón y, la estufa hizo ruido. Música para los oídos. El ruido es música,
nuestro tiempo compondría con ruido, seguro, o con música que parece ruido
pero es tan música como cualquier otra, como por ejemplo la de Helmut
acercó hasta la puerta del salón al oír el sonido o ruido. Miré de soslayo la
puerta que él tapaba. El guardia se puso a decir algo por el Walki y al instante
mirando el uno al otro fijamente otra vez, vino hacia mí con una cara
desorbitados y con cara de mala leche. “¡Bah!”. Exclamé yo, mano en alto al
Debió de creer que le sacaba la lengua a él. Las distancias confunden. El caso
es, que venía derecho hacia mí, rápido y muy enfurecido, y, cuando se
habitación. Pies para qué os quiero, me dije. Eché a correr por las tres
calle otro guardia de seguridad me dijo ¡alto! (con él estaría hablando por el
walki) con los brazos extendidos, gritando, con peor cara que el otro. Para
seguía a unos quince metros. Torcí por Plakeng Himelpfort, una calle larga y
ancha. Corriendo por la acera sorteando a la gente, que era mucha. Unos
quinientos metros hasta que llegué a Stadt Park. El guardia me seguía, aunque
preguntándose qué era ese estropicio que armábamos al correr los dos hacia
paré y me volví hacia atrás e hice una amplia panorámica del parque. El
oían a lo lejos, a unos doscientos metros. Fui andando hasta allí. Me quité la
taxi camino del hotel Mozart, el mío, en Julius-Tandler-Platz, ipso facto subí a
suspiré y expiré varias veces para intentar calmar los nervios pero solo
conseguí expulsar mis demonios, así que, sin más demoras bajé al comedor
163
porque tenía hambre, con tanto correr tenía un apetito de buey. Después de
comer me eché una siesta de casi dos horas y al levantarme, esta vez, sí, algo
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para: evalange@coolmail.com
CC:
¡Querida Eva! Tienes que parar esto. Ya te he demostrado que te quiero. ¿Qué
más quieres? Me estás volviendo loco. Ven conmigo de una vez. Para este
juego ¡ya! Ven a Viena conmigo o dime dónde estás y voy yo a buscarte. No
puedo más, estoy agotado. Ten piedad de mí. Perdóname de una vez.
por favor, piedad. No sé qué decirte. Que te quiero. Que no puedo más. Quiero
verte. Abrazarte. Besarte. Dime algo. No me confundas más. Soy lealtad pura.
Tu Salva.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
puede ser. He hecho méritos. Pero, ¿qué pensará Eva de todo esto? ¿Aún no
infortunio mío, que estaba ya en las últimas, con ganas de abandonar y tirar
ver los pensamientos pasar por delante de mis fauces sin prestar atención a
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para: salvagutierrez@yanoeshooo.es
CC:
Querido Salva:
No me olvides.
¡Muchos Besos!
Eva.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
en la casa de Mozart, tenía que estar en otro lugar cuyo espíritu del
puse a andar calle abajo y a cruzar una calle tras otra sin saber a dónde ir
hasta que por fin divisé un taxi en dirección mía y le di el alto con el típico
gesto de mano, eso sí, levantándola a media altura, sin más, no me gusta
momentos era consciente de que la había roto más de una vez, pero, qué se
165
fin me metí al taxi y fui para el cementerio de San Marx. Llegué. Una vez
dentro, sorteando las calles, caminé entre tumbas y me acerqué a los aledaños
esperando a quedarme solo mientras iba recordando todo mi periplo desde que
salí para Moscú, con lo que me pregunté: ¿de qué me sirve recordar? Lo
hecho, hecho está, no hay vuelta atrás, no te reproches nada, has obrado
estabas loco, que todo era un montaje de Eva para constatar tu amor por ella;
perdidas se me había pasado el rato sin advertirlo, paseando, dando vueltas por
tumba porque cuando volví eran ya alrededor de las ocho de la tarde, volví
al pie de ella. Mozart revisitado, por los siglos de los siglos. Todos quieren
realizada por un alma humana, sin duda alguna, recapacitaba. Al poco rato de
pensar esto, por fin, se quedó sola la tumba y me acerqué a ella. ¡Caramba!
tamaño de una uña, y me di un pequeño susto al verlo, pensaba que allí estaba
cientos de metros, cola de algo que uno no puede ver. ¿El final? ¿Dónde
que creí fue que estaba todo preparado con una artificiosidad muy estudiada.
