Sei sulla pagina 1di 16

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Facultad de Ciencias Sociales


Carrera de Sociología

Documento de Cátedra 111:

Secuencia didáctica para la formulación de un proyecto de Cátedra de la


Cohorte 2019-2020

Alejandra Navarro, Valeria Dabenigno, Dolores González y Carolina Rossi

Cátedra de Metodología y Técnicas de la Investigación Social I, II y III

Titular: Ruth Sautu

1
INTRODUCCIÓN
Este proyecto de cátedra se desplegará con la cohorte de estudiantes que iniciaron Metodología y
Técnicas de la Investigación Social I en el 1er. Cuatrimestre de 2019, retomando y retrabajando
preguntas de una investigación anterior del equipo de cátedra dirigido por Ruth Sautu.

A inicios del año 2000 varios integrantes del plantel docente de Metodología I, II y III de la cátedra
desarrollaron un programa de investigaciones sobre las perspectivas legas acerca de la corrupción
(en adelante, C) (Sautu, Freidin, Boniolo, Dalle, Elbert y Perugorría, 20041). El tema de las miradas
legas sobre la C sigue teniendo vigencia en el contexto sociohistórico actual. Pedagógicamente, nos
brinda además la posibilidad de trabajar con los estudiantes con datos secundarios preexistentes que
podrían compararse con los nuevos hallazgos que emerjan del trabajo de campo a realizar por esta
cohorte de estudiantes 2019. Con las dos cohortes previas recabamos encuestas y grupos focales
sobre el tema de las definiciones, atribuciones de gravedad y tolerancia a la corrupción en la vida
cotidiana sostenidas por personas de clase media porteña2.

Los objetivos de la investigación fijados por los anteriores grupos de estudiantes partieron del marco
conceptual del trabajo de Sautu y retomaron algún aspecto de su investigación (ver recuadro 1 con
los objetivos de investigación de las dos cohortes anteriores).

Los estudiantes que inician las Metodologías en el 1er. cuatrimestre de 2019 han tenido oportunidad
de examinar durante las clases prácticas algunos de los capítulos del libro que condensa los
principales resultados de la investigación de Sautu y equipo (Sautu 2004). A esas lecturas, se sumará
durante las últimas clases la revisión de algunos artículos más recientes y de un estado del arte
preliminar sobre el tema elaborado por el equipo docente a partir de la revisión de estudios
realizados en la última década3. Con estos insumos durante la última semana del cuatrimestre se
definirán objetivos grupales que retomarán algunos ejes de la investigación de origen de Sautu y
equipo y amplificarán sus preguntas en aspectos de interés para cada grupo de estudiantes,
retomando el estado del arte como orientador de nuevas preguntas y vacancias en este campo de
conocimiento.

1
Sautu, R.; Freidin, B.; Boniolo, P.; Dalle, P.; Elbert, R., y Perugorría, I. (2004). Catálogo de prácticas corruptas.
Corrupción, confianza y democracia. Buenos Aires, Lumière.
2
Los resultados de las encuestas y los datos de los grupos focales fueron insumos para la realización de trabajo
final de las dos materias (denominado TPA, Trabajo Práctico Aplicado) que configura la instancia de evaluación
integral de la asignatura.
3
El estado del arte ha sido elaborado fundamentalmente por Dolores González y Carolina Rossi, coautoras de
este documento de cátedra a partir del grillado de antecedentes que realizaron ellas junto a Ayelén López y
Sofía Damiani, bajo la coordinación de Alejandra Navarro y Valeria Dabenigno. La revisión bibliográfica de este 2
documento resulta complementaria del estado de la cuestión expuesto en el capítulo introductorio del libro de
Sautu y otros de 2004.
RECUADRO 1. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN DE CÁTEDRA EN LAS DOS COHORTES PREVIAS

Cohorte 2016-2017

General

“Indagar las perspectivas y experiencias de la clase media que reside en AMBA en 2016 sobre la C en
diferentes ámbitos laborales, educativos y sociales y las consecuencias de su existencia, examinando
distinciones en las miradas de los actores de acuerdo a algunos de sus anclajes estructurales/campos
de experiencia”.

Específicos

1. Comparar percepciones y criterios utilizados al definir la C en términos generales y aplicados a una


serie de situaciones hipotéticas y experimentadas entre personas con distintas edades, orientaciones
políticas, niveles educativos y ocupaciones o profesiones.

2. Explorar experiencias de C en el ámbito laboral, la difusión de las mismas y los efectos percibidos
en las trayectorias laborales por diferentes grupos profesionales.

3. Diferenciar la atribución de gravedad y nivel de tolerancia de diferentes tipos de C entre variados


grupos de clase media.

