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Ideas1, revista de filosofía moderna y contemporánea

#1 julio 2015

Resistentes: Sobre cuerpos La vida como concepto filosófico ha estado


en disputa en los debates contemporáneos
y escrituras en la discusión en torno a la biopolítica, se afirma en Extra-
biopolítica ños modos de vida1. Compilado por Mónica
Solange Heffesse y Cragnolini, este tercer volumen dentro de
Anabella Schoenle la colección de publicaciones que reúnen
los resultados del grupo de investigación
Mónica B. Cragnolini (comp.) que dirige2Mónica
, congrega textos
B. Cragnolini es Doctoracon reflexiones
de la Universidad de Buenos
variadas y Aires
profundas respecto
(área Filosofía), en cuya del uso del
Facultad de Filosofía y Letras se
concepto de vida encomo los debates sobre
Extraños modos de vida
desempeña profesora
regular de  Metafísica  y  Problemas
biopolíticaespeciales
y, puntualmente,
de Metafísica, y como el anclaje que
Presencia nietzscheana en el debate en
dicho concepto tiene en la defilosofía de
Directora de la  Maestría en
torno a la biopolítica Estudios Interdisciplinarios la
extraños modos de vida

Nietzsche.Subjetividad.
Pues, no sólo se
Es investigadora
principal del Consejo Nacional de trata de que
desde la filosofía de Nietzsche
Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET). Autora de  o desde
las lecturasRazón
sobre Nietzsche surgen cues-
imaginativa, identidad y ética
en la obra de Paul Ricoeur (1993), 
tiones alrededor del concepto de vida en
Nietzsche: camino y demora (1998,
2003), Moradas nietzscheanas. Del sí
tanto tal, por
mismo,esa vocación
del otro nietszcheana
y del entre (Buenos
Aires, 2006; México, 2009),  Derri-
por eludir lo estático
da, un y pre-fijado,
pensador del resto (2007). Ha
compilado  Extrañas comunidades.
y tender
hacia lo dinámico
La impronta ynietzscheana
lo tensionado;en el sino que,
Mónica B. Cragnolini (comp.)

debate contemporáneo  (2009),  Por


además, laamorbiopolítica comode problema
a Derrida (2008), Modos lo abre
extraño. Subjetividad y alteridad en
un campo eldepensamiento
reflexión que se encuentra
postnietzscheano 
(2005). En colaboración con G.
siempre a Kaminsky
la búsqueda de concepciones
ha compilado Nietzsche

políticas que asuman la necesidad de dar


actual e inactual, Vol. I y Vol II 
(1996), y con R. Maliandi, La razón

Mónica B. Cragnolini / Mario Martín Gómez Pedrido / lugar a la multiplicidad,


y el minotauro (1998).
la diferencia, la
María Luisa Pfeiffer / Hernán J. Candiloro / Noelia Billi /
Sebastián Chun / Gabriela Balcarce / Virginia Cano /
alteridad, configurando así diversas alter-
Julián Ferreyra / Fernando M. Gallego /
Jorge Roggero / Paula Fleisner
nativas de resistencia al biopoder. Por ello
encontramos, en este libro, por un lado, que
la presencia nietzscheana, en sus múltiples
modos de aparecer, se hace insoportable-
mente viva en el debate biopolítico; y, por
otro lado, que la alteridad juega su juego en
Cragnolini, Mónica Beatriz
todos los espacios: dentro de la biopolítica,
(Comp.), Extraños modos de vida.
en las lecturas sobre Nietzsche, dentro del
Presencia nietzscheana en el debate
en torno a la biopolítica, La Cebra,
Buenos Aires, 2014. 285 pp.

1
Cragnolini, Mónica Beatriz (Comp.),
Extraños modos de vida. Presencia
nietzscheana en el debate en torno a la
biopolítica, La Cebra, Buenos Aires, 2014

2
Cragnolini, Mónica Beatriz (Comp.), Mo-
dos de lo extraño. Subjetividad y alteri-
dad en el pensamiento postnietzscheano,
Santiago Arcos, Buenos Aires, 2005; y
Cragnolini, Mónica Beatriz (Comp.),
Extrañas comunidades. La impronta ni-
etzscheana en el debate contemporáneo,
La Cebra, Buenos Aires, 2009

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Resistentes: Sobre cuerpos y escrituras en la discusión biopolítica S. Heffesse - A. Schoenle

