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DIOS ME AMA.

7 AÑOS.

PRESENTACIÓN.

Todos los encuentros tienen un objetivo: formar personas para amar. Ser persona
y relacionarse como persona, penetrada del espíritu de Dios, es el objetivo a
lograr. En cada edad se irá buscando esto. Cada edad nos presenta sus
posibilidades, y como educadores no podemos perder de vista, ni los objetivos, ni
la etapa evolutiva de los chicos.

Los encuentros se han ido haciendo en la práctica. Cada experiencia va afinando


los objetivos a lograr y los cornos. Los mismos chicos, con su interés o desinterés,
con su gozo o enfado, con el fruto posterior o el pronto olvido, van indicando qué
necesitan, qué les gusta, qué les hace verdadero impacto.

Los cuatro primeros encuentros son los últimos que escribí. Al hacer el de 9 años,
sentí la necesidad de preparar la tierra del corazón para las semillas del hombre
cristiano del futuro. Esta preparación va a consistir en hacer vivir a estos chicos
dos experiencias lindas. Una, ésta, para que se sientan amados de Dios: Existen
porque Dios los ama, tienen lo que tienen porque Dios los ama, El Primer
encuentro que intenta hacerles ver que son personas, y los dos siguientes van
sobre todo a preparar el corazón; tienen contenido muy sencillo y muy importante,
pero lo más importante es que los niños sientan que vienen del amor y son para
amar. En esa tierra preparada, la semilla del cristiano podrá desarrollarse más.

Este encuentro se llama los regalos porque estos chicos, en su limitación, captan
mejor el amor con el lenguaje de los regalos. Ellos entienden que quienes los
quieren les muestran su cariño con regalos, y quienes más los quieren buscan lo
mejor que pueden regalarles. La creación toda, su propia vida, los que los quieren,
Dios mismo, son regalos con los que Dios nos está diciendo: "Te quiero". El
subtítulo podría ser: La creación pues es de lo que más se habla, pero para
abarcar más preferí subtitularlo: Dios me ama.

Este encuentro se puede subir a 8 años y les queda bien, pero es mejor hacerlo a
los 7. Está pensado y ajustado a ellos y prepara el siguiente para los 8.

La idea es llevar a todo el salón de clase y a muchas de las mamas, para que así,
en una experiencia para ellos fabulosa, se ilumine el objetivo del curso de
formación y apoyados por sus mamas se entusiasmen en empeñarse por lograrlo.
Es mejor que el encuentro no sea en su mismo colegio, para darle importancia y
un ambiente diferentes.

Siempre ha sido para mí un gozo que agradezco a Dios, el evangelizar y formar a


los muchachos, a los adolescentes y a los niños; pero estos últimos gozos; poder
trabajar con estas pequeñas personitas de 6 y 7 años, ha sido un broche de oro.
Llegar a ellos es llegar al reino de la espontaneidad, del cariño y de la alegría, de
la frescura, la receptividad y el entusiasmo.

A ellos quiero dedicar este encuentro, a ellos quiero dedicar los trece encuentros,
pues quisiera ir con ellos, a lo largo de su vida de colegio, ayudándolos a sentir la
mirada de Dios-Amor sobre ellos, para irlos formando como personas para amar.
Esa es mi meta y mi ilusión. Pido a Dios que me conceda colaborar con El en esta
bella y fecunda tarea que tanto gozo produce. Pido a Dios que me conceda ayudar
a otros educadores a realizar lo que tanto desean: sembrar, en la buena tierra de
los niños, la buena semilla de Dios.

Eduardo Levy,S. J.

PRIMERA PARTE

Análisis de los niños

Voy a analizar a los niños que están en el curso donde la mayoría tiene 7 años,
aunque haya algunos de 6 y otros de 8.

No pretendo que todo esto valga para un niño determinado, como si lo estuviera
describiendo. Pretendo destacar las principales características y las principales
tendencias de estos niños, con miras a entenderlos mejor para formarlos mejor.

El proceso evolutivo se nota con claridad en los niños de esta edad. El educador
que quiere formar personas para amar necesita penetrar un poco en cómo va
madurando el yo y cómo se va orientando positivamente hacia unas relaciones
humanas buenas.

El yo en proceso de maduración.
Al ver a estos niños tan pequeños, brota en nosotros una sonrisa: son simpáticos y
despreocupados. Podemos correr el peligro de no dar la importancia que tiene. La
maduración que ya se está dando en ellos: la maduración de su yo en los
momentos en que empieza a ser más consciente.

A esta edad, el pequeño va teniendo mayor conciencia de sí mismo. Hay una


mejor capacidad de entender, de saberse distinto de los demás y de poder
compararse. Cuando estos niños dicen yo, tienen una más clara y rica idea de sí
mismos que un año antes. Esta conciencia incipiente de sí mismo va a pedir,
exigir, ser positiva. Un niño de siete años necesita, no sólo saber quién es, sino
tener confianza en sí mismo. Su dinamismo natural lo llevará a tener conciencia de
sí mismo y confianza en sí mismo. El educador lo debe ayudar. Oponerse a esta
confianza en sí mismo es una equivocación que hará mal al niño y lo hará sufrir
mucho.

Junto con la conciencia y confianza en sí mismo el proceso evolutivo facilitara al


niño un mejor dominio de sí mismo. Este proceso avanzará cabalgando en el yo
bronco del niño. El educador no debe olvidar esto.

Centrados en su yo.

El proceso de maduración lleva a los niños a centrarse en su yo. Su yo es el eje


de todo su psiquismo. Todo lo ven en función del yo y sus intereses. Su yo es
central en sus pensamientos y conversaciones.

El niño de siete años quiere ganar, ser el primero, sentir que lo prefieren, lo
distinguen, le dan la más alta calificación. Le gusta llamar la atención y
sorprendente. Le duele perder, ser menospreciado o criticado. Cree cualquier
exageración que lo deja en alto, y se molesta por una calificación justa que lo
rebaja un poco.
Es un mal perdedor.

Quiere que lo quieran mucho, que le muestren especial cariño. Fácilmente se


pone celoso. En especial a su madre la quiere con él y para él. Aunque ya se sabe
separar de ella, la quisiera a su disposición.

Quiere ser soberano. Aunque es obediente, se molesta mucho si alguien choca


con su voluntad. La contrariedad es algo que él no sabe manejar bien. Se revela,
huye, llora. ¿Cómo es posible que su yo deje de ser el centro?
Lo que le sucede con las contrariedades le sucede con las limitaciones e
incapacidades: no las logra asumir, cuando no puede abandona el intento ó lo
hace mal, sólo por cumplir.

Los intereses de su yo eligen relaciones y comportamientos. El olvido de si mismo


y el sacrificio por otros, no son flores que espontáneamente se den en este
tiempo.

El estar centrados en su yo, y la dificultad de su edad para salir de sí y pensar en


otros, me orientó a insistir más en el amor que reciben, que en el que dan.
El encuentro va dirigido a hacerlos sentirse amados de Dios. Es mejor ayudar a
que florezca lo que ahora puede florecer mejor. Este es buen tiempo para esta
obra, hay que dárselo sin prisa.

La visión optimista que los niños de siete años suelen tener es más realista que la
de niños más chicos. El niño quiere ser, pero ya no superman, sino él. Pero le
faltan medidores para medirse con más objetividad. Tiende a considerarse más y a
querer que lo consideren más. Él quiere estar orgulloso de sí mismo y piensa que
otros pueden compartir la misma admiración.

La necesidad de auto-valoración y auto-estima de los niños son puntos que el


educador debe mirar como importantes, pues es muy importante sembrar
confianza en sí mismo. Pero el niño debe ver que los otros también necesitan ser
respetados y estimados. Es bueno alabar, pero no adular. Creo que no es bueno
que la maestra acostumbre a los niños a palabras que no corresponden a la
realidad como: mi amor, mi vida, etc.

Atención, intelección.

La atención de estos niños es mejor que la del año anterior: pueden atender a más
temas y más tiempo. Pero es inferior a la de los niños de 8 anos y notablemente
inferior a los de los 9.

Si se intenta explicarles ideas, pronto se distraen, si se les cuenta una historia su


atención se mantiene más minutos. Su atención es débil si el maestro sólo habla,
es más fija si explica figuras. Si él solo habla no tendrá su atención mucho tiempo,
si los hace participar logra su atención bastante más tiempo. En un grupo grande
es más difícil mantenerlos atentos, en un grupo pequeño de 4 ó 5 es más fácil.

Aunque su atención es poco firme, pues pronto se distraen, se les puede


mantener atentos por mucho tiempo, si se sabe cabalgar sobre su inestabilidad. El
arte está en mantener la atención un tiempo en una cosa y saber saltar a otra
interesante para ellos antes de que se cansen de la primera. Ese nuevo punto
debe ser diferente, pero con el mismo hilo conductor que da unidad a todo el
trabajo delos niños. Así he podido lograr que el grupo se mantenga atento desde
la mañana a las 9:30 hasta la tarde a las 5:30 en todo el encuentro que es una
unidad con diferentes actividades, como se ve en la tercera parte. Estos niños
pueden estar concentrados en un solo trabajo mucho tiempo, si se respeta su
capacidad breve de atención en una misma actividad, su necesidad de novedad y
su capacidad decreciente de esfuerzo mental. Esto último exige que los trabajos
últimos exijan menor esfuerzo y sean más divertidos.

El maestro de chicos de siete años no puede exigir que retengan mucho, pues su
atención a los contenidos es pobre. Debe procurar que tengan experiencias
educativas felices que exijan un esfuerzo de atención a su medida que no los
canse. A esta edad es mucho más valioso que recuerden una experiencia feliz con
poco, pero valioso contenido, que una experiencia pesada con más contenido.