Cohorte 2017-2018

Generales

1. Indagar las percepciones, significados atribuidos y experiencias de personas adultas de clase media
que residen en AMBA en 2018 sobre la C en diferentes ámbitos vitales, examinando distinciones de
acuerdo al género y algunos otros campos de experiencia.

2. Comparar las representaciones sobre la corrupción de esos actores con las imágenes de la C
construidas por los medios de comunicación masiva en 2018.

Específicos

1.1. Describir las definiciones que varones y mujeres de la clase media metropolitana construyen
sobre la C, identificando criterios utilizados, metáforas o imágenes con las que se la asocia, y ámbitos
donde ubican las situaciones corruptas reconocidas (estatales o privados,
políticos, laborales, educativos, etc.).
1.2. Establecer los niveles de tolerancia y gravedad atribuidos a diferente tipo de situaciones
corruptas vivenciadas e hipotéticas de personas de clase media metropolitana.
1.3. Analizar la incidencia de la pertenencia a diferentes géneros, grupos de edades, tipos de
medios de comunicación consumidos y perfiles profesionales/ocupacionales en el tipo de
definiciones construidas sobre la C y la tolerancia y gravedad atribuidas a la misma.
2.1. Reconstruir y comparar los significados sobre la C construidas por diferentes medios de
comunicación de circulación masiva en AMBA en un trimestre de 2018.
2.2. Explorar similitudes y diferencias entre los significados sobre la C hallados en medios de
comunicación y las definiciones legas de personas de diferentes géneros y grupos sociales
(retomando los campos de experiencia mencionados en el objetivo específico 1.3).

3
A partir de los objetivos formulados por cada grupo, el equipo docente elaborará para Metodología
II y III una propuesta que intentará integrar en la mayor medida posible las inquietudes analíticas de
los grupos. Por su finalidad pedagógica, el diseño deberá ser acotado (tratándose de materias
obligatorias con otros muchos contenidos por tratar) y deberá integrar metodologías cualitativas y
cuantitativas, de modo de resultar factible de ser realizado en el marco de los dos siguientes
cuatrimestres por esta misma cohorte de estudiantes.

Para facilitar esta tarea las siguientes secciones presentan algunas definiciones de partida
(herramientas para elaborar un marco conceptual), una revisión de los antecedentes de investigación
y, finalmente, las consignas para ordenar la tarea a emprender por cada grupo de estudiantes en la
última semana de cursada.

PRIMERAS DEFINICIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PERSPECTIVA CONCEPTUAL


Para pensar teóricamente la noción de corrupción utilizaremos como punto de partida la definición
de Sautu y otros (2004), quienes la conciben como una “clase de fenómeno en el cual existen
intercambios que involucran transferencias patrimoniales, favores, privilegios que eventualmente
tienen consecuencias patrimoniales, que se sustentan en el poder y la autoridad para disponer y decir
ya sea que se trate de niveles bajos o altos de decisión y autoridad” (33). La corrupción, a su entender,
tiene efectos perjudiciales para algún segmento de la comunidad, más aún cuando involucra al sector
público. Implica un juego de suma cero con ganadores y perdedores o excluidos (33).

Se argumenta allí que existen dos criterios para definir corrupción: el legal y el lego. La ley define
acciones permitidas y no permitidas, derechos y obligaciones, sanciones, estándares de conducta.
Pero la corrupción abarca procesos muy amplios, cuyos contenidos eventualmente dependen del
sistema de normas jurídicas pero también de los modelos y de estándares culturales vigentes en una
sociedad o grupo humano. Una conducta legal puede ser vista como corrupta si no ajusta al modelo
ético vigente entre la gente (por ejemplo: el caso jubilaciones de privilegio).

Este posicionamiento conceptual es convergente con el interés en estudiar las miradas de la gente
común sobre la corrupción, lo que se ha dado en llamar el “folclore de la corrupción” (Sautu y otros,
2004), las reacciones frente a revelaciones públicas de casos de corrupción y la sensación de gravedad
de un conjunto de ejemplos hipotéticos de comportamiento (Pitbull, 1983).

Entre los campos de experiencia, el proyecto apunta a las creencias contenidas en las imágenes sobre
la corrupción, considerando diferentes experiencias y pertenencias sociales (género, edad y
ocupación, entre otras). Se postula alta probabilidad de compartir percepciones en personas que
comparten un mismo campo de experiencia. Entre los condicionantes de la percepción sobre la

4
corrupción vinculados a factores más estructurales la bibliografía señala los cambios en las
definiciones de acuerdo a las circunstancias históricas en que se desarrollan y al rol de los medios
masivos de comunicación (Sautu y otros, 2004, 32).

INSUMOS PARA LA FORMULACIÓN DE NUEVAS PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN4.

Esta sección del documento de cátedra tiene por objeto mostrar las herramientas utilizadas y
desarrolladas para seleccionar bibliografía vinculada con el estudio de la corrupción. A su vez, se
presenta la sistematización de algunos textos académicos seleccionados para trabajar el tema.