libro multifirmado, y a través de la/s investi- vital?3¿Cuidar la vida es, sencillamente, re-
gación/es filosófica/s devenida/s libro/s. sistir la muerte? En este recorrido, Cragno-
lini, propondrá que Nietzsche no es román-
La diversidad de perspectivas aquí reuni-
tico, no es un filósofo de la vida ni tampoco
das pueden ubicarse dentro de un plano
un vitalista, aunque muchas interpretacio-
de reflexión que se conforma, entonces, a
nes lo hayan confinado a alguna de estas
partir de dos figuras: Nietzsche y Foucault.
categorías. Rastreando las diferencias y los
En ese marco, la cuestión ontológica funda-
posibles puntos en común, Cragnolini argu-
mental que se discute en estos textos es,
menta que cada una de estas tradiciones
tal como indica Cragnolini en su “Prólogo”,
plantea a la vida como un fundamento in-
una controversia entre la línea interpretati-
conmovible, fondo último de todo lo que es,
va nietzscheano-heideggeriana que respon-
consignándose de ese modo al problema
de a una ontología negativa; y una lectura
de la representación de lo incondicionado.
nietzscheano-deleuziana que responde a
Es por eso que el pensamiento nietzschea-
una ontología afirmativa.
no jamás podría ser identificado con ellas,
Las reflexiones que aquí encontramos se sin caer en un reduccionismo. El único vita-
desenvolverán en distintos ámbitos de lismo que podríamos adjudicarle, siguiendo
teorización: política, corporal, biológica. la tradición filosófica de Canguilhem, sería
Los conceptos que cada una de estas filia- ‘actitudinal’: “el vitalismo es para él más una
ciones teóricas ponen en juego permitirán ética que una teoría”4.
que extraños modos de escritura se hagan
De este modo, por la negación y análisis de
eco de aquella alteridad, presente en la ho-
aquellas tradiciones, Cragnolini arrincona
mogeneidad aparente de los cuerpos y, por
las distintas lecturas e influencias nietzs-
qué no, de los libros: extraños modos de
cheanas y culmina en una problematiza-
vida buscan la manera de habitar aquellos
ción afirmativa, al sugerir que es posible
textos. Esa breve totalidad que todo texto
establecer una relación no negativa con lo
implica se vuelve aquí singularidad.
negativo. La vida será concebida así como
Sin más, proponemos aquí uno de los reco- tensión:
rridos posibles para atravesarlo.
La política que ‘resiste’ a la tanatología es
la que puede enfrentarse con lo vital res-
petándolo en tanto alteridad. [...] En este
¿Qué es la vida? Una ilusión, sentido, la ‘actualidad’ nietzscheana en
una sombra, una ficción los debates de la biopolítica tiene que ser
pensada en la dirección de las políticas
Delimitando el Nietzsche de la Vida, Crag-
nolini dirige el juego interpretativo hacia
una problemática específica: ¿qué relación 3
“En esa dirección, de la ‘desnaturali-
con lo negativo encontramos en la escritu- zación del hábito de vivir’ [...] creo que
pueden ser pensadas las políticas de
ra nietzscheana sobre la vida?, ligada con resistencia a esos ‘cuidados’ de la vida
la siguiente preocupación filosófica, ¿cómo que se nutren y gozan de su sufrimien-
cuidar la vida sin, por ello, conservarla, es to.” Cragnolini, Mónica Beatriz, “Sobre
algunas (in)ciertas afinidades electi-
decir, restringirla al aspecto negativo de lo vas: la presencia de Nietzsche en los
debates biopolíticos contemporáneos”
en Extraños modos... op. cit., p. 44
4
Ibíd., p. 39

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de la resistencia a la exacerbación del as- neización y la fijación de identidades, como


pecto negativo de lo vital (ideal ascético, intento de otro pensar que no sea regido
inmunización), que genera dispositivos por la unificación y la anulación de la dife-
tanatológicos5. rencia. La lógica de la exterioridad es, de
Resistir la muerte como modo de proteger acuerdo con Billi, la que guía el “método”
la vida genera, entonces, políticas que genealógico, que consistiría en:
ponen su eje en la negación de ciertos ca- Un modo de “salir” del ámbito en el que
racteres vitales de la vida. Con lo cual ese nos constituimos y vivimos recurriendo a
intento de proteger la vida culmina en una la imaginación de un afuera que nomina
vida disminuida o no vital, una vida que “se un “exterior” en cuanto que genera la
conserva” bajo dispositivos tanatológicos fragmentación de las identidades y nos
devuelve al ámbito de lo extraño com-
que eliminan la alteridad. La resistencia
prendido como neutro6.
aparece entonces, como aquello que
permite pensar alternativas a aquellas Lo neutro aparece aquí como solución
políticas que ponen el acento en el aspecto posible para que el aparecer de lo extraño
negativo de lo vital. comience su curso de realización en algún
¿Cuáles son esas posibles políticas de la tipo de organización humana
resistencia que todavía podemos pensar? En el cruce de estas líneas, entre la
Noelia Billi, reflexiona sobre la relación en- exterioridad que Foucault operativiza
tre la “lógica de la exterioridad” que plantea (en la analítica de las formas políticas
Foucault en su análisis de las formas políti- como en la de las imágenes) y lo neutro
cas constituidas, y las nociones de Afuera que Blanchot reivindica como bastión de
y de lo neutro en la filosofía de Blanchot. resistencia a la totalización, encontramos
los esbozos de una estrategia post-niet-
Según la autora, la noción foucaulteana de
zscheana de abordaje de la cuestión
exterioridad puede comprenderse tanto a
biopolítica contemporánea. [...] Corridos
partir la influencia nietszcheana como de del lugar del voluntarismo, y concebida la
una íntima relación con Blanchot. A través política en el marco de la administración
de un análisis de la imaginación, que es de lo viviente (que con su lógica econó-
vinculada tanto a la imagen como a la pala- mica tiende a reforzar la individualización
bra, el texto se lanza a la búsqueda de una de los fines y es solidaria del borramiento
“imagen del Afuera”, imagen que escapa de las trayectorias singulares), es posible
al paradigma representacional y que es la imaginar algunas tácticas que devienen
marca de una cierta ‘parodia de lo origina- resistencias en tanto impugnan la reduc-
rio’ propia del pensamiento de Foucault. ción de lo vivo a políticas acerca de lo
biológico7.
Algunos de los motivos nietzscheanos
fundamentales para la filosofía contempo- Las perspectivas teóricas y políticas
ránea toman cuerpo en esa lógica extraña que emergen de tal entrecruzamiento
del pensamiento de Foucault, que consisti- entre Blanchot y Foucault, en torno a lo
ría en una aproximación posible a esa tarea
de la filosofía que es legado nietzscheano:
la filosofía como resistencia a la homoge-
6
Billi, Noelia “Afuera, una imagen de la
genealogía entre Foucault y Blanchot”,
en Extraños modos..., op. cit., p. 105
5
Ibíd., p. 44 7
Ibíd., p. 117