Si se quiere valorar la capacidad de entender de estos niños por su capacidad en


seguir razonamientos y síntesis, se les valorará como muy pobres. Pero hay en
ellos un entender básico muy valioso: ya pueden ir entendiendo el valor de las
actitudes humanas buenas y lo malo de las malas. Ya hay en ellos muy buenas
intuiciones sobre lo que debe ser y no debe ser, sobre quién es Dios y cómo nos
debemos relacionar con Él, sobre qué tipo de personas son las que los tratan. En
muchos casos muestran capacidad de entender causas y consecuencias y tienen
ya verdadero sentido común para decir lo que conviene hacer. Son capaces de
aprender de experiencias buenas y malas e ir formando principios sencillos, pero
valiosos. Sobre todo esto muchos dan su idea con claridad y seguridad. Muchos
ya tienen sentido de proporción.

Esta edad no es para una instrucción formal rica en contenidos que se aprenden y
se repiten como lecciones. Es tiempo maravilloso para ayudar a que formen ideas
para basar actitudes humanas fundamentales: Dios me creó porque me ama, hizo
todo para mí, para nosotros, porque nos ama. Debemos corresponderle a Dios
siendo buenos, haciendo el bien. Debemos agradar a Dios y hacer su voluntad.
Debemos tratar bien a los demás y cuidar las cosas que nos dio Dios. Ahora
entienden posturas básicas de obediencia, sinceridad, respeto, cariño, tacañería y
enemistad.

La demasiada importancia que dan a su yo hace que algunos sean mentalmente


tercos: se cierran a la razón y han de salirse con la suya. Para razonar con ellos
hay que dejar que se tranquilice el asunto y en tiempo oportuno volver sobre esto.
Es mejor que el educador lo ponga como el caso de otro niño.
Afectividad

Estos niños tienen mucha necesidad de cariño. Necesitan recibirlo, que se les
muestre, que sea sincero. Les encanta manifestarlo espontáneamente cuando lo
sienten. Son cariñosos, su cariño es efusivo. Se muestran gozosos de ver y estar
con las personas que quieren.

Los regalos les encantan, pues son manifestaciones de amor y los hacen sentirse
importantes: dos necesidades muy fuertes para ellos. Llegar al amor a Dios a
través de sus regalos es un camino adaptado a esta edad. Se puede reforzar la
vivencia con el razonamiento. Sus pequeñas experiencias de dar algo a quien
quieren les ilumina más la idea de que regalar significa querer y ser querido, y
querer es muy importante. Por esto conviene que le den un regalo a Dios hecho
por ellos mismos.

Los afectos de estos niños se manifiestan más espontáneamente que después.


Esto en sus sentimientos positivos es hermoso, pero en sus sentimientos
negativos es molesto, pues a veces se excitan, se enojan y atacan sin suficiente
motivo.

Están aprendiendo a manejar sus sentimientos, a veces parecen desconcertantes.


El mismo niño bueno, amigable y sonriente de pronto se enoja, se pone de malas
y se vuelve insoportable. No saben controlarse, parece que la mala impresión que
pueden causar no es suficiente para dominar su mal humor. Algunos todavía
lloran, los otros no se muestran extrañados. Ya conocen sus estados de ánimo y
los de otros, pero no suelen respetarlos, más bien son rudos en esto.

Sus ideas, pero sobre todo sus sentimientos, necesitan expresión. Sonríen, lloran
y su rostro se muestra radiante o nublado. Brincan y bailan de alegría. El cariño y
el gusto los hace abrazarte, querer estar contigo, subirse en ti. Ríen, dan gritos de
gozo, aplauden, cantan. Sacan la lengua o se lanzan a pegar.

Sentido moral.

La mayoría todavía no tiene una clara distinción entre lo bueno y lómalo;


confunden lo malo con lo que les puede causar regaños, como romper un plato.
En algunos puntos, como robar, desobedecer, pelear, burlarse, pegar, engañar, ya
la mayoría juzga que son actos malos. Pero un adulto no debe pensar que los
actos de estos niños son como los de una persona mayor, pues sus robos,
mentiras, peleas y desobediencias son menos conscientes, menos libres.

En general pueden reconocer y decir lo que es bueno en otros y en si, pero suelen
confundir lo accidental con lo esencial.

Estos niños quieren ser buenos. Ven que hay gente mala, eso no les parece, les
hace sentir cierta pena y querer no ser así.

Tienen un poco más de sentido crítico que el año anterior. Por eso ya pueden
juzgar algunos de sus actos con un poco más de objetividad. Este juicio es más
débil que el sentimiento de culpa que se despierta en ellos después de hacer algo
malo. Este sentimiento se aviva si sus padres o maestra lo hacen sentirse mal. Es
mejor que el educador les ayude a comprender por qué una cosa es mala, sin
hacerles sentir mal, pues eso ellos lo van a sentir de todos modos. Avivar el
sentimiento de culpa y no aclarar nada a su incipiente capacidad de juicio es tan
desatinado como cruel.

Para que no hagan algo malo es necesario advertirles con claridad lo mal del acto
y de sus circunstancias y recordarles con oportunidad que no lo hagan.

Algunas cualidades.

Los niños de 7 años son niños felices, alegres, espontáneos. Ya hay en ellos
sentido del humor, parece que la alegría de vivir y dar cariño está en uno de sus
niveles máximos.

Ahora ya saben estar en sí, son capaces de momentos serios de interioridad, no


por cortos menos valiosos y fecundos para ellos, en especial para su vida de
relación con Dios.

Quieren agradar, dar afecto. Son serviciales, algunos comparten con generosidad.
Fácilmente hacen amistad, pues pronto te tratan como si te conocieran de tiempo
atrás y si les eres simpático te quieren mucho y pronto. Si te tienes que apartar de
ellos lo sienten y te lo hacen sentir pero ¡o aceptan sin sufrir como un enamorado.

Algunos tienden a quejarse y decir que la gente es mala, pero si se les hace ver lo
bueno de una persona se abren al aprecio y al cariño con facilidad.
Ya saben trabajar con otros, se entusiasman con el trabajo que están haciendo
juntos. Ya hay en ellos sentimientos de solidaridad y valentía para defender a sus
amigos. Con supervisión de un adulto, son capaces de juegos organizados y de
trabajo constante por un tiempo largo.

Ya tienen sentido de compasión y fácilmente se mueven al esfuerzo para ayudar a


los pobres y a los que sufren. Esto es algo que el educador debe mirar como una
semilla valiosa que debe ayudar a desarrollarse.

Su deseo de gozar los lleva a querer repetir algo que les gustó, hasta la saciedad.

Relación con sus padres.

A esta edad buscan estima, aprobación, confianza, cariño y apoyo.


Espontáneamente reciben la dirección y la supervisión. Su idea de niño bueno
coincide bastante con la del niño obediente. Así pues, para ellos obedecer es
importante.
Tienden a pedir permiso. Sus padres son para ellos fuente de afecto y dirección.
Confían que ellos los van a proteger y no piensan que lo que les dicen y mandan
esté equivocado. Los padres deben no solo querer a sus hijos, los deben respetar
y dirigir con inteligencia.

Los niños ya están en un proceso de separación natural de sus padres. Los papás
deben ser conscientes de este proceso e inteligentes para sentir el ritmo en que
cada niño va a ir sintiendo su independencia, para no estorbarle y para no
acelerarla.

El niño en su necesidad de ser él mismo y alejarse de la tutela, fácilmente tiende a


pelear con su mamá. Estos pleitos muchas veces no tienen una causa precisa.
Nacen de estados afectivos confusos. Parece que pelear con su mamá los hace
sentir que son más, que pueden más, que merecen más consideración, que son
más independientes. Todo esto a nivel del sentimiento; no del entendimiento.

El papá juega un papel muy importante para el niño y la niña de siete años. Lo
admiran, lo quieren, gozan con él. Hacer algo con él es para ellos valioso y alegre.
Los papás deben saberlo y darse a sus niños.

Los papás deben dirigir con dirección preventiva, no con regañadas por lo que sus
niños han hecho mal y que no hubieran hecho si se les hubiera explicado,
motivado y recordado.
Las órdenes deben ser bien pensadas, bien formuladas, y pocas, para exigir de
verdad su cumplimiento. No se debe ordenar lo que podría darse como consejo o
sugerencia. No se debe hablar dando órdenes continuamente. Eso acaba con la
autoridad de la que da las órdenes.

Los papás deben pensar que la imagen de Dios que sus hijos se formen va a
depender, en buena parte, de la imagen que se formen de ellos.

Relación con su maestra.

Los niños de siete años quieren mucho a su maestra, si la sienten buena con
ellos. Les gusta estar con ella, tocarla, hacerle cariños, darle regalos. Es más
dependiente de su maestra que los de ocho. Por eso una maestra querida tiene
más influencia educativa.

Debe ser bondadosa; no rígida, disciplinaria, regañona y ofensiva. Los niños la


necesitan alegre, cercana, comprensiva; no triste, pesimista y autoritaria.

Debe buscar que los niños vayan comprendiendo con gusto; no que vayan
aprendiendo con temor y presión. Una maestra que se preocupa de que los niños
sepan mucho y no de lo que los niños puedan sufrir para lograr esa suma de
conocimientos, no es buena maestra para los siete años.

El niño de siete años ya sabe tomar pequeñas responsabilidades, las necesita. Le


gusta que se las concedan, pues esto significa para él, que lo estiman y le tienen
confianza. Pero la rigidez, la exigencia sin comprensión ni cariño, lo daña.

El niño necesita sentirse aceptado, apreciado, querido. Quiere atención y


distinción. La maestra puede hacerlo sentir que vale, que logra, que tiene éxito,
que merece reconocimiento y cariño. Debe tener mucho cuidado en no hacerlo
sentir fracasado. Si quiere hacerlo sentir vergüenza por algo, no debe hacerlo ante
sus compañeros, sino con mucha discreción a solas.

