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Lima, cuatro de julio de dos mil trece.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:

Vista la causa mil trescientos treinta y cinco – dos mil doce, en Audiencia Pública realizada en
la fecha y producida la votación conforme a Ley, expide la siguiente sentencia:

I. MATERIA DEL RECURSO:

Que se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante Gonzalo René Andrés
Acosta Najarro (página setecientos noventa y siete), contra la sentencia de segunda instancia
del tres de enero de dos mil doce (página setecientos ochenta y cuatro), que aprobó la
sentencia de primera instancia del veintisiete de diciembre de dos mil diez (página seiscientos
veintiocho), en el extremo que declaró disuelto el vínculo matrimonial existente entre Gonzalo
René Andrés Acosta Najarro con Ana María Rebeca Margarita León Barandiarán Hart,
celebrado el once de julio de mil novecientos ochenta y cuatro, ante la Municipalidad Distrital
de Miraflores, provincia y departamento de Lima.

Confirmó la misma sentencia apelada, en el extremo que declaró fenecida la sociedad de


gananciales, respecto a los bienes: a) en la calle Coronel Inclán número cuatrocientos nueve,
distrito de Miraflores; y, b) inmueble ubicado en la Asociación del Club de Playa Punta
Corrientes, ubicado en la manzana I, lote veintiuno, carretera Panamericana Sur kilómetro
veintitrés punto dos Cerro Azul, Cañete - Lima; y fijó por concepto de indemnización, la suma
de US$ 10.000.00 (diez mil con 00/100 Dólares Americanos) a favor de la demandada.

II. ANTECEDENTES:

1. DEMANDA:

Gonzalo René Andrés Acosta Najarro interpuso demanda contra Ana María Rebeca Margarita
León Barandiarán Hart de Acosta, señalando como pretensión principal que se declare el
divorcio por separación de hecho por más de cuatro años. Para cuyo efecto alega los siguientes
fundamentos:

1) El matrimonio data del once de julio de mil novecientos ochenta y cuatro, siendo su último
domicilio conyugal el ubicado en la calle Coronel Inclán cuatrocientos nueve, Miraflores, y que
durante su matrimonio procrearon a una hija, nacida el siete de setiembre de mil novecientos
noventa y cinco, ya mayor de edad.

2) Por incompatibilidad de caracteres y de común acuerdo decidieron separarse, y es así como


el demandante se retira del hogar conyugal en enero de mil novecientos noventa y nueve, y la
demandada se queda a vivir en el inmueble de propiedad del demandante; retirándose el
demandado a vivir con su hermana, habiendo pasado ya más de nueve años de separación.

3) La demandada cuenta con ingresos, pues es gerente general de una empresa de envases
farmacéuticos, por lo que no requiere de pensión de alimentos.

4) Durante su vida conyugal adquirieron acciones de un inmueble ubicado en la Asociación


Club Playa Punta Corrientes, Cañete.
2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA:

La demandada Ana María Rebeca Margarita León Barandiarán Hart de Acosta, contestó la
demanda (página doscientos setenta y cinco) señalando que durante el tiempo de separación,
el demandante nunca cumplió con otorgar una pensión de alimentos para ella y su hija, alega
que ha mantenido y pagado los gastos de su hija con mucho esfuerzo y trabajo, que pertenece
a la sociedad conyugal el inmueble ubicado en calle Coronel Inclán cuatrocientos nueve,
Miraflores, Lima y que el juez debe velar por la estabilidad económica del cónyuge perjudicado
por la separación de hecho, estimando la suma de US$ 20.000.00 (veinte mil con 00/100
Dólares Americanos) el monto indemnizatorio.

3. PUNTOS CONTROVERTIDOS:

Se fijaron como puntos controvertidos los siguientes: a) Determinar si la demanda reúne los
requisitos para declarar el divorcio por la causal de separación de hecho de los cónyuges
durante un período ininterrumpido de dos años. b) Determinar si procede conceder una
indemnización por daño moral en la suma de veinte mil dólares americanos (US$ 20,000.00) a
favor de la demandada (integrado a página cuatrocientos veintinueve).

4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

Mediante resolución número veintidós (página seiscientos veintiocho), del veintisiete de


diciembre de dos mil diez, se declaró fundada la demanda sobre divorcio por causal de
separación de hecho, fenecida la sociedad de gananciales, respecto a los bienes: a) en la calle
Coronel Inclán número cuatrocientos nueve, distrito de Miraflores; y, b) inmueble ubicado en
la Asociación del Club de Playa Punta Corrientes, ubicado en la manzana I, lote veintiuno,
carretera Panamericana Sur kilómetro veintitrés punto dos Cerro Azul, Cañete - Lima; y se fijó
por concepto de indemnización, la suma de US$ 10,000.00 (diez mil con 00/100 Dólares
Americanos) a favor de la demandada.