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Resistentes: Sobre cuerpos y escrituras en la discusión biopolítica S. Heffesse - A. Schoenle

imaginario y a la potencia de un Afuera una temporalidad que le sea acorde a su


caracterizado como neutro, abrirían voluntad de poder 9.
camino a la reformulación de nuestras
El eterno retorno que ocurre a la vida es
viejas nociones acerca de lo vivo y de lo
el eterno retorno de su voluntad de poder.
colectivo, tan atadas a la centralidad de lo
De este modo la conceptualización del
humano. Lo neutro como experiencia de la
instante se modifica. Éste posee la fugaci-
aproximación de lo extraño8 permite pen-
dad más propia y, a su vez, la eternidad de
sar un tipo de relación con “el Otro” que
lo que se repite, puesto que la vida es ese
no hace de él un Otro-sujeto (levinasiano)
instante que se repite:
como si aguardara la reposición de un yo/
otro-también-sujeto, porque se trata de No hay otra forma de afirmarse como
una dimensión anterior a tales determi- voluntad de poder en tanto vida que
naciones: un campo de fuerzas anónimo, recorriendo esos dos caminos que son
intervalo de lo indeterminado, que lleva en ambos eternos. El instante configura así
una suerte de Principio de Individuación
sí mismo la potencia del enigma, la extra-
para la vida entendida como voluntad de
ñeza y la alteridad.
poder, como fuerza que contradictoria-
Respecto de la aparición de lo otro, un tó- mente no cesa de afirmarse superándose
pico nietzscheano se presenta urgente en a sí misma. La vida solo puede individua-
la intervención de Gómez: el de la Voluntad lizarse en su superación, afirmarse es
de poder. Pues un recorrido minucioso al- devenir y superación en lucha consigo
misma. Es la afirmación de un poder y
rededor de la relación entre vida y voluntad
esa afirmación volitiva de sí no puede
de poder permite poner énfasis en la nece- interpretarse como una mera iteración
sidad de pensar el modo de comprender la mecánica y circular, el eterno retornar de
temporalidad marcada por el eterno retorno sí no es un círculo monótono10.
de lo mismo. Temporalidad y voluntad de
poder serán los tópicos que permitirán al- Ante la repetición, la afirmación de la vo-
canzar el eterno retorno como concepción luntad de poder como voluntad de vida, se
fundamental para comprender la propuesta desarrolla como creación. Una identidad se
de vida nietzscheana como vida creadora. va configurando en este movimiento, pero
Pues, desde una lectura del eterno retorno no es una identidad que se rige con los
como aquello que incluye la diferencia parámetros de la ontología sustancialista.
como elemento decisivo en la comprensión La individuación es la que opera y/o se
de esa vida que es voluntad de poder, es compone en este instante singular que al
posible dar con el sentido propiamente afir- ser sobrepasado se afirma en otro instante
mativo de la vida. singular, eternamente. Y es porque ese ins-
tante es sobrepasado que se puede volver
La vida se supera a sí misma y se trans-
forma, ella es lucha, devenir, finalidad a afirmar. En ese afirmar la singularidad del
y contradicción de las finalidades; todo
este proceso es el que expresa la vida
en tanto ella es el poder de su voluntad. 9
Gómez Pedrido, Mario Martín, “La
Este proceso solo se puede entender afirmación instantánea de la Vida
desarrollando el devenir de la vida con como Voluntad de Poder en Also sprach
Zarathustra”, en Extraños modos..., op.
cit., p. 53
8
Ibíd., p. 129 10
Ibíd., p. 56

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Ideas1, revista de filosofía moderna y contemporánea #1 julio 2015

instante en el que siempre se halla la exis- estructura gramatical de la definición aris-


