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AUSENTE
El vínculo entre padres e hijos y el contacto en los primeros años de vida es esencial, pero
ese vínculo hay que mantenerlo, más allá de su tierna época de bebé. Los niños necesitan un
referente para crecer, un espejo en el que mirarse y una persona que le acompañe, le escuche
y que esté con él cuando le necesita. En el caso de que los niños apenas tengan contacto con
sus padres o sientan que su madre o su padre está ausente, pueden tener, el futuro, toda esta
serie de problemas:
1. Poca confianza en sí mismos. Sin duda, el niño tendrá la autoestima baja y no será capaz
de creer en sí mismo. Esto será un gran obstáculo a la hora de tomar decisiones importantes.
2. Desconfianza en los demás. ¿Cómo va a confiar en los demás si ni siquiera sus padres
han estado ahí cuando les necesitaban? Esto desembocará en problemas para relacionarse
con los demás
3. Problemas de conducta. Muchos niños buscan llamar la atención de sus padres, y lo hacen
transformándose en 'pequeños niños rebeldes'. Se portan mal en el colegio, utilizan la
agresividad, se saltan las normas. Todo lo que sea necesario. Es una llamada de atención a
sus padres.
5. Constantes dudas. El no tener una referencia firme en la infancia hace que de mayores,
los niños no tengan claras las normas. Por eso pueden transformarse en adolescentes
dubitativos e indecisos, con problemas para tomar decisiones importantes y sobre todo, con
una incapacidad para comprometerse.
9. Adultos dependientes en exceso. Estos niños serán adolescentes con una dependencia en
un futuro por buscar alguien que tape ese vacío que sienten. Esto puede llevarlos a buscar de
forma enfermiza a personas que les cuiden. Tienen miedo a ser rechazados, a que les
abandonen. Por eso serán capaz de sacrificarse en exceso con tal de tener a alguien a su lado.
10. Continuo vacío interior. Es como un agujero que no logran tapar. En ocasiones, esta
falta de cariño de sus padres en la infancia los acompaña para siempre.
Recuerda, un niño no sólo está solo cuando los padres no están en casa. Están solos cuando
los padres no están con él, aunque estén en casa. Están solos cuando les destinan a ver la tele
para que no molesten, o a jugar con la tableta. Si quieres que tu hijo sea de mayor un adulto
sano, dedica un poco de tiempo al día a estar con ellos, a escucharles y sobre todo, a
abrazarles.