El niño de esta edad necesita seguridad en su comportamiento. La maestra debe


sujetarse a determinadas rutinas para que el niño sienta que sabe lo que hay que
hacer; pero en determinadas ocasiones dar margen de libertad para que el niño
vaya aprendiendo a enfrentar alternativas.

La maestra debe procurar no fomentar la tendencia de muchos niños de esta edad


a querer que se regañe a otro por lo que ellos hicieron.

Relación con sus compañeros.


Tienen un vivo sentido de reciprocidad: si tú me das yo te doy, si tú me quieres yo
te quiero, si tú no me quieres, yo no te quiero, si tú me pegas, yo te pego.

Ya hablan "de su amigo"; amigo para ellos porque les reporta alguna utilidad, no
en el sentido de amistad verdadera. Sin embargo con su amigo comparten, le
prestan y le dan con generosidad. Si un amigo les pide algo que supone molestia
mayor o privación de algo que ellos quieren, suelen decir que no; pero no suele
pasar de un enojo pasajero; siguen amigos.

Tienen clara tendencia a la imitación; si uno dice o hace una cosa muchos quieren
decir o hacer lo mismo.

Les gusta jugar con los de su edad, los niños suelen hacer juegos y luchas en
parte amistosa y en parte hostiles. '

En general no tienen en cuenta los sentimientos de los otros: insultan, atacan,


pegan, acusan, se burlan. El educador puede intervenir para hacer caer en la
cuenta y educar.

Las niñas tienden a manifestarse el cariño con estar juntas, jugar, hacerse cariños,
decir que son amigas e invitarse a sus casas.

Algunos niños y niñas muestran tendencia a dominar y a querer que los otros
hagan lo que ellos dicen. Muchos los siguen de buena gana.

Muchos buscan distinción y privilegios y se ponen celosos de algo que suene a


preferencia para otro.

La competencia con otros mejor dotados difícilmente la soportan, pues les cuesta
demasiado perder. Conviene organizar los juegos para que todos puedan ganar
algunas veces. La competencia en clase creo que no es sana para esta edad.

Relación con el otro sexo.

Prefieren juntarse y jugar con los de su mismo sexo, pero no con la actitud de
rechazo para el otro, que hay después. En los grupos mixtos suelen integrarse en
los equipos con naturalidad.
En los descansos las niñas se suelen sentar a comer, juegan juntas, van con su
maestra, charlan; los niños juegan, luchan, se persiguen.

No muestran interés por lo sexual. Eso de casarse o tener un bebé, no se lo


suelen plantear y si se les pregunta si piensan casarse y -tener hijitos pocos dicen
querer, pero el que no digan querer no indica no querer sino desconcierto.

Algunos niños que saben que los niños se forman en el vientre de la madre lo ven
muy natural, no se preguntan por qué empezó a formarse el niño, algunos se
preguntan cómo va a salir.

En general prefieren un hermanito de su mismo sexo, pero si es del otro también


se alegran.

Relación con Dios

Estos niños tienen una fe espontánea, son inclinados a creer y a gustar de su


relación con Dios. Les gusta ir al catecismo. El encuentro lo gozan sorprendente
mente.

Como lo que más pueden ver es su propio yo. Dios puede ser captado por ellos,
sobre todo, como el que los ama y les da todo. Así pues, Dios para ellos puede ser
presentado como el creador sabio, bueno, poderoso que los ama muchísimo y fue
haciendo todo pensando en ellos. Hay que corresponderle siendo bueno, A este
Dios que tanto nos quiere, le gusta que lo quieras. Este comportamiento bueno
hay que sacarlo de lo que ellos ven como ser bueno. Ahora es tiempo de cimentar
el querer ser bueno, no de aclarar mucho cómo serlo.

Es un error atemorizarlos con Dios. Poner a Dios unos ojos inquisidores que
siempre están viendo al niño con actitud de juicio y reprensión, es no tener idea de
cómo ve Dios a estos niños; cómo deben ver estos niños a Dios y cómo debe ver
el educador la relación de estos niños con Dios. Si estos niños, sobre todo pueden
ver a Dios como el que los ama, conviene más cimentar el deseo de ser buenos,
con el deseo de agradar a Dios.

Ahora les gusta que les cuenten con detalles historias de la Biblia. Les gusta
dibujar y representar escenas de lo que se les lee.

De Jesús sobre todo captan que es bueno, compasivo, que quiere ayudar y hace
el bien. Ser como Jesús es tener un corazón como el de Jesús.
La Virgen María es una madre buena que los quiere; no le gusta que les pase
nada malo. Debemos ponerla contenta haciendo lo que le gusta a Dios.

No veo oportuno ahora hablarles del diablo. Sin hablarles, fácilmente imaginan
que anda cerca; algunos sienten que les causó algún mal; que él fue el que se
llevó algo o hizo que se cayeran. La idea del diablo en ellos fácilmente se vuelve
atemorizante y nada positiva. Quizá, después, esa idea los haga tener un mal
recuerdo de su religión que, precisamente ahora, pueden concebir como la raíz de
todo lo bello y bueno.

Sentido social.

Muchos niños de esta edad, sobre todo cuando hacen oraciones en voz alta piden
por los pobres, por los enfermos, por los niños huérfanos, por los viejitos, en fin
por todas aquellas personas que ellos piensan que sufren, Esto tiene que tenerlo
muy en cuenta el educador que quiere formar personas para amar, sobre todo en
países donde hay cantidad de personas víctimas de la miseria.

Conviene que los niños, no sólo se compadezcan de los que sufren y pidan por
ellos, sino que vayan uniendo la compasión con el impulso a ayudar. Para esto
conviene que les presenten casos concretos de personas a las que ellos pueden
ayudar. Después se les debe contar lo útil que fue su ayuda. Esto se puede hacer
así: Los alumnos mayores que están visitando familias necesitadas les pueden ir a
contar casos en los que se necesita ayuda. No se trata sólo de dar unas monedas;
es mejor que traigan cosas, como zapatos, ropa, etc. Deben saber los nombres de
los papás, de cada uno de los niños, sus edades y problemas. Si su ayuda va
dirigida a personas que ellos han llegado a conocer a través de lo que les han
contado y de su imaginación, es mejor que a pobres desconocidos.

Este pedirles ayuda no debe ser muy frecuente. Lo que se debe intentar no es
tanto que ayuden mucho, sino que su corazón compasivo se vaya marcando, se
vaya orientando a mirar el sufrimiento con ánimo de hacer algo para remediarlo.
Ojalá que el grupo no pase el año sin haber tenido esta oportunidad una vez, dos
veces.

Es mejor si la misma maestra es la que está en contacto con familias muy pobres
y les cuenta a los niños lo que sufren, les dice lo que necesitan y les hace saber lo
buena que fue su ayuda.

El educador debe unir el amor a Dios de los niños con su amor efectivo a los
demás, sin olvidar a los más necesitados. Si los equipos de trabajo en el colegio
también hacen alguna acción por los demás, esto los une. En una línea que puede
ser muy buena para el futuro.

Este encuentro es para 7 años, no para los grupos donde predominan los niños de
6 años. Los niños de 6 años viven una experiencia feliz y provechosa, por el
impulso espiritual que reciben; pero la fuerza del encuentro no encuentra sujeto
que la asimile, con toda su riqueza y posibilidades.

Los niños de 6 años al fin te dicen que estuvieron felices; pero al preguntarles qué
les gustó dicen exterioridades: los juegos, el jardín, el trato que se les dio; tal
persona, bajar o subir una loma, subirse a un árbol, etc. La mayoría no dice nada
del valor del fondo.

A los 6 años no hay capacidad, en la mayoría, de valorar las ideas y actitudes que
se manejan en este encuentro. Al hablar tratan de repetir lo que piensan que
deben repetir, sin la chispa del descubrimiento personal que alegra la cara de los
niños de 7 años.

Cuando me ha tocado dar este encuentro a niños de 6 años donde hay un grupo
de 7, siento que los que están llevando el hilo del pensamiento y valoración de lo
que estamos haciendo son los de 7 años. Los chiquitos están presentes y
contentos, te miran y escuchan, pero sientes que les está quedando grande.

Los niños de ocho años lo hacen contentos, pero son capaces de más. Por esto
su encuentro les presenta delante el ideal de ser para amar, para que lo vayan
conociendo y apreciando.

SEGUNDA PARTE
PREPARACIÓN

Estas 5 observaciones son para el equipo formador que va a dirigir el encuentro.


Deben ser leídas cuando se decide dar el encuentro. Es importante que el maestro
del grupo lea esto y se integre al equipo.

Los encuentros están pensados para llevar a todo el grupo de clase. Ojalá que
vaya la mayoría.

Este encuentro, a ser posible, no debe ser en el mismo colegio, sino en otra casa
en donde haya capilla, salón, mesas, sillas y jardín o lugar para los juegos. No
debe ser en un club o lugar que invite más bien a jugar o excursionar.
1) PREPARACIÓN

A la preparación del grupo y del encuentro se debe buena parte del fruto.

A) Preparación remota:

a) Conocer a cada muchacho en lo personal; al grupo con su red de relaciones,


aceptaciones y rechazos, y, si es posible, también a los papas para que conozcan
y motiven el encuentro.

b) Irles entusiasmando por Dios y suscitándoles hambre del encuentro desde


mucho tiempo antes, de tal manera que tengan una ilusión de ir y encontrarse con
Dios, precisamente en la línea que les va a mostrar el encuentro: saber que Dios
me ama, conocer sus regalos, amarlo y corresponderle siendo buenos, teniendo
un corazón como el de Jesús.

c) Integrar el encuentro en el curso de formación, para que sea un punto


culminante donde queden claros y más motivados los objetivos del curso.