tencia se expresa la vida como voluntad totélica es fundamental, pues la distinción
de afirmación que desea, quiere, ama en racional que opera allí genera la separación
lo inmediato, a cada momento. Ese querer entre bíos y zoé, determinante en la ontolo-
es eterno como afirmación que deviene gía y en la política:
a cada momento pero no como noción Mientras que la animalidad encarna el
metafísica, es decir, su carácter no es horizonte común que reúne al hombre
profundo y abstracto sino en movimiento y con el resto de lo viviente, la racionalidad,
generador de diferencias. De este modo, el en cambio, instituye su separación con
tiempo se relaciona con la vida de un modo claridad y distinción. [...] El hombre queda
distinto al triádico (pasado, presente y habitando el desgarramiento entre bíos
futuro), cuyo carácter es la irreversibilidad. y zoé, vida calificada y pura vida; pero lo
Pues, el eterno retorno en relación con la que es más importante, la afirmación de
voluntad de poder explicita la imposibilidad su humanidad quedará dependiendo de
de acabamiento de la vida en función de su la profundización de dicha fractura13.
permanente superación y traspasamiento11. Esa fractura parece ser condición de
posibilidad de la concepción de control,
disciplina y normalización propia de la
Las vidas que se nos olvidan constitución de los biopoderes, que se da a
partir de la escisión entre bíos y zoé, y cuyo
La cuestión que surge es, entonces qué
“correlato empírico” en la definición de lo
sucede con la historia. Heidegger se pre-
humano adquiere importancia:
senta aquí, a través del texto de Hernán
Candiloro, a raíz del análisis de la relevan- Una imposición empírica y concreta que
cia de la historia del olvido del ser para la se manifiesta en el cálculo, dominio y
constitución de un momento político sig- explotación de la vida; y que encuentra
su instrumento más potente en la razón
nado por los biopoderes. La clásica figura
completamente desplegada como técni-
aristotélica del animal racional se inscribe
ca y cálculo científico14.
dentro de una historia de la metafísica hu-
manista que es para Heidegger la historia Ese desgarramiento, bien delimitado, no ha
del olvido del ser y resulta en una interpre- hecho más que patentizarse y reapropiarse
tación insuficiente de la “animalidad” que bajo distintas figuras a lo largo de la his-
permite comprender la constitución del toria de la filosofía. Al respecto, Candiloro
operar del bio-poder. Candiloro, indaga en- lee la divergencia entre Heidegger y Niet-
tonces desde Heidegger, los fundamentos zsche en cuanto a la estrategia filosófica
metafísicos de la biopolítica, partiendo del y de posicionamiento ante la historia de la
valor deconstructivo de la ‘ontología funda- metafísica que cada filosofo asume: el su-
mental’ heideggeriana, en tanto instancia per-hombre nietzscheano como afirmación
auténticamente ética que se pregunta por
el ser del hombre12. En este recorrido, la
biopolítica contemporánea a partir de
Heidegger”, en Extraños modos..., op.
Ibíd., p. 60
11
cit., p. 81
12
Candiloro, Hernán Javier, “El animal 13
Ibíd., p. 84
racional revisitado. Una indagación
en los fundamentos metafísicos de la 14
Ibíd., pp. 92- 93

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Resistentes: Sobre cuerpos y escrituras en la discusión biopolítica S. Heffesse - A. Schoenle

radical, irónica, de la filosofía que señala explicita esta cuestión presentando por
al mismo tiempo su fracaso, pero que no un lado, un Levinas de la política totalitaria
dejaría de inscribirse dentro de la tradición, que delimita, bajo la figura de aquellos que
poniendo al ultrahombre como otredad poseen rostro, una distinción entre aquellos
que resiste la dominación15; mientras que a quienes el hombre debe hospitalidad
Heidegger “confunde al superhombre con y aquellos a los que no; por otro lado, un
una sobrepotenciación del último hombre”16, Bataille de la lógica sacrificial, que presenta
como figura del trabajador bio-tanatopoli- el derroche y la inutilidad como aquello irre-
tico, pero con la intención de abandonar la ductible de la condición humana. Frente a
línea recta de la historia y, en una suerte de ellos, aparece un Derrida que comprende la
pliegue temporal, retroceder sobre esa his- deconstrucción como un “hacer temblar las
toria en busca de lo impensado que puede estructuras” que constituyen los límites de
abrir el pensamiento a otro pensar, que se la metafísica y que no pretende fundar un
sitúa en el porvenir17. más allá de los límites que permita pensar
algún tipo de alteridad:
Finalmente, Candiloro sugiere que la tesis
heideggeriana acerca de la “pobreza de Nos encontramos con la democracia
mundo” del animal debiera releerse como por venir derridiana entendida como
lugar que hace patente la apertura, ya que propuesta (no proyecto) política, en tanto
de ese modo, se reformularían nuestros llamado a la deconstrucción de todo or-
den instituido, de sus fronteras y límites,
conceptos de vida y de lo viviente, desde
tanto exteriores como interiores. Pero
una perspectiva que vincule animalidad y esto no se traduce en un posicionamien-
racionalidad desde la alteridad, y no desde to de corte liberal, ya que si hay algo que
los presupuestos metafísicos de la tradi- Derrida quiere multiplicar al infinito son
ción occidental. precisamente las diferencias, la diffé-
rance, el conflicto constitutivo de todo
La propuesta de Chun también se enfrenta
ordenamiento18.
al problema de la alteridad en la separación
teórica, fundamental de la historia de la La propuesta19 derridiana frente a la posibi-
metafísica, entre el hombre y el animal. Sin lidad de una organización que comprenda
embargo, el abordaje es completamente extraños modos de vida se refleja en la de-
distinto al que realizara Candiloro, puesto mocracia por venir, pues ella aparece como
que cada uno utiliza distintos personajes organización que permitirá la explicitación
conceptuales para referirse a ello. Chun, de la multiplicidad y las diferencias y, a su
mediante las figuras de Lévinas, Bataille y
Derrida trabaja la cuestión de la animalidad
y su status (de) otro, o no, en relación con 18
S. Chun, “Animales políticos: Lévinas,
el hombre. El punto fundamental que abre Bataille, Derrida” en Extraños modos...,
este texto es el de la soberanía: ¿qué modo op. cit., p. 149
de alter implican los modos de soberanía 19
Nos preguntamos qué tipo de gesto
en los que hay organización política? Chun implica diferenciarla de proyecto y nos
permitimos decir que sospechamos
dos cosas: el proyecto es aquello que
ingresa en un sistema de organización
15
Ibíd., p. 89 identitaria; y/o coyunturalmente el
16
Ibíd., p. 83 proyecto es un concepto que en la
política actual argentina se liga a algu-
Ibíd., pp. 88-89
17
nas construcciones partidarias.