5. APELACIÓN:

El demandante Gonzalo René Andrés Acosta Najarro interpuso recurso de apelación (página
seiscientos cuarenta y cinco) el dieciocho de enero de dos mil once, mediante el cual alega que
el inmueble de Coronel Inclán ya fue vendido, por lo que debe ser excluido de la sociedad de
gananciales y que no está conforme con el monto señalado como indemnización, pues la
demandada no reconvino pago de suma alguna.

6. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA:

Mediante resolución número once (fojas 784), del tres de enero de dos mil doce, se aprobó la
sentencia en el extremo que declaró disuelto el vínculo matrimonial y se confirmó en el
extremo que declaró fenecida la sociedad de gananciales y establece el monto de
indemnización en la suma de diez mil dólares americanos.

III. CAUSALES POR LAS QUE SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN:

Que, el recurso de casación se declaró procedente excepcionalmente, mediante la resolución


del dos de julio de dos mil doce (página cuarenta y siete del cuaderno de casación), por la
aplicación del artículo 392-A del Código Procesal Civil en la cual se denunció: infracción
normativa del artículo 139 incisos 3º y 5º de la Constitución Política del Estado.

IV. MATERIA CONTROVERTIDA:

En el presente caso se debe determinar si se han infringido las reglas del debido proceso y de
la motivación de las resoluciones judiciales.

V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:

Primero:

Que, la casación fue interpuesta por únicamente por el demandante Gonzalo René Andrés
Acosta Najarro, lo que supone, dado que solo impugnó el extremo referido a los bienes
resultantes del fenecimiento de la sociedad de gananciales y a la indemnización, que las partes
están de acuerdo con la decisión respecto al divorcio. De otro lado, el Tribunal Supremo ha
denegado las causales alegadas por el impugnante y de manera excepcional ha declarado
procedente el recurso para que se evalúe si se han contravenido las reglas del debido proceso
y de la fundamentación de las resoluciones judiciales contenidas en el artículo 139, incisos 3º y
5º de la Constitución Política del Estado.

Segundo:

Que, teniendo en cuenta lo expuesto, debe señalarse que el debido proceso formal constituye
una garantía constitucional que asegura que en la tramitación de un proceso, se respeten unos
determinados requisitos mínimos1. Tales requisitos, que han sido objeto de disución2, en
general se considera que abarcan los siguientes criterios: (i) Derecho a ser oportunamente
informado del proceso (emplazamiento, notificación, tiempo razonable para preparar la
defensa); (ii) Derecho a ser juzgado por un juez imparcial, que no tenga interés en un
determinado resultado del juicio; (iii) Derecho a tramitación oral de la causa y a la defensa por
un profesional (publicidad del debate); (iv) Derecho a la prueba; (v) Derecho a ser juzgado
sobre la base del mérito del proceso; y, (vi) Derecho al juez legal. Derecho fundamental que
asiste a todos los sujetos de derecho a plantear sus pretensiones o a ser juzgados por
auténticos órganos jurisdiccionales, creados mediante Ley Orgánica, pertenecientes al Poder
Judicial, respetuosos con los principios constitucionales de igualdad, independencia y sumisión
a la ley, y constituidos con arreglo a las normas comunes de competencia preestablecidas.

Tercero:

Que, en el proceso sometido a análisis se ha respetado el derecho a ser informado del proceso,
al juez imparcial, a la publicidad del debate y el derecho de defensa, a la prueba, a ser juzgado
sobre el mérito del proceso y al juez legal, siendo además que tales hechos no han sido
cuestionados, no hallándose evidencia alguna que hayan sido menoscabados,

1
Carocca Pérez, Alex. El debido proceso y la tutela judicial efectiva en España. Normas Legales. Octubre,
1997, pp. A 81 - A 104.
2
Por ejemplo, para Bernardis, por su parte, considera, siguiendo la jurisprudencia norteamericana, que
ese “máximo de mínimos” estaría constituido por los requisitos de notifi cación y audiencia (notice and
hering). Bernardis, Luis Marcelo de. La garantía procesal del debido proceso. Cultural Cuzco Editor. Lima
1995, pp. 392-414
Cuarto:

Que, en lo que concierne a la motivación de las resoluciones judiciales cabe indicar que en
sociedades pluralistas como las actuales la obligación de justificar las decisiones jurídicas logra
que ellas sean aceptadas socialmente y que el Derecho cumpla su función de guía3. Esta
obligación de fundamentar las sentencias propias del derecho moderno se ha elevado a
categoría de deber constitucional. En el Perú el artículo 139, inciso 5º de la Constitución del
Estado señala que: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: “La motivación
escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias excepto los decretos de mero
trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se
sustentan”. Igualmente el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial prescribe: “Todas las
resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son motivadas bajo responsabilidad, con
expresión de los fundamentos en que se sustenta...”. En atención a ello, la Corte Suprema ha
señalado que “La motivación de la decisión judicial es una exigencia constitucional; por
consiguiente, el Juzgador para motivar la decisión que toma debe justificarla, interna y
externamente, expresando una argumentación clara, precisa y convincente para mostrar que
aquella decisión es objetiva y materialmente justa, y por tanto, deseable social y
moralmente4”. Estando a lo dicho este Tribunal Supremo verificará si la sentencia se encuentra
debidamente justificada externa e internamente, y si además se han respetado las reglas de la
motivación en estricto.