B) Preparación próxima (Poco más de una semana antes)

a) Hablarles del encuentro en las clases y motivarlos a ir a encontrarse con


Dios. Motivarlos a lograr los objetivos del encuentro.

b) Hacer ambiente de encuentros, con carteles, y trayendo a muchachos de años


superiores que ya hayan ido a encuentros para que motiven a los chicos.

C) En los encuentros de 6, 7, 8 y 9 arios hay que pedir a los niños que lleven un
sobre con dinero para una familia pobre.
El dinero no lo deben pedir a sus papas para darlo en el encuentro, sino sacarlo
de su alcancía o ahorrarlo a base de algún sacrificio. En la misa del encuentro
pueden decir que dejaron de comer o hacer para dar ese dinero.

La maestra antes del encuentro debe visitar una familia pobre. A los niños les va a
contar antes del encuentro, lo más que pueda de esa familia. Les debe dar
nombres, edades y contarles con detalle todo lo que vio, oyó y le impresionó. Los
niños, a través de sus palabras, podrán ir imaginando vivamente todo el cuadro y
haciendo familiares a las personas.
El dinero que den en el encuentro, se le va a dar a la maestra para que lo lleve a
la familia y cuente a los niños el bien efectivo que hicieron. Ojalá siga yendo, ojalá
lleve algunos niños, ojalá todos sigan cercanos y ayudando.

Esto veo que es muy bueno:

- La sensibilidad de los niños, su corazón naturalmente compasivo, encuentra un


objetivo.

- Su tendencia a lo concreto no encuentra un objetivo vago: los pobres, sino una


familia de la que su maestra les cuenta detalles y problemas.

- Su deseo de hacer el bien concreto va a poder unir deseo con ayuda efectiva.
Por esto se atiende a una familia, para que los niños vean que hicieron un bien
efectivo y solucionaron males que se hubieran quedado sin solución.

- Unen caridad con sacrificio personal, sin el cual los buenos deseos son estériles.

- La maestra se sensibiliza más, y hace de puente muy bueno entre los


sufrimientos y sus niños. La maestra tan importante para los niños de 6 a
9 años se convierte en una educadora deja conciencia social.

- La limosna se entrega en el ofertorio para unir el querer ser bueno y buen


cristiano con ayudar a los pobres.

C) Junta previa.

Esta junta se puede hacer como una semana antes del encuentro.

a) Lo interno.

En esta reunión se les presentan los objetivos del encuentro y los motivos buenos
y malos que pueden tener para ir.

Hay que motivarlos a prepararse con oraciones, y algún sacrificio.

b) Lo externo.

Dejarles clara la hora y el lugar donde se van a reunir para ir al lugar donde va a
ser el encuentro. En la distribución se indica que tienen que estar ya en la casa a
las 9:00 a.m. para empezar a las 9:30 en punto. A los papás que van a ir por ellos,
hay que citarlos a las 5:00 para la evaluación, para terminar a las 5:30 p.m. Estas
horas se deben adaptar a lo conveniente en cada lugar. Aquí' se supone que la
comida del mediodía es a las 2:00 p.m.

Formar grupos.

Estos grupos deben ser como de 5 y ojalá sean del mismo número. Menos de 4
son demasiado pocos y más de 6 demasiados; el mejor número es de 5 ó 6. No
conviene que haya más de 8 equipos.

La formación de los grupos la debe hacer el organizador del encuentro o el


maestro en el colegio, el día que se tenga la junta previa.

La formación de los equipos puede ser de tres maneras:

a) Libremente.

Se les dice a los niños que los equipos van a ser de 5, que se van a juntar
libremente, pero los equipos que queden más chicos van a invitar de los que
queden más grandes para nivelarlos.

Esta manera tiene la ventaja que los niños pueden quedar con sus amigos, pero
tiene la desventaja que no se combinan para facilitar otras relaciones, y que
algunos, que son invitados por otro equipo, pueden quedar menos a gusto.

El que quede con sus amigos es bueno, porque la experiencia del encuentro junto
le puede hacer mucho bien y unirlos más en espíritu de superación. Su madrina
los puede ayudar.

b) Por suerte.

Este sistema favorece que todos se relacionen más con otros y que puedan ser
motivados a esto por su maestra. Tiene la desventaja que el grupo de amigos no
viva la experiencia junto. Quizá conviene separar un grupo que se va cerrando y
esta manera les puede ayudar.

C) Equipos formados por el maestro.

Se presenta una lista con todos los niños ya en sus equipos.


Esta manera tiene la ventaja que el maestro acomoda a los niños que él ve que
conviene que se relacionen más y separa algunos traviesos o que nunca se
separan, para que estén donde mejor convenga.

La desventaja está en que los niños no opinan.

El organizador y el maestro deben ver qué método conviene más. Conviene


explicar a los niños por qué se escogió tal modo de formar los equipos y
motivarlos a lograr sus ventajas.

Ya que tienen su equipo conviene que elijan capitán, fotógrafo y dibujante.


El dibujante se va a encargar de hacer un cartel del equipo para ponerlo en su
lugar de reunión. Puede tener ayudante. También algún hermano o su papá le
pueden ayudar. Este cartel se hace sólo en este encuentro. No conviene ponerles
gafete con su nombre, se distraen con él.

Si ya se saben los nombres de las madrinas, se puede escoger madrina.

Si el equipo no tiene fotógrafo no importa. Ojalá que en todo el encuentro haya por
lo menos un fotógrafo para tener un recuerdo de la experiencia. Algunos
organizadores después les ponen las fotos en público.

Se pone nombre a cada equipo. Lo más práctico es señalarles número: equipo 1,


2 etc. y que se pongan el nombre que quieran. Suelen ponerse nombres de
animales, lindos las niñas y feroces los niños. Se les puede motivar a tener
nombres de santos o sugerentes, para que no se pongan nombres de caricaturas
americanas.

Lo que se debe llevar.

Cada uno debe llevar.

1. Colores, lápiz y lo necesario para dibujar.

2. Un sobre con la ayuda económica para la familia pobre. Deben saber bastante
sobre esa familia para decirlo en la misa del encuentro.

3. Su comida para mediodía y para media mañana si el organizador no la va a


llevar. Se les debe advertir que no lleven comida guiados por la gula.

4. Un regalo para Dios. Lo deben hacer ellos, puede ser un dibujo o una figura,
algo que suponga trabajo y cariño.
5. Una carta de sus papas donde diga algunas de las cualidades del niño, que lo
quieren mucho y que Dios lo quiere mucho.

Nota sobre las cartas de los papás.

Aunque se indica que se pida una carta a los papas, veo que conviene mejor dejar
esto para el ano siguiente, pues el impacto entonces es más fuerte.

Consulté con directoras de encuentros de esta edad y encontré en este punto


opiniones divididas, varias ven valioso el que los niños vayan coleccionando las
cartas de sus papás; otras prefieren dejarlas para el año siguiente.

Cuando veo que los niños se distraen cuando les leen su cartas, creo que si se les
pide carta, conviene pedir sólo una tarjeta pequeña, en la que les digan que los
quieren y algunas de sus cualidades. Es lo que les queda.

El organizador debe llevar.

1. Las hojas para los trabajos: una por chico y dos por equipo.

2. Debe ver si hay todo para la misa. Se va a necesitar un niño Dios, bonito y no
pequeñito, para que los niños lo abracen y hagan su comunión espiritual.

3.Una corona de cartoncito amarillo para cada uno, con un corazón rojo delante,
para coronar a los reyes o reinas de la creación y del amor.

Las coronas se deben llevar en tiras ya recortadas con sus picos, pero no ya
pegadas, como para solamente ponerse. Deben ajustarse a cada niño, ya allá en
el encuentro. Para esto es necesario llevar tantos carretes de cinta pegante
transparente, como equipos haya. Cada madrina coronará a su equipo.

4. Un Nuevo Testamento por equipo, basta con los evangelios.

5. Debe conseguir a las madrinas o asesores para todo el encuentro, que lleven
bolígrafo.

6. Si es posible un coro de mayores para cantar a la hora de la misa, a las 13:10


7. Se puede llevar un arbolito, símbolo del grupo, para sembrarlo después.

Nota sobre el arbolito.

El ofrecer el arbolito es de poco impacto, pero si después va a tener una


ceremonia para sembrarlo, en un lugar donde los niños lo puedan ir viendo crecer,
creo que vale la pena. Si sólo se ofrece, o se va a sembrar donde no lo vuelven a
ver, es mejor suprimir esto. Si ya se hizo esto el año anterior conviene dejarlo.

El organizador y el director se ponen de acuerdo a ver quién va a llevar:

1. La oración inicial y final si se ve que los niños ya pueden leerla.

2. Los pequeños diplomas o estampas para recuerdo. Son más pequeños que los
de los años superiores porque llenar los grandes les lleva mucho tiempo.

Estos diplomas se deben hacer en cartulina buena, a dos tintas.

3. El material para la conferencia, la franela negra 1.80 x 1.20 y lo necesario para


fijarla.

Conviene invitar a todos los padres de los niños a que estén con ellos en su
encuentro.

2) SELECCIÓN

Ni el maestro ni el organizador deben rogar, presionar u obligar; es mejor ofrecer


algo para quien lo gane, haciendo méritos o mostrando su voluntad de asistir.

Llevar a uno que no quiera ir, o para ver qué se le queda, es un error. Daña al
grupo en el encuentro y después de él.

3) AMBIENTE DEL ENCUENTRO

El ambiente del encuentro debe ser:

a) Ambiente amigable, agradable.

Los que dirigen el encuentro deben ser amables, comprensivos, cercanos.