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Ideas1, revista de filosofía moderna y contemporánea #1 julio 2015

vez, evitará toda homogeneización desal- y en consonancia con la deconstrucción


terizante. El eje de este modo ancla en la de toda propuesta filosófica totalizante. La
imposibilidad de establecer un límite claro figura del espectro como una corporalidad
entre hombre y animal: hay una bestialidad paradójica, es central, puesto que será la
del hombre. Y, paradójicamente, es esa clave de una deconstrucción de la ontología
bestialidad la que podría establecer una dis- a partir de la cual ésta se abre para incorpo-
tinción entre hombre y animal: “el hombre rar la ‘lógica del asedio’23. Lo fantasmático
es el único que puede dar lugar a lo bestial escaparía a la dicotomía clásica entre ser
y diferirlo, mientras que el animal no, por no y no ser. Así, la figura del espectro “viene a
ser lo suficientemente inhumano.”20 inaugurar un nuevo espacio de apertura en
la ontología como experiencia de lo imposi-
Ya no la democracia por venir sino el mar-
ble”24, apertura hacia lo que la autora llama
xismo heredado se hace presente en el
“una política no-idealista” –pues, en una
texto de Balcarce. Allí, la autora interroga los
imagen quizás simplista, aunque frecuente,
modos de lectura y de herencia filosóficas
la filosofía idealista equivaldría a un sistema
a partir del trabajo derrideano de lectura de
de pensamiento que suprime el algo, lo
la obra de Karl Marx en Espectros de Marx.
singular, lo cambiante, etc., en el afán de
Pensar como herencia el legado de Marx,
búsqueda de totalidad y totalización- que
haciéndose eco de un pensamiento signado
vendría a ser una política no teleológica,
por lo impensado, lo que queda por pensar
volcada hacia la elección de una responsabi-
en el presente; y pensarlo tanto en su con-
lidad infinita ante el otro que no puede sino
dición de “promesa emancipatoria, como
disponerse a la escucha atenta para consti-
así también en la realización histórica del
tuirse. El espectro aparece así como aquello
comunismo y su deriva totalitaria”21, y en la
que puede poner en cuestión a la soberanía
medida en que no deja de interpelar nuestro
como poder omnipotente. Y, por ello, permi-
presente:
tir la deriva política hacia lo múltiple.
Frente a la herencia como reproducción
de un corpus identificado, cifrado, deli-
mitable, o también, en términos heide- Lo que puede un cuerpo
ggerianos, la reunión del pensar como
memoria, (...) apropiable correctamente ¿Cuerpo cómo, entonces? Centrada en
desde cierta ortodoxia, esto es, una con-
la corporalidad, la propuesta de Cano es
jura que clausura, frente a ello, la heren-
cia de los espectros...”22
pensar los alcances y límites del cuerpo.
En este camino nos encontramos con re-
Derrida opera un desplazamiento que hace flexiones respecto de cómo podemos ver
de nuestra herencia marxista una escatolo- en distintos espacios de realización hu-
gía espectral: desatada de toda teleología mana conformaciones corporales y cómo
esas conformaciones corporales implican
inscripciones. Para ello, revisará las crí-
ticas de Preciado hacia Foucault, y los
20
Ibíd. p. 136 cuestionamientos posteriores de Mauro
G. Balcarce, “La eficacia de una
21

corporalidad paradójica: la figura del


espectro en la filosofía derrideana”, en
Extraños modos..., op. cit., p. 152 Ibíd., p. 160
23

22
Ibíd., p. 158 24
Ibíd., p. 161

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Resistentes: Sobre cuerpos y escrituras en la discusión biopolítica S. Heffesse - A. Schoenle

