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Creer El Credo
Dios, Padre Todopoderoso1
Decir de entrada que Dios es Padre Todopoderoso, tal vez podría provocar en
algunos una cierta repulsa. Se podría pensar que concebimos a Dios como un
padre prepotente y violento que aplasta a los hijos y no les deja crecer humana-
mente. Y todos sabemos lo que dicen los psicólogos sobre la inevitable “rebelión
contra el padre” que se produce en el paso hacia la edad adulta. Incluso tal vez
se podría decir que en este dato radica la raíz última de muchas reacciones de
ateismo militante y fanático.
Señor, nuestro Dios, esta cerca de nosotros bien “la parábola del amor incondicional
ncondicional y
siempre que le invocamos?” (Dt. 4,7). Son perdonador del padre” (Lc 15).
estos dos aspectos, aparentemente opues-
tos pero realmente complementarios, los Resumiendo lo que hemos ido diciendo:
que se quieren expresar con la metáfora de el dios de las religiones es a menudo una
Padre. fuerza ignota que uno ha de aplacar. Más
bien da miedo; nunca se tiene la seguridad
UN AMOR AUTÉNTICO: EXIGEN- de su benevolencia. Por eso uno ha de ga-
TE, PERO PERDONADOR narse su favor con sacrificios, ritos y cultos.
El Dios de la Biblia es también una fuerza
Esta metáfora aún podría sugerir otra misteriosa ante la cual uno siente respeto.
connotación: un buen padre ama siem- Pero se manifiesta como Padre que quiere
pre; pero ama con un amor responsable estar a favor nuestro, que ama gratuita-
y exigente. Todo amor auténtico ha de ser mente, que protege y que perdona.
exigente, porque ha de desear el bien de
aquél a quien ama. No le da igual lo que PADRE TODOPODEROSO
éste pueda ser o hacer. No puede tolerar
indiferente que uno se haga daño a sí mis- Ahora bien, ¿por qué empezamos el Credo
mo o se degrade. Los padres buenos son diciendo precisamente que este Padre es
exigentes con los hijos porque los aman, todopoderoso? Tal vez queremos sugerir
porque quieren su bien. Evidentemente, que el poder es el atributo o la característi-
serán razonables en su exigencia; no pe- ca más esencial de este Dios al que llama-
dirán más de lo que sea oportuno en cada mos “Padre”?
caso o situación concreta, i sabrán perdo-
nar las recaídas de los hijos. Todo amor Pienso que no es exactamente así. Con la
auténtico es exigente pero es también per- palabra griega que se usaba en los credos
donador. Es consciente de la debilidad del antiguos - pantokrator - parece que mas
otro, y está dispuesto siempre a perdonar bien se quería sugerir que la paternidad
sus fallos y a ayudarlo a remontar. del Dios-Padre se extiende absolutamente
a todo, que nada queda fuera de esta pa-
También desde este punto de vista, la me- ternidad; que Dios es, sencillamente, Se-
táfora del Padre resulta bien adecuada ñor y Padre de todo el universo, y nada se
para hablar de Dios. En el contexto bíblico, escapa de su acción creadora y protectora.
si Dios prescribe sus mandamientos, es No hay ningún poder que le haga compe-
porque nos ama como un buen padre. Nos tencia. Es lo que el salmo 24 expresa di-
prescribe solo aquello que es para nuestro ciendo: “Es del Señor la tierra y todo lo que
bien, y si fallamos en cumplir lo que nos en ella se mueve, el mundo y todos los que
prescribe, Él está siempre a punto para lo habitan”.
perdonarnos. Basta con recordar aquella
perla del Evangelio que denominamos la Decir que Dios es todopoderoso no quiere
“parábola del hijo pródigo”, y que es mas decir - como tal vez podríamos pensar, ha-
un poder gratuitamente amoroso y
protector, que ama porque sí,
porque Él es bueno, no por lo que
nosotros le podamos dar