La búsqueda de bibliografía, teórica y empírica, resulta en una tarea indispensable al momento de


elaborar el estado del arte y darle a las preguntas iniciales forma de preguntas de investigación.

Con el propósito de aportar información sobre las investigaciones más recientes relacionadas a la
temática de la corrupción se desarrollaron varias tareas. En primer lugar se realizó una minuciosa
búsqueda y selección de textos tanto en bibliotecas de ciencias sociales como distintos portales
académicos afines a la temática de estudio (Google Académico, Scielo, CDI Catálogo en Línea -
Instituto de Investigaciones Gino Germani y Catálogo en Línea - Facultad de Ciencias Sociales).

El punto de partida de nuestra selección estuvo enmarcado en los criterios que Sautu y equipo (2004)
entienden que coexisten para establecer la categorización de un comportamiento corrupto: el
criterio legal y el lego. Recordemos que allí se explica que “la ley define las acciones permitidas y no
permitidas, los derechos y las obligaciones y establece las sanciones legales. Por otra parte, la
definición lega se apoya en las creencias y opiniones de la gente” (Sautu y otros, 2014: 32). Teniendo
en cuenta esto, la búsqueda de bibliografía estuvo guiada por estos dos criterios. Por un lado
investigaciones que se proponen analizar la corrupción desde los estudios de los sistemas políticos,
las instituciones y el sistema legal. Por otro, se buscaron investigaciones que abordan la temática
desde la perspectiva de la vida cotidiana de las personas, es decir, sus concepciones e
interpretaciones de la realidad atravesadas por todo aquello que entienden como prácticas corruptas
y su autoconciencia acerca de la capacidad para modificarlas.

Comenzada la búsqueda e identificación de estudios, seguidamente se elaboró una matriz de


sistematización bibliográfica, utilizando una planilla de cálculo donde se volcaron los resultados de la
búsqueda (se presenta ejemplo de la matriz en Recuadro 2). Para ello, y luego de la lectura de los
textos hallados, se prosiguió a su clasificación según: año y país de publicación, tema de

4
Esta sección fue elaborada íntegramente por Carolina Rossi y Dolores González con la supervisión de Alejandra
Navarro y Valeria Dabenigno.

5
RECUADRO 2. MATRIZ DE SISTEMATIZACIÓN BIBLIOGRÁFICA DE ESTUDIOS SOBRE CORRUPCIÓN.

6
objetivos, perspectivas teóricas asumidas, población y recorte espacio temporal del estudio,
estrategia metodológica y principales resultados de las investigaciones. Finalmente, de toda esta
búsqueda se eligieron 10 estudios que remiten a la temática a investigar en la cátedra. Entre los
textos seleccionados, la mayoría privilegian a la corrupción como eje central de sus investigaciones,
mientras un grupo menor de estudios la analiza como uno de los efectos secundarios de su vínculo
con la mentira, la injusticia, etc.

Como resultado de la búsqueda, primaron los estudios que se abocan al análisis de los actos de
corrupción en la esfera pública. No encontramos trabajos que indaguen en la corrupción en el ámbito
privado de forma exclusiva. Entre estas 10 investigaciones que presentamos a continuación, unas
pocas se detienen a indagar el plano de las instituciones y organizaciones. El resto analizan la
corrupción desde la mirada y percepción de los agentes sociales.

En cuanto a sus diseños metodológicos, la mayoría de los 10 estudios se posicionan desde una
perspectiva cualitativa. En cuanto al recorte espacio temporal los mismos estos datan del año 2002
hasta el año 2017 y del total, son siete las investigaciones nacionales5 y tres las investigaciones
internacionales6.

A continuación, describimos brevemente los diez estudios seleccionados, con el objeto de ofrecer a
los estudiantes insumos para la formulación de sus propias preguntas de investigación en el marco
del Trabajo Práctico Aplicado.

a) Investigaciones sobre la corrupción en la esfera pública y en el nivel institucional y


organizacional.

Las tres investigaciones que se presentan en este primer grupo conceptualizan diversas situaciones
de corrupción focalizando en el nivel de las organizaciones e instituciones sin focalizar de manera
exclusiva en las miradas y percepciones de los agentes sociales.