Cabral. Así, cuerpo y texto se vuelven en se conforman por ellas, a través de ellas, a
este capítulo reflexiones sobre el modo de pesar de ellas. De este modo, comienza la
inscripción en los cuerpos, desde los cuer- ilusión filosófica que nos hace pensar que
pos, con los cuerpos y a pesar de ellos, trabajar la inscripción es trabajar lo que
sean estos cuerpos humanos, textuales, puede un cuerpo:
políticos, etc.: Entonces, ¿qué puede un cuerpo-tex-
¿Cómo escribir, inscribir o corporizar la tual? Y también, ¿qué no puede un tex-
(de)construcción del “nosotrxs” que (nos) to-cuerpo? Y más aún, ¿de qué cuerpos
expone las unas a lxs otrxs, sometién- se (des) compone nuestros cuerpos
donos a la (in)justicia del ser-en-común? teóricos y tecnologías escriturales? ¿Tie-
[...] ¿Cómo hacerle justicia a los cuerpos, ne cuerpo la filosofía? (...) ¿Y qué pasa
relatos y ficciones que se colectivizan cuando el texto se hace cuerpo? ¿Y qué
cada vez que hablamos en nombre de un cuando el cuerpo se hace texto? ¿Qué
“nosotrxs” que no nos pertenece y que puede el cuerpo escritural, filosófico,
sin embargo, nos da existencia?25 científico, fantástico, teórico o experi-
mental? 27.
La ambigüedad que se nos aparece cada
vez que intentamos pensar en la posibi- En el marco de esta reseña, proponemos
lidad de dar lugar al otro como otro sin el texto de Julián Ferreyra como una po-
dejarlo fuera de lo que hemos construido sible respuesta a estas preguntas, pues
como organización social, política, cul- desafiando los límites del texto académi-
tural se explicita e interrumpe, a modo co, Ferreyra, presenta en “Biopolítica de
de pregunta, toda definición cerrada. Ser la beatitud”, reflexiones en torno a la su-
otro es no formar parte de un nosotros puesta alternativa entre una política orien-
identitario, en el cual todo otro pierde sin- tada hacia la organización de los buenos
gularidad. Ser en común es formar parte encuentros a partir de nociones comunes
de un nosotros en el cual coincidimos, (cuya construcción de algún modo “nece-
pero que genera una indistinción o indife- sariamente” se dirime en el ámbito de las
renciación que oprime la singularidad del relaciones), y una política que justamente
otro, que aunque perteneciente, no dejo esté planteada desde el punto de vista de
de ser: “Quizás aquí debamos resistir en la la beatitud, es decir, ese orden bajo el cual
incomodidad de morar en el umbral de las todo se compone con todo:
preguntas e incertezas que provoca pre- Un día creí, un día escribí y dije y volví a
guntar (una vez más): «¿Qué puede -y qué escribir y creer que la política si hay en
no- un cuerpo/texto?»”.26 spinoza no está en la beatitud sino en el
segundo género, en el orden de los en-
El hecho de la inscripción en los cuerpos cuentros y la ley de las relaciones. Que
se halla afirmativamente reiterado en este no hay biopolítica de la beatitud porque
escrito: los cuerpos llevan inscripciones, todo se compone con todo al infinito.
Y entonces luchamos y amamos y vivi-
mos y construimos política por tanto en
Cano, Virginia, “¿Cómo hacer(se) un
25 el orden de las relaciones28.
corpus teórico?: Consideraciones tec-
no-bio-grafo-políticas de las tecnologías
del nosotrxs”, en Extraños modos..., op.
cit., pp. 180-181 Ibíd., p. 174
27

26
Ibíd., p. 184 Ferreyra, Julián, “Biopolítica de la
28

223
Ideas1, revista de filosofía moderna y contemporánea #1 julio 2015

¿Cómo pensar/proponer/construir una Quizás, se pregunta Ferreyra, haya tomado


biopolítica que tenga en su mira, no so- demasiado a la ligera la dificultad de aplicar
lamente al orden de las relaciones, sino el criterio ético spinozista de alegría y tris-
también al desafío que plantea para aquel teza, sumergidos como estamos en dicha
ese abismante ámbito de la beatitud? Una organización capitalista. Sin embargo,
biopolítica de la inmanencia se menciona algún esbozo de respuesta encontraríamos
aquí como propuesta posible, como realiza- quizás en la noción de intensidad (“esa es
ción alterante. La mención al orden de las la alegría disponible incluso para los conde-
relaciones no deja de sorprender ¿Qué es nados”31): la intensidad que bien podría ser
eso? El registro que Ferreyra utiliza ofrece indicio de un contacto con la beatitud, que
una tensión metafórico-conceptual que ya no se encontraría ‘en otro plano o lugar’,
permite comprender que todo se compone si fuera comprendida en su sentido prácti-
con todo, entonces ¿por dónde empezar? co, y no sólo especulativo.
¿Hay límites? Debemos primero conocer la intensidad
Qué expresan las relaciones y los en- para luego deducir la relación que caracte-
cuentros, qué expresa este compuesto riza un modo, poder discernirla en medio
de multiplicidad indeterminada y deter- de las turbulencias de la existencia, (…) sólo
minación extrínseca que somos. Somos así, primero la beatitud, sólo así, después
vida anudada, la vida anudada a una vida, las alegrías y las nociones comunes, sólo
vida impersonal que se expresa en vidas así la potencia necesaria para empezar
y personas, sufrimientos y luchas, espa- a componer un estado que dure organi-
das, plumas y palabras.29 zando los encuentros alegres, donde el
hombre convenga con el hombre, sentido
La racionalidad aparece nuevamente supe- eminentemente práctico, casi biológico de
rada en este texto, desbordada, agrietada la beatitud, relación corporal con la beati-
por el sentido, apelando a lo afectivo y a tud expresada en lo que puede el cuerpo,
la sensibilidad. ¿Qué encuentros facilita, y islotes, ascensos locales de entropía, di-
cuáles proscribe la racionalidad de la orga- mensión energética de la experiencia32
nización ciudadana en el capitalismo? El cuerpo textual arrasa en el escrito de
Pero qué equivocados vivíamos, tía, Ferreyra con toda expectativa organizativa
pensando que el camino ascendente era cerrada y permite la alteridad. Alteridad que,
posible, gracias a las pasiones alegres al interior mismo del libro publicado, ejerce
las nociones comunes, y de allí a la orga- una grieta, propone preguntas sin articu-
nización de los encuentros, políticamente larlas, ejerce una violencia del pensar que
la ciudad, la democracia, el estado de
quizás rompa el cuerpo conceptual para
razón, una política que favorezca los bue-
nos encuentros, porque la razón no sirve
hacerlo vivir en el caos de la creación, no en
de nada y no conquistará jamás su propia la predestinación del argumento previsible.
potencia sino otra potencia que prepare y ¡ ~ ¿ ! : ^ ; )( * ; la inmanencia:
acompañe su formación.30 una vida... ; * )( ; ^ : ¡ ? ~ !
Luego del caos, volvemos a la pregunta por
beatitud”, en Extraño modos..., op. cit.,
p. 192.
Ibíd., p. 198.
29
Ibíd., p. 205
31