Los niños deben sentirse apreciados, que se les van reconociendo sus esfuerzos y
su buena voluntad, que se admira cómo van entendiendo y respondiendo,
trabajando y aprovechando. Hay que fomentar su entusiasmo y su gozo.

b) Ambiente de disciplina.

Los chicos deben sentir desde el primer momento que el director y el equipo
tienen todo bien pensado y organizado, y que vale la pena entrar de lleno al
encuentro.
La disciplina debe ser natural, exigida por el mismo interés de las cosas; se van a
ir exigiendo lo que los chicos, con un poco de aplicación, ven obvio que se debe
hacer.

La organización, el orden, la puntualidad, deben ser preocupación del director,


pero no debe sufrir mengua el ambiente agradable.

El director se puede ayudar haciendo una lista del desorden. Allí se puede apuntar
al que desordene, para llamarle la atención de una manera especial, por desorden
o impuntualidad. El director dice a los chicos que al que tenga dos anotaciones se
le retendrá el diploma. Rara vez llega alguno a dos; entonces después del
encuentro, en el colegio, tiene que hacer méritos para recuperar el diploma.

Es importante sujetarse a la distribución del tiempo para que las actividades no


queden desproporcionadas.

C) Ambiente espiritual.

Desde la primera invitación los niños deben sentir que son invitados a un
encuentro con Dios, no sólo a una diversión agradable.

Les debe quedar claro que no van a una clase sobre Dios, sino a tratar en serio de
acercarse a Dios y a hacerse diferentes del niño que eran.

En el encuentro se debe procurar este ambiente de cercanía con Dios.

D) Ambiente de trabajo.

Si los chicos sienten que sus directores lo tienen todo bien pensado y que vale la
pena trabajar, se entregan.

Deben sentir que trabajar bien es un placer; por eso todo debe estar adaptado a
ellos, para que lo puedan realizar con facilidad y gusto, con agilidad y provecho.
Desde la junta previa deben saber que van a trabajar mucho, bien y felices.

4) LOS QUE DIRIGEN EL ENCUENTRO.

a) El organizador.

Es quien selecciona y prepara al grupo.

Para seleccionarlo habla con el maestro del grupo, ve si conviene poner pruebas y
qué pruebas se les pueden poner a los distintos chicos y con quién habría que
hablar en particular.

El organizador es quien organiza la propaganda, motiva al grupo, invita a los


muchachos mayores que hayan hecho encuentros para que motiven al grupo.
El consigue la casa de ejercicios o el lugar donde vaya a ser el encuentro.
El organizador puede mandar una circular a los papás.
El busca y motiva a los asesores o madrinas, una para cada equipo.

Debe revisar todo lo que necesita y sentirse responsable de llevar él, o de saber
quién va a llevar cada una de las cosas necesarias.

Se pone dé acuerdo con el director del encuentro y con el sacerdote.

b) El director.

Debe conocer el encuentro y los detalles, ojalá que haya asistido a uno bien
llevado. Debe leer el análisis de los chicos de esta edad y saber cómo hablarles,
preguntarles y tratarlos. De su intuición de los muchachos y del grupo, de su
claridad y agilidad en las preguntas, de su manera de ir llevando la dinámica de
las mesas redondas, de su capacidad para hacer síntesis breves y completar lo
que los chicos dicen, de su oportunidad para subrayar, concluir y hacer sentir; de
todo esto va a depender que el encuentro sea bueno.

Sus indicaciones deben ser claras, amigables, firmes. El grupo debe sentir que el
director sabe lo que quiere con precisión, y tiene la rienda del grupo.

El director da todo el ambiente del encuentro.

Si un grupo dirige el encuentro, debe haber una cabeza y los chicos deben saber
quién es.
C) El Sacerdote.

El sacerdote, si sabe dirigir e! encuentro, si se sabe adaptar a estos niños y puede


estar todo el tiempo, creo que es bueno que él sea el director.
Si no puede ir a todo el encuentro, basta que celebre la misa.

Debe entender el encuentro, para que la misa lo centre, para esto conviene que el
organizador comente con él el horario.

D) Los asesores o madrinas.

Casi en todos los encuentros que he tenido con estos chicos, los asesores han
sido señoras, mamas de ellos, lo hacen muy bien, los chicos las aceptan
plenamente y ellas salen entusiasmadas. Los chicos mayores lo hacen bien, pero
las señoras lo suelen hacer mejor. El organizador debe seleccionar y preparar a
estas señoras, a la maestra del grupo o a quien vaya de asesor.

Cada grupo o equipo de 5 debe tener un asesor, el organizador y el director


pueden serlo, pero si hay madres de familia entusiastas, es mejor que ellas sean.
Los asesores se encargan de que su equipo trabaje bien.

Los trabajos de los asesores o madrinas son:

Estar con su equipo, motivarlo, animarlo, mantenerlo alegre, ordenado y puntual.

Las que sepan cantar ojalá lleven guitarra y hagan cantar a los niños en los
momentos oportunos.

Al llegar ubican a su equipo en su mesa. Escriben en cada diploma el nombre del


niño y los motivan a leer cada uno la carta de sus papas. Si algunos libremente
quieren la dan a su madrina para que la lea al equipo. Se puede escoger una para
darla al director.

Después del acto inicial vuelven con su equipo para hacer la lista de los regalos de
Dios. Sólo deben anotar lo que dicen los niños, pero hay que hacerlos que piensen
para que la lista sea por lo menos de 25 palabras.

Para la conferencia deben tener listas las coronas y la cinta pegante transparente.
Cada una va a coronar rápido a su equipo.

La coronación es hacia el fin de la charla.


Antes del descanso debe salir alguno de los asesores a preparar lo que va a tomar
el grupo.

En el trabajo personal cada niño va a dibujar algo donde se vea algo que Dios nos
ha dado con sabiduría y amor. Ningún niño puede dibujar algo igual a otro de su
mismo equipo. Deben poner algo escrito: una oración, un mensaje. Esto suele ser
una línea.

En la reunión de mediodía, el grupo se debe dividir en grupos de 2 ó 3 equipos,


para que en cada uno haya unos 10 niños (a lo más 15). Uno de estos grupos lo
va a dirigir el director; el otro o los otros los dirigen las madrinas que lo puedan
hacer mejor.

Ver esta reunión.

Las demás madrinas convienen que se coloquen en una segunda fila sin hablarles
a los niños.

Ojalá que las madrinas en la misa participen cuando el sacerdote lo pida, y c


comulguen.

A la hora de comer, conviene que coman con su equipo. Preparan al grupo para
que cada uno diga una oración antes de comer. Animan a los niños a compartir y a
comer en paz.

Se pueden encargar de organizar los juegos.

Se encargan de ayudar a los niños a preparar su obra de teatro y a ensayarlas


varias veces. Si quieren pueden actuar; a los niños les gusta.

Se encargan de que la casa quede arreglada.

En la evaluación opinan sobre su equipo y sobre todo el grupo.

Ojalá que después del encuentro sigan animando al equipo.

Es importante que las madrinas se ubiquen en un encuentro de niños de 7 años


que debe ser ágil, y en un horario medido con precisión, que no debe
desproporcionarse.
Los asesores deben ir preparados a una convivencia continua con sus niños. No
deben dejar a sus equipos para ponerse a conversar haciendo grupo aparte. Dejar
ir a una empresa apostólica y a ser consecuentes con lo que dicen.

Si tienen a su hijo allí', conviene que lo animen a integrarse a su equipo y a


refugiarse con su mamá.

5. OBJETIVO Y ENGRANAJE DE IDEAS.

Objetivo.

Cada encuentro pretende interiorizar con claridad, fuerza y gozo los objetivos del
curso de formación correspondiente a esa edad.

En esta edad se pretende hacer sentir a los niños que Dios los ama, que cada uno
es importante para Dios, quien ha creado todo para él con amor y sabiduría. Para
corresponder hay que agradar a Dios siendo bueno, teniendo un corazón como el
de Jesús.

Engranaje de ideas.

Siguiendo el horario, las ideas se encadenan así:

Se inicia con un padrenuestro. Antes se les hace centrarse en que se va a rezar


para ofrecerle a Dios nuestro trabajo y pedirle su ayuda.

Dios nos ama.

La charla inicial presenta el objetivo del encuentro. Que vean que va a descubrir
el amor que Dios nos tiene, que nos lo muestra con sus regalos.

Se les hace decir los regalos que han recibido y de quién, para que vean que las
personas que les dan regalos los quieren. Ellos también dan regalos a los que
quieren. Dios que nos quiere tanto nos da cantidad de regalos. Hoy vamos a dar
nos cuenta de esto. Va a ser un día maravilloso: el día en que vamos a saber lo
mucho que nos ama Dios. Vamos a estar felices y vamos a querer amar más a
Dios y agradarlo más.

1) Qué nos ha dado Dios

En la reunión de equipos, cada uno y los de su equipo, van a ahondar en lo que


Dios nos ha dado, haciendo cada equipo su lista de regalos. Se presenta en forma
de acción de gracias. En el momento de oración de equipo se sienten unidos con
Dios y en Dios.

La conferencia es para que tengan una visión más completa de todo lo que Dios
quiere darle a cada uno para que cada uno sienta: Dios me ama, valgo, me alegro.
La porra, barra o hincha resume, entusiasma y graba.

2) Para qué

Los dibujos vuelven sobre lo que Dios les ha dado y preparan para profundizar
más en la bondad y sabiduría de Dios viendo para qué nos ha dado cada cosa.

La reflexión de la mañana va a mirar la sabiduría y bondad de Dios que nos da


las cosas para nuestro bien porque nos ama. En esta reflexión van viendo cómo
todo lo hizo Dios para nosotros, cómo somos la corona de la creación y cómo
Cristo quiere llevamos a ser lo que Dios quiere: que seamos como El, personas
que quieren hacer el bien a los demás.