La primera de las investigaciones seleccionadas (Arellano Gault, Hernández Galicia, y Lepore, 2015)
profundiza en el modo en que acontece la corrupción en el conjunto del sistema social y normativo
y centran su atención en el funcionamiento del Estado y los organismos que derivan y dependen de

5
Los autores de las investigaciones nacionales son: Arellano Gault, Hernández Galicia y Lepore, 2015; Barreiro
y Kriger, 2011; Boniolo, 2015; Boniolo, Otamendi y Perugorría, 2002; Dammert y Malone, 2002; Hernández,
2017 y Pereyra, 2014.
6
Entre las investigaciones internacionales, dos de ellas analizan la corrupción en Colombia (Botero y Fuentes
Juárez, 2015) y (Fink y Boehm, 2011) y una se detiene en el caso de Uruguay (Moyal, Pagano, Rossi y Rossi,
2008). 7
él. En este sentido, en el estudio se analiza el funcionamiento de la Oficina Anticorrupción Argentina
(OAA) como una estrategia organizacional para abordar el problema de la corrupción sistémica en un
país. Los autores afirman que la corrupción es sistémica cuando en casi cualquier organización pública
se puede acceder a la red de corrupción o incluso hay la expectativa normalizada de adquirir un
beneficio informal por parte de los usuarios y miembros de las organizaciones públicas (Gault,
Arellano y Lépore, 2015, 4). Los autores analizan diversas fuentes (legislaciones y documentos
oficiales y de archivo) y realizan entrevistas con especialistas en el tema. Así, observan que la OAA es
una oficina que, para alcanzar una organización estatal eficaz en su funcionamiento requiere
constantemente legitimar su posición. La OAA además apela, para los autores, a la socialización e
imposición de lo que entienden como prácticas de corrupción. Al socializar esta noción y los valores
que para ellos remiten a esta práctica, explican que la OAA genera una lógica organizacional colectiva
y que posiciona a la “lucha contra la corrupción” en la agenda cotidiana del imaginario social.

Otras de las investigaciones es el estudio realizado por Hernández (2017) quien se propone analizar
la conformación del movimiento de Familiares y Amigos de Víctimas y Heridos de la Tragedia de Once
22/2 y el modo en que contribuyeron a consolidar el problema ferroviario en la escena pública,
asociándolo a la corrupción en la producción del servicio, bajo la consigna “La corrupción mata”. En
el estudio se realizan entrevistas semi estructuradas a familiares del accidente. Asimismo, se analizan
fuentes secundarias documentales (documentos relacionados a los actos realizados por los
familiares; documentos de prensa y documentos que remiten a acciones colectivas que ocurrieron
enmarcadas en el sistema ferroviario). En el caso de los familiares de las victimas de Once, la
corrupción se convierte en la categoría explicativa operante en el modo de caracterizar la calidad y
la seguridad del servicio ferroviario como problema. Así lo expresan:

La tragedia de Once fue la consecuencia de la voluntad de enriquecerse sin importar las


consecuencias. Actuaron con desprecio por la vida, creyéndose impunes. Hoy luchamos para que
esa impunidad se termine. La corrupción no solo se llevó la plata del pueblo, esta vez se llevó muchas
vidas. La cara visible de la corrupción es la muerte y su cómplice es el silencio. Para ser más claros,
los empresarios y funcionarios corruptos mataron a nuestros seres queridos (Documento Familiares
de Víctimas a un año del accidente de Once, 2013).

La investigación de Hernández contribuye a comprender y caracterizar cómo se instala en la escena


pública un tipo específico de práctica de corrupción a través de una expresión que radicalizó las
potenciales consecuencias que ésta puede tener. En esta acepción la corrupción resultó ser más que
una mera apropiación económica de fondos del Estado por parte de sus funcionarios, llegando
incluso a tener la capacidad de matar.

8
Otra investigación es la de Pereyra (2014) en la cual se estudia cómo la corrupción, como modo de
referirse críticamente a la actividad política profesional, se volvió central en las formas de protesta
social en Argentina durante los años noventa. El autor se propone analizar el modo en el que la
corrupción se incorporó como un tema y una referencia en el lenguaje ordinario considerando, para
ello, el modo en que el vocabulario de la corrupción se fue integrando a la protesta a lo largo de la
década de los noventa. En este sentido se analiza hasta qué punto el vocabulario anticorrupción se
fue integrando al sentido común y produjo modificaciones en las prácticas de protesta. En su estudio
analiza tres escenarios de movilización social ocurridos en Argentina durante los noventa: El
Santiagueñazo (1993), Cutral-Có y Plaza Huincul (1996) y “La Masacre de Budge” (1987) y rastrea
cómo la corrupción se incorpora progresivamente en el lenguaje de la movilización como un
elemento significativo. Para reconstruir los tres escenarios de movilización antes mencionados y
analizarlos el autor utiliza relatos y testimonios recuperados de otros estudios. A partir de lo
investigado destaca que la corrupción aparece en los procesos de movilización social asociada más
bien al desgobierno, a la falta de responsabilidad en el ejercicio de la función pública. Por todo esto,
la corrupción aparece como un ingrediente adicional que puede ser integrado a aquello por lo cual
se reclama ofreciendo elementos para explicar o encontrar culpables de una determinada situación.
Cuanto mayor es la intensidad del vocabulario de la corrupción en los episodios de confrontación,
tiende a prevalecer un criterio de impugnación de la figura del funcionario o del político, en términos
personales.

b) Investigaciones sobre la corrupción en la esfera pública desde la perspectiva de los agentes


sociales (legas):

Sautu (2014) explica que la corrupción es una práctica constitutiva de la trama social, de las
interacciones sociales cotidianas de nuestras sociedades. Es decir que las definiciones respecto a qué
representa un acto corrupto cambian según las circunstancias históricas en que se desarrollan.
Además, la autora sostiene que es importante destacar que no necesariamente todos los actos
definidos legalmente como corruptos son así visualizados por la gente común.