Quinto:

Que, en esa perspectiva, debe indicarse, en cuanto a la justificación interna (que consiste en
verificar que “el paso de las premisas a la conclusión es lógicamente -deductivamente- válido”
sin que interese la validez de las propias premisas), que el orden lógico propuesto por la Sala
Superior ha sido el siguiente:

5.1. En lo que concierne a la indemnización: (i) Como premisa normativa la sentencia ha


considerado: -) la doctrina vinculante establecida en el Tercer Pleno Casatorio referida al
artículo 345 del Código Civil que establece las consideraciones a tenerse en cuenta al
momento de velar por la estabilidad económica del cónyuge. (ii) Como premisa fáctica la Sala
Superior ha evaluado: -) El resquebrajamiento de la relación de pareja; -) los pagos realizados
por el demandante; -) los trabajos realizados por la esposa demandada; -) la falencia
económica de la familia y el abandono a María José (hija de las partes). (iii) Como conclusión la
sentencia considera que no se ha acreditado daño emocional y que resulta razonable
establecer un monto indemnizatorio de US$ 10.000.00 (diez mil con 00/100 Dólares
Americanos). Tal como se advierte la deducción lógica de la Sala Superior es compatible
formalmente con el silogismo que ha establecido, por lo que se puede concluir que su
resolución presenta una debida justificación interna.

3
Atienza, Manuel. Las razones del Derecho. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid 1991, p. 24-
25.,
4
Primer Pleno Casatorio, Casación 1465-2007-CAJAMARCA. En: El Peruano, Separata Especial, veintiuno
de abril de dos mil ocho, p. 22013. En el mismo sentido, la sentencia del Tribunal Constitucional.
Expediente 00037-2012-PA/ TC, fundamento 35.
5.2. En lo que concierne a los bienes de la sociedad de gananciales: (i) Como premisa
normativa la sentencia ha considerado: -) lo expuesto en el artículo 322 del Código Civil
relacionado al establecimiento de deudas de cada cónyuge para la liquidación de la sociedad.
(ii) Como premisa fáctica la Sala Superior ha evaluado que el inmueble de Coronel Inclán 409,
Miraflores, fue cancelado con dinero de carácter social. (iii) Como conclusión la sentencia
considera que la disposición del bien no enerva la existencia de la deuda a favor de la
sociedad. La deducción lógica de la Sala Superior es compatible formalmente con el silogismo
que ha establecido, por lo que se puede concluir que su resolución presenta una debida
justificación interna.

Sexto:

Que, en lo que concierne a la justificación externa, esta consiste en controlar la adecuación o


solidez de las premisas5, lo que supone que la(s) norma(s) contenida(s) en la premisa
normativa se(n) norma(s) aplicable(s) en el ordenamiento jurídico y que la premisa fáctica sea
la expresión de una proposición verdadera6. En esa perspectiva, este Tribunal Supremo estima
que la justificación externa realizada por la Sala Superior es adecuada. En efecto, al invocar el
Tercer Pleno Casatorio la sentencia se ha referido de manera explícita a la flexibilización del
principio de congruencia y a las facultades tuitivas del juez que le permiten ofrecer protección
a la parte perjudicada, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 4 y 13 de la
Constitución Política del Estado.

Sétimo:

Que, de otra parte, en lo que se refiere al estudio de las premisas fácticas ellas son las que
corresponden a los hechos probados en el proceso, habiéndose motivado en el décimo
considerando respecto al inmueble y la deuda a favor de la sociedad de gananciales y en el
décimo quinto y décimo sexto considerando las razones por las que la Sala Superior estima que
el monto indemnizatorio a fijar es el de US$ 10.000.00 (diez mil con 00/100 Dólares
Americanos) (incumplimiento de obligaciones conyugales y filiales) corroboradas con
declaraciones de parte y testimoniales que son debidamente glosadas. En esa perspectiva, se
cumple con una debida justificación externa.