—¿Tú metida en esto? Ya decía yo. Así que, Eva tiene apoyo logístico. No
podía ser de otra forma. Pues, me estáis mareando. ¿Qué haces aquí sin
— ¿Qué quiere decir que lo sabemos todo? Porque, ¿qué vais a hacerme
no podía echarme atrás ahora, era un reo de sus voluntades, tenía que
mucho apetito y los dos pedimos de primero una sopa y pescado de segundo.
estaba acabando conmigo. Quedaban tan solo tres días para que expirase
rogar, la muy suya, no pensaba que me haría pasar por todo eso, por el
Pilar por sus avatares más recientes y me contestó que había empezado un
del Requiem, y que por ello, se había prestado a ayudar a Eva, porque tendría
que venir ella también a Viena. Eva estaba con una amiga que, por cierto, tuvo
asistir a un entierro, con lo que, razón de más para no dejar sola a Eva, y, la idea
solaz veraniego, y todavía más cuando Eva le contó que se estaba divirtiendo
conmigo. La trama era casi perfecta, pero, lo que más me intrigaba era saber
168
los pormenores de cómo estaban las dos a la zarpa la greña tras de mí, cómo
sabían dónde me alojaba para seguirme cuando salía por las calles de las
ciudades, a lo que Pilar me contó que les fue fácil encontrarme. Las dos
Mozart, a l lado del hotel donde me alojé, al que solía ir a desayunar por
céntrico, en la calle Swain’s Lan, sin mucha concurrencia, un buen lugar para
de enfilar la Via della Concillazione, que es la que va a dar a la plaza Pío XII,
presencia era cercana, ingenuo de mí, pensaba que Eva había desplegado
— ¿Crees que te hemos tomado el pelo? ¿En serio crees que todo esto ha sido
entiendes.
algo furioso.
Quedan tan solo tres días para la boda y tienen que ultimar todavía
preparativos.
tan solo unos días. Todo es mucho más complejo. Ni siquiera a mí me dijo
fe en recuperarla.
Irrumpí a llorar, pausadamente, sin que nada ni nadie pudiera hacer nada por mí,
que hacer, de aquello que es correcto y certero, aunque se nos vaya la vida
de Pilar, no es de las que da consejos aunque se los pidan, prefiere que quien
pregunta asuma toda su cuenta y riesgo en los fracasos y los éxitos. Solemos
beneplácito propio del acierto con aquél que nos dio su opinión, pero es acto
o erradas, da igual, el destino se lo tiene que forjar uno mismo, sin pedir
momentos. Quizá para meditaciones, las de Eva, porque, ante las decisiones
más sustanciales y significativas que tenemos que tomar en nuestra vida, nos
quedarnos paralizados, sin saber qué hacer, sin saber qué decisión
paraliza; por lo que, ¿qué pudo llevar a Eva a no decidir contárselo todo a su
primer lugar, hay que tener en cuenta que, es un escollo difícil de salvar
disyuntiva, por otra parte, el dilema que tuvo desde el primer día, desde aquél
estuvo jugando con dos barajas, haciendo tiempo, pero, se durmió en los
laureles, disfrutando con el juego y sin pensar en decidirse de una vez por
de aclarar, ¿qué hacer? ¿Me caso con este hombre dispuesto a conseguirme
escritora sin preocupaciones? Con la vida ya resuelta y con todo el tiempo del
enfrentarme otra vez a volver con Salva, con sus manías y sus locuras,
locamente enamorado. Una persona difícil de llevar, sin duda, aunque le quiero
y el amor lo puede todo, éstas eran sus alternativas. Pero, Eva me había
estamos preparados para sobresaltos que nos hagan pensar y variar tanto
dos formaciones muy de ciento a viento, en Londres hacía tres años que no
tocaban ninguna de estas dos orquestas (me informé allí), y, merecía la pena,
de Schoenberg, por cierto) en 1930, cuyo nombre original era Café Nihilism, y
que fue remodelado en 2003, según un folleto apilado con otros tantos en una
extendía a lo largo de más de trece metros, con una triple fila de mesas
blancas cuadradas (de 1x1m.) en la fila del centro y redondas las laterales
columnas (también del mismo color) en las que se erigían unos arcos dorados
avenida si voy en autobús o tranvía por una ciudad, lo cuento todo si voy