Teniendo en cuenta estos aportes, dentro de las investigaciones locales que trabajan con las
creencias y opiniones de la gente sobre la corrupción encontramos el estudio sobre comportamiento
policial de Dammert y Malone (2002). Los mismos realizan una investigación cuantitativa donde
indagan en las relaciones entre las nociones de criminalidad, corrupción y confianza respecto al
comportamiento policial y el impacto que tiene sobre la percepción de las personas sobre la
inseguridad en el país. Toman como fuente de evidencia empírica datos secundarios. A partir del

9
análisis del Latinobarómetro (1997) y la Encuesta Nacional de Victimización (1999), las autoras
observan cómo la confianza/desconfianza en la policía, la corrupción y la presencia del crimen
violento explican la inseguridad ciudadana y repercuten en la percepción pública sobre la seguridad.
Destacan que para los encuestados la corrupción implica un problema sumamente serio para el país
y que tienden a considerar que los problemas de inseguridad son mayores a los datos oficiales
observados.

En la línea con los estudios sobre comportamiento policial, en Colombia los autores alemanes Fink y
Boehm (2011) investigan la interacción entre taxistas y oficiales de tránsito de las ciudades de Bogotá
y Barranquilla. Enmarcados en el análisis de la acción racional de la teoría económica, analizan los
actos de corrupción efectuados por policías de tránsito. Desde esta perspectiva teórica la corrupción
puede entenderse como un crimen calculado. Los actores son considerados como hombres
económicos que tratan de maximizar sus ganancias. Éstos comparan la ganancia esperada de un acto
de corrupción con su costo esperado. Si la ganancia supera los costos, preferirán la alternativa
corrupta. En la investigación se utiliza un método cualitativo específico desarrollado por Meuser y
Nagler (1991) llamado entrevistas a expertos. A diferencia de los métodos cualitativos de
investigación tradicionales, los autores afirman que las entrevistas a expertos permiten la
generalización de las conclusiones, dado que su objetivo explícito no es entender un caso particular
del sujeto entrevistado, sino más bien obtener “información común supra-individual” (Meuser y
Nagel 2005, 80) por medio de la comparación de la información obtenida con otros textos. Un factor
crucial que determina la calidad de los datos obtenidos es la selección de los entrevistados. Hablando
teóricamente, un experto es alguien “que conoce todo sobre algo, y nada sobre todo lo demás”
(Bimazubute, 2005, 47). La única medida objetiva para la selección de los expertos es su experiencia
relevante para el tema. Para el tema que se presenta, que es la corrupción en la policía de tránsito,
los conductores de taxis pueden ser considerados como expertos, porque frecuentemente tienen
tratos con los policías. Se llevaron a cabo 51 entrevistas a taxistas. Las entrevistas confirmaron un
comportamiento racional de los actores involucrados, tomando decisiones basadas en el cálculo
racional comparando el valor esperado de su acción con sus costos. Mientras que la corrupción es un
hecho común en Bogotá, en Barranquilla es un problema con poca incidencia. A su vez, los resultados
de las entrevistas parecen señalar que las multas muy altas no tienen el efecto preventivo deseado
sino que incitan a la corrupción. Las multas caras producen sobornos más altos, habiendo poco
riesgo, si es que hay alguno, para las dos partes.

En Uruguay, Moyal, Pagano, Rossi y Rossi (2008) analizan la percepción de la corrupción que tienen
los uruguayos sobre su país. Desde una perspectiva cuantitativa, analizan descriptivamente los datos
obtenidos en la Encuesta de Ciudadanía (2008) y concluyen que un alto porcentaje de la población

10
encuestada opina que los funcionarios están muy poco o nada comprometidos con su rol y con el
reconocimiento de sus errores. Asimismo, una alta proporción de los encuestados opina que es poco
o nada probable que los servicios públicos modifiquen los errores cometidos en la gestión pública.
Se concluye que una proporción alta de los ciudadanos uruguayos tienden a percibir un nivel alto de
corrupción siendo la experiencia personal respecto a actos corruptos, el hecho que afecta de manera
significativa esta percepción. A su vez, los ciudadanos con niveles de educación media alta y
universitaria tienden a percibir menores niveles de corrupción. Por último, la propensión a creer que
las coimas son necesarias para resolver un problema con un funcionario público esta positivamente
asociada con la propensión a percibir mayores niveles de corrupción en el país. La disposición a dar
una coima disminuye con la edad y disminuye con el tamaño de la ciudad donde vive el ciudadano.