Octavo:

Que, en lo que respecta a los problemas específicos de motivación se tiene que existe
motivación aparente cuando en una determinada resolución judicial parece que se justifica la
decisión pero su contenido no explica las razones del fallo; que existe motivación insuficiente
cuando no hay un mínimo de motivación exigible y que existe motivación incongruente cuando
se dejan incontestadas las pretensiones o se desvía la decisión del marco del debate judicial7.

5
Atienza, Manuel. Las razones del derecho. Sobre la justificación de las
decisiones judiciales. En http://razonamientojuridico.blogspot.com.

6
Moreso, Juan José y Vilajosana, Josep María. Introducción a la Teoría del Derecho. Madrid, Marcial
Pons Editores, Pág. 184

7
Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente 00037-2012-PA/TC.
En ningún caso ello ha ocurrido, pues la sentencia de la Sala Superior ha evaluado todas las
pretensiones impugnatorias señalando las razones de su fallo.

Sin embargo, debe indicarse que con respecto al bien inmueble ubicado en la calle de Coronel
Inclán 409, Miraflores, a pesar de haberse abordado el tema en los considerandos de la
impugnada, no existe pronunciamiento en la parte decisoria de la sentencia, lo que constituye
irregularidad procesal. Empero: (i) Se advierte de la lectura del noveno y décimo considerando
de la impugnada que la Sala Superior ha establecido que si bien el inmueble tiene las
características de propio, el préstamo hipotecario surgido por su compra se canceló “con
posterioridad a la celebración del matrimonio con dinero de carácter social” por lo que, añade
el fallo impugnado “corresponde que al momento de la liquidación de la sociedad de
gananciales se establezca la deuda que tenga el cónyuge titular del bien a favor de la sociedad
de gananciales conforme a lo dispuesto en el artículo 322 del código civil”. (ii) Aunque ello no
se incorporó en la parte decisoria de la sentencia, no es menos cierto que tal hecho fue
subsanado con la resolución de este Tribunal Supremo de fecha dos de julio de dos mil doce,
que aclara la parte resolutiva del fallo recurrido “en el sentido que el inmueble ubicado en la
calle Coronel Inclán número cuatrocientos nueve, Miraflores, no forma parte de los bienes
sociales que serán materia de liquidación; pero parte del precio que se pagó por el mismo en
su momento se realizó con fondos sociales, lo que debe ser tomado en cuenta al momento de
la liquidación”. (iii) Por consiguiente, para todos los efectos, la anomalía ha sido subsanada y
resulta un hecho intrascendente que en nada perjudica el debido proceso y el derecho de
defensa de las partes.

Noveno:

Que, por último, este Tribunal Supremo expresa que la sentencia de la Sala Superior valoró de
forma conjunta todos los medios probatorios ofrecidos por las partes del proceso y
habiéndose subsanado el vicio procesal al que se ha hecho referencia, no existe afectación al
debido proceso, a la motivación de las resoluciones judiciales y a la aplicación de la norma
objetiva.

VI. DECISIÓN:

Por estos fundamentos, declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el


demandante Gonzalo René Andrés Acosta Najarro (página setecientos noventa y siete), contra
la sentencia de segunda instancia del tres de enero de dos mil doce (página setecientos
ochenta y cuatro); DISPUSIERON se publique la presente resolución en el Diario Ofi cial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Gonzalo René Andrés Acosta Najarro
contra Ana María Rebeca Margarita León Barandiarán Hart de Acosta, sobre divorcio; y los
devolvieron. Interviene como ponente el Juez Supremo señor Calderón Puertas.- SS.
ALMENARA BRYSON, ESTRELLA CAMA, CALDERÓN CASTILLO, CALDERÓN PUERTAS.

CAS. Nº 1335-2012 LIMA.


Lima, cuatro de julio de dos mil trece.-

EL VOTO DE LA JUEZ SUPREMA SEÑORA HUAMANÍ LLAMAS, ES COMO SIGUE: LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:

Que, después de revisar el expediente con numeración asignada: mil trescientos treinta y cinco
– dos mil doce en esta Sede, sobre proceso de divorcio, en Audiencia Pública de la data, con
informe oral y, emitida la votación de la Suprema Sala conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, se expide la siguiente sentencia:

1.- MATERIA DEL RECURSO:

Que se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante Gonzalo René Andrés
Acosta Najarro (fojas 797), contra la sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución
número once (fojas 784), del tres de enero de dos mil doce, que aprobó la sentencia,
contenida en la resolución número veintidós, del veintisiete de diciembre de dos mil diez (fojas
628), en el extremo que declaró disuelto el vínculo matrimonial existente entre Gonzalo René
Andrés Acosta Najarro con Ana María Rebeca Margarita León Barandiaran Hart, celebrado el
once de julio de mil novecientos ochenta y cuatro, ante la Municipalidad Distrital de
Miraflores, provincia y departamento de Lima.

