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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

LIMITES DE RESPONSABILIDAD DEL ESTADO EN RELACIÓN AL


PRINCIPIO DE CULPABILIDAD

(Ensayo)

FACILITADORA:
Dra. Abg. xxxxx

AUTORA:

Abg. Eliana Pérez


CI.- V- 19.470.246

Grupo “C”
Maestría en Derecho Penal y
Criminología

Guasdualito, Marzo 2018


Se realiza en presente ensayo con la finalidad de determinar los límites
de la responsabilidad del Estado en relación al principio de culpabilidad, teniendo
como estudio principal la Responsabilidad del Estado sobre el cual pesa la
obligación de reparar los daños causados por el hecho ilícito de sus órganos, Es
decir la responsabilidad del Estado se funda en que todo daño causado
ilícitamente por él debe ser reparado de buena fe, así mismo esta
responsabilidad se basa en los principios de culpabilidad y de igualdad ante las
cargas públicas, en el sentido de que nadie puede soportar más coerciones o
perjuicios de parte del Estado que aquellos que la ley expresamente señala como
obligatorios o lícitos.

Ahora bien en segundo lugar tenemos el principio de culpabilidad (“nullum


crimen sine culpa”) el cual es el pilar fundamental de todo Estado de Derecho,
que representa un límite a la potestad punitiva del Estado, en efecto, el derecho
penal de nuestro tiempo ubicó al principio de culpabilidad como uno de los pilares
de legitimación del ius puniendi. Esto es, determinados como las reglas de
enfoque, realización y limitación de la potestad punitiva del Estado, es tal su
importancia en un estado de derecho que sin su reconocimiento no es posible
legitimar en el derecho penal, así mismo se puede afirmar que este principio
establece que sólo puede perseguirse y castigarse penalmente a quien intervino
en la comisión de un delito por un hecho propio, con dolo o culpa, y con una
motivación racional normal.

No obstante a este principio no se puede hacer responsable a una


persona por un hecho ajeno es decir nadie puede ser penado por una crimen
que no ha cometido o en su defecto no se le ha hallado culpable del mismo
resguardando el derecho constitucional establecido en el artículo 49 de la carta
magna, siendo así se ve la limitante de este principio con la responsabilidad
penal ya que sólo se puede castigar a quien actuó en el hecho como autor
(coautor), cómplice, inductor o encubridor. Tal como lo establece la legislación
venezolana “la responsabilidad penal es de estricto carácter individual dado que
el principio de culpabilidad por el hecho impide cargar las consecuencias de
acciones y omisiones ajenas como si fueran propias; entre otros términos: las
personas sólo son responsables por sus acciones u omisiones.
Como norma excepcional a Ley Penal Venezolana exige necesariamente
que se cometan acciones punibles, sin la comisión de esos actos típicos el
Estado no puede proceder en a privativa de libertad de una persona, ni tampoco
puede penarse lo que la persona es como individuo sino únicamente lo que haya
hecho de manera ilícita y en contra de la ley. Sólo puede penarse la conducta
lesiva, más no las aptitudes de los individos. No debemos olvidar nunca que el
principio de responsabilidad por el hecho propio, principio de legalidad, y el de
presunción de inocencia, consagrados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, siendo estas las garantía básica sustanciales e
instrumentales de los individuos frente al poder penal del Estado.

Siguiendo el orden de ideas y por ser tan garantista nuestra constitución


así mismo nos regula el debido proceso en su artículo 257. El proceso constituye
un instrumento fundamental para la realización de la justicia. Las leyes
procesales establecerán la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites
y adoptarán un procedimiento breve, oral y público. No se sacrificará la justicia
por la omisión de formalidades no esenciales. Sin dejar de tomar en cuenta el
principio de legalidad “Nullum crimen sine praevia lege”. Cabe destacar, Sin duda
alguna que el principio de culpabilidad constituye un indispensable límite al poder
punitivo Estatal no sólo para evitar cualquier castigo motivado en hechos de
otros, en una responsabilidad puramente objetiva o basada exclusivamente en
las características personales del autor sino también para no exceder o
sobrepasar la medida o grado del injusto cometido.

Aunado a lo anterior es por ello que el principio de culpabilidad limita el


derecho penal a los hechos propios cometidos por un ser racional culpablemente
(dolo o culpa), estableciendo una sanción proporcional al daño causado, así
mismo es cierto que el principio de culpabilidad establece que la pena criminal
únicamente puede basarse en probar que el infractor ha sido culpable del hecho
que se le imputa, cabiendo reprocharle personalmente un hecho por el cual debe
responder ante el estado si se demuestra su culpabilidad con pruebas
fehacientes respetando el principio del debido proceso y la presunción de
inocencia, respetando los derechos humanos y siendo el estado equitativo a la
hora de castigar al infractor, es decir al grado del delito cometido el grado de la
pena aplicada.
Es importante señalar que la culpabilidad comparte con la tipicidad y
antijuridicidad una función dogmática, ello en virtud de la necesidad de relacionar
el injusto penal con la culpabilidad, es decir, se rige por exigencias materiales
como el principio de congruencia, establecido en el Código Orgánico Procesal
Penal. Establecida la culpabilidad se requiere instaurar los límites de la
punibilidad, la culpabilidad sirve para tal fin con ayuda del principio de
proporcionalidad, siendo esto una responsabilidad del Estado que se ejecuten
los procesos penales en forma correcta y se lleven los procesos enmarcados en
la ley siendo derechos constitucionales en resguardo de los derechos de los
individuos. Nuestro derecho penal está fundado en la culpabilidad por el hecho
y por eso el Código Penal y las leyes complementarias establecen tipos penales
que describen conductas que se consideran punibles.

Indudablemente en un hecho penal siguiendo un estado de derecho el


Estado sólo puede actuar frente a un delito Sin la comisión de un delito no puede
ser investigada la personalidad del delincuente. No puede nadie involucrarse en
su vida, irrumpir en la personalidad humana, en sus pensamientos, en sus actos
internos, en sus costumbres o en su forma de ser. Mientras el individuo no ha
delinquido, su yo íntimo le pertenece por entero y el Estado debe detenerse ante
él, es decir la ley penal exige necesariamente que se cometan acciones punibles,
sin la comisión de esos actos típicos el Estado no puede proceder sobre la
libertad de la persona. No puede penarse lo que la persona es; sino únicamente
lo que haya hecho. Sólo puede penarse la conducta lesiva, no la personalidad
de una persona.

Como parte concluyente es necesario precisar que el Estado no tiene


límites de responsabilidad en cuanto al principio de culpabilidad según las
normas que nos acoge en el Estado venezolano existiendo como principio
general de Derecho público y privado que el Estado debe reparar todos los daños
ilegítimos que cause a los ciudadanos, tanto el Estado como los ciudadanos son
responsables de los actos, los límites de responsabilidad del estado en cuanto
al principio de responsabilidad no son determinados en las leyes venezolanas,
las mismas son garantista de los principios de legalidad, equidad, debido
proceso, presunción de inocencia entre otros.
Referencias Bibliográficas

- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


- Código Orgánico Procesal Penal.
- Código Penal Venezolano.
- www.google.com
- www.leyeslexvenezuela.com

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