El trabajo de Barreiro, Bruno y Kriger (2011) estudian la relación de los jóvenes con la política. La
unidad de análisis es cada uno de los jóvenes escolarizados de entre 17 y 18 años de CABA quienes
fueron encuestados durante el año 2010 y 2011 (muestreo por cuotas). Los autores encuentran que
la gran mayoría de los jóvenes asocian la política a la corrupción y no confían en ella como
instrumento para gestionar el bien común. Esto se enmarca en la idea que desarrolla Sautu (2004),
quien explica que las personas al entender a la corrupción como una trasgresión del sistema
normativo, desaprueban socialmente los actos considerados corruptos. Los autores se preguntan
cómo es posible que se asista a un proceso de irrupción de las juventudes en el ámbito político,
cuando la valoración y los significados que le otorgan a la política son negativos. Se concluye
explicando que la valoración negativa y el rechazo a la política entendida como una práctica
institucional corrupta podría ser un factor que, en el presente contexto de agudización de la crisis
global y sus expresiones locales, no aleja, sino que convoca a los jóvenes, a exigir –como nueva
generación de ciudadanos, y en vistas a defender su lugar en el proyecto del que quieren formar
parte - un cambio en el modo tradicional de hacer política.

Entre las investigaciones cualitativas se encuentra la de Boniolo (2015) quien estudia cómo operan
las prácticas corruptas en un barrio popular del Conurbano Bonaerense. La autora realiza entrevistas
a personas de clase popular, observaciones y analiza documentos para comprender las relaciones
sociales existentes en la construcción social de las prácticas corruptas. Boniolo visibiliza la
territorialización de la corrupción, expresada en la articulación del sector estatal y privado, sus micro
resistencias y las consecuencias de las tramas para el territorio y la vida cotidiana de los trabajadores.

Otro estudio de Boniolo junto a Otamendi y Perugorria (2002) analiza las dimensiones subyacentes
que existen en la construcción de la definición de corrupción que elaboran las personas en su vida
cotidiana. Mediante la realización de entrevistas semi-estructuradas a habitantes de clase media de
CABA durante el primer semestre del año 2001, profundizan en la elaboración de definiciones

11
subjetivas acerca de la corrupción y de las prácticas corruptas tanto de la esfera pública como las de
la esfera privada. Aquí también se vislumbran las distintas valoraciones y emociones que les
representan estas prácticas destacándose los sentimientos de impotencia, indignación y
desconfianza, así como la resignación o tolerancia hacia ciertas prácticas. De esta forma para las
autoras la corrupción deviene en una práctica social cotidiana.

Por último, la investigación de Botero y Fuentes Juárez (2015) desarrollada en Colombia, describe y
analiza las percepciones de corrupción que tienen los habitantes del Eje Cafetero. Con su trabajo de
investigación, concluyen que no existe un consenso entre la población en cuanto a qué constituye un
acto de corrupción o la gravedad de un acto considerado como corrupto. En términos generales, se
puede afirmar que un gran conjunto de actividades se incluye bajo el concepto de corrupción: el
soborno, la malversación, el robo, el fraude, la extorsión, el abuso de la discreción y las
contribuciones políticas indebidas. Los datos recolectados muestran que la corrupción es un
fenómeno difícil de definir de manera a priori, porque está condicionada por la percepción que los
individuos tienen sobre él. Las personas no perciben ni definen las prácticas corruptas de la misma
manera. Mientras que algunos encuestados ven en la falta de ética la causa de la corrupción, otros
consideran que solo hay corrupción cuando se viola la ley. Las respuestas de los encuestados también
muestran otros matices en la comprensión de la corrupción: tales como una práctica irregular que,
aunque legal constituye prácticas deshonestas. Por último, otros encuestados (aunque en menor
medida) también las consideran acciones normales que en principio podrían considerarse como
corruptas, pero que, su normalización ha llevado a que sean aceptadas como tal. En este sentido, los
autores sugieren que el estudio de las percepciones sobre corrupción puede dar pistas sobre la
manera de evitar su normalización.

*********************************

Hasta aquí una síntesis de algunos estudios que resultan en insumos para pensar la pregunta de
investigación. Tal como señala Sautu (2005:75) “El estado del arte de un área temática o tema discute
las líneas de investigación y las tradiciones teóricas vigentes en el momento de su elaboración, y las
similitudes y divergencias entre ellos. Su propósito es mostrar cómo se ubica una línea de
investigación respecto de las otras líneas; permite también evaluar la actualidad del tema”. Lo
presentado aquí no es aún el estado del arte, sin embargo, es un primer insumo que colaborará con
la tarea de elaboración de sus objetivos de investigación.