Confirmó la misma sentencia apelada – contenida en la resolución número veintidós, del


veintisiete de diciembre de dos mil diez (fojas 628), en el extremo que declaró fenecida la
sociedad de gananciales, respecto a los bienes: a) en la calle Coronel Inclán número
cuatrocientos nueve, distrito de Miraflores; y, b) inmueble ubicado en la Asociación del Club de
Playa Punta Corrientes, ubicado en la manzana I, lote veintiuno, carretera Panamericana Sur
kilometro veintitrés punto dos Cerro Azul, Cañete - Lima; y fi jo por concepto de
indemnización, la suma de diez mil dólares americanos (US $ 10.000.00) a favor de la
demandada.

2.- CAUSALES POR LAS QUE SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN:

Que, el recurso de casación se declaró procedente excepcionalmente, mediante la resolución


del dos de julio de dos mil doce (fojas 47 del cuaderno de casación), por la aplicación del
artículo 392-A del Código Procesal Civil en la cual se denunció: infracción normativa del
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú.

3.- ANTECEDENTES:

Para analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
reseñada en el párrafo que antecede, es necesario realizar las siguientes precisiones fácticas
sobre este proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto se
puntualiza un resumen de la controversia suscitada, materia del presente recurso: 3.1).- Que,
Gonzalo René Andrés Acosta Najarro, a través de su escrito que presentó el veinticuatro de
julio de dos mil ocho (fojas 21), interpuso demanda contra Ana María Rebeca Margarita León
Barandiarán Hart de Acosta, pretensión principal, para que se declare el divorcio por
separación de hecho por más de cuatro años. Para cuyo efecto alega los siguientes
fundamentos:
1) El matrimonio data del once de julio de 1984, siendo su último domicilio conyugal en la calle
Coronel Inclan cuatrocientos nueve, Miraflores, y que durante su matrimonio procrearon a una
hija, nacida el siete de setiembre de mil novecientos noventa y cinco, ya mayor de edad.

2) Por incompatibilidad de caracteres y de común acuerdo decidieron separarse, y es así como


el demandante se retira del hogar conyugal en enero de mil novecientos noventa y nueve, y la
demandada se queda a vivir en el inmueble de propiedad del demandante; retirándose el
demandado a vivir con su hermana, habiendo pasado ya más de nueve años de separación.

3) La demandada cuenta con ingresos, pues es gerente general de una empresa de envases
farmacéuticos, por lo que no requiere de pensión de alimentos.

4) Durante su vida conyugal adquirieron acciones de un inmueble ubicado en la Asociación


Club Playa Punta Corrientes, Cañete.

3.2).- Que, la demandada Ana María Rebeca Margarita León Barandiarán Hart de Acosta,
contestó la demandan (fojas 275), en la que: 1) Señala que durante el tiempo de separación, el
demandante nunca cumplió con otorgar una pensión de alimentos para ella y su hija, por lo
que ella ha mantenido y paga los gastos de la hija con mucho esfuerzo y trabajo.

2) Pertenece a la sociedad conyugal el inmueble ubicado en calle Coronel Inclán cuatrocientos


nueve, Mirafl ores, Lima. 3) Solicita el fenecimiento de la sociedad de gananciales y se liquide
la misma. 4) Refi ere que el juez debe velar por la estabilidad económica del cónyuge
perjudicado por la separación de hecho, estima en la suma de veinte mil dólares americanos
(US $ 20.000.00) el monto indemnizatorio.

3.3.).- Que, mediante la resolución número siete, del veinticuatro de noviembre de dos mil
ocho (fojas 280), se declaró: saneado el proceso por existir una relación jurídica procesal válida
entre las partes. Posteriormente, el diecisiete de diciembre de dos mil ocho (fojas 376) se fi jó
como punto controvertido: 1) Determinar si la demanda reúne los requisitos para declarar el
divorcio por la causal de separación de hecho de los cónyuges durante un período
ininterrumpido de dos años. 2) Determinar si procede conceder una indemnización por daño
moral en la suma de veinte mil dólares americanos (US $ 20.000.00) a favor de la demandada
(integrado a fojas 429).

3.4.).- Que, la sentencia de primera instancia –contenida en la resolución número veintidos-


(fojas 628), del veintisiete de diciembre de dos mil diez, declaró fundada la demanda sobre
divorcio por causal de separación de hecho interpuesta por Gonzalo René Andrés Acosta
Najarro contra Ana María Rebeca Margarita León Barandiaran Hart, en consecuencia, disuelto
el vínculo matrimonial existente entre Gonzalo René Andrés Acosta Najarro con Ana María
Rebeca Margarita León Barandiaran Hart, celebrado el once de julio de mil novecientos
ochenta y cuatro, ante la Municipalidad Distrital de Miraflores, provincia y departamento de
Lima, por la causal de separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterrumpido
de más de dos años; fenecida la sociedad de gananciales, respecto a los bienes: a) en la calle
Coronel Inclán número cuatrocientos nueve, distrito de Miraflores; y, b) inmueble ubicado en
la Asociación del Club de Playa Punta Corrientes, ubicado en la manzana I, lote veintiuno,
carretera Panamericana Sur kilometro veintitrés punto dos Cerro Azul, Cañete - Lima; y fi jo
por concepto de indemnización, la suma de diez mil dólares americanos (US $ 10.000.00) a
favor de la demandada.