II Nuestra Respuesta.

1) Unirnos con Dios

La misa, muy participada por los niños, les va a dar una visión de lo que deben ser
nuestras relaciones con Dios. Allí' entienden más lo que es la misa, piden perdón,
escuchan el mensaje de Dios, levantan sus peticiones, ofrecen sus regalos y su
deseo de ser buenos, se alegran porque va a venir Jesús tan cerca de ellos, lo re
conocen como Dios y Señor, se unen con toda la Iglesia, desean recibirlo, se unen
a El besando al niño Jesús, dan gracias, cantan.

La comida y los juegos unen al grupo y lo hacen vivir momentos de gran alegría.

2) Tener un corazón como Jesús.

Las representaciones de escenas del evangelio los hacen gozar y descubrir que el
corazón de Jesús es un corazón compasivo, bueno, dispuesto a ayudar y
perdonar. Si quieren corresponder a Dios deben tener un corazón como el de
Jesús.

3) Ser buenos como Dios nos ilumina ahora.


La reflexión saca la lección de las representaciones y concretiza qué es para
ellos ser bueno. Es lo que le van a ofrecer a Dios: intentar ser buenos para
corresponder a su amor.

La evaluación hace que los chicos aprecien más la experiencia que ha vivido. A
esto contribuye la opinión de sus mamas.

La despedida de Jesús es la oportunidad para terminar alrededor de Jesús


unidos en oración.

En el trabajo posterior del educador y las mamas, acuérdense de lo que han


vivido estos niños.

TERCERA PARTE

REALIZACIÓN DEL ENCUENTRO

Horario
9:00 Llegada
9:30 Acto inicial
10:00 Reunión de equipo. Listas. A
10:25 Charla*
11:10 Descanso
11:35 Grupos. Dibujos. A
12:00 Reflexión*
12:50 Descanso
1:00 Misa*
1:50 Preparación de la comida
2:00 Comida A
2:35 Juegos
3:35 Lavarse y elección de las obras.
3:45 Preparación de las obras A
4:05 Representaciones *
4:25 Reflexión *
4:40 Descanso
5:00 Evaluación*
5:20 Despedida de Jesús
5:30 Salida
Este horario se debe adaptar a cada lugar poniendo la hora de comida de
mediodía a la hora conveniente y adaptando la entrada y salida, pero manteniendo
la duración de las actividades.

El horario no se debe poner en público. Se debe respetar lo más posible.

Las actividades marcadas con A indican que el grupo pequeño trabaja con su
asesor o madrina. Los * indican que antes de esa actividad se debe leer una de
las cartas elegidas.

Antes de cada actividad se dice la oración. El que dirige dice: Vamos a trabajar.
Todos contestan: Por Cristo v en Cristo Esta oración a los pequeños les gusta
repetirla varias veces. Es la oración de todos los encuentros.

Explicación.

7:00 Llegada.

Es muy importante llegar a tiempo; el tiempo está medido.


Conviene que conozcan la casa; nadie debe salir de ella.

El director y el organizador ven dónde van a tener la conferencia y las reuniones


de equipo.

Se pide a todos los niños que se formen por equipos. Si los equipos no son de 4 ó
5 o a lo más, de 7, hay que nivelarlos. No es necesario que sean del mismo
número pero no deben ser de menos de 4 ni más de 7. Lo mejor es 5. Si hay que
hacer que algún niño cambie, hay que motivar. No conviene que haya más de 8
equipos.

Ya que 'los equipos están nivelados, si no han escogido madrina para que los
asesore todo el día, la escogen. Lo mismo capitán.

El director, en esta media hora, debe encontrar unos minutos para hablar con las
madrinas y aclarar las dudas que ellas tengan. No es necesario explicarles todo lo
que habrá.

Luego el director les dice que cada equipo va a tener su lugar de reunión. El
director puede indicar dónde no conviene y dónde conviene más, pero debe dejar
que escojan. Cada equipo escoge su lugar de reunión. Allí colocan mesa y sillas,
ponen sus cosas, pero no sobre la mesa de trabajo. Si es posible en otra mesita.
Si hay perro, gato o sol deben proteger la comida.

En este tiempo la madrina pone el nombre a los diplomas. Puede llenarlos


después. Los niños no deben llenarlos, pues suelen hacerlo mal.

Si hay cartas de los papas conviene leerlas ahora. Esto sólo en este encuentro. En
todos los demás de primaria se leen después del acto inicial. En este se intenta
que los niños se centren después en su carta-oración.

Mientras los niños se acomodan, el director debe cerciorarse que esté abierta la
capilla y que haya lo necesario. Debe preparar el salón para la conferencia y poner
la franela.

Un poco antes de las 9:30 se llama a todos los niños a que se formen frente a la
capilla, por equipos.

8:00 Acto inicial.

A las 9:30 deben estar todos formados frente a la capilla. Se les da una pequeña
exhortación al respeto en la capilla. Se les indican sus lugares en ella, y van
entrando por equipos. Sus madrinas se pueden quedar atrás del grupo.

Para iniciar, se reza un padrenuestro. Antes se prepara al grupo diciéndoles que


se va a rezar un padrenuestro para ofrecer a Dios nuestro trabajo y pedirle su
ayuda. Luego se les va preguntando para qué se va a rezar ese padrenuestro.
Les cuesta trabajo decir que para ofrecerle nuestro trabajo y pedirle su ayuda
porque hay muchos que todavía no se concentran, a estos hay que preguntarles lo
mismo hasta que todos están centrados y se ve que ya atienden a lo que van a
hacer.

Al terminar el padrenuestro se les dice que van a tener un minutó de oración para
que cada uno le ofrezca a Dios su encuentro. Para esto conviene saber de qué se
va a tratar. Esto lo voy a explicar ahora. Siguen en la capilla.

8:30 Charla inicial.

Esta charla es una conversación con los niños.

1a. pregunta: ¿Qué regalos te han dado? Ellos van diciendo qué regalos han
recibido. No se trata ahora de decir los regalos de Dios.
2a. pregunta: ¿Quiénes te han dado regalos? Ellos contestan: mi mamá, mi papá,
abuelitos, tíos, etc.

3a. pregunta: ¿Tú has dado algún regalo? ¿A quién? ¿Qué? Es importante que se
haga notar que han dado regalos a algún amigo.

4a. pregunta: Esta pregunta es para destacar que los regalos se dan por amor. Se
puede formular de varias maneras a los niños.
¿Por qué se dan regalos las personas?
' ¿Quiénes nos dan más regalos?, ¿las personas que más nos quieren u otras?
¿Por qué les has dado regalos a tus amiguitos?

Conviene decirles que todos los regalos tienen dos letreritos invisibles: Te quiero y
quiero que me quieras.

Ya que han visto que los regalos indican amor y que los que más quieren dar
regalos nos están mostrando más amor, se les dice que este día vamos a damos
más cuenta de la cantidad de regalos que Dios nos dio y del gran amor que nos
tiene.

Ahora vamos a pedirle a Dios que nos ayude a conocer sus regalos, a comprender
su amor y a querer quererlo. Cada uno va a-pedir por sí mismo, por sus
compañeros y por los que van a dirigir el encuentro para que sepan hacernos
comprender y ser más amigos de Dios.

9:00 Oración personal

Los niños son capaces como de un minuto de oración personal. Conviene


centrarlos un poco. En cuanto se ve que varios empiezan a distraerse hay que
terminar.

Invitación a la Virgen María,

Se les motiva a invitar a la Virgen María al encuentro y se reza para. Esto una
avemaría. La rezan de pie.

9:30 Descanzo.

10:00 Explicación de la reunión de equipo.

Al terminar el avemaría, en la capilla, se les explica que van a ir a sus lugares de


reunión. Para hacer en ellos la lista de regalos de Dios según le tocó a cada
equipo. Esta lista se hace en forma de oración de acción de gracias, por ejemplo
el equipo 4 va a poner en su hoja: Gracias Señor, o gracias Padre Dios por: Los
pinos, etc. Conviene hacer la lista en columnas. Si se da gracias a Dios por dos
tipos de cosas se hacen dos columnas. Al fin se pone el nombre del equipo y, si
son muchos, su número.

Las cosas por las que hay que dar gracias son:

Equipo 1 Por las partes del cuerpo


Equipo 2 Por los animales domésticos y las razas de perros

Equipo 3 Por los árboles y las frutas


Equipo 4 Por las flores y las verduras
Equipo 5 Por las aves y los peces.
Equipo 6 Por el agua en todas sus formas
Equipo 7 Por los aparatos
Equipo 8 Por los metales y piedras preciosas.

El orden favorece las oraciones que a los niños les gusta más hacer.

Al terminar la explicación se van dejando salir los grupos. Conviene detener a las
madrinas y asegurarse que está claro lo dicho.

Mientras los equipos trabajan se prepara todo para la conferencia en especial


tienen que estar listas las coronas, el número justo para cada equipo.

10:20 Reunión de equipo.

Cada equipo debe estar en su lugar de reunión, en su mesa con sillas. Allí se hace
lo que se explicó en la capilla. Hacer la lista sirve para introducirlos más en el
tema, y después darle más interés a la conferencia.

Conviene avisarles cuando quedan cinco minutos para terminar. Enseguida deben
pasar todos los equipos al salón aunque no hayan terminado.

Conviene preparar el salón para que estén por equipos. Sus madrinas atrás.

10:50 Charla.

La charla se tiene en el salón, los niños se colocan como para escuchar una clase
en líneas rectas o curvas, pero no en círculo.
El objetivo de esta charla es que tengan una visión de lo que Dios nos ha dado. Se
presenta a Dios pensando en cada uno de los niños, para quien pensó todo y a
quién dio todo porque lo quiere mucho. Así el niño podrá pensar y sentir: Dios, me
ama porque me ha dado todo.