Asimismo, y tal como señalamos, esta búsqueda de lo realizado en los últimos diez años nos muestra
la ausencia de investigaciones que analizan a la corrupción en la esfera privada, habiéndose inclinado
los investigadores a estudiar la trama institucional de la corrupción (visto en el primer apartado) o a

12
las relaciones sociales imbuidas en actos de corrupción ligados a las estructuras estatales (la policía,
las acciones colectivas como son las movilizaciones, entre otras). Todo esto nos recuerda también
cómo la noción remite a una relación social entre actores públicos y/o privados donde, desde sus
puntos de vista, reina la acción de la mentira y el desarrollo de estrategias tales como el abuso del
poder y autoridad.

Las investigaciones aquí descritas destacan cómo la valorización de las personas de ciertas prácticas
como corruptas repercute en la percepción que estas tienen sobre el entorno que habitan (Sautu,
2004).

Finalmente, toda búsqueda bibliográfica colabora a identificar lo pertinente y descartar aquellas


lecturas no consideradas relevantes para los intereses de de investigación. Pero también resultan en
un insumo fundamental al momento de recuperar nociones teóricas para construir el enfoque
conceptual de la investigación, así como para la fundamentación de los argumentos y la aprehensión
de las metodologías de investigación empleadas (Dabenigno, 2014).
De todo lo presentado y discutido podemos afirmar que no es posible darle forma a la pregunta de
investigación ni justificar su pertinencia y originalidad sin recurrir a la revisión bibliográfica.

A continuación, detallamos las consignas para trabajar durante la clase donde formularemos con los
estudiantes los objetivos para la investigación de cátedra. Esto requiere, por parte de los estudiantes,
la resolución de una actividad previa para pensar las preguntas de investigación.

Consignas

(Pre-Clase: del 20 al 26-6)

1. Por grupo, buscar un texto académico cuyo eje sea el estudio de la corrupción,
preferentemente sobre la corrupción en la vida cotidiana y desde la mirada de la gente
común. De ser posible, eviten estudios centrados en la corrupción estatal e institucional
vinculada a “grandes hechos”. Para la búsqueda tengan en cuenta “buscadores académicos”
tal como aparece señalado en el aparado anterior.
2. Elaborar un fichado del texto seleccionado. Para su elaboración, considere las normas de
edición del Recuadro 3.
3. Leer el estado del arte y definiciones conceptuales que constan en este DC.
4. Pensar al menos una pregunta que dispare el texto y/o el estado del arte que sea de interés
del grupo para la nueva investigación de cátedra.

(Clase 26-6)
5. (Plenario) Se exponen contenidos centrales del fichado y preguntas que disparó el texto (5’
por equipo).

13
6. (Trabajo por grupo) Se trabaja en grupo para formular objetivos de investigación
considerando fichados y preguntas revisadas en plenario y el estado del arte leído
previamente a esta clase.
7. (Plenario) Cada grupo presenta sus objetivos y recibe devolución del resto de los estudiantes
y del equipo docente. Se pretende llegar al final de la clase con un conjunto de objetivos
grupales que luego serán retomados por el equipo docente.