3.5.).- Que, el demandante Gonzalo René Andrés Acosta Najarro, interpuso recurso de
apelación (fojas 645) el dieciocho de enero de dos mil once, mediante el cual: 1) Alega que el
inmueble de Coronel Inclán ya fue vendido, por lo que debe ser excluido de la sociedad de
gananciales. 2) No está conforme con el monto señalado como indemnización, pues la
demandada no reconvino pago de indemnización; entonces, se trata de una decisión del
propio juez que de manera unilateral la ha incluido.

3.6.).- Que, la sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución número once (fojas
784), del tres de enero de dos mil doce, aprobó la sentencia, contenida en la resolución
número veintidós, del veintisiete de diciembre de dos mil diez (fojas 628), en el extremo que
declaró disuelto el vínculo matrimonial existente entre Gonzalo René Andrés Acosta Najarro
con Ana María Rebeca Margarita León Barandiaran Hart, celebrado el once de julio de mil
novecientos ochenta y cuatro, ante la Municipalidad Distrital de Miraflores, provincia y
departamento de Lima. Confirmó la misma sentencia apelada – contenida en la resolución
número veintidós, del veintisiete de diciembre de dos mil diez (fojas 628), en el extremo que
declaró fenecida la sociedad de gananciales, respecto a los bienes: a) en la calle Coronel Inclán
número cuatrocientos nueve, distrito de Miraflores; y, b) inmueble ubicado en la Asociación
del Club de Playa Punta Corrientes, ubicado en la manzana I, lote veintiuno, carretera
Panamericana Sur kilometro veintitrés punto dos Cerro Azul, Cañete - Lima; y fi jo por
concepto de indemnización, la suma de diez mil dólares americanos (US $ 10.000.00) a favor
de la demandada.

4.- CONSIDERANDO:

Primero:

Que, al momento de calificar el recurso de casación se ha declarado la procedencia por la


causal de infracción normativa por vicios in procedendo como fundamentación de las
denuncias y, ahora, al atender sus efectos, es menester realizar, el estudio y análisis de la
causal de infracciones procesales (de acuerdo al orden precisado en la presente resolución y
conforme al recurso interpuesto), dado los alcances de la decisión, pues en caso de ampararse
la misma, esto es, si se declara fundada la Casación por la referida causal, deberá reenviarse el
proceso a la instancia de origen para que proceda conforme a lo resuelto. Asimismo, conforme
a lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por Ley
número 29364, que exige: “(...) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio.

Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará hasta donde
debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la actuación
de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el anulatorio como
principal y el revocatorio como subordinado.”; por consiguiente, esta Suprema Sala Civil, se
pronunciara respecto a la infracción normativa procesal en virtud de los efectos que el mismo
conlleva.

Segundo:
Que, existe infracción normativa cuando la resolución impugnada padece de anomalía, exceso,
error o vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio
decidendi), en el que incurrió el juzgador, perjudicial para la resolución de la controversia y
nocivo para el sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las funciones del recurso de
casación. Tercero: Que, respecto a la procedencia excepcional del recurso de casación por la
causal de infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
para hacer efectivo el control de la legalidad en el caso concreto, es necesario analizar el
razonamiento lógico y la justificación interna de la decisión impugnada, a fin de concluir si se
ha respetado el principio de congruencia entre lo alegado y lo resuelto. Cuarto: Que, al
subsumir la denuncia precedente se debe tener presente que esta posibilita por su carácter
procesal precisar que el Tribunal Constitucional ha señalado en el Fundamento Jurídico Sétimo
de la sentencia recaída en el expediente número 00728-2008-HC -del 13 de octubre de 2008 -
Publicada en el Diario Ofi cial EL Peruano el 23 de octubre de 2008- que: “(...) está fuera de
toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación
es inexistente o cuando la misma es sólo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las
razones mínimas que sustente la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque sólo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en
frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.”; en igual sentido en el expediente número 01412
- 2007- PA/TC que: “(...)

8.- Como ya lo ha expresado el Tribunal Constitucional en abundante y sostenida


jurisprudencia el debido proceso está concebido como el cumplimiento de todas las garantías
y normas de orden público que deben aplicarse a todos los casos y procedimientos, en cuyo
seno se alberga los actos administrativos, a fi n de que las personas estén en la posibilidad de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado o de los particulares
que pueda afectarlos. (...)”.