30
Ibíd., p. 203 32
Ibíd., p. 206

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Resistentes: Sobre cuerpos y escrituras en la discusión biopolítica S. Heffesse - A. Schoenle

el sentido de bios, introduciéndonos en otro ción de dinamismo de la biología y, por ello,


de los núcleos del debate biopolítico que se se centra en la potencia como aquello vital.
registran en este libro, vinculado al filósofo Sin embargo, paradójicamente, Nietzsche
Giorgio Agamben. Figura quizás ineludible también se aleja de aquella perspectiva, al
de este debate, y con cuyos conceptos se no implicar una finalidad de equilibrio en
reflexiona o se discute (explícita o tangen- ese dinamismo puesto que es un dinamis-
cialmente) en los textos de Pfeiffer, Ga- mo sin más. El paso que damos de la mano
llego, Fleisner, Ferreyra y Roggero, ya sea de las concepciones de Derrida es que el
centrándose en la producción conceptual cuerpo como lugar de la potencia es capaz
del filósofo, sea tomando como eje de dis- de hacerse acto, por ello es posible condu-
cusión las lecturas que éste realiza sobre cirlo bajo el régimen de la identidad, de la
conceptos de otros pensadores como Fou- disciplina. A partir de allí, permitiría pensar
cault y Deleuze. Algunos de sus conceptos alternativas.
más conocidos–nuda vida, la distinción
Roggero parte de la distinción entre un
bíos-zoé en el pensamiento aristotélico, for-
Agamben crítico-destructivo y uno cons-
ma-de-vida— logran sintetizar la problemá-
tructivo (en su obra no acabada) que prefi-
tica de un modo casi canónico que tendrá
gura una “biopolítica menor”: la resistencia
sus defensores y sus detractores.
de los más vulnerables, inspirada en el
Pfeiffer reflexiona sobre la complejidad del extraño modo de vida franciscano. Allí,
concepto de bíos, y sobre cómo la tensión Roggero explora las resonancias entre la
entre sus diferentes sentidos influye en la figura agambeniana del musulmán –“forma
construcción bioética y biopolítica: inaudita de resistencia”34—, y ‘el pathos
La clave entonces, para permitirnos
apático’ heideggeriano (las disposiciones
reconstruir la ética y la política, es, como afectivas de la angustia y el aburrimiento
propone Derrida, trazar nuevas vías, otra profundo, analizadas en un nivel de detalle
escritura para deconstruir y reconstruir exhaustivo):
el bios, buscando evitar las ficciones La figura del musulmán debe leerse en
tanto iluministas como cientificistas, y clave heideggeriana, pues ella encar-
ello pasa por re-unir bios con cuerpo, no na la “disposición afectiva se­ñalada”
el cuerpo de la biología, no el de la “vida (ausgezeichnete Befindlichkeit), la “expe-
natural”, sino el cuerpo donde la vida hu- riencia funda­mental” (Grunderfahrung)
mana potencia se hace acto.33 que permite explicar la “resolución”
(Entschlossenheit) en la que se resiste a
Según la autora (siguiendo el esquema aris-
la biopolítica asumiendo la ex-sistencia
totélico-agambeniano de acto y potencia) o forma-de-vida que se anuncia en la
el cuerpo de la concepción nietzscheana, forma de vida mesiánico-franciscana.(…)
al estar ligado a la perspectiva biológica, Teniendo en cuenta este núcleo común
queda encerrada en una comprensión de del sistere entre la existencia (en italiano:
la potencia que se separa del acto. Pues, el esistenza) y la resistencia (en italiano:
cuerpo de Nietzsche se basa en la concep-

34
Roggero, Jorge, “El Páthos apático
Pfeiffer, María Luisa, “El bios: vida y
33
de la re-sistencia La impronta
potencia, su lugar en la biopolítica y la heideggeriana en la biopolítica menor
bioética”, en Extraños modos..., op. cit., de Giorgio Agamben”, en Extraños
p. 70 modos..., op. cit., p. 235.

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Ideas1, revista de filosofía moderna y contemporánea #1 julio 2015