El franelógrafo puede ser de 1.80 x 1.20. Las figuras de 20 cm, con papel
terciopelo o gamuza por atrás. Las que pongo aquí son sólo para dar una idea;
conviene recortarlas de revistas o dibujarlas.

El esquema es sencillo. Lo pongo con un poco de desarrollo.

Dios es amor y te ama con su gran amor (letrero amor). El, antes de que nacieras
pensó en ti como en un rey de la creación y quiso crear un mundo para ti: Iba a ser
tu casa.

Pensó en nuestro planeta la Tierra. (La Tierra) Pensó donde ponerlo: a una
distancia conveniente del Sol para que no nos heláramos, ni nos muriera de calor.
Pensó que girara para que hubiera día y noche. Pensó en la luna y las estrellas.
La tierra, nuestra casa iba a tener cielo hermoso de noche y de día.

Dios colocó la Tierra en el espacio, pero se preocupó de que ella misma fuera
buena y hermosa. Tú ibas a ser un rey, el rey de la creación, y te iba a hacer
reinos para que reinaras.

El primer reino es el reino mineral. El reino de los seres que existen, tiene energía,
pero no-vida. Dios crea montañas. Unas enormes, otras menos grandes para que
pudiera escalar un niño. Creó, tierras planas y cordilleras, peñascos y barrancas.
Lugares bellos para hacer ciudades.

Todo lo rodeó del aire maravilloso que íbamos a poder respirar. Lo hizo
transparente, tan suave que quieto no lo sentimos y tan ligero que puede moverse,
soplar, hacerse brisa y acariciar a los árboles y a las personas.

Dios puso en el interior de las montañas metales y piedras preciosas. Vamos a


pasar a la madrina del equipo conocedor de los metales y las piedras preciosas a
que nos lean su oración de acción de gracias. Pasa la madrina y lee su oración
lista. Se pide a los integrantes del equipo que levanten la mano y se les aplaude.
Dios puso en los metales y en las sustancias de la tierra muchas posibilidades y le
dio al hombre inteligencia para descubrirlas y hacer aparatos. Vamos a pasar a la
madrina del equipo de los conocedores de aparatos para que nos lea la oración de
acción de gracias por los aparatos...

Si hay menos equipos se pide al grupo que digan nombres de metales.

Dios no dejó nuestro planeta seco, creó la maravilla del agua. Como es tan
hermosa y útil la creó en abundancia. Vamos a pasar a la madrina de los
conocedores del agua a decir su oración de acción de gracias por el agua.

Dios puso a nuestro planeta aire, tierras y mares así lo preparó para crear la vida.

Dios no quería que tú vivieras en un mundo sin plantas. Por eso creó los pastos y
las plantas. Los bosques y las flores (figura que muestra flores y frutas) Creó el
remo vegetal

Vamos a pasar a la madrina del equipo de los conocedores de los árboles para
que nos lea su oración de acción de gracias...

Así se pasa a la madrina del equipo de los conocedores de las flores y si hay de
los conocedores de las legumbres y granos, si no sólo se les pregunta y se les
muestra admiración de todo lo que saben y se les hace notar la sabiduría y
bondad de Dios.

Las frutas se pueden nombrar junio con los árboles, pues muchas de ellas se dan
en árbol. Se les puede pedir que cierren los ojos e imaginen su fruta favorita, la
huelan, la prueben, se deleiten.

Las plantas tienen vida pero no-movimiento, no sienten.- Dios creó una vida
superior, nos dio el reino animal. Se coloca la figura con perros simpáticos en el
franelógrafo.

Ahora pasa la madrina del equipo que hizo la oración para dar gracias a Dios por
los animales domésticos y las razas de perros... Ahora vamos a leer la oración de
acción de gracias por las aves y los peces. Esta oración es más difícil. Vamos a
oiría.. .

Dios te ama mucho por eso te dio todas las plantas y los animales. Pero Dios- no
sólo pensó en el mundo en el que ibas a vivir; pensó en tí. ¿Qué te dio a ti con
tanto amor? Aquí pasa la madrina de los conocedores del cuerpo humano y lee su
oración de acción de gracias.
Dios quiso que tú nacieras en una familia para amarte a través del amor de tu
madre. . . de tu padre. . . de tus hermanos. . abuelitos. . . tíos... primos...
Te quiso hacer tu casa: la Tierra con su reino vegetal, animal y con uno
maravilloso: tu reino familiar. Dios te quiso dar ese reino de amor que El quiere
que sea la familia.

Ahora van con su madrina para que los coronen reyes de la creación y del amor y
vuelven.

Dios todavía quiso demostrarte más su amor y te dio otra familia: su familia.
El quiso ser tu Padre y a su Hijo Jesús lo hizo tu hermano y a María, tu madre.
Nos dio una familia pequeña: la nuestra y una grande, la suya: la Iglesia que se
forma con todos sus hijos que lo quieren querer.

Se les hacen brevemente unas cuantas preguntas para que quede claro que
Dios nos dio todo porque nos ama; el mundo, los tres reinos, nuestra vida, a
familia y la Iglesia.

Luego se les dice que se les va a enseñar una porra, barra o hincha. Se ponen de
pie.

La porra se repite dos veces con su tonada.

Porra, barra, hincha

Dios me dio
la creación (brazos arriba, abiertos, manos abiertas hacia fuera)
yo le doy
mi corazón (manos abiertas sobre el pecho)
Viva, viva. Dios me ama (manos arriba, empuñadas, sacudidas)
Viva, viva, yo lo amo (manos arriba, empuñadas, sacudidas).

Luego se repite lo mismo saltando.

Se grita como alargando y acentuando la o de dio y o de creación, con ritmo de


porra abarra.

Se repite hasta que les sale bien. Luego se les pide que den media vuelta y lo
digan a las mamas.

,11:30 Preparación de los trabajos personales.


Al terminar se les dice que van a tener 25 minutos de descanso, pero antes se les
va a explicar lo que van a hacer en los 25 minutos que van a seguir: Van a ir a sus
grupos y allí van a dibuja cada uno en una hoja algo que Dios nos haya dado y le
guste por algo al que lo dibujó Cada uno va a escribir también algo. Puede ser
Gracias Dios bueno por los árboles, porque son lindos y nos dan su madera, o
Dios mío me gusta el sol porque nos da luz y calor, o algo que se les ocurra. Nadie
puede dibujar lo mismo que otro de su equipo, ni poner la misma frase.

11:55 Descanso

Si se les va a dar algo de comer y beber hay que tenerlo preparado para que los
niños no tengan que gastar su descanso en esperar. Si ellos traen algo para media
mañana se les advierte que sólo deben comer un poco pues la comida de
mediodía será después.

En este descanso o en los trabajos siguientes deben ir al baño, pues nadie saldrá
de la reflexión.

11:35 Trabajo en equipos.

Al terminar el tiempo se les lleva directo a los sitios de reunión del equipo.
La madrina se encarga de que escojan su dibujo sin que repitan lo mismo, pues
los niños tienden a querer dibujar y decir lo mismo. No conviene que la madrina se
separe del equipo.

En este rato deben quedar llenos los diplomas y dárselos al director para que los
firme. Ahora se preparan el círculo o los círculos de sillas para la reflexión de la
mañana. No conviene que haya más de 18 chicos en una reflexión, por eso, sí en
el grupo hay 28, se hacen dos círculos de 14. Si hay 56 se hacen 4 círculos, en 4
sitios distintos. El director explica bien a las madrinas que van a dirigir esos
círculos.

12:00 Círculo o círculos de reflexión.

Este tiempo, 50 min.,es para profundizar para qué nos dio Dios algunos de los
regalos que en la charla anterior vimos que .nos dio. Al decir los chicos para que
nos diese esas cosas comprenden más que Dios es sabio, bueno, y poderoso y
que es un Padre que nos ama.
Se inicia con la oración: Vamos a trabajar por Cristo y en Cristo. Luego los niños
que quieren muestran su dibujo y leen lo que escribieron. Luego se les pide a
todos que muestren su dibujo al mismo tiempo. El que dirige va pasando por el.
Círculo haciendo algunos comentarios positivos o que alegren a los niños.

Si los niños saben alguna canción que preparó el encuentro ahora se puede
cantar.

Enseguida se inicia la reflexión. La pregunta es siempre con la misma idea: ¿Para


qué nos dio Dios tal cosa? Los regalos que se pueden pregantar son: El sol, el
aire, el mar, los campos y montañas, los árboles, las flores. Se puede escoger un
animal como la vaca o el cerdo y preguntarles de ese animal qué se saca. Luego
se les dice que la obra maestra de Dios y la corona de la creación es el hombre.
Vamos a ver: ¿Para qué nos dio Dios los pie? Así se pregunta de las manos, los
ojos, la boca, la mente, el corazón con que amamos. Se termina preguntando:
¿Para qué nos dio Di os a Jesús?

En todo esto hay que ser ágil, no querer agotar respuestas. Conviene iniciar

la pregunta una vez en una parte del círculo y otra vez en otra para que todos
tengan la oportunidad de iniciar, pues entonces es más fácil.

No hay que querer que los niños estén muy quietos, pero sí que hablen uno por
uno. Por esto no puede haber más de 12 6 15 en cada círculo. Lo más
conveniente es tener 2 equipos en cada círculo.

Al terminar los niños se pasa la palabra a las mamas a ver qué impresión tienen
del grupo. El grupo puede luego decir cómo se siente.

Antes de salir se les dice que la misa será en la capilla, que, si van a preparar
algún canto, lo hagan en tal sitio, no en el mismo salón..

12:50 Descanso, preparación de la misa.