Quinto:

Que, la motivación de las resoluciones judiciales constituye un elemento del debido proceso y,
además, se ha considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional, consagrado
en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional que ha
sido recogida en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo
50, e incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, y, cuya contravención origina la
nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos últimas normas procesales señaladas.

Sexto:

Que, así mismo, la motivación de las resoluciones cumple esencialmente dos funciones:
endoprocesal y extraprocesal. La primera, tiene lugar al interior del proceso, respecto de las
partes, terceros legitimados y de los propios órganos jurisdiccionales, y comprende las
siguientes precisiones I) Tiene por función específica convencer y persuadir a las partes de la
razonabilidad de los argumentos y la justicia de la decisión adoptada, tratando de eliminar la
sensación que pudieran tener las partes sobre la presunta arbitrariedad o irracionabilidad de la
decisión judicial; II) Permite la viabilidad y efectividad de los recursos impugnatorios, haciendo
posible su análisis crítico y expresión de errores de hecho y de derecho, así como agravios, vía
apelación o casación; y, III) Permite el control del órgano jurisdiccional superior, quien deberá
establecer si se han cumplido las normas imperativas que garantizan el derecho a un debido
proceso, y particularmente, con el deber constitucional de la motivación adecuada y suficiente,
verificando la razonabilidad de los argumentos fácticos y jurídicos que sustentan su decisión.
La segunda función -extraprocesal-, tiene lugar en el ámbito externo del proceso y está dirigida
al control del comportamiento funcional de los órganos jurisdiccionales, y se expresa de las
siguientes formas:

1) Haciendo accesible el control de la opinión pública sobre la función jurisdiccional, a través


del principio de publicidad de los procesos, conforme al postulado contenido en el inciso
veinte del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución, el cual prescribe que toda persona
tiene derecho a formular análisis y críticas a las resoluciones y sentencias judiciales con las
limitaciones de ley; y,

2) Expresa la vinculación del Juez independiente a la Constitución y a la Ley, derivándose


responsabilidades de carácter administrativo, civil y penal por el ejercicio irregular o arbitrario
de su función.

Sétimo:

Que, en tal sentido, se verifica que la procedencia excepcional tiene base real por cuanto se
constata la concurrencia de vicios insubsanables que afectan el debido proceso, en tanto que
no se cumplió con el deber de observar la garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, toda vez que no se valoró de forma
conjunta los medios probatorios ofrecidos por las partes del proceso y admitidos, pues, se
tiene: 1) que el recurrente alega que como sociedad conyugal sólo han adquirido el inmueble
de la playa (inmueble ubicado en la Asociación del Club de Playa Punta Corrientes, ubicado en
la manzana I, lote veintiuno, carretera Panamericana Sur kilometro veintitrés punto dos Cerro
Azul, Cañete - Lima). 2) la demandada aduce que han adquirido los dos inmuebles (a) en la
calle Coronel Inclán número cuatrocientos nueve, distrito de Miraflores; y, b) inmueble
ubicado en la Asociación del Club de Playa Punta Corrientes, ubicado en la manzana I, lote
veintiuno, carretera Panamericana Sur kilometro veintitrés punto dos Cerro Azul, Cañete -
Lima).

3) La demandada el dieciocho de marzo de dos mil nueve, presentó un escrito (fojas 449) en el
cual indicó que ha tomado conocimiento que el bien de Coronel Inclán número cuatrocientos
nueve, perteneciente a la sociedad conyugal, ha sido transferido por el recurrente a su
hermana María Jesús Acosta Najarro por escritura pública del seis de mayo de dos mil ocho, el
mismo que podría ser simulado. Precisa que el préstamo para la compra salió a favor del
recurrente antes del matrimonio, pero fue pagado con bienes de la sociedad conyugal y la
hipoteca fue levantada durante el matrimonio.

4) Por resolución número catorce, del seis de julio de dos mil nueve, se resolvió tener por
desistido del presente proceso al recurrente solo en el extremo del sexto considerando de su
escrito de demanda. 5) Conforme a la información de los Registros Públicos la casa de Mirafl
ores, se compro por escritura pública del 28 de junio de mil novecientos noventa y cuatro
(fojas 757), ahora nótese que el mismo día, esto es el: 28 de junio de mil novecientos noventa
y cuatro, se hipotecó al Banco Agrario por la suma de cincuenta mil soles, es decir, el inmueble
habría sido adquirido para que acoja al futuro matrimonio, pues el referido matrimonio fue
celebrado, días después, esto es: el once de julio del mismo año (1984); y ya dentro del
matrimonio con la sociedad de gananciales fue cancelada la referida hipoteca el doce de abril
de mil novecientos ochenta y nueve.