14
RECUADRO 3: REQUISITOS Y CRITERIOS PARA ELABORAR LA FICHA BIBLIOGRÁFICA

- La ficha debe comenzar con la cita completa del trabajo para facilitar su posterior recuperación (por
ejemplo, para armar las referencias bibliográficas de un informe, artículo o ponencia). Para
cumplimentar este primer requisito, consulte el documento de CDI, que sigue las normas del estilo
de APA.
- En el caso que el texto contenga definiciones de conceptos que integran los objetivos de
investigación, incluya las citas textuales sin parafrasear al autor. Estos extractos literales de la fuente
consultada deben ponerse entre comillas, con obligada referencia final entre paréntesis al número
de página del texto original (en este caso, no hace falta indicar año y autor –como cuando se escribe
un artículo o informe- pues ello constará en la referencia inicial del texto).
- Para cualquier otro contenido del texto que incluya sin copiar literalmente del original, no se
utilizarán comillas. De todos modos, los resúmenes de contenidos que no son citas textuales deben
ajustarse y ser fieles a los conceptos y posiciones expuestas en el original. Tenga especial atención
en no traducir con su propia jerga los términos elegidos por el autor (por ejemplo, si el texto habla
de capital cultural de la familia, debe ser fiel a esa terminología y no utilizar términos que a su
entender hablen de lo mismo; por poner un ejemplo: hablando en términos de clima educativo del
hogar o nivel de educación materno).
- Los comentarios de quien ficha sobre el texto deben ser claramente diferenciables de las
proposiciones del propio autor/es. A los fines prácticos, le solicitamos poner entre corchetes los
comentarios que emerjan del texto: preguntas iniciales, dudas, reinterpretaciones, diferencias
respecto de la posición del autor, sugerencias para reutilizar esta idea para determinado aspecto de
nuestra investigación, etcétera.
- Si se trata de una investigación empírica, la ficha deberá detallar: a) el objetivo de investigación; b)
las definiciones teóricas centrales; c) la caracterización del diseño metodológico (métodos, técnicas,
población de estudio, tipo de muestra elegida); y, d) las principales conclusiones.
- El fichado de un libro o artículo no es un resumen de todos sus contenidos. De todos modos, se
recomienda un primer párrafo que sea un resumen mínimo de los contenidos del texto y posibles
aportes a la investigación, para utilizarlo como un “ayuda memoria” cuando se reutilice la ficha sin
recordar de qué trata.
- En cuanto a las normas de presentación, los archivos con su fichado deben denominarse con autor
y año de la publicación, y apellido y de integrantes del grupo que hizo fichado. Por ejemplo, si se trata
de un texto de
Bourdieu de 1999, y la ficha la hicieron Gómez, Sánchez y Lamas el nombre del archivo será:
“Bourdieu 1999_ GomezSanchezLamas”.
- Extensión máxima de 2 carrillas, usando interlineado sencillo y letra Arial de 11 puntos.
Fuente: Documento de Cátedra 2 elaborado por Valeria Dabenigno para Seminario de Investigación
Educativa, dictado con Analía Meo en 2014 y 2015 en la Carrera de Sociología de UBA.

15
Bibliografía

● Arellano Gault, D., Hernández Galicia, J., y Lepore, W. (2015). “Corrupción sistémica: límites
y desafíos de las agencias anticorrupción. El caso de la Oficina Anticorrupción de Argentina”,
Revista del CLAD Reforma y Democracia, (61), 75-106.
● Boniolo, P. (2015). “La territorialización de la corrupción: dominación y micro resistencias en
un barrio popular del conurbano Bonaerense”. Trabajo y sociedad: Indagaciones sobre el
empleo, la cultura y las prácticas políticas en sociedades segmentadas, (25), 7.
● Boniolo, P., Otamendi, A., y Perugorría, I. (agosto, 2002). La corrupción es mucho más que su
definición legal. En Seminario “Liderazgos Sin Corrupción”, Organización No Gubernamental
Generar, Buenos Aires, Argentina).
● Botero, A., y Fuentes Juárez, A. (2015). “Perceptions of corruption by inhabitants of
Manizales and Pereira”, Papel Político, 20 (1), 127-146.
● Barreiro, A., Bruno, D., y Kriger, M. (2011). “Representaciones sociales de la política en los
jóvenes: Corrupción institucional y mentira”, KAIROS. Revista de Temas Sociales, 15 (28), 1-
16.
● Dammert, L., y Malone, M. (2002). “Inseguridad y temor en la Argentina: el impacto de la
confianza en la policía y la corrupción sobre la percepción ciudadana del crimen”, Desarrollo
Económico, 42 (166), 285-301.
● Fink, H., y Boehm, F. (2011). “Corrupción en la policía de tránsito: Una primera aproximación
a través de entrevistas con taxistas colombianos”, Relaciones. Estudios de historia y sociedad,
32(126), 67-85.
● Hernández, C. (2017). ““La corrupción mata”. Los Familiares de Víctimas de la Tragedia de
Once y sus acciones colectivas en la construcción del problema ferroviario”, Argumentos.
Revista de Crítica Social, (19), 142-168.
● Motto, C., Liguori, M., y Fiuza, P. (2015). “Políticas públicas en seguridad y la cuestión policial:
un abordaje arqueológico”, Cuadernos de Estudios sobre Sistema Penal y Derechos Humanos,
3, 173-183.
● Moyal, P.; Pagano, J.; Rossi, M., y Rossi, T. (2008). “De la percepción de la corrupción a la
coima: un puente invisible”, Cuadernos de Economía, 27(49), 207-224.
● Pereyra, S. (2014). “La corrupción como crítica moral de la política. El vocabulario de la
protesta social durante la década de los noventa”, Papeles de Trabajo, 8(13), 78-101.
● Sautu, R. (Comp.) (2004). Catálogo de Prácticas Corruptas: Corrupción, Confianza y
Democracia. Buenos Aires: Ediciones Lumiére,
● Sautu, R. (2014). La corrupción endémica en un país prebendario: un intento de construcción
teórica. En Elena Zubieta (Comp.), Libro de Psicología Política. Procesos teóricos y estudios
aplicados. Buenos Aires: EUDEBA.

16

Potrebbero piacerti anche