En este tiempo hay que preparar la misa. Se necesita una mesita para altar.
Las sillas o bancas de los niños deben estar todas cerca del altar. El sacerdote,
sentado, puede hablar con los niños de muy cerca.

El organizador o el director deben hablar antes con el sacerdote y explicarle el


tema del encuentro para que la misa armonice y centre el encuentro.
1:00 Misa

Conviene preguntarles para qué van las personas a misa, cómo saludan los
sacerdotes en la misa, qué se lee.

Conviene hacerlos participar pensando sus faltas y las que hacen niños de suceda
y diciéndolas para que todos respondan: perdón. Señor, perdón.

Si las lecturas están largas conviene acortarlas para leer lo central. Si en la


homilía se hacen preguntas a los niños, ellos están más contentos.

En la oración de los fieles es mejor que levanten la mano, pues si dos hablan al
mismo tiempo les da risa.

Si hay credo, es mejor hacerles unas cuantas preguntas para que respondan: sí,
creemos.

En el ofertorio van a ofrecer el regalo que le hicieron a Dios. Cada capitán va a


ofrecer todos los de su equipo. Antes de que los ponga en el altar se pide a los
niños que digan qué sería bueno que dijera el capitán al ofrecer los regalos de su
equipo. El sacerdote hace notar lo acertado de lo dicho. Ya que los niños que
quieran han hecho sus sugerencias, se les pregunta a los capitanes si ya saben lo
que van a decir. Cuando están preparados van pasando a poner sus regalos. Se
puede ofrecer al fin el arbolito, símbolo del grupo,

A la hora de la comunión conviene exhortarlos a querer recibir a Jesús en su


corazón y, a querer tener un corazón bueno como el de El, a recibirlo y hacerlo
crecer en su corazón. Para esto conviene decirles que: Aunque no hayan hecho la.
Primera comunión, pueden ofrecerle a Jesús su corazón para que venga a él. Esto
se le va a decir al Niño Jesús que cada uno ya a ir recibiendo en sus manos,
mirando con amor, teniendo un momento con cariño y dándole un beso. Luego lo
pasa al siguiente. Mientras el sacerdote les da la comunión a las mamas y
maestras, los niños se van pasando al Niño Jesús. También lo puede ir. Pasando
una mamá, pero los niños deben tenerlo en sus brazos.

Después de la comunión conviene pedirles que tengan un momento de oración


personal, y luego que cada uno vaya diciendo una oración en voz alta. Se les
exhorta a que todos se animen a decir algo y van diciendo su oración por orden,
de tal manera que todos digan la suya.

1:50 Preparación de la comida


Ahora deben ir a lavar sus manos, a tomar sus cosas y a ir al lugar que escojan
para comer. Allí bendicen la comida, se les exhorta a compartir y comen con su
madrina.

2:00 Comida

2:35 Juegos

No hay que dejar simplemente que jueguen; conviene organizarles juegos donde
participe el equipo organizador. Los juegos son muy importantes porque, si los
gozan mucho, este gozo los hace sentir que todo el encuentro fue más gozoso y
para ellos la experiencia es más valiosa y provechosa. Hay que ponerles juegos
en los que participen todos, que les emocionen, quesean variados. Conviene tener
preparados unos cinco.

3:35 Lavarse y elección de temas para las obras.

Al terminar la hora de juegos se deben ir-a lavar y tomar agua. No se deben


prolongar los juegos para no desnivelar el horario y para dejarlos con deseo de
jugar más y no cansados.

Mientras los niños se lavan, el director se reúne con las madrinas y les explica que
cada equipo va a representar un pasaje del evangelio donde se vea como es el
corazón de Jesús: compasivo, bueno, dispuesto a ayudar.

Estos pasajes los deben preparar con Su equipo en unos 15 minutos. Deben
escoger los personajes y ensayar varias veces hasta que les salga bien.

Es mejor que los niños no hablen, que sólo vayan haciendo los movimientos y
mímica mientras la madrina, pausadamente, va leyendo el pasaje. Puede
detenerse algo para que los niños actúen o digan alguna palabra o alguna frase,
pero no deben querer que ellos digan mucho. Cada madrina escoge un pasaje.
Los pasajes que suelen representar más fácilmente y mejor son:

Jesús:

Invita a cuatro pescadores (Me. 1,16a 20)


Sana a la suegra de Pedro (Me. 1,29 al 31)
Sana a un leproso (Le. 5,12 a 16)
Sana a un ciego (Me. 10,46 a 52 ver Lc. 18,35 a 43)
Sana a un sordomudo (Me. 7,31 a 37)
Sana a una mujer jorobada (Le. 13,10a 17)
Sana al hombre de la mano seca (Me. 3,1 a 6)
Sana a un muchacho que tenía un espíritu malo (Le. 9,37 a 43)
Sana a muchos enfermos (Mt. 14,34a 36)
Resucita a una niña (Me. 5, 21 a 24 y 35 a 43)
Resucita a un muchacho (Le. 7,11 a 17)
Bendice a los niños (Mt. 19,13 a 15)

Se pueden presentar también las parábolas del Buen Samaritano (Le. 10, 30 a 37)
y del Hijo Pródigo (Le. 15, 11 a.25) pues muestran como es el espíritu de Jesús.

3:45 Preparación de las obras

Mientras los equipos ensayan se prepara el lugar donde van a escenificar.

Los niños que van terminando se van colocando en su línea de sillas frente al
lugar para la escenificación. Si un poco antes de la hora no han llegado todos, se
les llama aunque sientan que todavía no está del todo bien.

4:05 Representaciones.

Hay que anunciar el orden en que van a presentar para que estén más tranquilos y
evitar que estén diciendo que no quieren o que quieren el siguiente tumo.

Conviene que presenten su equipo y su obra. Entre cada obra no conviene hacer
reflexiones. Sí conviene algún comentario positivo, pero muy breve.

4:25 Reflexión.

Al terminar las obras el director pasa adelante e inicia la reflexión: Estas obras nos
manifestaron cómo es Jesús, cómo es su corazón. ¿Cómo vieron que es el
corazón de Jesús? Ellos dicen que es bueno, que es compasivo, que tiene amor y
ayuda.

Uds. han visto todo lo que Dios les ha dado y le quieren corresponder. Dios quiere
que le correspondan siendo como su Hijo Jesús, con un corazón como el de su
Hijo Jesús: compasivo, lleno de amor, dispuesto a ayudar.

Ahora vamos a ver cómo ven Uds. que pueden ser buenos para corresponder al
amor que Dios les manifiesta en tantos regalos.
Se trata de que ellos digan lo que es ser bueno, lo que hace un niño bueno.
No se les debe decir, sino limitarse a lo que ellos ahora dicen.

Así van diciendo todo lo que ven que es ser bueno. £1 director o una madrina van
anotando. Al fin se les resume. Esta lista resumida se les va a colocar en su grupo
de clase para que recuerden cómo le quieren corresponder a Dios. Esta lista se
puede presentar con dibujos.

El objetivo de esta reflexión es definir lo que para ellos es ser bueno, para que
conociéndolo puedan intentar vivirlo. No se debe alargar con otras cosas.

4:40 Descanso.

Si se les va a dar algo de beber o comer se debe preparar antes, para que al salir
lo encuentren listo.

En este descanso deben ordenar la casa y dejar sus cosas listas. No es tiempo
para organizarles juegos. Ahora se debe preparar el círculo de sillas para la
evaluación. A él van a entrar las madrinas y el director, pero no las otras mamas,
que pueden estar en una segunda fila. Si es, poca gente se puede hacer una sola
línea.

5:00 Evaluación.

Esta evaluación es provechosa. Hace que los niños definan el fruto que sacaron,
lo que les gustó; que se sientan más unidos y que sientan el apoyo de sus padres
y maestra.

Las preguntas que se hacen al grupo son:

¿Qué provecho sacaste?


Conviene rápidamente recordar todo lo que hicieron y luego preguntar.

¿Qué te gustó del encuentro?

Luego hablan las madrinas y mamas. Les dicen lo que les gustó de ellos. Esto les
satisface y anima a ser buenos.

Luego se les pide a los chicos que quieran que diga algo a sus compañeros, a sus
madrinas, a sus mamas, al director, lo que quieran. Suelen algunos de una
manera sencilla y bella, dar gracias. Conviene dejarlos que aplaudan.
5:20 Despedida de Jesús.

Al terminar la evaluación pasan a la capilla. Se les motiva a que cada uno diga una
oración, en voz alta, para dar gracias a Jesús por este día, para pedirle algo ahora
que nos vamos, para ofrecerse a ser bueno. Cada uno va diciendo su oración por
orden. Si hablan muy bajo el director repite en voz alta. Por esto conviene estar
frente al grupo de pie. Así también se les va animando.

La despedida de Jesús puede ser en el mismo salón.


Para terminar se puede rezar juntos un padrenuestro y una avemaría.

Ahora se les pueden dar los diplomas, si se ve que no los van a maltratar.
Basta con dárselos al capitán de grupo para que los reparta.

Después del encuentro

El animador espiritual y la maestra deben ser conscientes de todo lo que significó


esta experiencia para los niños, para que les ayuden a ir correspondiendo a
Dios y haciendo un corazón como d de Jesús. Conviene ver el análisis de los
niños y ver la mejor manera de ayudar al grupo. En especial ver el apartado
Sentido Social.

Después del encuentro se puede organizar una ceremonia en que se siembre el


arbolito, símbolo del grupo.

Al sembrarlo se les explica cómo el arbolito crecerá, si se le riega y se le cuida; así


el amor de Dios en este grupo.

El árbol crecerá, así el grupo crecerá. Cada año lo vamos a ver crecer, al fin del
colegio será grande:.. Así el espíritu de Dios en este grupo debe arraigar y
elevarse.

Si el año anterior ya sembraron su arbolito, este año se suprime esto.

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