Octavo:

Que, en ese sentido, la demandada acompaña (fojas 69 a 107) los recibos de pago de las
cuotas del préstamo de casa habitación desde el uno de octubre al veintitrés de enero de mil
novecientos ochenta y nueve, que se amortizó el préstamo de la calle de Coronel Inclán 409,
Miraflores; el matrimonio data del el once de julio de mil novecientos noventa y cuatro, que si
bien el demandante pudo haber obtenido el préstamo para la casa habitación antes de
contraer matrimonio, éste fue pagado durante el matrimonio y como tal le correspondía a la
sociedad conyugal desde el tiempo en que éstos contrajeron matrimonio, al haberse pagado
dichas cuotas con el patrimonio conyugal.

Noveno: Que, conforme a la sentencia emitida en el Tercer Pleno Casatorio, el principio de


congruencia debe flexibilizarse, al punto que no será imprescindible que el cónyuge
expresamente peticione la indemnización en la demanda o en la reconvención; y respecto a la
oportunidad en que las partes pueden alegar hechos relativos al perjuicio, ello puede hacerse
al momento de fijar los puntos controvertidos; incluso, cabe la posibilidad que las partes
puedan alegar tales hechos en cualquier estado del proceso, pero en tal caso deben seguirse
las reglas mínimas razonables para preservar el derecho de defensa, el contradictorio, la
instancia plural, respetándose las normas mínimas del debido proceso. La demandada al
contestar la demanda solicitó una indemnización en la suma de veinte mil dólares americanos
(US $ 20.000.00), al considerarse la cónyuge perjudicada con la separación, y es así como ese
extremo se integra (fojas 428) como segundo punto controvertido, lo que no fue cuestionado
por las partes procesales.

Respecto al perjuicio alegado por la demandada, se incide en señalar que el recurrente no


cumplió con sus obligaciones conyugales y paterno filiales; la Sala Superior no reviso que está
acreditado que el recurrente no cumplió a cabalidad su obligación como padre frente a su hija,
lo que se denota con los trabajos que tenía que realizar la demandada para solventar la
economía ordinaria, pues se ha evidenciado una falencia económica en la familia, así como un
abandono a la hija, al no prestarle el apoyo moral y económico; para cuyo efecto luego de
revisarse las pruebas (testimoniales y declaración de parte), y con una ponderación y
proporcionalidad amerita se revise el otorgamiento de una indemnización por el daño moral y
económico sufrido desde la separación, y así fijar prudencialmente y equitativamente un
quantum indemnizatorio, tanto más si el Tercer Pleno Casatorio establece como precedente
vinculante, que la indemnización tiene como finalidad corregir un evidente desequilibrio
económico e indemnizar el daño a la persona, resultante de la separación de hecho o del
divorcio en sí, su fundamento no es la responsabilidad civil contractual o extracontractual, sino
la equidad y la solidaridad familiar.

Décimo:
Que, se verifica que la Sala Superior no desplego el mínimo esfuerzo judicial, para resolver la
controversia planteada ante el órgano jurisdiccional; es así que esta deviene en nula por
carecer totalmente de motivación, no atender los agravios del recurso de apelación y falta de
valoración de los medios probatorios en instancia de revisión. Por lo que el recurso de
casación, mediante la procedencia excepcional, es atendible.

Undécimo:

Que, entonces, el recurso de casación debe ser amparado al haberse incurrido en la infracción
normativa, que afecta la tramitación del proceso y/o los actos procesales que lo componen,
toda vez que conforme se ha expuesto, se verifica la concurrencia de vicios insubsanables que
afectan el debido proceso, la motivación de las resoluciones judiciales y la aplicación de la
norma; lo cual debe ser superado, y así cumplir con garantizar el derecho al debido proceso.

5.- DECISIÓN:

Por estos fundamentos, MI VOTO es porque se declare: I) FUNDADO el recurso de casación


interpuesto por el demandante Gonzalo René Andrés Acosta Najarro (fojas 797), II) CASAR la
resolución de revisión impugnada, en consecuencia. III) NULA la sentencia de segunda
instancia, contenida en la resolución número once (fojas 784), del tres de enero de dos mil
doce, que pronuncio la Primera Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de
Lima.

IV) MANDO que la Sala Superior expida nueva resolución de revisión, con arreglo a derecho, al
proceso y a los fundamentos jurídicos de la presente resolución. V) DISPUSO se publique la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Gonzalo René Andrés Acosta Najarro contra Ana María Rebeca Margarita León Barandiaran
Hart, sobre divorcio; y los devolvieron. Interviene como ponente la Juez Suprema señora
Huamaní Llamas.-

SS. Huamaní Llamas

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