resistenza) es posible comprender la una forma-de-vida”37. Este es el punto que


radicalidad del planteo agambeniano. Fleisner intenta destacar con la frase “vida
Siguiendo la interpretación heideggeriana desnudada”: la nuda vida sería el resultado
de la ex-sistencia, Agamben presenta una de una “operatoria de desnudamiento”38 por
propuesta de re-sistencia que consiste
parte de un dispositivo teológico, y no de
precisamente en un volver sobre ese es-
una esencia informe, estática, pre-fijada o
tar, sobre ese permanecer que implica un
particular “deten­erse”, un “establecerse” auténtica.
en lo que jamás puede ser establecido: la La “vida desnuda” es, en todo caso, uno
ex-sistencia.35 de los conceptos pensados para des-
mantelar aquella leyenda del ser puro que
Roggero señalará que Agamben extrae las metafísica y política custodian con igual
consecuencias ético-políticas que estarían esmero. Y tiene, por lo demás, un “carác-
contenidas en la ontología heideggeriana, y ter político” al que deberemos estar aten-
a partir de ese nexo formula su propuesta tos para no cubrir con “el velo prestigioso
de una práctica de resistencia: de la sacralidad”39.
si el temple epocal es la acidia, el aburri- Agamben habría recorrido un camino por
miento, la apatía, la estrategia agambe- el cual la vida se dispone al juego de los
niana “siguiendo la heideggeriana” será
disfraces y las máscaras; juego del desbor-
la de su radicalización hasta tornarlo
damiento de lo humano atravesado por el
positivo. (…) Si la biopolítica no admite nin-
gún tipo de resistencia externa, el planteo teatro de la crueldad, el cuerpo sin órganos,
más adecuado parece ser el de la des- Dioniso, la pornografía, la fábula, Lord
activación de su propia lógica por medio Chandos y la interpretación klossowkiana
de una completa entrega a la tonalidad de Nietzsche. Es así como, partiendo de
existencial que ella modula36. dos artículos (“La 121ª giornata di Sodoma
e Gomorra” y “Favola e fato”, ambos de
El texto de Fleisner se adentra en el uni- 1966) la autora reconstruye una teología
verso conceptual agambeniano desde otra ridícula agambeniana, concebida como:
arista: el análisis de la nuda vida desde los
textos tempranos del filósofo, que permiten una posible respuesta frente a la maqui-
naria teológica a cuyo pormenorizado
su revinculación con el concepto de for-
análisis se ha dedicado el Agamben
ma-de-vida, para alcanzar por ese camino maduro. Si la teología es el discurso que
un mejor acercamiento al sentido de esa se arroga el poder de construir jerarquías
noción. Indicará que ésta no debería ser a través de vestiduras (veste) y de desnu-
leída simplemente como sinónimo de vida dar continuamente al hombre, una teo-
biológica o zoé, por un lado, por su remisión logía paródica o para-ontológica como
a un fondo de “vida en potencia” en el que la que Artaud piensa en su teatro o Klos-
está implicada la multiplicidad; y, porque sowski fantasea a partir de Nietzsche,
“lejos de ser un sustrato originario apolítico
e informe, es ella “la forma de vida domi-
nante”: es resultado de una operación que 37
Fleisner, Paula, “De disfraces y
separa las formas de vida de su cohesión en vestiduras o sobre los diversos modos
de vestir la vida”, en Extraños modos...,
op.cit., p. 261
35
Ibíd., p. 235-236 38
Ibíd., p. 263
36
Ibíd., p. 255-256 39
Ibíd., pp. 265- 266

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Resistentes: Sobre cuerpos y escrituras en la discusión biopolítica S. Heffesse - A. Schoenle

podría ofrecernos otros modos posibles, problema nietzscheano de la selección42;


ni ordenados ni fijos, de disfrazar la vida por otro lado, aleja de la ontología deleuzia-
restituyéndola a su profana inmanencia.40 na las referencias a Nietzsche para acercar
las de Heidegger que son extrañas a la
Finalmente, para el pensamiento de Agam-
obra deleuziana. De este modo, un concep-
ben, es en la literatura, y no la biología, don-
to fundamental resulta postergado en el
de se guardan los extraños disfraces que
análisis de Agamben: la resistencia como
permiten ese juego.
aquello propio de la vida que solo se en-
El texto de Gallego disputa con la lectura tiende como creación, caracterizada por lo
de Agamben (L’immanence absolue) acerca agonal y lo lúdico. La vida resiste al poder,
del concepto de vida en Gilles Deleuze: en ello crea. La vida es capaz de afirmar
cuando G. Deleuze se apresta a intentar puesto que puede volver a arrojar los dados
repensar la noción de vida, la razón de cada vez.43
dicho movimiento no reside en el mero Desafiando el monologo interior filosófi-
interés por concebir de otra forma su
co-académico que suele imperar en ciertos
concepto sino, ante todo, en la necesidad
circuitos de la producción intelectual, esta
de explorar otras modalidades para el
tratamiento de la zona de convergencia compilación establece un diálogo entre
entre lo vital y lo político.41 distintas tradiciones que, en sus diferen-
cias, tienden a pensar modos de afrontar el
Las objeciones planteadas parten de una problema de lo extraño, buscando alterar
comprensión profunda de la ontología las formas e identidades impuestas sobre
de la diferencia que se hace cuerpo en la la vida a través de los biopoderes y las bio-
filosofía deleuziana. Antes que nada, Ga- tecnologías. Nos hallamos, entonces, ante
llego señala la insuficiencia de basar una una compleja y diversa contribución a las
interpretación cabal de la obra deleuziana problemáticas en torno a la biopolítica que
a partir de un solo texto, breve y complejo. no sólo nos fuerza a seguir pensando en
Frente a esto, Gallego no la descarta a la los modos de vida en los que nos hallamos
ligera, sino que analiza detalladamente las insertos sino que nos invita a llenar esos
limitaciones de dicha lectura. Relevaremos modos de diversidad de inscripciones,
aquí sólo una de esas críticas, recomen- personajes conceptuales y planos de inma-
dando la lectura del artículo. nencia a partir de los cuales leer cada vez
-una vez más- la actividad filosófica como
Agamben lee la ontología deleuziana de
un pensar cuya presencia en los debates
modo restrictivo y confuso: por un lado, su
políticos se vuelve urgente.
interpretación comprende la inmanencia
como derivada del concepto de univocidad
spinocista, lo cual acarrea pasar por alto el

40
Ibíd., p. 266
41
Gallego, Fernando Martín, “El
concepto de “vida” en el último escrito
deleuziano: Hacia una revisión de la 42
Ibíd., p. 214
lectura agambeniana”, en Extraños
modos..., op. cit., p. 212 Ibíd., p. 214
43

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