que acompañaban a otras más pequeñas que caían del techo sobre un
afable. Me senté en una mesa, casi la única que quedaba libre y, estuve
leyendo el folleto por la hoja escrita en inglés, había otras tres; en alemán,
en francés y en italiano, y a los españoles que nos den por el saco, pensé,
porque nuestro idioma no cuenta. Total, no se han escrito sino ríos de tinta
la ciudad para ser Viena una ciudad de alboroto (el café estaba abarrotado),
174
hacia las mesas, pero todo ello me era indiferente, estaba tocado de veras, un
el reloj para esperar la hora del concierto. Por fin, se hicieron casi las ocho (el
concierto era a las 8’30h.) y, salí a pasear hasta llegar al Musikverein. Suelo
hacerlo si tengo tiempo, andar largo y tendido por las ciudades, a veces sin
tener nada que hacer, me encanta ver el urbanismo, los edificios con
tradición, arte de sobra hay en la Arquitectura, todas las ciudades tienen una
historia oculta que hay que descifrar en el peregrinar por las calles, por lo
que yo seguía y seguía andando, hasta que después de un buen rato, casi sin
auditorio, de las más caras, para una vez que tocaba no quería reparar en
supo a nada, estaba yo como ausente, seguía perdido en el vacío, sin poder
momento, había que dejar pasar esta etapa de mi vida, pero, era difícil
cambiar de pronto de una actividad febril por encontrar a Eva a seguir toda
una vida en su ausencia. Cuando llegué a Barajas cogí un taxi que me tenía
que llevar al centro, que es donde vivía yo, y me llevé una sorpresa de
publicitario de la película Qué bello es vivir con James Stewart alzando por
los aires a Donna Reed. Encima de los dos personajes se leía en letras
remake de la película versión teatro, pero pronto empecé a pensar que los
en la pared de una estación otro cartel (esta vez más grande) igual a los
vez mudo, me faltaba el aire y, ante tal desconcierto, quería saber hasta dónde
película, uno a cada lado del cartel, con lo que me quedé con la boca abierta,
haciendo una muestra a una perdiz. Aquello era demasiado, pero, bienvenido
alegría ostensiblemente visible, hasta tal punto que algunas personas que
poste publicitario de los que suben y bajan carteles uno tras otro en una cinta,
había otro anuncio similar, me eché a reír a carcajadas y, otra vez hubo
los mismos carteles en las marquesinas. No había duda, el triunfo era mío, el
mayor triunfo de mi vida, y también, el triunfo era de ella. El éxito es para los
embargo, las cosas más importantes de nuestras vidas las tenemos que
mismos, así que, los dos habíamos hecho méritos para ganarnos el uno al
otro, Eva era mía, soy un ganador, me iba diciendo. Llamé por el teléfono
me cabía esperar, con lo que me fui a casa andando, para hacer tiempo, tenía
que dejar pasar los minutos porque estaba muy nervioso, no sabía qué hacer
estuve más cerca de mi casa, reconocí una muy marcial, Bajo la doble águila,
de Wagner, y por fin, enfilé mi calle llevándome una sorpresa más cautivadora
distancia, a unos veinte metros, a Pilar, acompañada por otra mujer de una
edad similar a la suya, sostenían ambas una gran pancarta de tres metros por
abrazo que duró varios minutos, un tiempo interminable, al igual que lo siento
esto, sigo compartiendo domicilio con Eva. Nos casamos poco más de un
mes más tarde de llegar yo a Madrid, lo justo para hacer los preparativos de
la boda y acomodarnos a nuestra nueva vida, por otro lado, una vida de
178
ayudamos mutuamente y todo resulta ser casi perfecto, de no ser porque soy
pero que siempre van proseguidos de un gran sentido del humor que la hace
relajarse y vivir con tranquilidad, y si cabe, cuando saco mi lado más calmo, la
inundo con una paz que ella me reprocha que le contagio. La vida es un ir y
yang, hoy estás arriba y mañana abajo (y viceversa), lo único que permanece
escéptico, me dejo llevar, y me recuerdo para mí mismo una y otra vez, sin
más quebraderos de cabeza que me hagan dudar, esta bonita frase: Qué
bello es vivir.